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La fragata Libertad abrió sus puertas al público para mostrar el mundo de trabajo y obligaciones pero también de música y buen ambiente a bordo. Los cadetes y oficiales realizan múltiples tareas instructivas y de mantenimiento, manteniendo la disciplina pero escuchando música actual como rock nacional y pop. Los oficiales son personas cultas formadas en democracia que comparten mate y conversan amablemente con los visitantes sobre cualquier tema, excepto política interna, aunque viven experiencias similares a los civiles fuera del barco.
La fragata Libertad abrió sus puertas al público para mostrar el mundo de trabajo y obligaciones pero también de música y buen ambiente a bordo. Los cadetes y oficiales realizan múltiples tareas instructivas y de mantenimiento, manteniendo la disciplina pero escuchando música actual como rock nacional y pop. Los oficiales son personas cultas formadas en democracia que comparten mate y conversan amablemente con los visitantes sobre cualquier tema, excepto política interna, aunque viven experiencias similares a los civiles fuera del barco.
La fragata Libertad abrió sus puertas al público para mostrar el mundo de trabajo y obligaciones pero también de música y buen ambiente a bordo. Los cadetes y oficiales realizan múltiples tareas instructivas y de mantenimiento, manteniendo la disciplina pero escuchando música actual como rock nacional y pop. Los oficiales son personas cultas formadas en democracia que comparten mate y conversan amablemente con los visitantes sobre cualquier tema, excepto política interna, aunque viven experiencias similares a los civiles fuera del barco.
La Fragata Libertad, un mundo de trabajo y obligaciones pero tambi�n de m�sica y
"buena onda"
(Por Jos� Monz�n, enviado especial) - La Fragata Libertad abri� hoy su
cubierta e instalaciones para que los turistas y marplatenses puedan visitar en forma gratuita la hist�rica embarcaci�n de la Armada que en su interior encierra un mundo sorprendente que refleja las rutinas y tareas que los cadetes y oficiales realizan una vez por a�o durante la traves�a mundial que sirve de prueba final para los guardiamarinas de la fuerza, el escal�n inici�tico de la carrera de oficial. Con la melod�a del tema del cantautor espa�ol Jos� Luis Perales "Un velero llamado libertad" de fondo, los j�venes suboficiales y cadetes trabajaron esta �ltima semana sin pausa en las m�ltiples tareas que se realizan abordo, algunas instructivas y otras de mantenimiento rutinario de la fragata. La disciplina se mantiene y respeta, pero algunas cosas dan claras se�ales de aggiornamento de los marinos, como la m�sica que se escucha ocasionalmente abordo de la nave, donde est�n presentes el tango y el folclore, pero tambi�n temas de Catupecu Machu, Las Pelotas y Soda St�reo. La noche anterior a la llegada a la Base Naval de Mar del Plata, y mientras la nave permanec�a fondeada frente a las costas, la tripulaci�n particip� de una guitarreada en cubierta donde un alto oficial invitado del Ej�rcito desgran� su repertorio de temas folcl�ricos, en tanto que otros dos suboficiales de la Armada entonaron canciones m�s cercanas al estilo de Luciano Pereyra y Abel Pintos. El encuentro lleg� a su punto culminante cuando los improvisados m�sicos arrancaron con los acordes de "Muchachos" y all� desaparecieron las diferencias de rango y jerarqu�a, y desde el capit�n de la fragata, Gonzalo Nieto, hasta el �ltimo suboficial cantaron la canci�n de homenaje a los integrantes de la Selecci�n Argentina campeona del mundo en Qatar 2022. "Somos personas que fuera del mundo militar vivimos y sentimos las mismas cosas que el resto de la sociedad, andamos por la calle, vamos al supermercado, nuestros hijos van a escuelas comunes y nos comunicamos con nuestros vecinos. Es decir que estamos en contacto con la sociedad civil y con sus problemas e inquietudes", dijo a los enviados especiales de T�lam, un alto oficial de la Armada al tiempo que compart�a una tasa de mate cocido. "Somos oficiales formados durante la democracia, que han realizado tambi�n estudios en universidades civiles p�blicas y privadas, y eso nos da una visi�n m�s completa y una forma distinta de relacionarnos con el resto de la gente", explic�. La amabilidad hacia los hombres y mujeres civiles es casi una norma dentro de la Fragata, esa actitud no reconoce rangos y es ejercida de la misma forma por jefes y subordinados, quienes dejan de lado el gesto duro y marcial cuando hablan o se cruzan con los invitados ajenos al mundo castrense. En general, los oficiales de la fragata son personas cultas y atentas con las que se puede charlar de cualquier tema, aunque son reticentes a hablar de pol�tica interna de la Argentina, por la lealtad que le deben a la figura del jefe de la Fuerza y al Presidente de la Naci�n, m�s all� de quien est� al frente del Poder Ejecutivo. Por debajo de la cubierta, existe un universo oculto de salas de m�quinas, dep�sitos de provisiones, dormitorios con cuchetas, salas de estar, un mini hospital con quir�fano y una panader�a que trabaja de noche y que abastece de pan, facturas, bizcochos y pizzas para el desayuno, almuerzo, merienda y cena de la tripulaci�n. La nave tiene un sector destinado a los suboficiales (en la proa), otra para los oficiales (popa), y una zona intermedia para los cadetes, adem�s de la sala de m�quinas y los dep�sitos con los insumos que se utilizan a bordo. Todos comen la misma comida, desde el capit�n que conduce el barco, hasta el �ltimo suboficial de la dotaci�n, asegur� el jefe de Prensa de la Armada, Carlos G�mez Nolasco. Son distintos los lugares donde comen, se re�nen y duermen, ya que los 21 oficiales ocupan un lugar c�lido y prolijo, con sillas tapizadas de blanco y c�modos sillones para descansar y relajarse. La sala principal de los oficiales es compartida por una veintena de jefes de �rea y por el segundo jefe de la fragata, quien ocupa una silla distinta en el centro de la larga mesa de madera lustrosa. El capit�n de la nave es el �nico que dispone de un lugar exclusivo, con un sitio para recibir visitas y una mesa con mantel azul con el escudo de la Armada en el centro donde puede hacer sus comidas en solitario, o compartirlas con invitados especiales. En la cubierta de la nave se repiten las tareas de adiestramiento, simulacros de incendio y evacuaci�n para caso de riesgo de hundimiento, todo con miras al viaje de seis meses que la embarcaci�n, y su tripulaci�n, iniciar� en mayo pr�ximo por los mares del mundo como corolario de la formaci�n de los y las j�venes guardiamarinas.