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RITO DEL 25 ANIVERSARIO DEL MATRIMONIO

«Bodas de plata» de N.esposo y N.esposa

RENOVACIÓN DE LOS COMPROMISOS MATRIMONIALES


Después de la homilía, el Celebrante indica a los esposos que se pongan de pie,
mientras todos los demás continúan sentados, y los invita a renovar sus compromisos
matrimoniales con estas palabras:
Queridos N.esposo y N.esposa:
De forma semejante a cuando en su día vinisteis ante el altar del Señor
para celebrar el sacramento del matrimonio,
hoy habéis venido para renovarlo.
Nos alegramos de vuestra presencia y vuestro ejemplo de fidelidad,
y unimos nuestras oraciones a vuestra acción de gracias.
En esta renovación de vuestros compromisos matrimoniales,
que ahora queréis hacer,
debéis sentir que, junto a vuestros compromisos,
está también nuestro apoyo;
junto a vuestra fe, nuestra fe;
y junto a vuestro amor, nuestro afecto.
Como expresión de este deseo,
responded ahora a mis preguntas con toda sinceridad:
– ¿Estáis dispuestos a seguir creciendo en el amor,
a ayudaros y respetaros siempre,
en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad?
R/ Sí, estamos dispuestos.
– ¿Estáis decididos a seguir intentando hacer de vuestro hogar
un lugar donde se tiene en cuenta a Dios,
y se vive en la caridad?
R/ Sí, estamos decididos.
– ¿Estáis dispuestos a cumplir cada día mejor vuestra vocación
de servir al Señor en la Iglesia y a la sociedad entera?
R/ Sí, estamos dispuestos.
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A continuación, si han preparado anillos nuevos de plata, depositan los anillos en una
bandejita y el celebrante dice sobre ellos:
Bendice y santifica, Señor, el amor de tus servidores y, ya que estos
anillos representan para ellos un signo de su fidelidad, haz que también
les recuerden continuamente su amor recíproco y la gracia del
sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R/ Amén.
Luego, dirigiéndose a los presentes advierte:
Mientras los esposos se entregan mutuamente sus anillos, pongámonos
de pie para bendecir al Señor que los hizo uno.
Todos aclaman: Bendito sea el Señor que los ha unido.
Si no han preparado anillos nuevos de plata, el Celebrante, dirigiéndose a los presentes,
se limita a advertir:
Mientras los esposos se intercambian sus alianzas,
pongámonos de pie para bendecir al Señor que los hizo uno.
Todos aclaman: ¡Bendito sea el Señor que los ha unido!
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ORACIÓN UNIVERSAL DE LOS FIELES


(El Celebrante la introduce, diciendo:
Presentemos, ahora, nuestras plegarias al Padre
por nosotros y por todos los hombres)

1. Oremos por todos los que creen en Jesucristo,


para que vivan de verdad según el Evangelio
y sean testigos de su amor.
Roguemos al Señor.

2. Oremos por los hombres y mujeres del mundo entero,


para que crezcan en todos los deseos de generosidad,
de solidaridad, de paz y de justicia.
Roguemos al Señor.

3. Oremos por todos aquellos que en el mundo entero


son víctimas de la guerra, del hambre,
de las desigualdades o de la falta de amor,
para que no les falte fortaleza
y encuentren el camino para verse liberados de su situación.
Roguemos al Señor.

4 Oremos hoy especialmente por N.esposo y N.esposa


que celebran sus bodas de plata matrimoniales,
para que Dios los bendiga con su amor y con su gracia.
Roguemos al Señor.

5. Oremos por Carmen, N.esposo, Luisa


y todos nuestros difuntos,
para que Dios les conceda la plenitud de su amor en la vida eterna.
Roguemos al Señor.

6. Oremos, finalmente, por todos nosotros,


para que el Señor proteja nuestras familias
y nos dé a todos confianza y alegría.
Roguemos al Señor.

(El Celebrante la concluye, diciendo:


Escucha, Padre, nuestras plegarias
y derrama tu inmenso amor sobre el mundo entero.
Por Jesucristo, nuestro Señor.)
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BENDICIÓN SOBRE LOS ESPOSOS


Después del Padrenuestro, el Celebrante, suprimido el «Líbranos, Señor», avisa de la
bendición sobre los esposos, diciendo:
Queridos esposos:
recordando ahora el vínculo sagrado
con que el Señor os unió para fundar una familia,
poneos de rodillas y unid vuestras manos ante el Señor
para recibir su bendición.
Luego, con las manos extendidas hacia ellos, dice:
Te alabamos y te bendecimos, oh Dios,
creador de todas las cosas,
que al principio creaste al hombre y a la mujer
para que formaran una unidad de vida y de amor;
también te damos gracias,
porque te dignaste bendecir la unión matrimonial de tus servidores
N.esposo y N.esposa,
para que fuera imagen de la unión de Cristo con su Iglesia;
Tú que los has mantenido unidos por el amor en sus penas y alegrías,
míralos hoy con benevolencia;
renueva constantemente su alianza nupcial,
acrecienta su amor,
fortalece su vínculo de paz,
para que gocen siempre de tu bendición.
Por Jesucristo nuestro Señor.

BENDICIÓN FINAL
El Celebrante invita a la bendición, diciendo:
Inclinaos para recibir la bendición.
Luego, con las manos extendidas hacia los esposos y el pueblo, dice:
– Dios, Padre todopoderoso, os conceda su gozo.
R/ Amén
– El Hijo Unigénito de Dios os asista en las alegrías y en las tristezas.
R/ Amén
– El Espíritu Santo alimente vuestras vidas con su amor.
R/ Amén
– Y a todos vosotros, que estáis aquí presentes,
os bendiga Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo.
R/ Amén.
Y despide al pueblo, diciendo:
– Podéis ir en paz.
R/ Demos gracias a Dios.

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