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EL CONCRETO ARQUITECTÓNICO

Es un material resistente y durable, que adicionalmente brinda una apariencia


estética, determinada por factores tales como el COLOR, la TEXTURA y la
FORMA, con gran variedad de aplicaciones. Para lograr unos excelentes
resultados hay que poner especial cuidado durante el proceso de elaboración.

Antes de iniciar cualquier proyecto se recomienda hacer una prueba real que
involucre todos los factores de materiales, equipos, personal y otros, que
permita definir los criterios de aceptación y procesos de manejo en obra.

El color del concreto para acabados lisos, depende de los elementos finos de la
mezcla (la pasta compuesta por los agregados finos y el cemento). En los
acabados con textura o tratamientos superficiales posteriores empieza a incidir
el color del agregado grueso en la apariencia final del concreto.

El concreto es un material que por su plasticidad en estado fresco permite


adaptarse a casi cualquier molde, convirtiéndose la formaleta en un elemento
fundamental en el logro de buenos resultados, por lo cual se debe garantizar su
estanqueidad, estabilidad dimensional y rigidez. Si la formaleta no es
totalmente estanca se pueden presentar cambios en el color, por pérdida
grande de humedad del concreto, y en algunos casos defectos muy
significativos por pérdida o filtración de la pasta del concreto.

Se debe diseñar la formaleta tanto desde su manejo estructural, constructivo,


como desde el aspecto arquitectónico. Esto implica el manejo de esquineros,
boceles, juntas de construcción, entre otros. Para el concreto arquitectónico es
muy importante la superficie de contacto (absorbente o no) que depende del
tipo de material de la formaleta, siendo los mas conocidos la madera (natural o
aglomerada), el metal, el plástico. Se debe garantizar que en presencia de la
humedad del concreto, las formaletas no manchen o ensucien la superficie del
concreto, especialmente en el caso de algunos tipos de maderas.

Los desmoldantes deben ser neutros en color y textura. Lo más recomendado


es el Acpm limpio y/o Acpm con parafina líquida.

Se recomienda el uso de distanciadores del refuerzo en concreto del mismo


color que se esta haciendo el concreto arquitectónico, respetando los
espesores de recubrimiento. No se debe usar distanciadores en material
orgánico (madera) ya que manchan el concreto.

Las especificaciones básicas de un concreto para fines arquitectónicos son:


- Tener una relación agua cemento: menor de 0.5.
- Garantizar un Asentamiento mínimo de 6” = 15 cm. El rango ideal es 6” – 8”
(esto depende del tipo de vaciado y acabado deseado).
- En lo posible se deberá garantizar el acopio de todo el material pétreo a usar,
para lograr un tono más uniforme para el concreto del proyecto.
- Evaluar el uso de Aditivo de control de retracción.
Para evitar el hormigueo en la base de los muros (es típico que suceda) se
recomienda, al llenar la formaleta (vaciado del concreto), colocar un sello en el
fondo de la formaleta que evite la salida de pasta y nivelar bien la formaleta.
Antes de vaciar el concreto soplar con compresor tanto el área de vaciado,
como las formaletas, para limpiarlas bien y quitar todas las impurezas. El
vaciado se hace de abajo hacia arriba en forma horizontal de manera continua.
Para evitar Juntas, no se deben hacer vaciados de concreto muy extensos, por
que en concreto arquitectónico no se puede correr, se recomienda vaciados
cortos. No se deben hacer vaciados de aproximadamente más de 3 m de
altura ya que se pueden dar cambios en su tonalidad.

Se deberá usar chapulín de caucho (ojo con el exceso, no repasar mucho). No


arrimar el vibrador al acero de refuerzo ni a la formaleta, ya que los finos se van
al frente y posteriormente se demerita el acabado final (produce segregación
de la pasta). Se debe meter el vibrador rápido y sacarlo despacio. Se debe
manejar vertical y no para recorrer o transportar la mezcla.

El desencofrado se debe hacer con cuidado. Se recomienda unificar el tiempo


(numero de días) de retiro de la formaleta para todo el concreto arquitectónico,
dado que el tiempo de contacto entre la formaleta y el concreto puede incidir en
el color resultante del concreto.

Limpiar la formaleta lo mas pronto posible luego del desmolde. Se debe


colocar horizontal, limpiar residuos con espátula delgada, dar lija suave para
mantener tersura de la formaletería y volver a aplicar desmoldante (acpm),
incluso para guardarla. Almacenarla de forma vertical, para ganar espacio,
tener menor riesgo de daño y permitir circulación de aire para mantener
constante la humedad, especialmente en el caso de madera por ambas caras.
La formaleta nunca debe estar expuesta al sol ni al agua directamente.

Para el correcto curado del concreto es importante mantener humedad


constante y uniforme, de ser posible por lo menos por 2 semanas. Es peor
curar, dejar secar y volver a curar, ya que puede cambiar la tonalidad del
concreto. Un buen curado garantiza minimizar la fisuración. Se recomienda no
utilizar películas curadoras en fachadas y concretos a la vista.

Se debe lavar el concreto con hidrolavadora de alta presión, agua caliente o la


ideal con vapor 140º presurizado, el calor saca la grasa. No usar ácidos u otro
tipo de elementos abrasivos. Lavar cuando no haya mugre en la obra, esto con
el fin de no repetir trabajos, pero no se puede dejar pasar mucho tiempo entre
la fundida y la limpieza.

Se debe ensayar en un muro de prueba de la obra el lavado e hidrofugado.


La silicona de 4ta generación, permite que el concreto respire.
Se propone sellar hasta 1.8 m de altura con hidrófugo repelente de grasa

No olvide que la gente es el factor más importante en la ejecución de la obra.

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