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Estudiante: Jairo Andrés Rodríguez Londoño

Tarea: La mies Santanì 1

Me dijeron que hace unos domingos se empezó a estudiar el sermón del monte en
la iglesia. Y no sé si esto ya se mencionó antes o no, pero según la manera en que como
cristianos nos acercamos a este sermón, llevaremos una vida completamente distinta.
Déjenme decirles que hay quienes creen que el sermón del monte no fue más que una
ilustración de Jesús invitando a cumplir la ley para los judíos de su tiempo, hay otras
personas en cambio que creen que el cumplimiento del sermón del monte, es imposible
dada su altísima exigencia, y que solamente será posible en el fin de los tiempos,
cuando se establezca el reino de Dios por completo, y haya por fin una tierra nueva en la
cual el gobierno de Dios es absoluto. Y hay otros, entre los cuales yo me identifico, que
creemos que el sermón del monte no solamente era aplicable para quienes escucharon a
Jesús en aquella ocasión, sino que sigue siendo vigente hoy día y es prácticamente el
manual de normas del cristiano, por más difícil que sea de cumplir. Es decir que el reino
de Dios inició con la venida de Jesús, y continúa estableciéndose hasta el presente en la
tierra.
Jesús enseña sobre la ley:
17-20 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido
para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo
y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De
manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas
cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los
cielos. Porque os digo que, si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y
fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
Para Jesús, al igual que otro judío, la palabra de Dios era muy importante, de
modo que se propone resaltarla en este momento durante su predicación. No solamente
menciona que vino para cumplir la ley, sino que además se pueden interpretar sus
palabras dando a entender que la ley de Dios permanecerá aún cuando el cielo y la tierra
terminen, y que la ley llegará a cumplir su propósito final. Además de esto, nos arroja
un principio bastante importante, diría yo en mis palabras, que no basta con cumplir la
ley, sino que además hay que enseñarla, para así se llamado grande en el reino de los
cielos.
Para lo anterior se da un punto de referencia: Los escribas y fariseos. Se supone
que estas personas eran expertas en la palabra de Dios, los escribas se consideraban
como doctores de la ley, en tiempos muy antiguos eran considerados los copistas de ley,
por lo cual se entiende que eran personas que conocían muy de cerca lo que era la Ley.
Por otro lado, los fariseos eran reconocidos, no necesariamente por su hipocresía, como
significa para nosotros hoy en día, y como les acusó Jesús, sino por ser muy apegados al
cumplimiento textual de la ley, tal vez hoy en día usaríamos la palabra “legalista” para
describirles.
El Guerrero Piadoso, (2 Tim 2:1-14)

Ahora a esta clase de personas se supone que tendríamos que superar en cuanto a
la justicia. Esto no es en realidad muy fácil, porque quiere decir que tenemos que
conocer muy bien las escrituras, y además tenemos que ser fieles en aplicar en nuestra
vida, todo aquello que sabemos sobre ellas. Aun más, nosotros no solamente tenemos la
ley, como era el caso de los judíos, además tenemos el Nuevo Testamento con una
interpretación de la ley, que como veremos a continuación, parece ser llevada un paso
más allá de lo que parece a simple vista.
Teniendo estas cosas en cuenta, me gustaría que nos acercáramos a las
interpretaciones de Jesús, respecto a algunas leyes judías, y lo que eso significa para
nosotros hoy en día:
1) No matar. Éxodo 20:13. Deuteronomio 5:17
21-26 Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare
será culpable de juicio. 22 Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su
hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio1, a su hermano, será
culpable ante el concilio2; y cualquiera que le diga: Fatuo3, quedará expuesto al infierno
de fuego. 23 Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano
tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero
con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25 Ponte de acuerdo con tu
adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te
entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26 De cierto te digo que
no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
Jesús habla de lo que implica el pecado, que es juicio y condenación. Vemos que
va un paso más allá de lo que para los judíos significaba matar. Nos habla de enojarnos
contra nuestro hermano, sí enojarnos contra las personas que estamos acá dentro, y dice
que la persona que hace algo como eso, es igualmente culpable de Juicio. Dice
cualquiera que diga necio o fatuo… definiciones… el concilio era… ante ellos se
quedaba expuesto, y además el infierno de fuego nos indica que la condenación no es
otra que la misma por el pecado, en otras palabras, enojarse contra el hermano, es
pecado. Aún va más allá, y no habla solamente del hermano, como se menciona
respecto a las ofrendas, si el otro tiene algo contra ti. Sino también respecto a los
adversarios/enemigos, y se hace la misma aclaración, hay una condenación por ello.
2) No adulterar. Éxodo 20:14
27-32 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28 Pero yo os digo que
cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29
Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es
que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 30 Y
si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se
1
Significa que no sabe lo que hace, que es ignorante, que es falto de razón, que es terco.
2
Era el consejo de los rabinos Judíos. Sanedrín.
3
Sinónimos: presumido, petulante, vano, presuntuoso, jactancioso, vanidoso, altanero.
El Guerrero Piadoso, (2 Tim 2:1-14)

pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. 31 También
fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. 32 Pero yo os digo
que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere;
y el que se casa con la repudiada, comete adulterio.
En este pasaje nuevamente se habla de la implicancia del pecado y hasta donde
llegan sus consecuencias, el v. 28 implica que ya hubo pecado, que ya se pecó, no que
está a punto de cometerse el pecado. Pero cuál es la solución, está muy claro, hay que
quitarse los ojos. Jaja, no. No hay que mirar, hay que cambiar de actitud aún antes del
momento en que se presente la tentación. La segunda parte también nos habla un poco
acerca de la protección a la mujer. Y si hay alguien en la congregación pasando por
esto, mi invitación sería a que para por completo con lo que sea que esté haciendo, hable
con el pr. Justo, si es que no lo ha hecho y se tomen cartas en el asunto. Sobre todo por
lo que implica el adulterio, que es pecado, y su respectiva condenación.
3) No Jurar. Levítico 19:12; Deuteronomio 23:21
33-37 Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino
cumplirás al Señor tus juramentos. 34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni
por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus
pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza jurarás,
porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. 37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí;
no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Por último, nos encontramos ante una ley que no está en los diez mandamientos.
Este es un fuerte llamado en el nuevo testamento, sobre todo para que los cristianos
guarden su testimonio. La verdad es que no deberíamos jurar por nada, porque
precisamente no tenemos el control sobre nada, entonces no sabemos lo que va a pasar.
Por otro lado, tratar de reafirmar lo que estamos diciendo tiene un doble mensaje, y es
que si lo reafirmamos, implica que en caso de no hacerlo, estamos mintiendo, y es por
eso la invitación, decir simplemente Sí, y simplemente No. En Paraguay hallamos una
trampa para esto, no responder, pero no implica que no estamos pecando.

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