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Los cuatro Tezcatlipoca, los cuatro Rumbos en la cosmovisión Mexica, son las esencias asociadas

con cada uno de los puntos cardinales y están íntimamente conectadas al ciclo de generación-
regeneración del universo.

Los cuatro pétalos de una misma flor.


Todas las cosas parten de un inicio de movimiento denominado Ometeotl, la entidad
primigénea derivada del Centro. A partir de éste, surgen en un primer momento los cuatro
Tezcatlipoca. Cada uno de ellos representa un punto cardinal y, juntos, cada uno con su
dualidad, conforman el universo que vamos creando.

El primero de ellos es el Tezcatlipoca Negro, conocido como el “Espejo Humeante”, quien


representa el norte. Es representado con una franja negra en la cara, un espejo de obsidiana
sobre el pecho y el humo como elemento desfigurante y materia inmaterial de una realidad
dada por un presente instantáneo, el siempre inicio y consecuencia velada. Su rumbo es el
Norte, el mismo que el de la Muerte, el MIctlampa, donde nace el uno mismo, la primera
dirección, y la primera consciencia. De aquí nacen las “recompensas” y los “castigos” que uno
mismo comienza a sembrar. Se le reconoce como el “Patrono” de los “Brujos”.

El segundo es Tezcatlipoca Blanco, Quetzalcóatl, conocido como la “Serpiente Emplumada”, el


objetivo en la búsqueda y apreciación de la conciencia. Como la lengua bífida de la Serpiente,
ayuda a continuar el primer camino decidido. Es el primer rayo de luz salido de la obscuridad de
la muerte o el cambio recién aceptado. Entiende un camino de comprensión. Representa el
oeste y el conocimiento. Es el viento, la sabiduría y la cultura; y su figura es muy importante en
la cosmovisión mesoamericana. Se le considera el creador de la humanidad, así como el
protector de los artesanos, los sabios y los líderes.

El tercer Pétalo entre los Mexica es el Azul, Huitzilopochtli, que representa el sur, el Sol y la
voluntad en la Cosmovisión Mexica. Una de las entidades más importantes para los mexicas, y a
quien llevaran consigo a lo largo de su recorrido desde Aztlan hasta el centro del Lago de
Texcoco. De aquí su importancia que impulsara a los Mexica a buscar igualar fuerza y valor, su
Voluntad, llevándoles a fundar lo que sería Tenochtitlan.

El último de los Tezcatlipoca es Tezcatlipoca Rojo, Xipe Tótec, conocido como el descarnado,
quien al igual que la serpiente al terminar un ciclo, deja atrás la piel añeja para dar paso a la
nueva. Xipe Tótec representa el último paso del ciclo de la generación-regeneración. Una vez
que se ha salido de la duda, se ha vislumbrado el conocimiento y se ha tenido la voluntad para
llevarle a cabo, la última consecuencia es el cambio, que da lugar a la Muerte como proceso de
última transmutación.
Cada una de estos Teotl está intrínsecamente conectada a la generación y regeneración del
universo que uno mismo va creando conforme a su presente absoluto y las decisiones que se
toman; ya sean conscientes, como dictantes de una realidad, o inconscientes como rebotes de
las situaciones.

Los Tezcatlipoca representan diferentes fuerzas y valores que son importantes para nuestra
vida. La duda, el conocimiento, la voluntad y el cambio son elementos constantes que debemos
considerar en todo momento y aplicar en nuestra vida diaria para mejorar nuestra interconexión
y bienestar. Al profundizar en la sabiduría de las Primeras Naciones, podemos enriquecer
nuestra comprensión del mundo y encontrar nuevas formas de abordar los desafíos que se
presentan como meras situaciones fluctuantes en una espiral que gira constantemente con cada
acción o inacción.

Estas cuatro Esencias o Caminos son como cuatro pétalos de una misma Flor, sobre los que
nuestras vidas siempre están girando, conectados entre sí. Cada pétalo representa un valor
diferente, pero todos están interconectados y son necesarios para lograr un equilibrio y una
evolución constante.

Entendiendo que la vida se va desarrollando a través del tiempo, podemos dibujar nuestra flor;
y de nosotros depende que nuestro dibujo, individual y colectivo, sea equilibrado para lograr
avanzar en nuestro camino. Por ello, es importante estar conscientes de la importancia de cada
uno de estos caminos y trabajar en equilibrarlos en nuestra vida diaria.

La duda, el conocimiento, la voluntad y el cambio son fuerzas que nos impulsan a seguir
avanzando, y es importante encontrar un equilibrio entre todas ellas. El enfocarse demasiado en
una sola de estas fuerzas, puede limitar el movimiento de las demás. Es necesario mantener a la
vista el panorama completo para lograr avanzar en nuestra evolución. Debemos buscar cultivar
cada uno de estos valores en nuestra vida y trabajar en encontrar el equilibrio adecuado para
nuestra propia evolución. La vida es un proceso de crecimiento constante, y al tomar en cuenta
la sabiduría de los Tezcatlipoca, podemos encontrar una guía para alcanzar nuestro potencial y
vivir una vida equilibrada y plena.

Los Tezcatlipoca representan valores y fuerzas interconectadas que nos impulsan a avanzar en
nuestro camino. Cada pétalo es importante y necesario para alcanzar el equilibrio. Al trabajar en
cultivar y equilibrar estos valores, podemos dibujar una flor hermosa a lo largo del tiempo con
cada elemento que vamos tocando.

Anahuac Tiahui.

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