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La ira.

3º a 6°.
Elmer tenía muy mal genio. Por cualquier cosa que decía, explotaba. Un día su papá
decidió enseñarle una lección. Tomó su Biblia, una bolsa con clavos y un martillo, y
llevó a Elmer a la cerca que había en el patio de la casa. –Hijo, tienes muy mal genio –le
dijo–. Esto te va a causar muchos problemas en la vida si no aprendes a controlarte. –
No quiero enojarme, papá –dijo Elmer–. Pero es difícil dejar de hacerlo. –Voy a leerte
algo que dijo el sabio rey Salomón –dijo el papá y abrió su Biblia–. Los necios dan
rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan. Cerró la Biblia y
sacó el martillo y los clavos. LOS CLAVOS Y EL MARTILLO –Quiero que aprendas una
lección. Aquí tienes clavos y un martillo. Cada vez que pierdas los estribos, clavarás en
la cerca; un clavo por cada vez que te enojes y le grites a alguien. Eso no le pareció
gran cosa a Elmer. Sería divertido clavar. –Cada vez que claves –siguió diciendo el
papá–, quiero que pidas a Dios que te perdone por enojarte y que te ayude a controlar
tu mal genio. Eso iba a ser más difícil. Clavar sería fácil… pero pedir perdón, ¡eso era
otra cosa! El primer día Elmer clavó quince clavos en la cerca. Sus hermanos, que lo
vieron ir a la cerca a cada rato, le preguntaron lo que estaba haciendo. Cada vez que le
preguntaban algo, Elmer estallaba en rabia. Por cada explosión de mal genio, ¡más
tenía que clavar! –¿Cuántos clavos has puesto en la cerca? –le preguntó su hermana
Anita, entre risas. Eso causó otra explosión, y otro clavo fue a dar en la cerca. MEJOR
CONTROLAR QUE CLAVAR Poco a poco Elmer se dio cuenta de que era más fácil
controlar el mal genio que ir a clavar, así que cada día era menos lo que clavaba.
Pronto, casi no iba a la cerca. –¿Cómo te va, hijo? –le preguntó un día su papá–.
¿Sigues clavando? –Papá, estos últimos días casi no he clavado nada –dijo Elmer, con
bastante orgullo. –Ahora, hijo, quiero que saques los clavos. Cada vez que te controles
y no estalles en ira cuando te enojes, saca un clavo. ¿Recuerdas lo que dijo el rey
Salomón? –Sí, papá. Los sabios calladamente controlan la ira. YA NO HABÍA CLAVOS
Pasó el tiempo. Una tarde, cuando el papá volvió del trabajo, Elmer lo tomó del brazo y
le dijo que quería mostrarle algo. Fueron a la cerca, ¡y allí no había ni un solo clavo! –
Has hecho muy bien, hijo –le dijo el papá–. Pero quedaron agujeros. La cerca nunca
será la misma. Elmer bajó la vista, avergonzado. Luego empezó a contar los agujeros.
¡Había casi cincuenta! CICATRICES EN EL CORAZÓN –Estos agujeros son como las
cicatrices que dejas en el corazón de las personas cuando te enojas y les gritas. Cuando
dices cosas feas es como si les metieras un cuchillo. Elmer siguió mirando los agujeros
y empezó a comprender qué feas cicatrices había dejado en sus hermanos y sus
amigos. ¡Cuántas veces les había gritado! –Puedes pedir perdón a tus amigos pero no
puedes borrar las cosas feas que has dicho. Tu mal genio ha dejado muchas cicatrices.
La amistad es como una planta hermosa que hay que cultivar con sumo cuidado. Las
palabras feas y cortantes pueden destruir una amistad. Esa tarde, a la hora de la cena,
Elmer pidió perdón a sus hermanos por todo lo feo que había dicho cuando estaba de
mal humor. Elmer no había gritado a su mamá ni a su papá; pero muchas veces
murmuraba entre dientes cuando le mandaban a hacer alguna cosa. Eso también
dejaba cicatrices. Así que Elmer también pidió perdón a sus padres. VENCIENDO EL
MAL GENIO En la noche, antes de acostarse, Elmer dobló sus rodillas junto a la cama. –
¿Qué haces arrodillado, santito? –le preguntó Anita. Elmer quiso estallar pero recordó
acerca de las cicatrices que dejan las palabras hirientes, y más que nada recordó por
qué se había arrodillado. Quería pedir perdón a Dios y también pedir que le ayude a
cuidar sus palabras para no herir. Esa noche durmió más feliz que nunca. ¡Con la ayuda
de Dios y los consejos de su padre estaba venciendo el mal genio!

PK a 2º: https://www.youtube.com/watch?v=s_1ZuZZsau8

7º a 4ºM: https://www.youtube.com/watch?v=m-Ps2zxlFcs

El dolor.

3º a 6º: https://www.youtube.com/watch?v=a0ZQ9zlqbo8

PAGAR EL MAL CON EL BIEN Romanos 5:8. Una familia misionera fue asaltada en China
durante los llamados “tumultos vegetarianos”, y los padres y tres hijos fueron muertos. Los
cuatro niños restantes pudieron escapar después de haber visto asesinados a sus seres
queridos. Se encontraron nuevamente y decidieron que su venganza sería ésta: se irían todos y
obtendrían la mejor preparación posible, y luego volverían a China para dar su vida en servicio
a ese país que tan injusto había sido con el resto de su familia. Las hijas de una mujer viuda
que vivía en Australia fueron asesinadas en la misma ocasión que las cinco personas antes
mencionadas. Cuando llegó la noticia a la madre, su respuesta fue que como no tenía otras
hijas que dar, se daría a sí misma. Así, a los setenta y dos años de edad vendió cuanto tenía,
fue al lugar donde sus hijas habían muerto, aprendió la lengua del país, estableció una escuela,
dio veinte años de servicio, y cuando murió fue enterrada junto a sus hijas. Estos cinco
sobrevivientes de esa desgracia tan cruel e injusta, no se dejaron vencer por su dolor, lo
utilizaron y lo hicieron servir. En lugar de dejarse arrastrar por la rueda del carro de las
circunstancias crueles, subieron sobre el carro y lo dirigieron a un destino glorioso. (J.S.J.)

7º a 4ºM: https://www.youtube.com/watch?v=QW5NESx-Dxo

PK a 2º: https://www.youtube.com/watch?v=a0ZQ9zlqbo8

Frustración.

PK a 2º: https://www.youtube.com/watch?v=_w1n7OrQ7No

Preguntas…

El perdón

7º a 4oM: https://www.youtube.com/watch?v=dnF6e9h6zW8

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