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SEGUNDA PARTE, TERCERA SEMANA.

SEIS DÍAS PARA CONOCER A LA SANTISIMA VIRGEN MARÍA.


DÍA 14 DEL MES MONTFORTIANO DE 30 DÍAS.
RECORDEMOS EL OBJETIVO DE LA TERCERA SEMANA: Durante la
tercera515semana se dedicarán en todas sus oraciones y obras del día a conocer
a la Santísima Virgen, pidiendo este conocimiento al Espíritu Santo.
Rogarán a Nuestro Señor y al Espíritu Santo que los ilumine, diciendo:

“¡Señor, que 508509conozca a la Santísima Virgen María!”


“¡Santísima Virgen María que yo te conozca!”
“¡Ven, Espíritu Santo!”.

OREMOS:
LETANIAS DEL ESPIRITU SANTO.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.


Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros.


Dios, Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu que procede del Padre y del Hijo, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que al comienzo de la creación, planeando sobre las aguas las
fecundaste, ten piedad de nosotros.
Espíritu por cuya inspiración han hablado los santos hombres de Dios, ten
piedad de nosotros.
Espíritu cuya unción nos enseña todas las cosas, ten piedad de nosotros.
Espíritu que das testimonio de Cristo, ten piedad de nosotros.
Espíritu de verdad que nos instruyes sobre todas las cosas, ten piedad de
nosotros.
Espíritu que sobreviniste sobre María, ten piedad de nosotros.
Espíritu del Señor que llenas todo el orbe, ten piedad de nosotros.
Espíritu de Dios que habitas en nosotros, ten piedad de nosotros.

1
Espíritu de sabiduría y de entendimiento, ten piedad de nosotros.
Espíritu de consejo y de fortaleza, ten piedad de nosotros.
Espíritu de ciencia y de piedad, ten piedad de nosotros.
Espíritu de temor del Señor, ten piedad de nosotros.
Espíritu de gracia y de misericordia, ten piedad de nosotros.
Espíritu de fuerza, dilección y sobriedad, ten piedad de nosotros.
Espíritu de fe, esperanza, amor y paz, ten piedad de nosotros.
Espíritu de humildad y de castidad, ten piedad de nosotros.
Espíritu de benignidad y de mansedumbre, ten piedad de nosotros.
Espíritu de gracia multiforme, ten piedad de nosotros.
Espíritu que escrutas hasta los secretos de Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos inenarrables, ten piedad de
nosotros.
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma de paloma, ten piedad de
nosotros.
Espíritu en el cual renacemos, ten piedad de nosotros.
Espíritu que difundes la caridad en nuestros corazones, ten piedad de
nosotros.
Espíritu de adopción de los hijos de Dios, ten piedad de nosotros.
Espíritu que apareciste sobre los apóstoles en lenguas de fuego, ten piedad de
nosotros.
Espíritu que colmó a los apóstoles, ten piedad de nosotros.
Espíritu que distribuyes tus dones a cada uno como quieres, ten piedad de
nosotros.
Muéstrate propicio, perdónanos, Señor.
Muéstrate propicio, escúchanos, Señor.

De todo mal, líbranos, Señor.


De todo pecado, líbranos, Señor.
De las tentaciones e insidias del demonio, líbranos, Señor.
De toda presunción y desesperación, líbranos, Señor.
De la resistencia a la verdad conocida, líbranos, Señor.
De la obstinación y de la impenitencia, líbranos, Señor.
De toda impureza, líbranos, Señor.
Del espíritu de fornicación, líbranos, Señor.
De todo espíritu malo, líbranos, Señor.
Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo, líbranos, Señor.
Por tu descenso sobre Cristo en el Jordán, líbranos, Señor.
Por tu advenimiento sobre los Apóstoles, líbranos, Señor.

2
En el día del juicio, nosotros pecadores, te rogamos óyenos.
Que así como vivimos por el Espíritu, obremos también por el Espíritu, te
rogamos óyenos.
Que recordando que somos templo del Espíritu Santo, no lo profanemos, te
rogamos óyenos.
Que viviendo según el Espíritu, no cumplamos los deseos de la carne, te
rogamos óyenos.
Que por el Espíritu mortifiquemos las obras de la carne, te rogamos óyenos.
Que no te contristemos a Ti, Espíritu Santo de Dios, te rogamos óyenos.
Que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz, te
rogamos óyenos.
Que no creamos a todo espíritu, te rogamos óyenos.
Que probemos a los espíritus si son o no de Dios, te rogamos óyenos.
Que te dignes renovar en nosotros el espíritu de rectitud, te rogamos óyenos.
Que nos confirmes con tu Espíritu soberano, te rogamos óyenos.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.


Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad y misericordia
de nosotros.
OREMOS: El Espíritu que procede de Ti, Señor, ilumine nuestras almas y,
según la promesa de tu hijo, nos dé a conocer toda la verdad. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amen.
14A. Ejercicios para el treceavo día: Meditación-contemplación del Santo
Evangelio.
LOS MALOS PENSAMIENTOS.
Lectura del Santo Evangelio según San Mateo (Mt. 5,17-32).
(La Palabra del Señor esté en mi mente,+ en mis labios + y en mi corazón +).
"17. No crean que he venido a suprimir la Ley o los Profetas. He venido, no
para deshacer, sino para llevar a la forma perfecta. 18. En verdad les digo:
mientras dure el cielo y la tierra, no pasará una letra o una coma de la Ley hasta
que todo se realice. 19. Por tanto, el que ignore el último de esos mandamientos
y enseñe a los demás a hacer lo mismo, será el más pequeño en el Reino de los
Cielos. En cambio el que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de
los Cielos. 20. Yo se lo digo: si no hay en ustedes algo mucho más perfecto que
lo de los Fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no pueden entrar en el
Reino de los Cielos. 21. Ustedes han escuchado lo que se dijo a sus
antepasados: «No matarás; el homicida tendrá que enfrentarse a un juicio.» 22.

3
Pero yo les digo: Si uno se enoja con su hermano, es cosa que merece juicio. El
que ha insultado a su hermano, merece ser llevado ante el Tribunal Supremo; si
lo ha tratado de renegado de la fe, merece ser arrojado al fuego del infierno. 23.
Por eso, si tú estás para presentar tu ofrenda en el altar, y te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti, 24. deja allí mismo tu ofrenda ante el altar, y vete
antes a hacer las paces con tu hermano; después vuelve y presenta tu ofrenda.
25. Trata de llegar a un acuerdo con tu adversario mientras van todavía de
camino al juicio. ¿O prefieres que te entregue al juez, y el juez a los guardias
que te encerrarán en la cárcel? 26. En verdad te digo: no saldrás de allí hasta
que hayas pagado hasta el último centavo. 27. Ustedes han oído que se dijo:
«No cometerás adulterio.» 28. Pero yo les digo: Quien mira a una mujer con
malos deseos, ya cometió adulterio con ella en su corazón. 29. Por eso, si tu ojo
derecho te está haciendo caer, sácatelo y tíralo lejos; porque más te conviene
perder una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
30. Y si tu mano derecha te lleva al pecado, córtala y aléjala de ti; porque es
mejor que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado
al infierno. 31. También se dijo: «El que se divorcie de su mujer, debe darle un
certificado de divorcio.» 32. Pero yo les digo: Si un hombre se divorcia de su
mujer, a no ser por motivo de infidelidad, es como mandarla a cometer adulterio:
el hombre que se case con la mujer divorciada, cometerá adulterio." 1
Palabra del Señor.
Gloria a Ti, Señor Jesús.
Estructura del Texto.
5, 17-20: Jesús lleva a la plenitud la Ley y los profetas.
5, 21-32: Ustedes oyeron… pero yo les digo...
Contexto.
○Para la comunidad a la que Mateo le escribe su Evangelio, la nueva pauta de
interpretación de la Ley de Moisés y de los escritos de los Profetas, es Jesús de
Nazaret. Jesús es la medida para entrar en el reino de los cielos.
○Cualquier mandamiento, pequeño o grande, desde la fe en Jesús resucitado,
adquiere importancia. De ahora en adelante, la Ley, la enseñanza de los
profetas, la justicia, adquieren su verdadera profundidad salvífica a partir del
vínculo con su persona.

1
Evangelio según San Mateo, 5 - Biblia Católica Online https://www.bibliacatolica.com.br/biblia-latinoamericana/evangelio-segun-san-mateo/5/

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MEDITAR. Que me dice el texto?
a) Estas siempre en tu vida abierto a la llamada de Jesús a una justicia más
grande?
b) Eres consciente de todo lo que te falta para que seas justo(a) en tus
relaciones, palabras, pensamientos, acciones y decisiones, sobre todo con
relación a los demás?
c) Soy fanático(a) y legalista en el cumplimiento de la Ley o por el contrario
conduzco a los demás a profundizar y flexibilizar las leyes, normas y
preceptos de mi fe católica, desde la centralidad de Jesucristo?
ORAR. Que me hace decirle a Dios el texto?
Pedir a Dios que nos conceda vivir más allá de la justicia, es decir vivir el amor
que nos da gratuitamente con los demás.

CONTEMPLAR. Que mirada nueva provoca en mi el texto?


Que actitudes aprendo de la persona de Jesús en el texto?
Como aprender a seguir a Jesús con fidelidad?

HACER VIDA LA PALABRA.


Jesús lleva al cumplimiento las enseñanzas de la ley y de los profetas porque los
lleva a su completa expresión.
Jesús en su vida, con su obediencia al Padre, “cumple” las exigencias que
nacen de la Ley y de los profetas. Por medio de su muerte y resurrección Jesús
ha cumplido la ley.
La voluntad de Dios está relacionada con la Ley pero es Jesús quien encarna un
nuevo modo de poner en práctica la justicia. Jesús quiere una “justicia más
grande”. Porque la de los escribas y fariseos esta en relación con la justicia de
los hombres; la justicia de Jesús exige una justicia más consistente,
sensiblemente mayor a la practicada por el judaísmo.
La comunidad creyente es llamada a subordinar los numerosos mandamientos
de la Ley al mandamiento del amor, considerado como central. Recordando que
no hay tensión entre los preceptos particulares y el mandamiento del amor.
En la perspectiva, completamente nueva del discurso de la montaña cada falta
de amor hacia el prójimo conlleva la misma culpabilidad del homicidio. De hecho,
la cólera, la ira, el desprecio del otro nace de un corazón desprovisto de amor.
Quien se ha separado del hermano también se ha separado de la relación con
Dios. No es cuestión de querer perdonar. Es urgente reconstruir las relaciones
fraternas porque el bien del hermano es el bien mío.

5
OREMOS: Recurro a vos Santísima Virgen María con profunda confianza y
humildad, suplicando vuestra poderosa intercesión para alcanzar de vuestro
divino hijo, nuestro Señor Jesucristo la gracia del conocimiento de mí mismo y la
contrición perfecta de mis pecados para que sea ésta gracia el fundamento de
las demás gracias que durante este mes de consagración por medio de vuestra
misericordiosa intercesión he de recibir. Amen.
OREMOS:
OH513 SANTA MARÍA, DE MARES ESTRELLA668
Oh Santa María,
de mares estrella,
Virgen de Dios Madre
Y del Cielo Puerta.
Retomando el Ave
que Gabriel te diera,
la paz corrobora,
cambia el nombre de Eva.
Al ciego ilumina
y libra al cautivo,
ahuyenta los males,
da bienes divinos.
Haz ver que eres Madre,
por ti nuestras preces
reciba El que es tuyo
y ser nuestro quiere.
Bendita Señora,
la más dulce y buena,
borrando el pecado,
endulza las penas.
Danos vida santa
y recto camino,
para que en el Cielo
veamos a tu Hijo.
Gloria al Padre eterno,
gloria a Jesucristo,
gloria al Santo Espíritu
y gloria a los Tres. Amén.

6
14B. Meditación-contemplación del Tratado de la Verdadera Devoción a la
Santísima Virgen TVD 83-89.

83. Es más perfecto, porque es más humilde, no acercarnos a Dios por nosotros
mismos, sino acudir a un mediador. Estando tan corrompida nuestra naturaleza -
como acabo de demostrar-, si nos apoyamos en nuestros propios esfuerzos,
habilidad y preparación para llegar hasta Dios y agradarle, ciertamente nuestras
obras de justificación quedarán manchadas o pesarán muy poco delante de Dios
para comprometerlo a unirse a nosotros y escucharnos. Porque no sin razón nos
ha dado 218Dios mediadores ante sí mismo. Vio nuestra indignidad e incapacidad,
se apiadó de nosotros, y, para darnos acceso a sus misericordias, nos proveyó
de poderosos mediadores ante su grandeza. Por tanto, despreocuparte de tales
mediadores y acercarte directamente a la santidad divina sin recomendación
alguna es faltar a la humildad y al respeto debido a un Dios tan excelso y santo,
es hacer menos caso de ese Rey de reyes, del que harías de un soberano o
príncipe de la tierra, a quien no te acercarías sin un amigo que hable 219por ti.

84. Jesucristo es nuestro abogado y mediador de redención ante el Padre. Por


Él debemos orar junto con la Iglesia triunfante y militante. Por Él tenemos acceso
ante la Majestad divina, y sólo apoyados en Él y revestidos de sus méritos
debemos presentarnos ante el Padre, así como el humilde Jacob compareció
ante su padre Isaac, para recibir la bendición, cubierto con 220pieles de cabrito.
85. Pero ¿no necesitamos, acaso, un mediador ante el mismo Mediador?
¿Bastará nuestra pureza a unirnos a Él directamente y por nosotros mismos?
¿No es Él, acaso, Dios igual en todo a su Padre y por consiguiente, el Santo de
los santos, tan digno de respeto como su Padre? Si por amor infinito se hizo
nuestro fiador y mediador ante el Padre para aplacarlo y pagarle nuestra deuda,
¿será esto razón para que tengamos menos respeto para con su majestad y
santidad? Digamos, pues, abiertamente,221 con San Bernardo, que necesitamos
un mediador ante el Mediador mismo y que la excelsa María es la más capaz de
cumplir este oficio caritativo. Por Ella vino Jesucristo a nosotros, y por 222Ella
debemos nosotros ir a Él. Si tememos ir directamente a Jesucristo-Dios a causa
de su infinita grandeza y de nuestra pequeñez o pecados, imploremos con filial
osadía la ayuda e intercesión de María, nuestra Madre. Ella es tierna y
bondadosa. En Ella no hay nada austero o repulsivo ni excesivamente sublime o
deslumbrante. Al verla, vemos nuestra propia naturaleza. No es el sol, que con
la viveza de sus rayos podría deslumbrarnos a causa de nuestra debilidad.

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Es hermosa y 223apacible como la luna, que recibe la luz del sol para acomodarla
a la debilidad de nuestra vista. María es tan caritativa que no rechaza ninguno
de los que imploran su intercesión, por más pecador que 224sea, pues -como
dicen los santos- jamás se ha oído decir que alguien haya acudido confiada y
perseverantemente a Ella y haya sido 225rechazado. Ella es tan poderosa que sus
peticiones jamás han sido desoídas. Bástale presentarse ante su Hijo con
alguna súplica para que Él la acepte y reciba, se deje siempre vencer
amorosamente por los pechos, las entrañas y las súplicas de su Madre
queridísima.

86. Esta es doctrina sacada de los escritos de San Bernardo y San


Buenaventura. Según ellos, para llegar a Dios tenemos que subir tres escalones:
El primero, más cercano y adaptado a nuestras posibilidades, es 226María; el
segundo es Jesucristo y el tercero es Dios Padre. Para llegar a Jesucristo hay
que ir 227a María, nuestra Mediadora de intercesión. Para llegar al Padre hay que
ir al Hijo, nuestro Mediador de 228redención. Este es precisamente el orden que
se observa en la forma de devoción de la que hablaré más 229adelante. Quinta
verdad: Llevamos el tesoro de la gracia en vasos de arcilla.

87. Es muy difícil, dada nuestra pequeñez y fragilidad, conservar las gracias y
tesoros de Dios, porque: 1° Llevamos este tesoro, más valioso que el cielo y la
tierra, en 230vasijas de arcilla, en un cuerpo corruptible, en un alma débil e
inconstante que por nada se turba y abate.

88. 2° Los demonios, ladrones muy astutos, quieren sorprendernos de improviso


para robarnos y desvalijarnos. Espían día y noche el momento favorable para
ello. Nos rodeanincesantementepara231devorarnosy arrebatarnos en un momento
-por un solo pecado- todas las gracias y méritos logrados en muchos años. Su
malicia, su pericia, su astucia y número deben hacernos temer infinitamente esta
desgracia; ya que personas más llenas de gracia, más ricas en virtudes, más
experimentadas y elevadas en santidad que nosotros han sido sorprendidas,
robadas y saqueadas lastimosamente. ¡Ah! ¡Cuántos cedros del Líbano y
estrellas del firmamento cayeron miserablemente y perdieron en poco tiempo su
elevación y claridad! Y ¿cuál es la causa? No fue falta de gracia. Que Dios a
nadie la niega. Sino ¡falta de humildad! Se consideraron capaces de conservar
sus tesoros. Se fiaron de sí mismos y se apoyaron en sus propias fuerzas.

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Creyeron bastante segura su casa y suficientemente fuertes sus cofres para
guardar el precioso tesoro de la gracia, y por este apoyo imperceptible en sí
mismos -aunque les parecía que se apoyaban solamente en la gracia de Dios-,
el Señor, que es la justicia misma, abandonándolos a sí mismos, permitió que
fueran saqueados. ¡Ay! Si hubieran conocido la devoción admirable que a232
continuación voy a exponer, habrían confiado su tesoro a una Virgen fiel y
poderosa, y Ella lo habría guardado como si fuera propio, y hasta se habría
comprometido a ello en justicia.

89. 3° Es difícil perseverar en gracia, a causa de la increíble corrupción del


mundo. Corrupción tal que es prácticamente imposible que los corazones no se
manchen, si no 233con su lodo, al menos con su polvo. Hasta el punto de que es
una especie de milagro el que una persona se conserve en medio de este
torrente impetuoso sin ser arrastrada por él, en medio de este mar tempestuoso
sin anegarse o ser saqueada por los piratas y corsarios, en medio de esta
atmósfera viciada sin contagiarse. Sólo la Virgen fiel, contra quien nada pudo la
serpiente, hace este milagro en favor de aquellos que la sirven lo mejor que
pueden.

14C. Propósito para llevar a cabo durante el catorceavo día.


Combatiré la pornografía y el ateísmo, por ejemplo promoviendo el apostolado
de la buena prensa para que las publicaciones, humana y espiritualmente
formativas, vayan reemplazando las dañinas.
14D. Jaculatoria que podrás repetir frecuentemente a lo largo del
catorceavo día.
“Si tu ojo derecho es ocasión de pecado para ti, sácatelo y tíralo lejos; porque es
más provechoso para ti perder una parte de tu cuerpo, antes que todo tu cuerpo
sea arrojado a la gehenna” (Mt. 5,29).
OREMOS:
LETANÍAS DE LA SANTISIMA VIRGEN DE LORETO514
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.

Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.


Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

9
Dios, Padre Celestial, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios, Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Trinidad Santa, que eres un solo Dios. Ten piedad de nosotros.

Santa María, ruega por nosotros.


Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.
Santa Virgen de los vírgenes, ruega por nosotros.
Madre de Jesucristo, ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros.
Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.
Madre purísima, ruega por nosotros.
Madre castísima, ruega por nosotros.
Madre virgen, ruega por nosotros.
Madre sin mancha, ruega por nosotros.
Madre inmaculada, ruega por nosotros.
Madre amable, ruega por nosotros.
Madre admirable, ruega por nosotros.
Madre del buen consejo, ruega por nosotros.
Madre del Creador, ruega por nosotros.
Madre del Salvador, ruega por nosotros.
Virgen prudentísima, ruega por nosotros.
Virgen venerable, ruega por nosotros.
Virgen laudable, ruega por nosotros.
Virgen poderosa, ruega por nosotros.
Virgen clemente, ruega por nosotros.
Virgen fiel, ruega por nosotros.
Espejo de justicia, ruega por nosotros.
Trono de la sabiduría, ruega por nosotros.
Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Vaso espiritual, ruega por nosotros.
Vaso digno de honor, ruega por nosotros.
Vaso insigne de devoción, ruega por nosotros.
Rosa mística, ruega por nosotros.
Torre de David, ruega por nosotros.
Torre de marfil, ruega por nosotros.
Casa de oro, ruega por nosotros.
Arca de la Alianza, ruega por nosotros.

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Puerta del Cielo, ruega por nosotros.
Estrella de la mañana, ruega por nosotros.
Salud de los enfermos, ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.
Consuelo de los afligidos, ruega por nosotros.
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.
Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Reina de los Profetas, ruega por nosotros.
Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Reina de los Mártires, ruega por nosotros.
Reina de los Confesores, ruega por nosotros.
Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.
Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.
Reina asunta al Cielo, ruega por nosotros.
Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros.
Reina de la paz, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad y misericordia
de nosotros.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de
alcanzar las divinas gracias y promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

OREMOS: Te rogamos, Señor, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar
de perpetua salud de alma y cuerpo, y por la intercesión de la Bienaventurada
Virgen María, seamos librados de la tristeza presente, y disfrutemos de la alegría
eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

“¡Señor, que 508509conozca a la Santísima Virgen María!”


“¡Santísima Virgen María que yo te conozca!”
“¡Ven, Espíritu Santo!”

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