Primero que nada, me di cuenta de que el hecho de hacer consciente lo que
considero mis valores, cambia completamente la manera en que pienso de mi mismo y puede llegar a impactar la manera en la que me comporto. Me percaté de cosas importantes, valores que consideraba importantes en mi día a día como la benevolencia y la sabiduría, son cosas que no practico tanto como suponía y que son vicios más que virtudes, por otro lado, hubo otras que encuentre muy altas como amor, compromiso y templanza; estas puedo tomarla como virtudes. Creo que hay varios factores que influyeron en esto, sobre todo que lo hice consciente y empece a esforzarme por cumplirlos, me siento bastante satisfecho por la manera en la que reacciono a situaciones que se me presentan y logre mantenerme firme con mis metas y deberes. Hay otros valores que aunque no estuvieron tan bajos, si debo mejorar, pues yo los consideraba más valiosos para mí y traes este ejercicio, me di cuenta de que en ocasiones los dejo de lado sin darme cuenta: estos son la honestidad, la familia y la gratitud. Es por esto que encuentro valor en este ejercicio, el hecho de actuar sin reflexionar no nos da mucha oportunidad de mejorar o trabajar en aquello que consideramos valores, sin embargo, cuando se puede medir de manera cuantitativa, es posible determinar en que se ha fallado y como se puede solucionar. Definitivamente, es un ejercicio que repetiría y procuraré integrar en mi día a día (aunque no de manera tan rigurosa) para crecer y poder vivir en aquello a lo que le doy valor.