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El TLC y el Levantamiento Zapatista de 1994

Por Ankaret Alfaro

La globalización no es más que el resultado de la expansión de la lógica del


capital que confirma la división de la economía de la política mediante una
redefinición de los derechos de propiedad[1], que en la esfera rural, al
modificarse la forma de relación y propiedad con la tierra, se convierte en el
principio configurativo de la crisis económica del sector campesino,
consecuencia de la entrada de los modelos neoliberales.

Un primero de enero de 1994, se firmaba oficialmente un Tratado de Libre


Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, con el fin de derribar las
barreras comerciales entre estos tres países, y mientras tanto, en el sur de México,
nacía un movimiento revolucionario que no se sentía protegido ni identificado
con las nuevas políticas del gobierno, pues el nuevo tratado lo consideraron
injusto, por lo que comenzaban una organización de autogestión y autogobierno.

Contexto Histórico

Al dejar la presidencia Miguel de la Madrid, se planeó que su sucesor Carlos


Salinas de Gortari, continuara con los planes económicos que había emprendido
previamente de la Madrid, sin embargo, esta administración entrante se
encontraba en un grave contexto de deuda externa que impedía que se reanudara
el crecimiento económico del país. De la nueva administración, destaca el
proyecto de los Pactos de Solidaridad Económica y las medidas económicas del
“cambio estructural” La administración de Salinas se identifica por sus medidas
hacia la desregulación de la economía, la privatización de empresas paraestatales,
o la profundización de la apertura comercial.

Salinas pretendía no sólo reducir el nivel inflacionario que de hecho, existía


peligro de que se convirtiera en una hiperinflación, sino también estaban en
proceso de crear las condiciones que permitieron reanudar el crecimiento
económico., y para esto, el país debía restituir la transferencia de recursos al
extranjero gracias a la deuda externa; por esto, se comenzó una negociación entre
la Secretaría de Hacienda con los bancos acreedores del país, el gobierno de EU y
con el FMI. La negociación concluyó en que una parte de esos bancos iban a
conceder una quita del 35% de la deuda, otra parte se reduciría y quedaría la tasa
de interés en el 6.25%, y los demás bancos proporcionarían recursos frescos al
gobierno. Posterior a la conclusión de aquel negocio y quitarse un gran peso
relacionado con la deuda externa, el gobierno procedió a consensuar un acuerdo
de libre comercio con su vecino del norte, negociación que duró cuatro años.

Inicios del TLC

Como mencioné anteriormente, la política económica del gobierno de Salinas


estaba en riesgo debido al crack bursátil, por lo que se aceleró el plan
antiinflacionario. La inflación anual alcanzaba hasta el 200%, y debido a esto, se
pone en marcha el Pacto de Solidaridad Económica para reducir la inflación sin
poner en riesgo el mayor numero de empleos posibles. El pacto logró sus
propósitos: disminuyó la inflación del 20 al 30% hacia 1989 y un crecimiento del
4%[2]

Pero ¿por qué internacionalizarse con el norte y no con incluso, otro continente?
Después de la caída del Muro de Berlín (1989), la comunidad europea tenía su
atención puesta hacia Alemania del este, mientras que Japón había realizado
alianzas con los países asiáticos y en el caso de América Latina, debido a que
nuestro comercio con ellos era muy pequeño (2% del total) y además tenemos las
mismas carencias y ventajas similares no era una muy buena opción. Por lo que
la única dirección factible para la internacionalización de México era hacia el
norte.[3]

El proceso de la firma del tratado fue largo, se firmaron y modificaron diversos


acuerdos y se hicieron consultas que terminaron en amplias discusiones, hasta
que en Washington, el presidente estadounidense George W. Bush y el presidente
mexicano Carlos Salinas de Gortari abordaron la necesidad de impulsar un
Acuerdo de libre comercio y promover que fuera puesta en pie lo mas pronto
posible. En el comunicado oficial se mencionó que dicho acuerdo eliminaría en
forma gradual todas las barreras arancelarias y no arancelarias para el
intercambio de mercancías y servicios, así como su convicción de que El libre
Comercio entre México y Estados Unidos será un motor poderoso para el
desarrollo económico, la creación de nuevas fuentes de trabajo y la apertura de
nuevos mercados. [4]

A partir de este momento, el tema del Acuerdo fue constantemente discutido: El


tratado fue criticado y cuestionado por diversos sectores de México y de EU,
desde su etapa de planificación. En primer lugar, se consideraba que esta era otra
fase del proceso de incorporación de la economía mexicana a la estadounidense,
razón por la que la rechazaban. Al mismo tiempo, otros opositores creían que
sólo debía firmarse si se incorporaba correctamente la parte referente a la
protección del ambiente y las condiciones laborales. Por otra parte en México,
hacían hincapié en la superioridad en temas de producción laboral por parte de
los estadounidenses, por lo que creían que el tratado únicamente iba a beneficiar
la economía de Estados Unidos, y en este último por su parte, se creía que estos
beneficios serían únicamente para México, pues los bajos salarios permitirían que
los bienes mexicanos fueran más competitivos, además de que se permitiría a las
empresas contaminantes en México pues los estándares ambientales no son tan
rigurosos.

Claramente el rechazo del trato nunca estuvo en debate, sino, planificaban


mejorar la negociación para defender aquellos sectores que no serían
beneficiados y estarían más desprotegidos, además de agregar cosas que
mejorarían la relación bilateral, como el tema migratorio o laboral.

El tratado fue finalmente firmado en Canadá, Estados Unidos y México. El 17 de


noviembre de 1993 fue aprobado en el Congreso estadounidense con 234 votos a
favor y 200 en contra, entrando en vigor el 1° de enero de 1994[5]

EZLN – Orígenes
Los ideólogos neoliberales de hoy intentaron explicar la rebelión de Chiapas
como obra de “estalinistas” y “extranjeros”, de minorías de obcecados y
advenedizos que manipulan a los “pobrecitos indios”…[6]

El origen de aquellos pobladores que hoy habitan en las tierras que conocemos
porque la habita el Ejército Zapatista, en Chiapas, se remonta en la crisis de los
latifundios cafetaleros; los peones acasillados[7] tenían que huir a otras regiones
en donde tuvieran mayor oportunidad. En los años cincuenta, esos peores se
liberaron porque las haciendas ganaderas que se estaban formando ya no los
necesitaban, hasta que en los 70, esa figura desapareció. Chiapas se convirtió en
gran productor de electricidad y petróleo. De nueva cuenta, los peones “libres”
abandonaron las fincas cafetaleras, cañeras, maiceras, e incluso ganaderas. Se
dedicaron a los trabajos de electricidad y petróleo, de presas y de carreteras.
Otros se encaminaron a la selva para hacerse a una vida pobre pero propia; son
los que hoy habitan el territorio donde se encuentra el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN)[8] Sus integrantes habían dejado la servidumbre sin
encontrar acomodo en el nuevo desarrollo del país.[9]  

Antecedentes

Durante el origen de la conformación del Ejército Zapatista de Liberación


Nacional, estuvieron presentes dos procesos históricos, que por una parte fueron
los movimientos sociales sucedidos en los años sesenta y setenta de los cuales
surgieron múltiples organizaciones político-militares, y por otro lado, las luchas
de resistencia de los pueblos indígenas del estado de Chiapas que dieron lugar a
un distintivo movimiento indígena y campesino al marco de las demandas
agrarias.

Comenzando con el movimiento magisterial de 1958, el ferrocarrilero de 1958 a


1959 y el médico de 1965 que se enfrentaron conjuntamente al poder que
gobernaba, constituyeron una década de revueltas sociales y políticas que
llegaron a su apogeo con el movimiento estudiantil de 1968. Después de las
respuestas tan violentas por parte del gobierno, se lograron abrir nuevas vías de
acción y se abrió la participación política, por lo tanto, se encontraron nuevos
partidos políticos así como organizaciones civiles e incluso nueva guerrilla.

Así surgió el FLN: El territorio de la Selva Lacandona fue utilizado como campo
de ocupación guerrillera desde finales de los 60’, cuando el Ejército Insurgente
Mexicano llegó para instruirse en el uso de armas y al preparo de una revolución
de alcance nacional. Pero los integrantes fueron descubiertos y encarcelados. Fue
a partir de 1972, que el FLN regresó a la selva pero como un nuevo proyecto
político, adquiriendo un pequeño rancho que les daría techo y además les serviría
de cuartel al que llamaron Núcleo Guerrillero Emiliano Zapata. Esto tampoco
tuvo mucho tiempo de vida, pues tan sólo después de año y medio el grupo fue
victima de los aparatos de represión. 

Nueve años después regresaron a la Selva Lacandona con el nombre de Ejército


Zapatista de Liberación Nacional, aunque aún no eran un grupo armado así, sino
sólo campesinos organizados.

Antes del levantamiento zapatista de 1994

En 1992, el gobierno de Carlos Salinas decide revocar el Artículo 27 de la


Constitución Federal; dicho artículo era producto de la revolución mexicana y
garantizaba el derecho de los campesinos de utilizar la tierra privada en desuso o
la tierra del estado; esta ley permitía que millones de campesinos obtuvieran un
sustento.

Varios investigadores (Leyva Solano y Ascencio Franco, 1996; Márquez Rosano,


1996; Márquez Rosano y Legorreta, 1999; Villafuerte Solís et al., 1999) han
destacado la existencia de dos lógicas en las relaciones de producción en el
campo chiapaneco: la lógica campesina (de subsistencia) y la lógica de
acumulación (mercantil). Según la gran mayoría de estos autores, la lógica
campesina de subsistencia estaría siendo erosionada o subordinada por la
expansión de la lógica comercial.[10] Como consecuencia, la propensión no está
dirigida a la comercialización de la agricultura, sino al refugio en la producción
de subsistencia. Es decir, cada vez más campesinos, particularmente en las zonas
indígenas de los Altos, la Selva y Norte de Chiapas, se retiran lo más posible del
intercambio comercial y se refugian en la producción de auto subsistencia.[11]

1994

 A modo de recuento cronológico, E 1° de enero de 1994, entra en vigor el


Tratado de Libre Comercio, y en el estado chiapaneco se presentan situaciones de
violencia por personajes que se autoproclamaron pertenecientes al EZLN a causa
de la miseria, las injusticias y la propia entrada del tratado, pues aseguraron que
el país perdería su soberanía frente sus dos vecinos del norte. Ocuparon diversas
ciudades de Chiapas como San Cristóbal de las Casas, Ocosingo, Altamirano,
Ocosingo y Chanal. Muchas instituciones bancaras decidieron cerrar
indefinidamente sus sucursales en distintos puntos del estado; se suspendieron
casas de cambio mientras se restituía el orden en las regiones ocupadas. Sin
embargo este movimiento armado consideramos que es un medio de expresión
política cuya intención era contrarrestar las expectativas positivas internacionales
de inversión, que se abrían para México con la entrada en vigencia del Tratado de
Libre Comercio.[12] Como se buscaba establecer un plan de planificación para el
estado de Chiapas, el 7 de junio de 1994, se establece un diálogo en San Andrés
la Raiza entre miembros del Ejército Zapatista y representantes del Gobierno;
como consecuencia, se contrarresta el éxito que se esperaba del TLC, creando un
clima de tensión e inseguridad que reduce la inversión, la creación de empleos y
el crecimiento de la economía mexicana. [13]

CONCLUSIÓN

La cantidad de mexicanos que vivían en pobreza extrema pasó de 21.46% en


1994 a 50.97% en 1998 (tras la vigencia del TLC), más de 5 millones de
campesinos se vieron obligados a abandonar las tierras que cultivaban y tuvieron
que emigrar a las ciudades, cosa que trajo como resultado un grave desempleo
urbano, marginalidad y desigualdad. Mientras tanto, el crecimiento anual per
cápita a penas alcanzó un 1,1%, dejando atrás las promesas de crecimiento
económico que aclamaba el tratado. Las industrias que tuvieron un mayor
crecimiento fueron la automovilística, a costa de la desregulación de los salarios
y la pérdida de empleos. [14].

Tras la emergente lucha de los pueblos indígenas después del Tratado de Libre
Comercio, los deja en desamparo frente a la competición de la actualidad. Tras el
acentuamiento de las políticas neoliberales con el TLC y la modificación del
Artículo 27, los deja en exclusión del intercambio comercial, no sólo denota su
marginación y la desigualdad en la que dejaron al sector, sino que constituyó una
total amenaza a su sobrevivencia.

Referencias

[1] Vergara-Camus, Leandro. (2011). Globalización, tierra, resistencia y autonomía: el


EZLN y el MST. Revista mexicana de sociología, 73(3).

[2] Garza R. & Zurita R. J. (1995). Primeros efectos del T.L.C (Tesis de maestría). Pp. 11

[3] Ibid. Pp.  12

[4] Ibid. Pp. 13

[5] Cue Mancera, Agustín. (2004). Panorama de la política económica en México (1948-
2004). México: El Cotidiano.

[6] González Casanova, Pablo. (2009). Causas de la rebelión en Chiapas En: De la


sociología del poder a la sociología de la explotación: pensar América Latina en el siglo
XXI. Bogotá: Siglo del hombre editores. pp. 265

[7] Los “peones acasillados” son aquellos trabajadores que no tienen trabajo gran parte del
año, por lo que tienen que buscar otros recursos para subsistir, en su mayoría trabajos
informales y con salarios muy bajos.

[8] Ibid. Pp. 267

[9] Ibid. Pp. 267

[10] Vergara-Camus, Leandro. (2011). Globalización, tierra, resistencia y autonomía: el


EZLN y el MST. Revista mexicana de sociología, 73(3), 387

[11] Ibid. 388

[12] Garza R. & Zurita R. J. (1995). Primeros efectos del T.L.C (Tesis de maestría). Pp.
147
[13] Ibid. Pp. 148

[14] Consultado el 28/06/2021: https://www.elsalmoncontracorriente.es/?Zapatistas-


tratados-de-libre

BIBLIOGRAFÍA:

 Consultado el 28/06/2021: https://www.elsalmoncontracorriente.es/?Zapatistas-


tratados-de-libre
 Cue Mancera, Agustín. (2004). Panorama de la política económica en México
(1948-2004). México: El Cotidiano.
 Garza R. & Zurita R. J. (1995). Primeros efectos del T.L.C (Tesis de maestría). Pp.
147
 González Casanova, Pablo. (2009). Causas de la rebelión en Chiapas En: De la
sociología del poder a la sociología de la explotación: pensar América Latina en el
siglo XXI. Bogotá: Siglo del hombre editores. pp.
 Vergara-Camus, Leandro. (2011). Globalización, tierra, resistencia y autonomía: el
EZLN y el MST. Revista mexicana de sociología, 73(3), 387

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