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Reino de Sacerdotes

Éxodo 19:1-6
RVR60 NVI TLA
Israel en Sinaí Los israelitas en el 1 Los israelitas salieron de la
En el mes tercero de la salida de Sinaí región de Refidim en dirección al
los hijos de Israel de la tierra de 1 Los israelitas llegaron al desierto desierto del Sinaí, y acamparon al
Egipto, en el mismo día llegaron al de Sinaí a los tres meses de haber pie de la montaña. Cuando llegaron
desierto de Sinaí. salido de Egipto. allá, habían pasado tres meses
2 Habían salido de Refidim, y 2 Después de partir de Refidín, se desde su salida de Egipto.
llegaron al desierto de Sinaí, y internaron en el desierto de Sinaí, y 3 Un día, Moisés subió a la
acamparon en el desierto; y acampó allí en el desierto acamparon, frente montaña del Sinaí para encontrarse
allí Israel delante del monte. al monte, con Dios. Cuando llegó a la parte
3 Y Moisés subió a Dios; y Jehová 3 al cual subió Moisés para más alta, Dios lo llamó y le dijo:
lo llamó desde el monte, diciendo: encontrarse con Dios. Y desde allí «Diles de mi parte a los israelitas lo
Así dirás a la casa de Jacob, y lo llamó el SEÑOR y le dijo: siguiente:
anunciarás a los hijos de Israel: «Anúnciale esto al pueblo de Jacob; 4 Ustedes han visto cómo castigué
4Vosotros visteis lo que hice a los declárale esto al pueblo de Israel: a los egipcios. También han visto
egipcios, y cómo os tomé sobre alas 4 “Ustedes son testigos de lo que que a ustedes los he traído con
de águilas, y os he traído a mí. hice con Egipto, y de que los he mucho cuidado hasta el lugar donde
5 Ahora, pues, si diereis oído a mi traído hacia mí como sobre alas de estoy. Los he traído con el mismo
voz, y guardareis mi pacto, águila. cuidado que tiene un águila cuando
5 Si ahora ustedes me son del todo lleva a sus polluelos sobre sus alas.
(A)
vosotros seréis mi especial tesoro
sobre todos los pueblos; porque mía obedientes, y cumplen mi pacto, 5 »Si ustedes obedecen mi pacto y
es toda la tierra. serán mi propiedad exclusiva entre cumplen con la parte que les toca,
6 Y vosotros me seréis un reino todas las naciones. Aunque toda la serán mi pueblo preferido entre
(B)
de sacerdotes, y gente santa. (C)
tierra me pertenece, todos los pueblos de la tierra. Toda
Estas son las palabras que dirás a 6 ustedes serán para mí un reino la tierra me pertenece.
los hijos de Israel. de sacerdotes y una nación 6 Ustedes serán mis sacerdotes
santa.”» Comunícales todo esto a ante todo el mundo, y se
los israelitas.» apartarán de todo para servirme
sólo a mí».

INTRODUCCIÓN:

Vivimos tiempos en donde muchos creen que la iglesia tiene poca o ninguna influencia en la
sociedad. De hecho, algunos creen que la iglesia necesita evolucionar, pues aquella entidad religiosa
histórica ha quedado obsoleta. ¿Cómo percibes tú a la iglesia de Cristo? O mejor aún, ¿cómo ve
Dios a su iglesia?

A lo largo de las Escrituras leemos que el pueblo de Dios no fue llamado a escoger entre el
separatismo o el activismo, sino más bien hemos sido llamados a la santidad misional. En este
sermón, el pastor Justin Burkholder nos recuerda, a la luz de Éxodo 19:1-6, que Dios ha establecido
la misión y el estilo de vida para su pueblo en el mundo.

Vincent Van Goh. ¿Han escuchado el nombre de Vincent Van Goh? Quizás los que son un poco
conocedores de arte, tal vez conocen un poquito más de este artista del siglo XIX, que tuvo una
relación un poco compleja con la iglesia. Muchas personas han intentado analizar la religión de
Vincent Van Goh. Siendo holandés, creció en la Iglesia Reformada holandesa. A los 26 años, de
hecho, él asumió un rol pastoral en una iglesia rural, y resulta que después de seis meses, por
alguna razón, que no sabemos, la iglesia decidió no renovar el contrato con él. Eso generó mucho
conflicto interno en él. Pero, añadido al hecho de que ya no estaba sirviendo en esta vocación
pastoral, su mismo padre, lo dejó de apoyar en su búsqueda de este ministerio pastoral. Al
contrario, de hecho, algunas de las historias cuentan que su papá intentó ingresarlo a un asilo,
asumiendo que Van Goh se había vuelto loco.
En medio de toda esta situación compleja, entonces, Van Goh abandonó la iglesia, pero, más bien,
a Dios. Y esto es algo que muchos han hablado de este artista famoso. Especialmente en la manera
en que él representa a la iglesia en sus cuadros. Hay dos cuadros en particular que demuestran la
relación un poco complicada que Van Goh tenía con la iglesia.
La primera es una que se llama La Iglesia de Auvers. En ese cuadro se nota que la iglesia se ve
imponente, grande, enorme y a la vez, oscura. Y si se dan cuenta, no hay puertas. Sólo hay
ventanas. Supuestamente, se dice, luego no lo han confirmado todavía, se dice que esta iglesia era
la iglesia donde querían hacer el velorio de Van Goh, pero no permitieron que se tuviera allí su
velorio porque hay cierto conflicto en que si él cometió suicidio o si simplemente fue un accidente,
por lo tanto, la iglesia no quería estar involucrada en esa parte de Van Goh.
El segundo cuadro es mucho más conocido, y si conocen a Van Goh es por este cuadro. Es “La
noche estrellada”. En este cuadro, visualmente, la iglesia que está aquí abajo, es realmente el
ancla, equilibra el peso de la imagen. Pero hay algo interesante si se dan cuenta los que tienen ojos
buenos, y los que no, Dios los guarde. Hay casas, todas alrededor de la iglesia, y todas las casas
están iluminadas. El único edificio que está en oscuridad en el cuadro es la iglesia.
Estos dos cuadros, estas dos imágenes plantean ideas que para mí me dejan un poco inquieto. Van
Goh ha expresado de manera visual, algo que tal vez, muchos otros creen. Para ponerlo de una
forma más clara, hoy día estamos viviendo un momento donde muchos creen que la iglesia no
tiene nada de relevancia ante la sociedad. La iglesia es anticuada, caducada, ensimismada,
sumamente religiosa, no entiende lo que en realidad estamos viviendo, deberíamos ya evolucionar
más allá de la iglesia de esa época religiosa y avanzar a algo más sofisticado.
Esto nos genera una pregunta compleja pero sumamente importante: ¿Cómo debería ser la iglesia
percibida por la sociedad? ¿Cómo debería el pueblo de Dios ser percibido por la sociedad? Hay
dos opciones un poquito caricaturescas que solemos ver en muchos diferentes ámbitos. Hoy día
solemos pensar que la iglesia tiene estas dos opciones en cuanto a cómo relacionarse con el
mundo: la primera opción es, separarse por completo. No me importa lo que piensa el mundo
acerca de nosotros porque nosotros estamos completamente alejados, apartados y separados
porque ahí en el mundo está la tentación y deberíamos alejarnos del mundo. Podríamos llamar esta
primera opción separatismo o, lo podríamos llamar, tal vez más genuinamente o más
honestamente llamarla que la iglesia tiene una vocación de santidad, un llamado de santidad en el
mundo de estar apartado y separado del mundo.
Otros, dirían hoy en día, que la segunda opción es que la iglesia debería estar full integrada en el
mundo. Completamente integrada en el mundo para poder influir en el mundo. Y aún si se cede
ante alguna de las ideas no toleradas del cristianismo, lo más importante es poder tener esta
influencia. Dirían que es más importante impactar la cultura que apartarnos de ella. Podríamos, tal
vez, llamar esta segunda opción, activismo, o más honestamente, una vocación misional.
Sin embargo, lo que nosotros vemos a lo largo de las Escrituras es que estas dos opciones son una
falsa dicotomía.
El pueblo de Dios jamás ha sido llamado a escoger entre santidad o misión. La iglesia no ha sido
llamada únicamente a un separatismo, por un lado, ni tampoco a influencia o activismo por el otro
lado. La iglesia, más bien, ha sido llamada a lo que podríamos denominar una santidad
misional. Hoy vamos a empezar una nueva serie que se llama: Ciudad de Dios: el pueblo
contraste. Durante 13 semanas estaremos estudiando los Diez Mandamientos.
Vamos a ver, cómo es que Dios establece para su pueblo el estilo de vida que los apartará de
entre las naciones pero, a la vez, el estilo de vida que ellos han sido llamados a vivir para
manifestar su diseño entre las naciones.
Empezaremos, entonces, en Éxodo 19. Para los que no recuerdan lo que sucede en el libro
de éxodo vamos a dar un poco de contexto brevemente. El pueblo de Israel en el A.T. es una
enorme familia. Yo nunca entendía esto, siempre veía que Abraham iba a ser escogido y luego de
repente estamos hablando de Israel y no entendía como es que esta familia de Abraham se volvió
Israel, pero Abraham tuvo un hijo, su hijo era Isaac. Isaac tuvo un hijo, su nombre era Jacob y
Dios le da un nombre a Jacob. ¿Cuál es ese nombre? Israel. Y esta familia de Abraham sigue
creciendo, creciendo y creciendo. Resulta que durante la vida de Jacob y, especialmente, de su hijo
José de Jacob, hay una hambruna en todo el lugar y toda la familia tiene que ir a Egipto a buscar
comida. Porque ahí los egipcios habían hecho un buen trabajo en guardar y preparar comida para
vivir esta hambruna de siete años. Ahí es donde termina la historia del libro de Génesis. En
Génesis la familia de Abraham, pequeña, está ahí en Egipto con todas sus necesidades cubiertas
gracias a la bondad y provisión de Dios.
El libro de Éxodo abre que esta familia, que en su momento era 70-80 personas, se había
expandido a ser enorme. Se habían multiplicado y multiplicado y multiplicado hasta tal punto que
empezaron a generarle un poquito de nervios a los egipcios. Y faraón tenía miedo, que de repente
pudo haber alguna rebelión de los israelitas y ellos quisieran apoderarse de todo Egipto. Entonces,
faraón decidió empezar a esclavizar y oprimir a los israelitas. Estos israelitas, sabiendo que Dios
los había escogido, y que Dios había prometido que ellos iban a ser su pueblo, y Él sería su Dios,
empiezan a clamar y decir: —¿Dónde está nuestro Dios? ¿Qué es lo que él está haciendo?
Dios, entonces, escoge a Moisés y se lo envía como su vocero, y Aarón, su hermano, a
poder hablar con faraón para que libere a su pueblo. ¿Qué hace faraón? Lo hace y luego les dice
que no. Lo hace, y luego les dice que no. Y Dios envía diez plagas horrorosas sobre Egipto,
manifestando que Él es el verdadero Dios y todos los dioses paganos de las fuerzas naturales no
son realmente dioses. Y así, después de la décima plaga, Dios libera a Israel de Egipto. Y ha
demostrado así, su gobierno y su fidelidad a su pacto. Y es ahí, entonces, después de haber sido
liberados de Egipto que nos encontramos en Éxodo 19. Porque noten lo que dice, vv.1-2: “En el
mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al
desierto de Sinaí. 2Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el
desierto; y acampó allí Israel delante del monte.” Prácticamente ellos se mantuvieron delante del
monte, probablemente porque había una fuente de agua, lo cual hubiera sido necesario no
solamente para ellos sino para todo su ganado que estaba viajando con ellos.
Ahora, espiritualmente, estar delante de este monte era muy importante. Porque noten lo que
dice Ex. 3:12, unos capítulos antes, Dios hablándole a Moisés, le dice: “Y él respondió: Vé,
porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado
de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.” Ahí se encuentra Israel delante de ese
monte.
El v.3 es un versículo que para los que le encanta el hebreo, es sumamente interesante, y
para mí, logré captar un poquito lo que estaba diciendo, porque el hebreo es demasiado complejo
para mí, pero dice lo siguiente: “Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte,
diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:” Se supone que en este
versículo, poéticamente, hay una cantidad de sílabas que hace juego con la sílaba anterior. Esto es
un mecanismo para marcar la importancia de los versículos que lo siguen. Para el lector del hebreo
(nosotros no lo vemos así en español), estaría empezando a poner atención al leer el v.3. De ahí,
entramos a las palabras que Dios le da a Moisés para hablar al pueblo de Israel. Y vemos tres
elementos principales en estos versículos. Vemos:
1. Lo que Dios hizo
2. Lo que Dios requiere
3. Lo que Dios promete.

1. Lo que Dios hizo, v.4.


En el v.4, Él recuerda a Moisés y al pueblo lo que Él hizo. “Vosotros visteis lo que hice a los
egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.” “Ustedes han visto lo que he
hecho a los egipcios”
El pueblo de Israel ha debido estar asombrado por el poder de Dios después de haber visto
lo que Dios hizo con los egipcios. La analogía que Dios usa de la salvación, es como que Él los
salvó tomándolos sobre alas de águila. (Ilustración de como el autor del “Señor de los Anillos”
se apropió de esta metáfora del águila para usarla en los momentos más tensos e importantes de su
historia. Donde pareciera que los hobbits iban a ser devorados ya por los ejércitos enemigos, casi
siempre aparece ahí un águila para rescatarlos. Quizás el momento más importante del libro,
después que Frodo y Sam habían cumplido la misión por la cual fueron enviados, están exhaustos
y ya no pueden viajar más, y Frodo y Sam están convencidos de que ahí van a morir y resulta unos
párrafos después que aparecen águilas y rescatan a Frodo y Sam).
Ahora, no sólo esto, sino que en este v.4, vemos que Dios dice que los ha rescatado “sobre
alas de águilas” y los ha traído, ¿A dónde? Es interesante lo que dice. No dice: los he traído a la
tierra prometida. Dice: “los he traído a mí”. No dijo: los saqué de ahí, les traje a su tierra, los llevé
a un mejor lugar. La finalidad con la que Dios libera a su pueblo es para que estén con Él. El
propósito principal de Dios en redimir su pueblo siempre ha sido comunión con él. Nuestro Dios
se deleita en que tú y yo lo conozcamos a Él. El fin por el cual Dios salva al hombre, rescata al
hombre, redime al hombre, es para que el hombre tenga comunión con Él.
Aquí empezamos a entender algo sumamente particular, si lo pensamos en el contexto en el
cual esto está sucediendo. Sumamente particular y especial de este Dios de los israelitas. Porque
de nuevo, ¿De dónde vienen? Vienen de Egipto. Una cultura politeísta, que tienen un sin de dioses
y la mayoría de estos dioses simplemente son de las fuerzas y los poderes de la naturaleza: el sol,
la lluvia, el viento. Estos eran sus dioses. Estos dioses no eran dioses personales. Más bien estos
eran dioses que ellos tenían que mantener felices, apaciguados y alejados para que pudiera haber
cosecha, para que puedan seguir multiplicándose, pero dioses diferentes a los dioses de Egipto.
Ahora, están a punto de entrar a Canaán, a la tierra prometida. ¿Cómo son los dioses ahí?
Igual. Dioses de las fuerzas naturales y Dios está diciendo: -Yo soy el Dios verdadero. Estas otras
cosas, ya demostré, yo las gobierno. En las diez plagas. No solo eso. Al contrario que esos dioses
falsos, ustedes a mí me pueden conocer. Yo los he rescatado de Egipto y los he traído a mí.
Dios está explicando, en pocas palabras, lo que lo identifica a Él entre los dioses falsos de
las naciones paganas. Él es conocible. Él se puede conocer. El Dios verdadero YHWH, el Dios
trino es un Dios personal es un Dios que se conoce y puede ser conocido. Es un Dios que se revela
para que lo conozcan. El punto entero de la obra de Dios al redimir y rescatar para sí a su pueblo
es para que lo conozcamos a Él. Jesús reitera esto en Juan 17:3, cuando él está a punto de ir a la
cruz, él dice: Y Padre, yo ruego que tú les des vida. “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti,
el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” Dios rescata y redime al pueblo
para que lo conozcan.
Israel había recibido esto de Dios, y Él les estaba recordando eso momentos antes de darles
los diez mandamientos.
Esto significa muy claramente, mis hermanos, que bíblicamente los mandamientos no eran
la manera de ser traídos a Dios. Al contrario, los diez mandamientos eran para aquellos que
ya habían sido traídos a Dios. Ellos no tienen que ganarse su entrada con Dios obedeciendo los
mandamientos. Al contrario, obedecer los mandamientos es la manera en la que ellos manifiestan
que ya conocen y son conocidos por Dios. Esto es muy importante, e indagaremos acerca de esto,
luego.
Pero cuando hablamos de la ley, la ley de Dios nunca ha sido la manera de obtener una
relación con Dios sino que siempre ha sido el estándar que gobierna a aquellos que están en
relación con Dios o manifiesta a aquellos que no están en relación con Dios.
Este patrón lo vemos a lo largo de la Biblia. Dios siempre llama a su pueblo a recordar lo
que Él ha hecho, a recordar la relación que tienen con Él, las manifestaciones de su amor, de su
gracia, de su redención, y es en este contexto que luego Él da mandamientos.
Esto lo entendemos muy claramente en la relación entre padres e hijos. Un buen padre jamás
le va a decir a sus hijos: “Si me obedeces, yo seré tu padre y tú serás mi hijo”. La relación de
padre-hijo no depende de la conducta del hijo, sino que la relación de padre-hijo depende de cosas
que sucedieron aún antes de que el hijo existiera. Aún antes de que nuestros hijos llegan a existir
ya hay una relación de hijo-padre. La relación que tenemos con nuestros hijos no es determinada
por nuestros hijos antes de que ellos pudieran haber hecho algo a favor de su padre para hacerse
nuestros hijos.
Eso es lo que estamos viendo. Dios está diciendo: -Yo prometí a tus antepasados que voy a
serte fiel. Recuerda la manera en que lo fui, y por lo tanto, como tenemos esta relación especial,
déjame explicarte los estándares que gobernarán esta relación. Es ahí donde nosotros vemos lo que
Dios requiere.

2. Lo que Dios requiere, v.5a


Veamos v.5, escuchen: “Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto...”
La relación con Dios aunque es completamente misericordia y obra de Dios, no significa
que Dios no demanda nada de su pueblo. Al contrario, precisamente por haberlo redimido de
Egipto, ellos son su pueblo, y por lo tanto, Él tiene el derecho de demandar de ellos una sumisión a
Él como Redentor, Rey y Señor. Para que ellos gozaran y disfrutaran de la relación que tienen con
Él ellos tendrían que obedecer y guardar el pacto. Él sería su Dios, ellos serían su pueblo, pero lo
demostrarían, demostrarían su estatus social, como pueblo de Dios, por medio de su adoración
exclusiva y su sumisión a sus mandamientos.
Su obediencia al pacto era la manifestación pública de la relación especial que gozaba el
pueblo de Dios con Dios.
Por obedecer este pacto, noten ustedes lo que Dios promete, v.5 b

3. Lo que Dios promete, vv.5b,6.


Noten, “vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la
tierra. 6Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que
dirás a los hijos de Israel. (vv.5b,6).
a. ¿Qué sería este pueblo para Dios?
Al obedecer y guardar este pacto de Dios ellos serían para Él un especial tesoro de entro
los otros pueblos. Dios está apartando al pueblo de Israel de todas las otras naciones. En
medio de estas otras naciones idólatras, paganas, politeístas, Él está apartando
especialmente al pueblo de Israel para manifestar su gobierno y sus propósitos.
Ahora, es importante entender de nuevo la secuencia lógica de estos versículos. ¿Por
qué?
Según Dios, ser su especial tesoro no es algo que ellos simplemente deberían guardar
para sí mismo. No es algo así como que digamos emocionados, Ah, Dios tan bueno,
gracias. Sino que Él está explicando que hay una vocación, un llamado hacia las otras
naciones que este pueblo apartado tendrá. Él dice que este pueblo apartado sería para Él
un reino ¿de qué? “Sacerdotes”. Para poder entender esta frase tenemos que entender qué
es lo que hacían los sacerdotes.
- Dentro del pueblo de Israel los sacerdotes ejercían su rol representando a Dios al
pueblo y al pueblo con Dios. Ellos mediaban la presencia de Dios y el plan de Dios
para los ciudadanos de su pueblo.
Y Dios está diciendo que la vocación sacerdotal que tienen los sacerdotes, el pueblo de
Israel lo tendrá entre las naciones.
- Daniel Carrow, dice: “Lo que hacía un sacerdote individualmente entre las personas,
la nación de Israel iba a hacerlo entre las naciones. La nación debía ejercer un papel
sacerdotal en beneficio de todas las naciones. Debía hacer intercesión por ellas,
debía instruirlas en el camino del Señor y debía indicarles el camino de la salvación.
En este sentido, el propósito divino era que Israel fuese una nación misionera al
mundo.”
- Daniel Santos, dice: “En otras palabras, si toda la tierra le pertenece al Señor, y Él
tiene un interés genuino en ella, tiene sentido que Él elija a un pueblo para que
ministre como sacerdotes de toda la tierra.
El punto es que toda esta elección del pueblo de Israel, el apartarlo de todas las naciones
y darles una ley bajo la cual ellos serían gobernados no era un acto de exclusividad y
separatismo en sí. Más bien Israel había sido escogido como un pueblo misionero entre
las naciones para manifestar el reino de Dios, el gobierno de Dios e indicarle al mundo
los caminos de Dios.
Esto significa que entonces, que los mandamientos que Dios les da no se tratan
exclusivamente de evitar cosas malas a capricho de Dios sino que se trata de manifestar a
las naciones la gloria, el diseño, el propósito del único Dios verdadero.
Su mera existencia, como pueblo escogido tenía como fin atraer a las naciones a Dios, y
para eso, Él les dio la ley.
b. ¿Cumplió Israel, o no?
Alguien dijo que: el llamado misional de Israel descrito en Ex. 19, en términos de ser una
nación santa y un reino de sacerdotes es centrípeto. Israel había de encarnar el propósito
misional de Dios para toda la humanidad y lo haría para bendición de todo el mundo,
viviendo de tal manera que atraería a las naciones a un pacto con Dios. Esto es lo que
Dios le prometió a Abraham. “Yo te bendeciré y tú serás de bendición a todas las
naciones”. En ese sentido, el propósito de la ley que ellos reciben no es simplemente
evitar estas cosas malas, sino manifestar la totalidad del diseño perfecto de Dios y reino
de Dios delante de estas naciones paganas e idólatras.
Su santidad sería misional y su misión sería su santidad.
Lo puntual de Ex.19 es que este texto no nos permite desvincular la santidad y la misión.
Ahora, la cruda realidad es que Israel falló. No cumplió su llamado de ser reino de
sacerdotes. Al contrario, a medida que va avanzando el A.T. vemos como ellos se van
enconchando más y más hasta llegar al libro de Jonás. Donde este profeta ni quería ir a
predicarle a esta nación pagana y él lamenta el hecho de que estas personas podrán llegar
a conocer su Dios. En vez de atraer las naciones a Dios, en realidad, Israel fue atraído a
las naciones.
Ellos desobedecieron cada uno de los diez mandamientos.
Es importante entender aquí que este momento en el plan de Dios no era el fin, sino
simplemente un paso más.
Dios iba a usar a Israel para bendecir a todas las naciones a pesar de sus fracasos en
cumplir con el pacto. Porque el resto de las historia que la Escritura nos relata es como
Dios obra en su plan de atraer a las naciones a sí mismo por medio de Israel a pesar de
Israel.
En vez de que Israel fuera la salvación del mundo, en la familia de Israel y de la familia
de Israel nace la salvación del mundo.
Porque miles de años después de este pueblo que debió haber sido un reino de
sacerdotes, nace el que la biblia llama el Sumo Sacerdote: Dios en carne, Jesucristo. Y
todo lo que Dios prometió por medio de Israel, lo cumple en Cristo. Y todo lo que Dios
demandó de Israel es cumplido en la vida de Cristo. “Jesús vino para hacer todo lo que
Israel falló en hacer. Vino a vivir como el representante perfecto de su pueblo, nació
como un verdadero israelita para ser el verdadero y mayor Israel de Dios. Él es mayor
que Abraham, mayor que Moisés y mayor que David y Salomón, Él es el Templo mayor
y el profeta mayor. Jesús es aquel que tomó las maldiciones del pacto de la ley sobre sí
mismo en el lugar de su pueblo y guardó la ley de Dios perfectamente para asegurar las
bendiciones del pacto de Dios para aquellos que se unirían a Él por fe.
De la misma manera que el pueblo de Israel en Ex. 19, fue comisionado a ser un reino de
sacerdotes, quienes mediarían la presencia y el acceso a la presencia de Dios, todo aquel que se
acerca a Jesús, el verdadero Sacerdote, el verdadero Israel, es aceptado como parte del pueblo del
pacto. Como este especial tesoro que le pertenece a Él. Y, ¿Qué dice, entonces la Biblia de ese
pueblo? ¿De ese pueblo de personas que han sido rescatadas por el verdadero Israel de Dios,
quienes han confesado fe en Jesucristo? ¿Qué dice la Biblia acerca de ese pueblo? ¿De nosotros?
No les va a sorprender, pero vean lo que dice el apóstol Pedro en su primera carta. 1 Pedro
2:9-10. “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por
Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
10
vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro
tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”
11
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales
que batallan contra el alma, 12manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles;
para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la
visitación, al considerar vuestras buenas obras.”
La iglesia, los que ahora pertenecemos a Dios como su posesión exclusiva, su especial
tesoro, por nuestra fe en Jesucristo, ahora nosotros hemos sido comisionados a este mundo como
real sacerdocio, nación santa, entre las naciones. Ahora la iglesia es el pueblo misionero de Dios
enviado al mundo para manifestar, con nuestra santidad, su reino, su gobierno, su diseño y sus
propósitos.
Para ponerlo de otra manera, nosotros ahora somos la ciudad de Dios infiltrada en las
ciudades de los hombres. Nosotros somos el pueblo contraste, cuya santidad sirve para honrarlo a
Él sobre los dioses falsos y manifestar la totalidad del diseño perfecto de Dios para la vida
humana.
Ahora, ¿cómo lo debemos hacer? De eso estaremos hablando durante las próximas semanas.

CONCLUSIÓN:
Finalicemos con algo práctico. Lo que todo esto significa para tu vida y mi vida es que si
nosotros pertenecemos al pueblo de Dios en Cristo, donde sea que tú estés, ahí Dios te ha
llamado a manifestar su presencia y sus propósitos.
Cuando te levantes mañana, para ir al trabajo, esa no es una obligación solamente para
proveer de pan a la familia sino que eso es un espacio al cual Dios te ha llamado para manifestar
su presencia y sus propósitos para que otros lo puedan conocer.
Cuando te levantas y vas al colegio, al liceo, a la universidad, al postgrado, a clases, eso no
es algo que simplemente tienes que hacer porque para algunos el gobierno lo obliga, para otros su
trabajo lo obliga, para otros su carrera lo obliga o porque quieren superarse, sino más bien que allí
estás porque Dios te ha llamado para ahí manifestar su presencia y sus propósitos para otros lo
puedan conocer.
Esto significa que para el cristiano no hay lugares seculares, todo eso es sagrado porque
todo eso tú y yo lo vivimos como sacerdotes rindiendo culto a Dios.
Mamá, papá, cuando te levantas 3-4 de la mañana porque tu bebé no te deja dormir porque
está llorando, ahí Dios te ha llamado a manifestar su presencia y sus propósitos
Cuando andamos en la calle, cuando interactuamos con nuestros amigos, vecinos, cuando
salimos a comer, cuando vamos al mercado, cuando vamos en el camión o el bus; cuando vemos al
necesitado, al olvidado, cuando nos vamos de vacaciones, cuando nos casamos, cuando niños
nacen y cuando velamos a seres queridos, en todo momento, todo lo que hace el pueblo de Dios
tiene la responsabilidad de manifestar su presencia y sus propósitos ante el mundo.
Entonces, te pregunto a ti, muy personalmente, ¿así vives tu lunes, tu martes? ¿Quién es
responsable por la misión que Dios nos ha dado? No los pastores, no los diáconos. El real
sacerdocio no son aquellos que se encuentran en un ministerio vocacional. El real sacerdocio es
para todos aquellos quienes se han acercado por medio del Sumo Sacerdote Jesucristo. En él han
encontrado vida y en él han sido comisionados para representar sus propósitos ante el mundo.
Leeré un último pasaje, Hebreos 7:23-25.
RVR. “Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían
continuar; 24mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; 25por
lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre
para interceder por ellos.”
(NBLH): Los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impedía
continuar, 24pero Jesús conserva Su sacerdocio inmutable (intransferible) puesto que permanece
para siempre. 25Por lo cual El también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio
de El se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos.

En él, nosotros hemos sido recibidos como especial tesoro, y comisionados como real
sacerdocio de Dios.
Oremos…

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