Está en la página 1de 11

¡APRENDE A SER FELIZ!

Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un seco de res con


frijoles, arroz blanco graneadito, salsa criolla y un jugo de fresa. “María,
es sintomático que muchísima gente ande permanentemente alterada.
En las combis, en el Metropolitano, en el Tren Eléctrico, caminando en
las calles, en los mercados, en fin, en cualquier lugar donde haya más
de una persona. Están como ‘fosforitas’, esperando cualquier fricción
para encenderse. Esta situación se debe en parte a que la gente está
estresada por el tráfico, el trabajo, las deudas y todo tipo de
preocupaciones. Lo peor que podemos hacer es resignarnos a
mantener ese estado de ánimo que nos enferma el alma y el cuerpo,
nos tiene malhumorados y contagia a quienes nos rodean. La vida es
muy corta, como para desperdiciarla estando siempre con una mueca.
‘A mal tiempo, buena cara’, dice el sabio dicho. La mayoría de personas
podemos elegir estar de buen humor casi todo el tiempo, aún en medio
del caos de la ciudad. Para eso, es necesario decidirse a cambiar de
actitud y de algunas costumbres que nos afectan. A continuación,
algunos consejos dados por los expertos para ser felices:

PIENSA SIEMPRE EN POSITIVO. Si tienes una actitud negativa, tus


fuerzas disminuyen y los ánimos decaen. Hoy es un excelente día para
comenzar a pensar en positivo.
ALIMÉNTATE BIEN. El cuerpo necesita energías para afrontar el día
con alegría y entusiasmo, para no sentirse fatigado y conservar un buen
estado de ánimo. Un nuevo día para amar la vida.
ABRAZA A UN SER QUERIDO. Dar y recibir amor es muy importante
porque nos reconforta y fortalece el alma y el corazón. Abraza sobre
todo cuando estés de mal humor, verás que eso te tranquiliza.
OBSÉQUIATE UN REGALO. Cómprate eso que deseas, aunque sea
algo pequeño, será tu regalo; es la manera de decirte que te quieres,
que te gustas.
PASA TIEMPO CON TUS AMIGOS. Sal con ellos, diviértanse juntos,
conversen, rían.
MEJORA TU ENTORNO. Rodéate de olores agradables, usa colores
divertidos en tu ambiente y para vestirte.
HAZ LO QUE TE GUSTA. Busca el tiempo necesario para realizar tu
actividad preferida al menos una vez a la semana. Regálate ese placer
y baja tu ritmo de vida. Ten presente que todo el buen humor que
puedas dar regresará a ti en forma de energía positiva, felicidad, risas y
amor. Todo se ve mejor con buen humor”. Gary tiene razón. Me voy,
cuídense.
LO QUE NOS DESTRUYE
Alguien le preguntó a Gandhi ¿qué es lo que nos
destruye en la vida;
Él respondió así: “La vida me enseñó que:
La Política sin principios,
el Placer sin compromiso,
la Riqueza sin trabajo,
la Sabiduría sin carácter,
los Negocios sin moral,
la Ciencia sin humanidad y
la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado
que la gente es amable, si yo soy amable;
que las personas están tristes, si estoy triste;
que todos me quieren, si yo los quiero;
que todos son malos, si yo los odio;
que hay caras sonrientes, si les sonrío;
que hay caras amargas, si estoy amargado;
que el mundo está feliz, si yo soy feliz;
que la gente es enojona, si yo soy enojón;
que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo:
Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa.
La actitud que tome frente a la vida,
es la misma que la vida tomará ante mí».
«El que quiera ser amado, que ame». (Gandhi)
LAS PERLAS SON PRODUCTO DEL DOLOR.
Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido
herida por un grano de arena que ha entrado en su interior.
Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas.

En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia


llamada "nácar" y cuando un grano de arena penetra en la
ostra, ésta lo recubre con capas de nácar para protegerse.
Como resultado, se va formando una hermosa y brillante
perla.

¿Te has sentido herido por las palabras, o actitudes de


alguien?
¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho?
¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas?
¿Te han culpado de haber hecho algo que jamás hiciste?
¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta?
¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia?
¿Te han herido precisamente aquellas personas que menos
esperabas?
¿No te valoran como realmente lo mereces?

Entonces, perdona y haz de tu herida una perla.


Cubre tus heridas con varias capas de amor, recuerda que
cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor sentirás.

Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida


permanecerá abierta, te dolerá más y más cada día, se
infectará con el resentimiento y la amargura y peor aún,
nunca cicatrizará.

Una perla es una herida sanada por el amor de Dios.

(P. Guillermo Serra)


PALABRAS DE ALIENTO

No llores por lo que perdiste, lucha por lo que te queda.


No llores por lo que ha muerto, lucha por lo que ha nacido en ti.
No llores por quien se ha marchado, lucha por quien está contigo.
No llores por quien te odia, lucha por quien te quiere.
No llores por tu pasado, lucha por tu presente.
No llores por tu sufrimiento, lucha por tu felicidad.
Con las cosas que a uno le suceden vamos aprendiendo a
que nada es imposible solucionar. (Papa Francisco)
Las lágrimas se secan y no solucionan nada.
Los resentimientos no cambian el pasado y amargan el presente.
Los recuerdos negativos del pasado no lo hacen nuevo,
pero a ti te amargan. Mejor luchamos por lo nuevo.
Mejor luchamos por el cambio.
Mejor luchamos por el futuro.
Recodar lo que sucedió puede ayudarnos a mirar al futuro,
pero no a cambiar el pasado.
Mantener vivas las heridas del ayer es renovar el dolor de
ayer pero sin cambiar nada.
Lo único que cambia el ayer es un hoy y un mañana nuevos.
BENDICION DE HOGAR
Autor: Desconocido
¡Dios mío!, bendice mi casa, para que sea el hogar del
amor y la paz.
Bendice la puerta abierta como dos brazos extendidos que
dan la bienvenida a mis invitados.
Bendice las ventanas que dejan entrar el sol a raudales
cada mañana, y por donde se asoman las estrellas del
firmamento, que son luces de esperanza para la
humanidad.
Bendice los muros que nos defienden del viento, del frío,
del calor, y que son nuestros amigos en las horas que
pasamos en la casa.
Bendice nuestra mesa, y los sitios de trabajo diario para
que nos ayudes, y el lugar de reposo para que nos guardes
del peligro.
Bendice el techo que cobija los afanes de hoy y los sueños
de mañana, y que guarda para siempre entre los vivos la
memoria sagrada de los que se han ido al cielo.
Bendice la luz de la casa, la madre, la fuerza, y el aliento el
padre, y que sean benditos los hijos, luz de esperanza, y de
sueños futuros.
Bendice los sentimientos, las ternuras, el amor, los anhelos
que florecerán en nuestras vidas cotidianas.
Bendice nuestros pensamientos para que siempre sean
puros y las palabras para que sean rectas, y que nuestros
actos en la tierra nos conduzcan a TÍ.
Bendice nuestras horas de paz y de silencio, para que
fortalezcamos juntos nuestro espíritu, y éste nos lleve
puros hacia TI.
Bendice nuestros dolores más profundos y nuestras
alegrías porque son el corazón de la familia.
¡SEÑOR!, ¡QUÉDATE SIEMPRE CON NOSOTROS EN TU
MORADA EN NUESTRA CASA!
SABER ORAR
Cuentan que un humilde zapatero tenía la costumbre de hacer siempre sus
oraciones en la mañana, al mediodía y en la tarde. Se servía de un libro de
plegarias porque no se sentía capaz de dirigirse al Creador con sus pobres
palabras. Un día, se sintió muy mal porque, estando de viaje, olvidó su libro.

Nuestro buen zapatero le dijo entonces a Dios: "Perdóname, Dios mío,


porque necesito orar y no sé cómo. Ahora bien, ya que Tú eres un Padre de
amor voy a recitar varias veces el alfabeto desde la a hasta la z, y Tú que
eres sabio y bueno podrás juntar las letras y sabrás qué es lo que yo te
quiero decir".

Cuenta la historia que ese día Dios reunió a sus ángeles en el cielo y les dijo
conmovido que esa era la más sincera y la más bella de las oraciones que le
habían hecho en mucho tiempo. Una oración con las cualidades de la
plegaria que hace milagros, cierra heridas, ilumina, fortalece y acerca los
corazones, es decir, una plegaria humilde, confiada, sincera y amorosa.
¡Cuánta necesidad tenemos de estas oraciones! Todos debemos aprender a
orar con el corazón, a alabar, a bendecir, a perdonar, a agradecer. Y, claro, a
tener bien presente que la oración se ve en la acción, en los buenos frutos y
en un compromiso por la justicia y por la paz. En efecto, actuar sin orar es
desgastarse y orar sin actuar es engañarse. Por eso comparto con ustedes
este comentario al Padre Nuestro, esperando deje valiosas inquietudes en su
espíritu:

 Di Padre, si cada día te portas como hijo y tratas a los demás como
hermanos.
 Di Nuestro, si no te aíslas con tu egoísmo.
 Di que estás en los cielos, cuando seas espiritual y no pienses sólo en lo
material.
 Di santificado sea tu Nombre, si amas a Dios con todo el corazón, con
toda el alma y con todas tus fuerzas.
 Di venga a nosotros tu Reino, si de verdad Dios es tu rey y trabajas para
que Él reine en todas partes.
 Di hágase Tu voluntad, si la aceptas y no quieres que sólo se haga la
tuya.
 Di danos hoy nuestro pan, si sabes compartir con los pobres y con los
que sufren.
 Di perdona nuestras ofensas, si quieres cambiar y perdonar de corazón.
 Di no nos dejes caer en tentación, si de verdad estás decidido a alejarte
del mal.
 Di líbranos del mal, si tu compromiso es por el bien.
 Y di Amén si tomas en serio las palabras de esta oración.
LA NATIVIDAD COMO CELEBRACIÓN
LITÚRGICA:

El acontecimiento del nacimiento de Jesucristo es narrado


en el Nuevo Testamento por dos evangelistas, Lucas y
Mateo, dos de las fuentes bíblicas utilizadas en la
celebración litúrgica de la Natividad. El pasaje de Lucas 2:1-
14 es utilizado por la Iglesia católica en la Misa de
medianoche, también conocida como Misa de Gallo.
Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César
Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo.
Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador
de Siria Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su
ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de
Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén,
por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse
con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que,
mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió
en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían
sitio en el alojamiento.
Evangelio de Lucas 2:1-7
DESDE EL PESEBRE
Desde el pesebre de Navidad nace una esperanza nueva.
En la sonrisa de un Dios que es niño se asoma, frágil la luz
del Reino.
Un niño Dios que necesita cuidados, caricias, atención.
Una esperanza nueva que crecerá con el esfuerzo de
todos. Una madre atenta, dispuesta para lo que Dios pide,
que no vacila en decir sí y entregar la vida entera.
La Madre, del Señor y Madre nuestra.
María de Nazareth, camino que conduce al Padre.
Dios que nace en un pesebre, olvidado, a la intemperie.
Recordándonos su presencia entre los pobres que sufren.
Navidad,
el signo de un Dios que se hace pobre para llamar al Reino
desde los olvidados del mundo. ¡Alégrense: pastores,
campesinos, obreros de todo tiempo!
Llegó la Buena Noticia, que empiece la Fiesta, en medio del
pueblo.
La liberación esperada ha dejado de ser sueño.
Empezó a ser realidad la semilla del mundo nuevo.
Cantemos con alegría, unamos voces y manos.
Vamos a ver al Dios vivo, festejemos su nacimiento.
Desde el pesebre de navidad, un grito surge, de aliento,
Dios está con nosotros, marchemos hacia su encuentro.
El Dios que nace es un niño necesitado y pequeño, que
requiere nuestra entrega para hacer crecer el Reino.
Navidad, como María, contemplar desde el silencio, el
misterio de Dios hombre, que nos convoca a cambiar, a
vivir para los otros, a construir en el mundo el inmenso
sacramento de la presencia de Dios que nos contagia su
aliento.
Un Dios que llega a los hombres que se hace hermano
nuestro.
LA PRIMERA NAVIDAD
Mientras todos los niños ayudaban en sus casas en los
preparativos para la Nochebuena, Pedro, de 7 años de edad,
trabajaba en la joyería de Don Juan para ayudar con el
sostenimiento de su casa. Don Juan era un joyero de mucho
dinero, pero al mismo tiempo, un hombre sin familia, a quien
solamente le importaba el dinero y miraba a Pedro como un simple
trabajador más no como un niño.

El día de Navidad Pedro quería retirarse temprano del trabajo para


comprar algunas cosas para la cena y ayudar a su mamá.
Contemplando en la ventada como algunos niños jugaban, Pedro
escuchó un grito que lo hizo temblar:
- ¡Pedro!, gritó Don Juan.
- Sí señor, respondió él
- ¿Qué haces mirando por la ventana? Aún no terminas tu trabajo.
- Pedro contestó:¡Hoy es navidad! hoy es el cumpleaños del niño
Jesús, hoy es un día muy especial.
- ¡Pues a mí no me importa! ¡Crees que hoy vas a poder
escaparte más temprano de tus deberes, trabaja mejor!, replicó
- Pero Don Juan, hoy quería-comprar algunas cosas para la cena
de navidad, suplicó el niño.
- ¡Para la cena de Navidad!, se burló el joyero. Tú lo único que
quieres es escaparte más temprano. Hoy es un día común y
corriente; mejor sigue trabajando si quieres mantener tu empleo.
- Si don Juan, contestó Pedro muy triste.

El niño continuó trabajando, con lágrimas en los ojos. Su corazón


estaba muy triste y angustiado y temía que Don Juan no lo dejase
pasar Navidad junto a su familia. En medio de ese aterrador
pensamiento, elevó una plegaria a la Virgen María pidiéndole su
intercesión para que pudiese pasar una linda Navidad con su
familia.
Poco después, Don Juan, inesperadamente, gritó tan fuerte que
casi se le sale el corazón a Pedro.
- ¡Pedro, Pedro ven apúrate! - gritaba el joyero horrorizado.
- Don Juan ¿que le pasa? preguntó
- Don Juan asustado abraza a Pedro y le dice: "Vi un fantasma, vi
un fantasma!
- Pedro miró para todos lados en la habitación de Don Juan y no
vio nada.
- Cálmese, dijo. Yo no veo nada.
- ¿Me estas tratando de mentiroso?, exclamó el anciano.
- No don Juan, disculpe no quise decir eso.
- ¡Sigue trabando mejor!, fue una pesadilla ¡sigue trabajando!

Don Juan seguía atemorizado por lo que según él había visto. No


queriendo permanecer ni un momento solo se le ocurrió pedirle a
Pedro que se quedara con él hasta bien entrada la noche. "Por si
acaso", pensó. Don Juan llamó al niño y le dijo:
- Pedro, necesito que hoy te quedes hasta más tarde.
- Pero señor, hoy es navidad y mi familia me está esperando.
- ¡Pedro te pago el doble!
- Pero Don Juan, ya tengo casi terminado mi trabajo y debo ir a
casa.

Don Juan no le quería confesar que estaba asustado y el niño lo


sabía, pero él se resistía a quedarse porque era Navidad.
Entonces, se le ocurrió una magnífica idea: "invitar a Don Juan a su
casa a pasar la navidad".
- Don Juan: lo invito a pasar la Navidad con nosotros para que no
se quede solo.

Don Juan estaba emocionado por el ofrecimiento de Pedro, ya que


nadie lo invitaba a su casa, por lo que sin pensarlo... aceptó.

Cuando llegaron a la casa de Pedro, Don Juan se quedó muy


impresionado porque en esa humilde casa, había mucha alegría y
generosidad.

Don Juan sonrió como nunca lo había hecho, se dio cuenta que
nunca había tenido una Navidad y ahora la compartía con una
familia muy sencilla y amable. Sus mejillas se sonrojaron y sobre
ellas rodaron muchas lágrimas de la emoción y felicidad que sentía.

Al final de la noche, Don Juan se comprometió a ser más justo y


considerado con el niño, y a desprenderse de sus bienes a favor de
los más necesitados.
Espíritu Santo, descienden al corazón del
creyente a hacer morada en él. Esta
inhabitación de la Santísima Trinidad en el
alma del justo (del santo) es lo que
caracteriza la vida santa: vivir con Dios en el
corazón. Los carmelitas, en su espiritualidad,
hablan del "vacare Deo", de las vacaciones de
Dios

La ciudad no necesita
El Señor tenga piedad
sol ni luna que la
y nos bendiga, ilumine
alumbre, porque la
su rostro sobre
gloria de Dios la
nosotros; conozca la
ilumina, y su lámpara es
tierra tus caminos,
el Cordero.
todos los pueblos tu
Palabra de Dios
salvación

Pensemos cómo tenemos el corazón. Si lo


tenemos limpio se notará en que nos gusta
escuchar la palabra de Jesús y cumplirla;
entonces Dios vendrá a habitar en él. Pero si
nuestro corazón aún no se encuentra
purificado, sufriremos la ausencia de Dios en
nuestra alma; una ausencia que se traduce en
tristeza y falta de ánimo en el diario vivir.

También podría gustarte