Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ismail Yildiz Perspecivas Psicoanalíticas
Ismail Yildiz Perspecivas Psicoanalíticas
El esquema anterior remite a una elección por un sujeto sometido a sus deseos
y busca un objeto capaz de satisfacerlos, pero no se advierte en ellos la
presencia de una especificidad de tipo conyugal de las elecciones amorosas.
Pero la dimensión conyugal tiene características propias, que generan
modalidades particulares en la organización de esta elección:
Entonces, la elección del objeto de amor para ambos sujetos debe responder a
estos dos criterios a la vez: debe ser el origen de satisfacciones de la mayor
parte de los deseos conscientes, y al mismo tiempo contribuir a reforzar al yo
y a su seguridad propia (sus mecanismos de defensa).
La elección de cierto grado de imagen del padre del sexo opuesto incluye a
todos, sobre todo si se trata de una elección fundamentalmente defensiva. Lo
que debe destacarse es la participación del objeto elegido en la organización
defensiva.
Lo que nos hace hacer nuestro inconsciente, es volver a crear las condiciones
de nuestra niñez y de nuestra educación temprana, a fin de corregirlos
indirectamente, para curar las heridas de la infancia. Porque no hay padres
perfectos; para educarnos no solamente nos frustraron, sino también nos
traumatizaron en grados diferentes.
La clínica demuestra también que la relación amorosa, tan pobre como puede
ser a veces, es sin embargo capaz de producir modificaciones importantes en
el compañero al despertar en él las pulsiones reprimidas por el engranaje de la
contraidentificación proyectiva (VII.2). Es decir que el sujeto se identifica
con lo proyectado por el otro y lo actúa.
Acabamos de ver que el objeto elegido favorece al yo y sus defensas, por las
satisfacciones que le aporta al sujeto y por las interdicciones que le impone.
No obstante, la noción de elección de pareja no puede limitarse
exclusivamente a un estudio de las características individuales, personales.
La aplicación de esta interpretación rige para todos los individuos, pero antes
que nada para los sujetos inmaduros, ya se trate de la formación de parejas
muy jóvenes o de embriones de pareja, como en los adolescentes, o bien, más
adelante, de sujetos cuya inmadurez afectiva forma parte del cuadro clínico.
De otra parte, no hay casi vínculo amoroso sin esta forma de sobrevaloración
del compañero, sin esta euforia, que anula la ansiedad y que acompaña al
proyecto inicial de la pareja y borra todo espíritu crítico y autocrítico.
Ciertas personas, para conservar esta idealización del objeto totalmente bueno,
anulan la perspectiva del tiempo. El objeto será elegido y la relación
definida con exclusión de toda duración. Así, se puede considerar que los
sujetos que se comportan en tal forma que no se comprometen en una relación
amorosa profunda y prolongada, se protegen contra los grandes riesgos
depresivos (Obs. VII.4).
Las consultas psiquiátricas de los adultos, sobre todo en los barrios menos
favorecidos, están llenas de hombres y mujeres que jamás tuvieron a tiempo
las condiciones para una plena expansión humana. Como en otros planos de su
penosa existencia, se conforman con poco, reducidos a una vida en que la
satisfacción del sentimiento parece un lujo reservado a clases más favorecidas.
Los que cuentan con recursos económicos, encuentran compensaciones en el
consumo, a riesgo de embrutecerse en el trabajo y la producción, y a
abandonarse en la famosa alienación social. Otros, peor equipados desde el
principio, no tienen esta posibilidad mediocre y se ven reducidos a “ir al
trabajo-volver-dormir”. No se busca la felicidad, ni la expansión afectiva o
sexual, todavía menos la cultural.
En otros casos, la persona dispone de varios objetos con los cuales el sujeto
establece modos muy distintos de relación, con límites estrictos; se permite así
hacer frente más fácilmente a la pérdida de uno de ellos.
http://psicoanalistaiyildiz.com/index.php/mis-libros/31-perspectivas-
psicoanaliticas-de-pareja-y-de-familia 01-09-17 10@27 Página 30 de 139
Amo esquizoafectivamente.
eròticamente.