Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Son rocas que se generan por el enfriamiento de una masa líquida llamada magma que procede
del interior de la Tierra. Esta masa fundida se encuentra a altas temperaturas. Cuando se enfría y
solidifica durante su ascenso hacia la superficie de la Tierra, en zonas cercanas a la superficie
(corteza terrestre) da lugar a las rocas plutónicas, mientras que cuando se enfría y solidifica en la
superficie da lugar a las rocas volcánicas. La mayoría de las rocas ígneas están compuestas
principalmente por minerales silicáticos tales como: feldespatos, feldespatoides, cuarzo,
moscovita, biotita, hornblenda, piroxenos y olivino.
Las rocas plutónicas se originan bajo la superficie terrestre y, por tanto, al estar sometidas a
grandes presiones, sus minerales crecen muy unidos, formando rocas densas no porosas. Las rocas
volcánicas Se originan cuando los magmas salen a la superficie de la Tierra, dando lugar a la lava
de los volcanes, y se enfrían en la superficie terrestre a temperaturas y presiones bajas. El
resultado son rocas constituidas por una masa de cristales de pequeño tamaño o bien materia
amorfa sin cristalizar (vidrio).
Las rocas metamórficas se generan a partir de rocas prexistentes que, como consecuencia de
sufrir un aumento importante de temperatura y de presión por procesos geológicos
(enterramiento, intrusión de magmas, etc.), sufren reajustes. Este reajuste ocasiona cambios en
sus minerales y composición química de forma que la roca original (sedimentaria, ígnea o
metamórfica) se transforma en un nuevo tipo que llamamos roca metamórfica.
Las rocas sedimentarias detríticas son las formadas a partir de la sedimentación de fragmentos de
otras rocas después de una fase de transporte. La clasificación de estas rocas se basa en los
tamaños y la forma de los fragmentos que las componen.
FORMACIÓN DE ROCAS: Tras la sedimentación inicial, los sedimentos carbonatados van siendo
progresivamente enterrados por la presión de los sedimentos superiores. En términos geológicos,
las rocas de piedra caliza y dolomía se forman a partir de arena y barro por medio de una serie de
procesos que tardan entre miles y millones de años en completarse.
o Compactación
o Cementación y recristalización
o Fracturación
o Disolución
o Alteración química
COMPACTACIÓN
CEMENTACIÓN Y RECRISTALIZACIÓN
La cementación puede iniciarse en el suelo marítimo, pero, por lo general, se completa durante el
proceso de enterramiento. Los sedimentos blandos se van endureciendo progresivamente hasta
formar rocas sólidas. Durante el proceso, se precipita carbonato cálcico hacia el interior de los
poros, que también pueden rellenarse con otras sustancias químicas presentes en el agua (iones).
En algunos casos, el proceso se detiene de forma prematura y da como resultado una piedra caliza
más blanda.
FRACTURACIÓN
A causa del movimiento de las placas tectónicas, a menudo pueden observarse rocas totalmente
deformadas en la superficie terrestre. Aunque en la mayoría de los casos se trata de depósitos en
forma de lechos horizontales, estos lechos pueden inclinarse, formar pliegues o incluso
fracturarse. Esto hace que la minería selectiva de mineral puro resulte más difícil y, en ocasiones,
excesivamente costosa.
Las fracturas en la roca, especialmente en las carbonatadas, son determinantes, ya que permiten
la entrada de agua en el sistema previamente cerrado mediante cementación.
DISOLUCIÓN
En los depósitos de caliza, estas cuevas suelen rellenarse con material extraído del suelo (arcilla o
arena). Esta práctica es la responsable de la extensa contaminación presente en las zanjas
superiores de las canteras.
ALTERACIÓN QUÍMICA
Las fracturas también pueden introducir nuevas impurezas en el sistema. Los fluidos aprovechan
estas vías para alcanzar las rocas carbonatadas y reaccionar con ellas. Esto da lugar a la formación
de diversos minerales nuevos: óxidos de hierro y manganeso, pirita luminosa (el llamado ‘oro de
los tontos’) o fluorita púrpura, entre otros.
Estos minerales contaminan la roca carbonatada que, más tarde, en la producción de cal pura,
deberá descartarse.
En esta fase también puede aparecer dolomía (véase a continuación) que, en ocasiones, convierte
la piedra caliza en roca dolomítica aprovechable para la producción de dolomía calcinada. Sin
embargo, en la mayoría de los casos, esta suele estar contaminada con inclusiones de dolomía, lo
que dificulta aún en mayor medida las operaciones de minería.