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n 2023, se conmemoran 200 tos de la historia mexicana: los 200
años de relaciones bilatera- años de relaciones entre México y
les entre México y Colombia. Colombia, los 100 años del naci-
Desde la firma de un primer trata- miento del muralismo, los 90 años
do diplomático suscrito en 1823, un de la fundación del Fondo de Cul-
vínculo de profunda hermandad se tura Económica y el centenario de
ha venido consolidando entre am- la muerte del héroe revolucionario
bos países. Francisco Villa.
Para celebrar esta unión, la Feria También se rendirá homenaje al
Internacional del Libro de Bogotá escritor Gabriel García Márquez,
(FILBo) 2023 acoge a México como símbolo de unión entre los dos
país invitado de honor. En el marco países. A propósito de esta cerca-
de esta invitación, se ha diseñado nía, sea esta la oportunidad de que
este pabellón de 3.000 m2 que al- mexicanos y colombianos aúnen
berga una muestra del rico univer- esfuerzos en la búsqueda de un
so literario, cultural e histórico de futuro de paz para sus naciones,
la nación mexicana. y que estos caminos de concordia
El contenido del pabellón está y reconciliación se hagan extensi-
articulado alrededor de cuatro hi- vos al continente americano.
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ste mural del artista mexica-
no Rufino Tamayo (Oaxaca,
1899-Ciudad de México, 1991)
se caracteriza por el impresionante
colorido con el que representa dos
animales emblemáticos del anti-
guo pensamiento mesoamericano:
la serpiente y el jaguar. Fue pintado
en 1964 y se encuentra en el vestí-
bulo Jaime Torres Bodet del Museo
Nacional de Antropología. Mide
3.53 x 12.21 m.
Detalles
L
que destruyeron hasta los cimien-
a del general Francisco Villa tos el antiguo régimen y de paso
(San Juan del Río, 1878-Hi- a su intento de preservación de la
dalgo del Parral, 1923) es una mano de Venustiano Carranza.
historia sorprendente: es la de un Pero más allá de los hechos que
humilde peón de campo, sin estu- muestran la persistencia del vil-
dios formales, perseguido por la lismo después del fin formal del
justicia (es decir, por la injusticia movimiento y del asesinato del
de los poderosos y de la dictadu- caudillo, Pancho Villa y la División
ra), que se convirtió en el más re- del Norte permanecen en la imag-
levante jefe militar de la revolu- inación y el mito popular como el
ción campesina y popular contra gran ejército de los desposeídos,
el viejo régimen, y en el dirigente como los vengadores de los po-
de un radical proceso de transfor- bres, como los únicos que invadi-
mación que fue cortado de tajo eron Estados Unidos, como sím-
por su derrota militar, pero que bolo de «lo mexicano». Todavía se
permaneció intacto en la leyenda, grita, todavía se seguirá gritando:
en la memoria de los mexicanos. «¡Viva Villa, cabrones!».
Pedro Salmerón
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lo derrotó y lo condenó al exilio.
l general de ascendencia indí- Después de una errancia por Cen-
gena José María Melo (Chapa- troamérica, llegó a México para un-
rral, 1800-La Trinitaria, 1860) irse a las filas de Benito Juárez, en el
ocupó la presidencia de Colombia1 contexto de la guerra de Reforma.
entre el 17 de abril y el 4 de diciem- Cayó prisionero en su primera ac-
bre de 1854. Subió al poder a raíz ción militar, y fue fusilado sin fór-
de un golpe cuartelario fraguado mula de juicio el 1 de junio de 1860,
en compañía de los artesanos y los en la hacienda Juncaná, en La Trini-
militares, con el propósito de rever- taria (Chiapas), donde todavía per-
tir las políticas librecambistas que manecen sus restos.
afectaban la producción nacional
y de salvaguardar las instituciones
1
El nombre oficial del país durante esos años
era República de la Nueva Granada.
castrenses de las tentativas enca-
minadas a reducir su pie de fuerza.
Melo prestó servicios meritori-
os en las filas bolivarianas desde
su ingreso en 1819. Desempeñó un
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***
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n 1961, el escritor Gabriel no tardarían en convertirse en sus
García Márquez (Aracataca, amigos entrañables. Entre estos,
1927-Ciudad de México, 2014) estaba el escritor mexicano Carlos
llegaba a vivir a Ciudad de México. Fuentes.
Allí lo esperaba su gran amigo Ál- Antes de conocerse, Fuentes ya
varo Mutis, quien sería el encarga- había leído cuentos de García Már-
do de introducirlo en los círculos quez publicados en la revista colom-
literarios desde los que su obra se biana Mito, publicación que, en la dé-
impulsaría hasta alcanzar una di- cada del cincuenta, sirvió de puente
mensión universal. entre las corrientes literarias de Méx-
En México, García Márquez «plan- ico y Colombia. Este intercambio
taría sus árboles, criaría sus hijos hacía parte de un fenómeno de con-
y escribiría la más inmortal de sus vergencia cultural más amplio entre
novelas», según lo resume su bió- ambos países, que incluía el cine, las
grafo Dasso Saldívar. El momen- artes plásticas y la literatura, en un
to cumbre de su vida en México, la fecundo diálogo de ida y vuelta que,
escritura de Cien años de soledad, a lo largo del siglo XX y aún en la ac-
estuvo antecedido por la genero- tualidad, sigue vinculando a artistas
sa acogida dispensada por quienes mexicanos y colombianos.
P
ocas vocaciones creativas vinculan de manera tan intensa los uni-
versos visuales de México y Colombia como la obra fotográfica de
Leo Matiz (Aracataca, 1917-Bogotá, 1998). Gracias a sus retratos de
artistas colombianos y mexicanos, es posible rastrear las ricas conexio-
nes culturales que tuvieron lugar entre ambos países durante el siglo XX,
particularmente las de la década de 1940, momento de arribo del fotó-
grafo colombiano a México.
Los años de residencia de Matiz en México (1941-1947) coincidieron con la
generación de artistas plásticos colombianos que se habían instalado en este
país para estudiar de cerca la escuela fulgurante del muralismo. Allí figura,
entre otros, el antioqueño Ignacio Gómez Jaramillo, quien fue retratado du-
rante su estancia mexicana por Leo Matiz, en paralelo a las imágenes icóni-
cas que este capturó de pintores mexicanos como David Alfaro Siqueiros,
José Clemente Orozco y Frida Kahlo.
Matiz, como se ve en esta muestra fotográfica, también tuvo una re-
lación cercana con Gabriel García Márquez y Álvaro Mutis, con quie-
nes realizó distintas colaboraciones en la década del cincuenta antes
de que estos se instalaran de manera definitiva en México. Otros crea-
dores colombianos que tuvieron un vínculo con este país y aparecen
en el archivo Matiz son el mundialmente conocido pintor Fernando
Botero; el escritor Manuel Zapata Olivella, precursor de la literatura
afrocolombiana, y el músico Toño Fernández, fundador de los célebres
Gaiteros de San Jacinto, agrupación musical del Caribe colombiano.
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pel y el nivel de reconocimiento que
sta exposición presenta un
han recibido todos los agentes invo-
panorama de la historia del
lucrados en la publicación de libros:
Fondo de Cultura Económica
autores, traductores, editores y, so-
(FCE) desde el arte gráfico que ha
bre todo, diseñadores e ilustradores.
formado parte de las portadas y los
Es por ello que esta exposición tam-
interiores de los libros publicados
bién es una oportunidad para ren-
a través de las obras y viñetas que
dir homenaje a artistas y diseñado-
forman parte del acervo gráfico del
res como Vicente Rojo, Rafael López
FCE.
Castro y Francisco Toledo, que han
Desde su fundación, en 1934, nu-
dejado huella en la historia de las pu-
merosos artistas, ilustradores y dise-
blicaciones en México.
ñadores, además de profesionales de
otras disciplinas, han colaborado con
el FCE para dar una identidad a los li-
Ana Carolina Abad
bros publicados por esta casa edito-
rial. Los dibujos, grabados, acuarelas
y calcas que aparecieron en las por-
E
n la cosmovisión de los
antiguos pueblos me-
soamericanos, el cóm-
puto del tiempo está funda-
do en la sucesión de periodos
cíclicos. Los calendarios, re-
gistros astronómicos y ana-
les mítico-genealógicos de
estas culturas evidencian
una comprensión temporal
que escapa a la lógica de la
linealidad occidental. Más
que eventos acaecidos o he-
chos consumados, los tiem-
pos mesoamericanos son
realidades siempre presen-
tes, reflejos en permanente
estado de correspondencia.
Muestra de esta comunión
entre tiempos es la obra de
la fotógrafa tzotzil Maruch
Sántiz y el correlato histó-
rico que encuentra en la riqueza de los antiguos códices mexicanos. Son
búsquedas ligadas por la intención de cifrar en papel, mediante la tinta o la
luz, manifestaciones y formas del gran lienzo de sus respectivas tradiciones
culturales. Tanto la fotografía como la escritura pictográfica se despliegan
como horizontes abiertos, donde la representación, estilizada o figurativa,
es a la vez código estético y objeto de conocimiento.
La fotografía de Sántiz y los códices mexicanos comparten, además,
una similar aproximación iconográfica basada en enmarcar el objeto re-
presentado por medio del recuadro pictórico o del encuadre fotográfico.
Participan también de una semejanza temática que se refleja en el trata-
miento de ciertos inventarios florales y en la creación de sentido a partir
de la representación seriada de elementos de naturaleza común.
M
aruch Sántiz Gómez (Cruz- investigación mediante diálogos
tón, Chiapas, 1975) es una extensos con los ancianos de las
destacada fotógrafa, es- comunidades —curanderos, agri-
critora, diseñadora textil y actriz cultores y tejedoras—. Ejemplo de
que se ha dedicado desde inicios de ello son las dos series reunidas en
la década de los noventa a investi- esta muestra, El arte de la medici-
gar, recopilar y divulgar el legado na ancestral (2004-2015) y Creen-
tangible e intangible de la cultura cias (blanco y negro [1994-1998];
tzotzil, vertiente maya que habita color [2000]), acercamientos a las
en la región de Los Altos de Chia- tradiciones de los pueblos origina-
pas, en el extremo sur de México. rios de México, particularmente a
Su obra ha participado en la Bie- los saberes y creencias ancestra-
nal de Shanghái y el Festival de les de las comunidades indígenas
Berlín, entre otras exposiciones in- de Chiapas.
ternacionales y mexicanas, y ha en-
trado a formar parte de importan-
tes colecciones como la del Centro
de Arte Reina Sofía de España y la Curaduría: Ingrid Suckaer y Jorge Reynoso.
Agradecemos el apoyo de John Burnstein y de la
Fundación Cartier de Francia.
Galería MUY, de San Cristóbal de las Casas, dedica-
La fotografía de Sántiz es el re- da a difundir el arte de creadores de los pueblos ori-
sultado de una metodología de ginarios de Chiapas.
L
os códices constituyen una de las fuentes más importantes para
acercarnos a las culturas antiguas de México y son memoria del alto
grado de desarrollo cultural, científico y artístico de los pueblos ori-
ginarios de ese país.
Elaborados sobre diferentes materiales, representan sistemas comple-
jos de creencias y saberes que abarcan todos los ámbitos de la vida: re-
gistros geográficos, históricos, económicos, calendáricos y simbólicos.
Los códices mexicanos contienen y preservan esta sabiduría ancestral.
La vigencia de estos documentos no se limita al pasado; aún hoy, las co-
munidades recurren a ellos como fuente histórica, respaldo legal y sím-
bolo de identidad.
Los códices aquí presentados fueron elaborados por la Biblioteca Na-
cional de Antropología e Historia y son reproducciones fieles de los origi-
nales. Hoy se muestran al público para compartir su belleza artística, la
profundidad de su contenido y su relevancia universal.
Alianza entre México, país invitado de honor; el curador mexicano Emilio Payán; el Centro Nacional de Me-
moria Histórica (Colombia); el Museo de Memoria de Colombia y la Facultad de Artes y Humanidades de la
Universidad de los Andes (Colombia).
M
aría Teresa Pomar Aguilar vos permanentes, como los del
(Guanajuato, 1919-Ciu- Museo del Pueblo de Guanajuato,
dad de México, 2010) fue el Museo Universitario de Artes
una reconocida investigadora y Populares María Teresa Pomar de
promotora del arte popular mexi- Colima y el propio MAP. Recibió
cano. Con el respaldo de las insti- la Presea Manuel Gamio al Méri-
tuciones públicas para las que la- to Indigenista y la Miguel Othón
boró, realizó un esmerado trabajo de Mendizábal que otorga el Ins-
de campo por todo el país, en una tituto Nacional de Antropología
búsqueda incansable de las más e Historia (INAH).
arraigadas y, en ocasiones, casi
perdidas tradiciones artesanales,
apoyando y fomentando su pro-
ducción y difusión. Como colec-
cionista, su afán respondía a un
impulso social que aspiraba a rei-
vindicar el papel de los creadores
populares como artistas, para ins-
pirar hacia ellos el reconocimien-
to creativo y el remunerativo.
Además de promover la creación
de innumerables museos y con-
cursos en México y el extranjero,
fue directora del Museo de Artes
e Industrias Populares del desapa-
recido Instituto Nacional Indige-
nista y gestora en la creación del
Fondo Nacional para el Fomento
de las Artesanías (FONART) y de
POPULART, el organismo que creó
el reconocido Museo de Arte Po-
pular (MAP). Con su colección se
nutrieron numerosas exposicio-
nes temporales y diversos acer-
Inicio transcripción:
Art.o 3.o A fin de concurrir a los objetos indicados en el artículo anterior las
partes contratantes se comprometen a auxiliarse recíprocamente con el
número de fuerzas terrestres que se acuerde por convenios particulares
según lo exijan las circunstancias, y mientras dure la necesidad o conve-
niencia de ellas.
Art.o 4.o La Marina Nacional de ambas partes, cualquiera que sea, estará
así mismo dispuesta al cumplimiento de las precedentes estipulaciones.
Art.o 5.o En los casos repentinos de mutuo auxilio, ambas partes podrán obrar
hostilmente con todas sus fuerzas disponibles en los territorios de la depen-
dencia de una u otra, siempre que las circunstancias del momento no den
lugar a ponerse de acuerdo ambos Gobiernos. Pero la parte que así obrase,
deberá cumplir y hacer cumplir los estatutos, ordenanzas y leyes del Estado
respectivo en cuanto lo permitan las mismas circunstancias, y hacer respe-
tar y obedecer su Gobierno. Los gastos que se hubiesen impedido en estas
operaciones, se liquidarán por convenios separados y se abonarán un año
después de la conclusión de la presente guerra.
Art.o 6.o Ambas partes contratantes se obligan a prestar cuantos auxilios es-
tén a su alcance a los bajeles de guerra y mercantes que llegasen a los Puer-
tos de su pertenencia por causa de avería o qualquier otro motivo, y como
tal podrán carenarse, repararse, hacer víveres, armarse, aumentar su arma-
mento y sus tripulaciones hasta el estado de poder continuar sus viajes o
cruceros a expensas del Estado o particulares a quienes correspondan.
Art.o 11. Toda persona que sublevándose hiciere armas contra uno u otro
Gobierno establecidos por los modos legítimos expresados en el art.o an-
terior, y fugándose de la justicia fuese encontrada en el territorio de al-
guna de las partes contratantes, será entregada y remitida a disposicio-
nes del Gobierno que tiene conocimiento del delito y en cuya jurisdicción
deba ser juzgada luego que la parte ofendida haya hecho su reclamación
en forma. Los desertores de los Ejércitos y fuerzas navales de una y otra
parte serán comprendidos en este artículo.
Art.o 12. Para estrechar más los vínculos que deben unir en lo venidero a
ambos Estados y allanar qualquiera dificultad que pueda presentarse, e
interrumpir de algún modo su buena correspondencia y armonía, se for-
México, país invitado de honor
mará una Asamblea compuesta de dos Plenipotenciarios por cada parte
en los mismos términos y con las mismas formalidades que en confor-
midad de los usos establecidos, deben observarse para el nombramien-
to de los Ministros de igual clase cerca de los Gobiernos de las naciones
extrangeras.
Art.o 13. Ambas partes se obligan a interponer sus buenos oficios con los
Gobiernos de los demás Estados de la América antes española para en-
trar en este pacto de unión, liga y confederación perpetua.
Art.o 14. Luego que se haya conseguido este grande e importante objeto,
se reunirá una Asamblea general de los Estados Americanos, compuesta
de sus Plenipotenciarios con el encargo de cimentar de un modo más só-
lido y estable las relaciones íntimas que deben existir entre todos y cada
uno de ellos y que les sirva de consejo en los grandes conflictos, de punto
de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete de sus tratados
públicos cuando ocurran dificultades, y de Juez árbitro y conciliador en
sus disputas y diferencias.
Art.o 16. La Nación Mexicana contrae desde ahora igual obligación, siem-
pre que por los acontecimientos de la guerra, o por el consentimiento de
la mayoría de los Estados Americanos se reúna la expresada Asamblea
en el territorio de su dependencia en los mismos términos en que se ha
comprometido la República de Colombia en el art.o anterior así con res-
pecto al Istmo de Panamá, como de cualesquiera otro punto de su juris-
dicción que se crea a propósito para este interesantísimo fin por su posi-
ción central entre los Estados del Norte y del Medio-día de esta América
antes Española.
Art.o 18. Este tratado de amistad, liga y confederación perpetua será rati-
ficado por el Gobierno de la Nación Mexicana en el término de dos meses
contados desde la fecha y por el de la República de Colombia tan pronto
como pueda obtener el consentimiento y aprobación del Congreso en
observancia de lo dispuesto en el art.o 18, sección 2.a de la Constitución
de la República. Las ratificaciones serán cangeadas sin demora y en el
término que permite la distancia que separa a ambos Gobiernos.
Hecho en la Ciudad de México a tres de Octubre del año del Señor de mil
ochocientos veinte y tres, décimo tercio de la independencia de Colom-
bia, y tercero de la de México.
E
l náhuatl es una de las lenguas originarias del México antiguo. Ha
sido, desde tiempos prehispánicos, el vehículo de expresión de los
nahuas, etnónimo que agrupa a distintos pueblos de la región me-
soamericana, cuya área de distribución comprende desde el altiplano
central mexicano hasta Centroamérica. En la actualidad, cuenta con al-
rededor de 1.500.000 hablantes en México.
El náhuatl clásico, la variante más empleada en la tradición literaria de
esta lengua, adquirió una significativa importancia cultural, geográfica
e histórica a partir del dominio imperial alcanzado por el pueblo mexi-
ca en los valles centrales de México en el siglo XV. Se impuso entonces
como lengua franca de la región mesoamericana, condición lingüística
que conservaría durante la Conquista y la Colonia, razón que explica la
presencia de huellas nahuas en distintos ámbitos del continente ameri-
cano (Colombia, Perú, Chile).
Como parte de esa herencia viva, el legado del náhuatl aún se deja sentir
en el importante número de préstamos lingüísticos que el español tomó
de esta lengua. Fueron, sobre todo, palabras que designaban realidades
inéditas para los europeos, circunstancia que los obligó a incorporarlas
en el acervo léxico de su lengua, lo que todavía resuena hoy cuando co-
memos un tamal, disfrutamos un chocolate o llamamos a un tocayo.
E
l náhuatl es una lengua de tipo
aglutinante. Esta clasificación,
en términos simples, hace re-
ferencia a la formación de palabras
y oraciones a partir de la fusión de
una o más raíces léxicas con múl-
tiples prefijos, sufijos e infijos. Esto
permite que el náhuatl pueda re-
coger en una sola palabra una idea
que, en una lengua como el español
o el inglés, exigiría un giro comple-
to. Así, para decir «entrelazado con
flores de oro», el náhuatl se vale de
una única palabra: teocuitlaxochi-
nenepaniuhtic.
Otra característica destacada del
náhuatl es lo que el estudioso de
esta lengua Ángel M. Garibay lla-
mó los «difrasismos», la yuxtapo-
sición de dos palabras para referir
metafóricamente un tercer térmi-
no. Entre los más comunes están
in atl in tepetl ‘ciudad’ (significa-
do literal: ‘agua, cerro’), in cueitl in
huipilli ‘mujer’ (significado literal:
‘falda, blusa’) e in xochitl in cuicatl
‘poema’ (significado literal: ‘flor,
canto’). Además de los difrasismos,
el náhuatl cuenta con un muy vasto
repertorio de construcciones me-
tafóricas, que, más que recursos de
ornato, son parte constitutiva de la
estructura interna de esta lengua.