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Mensaje y Pedagogía de Jesus
Mensaje y Pedagogía de Jesus
El contexto en el cual se imparte la educación cristiana es importante. Debemos ver éste no sólo
considerando los acontecimientos sociales, políticos y económicos, sino también la situación
existencial de las personas, sus experiencias y entendimientos de la fe.
Se hace necesario que la educación cristiana que se imparte en la iglesia haga posible que el
mensaje de Jesús se transmita de una manera clara y pertinente. Se requiere que se examine
cuidadosamente el contexto estableciendo un diálogo con él. La educación cristiana debe tener
como una de sus prioridades el ofrecer respuestas concretas a los interrogantes que lanza la
sociedad.
Es significativo indicar que todos los evangelistas colocan la actividad pedagógica de Jesús desde el
inicio de su ministerio. Marcos nos dice: "Entraron en Capernaúm, y el sábado entró Jesús en la
sinagoga y comenzó a enseñar. Y se admiraban de su doctrina porque les enseñaba como quien
tiene autoridad y no como los escribas" (Mc 1:21-22). De igual manera los evangelistas finalizan sus
relatos con una exhortación de Jesús comisionando a sus discípulos a predicar y a enseñan el
mensaje recibido. "Id y haced discípulos a todas las naciones,... y enseñándoles..." (Mt 28:19-20ª).
Mirar los evangelios con un lente pedagógico podría ser muy revelador e ilustrativo para nuestra
práctica educativa. En ellos descubrimos que la misión de Jesús, al igual que la d la iglesia, es la de
enseñar.
Aunque los evangelios contienen una cantidad de material histórico-narrativo, examinado bajo el
lente de la primera iglesia, en el momento en que Jesús comienza su ministerio todo lo que El hace
es motivo de una enseñanza. En sus acciones y estilos Jesús modela pedagogía y en sus dichos
transmite un contenido teológico. Jesús tomó de las experiencias de la vida cotidiana para hacer de
ellas temas de enseñanza religiosa. Lo que nos ilustra sobre su énfasis como Maestro en la
penitencia y en la aplicación. De las actividades pedagógicas de Jesús podemos extraer ejemplos
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sobre las muchas formas en que se puede impartir la enseñanza, las diferentes maneras en que la
gente aprende y de cómo los escenarios modifican la experiencia educativa.
Al leer los evangelios con un lente pedagógico apreciamos la gran diversidad de métodos empleados
por Jesús y el cómo la pedagogía y el contexto se relacionan. Pues los métodos de Jesús fueron
respuestas concretas a experiencias a las cuales El quería responder. Entre los métodos empleados
por Jesús tenemos: historias, parábolas, milagros, oraciones, discursos, símbolos y lenguaje
simbólico, preguntas y respuestas, estudio de casos, repetición, inducción, motivación por medio de
ejemplos y proyectos. Como se puede apreciar los métodos de Jesús fueron variados entre sí. Es
que la pedagogía invita a la creatividad y a la respuesta efectiva del momento y situación en que se
imparte la enseñanza.
En Jesús, lo teórico y lo práctico se entrelazaron en la práctica educativa. Por eso podemos decir
que las experiencias de sus discípul@s fueron motivos para la enseñanza y el resultado de la
enseñanza fue motivo para modificar sus experiencias de vida. Para El Maestro la experiencia no fue
relato trivial e insignificante, sino punto de partida para entender la situación teológica y existencial en
que se encontraban sus discípul@s.
De todas las técnicas utilizadas por Jesús en esta presentación nos limitaremos a la pedagogía de la
pregunta. La pregunta es una técnica muy apropiada para la enseñanza religiosa a todos los niveles.
En la educación religiosa cristiana el hacer preguntas debe verse como una de las mejores
herramientas para lograr una pedagogía transformadora. S.G. Fortoris nos dice que la importancia
de la pregunta consiste en que ella estimula el pensamiento fructífero. La pregunta ayuda a clarificar
los pensamientos, particularmente cuando éstas son bien planificadas y dirigidas. Esta lleva a la
reflexión profunda y al análisis. La pregunta es tan importante en la educación que no podemos
afirmar que el/la maestr@ que domina la técnica de la pregunta domina bien el arte de la enseñanza.
En la educación religiosa las preguntas pueden utilizarse para dirigir a los/as estudiantes a modificar
sus comportamientos y actitudes. Las preguntas invitan a que ést@s confronten por sí mism@s sus
situaciones frente a las demandas del evangelio, de tal manera que lleguen a sus propias
conclusiones. El enseñar la fe no es meramente una actividad intelectual, sino también una que
envuelve los sentimientos y la voluntad. De eso es que trata la educación religiosa cristiana, de
formar hombres y mujeres con un profundo carácter cristiano.
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provocan efectos por el sólo hecho de decirlas, éstas deben ser dirigidas con propósitos claros y
definidos. Lo que nos invita a evaluar: ¿cómo hacemos preguntas? ¿qué clases de preguntas
exponemos? ¿hacia quién(es) van dirigidas? ¿qué finalidad persiguen? ¿cómo éstas corroboran el
aprendizaje?
Jesús enseñaba el mensaje del Reino. El quería confrontar al pueblo hebreo con su tradición
religiosa con el deseo de que ést@s entendieran lo que realmente significa conocer a Dios. El interés
primordial de Jesús fue el de estimular el pensamiento profundo y reflexivo con relación a las
verdades que presentaba. Toda persona que escuchaba seriamente lo que Jesús decía era movida
a hacer un análisis profundo en su interior. Jesús vino a impartir una enseñanza provocadora. Una
enseñanza que se encarnaba en la vida real de sus discípul@s y produjera cambios.
Esta manera de Jesús de enseñar contrasta mucho con los estilos pedagógicos que se dan en
muchas de nuestras iglesias. La sociedad en general, así como la iglesia, se han convertido en
lugares de pensantes uniformes y de opiniones acomodadas. Evadimos el cuestionar las
implicaciones de las enseñanzas de Jesús con toda su profundidad y trascendencia. Nos
conformamos con decir que para El Maestro, todo es posible. Que la oración es la respuesta para
resolver nuestros problemas, sin afirmar la necesidad de un compromiso más concreto con nuestra
comunidad.
F. F. Bruce en su libro The Hard Sayings of Jesus, nos dice que una de las razones por las cuales
las personas encuentran difíciles y complejos los dichos de Jesús es porque no les gusta pensar.
Según Bruce para algunas personas el pensamiento es un ejercicio dificultoso e incómodo,
especialmente cuando éste envuelve la apreciación crítica de prejuicios y de convicciones bien
arraigadas o cuando el reflexionar reta las opiniones prevalecientes aceptadas por la sociedad. El
"hacer pensar" a nuestr@s discípul@s debe ser uno de nuestros propósitos al educar.. Pues la fe
que no resiste el cuestionamiento, ¿qué clase de fe es?
La pedagogía de la pregunta nos puede ilustrar la manera de hacer preguntas, ya que El Maestro
las utilizó de una manera única. Vemos a Jesús empleando esta técnica en innumerables pasajes en
los evangelios ya sea sola o en combinación con muchos de los métodos de enseñanza antes
mencionados. La pregunta se convirtió para Jesús en una chispa que inició la conversación y el
diálogo. Fue como el motor generador para una discusión más amplia.
Las preguntas que Jesús hizo fueron de toda clase. Estas fueron directas e indirectas. Fueron
hechas a varios niveles, buscando que los discípul@s alcanzaran un mayor entendimiento de la fe.
Jesús como buen pedagogo no sólo respondió a su nivel intelectual, sino también a la situación
particular en la cual se encontraban. Jesús hizo muchas más preguntas que las que contestó, y en
ocasiones contestó una pregunta con otra pregunta. También provocó en l@s discípul@s el hacer
preguntas. En su búsqueda de la verdad Jesús no tuvo temor al cuestionamiento.
Los propósitos de Jesús al hacer preguntas fueron muy variados. Están desde los más sencillos,
hasta los muy complejos. Entre ellos enumeramos los siguientes:
1. Para fomentar el interés o establecer un punto de contacto Jn 4:7; Lc 8:45.
2. Para iniciar y estimular el pensamiento Lc 9:25; Mt 6:27; Jn 13:12
3. Para expresar o verbalizar el proceso de razonamiento Mr 10:18; Mt 20:22
4. Para probar el compromiso así como el entendimiento espiritual Jn 6:1-7
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5. Para ayudar a l@s discípul@s a aplicar la verdad Lc 10:36; Jn 13:12
6. Para emplear la disputa, la argumentación y la lógica Lc 14:5; 13:2; Jn 8:46
7. Para reprender o señalar alguna falla espiritual Mr 4:40; Lc 6:46
8. Para introducir una enseñanza Mt 6:25; Lc 6:39,41
Las preguntas de Jesús también fueron utilizadas para expresar emoción (Mr 9:19), para recordar lo
aprendido (Mr 8:20), para fortalecer la voluntad (Jn 5:6), para contestar otras preguntas (Jn 21:22) y
una serie de propósitos que por razones de espacio no mencionamos.
Jesús procuró con sus preguntas cultivar una serie de habilidades en sus discípul@s. El quería
motivar el pensamiento claro y dirigirlo. Llevar a la reflexión, pues le interesaba modificar actitudes y
romper prejuicios. Las preguntas en Jesús promovieron el diálogo y sobre todo la creatividad. La
pregunta en Jesús estimuló el descubrir nuevos senderos y nuevas maneras de ver la vida.
Vemos que con una pregunta indirecta: "Dame de beber", Jesús comienza un diálogo transformador.
En este pasaje observamos como la discípula hizo más preguntas que El Maestro. Jesús con
paciencia fue provocando el preguntar, hasta que la mujer termina el diálogo encontrando por sí
misma las respuestas. "Venid y ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¡No será
este el Cristo?" Jn 4:29.
Como hemos visto la pedagogía de la pregunta en Jesús fue muy efectiva y ponerla en práctica
podría ayudarnos a mejorar significativamente nuestra educación cristiana. La pedagogía de la
pregunta en Jesús habla al contexto social de varias maneras. Pero no para imitar exactamente lo
que El Maestro hizo, sino para utilizar todo aquello que sea pertinente y apropiado en nuestra
situación particular.
La actividad pedagógica de Jesús hay que verla como una que correspondió a un tiempo y
circunstancias particulares. Lo importante no es hacer las mismas cosas que Jesús hizo, sino hacer
la hermenéutica de esa pedagogía, imitando su dinamismo, viveza y profundidad. No creemos que
Jesús utilizaría las mismas técnicas hoy en día, pues él respondió a una experiencia histórica
distinta. La técnica de la pregunta y la pedagogía de Jesús en general son una invitación a la
creatividad en la educación cristiana. Nos habla de la confianza que debemos tener en nuestros
recursos y de lo valioso de la experiencia religiosa popular para llevar a cabo la educación en la
iglesia.
Pedagogía y teología
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En mi contexto particular de Puerto Rico se oye hablar de varias corrientes teológicas desde la
fundamentalista, una teología pentecostal autóctona, la teología católica, hasta de una teología de la
"liberación-descolonizadora". Hablar de todas ellas como "la teología a enseñarse" resulta realmente
inútil cuando sabemos que la verdadera teología es la que la gente cree y vive. La pedagogía de la
pregunta podría ayudar al teólogo-educador a describir y organizar ese pensar teológico que
realmente se tiene. La manera más poderosa en que la ideología dominante funciona es el no
permitir que se articulen nuestras vivencias para así poder descifrar nuestra realidad. Queda pues en
manos de l@s educadores/as reconocer cuál es realmente su marco de acción y ayudar a sus
discípul@s a hacer conexiones.
El ver la pedagogía como actividad teológica hace que movamos al pueblo a tomar control de su
pensar teológico. Pues es el pueblo el que vive la teología. Es quizás el momento en que se imparte
la enseñanza religiosa donde mejor se recrea el pensar teológico. Es quizás el momento en que se
imparte la enseñanza religiosa donde mejor se recrea el pensar teológico. Ese momento pedagógico
de cuestionamiento nos invita principalmente a dos cosas: 1) a examinar la teología académica para
ver cómo se relaciona con nuestra vivencia, contexto y realidad, 2) a evaluar nuestras doctrinas,
experiencias y prácticas de fe para ver cómo responden al evangelio.
La pedagogía de la pregunta en Jesús nos ayudará a ese difícil proceso de descubrir nuestras
verdades procurando articular nuestra realidad. Provocar la reflexión de nuestra fe en contexto
podría ser muy revelador para elaborar una teología contextualizada que realmente sea producto del
pueblo, de su gran fe y de su entendimiento de Dios. Todos nuestros pueblos latinoamericanos
tienen sus propios retos los cuales debemos afrontar con determinación.
Pedagogía y comunicación
Un/a educador/a es un@ que comunica. De nuestras prácticas educativas sabemos que la
experiencia personal y social es quizás la forma más efectiva en que la gente conecta lo aprendido.
Una de las claves hermenéuticas que utiliza nuestra gente para interpretar las escrituras son sus
experiencias. Pero la experiencia no debe verse aquí como mero testimonio o relato superficial, sino
como aquello que expresa y dramatiza cómo l@s discípul@s piensan y ven el mundo. Las
experiencias nos indican cuáles son sus preocupaciones, y cuál es su entendimiento teológico. El
que educa religiosamente debe buscar formas de cómo insertar su enseñanza en esa historia, ,para
resaltar en ella la fe. El/a educador/a debe procurar el hacer de esa historia una diferente.
Si nuestra gente aprende a través del lenguaje sencillo y de aquellas cosas que están a su alrededor;
entonces es adecuado que utilicemos estos recursos para producir el aprendizaje. Al emplear las
experiencias validamos como Jesús lo hizo a la persona con sus historias y circunstancias. Cuando
la historia de nuestras vidas es insertada en la historia de la fe o cuando la historia de la fe es
insertada en la historia de nuestras vidas, se produce una pedagogía transformadora. Este fue el
caso de la mujer samaritana. Las preguntas bien dirigidas y organizadas dieron como resultado la
transformación de su vida y de su comunidad.,
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El relacionar pedagogía y comunicación nos obliga a pensar en el nivel teológico, social, psicológico,
intelectual y económico en que viven nuestr@s estudiantes. Para llevar a cabo una pedagogía
fructífera es necesario que lleguemos al nivel en que se encuentra nuestra gente. Este nivel no
solamente es intelectual, es de condición social, de género, de experiencias de vida, de pensar
político, etc. No podemos atosigar a las personas nuestras respuestas estereotipadas. Debemos
permitir que la iglesia sea un lugar de diálogo y tolerancia.
En nuestra discusión hemos hablado de las diferentes formas en que la pedagogía de Jesús,
particularmente el hacer preguntas, nos habla. Del cómo la pedagogía se relaciona con el contexto y
de los resultados que ésta puede producir en la educación cristiana. Son muchas las áreas que
podemos seguir explorando de las diversas maneras en que Jesús enseñó. El examen de historias,
parábolas y milagros podrían añadir nuevos enfoques de cómo hacer pedagogía en la iglesia.
También el estudio de los temas considerados por Jesús en sus enseñanzas, las características de
Jesús como maestro y la pedagogía como actividad creativa serían materia para una futura
discusión.
Bibliografía
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• Jones, Calude C. The Teaching Methods of the Master. Saint Louis: The Bethany Press,
1957.
• Pagán Cabrera, Carmen J. "Teaching Through Sermons: An Ethnographic Study of
Theological Pedagogy and the influence of Culture in the Religious Understanding of
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Adults in Two Evangelicals Congregations in Puerto Rico" Teachers College, Columbia
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Knox Press, 1993.
• PreisweKr, Matthías. Educating in the Living Word: An Educational Framework for
Christian Education. Maryknoll: Orbis Books, 1987.
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Las parábolas de Jesús
Parábolas
¿Qué son? ¿Cuándo y por qué motivo las utiliza? ¿Cuántas hay?
¿Dónde se encuentran?
Es la más larga de las parábolas del reino y responde a una pregunta sobre por
qué se producen efectos tan distintos en los que escuchan el mensaje del reino.
La gracia es igual para todos, pero la libertad humana lleva a respuestas
diferentes.
"Aquel día salió Jesús de casa y se sentó a la orilla del mar. Se reunió junto a Él
tal multitud que hubo de subir a sentarse en una barca, mientras toda la multitud
permanecía en la orilla. Y se puso a hablarles muchas cosas en parábolas,
diciendo: He aquí que salió el sembrador a sembrar. Y al echar la semilla, parte
cayó junto al camino y vinieron los pájaros y se la comieron. Parte cayó en
terreno rocoso, donde no había mucha tierra y brotó pronto por no ser hondo el
suelo; pero al salir el sol, se agostó y se secó porque no tenía raíz. Otra parte
cayó entre espinos; crecieron los espinos y la sofocaron. Otra, en cambio, cayó
en buena tierra y dio fruto, una parte el ciento, otra el sesenta y otra el treinta. El
que tenga oídos, que oiga"(Mt).
La parábola de la cizaña
Parábolas
Las parábolas de Jesús.
"El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en
su campo. Pero, mientras dormían los hombres, vino su enemigo, sembró cizaña
en medio del trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y echó espiga, entonces
apareció también la cizaña. Los siervos del amo acudieron a decirle: Señor, ¿no
sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña? Él les dijo:
Algún enemigo lo hizo. Le respondieron los siervos: ¿Quieres que vayamos y la
arranquemos? Pero Él les respondió: No, no sea que, al arrancar la cizaña,
arranquéis junto con ella el trigo. Dejad que crezcan ambas hasta la siega. Y al
tiempo de la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en
gavillas para quemarla; el trigo, en cambio, almacenadlo en mi granero".
Dormirse porque se han hecho bien las cosas, no es cosa buena; hay que contar
con la acción de los diversos enemigos entre los que destaca el diablo. Es un
misterio que Dios permita la acción del diablo y la malicia de los pervertidores.
No hay que escandalizarse ante la presencia del mal en el mundo; la extirpación
definitiva de todos los males se dará en la fase última del reino. En la fase inicial
se trata de sembrar, en la intermedia vigilar, sólo en la definitiva, cosechar.
La explicación
El valor del Reino es supremo; todo lo demás carece de valor ante él,
pero se encuentra de improviso y hay que estar preparado y
dispuesto a todo para conseguirlo.
Parábola de la perla
Parábola de la red
Parábolas
"El Reino de los Cielos es semejante a una red que, echada en el mar,
recoge todo clase de cosas. Y cuando está llena la arrastran a la
orilla, y sentándose echan lo bueno en cestos, mientras lo malo lo
tiran fuera. Así será el fin del mundo: saldrán los ángeles y separarán
a los malos de entre los justos y los arrojarán al horno del fuego. Allí
será el llanto y rechinar de dientes"(Mt).
"Se le acercaban todos los publicanos y pecadores para oírle. Pero los
fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Este recibe a los
pecadores y come con ellos. Entonces les propuso esta parábola:
¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja las
noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se perdió hasta
encontrarla? Y, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros
gozoso, y, al llegar a casa, convoca a los amigos y vecinos y les dice:
Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió.
Os digo que, del mismo modo, habrá en el Cielo mayor alegría por un
pecador que hace penitencia que por noventa y nueve justos que no
la necesitan"(Lc)
"Un hombre tenía dos hijos. El más joven de ellos dijo a su padre:
Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde. Y les
repartió los bienes. No muchos días después, el hijo más joven,
reuniéndolo todo, se fue a un país lejano y malgastó allí su fortuna
viviendo lujuriosamente. Después de gastar todo, hubo una gran
hambre en aquella región y él empezó a pasar necesidad. Fue y se
puso a servir a un hombre de aquella región, el cual lo mandó a sus
tierras a guardar cerdos; le entraban ganas de saciarse con las
algarrobas que comían los cerdos; y nadie se las daba.
Recapacitando, se dijo: ¡cuántos jornaleros de mi padre tienen pan
abundante mientras yo aquí me muero de hambre! Me levantaré e iré
a mi padre y le diré: padre, he pecado contra el Cielo y contra ti; ya
no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus
jornaleros. Y levantándose se puso en camino hacia la casa de su
padre.
El hijo mayor
El hijo mayor también necesita reconciliación. Se puede ver en él el
resentido que no tiene un corazón como el Padre, y se lamenta de la
vuelta de su hermano. El Padre también es misericordioso con él,
aunque la parábola no dice si entró en el banquete preparado para el
hijo menor.
La importancia de la justicia
"El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró las bodas
de su hijo, y envió a sus criados a llamar a los invitados a las bodas;
pero éstos no querían acudir. Nuevamente envió a otros criados
ordenándoles: Decid a los invitados: mirad que tengo preparado ya
mi banquete, se ha hecho la matanza de mis terneros y reses
cebadas, y todo está a punto; venid a las bodas. Pero ellos sin hacer
caso, se marcharon uno a sus campos, otro a sus negocios; los
demás echaron mano a los siervos, los maltrataron y dieron muerte.
El rey se encolerizó y, enviando a sus tropas, acabó con aquellos
homicidas y prendió fuego a su ciudad. Luego dijo a sus criados: las
bodas están preparadas pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a
los cruces de los caminos y llamad a las bodas a cuantos encontréis.
Los criados, saliendo a los caminos, reunieron a todos los que
encontraron, malos y buenos; y se llenó de comensales la sala de
bodas. Entró el rey para ver a los comensales, y se fijó en un hombre
que no vestía traje de boda; y le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado aquí
sin llevar traje de boda? Pero el se calló. Entonces dijo el rey a sus
servidores: Atadlo de pies y manos y echadlo a las tinieblas de
afuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Porque muchos son
los llamados, pero pocos los escogidos"(Mt).
La cuestión de la herencia
Parábolas
Exhortación a la vigilancia
El que ama debe cuidar ese amor para que no se pierda y para que
aumente el calor y el fuego. "Tened ceñidas vuestras cinturas y las
lámparas encendidas, y estad como quienes aguardan a su amo
cando vuelve de las nupcias, para abrirle al instante en cuanto venga
y llame. Dichosos aquellos siervos a los que al volver su amo los
encuentre vigilando. En verdad os digo que se ceñirá la cintura, les
hará sentar a la mesa y acercándose les servirá. Y si viniese en la
segunda vigilia o en la tercera, y los encontrase así, dichosos ellos.
Sabed esto: si el dueño de la casa conociera a qué hora va a llegar el
ladrón, no permitiría que se horadase su casa. Vosotros, pues, estad
preparados, porque a la hora que menos pensáis viene el Hijo del
Hombre" (Lc). Si la espera es corta, es fácil estar atento a la llegada
de Dios. Si se alarga, se puede debilitar la vigilancia; entonces entran
las tentaciones y las componendas con el maligno. Es más fácil luchar
una hora que mil, pero si se lucha cada hora como si fuese la última
parece más fácil.
La matanza de galileos
La falta de frutos
La raíz de la conversión
Entre los encuentros de esos días también los hay insidiosos. "Un
doctor de la Ley se levantó y dijo para tentarle: Maestro, ¿qué debo
hacer para conseguir la vida eterna?"(Lc). La misma pregunta que el
joven rico, pero sin su ingenuidad. Jesús, que lee en los corazones, le
contesta con la ley que él bien conocía: "¿Qué está escrito en la Ley?
¿Cómo lees? Y éste le respondió: Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu
mente, y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Has respondido
bien: haz esto y vivirás. Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
¿Y quién es mi prójimo?" Todo está escrito, pero resulta difícil
entender y se suceden las interpretaciones, algunas deforman el
fondo, ponen limitaciones y existe el peligro de no vivir lo más
importante de la ley y lo que da sentido a todas las demás
prescripciones: amar a Dios plenamente, y a los hombres con ese
mismo amor.
La verdadera humildad
El perdón
Juicio recto
A cada uno según su capacidad. Sólo Dios sabe lo que cada uno ha
recibido en inteligencia, carácter, familia, sensibilidad, dones de
gracia, amigos. Los que dan frutos con sus talentos muestran la
alegría por el bien realizado. El premio es la canonización de su
buena acción. Pero el siervo de pocos talentos y perezoso, que no
hace nada porque no tiene amor, en lugar de confesar su pecado
critica a su Señor por lo poco que ha recibido, por eso es arrojado a
las tinieblas exteriores del llanto y rechinar de dientes.
Parábola del juicio final
Parábolas
El juicio final
Por esto os digo que os será quitado el Reino de Dios y será dado a
un pueblo que rinda sus frutos. Y quien caiga sobre esta piedra
quedará destrozado, y sobre quien ella caiga, lo aplastará.