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Siete años de espejismo inflacionario en

Bolivia
 Blogs, Opinión y Análisis

feb 10, 2015

Con la nueva metodología de cálculo se pudo crear un espejismo de la inflación en la economía


boliviana, reportando en 2008 un IPC del 11,8%

Carlos Schlink Ruiz

SLuego de alcanzar niveles de inflación estables en Bolivia durante casi una década 1998-2006,
con 3,6% en promedio, el 2007 se empieza a descontrolar la inflación en el país, producto del
incremento desmesurado del gasto público, gasto que no fue destinado a la inversión, falta de
políticas públicas que incentiven a los sectores productivos a incrementar la producción, además
del aumento de los precios internacionales de las materias primas, alcanzando una inflación del
11,7% en esa gestión.
En el 2008 se veía venir una crisis alimentaria mundial que harían presión al alza de los precios
locales de los alimentos, lo que generaría un incremento aún mayor de la inflación en nuestro
país, por esta razón, en abril/2008, el Gobierno decide cambiar la metodología de cálculo de este
indicador incrementando los grupos de bienes y servicios de 9 a 12 grupos, disminuyendo el
ponderador más sensible que es el grupo de alimentos y bebidas de 49,1% a 39,3%, además se
reducen los ponderadores de vivienda, transporte y esparcimiento. También se incrementa el
número de artículos de la canasta familiar de 324 a 364 artículos en los que introduce línea
blanca que no se compran todos los meses, como computadores, heladeras, microondas,
maestrías, pasajes de avión, etc.

Con esta nueva metodología de cálculo se pudo crear un espejismo de la inflación en la


Economía Boliviana, reportando el 2008 una inflación de 11,85%. Lo preocupante del caso es
que aún con el cambio de metodología, la inflación se mantuvo alta y más aún la inflación de
alimentos, haciendo notar que la economía de las familias utiliza cerca al 70% de sus ingresos
para alimentos y vestimenta, sintiendo una disminución fuerte del poder adquisitivo de las
personas.

Afortunadamente para el Gobierno en la gestión 2009 se atravesó por una crisis financiera a
nivel internacional, que permitió reportar un nivel bajo de inflación de 0,3%.

Lo que registra el INE

El 2010, el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica una inflación de 7,2%, reactivándose
nuevamente un descontrol de la inflación por alimentos, explicada por la mayor cantidad de
billetes y monedas emitidas por el Banco Central de Bolivia y el casi nulo incremento en la
producción de alimentos, bienes y servicios para la población. A consecuencia de esto el 2011 se
reporta una inflación de la gestión de 6,9%, el 2012 de 4,6%, el 2013 de 6,5% y el 2014 de 5,2%.

Desde la gestión 2008 hago seguimiento al indicador de inflación que es muy sensible en la
economía, además que el principal indicador para poder estimar los incrementos salariales en la
subsiguiente gestión, y aplicando la metodología de cálculo de la inflación avalada por los
Organismos Internacionales (Banco Mundial y FMI), asignando los ponderadores correctos a los
grupos de medición de manera mensual, se obtiene una inflación real en el 2008 de 23,5%, para
el 2009 de 3,4%, el 2010 de 15,3%, 2011 de 20,8%, 2012 de 10,7%, 2013 de 12,4% y para el
2014 de 10,8%.

De acuerdo con los datos del (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero 2015
registró una variación porcentual positiva de 0,97%, un porcentaje mayor al registrado en similar
fecha de 2014 que llegó a 0,3%, así como también la más alta desde enero 2011, explicado por el
incremento de precios de los alimentos y la salud. Tomando en cuenta el ponderador correcto la
inflación de enero 2015 fue de 2,4%.

Para el sector formal de la economía, que es el 35% estos incrementos pueden que no sean
significativos en muchos casos, pero para la gente que vive al día, es decir lo más pobres, los
incrementos, por ejemplo en un almuerzo, según lo definido por el INE, ha tenido un aumento
acumulado del 180%, es decir, en 2006, un almuerzo que costaba Bs. 5 a enero de 2015 cuesta
Bs. 14. Esto es un hecho muy preocupante porque está afectando de manera directa a las
personas que ganan “justo” para poder financiarse el alimento del día, además que representan
por lo menos el 55%de la población.

El IPC es un indicador básico para la elaboración de otros indicadores, como las tasas de interés,
el tipo de cambio real, UFV, y un IPC subestimado afecta la confianza en el análisis
económico ya que con esta información se diseñarán políticas públicas que incentiven la
producción que generen nuevas fuentes de empleo y crecimiento económico en el país.

La subestimación de la inflación incide en la gente más pobre, porque cada vez tiene menos
poder adquisitivo, es decir, que con la misma cantidad de dinero no compra la misma cantidad de
artículos que compraba en gestiones pasadas.

Carlos Schlink es economista, director de Tesoro y Crédito Publico de la Gobernación del


departamento de Santa Cruz

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