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Dentro de este intervalo de tiempo estuve cuestionándome digamos que, en un tiempo paralelo a mi

vida cotidiana, reflexiones tales cuantitativas como cualitativas; en forma traté de estructurar como un
examen de conciencia respecto a todo lo que contribuye un pensamiento propio, me refiero a las
cosas moralmente buenas y malas.

Semana Santa es una conmemoración sobre todo de muerte como resurrección De Jesús que
comienza con una imagen de una gran multitud de gente claro esperándolo en entrada de Jerusalén
luego por consecuente el denominado triduo sangrado las cuales se destinan en el calendario
litúrgico para recordar la pasión y sobre todo lo trascendental del mensaje transmitido.

Puedo argumentar que no existe alguna exclusión, pues esto es una mediación, por tanto, es
decisión de la persona tener una relación alguna con las celebraciones.

Pude reflexionar no solo pensamientos sino también gestos como acciones en colocar aquella dosis
y dejar el sello tanto en mi mente como en la idea, el reflejo de Jesús es la permanencia de esta idea,
no solo con ayuno acciones sino también con un carácter a post-forjar.

En mi zona o por donde vivo cada año hacen como una programación de un teatro sobre la semana
santa y se llenan de personas en el lugar pidiéndoles perdón a sus seres queridos porque de ahí
algunas personas reflexionan como, por qué Dios ha dado la vida por nosotros y eso es bueno ya
que realmente deberían de recordar todos los días que Dios se crucificó por nosotros. Y también
tengo esa costumbre de comer pescado porque ese día no pueden pecar comiendo carnes de res,
cerdos y pues prácticamente está ligado.

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