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Eugenio, un mago amargado que vive solo en el bosque, encuentra una corona de cristal brillante. Decide emprender un viaje para encontrar a su dueña. Después de varios días de caminata, llega a un gran castillo donde ve a una hermosa princesa de cabello rojizo con la corona perdida. Aunque la princesa agradece a Eugenio por traerle de vuelta la corona, lo mata porque resulta ser una psicópata obsesionada con las coronas y ser el centro de atención.
Eugenio, un mago amargado que vive solo en el bosque, encuentra una corona de cristal brillante. Decide emprender un viaje para encontrar a su dueña. Después de varios días de caminata, llega a un gran castillo donde ve a una hermosa princesa de cabello rojizo con la corona perdida. Aunque la princesa agradece a Eugenio por traerle de vuelta la corona, lo mata porque resulta ser una psicópata obsesionada con las coronas y ser el centro de atención.
Eugenio, un mago amargado que vive solo en el bosque, encuentra una corona de cristal brillante. Decide emprender un viaje para encontrar a su dueña. Después de varios días de caminata, llega a un gran castillo donde ve a una hermosa princesa de cabello rojizo con la corona perdida. Aunque la princesa agradece a Eugenio por traerle de vuelta la corona, lo mata porque resulta ser una psicópata obsesionada con las coronas y ser el centro de atención.
En un bosque muy lejano lleno de árboles y flores hermosas, existía una
cabaña que por fuera se veía linda por su simplicidad. En esta cabaña vivía un mago amargado y triste llamado Eugenio, este que ni con la poca magia que tenía le daba felicidad a su vida, ya que sólo quería vivir en la amargura, así como también en la enorme tristeza que sentía por estar solo. No le importaba que se estuviera quedando sin su magia por el poco uso que le daba a esta. Un día como cualquier otro Eugenio caminaba por el bosque buscando algún animal para su cena, cuando a lo lejos vio algo que brillaba demasiado esto llamó tanto su atención que corrió a ver que era, al llegar se sorprendió tanto que por primera vez sonrió. Se había encontrado una corona de cristal, brincó de la felicidad y volvió a su cabaña para no dar sospechas de lo que se había encontrado, ya que por el mismo bosque algunas veces pasaba un vago que estaba fuera de la realidad aparte de eso todo lo que se encontraba se lo llevaba para él, en otras palabras se lo robaba, él no sabía ni como se llamaba ni que hacía en ese bosque y solo andaba con un zapato muy viejo y sucio, una pantaloneta y un buso algo rasgado. Gritando “busco un carro para irme del bosque”, Eugenio de tanto escuchar al vago decir eso, nombró al carro que el vago tanto buscaba “un con carro fantasma”. Por otra parte, Eugenio se fue a su cabaña y allí se propuso encontrar a la dueña de esa corona de cristal, aunque él nunca había salido del bosque sabía que no sería fácil encontrarla, así que emprendió un viaje a la búsqueda de ella, mientras caminaba se sorprendía tanto; por cada cosa que veía en el bosque y que él nunca había visto; por vivir en la soledad, cuando llevaba 4 días viajando y escuchó caballos galopando, él empezó a seguir el sonido y vio una casa muy grande que parecía un castillo: por fuera de la casa había muchos hombres con armas, así que él dijo “acá debe de estar la princesa de esta corona perdida”, cuando a lo lejos en una ventana vio a una mujer muy bella con el cabello rojizo, pecas en la nariz y con los ojos verdes como las hojas de los árboles. Apenas la vio corrió, gritó muchas veces “princesa encontré tu corona” pero enseguida los hombres lo detuvieron y con un solo golpe lo hicieron desmayarse, luego lo encerraron en el sótano de la enorme casa, al despertarse lo primero que vio fue a la mujer princesa, ella lo saludó y además le agradeció por haberle encontrado la corona y traerla de vuelta. Dicho esto, lo mató porque ella era una rica, psicópata, asesina que no le importaba nadie más que ella. También estaba obsesionada con las coronas y ser el centro de atención de todas las personas que la rodeaban.