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Memoria de reparación del capó.

Comenzamos con la elección del capo


apoyándolo en un cabestrillo y realizamos un
par de abolladuras con un martillo que a
continuación procederemos a reparar.

Lo primero de todo es detectar las


imperfecciones que hemos hecho y que
anteriormente pudiera haber. Para ayudarnos
a la detección de estos es conveniente limpiar
toda la superficie con un paño húmedo y
después lo
secamos.

Con las herramientas que disponemos en el taller procederemos a


eliminar las capas de la zona de la abolladura utilizando en este
caso la roto orbital. Está conectada a la línea neumática del taller y
a la aspiración por medio de las máquinas móviles con ruedas o los
brazos colgantes del techo.

Con esa máquina no será más fácil


decaparlo sin problemas, en este
caso las capas que eliminaremos serán la de cincado,
imprimación de cataforesis, aparejo, base bicapa y barniz, hasta
llegar a la chapa de color grisáceo. La zona lijada deberá ser de
5 a 10 cm. El grano que elegiremos para decapar será el P 80 ya
que este grano es bastante grueso llegando a la chapa sin
ningún problema.

El objetivo principal del lijado en la preparación de la chapa es


asegurar su correcto agarre en las zonas de transición entre la superficie de pintura y las zonas
de chapa desnuda mediante la eliminación de bruscos cambios de nivel que lo dificultarían.

A continuación, deberemos rellenar la zona


hundida que previamente hemos lijado con un
material llamado masilla de poliéster estándar
mezclado con un porcentaje del 1-3 % de
endurecedor utilizando la báscula de medición en
miligramos. La vida útil de esta mezcla estará en torno a los 5 minutos por
lo tanto no deberíamos de demorarlos en su aplicación.

Los útiles para dicha aplicación serán dos espátulas de carrocero de unos 8
cm de anchura que pueden estar hechas de acero, de plástico o de
goma. En la primera pasada es preferible aplicar una fina capa de
relleno, en la segunda, la inclinación de la espátula disminuye con lo
que conseguimos aplicar un espesor superior sobre la totalidad la
superficie dañada. Y como última pasada la espátula se coloca de una
forma casi plana con la que añadimos una cantidad de masilla muy
ligera.
Al no tener problemas de aplicación de masilla no tuvimos que lijar
y volver a realizar el proceso de nuevo.

El proceso de secado se realizó con las lámparas de rayos


infrarrojos colocándolas a unos 50 cm del capó y programando un
tiempo de secado de unos 10 minutos entre onda corta y onda
larga. También cabía la posibilidad de dejar la pieza para que
secara a temperatura ambiente de un día para otro.

Tras el endurecimiento de la masilla


lijamos la superficie para retirar
material sobrante y eliminar
imperfecciones con un grano P 120 o incluso P 240. Ya que la
zona estaba lista lijamos el resto del capó y posteriormente la
limpieza de este, para aplicar el aparejo dentro de la cabina de
pintura.

Antes de pasar a la aplicación del


aparejo deberemos de limpiar y
desengrasar toda la superficie.
En este caso el desengrasante lo aplicaremos con un papel
frotando toda la zona previamente lijada.

Montaremos la pistola con cuidado asegurando que todos los


elementos están fijados en su sitio y procederemos a la
preparación del aparejo. Para
ajustar la proporción de la
mezcla, las medidas de
catalizador y diluyente se
toman con un vaso de plástico
transparente con la escala de proporciones grabada en el
lateral. En nuestro caso atendimos a las indicaciones del
fabricante utilizando la proporción necesaria 3:1.

Cuando todos los productos se vierten en el vaso los


removemos para homogeneizar la mezcla y después
introducirla en el depósito de la pistola utilizando un tamiz de
cartón con un filtro de 190 micras.

Para realizar la aplicación de aparejo se pone en marcha la cabina


antes de entrar en ella y ajustamos los parámetros de trabajo, se
coloca la pieza en el soporte, se introduce la pistola y el producto ya
preparados en la zona de trabajo, preparamos la manguera y
ajustamos la presión de trabajo equilibrando el abanico de la pistola
y cantidad de producto.

La forma de aplicar el aparejo en la pieza es colocándote en el


centro y la pistola debe ir perpendicular a la superficie Barriendo de
izquierda a derecha o de derecha a izquierda toda la superficie de
forma que cada barrido cubra la mitad del barrido anterior. Para
aplicar la segunda mano debemos esperar unos 5 o 10 minutos de tiempo de evaporación.
Cuando se he terminado la aplicación del aparejo se deja secar,
con un grano P 400 para pinturas monocapa, P 500 para
bicapas normales y P 800 en pinturas de alto brillo se lija toda
la superficie aparejada y a continuación procederemos con el
pintado.

Una tarea muy importante repetida


durante todo el curso ha sido la limpieza
de los utensilios con disolvente en el caso
de las espátulas. Las pistolas deben de
limpiarse desmontadas por completo y
ayudándonos del kit de pinceles y
deshollinadores, retirar al máximo el producto previamente utilizado. En
el caso de la pintura de aparejo, tras haberla utilizado se limpia y se
guarda en su caja.

La primera aplicación de pintura monocapa y su preparación es bastante parecida a la del


aparejo. Comenzaremos utilizando un vaso medidor
transparente y siguiendo las indicaciones del fabricante
vertemos la cantidad de pintura y diluyente necesarios, en
nuestro caso 2:1, y por último el catalizador hasta la marca que
nos indique el vaso. La removemos.

También tamizaremos esta mezcla antes de introducirla en el


depósito de la pistola para evitar obturar la pistola cuando la
estemos usando.

La pintura monocapa es el
método de aplicación con un
solo tipo de pintura para todas las manos ya que está
dotada de brillo y resistencia, en nuestro caso elegimos
mezclar amarillo y rojo y obtener un color mostaza.

El método de aplicación era igual que el del aparejo, pero


en este caso la cantidad de pintura en la primera pasada
debería de ser más ligera y las siguientes manos que fueran
cubrientes, pero no demasiado cargadas ya que esta podría
descolgarse, como nos pasó en alguna zona.

Ya que el color que


utilizamos era en base a
agua, el proceso de secado
era diferente que, si fuera base disolvente, y la limpieza de la
pistola también se hacía en otro área del taller.

debido a que el secado no fue totalmente hermético y en el


taller está expuesto a golpes o partículas provenientes de otras
zonas, tuvimos que lijar la superficie y con la masilla putty
retocar los pequeños desperfectos que se habían generado.
Por último, le aplicamos un
acabado bicapa donde se
distinguían dos fases distintas, la
primera capa de color fue lisa y el
acabado era mate y la otra en la
que se aplica un barniz que sella,
da dureza y brillo protegiendo el
color. En este caso el color ya era
un rojo más oscuro que daba el
acabado final a nuestro capó.

Igual que en procesos anteriores


toda herramienta utilizada se limpió de forma correcta y se
guardó en su sitio de origen.

EPIS
Ya que anteriormente en cada proceso los cepillos utilizados se repiten, podemos diferenciar
dos zonas donde los EPIS varían.

En la zona de lijado y tratado de la pieza era importante una mascarilla FPP2, para evitar el
polvo generado al lijar y unas gafas de protección para los ojos.

En la zona de pintado, la cámara con aspiración, utilizaremos una máscara de filtro de carbono
activo y un mono de pintar desechable junto con nuestras botas de seguridad.
RESTO DE FOTOGRAFÍAS DURANTE EL DESARROLLO DE LA PRÁCTICA
Centro educativo: CIFP Profesor Raúl Vázquez
Trabajo realizado por: Daniel Marín Izquierdo

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