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Héroes silenciosos
5 de diciembre de 202100:04 LA NACION

Martín Ferreira, fundador de Sonrisas y abanderado de la Argentina solidaria.

Cuando se critica a la televisión abierta por la superficialidad de su


programación, se pone el acento en el desaprovechamiento del medio para
educar e inspirar, apostando creativamente al desarrollo de contenidos
atractivos y estimulantes.

Uno de los buenos ejemplos que año tras año llega a la pantalla es, sin dudas,
el Premio Abanderados de la Argentina
Solidaria (premioabanderados.com.ar) que acaba de celebrar su duodécima
gala final.

Abanderados es un premio a emprendedores sociales de todo el país dedicados a


ayudar a nuestros compatriotas más vulnerables. Es el público mismo el que
postula a los candidatos que, previa preselección, son evaluados por un jurado
de prestigiosas personalidades. Por último, el público elige entre los ocho
finalistas. Los proyectos en los que trabajan estos líderes sociales abarcan
campos tan variados como educación, salud, nutrición infantil, discapacidad,
contención juvenil, cuidado del ambiente, desarrollo comunitario, acogimiento
familiar, reinserción laboral e inclusión a través del deporte y el arte, entre
otros.

Ideado y producido por Luz Libre, una empresa B, en alianza con


la Fundación Noble y el trece, Abanderados es un proyecto colaborativo que
cuenta con el apoyo de importantes organizaciones de la sociedad civil como
la Fundación Navarro Viola, CEDA Washington y Ashoka, junto a
numerosas empresas de primera línea.

Con un premio de un millón de pesos para continuar con su obra, fue elegido
este año Martín Ferreira, cuya organización Sonrisas brinda
acompañamiento educativo a más de 1300 niños y adolescentes en sus tres
centros sociales en Esteban Echeverría. Por otro lado, Sergio Manazzi,
creador de Rincón de Todos, en Santa Rosa, La Pampa, que trabaja en la
inclusión de personas con discapacidad a través del deporte, recibió el premio
especial de 500.000 pesos que otorga la Fundación Navarro Viola.

Muchas veces nos preguntamos cómo es posible que nuestro país resista una
sucesión de crisis políticas, económicas y sociales que parece no tener fin, sin
colapsar. Tal vez la respuesta haya que buscarla en los muchos Martín y Sergio
que, junto a los otros premiados y a los más de cien Abanderados distinguidos a
lo largo de estos primeros 12 años del ciclo, trabajan sin descanso. Han decidido
poner sus talentos al servicio de los demás, superando la queja y el
resentimiento, conformado una eficiente red de contención, invisible para
muchos, pero hacedora de milagros. Verdaderos héroes silenciosos,
ejemplos extraordinarios de vida, protagonistas de una urdimbre
que sostiene ese otro país en el que las grietas y los egoísmos quedan
superados por la generosidad y el altruismo de miles de
compatriotas.
LA NACION

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