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El SI y las constantes que lo definen

Esta publicación presenta información sobre la definición y el uso del Sistema Internacional de
Unidades, universalmente conocido como el SI (del francés Système international d’unités), del
cual es responsable la Conferencia General de Pesas y Medidas (CGPM). En 1960, la 11ª CGPM
definió y estableció formalmente el SI y, posteriormente, lo ha revisado cada cierto tiempo, en
respuesta a los requisitos de los usuarios y a los avances en ciencia y tecnología. La revisión más
reciente y quizás la más significativa del SI desde su establecimiento ha sido la realizada por la 26ª
CGPM (2018), la cual se documenta en esta 9ª edición del folleto sobre el SI. La Convención del
Metro y sus órganos, la CGPM, el Comité Internacional de Pesas y Medidas (CIPM), la Oficina
Internacional de Pesas y Medidas (BIPM) y los Comités Consultivos se describen en el apartado “El
BIPM y la Convención del Metro”,

El SI es un sistema consistente de unidades para su utilización en todas las facetas de la vida,


incluyendo el comercio internacional, la fabricación, la seguridad, la salud y la seguridad, la
protección del medio ambiente y la ciencia básica que sustenta todo ello.

El sistema de magnitudes subyacentes bajo el SI y las ecuaciones que las relacionan se basan en la
descripción actual de la naturaleza y resultan familiares para todos los científicos, tecnólogos e
ingenieros. La definición de las unidades SI se establece mediante un conjunto de siete constantes
definitorias. El sistema completo de unidades puede derivarse a partir de los valores numéricos
fijos de estas constantes definitorias, expresados en unidades del SI. Estas siete constantes
definitorias constituyen la característica fundamental de la definición de todo el sistema de
unidades. Estas constantes particulares se eligieron después de ser identificadas como la mejor
opción, teniendo en cuenta la definición anterior del SI, basada en siete unidades básicas, y el
progreso en la ciencia. Para la realización de las definiciones puede emplearse una variedad de
métodos experimentales descritos por los Comités Consultivos del Comité Internacional de Pesas y
Medidas (CIPM). Las descripciones de estas realizaciones se conocen también como "mises en
pratique (puestas en práctica)". Las realizaciones podrán actualizarse tras el desarrollo de nuevos
experimentos; por este motivo, no se incluye en este folleto consejo alguno sobre la realización de
las definiciones, aunque puede accederse a ellos a través de la página web del BIPM.

Motivación para el uso de constantes en la definición del SI

Históricamente, las unidades SI se han presentado como un conjunto de unidades básicas,


últimamente siete. Todas las demás unidades, denominadas unidades derivadas, se construyen
como productos de potencias de las unidades básicas.

Para las unidades básicas se han utilizado diferentes tipos de definiciones: propiedades de
patrones materializados, como la masa del prototipo internacional (KPI) para la unidad kilogramo;
un estado físico específico como el punto triple del agua para la unidad kelvin; prescripciones
experimentales ideales como en el caso del amperio y la candela; o constantes de la naturaleza,
como la velocidad de la luz para la definición de la unidad metro.
Para ser de utilidad práctica, estas unidades no solo tienen que definirse, sino que también tienen
que realizarse físicamente para su diseminación. En el caso de un patrón material, la definición y la
realización son equivalentes – un camino que siguieron las civilizaciones antiguas avanzadas.
Aunque esto es simple y claro, los patrones materiales implican el riesgo de pérdida, daño o
alteración. El resto de definiciones de unidades son incrementalmente abstractas o ideales. Ahora,
las realizaciones se separan conceptualmente de las definiciones para que las unidades puedan, en
principio, realizarse de manera independiente en cualquier lugar y tiempo. Además, pueden
introducirse nuevas y mejores realizaciones a medida que progresen la ciencia y la tecnología, sin
necesidad de redefinir la unidad. Estas ventajas – la más evidente vista en la historia de la
definición del metro, desde el primer patrón material, pasando por una transición atómica de
referencia, hasta el valor numérico fijo de la velocidad de la luz – llevaron a la decisión de definir
todas las unidades utilizando constantes. La elección de las unidades básicas nunca fue única, pero
se consolidó a lo largo de la historia y se hizo familiar para los usuarios del SI. La distinción entre
unidades básicas y derivadas sigue manteniéndose en la actual definición del SI, pero se ha
reformulado como consecuencia de la adopción de las constantes definitorias.

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