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Los días de la ballena.

Reseña

Las comunas de Medellín han tenido una reputación muy conocida. Las distinguimos como zonas
peligrosas, de delito y mucha pobreza, más que todo la comuna 13. Cuando hay una situación de
este tipo, inevitablemente la comunidad crea métodos de resistencia, ya ser por juntas de acción
comunal, paramilitarismo, o el arte. Es el arte el tópico en el que me enfocaré para este escrito, ya
que entorno a este es que se desarrolla la trama de Los días de la ballena.

Los días de la ballena abarca la historia de Cristina y Simón, dos jóvenes apasionados por el
muralismo y el grafiti, quienes usan este arte para expresar sus ideas en las paredes de Medellín.
Cristina tiene familia pudiente, vive con su papá en un barrio estrato alto y está en una universidad
seguramente privada. Por otro lado, Simón vive con su mamá en la comuna trece, afrontando el
contexto que implica vivir en un barrio popular. Pese a sus procedencias tan diferentes, les unen
dos cosas: la casa de la cultura del barrio, en la que se encuentran para compartir saberes, arte y
palabra; y un perrito que adoptó Simón, pero que ambos cuidan.

En el barrio que se desarrolla la película hay sujetos que ejercen las conocidas “mordidas”, las
cuales con cuotas que cobran a los habitantes de la zona para ejercer control territorial. Ante tal
situación, Cristina y Simón responden con lo que más sabe hacer: grafiti. A estos sujetos no les
gusta la forma en que estos jóvenes responden a sus actos, por lo que deciden comenzar a
meterles miedo con el fin de mantener las cosas “en orden”. Ante tal situación, por iniciativa de
Simón, la pareja decide insistir con su mural, obteniendo como resultado la muerte del perro que
tenían, y varias puñaladas en el cuerpo de la pareja de Cristina.

Esta película logra recrear cómo se refleja la lógica violenta de la guerra en las urbes colombianas,
donde también se usan las paredes para dar un mensaje de terror y así controlar las poblaciones
que viven sometidas por algún grupo armado. Sin embargo, también se percibe la resistencia (cada
vez mayor) que oponen los protagonistas ante la represión que sufren a diario. El arte siempre ha
sido y será una herramienta por medio de la cual podremos no solo expresarnos, sino generar
cambios en nuestro entorno cultural y físico. Eso es el arte: la resistencia de los pueblos.

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