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OTRAS NEOPLASIAS HEMATOLÓGICAS LINFOMAS

El sistema retículo endotelial está constituido por dos componentes: hematopoyético y linforreticular. La proliferación
neoplásica del sistema linforreticular da origen a tumores sólidos conocidos como linfomas malignos.

CLASIFICACIÓN.- Se dividen en dos categorías amplias: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin.

El linfoma de Hodgkin se diagnostica sobre bases histológicas por la presencia de células de Reed-Sternberg dentro del
fondo celular apropiado.

Dentro de los linfomas no Hodgkin podemos mencionar:

- Linfoma linfoblástico agudo


- Linfoma linfoplasmocítico.
- Linfoma folicular.
- Linfoma de células del manto.
- Linfoma macrocítico difuso de linfocitos B.
- Linfoma de Burkitt
ETIOLOGÍA.- Los linfomas son más comunes en varones y personas mayores. En general se desconoce la etiología de
los linfomas, aunque determinados tipos se relacionan con agentes infecciosos específicos y estimulación antigénica
crónica. El virus de Epstein Barr se encuentra en más de 90% de los casos de linfoma de Burkitt y el Virus Linfotrópico T
Humano tipo 1 (HTLV 1) se relaciona con una forma agresiva de linfoma de linfocitos T. Algunos casos de linfoma
gástrico se deben a infección por Helicobacter pylori. Trastornos autoinmunitarios como artritis reumatoidea y tiroiditis
de Hashimoto también se relacionan con la incidencia de linfomas.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS.- Muchos linfomas se presentan como una masa y en tal caso el establecimiento del
diagnóstico es casi siempre directo. Sin embargo, algunos casos presentan dificultades diagnósticas. Los linfomas son
grandes simuladores de otras enfermedades. Se presentan con pérdida de peso, fiebre o sudoración y deben considerarse
seriamente en un paciente con fiebre de origen desconocido. El prurito es otro síntoma que debe alertar sobre el
diagnóstico de linfoma. Los linfomas pueden causar obstrucción del conducto colédoco (ganglio en el hilio hepático) o
bloquear el flujo de salida renal. Alrededor del 60% de los linfomas afecta los ganglios linfáticos; el 40% restante puede
afectar casi cualquier órgano del cuerpo.

DIAGNÓSTICO POR BIOPSIA.- El diagnóstico se basa en el aspecto histológico de un ganglio linfático crecido u otro
tejido afectado, en la citología de la sangre o líquido cefalorraquídeo (LCR), por lo regular con el respaldo de
inmunofenotipificación y otras técnicas.

Inmunofenotipificación.- La identificación de proteínas específicas de tipo celular mediante anticuerpos marcados es


muy útil. El proceso de categorizar las moléculas antigénicas y los epítopos relacionados con los leucocitos humanos
comenzó en 1980 y hoy en día se maneja la nomenclatura de los CD, todo esto se realiza mediante la citometría de flujo.

ESTADIFICACIÓN.- Una vez que se determina el diagnóstico mediante biopsia y/o inmunofenotipificación, debe
efectuarse la estadificación y de acuerdo a los análisis efectuados incluyendo el diagnóstico por imágenes (TAC) se
clasifican en 4:

- Etapa I: afección de un solo grupo de ganglios linfáticos.


- Etapa II: afección de dos o más grupos de ganglios linfáticos en un lado del diafragma.
- Etapa III: afección de grupos de ganglios linfáticos a ambos lados del diafragma.
- Etapa IV: afección de sitios extralinfáticos (médula ósea o hígado).
TRATAMIENTO. - Dependiendo del tipo de linfoma se manejan diferentes tratamientos: quimioterapia, radioterapia,
tratamiento con anticuerpos y trasplante de médula ósea.

MIELOMA MÚLTIPLE

El mieloma múltiple es una enfermedad secundaria a la transformación maligna de un linfocito B terminalmente


diferenciado (plasmocito). Las células en diferenciación de la clona cancerosa tienen la morfología de plasmocitos o
linfocitos plasmocitoides, poseen genes de inmunoglobulina reordenados clonalmente y secretan casi siempre una
inmunoglobulina monoclonal IgG o IgA, una cadena ligera monoclonal, o ambas cosas. Tales proteínas monoclonales se
denominan paraproteínas y consisten en moléculas con estructura idéntica y por tanto producen una banda monoclonal
bien delimitada (banda M) en la electroforesis.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS.- La mayoría de los pacientes tienen entre 50 y 80 años. En todos los casos hay una
fase asintomática prolongada que puede durar algunos años, la llamada gammapatía monoclonal de implicaciones
indeterminadas. A medida que la enfermedad avanza y la médula ósea se infiltra de plasmocitos neoplásicos secretores de
inmunoglobulina monoclonal, pueden observarse varios cambios secundarios entre ellos: destrucción ósea, insuficiencia
renal, aplasia medular, infecciones bacterianas, hipercalcemia, amiloidosis, síndrome de hiperviscosidad.

DIAGNÓSTICO.-

Hemograma.- Se puede observar anemia normocrómica, normocítica o macrocítica. Cuando la enfermedad se encuentra
en una etapa avanzada, también puede verse trombocitopenia y neutropenia. El frotis de sangre periférica revela algunas
veces un cuadro leucoeritroblástico (que refleja infiltración medular) y en algunos sujetos plasmocitos, la VSG se
encuentra acelerada mayor a 100 mm/hora.

Estudio de médula ósea.- Se observa gran cantidad de plasmocitos, aunque en algunos casos existe solo un ligero
aumento.

Inmunoelectroforesis.- La electroforesis del suero muestra la IgA monoclonal como una banda bien delimitada y la
naturaleza de la paraproteína puede determinarse por inmunofijación. En un 50% de pacientes con mieloma, la
paraproteína es IgG, en 25% es IgA, en 20% es solo cadena ligera y en 1 a 2% es IgD o IgE. Los mielomas que producen
IgM son raros.

Detección de microglobulina beta 2.- Las concentraciones séricas de microglobulina β 2 (cadena ligera de las
glucoproteínas HLA clase I) se correlacionan con la masa tumoral y junto con la albumina sérica, constituyen un
marcador pronóstico muy importante.

Presencia de proteína Bence Jones.- Es posible detectar cadenas ligeras llamadas proteínas de Bence-Jones en el suero y
la orina mediante la prueba sensible llamada “ensayo para cadenas ligeras libres”.

Otros.- También se puede detectar hiperuricemia e hipercalcemia en suero sanguíneo. Mediante estudios por imágenes
(rayos X) se puede observar lesiones osteolíticas bien delimitadas.

Citogenética.- Determinados defectos citogenéticos suministran información pronóstica. Los individuos con
características citogenéticas de alto riesgo, como delección 17p y translocaciones t (14;16) o t (4;14) tienen peor
desenlace.

TRATAMIENTO.- Quimioterapia. Radioterapia. El trasplante alogénico de médula ósea está indicado en personas
menores de 45 años y posee alta mortalidad.

MACROGLOBULINEMIA DE WALDENSTRÖM

La Macroglobulinemia de Waldenström (WM), llamado también Linfoma linfoplasmocítico, es un subtipo de Linfoma no


Hodgkin de baja malignidad, se presenta en personas mayores de 50 años; se caracteriza por la presencia de una
paraproteína, aunque en contraste con lo observado en el mieloma, en este trastorno casi siempre se trata de IgM

Más del 90% de los pacientes con WM tienen una mutación del gen MYD88, esta mutación activa las vías que apoyan el
crecimiento y la supervivenvia de las células y un 30% de los pacientes afectados por la WM tienen una mutación del gen
CXCR4, que propulsa a las células a que regresen a la médula ósea.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS.- Se presenta linfadenopatías, cefalea, trastornos visuales, alteración de la


conciencia, trombosis, hemorragias, anemias lo que ocasiona cansancio y fatiga, fiebre, pérdida de peso, diaforesis
nocturna

DIAGNÓSTICO.-

Hemograma: Anemia, trombocitopenia, leucopenia con linfocitosis.


Médula ósea: Infiltración de la médula ósea con células linfáticas.
Inmunoelectroforesis: Paraproteína monoclonal IgM.
Citogenética.
TRATAMIENTO.- Ciclofosfamida, prednisolona, rituximab.

OTRAS NEOPLASIAS HEMATOLÓGICAS LINFOMAS

El sistema retículo endotelial está constituido por dos componentes: hematopoyético y linforreticular. La proliferación
neoplásica del sistema linforreticular da origen a tumores sólidos conocidos como linfomas malignos.

CLASIFICACIÓN.- Se dividen en dos categorías amplias: linfoma de Hodgkin y linfoma no Hodgkin.

El linfoma de Hodgkin se diagnostica sobre bases histológicas por la presencia de células de Reed-Sternberg dentro del
fondo celular apropiado.

Dentro de los linfomas no Hodgkin podemos mencionar:

- Linfoma linfoblástico agudo


- Linfoma linfoplasmocítico.
- Linfoma folicular.
- Linfoma de células del manto.
- Linfoma macrocítico difuso de linfocitos B.
- Linfoma de Burkitt
ETIOLOGÍA.- Los linfomas son más comunes en varones y personas mayores. En general se desconoce la etiología de
los linfomas, aunque determinados tipos se relacionan con agentes infecciosos específicos y estimulación antigénica
crónica. El virus de Epstein Barr se encuentra en más de 90% de los casos de linfoma de Burkitt y el Virus Linfotrópico T
Humano tipo 1 (HTLV 1) se relaciona con una forma agresiva de linfoma de linfocitos T. Algunos casos de linfoma
gástrico se deben a infección por Helicobacter pylori. Trastornos autoinmunitarios como artritis reumatoidea y tiroiditis
de Hashimoto también se relacionan con la incidencia de linfomas.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS.- Muchos linfomas se presentan como una masa y en tal caso el establecimiento del
diagnóstico es casi siempre directo. Sin embargo, algunos casos presentan dificultades diagnósticas. Los linfomas son
grandes simuladores de otras enfermedades. Se presentan con pérdida de peso, fiebre o sudoración y deben considerarse
seriamente en un paciente con fiebre de origen desconocido. El prurito es otro síntoma que debe alertar sobre el
diagnóstico de linfoma. Los linfomas pueden causar obstrucción del conducto colédoco (ganglio en el hilio hepático) o
bloquear el flujo de salida renal. Alrededor del 60% de los linfomas afecta los ganglios linfáticos; el 40% restante puede
afectar casi cualquier órgano del cuerpo.

DIAGNÓSTICO POR BIOPSIA.- El diagnóstico se basa en el aspecto histológico de un ganglio linfático crecido u otro
tejido afectado, en la citología de la sangre o líquido cefalorraquídeo (LCR), por lo regular con el respaldo de
inmunofenotipificación y otras técnicas.

Inmunofenotipificación.- La identificación de proteínas específicas de tipo celular mediante anticuerpos marcados es


muy útil. El proceso de categorizar las moléculas antigénicas y los epítopos relacionados con los leucocitos humanos
comenzó en 1980 y hoy en día se maneja la nomenclatura de los CD, todo esto se realiza mediante la citometría de flujo.

ESTADIFICACIÓN.- Una vez que se determina el diagnóstico mediante biopsia y/o inmunofenotipificación, debe
efectuarse la estadificación y de acuerdo a los análisis efectuados incluyendo el diagnóstico por imágenes (TAC) se
clasifican en 4:

- Etapa I: afección de un solo grupo de ganglios linfáticos.


- Etapa II: afección de dos o más grupos de ganglios linfáticos en un lado del diafragma.
- Etapa III: afección de grupos de ganglios linfáticos a ambos lados del diafragma.
- Etapa IV: afección de sitios extralinfáticos (médula ósea o hígado).
TRATAMIENTO. - Dependiendo del tipo de linfoma se manejan diferentes tratamientos: quimioterapia, radioterapia,
tratamiento con anticuerpos y trasplante de médula ósea.

MIELOMA MÚLTIPLE
El mieloma múltiple es una enfermedad secundaria a la transformación maligna de un linfocito B terminalmente
diferenciado (plasmocito). Las células en diferenciación de la clona cancerosa tienen la morfología de plasmocitos o
linfocitos plasmocitoides, poseen genes de inmunoglobulina reordenados clonalmente y secretan casi siempre una
inmunoglobulina monoclonal IgG o IgA, una cadena ligera monoclonal, o ambas cosas. Tales proteínas monoclonales se
denominan paraproteínas y consisten en moléculas con estructura idéntica y por tanto producen una banda monoclonal
bien delimitada (banda M) en la electroforesis.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS.- La mayoría de los pacientes tienen entre 50 y 80 años. En todos los casos hay una
fase asintomática prolongada que puede durar algunos años, la llamada gammapatía monoclonal de implicaciones
indeterminadas. A medida que la enfermedad avanza y la médula ósea se infiltra de plasmocitos neoplásicos secretores de
inmunoglobulina monoclonal, pueden observarse varios cambios secundarios entre ellos: destrucción ósea, insuficiencia
renal, aplasia medular, infecciones bacterianas, hipercalcemia, amiloidosis, síndrome de hiperviscosidad.

DIAGNÓSTICO.-

Hemograma.- Se puede observar anemia normocrómica, normocítica o macrocítica. Cuando la enfermedad se encuentra
en una etapa avanzada, también puede verse trombocitopenia y neutropenia. El frotis de sangre periférica revela algunas
veces un cuadro leucoeritroblástico (que refleja infiltración medular) y en algunos sujetos plasmocitos, la VSG se
encuentra acelerada mayor a 100 mm/hora.

Estudio de médula ósea.- Se observa gran cantidad de plasmocitos, aunque en algunos casos existe solo un ligero
aumento.

Inmunoelectroforesis.- La electroforesis del suero muestra la IgA monoclonal como una banda bien delimitada y la
naturaleza de la paraproteína puede determinarse por inmunofijación. En un 50% de pacientes con mieloma, la
paraproteína es IgG, en 25% es IgA, en 20% es solo cadena ligera y en 1 a 2% es IgD o IgE. Los mielomas que producen
IgM son raros.

Detección de microglobulina beta 2.- Las concentraciones séricas de microglobulina β 2 (cadena ligera de las
glucoproteínas HLA clase I) se correlacionan con la masa tumoral y junto con la albumina sérica, constituyen un
marcador pronóstico muy importante.

Presencia de proteína Bence Jones.- Es posible detectar cadenas ligeras llamadas proteínas de Bence-Jones en el suero y
la orina mediante la prueba sensible llamada “ensayo para cadenas ligeras libres”.

Otros.- También se puede detectar hiperuricemia e hipercalcemia en suero sanguíneo. Mediante estudios por imágenes
(rayos X) se puede observar lesiones osteolíticas bien delimitadas.

Citogenética.- Determinados defectos citogenéticos suministran información pronóstica. Los individuos con
características citogenéticas de alto riesgo, como delección 17p y translocaciones t (14;16) o t (4;14) tienen peor
desenlace.

TRATAMIENTO.- Quimioterapia. Radioterapia. El trasplante alogénico de médula ósea está indicado en personas
menores de 45 años y posee alta mortalidad.

MACROGLOBULINEMIA DE WALDENSTRÖM

La Macroglobulinemia de Waldenström (WM), llamado también Linfoma linfoplasmocítico, es un subtipo de Linfoma no


Hodgkin de baja malignidad, se presenta en personas mayores de 50 años; se caracteriza por la presencia de una
paraproteína, aunque en contraste con lo observado en el mieloma, en este trastorno casi siempre se trata de IgM

Más del 90% de los pacientes con WM tienen una mutación del gen MYD88, esta mutación activa las vías que apoyan el
crecimiento y la supervivenvia de las células y un 30% de los pacientes afectados por la WM tienen una mutación del gen
CXCR4, que propulsa a las células a que regresen a la médula ósea.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS.- Se presenta linfadenopatías, cefalea, trastornos visuales, alteración de la


conciencia, trombosis, hemorragias, anemias lo que ocasiona cansancio y fatiga, fiebre, pérdida de peso, diaforesis
nocturna
DIAGNÓSTICO.-

Hemograma: Anemia, trombocitopenia, leucopenia con linfocitosis.


Médula ósea: Infiltración de la médula ósea con células linfáticas.
Inmunoelectroforesis: Paraproteína monoclonal IgM.
Citogenética.
TRATAMIENTO.- Ciclofosfamida, prednisolona, rituximab.

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