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PADRES

TEMA: PARROQUIA SAN MARTIN DE PORRES – PROGRAMA DE CATEQUESIS FAMILIAR


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PROPOSITO: Hoy nos reunimos para recodar que:


Dios nos habla todos los días y en todo momento.
La Biblia es Palabra de Dios que inspira y guía, es fuente de sabiduría y
guía para una vida fecunda.

1- ¿En tu hogar hablas y escuchas a tus hijos y familia? ¿De qué hablas?

2.- ¿Por qué crees que debemos conversar?

Dios nos habla a cada instante, todos los días, mediante la biblia. En ella encontramos
mensajes para cada momento de nuestras vidas, además hay que vivirlas. Dice Jesús: “No sólo de pan vive el
hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mt 4,4).
ILUMINAR:
2 carta de Timoteo 3, 14-17

1.- ¿Dónde encontramos la palabra de Dios? ¿Tienes una en casa y la lees?

2.- ¿Qué nos dice el texto bíblico?


REFLEXIÓN:

La Biblia significa libros sagrados o conjunto de libros también se le conoce como Sagrada
Escritura. Se divide en :
- Antiguo Testamento, 46 libros. Aquí Dios nos habla desde la creación del mundo hasta la
preparación de la llegada o venida de Jesús nuestro salvador.
- Nuevo testamento, 27 libros. En esta segunda parte nos habla desde el nacimiento de
Jesús, toda su vida hasta nuestros días y la preparación para su nueva venida.
En total suman 73 libros.
La biblia fue escrita por hombres escogidos e inspirados por Dios. Profetas, Reyes, etc. En
ella encontraremos mensajes, enseñanzas, conocimiento y mucho más, para cada momento
de nuestras vidas, en las alegrías, tristezas, desesperanza, dolor, misericordia, etc. Todos
estamos llamados a escuchar y debemos aprender de ella, sobre todo ponerlo en práctica
con nuestras acciones.
La Palabra revelada por Dios, engendra la vida de Dios en el alma como semilla incorruptible:
Las palabras que os he dicho son Espíritu y Vida (Jn 6,83). Nos alimenta, como dice Jesucristo:
No sólo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mt 4,4). Nos
hace espiritualmente fecundos (Isaías dice: Como descienden la lluvia y la nieve de los cielos,
y no vuelven allá sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen germinar, para que dé
simiente al sembrador y pan para comer, así será mi palabra, la que salga de mi boca, que no
tornará a mí vacía, sin que haya realizado lo que me plugo (complace) y haya cumplido aquello
a lo que la envié: Is 55,10- 11). Y nos deleita: La Palabra de Dios es más dulce que la miel
(Sal 19,11). Lo cual se puede ver en la experiencia que tuvieron los discípulos de Emaús, a
quienes les ardía el corazón, luego que Cristo les abrió las Escrituras (Lc 24,32). (Cathinet)

1. Debemos procurar tener una Biblia en casa y tenerla en un lugar especial y mucho mejor si es
el centro de tu casa porque es un signo visible de que también es el centro de la vida familiar.
2. Debemos compartir las lecturas en familia.
3. Vivir las enseñanzas de la palabra de Dios.

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