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Una consecuencia mayúscula del actual estado de la economía es la gran cantidad de deudas
que se acumulan en los cajones de los acreedores y la dificultad de realizar una averiguación
patrimonial de bienes del deudor.
Cuanto más tiempo se demora la reclamación de un pago, más dificultades presenta su cobro.
Por tanto apresurarse en la reclamación de la deuda, es un aliado que posibilita el éxito del
pago.
Los expertos en morosidad y créditos aconsejan llegar a un acuerdo amistoso entre deudor y
acreedor antes de recurrir al juzgado para reclamar el cobro. No obstante, llegado el momento
en que no es posible el acuerdo, la legislación vigente establece cauces por los que se puede
demandar la liquidación de una deuda.
La reclamación por vía judicial puede seguir tres cauces contemplados en la Ley de
Enjuiciamiento Civil (LEC):
-El procedimiento cambiario, pensado para débitos justificados por una letra, cheque
o pagaré.
-El proceso monitorio, que lo puede requerir quién tenga justificación documental de
la deuda. Éste sistema es el que utilizan las comunidades de propietarios y entidades que
pueden acreditar la obligación mediante factura o documento similar.
-Los procedimientos ordinario y verbal, que son los recursos con que cuenta quien
siendo acreedor no tiene su supuesto contemplado en los procedimientos anteriores o
teniéndolo, prefiere las garantías del presente frente a los primeros.
Sea cuál sea el procedimiento judicial que se ha iniciado por iniciativa del acreedor, la
consecuencia lógica es exigir la satisfacción de la deuda contraída a la parte deudora. No
obstante, en ocasiones no acaba aquí el proceso, pues aun teniendo sentencia favorable, el
deudor no atiende a su deber.
El acreedor puede acudir a los registros públicos, como el Registro de la Propiedad, para
obtener un informe de bienes. Sin embargo, éstos pueden no ser suficientes para satisfacer el
pago.
Basta con hacer una solicitud ante el juzgado correspondiente, justificando la existencia del
patrimonio del deudor.
No obstante hay que considerar que existe una serie de bienes inembargables protegidos
por la LEC. (arts. 605 a 607)
Aparte la información que nos pueda facilitar nuestro cliente, podemos acudir a
– Empresas especializadas en investigación de bienes
– Listines Telefónicos
– Detectives Privados
– Dirección General de Tráfico, en el que nos darán la titularidad de un vehículo si sabemos su
matrícula.
– Registro de Bienes Muebles, en el que está inscritos bienes muebles, no sólo vehículos, sino
buques, aeronaves, maquinaria industrial, así como las garantías impuestas sobre los mismos.
Es necesario el DNI del titular para hacer la averiguación.
– Registro Mercantil.-Donde se puede encontrar información de la empresa, estado financiero,
etc.
– Registro de la Propiedad.- Para conocer los datos de bienes inmuebles. Se puede consultar
online desde registradores.org
En este caso, podemos acudir al Registro Central de la Propiedad para pedir información de
todos los bienes inmuebles que tenga una persona en todo el territorio.
El Punto Neutro Judicial sirve de apoyo a Jueces y tribunales y ofrece información a sus
usuarios.