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El artículo 835 del C. de Co. habla de que la buena fe, aún la exenta de
culpa, se presume. Quien alegue la mala fe o la culpa de una persona o afirme
que ésta debió conocer o conoció determinado hecho, deberá probarlo.
Este precepto sienta normas de gran contenido, porque siendo que la buena fe
se presume, todo tenedor, es en principio, tenedor de buena fe y por la
disposición del artículo 647 que considera tenedor legítimo a quien posee el
documento conforme a la ley de .circulación, se dan las dos orientaciones
capitales en relación con el tenedor que lo es de buena fe y que adquirió por
medios legítimos; Y si la presunción es también de que su tenencia está exenta
de culpa, se configura una teoría de mayor trascendencia aún, pues el tenedor
está amparado por derechos apenas comparables a los que le confería la ley 46
de 1923, en su artículo 59 al tenedor en debida forma.
Porque si bien el artículo 61 de la ley 46 del 23 presumía que todo tenedor lo
era en debida forma, la regla general al preceptuar que cuando se demuestre
que el título de cualquier persona que haya negociado el instrumento era
defectuoso, toca al tenedor probar que él o cualquier persona a quien reclame
el pago adquirió el título corno tenedor en debida forma, circunstancia ésta
que no es tenida en cuenta por el arto 835 del C. de Co., con lo cual se erige
una presunción más general, amplia y protectora de los derechos del tenedor,
al no sufrir la buena fe suya mengua por el hecho de que cualquier endosante
anterior haya tenido un título defectuoso. Esto debido a los principios rectores
de la literalidad, incorporación, autonomía, legitimación y circulación que
informan el nuevo derecho cambiario, entre los cuales hay cierta capilaridad
que trasmite al poseedor seguridades máximas frente a eventuales
reclamaciones originadas en el título.
CARACTERISTICAS
JURISPRUDENCIA
Sentencia T-310/09
Regulación normativa
Título III: de los títulos valores, capítulo 1: generalidades, código de
comercio. Artículos 619 y sudsiguiente.
EJEMPLO
CARACTERISTICAS
EJEMPLO
EXCEPCIONES
Conforme a éstas, las personas que con arreglo a las leyes comunes sean
incapaces, son inhábiles para ejecutar actos comerciales; (art. 12 C. Co. - Ley
27 de 1977).
El Código establece los requisitos que debe contener todo título-valor, por una
parte, y los que deben contener la letra de cambio y el pagaré,
específicamente, por la otra, que hay que considerarlos esenciales cuando la
ley no los supla expresamente.
Pero esto no obsta a que en el título puedan dejarse espacios en blanco e,
inclusive, a que pueda entregarse un papel en blanco con la firma puesta para
convertirlo en un título valor. En estos casos, cualquier tenedor legítimo
deberá llenar los espacios o la hoja en blanco antes de presentar el título para
el ejercicio del derecho que en él se incorpora (art. 622, inc. 1º y 2º ).
Sin embargo, debe tenerse muy en cuenta que una vez demostrada la
alteración del título todos los suscriptores quedan amparados por la presunción
de que lo suscribieron “antes de la alteración“; y entonces queda de cargo de
último tenedor demostrar lo contrario para que quienes lo suscribieron después
de la alteración puedan considerarse obligados conforme al texto alterado.
Fundamentada en la literalidad.
Estas excepciones comprenden todos aquellos casos en que no puede haber
legitimación por parte de quien se exhibe como tenedor del documento.
En caso de pago debe tenerse en cuenta que el Código establece que si el título
es pagado, deberá ser entregado a quien lo pague; y que en caso de pago
parcial, el tenedor anotará el pago en el título y extenderá por separado el
recibo correspondiente, conservando el título su eficacia por la parte no
pagada (art. 624).
En esta forma, el pago total o parcial hecho conforme a las previsiones del
Código, no dará lugar a oponerlos como excepción en ningún caso, ya que o
no habrá lugar a ejercitar la acción cambiaria por no hallarse el título ya en
poder del tenedor o sólo habrá lugar a ejercitarla por la parte no pagada por
hallarse anotado el pago parcial en el título.
De todos modos, pues, tanto el pago por consignación como el depósito del
importe del título, cuando se hayan hecho con todos los requisitos legales, son
oponibles como excepción al tenedor que ejercite su acción cambiaria.
Allí se prevé que quien haya sufrido el extravío, hurto, robo o destrucción
total de un título-valor a la orden, podrá solicitar la cancelación de éste y, en
su caso, la reposición. Y dentro del procedimiento correspondiente se prevé la
posibilidad de que el juez, si el actor otorga garantía suficiente, ordene la
suspensión del cumplimiento de las obligaciones derivadas del título (arts.
803, 806).
11) Las que se deriven de la falta de entrega del título o de la entrega sin
intención de hacerlo negociable, contra quien no sea tenedor de buena fe;
ejemplo, El Código establece el principio fundamental de que “toda
obligación cambiaria deriva su eficacia de una firma puesta en un título-valor
y de su entrega con la intención de hacerlo negociable conforme a la ley de su
circulación” (art. 625).
12) Las derivadas del negocio jurídico que dio origen a la creación o
transferencia del título, contra el demandante que haya sido parte en el
respectivo negocio o contra cualquier otro demandante que no sea
tenedor de buena fe exenta de culpa; ejemplo, La creación o transferencia
de una letra de cambio o de un pagaré se origina casi siempre en un negocio
jurídico anterior o fundamental, que puede ser de compraventa, mutuo,
prestación de servicios, etc., y del cual pueden derivarse excepciones que se
denomina por la doctrina “causales”, como por ejemplo la nulidad de ese
negocio, su falta de acción (caso de juego o apuesta), su no
perfeccionamiento, su incumplimiento, etc.
Siendo de advertir que la “autonomía” del derecho no tiene nada que ver con
la “abstracción”. Esta se refiere a la no existencia de relaciones entre la
relación jurídica base de la emisión del título-valor y las acciones derivadas
del título emitido. Aquella implica, simplemente, la incomunicabilidad de las
excepciones personales que pudieron oponerse a los sucesivos tenedores del
título-valor.
En efecto, las excepciones personales sólo son oponibles en cuanto existan
entre actor y demandado. Esta es la afirmación básica de la “autonomía”.
Las excepciones personales sólo tienen efecto “inter partes”, por cuanto en
ellas el deudor necesita invocar otra relación jurídica extraña al título para
excusarse de su pago y sólo son oponibles, en consecuencia, a quien participó
en esa relación y al tenedor posterior de mala fe o de buena fe no exenta de
culpa.
En cuanto a lo que a los títulos valores concierne, se entiende por excepción
cambiaria, el medio de defensa del que goza el demandado en acción
cambiaria directa o de regerso contra el tenedor de un titulo valor; con la
finalidad de desvirtiar la existencia de la obligación cambiaria o declararla
extinguida si alguna vez existió.
EXEPCIONES CAMBIARIAS