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OPOSICIÓN JUDÍA Y APERTURA A LOS GENTILES

- La predicación y los signos portentosos que la acompañaban, motivó como era previsible, la oposición por
parte de las autoridades judías de Jerusalén. Los Hechos dan cuenta de intervenciones en contra de la
predicación apostólica por parte de los Sumos sacerdotes y sus partidarios saduceos, así como también del
Sanedrín1, que culminó con la lapidación de Esteban2. El martirio de Esteban3 marcó el comienzo de una gran
persecución, la primera sufrida por la Iglesia. Esta persecución obligó a muchos discípulos a huir de
Jerusalén4, iniciándose un período de difusión del Evangelio fuera de los confines del mundo hebreo 5 y de
inexorable separación entre la Iglesia naciente y el judaísmo.
- El diácono Felipe predicó el Evangelio a los samaritanos, ante cuya conversión los Apóstoles enviaron desde
Jerusalén a Pedro y Juan para confirmar la obra por ellos iniciada 6. El mismo Felipe logró la conversión del
eunuco ministro de la reina de Etiopía7 y continuó su labor apostólica en otras regiones8.
- Pero fue en Antioquia donde se produciría un hecho decisivo para el futuro desarrollo de la Iglesia. A esta
ciudad, capital de Siria y una de las grandes metrópolis del Oriente, llegaron algunos fugitivos de Jerusalén
que predicaban el evangelio solamente a los judíos. Algunos de ellos sin embargo que eran helenistas, lo
anunciaban también a los griegos9, comenzando de hecho la difusión del Evangelio entre los gentiles. A través
de una intervención divina, Pedro había comprendido poco antes, que esta era la voluntad de Dios y se
sometería a ella10. El relato de la conversión del centurión Cornelio, pone de manifiesto el asombro de Pedro
y sus acompañantes cuando el Espíritu Santo descendió sobre la familia de Cornelio. Cuando los demás
Apóstoles y cristianos judíos, se enteraron de lo sucedido interpelaron a Pedro 11, quien dio una respuesta que
logró tranquilizarlos12.
- Mientras tanto Pablo había vivido la experiencia de su conversión 13 y se preparaba el comienzo de su
infatigable apostolado. Por entonces se desató en Jerusalén una nueva oleada de persecución con ocasión del
martirio de Santiago el Mayor por obra de Herodes Agripa14. Pedro fue arrestado y después de su milagrosa
liberación15 abandonó Jerusalén y junto con él los demás Apóstoles.
- Bernabé vivía con Pablo en Antioquia16 y desde allí comenzarían juntos su aventura apostólica 17, el llamado
primer viaje misionero de San Pablo (años 45-49).
1
Hch. 5, 17ss.: “Intervino entonces el Sumo Sacerdote con todos sus partidarios, los de la secta de los saduceos. Llenos de envidia, hicieron
arrestar a los Apóstoles y los enviaron a la prisión pública. Pero durante la noche, el Ángel del Señor abrió las puertas de la prisión y los hizo
salir…el jefe del Templo y los sumos sacerdotes quedaron perplejos y no podían explicarse qué había sucedido…Los hicieron comparecer
ante el Sanedrín, y el Sumo Sacerdote les dijo: Nosotros les habíamos prohibido expresamente predicar en ese Nombre, y ustedes han
llenado Jerusalén con su doctrina”.
2
Hch.7,57.58: “Ellos comenzaron a vociferar y, tapándose los oídos, se precipitaron sobre él como un solo hombre, y arrastrándolo fuera de la
ciudad, lo apedrearon”.
3
Alrededor del año 34.
4
Hch.8,1: “Ese mismo día, se desencadenó una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén. Todos, excepto los Apóstoles, se
dispersaron por las regiones de Judea y Samaría”.
5
Hch.8,4: “Los que se habían dispersado iban por todas partes anunciando la Palabra”.
6
Hch.8,5ss: “Felipe descendió a una ciudad de Samaría y allí predicaba a Cristo…todos, hombres y mujeres, se hicieron bautizar…Cuando los
Apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que los samaritanos habían recibido la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan”.
7
Hch.8,26-40: “Llegaron a un lugar donde había agua, y el etíope dijo: «Aquí hay agua, ¿qué me impide ser bautizado?».
8
Hch.8,40: “Felipe se encontró en Azoto, y en todas las ciudades por donde pasaba iba anunciando la Buena Noticia, hasta que llegó a
Cesarea”.
9
Hch.11,19: “Los que se habían dispersado durante la persecución que se desató a causa de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y
Antioquía, y anunciaban la Palabra únicamente a los judíos…Sin embargo, había entre ellos algunos hombres originarios de Chipre y de
Cirene que, al llegar a Antioquia, también anunciaron a los paganos la Buena Noticia del Señor Jesús”.
10
Hch.10,28ss: (Pedro en Cesarea, hablando al centurión Cornelio) “Ustedes saben que está prohibido a un judío tratar con un extranjero o
visitarlo. Pero Dios acaba de mostrarme que no hay que considerar manchado o impuro a ningún hombre…verdaderamente, comprendo que
Dios no hace acepción de personas…Y ordenó que fueran bautizados en el nombre del Señor Jesucristo”.
11
Hch.11,2: “Cuando Pedro regresó a Jerusalén, los creyentes de origen judío lo interpelaron diciéndole: «¿Cómo entraste en la casa de gente
no judía y comiste con ellos?».
12
Hch.11,17: “Si Dios les dio a ellos la misma gracia que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿cómo podía yo oponerme a
Dios?»… Después de escuchar estas palabras se tranquilizaron y alabaron a Dios, diciendo: «También a los paganos ha concedido Dios el
don de la conversión que conduce a la Vida».
13
Hch.9,1ss: “Cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?»… levántate, y entra en la ciudad: allí te
dirán qué debes hacer”.
14
Hch.12,1ss: “El rey Herodes hizo arrestar a algunos miembros de la Iglesia para maltratarlos, mandó ejecutar a Santiago, hermano de Juan,
y al ver que esto agradaba a los judíos, también hizo arrestar a Pedro”. Herodes Agripa I, llamado “rey” para distinguirlo de su tío Herodes
Antipas el Tetrarca (el de la Pasión), fue rey en Judea y Samaría durante el reinado de Claudio (41-54) desde el año 41 hasta su muerte en el
44. La persecución y martirio de Santiago debe haber ocurrido por lo tanto durante ese período.
15
Hch.12,7: “Apareció el Ángel del Señor y una luz resplandeció en el calabozo. El Ángel sacudió a Pedro y lo hizo levantar, diciéndole:
«¡Levántate rápido!». Entonces las cadenas se le cayeron de las manos”.
16
Hch.11,26: “Ambos (Pablo y Bernabé) vivieron todo un año en esa Iglesia (Antioquía) y enseñaron a mucha gente. Y fue en Antioquía, donde
por primera vez los discípulos recibieron el nombre de «cristianos».
17
Hch.13,2: “Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: «Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la
obra a la cual los he llamado»… Ellos, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron”.

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