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La bibliografía

Para que la bibliografía pueda cumplir con esta función, resulta imprescindible comprender
qué es una bibliografía. A menudo se utiliza este término de una forma degenerada y
coloquial, refiriéndose a un listado de libros utilizados en una determinada publicación. Una
bibliografía en sentido estricto, sin embargo, es un listado exhaustivo de publicaciones sobre
un tema determinado. Si no es exhaustiva, la bibliografía puede una de sus funciones más
importantes, a saber, dar información sobre la viabilidad de un tema. Si, una vez hecha la
búsqueda bibliográfica exhaustiva, el resultado es demasiado largo, con una cantidad de
publicaciones no manejable dentro de los límites de tiempo y espacio de un trabajo
académico, el tema es demasiado amplio y hace falta delimitarlo. Si, en cambio, el resultado es
demasiado escaso, el tema talvez sea demasiado específico y no ofrece suficiente material
para discutir-lo (aunque este caso es más complejo que el otro).

Ahora bien, la exhaustividad no es un objetivo fácil de alcanzar. El proceso que lleva a


establecer una bibliografía es largo y contiene varias etapas que requieren actividades bien
diferenciadas: 1) la búsqueda bibliográfica, 2) la localización y consulta de los ítems, 3) la
valoración final.

1 La búsqueda bibliográfica

En general, se pueden distinguir dos aproximaciones metodológicas a la búsqueda


bibliográfica: la sistemática y el esquema de pirámide. En el primer caso, se consultan
sistemáticamente las fuentes bibliográficas de referencia (bases de datos, bibliografías,
entradas en enciclopedias, etc.); en el segundo caso, se comienza por una publicación,
la bibliografía de la cual ofrece más referencias, cada una de las cuales, a su vez,
aumenta el número de publicaciones. Evidentemente, estos dos modelos son
abstracciones que en la realidad se suelen combinar, pero la comodidad de recorrer a
máquinas de búsqueda en línea y la aparente disponibilidad ubicua de información
obliga a mantener una cierta disciplina durante la búsqueda bibliográfica, comenzando
por el enfoque sistemático.

Es evidente que resulta mucho más fácil y cómodo buscar bibliografía hoy, en tiempos
de internet, de bases de datos, buscadores, etc. Precisamente por este hecho se
deberían elegir con precaución los canales a través de los cuales se articula la
búsqueda. Aunque la búsqueda con google puede resolver problemas puntuales en
muchos casos, comenzar una bibliografía por aquí significa perder el tiempo. En la
mayoría de temas resulta mucho más eficiente consultar una (o mejor, ¡todas!) las
enciclopedias especializadas que la musicología ofrece: el New Grove Dictionary of
Music and Musicians (a partir de ahora: New Grove), la Musik in Geschichte und
Gegenwart (a partir de ahora: MGG) y el Diccionario de la Música Española e
Hispanoamericana (a partir de ahora: Diccionario de l’SGAE). La ventaja de estas
enciclopedias es doble: por una parte, son publicaciones académicas con entradas
redactadas por especialistas reconocidos en su campo, lo cual les confiere una
fiabilidad muy superior a la de otras enciclopedias (como, por ejemplo, la wikipedia), y
por la otra, cada artículo ofrece una amplia lista de literatura. Aunque es cierto que el
New Grove requiere el inglés y la MGG el alemán para poder leer los artículos, nadie
debería desestimar la consulta, aunque sea para acceder a la bibliografía. El
Diccionario de la SGAE tiene, en comparación, una limitación de alcance: mientras que
las otras dos enciclopedias consideren cualquier fenómeno musical, éste sólo incluye
fenómenos de música española e hispanoamericana, y este enfoque temático también
se refleja en un discurso marcadamente hispano-céntrico. Aun así, para temas
españoles e hispano-americanos no deja de ser una fuente a tener en consideración.

2 La localización y consulta de los ítems

Una vez establecida la primera lista de publicaciones encontradas, hay que proceder a
una segunda búsqueda con el objetivo de localizarlas. Un buen punto de partida es el
Catàleg Col·lectiu de les Universitats de Catalunya (CCUC - https://ccuc.csuc.cat/), ya
que en él entran, aparte de la biblioteca de la ESMUC, la Biblioteca de Catalunya (BC),
así como la totalidad de bibliotecas universitarias del territorio catalán, lo cual
garantiza una proximidad que se agradece a la hora de consultar las publicaciones de
la bibliografía.

Entre los resultados, con toda probabilidad habrá algunos disponibles en la ESMUC
mismo, en otras bibliotecas de Barcelona o en otras bibliotecas catalanas (por
ejemplo, Lleida, Girona o Tarragona). Pero también es muy probable que haya
publicaciones no disponibles ni en Catalunya, ni siquiera en todo el estado español.
Para todos los casos de distancias que imposibiliten una consulta presencial hay
diferentes recursos de préstamo interbibliotecario. Los gastos que se le asocian varían
en función de los convenios que la ESMUC tiene con los respectivos centros; el
personal de la biblioteca siempre informa previamente sobre las condiciones de cada
préstamo.

3 La valoración final

Habiendo llegado a un listado bibliográfico lo más exhaustivo posible sobre el tema


escogido, hay que valorar la viabilidad del trabajo. Aparte de la extensión del listado y
de la localización de sus ítems mencionadas más arriba hay también otros factores a
tener en cuenta. Uno que no es secundario de ninguna de las maneras es el acceso
lingüístico. El/la investigador(a) necesita poder leer las fuentes necesarias, y, como
consecuencia, dominar las lenguas en qué están escritas suficientemente como para,
al menos, comprenderlas. Este tema es crucial en cualquier trabajo académico, pero
en la música resulta especialmente complicado, dado que los intereses artísticos y/o
académicos del/de la investigador(a) pueden no coincidir con su preparación
lingüística.

Así, por ejemplo, es bastante probable e incluso más que comprensible que un(a)
estudiante de lied alemán quiera dedicar su TFM a este género, y, dentro de este
campo temático, interpretar con cierta profundidad las letras correspondientes y su
puesta en música. Pero no se puede remarcar con suficiente contundencia que eso es
imposible sin unas competencias bien desarrolladas de la lengua alemana. Y el recurso
a companer@s o profesore/as con conocimientos del alemán o incluso nativ@s aquí
tampoco es posible (sería diferente si se tratase de un tema menor, como la
traducción puntual de un artículo).

Si esto es cierto para el contexto lingüístico-cultural de un tema determinado, también


lo es para la literatura primaria y secundaria. En el caso de ésta segunda, hasta se
pueden producir verdaderas sorpresas cuando la mayoría de la literatura secundaria
no coincide con la lengua dominante del tema (Umberto Eco suele citar el caso de
Friedrich Nietzsche, un filósofo alemán sobre el cual hay mucha literatura secundaria
en francés y no sólo en alemán).1

Otro aspecto de la literatura que hay que tener en consideración es el grado de


fiabilidad/autoridad de una publicación. En una época como la actual, donde la
disponibilidad de informaciones parece ser casi infinita y su acceso cómodo desde el
ordenador en casa o incluso desde el móvil es la regla, resulta más importante que
nunca saber tratar información –¡cualquier tipo de información!– con un agudísimo
espíritu crítico. Aparte de la necesidad de contrastar las informaciones ellas mismas,
esta visión crítica también incluye una consciencia sobre la procedencia de la
información, su autor(a), el marco dentro del cual aparece la publicación (editorial,
revista, etc.), su carácter académico, divulgativo, etc. El mundo académico se
caracteriza, entre otros, por unos filtros de control de calidad por los cuales un texto
tiene que pasar antes de ser publicado. Si en publicaciones impresas ya puede pasar
que estos filtros no estén o no funcionen suficientemente bien, en el caso de internet
hay una gran cantidad de páginas donde están del todo ausentes, a no ser que se
indique lo contrario. Uno de los factores que ayudan a dar autoridad a un escrito es el
hecho que el/la autor(a) conste explícitamente (compárese, en este sentido,
enciclopedias como el New Grove o la MGG, donde todas las entradas llevan la firma
del/la autor(a), con la wikipedia, donde la autoría es anónima); también resulta
revelador conocer el organismo responsable de la página web en concreto (por
ejemplo, un instituto universitario, una biblioteca, una asociación de especialistas,
etc.). Evidentemente, no se trata de menospreciar a priori ninguna fuente –hay
profesores universitarios que utilizan la wikipedia en sus clases, precisamente debido a
su calidad, y por el otro lado, la existencia de un sistema de control de calidad
tampoco es una garantía absoluta. Pero ser consciente de esta problemática
contribuye decisivamente a la solidez argumentativa y el rigor de un trabajo
académico.

1
Eco, Umberto (2017). Come si fa una tesi di laurea. Milano: La nave di Teseo, p. 50.

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