Amado Nervo fue uno de los poetas más destacados del modernismo en la
literatura hispanoamericana. Su nombre real era Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo,
y nació el 27 de agosto de 1870 en Tepic, México. Hijo de una familia modesta, su infancia transcurrió en un ambiente rural y tranquilo, rodeado de naturaleza y lecturas. Desde joven mostró una gran sensibilidad poética, y comenzó a escribir poemas y cuentos a temprana edad. Después de completar su educación básica en su ciudad natal, Nervo se trasladó a la Ciudad de México para continuar sus estudios y trabajar como periodista. Allí comenzó a publicar sus primeros poemas y cuentos en diferentes periódicos y revistas, y rápidamente se convirtió en una figura destacada en el mundo literario. En 1894, publicó su primer libro de poesía, "Perlas Negras", que fue muy bien recibido por la crítica y el público. Este libro estableció el estilo poético de Nervo, caracterizado por la emotividad, la sensibilidad y la elegancia en el lenguaje. En 1895, Nervo viajó a España como corresponsal de guerra para cubrir la Guerra Hispanoamericana. Esta experiencia tuvo un gran impacto en su vida y en su obra, y lo llevó a profundizar en temas como el patriotismo, la muerte y la religión. A su regreso a México, Nervo se convirtió en uno de los líderes del movimiento modernista, que buscaba romper con la poesía tradicional y explorar nuevas formas de expresión. Su poesía se caracterizaba por el uso de imágenes simbólicas y la exploración de temas como el amor, la naturaleza y la espiritualidad. En 1900, publicó uno de sus libros más importantes, "Elevación", que incluye algunos de sus poemas más famosos, como "En Paz" y "La Raza de Bronce". En este libro, Nervo continúa explorando temas como la muerte, la trascendencia y la inmortalidad. A lo largo de su carrera, Nervo publicó numerosos libros de poesía, cuentos y ensayos, que lo convirtieron en uno de los escritores más destacados de su época. Entre sus obras más importantes se encuentran "El Estanque de los Lotos" (1912), "La Amada Inmóvil" (1916) y "Plenitud" (1918). Además de su trabajo literario, Nervo también se desempeñó como diplomático y representante de México en varios países, como España, Argentina y Francia. En estas misiones diplomáticas, Nervo tuvo la oportunidad de conocer a algunas de las figuras más importantes de la cultura y la política de la época, como Rubén Darío, José Martí y Paul Valéry. En 1918, Nervo sufrió una gran tragedia personal cuando su esposa Ana Cecilia Luisa Dailliez murió repentinamente en París. Este evento lo llevó a profundizar aún más en temas como la muerte y la pérdida, y su poesía se volvió aún más intensa y emotiva. Nervo continuó trabajando como diplomático y escritor hasta su muerte en 1919. En mayo de 1919, Amado Nervo se encontraba en Montevideo, Uruguay, donde había sido nombrado embajador de México. Durante su estadía en ese país, Nervo continuó trabajando en su poesía y en su carrera diplomática, pero su salud comenzó a deteriorarse. El 24 de mayo de 1919, Nervo murió repentinamente a los 48 años de edad. Su muerte fue un shock para la comunidad literaria y diplomática de la época, y su obra se convirtió en un legado inmortal para la literatura hispanoamericana. Después de su muerte, se publicaron varios libros póstumos de Nervo, incluyendo "Últimos Poemas" (1919) y "Póstumo Amor" (1920). Estas obras reflejan la intensidad y la emotividad de su poesía, así como su profunda reflexión sobre la vida y la muerte. La obra de Amado Nervo ha sido objeto de numerosos estudios y análisis, y ha sido reconocida como una de las más importantes de la literatura hispanoamericana. Su estilo poético, caracterizado por la elegancia y la emotividad, ha influido en muchos otros escritores y ha dejado una huella indeleble en la cultura hispana. En resumen, Amado Nervo fue un poeta, escritor y diplomático mexicano que se convirtió en uno de los más destacados exponentes del modernismo en la literatura hispanoamericana. Su obra se caracteriza por la emotividad, la sensibilidad y la elegancia en el lenguaje, y ha dejado una huella indeleble en la cultura hispana. Aunque murió joven, su legado literario sigue vivo y continúa inspirando a las generaciones futuras.