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Ometeotl y la síntesis del conocimiento

del Anahuac
La cultura del Anahuac, comprende una rica tradición de conocimiento y sabiduría. Desde los
Templos, “Pirámides” o Cerros hasta los Calendarios, la comprensión y repetición de los Ciclos y
la búsqueda del Equilibrio personal a través de lo que hoy entendemos como Medicina
Tradicional, los pueblos del Anahuac desarrollaron una compleja red de conocimientos
interrelacionados que forman un todo coherente y cohesivo.

Uno de los conceptos fundamentales sobre los que se funda el conocimiento, y la vida misma
del Anahuac es el de Ometeotl, un término en Nauatl que se refiere a la “Dualidad Divina” que
representa tanto lo masculino como lo femenino, la luz y la oscuridad, la creación y la
destrucción, entre otros aspectos. En el pensamiento del Anahuac, Ometeotl es la fuente
primordial de toda la existencia y, por lo tanto, es el principio unificador de todos los
conocimientos y disciplinas.

Para ilustrar mejor este punto, podemos tomar como ejemplo el arte y la arquitectura del
Anahuac. Los edificios y estructuras en las Culturas del Anahuac no solo se construyeron para
cumplir una función práctica, sino que también se utilizaron para simbolizar y transmitir
conceptos como la dualidad, la armonía y la conexión con el cosmos. Un ejemplo notable de
esto es el Templo Mayor en Tenochtitlan. La estructura en sí misma fue diseñada para
simbolizar una dualidad divina, asentado en medio de un Lago con dos tipos de agua que
caerían en un concepto que se conoce como Atlachinolli. Además, la orientación de la estructura
y sus características arquitectónicas se basaron en una comprensión profunda de la astronomía
y la astrología, lo que permitió a los sacerdotes y líderes del Anahuac conectarse con los ciclos
cósmicos, entender un lugar en el universo y saber de situaciones pasadas interconexas con las
presentes y futuras.

El principio fundamental del conocimiento del Anahuac se basa en la comprensión de que todas
las cosas están interconectadas y que cada aspecto del mundo físico y espiritual es una
manifestación de un mismo principio divino generado y autogenerado. Por ejemplo, los
calendarios mesoamericanos, como el calendario solar azteca, más que simples herramientas
para medir el tiempo, eran sistemas complejos de conocimiento que integraban la astronomía,
la astrología, la cosmovisión y la agricultura; todos conceptos entrelazados entre sí. Los
conocimientos del calendario se utilizaban para determinar los momentos adecuados para la
siembra y la cosecha como complementarios, pero también para la celebración de las fiestas y
para establecer los ciclos de la vida humana. Todo enmarcado en un mismo círculo en constante
movimiento.
Otro ejemplo de la síntesis del conocimiento en el Anahuac es la medicina tradicional. La cual se
basa en gran medida en el entendimiento del equilibrio y su reflejo en los cuerpos material y
espiritual (Tonal y Nahual), para proyectarlo en el entendimiento y posterior conocimiento y
aplicación de las plantas y sus propiedades curativas; pero como se dijo, este conocimiento no
es exclusivo para el tratamiento del cuerpo físico, y se apoya en gran medida en elementos de lo
que hoy se entiende como “astrología”, como el entendimiento de las fuerzas que giran junto
con nosotros en el universo – Una Cosmovisión que desarrolló una la filosofía inclusiva, una
filosofía que involucra e incluye todo aquello que existe, existió, existirá… y aquello que no lo
hace. Los médicos tradicionales del Anahuac entienden que la enfermedad es una manifestación
del desequilibrio en el cuerpo y en el espíritu, y por lo tanto utilizan una variedad de técnicas
para restaurar ese equilibrio; técnicas que van desde los baños de vapor, hasta las limpias como
concepto amplio de curación y reconexión entre el Nahual y el Tonal.

El concepto de Ometeotl en la vida moderna se puede encontrar igualmente en la medicina y la


salud. Como mencionamos anteriormente, la medicina tradicional del Anahuac se basa en el
entendimiento del equilibrio y su reflejo en los cuerpos material y espiritual, y utiliza una
variedad de técnicas para restaurar ese equilibrio. Este enfoque holístico de la salud es cada vez
más reconocido en la medicina moderna como una forma efectiva de tratar y prevenir
enfermedades. Además, la comprensión de la interconexión entre todos los aspectos de la vida
puede inspirar a las personas a tomar decisiones conscientes y responsables sobre su estilo de
vida y hábitos de salud, y a considerar no solo su propio bienestar sino también el de la
comunidad y el medio ambiente en general.

Así pues, la síntesis del conocimiento en el Anahuac se basa en la comprensión de que todas las
cosas, y las no cosas, están interconectadas y que todas las disciplinas y conocimientos son
manifestaciones de un mismo principio divino. Ometeotl es el principio unificador de todo el
conocimiento y sabiduría, y se manifiesta en todas las áreas de la Cultura Anahuaca, y de todas
las Culturas; cada una con un nombre único como manifestación inherente de las dos caras de
Ometeotl; siendo casa de un bien y un mal como decisión personal para continuar.

Al acercarse al concepto de Ometeotl desde cualquier disciplina podemos no solo aprender


valiosas lecciones, sino comenzar a guiar nuestro camino sobre decisiones conscientes para
tomar responsabilidad sobre todo lo que se hace y no se hace.

Anahuac Tiahui.

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