Docente: Sra.

Antonia Quiróz
Asignatura: Psicopedagogía, Evaluación y Diagnóstico.

“Mi Infancia Escolar”

Daniela V. Huenchur B.
Psicopedagogía

Mi Infancia Escolar
Las técnicas y metodologías de enseñanza que se emplean hoy en día, no son
las mismas que hace 15 años. Tiempos en los que los profesores dedicaban las
horas de clases a entregar contenidos de manera expositiva, sin adaptarse a las
distintas formas en los que los alumnos abarcaban la materia.
Desde temprana edad manifesté mi agrado por el área de la lecto-escritura,
añoraba el tiempo de lectura silenciosa en el colegio, participaba activamente
en concursos de invención de poemas, cuentos, canciones, etc. A medida que
fui creciendo física e intelectualmente algunas asignaturas tales como; historia
y geografía, religión, entre otros, se me presentaban con mayor dificultad, sin
embargo, a la edad de 11 años mis padres determinaron cambiarme de colegio
por motivo de la lejanía de éste.
En mi nueva escuela mi desempeño escolar se vio favorecido, mantuve mis
estilos de aprendizaje sin siquiera saberlo en el momento, pude satisfacer mis
necesidades educativas inconcientemente, como al destacar con colores
variados las ideas principales de un texto, realizar esquemas de las materias,
estudiar en la noche, asimilar la materia textualmente, etc., mis calificaciones
mejoraron notablemente y se mantuvieron así hasta egresar de 8º básico.
Al avanzar a 1º Medio, fui matriculada en un liceo cercano, en donde
influenciada por mis compañeras de curso participé en un grupo de estudio de
5 a 6 personas. Las experiencias vividas al enfrentarme a tantos estilos de
aprendizaje me ayudaron a percatarme de modo casi inmediato de las
diferentes necesidades individuales que poseemos al adquirir conocimientos.
Frecuentemente se delegaba a una persona para que leyera la materia para
posteriormente explicarla al grupo, sin embargo, resultó dificultoso adaptarme a
dicho procedimiento, teniendo que leer la materia por mi misma, asimilarla tal
como aparecía en la guía sin modificar las palabras para luego explicarla o
comentarla con mis compañeros.
Cuando observamos que una persona no comparte lo suficiente con las demás
que la rodean, prefiere realizar actividades individuales o con la menor cantidad
posible, la tarjamos rápida y superficialmente como “la antisocial del curso”, sin
embargo ignoramos el por qué de su actitud. En mi caso particular he sido
catalogada en reiteradas oportunidades con tal calificativo, por la sencilla razón
de que el estilo de aprendizaje al que pertenezco posee características y
necesidades que requieren una interacción entre el estimulo visual y yo.
Otra de las particulares que destacan de mi E. A. asimilador es que domina la
conceptualización abstracta y la observación reflexiva, al analizar con detención
estas características pude darme cuenta de que en todos estos años de estudio,
incluyendo el actual, he afianzado mi E. A. y es que siempre me he preocupado
por adaptar la enseñanza a mis necesidades, es decir, modificar la manera en la
que se me entregan los contenidos de acuerdo a mi conveniencia, por ejemplo:
en mi adolescencia, cuando mi padre se dispuso a enseñarme a conducir el
automóvil tuvo que adecuarse a mis cualidades, ya que al momento de
explicarme el asunto de los cambios en el embrague mediante la práctica tuve
dificultades de comprensión, no obstante le pregunté sobre la función del
embrague en teoría, a lo cual respondió: La función del embrague es
desconectar el motor de la transmisión para que los engranajes de la caja de
cambios reduzcan su velocidad, para que de esa forma puedan efectuarse los
cambios de marcha. Cuando mi padre finalizó pude asimilar y aplicar la
información entregada y comprendí aún más la importancia que implica el
adaptar la información a nuestra condición de comprensión y no adaptarnos
nosotros a la metodología de enseñanza del profesor. Aunque lo ideal sería que
los profesores o docentes tomaran en cuenta la diversidad de estilos que se
presentan en una sala de clases.

Daniela V. Huenchur B.
Psicopedagogía