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Centro Formación OASI Formación Específica Vigilantes de Seguridad

Formación específica para Vigilantes de seguridad que presten servicio de


vigilancia en urbanizaciones, polígonos, transportes y espacios públicos.

ÍNDICE DE CONTENIDOS

Tema 1. Características propias de estos entornos. Zonas y áreas de seguridad. Centro de control.
Operativa ante instalaciones con sistema de alarma. Actuación ante otras situaciones de emergencia.
Tipos de delincuencia y medios de ejecución más frecuentes: delincuentes comunes, delincuentes
organizados, delincuentes violentos y delincuentes juveniles.

Tema 2.Técnicas de comunicación interpersonal. Conductas antisociales. Técnicas de control de masas. El


estrés y el control del miedo.

Tema 3. Intervención de los Vigilantes de Seguridad. Clases de intervención: preventivas, reactivas,


asistenciales, etc. Intervenciones diurnas y nocturnas. Intervenciones con armas de fuego y perros.
Factores a tener en cuenta para una correcta intervención y procedimientos de actuación.

Tema 4. La patrulla y la vigilancia móvil. Observación y conocimiento del medio. Tipos de patrulla. Especial
consideración a la patrulla motorizada. Normas de realización y corrección de situaciones anómalas.

Tema 5. Identificación de personas. Principios y técnicas de identificación: la memoria, descripción de


personas y elementos complementarios.

Tema 6. La detención. Concepto. Supuestos en los que procede la detención y limitaciones. Formas de
realizar la detención. Registros, esposamientos y cacheos: supuesto en que procede y forma de
realizarlos. La detención en la normativa de seguridad privada y su aplicación por el vigilante de
seguridad. La detención ilegal.

Tema 7. Procedimientos de actuación ante situaciones concretas. Intervenciones sobre vehículos.


Actuación en accesos incontrolados y ante intrusiones no autorizadas. Actuación en supuestos de incendio,
inundación, amenazas telefónicas, descubrimiento de paquetes sospechosos.

Tema 8. Comunicación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La denuncia. Concepto y clases de
denuncia. Excepciones al deber de denunciar. Forma de realizar la denuncia. Órganos competentes en
materia de denuncia. Aspectos operativos.

Tema 9. Prevención de riesgos laborales. Función de vigilancia de seguridad, servicios, escenarios y


peligros asociados. Medidas preventivas específicas: persecución, detención, traslado de detenidos,
trabajo con perros. Obligaciones de los vigilantes de seguridad armados. Técnicas de primeros auxilios.

Tema 10. Colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

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Tema 1. Características propias de estos entornos. Zonas y áreas de


seguridad. Centro de control. Operativa ante instalaciones con sistema de
alarma. Actuación ante otras situaciones de emergencia. Tipos de
delincuencia y medios de ejecución más frecuentes: delincuentes comunes,
delincuentes organizados, delincuentes violentos y delincuentes juveniles.

-Características propias de estos entornos:

La legislación, en el caso de los polígonos industriales, y un nuevo concepto del


término ‘calidad de vida’, en el de las urbanizaciones, han producido que en la periferia
de los núcleos urbanos se extiendan superficies industriales y residenciales cuyas
fábricas, naves, centros comerciales y viviendas demandan seguridad. Dada la
imposibilidad de que sea la Seguridad Pública la que cubra, en primera instancia, estas
amplias zonas de actividades, es a la Seguridad Privada hacia donde se dirige esa
demanda.

Los motivos principales de esa demanda de seguridad son: el aislamiento, el fácil


acceso y la extensión del territorio. Los polígonos industriales surgen debido a dos
motivos principales; por un lado, el menor coste de los terrenos fuera de los núcleos
poblacionales. Por otra parte, en cumplimiento de la legislación, que establece que
determinados riesgos de la actividad industrial –vertidos, explosiones, tráfico de
camiones y mercancías, contaminación acústica...– estén alejados de las ciudades.

En el caso de las urbanizaciones, se oferta un modo de vida alejado de la vorágine de


la ciudad, en lugares tranquilos, con accesos cómodos, fácil aparcamiento, zonas
verdes y de esparcimiento...

En ambos casos, independientemente de las medidas de seguridad que cada


propietario decida instalar en su posesión, se precisa de un servicio de seguridad
común que proteja instalaciones y personas.

Los requisitos de seguridad establecidos reglamentariamente para este tipo de lugares


son los siguientes:

Artículo 80. Servicio en polígonos industriales o urbanizaciones.

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1. El servicio de seguridad en vías de uso común pertenecientes a polígonos


industriales o urbanizaciones aisladas será prestado por una sola empresa de
seguridad y habrá de realizarse, durante el horario nocturno, por medio de dos
vigilantes, al menos, debiendo estar conectados entre sí y con la empresa de seguridad
por radiocomunicación y disponer de medios de desplazamiento adecuados a la
extensión del polígono o urbanización.

2. La prestación del servicio en los polígonos industriales o urbanizaciones habrá de


estar autorizada por el Gobernador civil de la provincia, previa comprobación, mediante
informe de las unidades competentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de que
concurren los siguientes requisitos:

a. Que los polígonos o urbanizaciones estén netamente delimitados y separados


de los núcleos poblados.
b. Que no se produzca solución de continuidad, entre distintas partes del polígono
o urbanización, por vías de comunicación ajenas a los mismos, o por otros
factores. En caso de que exista o se produzca solución de continuidad, cada
parte deberá ser considerada un polígono o urbanización autónomo a efectos
de aplicación del presente artículo.
c. Que no se efectúe un uso público de las calles del polígono o urbanización por
tráfico o circulación frecuente de vehículos ajenos a los mismos.
d. Que la administración municipal no se haya hecho cargo de la gestión de los
elementos comunes y de la prestación de los servicios municipales.
e. Que el polígono o urbanización cuente con administración específica y global
que permita la adopción de decisiones comunes.

3. Con independencia de lo dispuesto en el apartado 1, los titulares de los bienes que


integren el polígono o urbanización podrán concertar con distintas empresas de
seguridad la protección de sus respectivos locales, edificios o instalaciones, pero en
este caso los vigilantes de seguridad desempeñarán sus funciones en el Interior de los
indicados locales, edificios o instalaciones.

4. Cuando en el cumplimiento de su misión en polígonos industriales o urbanizaciones,


y con independencia del ejercicio de la función que les corresponda en el control de
accesos, fuese precisa la identificación de alguna persona, los vigilantes la reflejarán
en un parte de servicio, que se entregará seguidamente a las dependencias de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Riesgos
Los riesgos de este tipo de instalaciones se pueden dividir en dos grandes bloques:

De carácter laboral
 Fortuitos
 Provocados

De carácter antisocial
 Intrusismo
 Robos. Daños a la propiedad
 Atentados

Riesgos en los polígonos industriales


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Intrusismo, robos y actos vandálicos son algunos de los riesgos de los polígonos
industriales, a los que hay que añadir los derivados de accidentes laborales y
siniestros, por lo que parece evidente que es preciso, y legal, disponer de un Plan de
Emergencia y de Evacuación capaz de satisfacer los problemas que puedan surgir.

Es más que probable que se produzcan siniestros de carácter accidental en este tipo de
instalaciones, por lo que en el Plan Integral de Seguridad deberán figurar todas las
empresas, con sus actividades y riesgos potenciales, con los correspondientes análisis
de riesgos y vulnerabilidades, incluyendo el estudio de accidentes producidos,
características de los trabajos, estructuras de los centros de trabajo y niveles de
protección.

En horario diurno es más factible la posibilidad de accidentes, en tanto que en horario


nocturno son más frecuentes los robos, independientemente de las sustracciones que
se realizan en horario laboral.

Riesgos en las urbanizaciones

El mayor riesgo en las urbanizaciones proviene de los actos de intrusión, robos,


episodios vandálicos y de perturbación. Es frecuente que muchas de las viviendas
estén desabitadas en horario diurno, bien porque son utilizadas como segunda
residencia o bien porque sus propietarios se encuentran en su horario laboral; estas
circunstancias son aprovechadas por los delincuentes para intentar la intrusión.

Los asaltos nocturnos son especialmente peligrosos, ya que quien los realiza es
consciente de que es más que probable que los propietarios se encuentren en las
viviendas; en caso de ser sorprendidos, los delincuentes pueden optar por la huída o,
por el contrario, por la amenaza y agresión a los habitantes de la vivienda. Es por ello
por lo que los servicios de seguridad que se adoptan en las urbanizaciones se
mantienen durante toda la jornada, controlando accesos y con rondas que se
intensificarán en horario nocturno.

-Características de estas zonas:

Para que una instalación reúna las características de polígono industrial o urbanización,
autorizándose, por parte del Subdelegado del Gobierno o autoridad competente, la
prestación de servicios de seguridad y protección de empresas privadas, el apartado 2
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del art. 80 del RSP establece los siguientes requisitos, que han de ser supervisados por
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad:

a. Que los polígonos o urbanizaciones estén netamente delimitados y separados


de los núcleos poblados.

b. Que no se produzca solución de continuidad, entre distintas partes del


polígono o urbanización, por vías de comunicación ajenas a los mismos, o por
otros factores. En caso de que exista o se produzca solución de continuidad, cada
parte deberá ser considerada un polígono o urbanización autónomo a afectos de
aplicación del presente artículo.

c. Que no se efectúe un uso público de las calles del polígono o urbanización por
tráfico o circulación frecuente de vehículos ajenos a los mismos.

d. Que la administración municipal no se haya hecho cargo de la gestión de los


elementos comunes y de la prestación de los servicios municipales.

e. Que el polígono o urbanización cuente con administración específica y global


que permita la adopción de decisiones comunes.

-Zonas y áreas de seguridad:

Existen numerosas teorías sobre Seguridad. Dependiendo de sobre cuál de los


componentes de seguridad se quiera incidir, una teoría hará más énfasis en el espacio,
en el tiempo, en el objeto, en las amenazas, en los medios... Todas las teorías son, en
principio, aceptables, por cuanto ayudan a establecer las bases para atajar un
problema de seguridad.

La teoría esférica de la seguridad hace referencia del ‘Objeto a proteger’ como un


núcleo, como un punto del que parten, concéntricamente, los medios y sistemas que
se emplearán en su protección, creando un área que utiliza barreras y obstáculos que
dificultan la agresión al núcleo protegido. Especialmente diseñada para la protección de
bienes inmuebles, aunque es válida para la protección de personas.

Esta teoría basa la protección del objeto en la creación de unos cinturones de


seguridad que envuelven al objeto, dándole protección; esta protección va
aumentando a medida que los círculos están más cerca del objeto protegido. Este
diseño permite distribuir las funciones de cada uno de los medios –materiales y/o
humanos–, logrando detectar los fallos en el sistema en puntos concretos, pudiendo
así rediseñar un nuevo plan de protección.

No hay que olvidar una posible agresión desde el subsuelo, por lo que habrá que
prever sistemas específicos de detección en ese punto.

La teoría esférica de seguridad ha de contar, como mínimo, con los siguientes


elementos:

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Núcleo
Es el centro de la protección. Allí se podrá contar con personal de escolta o de
custodia, según sea el objetivo. En este punto se contará con elementos
humanos y técnicos –cristales blindados, cámaras acorazadas, cajas fuertes,
detectores, perturbadores de señales de frecuencia, equipos de ultrasonidos,
equipos de infrarrojos...–

Primer círculo
Es el más próximo al núcleo. Su misión es la de detectar e intervenir, utilizando
medio técnicos –activos, principalmente, aunque apoyado en pasivos–,
destacando la importancia de barreras electrónicas y los CCTV –circuitos
cerrados de televisión–.

Segundo círculo
Limita con el primer círculo y su misión principal es la de prevenir y detectar,
utilizando sistemas disuasorios. Es el más importante y, también, el más
vulnerable, porque utiliza elementos pasivos y una vigilancia menos específica
–dependiendo, claro está, de lo que se proteja–. Para detectar accesos no
permitidos, en primer lugar se utilizarán barreras arquitectónicas, iluminación
dispuesta al efecto, accesos controlados, perímetros acotados, aperturas a
distancia... para que el resto de sistemas y elementos de seguridad puedan
funcionar.

La disposición circular variará dependiendo del objeto a proteger, pudiendo tener más
anillos, más filtros, combinaciones de cinturones de seguridad en el mismo recinto.
Como siempre, todo esto estará en función de los elementos básicos de una cuestión
de seguridad y, claro está, en función de la importancia del objeto a proteger y de los
medios con los que se cuente.

A los espacios contenidos entre el núcleo y el primer círculo y el resto de los círculos se
les denominan ‘zonas de seguridad’. Son los espacios más externos de un recinto
–perímetro y zonas aledañas al objeto a proteger–. Dependiendo del volumen,
importancia... puede haber varias zonas de seguridad en la protección de un objetivo
y, generalmente, la protección estará compuesta por personal y elementos pasivos,
dentro de una seguridad más general.

Por otro lado, las ‘áreas de seguridad’ son los espacios que tienen una seguridad más
específica, dada la proximidad de un objetivo relevante. Cuentan con elementos
activos, de seguridad electrónica, detectores de interiores, CCTV...

La diferencia entre ‘área’ y ‘zona’ radica en los perímetros protegidos, que serán de
mayor influencia en las zonas, mientras que en las áreas serán más reducidas y más
protegidas. De cualquier forma, también pueden darse coincidencias entre ‘áreas’ y
‘zonas’.

Dividiendo aún más el espacio, surgen conceptos como ‘espacios de influencia’, ‘de
exclusión’, ‘protegidos’ y/o ‘críticos’:

Área o zona de influencia


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Es la más externa al objetivo y suele contar con las zonas aledañas al perímetro
protegido. Han de ser estudiadas para prever situaciones de riesgo.

Área o zona de exclusión


Entre la zona de influencia y la protegida, dentro del perímetro del objetivo a
proteger. Suele ser de utilización restringida o acceso limitado. Generalmente,
se utilizan elementos humanos y medios pasivos.

Área o zona de protegida


Es la anterior a la zona crítica; está delimitada por la presencia de personal de
seguridad y medios técnicos activos y pasivos.

Área o zona crítica


Se extreman las medidas de seguridad. Cualquier movimiento ha de estar
estrictamente controlado.

-Centro de control. Operativa ante instalaciones con sistema de alarma:

Central Receptora de Alarmas (CRA) y Central de Control de Alarmas (CC) son dos
conceptos distintos que, sin embargo, hacen referencia a la misma idea, dentro de la
terminología de Seguridad Privada. EL artículo 5 de la Ley de Seguridad Privada
(L 23/1992, de 30 de julio), referido a las Empresas de Seguridad, en su apartado e,
señala como actividad de éstas “la instalación y mantenimiento de aparatos”. En el
punto f, habla de la “explotación de centrales para la recepción, verificación y
transmisión de las señales de alarmas y su comunicación a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, así como prestación de servicios de respuesta cuya realización no sea de la
competencia de dichas Fuerzas y Cuerpos”.
Esos mismos conceptos están recogidos en el artículo 1 del Reglamento de Seguridad
Privada (Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre). En los artículos del 46 al 51 del
Reglamento se establecen los requisitos básicos de funcionamiento de esas centrales,
regulándose el servicio de “custodia de llaves” que pueden realizar las empresas, así
como las sanciones de desconexión por falsas alarmas.

La operatividad básica de una Central Receptora de Alarmas configura un esquema


muy sencillo, prácticamente descrito en la definición recogida en la Ley y en el
Reglamento de Seguridad Privada. Se trata, en síntesis, de la recepción de una señal
de alarma, su rápida verificación con la central de origen y, simultáneamente, su
transmisión inmediata a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, o a los servicios de
emergencia correspondientes.

Así, la Central de Control de Alarmas, dispondrá de personal durante las 24 horas del
día. Ese personal tendrá a su cargo las dependencias y los equipos que la integren. Sus
funciones serán las de la recepción, filtrado y transmisión de alarmas, control de las
instalaciones a través de CCTV, y la comunicación y seguimiento de incidencias y
emergencias

El concepto de Central Receptora de Alarmas hace referencia a los equipos de una


instalación concreta, con la descripción de sus elementos y las funciones de los
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mismos. Su finalidad es la recepción de alarmas y la telegestión de las mismas, que


puede ir desde el chequeo remoto del funcionamiento de los equipos hasta la
activación y/o anulación de alarmas, control de entradas y salidas, etc.

Tanto la Central de Control como la Central Receptora conllevan un elevado número de


componentes técnicos y de elementos activos. Los equipos son complejos y con
técnicas y tecnologías de alto nivel. En razón de la trascendencia del trabajo allí
realizado, y de las graves consecuencias que podrían derivarse del incumplimiento de
las funciones, este tipo de instalaciones ha de estar dotado de un sistema de seguridad
propio que garantice la protección contra cualquier tipo de intrusión previa a
posteriores sabotajes, robos o cualquier otra amenaza de riesgo antisocial.

De la misma forma, en sus sistemas habrá de incorporarse la protección contra


incendio y/o explosión. Asimismo, los sistemas deberán contar con los
correspondientes planes de Emergencia y Evacuación, además de con los
procedimientos de actuación ante las diferentes posibilidades de averías técnicas. Parte
de estos medios y medidas están exigidas en la legislación vigente.

En todo ese complejo entramado técnico, es esencial el factor humano. De nada sirve
la tecnología más avanzada si no se tiene en cuenta la intervención humana, que es la
que controla a los elementos activos. Así pues, el sistema de la Central de Control de
Alarmas es la unión de medios técnicos y humanos de protección, con la finalidad de
detectar y prevenir accidentes e intrusiones, o accesos no autorizados, mediante las
funciones a realizar contempladas en la Ley y en el Reglamento de Seguridad Privada.

1. Únicamente las empresas de seguridad autorizadas podrán realizar las operaciones


de instalación y mantenimiento de aparatos, dispositivos o sistemas de seguridad y
alarma, cuando estos pretendan conectarse a una central de alarmas o a los

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denominados centros de control o de video vigilancia que recoge el apartado primero


del artículo 39 del Reglamento de Seguridad Privada.

2. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 46 del Reglamento de Seguridad


Privada, para conectar aparatos, dispositivos o sistemas de seguridad a centrales de
alarmas o centros de control, será preciso que la instalación haya sido realizada por
una empresa de seguridad inscrita en el Registro correspondiente y se ajuste a lo
dispuesto en los artículos 40, 42 y 43 del citado Reglamento y a lo establecido en la
presente Orden.

3. En cumplimiento del artículo 47 del Reglamento de Seguridad Privada, las empresas


de seguridad de instalación y mantenimiento y las empresas explotadoras de centrales
de alarmas, estarán obligadas, antes de efectuar la conexión, a instruir al usuario, por
escrito, del funcionamiento del servicio, informándole de las características técnicas y
funcionales del sistema y de las responsabilidades que lleva consigo su incorporación al
mismo.

4. Conforme a lo establecido en el apartado segundo del artículo 39 del Reglamento de


Seguridad Privada, queda prohibida la instalación de marcadores automáticos
programados para transmitir alarmas directamente a las dependencias de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, debiendo ser estas transmitidas, en todo caso, a través de
centrales explotadoras de alarmas o de centrales de uso propio.

5. No obstante lo anterior, la prestación a terceros de servicios de recepción,


verificación y transmisión de las señales de alarma, así como su comunicación a las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, deberá realizarse por empresas de seguridad
explotadoras de centrales de alarmas.

La Norma UNE-EN 50131-1 establece cuatro grados de seguridad en función del


riesgo, quedando en esta Orden asignados, además, en virtud de la naturaleza y
características del lugar en el que se va a efectuar la instalación y de la obligación, o
no, de estar conectados a una central de alarmas o centro de control, del modo
siguiente:

a. Grado 1, o de bajo riesgo, para sistemas de alarma dotados de señalización


acústica, que no se vayan a conectar a una central de alarmas o a un centro de
control.
b. Grado 2, de riesgo bajo a medio, dedicado a viviendas y pequeños
establecimientos, comercios e industrias en general, que pretendan conectarse
a una central de alarmas o, en su caso, a un centro de control.
c. Grado 3, de riesgo medio/alto, destinado a establecimientos obligados a
disponer de medidas de seguridad, así como otras instalaciones comerciales o
industriales a las que por su actividad u otras circunstancias se les exija
disponer de conexión a central de alarmas o, en su caso, a un centro de
control.
d. Grado 4, considerado de alto riesgo, reservado a las denominadas
infraestructuras críticas, instalaciones militares, establecimientos que
almacenen material explosivo reglamentado, y empresas de seguridad de
depósito de efectivo, valores, metales preciosos, materias peligrosas o
explosivos, requeridas, o no, de conexión con central de alarmas o, en su caso,
a centros de control.
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Artículo 6. Procedimientos de verificación.

1. De conformidad con lo dispuesto en el apartado segundo del artículo 48 del


Reglamento de Seguridad Privada, cuando se produzca una alarma, las centrales
deberán proceder de inmediato a su verificación, utilizando, para que ésta sea
considerada válida, todos o algunos de los procedimientos técnicos o humanos
establecidos en el presente Capítulo, comunicando seguidamente, al servicio policial
correspondiente, las alarmas reales producidas.

2. Para el correcto funcionamiento de las centrales de alarmas, y conforme a lo


establecido en el apartado primero del artículo 48 del Reglamento de Seguridad
Privada, éstas deberán estar atendidas permanentemente por los operadores que
resulten necesarios para la prestación de los servicios, en un número adecuado y
proporcional al número de conexiones que tengan contratadas, y sin que en ningún
caso puedan ser menos de dos operadores por turno ordinario de trabajo, que se
encargarán del buen funcionamiento de los receptores y de la transmisión de las
alarmas que reciban.

3. Las empresas de explotación de centrales de alarmas, así como las centrales de uso
propio, llevarán un libro-registro de alarmas, de forma que sea posible su tratamiento
y archivo mecanizado e informatizado, conforme a lo dispuesto a este respecto en el
artículo 51 del Reglamento de Seguridad Privada.

Artículo 7. Verificación secuencial.

1. Para considerar válidamente verificada una alarma por este método técnico, han de
activarse, de forma sucesiva, tres o más señales procedentes, cada una, de elementos
de detección diferentes y en un espacio de tiempo que dependerá de la superficie o
características arquitectónicas de los inmuebles, pero que nunca superará los treinta
minutos.

Para la determinación de la ubicación y distancia entre los elementos de detección, en


la elaboración del proyecto de instalación deberá tenerse en cuenta el espacio de
tiempo al que hace referencia el párrafo anterior.

2. La condición de alarma de un primer y segundo detectores proporcionará una


alarma sin confirmar. Si a continuación se produce la activación de un tercer detector,
el corte de la línea o una alarma de sabotaje, dentro del tiempo especificado, se
considerará como una alarma confirmada. Si ésta tercera condición se hiciera fuera del
tiempo previsto, será necesario utilizar otros medios para confirmar la alarma.

Artículo 8. Verificación mediante video.

1. Para considerar válidamente verificada una alarma por este método técnico, el
subsistema de video ha de ser activado por medio de un detector de intrusión o de un
video sensor, siendo necesario que la cobertura de video sea igual o superior a la del
detector o detectores asociados.

2. El proceso de verificación mediante video sólo puede comenzar cuando la señal de


alarma haya sido visualizada por el operador de la central de alarmas. Iniciada la
verificación, el sistema debe registrar un mínimo de una imagen del momento exacto
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de la alarma y dos imágenes posteriores a ella, en una ventana de tiempo de cinco


segundos, de forma que permitan identificar la causa que ha originado ésta.

3. Los sistemas de grabación utilizados para este tipo de verificación no permitirán


obtener imágenes del lugar supervisado, si previamente no se ha producido una
alarma, salvo que se cuente con la autorización expresa del usuario o la norma exija
una grabación permanente.

Artículo 9. Verificación mediante audio.

1. Para ser considerada válidamente verificada una alarma por este método técnico
será necesario:

a. Almacenar, al menos, 10 segundos de audio, inmediatamente anteriores a la


activación de la alarma, listos para ser enviados a la central de alarmas cuando
ésta lo demande.
b. Almacenar audio después de producirse la alarma, al menos hasta que la
comunicación por audio se establezca entre la central de alarmas y la
instalación.
c. Poder transmitir audio en directo a la central de alarmas si ésta lo demanda.

Cuando el sistema de seguridad se halla dividido en subsistemas, deberá ser posible


transmitir información de audio relevante solo de la parte del sistema que esté
activado en el momento de la alarma.

2. Únicamente será posible que un sistema de seguridad transmita información de


audio cuando se produzca la activación del mismo o se realice su mantenimiento,
contando siempre con el conocimiento y la autorización del usuario final, o cuando la
norma exija una grabación permanente.

Artículo 10. Verificación personal.

1. Las empresas autorizadas para la actividad de centralización de alarmas, en virtud


de lo establecido en el artículo 49 del Reglamento de Seguridad Privada, podrán
realizar, complementariamente, servicios de verificación personal de las alarmas y
respuesta a las mismas en las situaciones siguientes:

a. Cuando la verificación técnica confirme la realidad de una alarma, la central


podrá desplazar, como único servicio de respuesta a la alarma recibida, el
servicio de custodia de llaves para facilitar, a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, el acceso al lugar o inmueble protegido.
b. Cuando la verificación técnica no permita confirmar la realidad de una señal de
alarma, la central podrá desplazar el servicio de verificación personal para
realizar las comprobaciones oportunas y facilitar, en su caso, a los miembros de
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, información sobre la posible comisión de
hechos delictivos, bien limitando la inspección al exterior del inmueble o lugar
protegido, bien accediendo al interior del mismo.

En base a la información que la central reciba del servicio de verificación personal de la


alarma, la comunicará como real a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o concluirá el
procedimiento de verificación al considerarla como falsa.
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2. Aquellos servicios de verificación personal de las alarmas que lleven implícita su


inspección interior, deberán ser realizados, como mínimo, por dos vigilantes de
seguridad uniformados y en vehículo rotulado con anagrama de la empresa. El resto se
prestará, como mínimo, por un vigilante de seguridad en las mismas condiciones de
uniformidad y medios.

3. Cuando por el número de servicios de custodia de llaves o por la distancia entre los
inmuebles resultare conveniente para la empresa de seguridad y para los servicios
policiales, aquélla podrá disponer, previa autorización de éstos, que las llaves sean
custodiadas por vigilantes de seguridad sin armas en un automóvil, conectados con la
central de alarmas por un sistema de comunicación permanente. En este supuesto, las
llaves habrán de estar codificadas, debiendo ser los códigos desconocidos por el
vigilante que las porte y variados periódicamente, al menos una vez al semestre, y
cada vez que sean utilizadas.

4. En aquellos casos en los que el lugar protegido estuviera situado en una zona muy
retirada, que dificultase o retrasase en gran medida la llegada del personal de
seguridad encargado de la verificación personal de la alarma, de forma excepcional y
con el conocimiento de la autoridad policial competente en esta materia, la custodia de
llaves para facilitar el acceso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad podrá recaer en
personal de la entidad o empresa protegida, que tenga su domicilio en un lugar
cercano a la misma.

5. En todo caso, los vigilantes designados para la realización de servicios de acuda de


verificación personal deberán llevar un sistema de comunicación permanente con la
empresa de seguridad, de forma que cualquier incidencia en los mismos sea conocida,
de modo inmediato, por la central de alarmas, pudiendo solicitar, asimismo, de los
cuerpos policiales competentes, o a las autoridades previstas en el artículo 81 del
Reglamento de Seguridad Privada, autorización para el uso de sistemas y medios de
protección y defensa distintos a los habituales, incluida el arma de fuego
reglamentaria, y que permitan una mayor seguridad del vigilante en el ejercicio de sus
funciones de verificación personal.

6. Todos estos servicios estarán obligatoriamente reflejados en los contratos de


seguridad y aquellos que lleven aparejada la custodia de llaves, bien sea para facilitar
el acceso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o para la verificación exterior o interior
del inmueble, deberán estar expresamente autorizados por los titulares de las
instalaciones, consignándose por escrito en el correspondiente contrato de prestación
de servicios.

7. Para los servicios a los que se refieren los apartados anteriores, las empresas de
seguridad explotadoras de centrales de alarmas podrán contar con vigilantes de
seguridad, sin necesidad de estar inscritas y autorizadas para la vigilancia y protección
de bienes, o bien subcontratar tales servicios con una empresa de seguridad de esta
especialidad.

Las empresas y entidades industriales, comerciales o de servicios, tanto privadas como


públicas, que estén autorizadas a disponer de central de alarmas, dedicada
exclusivamente a su propia seguridad, podrán contratar los mismos servicios con una
empresa de seguridad autorizada para vigilancia y protección de bienes.

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Artículo 11. Actuaciones complementarias a la verificación.

1. Como complemento a los procedimientos de verificación técnica enumerados en los


artículos anteriores, las centrales de alarmas, cuando lo consideren conveniente o
necesario, podrán llamar a los teléfonos facilitados por el titular de la instalación con el
fin de comprobar la veracidad de la señal de alarma recibida.

2. Si la central de alarmas consigue comunicar con el usuario o personas autorizadas,


solicitará de éstos la contraseña establecida y si es correcta, le requerirá información
sobre la situación del lugar protegido. Si del resultado de esta gestión se deduce con
claridad la falsedad de la alarma, se interrumpirán el resto de actuaciones de
verificación, dando por concluido el proceso de comprobación. Si, por el contrario, no
fuese posible determinar la causa que ha producido la alarma, se continuará con el
proceso de verificación técnica o personal, actuando conforme a los procedimientos
establecidos en esta Orden.

3. Cuando la comunicación se realice al teléfono fijo del lugar protegido y el receptor


de la llamada no facilite la contraseña establecida o ésta fuese errónea, se considerará
una alarma confirmada, avisando al servicio policial correspondiente.

4. Sin embargo, si el teléfono fuese móvil y su titular se encontrase fuera de la


instalación protegida, se actuará en función de la información facilitada, bien
continuando con la verificación técnica o personal o bien dando por finalizadas las
comprobaciones.

5. En ningún caso la llamada a los teléfonos fijos o móviles del usuario o titular del
sistema de seguridad contratado, puede sustituir a los procedimientos de verificación
técnica o humana enumerados en los artículos 7 al 10, ambos inclusive, de esta Orden,
a los que únicamente complementa, y menos aún servir, por sí solo, como medio de
verificación para considerar válidamente confirmada una alarma comunicada a los
servicios policiales, que finalmente resulte falsa en los términos establecidos en la
presente Orden.

Artículo 12. Alarma confirmada.

1. Las alarmas verificadas por uno o varios de los procedimientos anteriormente


establecidos, tendrán la consideración de alarmas confirmadas, entendiéndose
cumplida, en estos casos, la obligación que el apartado segundo del artículo 48 del
Reglamento de Seguridad Privada impone a las centrales de alarmas, en relación con el
artículo 149.8.b del mismo Reglamento, salvo lo dispuesto a este respecto en los
apartados cuarto y séptimo del artículo 14 de esta Orden.

2. Para aquellas instalaciones que dispongan de sistemas de seguridad de grado 3 ó 4,


se considerará confirmada la alarma cuando se reciban, de forma sucesiva, tres o más
señales procedentes, al menos, de dos detectores diferentes, del mínimo de tres
instalados, y en un espacio de tiempo que no supere, en ningún caso, los treinta
minutos.

3. Independientemente de los procedimientos de verificación técnica establecidos en


esta Orden, para los sistemas con doble vía de comunicación, se considerará alarma
confirmada:
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a. La recepción de una alarma seguida de la comprobación de la pérdida de una o


varias de las vías de comunicación.
b. La comprobación de la pérdida de una de las vías de comunicación, seguida de
la activación de un elemento detector del sistema, comunicada por una
segunda vía.
c. La comprobación del fallo de las dos vías de comunicación.

Dichos sistemas de alarma deberán contar con dos vías de comunicación distintas, de
forma que la inutilización de una de ellas produzca la transmisión de la alarma por la
otra o bien, con una sola vía que permita la transmisión digital con supervisión
permanente de la línea y una comunicación de respaldo (back-up).

4. También deberá ser considerada alarma confirmada, la activación voluntaria de


cualquier elemento destinado a este fin, tales como: pulsadores de atraco o anti-rehén,
o código de coacción mediante teclado o contraseña pactada.

-Actuación ante otros tipos de emergencia:

Estas dependerán de las circunstancias propias del servicio, y pueden incluir desde
atender pequeñas emergencias como un pequeño fuego o una actuación de primeros
auxilios, a intervenciones por agresiones o menudeo de drogas. En general, y en cada
servicio en particular, los Vigilantes de Seguridad deben acometer los siguientes pasos
en el diseño de su operativa:

-Conocer al detalle la topografía, callejero y la mayor cantidad de información posible


del lugar donde se preste el servicio.

-Conocer los nombres y teléfonos de contacto de los superiores y responsables del


lugar.

-Conocer la localización y protocolos de uso de los materiales y equipos de seguridad,


como extintores, BIEs, medios de defensa, teléfonos, vehículos, etc.

-Revisar el estado de funcionamiento de los equipos de seguridad y reparar o


reemplazar los que se encuentren rotos o en mal estado.

-Obtener información de otros compañeros más antiguos o del propio cliente o de las
FCS de la zona acerca de las particularidades del servicio.

-Localizar los puntos más conflictivos.

-Diseñar un protocolo de rondas e inspecciones para desarrollar sus funciones con la


mayor eficacia posible.

-Practicar los protocolos de emergencia en a medida de lo posible.

-Revisar periódicamente toda la información recopilada y actualizarla según aparezcan


nuevas amenazas o riesgos, o desaparezcan, en su caso.

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Las actuaciones de los Vigilantes de Seguridad de atendrán en todo caso a la


normativa vigente en seguridad, y a sus funciones como personal de seguridad, sin
excederlas en ningún momento, y comunicando oportunamente a las FCS la comisión
de hechos delictivos o las actuaciones relevantes para la seguridad ciudadana, así
como entregándoles a los delincuentes detenidos y los efectos del delito.

-Tipos de delincuencia y medios de ejecución más frecuentes: Delincuentes


comunes, delincuentes organizados, delincuentes violentos y delincuentes
juveniles.

La delincuencia se refiere a un conjunto de actos en contra de la ley, tipificados por la


ley y merecedores de castigo por la sociedad, en diferentes grados. Se podría definir
también como una conducta por parte de una o varias personas que no coinciden con
las requeridas en una sociedad determinada, que atentas contra las leyes de dicha
sociedad. Debido a ello, la delincuencia puede diferir según el código penal de cada
país. Generalmente, se considera delincuente a quien comete un delito en reiteradas
ocasiones, llegando a ser considerado también, como un antisocial, recalcando el
hecho que este tipo de acciones atentan contra el normal funcionamiento de nuestra
sociedad, poniendo en peligros de diferente naturaleza a sus miembros.

Sin duda la delincuencia es uno de los temas que más preocupa a la sociedad actual,
debido principalmente al aumento del número de delincuentes y a que cada vez sean
más los menores que cometen delitos. La delincuencia más común es la llamada
delincuencia menor, que normalmente es cometida por una persona o un grupo
menor. Los delitos cometidos pueden ser de carácter menor o también llegar a ser
graves y clasificados, pero no son de grandes proporciones, es decir, no son cometidas
por grupos organizados ni planeadas para afectar en gran manera a la sociedad. Se
incluyen aquí delitos como asaltos, carterismos, robos, fraudes, violaciones,
vandalismo, grafitis y pinturas en muros y monumentos, entre otros.

En cuanto a la delincuencia más grave, se denomina delincuencia organizada e implica


una organización o grupo mayor, que se estructura como una verdadera empresa,
dirigida a obtener beneficios del delito. Tiene una estructura jerarquizada y persiste en
el tiempo más allá de sus miembros originarios, además de extenderse por lo
diferentes países buscando lugares donde aplicar sus métodos con mayor beneficio o
impunidad (esto se denomina transnacionalidad).

-Delincuentes comunes:

La delincuencia común es denominada para aquellos grupos de personas que hacen


actuaciones ilegales sin tener una organización establecida. No son delincuentes
especializados, efectúan delitos menores, pero son capaces de causar gran daño a sus
víctimas. Al contrario del crimen organizado como la MAFIA. La delincuencia común es
cotidiana en todas las ciudades del mundo, y las razones de su aparición y desarrollo
se pueden explicar en base a todas las teorías existentes en Criminología, aunque
inclinándonos más por las sociológicas. La mayoría de los expertos coinciden en que
estos individuos que adoptan un estilo de vida centrado en la comisión de pequeños
delitos como hurtos, robos, tráfico de drogas a pequeña escala, etc. lo hacen obligados
por la falta de oportunidades legítimas para obtener ingresos.

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En algunas zonas, este tipo de delincuencia puede llegar a tener una gran importancia,
como en las grandes zonas urbanas.

-Delincuentes organizados:

La definición acordada por los Ministerios de Justicia e Interior de Alemania en 1990


considera el crimen organizado como una violación planificada de la ley con el
propósito de obtener ganancias y/o adquirir poder. Estas violaciones deben ser cada
una de ellas o conjuntamente de la mayor significancia y llevadas a cabo con la
cooperación de más de 2 participantes dentro de una división de tareas, por un
periodo indeterminado de tiempo, usando estructuras comerciales, violencia u otros
medios de intimidación, influencia política, de los medios de comunicación, de la
administración pública, de la justicia o de la economía legal.

Otros autores como Félix Allm y Jennifer Sands plantean que aunque las motivaciones
económicas son importantes, muchos grupos de crimen organizado tienen raíces
nacionales y étnicas con referencias a su historia y cultura. Estos factores históricos y
culturales son importantes para encontrar una explicación adecuada acerca del
segmento y desarrollo de estas organizaciones, por tanto los problemas del crimen

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organizado no solo deben ser observados en términos económicos, deben contemplar


también los factores sociales, culturales y transnacionales del fenómeno.

La criminalidad organizada en un sentido amplio del término, debe entenderse como


una actividad criminal, ejecutada, estructurada y planificada “de acuerdo con códigos
internos de organización criminal”, por más de 2 individuos que hacen de la actividad
delictiva su forma de vida y donde debe estar presente el propósito de obtener
ganancias o poder con propósitos ulteriores de lucro.

En un sentido estricto, desde una perspectiva funcionalista, la delincuencia organizada


es la que se realiza a través de un grupo o asociación criminal revestido de las
siguientes características: carácter estructurado, permanente, auto-renovable,
jerarquizado, destinado a lucrarse con bienes ilegales; empleando la disciplina y la
coacción en relación con sus miembros y toda clase de medios frente a terceros, con el
propósito de alcanzar sus objetivos.

Un aspecto importante de la criminalidad organizada es que sus fines son involucrarse


en una economía distinta de la legal sustentada en el narcotráfico, contrabando,
extorsiones y actividades mafiosas de todo tipo. Tiene una dimensión empresarial y
orientada hacia el beneficio, actúa como una empresa económica fundada en el delito,
es una actividad similar a la administración de un negocio, en definitiva se plantea
conquistar posiciones del poder económico e incluso del poder general. Sin embargo
también estamos de acuerdo que no pueden ignorarse los factores históricos, étnicos y
nacionales que muchas veces están presentes en grupos específicos del crimen
organizado.

Características:

A-Actividad de grupo y permanencia:

Se trata de una actividad ejecutada por un grupo de 3 o más personas, unidas


solidariamente y durante cierto tiempo, con el propósito de cometer delitos graves con
miras a obtener ganancias y, de este modo, acceder o influir en posiciones del poder
económico, político y social. No se trata de individuos que se unen para 1 o 2 trabajos
y luego se separan. La cuestión de su carácter permanente con vida durante un
periodo importante de tiempo es una de las características que distinguen el crimen
organizado de los fenómenos de las bandas u otras formas asociativas transitorias.

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Este aspecto de su carácter permanente o por tiempo sustancialmente largo ha dado


lugar a interesante jurisprudencia especialmente de las cortes de apelaciones y del
Tribunal Supremo de Estados Unidos, por ejemplo en el caso Estados Unidos contra
Kraguess ( 1987 ), la Corte estimó que aún cuando el personal asociado de la
organización criminal dedicado al tráfico de drogas cambie, si la identidad esencial de
la organización criminal dedicada al tráfico de drogas permanece, al menos con 5 de
sus miembros participando en asuntos de la misma desde 1979 hasta el cese de sus
operaciones y especialmente si el grupo vital estuvo presente durante todo ese periodo
la continuidad del personal está satisfecha.

La Corte asimismo identificó los roles y funciones especificas y necesarias para la


operación de la empresa en los cargos de director, supervisor del anillo del circuito de
la droga, los pilotos para el transporte y otros, concluyendo que había suficiente
evidencia de la continuidad o permanencia del grupo.

En cuanto al número de integrantes fluctúan entre un mínimo de 20 y un máximo de


200 a 250 miembros, según las investigaciones criminológicas llevadas a cabo
principalmente en Estados Unidos.

El Tribunal Supremo español en sentencia de 19 de enero de 1995 explica algunas


características que deben estar presentes en el crimen organizado, el cual debe contar
con un centro de decisiones y diversos niveles jerárquicos, con probabilidades de
sustitución de unos a otros, mediante una red de reemplazos que aseguren la
supervivencia del proyecto criminal con cierta independencia de las personas
integrantes de la organización. La existencia de la organización no depende de las
organizaciones que la integren, aunque ello estará coordinado por las características
del plan delictivo. Lo delictivo es precisamente, esta posibilidad de desarrollo del plan
delictivo de manera independiente de las personas individuales, pues ello es
verdaderamente lo que nos permite hablar de una empresa criminal.

B-Estructura:

Este tipo de criminalidad se desarrolla dentro de un organigrama específico, la


asociación criminal, en el cual cada uno de los miembros cumple con una función
específica y necesaria para la comisión de delitos.

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Existe una jerarquía y una división del trabajo dentro del grupo. Sin embargo, no existe
un solo modelo de organización estructural. La evolución puede situarse en un
comienzo en organizaciones delictivas secretas, de ahí a empresa del crimen, más
tarde a empresas duales que llevan al mismo tiempo actividades lícitas e ilícitas, y
finalmente un acercamiento a la criminalidad corporativa.

Al frente de la organización se encuentra un jefe cuya principal función es la de


mantener el orden interno del grupo o la familia, y al mismo tiempo maximizar las
ganancias y la estrategia de los negocios a realizar. Debajo de éste se encuentran el
vice jefe cuya misión es recopilar información y ser un transmisor de las directivas del
jefe con el resto de la organización del grupo. En el modelo de la mafia siciliana
italiana, le sigue el consejero, que funciona como una especie de jefe de personal, se
considera que debe ser una persona con experiencia, da consejos al jefe y goza de un
considerable poder e influencia. Estos constituyen lo que podemos llamar la estructura
superior, la cual no debe tener muchos contactos con los niveles intermedios e
inferiores. El enlace entre esta jerarquía superior y los niveles de ejecución es el
llamado “buffer”, debido a su papel, de evitar la descompartimentación entre estos 2

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niveles. En el nivel más bajo se encuentran los llamados jefes de pequeños grupos y
los “soldados”.

Este tipo de organización es el típico de organizaciones mafiosas como la Cosa nostra,


sin embargo, investigaciones criminológicas más recientes entienden que este modelo
altamente centralizado no es único, y que hay pequeñas organizaciones que compiten
entre ellas. La tendencia es fragmentar el mercado, haciendo difícil su centralización a
gran escala, siendo lo más frecuente en la actualidad la coordinación entre diversas
organizaciones criminales, lo que se ha dado en llamar “redes flexibles” que vinieron a
sustituir a los grupos “jerárquicos y burocráticos” en un mundo globalizado donde la
globalización de mercados moldea del mismo modo las redes empresariales legítimas y
al mismo tiempo crea otras formas de control social.

-Delincuencia violenta:

Se caracteriza por los siguientes rasgos:

AGRESIÓN: intención de herir o ganar ventaja sobre otra persona sin que
necesariamente implique daño físico. La violencia, como subcategoría de la agresión,
es un tipo de agresión activa y directa, física o psicológica, que tiene lugar en los
intercambios entre individuos.
Berkowitz: agresión es toda forma de conducta que pretende herir físicamente o
psicológicamente a alguien o algo. Aspecto destacable : LA INTENCIONALIDAD, lo que
no queda claro es el propósito.

DELINCUENCIA VIOLENTA: implica directamente comportamientos peligrosos y


dañinos prohibidos por la ley.

1- CLASIFICACIÓN DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO:

A. SEGÚN LA MODALIDAD: física o verbal.


B. SEGÚN LA RELACIÓN INTERPERSONAL: directa (rechazo amenaza) o indirecta
(cotilleo o destruir la propiedad de alguien).
C. Según el grado de actividad implicada: activa o pasiva (impedir que alguien pueda
alcanzar su objetivo).

AGRESIÓN INSTRUMENTAL: la conducta agresiva que tiene otro objetivo además


del daño causado.

AGRESIÓN EMOCIONAL: su principal objetivo es provocar daño.

DSM-IV: trastorno disocial : en edades tempranas.


Trastorno antisocial: en la edad adulta.

FACTORES INFLUYENTES EN LA CONDUCTA AGRESIVA:

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Factores ambientales: por la influencia de la familia (imp en la edad infantil), el


modelado de los grupos de pares, el barrio y los medios de comunicación.

FACTORES COGNITIVOS Y SOCIALES:

FACTORES ORGÁNICOS: los factores orgánicos (factores hormonales y mecanismos


cerebrales).

FACTORES DE PERSONALIDAD: Los niños agresores muestran una tendencia


significativa hacia el psicoticismo, cierta inclinación por el riesgo y las situaciones de
peligro y su alta extraversión.
ADQUISICIÓN DEL COMPORTAMIENTO AGRESIVO:
El reforzamiento es el otro proceso implicado en la adquisición de la conducta agresiva
se da cuando se incrementa la probabilidad de ocurrencia de una respuesta a causa de
las consecuencias que siguen a la misma.
Reforzamiento positivo si la consecuencia es agradable.
Reforzamiento negativo si la consecuencia es aversiva.
Uno de los reforzadores más poderosos que pasa inadvertido es la atención prestada al
niño tras la emisión de la conducta agresiva.

TEORIA SOCIAL DEL APRENDIZAJE:


La agresión y la conducta violenta – al igual que la conducta socialmente adecuada –
se aprenden a través de la experiencia directa y la imitación de modelos reales
(padres, profesores u otros niños) y simbólicos (p. Ej. Los que ofrecen los medios de
comunicación).
La conducta agresiva resulta de la interacción de determinantes personales, cognitivos
y ambientales en los que ciertos procesos de imitación y reforzamiento desempeñan un
papel fundamental.
Las variables de personalidad no son en sí mismas suficientes para explicar la
violencia, sino que reflejan patrones de desviación o disposiciones que pueden
incrementar la probabilidad de conducta violenta criminal pero que no conducen de
forma inevitable a los actos violentos.
BLACKBURN: explica las diferencias entre disposición a la violencia y actos agresivos
o violentos.
Los primeros pertenecen a la historia personal del sujeto, como las experiencias
infantiles – familia, grupo de pares, escuela, entorno – y las características de
personalidad; mientras que los antecedentes de un acto violento suelen ser factores
situacionales y contextuales que pueden preceder al asalto, como eventos reciente de
vida, el contexto social en el que ocurre la agresión, la presencia de un arma o el
consumo de alcohol y drogas u otros desinhibidores.
DISPOSICIÓN O TENDENCIA A LA VIOLENCIA:
Entendemos que es el conjunto de variables personales, sociales y ambientales que ,
en combinación pueden potenciar el desarrollo y mantenimiento de un modo de
reaccionar violento.
COMO SE PREDICE:
En primer lugar hay que identificar los factores de riesgo.
2º Saber si presenta o no los predictores o factores de riesgo y en que cantidad o con
que frecuencia los manifiesta.
3º Se pronostica en base a lo anterior su probabilidad de manifestar o no futura
conducta violenta.
4º Comprobar o no lo acertado de las predicciones.
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Si se predijo como delincuente y llego ser VALIDO POSITIVO.


Si fue excluido del grupo de riesgo y no se convirtió en delincuente VALIDO
NEGATIVO.
Predictores: destacan la disposición agresiva, ciertas variables cognitivas, el nivel
intelectual (déficit) la enfermedad mental y el modelado de la violencia.
Pero ninguna de estas variables por sí sola es suficiente para dar cuenta de la
perpetuación en un estilo de vida violento.
DISPOSICIÓN AGRESIVA: cuanto más joven se inicia una persona en la violencia,
mayor es la probabilidad de que se establezcan unas pautas de conducta violenta
relativamente estables y permanentes.
Estas conductas tempranas son un rasgo que predispone a la violencia adulta, pero la
violencia criminal depender de otros factores personales, sociales y ambientales; es
decir, la agresividad no puede contemplarse aisladamente de otras variables ya que no
es un factor suficiente para explicar la delincuencia violenta.
Otro precursor de la violencia está asociado con una disposición a experimentar ir y
hostilidad ante situaciones de frustración y provocación. Relacionado con esto ,
también está el nivel de autoestima.

PSICOPATIA: es un rasgo que denota un mayor propensión a comportarse de forma


agresiva e impulsiva en prisión.
Características de PSICOPATA: ausencia de sentimientos de culpabilidad y de
capacidad para establecer vínculos afectivos estables y duraderos, fracaso para
aprender de la experiencia y del castigo, egoísmo, insensibilidad e impulsividad,
conflictos continuos con la sociedad e incapacidad para respetar reglas sociales,
morales o penales.

INTERVENCIÓN Y PREVENCIÓN DEL COMPORTAMIENTO VIOLENTO:


PREVENCIÓN PRIMARIA: actúa sobre los factores personales ( características
personales, métodos de disciplina, consumo de alcohol y drogas, etc) y sobre factores

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ambientales ( nivel socioeconómico, recursos disponibles, medios de comunicación,...)


Va dirigida a la población general y a poblaciones o grupos específicos de alto riesgo.
PREVENCIÓN SECUNDARIA: se dirige a la detección precoz de conductas violentas
en la población infantil y adolescente así como a impedir que la conducta violenta se
instaure como hábito de comportamiento en aquellas personas que la han utilizado
ocasionalmente.
PREVENCIÓN TERCIARIA: dirigida a impedir la reincidencia y facilitar la
rehabilitación.
Factores de riesgo: extraversión , impulsividad, déficit por atención, la osadía, la
búsqueda de sensaciones y la ausencia de empatía.
INTERVENCIÓN EN LOS FACTORES AMBIENTALES:
Nivel socioeconómico: el nivel más global y amplio de la prevención va encaminado a
reducir situaciones de pobreza, marginalidad, hacinamiento, falta de recursos y
oportunidades. Estos se consideran factores influyentes en el desarrollo de la violencia.
La violencia en jóvenes y adultos está asociada a una serie de déficit: empatía, control
del impulso , control de la ira y habilidades de solución de problemas.
Una combinación de entrenamiento de empatía, control del impulso y manejo de la ira
constituye la mejor aproximación para la prevención de la violencia.

-Delincuentes juveniles:

La conducta criminal es un componente más de la conducta antisocial causada por la


acción humana, entendida ésta como cualquier hecho que viole las reglas sociales o
vaya contra los demás, es decir, el comportamiento que produce un delito, entendido
este como toda conducta human externa, culpable, penalmente antijurídica y punible,
cuando encaja en las descripciones del tipo legal y tiene señalada, en el Código Penal,
una pena grave o menos grave.

En los primeros análisis estadísticos realizados en el primera mitad del siglo XX se


observó que la criminalidad no se distribuye de igual forma en todas las edades sino
que, en general, la tasa de criminalidad crece en vertical hasta los 20 años, para caer
progresivamente primero, y con más fuerza a partir de los 35, con la excepción de un
cierto incremento de las conductas delictivas a partir de los 60 años.

A.- Delincuencia de jóvenes y menores.

La violencia juvenil es considerada una grave epidemia de este comienzo de siglo. Los
menores de edad son los nuevos protagonistas de las crónicas violentas y los
comunicadores sociales reiteran informaciones e investigaciones periodísticas sobre los
jóvenes violentos. En amplios sectores de la sociedad se considera que existe una clara

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ausencia de valores en los niños y jóvenes, ausencia que se vuelca finalmente en los
más diversos patrones de comportamiento violento.

Asesinatos, violaciones, robos y saqueos entre otros, encabezan la descripción de las


violencias perpetradas en edades tempranas. Tal violencia se piensa, sin duda alguna,
originada en fallos de los menores mismos. Esta convicción va tomando fuerte arraigo
y hace que diversos países se encuentren discutiendo disminuir la edad legal en los
que los menores pueden ser considerados imputables por los delitos que cometan.

La delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos preferidos en los


estudios sobre la criminología por:

1. Por la personalidad de su protagonista, que exige un esfuerzo adicional


del investigador y de los operadores jurídicos para captar el significado de la
conducta, para comprender a su autor y para prescribir la respuesta
adecuada.
2. Por su repercusión social, que se explica, no obstante, más por el impacto de
injustos estereotipos sociales que por al entidad real de la criminalidad.
Fenómenos como el miedo al delito juegan un papel decisivo.
3. Porque pone en evidencia los conflictos que enfrentan al mundo del
derecho y al de ciencia tanto en el diagnóstico como la intervención. Política
y ciencia hablan lenguajes diferentes.

La criminalidad de jóvenes y menores tiene interés desde el punto de vista técnico y


político porque la conducta desviada puede observarse mejor entre los jóvenes que en
los adultos. Por ello, los modelos teóricos explicativos de la delincuencia toman como
referencia básica la criminalidad juvenil, y los programas, medidas e instituciones que
después se extenderán al mundo de los adultos, son primero experimentados entre
jóvenes y menores.

1.-Datos estadísticos

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La adolescencia suscita preguntas e inquietudes que conducen al corazón del quehacer


criminológico, y allí nos encontramos con los aciertos, incertidumbres, avances y
estancamientos que caracterizan cualquier disciplina científica. La delincuencia juvenil
ocupa un lugar destacado en el conjunto del estudio de la criminalidad: alrededor del
5% de los delincuentes jóvenes comete aproximadamente el 35% de los delitos.

La posible asociación entre la edad y la delincuencia ocupa un lugar interesante en la


criminología. El número de jóvenes y menores denunciados aumenta de modo
continuado cada año, esta tendencia creciente ha sido confirmada por numerosos
estudios realizados tanto en España como en otros países.

La edad de los jóvenes delincuentes es cada vez menor, ya actúen en solitario o


formando bandas, son cada vez más graves y peligrosos. Las investigaciones
existentes muestran que la participación en la mayoría de los delitos ascendía de un
modo constante a medida que los jóvenes crecían, alcanzando su punto máximo
durante los últimos años de la adolescencia o, en los casos de los delitos más
violentos, en los primeros años de la veintena; a partir de entonces, disminuyó la
participación delictiva, a medida que aumento la edad de las personas.

Así el modelo empírico denominado curva edad delito, sugería que existía algo único
sobre los años de adolescencia que atraía a la mayoría de los jóvenes hacia algún tipo
de delito, y a una minoría de los jóvenes hacia una elevada incidencia del delito.

La mayoría de los autores proceden de las clases socioeconómicas más bajas, aunque
se está observando en los últimos tiempos una expansión de la criminalidad juvenil a
las clases acomodadas.

En cuanto a la mujer, su participación en la criminalidad, en términos absolutos, es


mucho más reducida que la del hombre, aunque, en cifras relativas, también se ha
incrementado en los últimos años. Las mujeres, no obstante, se inician en el delito más

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tarde, alcanzando las tasas de delincuencia su punto máximo en el tramo de edad de


25 a 30 años.

2.-Tipos de conductas delictivas entre los jóvenes

Entre los jóvenes predominan cuantitativamente las infracciones contra la propiedad:


hurtos, robos con fuerza en las cosas, robos con violencia o intimidación, agresiones,
etc.

De entre ellos el hurto es el delito cotidiano. Los hurtos más frecuentes son el de
vehículos y los hurtos en comercios, en cuya comisión la participación de niños y
jóvenes ha aumentado considerablemente, si bien, a la hora de valorar los datos
estadísticos hay que tener en cuenta su menor habilidad y, por tanto, su mayor
probabilidad de ser sorprendidos.

En los últimos años han aparecido también nuevas conductas asóciales: destrucción de
espacios, edificios o mobiliario urbano, desórdenes y alteración de la paz pública,
apropiación lúdica de objetos de consumo; delitos cometidos por los gamberros del
fútbol, actos violentos de protesta, delitos relacionados con el consumo de drogas o
alcohol, delitos de tendencia ideológica relacionado con el terrorismo etc.

En la mujer prevalecen los delitos contra la salud pública, seguidos en importancia por
los delitos contra la propiedad y los delitos contra las personas.

3.- Geografía de la criminalidad

Las estadísticas ponen en evidencia que existe un enorme desnivel entre el campo y la
ciudad: las tasas de criminalidad son mucho elevadas en las grandes ciudades. Así,
para determinados delitos, se registra en las grandes ciudades a veces un número diez
veces mayor que el campo.

Otro de los aspectos sociales clásicos relacionados con la conducta antisocial, es la


clase social. Generalmente se observa que en la áreas socio-económicamente pobres y
marginales se registran más delitos que las de mejor posición, pero esto sólo sucede
en las zonas urbanas pero no en las zonas rurales (Braithwaite, 1981).

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En la ciudad es donde actúan con más intensidad los fenómenos de la industrialización,


la burocracia, el crecimiento demográfico y urbanización de las sociedades post-
industriales.

Este tipo de sociedades ha traído ventajas innegables pero también acentúan la


desorganización social, los espacios privados minúsculos, los ruidos, el tráfico, las
prisas, las aglomeraciones, la pobreza, el cosmopolitismo, la heterogeneidad y
anonimato acarrean disfunciones importantes que van a incidir negativamente en el
ámbito delincuencial: gregarismo, despersonalización, insolidaridad, debilitamiento de
la propia identidad o conflictos culturales.

Este cuadro se grava en barrios o zonas en los que reina el hacinamiento, la


promiscuidad, la suciedad y el desorden urbanístico que es donde llegan los
inmigrantes siendo los primeros lugares del integrismo: áreas deprimidas que
presentan tasas más elevadas de delincuencia.

B.-Rasgos sociales y personalidad del delincuente juvenil

1.- La adolescencia y juventud

La adolescencia es una etapa esencialmente evolutiva de transición entre la infancia y


el estado adulto. En lo social, el adolescente debe atravesar un complejo proceso antes
de lograr una plena inserción en lo social, tras su rechazo instintivo de las normas y
valores sociales establecidos por los adultos y su adscripción a tipos de
comportamiento social independientes. El joven ha de aprender a ser ciudadano. Para
Thomas Hobbes en Tratado del ciudadano (1647) “...el hombre se hace apto para la
Sociedad no por naturaleza, sino a base de entrenamiento”.

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Es una etapa marcada por las crisis de identidad y por una serie de conflictos intra y
extrafamiliares y que los jóvenes han de resolver y superar para poder acreditarse
como adultos.

Los problemas evolutivos que se presentan al joven puede traducirse en


comportamientos sociales problemáticos (gamberrismo, conductas arriesgadas, falta de
integración, etc.)

Esas conductas inadaptadas no pueden ser analizadas fuera de contexto porque


constituyen el final de un proceso personal, son un resultado de:

1. Unas determinadas condiciones de crecimiento (psicológicas,


estructurales, sociales, demográficas e ideológicas).
2. De una respuesta que las dificultades con que el joven se encuentra reciben
por parte de la sociedad adulta.

2.-Perspectiva psicológica

El infractor joven presenta los siguientes rasgos de personalidad:

 Actuación impulsiva: carece de autocontrol, de un filtro reflexivo que medie


entre impulso y conducta y le permita el análisis de la propia situación.
 Pensamiento concreto: orientado a la acción, práctico, programado par el
corto plazo; no tiene un razonamiento abstracto.
 Rigidez cognitiva: tiene dificultades para captar los matices de una situación
concreta, es incapaz de desarrollar opciones distintas a las anteriormente
adoptadas, etc.
 Poseen rudimentarios mecanismos de auto-justificación, que se
desmoronan si se les enfrenta al mal que efectivamente han ocasionado,
dejándolos desprotegidos frente al complejo de culpa.
 Déficit de autoestima: buscan en el comportamiento delictivo la
sensación de poder o de dominio del mundo.
 Distorsiones valorativas: es incapaz de captar las reglas, convencionales,
actitudes y conductas de los diversos grupos sociales.

3.-El joven y la sociedad actual


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En la actualidad, la juventud de los países desarrollados occidentales ha crecido en un


marco político democrático y plural.

Han disfrutado de unas posibilidades educativas como nunca se han tenido en el


pasado. Las tasas de escolarización son más largas y las posibilidades de acceso a la
educación menos dependientes del origen social de la familia.

La oferta en el ámbito recreativo, de ocio, etc., es muy amplia y diversa.

Pero la sociedad del bienestar puede producir efectos perversos:

1. Por un lado, hay un excesiva delegación de responsabilidades en el Estado,


los jóvenes sienten que esa amplia oferta educativa, cultural, de ocio, etc., les
viene dada, que no tienen por qué esforzarse, los que conlleva una cierta
acomodación.
2. La cultura consumista crea artificialmente necesidades y practica un
hedonismo insaciable incapaz de postergar la satisfacción del placer o de
planificar con sensatez el futuro a medio plazo.
3. Ausencia de referencias globales dentro de la sociedad, hemos pasado del
pluralismo al relativismo del ”todo vale”, lo que conduce a un individualismo
absoluto.

La distancia intergeneracional entre padres e hijos es menor que en generaciones


anteriores; la familia se ha democratizado y flexibilizado.

Pero también se ha vuelto más irresponsable respecto a su misión de educar e instruir.


Es una débil transmisora de contenidos, debiendo a los cambios profundos que se
están operando en la estructura familiar y a los nuevos papeles del hombre y de la
mujer, lo que puede repercutir desfavorablemente en la integración social de los hijos.

Los jóvenes encuentran graves dificultades para acceder al mundo laboral, lo que
dificulta su emancipación de la familia. El desempleo afecta fundamentalmente a los
jóvenes de entre 16 y 24 años. Jóvenes que realizan las peores clases de trabajo, que
ven su futuro como una realidad incierta. Uno de los componentes más importantes,
entre la multitud de causas que exacerban las violencias sociales, es efectivamente el

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desempleo. Los niveles altos de desempleo crónico son, en sí mismos, una forma de
violencia social. Violencia dirigida directamente contra hombres y mujeres que están en
condiciones de trabajar y además necesitan hacerlo.

La definición de desempleo que da el Diccionario de la Real Academia es escueta y


tajante. Desempleo es un paro forzoso. Esta definición de desempleo es la única que
indica lo impuesto del hecho, como situación no deseada y, por extensión, el carácter
de acto violento que está implícito en él. La violencia que el desempleo implica o ejerce
sobre los desocupados queda confirmada al ver el significado que para la Academia
tiene la palabra forzoso significa:

1. Fuerte, recio o violento.


2. Violento, contra razón y derecho.
3. Que no se puede excusar.
4. Que tiene grandes fuerzas.

El desempleo no es meramente un juego de variables económicas, es además, un acto


violento que padecen quienes no consiguen trabajo.

C.-Factores de riesgo y de protección en la criminalidad juvenil

La investigación y la experiencia han puesto de manifiesto que entre los delincuentes


es frecuente que coincidan ciertas características. En la medida que estos predictores
sean mejor conocidos se podrá mejorar la explicación del crimen, identificar a aquellos
niños que corren un mayor riesgo de delinquir aunque aún no hayan mostrado signos
de desorden y llevar a cabo una prevención eficaz, disminuyendo las condiciones que
llevan a la comisión de delitos. Factores de riesgo individual y familiares más
importantes:

 Impulsividad: la impulsividad es la dimensión más crucial de la personalidad


que predice una conducta antisocial. Existen un gran número de
construcciones sobre la escasa capacidad de controlar la conducta. Estas
incluyen la impulsividad, la hiperactividad, la agitación, la torpeza, el hecho

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de no considerar las consecuencias antes de actuar, escaso auto control,


búsqueda de sensaciones, etc.
Muchos estudios muestran que la hiperactividad predice una

delincuencia posterior.

 Inteligencia escasa y rendimiento escolar bajo: son factores de riesgo


importantes que predicen la delincuencia (Moffitt, 1993). Un CI bajo medio
en los primeros años de la vida predice una delincuencia posterior.
 Educación de los niños y abuso de los niños: de todos los factores
relacionados con la educación de los niños, la escasa supervisión parental
es el factor de predicción de la delincuencia más fuerte y más replicable, y
la disciplina dura o punitiva (que implica el castigo físico) es asimismo un
importante factor de predicción (Haapasalo y Pokela, 1999).
 Conflictos parentales y familias rotas: muchos estudios muestran que
los hogares rotos o las familias rotas predicen la delincuencia, y que los
conflictos parentales predicen una conducta antisocial posterior.
 Padres delincuentes: los padres delincuentes tendían a tener hijos
delincuentes. El hecho de tener un padre, una madre, un hermano o una
hermana condenados predice de un modo significativo las propias
condenas de los chicos. El pariente más importante es el padre; los
arrestos de los padres predicen la delincuencia de los chicos con
independencia del resto de los parientes arrestados.
 Familias numerosas: muchos estudios muestran que las familias numerosas
predicen la delincuencia.

D.- Agresividad y violencia juvenil

1.- Jóvenes detenidos.

Según el Anuario Estadístico del Ministerio del Interior centrado en datos procedentes
de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzantza, donde se tienen en cuenta en al
detención de menores las edades comprendidas entre los 13 y los 20 años y la
nacionalidad. El número de detenidos crece conforme aumenta la edad de los jóvenes.
Así, entre los menores de edad, destaca el número de detenidos con 17 años (8.884).

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En términos absolutos, el número de jóvenes detenidos entre los 18 y 20 años


(43.710) casi duplica al número de detenidos menores de edad (26.670).

Llama la atención que haya más extranjeros detenidos que españoles entre los 18 y los
20 años de edad. La representatividad de los extranjeros menores de edad detenidos
oscila entre un 19,86% para los menores de 13 a 15 años y el 21,73% de los jóvenes
entre 16 y 17 años. La proporción se desborda para los jóvenes entre 18 y 20 años, ya
que el 50,92% de los jóvenes detenidos de esas edades eran extranjeros.

Últimamente se ha observado en los delincuentes jóvenes una creciente brutalidad y


ánimo de dañar en la comisión de actos delictivos; con absoluto desprecio a la vida,
integridad y dignidad de las personas, atentan contra ellas de modo gratuito, sin que
sea necesario para conseguir los fines de la acción delictiva.

2.- Manifestaciones de criminalidad juvenil violenta.

1. Crímenes motivados políticamente.

Se diferencian de los delitos comunes en que, en aquellos, el autor realiza una acción
punible como instrumento de un fin político o moral que va más allá de lo personal.

Los movimientos terroristas han estado básicamente integrados por miembros de la


clase media educada, por lo que no parece que haya sido la penuria la que ha
impulsado a estas personas a asumir el comportamiento terrorista sino, más bien, la
frustración, el desengaño tras la falta de éxito de los movimientos estudiantiles,
conflictos intergeneracionales, etc..
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En cuanto a la tipología de los terroristas, se han observado diferencias entre el


terrorismo de derechas y el de izquierdas.

 El terrorismo de izquierdas, los condenados por actos “preparatorios


o de apoyo” son mayoritariamente jóvenes entre los 20 y 30 años,
miembros de las clases medias-altas, con estudios medios o universitarios o
que ejercen profesiones liberales o funcionariales, en su mayoría no tienen
antecedentes penales. En cambio, los “ejecutores” de los atentados suelen
ser más jóvenes, pertenecientes a clases sociales bajas y con antecedentes
penales (Ejemplo la KALE BORROKA en el País Vasco). Se ha advertido
también una participación de las mujeres más elevada que en otros tipos
delictivos.

 En cuanto al terrorismo de derechas, suelen ser jóvenes varones con


padres de valores burgueses convencionales, con estudios primarios o
medios, socializados en medios de extrema derecha y con un rigorismo
moral que tiende a despreciar al ser humano.

2. Manifestaciones y movidas estudiantiles.

El joven es rebelde y, más aún, el joven estudiante, que está en contacto con el saber
y la ciencia, con el razonamiento y la crítica. En todo caso, conviene distinguir entre los
manifestantes políticos y los perturbadores violentos (que son los que utilizan los
acontecimientos políticos como una ocasión para descargar su frustración y su
agresividad).

3. Vandalismo.

Fenómeno esencialmente urbano que se caracteriza por la producción gratuita de


estragos materiales en escuelas, medios de transporte, aparcamientos, cabinas de
teléfonos, fachadas de edificios, etc.

El vandalismo puede perseguir fines adquisitivos (destruir para apoderarse de bienes),


tácticos (para llamar la atención sobre una situación), ideológicos, vengativos (ataque
de bienes representativos de determinadas personas o grupos), lúdicos o perversos. La

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mayoría de estos actos vandálicos son llevados a cabo por grupos compuestos por
jóvenes de capas sociales bajas.

4. Homicidios.

Un gran número de homicidios son cometidos por jóvenes de 20 a 30 años. Es a esas


edades cuando el individuo se reafirma como persona y ha de tomar decisiones claves
para su futuro; ello puede llevarle a chocar con otros sujetos y, si carece de la
necesaria inhibición, puede llegar a atentar contra la vida de otros.

La mayor parte de los homicidas son varones pertenecientes a la clase media-baja, a


ámbitos sociales y económicamente marginados en los que la violencia es una forma
normal de respuesta; un 50% son consumidores habituales de alcohol o drogas o
representan síntomas de su consumo en el momento de la agresión.

Muchos de los homicidios se cometen en el curso de una pelea o discusión; pero


también se cometen en el ámbito familiar o como medio de resolver un conflicto entre
el autor y la víctima.

5. Agresiones sexuales.

La agresión sexual en general y la violación en particular es probablemente uno de los


delitos que más controversia suscita en la opinión pública y que más reacciones
sociales contradictorias genera. Por una parte es uno de los delitos que la gente califica
como más grave. Se considera tan grave e incluso más que el homicidio o el
atentado terrorista. Se piensa que es el acto más horroroso que una persona puede
sufrir y en el que la víctima, además de padecer el delito, queda indefensa ante un
sistema de justicia que según los ciudadanos no castiga duramente como debiera a los
violadores.

Los agresores sexuales suelen ser hombre jóvenes de entre 20 y 25 años, poco
atractivos y acomplejados, con un bajo nivel cultural y económico, con tendencias
agresivas, alto nivel de consumo de alcohol y drogas y con un historial familiar
problemático. En todos los casos las ofensas sexuales reflejan una dificultad para el
establecimiento de una relación sexual plena, simétricas y recíprocamente
asumidas.

6. Robos violentos.

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En las últimas décadas ha aumentado vertiginosamente la participación de jóvenes


varones, que actúan mayoritariamente en grupo y con una absoluta falta de
escrúpulos. Los robos con fuerza en las cosas y los hurtos son los delitos más
habituales entre los 18 y 30 años. Predominan los pequeños robos banales: robos de
bolsos, atracos a taxis, robos con violencia hacia las personas, etc. Los atracos a
bancos son menos frecuentes, pero más brutales en su ejecución.

3.- Bandas y Pandillas

La inmensa mayoría de los delitos violentos cometidos por adolescentes y jóvenes se


lleva a cabo en grupo.

Esa violencia, que se acentúa al asociarse, va dirigida en los más jóvenes sobre todo
contra cosas, y en los semiadultos, contra las personas.

Las bandas de delincuentes actúan preferentemente en las grandes ciudades. Se


forman en las escuelas, bloques de edificios, centros de juegos mecanizados, etc.
Lugares donde los jóvenes desarraigados pueden encontrar a sus iguales. Sus
miembros suelen ser varones procedentes de clases sociales bajas. Normalmente, se
excluyen a las chicas, en los raros casos en que éstas son admitidas, tienden a
comportarse y a vestirse como los chicos.

El motivo fundamental del ingreso en una banda es la necesidad de seguridad. En la


banda encuentra la joven estima y afecto. A cambio, renuncia a su libertad y a su
autonomía, sometiéndose a la voluntad del grupo. Un joven normal, adaptado, guarda
una cierta distancia con el grupo debido a que recibe otras influencias; el grupo es sólo
una etapa en su evolución. En cambio, para el joven delincuente, el grupo es el punto
de llegada, ejerce sobre él una fascinación tan poderosa que eclipsa cualquier otra
influencia.

En la banda encuentra también valores morales: lealtad, solidaridad, primacía del


interés de todos frente al interés particular. Esos valores operan sólo en el interior del
grupo; no tienen vigencia fuera de él; refuerzan su unidad, pero contribuyen a aislarlo
del mundo que lo rodea.

La fuerza de la banda reside en su extrema unidad: unidad en cuanto a los móviles


psicológicos, reforzada por las actividades delictivas y rematadas por una estructura
fuerte, que exige de sus miembros estricta obediencia y conformismo.
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4.- Violencia, alcohol y drogas.

Parece existir una correlación entre el consumo de drogas o alcohol y ciertos


comportamientos violentos: reñir, pelearse, dañar mobiliario urbano, problemas con la
policía, problemas de carácter relacional con amigos, padres, profesores, problemas de
rendimiento escolar, relaciones sexuales no deseadas, etc.

Alrededor de un 10% de los individuos alcohólicos son jóvenes. El consumo de alcohol


es compulsivo, de fin de semana; es un consumo nocturno, festivo que no sólo está
aceptado sino que, en ocasiones, se considera una conducta adecuada en sociedad-
ejemplo el famoso botellón. Existe una conexión entre alcohol y delito, pero la cuestión
de si el alcohol es una causa de criminalidad no puede todavía ser respondida de
manera concluyente.

Criminalidad entre los inmigrantes extranjeros

En los países que albergan importantes colectivos de población foránea, se ha


observado una creciente participación en la delincuencia de inmigrantes extranjeros,
particularmente de la generación descendiente.

Presentan tasas de criminalidad más elevadas, en términos relativos, que la población


oriunda. Ello es debido a que los jóvenes extranjeros crecen en sistemas culturales con
normas diferenciadas, sin estar firmemente anclados ni en la cultura de procedencia ni
en la del país que les hospeda, lo que obstaculiza su integración. Además se han
intentado explicar la criminalidad extranjera las teorías sociológicas del conflicto de
culturas. Los movimientos migratorios provocan fenómenos de desarraigo.

Sobresalen en frecuencia los delitos contra el patrimonio. La suma de todos ellos robo
con fuerza en las cosas, robo con violencia o intimación, tirones, sustracción en el
interior de vehículos, sustracción de vehículos, hurtos y otros contra el patrimonio-
suponen el 77,10% de todos los hechos que ocasionan la detención de un menor de
18 años. El porcentaje de delitos contra el patrimonio decrece hasta un 43,32% para
los jóvenes entre los 18 y 20 años. Los homicidios y los asesinatos son muy escasos,
representado el 0,24 del total de delitos cometidos por jóvenes menores de 18 años.

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El joven extranjero puede ver dificultada su formación y su vida profesional por su


defectuoso conocimiento de la lengua del país receptor y porque su socialización está
marcada a menudo por el aislamiento en barrios similares a ghettos, en el estrato
socioeconómico más bajo. Las tasas de desempleo entre estos sectores de población
son muy elevadas.

Dado que la generación de descendientes de extranjeros ha nacido o crecido, en su


mayor parte, en la cultura huésped, perdiendo progresivamente cualquier enlace con
su país de origen, el conflicto cultural debería manifestarse con menos fuerza que la
primera generación. Sin embargo los datos evidencian tasas más altas de delincuencia
entre estos jóvenes. Ello podría explicarse porque el conflicto cultural es un conflicto
padres-hijos: es en el hogar donde aparecen fricciones entre las normas tradicionales
del país de procedencia y las de la nueva sociedad en la que viven.

La actitud de la sociedad huésped puede contribuir a la mayor tasa de criminalidad de


los jóvenes extranjero si muestra un mayor grado de intolerancia y de susceptibilidad
frente al delito, así como un sistema diferenciado de control y sanción, caracterizado
por una mayor persiguibilidad, lo que, en todo caso, dependerá de la medida en que la
sociedad se sienta desafiada o amenazada.

No faltarán conflictos, porque para la población extranjera no hay otra posibilidad que
la integración y ésta se ve obstaculizada por la falta de voluntad en ambos grupos. Es
preciso un cambio en la forma de pensar, y una disposición de ambas partes al
conocimiento y al acercamiento sin prejuicios, para así crear un marco de convivencia
provechosa.

Conclusión

La criminalidad, muy especialmente la juvenil, es un fenómeno complejo que no cabe


reducir a una sola causa. Antes bien, nos hallamos ante un panorama típicamente
característico de una situación de poligénesis que desafía las interpretaciones
simplistas. Las investigaciones actuales no han sido todavía capaces de identificar
todos los factores, evaluar su interrelación reciproca y, menos aun, elaborar un modelo
predictivo de validez universal. Con todo, disponemos de algunos elementos que nos
orientan, si quiera indiciaríamente, para emprender la búsqueda racional de la solución
al problema. Sólo alcanzaremos resultados satisfactorios si gozamos de la suficiente

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amplitud de miras para desechar nuestros prejuicios y analizar científicamente la


realidad circundante.

Tema 2.Técnicas de comunicación interpersonal. Conductas antisociales.


Técnicas de control de masas. El estrés y el control del miedo.

-Técnicas de comunicación interpersonal:

1. LA COMUNICACIÓN

Somos primordialmente seres sociales, en el sentido de que pasamos la mayor parte


de nuestras vidas con otras personas. Por consiguiente, es importante aprender a
entenderse con los otros y a funcionar adecuadamente en situaciones sociales. Ciertas
habilidades de comunicación nos ayudan a mejorar las relaciones interpersonales.

La comunicación es el acto por el cual un individuo establece con otro un contacto que
le permite transmitir una información. En la comunicación intervienen diversos
elementos que pueden facilitar o dificultar el proceso.

Emisor: La persona (o personas) que emite un mensaje.

Receptor: La persona (o personas) que recibe el mensaje.

Mensaje: Contenido de la información que se envía.

Canal: Medio por el que se envía el mensaje.

Código: Signos y reglas empleadas para enviar el mensaje.

Contexto: Situación en la que se produce la comunicación.

La comunicación eficaz entre dos personas se produce cuando el receptor interpreta el


mensaje en el sentido que pretende el emisor.

2. TIPOS DE COMUNICACIÓN

Las formas de comunicación humana pueden agruparse en dos grandes categorías: la


comunicación verbal y la comunicación no verbal:

- La comunicación verbal se refiere a las palabras que utilizamos y a las inflexiones de


nuestra voz (tono de voz).

- La comunicación no verbal hace referencia a un gran número de canales, entre los


que se podrían citar como los más importantes el contacto visual, los gestos faciales,
los movimientos de brazos y manos o la postura y la distancia corporal.

Comunicación verbal: Palabras (lo que decimos). Tono de nuestra voz.

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Comunicación no verbal: Contacto visual. Gestos faciales (expresión de la cara).


Movimientos de brazos y manos. Postura y distancia corporal.

Pese a la importancia que le solemos atribuir a la comunicación verbal, entre un 65 %


y un 80 % del total de nuestra comunicación con los demás la realizamos a través de
canales no verbales. Para comunicarse eficazmente, los mensajes verbales y no
verbales deben coincidir entre sí. Muchas dificultades en la comunicación se producen
cuando nuestras palabras se contradicen con nuestra conducta no verbal. Ejemplos:

- Un hijo le entrega un regalo a su padre por su cumpleaños y éste, con una expresión
de decepción, dice: Gracias, es justo lo que quería.

- Un chico encuentra a su mejor amigo por la calle y, cuando le saluda, el otro le


devuelve el saludo con un frío y seco hola y desvía la mirada.

3. TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN EFICAZ

Todos conocemos y podríamos citar en teoría cuales son los principios básicos para
lograr una correcta comunicación, pero, tal vez por sonar a perogrullo, frecuentemente
nos olvidamos de ellos. Algunas de las estrategias que podemos emplear son tan
sencillas como las siguientes:

3.1. La escucha activa

Uno de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo es el


saber escuchar. La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a
que no se sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias
emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la
comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la creencia
errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un
esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se ejerce al escuchar sin
interpretar lo que se oye. Pero, ¿qué es realmente la escucha activa?.

La escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de


vista del que habla. ¿Cuál es la diferencia entre el oír y el escuchar?. Existen grandes
diferencias. El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que
escuchar es entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha efectiva
tiene que ser necesariamente activa por encima de lo pasivo. La escucha activa se
refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando
directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo
que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo cierta
empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de la otra persona.

Elementos que facilitan la escucha activa:

- Disposición psicológica: prepararse interiormente para escuchar. Observar al otro:


identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.
- Expresar al otro que le escuchas con comunicación verbal (ya veo, umm, uh, etc.) y
no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).

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Elementos a evitar en la escucha activa:

- No distraernos, porque distraerse es fácil en determinados momentos. La curva de la


atención se inicia en un punto muy alto, disminuye a medida que el mensaje continua
y vuelve a ascender hacia el final del mensaje, Hay que tratar de combatir esta
tendencia haciendo un esfuerzo especial hacia la mitad del mensaje con objeto de que
nuestra atención no decaiga.

- No interrumpir al que habla.

- No juzgar.

- No ofrecer ayuda o soluciones prematuras.

- No rechazar lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: "no te preocupes, eso no es
nada".
- No contar "tu historia" cuando el otro necesita hablarte.

- No contraargumentar. Por ejemplo: el otro dice "me siento mal" y tú respondes "y yo
también".
- Evitar el "síndrome del experto": ya tienes las respuestas al problema de la otra
persona, antes incluso de que te haya contado la mitad.

Habilidades para la escucha activa:

1. Mostrar empatía: Escuchar activamente las emociones de los demás es tratar de


"meternos en su pellejo" y entender sus motivos. Es escuchar sus sentimientos y
hacerle saber que "nos hacemos cargo", intentar entender lo que siente esa persona.
No se trata de mostrar alegría, si siquiera de ser simpáticos. Simplemente, que somos
capaces de ponernos en su lugar. Sin embargo, no significa aceptar ni estar de
acuerdo con la posición del otro. Para demostrar esa actitud, usaremos frases como:
?entiendo lo que sientes?, ?noto que...?.

2. Parafrasear. Este concepto significa verificar o decir con las propias palabras lo que
parece que el emisor acaba de decir. Es muy importante en el proceso de escucha ya
que ayuda a comprender lo que el otro está diciendo y permite verificar si realmente
se está entendiendo y no malinterpretando lo que se dice. Un ejemplo de parafrasear
puede ser: ?Entonces, según veo, lo que pasaba era que...?, ?¿Quieres decir que te
sentiste...??.

3. Emitir palabras de refuerzo o cumplidos. Pueden definirse como verbalizaciones que


suponen un halago para la otra persona o refuerzan su discurso al transmitir que uno
aprueba, está de acuerdo o comprende lo que se acaba de decir. Algunos ejemplos
serían: "Esto es muy divertido"; "Me encanta hablar contigo" o "Debes ser muy bueno
jugando al tenis". Otro tipo de frases menos directas sirven también para transmitir el
interés por la conversación: "Bien", "umm" o "¡Estupendo!".

4. Resumir: Mediante esta habilidad informamos a la otra persona de nuestro grado de


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comprensión o de la necesidad de mayor aclaración. Expresiones de resumen serían:

- "Si no te he entendido mal..."

- "O sea, que lo que me estás diciendo es..."


- "A ver si te he entendido bien...."

Expresiones de aclaración serían:

- "¿Es correcto?"

- "¿Estoy en lo cierto?"

3.2. Algunos aspectos que mejoran la comunicación:

1. Al criticar a otra persona, hablar de lo que hace, no de lo que es. Las etiquetas no
ayudan a que la persona cambie, sino que refuerzan sus defensas. Hablar de lo que es
una persona sería: "te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Eres un desastre";
mientras que hablar de lo que hace sería: "te has vuelto a olvidar de sacar la basura.
Últimamente te olvidas mucho de las cosas".

2. Discutir los temas de uno en uno, no "aprovechar" que se está discutiendo, por
ejemplo sobre la impuntualidad de la pareja, para reprocharle de paso que es un
despistado, un olvidadizo y que no es cariñoso.

3. No ir acumulando emociones negativas sin comunicarlas, ya que producirían un


estallido que conduciría a una hostilidad destructiva.

4. - No hablar del pasado. Rememorar antiguas ventajas, o sacar a relucir los ?trapos
sucios? del pasado, no sólo no aporta nada provechoso, sino que despierta malos
sentimientos. El pasado sólo debe sacarse a colación constructivamente, para utilizarlo
de modelo cuando ha sido bueno e intentamos volver a poner en marcha conductas
positivas quizá algo olvidadas. Pero es evidente que el pasado no puede cambiarse;
por tanto hay que dirigir las energías al presente y al futuro.

5. Ser específico. Ser específico, concreto, preciso, es una de las normas principales de
la comunicación. Tras una comunicación específica, hay cambios; es una forma
concreta de avanzar. Cuando se es inespecífico, rara vez se moviliza nada. Si por
ejemplo, nos sentimos solos/as y deseamos más tiempo para estar con nuestra pareja,
no le diga únicamente algo así: ?No me haces caso?, ?Me siento solo/a?, ?Siempre
estás ocupado/a?. Aunque tal formulación exprese un sentimiento, si no hacemos una
propuesta específica, probablemente las cosas no cambiarán. Sería apropiado añadir
algo más. Por ejemplo: ?¿Qué te parece si ambos nos comprometemos a dejar todo lo
que tenemos entre manos a las 9 de la noche, y así podremos cenar juntos y
charlar??.

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6. Evitar las generalizaciones. Los términos "siempre" y "nunca" raras veces son ciertos
y tienden a formar etiquetas. Es diferente decir: "últimamente te veo algo ausente"
que "siempre estás en las nubes". Para ser justos y honestos, para llegar a acuerdos,
para producir cambios, resultan más efectivas expresiones del tipo: ?La mayoría de
veces?, ?En ocasiones?, ?Algunas veces?, ?Frecuentemente?. Son formas de expresión
que permiten al otro sentirse correctamente valorado.

7. Ser breve. Repetir varias veces lo mismo con distintas palabras, o alargar
excesivamente el planteamiento, no es agradable para quién escucha. Produce la
sensación de ser tratado como alguien de pocas luces o como un niño. En todo caso,
corre el peligro de que le rehúyan por pesado cuando empiece a hablar. Hay que
recordar que: ?Lo bueno, si breve, dos veces bueno?.

8. Cuidar la comunicación no verbal. Para ello, tendremos en cuenta lo siguiente:


· La comunicación no verbal debe de ir acorde con la verbal . Decir " ya sabes que te
quiero" con cara de fastidio dejará a la otra persona peor que si no se hubiera dicho
nada.
· Contacto visual. Es el porcentaje de tiempo que se está mirando a los ojos de la otra
persona. El contacto visual debe ser frecuente, pero no exagerado.
· Afecto. Es el tono emocional adecuado para la situación en la que se está
interactuando. Se basa en índices como el tono de voz, la expresión facial y el volumen
de voz (ni muy alto ni muy bajo).

9. Elegir el lugar y el momento adecuados. En ocasiones, un buen estilo comunicativo,


un modelo coherente o un contenido adecuado pueden irse al traste si no hemos
elegido el momento adecuado para transmitirlo o entablar una relación. Es importante
cuidar algunos aspectos que se refieren al momento en el que se quiere establecer la
comunicación:
· El ambiente: el lugar, el ruido que exista, el nivel de intimidad...
· Si vamos a criticar o pedir explicaciones debemos esperar a estar a solas con nuestro
interlocutor.
· Si vamos a elogiarlo, será bueno que esté con su grupo u otras personas
significativas.
· Si ha comenzado una discusión y vemos que se nos escapa de las manos o que no es
el momento apropiado utilizaremos frases como: ?si no te importa podemos seguir
discutiendo esto en... más tarde?.

-Conductas antisociales:

La psicología de la delincuencia ha reconocido, desde hace tiempo, que los actos


delictivos son sólo un componente más de una categoría más amplia de ‘conducta
antisocial’ que abarca un amplio rango de actos y actividades, tales como peleas,
acciones agresivas, hurtos, hechos vandálicos, piromanía, absentismo escolar, huidas
de casa o mentiras reiteradas (Kazdin, 1988). Todas estas conductas infringen reglas y
expectativas sociales importantes, y muchas de ellas igualmente reflejan acciones
contra el entorno, incluyendo a personas y propiedades (Kazdin y Buela, 1994). Así,
muchos términos como delincuencia, trastorno de conducta, conductas de
exteriorización (conductas impulsivas) o problemas de conducta, denotan con mayor o
menor intensidad conductas antisociales.
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Ya que la etiqueta de conducta antisocial puede reflejar hechos tan dispares, es útil
recordar que, en términos generales, hace referencia a cualquier acción que viole las
reglas y expectativas sociales o vaya contra los demás (personas y propiedades), con
independencia de su gravedad. Tales conductas son observables en jóvenes
delincuentes y en menores bajo tratamiento clínico, no obstante, algunas conductas
antisociales pueden darse en el transcurso normal del desarrollo evolutivo del menor,
es decir, se manifiestan durante un período de tiempo, más o menos breve, y
desaparecen posteriormente, de forma súbita o gradual, sin llegar a suponer conflictos
serios con el entorno.
-Como aprender a identificar la conducta antisocial
Precisamente porque muchas conductas antisociales surgen de alguna manera durante
el curso del desarrollo normal, Kazdin y Buela (1994) señalan dos consideraciones
generales para identificar el comportamiento antisocial como problema que requiere
atención especializada: en primer lugar, que se tome el desarrollo normal como
paradigma de evaluación con el que contrastar la conducta antisocial; y en segundo
lugar, tener en cuenta las características de la propia conducta que influyen en la
probabilidad de que ésta se considere clínicamente significativa (frecuencia, intensidad,
cronicidad y magnitud).

Diversos estudios han examinado el origen de conductas antisociales y sus patrones de


cambio en el curso del desarrollo, y los resultados indican un alto índice de extensión
de las conductas en muestras de niños y adolescentes normales (pe., mentir,
desobedecer y destruir objetos personales)

Estos estudios son meramente ilustrativos y no han de tomarse como estimaciones


precisas a generalizar, porque las definiciones acerca de la conducta antisocial y los
diversos métodos para medirla varían entre ellos. No obstante, los ejemplos presentan
dos puntos que tienen alguna generalidad, en concreto:
(1) que la presencia de conductas antisociales es relativamente común en diferentes
fases del desarrollo normal: algunas de estas conductas pueden caracterizar a muchos
o incluso a la mayoría de los niños de una determinada edad; y (2) que estas
conductas antisociales disminuyen típicamente en el curso del desarrollo. Por
consiguiente, la mera aparición de conducta antisocial temprana no es suficiente para
decidir que existe un problema clínico, ni es predictiva del curso futuro de acción de un
individuo.

Por lo tanto, lo que nos va a permitir hablar de gravedad clínica van a ser las
características que acompañan a ese comportamiento antisocial. En concreto, estas
características son:
· La frecuencia o el grado en que un niño se ve envuelto en conductas antisociales:
obviamente no es lo mismo un hurto o pelea esporádica, que el niño se vea envuelto
continuamente en este tipo de conductas.
· La intensidad o importancia de las consecuencias de una conducta cuando esta tiene
lugar: conductas como prender fuego o agresión con objetos contundentes pueden ser
de baja frecuencia, pero la gravedad de los hechos los hace más significativos.
Por ejemplo, algunos estudios han señalado que a los seis años la conducta de mentir
es un problema para la mayoría de los niños (53%), pero a los 12 años el porcentaje
disminuye hasta un 10%. En el caso de la desobediencia en casa y destrucción de
objetos personales, se registra en aproximadamente el 50% y 26% de niños de cuatro
y cinco años, si bien en la adolescencia (con 16 años) los índices de estas conductas
decrecen entre un 0% y un 20%; y finalmente, en cuanto a las peleas y robos en
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niños de 10 años es habitual en un 12% y un 3% respectivamente, descendiendo al


8% y 1,2% a los 12 años. estos actos y la magnitud de sus consecuencias obliga a una
atención especial por parte de instancias clínicas o legales.
· La cronicidad o persistencia de la conducta antisocial: hace referencia a la repetición
y prolongación del historial de la conducta en el espacio y el tiempo. Un ejemplo de
conducta aislada puede no llamar la atención de los demás hacia el niño, pero la
repetición de la misma a lo largo del tiempo y en diferentes contextos confiere a las
conductas una mayor significación.
· La magnitud o constelación de conductas antisociales: es decir, cuando distintas
conductas antisociales se presentan juntas, de tal forma que a mayor variedad de
conductas antisociales peor pronóstico.
Todas estas características son importantes para definir la desviación. Así, en casos
extremos los niños antisociales son identificados con facilidad porque a diferencia de
las conductas antisociales aisladas, breves y no muy intensas que remiten en el curso
del desarrollo, estas son conductas antisociales frecuentes, graves, crónicas, repetitivas
y diversas, afectan al funcionamiento diario del menor y tienen consecuencias
importantes para quienes están en contacto con él (p. ej., los padres o maestros no
pueden controlar al niño o la conducta del niño puede ser peligrosa para él o para
quienes le rodean -generalmente por problemas de agresión-). En tal caso, las
conductas antisociales se consideran como desviaciones significativas de la conducta
normal y muchos de estos niños son identificados a través de instituciones de salud
mental o de justicia.
Aunque obviamente, no todos los niños con problemas graves de conducta se
convierten en adultos antisociales, muchos de ellos sí tienden a continuar estas
conductas en la adolescencia llegando a la vida adulta con graves problemas
personales, psiquiátricos, laborales o sociales (p. ej. escaso ajuste al trabajo, la pareja
y las ocupaciones, delincuencia, alcoholismo, y personalidad antisocial). Como señala
un estudio clásico de Robins (1966), la mayor parte de los adultos diagnosticados con
personalidad antisocial fueron antisociales en su etapa infantil. Este autor analizó
diferentes muestras de niños con conducta antisocial evaluándolos 30 años más tarde,
demostrando que la conducta antisocial infantil predecía problemas múltiples en la
madurez (de adultos sufrían disfunciones con síntomas psiquiátricos, de conductas
delictivas, de salud y ajuste social). Las conclusiones a las que llegaron Robins y
Ratcliff (1978) siguen siendo actuales: el adulto antisocial generalmente falla en
mantener relaciones íntimas con otras personas, su desempeño laboral es deficiente,
está implicado en conductas ilegales, tiende a cambiar sus planes impulsivamente y
pierde el control en respuesta a pequeñas frustraciones. Cuando era niño se mostraba
intranquilo, impulsivo, sin sentimientos de culpa, funcionaba mal en la escuela, se
fugaba de casa, era cruel con los animales y cometía actos delictivos.
Un patrón similar de resultados fue hallado en el estudio Cambridge de West y
Farrington, en el que se señala que la delincuencia es un elemento más dentro de un
estilo de vida antisocial (West y Farrington, 1973; Farrington, 1994).
Estudios longitudinales han mostrado de forma consistente que la conducta antisocial y
delictiva identificada en la infancia o adolescencia predice un curso continuado de
disfunción social, conducta problemática y mal ajuste escolar. La tabla siguiente
destaca las características principales que algunos de estos niños tienden a presentar
de adultos.
El hecho de que la conducta antisocial se halle relacionada a través de distintos
períodos de la infancia y la vida adulta, confirma su continuidad e implica una serie de
pasos intermedios. De ahí, la necesidad especial de identificar la aparición de la
conducta antisocial al principio de la infancia, debido a las implicaciones que pueda
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tener este trabajo para conocer sus causas y diseñar estrategias preventivas y
terapéuticas.

TABLA 1. Pronóstico a largo plazo de jóvenes identificados con problemas de conducta


1. Estado psiquiátrico. Mayor deterioro psiquiátrico, consumo de drogas y alcohol, y
síntomas aislados (ej.; ansiedad, quejas somáticas); mayor historial de hospitalización
psiquiátrica.
2. Conducta delictiva. Mayores índices de conducción bajo efectos de alcohol o drogas,
conducta delictiva, arrestos, condenas y períodos de cárcel; mayor gravedad de
acciones delictivas.
3. Ajuste laboral. Menos probabilidad de ser contratados; historial de contratos más
breves, trabajos menos cualificados, cambios de trabajo, menor salario y dependencia
más frecuente de ayudas económicas.
4. Logros académicos. Mayores índices de abandono de los estudios y peores
resultados académicos.
5. Participación social. Menor contacto con familiares, amigos y vecinos; poca
participación en organizaciones sociales.
6. Salud física. Mayor tasa de mortalidad y de hospitalización por problemas físicos
(además de psicológicos).
NOTA: Estas características están basadas en comparaciones de niños normales con
niños tratados clínicamente, y de comparaciones entre jóvenes delincuentes y no
delincuentes.
Esta idea de una personalidad antisocial que crece en la infancia y persiste en la vida
adulta con numerosas manifestaciones conductuales, entre ellas las delictivas, fue
popularizada por Robins (1966). Posteriormente esta misma idea fue recogida como
categoría psiquiátrica en la tercera y cuarta edición del Manual Diagnóstico de la
Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-III-R y DSM-IV, APA), con la denominación
de ‘Trastorno disocial o de conducta’ en la infancia y Trastorno Antisocial de la
Personalidad’ en adultos.

-Técnicas de control de masas:

El control de masas es la acción de prevenir desórdenes y actos violentos por parte de


un grupo más o menos grande de personas. Ejemplos de masas serían los
espectadores de un evento deportivo o de un concierto. En principio las masas no son
necesariamente violentas, su comportamiento dependerá de diversos factores tanto
internos (actitudes y situación de miembros aislados o subgrupos), como externos
(medios de control o apariencia de los mismos).

Hay que diferenciar el control de masas, que se enfoca con medios no violentos, del
control de disturbios, en los que se pueden llegar a utilizar incluso ciertos tipos de
armas.

El control externos de una masa se puede implementar mediante señalización


informativa, (que informe a los integrantes de su situación, de medidas de control
como videovigilancia, de salidas de emergencia, puestos médicos, etc), barreras físicas
(puertas, vallas permanentes o portátiles, vehículos o incluso barreras humanas de
policías o seguridad privada).

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La definición de masa podemos entenderla como “grupo numeroso de personas que se


enfrenta a una situación concreta juntos, y con una consciencia mayor o menor de su
entidad como grupo. La razón de esto es que mantienen unos intereses o
circunstancias comunes que hacen que sus pensamientos y accione vayan en la misma
dirección entre todos los miembros”.

Estas actitudes y objetivos comunes no tienen por qué ser violentos, por ejemplo la
reunión de un grupo de personas para celebrar una boda se consideraría una “masa”.

Las masas, generalmente poseen varias características:

-Las masas no son entidades homogéneas, pero se componen de una minoría de


individuos y de una mayoría de pequeños grupos que están relacionados los unos con
los otros.

-Los participantes no son unánimes en su motivación.

-Las masas no impiden la cognición individual y no se distinguen necesariamente por la


violencia o los actos violentos.

Las actitudes individuales y características personales, así como las variables


socioeconómicas, demográficas y políticas no son buenos predictores del
comportamiento violento, si se llega a producir.

Las masas se forman en 3 fases:

-El proceso de reunión: los sujetos se reúnen por haber sido convocados, o de modo
espontáneo, obligados por el contexto (por ejemplo, un atasco de tráfico).

-La reunión temporal: en esta fase los individuos o pequeños grupos realizan acciones.
No todos tienen que participar.

-El proceso de dispersión: los miembros se mueven de una localización común a una o
varias localizaciones alternativas.

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Por otra parte, un disturbio consiste en un acto violento colectivo, dirigido por una
masa (en principio desorganizada), para atacar determinados objetivos: otras masas,
propiedades o a la autoridad percibida como tal.

Algunos tipos de disturbios son más o menos organizados, aunque raramente todos los
individuos que forman la masa participan activamente o apoyan los actos violentos.

El control de disturbios se refiere a medidas de seguridad específicas, normalmente


aplicadas por la policía o el ejército, para controlar, dispersar o arrestar a civiles
involucrados en una manifestación violenta. En los países democráticos, se ha
realizado mediante el uso de armas no letales como porras, cañones de agua, etc.
Actualmente se han introducido gases lacrimógenos, pelotas o balas de goma, sprays
de pimienta o tasers. También se suelen utilizar animales como perros o caballos y
vehículos protegidos o blindados.

En una acción típica, la primera línea de policías irá totalmente equipada con
protecciones y porras, y su misión es entrar en contacto directo con la masa. Este
grupo de agentes separarán y reducirán a los manifestantes más violentos, de modo
que la segunda línea de policías , menos protegidos, los detengan. Justo detrás de la
primera línea de policías, suelen marchar varios agentes de apoyo equipados con
escopetas o lanzadores de pelotas de goma, botes d ehumo, etc. Restos medios son
más efectivos en avenidas anchas y largas, de hecho el monarca francés Napoleón III
construyó ciudades con estas características para hacer más fácil el uso de artillería y
cargas de caballería contra las manifestaciones.

La policía francesa prefiere, antes que avanzar en línea contra el frontal de la masa,
atacarla desde varios puntos simultáneamente para dividirla.

También se han desarrollado redes lanzadas desde las armas, bombas fétidas y
espumas que actúan como una especie de pegamento.

-El estrés y el control del miedo:

El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento,


habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o
supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de
la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, por
ejemplo el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror. Además el miedo
está relacionado con la ansiedad.

Existe miedo real cuando la dimensión del miedo está en correspondencia con la
dimensión de la amenaza. Existe miedo neurótico cuando la intensidad del ataque de
miedo no tiene ninguna relación con el peligro. Ambos, miedo real y miedo neurótico,
fueron términos definidos por Sigmund Freud en su teoría del miedo. En la actualidad
existen dos conceptos diferentes sobre el miedo, que corresponden a las dos grandes
teorías psicológicas que tenemos: el conductismo y la psicología profunda. Según el
concepto conductista el miedo es algo aprendido. El modelo de la psicología profunda
es completamente distinto. En este caso, el miedo existente corresponde a un conflicto
básico inconsciente y no resuelto, al que hace referencia.
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Desde el punto de vista biológico, el miedo es un esquema adaptativo, y constituye un


mecanismo de supervivencia y de defensa, surgido para permitir al individuo responder
ante situaciones adversas con rapidez y eficacia. En ese sentido, es normal y
beneficioso para el individuo y para su especie.

Desde el punto de vista neurológico es una forma común de organización del cerebro
primario de los seres vivos, y esencialmente consiste en la activación de la amígdala,
situada en el lóbulo temporal.

Desde el punto de vista psicológico, es un estado afectivo, emocional, necesario para


la correcta adaptación del organismo al medio, que provoca angustia y ansiedad en la
persona, ya que la persona puede sentir miedo sin que parezca existir un motivo claro.

Desde el punto de vista social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de
la persona o de la organización social. Se puede por tanto aprender a temer objetos o
contextos, y también se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera
compleja con otros sentimientos (miedo al miedo, miedo al amor, miedo a la muerte,
miedo al ridículo) y guarda estrecha relación con los distintos elementos de la cultura.

Desde el punto de vista evolutivo el miedo es un complemento y una extensión de la


función del dolor. El miedo nos alerta de peligros que no nos han ocasionado algún
dolor, sino más bien una amenaza a la salud o a la supervivencia. Del mismo modo en
que el dolor aparece cuando algo nocivo ataca nuestro cuerpo el miedo aparece en
medio de una situación en la que se corre peligro.

El miedo produce cambios fisiológicos inmediatos: se incrementa el metabolismo


celular, aumenta la presión arterial, la glucosa en sangre y la actividad cerebral, así
como la coagulación sanguínea. El sistema inmunitario se detiene (al igual que toda
función no esencial), la sangre fluye a los músculos mayores (especialmente a las
extremidades inferiores, en preparación para la huida) y el corazón bombea sangre a
gran velocidad para llevar hormonas a las células (especialmente adrenalina). También
se producen importantes modificaciones faciales: agrandamiento de los ojos para
mejorar la visión, dilatación de las pupilas para facilitar la admisión de luz, la frente se
arruga y los labios se estiran horizontalmente.

Estrés (del inglés stress, ‘tensión’) es una reacción fisiológica del organismo en el que
entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se
percibe como amenazante o de demanda incrementada.

El estrés es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, a pesar de lo cual


hoy en día se confunde con una patología. Esta confusión se debe a que este
mecanismo de defensa puede acabar, bajo determinadas circunstancias frecuentes en
ciertos modos de vida, desencadenando problemas graves de salud.

Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión


que repercute en el organismo humano y provoca la aparición de enfermedades y
anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo
humano. Algunos ejemplos son los olvidos (incipientes problemas de memoria),
alteraciones en el ánimo, nerviosismo y falta de concentración, en las mujeres puede
producir cambios hormonales importantes como hinchazón de mamas, dolores en
abdominales inferiores entre otros síntomas.
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Es una patología emergente en el área laboral, que tiene una especial incidencia en el
sector servicios, siendo el riesgo mayor en las tareas en puestos jerárquicos que
requieren mayor exigencia y dedicación.

El estrés crónico está relacionado con los trastornos de ansiedad, que es una reacción
normal frente a diversas situaciones de la vida, pero cuando se presenta en forma
excesiva o crónica constituye una enfermedad que puede alterar la vida de las
personas, siendo aconsejable en este caso consultar a un especialista.

Para combatir el estrés se suelen recomendar los ejercicios respiratorios. El objetivo es


ejercer un control voluntario sobre la respiración de manera que la utilicemos como
calmante cuando nos abrumen las situaciones de estrés. Está demostrado que una
respiración adecuada tiene un efecto calmante sobre la persona que está sometida al
estrés.

Tema 3. Intervención de los Vigilantes de Seguridad. Clases de intervención:


preventivas, reactivas, asistenciales, etc. Intervenciones diurnas y
nocturnas. Intervenciones con armas de fuego y perros. Factores a tener en
cuenta para una correcta intervención y procedimientos de actuación.

-Intervenciones preventivas, reactivas y asistenciales:

Las intervenciones preventivas se centran particularmente en la llamada prevención


general, consistente en el despliegue de medidas y actuaciones que eviten la comisión
del delito. Esto se basa en una teoría criminológica denominada “Teoría general del
delito”, según la cual para que se produzca el delito, se necesita la existencia de un
delincuente motivado, un objetivo desprotegido, y ausencia de control. Mediante la
presencia física del personal de seguridad, y sobre todo mediante el patrullaje
periódico, las identificaciones preventivas, las auditorías de seguridad, etc.
contribuimos a eliminar una de las variables de la ecuación.

Otra teoría criminológica que favorece esta acción preventiva es la de coste/ beneficio.
Cuanto mayor sea la posibilidad de ser descubierto y detenido, menor será la
tendencia del delincuente a actuar.

Las intervenciones reactivas, en cambio, se centran en esperar a que se produzca el


delito para intervenir, incluyendo la investigación de los hechos, el descubrimiento de
la identidad de los autores, y su detención. Su aplicación se basa en la rapidez en la
notificación de la alarma, la rapidez y habilidad de los Vigilantes, y la aplicación de las
medidas técnico-profesionales que aseguren la efectiva detención y puesta a
disposición de las FCS de los delincuentes.

Es necesaria una combinación de ambas para combatir eficazmente el delito.

Por último, la intervención asistencial consiste en la tarea propia de los Vigilantes de


Seguridad de ayuda al ciudadano, e incluso de aplicación de primeros auxilios, ayuda
en accidentes de tráfico, etc. gracias a su preparación superior a la del ciudadano
medio en estas materias.

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-Intervenciones diurnas y nocturnas:

Las intervenciones en condiciones de baja visibilidad presentan características


especiales, que obligan a adoptar tácticas también especiales. A continuación
comentaremos varias de estas técnicas aplicadas al trabajo con armas de fuego:

La mayoría de las acciones delictivas se producen en situaciones de poca iluminación.


Los delincuentes prefieren actuar en la oscuridad, pues esto les permite atacar por
sorpresa y huir más fácilmente. Desde el punto de vista del defensor, nos encontramos
privados de uno de nuestros sentidos principales (precisamente el que utilizamos para
disparar).

-La mayor parte de enfrentamientos ocurren en condiciones de oscuridad. Esto puede


tomarse como un inconveniente o como una ventaja, dependiendo de nuestra actitud y
de las tácticas que empleemos.

-La oscuridad no siempre es total, variará según exista luz ambiental (amanecer o
anochecer, cielo estrellado o cubierto, luna llena o no), artificial (farolas, letreros
luminosos, luces de viviendas, vehículos) o proveniente de nuestro propio equipo
(linternas).

-El problema real no es que la falta de luz reduzca nuestra habilidad con el arma, sino
la identificación del blanco. Si somos capaces de identificarlo correctamente, existen
técnicas para poder alcanzarlo con nuestros disparos.

-La oscuridad es nuestra amiga, cuanta menos luz exista, mejor. Si hay alguna zona
iluminada, debe ser la que ocupa el blanco. Ante la duda, es preferible permanecer en
la oscuridad que salir a la zona donde somos visibles.

-La regla de oro con una linterna es ENCENDERLA LO MENOS POSIBLE.

-La segunda regla de oro es: IDENTIFICA EL BLANCO ANTES DE DISPARAR.

Supongamos que es primera hora de la mañana o última de la tarde. El sol aún nos
ofrece cierto grado de visión, pero el contraste (la capacidad de distinguir dos objetos
superpuestos) se ve cada vez más reducido. El resultado es que al apuntar al “malo”
(una sombra cada vez más oscura), no distingamos las miras de nuestra propia arma
(negro sobre negro). En esta situación, si el blanco está cerca, una correcta posición
de tiro (isósceles) nos permitirá alcanzar su centro de masa.

Si la distancia es mayor, un buen truco es adoptar la posición, levantar el arma hacia


el cielo (fondo claro) o cualquier otra fuente de luz, asegurarnos de que las miras están
alineadas, y sin cambiar el agarre bajarla de nuevo hacia el blanco.

Muchos autores creen que el error angular es un factor importante en este tipo de
situaciones, aunque yo opino que todo depende de que la posición sea correcta, y
quizás de la longitud del cañón si llevamos un arma con gran radio de miras. Aunque
esto pudiese ocurrir en los años 70, cuando algunos Departamentos de Policía USA
utilizaban reglamentariamente revólveres de 6 pulgadas, hoy en día las armas
policiales y de defensa no suelen tener ese tamaño, eliminando ese problema.
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Si el blanco está más lejos, puede que sea más difícil aún distinguir las miras, el
blanco e incluso el fondo que hay tras él. La solución a esto son las miras de tritio.
Estas, como ya sabemos, consisten en unas inserciones tanto en el punto de mira
como en el alza, que gracias a sus propiedades fluorescentes me permiten tener un
punto de referencia al apuntar (ver las miras en la oscuridad). Tienen sus defensores y
sus detractores, yo personalmente las veo muy útiles.

Importante: este sistema me permite alinear mejor las miras, no ver mejor el blanco.

Cosas importantes que debemos saber:

-Es aconsejable utilizar colores diferentes para punto y alza. Aunque tendríamos que
usar un empuñamiento extremadamente malo, si los 3 puntos son iguales y los
alineamos mal (punto-alza-alza), el error paralelo será brutal.

-El tritio pierde propiedades con el tiempo, por lo que tarde o temprano tendremos que
reemplazarlos.

-Los sistemas que no usan 3 puntos, sino punto y alguna figura geométrica diferente
(Glock, Steyr) pueden ser más sencillos de utilizar.

Recordemos que aún no estamos utilizando linterna, por lo que tendremos que
aprovechar al máximo la luz ambiental para apuntar. Como ya he comentado,
debemos evitar la tentación de encender una luz que delate nuestra posición.
¿Entonces cómo “veo” el objetivo?. Aprovechando los indicadores de blanco:
movimiento, ruido, luz, contraste y silueta. Sin embargo, hay que ser muy cauto,
recordad la 2ª regla de oro: identificar el blanco antes de disparar.

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El movimiento es un buen indicador de blanco, instintivamente lo detectaremos, pero


jamás hay que disparar al bulto a no ser que estemos absolutamente seguros de que
no hay inocentes cerca.

Lo mismo se puede decir del ruido. Algunos instructores enseñan a disparar a fuentes
de ruido, esto es inaceptable. Por otro lado, un ruido producido por nosotros en la
oscuridad puede ocasionar un fuerte impacto psicológico en el adversario
(desorientación, pánico) Ej: gritar. También podemos aprovechar un ruido natural o
artificial que distraiga la atención del otro tirador para realizar nosotros una acción.
Todos hemos visto en el cine cómo un simple animal, un portazo, un vehículo hacen
que el enemigo centre su atención en el mismo, usando esta distracción el
protagonista para atacar.

El ruido tiene otra función importante desde el punto de vista del defensor, y es
enmascarar nuestros movimientos.

El brillo puede tener 2 orígenes: su linterna (si la usa), y los fogonazos de su arma.
Esa es la razón de encender la linterna lo menos posible: si avanzas por ahí con el
foco encendido como en las películas, atraerás los disparos como un imán. El
fogonazo del disparo varía de unas municiones a otras, pero en la oscuridad
normalmente será una buena referencia.

Respecto a la silueta (o outline, la forma del blanco recortada sobre un fondo, por
ejemplo sobre el horizonte) y el contraste (blanco de color diferente al fondo), una
buena táctica es agacharnos de modo que veamos el blanco sobre la poca luz que
exista. De este modo nosotros mismos evitaremos que el enemigo use esa misma
táctica contra nosotros.

Una vez que haya anochecido completamente, o nos encontremos en un lugar cerrado
sin luz, tendremos que recurrir a algún sistema que nos permita “ver”. Ya que no es
práctico portar NVGs o visores nocturnos en un arma corta, esto significa utilizar una
linterna.

Normalmente, todos los manuales de tiro que tratan el tema del tiro en bajas
condiciones de luminosidad se centran en este tema, sobre todo en los diferentes
agarres. Por ello yo no voy a repetir estas posiciones (FBI, Harris, etc), sino que trataré
otras cuestiones.

Por ejemplo, es preferible que la linterna esté separada del arma, o que si está
instalada en el carril de accesorios, se pueda quitar con facilidad. La razón de esto es
que si se atasca en la posición ON, debemos desecharla arrojándola lejos de nosotros
(o nos convertiremos en un atrapabalas).

Respecto al tipo de linterna, por supuesto de buena calidad, y lo más potente posible:
si he de ver, debo ver bien. La potencia del haz es también un arma: me permite
deslumbrar momentáneamente al adversario apuntándole a los ojos.

Como hemos visto, la linterna debe encenderse lo menos posible. Cuando


avancemos, la encenderemos un instante, observaremos la zona y la apagaremos,
cambiando de posición (o agachándonos si no podemos movernos lateralmente –un
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pasillo por ejemplo) inmediatamente. Después volveremos a encenderla observando la


zona a cubrir y repetiremos la operación. Nunca debemos avanzar con la luz
encendida.

Importantísimo: luchando en la oscuridad es muy posible que vayamos de sobresalto


en sobresalto: obstáculos y blancos aparecerán de repente. Por ello siempre
mantendremos la norma general de seguridad #2: mantener el dedo fuera del
disparador y apoyado en el armazón. De lo contrario existe un enorme riesgo de una
descarga involuntaria.

Si localizamos un blanco hay varias opciones:

-Si nuestra intención es disparar, haremos x disparos y mantendremos la linterna


encendida un instante para verificar que el otro ha caído. Nunca apagues con la duda
de si le has alcanzado o si está incapacitado o no. Una vez estemos seguros, la
apagaremos y cambiaremos de posición.

-Si por el contrario nuestro objetivo no es disparar (por ejemplo, una identificación o
detención), le apuntaremos a los ojos y le daremos las órdenes oportunas hasta que
tengamos control de la situación.

Un detalle importante es que cuando encendamos la linterna, cerraremos uno de los


ojos, so pena de perder completamente la visión nocturna, quedando “ciegos” al
apagarla.

Las manipulaciones en el arma (recargas, interrupciones) han de realizarse en


oscuridad. Si la linterna no está sujeta al arma, una buena técnica es meterla bajo la
axila con el foco hacia atrás, de modo que si queda algo de luz residual, quede oculta
por el brazo. Un accesorio que recomiendo evitar es algún tipo de lazo que sujete la
linterna a la muñeca. Algunos instructores lo consideran un buen accesorio, ya que si
necesitamos recargar o solucionar una interrupción, simplemente soltando la linterna,
ésta quedará colgando sin caer al suelo. Pero yo opino que este sistema presenta el
mismo inconveniente que el llevarla fijada al arma: si se atasca en la posición de
encendido, tendremos un “farol” colgando de nuestro antebrazo.

Otros instructores sugieren sostenerla entre los dientes mientras realizamos las
manipulaciones. Ya que el foco de luz es la referencia a la que dispararán los
delincuentes, esto es una mala idea.

El primer impulso que siente una persona amenazada que se encuentra a oscuras es
precisamente “encender la luz”. Pues es exactamente lo que debemos evitar. El
agresor ya trae un plan, ha observado y orientado, al apagar la luz nosotros perdemos
información, pero él también: habremos reducido su ventaja inicial.

En el otro extremo, saturar su visión con un exceso repentino de luz cegará al otro
tirador, dándonos tiempo para desenfundar, recargar, movernos, huir, atacar, etc. Así
como la oportunidad para salir de una situación de desventaja. Las actuales linternas
tácticas son capaces de quemar cierta cantidad de nervios de la retina si la enfocamos
a corta distancia.

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Esto podemos lograrlo tanto con una linterna como con cualquier otra fuente de luz
artificial, por ejemplo las luces de un vehículo. Tras deslumbrarle podemos huir o
atropellarle si no hay otra solución, en todo caso la ceguera momentánea le impedirá
atacarnos con efectividad.

Por último, comentar que existen modelos de linternas “de defensa”, dotadas de un
borde dentado en la zona del foco, con la que tras cegar al atacante, podemos
golpearle causándole graves lesiones.

-Intervenciones con armas de fuego y perros:

Las intervenciones con armas de fuego se regirán por la observación de las siguientes
reglas:

-El arma de fuego es un medio de fuerza letal, que debe usarse solo como último
recurso y atendiendo al principio de proporcionalidad.

-En su uso, se observarán las medidas de seguridad para evitar daños más allá de lo
indispensable (por ejemplo, alcanzar a personas inocentes o tener nosotros mismos un
accidente).

-Deberán efectuarse disparos intimidatorios previamente a disparar contra el


delincuente. El objetivo es precisamente tener que hacer esto último. No obstante,
habrá que adaptarse a las circunstancias de la intervención.

-La mayoría de normas e instrucciones vigentes obligan a disparar a zonas no vitales


del delincuente. Esto no siempre es posible debido a la rapidez con que se producen
los hechos, o al efecto del estrés en el tirador, que le impide disparar con precisión.
Como norma general, es más importante que el disparo esté justificado desde el punto
de vista de la amenaza, que el lugar donde impactemos.

-Una vez finalizada la intervención, mantendremos las normas de autoprotección,


atenderemos a los heridos si es necesario (incluidos nosotros mismos), y procuraremos
alterar lo mínimo el lugar hasta que llegue la policía.

Los perros de seguridad, conocidos genéricamente como unidades caninas o K-9, se


utilizan en tareas de búsqueda en edificios, grandes áreas rurales, detección de
drogas, detección de explosivos, recuperación de evidencias y, en determinados
supuestos, como medio de fuerza contra criminales violentos y/o armados. Los
Vigilantes de Seguridad asignados para su uso deben tener una formación específica.

Normalmente las unidades K-9 se usan como medio de apoyo, pero también pueden
operar en modo de patrulla.

Las pautas de actuación son las siguientes:

Generales:

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-El Vigilante de Seguridad será el responsable de la dirección del perro y de sus


actuaciones.

-El último responsable en la decisión de uso del pero es el Vigilante de Seguridad que
lo guía.

-Los otros Vigilantes de Seguridad no entrenados para su uso, asistirán al grupo K9 en


la medida de sus posibilidades y, en su caso, siguiendo sus instrucciones.

-En acciones de búsqueda de delincuentes, los otros Vigilantes de Seguridad ofrecerán


protección y seguridad al grupo K9 mientras se centra en la búsqueda.

-Los Vigilantes de Seguridad de apoyo no se alejarán más allá del límite de visión del
guía, para evitar ataques accidentales del perro si es liberado.

-El guía es responsable de controla al perro en todo momento.

-El resto de Vigilantes de Seguridad deben ser conscientes en todo momento de la


presencia del equipo K9 y no realizar actos que distraigan o puedan alterar el
comportamiento del perro.

Búsqueda en edificios:

-Los Vigilantes de Seguridad aislaran el edificio y evitarán la salida de sospechosos.

-El guía decidirá si se utiliza el perro con correa o suelto.

Búsqueda en áreas abiertas:

-Los Vigilantes de Seguridad se mantendrán fuera de la zona donde el sospechoso se


vió por última vez.

-Todo el personal excepto el guía se mantendrán alejados del equipo K9 mientras


están actuando.

-Nadie hará nada que pueda distraer al perro, como hablar, usar linternas, comer, etc.

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-Los Vigilantes de Seguridad se mantendrán atentos a la dirección del viento para no


distraer con su olor al perro.

Detección de drogas:

-El guía asegurará los medios de protección adecuados para impedir la ingesta de
drogas por el perro.

Búsqueda de explosivos:

-El equipo K9 se limitará únicamente a la localización de posibles artefactos, nunca


intervendrán en la manipulación o intento de desactivación de los mismos.

-Factores a tener en cuenta para una correcta intervención y procedimientos


de actuación:

Ante una intervención, seguiremos el siguiente protocolo, inspirado en el utilizado por


los agentes de policía norteamericanos tras la masacre de Newhall en los años 70:

Wait for back-up (espera al apoyo). Nunca intervengas sin el apoyo de los compañeros
a no ser que sea absolutamente necesario.

Have a plan (ten un plan –y un plan de respaldo). Nuestro entrenamiento incluirá


procedimientos operativos para todas las situaciones que se puedan presentar.

Always maintain advantage over the opponent (manten siempre la ventaja sobre el
adversario). Nunca dejes que nadie se coloque en una mejor posición táctica que tú.

Look for the unusual (busca lo inusual). La alerta situacional y el giro OODA son la
clave para prevalecer..

Leave the scene when in doubt (ante la duda, retrocede). Ante la duda, retrocede y
pide refuerzos.

Tema 4. La patrulla y la vigilancia móvil. Observación y conocimiento del


medio. Tipos de patrulla. Especial consideración a la patrulla motorizada.
Normas de realización y corrección de situaciones anómalas.

-La patrulla y la vigilancia móvil. Observación y conocimiento del medio:

El objetivo de la observación durante el servicio de seguridad es detectar hechos que


puedan ser constitutivos de delito, o cuanto menos, de actividades antisociales.

Para que la observación sea eficaz, hay que recibir entrenamiento en las diferentes
actividades delictivas y los modus operandi de los criminales. Además de las técnicas
generales, el Vigilante de Seguridad habrá de complementarlo con las circunstancias
específicas del lugar de servicio, por ejemplo individuos conocidos por anteriores
denuncias o detenciones, zonas especialmente vulnerables, etc.

Elementos importantes a observar serán los siguientes:

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-Individuos que desentonan claramente con la zona o no son habituales.

-Individuos sin aspecto de turistas, llevando bolsas o maletas.

-Individuos deambulando mucho tiempo por la misma zona.

-Individuos sentados en el interior de un vehículo durante mucho tiempo.

-Individuos que discuten.

-Individuos que corren sin ropa de deporte.

-Individuos que prueban a abrir insistentemente cerraduras de coches o maleteros.

-Individuos que parecen esconderse.

-Establecimientos con persianas medio abiertas en horario de cierre.

-Vehículos abandonados.

-Vehículos con muchos objetos en su interior de forma desordenada.

-Vehículos parados con exceso de peso (maletero hundido).

-Herramientas como palancas o cizallas abandonadas.

-Vidrios rotos en la vía pública.

-Escaleras o cuerdas en balcones o ventanas.

-Tipos de patrulla. Especial consideración a la patrulla motorizada. Normas


de realización y corrección de situaciones anómalas:

El servicio de seguridad y protección en este tipo de instalaciones ha de realizarse, de


modo preferente, mediante rondas de vigilancia, a pie o en vehículo, por parte del
personal de seguridad. Es importante variar y alternar los itinerarios establecidos, con
el objeto de evitar que sean conocidos, creándose así vulnerabilidades. Se pueden
clasificar en interiores (dentro de un edificio) y exteriores (entre el edificio y el
perímetro).

Como consideraciones comunes a ambos tipos de rondas:

- Perfecto conocimiento de la zona y de la actividad que en ella se desarrolla,


así como de los accesos, puntos críticos, vulnerabilidades, proveedores...; es
especial, de la localización de transformadores de corriente, canalizaciones de
agua y gas, estaciones de teléfonos...

- Observación de puertas, ventanas, tejados y demás accesos a las


instalaciones, comprobando su estado –abiertas, cerradas, forzadas...– y la
detección de elementos que habitualmente no se aprecian, o al contrario.

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- Identificación de personas o vehículos sospechosos, avisando previamente al


centro de control para solicitar el apoyo necesario para garantizar el éxito del
servicio. Para ello se requiere el conocimiento de las personas que
habitualmente transitan por este tipo de instalaciones: trabajadores, vecinos,
proveedores...

- Se debe de evitar una excesiva familiaridad con los empleados y/o vecinos de
las instalaciones. Al igual que en todo tipo de servicios de vigilancia, éste ha de
realizarse con corrección y discreción.

Rondas a pie

Servicios fijos.- Más entendidos como un turno que como una ronda. Ha de
tenerse en cuenta todo lo relacionado con control de accesos y establecimiento
de medidas de seguridad en puntos más conflictivos, tanto dentro de los
riesgos accidentales como en los riesgos intencionados.

Servicios móviles.- La patrulla a pie es uno de los servicios de seguridad más


demandados; entre otras razones, porque permite un acercamiento entre los
ciudadanos y el Vigilante de Seguridad. Tiene el inconveniente de que se limita
el espacio custodiado pero, por el contrario, al aumentar el contacto y las
relaciones, aumentan las labores de obtención de información, útiles para el
desempeño de funciones de seguridad.

Se realizarán rondas interiores y exteriores, con retenes de intervención inmediata ante


cualquier eventualidad. En las rondas a pie, los Vigilantes prestarán el servicio por
parejas, caminando separados, en paralelo, un Vigilante más adelantado que el otro y
deparados por una distancia adecuada en cada momento. Podrán auxiliarse con perros
adiestrados en defensa, ataque y rastreo, muy eficaces tanto en situaciones de
prevención como de riesgo.

Rondas en vehículo

Se realizarán en zonas que, por su elevada extensión, sean difíciles de controlar a pie,
o bien por tratarse de terrenos escarpados o con escasa señalización o iluminación.
Además de las consideraciones realizadas para las rondas a pie, las rondas en vehículo
presentan las siguientes características:

 Capacidad para dar una respuesta inmediata ante una situación de riesgo y en una
gran extensión de terreno.

 Gran poder disuasorio, por las señales y distintivos de los vehículos, visibles desde
mayor distancia que el personal humano a pie.

 El equipo personal y de transmisiones instalados en un vehículo es superior a los


que se portan a pie, que son más reducidos y con menores posibilidades.

 Capacidad para utilizar el vehículo, ante una contingencia, de un modo defensivo,


ofensivo o de auxilio, empleándolo como pantalla protectora ante una agresión, como
medio de detención, para evacuaciones...
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 Posibilidad de realizar el servicio con garantías ante climatología adversa.

Cuando se realizan este tipo de servicio de rondas con vehículos han de conocerse
perfectamente todos los caminos, vías de entrada y salida del perímetro protegido y
otras vías susceptibles de ser utilizadas para acceder al recinto de un modo no
autorizado.

Recorridos
Han de estar perfectamente estudiados y planificados, incluyéndose los puntos críticos
y vulnerabilidades. Como medida de autoprotección, hay que evitar realizar las rondas
excesivamente cerca de vallados y/o paredes.

Deben de llevarse a cabo de un modo aleatorio, cambiándolos periódicamente, para


evitar ser vulnerables. Cuando las necesidades del servicio así lo requieran, se
establecerán recorridos fijos que, evidentemente, entrañan mayor peligro. Los dos
modelos que suelen efectuarse, son:

- Recorridos periódicos fijos.- Atienden a horas e itinerarios previamente


establecidos, con sistemas de control consistentes en: relojes de fichado,
sistema de lectura de tarjetas magnéticas, sistemas informáticos y otros
soportes.

El Vigilante de Seguridad ha de acudir al establecimiento o dependencia


determinada dentro de un horario previsto, quedando constancia de su visita
por medio de los elementos arriba señalados.

- Recorridos aleatorios.- Se realizan alterando las horas de inicio y final o el


orden del itinerario, por lo que resulta muy difícil conocer la situación del
Vigilante, lo que le aporta a éste la ventaja del factor sorpresa. Se utiliza en las
ocasiones en las que se pretenda sorprender a los intrusos que pretendan
acceder al recinto protegido.

Durante su realización es probable que el Vigilante de Seguridad deba actuar de


diversas formas, haciéndose más o menos visible, dependiendo de su se
pretende un afecto disuasorio o de sorpresa.

Frecuencias
Son muy variables, dependiendo de las necesidades a cubrir. Estarán establecidas en el
Plan de Seguridad, pudiendo ser alteradas cuando se estime oportuno. Es importante
tener en cuenta que el primer recorrido será la base para los recorridos posteriores,
por lo que se debe prestar atención especial a este primer recorrido, comunicando a
los relevos de Vigilantes cualquier dato anómalo detectado.

Tema 5. Identificación de personas. Principios y técnicas de identificación: la


memoria, descripción de personas y elementos complementarios.

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La identificación de personas en relación a hechos antisociales o delictivos es una de


las tareas del personal de seguridad privada, tal y como establece el art. 11.1 de la Ley
de Seguridad Privada:

Artículo 11.

1. Los vigilantes de seguridad sólo podrán desempeñar las siguientes funciones:

a. Ejercer la vigilancia y protección de bienes muebles e inmuebles, así


como la protección de las personas que puedan encontrarse en los
mismos.
b. Efectuar controles de identidad en el acceso o en el interior de
inmuebles determinados, sin que en ningún caso puedan retener la
documentación personal.
c. Evitar la comisión de actos delictivos o infracciones en relación con el objeto de
su protección.
d. Poner inmediatamente a disposición de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad a los delincuentes en relación con el objeto de su protección, así
como los instrumentos, efectos y pruebas de los delitos, no pudiendo proceder
al interrogatorio de aquéllos.
e. Efectuar la protección del almacenamiento, recuento, clasificación y transporte
de dinero, valores y objetos valiosos.
f. Llevar a cabo, en relación con el funcionamiento de centrales de alarma, la
prestación de servicios de respuesta de las alarmas que se produzcan, cuya
realización no corresponda a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Por tanto, el personal acreditado como tal, ha de estar familiarizado con las técnicas y
sistemas de identificación personal existentes, así como con las formas de acreditar la
identidad legalmente.

Concepto de identificación: El concepto de identidad personal es un concepto


relativamente reciente que, si bien siempre existió, se relaciona mucho con
el establecimiento de los Estados modernos y su posibilidad de organizar
diferentes actividades vinculadas con el ámbito civil. La necesidad de contar
con diferentes elementos de identidad personal es algo muy común e
importante en la actualidad, existiendo numerosos tipos de documentos que
sirven a tal fin.

La identidad personal que tiene un individuo está dada principalmente por el nombre y
el apellido. Estos dos elementos son los más utilizados para distinguir a una persona y
tienen que figurar como tales en todos los documentos, formularios y registros que
pueda haber oficialmente. Sin embargo, hoy en día debido a la importantísima
cantidad de población mundial, otros elementos más específicos y detallados deben
también tenerse en cuenta para poder diferenciar a personas con el mismo nombre.
Elementos tales como las huellas digitales, el ADN y otras cuestiones biológicas sirven
para distinguir a personas unas de otras. Todos ellos son utilizados por lo general a
nivel administrativo o legal para registrar la existencia de los individuos oficialmente.

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Concepto de identidad civil: Es la que se obtiene mediante documentos oficiales que


muestran determinados datos indubitados que permiten identificar al sujeto. El medio
de identidad civil más común es el Documento Nacional de Identidad.

Medios de identificación personal:

El D.N.I.: La denominación oficial es documento nacional de identidad (DNI),


aunque también se le denomina carné de identidad. Se trata de una tarjeta plastificada
o de policarbonato donde se detalla el nombre y apellidos del titular, fecha de
nacimiento, dirección, progenitores, sexo, dirección de residencia, localidad y provincia
de nacimiento, y contiene una fotografía (tamaño 32 por 26 milímetros, con fondo
uniforme blanco y liso, tomada de frente con la cabeza totalmente descubierta y sin
gafas de cristales oscuros o cualquier otra prenda que pueda impedir o dificultar la
identificación de la persona) y un número de identificación formado por 8 cifras más
una letra de control. La foto aparece en color en los DNI expedidos hasta 2006. Desde
1976 es obligatorio a partir de los 14 años, aunque puede solicitarse desde la
inscripción del menor en el Registro Civil. Generalmente se denomina número de
identificación fiscal (NIF) a esta combinación de números y letra, y DNI
incorrectamente sólo a los números (pues el NIF y el Número de DNI son el mismo
número, y ambos incluyen la letra).

El DNI es suficiente para viajar e inscribirse como residente en los países miembros de
la Unión Europea. También sirve para viajar a Islandia, Noruega y Suiza (firmantes del
Acuerdo de Schengen) y otros países europeos como Andorra, Liechtenstein, Mónaco o
San Marino.

El DNI se expide en las oficinas del Cuerpo Nacional de Policía. Cada oficina de
expedición recibe un lote de números que va asignando de forma correlativa a su
petición. Cuando este lote se termina recibe un lote nuevo. Otra leyenda urbana, es la
cifra que aparece al final de la segunda línea, en la parte posterior del documento, se
le vinculaba con el número de personas que tenían mismo nombre y apellidos que su
portador, algo totalmente falso, ya que dicha cifra es un dígito de control resultante de
un algoritmo utilizado por el sistema informático que crea el documento. Hasta los 30
años, el DNI tiene validez por 5 años. De los 30 a los 70 años, tiene validez por 10
años, siendo permanente a partir de los 70 años.

Para obtener un DNI es necesario tener la nacionalidad española. Los extranjeros


residentes legalmente en España poseen una tarjeta de características similares pero
en tonos azules, denominada Tarjeta de Identidad de Extranjero, donde consta un
Número de Identificación de Extranjeros o NIE.

No es obligatorio llevar siempre el DNI, pero el ciudadano tiene la obligación de


identificarse ante cualquier Agente de la autoridad que así lo requiera, pudiendo
hacerse esta identificación con cualquier otro documento que satisfaga al Agente
(pasaporte, libro de familia, etc.).8 Si bien, si no se puede realizar esta identificación de
forma satisfactoria, los Agentes pueden requerir al ciudadano que les acompañen a
dependencias donde sea posible practicar las diligencias necesarias para su
identificación. Negarse a identificarse ante un Agente de la autoridad o se negarse a
hacer voluntariamente dichas diligencias podría ser constitutiva de infracción

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administrativa o, en su caso, infracción penal de los artículos 634 y 556 del Código
Penal.

A lo largo de 2006–2007 se implantó la evolución lógica del DNI tradicional español al


DNI electrónico, que se diferencia del tradicional por un chip que permite garantizar la
identidad de la persona que lleva a cabo las gestiones y transacciones electrónicas que
se realicen con él. También permite al ciudadano firmar digitalmente documentos de
forma reconocida. El desarrollo del proyecto de despliegue ha correspondido a Indra,
Telefónica, Software AG y Safelayer en una fase inicial, tras el concurso convocado por
la Dirección General de Patrimonio del Estado. El desarrollo del proyecto técnico del
DNI electrónico ha supuesto una inversión de 23,1 millones de euros, cantidad
cofinanciada por los ministerios de Industria (11,4 millones) e Interior (11,6 millones).
A comienzos de 2006 abrió la primera oficina piloto de expedición del DNI electrónico
en Burgos, a continuación lo hicieron dos ciudades pequeñas, Aranda de Duero y
Miranda de Ebro. Una vez acabada la experiencia piloto con éxito, la implantación a
nivel nacional se realizó de manera escalonada.

El pasaporte: es un documento con validez internacional, que identifica a su titular (en


ciertos países también a sus descendientes directos e incluso a sus cónyuges) expedido
por las autoridades de su respectivo país, que acredita un permiso o autorización legal
para que salga o ingrese del mismo, por los puertos o aeropuertos internacionales

Los primeros pasaportes carecían de fotografía, concretándose a indicar el nombre,


nacionalidad, descripción física y autorización para salir y regresar al país.

Pronto se otorgó el pasaporte en una especie de cuaderno o cuadernillo, donde se


anotaban los ingresos y salidas del país y donde se insertaban las autorizaciones de
otros países para ingresar y salir de ellos, que se denominaron visados o visas; al
mismo tiempo, se le dio al documento validez internacional, la cual siempre se sujeta a
la condición de que los países se reconozcan entre sí.

De manera progresiva, y para evitar la falsificación del documento, se foliaron los


pasaportes y se agregó a ellos la fotografía del titular en principio engomada al
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cuadernillo. Después se utilizó papel seguridad, que no ha dejado de evolucionar


(actualmente es fabricado con medidas similares a los papeles con que se fabrica el
papel moneda); se agregaron perforaciones y, a la fecha, la fotografía del titular se
imprime en el cuadernillo de manera directa mediante un procedimiento fotomecánico
y las tintas también contribuyen en el propósito de hacer compleja o imposible la
duplicación ilegal de los pasaportes.

Desde el 28 de agosto de 2006, España expide el denominado pasaporte electrónico


(pasaporte-e) el cual incorpora un chip embebido en su portada posterior. Este chip
contiene el dato biométrico relativo a la imagen facial del titular del documento
además de los datos personales que se contienen en las líneas OCR de lectura
mecánica. El Ministerio del Interior español tiene previsto incorporar en breve las
impresiones dactilares de los dedos índices de ambas manos sin cambiar el modelo de
pasaporte. Mientras que en Venezuela el pasaporte electrónico se expide desde el 1 de
enero de 2007, otras naciones de habla española que también tienen previsto migrar al
sistema biométrico aún no han definido un plazo para realizar dicho cambio.

Uno de los principales problemas de las compañías aéreas radica en el hecho de que
muchos pasajeros realizan viajes utilizando pasaportes falsos y/o manipulados,
comportando graves costes para las agencias que se ven obligados a repatriar al
pasajero. Las medidas de seguridad en los pasaportes han cambiado con el tiempo,
pasando desde los primeros sellos (los reconocidos sellos de tinta) hasta llegar a los
pasaportes biométricos de hoy en día, donde un pequeño chip integrado en el
pasaporte revela todos los datos necesarios del dueño del documento.

Entre las medidas de seguridad más utilizadas se encuentran la microimpresión, letra


de muy pequeño tamaño imposible de realizar con una impresora convencional; el
intaglio o relieve que se le da a ciertos dibujos del pasaporte, y que se puede sentir al
tacto rugoso; y la tinta OVI (Optical variable ink) o tinta cambiante de color según el
ángulo de inclinación, utilizada también en los billetes de 50,100, 200 y 500 euros.

El visado es un documento que se coloca adjunto a los pasaportes por las autoridades
para indicar que el documento ha sido examinado y considerado válido para las
personas que entran o salen de un país.

Carné de conducir: Cualquier conductor deberá estar en posesión del documento y


llevarlo consigo cuando conduzca, aunque también es válido llevar una fotocopia del
original debidamente compulsada, y es obligatorio exhibirlo ante la autoridad o sus
agentes cuando así lo soliciten.

Circular sin esta autorización puede dar lugar a la inmovilización del vehículo utilizado y
a una denuncia por parte del agente.

Si el permiso o licencia de conducción ha sido expedido en España, éste tendrá validez


para toda la Unión Europea. Si se ha obtenido el permiso en otro país ajeno a la Unión
Europea, se deberá canjear según su caso en la debida Jefatura de Tráfico provincial
correspondiente.

Todo permiso o licencia de conducción tiene una fecha de validez máxima, llegada la
cual el conductor deberá renovarla y realizar un examen psicotécnico (similar al que
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realizó cuando lo obtuvo por primera vez), del que dependerá la renovación del mismo,
ya que evalúa si el conductor continúa estando capacitado físicamente para poder
conducir.

Algunos sistemas de identificación:

La antropometría: Se considera a la antropometría como la ciencia que estudia las


medidas del cuerpo humano con el fin de establecer diferencias entre individuos,
grupos, razas, etc. Esta ciencia encuentra su origen en el siglo XVIII en el desarrollo de
estudios de antropometría racial comparativa por parte de antropólogos físicos;
aunque no fue hasta 1870 con la publicación de "Antropometrie”, del matemático
belga Quételet, cuando se considera su descubrimiento y estructuración científica. Pero
fue a partir de 1940, con la necesidad de datos antropométricos en la industria,
específicamente la bélica y la aeronáutica, cuando la antropometría se consolida y
desarrolla, debido al contexto bélico mundial. Las dimensiones del cuerpo humano
varían de acuerdo al sexo, edad, raza, nivel socioeconómico, etc.; por lo que esta
ciencia dedicada a investigar, recopilar y analizar estos datos, resulta una directriz en
el diseño de los objetos y espacios arquitectónicos, al ser estos contenedores o
prolongaciones del cuerpo y que por lo tanto, deben estar determinados por sus
dimensiones.

Estas dimensiones son de dos tipos importantes: estructurales y funcionales. Las


estructurales son las de la cabeza, troncos y extremidades en posiciones estándar.
Mientras que las funcionales o dinámicas incluyen medidas tomadas durante el
movimiento realizado por el cuerpo en actividades específicas. Al conocer estos datos
se conocen los espacios mínimos que el hombre necesita para desenvolverse
diariamente, los cuales deben de ser considerados en el diseño de su entorno. Aunque
los estudios antropométricos resultan un importante apoyo para saber la relación de
las dimensiones del hombre y el espacio que éste necesita para realizar sus
actividades, en la práctica se deberán tomar en cuenta las características específicas
de cada situación, debido a la diversidad antes mencionada; logrando así la
optimización en el proyecto a desarrollar. La primera tabla antropométrica para una
población industrial hispana se realizó en 1996 en Puerto Rico por Zulma R. Toro y
Marco A. Henrich.

La morfología: es la disciplina encargada del estudio de la reproducción y estructura de


un organismo o sistema. La morfología es una ciencia biológica que trata de la forma y
reproducciones de los seres orgánicos.

La lofoscopia: es el estudio de los dibujos lineales que se presenta en las caras y en los
bordes de las manos y los pies de todo ser humano. Estos dibujos o rugosidades
también son conocidos como crestas papilares. No existen dos crestas papilares
iguales, por lo tanto cada individuo tiene unos dibujos particulares diferentes a los del
resto de cualquier ser humano.

La lofoscopia se clasifica en:

 Dactiloscopia: es el procedimiento técnico que tiene por objeto el examen de


los dibujos digitales con el fin de identificar a las personas.
 Quiroscopia: es la parte de la lofoscopia que se dedica al estudio de los
dibujos de crestas papilares en las palmas de las manos.
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 Pelmatoscopia: se dedica al estudio de los dibujos de las plantas de los pies.


 Microlofoscopia: estudio microscópico de las impresiones papilares para
establecer su Originalidad.

Existen otro tipo de rugosidades en el individuo, también únicas y características que


no son crestas papilares, pero también pueden ser objeto de estudio para diferencia
unos individuos de otros:

 Palatoscopia: este estudio se basa en las rugosidades palatinas, que son las
rugosidades presentes en la región anterior del paladar de la boca. Este dibujo
no cambia a lo largo de la vida.
 Queiloscopia: este estudio se basa en los pliegues de los labios de la boca.

La Lofoscopia es la ciencia que forma parte de la policía científica, y que tiene por
objeto el estudio de los dibujos lineales que se presentan en forma de finos relieves
(depresiones epidérmicas) y definiciones epidérmicas, conocidos como lofogramas o
dibujos papilares. Se encuentran en las yemas de los dedos, en la cara palmar de las
manos y en la cara plantar de los pies. Todo ello desde el punto de vista de la
identificación personal. Existen otras denominaciones, como Papiloscopia (término
acuñado por un chileno, Humberto O Rego, y usado en Latinoamérica), Dermatoglifa
(término anglosajón: piel / grabar). La Lofoscopia se clasifica o subdivide, según la
región del cuerpo que se estudie, en tres partes: Dactiloscopia, Quiroscopia y
Pelmatoscopia.

Lofoscopia proviene de Lofos (cresta, relieve, saliente, promontorio) y Skopia


(observar), dos vocablos griegos. Etimológicamente es observación de crestas
papilares. El término lo introdujo Santamaría para sustituir a los múltiples términos
incorrectos que había hasta el momento.

-Técnicas de descripción de personas:

Describir es explicar, de forma detallada y ordenada, cómo son las personas, los
lugares o los objetos. La descripción sirve sobre todo para ambientar la acción y
crear una atmósfera que haga más creíbles los hechos que se narran. Muchas veces,
las descripciones contribuyen a detener la acción y preparar el escenario de los
hechos que siguen.

Cómo se hace una descripción

 Hay que observar con mucha atención y seleccionar los detalles más
importantes.
 Después de seleccionar los detalles, hay que organizar los datos siguiendo un
orden:
- De lo general a lo particular o al contrario.
- De los primeros planos al fondo o al contrario.
- De dentro a fuera o al contrario.
- De izquierda a derecha o al revés.
 Al describir hay que situar los objetos en el espacio con precisión. Se
usarán expresiones como a la derecha, junto a, al fondo, detrás de, en el
centro, alrededor...

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Cómo describir un objeto

 Para describir un objeto se detallan sus rasgos característicos: forma, tamaño,


impresión que produce... Y si el objeto tiene diferentes partes, se enumeran y
detallan ordenadamente.

Un método para describir objetos consiste en comparar un objeto con otro. Al


comparar podemos utilizar dos tipos de rasgos:

 Los rasgos diferenciales de cada objeto. Son las características que


distinguen a unos objetos de otros.
 Los rasgos comunes a las cosas que comparamos. Son las
características que hacen que podamos agrupar a los seres en clases.

Para comparar hay que tener en cuenta lo siguiente:

 Se deben comparar variables análogas. Al comparar objetos podemos


observar el tamaño, la forma, la materia, el precio, la procedencia...
 Se deben indicar las semejanzas y las diferencias.
 Se deben ordenar la comparación. Primero las semejanzas y después
las diferencias o al contrario.

Descripción de personas:

Normalmente, cuando describimos a una persona, no sólo nos referimos a su físico,


sino que intentamos reflejar su forma de ser y de actuar, y también lo que nosotros
pensamos de esa persona. Describir a una persona reflejando sus sentimientos, sus
costumbres y todo lo que forma su personalidad es un retrato de carácter.

Para hacer un buen retrato y que éste sea completo hay que tener en cuenta:

 Observar y seleccionar los rasgos más destacados de la persona,


tanto físicos como de carácter.
 No acumular demasiados rasgos, sólo los más característicos.
 Describir los rasgos en orden. Primero los físicos y después las
cualidades, la forma de actuar, etc.

El rostro:

 su forma: alargado, cuadrado, redondo, gordo, delgado…


ojos: claros, oscuros, grandes pequeños, saltones, vivaces, gafas…
nariz: alargada, pequeña, chata, ancha, fina…
boca: labios gruesos, finos, grande pequeña, de boton, dientes torcidos o no,
blancos o amarillentos, aparato, pintalabios...
Pelo: oscuro, claro, con brillo, sin brillo, largo, corto, rizado, liso, ondulado, si
suele llevar coleta, suelto, trenza, flequillo recto…
tez: clara oscura, con muchos lunares, con pocos lunares, granos, pecas…

Cuerpo;

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 Gordo, delgado, fino, musculoso, ancho, alto, bajo, pies grandes pequeños,
piernas largas (aunque sea bajo puede ser) piernas finas, pies anchos,
alargados, manos grandes, uñas alargadas, mucho pelo poco..
 Vestimenta;
 Ropa ajustada, poco ajustada, colores, colorido, si usa vaqueros, si usa
accesorios, pulseras, collares, si usa deportivas, tacones, si lleva faldas, cortas,
largas, bufanda, accesorios en el pelo, maquillaje...

Personalidad;
 Bueno persona, amable, pacifico, negativo, llorón, alegre, oportunista, liberal,
egoísta, huraño, cordial, tímido, extrovertido
 Elementos complementarios: armas, bolsos, teléfonos, vehículos, etc.

La memoria es una función del cerebro y, a la vez, un fenómeno de la mente que


permite al organismo codificar, almacenar y evocar la información del pasado. Surge
como resultado de las conexiones sinápticas repetitivas entre las neuronas, lo que crea
redes neuronales (la llamada potenciación a largo plazo).

La memoria permite retener experiencias pasadas y, según el alcance temporal, se


clasifica convencionalmente en: memoria a corto plazo (consecuencia de la simple
excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente), memoria a
mediano plazo y memoria a largo plazo (consecuencia de un reforzamiento
permanente de la sinapsis gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las
proteínas correspondientes). El hipocampo es la parte del cerebro relacionada a la
memoria y aprendizaje. Un ejemplo que sustenta lo antes mencionado es la
enfermedad de alzheimer que ataca las neuronas del hipocampo lo que causa que la
persona vaya perdiendo memoria y no recuerde en muchas ocasiones ni a sus
familiares.

En términos prácticos, la memoria (o, mejor, los recuerdos) son la expresión de que ha
ocurrido un aprendizaje. De ahí que los procesos de memoria y de aprendizaje sean
difíciles de estudiar por separado.

El estudio de la memoria suele centrarse sobre todo en los homínidos, puesto que
estos presentan la estructura cerebral más compleja de la escala evolutiva. No
obstante, el estudio de la memoria en otras especies también es importante, no sólo
para hallar diferencias neuroanatómicas y funcionales, sino también para descubrir
semejanzas. Los estudios con animales suelen realizarse también para descubrir la
evolución de las capacidades mnésicas y para experimentos donde no es posible, por
ética, trabajar con seres humanos. De hecho, los animales con un sistema nervioso
simple tienen la capacidad de adquirir conocimiento sobre el mundo, y crear recuerdos.
Por supuesto, esta capacidad alcanza su máxima expresión en los seres humanos.

El cerebro humano de un individuo adulto estándar contiene unos 100.000 millones de


neuronas y unos 100 billones de interconexiones (sinapsis) entre éstas. Aunque a
ciencia cierta nadie sabe la capacidad de memoria del cerebro, puesto que no se
dispone de ningún medio fiable para poder calcularla, las estimaciones varían entre 1 y

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10 terabytes. Según Carl Sagan, tenemos la capacidad de almacenar en nuestra mente


información equivalente a la de 10 billones de páginas de enciclopedia.

No existe un único lugar físico para la memoria en nuestro cerebro. La memoria está
diseminada por distintas localizaciones especializadas. Mientras en algunas regiones del
córtex temporal están almacenados los recuerdos de nuestra más tierna infancia, el
significado de las palabras se guarda en la región central del hemisferio derecho y los
datos de aprendizaje en el córtex parieto-temporal. Los lóbulos frontales se dedican a
organizar la percepción y el pensamiento. Muchos de nuestros automatismos están
almacenados en el cerebelo.

Los primeros estudios sobre la memoria comenzaron en el campo de la filosofía, e


incluían las técnicas para mejorar la memoria. A finales del siglo XIX y principios del
XX, la memoria pasó a ser el paradigma por excelencia de la psicología cognitiva. En
las últimas décadas se ha convertido en uno de los principales pilares de una rama de
la ciencia conocida como neurociencia cognitiva, un nexo interdisciplinario entre la
psicología cognitiva y la neurociencia.

Fases

En el proceso de almacenamiento de los conocimientos en la memoria es posible


diferenciar las siguientes fases:

 codificación o registro (recepción, procesamiento y combinación de la


información recibida)
 almacenamiento (creación de un registro permanente de la información
codificada)
 recuperación o recordar o recolección (recordar la información almacenada en
respuesta a una señal para usarla en un proceso o actividad).

Tema 6. La detención. Concepto. Supuestos en los que procede la detención


y limitaciones. Formas de realizar la detención. Registros, esposamientos y
cacheos: supuesto en que procede y forma de realizarlos. La detención en la
normativa de seguridad privada y su aplicación por el vigilante de seguridad.
La detención ilegal.

-Concepto:

La detención es una limitación de la libertad personal realizada provisionalmente y


cuya finalidad es poner a una persona a disposición del juez competente, estamos por
tanto ante una limitación de un derecho fundamental, que es el derecho a la libertad,
derecho no absoluto que puede tener limitación por exigencia de la justicia penal con
estricto respeto a lo establecido en la constitución y en la ley de enjuiciamiento
criminal. La detención solo procede en los casos y en la forma previamente legislado.
Además durante la detención han de respetarse los derechos que la constitución y la
ley de enjuiciamiento criminal reconoce a toda persona detenida.

-Supuestos en los que procede la detención y limitaciones:

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1. Quienes pueden detener. La ley distingue cuando la detención la realizan los


particulares o autoridades.
- Particulares, para un particular detener no es nunca un deber sino una facultad, es
algo que puede hacer pero que no está obligado hacer, por lo tanto esta facultad es
una muestra más de la necesaria colaboración con la administración de justicia.
Art.490 de la ley de enjuiciamiento criminal, los supuestos se resumen en: para evitar
el inicio de la comisión de un hecho delictivo, para impedir que se consume un hecho
delictivo que se está realizando y en aquellos casos en los que se presuma que el
sujeto se ha fugado o se ha sustraído a la acción de la justicia.
- Autoridades o funcionarios, para éstos no es una facultad sino un deber. Los casos
serían los mismos que en los particulares y otro más que se refiere el art 492 que es
que exista resolución judicial de imputación sobre una persona, sea que recaigan
indicios racionales de criminalidad o cuando se estime que esa persona va a sustraerse
a la acción de la justicia, en este caso solo se pueden detener por delitos y no por
faltas.
2. Duración de la detención.
La constitución dice en el art. 17.2 que la detención no puede durar más del tiempo
estrictamente necesario para la averiguación de la acciones de la investigación, en el
plazo máximo de 72 horas deberá ser puesto en libertad o a disposición de la autoridad
judicial.
En la ley de enjuiciamiento criminal, se refiere en dos preceptos diferentes en el art.
496 en su primer párrafo habla de que la persona detenida tendrá que ser puesta a
disposición judicial dentro de las 24 horas siguientes y el art. 520 establece el plazo de
72 horas que habla la constitución. Esta disparidad se produce porque se reforma
parte de la ley y se olvidan que toda la ley está relacionada, se modifica el 520 con la
entrada de la constitución. Este problema se soluciona, se interpreta la constitución en
el art. 17 que establece dos límites temporales, uno absoluto que es el de 72 horas,
este plazo no puede ser rebasado si se rebasa será una detención ilegal y un límite que
es relativo pero que siempre se ha de tener en cuenta y es que la detención tiene que
durar el tiempo indispensable, es decir si a las 10 horas de estar detenida una persona
se ha hecho todo lo que se tenía que hacer o se pone a disposición judicial o es ilegal
aunque no haya superado las 72 horas.
En la ley de enjuiciamiento criminal nos encontramos con dos preceptos
contradictorios, el 496 se ubica en aquellos preceptos que regulan la detención y el
520 está situado en un sitio diferente en los artículos que se dedican al estudio de los
derechos del detenido. El 496 es anterior a la constitución pero no es inconstitucional
porque se mueve dentro de los límites de las 72 horas, no impide que el legislador
establezca un plazo inferior porque se mueve dentro de lo establecido. La
jurisprudencia lo que dice es que el plazo que ha de atenerse es el constitucional que
es el recogido en el 520.

Toda persona detenida o presa será informada, de modo que le sea comprensible, y de
forma inmediata, de los hechos que se le imputan y las razones motivadoras de su
privación de libertad, así como de los derechos que le asisten y especialmente de los
siguientes:

a. Derecho a guardar silencio no declarando si no quiere, a no contestar alguna o


algunas de las preguntas que le formulen, o a manifestar que sólo declarará
ante el Juez.
b. Derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable.
70
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c. Derecho a designar Abogado y a solicitar su presencia para que asista a las


diligencias policiales y judiciales de declaración e intervenga en todo
reconocimiento de identidad de que sea objeto. Si el detenido o preso no
designara Abogado, se procederá a la designación de oficio.
d. Derecho a que se ponga en conocimiento del familiar o persona que desee, el
hecho de la detención y el lugar de custodia en que se halle en cada momento.
Los extranjeros tendrán derecho a que las circunstancias anteriores se
comuniquen a la Oficina Consular de su país.
e. Derecho a ser asistido gratuitamente por un intérprete, cuando se; trate de
extranjero que no comprenda o no hable el castellano.
f. Derecho a ser reconocido por el Médico forense o su sustituto legal y, en su
defecto, por el de la Institución en que se encuentre, o por cualquier otro
dependiente del Estado o de otras Administraciones Públicas.

3. Si se tratare de un menor de edad o incapacitado, la autoridad baja cuya custodia se


encuentre el detenido o preso notificará las circunstancias del apartado 2.d) a quienes
ejerzan la patria potestad, la tutela o la guarda de hecho del mismo y, si no fueran
halladas, se dará cuenta inmediatamente al Ministerio Fiscal. Si el detenido menor o
incapacitado fuera extranjero, el hecho de la detención se notificará de oficio al Cónsul
de su país.

4. La autoridad judicial y los funcionarios bajo cuya custodia se encuentre el detenido o


preso, se abstendrán de hacerle recomendaciones sobre la elección de Abogado y
comunicarán, en forma que permita su constancia, al Colegio de Abogados el nombre
del Abogado elegido por aquél para su asistencia o petición de que se le designe de
oficio. El Colegio de Abogados notificará al designado dicha elección, a fin de que
manifieste su aceptación o renuncia. En caso de que el designado no aceptare el
referido encargo, no fuera hallado o no compareciere, el Colegio de Abogados
procederá al nombramiento de un Abogado de oficio. El Abogado designado acudirá al
centro de detención a la mayor brevedad y, en todo caso, en el plazo máximo de ocho
horas, contadas desde el momento de la comunicación al referido Colegio.

71
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Si transcurrido el plazo de ocho horas de la comunicación realizada al Colegio de


Abogados, no compareciese injustificadamente Letrado alguno en el lugar donde el
detenido o preso se encuentre, podrá procederse a la práctica de la declaración o del
reconocimiento de aquél, si lo consintiere, sin perjuicio de las responsabilidades
contraídas en caso de incumplimiento de sus obligaciones por parte de los Abogados
designados.

5. No obstante, el detenido o preso podrá renunciar a la preceptiva asistencia de


Letrado si su detención lo fuere por hechos susceptibles de ser tipificados,
exclusivamente, como delitos contra la seguridad del tráfico.

6. La asistencia del Abogado consistirá en:

a. Solicitar, en su caso, que se informe al detenido o preso de los derechos


establecidos en el número 2 de este artículo y que se proceda al
reconocimiento médico señalado en su párrafo f.
b. Solicitar de la Autoridad judicial o funcionario que hubiesen practicado la
diligencia en que el Abogado haya intervenido, una vez terminada ésta, la
declaración o ampliación de los extremos que considere convenientes, así como
la consignación en el acta de cualquier incidencia que haya tenido lugar durante
su práctica.
c. Entrevistarse reservadamente con el detenido al término de la práctica de la
diligencia en que hubiere intervenido.

Artículo 520 bis.

1. Toda persona detenida como presunto partícipe de alguno de los delitos a que se
refiere el artículo 384 bis será puesta a disposición del Juez competente dentro de las
setenta y dos horas siguientes detención. No obstante, podrá prolongarse la detención
el tiempo necesario para los fines investigadores, hasta un límite máximo de otras
cuarenta y ocho horas, siempre que, solicitada tal prórroga mediante comunicación
motivada dentro de las primeras cuarenta y ocho horas desde la detención, sea
autorizada por el Juez en las veinticuatro horas siguientes. Tanto la autorización
cuanto la denegación de la prórroga se adoptarán en resolución motivada.

2. Detenida una persona por los motivos expresados en el número anterior, podrá
solicitarse del Juez que decrete su incomunicación, el cual deberá pronunciarse sobre
la misma, en resolución motivada, en el plazo veinticuatro horas. Solicitada la
incomunicación, el detenido quedará en todo caso incomunicado sin perjuicio del
derecho de defensa que le asiste y de lo establecido en los artículos 520 y 527, hasta
que el Juez hubiere dictado la resolución pertinente.

3. Durante la detención, el Juez podrá en todo momento requerir información y


conocer, personalmente o mediante delegación en el Juez de Instrucción del partido o
demarcación donde se encuentre el detenido, la situación de éste.

Forma de realizar la detención:

La ley de enjuiciamiento criminal establece que la detención debe realizarse en la


forma que menos perjudique a la persona, a su patrimonio o incluso al buen nombre

72
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de la misma, lo que la ley quiere decir, es que hay que evitar detenciones que agraven
innecesariamente el hecho de restringir o limitar la libertad.
Normas especiales. (art.520bis)
Adiciones que se han hecho posteriormente motivadas por bandas armadas y
elementos terroristas.
Dos especialidades:
- Una es respecto a la duración de la detención, prevé la posibilidad de que el plazo de
72 horas pueda prolongarse cuando lo requieran los límites, hasta un plazo más de 48
horas, esto debe solicitarse en las primeras 48 horas de la detención y el juez debe
pronunciarse en las 24 siguientes.
- Incomunicación, en estos supuestos el juez puede acordar la incomunicación del
detenido
y esto trae consigo unas consecuencias:
El abogado que se le designe siempre será de oficio no tiene derecho a designar
libremente a su abogado. En segundo lugar no tiene tampoco derecho a que la
circunstancia de su detención se le comunique a una persona de su confianza y en el
caso de extranjero a la oficina consular. En tercer lugar tampoco tiene derecho a
entrevistarse reservadamente con el abogado.

-Registros, esposamientos y cacheos: supuestos en que procede y forma de


realizarlos:

INTERVENCIONES CORPORALES
Hay un gran vacío legal, solo hay pinceladas con las últimas reformas con las tomas de
ADN.
La intervención corporal puede suponer limitación de los derechos fundamentales
(derecho de intimidad, integridad física). Ya que no hay previsión legal, el tribunal
constitucional, ha establecido en primer lugar, doctrina sobre el valor de las
intervenciones corporales, ha dicho que tiene que existir un fin constitucional legitimo.
En segundo lugar son medidas que deben ser acordadas judicialmente, mediante auto
motivado y siempre que se respete el principio de proporcionalidad. En tercer lugar el
tribunal constitucional ha llamado la atención al legislador ya que hace falta una
regulación legal que actualmente sólo se encuentra de forma indirecta y no en la ley
de enjuiciamiento criminal sino en el código penal o en el código de seguridad vial.
En la jurisprudencia hay tres problemas sobre la identificación corporal en razón de la
distinta intensidad en el acto de intervención corporal:
1. El cacheo: la limitación del derecho fundamental es mínima, pero la jurisprudencia
ha dicho que cachear es distinto a declarar. No presenta problemas siempre y cuando
cachear se haga de forma proporcionada, en relación al fin que se persigue, que es el
de encontrar algún elemento del delito o asegurar la detención.
2. Examen radiológico: puede ser de diferentes categorías, conforme la superioridad de
la intensidad de la intervención es necesario que esté motivada y el respeto al principio
de proporcionalidad se acentúa.
3. Toma de muestras para realizar exámenes: es de aplicación respecto a los tests de
alcoholemia y sustancias psicotrópicas.
También hay que tener en cuenta que el valor de muchas intervenciones dependerá de
quien ordene estas intervenciones: la de orden judicial y la de orden policial (que
normalmente se incorporan a los atestados policiales, los atestados son objeto de
prueba, no medio de prueba, por lo que han de ser introducidos en el juicio por el
medio de otros).
73
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A este respecto, la Instrucción 12/2007 de la Secretaría de Estado de Seguridad


establece que:

1.- El cacheo es la modalidad del registro personal que consiste en la prospección


superficial externa del cuerpo y vestiduras e indumentaria, incluyendo los objetos
personales o equipaje de mano, con la finalidad de descubrir objetos no permitidos o
peligrosos, efectos del delito o medios de prueba ocultos entre la ropa o el cuerpo del
sospechoso.

2.- El cacheo es preceptivo en el caso de detenciones, así como ante sospechosos


potencialmente peligrosos. En el resto de ocasiones, la práctica del cacheo estará
basada en la existencia de indicios racionales que lo aconsejen, sin que en ningún caso
pueda aplicarse de forma arbitraria.

3.- A fin de proteger la dignidad del detenido, cuando los funcionarios policiales se
vean obligados a realizar cacheos en la vía pública, deberán buscar el lugar más idóneo
y discreto posible.
4.- Para garantizar la seguridad de los agentes actuantes y del propio detenido, se
deben eliminar los objetos susceptibles de poner en peligro dicha seguridad, para lo
cual se procederá a un registro de seguridad del detenido, que será completado, de
manera más exhaustiva, una vez que éste se encuentre en dependencias policiales.
5.- Si, en el momento del registro, los funcionarios que lo realizan observaran alguna
lesión o el detenido manifestara sufrirla, lo trasladarán inmediatamente a un Centro
sanitario para la práctica del oportuno reconocimiento médico.

6-Los cacheos se llevarán a cabo, salvo urgencia, por personal del mismo sexo que la
persona cacheada, y preferiblemente provistos del material de protección adecuado,
especialmente cuando haya riesgo de contagio de enfermedades infecto-contagiosas.
El criterio a seguir siempre en esta operación es el del máximo respeto a la identidad
sexual de la persona cacheada, lo que deberá tenerse en cuenta muy especialmente
en el caso de personas transexuales.
7-Es obligatorio, por razones de seguridad, efectuar un cacheo del detenido en el
momento previo a su ingreso en un calabozo, que consistirá en el registro y requisa de
todos los utensilios que pueda portar, entre otros, en los bolsillos, forros o pliegues de
tela. Se procederá a la retirada de cadenas, cinturones, bufandas, cordones, relojes,
anillos, encendedores, fósforos u otros objetos que puedan ser susceptibles de ser
utilizados por el detenido para autolesionarse, causar lesiones o facilitar su fuga.
8-Son de aplicación las “Normas de actuación de la Policía Judicial en recintos
aduaneros” respecto a las personas presuntamente portadoras de drogas en cavidades

74
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corporales”, de 14 de noviembre de 1988, dictadas por la Fiscalía Especial para la


prevención y represión del tráfico ilegal de drogas, así como la Instrucción 6/1988 de
la Fiscalía General del Estado sobre el examen radiológico de personas portadoras de
drogas.
La práctica del desnudo integral de detenidos, durante los cacheos policiales, con el fin
de averiguar si portan entre sus ropas o en los pliegues de su cuerpo algún objeto
peligroso o prueba incriminatoria, se deberá ajustar a las condiciones y requisitos
siguientes (Instrucción de la Secretaría de Estado de Seguridad 7/1996):
Primero. La práctica del desnudo integral en el cacheo deberá acordarse por el
funcionario policial responsable del ingreso en los calabozos del detenido y bajo su
responsabilidad.
Segundo. La determinación de la intensidad del cacheo y, en su caso, del desnudo
integral del detenido, únicamente podrá justificarse en razón de la protección de la
integridad del propio detenido, así como de la de los funcionarios o de otras personas
que se encuentren próximas, o bien con el objeto de recuperar los efectos,
instrumentos o pruebas que razonablemente pudiera aportar y pudieran servir de base
para determinar su culpabilidad.
Tercero. La resolución de proceder al desnudo integral de detenidos deberá motivarse
de forma sucinta y suficiente por el funcionario responsable, amparándola en alguna o
algunas de las razones señaladas en el apartado anterior.
La medida de registro personal mediante desnudo integral, con objeto de determinar si
el detenido porta escondido entre sus ropas o en pliegues de su cuerpo algún objeto o
instrumento, sólo podrá efectuarse cuando de las circunstancias de la detención, de la
naturaleza del hecho presuntamente delictivo, de la actitud del detenido o de otras
circunstancias debidamente valoradas por el responsable policial encargado de
autorizar dicha práctica, se pueda resolver su adopción.
Cuarto. La práctica de este registro deberá efectuarse en sala próxima o inmediata a
los calabozos, llevada a efecto por los funcionarios que asuman la custodia del
detenido, participando si es posible aquéllos que hayan efectuado la detención y
respetando la intervención de agentes masculinos o femeninos, según el sexo del
detenido.
Quinto. La práctica del desnudo integral de detenidos, con el objeto de comprobar si
portan entre sus ropas o en los pliegues de su cuerpo objetos o instrumentos
peligrosos, deberá hacerse constar en el correspondiente Libro-Registro de Detenidos.

El cacheo debe de ser total, rápido, metódico y minucioso, teniendo en cuenta,


además de las circunstancias particulares de cada caso, los siguientes extremos:

1. Ha de haber razones fundadas para sospechar de la persona que va a ser


cacheada. Esas sospechas fundadas han de basarse en una sospecha inicial,
cuando hechos concretos permitan suponer que se ha cometido o está próximo a
ser cometido un hecho punible.

2. El cacheo debe ser realizado por una persona del mismo sexo que la persona
cacheada.

3. En ningún caso se permitirá un trato degradante con la persona cacheada, como


introducir manos o dedos en cavidades corporales. En la medida de lo posible, el
cacheo se realizará en lugares apartados de la visión del público.

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Como norma general, procede realizar un cacheo:

a. Al efectuar la detención.
b. Al tener indicios racionales de la comisión de un delito.
c. Al contemplar la normativa interna de la empresa los controles de salida en las
personas de los empleados.

Sin olvidar que el cacheo ha de ser total, rápido, metódico y minucioso, existen unas
normas generales para su práctica, como:
 No apartar la vista del sospechoso.
 No darle nunca la espalda.
 Cachear colocándose detrás del detenido.
 Desequilibrar al detenido.
 Prestar atención a su posible reacción.

De la misma forma, hay unas normas fundamentales en la práctica del cacheo y


esposamiento:

- Emplear una sola mano; la otra quedará libre ante la posible reacción del
sospechoso.
- Dar instrucciones al detenido de forma clara y concisa. Evitar posibles
malinterpretaciones.
- Procurar efectuarlo con alguien que nos proteja y no interferir en su campo de
acción.
- No pasar la mano deslizándola sobre la ropa; palpar ésta oprimiendo, con
objeto de evitar pinchazos al descubrir algún objeto punzante o cortante de
pequeño tamaño.
- Solicitar al sospecho que vacíe sus bolsillos, dando la vuelta a los forros.
- Palpar el pelo y cuellos de camisas o chaquetas.
- Colocarse lo más lejos posible del detenido, por su espalda.
- Situar el arma al lado contrario de la zona a cachear.
- Mantener la mirada a la altura de la vista y cuello del sospechoso.
- No conducirlo a ningún lugar sin haber realizado previamente un cacheo.

Procedimientos para el cacheo y el esposamiento

Una primera clasificación contempla dos modalidades: individual y colectivo.

Cacheo y esposamiento individual

Pueden ser de dos formas: de pared, o sobre vehículo, y en el suelo.

DE PARED O SOBRE VEHÍCULO

 La persona cacheada tendrá los brazos en posición vertical y separados, con


las palmas de las manos sobre la pared o vehículo.

 La persona cacheada tendrá las piernas separadas, alejadas lo máximo posible


de la pared y con las puntas de los pies hacia fuera.

76
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 La persona cacheada habrá de estar en una posición incómoda, forzada y en


desequilibrio.

 Admite la variante de colocar los pies de la persona cacheada uno detrás del
otro, situando uno de los pies de la persona que lleva a cabo el cacheo al lado
de los pies de la persona cacheada, para desequilibrarle ante una reacción
agresiva.

Con la persona a esposar situada en posición incómoda e inestable, con las manos
apoyadas en una superficie vertical (pared, vehículo...), se realizarán los siguientes
pasos:

1. La persona que realiza la acción sujetará las esposas con una mano.

2. La persona que realiza la acción procederá a esposar la muñeca del lado por
donde finalizó el cacheo.
3. La persona que realiza la acción colocará la manilla con un golpe seco en la
muñeca.

4. La persona que realiza la acción girará el brazo del esposado, por detrás, al
centro del cuerpo, quedando el individuo apoyado sobre una sola mano.

5. La persona que realiza la acción ordenará al esposado que apoye la cabeza en


la superficie vertical y que coloque la mano sobre su cabeza.

6. La persona que realiza la acción, manteniendo sujeta la otra manilla de las


esposas a la altura de la cintura del esposado, le ordenará que lleve lentamente
la muñeca libre hacia su cintura. Esta maniobra supone un riesgo elevado, ya
que, en el caso de zafarse, la persona cacheada contará con un arma: las
esposas.

7. Una vez colocada la muñeca en la manilla, con un movimiento rápido, la


persona que realiza la acción la cerrará. Dependiendo de las circunstancias,
antes de sujetar la segunda muñeca, se puede pasar la manilla libre por el
cinturón del individuo, restringiendo aún más sus movimientos.

SOBRE EL SUELO

 Una modalidad es tener a la persona a esposar con las rodillas en tierra y con
las manos en la nuca.

 Otra fórmula es tener a la persona a esposar tendida en el suelo, con las


piernas y los brazos completamente rectos y abiertos, sin apoyar el cuerpo en
el suelo.

Es preferible evitar estos dos métodos de cacheo y posterior esposamiento, dado el


riesgo que podría producirse al revolverse la persona cacheada.
Cacheo y esposamiento colectivo.

77
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Pueden efectuarse sobre la pared o sobre el suelo, siguiendo los mismos pasos que en
los individuales, pero, al tratarse de varios individuos, es necesario observar algunas
normas fundamentales:

 Procurarse el apoyo de algún compañero.

 Alinear a los sospechosos, uno junto a otro, sobre el suelo o la pared.

 Iniciar el cacheo por uno de los extremos y, una vez de haber finalizado con
una persona, obligarla a salir o ponerla en el otro extremo. Continuar
sucesivamente con el resto, en la misma forma, hasta finalizar.

 Si se cuenta con el apoyo de un compañero, mientras uno cachea, el otro


controla las reacciones de los sospechosos y del entorno.

El esposamiento o engrilletamiento

Es una medida de seguridad que consiste en limitar los movimientos de una persona
mediante la sujeción de sus muñecas, utilizando lazos de seguridad (esposas,
grilletes...). La Constitución, en su art. 104.1, atribuye a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad la tarea de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades,
garantizando la seguridad ciudadana, para lo cual pueden afectarse algunos derechos
fundamentales. Es el caso del esposamiento, en los que se alteran los derechos de
libertad y libre circulación.

Por otro lado, es ésta una medida ejemplarizante, tanto para la persona a la que se le
colocan los lazos de seguridad como para el público que presencia la acción. Se
recomienda realizarla no sólo como complemento de la detención, sino también
cuando la conducta de la persona sospechosa lo aconseje. Los grilletes homologados
para el Vigilante de Seguridad son los denominados ‘de manilla’.

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La acción de esposar a una persona conlleva una cierta peligrosidad, ya que el instinto
de supervivencia de la persona hará que ésta luche por recobrar la libertad, utilizando
los procedimientos que le permitan zafarse de la inmovilización. Es por ello por lo que
hay que tener en cuenta una serie de normas a la hora de colocar lazos de seguridad
en una persona:

- Se utilizarán los grilletes al efectuar la detención, por delito grave o por riesgo
personal.

- Se pueden utilizar, también, para evitar que el detenido se autolesione.

- Una vez esposado, procurar que esta incidencia sea observada por el menor
número posible de personas. No exponer al detenido a la vista de otras
personas.

- Antes de engrilletar, hay que realizar el pertinente cacheo.

- Hay que tener en cuenta que el engrilletamiento dificulta el movimiento pero


no impide la agresión.

- Es un error, para la seguridad del Vigilante, esposarse junto al detenido.

- Engrilletar a la espalda. La excepción son las mujeres embarazadas, a las que


se esposará, siempre, por delante.

- Es un error engrilletar a la persona a un objeto (poste, farola...) y dejarlo solo.

- Al engrilletar a dos detenidos con el mismo juego de esposas, hay que hacerlo
uniendo mano derecha con mano derecha o izquierda con izquierda.

- En el supuesto de menores de edad, se tratará de evitar el esposamiento; en


caso de necesidad se llevará a cabo de la forma menos gravosa para el
detenido.

Procedimiento para el esposamiento.

Para efectuar el esposamiento, hay que seguir una serie de pasos, como:

a. Colocar el detenido con las manos sobre la pared y las piernas separadas y
abiertas, provocando un cierto desequilibrio en el sospechoso.

b. Ordenar al detenido, de forma clara y concisa, que ponga la mano derecha en


su espalda, con la palma hacia afuera, colocándole un grillete.

c. Indicar al detenido que se apoye con la frente en la pared y que pase su


mano izquierda a la espalda, con la palma hacia afuera, colocar el otro
grillete.

d. Se comprueban la presión de los grilletes y de los seguros.

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Tipos de esposas.

Existen en el mercado diferentes tipos de esposas:

- Grilletes. Elementos metálicos de sujeción de muñecas o tobillos, unidos entre


sí por medio de cadenas, bisagras... Cuentan con cerradura.

- Manillas o bridas de sujeción. Elementos de plástico de sujeción de muñecas o


tobillos, consistentes en tiras de plástico que se introducen por los extremos de
ellas.
- Lazos de seguridad. Elementos de nylon y plástico, para la sujeción de
muñecas. Son desechables y aconsejables cuando se sospecha que la persona a
detener puede ser portadora de gérmenes infecciosos y contagiosos.

- Grilletes de pulgares.- Anillas de sujeción que se pueden utilizar para


inmovilizar a la persona con las manos por delante; es un instrumento muy
utilizado en la protección de personalidades.

- Correa de la defensa.- Cuando se carece de otro medio, la correa de la


defensa puede ser utilizada como elemento de sujeción.

-La detención en la normativa de seguridad privada y su aplicación por el


Vigilante de Seguridad:

Artículo 66. Colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

1. El personal de seguridad privada tendrá obligación especial de auxiliar a las Fuerzas


y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones, de prestarles su colaboración
y de seguir sus instrucciones en relación con las personas, los bienes, establecimientos
o vehículos de cuya protección, vigilancia o custodia estuvieren encargados (artículo
1.4 de la Ley de Seguridad Privada).

2. En cumplimiento de dicha obligación y de lo dispuesto en la Ley Orgánica de


Protección de la Seguridad Ciudadana, deberán comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, tan pronto como sea posible, cualesquiera circunstancias o informaciones
relevantes para la prevención, el mantenimiento o restablecimiento de la seguridad
ciudadana, así como todo hecho delictivo de que tuviesen conocimiento en el ejercicio
de sus funciones.

Artículo 67. Principios de actuación.

El personal de seguridad privada se atendrá en sus actuaciones a los principios de


integridad y dignidad; protección y trato correcto a las personas, evitando abusos,
arbitrariedades y violencias y actuando con congruencia y proporcionalidad en la
utilización de sus facultades y de los medios disponibles (artículo 1.3 de la Ley de
Seguridad Privada).

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SECCIÓN II. VIGILANTES DE SEGURIDAD.

Artículo 71. Funciones y ejercicio de las mismas.

1. Los vigilantes de seguridad sólo podrán desempeñar las siguientes funciones:

a. Ejercer la vigilancia y protección de bienes muebles e inmuebles, así como la


protección de las personas que puedan encontrarse en los mismos.
b. Efectuar controles de identidad en el acceso o en el interior de inmuebles
determinados, sin que en ningún caso puedan retener la documentación
personal.
c. Evitar la comisión de actos delictivos o infracciones en relación con el
objeto de su protección.
d. Poner inmediatamente a disposición de los miembros de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad a los delincuentes en relación con el objeto de
su protección, así como los instrumentos, efectos y pruebas de los
delitos, no pudiendo proceder al interrogatorio de aquéllos.
e. Efectuar la protección del almacenamiento, recuento, clasificación y transporte
de dinero, valores y objetos valiosos.
f. Llevar a cabo, en relación con el funcionamiento de centrales de alarma, la
prestación de servicios de respuesta de las alarmas que se produzcan, cuya
realización no corresponda a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad (artículo 11.1
de la Ley de Seguridad Privada).

Artículo 76. Prevenciones y actuaciones en casos de delito.

1. En el ejercicio de su función de protección de bienes inmuebles así como de las


personas que se encuentren en ellos, los vigilantes de seguridad deberán realizar las
comprobaciones, registros y prevenciones necesarias para el cumplimiento de su
misión.

2. No obstante, cuando observaren la comisión de delitos en relación con la seguridad


de las personas o bienes objeto de protección, o cuando concurran indicios racionales
de tal comisión, deberán poner inmediatamente a disposición de los miembros de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a los presuntos delincuentes, así como los
instrumentos, efectos y pruebas de los supuestos delitos.

-La detención ilegal:

El tipo básico del delito de detenciones ilegales está tipificado en el art. 163. 1 del
Código Penal español, que establece que el particular que encerrare o detuviere a otro,
privándole de su libertad, será castigado con la pena de prisión de cuatro a seis años.

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Elemento objetivo

Bien jurídico protegido

El bien jurídico protegido es la capacidad del hombre de fijar por sí mismo su situación
en el espacio físico, es decir, la libertad ambulatoria.

Conducta típica

La conducta típica consiste en la privación al sujeto pasivo de la posibilidad de


determinar por sí mismo su situación en el espacio físico, siendo indiferente los medios
empleados para ello y si se realizó por acción o por omisión. Hay dos modalidades:

 Encerrar o situar a una persona en un lugar cerrado mueble o inmueble.


 Detener o aprehender a una persona en un espacio abierto, privándole de la
facultad de alejarse.

Respecto de la detención por omisión, ésta se produce cuando tras una privación de
libertad legítima o ilegítima o debida a un hecho ajeno a un actuar humano, llegado el
momento no se libera a la persona imposibilitada de recuperar la libertad por sí misma.
A tal efecto cabe mencionar el ejemplo siguiente: cuando un funcionario bajo cuya
custodia se encuentra un detenido o preso, no libera al mismo una vez que ha recibido
la orden de ponerlo en libertad.

Sujeto activo

El sujeto activo de este delito pueden serlo el particular o autoridad o funcionario


público que actúa como particular, prevaliéndose de su función o cargo.

Autor del delito de detención ilegal no será solo el que realiza el momento inicial de
detener o encerrar, sino que también lo será aquel sujeto que realice comportamientos
típicos tales como vigilar o custodiar al sujeto pasivo del delito para evitar que
abandone el lugar.

Será cooperador necesario quien proporcione el lugar destinado a la ejecución del


delito, mientras que si está previamente relacionado con los ejecutores de la detención
se considerará coautor (art. 28 CP).

Sujeto pasivo

El sujeto pasivo será todo el que tenga la voluntad abstracta o potencial de


movimiento, sin importar que concurra o no la libertad de discernimiento. Por lo tanto,
pueden ser sujetos pasivos de este delito los menores, los incapacitados… en la
medida en que tengan capacidad suficiente para poder trasladarse por sí mismos.

Consumación y permanencia

El delito de detenciones ilegales se consuma cuando se haya producido el resultado,


esto es, la privación de libertad. No obstante, cabe la tentativa de este delito. Respecto

82
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a la permanencia, la detención ilegal puede tratarse de un delito permanente porque


puede prolongarse en el tiempo.

Elemento subjetivo

En cuanto al elemento subjetivo, se exige dolo, el cual requiere la voluntad de impedir


a alguien el empleo de su libertad ambulatoria. Por tanto, será suficiente probar que
no existe dolo en la conducta por la que se priva de libertad ambulatoria a un sujeto
para que tal comportamiento carezca de relevancia jurídico penal

Antijuridicidad

La privación de libertad será antijurídica, es decir, contraria a Derecho, injusta o ilícita,


a no ser que sea justificada por el consentimiento del sujeto pasivo. Además, si no hay
consentimiento, la privación de libertad estará justificada en los siguientes casos:

 En el internamiento de incapaces y enajenados (arts. 760 y ss. Ley de


Enjuiciamiento Civil).
 En los supuestos de los arts. 490 y 491 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
 Cuando la autoridad o agentes de la policía judicial tengan obligación de
hacerlo (art. 492 Ley de Enjuiciamiento Criminal).

Culpabilidad

Para poder afirmar la culpabilidad del sujeto activo, éste ha de tener capacidad de
culpabilidad (madurez psíquica y capacidad del sujeto para motivarse), ha de conocer
la antijuridicidad del hecho que ha cometido y ha de serle exigible un comportamiento
distinto (comportamiento que no sea imposible o heroico).

En el caso del delito de detenciones ilegales, el hecho estará justificado si el sujeto


activo tiene la creencia racional (interpretada en sentido objetivo) de la existencia de
alguno de los presupuestos previstos en el art. 490 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal o cuando actúa en error de la antijuridicidad de su conducta porque cree
erróneamente que está actuando lícitamente (error de prohibición).

Tipos privilegiados

delito de detención ilegal y secuestro se encuentran regulados en los art. 163 y ss del
CP.

Tipo sui géneris de colaboración con la Justicia

El particular que, fuera de los casos permitidos por las leyes, aprehendiere a una
persona para presentarla inmediatamente a la autoridad, será castigado con la pena de
multa de 3 a 6 meses (art. 163. 4 CP). Se trata de un tipo delictivo sui géneris
motivado por la colaboración con la justicia por parte del autor a la hora de realizar la
conducta típica de la detención ilegal.

Este tipo exige un exceso por el particular en el ejercicio de la facultad de detener por
sí mismo en unas concretas circunstancias, a una persona para presentarla ante una

83
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autoridad. La Ley de Enjuiciamiento Criminal concede esta facultad de detener a los


particulares siempre y cuando el sujeto a detener se encuentre en determinadas
circunstancias establecidas por la ley. Además, se exige la entrega del detenido en un
plazo de 48 horas a la autoridad correspondiente para que pueda hablarse de una
detención por particular legal. Pues bien, el tipo sui generis a que hace referencia el
artículo 163.4 CP se dará cuando la detención la realice un particular fuera de los
supuestos previstos por la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Se trata de un delito de intención que consta de dos elementos:

 Conducta básica de detener.


 Elemento típico subjetivo consistente en la finalidad de presentar al
detenido ante la autoridad. Para que se dé basta con que únicamente esta
finalidad sea subjetivamente pretendida.

Tipos cualificados
Por la duración de la detención

El art. 163. 3 CP impone “la pena de 5 a 8 años cuando el encierro o detención haya
durado más de 15 días”, ya que, al tratarse de un delito permanente, la privación de
libertad puede prolongarse indefinidamente.

Se exige para la concreción de este tipo cualificado un mero criterio cronológico de


duración de la privación de libertad superior a quince días. Así, prescinde de cualquier
otro criterio valorativo como en el caso del tipo privilegiado.

El fundamento de este tipo cualificado reside en la agravación del incremento del


desvalor de injusto que se deriva de la mayor duración de la privación de libertad
respecto al tipo básico de la detención ilegal.

Por secuestro

El art. 164 CP establece que “el secuestro de una persona exigiendo alguna condición
para ponerla en libertad, será castigado con la pena de prisión de 6 a 10 años”, pero
también dice que “si se hubiera dado la circunstancia del art. 163. 3 CP, se impondrá la
pena superior en grado, y la inferior en grado si se dan las condiciones del art. 163. 2
CP”.

En realidad este artículo del código configura un tipo cualificado de detención ilegal de
carácter condicional basado en que el autor exija una condición para la puesta en
libertad de la persona detenida (el pago de un rescate, la liberación de algún preso...).

Este art. 164 CP es un delito complejo que incluye un delito de detenciones ilegales y
otro de amenazas condicionales.

La pena de secuestro es de 6 a 10 años, pero será elevada en el caso de que el


secuestro dure más de 15 días (circunstancia del art. 163. 3CP) y se reducirá si el
culpable diera libertad al encerrado o detenido dentro de los 3 primeros días de su
detención, sin haber logrado el objeto que se había propuesto (circunstancia del art.
163. 2 CP).

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Por la simulación de cualidad pública por el autor

El art. 165 CP nos dice que “las penas de los artículos anteriores se impondrán en su
mitad superior, en los respectivos casos, si la detención ilegal o secuestro se ha
ejecutado con simulación de autoridad o función pública”.

Este tipo delictivo añade un nuevo hecho circunstancial de agravación de la pena. Sin
embargo, en realidad, la circunstancia descrita en este art. 165 CP se trataría
simplemente de una circunstancia agravante concurrente en el delito de detención
ilegal y secuestro, esto es, la agravante genérica del art. 22.2 CP que comprende tres
distintas situaciones: ejecutar el hecho mediante disfraz, con abuso de superioridad o
aprovechando las circunstancias de lugar, tiempo o auxilio de otras personas que
debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del delincuente. Para llegar a
esta conclusión, se emplea como argumento que el realizar la conducta de detención
ilegal o secuestro con simulación de autoridad o función pública coincide en lo
fundamental con las agravantes de disfraz y abuso de superioridad, en tanto en
cuanto, “el sujeto que no es funcionario simula serlo, y sin serlo actúa como si lo
fuera.”

Por la especial vulnerabilidad de la víctima

El art. 165 CP en un segundo inciso establece otro tipo cualificado de detención ilegal o
secuestro con base en la especial vulnerabilidad de la víctima de dichos delitos: “las
penas se impondrán en su mitad superior, en los respectivos casos... si la víctima fuere
menor de edad o incapaz o funcionario público en el ejercicio de sus funciones”.

La valoración de los elementos de cualificación de este tipo no atiende a la especial


relación interpersonal que pueda existir entre el autor del delito y la víctima y a la
utilización que de tales circunstancias se haga en beneficio del autor, sino que el
código en este aspecto adopta un postura de presunción, de tal manera que basta con
que la víctima pueda englobarse en una de los tres circunstancias personales
establecidas por el art. 165 CP para que se produzca la realización del tipo agravado:

 Ser menor la víctima: en este supuesto, la víctima en base a su minoría de


edad, tiene limitado o es inexistente la facultad de ejercer su libertad
ambulatoria.
 Ser incapaz la víctima: según el art. 25 CP, debe considerarse incapaz a toda
persona, sea o no declarada judicialmente la incapacitación, que presente una
enfermedad permanente que le impida gobernarse a sí misma o a sus bienes.
 Ser funcionario la víctima: actuando en ejercicio de sus funciones.

Por la desaparición del detenido o secuestrado

El reo de detención ilegal o secuestro que no de razón del paradero de la persona


detenida será castigado, según los casos, con las penas superiores en grado a las
señaladas en los artículos anteriores de este capítulo, salvo que la haya dejado en
libertad (art. 166 CP).

El hecho fundamental que motiva este tipo agravado es que el autor de un delito de
detención ilegal o secuestro no de razón del paradero de la persona detenida, lo cual
equivale a no acreditar haber puesto en libertad a la víctima por parte del autor de la
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detención ilegal. Este tipo cualificado solo será aplicable cuando el detenido no haya
sido puesto en libertad.

Detenciones cometidas por autoridad o funcionario público

La autoridad o funcionario público que, fuera de los casos permitidos por la Ley, y sin
mediar causas por delito, cometiere alguno de los hechos descritos en los artículos
anteriores será castigado con las penas respectivamente previstas en éstos, en su
mitad superior y, además, con la de la inhabilitación absoluta por tiempo de 8 a 12
años (art. 167 CP).

Se trata este de un tipo cualificado de segundo grado respecto de todos los


supuestos típicos de detención ilegal y secuestro. El fundamento de este tipo y de su
especial agravación radica en la pluriofensividad de la conducta del funcionario que, no
solo vulnera la libertad de movimiento de la víctima, sino además los deberes jurídicos
que lo compelen a un correcto funcionamiento de la función pública que ostenta.

La acción en este tipo agravado es similar a la de los tipos básicos de detención ilegal
y secuestro, es decir, la privación de libertad ambulatoria de la víctima que se deriva
de encerrarla o detenerla por el autor. Sin embargo, presenta como elemento
característico que le diferencia del resto de tipos la necesidad de que el sujeto activo
del delito sea una autoridad o funcionario público que actúa en el ámbito de sus
competencias desviándose o extralimitándose en el cumplimiento de las mismas.

La tipicidad de la conducta de detención ilegal o secuestro por parte de funcionario


público exige el estudio de normas extrapenales que establezcan las facultades
jurídicas de los funcionarios respecto de la privación de libertad ambulatoria, con el fin
de delimitar la legalidad de la actuación. A este respecto, la ilegalidad de la detención o
secuestro cometido por funcionario público puede venir dada por una vulneración de la
Constitución Española, normativa internacional vigente en nuestro ordenamiento,
disposiciones sustantivas o procesales que establezcan garantías respecto del derecho
fundamental de la libertad de movimiento personal.

En cuanto a los bienes jurídicos que se ven afectados por este tipo agravado,
encontramos varios:

 Libertad de movimiento personal.


 Conjunto de los derechos fundamentales del ser humano: estos se ven
afectados mediante la privación de la libertad ambulatoria del detenido
ilegalmente.
 Deber jurídico funcionarial como deber institucional del Estado y de la sociedad
que afecta directamente al individuo.

Cuando el delito es cometido por un funcionario público, el art. 167 CP dispone la pena
de inhabilitación absoluta por periodo de tiempo de ocho a doce años, además de la
pena de prisión que corresponda según el tipo que se aplique de detención ilegal o
secuestro, en su mitad superior.

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Tema 7. Procedimientos de actuación ante situaciones concretas.


Intervenciones sobre vehículos. Actuación en accesos incontrolados y ante
intrusiones no autorizadas. Actuación en supuestos de incendio, inundación,
amenazas telefónicas, descubrimiento de paquetes sospechosos.

-Procedimientos de actuación ante situaciones concretas:

PROCEDIMIENTOS DE ACTUACIÓN: IDENTIFICACIÓN DE PERSONAS.

Procedimientos de actuación
Es importante concienciarse de la relevancia que tiene la coordinación entre los
diferentes miembros del equipo de seguridad. La coordinación ha de reflejarse en las
normas de funcionamiento elaboradas por el responsable de seguridad y han de ser
conocidas por todo el personal de seguridad.

Identificación de personas

Como medidas de autoprotección, tras un saludo realizado a distancia prudente, e


identificarse debidamente, el Vigilante de Seguridad indicará a la persona a identificar
que va a realizar un control de seguridad, solicitándole el DNI o documentación y/o
autorización pertinente.

En posición de semi-perfil, el Vigilante cotejará la información con la documentación a


la altura de la mirada de la persona a identificar. En el caso de que a ésta se le cayera
la documentación al suelo, se le pedirá que sea ella quien la recoja, dando el Vigilante
unos pasos hacia atrás.

-Intervenciones con vehículos:

Las intervenciones con vehículos tienen características propias que las hacen diferentes
a las identificaciones con personas a pié. El vehículo es un arma potencial, que puede
ser utilizado contra los Vigilantes con graves consecuencias. También es importante
tener en cuenta la fatiga física y mental que se produce si se han de identificar gran
cantidad de vehículos en sucesión, por ejemplo en un control de accesos.

El vehículo posee varias zonas de riesgo, incluyendo la acción propia del vehículo, la de
sus componentes como puertas, maleteros, remolques, etc, y la de sus ocupantes.

Las más peligrosas son el frontal y la zona trasera, ya que es donde el riesgo de
atropellamiento es mayor si el vehículo inicia la marcha de repente. Los Vigilantes de
Seguridad tratarán de no situarse nunca en estas posiciones, en su lugar se colocarán
en los laterales, preferiblemente a la altura de las puertas traseras, donde para los
ocupantes es más complicado controlarnos.

Las intervenciones las harán los 2 Vigilantes de la patrulla, uno se acercará a la puerta
del conductor, y el otro se mantendrá en la zona posterior derecha del vehículo,
observando las reacciones de los ocupantes.

En paradas nocturnas se pedirá al ocupante que encienda la luz interior del coche.

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No se permitirá a los ocupantes que bajen, a no ser que vayamos a proceder a su


identificación y detención.

En situaciones de alto riesgo (sabemos que son delincuentes), se pedirá que detengan
el motor, saquen la llave del contacto y la depositen en el suelo o en el techo del
vehículo, y que coloquen las manos a la vista, por ejemplo con las palmas contra el
cristal.

Si es necesario, se hará que bajen del vehículo, y se les cacheará y esposará


comunicando la situación a las FCS.

-Actuaciones en accesos incontrolados y ante intrusiones no autorizadas:

En estos supuestos, la premisa será la de evitar el acceso de forma preventiva,


procediendo a cerrar los accesos en el mismo momento en que detectamos la
intención de un determinado grupo de acceder a la zona que protegemos. Esta es la
medida más eficaz.
Si no obstante se produce la invasión, no se deben usar medios violentos, sino
retroceder y tratar de proteger los bienes del área protegida o crítica / vital, por
ejemplo las oficinas o zonas de almacenes, o donde se puedan almacenar productos
valiosos como cajas fuertes.
Asimismo, hay que proteger del pillaje a los comercios donde se almacenen objetos
valiosos como joyas, artículos electrónicos, etc.
Si durante las rondas localizamos a individuos en zonas no abiertas al público y que no
visten uniforme, llevan identificaciones visibles, o no conocemos como habituales del
lugar, procederemos a su identificación inmediata, y si es necesario, a su expulsión de
la zona, o a su detención si se encontraban realizando una actividad delictiva o a punto
de cometerla (por ejemplo, tratando de acceder a un almacén, vivienda, vehículo, etc.
).

-Actuación en supuestos de incendio e inundación:

Componentes del fuego:

Se llama fuego a la reacción química de oxidación violenta de una materia combustible,


con desprendimiento de llamas, calor, vapor de agua y dióxido de carbono. Es un

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proceso exotérmico. Desde este punto de vista, el fuego es la manifestación visual de


la combustión.

Se señala también como una reacción química de oxidación rápida que es producida
por la evolución de la energía en forma de luz y calor.

El fuego ha fascinado a la humanidad durante siglos. Quizá el ser humano cobró


conciencia de su superioridad cuando dominó el fuego, al que los demás animales
temían. Sus primeros usos fueron el calor y la defensa ante las alimañas, pero
enseguida dio pruebas de que era algo más. La simple observación de que la punta del
palo, con que se removían las brasas de una fogata, se carbonizaba y ganaba dureza,
convirtiéndolo en arma de caza más eficaz, fue el principio de su aplicación como
generador de técnicas.

A su alrededor, y gracias a su calor, han vivido millones de hombres. El hombre ha


sabido usar la energía del fuego en su provecho, para extraer la energía de los
materiales que le proporcionaba la naturaleza o poder moldearlos a su gusto. Si bien la
mano es la herramienta principal del hombre, también el fuego tiene parte en la
responsabilidad de la construcción de la actual cultura.

Una de las consideraciones históricas más importantes, es la influencia del científico


Lavoisier, padre de la química, al descubrir la intervención de los gases aéreos, como
el oxígeno, en las combustiones, sustituyendo la teoría del "flogisto". Dicha teoría
trataba de explicar la combustión suponiendo que un cuerpo ardía por el hecho de
contener un principio inflamable, denominado flogisto, (descendiente directo del
"azufre" de los alquimistas y más remoto que el antiguo elemento "fuego" era una
sustancia imponderable, misteriosa, que formaba parte de los cuerpos combustibles).
Cuanto más flogisto tuviese un cuerpo, mejor combustible era. Los procesos de
combustión suponían la pérdida del mismo en el aire. Lo que quedaba tras la
combustión no tenía flogisto y, por tanto, no podía seguir ardiendo. El aire era
indispensable para la combustión, pero con carácter de mero auxiliar mecánico.

Desde luego, se trataba de una teoría subjetiva que se completó científicamente por
Lavoisier al explicar que los cuerpos ardían en presencia de oxígeno, intervención del
mismo u otro comburente, cuando aparecía una fuente de calor que activase la
reacción. Es una de las fuentes de energía más antiguas del mundo.

Química del fuego:

La forma más común es la oxidación, en la que un átomo se combina con una


molécula de oxígeno. Aunque existen otros tipos, este es el más común en un
incendio.

Antiguamente se representaba con el llamado triángulo del fuego, cuyos vértices serían
el calor, el oxígeno y el combustible. Aún se puede utilizar para las combustiones más
simples (sin llama).

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Actualmente se trabaja con el tetraedro del fuego, que incluye el factor de la reacción
química.

El efecto más aparente de esta reacción es el calor. El investigador debe conocer cómo
se produce y transfiere, ya que de este factor dependerá la propagación del incendio y
los daños que cause. El calor es la energía que posee una sustancia o material por
actividad molecular.

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No se debe confundir con la temperatura, que es la medida de la cantidad relativa de


energía calorífica en una sustancia. Es una medida de intensidad, mientras que el calor
es una medida de cantidad.

Existen 5 formas de producción de calor:

-Química: resultado de oxidación rápida (debe serlo).

-Mecánica: por fricción.

-Eléctrica: fruto de conexiones defectuosas, demasiada resistencia en el


sistema, pérdida de tierra o demasiado flujo de corriente a través de un cable de
tamaño inadecuado.

-Gas comprimido: al hacerlo, la actividad molecular aumenta.

-Nuclear: surge al unir o separar partículas atómicas ( fusión o fisión). El calor


se suele utilizar para mover turbinas de vapor.

Una vez que surge, el calor se transmite de 3 formas: conducción, convección y


radiación.

A-Conducción: La conducción de calor es un mecanismo de transferencia de energía


térmica entre dos sistemas basado en el contacto directo de sus partículas sin flujo
neto de materia y que tiende a igualar la temperatura dentro de un cuerpo y entre
diferentes cuerpos en contacto por medio de ondas.

La conducción del calor es muy reducida en el espacio vacío y es nula en el espacio


vacío ideal, espacio sin energía.

El principal parámetro dependiente del material que regula la conducción de calor en


los materiales es la conductividad térmica, una propiedad física que mide la capacidad
de conducción de calor o capacidad de una substancia de transferir el movimiento
cinético de sus moléculas a sus propias moléculas adyacentes o a otras substancias

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con las que está en contacto. La inversa de la conductividad térmica es la resistividad


térmica, que es la capacidad de los materiales para oponerse al paso del calor.

Ley de Fourier

Los mecanismos de transferencia de energía térmica son de tres tipos:

 Conducción
 Convección térmica
 Radiación térmica

La transferencia de energía térmica o calor entre dos cuerpos diferentes por


conducción o convección requiere el contacto directo de las moléculas de diferentes
cuerpos, y se diferencian en que en la primera no hay movimiento macroscópico de
materia mientras que en la segunda sí lo hay. Para la materia ordinaria la conducción y
la convección son los mecanismos principales en la "materia fría", ya que la
transferencia de energía térmica por radiación sólo representa una parte minúscula de
la energía transferida. La transferencia de energía por radiación aumenta con la cuarta
potencia de la temperatura (T4), siendo sólo una parte importante a partir de
temperaturas superiores a varios miles de kelvin.

B-Convección: es responsable de la extensión del fuego en estructuras. La


convección es una de las tres formas de transferencia de calor y se caracteriza porque
se produce por intermedio de un fluido (aire, agua) que transporta el calor entre zonas
con diferentes temperaturas. La convección se produce únicamente por medio de
materiales fluidos. Estos, al calentarse, aumentan de volumen y, por lo tanto, su
densidad disminuye y ascienden desplazando el fluido que se encuentra en la parte
superior y que está a menor temperatura. Lo que se llama convección en sí, es el
transporte de calor por medio de las corrientes ascendente y descendente del fluido.

La transferencia de calor implica el transporte de calor en un volumen y la mezcla de


elementos macroscópicos de porciones calientes y frías de un gas o un líquido. Se
incluye también el intercambio de energía entre una superficie sólida y un fluido o por
medio de una bomba, un ventilador u otro dispositivo mecánico (convección mecánica,
forzada o asistida).

En la transferencia de calor libre o natural un fluido es más caliente o más frío y en


contacto con una superficie sólida, causa una circulación debido a las diferencias de
densidades que resultan del gradiente de temperaturas en el fluido.

La convección en la atmósfera

La convección en la atmósfera terrestre involucra la transferencia de enormes


cantidades del calor absorbido por el agua. Forma nubes de gran desarrollo vertical
(por ejemplo, cúmulos congestus y, sobre todo, cumulonimbos, que son los tipos de
nubes que alcanzan mayor desarrollo vertical). Estas nubes son las típicas portadoras
de tormentas eléctricas y de grandes chaparrones. Al alcanzar una altura muy grande
(por ejemplo, unos 12 ó 14 km) y enfriarse violentamente, pueden producir tormentas

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de granizo, ya que las gotas de lluvia se van congelando al ascender violentamente y


luego se precipitan al suelo ya en estado sólido. Pueden tener forma de un hongo
asimétrico de gran tamaño; y a veces se forma en este tipo de nubes una estela que
semeja una especie de yunque (anvil's head, como se conoce en inglés).

El proceso que origina la convección en el seno de la atmósfera es sumamente


importante y genera una serie de fenómenos fundamentales en la explicación de los
vientos y en la formación de nubes, vaguadas, ciclones, anticiclones, precipitaciones,
etc. Todos los procesos y mecanismos de convección del calor atmosférico obedecen a
las leyes físicas de la Termodinámica. De estos procesos es fundamental el que explica
el ciclo del agua en la Naturaleza o ciclo hidrológico. Casi todos los fenómenos antes
nombrados, tienen que ver con este último mecanismo.

También se denomina ciclo hidrológico al recorrido del agua en la atmósfera por la


capacidad que tiene el agua de absorber calor y cederlo gracias a la capacidad que
tiene de transformarse de un estado físico a otro. A grandes rasgos, el ciclo hidrológico
funciona de la siguiente manera: los rayos solares calientan las superficies de las aguas
marinas y terrestres las cuales, al absorber ese calor, pasan del estado líquido al
gaseoso en forma de vapor de agua. El vapor asciende hasta cierta altura y al hacerlo,
pierde calor, se condensa y forma las nubes, que están constituidas por gotas de agua
muy pequeñas que se mantienen en suspensión a determinada altura. Cuando esta
condensación se acelera, por el propio ascenso de la masa de nubes (convección), se
forman nubes de mayor desarrollo vertical, con lo que las gotas aumentan de tamaño
y forman las precipitaciones, que pueden ser tanto sólidas (nieve, granizo) como
acuosas (lluvia), dependiendo de la temperatura. Estas precipitaciones pueden caer
tanto en el mar como en las tierras emergidas. Por último, parte del agua que se
precipita en los continentes e islas pasa de nuevo a la atmósfera por evaporación o
produce corrientes fluviales que llevan de nuevo gran parte de las aguas terrestres a
los mares y océanos, con lo que se cierra el ciclo, el cual vuelve a volver a repetirse

Comportamiento de un fluido cualquiera en la transferencia de calor

Cuando un fluido cede calor sus moléculas se desaceleran por lo cual su temperatura
disminuye y su densidad aumenta siendo atraída sus moléculas por la gravedad de la
tierra.

Cuando el fluido absorbe calor sus moléculas se aceleran por lo cual su temperatura
aumenta y su densidad disminuye haciéndolo más liviano.

El fluido más frío tiende a bajar y ocupa el nivel más bajo de la vertical y los fluidos
más calientes son desplazados al nivel más alto, creándose así los vientos de la tierra.

La transferencia térmica convectiva consiste en el contacto del fluido con una


temperatura inicial con otro elemento o material con una temperatura diferente, en
función de la variación de las temperaturas van a variar las cargas energéticas
moleculares del fluido y los elementos inter actuantes del sistema realizaran un
trabajo, donde el que tiene mayor energía o temperatura se la cederá al que tiene
menos temperatura esta transferencia térmica se realizará hasta que los dos tengan
igual temperatura, mientras se realiza el proceso las moléculas con menor densidad
tenderán a subir y las de mayor densidad bajarán de nivel.

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Utiliza un medio, como el aire o el líquido. En fuegos intensos o BLEVES, la bola de


fuego o tormenta de fuego es un ejemplo de calor por convección.

C-Radiación: se transmite en ondas. Viaja a la misma velocidad que la luz.


Radiación térmica

Cuando un cuerpo está más caliente que su entorno pierde calor hasta que su
temperatura se equilibra con la de su entorno, este proceso de pérdida de calor se
puede producir por tres tipos de procesos: conducción, convección y radiación térmica.
De hecho la emisión de radiación puede ser el proceso dominante para cuerpos
relativamente aislados del entorno o para muy altas temperaturas. Así un cuerpo muy
caliente como norma general emitirá gran cantidad de ondas electromagnéticas.

Se denomina radiación térmica o radiación calorífica a la emitida por un cuerpo debido


a su temperatura. Todos los cuerpos con temperatura superior a 0 K emiten radiación
electromagnética, siendo su intensidad dependiente de la temperatura y de la longitud
de onda considerada. En lo que respecta a la transferencia de calor la radiación
relevante es la comprendida en el rango de longitudes de onda de 0,1µm a 100µm,
abarcando por tanto parte de la región ultravioleta, la visible y la infrarroja del espectro
electromagnético.

Tipos de radiaciones:

 radiación de radio
 radiación de microondas
 radiación infrarroja
 radiación visible
 radiación ultravioleta
 radiación X
 radiación gamma (es la que emite más energía y la más peligrosa)

-Oxígeno y oxidación:

Para que sea posible la combustión, es necesaria la presencia de combustible y


oxígeno. El aire común contiene un 21% de oxígeno. Si reducimos la proporción a
15%, el fuego se extingue.

Algunos combustibles de composición especial no siguen esta regla, como el nitrato de


celulosa, que contiene oxígeno para continuar la combustión. Otros ejemplos son el
nitrato de sodio, el clorato potásico, el nitrato potásico y el nitrato de amonio.

-Combustibles y estados físicos:

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El combustible es una materia, y por tanto se puede presentar en 3 estados: sólido,


gas o líquido. El estado cambia con la temperatura: el normal está entre 65 y 70ºF y
14.7 libras/pulgada cuadrada de presión.

A suficiente temperatura, todos los combustibles se convierten en gas. De hecho, la


mayoría de los materiales deben convertirse en gas o emitirlos para entrar en ignición.
Por ejemplo, la gasolina en estado líquido no arde, lo hacen los gases que emite.

Por su parte, la madera tampoco arde, pero contiene resinas inflamables. La estructura
de la madera se descompone y genera más gases que se unen a la combustión.

-Gas: los combustibles gaseosos contienen moléculas en rápido movimiento y al azar.


No poseen un volumen o forma definidos, toman el del contenedor. Son comprimibles,
expansibles, permeables y se difunden. El gas se extiende e iguala su presión en el
contenedor. El volumen depende de presión y temperatura ambiente, según la fórmula
PxV = KxT ( presión x volumen = constante x temperatura).

Si asciende la temperatura, aumenta el volumen si la presión es constante, o la presión


si el volumen es constante.

Asimismo, si la presión aumenta, también ascenderá el volumen si la temperatura es


constante, o la temperatura si el volumen es constante.

-Líquido: estos materiales asumen la forma del contenedor, y poseen un volumen


constante.

Si están al aire tienden a evaporarse: moléculas individuales escapan al aire. Esta


tendencia aumenta con el ascenso de la temperatura. La temperatura en la que el
líquido pasa a gas formando burbujas de vapor, se denomina punto de ebullición.

El punto de ebullición es una medida de volatilidad. Un bajo punto de ebullición se


identifica con un alto riesgo de ignición. Otros indicadores son el punto de inflamación
y el de ignición.

Temperatura de inflamación: temperatura a la que emite gases en cantidad suficiente


para conseguir una mezcla dentro del rango explosivo. Para la gasolina es de –50ºF, y
para el keroseno de 100ºF.

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Temperatura de ignición: temperatura a la que se emiten gases que mantienen la


combustión. Es algunos grados superior a la de flash. En el caso de la gasolina es de
495ºF, y en el del keroseno de 110ºF.

-Sólidos: poseen forma y volumen definidos e invariables. La combustibilidad depende


del tamaño y configuración de su masa. Cuanto más compacto, más difícil resulta.

-Química del fuego:

Los hidrocarburos son compuestos en los que únicamente están presentes el carbón y
el hidrógeno. Entre ellos están incluidos gases como el metano, líquidos como el
benceno, y sólidos como la nafta. Arden generando calores mayores que otros
compuestos.

Los compuestos orgánicos que incluyen carbón, hidrógeno y oxígeno se denominan


carbohidratos. Los hidrocarburos pueden ser saturados o insaturados. En los
saturados, los átomos de carbono contienen el máximo número de átomos de
hidrógeno. No tienen tendencia a la combustión espontánea.

En los insaturados, no todos los átomos poseen el número máximo de átomos de


hidrógeno. Algunos están vinculados a otros átomos de carbón. Al romper estos
enlaces, se pueden acomodar más átomos de hidrógeno. Debido a esto, tienen
tendencia a arder espontáneamente.

Los que tienen estructura de cadena abierta, como el metano, butano o el acetileno, se
denominan alofáticos. Los que poseen al menos un anillo de benceno, como el
benceno o la nafta, se llaman aromáticos.

-Reacción química en cadena:

Durante mucho tiempo, se creyó que la combustión obedecía a la unión de 3


elementos: oxígeno, combustible y calor. En los años 90 se observó que los extintores
de polvo y los sistemas basados en halón extinguían muy bien el fuego. Esto es debido
a que interfieren en la transferencia de energía o combinándose con los radicales
generados por la combustión.

La reacción en cadena es muy compleja, y debe ser mantenida para sostener la llama.
Sobre todo se refiere a dos factores:

 La oxidación debe producir bastante calor para mantener una oxidación


continua.
 La masa combustible debe descomponerse en compuestos más simples
y liberarse (en forma de vapor) de la masa principal. Después
combinarse con oxígeno y añadirse a la llama.

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Comportamiento del fuego:

Se ve afectado por numerosos factores, por ejemplo la fuente de combustible o la


cantidad de oxígeno en el aire. En condiciones normales, el fuego se extiende a otras
fuentes de combustible a través de vías de menor resistencia. Se separa hacia arriba y
lejos del origen, dejando marcas o patrones. El calor desprendido por la llama también
depende del tipo de combustible y de la temperatura.

Al crecer, se ve influenciado por factores ambientales, uno de los más importantes es


la cantidad de oxígeno disponible en las áreas contiguas. Otros son la cantidad y
composición del combustible, diseño estructural, construcción y técnicas de supresión
del fuego.

Dentro de los fenómenos más comunes que pueden darse durante el crecimiento y
extinción del fuego, destacaríamos los siguientes:

 Formación de la capa de techo:

Se denomina de esta manera a la acumulación de gases calientes, que por acción del
fuego y dentro de un ambiente cerrado, tienden acumularse en las partes altas de un
recinto. De esta manera los gases más calientes se desplazan por el interior de los
edificios hacia sus techos y una vez acumulada cierta cantidad, tiende a escapar. Los
bomberos utilizan el sistema de ventilación para extraer esta capa de gases y humo de
dentro de los edificios incendiados.

 Backdraft:

El Backdraft, llamado también explosión de gases de humo con efecto reverso, es una
situación que puede ocurrir cuando un fuego necesita oxígeno; por lo cual la
combustión cesa pero sigue habiendo gases y humo combustible con temperatura alta.

Si el oxígeno se reintroduce, por ejemplo abriendo una puerta en un cuarto cerrado, la


combustión puede recomenzar dando por resultado un efecto explosivo, dado que los
gases se calientan y aumentan su volumen súbitamente. Este efecto es la base para la
explosión del humo.

Características:

Las señales características que lo preceden incluyen el humo amarillo o marrón, el


humo que emana de los agujeros pequeños de las salidas en los soplos - una clase de
efecto de respiración - y que se encuentran a menudo alrededor de los bordes de
puertas y ventanas que aparecen marrones o negras cuando se ven desde el exterior.

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Estos colores más oscuros son causados por la combustión incompleta. Si el cuarto
contiene muchos rastros de hollín, indica que carece de bastante oxígeno para permitir
la combustión. Los bomberos miran a menudo si hay hollín en el interior de ventanas y
en grietas alrededor del cuarto. La ventana pudo haberse agrietado debido al calor.
Las ventanas de la estructura pueden también tener una vibración leve debido a los
diferenciales de presión. El ambiente circundante estará extremadamente caliente.

Si los bomberos descubren un cuarto que "respira", es decir, exhala humo para volver
a inhalarlo por la misma vía, por ejemplo a través de una grieta o debajo de una
puerta, deben evacuar inmediatamente, porque esto es una indicación de que el
backdraft es inminente. Debido a los diferenciales de presión, estos soplos de humo
"se aspiran a veces" nuevamente dentro del espacio incluido del cual emanan, que es
donde el término “backdraft” se origina.

Esto es una situación muy peligrosa, sorprendiendo a menudo incluso a bomberos


profesionales.

También una explosión por humo o backdraft se caracteriza por que en el interior del
cuarto se escuchan sonidos sordos (sin eco) esto es porque el cuarto está lleno de
humo y este ocupa el espacio haciendo que no exista el mínimo eco y porque al tocar
una puerta está caliente en su totalidad como antes se menciono la salida y entrada de
humo es uno de los que más indican que habrá un backdraft.

Esto se da por que el fuego tiene elementos que necesita para poder vivir los cuales
son el oxigeno, la materia (lo que se quema) y la temperatura, al juntarse estos se
hace una reacción química en cadena (el tetraedro de fuego) en el backdraft solo se
omite el oxigeno y al tener el suministro de oxigeno vuelve a hacerse la reacción
química en cadena de forma violenta (explosión).

Modos de combatirlo:

La táctica más común usada en la desactivación de un backdraft potencial es ventilar


desde el punto más alto, permitiendo que el calor y el humo se escapen sin
encenderse de manera explosiva.

También se puede ventilar por lapsos cortos de tiempo, es decir, que el oxígeno entre
de manera "leve" hasta que pueda volver a incendiarse sin un efecto de explosión
dentro del área confinada. Es poco utilizado este método ya que necesita mucha
precisión y es muy arriesgado, pero efectivo.

 Combustión súbita generalizada:

El Flashover, también llamado Combustión Súbita Generalizada, es la transición de un


incendio, de su fase de desarrollo a la fase de incendio totalmente desarrollado, en la
cual la liberación de energía térmica es la máxima posible, en función del combustible
causante del mismo. Es una combustión que afecta a todo un recinto cerrado en el que
todos los materiales que se encuentran en el mismo se ven implicados en el incendio,
entrando en combustión de forma súbita y casi simultánea. En ese momento el calor
radiado, puede alcanzar los 20 kW/m², a este momento, preceden los llamados
Rollover, o bien llamados "Lenguas de fuego"; estos rollover son la combustión
espontánea del humo que recorre paredes, suelos y techos en el interior del recinto;
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este fenómeno es el causante del desarrollo generalizado del incendio llamado


Flashover.

Este fenómeno se produce en incendios que cuentan con un suficiente aporte de


oxígeno para que el combustible pueda asociarse de forma continua con el
comburente.

En un recinto cerrado donde se produce una combustión incompleta por falta de


oxígeno todos los productos que hay en el interior están más calientes que su punto de
inflamación pero no arden por esa falta de oxígeno; Al abrir la puerta, romper una
ventana, etc., se introduce el aire aportando oxígeno con lo que prácticamente al
mismo tiempo empiezan a arder todos los materiales del recinto de forma violenta.
Este fenómeno lo estudiamos anteriormente con el nombre de backdraft.

En el flashover se produce en incendios suficientemente ventilados, mientras que el


Backdraft es un fenómeno asociado a incendios con deficiencia de ventilación.

El ataque método ofensivo es una técnica que se aplica ante la posibilidad de un


rescate en un incendio.

En este caso, en el momento de abrir una puerta hay que colocarse a un lado, ya sea
en el interior saliendo del recorrido del posible backdraft, ya que la ruta de la
explosión, porque el alivio del frente de presión se encaminara por la puerta (lugar de
acceso del equipo).

El bombero número uno (o pitonero) observará la parte de delante, parte donde se


están aplicando los chorros de agua. El bombero número dos (o apoyo) observará el
resto del ambiente, monitoreando cualquier cambio.

La tarea del apoyo es sumamente importante, ya que en el humo pueden haber llamas
que no son visibles. Incluso las llamas ubicarse detrás de la posición de los bomberos.
El apoyo (o número dos) debe de manera temprana identificar estos síntomas para
evitar que ambos queden atrapados dentro del fuego (en caso de un backdraft).

De esta manera seguirán avanzando hasta realizar una aplicación directa de agua
sobre el foco de fuego. En caso de que no puedan dominar el fuego deberán retirarse
a un lugar más seguro.

Podemos decir que esta última técnica es una "opción" evidente cuando se produzca la
posibilidad de un rescate interior. Es sumamente importante por parte del comando la
evaluación de las posibilidades de éxito del rescate, los márgenes de seguridad del
equipo interviniente, y la posibilidad de supervivencia de las víctimas, dentro del
incendio.

 Flameover:

El flameover es un fenómeno físico-químico del fuego. Se trata de una propagación


que ocurre a gran velocidad a través de los techos y las paredes que contienen
elementos combustibles. Las llamas, en su faz de fuego, corren y se propagan por los

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planos altos canalizadas por techos y paredes y por su contacto van calentando la
superficie en un proceso pirolítico rápido, donde se da este proceso.

Primero se desprenden gases de combustión (vapor de agua y dióxido de carbono)


hasta transformarse en llamas al alcanzar su punto de autoignición a lo largo de toda
la superficie. Estas llamas a su vez transmiten calor por radiación a todas las
superficies planas que se encuentren por debajo de la propagación, siguiendo el mismo
proceso de transformación química y de propagación súbita. El flashover es la etapa
final de propagación súbita, generando una combustión colectiva y casi al mismo
tiempo de los elementos en un espacio confinado.

Algunos técnicos llegan a pensar que este proceso puede producirse en un incendio a
la velocidad de un rayo.

 Rebosamiento por ebullición:

El rebosamiento por ebullición (boiling over en inglés) es el rebosamiento de un líquido


combustible incendiado, generalmente petróleo crudo, cuya densidad y punto de
ebullición es menor y superior a las el agua respectivamente, lo cual produce la
ebullición brusca del agua situada bajo el líquido combustible.

Por el calor producido en la inflamación del liquido combustible, generalmente


petróleo, se generan residuos viscosos, cuya densidad es mayor a la del líquido que
está ardiendo, y cuyo punto de ebullición es mayor al del agua, estos residuos al llegar
a una capa de agua provocan la ebullición brusca de esta, generando vapor que
expulsa violentamente el líquido incendiado.

Para una mejor compresión de este fenómeno podemos ejemplificar un frente calórico
(onda caliente) que desciende cuando un tanque de petróleo crudo está incendiado, y
hace contacto con el agua contenido en el fondo de este (normalmente el petroleo
tiene cierta cantidad de agua, que se deposita hacia el fondo del tanque que lo
contiene), evaporandola muy rápidamente (cada partícula de agua al evaporarse se
expande 1600 veces su volumen), lo que ocasiona gran presión la cual empuja
violentamente el crudo hacia arriba, ya que esta es la salida más frágil, expulsando el
crudo ardiendo, a una distancia que puede alcanzar 100 metros o más.

Las características primordiales para que se produzca el fenómeno de rebosamiento


por ebullición (boiling over) son:

1. Que el tanque no tenga techo, o el mismo haya sido desprendido luego de una
explosión de los gases del crudo contenido.
2. Que el crudo contenido sea de un API adecuado.
3. Presencia de agua en el fondo del tanque.

Como medida preventiva para evitar el peligro de rebosamiento por ebullición


(boiling over), debe de existir un programa de drenaje continuo del agua contenida en
los tanques y obviamente mantener el tanque bajo el cumplimiento estricto de las
normas, para evitar una mezcla rica de oxígeno, calor y vapor y evitar toda posibilidad
de explosión, principalmente por efecto de descargas eléctricas.

 BLEVE:
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BLEVE es el acrónimo inglés de "boiling liquid expanding vapour explosion"


(explosión de líquido hirviente en expansión vaporosa). Este tipo de explosión ocurre
en tanques que almacenan gases licuados a presión, en los que por ruptura o fuga del
tanque, el líquido del interior entra en ebullición y se incorpora masivamente al vapor
en expansión. Si el vapor liberado corresponde a un producto inflamable, se genera
una bola de fuego también en expansión. En una BLEVE la expansión explosiva tiene
lugar en toda la masa de líquido evaporada súbitamente.

La causa más frecuente de este tipo de explosiones es debida a un incendio externo


que envuelve al tanque presurizado, lo debilita mecánicamente, y produce una fisura o
ruptura del mismo.

Consecuencias físicas

En una BLEVE se manifiestan las siguientes consecuencias físicas:

 Sobrepresión por la onda expansiva: la magnitud de la onda de


sobrepresión depende de la presión de almacenamiento, del calor específico del
producto implicado y de la resistencia mecánica del depósito.
 Proyección de fragmentos: la formación de proyectiles suele limitarse a
fragmentos metálicos del tanque y a piezas cercanas a éste. Se trata de una
consecuencia difícilmente predecible.
 Radiación térmica de la bola de fuego: la radiación infrarroja de la bola de
fuego suele tener un alcance mayor que el resto de efectos, y es la que causa
más daños. El alcance de la radiación depende del tipo y cantidad de producto
almacenado, y de la temperatura y humedad relativa ambiental.

También puede producirse el denominado efecto dominó cuando los efectos alcanzan
otras instalaciones o establecimientos con sustancias peligrosas, pudiéndose generar
en ellos nuevos accidentes secundarios que propaguen y aumenten las consecuencias
iniciales.

Existen diversos modelos físicos propuestos por el TNO que permiten estimar la
magnitud de cada tipo de consecuencias. Este efecto fue estudiado a mediados del
siglo XX por el ingeniero español de la compañía Butano, S.A. (Hoy Repsol Butano) D.
Narciso Belinchón, siendo pionero en el estudio de este tipo de siniestros

 Rebosamiento superficial:

El rebosamiento superficial (slop over) es un fenómeno que puede producirse en el


transcurso de la lucha contra incendios en un líquido viscoso, al introducir agua o
espuma bajo la superficie caliente de un líquido incendiado. En este caso, la
evaporación súbita del agua aplicada origina el rebosamiento del líquido incendiado
como en el boil over, aunque con menor violencia.

Respecto a la extinción del fuego, básicamente, si se elimina uno de los 4


componentes del tetraedro del fuego, el mismo se extinguirá.

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-Clasificación del fuego:

Según el tipo de combustible:

Clase A: combustible ordinario o materiales que producen ceniza/ ascuas:


papel, madera, tejidos textiles y gomas.

Clase B: líquidos inflamables o combustibles.

Clase C: eléctricos, se convierten en A/B cuando se corta la energía.

Clase D: metales combustibles ( magnesio, por ejemplo).

Los fuegos estructurales se clasifican según la extensión del daño:

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 Aquellos que se extienden poco y causan escasos daños.


 Los que aún extinguidos causan daños extensos a un área limitada de la
edificación.
 Los que ocasionan la destrucción total de la estructura.

Fases del fuego:

Son 4: incipiente, combustión sin llama, ardido libre y combustión sin llama regulada
por el oxígeno. Estas están afectadas por factores externos, de hecho no hay dos
fuegos iguales.

 Fuego incipiente: la mayoría de las veces no es detectado. Este tipo de


fuego aparecerá dependiendo de la fuente de ignición y del tipo de
combustible. Su duración es muy variable, va de segundos a horas, o
incluso días. Es muy rápida en el caso de líquidos acelerantes en
presencia de llama. Los productos de la combustión son muy escasos,
solo los detecta un detector iónico, de ahí la alta probabilidad de que
pase inadvertido. En fuegos provocados, puede darse la circunstancia de
que el pirómano haya desconectado los sistemas de detección de
incendios intencionadamente para evitar esta fase del incendio. El calor
desprendido es también muy reducido, una persona no lo detectaría, a
no ser que se encontrara en sus inmediaciones. Normalmente la única
forma de hacerlo es mediante un detector.
 Combustión sin llama: En este tipo, los productos de la combustión son
más evidentes, y no existen cambios en el oxígeno del aire. Una
característica importante es que al vapor de agua, dióxido de carbono y
otros gases, como partículas de combustible sin quemar, se pueden
detectar mediante el olfato. Las llamas que aparecen en sus últimas
etapas, pueden alcanzar hasta 1000ºF. En ciertos casos, como en el
incendio de un colchón, se puede pasar de esta a la cuarta fase
directamente. El colchón ardiendo sin llama consumirá el oxígeno de la
habitación de origen hasta el punto de extinguirlo, dejando la habitación
cubierta de una gran manto de hollín ( sería una fase 3 sin llama).
 Llama libre: En esta fase, el ritmo e intensidad del fuego crecen
geométricamente. La intensidad se dobla cada 10ºC de incremento (
Q10). El calor se transmite a las zonas más altas de la estructura.
También se propagará mediante conducción y radiación. Los gases
sobrecalentados se convierten en una fuente de calor irradiado,
enviando a este hacia las áreas inferiores. También se absorbe por
conducción en la masa de esos elementos cuya superficie es alcanzada,
produciendo pirólisis en la superficie ( efecto de horneado). Cuando se
alcanza la temperatura de ignición de estos artículos, ocurre el
flashover: las llamas cubren todo el área casi simultáneamente. El
flashover, como comentamos anteriormente, es un estado de desarrollo
de un fuego contenido en el que todas las superficies expuestas
alcanzan la temperatura de ignición más o menos a la vez, y el fuego se
extiende rápidamente. Aunque reproducido en laboratorio dura 1 ½
minutos, el tiempo real es de 8 minutos aproximadamente, o puede no
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ocurrir. Un signo de su inminencia es observar “hadas volando”,


pequeñas porciones de gas que se inflaman. Si ocurre el flashover,
puede alterar totalmente la escena del fuego, ofreciendo la apariencia
de que usó un acelerante.
 Combustión sin llama regulada por oxígeno: Si la habitación es estanca
al aire, la fase de ardido libre de la etapa 3 puede agotar el oxígeno. Al
ocurrir esto, la llama cesa y pasa a convertirse en una corriente. La
estancia se llena de humo y gas a más de 1000ºF. El calor evapora las
partículas de combustible más ligeras, como las de hidrógeno y metano,
de los materiales combustibles presentes en la habitación. Este gas solo
precisa un pequeño aporte de oxígeno para volver a arder de forma
explosiva. En este caso de produciría el denominado backdraft o
explosión de humo: explosión resultante de la introducción repentina de
aire en un espacio confinado que contiene elementos sobrecalentados
con poco oxígeno de una combustión incompleta ( ya describimos este
fenómeno con anterioridad).

Una costumbre que tienen los bomberos es tocar con la mano desnuda las puertas
cerradas para detectar este tipo de combustiones, ya que si abren el acceso y permiten
la entrada de aire alimentarían el backdraft. Por otra parte, maniobras de ventilación
también pueden producirlos al permitir el paso de comburente fresco al fuego.

El área de origen de un fuego sin llama lento mostrará un daño uniforme en techo y
suelo.

Un gas que puede ocasionar un resultado similar es el monóxido de Carbono. Aparece


por oxidación del carbono en una atmósfera sin oxígeno. Este gas se mezcla con el aire
hasta sus límites inflamables / explosivos: 12.5 a 74% de volumen. El CO es muy
inflamable y posee una temperatura de ignición de 1128ºF. Cuando alcanza esta, toda
la nube explota o se convierte en llamas, incluidas las partículas de combustible en
suspensión.

-Sistemas de detección: detectores y avisadores.

En una etapa inicial, el fuego es relativamente sencillo de combatir, pero es esencial


detectarlo lo antes posible. Esto se realiza mediante detectores de humo, que son
aparatos de seguridad que detectan la presencia de humo en el aire y emiten una
señal acústica avisando del peligro de incendio. Atendiendo al método de detección
que usan pueden ser de varios tipos: - Detectores iónicos: Utilizados para la detección
de gases y humos de combustión que no son visibles a simple vista. - Detectores de
humos: Detectan los humos visibles mediante la absorción o difusión de la luz.

En 1902 George Andrew Darby, ingeniero eléctrico de Birmingham, Inglaterra, patentó


el indicador eléctrico de calor y la alarma de incendios. El aparato indicaba cualquier

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cambio de temperatura en el lugar en donde estaba colocado. Funcionaba mediante un


circuito eléctrico que se cerraba si la temperatura superaba un límite, haciendo sonar
una alarma. Básicamente es el principio de funcionamiento de los termostatos.
Mediante mejoras sucesivas del diseño se llegó a los actuales detectores de humo.

En la actualidad, es posible encontrar detectores de humo que incluyen un detector de


monóxido de carbono (CO). Existen 2 tipos principales:

Detectores ópticos:

Pueden ser de dos tipos, según detecten el humo por oscurecimiento o por dispersión
del aire en un espacio:

 De rayo infrarrojo, compuestos por un dispositivo emisor y otro receptor.


Cuando se oscurece el espacio entre ellos debido al humo sólo una fracción de
la luz emitida alcanza al receptor provocando que la señal eléctrica producida
por éste sea más débil y se active la alarma.
 De tipo puntual, en los que emisor y receptor se encuentran alojados en la
misma cámara pero no se ven al formar sus ejes un ángulo mayor de 90º y
estar separados por una pantalla, de manera que el rayo emitido no alcanza el
receptor. Cuando entra humo en la cámara el haz de luz emitido se refracta en
las partículas de humo y puede alcanzar al receptor, activándose la alarma.

Es la tecnología más utilizada en la actualidad.

 Detector láser: Detectan oscurecimiento de una cámara de aglutinación con


tecnología láser.

Detector iónico

Este tipo de detector es más barato que el óptico y puede detectar partículas que son
demasiado pequeñas para influir en la luz. La cámara de ionización de estas alarmas,
contiene una ínfima cantidad (menos de 1 microgramo) de americio-241
(241Am)americio-241 que emite radiación alfa. Este isótopo radioactivo emite
partículas alfa (núcleos de helio de alta energía) durante siglos. Debido a la gran
capacidad de ionizar el aire de las partículas alfa, solo una hoja de papel o unos 7 cm
de aire son suficientes para absorberlas. La radiación pasa a través de una cámara
abierta al aire en la que se encuentran dos electrodos, permitiendo una pequeña y
constante corriente eléctrica. Si entra humo en esa cámara se reduce la ionización del
aire y la corriente disminuye o incluso se interrumpe, con lo que se activa la alarma.
Cuando el humo entra en la cámara de ionización, las partículas alfa quedan
prácticamente inmovilizadas por los productos de la combustión, disminuyendo
notablemente la corriente eléctrica.

Muchos detectores residenciales usan pilas alcalinas, más otros pueden ser
alimentados constantemente por cableado eléctrico específicamente dirigido a éste
propósito, e incluso estar conectados a un sistema ó central domótica que se encargue
de sus alertas y mantenimiento.

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Si es un detector que utiliza pilas, éstas se gastan, y el detector deja de funcionar, con
lo que se vuelve inservible. Para evitarlo, algunos están diseñados para emitir una
señal de batería baja. También es posible que incorporen un botón de prueba, lo que
permite verificar su funcionamiento. Los que no lo tienen pueden ser probados usando
humo artificial.

Se recomienda que se revisen las pilas cada 6 meses o más frecuentemente. También
se recomienda que haya un detector por cada habitación.

También existen detectores cableados, conectados a un sistema central de detección


de incendios, estos detectores no llevan pilas, emiten un pequeño destello de luz de
LED para indicar su correcto funcionamiento, deben limpiarse periódicamente ya que
su cámara puede ensuciarse con polvo, viruta de madera, o residuos de tela o pelo que
pueden provocar un disparo erróneo.

Estos sistemas son imprescindibles ya que en las etapas iniciales del fuego puede no
ser detectable con los sentidos. Esto es particularmente cierto en zonas de gran
extensión, como fábricas, almacenes, colegios, etc.

En EEUU, la mitad de las víctimas mortales se dan en el 6% de hogares que no


disponen de detectores de humos. En el 30% de las casas en las que si existían, no
funcionaron. Esto se debe a baterías agotadas, o a que los dueños desconectan el
sistema porque les molestan las falsas alarmas.

Mecanismos de extinción de incendios:

La extinción del fuego está basada en la interrupción de uno o más factores de los
elementos esenciales del proceso de combustión. La combustión con llama puede ser
extinguida reduciendo la temperatura, eliminando el combustible, oxigeno, o
deteniendo la reacción química en cadena. Si el fuego se encuentra en su etapa
latente, solamente existen tres opciones para la extinción: reducción de la
temperatura, eliminación del combustible, y dilución del oxigeno.

Extinción por Reducción de Temperatura:


Uno de los métodos más comunes de extinción es por enfriamiento con agua. El
proceso de extinción por enfriamiento depende del enfriamiento del combustible hasta
el punto donde no se produzcan vapores suficientes que se puedan encender. Si
observamos los tipos de combustibles y la producción de vapor, encontraremos que los
combustibles sólidos y líquidos, y gases inflamables con un bajo punto de ignición no
pueden ser extinguidos por enfriamiento con agua debido a que la producción de
vapor no puede ser reducida significativamente. La reducción de temperatura depende

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de la aplicación de un caudal adecuado, y en forma apropiada para así lograr


establecer un balance negativo de calor.
Extinción por Eliminación del Combustible:
En algunos casos, un incendio puede ser extinguido eficientemente con la remoción de
la fuente de combustible. Esto se puede lograr deteniendo el flujo de un combustible
líquido o gaseoso, o removiendo el combustible sólido del área del gaseoso del
incendio. Otro método de remoción del combustible es el permitir que el incendio
continúe hasta que el combustible sea consumido.
Extinción por Dilución de Oxigeno:

El método de extinción por dilución del oxigeno es la reducción de la concentración de


oxigeno dentro del área de incendio. Esto se puede lograr se introduciendo un gas
inerte dentro del incendio o separando el oxigeno del combustible.
Este método de extinción no será efectivo en materiales auto-oxidantes o en ciertos
metales que sean oxidados por efectos del bióxido de carbono o nitrógeno, dos de los
más comunes agentes extintores.

Extinción por Inhibición Química de la Llama:


Algunos agentes extintores, tales como el polvo químico seco y el halon, interrumpen
la producción de llama en la reacción química, resultando en una rápida extinción. Este
método de extinción es efectivo sólo en combustibles líquidos y gases ya que ellos no
pueden arder en la forma de fuego latente. Si se desea la extinción de materiales en la
fase latente, se requiere contar con capacidad adicional para enfriamiento.
CLASIFICACION DE LOS INCENDIOS Y METODOS DE EXTINCIÓN
Incendios Clase A:
Donde se involucran materiales combustibles ordinarios tales como madera, ropa,
papel, goma y algunos plásticos. El agua es utilizada para efectos del enfriamiento a fin
de reducir Ia temperatura de los materiales incendiados por debajo de su temperatura
de ignición.

Incendios Clase B:
Incendios que involucran líquidos inflamables, grasas y gases.
El efecto de sofocación por exclusión del oxigeno es el más efectivo. Otro método de
extinción incluye la remoción del combustible y reducción de la temperatura.
Incendios Clase C:

Incendios que involucran equipos eléctricos energizados.


Este tipo de incendios pueden ser controlados por medio de un agente extintor no
conductor. El procedimiento de seguridad es el de tratar de desenergizar los circuitos
de alto voltaje y tratarlo como un incendio clase A o B, dependiendo del combustible
involucrado.

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Incendios Clase D:

Incendios que involucran metales combustibles, tales como magnesio, titanio, circonio,
sodio y potasio.
Las altas temperaturas de algunos metales en combustión hacen que el agua y otros
agentes extintores comunes resulten ineficientes. No hay disponible un agente que
efectivamente controle incendios en todo tipo de metales combustibles. Existen
agentes extintores especiales para el control de incendios para cada uno de los
metales y son identificados específicamente para ese metal.
-Agentes extintores:

Son variados los agentes extintores utilizados en los equipos portátiles, por lo cual,
resulta también variado el grado de efectividad de cada uno de ellos y las limitaciones
en cuanto a su aplicabilidad. Se pueden clasificar en:

 Agua:
Por su abundancia resulta el más común en las operaciones de extinción de incendios.
Su acción extinguidora está fundamentada en el enfriamiento de la materia en
combustión. Se aplica bajo la forma de un chorro a presión, o también como un rocío
muy fino sobre toda la superficie encendida. Es bien, en grandes cantidades arrojadas
a través de mangueras o rociadores sobre cantidades de aceite relativamente
pequeñas.

Este agente extinguidor sólo puede ser aplicado en los fuegos CLASE "A", y en algunos
casos en fuegos CLASES "B", como los incendios de petróleo, donde se debe aplicar en
la forma descrita. Nunca deben usarse en los fuegos CLASE "C", y menos aun en los
fuegos CLASE "D".

 Espuma:
La espuma se puede producir mezclando una solución de sulfato de aluminio con otra
de bicarbonato de Sodio y agregándole un estabilizador. En los equipos portátiles la
espuma es producida por la reacción de las dos soluciones señaladas, originándose una
presión interna como consecuencia de la generación de gas carbónico, capaz de
impeler la espuma a una distancia de siete (7) metros.

La espuma eliminará el oxigeno al formar una capa que impide el paso del aire, y
además, enfría un poco. Se aplica en forma de una capa que cubra la superficie del
líquido en combustión. Sin embargo, en muchos casos, los vapores que se desprenden
de las sustancias en combustión atraviesan la capa de espuma, y si su concentración
es suficiente, arderán encima de ella.
Es especialmente útil en la extinción de los fuegos CLASE B, y en los que el efecto de
sofocación del agente extinguidor es de gran importancia. Ciertos solventes (alcoholes,
acetona, etc.) deshacen la espuma, por lo que no es conveniente emplearla en
incendios de estas sustancias. Por ser conductora de electricidad nunca debe
emplearse en fuegos CLASE C. También está contraindicada para los fuegos CLASE D.

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 Dióxido de Carbono CO2:


Este gas puede almacenarse bajo presión en los extintores portátiles y descargarse a
través de una boquilla especial en el sitio donde se necesita. La característica
extinguidora del gas carbónico, es su efecto de sofocación acompañado de un ligero
enfriamiento. No debe usarse en áreas cerradas o de escasa ventilación, ya que el
usuario puede ser objeto de asfixia mecánica por insuficiencia de oxigeno, Es adecuado
para fuegos CLASE B y CLASE C. No es adecuado para las otras clases de fuego.

 Polvo Químico Seco:


Lo constituyen mezclas incombustibles de productos finamente pulverizados, tales
como Carbonatos de Sodio, Bicarbonato de Sodio , Sulfato de Sodio, Silicato de Sodio,
Bentonita, etc. Actúa por ahogamiento ya que se aplica procurando formar una capa
sobre la materia en combustión.

En los equipos portátiles este agente extinguidor es expulsado por la presión liberada
por una cápsula de nitrógeno, ubicada en el interior del extintor y la cual es rota en el
momento de su uso.
De acuerdo a la composición de la mezcla, el polvo químico es adecuado para los
fuegos CLASE A, B, y C. No es adecuado para los fuegos CLASE D.

-Equipos de extinción: extintores y mangueras:

-Sistemas de extinción:

Básicamente son 4: extintores, bocas de incendio equipadas, hidrantes y


abastecimiento de agua.

Los extintores son aparatos que contienen un agente extintor proyectable y dirigible
sobre el fuego por una presión interna. El material se encuentra a presión permanente
dentro del equipo, o se presuriza en el momento de usarlo, gracias a un gas alojado en
una botella exterior. Pueden utilizar agua a chorro, agua pulverizada, agua con
aditivos, espuma, polvo químico, CO2 y otros gases.

Su eficacia la indicará la inscripción que figure en el exterior, abarcando todas las


opciones: A (sólidos), B (líquidos), C (gases), D (especiales) o E (eléctricos).

Las Bocas de Incendio Equipadas (B.I.E.s), son una instalación de lucha contra
incendios que incluye varios componentes, básicamente una manguera con una

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boquilla y alimentada por una red de tuberías, y que mientras no está en uso, se aloja
en un armario acristalado. Existen varios tipos, según el diámetro de la manguera, de
25, 45 y 70mm.

Se trata de equipos de uso colectivo, que precisan de formación y práctica (simulacros)


del personal presente para poder utilizarlos con eficacia.

Por último, los hidrantes son tomas de agua no equipadas, que permiten el
abastecimiento de agua a los sistemas del edificio o a los camiones bomba de los
bomberos. Un tipo especial es el llamado columna seca, por la que el agua a presión
sube a las distintas plantas, donde a partir de unas salidas es proyectada mediante
mangueras.

Además de los sistemas portátiles, existen otros cuya instalación es fija y su


funcionamiento automático: Pueden utilizar agua, espuma, CO2, y gases como el
Inergén y el S-III.

Los sistemas rociadores de agua o sprinklers se componen de un sistema de


distribución de agua y unos pulverizadores distribuidos por el edificio. Se utilizan
principalmente para proteger grandes zonas como almacenes. Su activación se realiza
por reacción al calor mediante una ampolla de vidrio.

Los sistemas de espuma por su parte, se basan en el paso de agua por una red de
tuberías, en la que se combina con un agente espumógeno, saliendo la mezcla
resultante por un sistema de boquillas. Son adecuados para fuegos A controlados y
para lugares inaccesibles como túneles.

El CO2 se distribuye de forma parecida, con la ventaja que se trata de un agente


limpio, no agresivo con los bienes, aunque los sistemas de inundación total pueden ser
peligrosos en presencia de personas, por su carácter asfixiante.

Los sistemas de gas Inergen y S-III cuentan con la ventaja de no ser perjudiciales para
los seres humanos, como el CO2. Se pueden usar en prácticamente todos los ámbitos.

Rescate de personas y arrastres:

Movilización de heridos:

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La movilización de heridos se realizara, teniendo en cuenta siempre sus lesiones,


utilizando un método de los siguientes:

 Métodos de recogida:

 Técnica de la "cuchara": Es útil cuando sólo hay acceso a la víctima


por un lado.

 Los socorristas se arrodillan a un lado de la víctima, e introducen


sus manos por debajo de la misma:

 Un socorrista sujeta la cabeza y parte alta de la espalda.


 El segundo socorrista sujeta la parte baja de la espalda y
muslos.
 El tercer socorrista sujeta las piernas por debajo de las
rodillas.

 El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de levantar a


ésta y la colocan sobre sus rodillas, todos al mismo tiempo.
 Una cuarta persona coloca una camilla debajo de la víctima.
 Los socorristas, cuando lo ordena el socorrista a la cabeza de la
víctima, depositan a ésta sobre la camilla, todos al unísono.

 Técnica del "puente: Cuando hay acceso a la víctima por los dos
costados.

 Los socorristas se colocan agachados con las piernas abiertas,


sobre la víctima:
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 Un socorrista sujeta la cabeza y la parte alta de la


espalda.
 El segundo socorrista sujeta a la víctima por las
caderas.
 El tercer socorrista sujeta las piernas por debajo
de las rodillas.

 El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de levantar a


ésta.
 Una cuarta persona coloca la camilla debajo de la víctima.
 Los socorristas depositan al unísono a la víctima en la camilla.

 Técnica de los socorristas alternados (7 personas): Es una


variante de la anterior. Se empleará cuando sospechemos lesión en
columna vertebral y no dispongamos de ayuda especializada.

 Los socorristas se arrodillan a ambos lados de la víctima (3 a


cada lado) y un 7º se arrodillará a la cabeza de ésta, mirando
hacia el pecho:

 2 socorristas sujetan la parte alta de la espalda.


 Otros dos sujetan la parte baja de la espalda y los
muslos.
 Otros dos sujetan las piernas por debajo de las rodillas.
 El socorrista a la cabeza de la víctima, sujeta a ésta, a la
altura de los lóbulos de la oreja, traccionando
ligeramente hacia sí.

 El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de levantarla


hasta la altura de sus rodillas, y esto se hace en bloque,

112
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manteniendo el eje cabeza-cuello- tronco de la víctima, como si


fuera un único bloque.
 Se coloca un plano rígido bajo la víctima.
 A la orden, se deposita a la víctima sobre el plano duro y se la
inmoviliza sobre éste. Para evitar los desplazamientos en sentido
lateral de la cabeza de la víctima, durante el traslado, se
inmovilizará ésta con una toalla enrollada o algo similar sujeta a
la frente de la víctima y a la camilla.

 Maniobra de Rautek: Sirve para extraer a un accidentado del interior


de un automóvil, protegiendo su columna vertebral.

 Liberar los pies del accidentado, si están enganchados con los


pedales del vehículo.
 El socorrista se aproxima a la víctima desde un costado.
 Desliza sus brazos bajo las axilas de ésta.
 Sujeta un brazo de la víctima por la muñeca, con una mano, y
con la otra sujeta el mentón. El lesionado queda "apoyado"
contra el pecho del socorrista.
 Se mueve lentamente, extrayendo al accidentado del interior del
vehículo y manteniendo el eje cabeza-cuello-tronco de la víctima
en un solo bloque.
 Una vez extraída, la deposita poco a poco sobre el suelo o una
camilla.

 NOTA: esta maniobra únicamente la llevará a cabo un socorrista en


casos extremos en los que sea imprescindible mover a la víctima para
salvar su vida: parada cardiorrespiratoria, incendio del vehículo, etc.

113
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Métodos de traslado

 Métodos de traslado con un rescatador:

 En brazos: Es un método muy práctico para mover personas no


excesivamente pesadas (según la corpulencia del socorrista) que no
presenten lesiones serias, p. ej. un esguince de tobillo que le impide la
marcha.

 Consiste en coger a la víctima, colocando una mano debajo de


sus rodillas de manera que sostenga las piernas y la otra
alrededor de su espalda, sosteniendo el peso del tronco; la
víctima puede afianzarse en nosotros pasando sus brazos
alrededor de nuestro cuello.
 Hay que tener especial cuidado a la hora de "cargar" con el peso
de la víctima (p. ej.: si estuviera sentada en el suelo),
flexionando las rodillas al agacharnos, para evitar hacer todo el
esfuerzo con la musculatura de la espalda, lo que podría
propiciar la aparición de lesiones a nivel lumbar.

 Sobre la espalda o "a cuestas": Tiene las mismas indicaciones que el


método anterior; no obstante, no es necesaria la potencia de brazos de
aquél, ya que el peso de la víctima se transmite, en parte, al tronco del
socorrista; entrelazando las manos, es más fácil cargar con el peso de la
víctima.

 Este método no es válido para víctimas inconscientes, ya que se


necesita la colaboración de la persona para aferrarse con sus
brazos alrededor del cuello.

 "En muleta" sobre los hombros del rescatador: Un accidentado


que no presente lesiones serias y que pueda caminar por sí mismo,
puede ser ayudado si colocamos uno de sus brazos alrededor de
nuestro cuello, pasando nuestro brazo libre alrededor de su cintura para
lograr un soporte adicional.

 Este método puede ser llevado a cabo por uno o por dos
socorristas, dependiendo de la corpulencia de la víctima, la
amplitud del lugar, etc.
 Con ayuda de una tercera persona que sostenga las piernas de la
víctima, se la puede bajar por una escalera de mano.

 "Arrastre" de la víctima: Los métodos de arrastre son muy útiles,


sobre todo, cuando sea necesario desplazar a una víctima pesada o
corpulenta (el socorrista tendría dificultades para cargar por si solo con
la víctima), o bien, en lugares angostos, de poca altura o de difícil
acceso.

114
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 Existen distintas maneras de arrastrar a una víctima: por las


axilas, por los pies, con una manta o bien atando las muñecas
de la víctima con un pañuelo y deslizándose "a gatas",
colocándonos a horcajadas sobre la víctima, con las manos de
ésta sobre nuestro cuello.

 "Método del bombero": Es muy útil para desplazar a víctimas


inconscientes siempre que el socorrista sea, por lo menos, tan
corpulento como la víctima.

 Tiene, además, la ventaja de que permite disponer de un brazo


libre al socorrista para, por ejemplo, sujetarse a la barandilla de
una escalera, apoyarse para guardar el equilibrio, etc.
 Primero, el socorrista se sitúa frente a la víctima, cogiéndola por
las axilas y levantándola hasta ponerle de rodillas.
 Después, el brazo izquierdo del socorrista pasa alrededor del
muslo izquierdo de la víctima cargando el peso de su tronco
sobre la espalda del socorrista.
 Finalmente, el socorrista se levanta, se mantiene de pie y
desplaza a la víctima para que su peso quede bien equilibrado
sobre los hombros del socorrista. Con su brazo izquierdo sujeta
el antebrazo izquierdo de la víctima, quedándole un brazo libre.

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Métodos de traslado con dos rescatadores:

 "Asiento sobre manos": Se puede improvisar un asiento para


trasladar a una accidentado, uniendo las manos de dos socorristas;
existen varias posibilidades:

 Asiento hecho con dos manos.

 Asiento hecho con tres manos.

 Asiento hecho con cuatro manos.

 La diferencia fundamental entre ellos estriba en que permiten


disponer o no (asiento de cuatro manos), de un brazo libre a un
socorrista (asiento de tres manos) o de un brazo libre a cada
socorrista (asiento de dos manos), que se puede utilizar para
sostener una extremidad inferior que estuviera lesionada o como
respaldo para la espalda de la víctima.
 Dependiendo de las lesiones que presente la víctima, de su
capacidad de colaboración y de la fuerza de los socorristas,
optaremos por una posibilidad u otra.

 "Asiento sobre una silla": Si se dispone de una silla con respaldo se


puede utilizar para trasladar a una persona sentada sobre ella; es un
método muy útil para subir y bajar escaleras que no sean totalmente
verticales, transportando a la persona siempre mirando "escaleras
abajo".

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-Técnicas de evacuación:

Toda planificación de la protección contra incendios comprende:


· una actividad de prevención
· una actividad de lucha contra incendios.
El intentar aportar soluciones concretas puede entrañar graves dificultades por la
complejidad de las circunstancias que se generan en torno al incendio, p.ej. velocidad
en la propagación; gran producción de humos; riesgo de explosión, diferencias
respecto a uso del inmueble afectado, Almacenes, hospitales, instituciones
penitenciarias etc.
Ahora bien, si limitamos el análisis a la protección de las personas, aparece como
primer medio de protección la evacuación del entorno afectado por el incendio.
La evacuación de las personas constituye por lo tanto, la actividad más eficaz en la
lucha contra los daños que el incendio pueda provocar, pues implica el resguardo del
bien más valioso, cual es, la vida humana.
CONCEPTO
Es la acción de desalojar un local o un edificio en el que se ha declarado un incendio u
otro tipo de emergencia.
VÍA DE EVACUACIÓN
Es aquella sin obstrucciones, continuo, que conduce desde un punto del edificio hasta
una zona exterior donde no lleguen las consecuencias del incendio.

CONDICIONES DE SEGURIDAD

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Entre los diversos factores condicionantes de la seguridad en el tránsito de personas a


través de las vías de evacuación se torna sustantivo el mantener las condiciones de
vida suficientes a lo largo de toda la vía de escape.
Cualquiera de los restantes factores que pudieran influir en la seguridad de la vía, ( su
trazado; su resistencia al fuego; su iluminación etc) puede al menos parcial o
temporalmente encontrarse en déficit sin que sus consecuencias sean desastrosas.
Por el contrario, las condiciones de supervivencia en la vía durante su utilización son de
vital importancia.
Asociados al incendio y acompañando el fenómeno de la combustión, aparecen en
general cinco causas determinantes de una situación peligrosa para las personas, a
saber:
1. calor
2. llamas
3. humo
4. gases de la combustión
5. insuficiencia de oxigeno
Todos estos factores además de afectar la seguridad de las personas, son
determinantes en el desarrollo operativo de la extinción; sin embargo, desde el punto
de vista de la seguridad de las personas, dos de ellos, los humos y los gases de
combustión constituyen las causas capaces de producir los más graves daños.
El análisis de los daños producidos a las personas por las diferentes causales citadas,
arroja resultados estadísticos reiteradamente confirmados:
· el 75% de las muertes consideradas por el incendio tuvieron como causa el humo y
los gases de combustión
· el 25% restante, lo fue a consecuencia de las llamas, la insuficiencia de oxígeno,
incluso debido a circunstancias no asociadas al fenómeno de la combustión.
De allí que el humo y los gases de combustión constituyan el más alto riesgo para la
vida de las personas en caso de incendio y por tanto los factores más importantes a
considerar en el tránsito de las vías de evacuación.

EL HUMO Y LOS GASES DE COMBUSTIÓN


El humo está constituido por productos sólidos (partículas de carbón) y líquidos
(pequeñas gotas de alquitranes, etc.) que junto con el vapor de agua se encuentran en
suspensión en el aire.
Los gases de combustión están formados por el conjunto de gases que se mezclan en
la atmósfera que envuelve al incendio y resultan de la reducción de los combustibles
incendiados (monóxido de carbono; anhídrido carbónico; sulfuro de hidrógeno;
anhídrido sulfuroso; amoníaco; cianuro de hidrógeno; ácido clorhídrico; dióxido de
nitrógeno; acroleína; fosgeno etc.)
La producción de humos y gases de la combustión durante un incendio puede variar
muy notablemente, tanto cuantitativa como cualitativamente, y en relación a su
composición; estas variaciones son debidas sobre todo a la cantidad y naturaleza de
los combustibles y a las disponibilidades de aire.
Cuando las circunstancias se conjugan desfavorablemente, puede producirse tal
cantidad de humo, y de tal opacidad, que cree una completa reducción de la
visibilidad, lo que implica un nuevo elemento de peligrosidad.
Aunque el humo y los gases de combustión alcancen concentraciones muy altas en el
aire, es importante señalar que nunca lo será tanto como para alterar el movimiento
de la atmósfera por este cambio de composición. Es decir, el humo y los gases se
desplazarán durante el incendio como lo haría en el aire en las mismas condiciones de
presión y temperatura.
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TIEMPO DE EVACUACIÓN
E s el tiempo total empleado. Debe contabilizarse desde que aparece la primera
manifestación visible de incendio (humo o llamas) hasta que la última persona ha
recorrido el camino de evacuación.
Se obtiene mediante la suma de los tiempos invertidos en cada una de las etapas en
que puede dividirse el proceso de evacuación, a saber: detección, alarma; retardo y
tiempo propio de la evacuación.
ETAPA DE DETECCIÓN, ALARMA
El fuego y sus desastrosas consecuencias derivadas, crecen en forma exponencial tras
la aparición de la primera llama.
El desarrollo del fuego y especialmente la aparición de humo pueden cortar e inundar
las vías de escape imposibilitando su utilización. Esto exige que las etapas por las que
más a menudo se rompe la cadena de evacuación, detección y alarma, deban
analizarse a prioridad con gran rigurosidad.

En los locales con riesgo de incendio debe existir una vigilancia humana o automática y
una alarma que transmita la noticia a todas las personas que puedan resultar
afectadas.
ETAPA DE RETARDO
El tiempo de retardo depende fundamentalmente de la identificación y fiabilidad de la
alarma, de la preparación de los individuos y de la señalización de los accesos a los
caminos de evacuación que permitan a cada persona una rápida elección de la vía por
donde evacuar.
ETAPA PROPIA DE EVACUACIÓN
El tiempo propio de evacuación dependerá:
· de la racionalidad en el diseño de los caminos de evacuación
· de la preparación de los individuos que evacuan
PLAN DE EVACUACIÓN
Tiene dos componentes diferenciados:
1. uno técnico que prueba la cadena: detección- alarma; señalización de acceso a vías
de escape; caminos suficientes, racionales y estancos a humos y llamas.
2. uno humano que optimice la utilización del componente técnico. Esto exigirá una
adecuada organización y /o preparación de los individuos que deban evacuar de forma
que no se produzcan interferencias.
Ambas componentes deben conjugarse proporcionando un sistema altamente fiable
debido a que será utilizado en situaciones de extrema conflictividad.
PROBLEMATICAS DEL PLAN DE EVACUACIÓN
Ante una determinada instalación, tanto si está en fase de diseño como si ya fue
instalada y tiene que completarse, cabe hacerse una serie de preguntas:
¿Debe preverse una evacuación?; si la respuesta es sí, entonces:
1. ¿debe ser total o parcial?
2. ¿es imprescindible depender de una detección? ¿Humana o automática; general,
parcial, en clave?
3. ¿es imprescindible disponer de una alarma, humana o automática?
4. ¿las circunstancias son idénticas a lo largo del día?
5. ¿qué camino s pueden utilizarse para la evacuación; qué condiciones deben cumplir
en cada una de sus partes, RSISTENCIA AL FUEGO, ESTANQUEIDAD AL HUMO,
ILUMINACIÓN; SEÑALIZACIÓN o todas ellas?
6. ¿basta con un camino de evacuación o son necesarios más?; ¿cuántos; dónde están
ubicados; como se miden esas dimensiones?
BASES FUNDAMENTALES A PREVER EN UN PLAN DE EVACUACIÓN
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1. zonas no evacuables
2. detección y alarmas fiables
3. preparación y organización humana de la evacuación con simulacros periódicos.
4. señalización de las salidas
5. existencia de salidas suficientes para cada zona en número; ancho; tipo; ubicación
etc.
6. señalización de acceso a los caminos de evacuación
7. existencia de caminos regionales suficientes para la evacuación en número, ancho,
tipo , ubicación etc.
8. accesos correctos a estos caminos
9. inmunidad de estos caminos a fuego y humo durante el tiempo necesario.
10. descarga correcta de los caminos a vía pública o zona segura.
11. señalización a lo largo del camino de la circulación correcta y de los accesos que no
deben ser utilizados.
ESTIMACIÓN DEL TIEMPO DE EVACUACIÓN
Todo plan de evacuación basado en las premisas fundamentales mencionadas debe
conseguir una evacuación rápida, ordenada y eficaz en un tiempo mínimo.
De esta forma se pueden prever la necesaria estanqueidad y resistencia al fuego de los
caminos de evacuación. Por tanto ante una situación real determinada es de gran
importancia el conocimiento del tiempo de evacuación.
El tiempo total de evacuación analizado anteriormente puede ser subdividido en:
El tiempo empleado en las tres primeras etapas ( detección, alarma, retardo); que
puede ser evaluado aproximadamente según las instalaciones, la señalización de las
vías y la preparación de los individuos a evacuar.
Un tiempo propio de evacuación analizable teóricamente en base a las dimensiones de
los caminos de evacuación (anchura y longitud) y el número de personas que por ella
transiten.

Un tiempo propio de evacuación no evaluable provocado por un irracional diseño de las


vías, que además puede potenciar situaciones de pánico y que en ocasiones puede
anular la evacuación, inundación o corte de la vía por humo o llamas.
Un plan de evacuación correcto debe anular el tiempo no evacuable y minimizar el
resto.

TIEMPO PROPIO DE EVACUACIÓN TEÓRICO


Se contabiliza desde que cada persona, enterada sobre el incendio, ha escogido el
camino por donde va a evacuar, hasta que la última persona abandona la vía de
descarga.
Se obtiene sumando el tiempo invertido en circular por cada vía del camino de
evacuación.
Cada vía puede absorber un número de personas en la unidad de tiempo. Cuando el
último individuo haya accedido a la vía aún le llevará cierto tiempo en recorrerla.
El tiempo total para la vía se obtendrá como suma de estos dos tiempos.
El cálculo puede efectuarse basándose en parámetros teóricos y luego ajustando
dichos parámetros, cronometrando los tiempos en simulacros. A título orientativo se
incluyen dichos parámetros:
Velocidad de circulación
60 metros por minuto en vías horizontales.
30 metros por minuto en vías verticales.

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El tiempo teórico de evacuación calculado será más o menos aproximado al real si se


cumplen los condicionantes hasta aquí mencionados y el racional diseño de las vías de
escape.
RACIONALIDAD EN LOS CAMINOS DE EVACUACIÓN
A lo largo del tratamiento del tema se ha hecho hincapié en la cadena que forma todo
el proceso de evacuación. En el punto anterior se ha indicado que toda cadena puede
fracasar por un diseño irracional de los caminos de evacuación.
En este punto se analizarán como aspectos fundamentales de la racionalidad:
- El número y anchura de los caminos de evacuación y;
- los nudos de confluencia de las vías.
Estos aspectos generales deberán adecuarse para cada caso particular acorde a las
leyes en vigencia en cada lugar.

RUTAS DE ESCAPE
Las rutas de escape no deben pasar cerca de escaleras abiertas o pozos de aire y luz
que puedan llenarse de humo en caso de incendio.
La solución a un problema concreto, para un local en riesgo de incendio debe basarse
en las siguientes premisas fundamentales:
1. un número de salidas suficientes, ubicada en forma tal que las distancias a recorrer
desde cualquier punto del local a una de ellas sea razonable (función de fenómeno
esperado) punto de la pantalla a una escalera o salida a la vía pública, no tiene que
exceder los 50 metros medidos a lo largo de la ruta de escape. Esto resulta a veces
difícil de conseguir en los edificios antiguos que son largos y angostos y en los cuales
las escaleras se hallan dispuestas de tal manera que el humo se difundirá rápidamente
por todos los locales.
2. las rutas de escape serán lo más directas posibles.
3. serán de un ancho suficiente para el máximo de la gente que las pueda utilizar y
dicho ancho se mantendrá durante el recorrido.
4. no se obstruirán con elemento alguno.
5. dentro de la escalera, cualquiera sea su naturaleza, no se ubicarán materiales
combustibles, aún cuando estos no obstruyan el paso.
6. el recorrido de las rutas de escape no debe ser nunca ascendente, excepto en los
casos de las escaleras de los sótanos o subsuelos o bien aquellos edificios donde su
propia geometría permita variaciones al proyecto.
7. las puestas de las rutas de escape se abrirán fácil y rápidamente en la dirección de
escape. Las puertas giratorias no son satisfactorias para estos usos.
8. el ancho útil de las vías de evacuación a lo largo de un camino será constante o en
todo caso creciente.
9. no existirán aberturas en las vías de evacuación que puedan comunicar esta vía con
una de las posibles zonas de incendio.
PROTECCIÓN DE ESCALERAS
En cualquier edificio que posea más de una planta, es sumamente importante proteger
las escaleras que constituyen el único medio de escape para los ocupantes. La
protección mínima que se debe dar a una escalera consiste en construirla dentro de
una caja de material de por lo menos una hora de resistencia al fuego, lo que será
suficiente para asegurar la evacuación.
Sin embargo la mejor solución aportada por la moderna técnica de la protección, hace
necesaria la construcción de una caja de escalera aislada que permita lograr fácilmente
los siguientes objetivos:

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- dificultar la propagación vertical de los incendios y el humo cosa que resulta


imposible de lograr con las escaleras convencionales.
- Facilitar la evacuación de las personas que se hallan en los pisos superiores al
afectado por el incendio, sin necesidad de recurrir a escaleras exteriores de
emergencia.
- Proporcionar a los Bomberos un lugar seguro en el mismo piso del incendio, para
desde allí realizar las labores de rescate y extinción.
Básicamente, cada caja de escalera aislada es una estructura resistente al fuego que
encierra a la escalera, al ascensor y a un pasillo ventilado en cada piso. Para llegar
hasta la escalera o el ascensor , hay que atravesar desde cualquier planta, el pasillo
aludido, que está separado tanto de la escalera como del resto del piso por sendas
puertas resistentes al fuego y de cierre automático.
ILUMINACIÓN DE EMERGENCIA
Es necesario contar con circuitos independientes de iluminación eléctrica en las rutas
de escape para asegurar que cualquier inconveniente que se produzca en la instalación
general del edificio no afectará los planes de evacuación.
EVACUACIÓN EN GRANDES ESTRUCTURAS.
En estos casos, en especial cuando se habla de edificios que posean una población
significativa en cada una de sus plantas, es necesario contar con un plan organizado y
ejercitado que permita lograr el objetivo, cual es, abandonar el edificio en caso de que
se declare un siniestro.
A este efecto se considera conveniente la creación de un comité de seguridad, que se
encargará de la confección del plan de evacuación; de su puesta en marcha y de los
simulacros periódicos.
Este plan deberá garantizar:
1. alarma
2. evacuación
3. ataque por medios propios
Para la realización de un plan de emergencia, es necesario que se instalen los medios
de alarma. En forma ideal, deberán ser más de uno para lograr formas alternativas y
poner en conocimiento de la situación con rapidez necesaria a toda la población.
Se deberá contar con alguno de los siguientes sistemas:
1. alarma general y sectorial con manejo desde un puesto de comando
2. audio de emergencia con selección sectorial de entrada a los niveles desde el centro
de control.
3. sistema de telefonía de emergencia con puestos en todos los niveles.
Los citados servicios deberán poseer un sistema de alimentación independiente, o
convertidor a fuentes de emergencia que garanticen su funcionamiento y su instalación
se ajustará a normas para su propia protección del fuego o los efectos de la alta
temperatura.
Una vez constatada la situación crítica se procederá de la siguiente forma:
1. se llamará a Bomberos Profesionales
2. se realizará un toque de alarma general para el piso del incendio y todos los
superiores
3. se detendrá los ascensores en planta baja
4. se impedirá el ingreso de personas al edificio
5. se presurizará la escalera de emergencia
6. se corroborará que el guardia encargado del incendio del piso del siniestro haya
evacuado hacia áreas seguras el personal del nivel.

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7. se dispondrá la evacuación de los pisos superiores al del siniestro, por la ruta de


escape preestablecida, previa información de que esta no se encuentre invadida por el
humo.
8. se manejará la cadena de evacuación atento a los tiempos resultantes de los
ejercicios simulados que se hayan realizado.
9. una vez canalizada la evacuación de los pisos superiores al del incendio y de
persistir la situación crítica se procederá a la de los pisos inferiores al del incendio,
atentos a no saturar las salidas de emergencia.

-Actuación en caso de inundación:

Una inundación es la ocupación por parte del agua de zonas que habitualmente están
libres de esta, bien por desbordamiento de ríos y ramblas por lluvias torrenciales o
deshielo, o mares por subida de las mareas por encima del nivel habitual o por
avalanchas causadas por maremotos.

Las inundaciones fluviales son procesos naturales que se han producido


periódicamente y que han sido la causa de la formación de las llanuras en los valles de
los ríos, tierras fértiles donde tradicionalmente se ha desarrollado la agricultura en
vegas y riberas.

En las zonas costeras los embates del mar han servido para modelar las costas y crear
zonas pantanosas como albuferas y lagunas que, tras su ocupación atópica, se han
convertido en zonas vulnerables.

Las inundaciones no afectan de igual forma en todas las zonas geográficas, este es un
factor a tener muy en cuenta. La proximidad de ríos o embalses, el mar o al altitud y
pendiente donde se sitúe la zona o edificio a proteger, tienen una gran influencia.

Las medidas a adoptar ante este tipo de fenómenos se dividen en preventivas, de


actuación y de mitigación.

Las preventivas pueden incluir las siguientes:

-Informarse sobre el plan de actuación de la zona y descubrir si el lugar tiene riesgo de


inundaciones. Loa ayuntamientos y grupos de protección civil poseerán planes de
evaluación detallados a este respecto.

-Si el riesgo es alto/muy alto, preparar un equipo de emergencia compuesto de


linterna, ropa de abrigo e impermeable, equipo de comunicaciones con baterías de
repuesto, botas e goma, botiquín y medicinas que se consuman habitualmente.

-Es posible que haya que preparar elementos de protección contra inundaciones: sacos
de arena, barreras, paneles de contención, etc.

-Hay que localizar los posibles lugares de refugio o evacuación.

-Comprobar que las pólizas de seguros (por ejemplo, la del coche particular del
Vigilante de Seguridad9, cubren este riesgo.

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-Proteger adecuadamente la documentación personal.

-No estacionar los vehículos en párkings subterráneos o en vaguadas.

-Tener prevista la evacuación de personas con movilidad reducida.

-Averiguar cómo cerrar suministros de gas y electricidad.

-Preparar una lista de teléfonos de urgencia locales.

Medidas de actuación:

Durante una emergencia, la labor de los Vigilantes de Seguridad pasa por aplicar las
medidas de autoprotección, a la vez que las de asistencia a las posibles víctimas, y
evitar al máximo los daños a las instalaciones. Algunos ejemplos de medidas serían:

-Cerrar suministros de gas y electricidad.

-Colocar sacos de arena o similares para evitar entrada de agua en los edificios.

-Cerrar puertas y ventanas y alejar a las personas de ellos.

-No caminar ni conducir por zonas inundadas donde no podamos ver posibles
obstáculos bajo el agua.

-Evitar el contacto de las personas con el agua, puede estar contaminada con aguas
residuales.

-Usar el teléfono solo lo necesario.

-Si somos arrastrados por la corriente, intentar agarrarnos a algún objeto que flote.

-Localizar y señalizar en su área de responsabilidad a personas que hayan quedado


atrapadas, y tratar de rescatarlas si es posible, y si no comunicar su situación a los
servicios de emergencia/ policía.

Medidas de mitigación:

-No abrir gas ni electricidad hasta que no se certifique el buen funcionamiento.

-Anotar todas las incidencias o riesgos relacionados con la seguridad que observemos
en la zona.

-Mantener las medidas de autoprotección hasta que la emergencia haya cesado


totalmente.

-Actuación ante amenazas telefónicas:

1. OBJETIVO Y DEFINICIONES

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Ante una amenaza de bomba, es fundamental contar con un plan preestablecido de


actuación o protocolo de modo que todos los implicados, sobre todo los equipos de
seguridad, sepan cómo actuar.

A modo de ejemplo, estudiaremos un sistema de alarma y evacuación en un edificio


público. Los puestos a establecer son los siguientes:

A) PUESTO DE VIGILANCIA:

Lugar donde está ubicada la central de detección y alarma de incendios así como, en
su caso, los monitores de vigilancia y los sistemas de visualización de las cámaras del
edificio. Este puesto deberá encontrarse permanentemente atendido por el Servicio de
Seguridad o Personal de Conserjería.

B) RESPONSABLE DEL PUESTO DE VIGILANCIA:

Miembro del Servicio de Seguridad o, en su caso, Personal de Conserjería designado


para atender el Puesto de Vigilancia y llevar a cabo el resto de las funciones atribuidas
por el presente protocolo cuando, por turno u ocupación, le corresponda.

C) JEFE DE EMERGENCIA:

Administrador, Gerente o Jefe de Departamento, Servicio o Unidad que haya sido


nombrado en cada caso. El Jefe de Emergencia deberá designar uno o varios sustitutos
para los casos de ausencia. En muchos casos, el Jefe de Emergencia será el propio
Vigilante de Seguridad.

D) EQUIPOS DE EMERGENCIA:

Personal de Conserjería y, en su caso, miembros del Servicio de Seguridad ubicados en


el edificio, incluido el Responsable del Puesto de Vigilancia cuando, por turno u
ocupación, le corresponda.

Cuando el edificio no disponga de Personal de Conserjería o de miembros del Servicio


de Seguridad en número suficiente, el Jefe de Emergencia deberá nombrar otras
personas que asumirán las funciones de los Equipos de Emergencia. Esta designación
se llevará a cabo previa petición y con el asesoramiento de la Unidad de Prevención de
Riesgos Laborales.

2. RECOGIDA DE DATOS

Si la amenaza de bomba se produce por conducto telefónico, el receptor de la llamada


lo comunicará inmediatamente al Responsable del Puesto de Vigilancia del edificio.

Con el fin de evitar situaciones de alarma originadas por avisos falsos, el receptor de la
amenaza deberá proporcionar la mayor cantidad de datos posible sobre los términos
de la amenaza: autor de la llamada (si se ha identificado), hora de recepción,
contenido del comunicado y cualesquiera otras circunstancias que se consideren
relevantes.

125
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Cuando sea posible, el Responsable del Puesto de Vigilancia cumplimentará el


documento de registro de amenaza de bomba, incluyendo la información aportada por
el receptor de la amenaza.

3. COMUNICACIÓN AL JEFE DE EMERGENCIA Y AVISO A LOS SERVICIOS DE


EMERGENCIA (112)

Al recibir la comunicación de la existencia de un aviso de bomba, el Responsable del


Puesto de Vigilancia dará traslado inmediato del mismo al Jefe de Emergencia,
informando de los términos y el alcance de la amenaza recibida.

Inmediatamente después de ser informado, el Jefe de Emergencia trasladará todos los


datos disponibles a los Servicios de Emergencia (112) y, caso de considerarlo
necesario, autorizará como primera medida de seguridad la evacuación del edificio y/o
las dependencias objeto de la amenaza.

En ausencia del Jefe de Emergencia, estas actuaciones podrán ser asumidas


directamente por el Responsable del Puesto de Vigilancia.

Como norma general, las amenazas de bomba se presumirán ciertas al efecto de


adoptar las medidas de seguridad establecidas, salvo en el supuesto de concurrir
elementos de juicio suficientes que, valorados por los Servicios de Emergencia (112),
permitan concluir que la amenaza de bomba carece de fundamento.

4. EVACUACIÓN

Una vez tomada la decisión de desalojar, los Equipos de Emergencia adoptarán todas
las medidas necesarias para garantizar el desalojo y velar por la seguridad de personas
y bienes, incluyendo, en caso necesario, la puesta en marcha de la alarma acústica
cuando ésta no se hubiera activado con anterioridad desde el Puesto de Vigilancia.

Cuando, con independencia de la activación de la alarma, exista sistema de megafonía,


podrá hacerse uso de éste para informar de la evacuación a los ocupantes del edificio.

5. MEDIDAS DE SEGURIDAD Y PUERTAS DE SALIDA

Una vez iniciada la evacuación, los colectivos implicados en la gestión de la emergencia


adoptarán cuantas medidas de seguridad procedan en función de las indicaciones de
los Servicios de Emergencia (112).

Los accesos deberán permanecer despejados y practicables en todo momento, para no


dificultar la evacuación.

6. TRASLADO AL PUNTO DE REUNIÓN

La evacuación tendrá lugar siguiendo las indicaciones de los Equipos de Emergencia,


de forma ordenada y cumpliendo las siguientes indicaciones de carácter general:

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• La evacuación se llevará a cabo inmediatamente después de ser anunciada, con


calma, sin detenerse y sin gritar, haciendo uso de las vías de evacuación y las salidas
disponibles para ello. No se utilizarán ascensores ni montacargas.

• No se retrocederá para buscar a otras personas o recoger objetos personales ni, en


su caso, retirar los vehículos estacionados en los garajes.

• El desalojo implicará, salvo indicación en contrario, el completo abandono del edificio


y el traslado de sus ocupantes al punto o puntos de reunión definidos en cada caso,
evitando especialmente la obstrucción de las salidas.

• Cuando la evacuación del edificio haga necesario el traslado de personas con


dificultades de movilidad que no puedan desalojar por sus propios medios, los Equipos
de Emergencia podrán hacer uso de las sillas de evacuación disponibles en los
diferentes edificios.

• Una vez en el exterior, el personal evacuado deberá agruparse por Unidades,


Servicios o Departamentos, sin abandonar el lugar y comunicando posibles ausencias,
cuando éstas sean detectadas.

7. LLEGADA Y RECEPCIÓN DE LOS SERVICIOS DE EMERGENCIA

Una vez evacuado el edificio y situado el conjunto del personal en el punto o puntos de
reunión establecidos en cada caso, el Jefe de Emergencia deberá:

• Recabar información de los Equipos de Emergencia, verificando, en su caso, que se


ha dado aviso a los Servicios de Emergencia (112).

• Esperar la llegada de éstos para informar de la situación y poner a su disposición los


medios necesarios para la colaboración que en su caso le sea requerida.

En ausencia del Jefe de Emergencia, esta labor podrá ser asumida directamente por el
Responsable del Puesto de Vigilancia.

La llegada de los Servicios de Emergencia (112) implica la asunción automática por


parte de los mismos de la dirección de la emergencia.

8. FIN DE LA EMERGENCIA

Comunicada por los Servicios de Emergencia de (112) el final de la situación de


alarma, el Jefe de Emergencia declarará el fin de la misma y autorizará la entrada al
edificio.

-Actuación ante el descubrimiento de paquetes sospechosos:

PAQUETERÍA Y CORRESPONDENCIA
El examen de la correspondencia y paquetería presenta ciertas peculiaridades, a los
efectos que nos ocupan. Aunque la experiencia muestra que no debe descartarse
ningún supuesto, realmente el medio más utilizado en atentados con explosivos han

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venido siendo últimamente las llamadas "carta-bomba". Por lo tanto deberán ser éstas
objeto de especial atención.
Ya de entrada debe tenerse en cuenta que, pese a esta denominación no son
verdaderamente cartas, ya que la fabricación de este tipo de artefactos requiere la
utilización de determinados elementos, lo que obliga a que dichos objetos presenten
cierto grosor y características específicas. Por eso muchas veces se enmascaran con la
apariencia de un sobre conteniendo, un libro, medicamentos, etc.
No es fácil a simple vista su detección, pues en contra de lo que algunos pueden
pensar, su apariencia es de normalidad, generalmente llevan remite (falso
evidentemente), su embalaje esta cuidado y estudiado, la dirección correcta, etc.
También suele indicarse como indicio la aparición en el exterior de ciertas manchas
grasas, pero son poco frecuentes.
Aunque técnicamente existe la posibilidad de la fabricación de explosivos de escaso
grosor, no debe olvidarse que en la práctica son enviadas por personas o grupos que
utilizan en su colección técnicas caseras o artesanales, por lo que el grosor del mismo
es un indicio muy importante a tener en cuenta. También ciertas inscripciones, como
"personal", "entregar en mano", etc., que revelan un interés cierto para que sea
manipulado por su destinatario.
Las medidas básicas que deben adaptarse en este tipo de controles son las siguientes:
1) Reconocimiento ocular o inspección visual. Teniendo en cuenta las consideraciones
anteriores, un primer examen visual permitirá descartar todos aquellos sobres de
reducido tamaño que induzcan a pensar que su contenido está compuesto por hojas
sueltas, cuartillas, facturas, etc.
a) Esto permitirá, en una primera fase, seleccionar con cierta rapidez un número
elevado de correspondencia.
b) La segunda selección, más detallada, corresponderá a un número menor de
paquetería, que a fin de tener ciertas garantías de seguridad deberán ser pasados por
un detector de metales.
c) Si el examen de alguno de ellos fuera positivo, se someterá a pruebas específicas a
través de "Rayos X", detectores de explosivos, etc.

128
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2) Comprobación. Si de los exámenes efectuados en las fases anteriores resultaren


dudas acerca de la naturaleza o contenido de algún paquete, deberán efectuarse una
serie de gestiones como son:
a) La comprobación de la identidad del remitente.
b) El origen del envío.
c) Expectativas del destinatario en la recepción del envío; etc. Cuando efectuadas estas
comprobaciones, existan indicios de que pudiera tratarse de un artefacto explosivo, o
fundadas dudas sobre la naturaleza del mismo, deberá abstenerse de manipularlo y no
permitirá que nadie lo toque; hay que tener siempre presente que, si todo artefacto
explosivo lleva consigo un riesgo, éste se acentúa en los artefactos caseros o
artesanales, ya que la persona que lo fabrica utiliza esquemas propios, distintos de los
demás, lo que impide tener un conocimiento previo o seguir un orden en su
desactivación. Incluso es habitual la utilización de dispositivo trampa. Si fuere
necesario se procederá a evacuar la habitación en que se halle.
Pero, si su traslado no ofrece peligro, deberá transportarlo con las debidas
precauciones a un lugar abierto, patio, etc., a fin de reducir los efectos de una posible
explosión.
En esta situación de alerta y adoptando cuantas medidas urgentes protectoras sean
precisas, se dará cuenta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a través del
091 o teléfono análogo, al mismo tiempo que al Jefe de Seguridad y al responsable del
Centro de Trabajo.

Tema 8. Comunicación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. La denuncia.


Concepto y clases de denuncia. Excepciones al deber de denunciar. Forma de
realizar la denuncia. Órganos competentes en materia de denuncia. Aspectos
operativos.

-Comunicación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad:

Artículo 13. Procedimiento de comunicación.

1. Conforme a lo establecido en el apartado segundo del artículo 48 del Reglamento de


Seguridad Privada, las centrales de alarma tendrán la obligación de transmitir
inmediatamente al servicio policial correspondiente las alarmas reales producidas. A
efectos de su comunicación a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, toda alarma
confirmada, con arreglo a lo dispuesto en esta Orden, tendrá la consideración de
alarma real.

2. De forma excepcional, motivada en razones de seguridad, el servicio policial


competente en el territorio podrá disponer que las centrales de alarma comuniquen las
señales recibidas conforme a las necesidades que resulten más adecuadas para los
fines de prevención o investigación que se pretendan alcanzar.

3. En la comunicación de las alarmas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y con el fin


de mejorar la eficacia de la respuesta a las mismas, la central deberá especificar,
además de los datos exactos del lugar donde se ha producido el hecho, las zonas que
se han activado y la ubicación concreta de las mismas, los datos correspondientes al
titular y los que les sean requeridos para contactar con el mismo.

129
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4. Cuando el titular de la instalación dispusiera contractualmente de un servicio de


acuda o de verificación personal, en cualquiera de sus modalidades, la central de
alarmas deberá comunicar, igualmente, al cuerpo policial correspondiente las
características del servicio y, en su caso, el tiempo estimado de llegada y los datos
para contactar con el mismo.

5. Durante la comprobación policial de la alarma comunicada, la central de alarmas se


mantendrá en contacto permanente con el servicio policial correspondiente al objeto
de facilitarle la información que resulte pertinente o le vaya siendo requerida.

6. Finalizada la intervención policial, se participará a la central de alarmas el resultado


de la misma en relación con la veracidad o falsedad de la alarma comunicada.

Artículo 14. Denuncia de alarmas.

1. A los efectos del apartado segundo del artículo 50 del Reglamento de Seguridad
Privada, se considera falsa toda alarma no confirmada en los términos establecidos en
esta Orden, que no esté determinada por hechos susceptibles de producir la
intervención policial.

No tendrá la consideración de alarma falsa, la mera repetición de una señal de alarma


causada por una misma avería dentro de las veinticuatro horas siguientes al momento
en que ésta se haya producido.

2. La transmisión de una alarma no confirmada, que resulte falsa, a las Fuerzas y


Cuerpos de Seguridad podrá ser objeto de denuncia para la imposición de la
correspondiente sanción.

3. La repetición de la comunicación de una alarma no confirmada, que resulte falsa, a


las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en el plazo de sesenta días, procedente de una
misma conexión, dará lugar a su denuncia para la imposición de la sanción
correspondiente.

4. La comunicación, a los servicios policiales competentes, en un plazo de sesenta días,


de tres o más alarmas confirmadas, procedentes de una misma conexión, que resulten
falsas, dará lugar al inicio del procedimiento establecido en el artículo 15 de esta Orden
y, en su caso, a la correspondiente denuncia para sanción.

5. La no comunicación de una alarma real, o el retraso injustificado en su transmisión,


una vez confirmada, al servicio policial correspondiente será siempre objeto de
denuncia para su correspondiente sanción. En estos supuestos la central de alarmas
deberá entregar, en un plazo de diez días, al servicio policial y al usuario titular del
servicio, un informe explicativo de las causas motivadoras de la ausencia o retraso de
la comunicación de la alarma real producida.

6. De las alarmas falsas, confirmadas o no, comunicadas a los Cuerpos y Fuerzas de


Seguridad, y con objeto de determinar si tal circunstancia ha implicado una inadecuada
utilización de éstos, el servicio policial correspondiente podrá requerir, de la central de
alarmas, antes de proceder a su posible denuncia, la remisión, en el plazo de diez días,
de un informe explicativo de las causas que la originaron y de las gestiones realizadas

130
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para la verificación de dichas señales de alarma antes de su transmisión a dichos


Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.

7. En caso de no remitir, en el plazo establecido, el informe explicativo citado en los


apartados quinto y sexto de este artículo se considerará que la central de alarmas ha
incurrido en alguno de los supuestos contemplados en el apartado octavo del artículo
149 del Reglamento de Seguridad Privada, dando lugar, en consecuencia, a su
denuncia para la imposición de la correspondiente sanción.

Artículo 15. Desconexión de alarmas.

1. En aplicación de lo dispuesto en los artículos 50 y 147 del Reglamento de Seguridad


Privada, el Delegado o Subdelegado del Gobierno, que podrá delegar en el Jefe
Superior o Comisario Provincial y, en su caso, la Autoridad autonómica que resulte
competente, cuando el sistema, conectado, o no, a una central de alarmas origine dos
o más falsas alarmas en el plazo de un mes, requerirá al titular de los bienes
protegidos, para que proceda, a la mayor brevedad posible, en un plazo máximo que
no podrá exceder de 72 horas, a la subsanación de las deficiencias que dan lugar a las
falsas alarmas, pudiendo acordar la suspensión del servicio, ordenando su desconexión
o la obligación de silenciar las sirenas, por el tiempo que se estime conveniente.

2. En caso de incumplir el requerimiento de subsanación, si el sistema no está


conectado a una central de alarmas, la orden de suspensión implicará que su titular
tendrá la obligación de silenciar las sirenas interiores o exteriores que posea el mismo,
y en caso de que éste se encuentre conectado con una central de alarmas, se
ordenará, a la empresa explotadora de la central de alarmas, que efectúe la inmediata
desconexión del sistema con la propia central.

3. El plazo de suspensión o de desconexión, que podrá tener hasta un año de


duración, oscilará entre uno, seis y doce meses, en función de que se trate de la
primera, segunda o tercera propuesta de suspensión o desconexión, a partir de la cual
tendrá carácter definitivo.

4. Durante el tiempo de suspensión o desconexión, el usuario no podrá transmitir


ningún aviso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, procedente de ese sistema, y su
titular no podrá concertar el servicio de centralización de alarmas con ninguna empresa
de seguridad.

5. Cuando el sistema pertenezca a un establecimiento obligado a disponer de esta


medida, al no poder desconectarse el sistema, se exigirá que la verificación, por el
periodo de tiempo previsto para la desconexión, se realice a través de un servicio de
vigilantes de seguridad de los previstos en el artículo 10 de la presente Orden.

6. Los requerimientos de subsanación y, en su caso, la nueva conexión llevarán


aparejados que la central de alarmas exija al cliente la presentación del proyecto de
seguridad y características del sistema, así como su actualización y adecuación a los
contenidos de la presente Orden.

7. El acuerdo de suspensión del servicio y las órdenes de desconexión emitidas por los
Jefes Superiores o Comisarios Provinciales no requerirán ser confirmadas por los
Delegados o Subdelegados del Gobierno en los casos de delegación de funciones de
131
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conformidad con lo previsto en el apartado primero del artículo 50 del Reglamento de


Seguridad Privada.

-La denuncia. Concepto y clases de denuncia:

La noticia del hecho delictivo puede llegar al juez por distintas vías, y una vez que llega
dicta el llamado “acto de incoación del sumario”. Este conocimiento de la noticia
criminis puede llegarle:
1. Porque sea un hecho de notoriedad, el juez puede iniciarlo de oficio, pero no es lo
más habitual, lo más normal es que la noticia llegue al juez a través de los medios
específicos expuestos en la ley de enjuiciamiento criminal (denuncia y querella).
2. El medio más normal es por medio de la actuación policial que se plasma en el
llamado
“atestado judicial”, que desde un punto de vista jurídico es una denuncia.
Denuncia y querella son medios específicos de que lleguen la noticia criminis, no tienen
muchas diferencias entre sí.
DENUNCIA QUERELLA
Diferencia entre denuncia y querella:
1. Sujeto receptor: La denuncia puede interponerse ante la autoridad judicial, ante el
ministerio fiscal y/o lo que es lo normal, ante la policía. Por el contrario, la querella solo
puede presentarse ante el juez de instrucción competente.
2. La denuncia es un deber y la querella es un derecho. La ley de Enjuiciamiento
Criminal establece como principio general, aunque tiene algunas excepciones recogidas
en la propia ley, al deber de denunciar por quien tenga conocimiento porque presencia
un hecho delictivo. Es, incluso, un deber que viene reforzado en la ley por la
posibilidad de imposición de multas por su incumplimiento. La ley establece que la
querella puede ser ejercitada por cualquier español que haya sido o no
ofendido/perjudicado por un delito (recordar que la acción penal es pública). También
establece que los extranjeros pueden querellarse cuando el delito ha sido cometido
contra su persona o bienes, o persona o bienes de sus representantes.
3. Forma de cada una de ellas: La denuncia no está sometida a ningún requisito de
forma, puede hacerse por escrito y también puede hacerse de forma oral. En el caso
de que se haga de forma oral, es una manifestación que se realiza ante un funcionario
competente, que debe documentarla en un acta. Al contrario, la querella, está
sometida a estrictos requisitos formales, porque la ley exige que se presente por
escrito por la dirección técnica de un abogado y representado por un procurador,
además la ley establece cual es el criterio que debe tener ese escrito, el órgano judicial
ante el que se presenta, los datos de identificación de quien la presenta (querellante),
los datos de identificación, en la medida en que se conozcan, contra la que se presenta
la querella, relación circunstancial del hecho con todos los detalles que se conozcan
(lugar, tiempo, etc.), referencia a que diligencias se deben practicar para comprobar el
hecho, la petición en que se admite la querella e incluso la petición de que se adopten
medidas cautelares, tanto sobre la persona como sobre el patrimonio del querellado.
4. Respecto a la posibilidad de exigir fianza la ley no exige a quien denuncia (puesto
que está cumpliendo un deber) que preste fianza de ningún tipo, por el contrario, la
ley establece como principio general que el querellante prestará fianza de la clase y en
la cuantía que fije el tribunal para responder de las resultas del juicio.
5. En referencia a la naturaleza jurídica, la denuncia es una declaración de
conocimientos/ciencia, no significa ni implica una declaración de voluntad, el
denunciante se limita a poner en conocimiento de la autoridad competente la
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existencia de unos hechos que entiende que son delictivos, de tal manera que en
principio el denunciante no tiene ninguna otra actividad procesal, sin prejuicio de que
después sea llamado a juicio como testigo. La querella no es una simple declaración de
ciencia/conocimiento, sino que además implica una declaración de voluntad, de tal
manera que el querellante se constituye en parte acusadora en el proceso penal, es
decir, ejercita la acción penal y esto lleva consigo que tenga un determinado estatus
en el proceso, se convierte por tanto, en parte acusadora y tiene la posibilidad de
actuar en todos los momentos del proceso.
6. Efectos que se producen por la presentación. Una vez interpuesta la denuncia el
juez la examina y si los hechos narrados no revisten caracteres de delitos, puede no
iniciar el proceso y contra esta decisión el denunciante no puede hacer nada, no puede
interponer ningún recurso (porque no es parte ni pretende serlo). En la querella, una
vez es presentada, normalmente el juez mandará, ordenará que se incoe el proceso,
salvo cuando el juez no sea competente o bien el hecho no sea constituido de delito.
Fuera de estos casos la consecuencia de la interposición de la querella, es que deben
incoarse diligencias para comprobar los hechos sin prejuicio de que una vez hechas
estas diligencias no se llegue a juicio oral porque se dicte un auto de sobreseimiento, y
además contra las resoluciones del juez inadmitiendo la querella, cabe interponer
recurso puesto que se está ejercitando una intención de constituirse como parte
acusadora.
Este régimen es el propio de los delitos públicos, pero junto con los delitos públicos
hay otro que sólo son perseguibles a instancia de parte, lo que significa que en algunos
casos se presenta una denuncia o bien una querella cuando se trata de que se
presente una denuncia, la ley subordina la iniciación del proceso a la presentación de
la misma por los sujetos y específicamente legitimado por la ley. En estos casos, la
denuncia no es ya solo un acto de conocimiento, sino que es también un acto de
voluntad, tampoco es ya de obligación/deber, sino que es un derecho y no convierte
en parte al denunciante, pero si que se exige que se presente porque si no no se
puede iniciar el proceso. Hay delitos privados que se exige la presentación de querella,
de modo que si no hay querella no hay proceso penal; en estos procesos la estructura
se asimila a los procesos civiles porque no existe un interés público, de ahí que en esos
procesos no intervenga el ministerio fiscal.

-Excepciones al deber de denunciar:

La obligación establecida respecto al deber de denunciar los hechos delictivos que se


presencien, no comprende a los impúberes ni a los que no gozaren del pleno uso de
su razón. Tampoco estarán obligados a denunciar:

1. El cónyuge del delincuente.


2. Los ascendientes y descendientes consanguíneos o afines del delincuente y sus
colaterales consanguíneos o uterinos y afines hasta el segundo grado inclusive.
3. Los hijos naturales respecto de la madre en todo caso, y respecto del padre
cuando estuvieren reconocidos, así como la madre y el padre en iguales casos.

Los que por razón de sus cargos, profesiones u oficios tuvieren noticia de algún delito
público, estarán obligados a denunciarlo inmediatamente al Ministerio fiscal, al Tribunal
competente, al Juez de instrucción y, en su defecto, al municipal o al funcionario de
policía más próximo al sitio, si se tratare de un delito flagrante. Los que no cumpliesen
esta obligación incurrirán en la multa de hasta 150,25 €, que se impondrá
133
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disciplinariamente. Esta obligación no comprenderá a los Abogados ni a los


Procuradores respecto de las instrucciones o explicaciones que recibieron de sus
clientes. Tampoco comprenderá a los eclesiásticos y ministros de cultos disidentes
respecto de las noticias que se les hubieren revelado en el ejercicio de las funciones de
su ministerio.

-Formas de realizar la denuncia:

Las denuncias podrán hacerse por escrito o de palabra, personalmente o por medio de
mandatario con poder especial.

La denuncia que se hiciere por escrito deberá estar firmada por el denunciador; y si no
pudiere hacerlo, por otra persona a su ruego. La autoridad o funcionario que la
recibiere rubricará y sellará todas las hojas a presencia del que la presentare, quien
podrá también rubricarla por sí o por medio de otra persona a su ruego. Cuando la
denuncia sea verbal, se extenderá un acta por la autoridad o funcionario que la
recibiere, en la que, en forma de declaración, se expresarán cuantas noticias tenga el
denunciante relativas al hecho denunciado y a sus circunstancias, firmándola ambos a
continuación. Si el denunciante no pudiere firmar, lo hará otra persona a su ruego.

El Juez, Tribunal, Autoridad o funcionario que recibieren una denuncia verbal o escrita
harán constar por la cédula personal, o por otros medios que reputen suficientes, la
identidad de la persona del denunciador. Si éste lo exigiere, le darán un resguardo de
haber formalizado la denuncia.

Formalizada que sea la denuncia, se procederá o mandará. proceder inmediatamente


por el Juez o funcionario a quien se hiciese a la comprobación del hecho denunciado,
salvo que éste no revistiere carácter de delito o que la denuncia fuere manifiestamente
falsa. En cualquiera de estos dos casos el Tribunal o funcionario se abstendrán de todo
procedimiento, sin perjuicio de la responsabilidad en que incurran si desestimasen
aquélla indebidamente.

-Órganos competentes en materia de denuncia:

a) Jueces y Tribunales
El Juez competente para iniciar un procedimiento penal por la comisión de un hecho
delictivo es el Juez de Instrucción del lugar en el que se han producido los hechos.
b) El Ministerio Fiscal.
Los arts. 259 y 262 Lecrim legitiman al Ministerio Fiscal como órgano competente para
recibir y cursar denuncias. El Ministerio Fiscal, cuando reciba una denuncia, la enviará
a la autoridad judicial tras ordenar la realización de las primeras diligencias que
considere necesarias.
c) Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
La denuncia también puede presentarse, dentro de sus respectivas atribuciones, ante
cualquier dependencia o puesto de los distintos miembros que integran las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad (F.C.S.

-Aspectos operativos:

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Hay que tener en cuenta que, al interponer una denuncia, y aunque no nos
convertimos en parte acusadora, si que nos podrán llamar a declarar en el juicio oral
en calidad de testigos, estando obligados en tal ocasión a decir la verdad.
Esto supone varios riesgos para el personal de seguridad, desde que el detenido nos
tome realmente como parte acusadora y responsables de su situación y eventual
condena, hasta que puedan acceder a nuestros datos personales simplemente
solicitando el abogado de la otra parte una copia de la denuncia.
Por esto, hay que tratar de evitar el poner la denuncia nosotros mismos, y en su lugar
hacer que el propio cliente o el supervisor de la empresa sea quien lo haga.
Si finalmente la ponemos nosotros y nos llaman para testificar, hay que extremar las
medidas de autoprotección a la entrada y salida, procurando permanecer el menor
tiempo posible en las dependencias judiciales, para evitar coincidir con el acusado/s. A
la salida, esperaremos durante un tiempo antes de salir al exterior, con el mismo
objetivo: no encontrarnos a la otra parte y sus amigos o familiares.
Una vez salgamos, daremos varias vueltas y comprobaremos si alguien nos sigue antes
de ir a recoger nuestro vehículo, ya que la matrícula es un modo muy sencillo de
averiguar nuestra identidad y dirección, o incluso se puede convertir en blanco de
ataques por parte de los delincuentes a los que hemos denunciado.

Tema 9. Prevención de riesgos laborales. Función de vigilancia de seguridad,


servicios, escenarios y peligros asociados. Medidas preventivas específicas:
persecución, detención, traslado de detenidos, trabajo con perros.
Obligaciones de los vigilantes de seguridad armados. Técnicas de primeros
auxilios.

El término Salud es definido por la Constitución de 1946 de la Organización Mundial de


la Salud como el caso de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de afecciones o enfermedades. También puede definirse como el nivel de
eficacia funcional o metabólica de un organismo tanto a nivel micro (celular) como en
el macro (social).

La salud laboral se construye en un medio ambiente de trabajo adecuado, con


condiciones de trabajo justas, donde los trabajadores y trabajadoras puedan
desarrollar una actividad con dignidad y donde sea posible su participación para la
mejora de las condiciones de salud y seguridad.

El trabajo puede considerarse una fuente de salud porque con el mismo las personas
conseguimos una serie de aspectos positivos y favorables para la misma. Por ejemplo
con el salario que se percibe se pueden adquirir los bienes necesarios para la
manutención y bienestar general. En el trabajo las personas desarrollan una actividad
física y mental que revitaliza el organismo al mantenerlo activo y despierto. Mediante
el trabajo también se desarrollan y activan las relaciones sociales con otras personas a
través de la cooperación necesaria para realizar las tareas y el trabajo permite el
aumento de la autoestima porque permite a las personas sentirse útiles a la sociedad.

No obstante el trabajo también puede causar diferentes daños a la salud de tipo


psíquico, físico o emocional, según sean las condiciones sociales y materiales donde se
realice el trabajo.

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Para prevenir los daños a la salud ocasionados por el trabajo está constituida la
Organización Internacional del Trabajo (OIT); es el principal organismo internacional
encargado de la mejora permanente de las condiciones de trabajo mediante convenios
que se toman en sus conferencias anuales y las directivas que emanan de ellas. La
(OIT) es un organismo especializado de las Naciones Unidas de composición tripartita
que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores de sus estados miembros con el
fin de emprender acciones conjuntas destinadas a promover el trabajo decente en el
mundo.

Los siniestros laborales pueden deberse a condiciones medioambientales del centro de


trabajo, condiciones físicas del trabajo, condiciones del puesto de trabajo y condiciones
derivadas del sistema organizativo del trabajo. Cada riesgo laboral lleva conexo un plan
preventivo para evitarlo o paliar su gravedad. Un siniestro puede ocasionarse por
ignorancia de los riesgos que se corren, por una actuación negligente, es decir, no
tomar las precauciones necesarias para ejecutar una tarea o por una actitud temeraria
de rechazar los riesgos que están presentes en el área de trabajo.

En España, la prevención de riesgos laborales es una actividad regulada por la Ley


31/1995 de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales, así como por el Real
Decreto 39/1997 de enero, que la desarrolla, así como por diversas normas específicas
según el tipo de riesgo al que el trabajador esté expuesto.

En los artículos 2 y 3 de la Ley 31/1995 encontramos información acerca de su objeto


y ámbito de aplicación:

Artículo 2. Objeto y carácter de la norma.

1. La presente Ley tiene por objeto promover la seguridad y la salud de los


trabajadores mediante la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades
necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo.

A tales efectos, esta Ley establece los principios generales relativos a la prevención de
los riesgos profesionales para la protección de la seguridad y de la salud, la eliminación
o disminución de los riesgos derivados del trabajo, la información, la consulta, la
participación equilibrada y la formación de los trabajadores en materia preventiva, en
los términos señalados en la presente disposición.

Para el cumplimiento de dichos fines, la presente Ley regula las actuaciones a


desarrollar por las Administraciones públicas, así como por los empresarios, los
trabajadores y sus respectivas organizaciones representativas.

2. Las disposiciones de carácter laboral contenidas en esta Ley y en sus normas


reglamentarias tendrán en todo caso el carácter de Derecho necesario mínimo
indisponible, pudiendo ser mejoradas y desarrolladas en los convenios colectivos.

Artículo 3. Ámbito de aplicación.

1. Esta Ley y sus normas de desarrollo serán de aplicación tanto en el ámbito de las
relaciones laborales reguladas en el texto refundido de la Ley del Estatuto de los
Trabajadores, como en el de las relaciones de carácter administrativo o estatutario del
personal al servicio de las Administraciones Públicas, con las peculiaridades que, en
136
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este caso, se contemplan en la presente Ley o en sus normas de desarrollo. Ello sin
perjuicio del cumplimiento de las obligaciones específicas que se establecen para
fabricantes, importadores y suministradores, y de los derechos y obligaciones que
puedan derivarse para los trabajadores autónomos. Igualmente serán aplicables a las
sociedades cooperativas, constituidas de acuerdo con la legislación que les sea de
aplicación, en las que existan socios cuya actividad consista en la prestación de un
trabajo personal, con las peculiaridades derivadas de su normativa específica.

Cuando en la presente Ley se haga referencia a trabajadores y empresarios, se


entenderán también comprendidos en estos términos, respectivamente, de una parte,
el personal con relación de carácter administrativo o estatutario y la Administración
pública para la que presta servicios, en los términos expresados en la disposición
adicional tercera de esta Ley, y, de otra, los socios de las cooperativas a que se refiere
el párrafo anterior y las sociedades cooperativas para las que prestan sus servicios.

2. La presente Ley no será de aplicación en aquellas actividades cuyas particularidades


lo impidan en el ámbito de las funciones públicas de:

 Policía, seguridad y resguardo aduanero.


 Servicios operativos de protección civil y peritaje forense en los casos de grave
riesgo, catástrofe y calamidad pública.
 Fuerzas Armadas y actividades militares de la Guardia Civil.

No obstante, esta Ley inspirará la normativa específica que se dicte para regular la
protección de la seguridad y la salud de los trabajadores que prestan sus servicios en
las indicadas actividades.

3. En los centros y establecimientos militares será de aplicación lo dispuesto en la


presente Ley, con las particularidades previstas en su normativa específica.

En los establecimientos penitenciarios, se adaptarán a la presente Ley aquellas


actividades cuyas características justifiquen una regulación especial, lo que se llevará a
efecto en los términos señalados en la Ley 7/1990, de 19 de julio, sobre negociación
colectiva y participación en la determinación de las condiciones de trabajo de los
empleados públicos.

4. La presente Ley tampoco será de aplicación a la relación laboral de carácter especial


del servicio del hogar familiar. No obstante lo anterior, el titular del hogar familiar está
obligado a cuidar de que el trabajo de sus empleados se realice en las debidas
condiciones de seguridad e higiene.

Por su parte, en el artículo encontramos las definiciones más importantes referidas a la


prevención:

Artículo 4. Definiciones.

A efectos de la presente Ley y de las normas que la desarrollen:

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1. Se entenderá por prevención el conjunto de actividades o medidas adoptadas


o previstas en todas las fases de actividad de la empresa con el fin de evitar o
disminuir los riesgos derivados del trabajo.
2. Se entenderá como riesgo laboral la posibilidad de que un trabajador sufra un
determinado daño derivado del trabajo. Para calificar un riesgo desde el punto
de vista de su gravedad, se valorarán conjuntamente la probabilidad de que se
produzca el daño y la severidad del mismo.
3. Se considerarán como daños derivados del trabajo las enfermedades,
patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo.
4. Se entenderá como riesgo laboral grave e inminente aquel que resulte
probable racionalmente que se materialice en un futuro inmediato y pueda
suponer un daño grave para la salud de los trabajadores.

En el caso de exposición a agentes susceptibles de causar daños graves a la


salud de los trabajadores, se considerará que existe un riesgo grave e
inminente cuando sea probable racionalmente que se materialice en un futuro
inmediato una exposición a dichos agentes de la que puedan derivarse daños
graves para la salud, aun cuando éstos no se manifiesten de forma inmediata.

5. Se entenderán como procesos, actividades, operaciones, equipos o


productos potencialmente peligrosos aquellos que, en ausencia de
medidas preventivas específicas, originen riesgos para la seguridad y la salud
de los trabajadores que los desarrollan o utilizan.
6. Se entenderá como equipo de trabajo cualquier máquina, aparato,
instrumento o instalación utilizada en el trabajo.
7. Se entenderá como condición de trabajo cualquier característica del mismo
que pueda tener una influencia significativa en la generación de riesgos para la
seguridad y la salud del trabajador. Quedan específicamente incluidas en esta
definición:
a. Las características generales de los locales, instalaciones, equipos,
productos y demás útiles existentes en el centro de trabajo.
b. La naturaleza de los agentes físicos, químicos y biológicos presentes en
el ambiente de trabajo y sus correspondientes intensidades,
concentraciones o niveles de presencia.
c. Los procedimientos para la utilización de los agentes citados
anteriormente que influyan en la generación de los riesgos
mencionados.
d. Todas aquellas otras características del trabajo, incluidas las relativas a
su organización y ordenación, que influyan en la magnitud de los
riesgos a que esté expuesto el trabajador.
8. Se entenderá por equipo de protección individual cualquier equipo
destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno
o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud en el trabajo,
así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.

-Función de vigilancia de seguridad: servicios, escenarios y peligros


asociados.

Podemos distinguir dos tipos de puestos de trabajo, los que se incluyen dentro de una
empresa de seguridad (vigilantes de seguridad, jefes de seguridad y escoltas privados)

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y los que se llevan a cabo con independencia de cualquier empresa de seguridad


(guardas particulares del campo y detectives privados).
1) El Jefe de Seguridad es el Jefe superior del que dependen los servicios de
seguridad y el personal operativo de la empresa, y es el responsable de la preparación
profesional de los trabajadores a su cargo.
2) Dentro del personal operativo, se puede distinguir entre el personal habilitado
(Vigilante de Seguridad-Conductor, Vigilante de Seguridad de Transporte, Vigilante de
Seguridad y Vigilante de Explosivos) y el no habilitado (Contador- Pagador y Operador
de Central Receptora de Alarmas).
A su vez, dentro del personal habilitado, se diferencia entre:
• El Personal operativo habilitado adscrito a servicios de transporte de fondos: la
tripulación de cada vehículo blindado está compuesta por un Vigilante de
Seguridad Conductor y dos Vigilantes de Seguridad de Transporte;

Dentro de la empresas de seguridad Fuera de las empresas de seguridad


Jefes de Seguridad Guardas Particulares del Campo
Vigilantes de Seguridad: Detectives Privados
Vigilante de Seguridad-Conductor
Vigilante de Seguridad de Transporte
Vigilante de Seguridad
Vigilante de Explosivos
Escoltas de Seguridad
• El Personal operativo adscrito a servicios de vigilancia: Vigilante de seguridad y
Vigilante de explosivos.
3) Son funciones de los escoltas privados el acompañamiento, defensa y protección
de personas determinadas impidiendo que sean objeto de agresiones o actos
delictivos.
Entre los factores de riesgo que provocan un mayor número de accidentes podemos
destacar los relacionados con la jornada y los que se derivan del tipo de contrato.
En cuanto los primeros, la prolongación de la jornada laboral es un factor de
riesgo determinante que, en general se deriva de la precariedad de las retribuciones,
que obliga en muchas ocasiones a los trabajadores a doblar jornadas para conseguir
una remuneración suficiente. Estas largas jornadas de trabajo limitan el tiempo que el
trabajador puede pasar con su familia, disminuye su tiempo libre y dificulta la
participación social.
Por otro lado, la jornada se caracteriza por trabajos a turnos y trabajo
nocturno, etc. que repercute directa y negativamente en la calidad de vida del
trabajador, aumentando el grado de tensión y su fatiga. El trabajo a turnos, típico del
Sector, altera los ritmos biológicos normales, provocando alteraciones del sueño,
insomnio, trastornos digestivos, nerviosos, fatigas, irritabilidad, etc.
Respecto al tipo de contrato, es evidente que los trabajadores con contrato
temporal soportan una incidencia mayor de accidentes. Además, la prestación de
servicios se realiza a través de contratas, lo que supone trabajar en la empresa
cliente y no en la propia empresa. Esto conlleva una sensación de estar en “tierra de
nadie”, ya que las condiciones de trabajo de la empresa contratante afectan al
vigilante, pero éstos no tienen capacidad de mejorarlas.
Además, el trabajo es muy monótono y rutinario, con tareas repetitivas y poco
estimulantes. La mayoría de los vigilantes trabajan solos, en lugares mal
acondicionados.

139
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El aislamiento, la soledad y la incomunicación son rasgos característicos de los


servicios que prestan. Todas estas situaciones provocan irritabilidad, ansiedad,
depresiones, estrés, etc.
Otro de los problemas que se plantea en esta ocupación es que prácticamente no
existe la promoción profesional, lo que desmotiva enormemente al trabajador en
el desempeño de su trabajo y le incita a abandonar su puesto de trabajo en cuanto
encuentra otro empleo alternativo.
Y no podemos olvidar las situaciones de peligro que se viven en muchos puestos de
trabajo, expuestos a atracos, ataques, persecuciones, etc., lo que genera
inevitablemente un fuerte estrés en los trabajadores.

-Riesgos más frecuentes en el sector:

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales estipula que el empresario deberá


garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores en todos los aspectos
relacionados con el trabajo. Entre los principios de prevención figura: “evitar los
riesgos”,
“combatir los riesgos en su origen” y “adaptar el trabajo a la persona”.
Dadas las características del sector de seguridad, los riesgos se pueden dividir en dos
grandes bloques: aquellos que se derivan de la propia actividad y los derivados
del puesto de trabajo.
La problemática aumenta, puesto que a los factores de riesgos comunes de la
profesión hay que añadir los relacionados con el entorno laboral de la empresa que
contrata el servicio y, en este caso, suelen darse múltiples circunstancias, según la
actividad de la empresa principal: servicios de vigilancia en centrales nucleares,
entidades financieras, empresas químicas, hospitales, edificios oficiales, medios de
transporte, grandes extensiones comerciales, obras de construcción, polígonos
industriales, urbanizaciones aisladas, etc.
Asimismo, hay que profundizar en aquellos riesgos que nacen de una deficiente
organización del trabajo. En estos casos el estrés juega un papel importante al
estar muy relacionado con las condiciones de trabajo y poder conducir a enfermedades
laborales.
En el Sector de Seguridad se producen, entre otras, situaciones intensas motivadas por
imperativos profesionales elevados, reducida influencia que el trabajador ejerce sobre
sus condiciones de trabajo, ritmos de trabajo excesivos, falta de apoyo social,
precariedad en el empleo, escasa recompensa que no se corresponde con el trabajo
realizado, etc. Estas situaciones pueden generar estrés con el resultado de la aparición
de una amplia gama de enfermedades corporales, mentales e, incluso, mortales.
A nivel de la Unión Europea, una estimación moderada de los costes que origina el
estrés laboral se sitúa en 20.000 millones de euros anuales (3,3 billones de pesetas).
Tareas
Servicio de vigilancia, repeler agresiones y detener
Rondas de vigilancia
Control de accesos
Vigilancia de pie
Vigilancia sentado
Vigilancia con monitores de televisión
Vigilancia con escáneres
Vigilancia con equipos caninos
Riesgos
Acciones antisociales
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Agresiones
Proyección de partículas: disparos accidentales
Exposición a temperaturas ambientales extremas
Fatiga física
Estatismo
Estatismo
Problemas traumatológicos
Sedentarismo
Posturas inadecuadas
Sobreesfuerzos: postural, visual, mental
Exposición a radiaciones
Mordeduras
Exposición a agentes biológicos

Daños

Heridas de diversa consideración (cortes, golpes...) que pueden llegar a ser mortales
(atracos)
Disconfort
Fatiga física
Patología vías respiratorias altas
Otitis
Procesos broncopulmonares
Calor: golpes de calor, lipotimias
Enfermedades de columna
Problemas circulatorios
Fatiga muscular
Varices
Problemas osteomusculares y circulatorios
Patologías de los pies
Problemas cardiovasculares
Obesidad
Lesiones traumatológicas
Problemas traumatológicos
Fatiga visual
Fatiga mental
Radiaciones ionizantes: destrucción celular, quemaduras, alteraciones orgánicas,
cáncer, etc.
Contagio de enfermedades infecciosas o parasitarias
Dermatitis, alergias.
Heridas de diversa consideración
Arañazos, hematomas

-Riesgos laborales derivados de la propia actividad

Tareas
Servicios en zonas de paso de vehículos
Uso y mantenimiento de armas de fuego
Conducción de vehículos, transporte de fondos
Manipulación de cargas
Instalación/reparación de sistemas de seguridad electrónica
141
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Riesgos
Atropellos, golpes y choques contra vehículos
Disparo accidental
En centros de tiro problemas auditivos, tóxicos y respiratorios (inhalación de plomo)
Accidente de tráfico
Atraco
Ergonómicos (falta de espacio en la cabina)
Sobreesfuerzos
Accidente eléctrico
Caídas a distinto nivel
Daños
Lesiones y heridas de diversa consideración
Heridas y lesiones de diversa consideración
Heridas y lesiones de diversa consideración
Lumbalgias, dorsalgias, hernias discales...
Leves: calambres
Graves: irregularidades cardiacas, asfixia,
Condiciones deficientes del entorno
Escaleras sin barandilla, zanjas, suelo irregular o resbaladizo, iluminación insuficiente,
falta de orden y limpieza, falta de señalización, techos y paredes en mal estado,
marquesinas de vigilancia deficientes, instalación eléctrica insegura
Riesgos
Caídas a distinto nivel
Caídas al mismo nivel
Caídas de objetos por desplome o derrumbamiento
Atropellos o golpes con vehículos
Choques con objetos
Descargas eléctricas
Cortes, golpes, atrapamientos
Daños
Leves: heridas, contusiones, rozaduras, torceduras, luxaciones, esguinces...
Graves: fracturas Mortales

-Riesgos laborales derivados del puesto de trabajo

Condiciones de naturaleza peligrosa atendido a la actividad donde se realiza


el servicio

Riesgos
Factores de riesgos generales
Exposición a temperaturas ambientales extremas
Exposición a sustancias nocivas o tóxicas
Contactos con sustancias cáusticas y/o corrosivas
Exposición a radiaciones
Explosiones
Incendios
Exposición a contaminantes químicos
Exposición a contaminantes biológicos
Exposición a ruido
Vibraciones
Inadecuada iluminación
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-Riesgos procedentes de una deficiente organización del trabajo


“estres laboral”
Principales factores que originan el estrés laboral
1. Ambiente físico del trabajo:
Ruido, iluminación, vibraciones, higiene, toxicidad, radiaciones, condiciones climáticas
del desarrollo del trabajo, disponibilidad y disposición de espacio y cualquier factor de
disconfort o inseguridad del trabajador.
2. Psíquicos derivados de las características de personalidad del individuo:
- Estilo personal y personalidad: como percibe e interpreta los acontecimientos
productores de estrés.
- Apoyos sociales: grado de apoyo de familia, amigos, compañeros de trabajo durante
los momentos de estrés.
Efectos del estrés laboral
Efectos subjetivos:
Ansiedad, agresión, apatía, aburrimiento, depresión, fatiga física y psíquica,
frustración, culpabilidad, vergüenza, irritabilidad y mal humor, melancolía, poca estima,
amenaza y tensión, nerviosismo, soledad, falta de concentración, olvido.
Efectos de la conducta:
Drogadicción, arranques emocionales, irritabilidad, dificultad para tomar decisiones,
equivocaciones frecuentes, excesiva ingestión de alimentos o pérdida de apetito,
aumento del consumo de tabaco y de alcohol, excitabilidad, conducta impulsiva, habla
afectada, risa nerviosa, inquietud, temblor.
- Predisposición constitucional: vigor y salud del cuerpo.
- Hábitos higiénicos: buenas condiciones físicas, evita tabaquismo, alcoholismo.
3. Organización del tiempo de trabajo:
- Gestión y funcionamiento de la empresa: funciones ambiguas, necesidad de tomar
decisiones, no participación en la toma de decisiones, deterioro en las relaciones
interpersonales, falta de apoyo social por competitividad, cambios de servicio,
introducción de nuevas tecnologías.
- Funciones del trabajador: insuficiente responsabilidad, falta de participación en la
toma de decisiones, falta de apoyo por parte de la dirección, cambios tecnológicos a
los que hay que adaptarse.
- Factores intrínsecos de los servicios: sobrecarga de trabajo, trabajo monótono y
rutinario, falta de incentivos, premuras de tiempo.
- Contenido del trabajo: oportunidad para el control y para el uso de habilidades,
velocidad y entendimiento de la tarea, variedad e intensidad de ésta, complejidad del
trabajo.
- Organización del tiempo de trabajo: rotación de turnos, trabajo nocturno,
desplazamiento, viajes, número de horas de trabajo, horas extraordinarias,
“doblajes de servicio”.
- Desempeño del papel y desarrollo de la carrera: inseguridad en el trabajo, transición
en la carrera.
- Relaciones interpersonales y grupales: rivalidad, falta de apoyo en situaciones
difíciles, culpabilidad de los errores o problemas, falta total de relaciones.
Efectos del conocimiento:
Incapacidad para tomar decisiones y concentrarse, olvidos frecuentes, hipersensibilidad
a la crítica y bloqueo mental.
Efectos fisiológicos y/o psicosomáticos:
Aumento de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) y corticoides en sangre y
orina, elevación de los niveles de glucosa sanguíneos, incremento del ritmo cardiaco y
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de la presión sanguínea, sequedad de boca, exudación, dilatación de las pupilas,


dificultad para respirar, escalofríos, nudo en la garganta, tensión muscular, lumbalgia,
dolor cervical, cefaleas, indigestión, diarrea o estreñimiento, tics, insomnio,
hipertensión, palpitaciones, opresión respiratoria, alergias cutáneas, entumecimiento y
escozor de las extremidades, enfermedades del aparato digestivo.
Efectos organizacionales:
Absentismo, relaciones laborales precarias y baja productividad, alto índice de
accidentes y de rotación del personal, clima organizacional deficiente, antagonismo e
insatisfacción en el trabajo.
Efectos sobre la calidad de vida:
Traslado de los problemas al entorno familiar y social. Problemas de adaptación del
horario laboral a la vida social y familiar.

-Medidas preventivas específicas: persecución, detención, cacheo, traslado


de detenidos, trabajo con perros.

-Persecución:

Riesgo 1: accidente de tráfico.

Factores de riesgo: de la vía (mal estado, mala iluminación), del vehículo (deficiente
mantenimiento), del conductor (falta de atención, incumplir las normas de circulación,
falta de descanso, tomar medicamentos, conducción tras consumir alcohol, descender
del vehículo sin comprobar que vienen otros), de las condiciones climatológicas
(climatología adversa), de otros vehículos o conductores (circulación intensa,
maniobras peligrosas: deslumbramiento, invasión de la calzada, adelantamientos
indebidos, no respetar preferencias de paso), de los pasajeros (distracción del
conductor).

Acciones preventivas: formación específica y periódica. Incrementar acciones


preventivas si vía en mal estado, climatología adversa, tráfico intenso, maniobras
peligrosas o deslumbramientos. Antes de conducir no consumir alcohol o fármacos.
Comprobar el estado del vehículo.

Durante la conducción: cumplir normas de circulación en lo posible, parar y descansar


cada cierto tiempo de conducción. Hacer turnos de conducción entre los miembros de
la patrulla. No distraerse con tareas no relacionadas con la conducción. Hacer uso en
condiciones normales de los cinturones de seguridad. Usar chalecos reflectantes.
Señalizar maniobras. Antes de bajar del vehículo, asegurarse de que no circulan otros
vehículos próximos.

Riesgo 2: ergonómicos/ posturales:

Factores de riesgo: posturas inadecuadas durante mucho tiempo, no ajustar asiento


adecuadamente, mala posición de manos al volante, pié permanentemente en el
embrague, carga y descarga de equipo sin seguir las normas de manipulación manual
de cargas.

Medidas preventivas: ajustar asiento a anatomía de conductor, regular reposacabezas,


adelantar asiento para alcanzar pedales con comodidad, no llevar la mano en la

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palanca de cambios, levantarse y andar 15 minutos cada 200 kilómetros/ hora y media
de conducción. Manipular bultos de manera correcta.

Riesgo 3: incendio.

Acciones preventivas: no fumar mientras se reposta, realizar mantenimiento adecuado


del vehículo, llevar extintor portátil y mantenerlo en buenas condiciones de uso. En
caso de incendio estacionar sin obstruir la calzada, quitar el contacto y desbloquear el
capó. Agitar extintor, quitar el precinto y agachándose frente al morro del coche, dirigir
el chorro en dirección al motor. Abrir solo un poco el capó y dirigir chorro en zigzag
hacia la base de la llama.

Riesgo 4: fatiga visual:

Factores de riesgo: deslumbramiento, exceso de luz solar, falta de visibilidad.

Acciones preventivas: realización de la actividad de seguridad, en la medida de lo


posible, con las mejores condiciones de visibilidad. Usar medios adecuados (gafas de
sol, por ejemplo).

Riesgo 5: caídas a distinto nivel:

Factores de riesgo: no usar adecuadamente medios de acceso al vehículo. Parar o


estacionar en zonas de riesgo (taludes, zanjas, cunetas).

Acciones preventivas: al parar o estacionar el vehículo hacerlo en lugar donde no haya


posibilidad de vuelco y además se pueda acceder o descender del mismo sin dificultad.

Riesgos específicos en motocicletas:

Riesgo 1: accidente.

Los riesgos y medidas preventivas son muy similares a las vistas anteriormente, pero
además añadiremos el uso obligatorio del casco de protección y gafas, además de
señalizar adecuadamente las maniobras.

Respecto a los riesgos ergonómicos de conducir motocicletas, se recomienda el uso de


una faja, y regular la altura del asiento, pedales y frenos.

También será muy importante el riesgo de lesiones en caso de caída, por lo que se
deberá usar el equipo protector adecuado (chaqueta, guantes, etc.).

-Riesgos en detención, cacheo y traslado:

Riesgo 1: agresiones físicas.

Factores de riesgo: no aplicar los procedimientos de actuación, instrucciones y


protocolos establecidos al efecto, falta de colaboración por parte de la persona a
identificar, o que muestren una actitud violenta o de rechazo a la actuación de los
Vigilantes, falta, insuficiencia de medios de protección adecuados, portar en el vehículo

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o la persona a identificar armas o elementos cortantes o punzantes. No poner en


práctica las medidas de autoprotección, no comunicar la acción al centro de control en
situaciones en las que pueda preverse conductas o reacciones violentas ante la
intervención, falta de formación en técnicas básicas de actuación operativa.

Acciones preventivas: aplicar los procedimientos de actuación, instrucciones y


protocolos establecidos. Uso de los equipos de protección disponibles. Uso de los
equipos de protección individual de dotación (como guantes anti-corte). Establecer
tiempos de descanso en periodos continuos de esfuerzo físico y mental intenso.
Formación adecuada al puesto de trabajo, comunicar la actuación a la central en
situaciones de extrema gravedad, formación en técnicas básicas de actuación
operativa, efectuar los registros necesarios cuando se sospeche que las personas a
identificar porten armas o elementos cortantes o punzantes, utilizando los medios de
protección disponibles y aplicando los procedimientos de actuación determinados.

Riesgo 2: contagio, intoxicaciones o lesiones producidas por sustancias biológicas,


nocivas o tóxicas:

Factores de riesgo: no aplicar los procedimientos de actuación, instrucciones y


protocolos establecidos el afecto. Falta, insuficiencia de medios de protección
adecuados, portar en el vehículo o la persona elementos cortantes o punzantes
infectados, ser portador de alguna enfermedad infecto-contagiosa la persona a
identificar. Falta de formación en técnicas básicas de actuación operativa.

Acciones preventivas: aplicar los procedimientos de actuación, instrucciones y


protocolos establecidos, uso de equipo de protección individual (guantes, gafas,
mascarilla, etc.). Formación profesional adecuada al puesto de trabajo. Comunicar la
actuación al centro de control en situaciones de extrema gravedad, formación en
técnicas básicas de actuación operativa, efectuar los registros necesarios cuando se
sospeche que las personas a identificar portan armas o elementos cortantes o
punzantes infectados. Evitar el contacto con sustancias sospechosas de ser nocivas,
tóxicas o contagiosas, si no es necesario, o de lo contrario utilizar los medios
disponibles para poder hacerlo sin riesgo.

146
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Riesgo 3: caídas al mismo nivel:

Factores de riesgo: falta de orden, suelos irregulares, obstáculos, suelos resbaladizos,


condiciones climatológicas adversas.

Acciones preventivas: formación profesional adecuada a puesto de trabajo.


Organización del trabajo. Equilibrio entre exigencias de tareas/ capacidades
profesionales. Realización de las tareas de seguridad, en la medida de lo posible, con
las mejores condiciones del terreno, condiciones climatológicas, de visibilidad y
seguridad tanto para usuarios como Vigilantes.

-Registros:

Riesgo 1: agresiones físicas:

Factores de riesgo: no aplicar los procedimientos de actuación, instrucciones y


protocolos establecidos al efecto. Falta de colaboración por parte de las personas cuya
vivienda, local, establecimiento o vehículo se va a registrar, o que muestren una
actitud violenta o de rechazo a la actuación de los agentes. Portar dicha persona armas
o elementos cortantes o punzantes. No poner en práctica las medidas de
autoprotección entre los integrantes de la patrulla. Falta o insuficiencia de medios de
protección adecuados. No comunicar la actuación a la central en situaciones de
extrema gravedad. Falta de formación suficiente en técnicas básicas de actuación
operativa.

Acciones preventivas: aplicar los procedimientos de actuación, instrucciones y


protocolos dictados al efecto. Uso de los equipos de protección individual de dotación
(guantes, etc.). Información adecuada y suficiente en relación al tipo de intervención
específica a ejecutar y anterior a la misma. Comunicar la actuación al centro de control
en situaciones de extrema gravedad. Formación en técnicas básicas de actuación
operativa. Efectuar los registros necesarios cuando se sospeche que las personas
porten armas o elementos cortantes o punzantes, utilizando los medios de protección
disponibles y aplicando los procedimientos de actuación determinados.

Riesgo 2: contagio, intoxicaciones o lesiones producidas por sustancias biológicas,


nocivas o tóxicas:

Factores de riesgo: no aplicar los procedimientos de actuación, instrucciones y


protocolos establecidos el afecto. Falta, insuficiencia de medios de protección
adecuados, portar en el vehículo o la persona elementos cortantes o punzantes
infectados, ser portador de alguna enfermedad infecto-contagiosa la persona a
identificar. Falta de formación en técnicas básicas de actuación operativa.

Acciones preventivas: aplicar los procedimientos de actuación, instrucciones y


protocolos establecidos, uso de equipo de protección individual (guantes, gafas,
mascarilla, etc.). Formación profesional adecuada al puesto de trabajo. Comunicar la
actuación al centro de control en situaciones de extrema gravedad, formación en
técnicas básicas de actuación operativa, efectuar los registros necesarios cuando se
sospeche que las personas a identificar portan armas o elementos cortantes o
punzantes infectados. Evitar el contacto con sustancias sospechosas de ser nocivas,

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tóxicas o contagiosas, si no es necesario, o de lo contrario utilizar los medios


disponibles para poder hacerlo sin riesgo.

Riesgo 3: caídas a distinto nivel.

Factores de riesgo: en escaleras. Altillos o zonas elevadas. Almacenamientos elevados.


Huecos o aberturas en el piso (fosos, acceso a sótanos, huecos de escalera, etc.). Falta
de visibilidad.

Acciones preventivas: realización de la actividad de seguridad, en la medida de lo


posible, con las mejores condiciones de visibilidad. Prestar atención a las condiciones
del lugar a registrar.

Riesgo 4: caídas al mismo nivel:

Factores de riesgo: falta de orden, suelos irregulares, obstáculos, suelos resbaladizos

Acciones preventivas: formación profesional adecuada al puesto de trabajo.


Organización del trabajo. Prestar especial atención a las condiciones del lugar, suelo,
obstáculos, visibilidad, orden, etc.

Riesgo 5: fatiga visual.

Factores de riesgo: deficiencias en la visibilidad.

Acciones preventivas: realización de la actividad de seguridad, en la medida de lo


posible, con las mejores condiciones de visibilidad. Utilizar el equipamiento y medios
adecuados que permitan paliar las deficiencias de visibilidad.

-Trabajo con perros:

• Los perros estarán debidamente adiestrados.


• Los Vigilantes contarán con la adecuada formación para su manejo.
• Se constituirán equipos caninos, de forma que se eviten los riesgos que los perros
pueden suponer para las personas.
• Comprobación de la identificación adecuada de los perros mediante los siguientes
sistemas: cartilla sanitaria debidamente cumplimentada, microchip o tatuaje.

-Obligaciones de los Vigilantes de Seguridad armados:

Riesgo 1: accidente por disparo.

Factores de riesgo psicológico debidos a la persona: exceso de confianza. Estrés.


Depresión, nerviosismo, mal humor preocupación. Discusiones. Manipular el arma
como distracción por encontrarse aburrido.

Acciones preventivas a los riesgos psicológicos: siempre que sea posible, no manipular
el arma en situaciones psicológicas adversas. Manejarlas con responsabilidad y
prudencia, sin confianza exagerada en uno mismo.

148
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Factores de riesgo físicos debidos a la persona: fatiga, cansancio, alcohol, sueño. Falta
de entrenamiento y práctica en el manejo de las armas.

Acciones preventivas para estos riesgos físicos: si se ha de portar el arma, manipularla,


o hacer uso de ella en el servicio, limpieza o tiro, procura hacerlo en las mejores
condiciones, descansado, sin sueño, sin haber bebido y con el correspondiente
entrenamiento y preparación.

Factores de riesgo relativos a la falta de preparación: falta de instrucción en la


manipulación, uso y custodia. Desconocimiento del estado del arma., número de
cartuchos en el tambor, estado de la munición, etc. Manipular armas sin conocimiento
de sus características, manejo, seguros, estado. Enfundar o desenfundar con el dedo
en el disparador. Manipular el arma con luz escasa y en condiciones psicológicas no
adecuadas.

Acciones preventivas para los riesgos por falta de preparación: conocer antes de usar
un arma, sus características de manejo, manipulación, estado y normas generales
sobre su uso.

Factores de riesgo debidos al arma: no mantenerla en buen estado de limpieza y


funcionamiento.

Acciones preventivas centradas en el arma: mantenerla en condiciones de


funcionamiento y limpia. Comprobar el estado de la misma cuando se recoge.

Factores de riesgo debidos a la actividad: jugar o manejar innecesariamente las armas


por aburrimiento o monotonía en los servicios. Limpiar el armamento inmediatamente
antes del servicio (rapidez) o después (fatiga y cansancio). Al regresar del servicio,
manipular las armas, en vez de descargarlas, y guardarlas donde personas no
autorizadas no puedan tener acceso a ellas.

Acciones correctivas: no utilizar las armas para superar el aburrimiento o la monotonía.


Limpiarlas cuando se encuentre descansado y sin prisas. No manipular el arma
innecesariamente dentro del vehículo.

Factores de riesgo fuera del servicio: manipular las armas innecesariamente. Cuando
no se use, no dejarla en el armero. No cerciorarse de que el arma se guarda
descargada. Hacer exhibiciones con el arma.

Acciones correctivas: tener el arma en lugar seguro, con el cilindro o tambor vacío. No
manipularlas innecesariamente. No hacer exhibiciones con el arma.

Factores de riesgo en la limpieza: no extremar las precauciones. No realizar la limpieza


de las armas, si es posible, solo y en lugares idóneos, no delante de personas, ni en
locales donde las paredes pueden ser atravesadas por un disparo. Dirigir el arma hacia
donde en caso de disparo fortuito, puedan producirse rebotes. Distraerse con otras
actividades, ver la televisión, lectura, etc. No seguir un orden lógico en la limpieza.

Acciones preventivas: seguir un orden lógico en la limpieza. Extremar las precauciones,


procurando limpiar las armas en lugar idóneo y solo. No dirigir nunca el arma hacia sí

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mismo ni a lugares donde puedan producirse rebotes. Prestar atención solo a la


limpieza.

-Técnicas de primeros auxilios:

Se entiende como primeros auxilios a las técnicas y procedimientos de carácter


inmediato, limitado, temporal, profesional o de personas capacitadas o con
conocimiento técnico que es brindado a quien lo necesite, víctima de un accidente o
enfermedad repentina.

Su carácter inmediato radica en su potencialidad de ser la primera asistencia que esta


víctima recibirá en una situación de emergencia. Limitado porque de todas las técnicas,
procedimientos y concepciones que existen en la Medicina de emergencias y desastres,
solo utiliza una pequeña parte de ídem, por esto el socorrista nunca debe pretender
reemplazar al personal médico, pueden ser de primera instancia o de segunda
instancia.

-Limitaciones:

El socorrista es cualquier persona con unos conocimientos básicos para prestar unos
primeros auxilios a un accidentado o lesionado hasta la llegada de personal facultativo,
asegurando el mantenimiento de la vida, no agravando el estado general de la víctima
o las lesiones que pueda presentar y asegurar su traslado a un centro sanitario en
condiciones adecuadas. Nunca se debe de hacer aquello de lo que no sé este seguro.
Ante la llegada o presencia de personal sanitario se pondrá uno a su disposición. El
socorrista, tiene limitada sus funciones, debido a que su asistencia es: Primordial (es el
primero en llegar), Temporal (hasta la llegada de personal facultativo) y Limitada (al
campo del socorrismo).

-Concepto de urgencia:

La definición de urgencia según la OMS es aquella patología cuya evolución es lenta y


no necesariamente mortal, pero que debe ser atendida en un máximo de 6 horas. Así
pues, para poder definir urgencia es preciso que el paciente padezca una enfermedad,
que sin el tratamiento adecuado evolucione en un periodo de tiempo más o menos
amplio hasta comprometer la vida.
El concepto de Urgencia según la A.M.A. (Asociación Médica Americana): Es toda
situación que en opinión del paciente, su familia o quien asuma la responsabilidad de
llevar a un paciente al hospital, requiere una atención médica inmediata.

Emergencia según la OMS es aquel caso en que la falta de asistencia conduciría a la


muerte en minutos y en el que la aplicación de primeros auxilios por cualquier persona
es de importancia vital. Otras definiciones hablan de un tiempo menor a 1 hora hasta
llegar a la muerte o la puesta en peligro de forma más o menos inmediata de la vida
de una persona o la función de sus órganos.

-Orden de prioridad para la asistencia:

La prioridad de actuación se establece según los resultados de una primera evaluación


general. Hay que asegurar el mantenimiento de las funciones vitales de los heridos,
identificando los cinco estados críticos que pueden suponer una amenaza inmediata
150
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para sus vidas (asfixia, parada cardio-respiratoria, fuertes hemorragias, inconsciencia y


shock). Un estado crítico no excluye a los demás.

5.2-El control de la hemorragia:

Una hemorragia es la fuga de sangre fuera de su camino normal dentro del sistema
cardiovascular provocada por la ruptura de vasos sanguíneos como venas, arterias y
capilares. Es una situación que provoca una pérdida peligrosa de sangre y puede ser
interna o externa

Las clasificaremos en tres tipos:

 Hemorragia interna: Es la ruptura de algún vaso sanguíneo en el interior del


cuerpo.
 Hemorragia externa: Es la hemorragia producida por ruptura de vasos
sanguíneos a través de la piel, este tipo de hemorragias es producida
frecuentemente por heridas abiertas.
 Hemorragia exteriorizada: a través de orificios naturales del cuerpo,
como el recto (rectorragia), la boca vomitando (hematemesis) o tosiendo
(hemoptisis), la nariz (epistaxis), la vagina (metrorragia), la uretra (hematuria),
el oído (otorragia), y el ojo (hiposfagma).

Según el tipo de vaso sanguíneo roto encontramos los siguientes tipos:

 Hemorragia capilar: Es la más frecuente y la menos grave pues los capilares


sanguíneos son los vasos más abundantes y que menos presión de sangre
tienen. La sangre fluye en sábana.
 Hemorragia venosa: El sangrado procede de alguna vena lesionada y la
sangre sale de forma continua pero sin fuerza, es de color rojo oscuro.
 Hemorragia arterial: Es la más grave si no se trata a tiempo, el sangrado
procede de alguna arteria lesionada y la sangre sale en forma de chorro
intermitente, es de color rojo rutilante.

151
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Según etiología u origen.

 Por Rexis: solución de continuidad o rotura de un vaso (lesión por arma


blanca por ejemplo, se refiere a daño intencionado).
 Por Diéresis: lesión por incisión quirúrgica o accidental.
 Por Diabrosis: corrosión de la pared vascular con bordes mal definidos.
 Por Diapédesis: aumento de la permeabilidad de los vasos sin perder su
integridad anatómica con la consiguiente salida de elementos formes

Primeros Auxilios:

En caso de Hemorragias Externas seguir el siguiente protocolo:

- Presión directa sobre la herida.


- Elevación del miembro.
- Presión sobre la Arteria principal del miembro.
- Excepcionalmente: Torniquete.

En caso de Hemorragias Internas:

- Asegurar la permeabilidad de la vía aérea, valorar la respiración y circulación.


- Prevenir y tratar el shock hemorrágico: cubrir al paciente y elevarle las piernas.
- Traslado urgente a un centro sanitario, en posición antishock, vigilando las
constantes vitales.
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En caso de Hemorragias Exteriorizadas por Orificios.

Naturales:

a) Otorragias:
En casos leves: Limpieza de oídos.
En casos graves:
PLS sobre oído sangrante.
Almohadillado bajo la cabeza.
No taponar.

b) Epíxtasis:
Compresión manual de la fosa sangrante.
Introducir en la fosa que sangra una gasa con agua oxigenada.

c) Hemorragias por la boca:


Si proviene del aparato digestivo (vómitos mezclados con sangre semidigerida,
sensación de nauseas, lipotimia en ocasiones):
Aplicar frío local.
PLS o decúbito supino, con ambas rodillas flexionadas.
Guardar una muestra de vomito.
Si proviene del aparato respiratorio (tos, sangre roja mezclada con espuma):
Aplicar frío local.
Posición decúbito supino o decúbito lateral, semisentado.
Guardar muestra del esputo (espuma).
Valorar la presencia del shock hemorrágico.

d) Hemorragias por el ano (melenas):


En estos casos se requiere observación y tratamiento facultativo.

e) Hemorragias exteriorizadas a través de los genitales:


Es necesaria la revisión médica.

El torniquete:

Es muy peligroso tanto para la vida del paciente como para la del miembro afectado,
pero si la hemorragia no se corta después de la compresión, aplicar un torniquete con
una goma elástica, un cinturón, corbata, etc., anudándolo por encima de la herida.
Siempre es necesario que lo vea un médico, y en caso de usar el torniquete, anote la
hora en que se colocó.
Préstele continua atención, pues la pérdida de sangre puede causar la muerte.

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El choque hipovolémico, a menudo llamado shock hemorrágico, es un síndrome


complejo que se desarrolla cuando el volumen sanguíneo circulante baja a tal punto
que el corazón se vuelve incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo. Es un estado
clínico en el cual la cantidad de sangre que llega a las células es insuficiente para que
estas puedan realizar sus funciones. Este tipo de shock puede hacer que muchos
órganos dejen de funcionar, por lo tanto, el choque hipovolémico es una emergencia
médica.

Medidas de intervención:

- Colocar al paciente en posición antishock, salvo si existen: grandes heridas en la


cabeza, heridas perforantes en el tórax, está inconsciente.
- Desabrochar las prendas que le opriman.
- Taparlo con una manta.
- Moverlo lo menos posible.
- Traslado urgente.

Importante: Si mientras está aplicando la presión directa, los apósitos se empapan de


sangre, NO lo quite ya que se destruiría él coagulo que se está formando y aumentaría
la hemorragia. Al contrario, colocar otros encima y continuar apretando.
Una hemorragia por la nariz o por el oído, después de recibir un golpe violento en la
cabeza, puede ser un síntoma de fractura de algún hueso del cráneo, sobre todo, si el
accidentado está inconsciente y presenta hematomas alrededor de los ojos o de los
oídos.

5.3-Técnica de respiración artificial y reanimación cardiovascular:

Objetivo de la respiración y de la circulación.


Respiración: Por respiración se entiende generalmente a la entrada de oxígeno al
cuerpo de un ser vivo y la salida de dióxido de carbono. O al proceso metabólico de
respiración celular, indispensable para la vida de los organismos aeróbicos. Gracias a la
respiración podemos tener energía y logramos llevar a cabo nuestra alimentación y
nuestra vida diaria de una manera saludable.
154
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Circulación: Llevar sustancias nutritivas y el oxigeno captado por los pulmones, a todos
los tejidos del organismo. La función principal del aparato circulatorio es la de pasar
nutrientes (tales como aminoácidos, electrolitos y linfa), gases, hormonas, células
sanguíneas, etc., a las células del cuerpo, recoger los desechos metabólicos que se han
de eliminar después por los riñones, en la orina, y por el aire exhalado en los
pulmones, rico en dióxido de carbono (CO2). Además, defiende el cuerpo de
infecciones y ayuda a estabilizar la temperatura y el pH para poder mantener la
homeostasis

Parada cardiorespiratoria (p.c.r.): Un paro cardiorrespiratorio (PCR) es la detención de


la respiración y del latido cardíaco en un individuo. Puede ocurrir por diversas causas,
algunas de las más típicas son ahogo por inmersión o shock eléctrico, efectos de
anestesia y otros fármacos, esfuerzo físico extremo.

Implica la detención de la circulación de la sangre y por lo tanto implica la detención


del suministro de oxígeno al cerebro. Si un paciente entra en este estado la muerte es
inminente, por lo tanto requiere de intervención inmediata a través de resucitación
cardiorespiratoria (RCP). Esto es: masaje cardíaco y respiración artificial. Junto con
iniciar el RCP se debe avisar inmediatamente a los servicios de emergencia más
cercanos, y no se debe abandonar el RCP en ningún momento sin la indicación de un
médico calificado.

A veces, se habla simplemente de paro circulatorio o de paro cardiaco.

Se manifiesta por un estado de muerte aparente:

1. La persona está totalmente inconsciente, no se mueve espontáneamente, no


reacciona ni a la palabra ni al tacto, ni a la estimulación dolorosa, ni a la luz;
2. No se percibe su respiración ni siquiera después de la liberación de las vías
aéreas: no se siente su respiración en la mejilla, no se ve el pecho o el vientre
levantarse ni bajarse;
3. La persona no reacciona a las insuflaciones (boca a boca): no tose, no recupera
la ventilación;
4. No se percibe el pulso carotídeo, nótese que este signo puede ser engañoso, ya
que a causa de su tensión nerviosa (estrés), la persona salvadora puede sentir
su propio pulso en el extremo de los dedos;
5. La víctima palidece: adquiere un color azulado secundario debido a la falta de
oxigenación de los tejidos; este signo es difícil de percibir por un neófito, pero
es evidente una vez que se ha visto;
6. Encontramos midriasis pupilar (dilatación de las pupilas).

Cuando se es testigo directo de la sobrevenida del paro, el cuadro clínico puede ser
más engañoso:

1. El paciente pierde el conocimiento y puede convulsionar (movimientos


involuntarios bruscos) en primer lugar, impidiendo toda evaluación del pulso o
de la respiración; en la práctica esto no dura más que una decena de
segundos;
2. El paciente puede tener una respiración ruidosa (respiración agónica llamada
“estertor”) durante diez segundos.

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No se tiene que confundir esta respiración agónica o estas convulsiones con:

1. Un síncope sin paro cardiocirculatorio (pulso y respiración presente);


2. Una crisis convulsiva epiléptica, más prolongada, con pulso y respiración
presente;
3. Un choque séptico: la presión arterial que desciende mucho impide toda
percepción de pulso.

En el marco de los primeros auxilios, los signos suficientes para detectar la parada
circulatoria son:

1. Inconsciencia
2. Ventilación detenida
3. Ausencia de pulso
4. Ausencia de reacción a las insuflaciones.

Causas:

En ocasiones es evidente: traumatismo, electrocución, ahogamiento, asfixia,


intoxicación, estrangulación, hipotermia grave...

Pensar sistemáticamente en una ruta equivocada (paso de un alimento al aparato


respiratorio en lugar del esófago); en ese caso, las insuflaciones son ineficaces, y son
las compresiones torácicas las que permitirán expulsar el cuerpo extraño. Se tiene que
inspeccionar entonces la boca después de las compresiones torácicas para recuperar el
cuerpo extraño que se habría conseguido expulsar.

Si el paro aparece aislado (no es de traumatismo, de hemorragia, de electrocución, de


atragantamiento...), se debe pensar sistemáticamente en una causa cardiaca pero eso
serán asuntos del médico, una vez se haya conseguido con éxito la reanimación.

En estos casos, el mecanismo del paro puede ser:

 La causa más frecuente es la fibrilación ventricular (300 a 400 latidos por


minuto y de manera anárquica) o una taquicardia ventricular sin pulso (corazón
que late a 200 latidos por minuto, hasta más): el corazón no late de manera
eficaz y ya no cumple su papel de bomba; se pueden barajar varias causas:
presencia de una enfermedad cardiaca, intoxicación de ciertos medicamentos,
pero también infarto de miocardio en curso;
 asistolia: el corazón no muestra signos de actividad, ya no late; esto se puede
deber a ciertos trastornos de la circulación cardiaca;
 actividad eléctrica sin pulso (AESP) y antes denominada disociación
electromecánica: el corazón tiene una actividad eléctrica normal, pero no
bombea, por ejemplo está comprimido por un hematoma, o bien a causa de un
shock hipovolémico: la presión de la sangre ha bajado demasiado, o demasiado
rápidamente, y la bomba cardiaca se ralentiza (hemorragia no controlada,
aflojamiento de un torniquete o de un punto de compresión, síndrome de
Bywaters, descompresión del pantalón anti-shock sobre una persona en colapso
cardiovascular...).

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Resucitación cardiopulmonar (r.c.p.).

Es el conjunto de maniobras encaminadas a revertir una p.c.r., evitando que se


produzca la muerte biológica por lesión irreversible de los órganos vitales (cerebro).
RCP significa reanimación cardiopulmonar. Es un procedimiento de emergencia para
salvar vidas que se utiliza cuando la persona ha dejado de respirar o el corazón ha
cesado de palpitar. Esto puede suceder después de una descarga eléctrica, un ataque
cardíaco o ahogamiento.

La RCP combina respiración boca a boca y compresiones cardíacas: •La respiración


boca a boca suministra oxígeno a los pulmones de la persona. •Las compresiones
cardíacas mantienen la sangre oxigenada circulando hasta que se puedan restablecer
la respiración y las palpitaciones cardíacas.

Se puede presentar daño permanente al cerebro o la muerte en cuestión de minutos si


el flujo sanguíneo se detiene; por lo tanto, es muy importante que se mantenga la
circulación y la respiración hasta que llegue la ayuda médica capacitada.

Las técnicas de RCP varían ligeramente dependiendo de la edad o tamaño del


paciente. Las técnicas más novedosas hacen énfasis en las compresiones por encima
de la respiración boca a boca y las vías respiratorias, revocando la vieja práctica.

La reanimación cardiopulmonar (RCP), o reanimación cardiorrespiratoria (RCR), es un


conjunto de maniobras temporales y normalizadas internacionalmente destinadas a
asegurar la oxigenación de los órganos vitales cuando la circulación de la sangre de
una persona se detiene súbitamente, independientemente de la causa de la parada
cardiorrespiratoria.1
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Los principales componentes de la reanimación cardiopulmonar son la activación del


servicio médico de emergencias dentro o fuera del hospital y la asociación de
compresiones torácicas o «masaje cardíaco externo» (MCE) con ventilación artificial.
Otros componentes relacionados incluyen la maniobra de Heimlich y el uso de
desfibriladores externos automáticos.2

Las recomendaciones específicas sobre la RCP varían en función de la edad del


paciente y la causa del paro cardíaco. Se ha demostrado que cuando la RCP es puesta
en práctica por personas adiestradas en la técnica y se inicia al cabo de pocos minutos
tras el paro cardíaco, estos procedimientos pueden ser eficaces en salvar vidas
humanas. Aunque un estudio publicado en 2010 ha puesto en duda el alcance del
procedimiento, de 95.000 pacientes solo el 8% presento resultados positivos.

La evaluación científica ha demostrado que no hay criterios claros para predecir con
seguridad la utilidad de una reanimación cardiorrespiratoria. La reanimación
cardiopulmonar debe practicarse sobre toda persona en parada cardiorrespiratoria, es
decir:

 Inconsciente: la persona no se mueve espontáneamente, no reacciona ni al


tacto ni a la voz;
 Que no respire: después de la liberación de las vías aéreas (desabrochar la ropa
que pueda molestar la respiración), no se observa ningún movimiento
respiratorio y no se siente el aire salir por la nariz o la boca;

Se recomienda que todo paciente en paro cardíaco reciba reanimación, a menos que:

1. La víctima tenga una instrucción válida de no ser reanimado;


2. La víctima presente signos de muerte irreversible como el rigor mortis,
decapitación o livideces en sitios de declive;
3. No se pueda esperar un beneficio fisiológico, dado que las funciones vitales de
la víctima se han deteriorado a pesar de un tratamiento máximo para
condiciones como el shock séptico o cardiogénico progresivos;
4. También es apropiado abstenerse de intentos de reanimación en la sala de
partos cuando se trata de un recién nacido con gestación menor de 23
semanas o un peso al nacer menor de 400 g, o que tiene una anencefalia, así
como también en casos confirmados de trisomía 13 o 18.

En el caso de parada cardiorespiratoria en adultos, el ritmo cardiaco que se suele


encontrar más frecuentemente es la denominada "fibrilación ventricular". El
tratamiento adecuado de la fibrilación ventricular es la desfibrilación precoz. Cada
minuto que pasa disminuye en un 10% las posibilidades de supervivencia. En el caso
de un adulto con pérdida brusca de consciencia y cuando se está sólo (reanimador
aislado), la prioridad es alertar a los servicios de emergencia antes de comenzar la RCP
para de esta manera realizar la desfibrilación lo antes posible. La RCP sirve sólo para
mejorar las posibilidades de supervivencia mientras se espera la ayuda especializada.
Debido a su importancia en eventos súbitos en adultos, se está potenciando el uso de
desfibriladores automáticos en sitios estratégicos, estadios, centros comerciales o
aviones y permiten que una persona con un mínimo entrenamiento sea capáz de
realizar maniobras de reanimación. Existen diez mandamientos para la reanimacion
avanzada 1. Realizar RCCP exelente. 2.Dar alta prioridad al ABCD primario. 3. Colocar
en siguiente prioridad el ABCD secundario. 4. Conocer su desfibrilador. 5. Investigar
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causas suceptibles y reversibles de tratamiento. 6.Conocer el por que, el cuando, el


como y el cuidado con, de todos los medicamentosde emergencia de reanimacion. 7.
Ser un buen capitan de equipo. 8. Conocer y practicar la respuesta codificada a la
emergencia. 9.Identificar y establecer con etica, con propiedad y con responsabilidad
cuando no reanimar 10. Aprender y practicar constantemente

Las acciones que permiten la supervivencia de una persona que sufre muerte súbita
suelen iniciarse por personas casuales y constan de 5 eslabones fundamentales,
conocidas en algunas instituciones como la cadena de supervivencia: 1)
Reconocimiento inmediato del paro cardíaco y activación del sistema respuesta de
emergencias, 2) RCP precoz con énfasis en las compresiones torácicas 3) Desfibrilación
rápida, 4) Soporte vital avanzado efectivo y 5) Cuidados integrados postparo cardíaco.

El Soporte Vital Básico es considerado para un solo rescatista como una secuencia de
acciones resumidas con las iniciales CAB y aplicadas previo a la llegada de servicios
especializados de emergencia:

 C para la valoración de la circulation, incluyendo las compresiones torácicas


 A, del inglés airway, implica la apertura o liberación de las vías aéreas
 B, del inglés breathing, la iniciación de la ventilación artificial

El desfibrilador y su uso prehospitalario adhiere una D a las siglas nmemotécnicas de


Safar que comienza según CABD: circulación, vías aéreas, respiración, desfibrilación.

El algoritmo del Comité Internacional de Enlace sobre Reanimación (ILCOR, del inglés
International Liaison Committee on Resuscitation) hace hincapié desde 2010 en una
nueva secuencia para rescatistas, iniciando con las compresiones cardíacas, luego la
valoración de las vías aéreas y finalmente la iniciación de la ventilación artificial. En
otras palabras, los rescatistas de los adultos víctimas debe comenzar la reanimación
con las compresiones en lugar iniciar abriendo la vía aérea y administrar ventilación
artificial.

La secuencia ABC permanece en el algoritmo de sujetos con otros casos típicos de


muerte súbita, tales como el ahogamiento, la electrocución, asfixia, caída de altura o
hemorragia. En el caso de niños, o cuando la parada cardiorrespiratoria es secundaria
a ahogamiento, intoxicación por humo, gas, medicamentos o drogas o por hipotermia
el algoritmo incluye realizar maniobras de RCP durante un minuto antes de avisar a los
servicios de socorro: el aporte rápido de oxígeno a las células puede recuperar el
estado de la persona.

-Reconocimiento de un paro cardiaco:

El reconocimiento es un paso clave en la iniciación de un tratamiento precoz de una


parada cardíaca, es decir, la identificación de los elementos que determinan la
presencia de una parada cardíaca. Si no es el caso, uno de los elementos del balance
identificará que no hay probabilidad de una parada cardiorrespiratoria, entonces no
hay que hacer reanimación cardiopulmonar.

Por lo general, el primer indicio es que la víctima no se mueve ni reacciona a la


palabra, ni al contacto. Si el rescatista está solo, se recomienda pedir "¡Socorro!" Se
debe practicar RCP si la víctima adulta no responde y no respira o no respira con
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normalidad (es decir no respira o sólo jadea/boquea), y se comienza con las


compresiones (C-A-B), sin que sea necesario verificar si la víctima tiene pulso. Estudios
demuestran que durante la reanimación, en una situación de paro cardiorrespiratorio,
la percepción del pulso es falsa en un 50% de las veces: el estrés y el esfuerzo físico
hace que suba la tensión del rescatista, y es posible percibir el propio pulso como un
golpeteo en el final de los dedos, en ausencia de circulación sanguínea en la víctima.

Una vez que se determina que una víctima necesita reanimación cardiovascular se
advierte al sistema de rescate profesional de la localidad y se inicia de inmediato las
compresiones torácicas.

El realizar una valoración de la Escala de Glasgow conlleva mucho tiempo, más rápido
es evaluar el estado de conciencia con el método AVDI. Establecer cuál es el estado de
conciencia:

 A Alerta
 V Verbal, Sólo responde al estímulo verbal
 D Dolor, Sólo responde al estímulo doloroso
 I Inconsciente, No responde

Aunque en adultos el paro cardíaco suele ser súbito y se debe a una causa cardiaca,en
niños suele ser secundario a una insuficiencia respiratoria y shock.Resulta esencial
identificar a los niños que presentan estos problemas para reducir la probabilidad de
paro cardíaco pediátrico y ampliar al maximo los índices de supervivencia y
recuperacion.

-Secuencia de RCP

En adultos, niños y lactantes si solo está presente un reanimador, se recomienda una


relación compresión:ventilación equivalente a 30:2. Esta relación única está diseñada
para simplificar la enseñanza de la secuencia del RCP, promover la retención de las
habilidades, aumentar el número de compresiones, y disminuir el número de
interrupciones durante las compresiones.

Si se encontrasen dos reanimadores se prefiere una secuencia de 15:2 en niños y


lactantes. Se recomienda en recién nacidos una secuencia 30:2 a menos que la causa
de la falla cardíaca sea conocida, en cuyo caso la secuencia de 30:2 es la aconsejada.
Si se haya presente acceso avanzado a la vía aérea, tales como un tubo endotraqueal
o una mascarilla laríngea, se recomienda una ventilación de 8 a 10 por minuto sin que
se interrumpan las compresiones cardíacas.

Cada 5 ciclos de 2 ventilaciones y 30 compresiones, se revalúa la respiración. La RCP


se continúa hasta que llegue atención médica avanzada o hay signos de que la víctima
respira.

-Dos o más reanimadores:

La secuencia es la misma que la realizada por un solo rescatista, pero después de


observar la ausencia de respuesta, uno controla las compresiones cardíacas mientras
que otro la respiración artificial. Por ejemplo, el rescatista A realiza la búsqueda de
ayuda mientras el rescatista B comienza la RCP. El rescatista A vuelve y puede
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entonces implementar una desfibrilación externa automática si está disponible o


sustituir al testigo B en la compresión cardíaca si este se encuentra cansado.

El rescatista que realiza las compresiones torácicas debe imprescindiblemente contar


las compresiones en voz alta, con el fin de que los demás rescatistas sepan cuándo
debe darle respiración artificial. Esto hace posible que el paso del tiempo entre
compresiones y respiraciones sea más o menos uniforme y uno no debe concentrarse
en calcular el tiempo, y no tiene que colocar de nuevo las manos en cada ciclo.

Las compresiones torácicas se dan del mismo modo que con un rescatista: 2
respiraciones boca a boca por cada 30 compresiones. El uso de dispositivos es más
efectivo que la respiración boca a boca, porque reduce el tiempo entre las
respiraciones y las comprensiones: las respiraciones comienzan tras la última
comprensión, y la comprensión comienza tras la última respiración, sin esperar a que el
pecho baje de nuevo.

Nota

Hay una técnica de reanimación para sólo un reanimador de primeros auxilios


usando un balón respirador, que hace posible el beneficio de la contribución del
dióxido y el lanzamiento de un trabajador de primeros auxilios. En este caso, el
trabajador de primeros auxilios sitúa lugares mismos de la cabeza realizando la
compresión de esta posición, mientras se inclinan con la parte más alta de la
cara.

-Compresiones cardíacas:

Se colocan las manos entrelazadas en el centro del tórax sobre el esternón, cuidando
no presionar en la parte superior del abdomen o el extremo inferior del esternón.

Las compresiones torácicas, llamadas también masaje cardíaco externo permiten


circular sangre oxigenada por el cuerpo. Esto consiste en apretar en el centro del tórax
con el fin de comprimir el pecho:

 Sobre un adulto y un niño de más de ocho años, el esternón debe descender


de 5 a 6 cm;
 Sobre un niño entre uno y ocho años, el esternón debe descender de 3 a 4 cm;
 Sobre un lactante de menos de un año, el esternón debe descender de 2 a 3
cm ( 1/3 del diametro anteroposterior del tórax).

Comprimiendo el pecho, también comprimimos los vasos sanguíneos, lo que impulsa la


sangre hacia el resto del cuerpo (como una esponja). Se creía durante mucho tiempo
que lo que se comprimía era el corazón; aunque parece que está situado demasiado
profundamente y que juega sólo un papel de regulación del sentido de la circulación
por sus válvulas.

Para que la compresión torácica sea eficaz, es necesario que la víctima esté sobre un
plano duro; en particular, si la víctima está tendida sobre la cama. Usualmente hay que
depositarla en el suelo antes de empezar las maniobras de reanimación.
161
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La posición de las manos es importante si se quieren aportar compresiones eficaces.


Hay que aplicarse a hacer compresiones regulares, a dejar el pecho recuperar su forma
inicial entre una compresión y la siguiente, y a que el tiempo de relajamiento sea igual
al tiempo de compresión. En efecto, el relajamiento del pecho permite el retorno de la
sangre venosa, fundamental para una buena circulación.

El ritmo de masaje debe ser suficiente para hacer circular la sangre, pero no
demasiado rápido, si no, la circulación no es eficaz (creamos turbulencias que se
oponen a la distribución de la sangre).

Con el fin de adoptar un ritmo regular y de respetar la paridad en el tiempo de


compresión / por tiempo de relajación, y para estar seguro de hacer buenas
compresiones y un adecuado número de compresiones sucesivas, se aconseja contar
en voz alta, bajo la forma:

Cifra (durante la compresión) - y (durante el relajamiento)

Así, contando en voz alta:

"Uno-y-dos-y-tres- ... -y-trece-y-catorce-y-quince"' ... sucesivamente.

-Ventilación artificial:

Insuflación boca a boca. La cabeza del paciente se echa para atrás. El socorrista cierra
la nariz del paciente con una mano, manteniendo la boca abierta del paciente, y
apreciando en todo momento la barbilla.

Una de las primeras medidas de ayuda es el uso de ventilación artificial. Al detenerse


la circulación sanguínea, el cerebro y el corazón pierden el aporte de oxígeno. Las
lesiones cerebrales aparecen después del tercer minuto de una parada
cardiorrespiratoria, y las posibilidades de supervivencia son casi nulas después de ocho
minutos. El hecho de oxigenar artificialmente la sangre y de hacerla circular permite
evitar o retardar esta degradación, y dar una oportunidad de supervivencia.

162
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La ventilación artificial consiste en enviar el aire a los pulmones de la víctima, soplando


aire con la boca o con un dispositivo. La ventilación artificial sin dispositivos (boca a
boca, boca a nariz, o boca a boca y nariz sobre lactantes, la insuflación de aire es
bastante próximo al aire que se respira (contiene un 16% de de oxígeno). Cuando se
utiliza un balón insuflador (con una máscara bucal), se administra aire ambiente con
un 21% de oxígeno. Si se conecta una botella de oxígeno médico, se aumenta mucho
más la fracción inspirada de dioxígeno (FiO2), llegando incluso a insuflar oxígeno puro
(cercano al 100%).

La ventilación artificial puede ser hecha con varios dispositivos: la máscara bolsa balón
con válvula unidireccional otorga aire enriquecido con oxígeno (que está en la bolsa) a
través de una máscara de interposición facial (pero es externa y no entuba, no abre las
vías aéreas). Para ello se usa una cánula orofaríngea, llamada Bergman, tubo de Mayo
o cánula de Guédel (estas no impiden el contacto boca a boca si no hubiera máscaras
o máscaras con balones de aire) o Maselli: el respirador Maselli orofaríngeo (que evita
contagios en ambos sentidos) y es necesario para facilitar el pase del aire al colocar la
lengua en su lugar e impedir que caiga hacia atrás y adentro por la relajación de la
inconsciencia, además de si la persona presenta una lengua voluminosa, como por
ejemplo en casos de edema de Quincke. También posee una boquilla para el
reanimador con una protección a modo de máscara, que impide todo contacto boca a
boca.

El aire que se insufla pasa a los pulmones, pero una parte también al estómago. Éste
se va hinchando a medida que se dan más insuflaciones. Si no se le da tiempo a
desinflarse, el aire corre el peligro de llevarse con él al salir el contenido ácido del
estómago (jugos gástricos) que podrían inundar la vía aérea y deteriorar gravemente
los pulmones (síndrome de Mendelson o síndrome de la respiración ácida) y puede
comprometer gravemente la supervivencia de la víctima. Por ello hay que insuflar sin
exceso, regularmente, durante dos segundos cada insuflación, y detener la insuflación
tan pronto como se vea el pecho levantarse.

5.4-Manejo básico de desfibriladores:

El Desfibrilador Externo Semi Automático (DESA) es un aparato electrónico portátil


(producto sanitario) que diagnostica y trata la parada cardiorrespiratoria cuando es
debida a la fibrilación ventricular (en que el corazón tiene actividad eléctrica pero sin
efectividad mecánica) o a una taquicardia ventricular sin pulso (en que hay actividad
eléctrica y en este caso el bombeo sanguíneo es ineficaz), restableciendo un ritmo
cardíaco efectivo eléctrica y mecánicamente. La desfibrilación consiste en emitir un
impulso de corriente continua al corazón, despolarizando simultáneamente todas las
células miocárdicas, pudiendo retomar su ritmo eléctrico normal u otro eficaz. La
fibrilación ventricular es la causa más frecuente de muerte súbita.

El DESA es muy eficaz para la mayor parte de los llamados paros cardíacos, que en su
mayor parte son debidos a que el corazón fibrila y su ritmo no es el adecuado, estos
equipos básicamente devuelven el ritmo adecuado al corazón, pero es totalmente
ineficaz en la parada cardíaca con asistolia pues el corazón, en este caso, además de
no bombear la sangre, no tiene actividad eléctrica; y en la Actividad eléctrica sin pulso
(AESP) antes denominada disociación electromecánica, donde hay actividad eléctrica,
que puede ser incluso normal, pero sin eficacia mecánica. En estos dos últimos casos

163
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únicamente se debe realizar compresión torácica mientras se establecen otras medidas


avanzadas.

Si se encuentra disponible, se deberá utilizar en todo caso en que exista una pérdida
de conocimiento mantenida (en el síncope se produce una recuperación espontánea),
que no responda y que no respire o lo haga anormalmente. Si hay duda de si la
respiración es normal, se actuará como si no lo fuera (hay bocanadas agónicas en más
del 40% de las paradas cardíacas). No se aconseja perder tiempo en buscar el pulso,
ya que la palpación del pulso carotídeo es inexacto para confirmar la presencia o
ausencia de circulación.

Se iniciará la secuencia de soporte vital básico, teniendo en cuenta que en adultos,


inicialmente, la ventilación es menos importante que la compresión torácica,
comenzándose con las compresiones torácicas en vez de la ventilación inicial, mientras
que en los niños se mantiene la prioridad en la ventilación (basado en las nuevas
recomendaciones de la European Resuscitation Council del año 2005).

En todo caso, el DESA sólo aconsejará la descarga eléctrica con dos trastornos del
ritmo cardíaco, en la fibrilación ventricular y en alguna taquicardia ventricular.

Los DESAs estándar pueden usarse en niños a partir de los 8 años. Para niños de 1 a 8
años deben usarse parches pediátricos, de menor tamaño o un modo pediátrico si es
posible. Si no es posible se utilizará el DESA tal como es. El uso de DESA no está
recomendado para niños lactantes, menores de 1 año.

164
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La desfibrilación precoz, en los 3-5 minutos del colapso puede producir tasas de
supervivencia tan altas como el 49-75%. Cada minuto de retraso en la desfibrilación
reduce la probabilidad de supervivencia al alta en un 10-15%. De ahí la existencia de
programas de desfibrilación de acceso público.

Cuando la parada cardiaca es debida a una fibrilación ventricular (FV) en el que el


corazón late de manera anárquica, representa la causa más frecuente de muerte súbita
del adulto. La única esperanza de salvar a tal víctima consiste en desfibrilar el corazón
(es decir, resincronizar el corazón mediante un choque de eléctrico de corriente
continua). Esto puede hacerse por personal no médico con un desfibrilador automático
externo (que puede ser semiautomático por un sanitario), o manual por un médico.

El proceso de desfibrilación viene después de la alerta a los Servicios de Emergencia. El


que se inicie un período de RCP antes de la desfibrilación en pacientes con FV,
especialmente durante tiempos prolongados de espera para la llegada de respuesta
profesional, sigue siendo tema de intenso debate. El fundamento teórico para realizar
RCP antes de la descarga del desfibrilador es para mejorar la perfusión coronaria, sin
embargo, no hay pruebas consistentes para apoyar o refutar algún beneficio en el
retraso de la desfibrilación con la finalidad de proporcionar un periodo (90 s a 3 min)
de RCP para los pacientes en parada cardíaca por VF o por taquicardia ventricular (VT)
sin pulso. Si más de un socorrista está presente, un reanimador debe dar
compresiones torácicas, mientras que la otra activa el sistema de respuesta de
emergencia, consigue el DEA y se prepara para usarlo.

Durante la reanimación, si se dispone de un desfibrilador externo automático debe ser


sistemáticamente colocado excepto cuando se trata de niños de menos de un año.
Cuando hay sólo dos personas realizando primeros auxilios, una se encarga de la
respiración boca a boca y las compresiones torácicas mientras la otra le instala el DEA.
Cuando hay tres personas realizando primeros auxilios, el RCP es hecho por dos (una
persona que realiza las insuflaciones para la respiración y la otra las compresiones
torácicas) mientras el tercero coloca el DEA. La instalación del DEA puede requerir
afeitar y secar el lugar donde se coloca el electrodo(si es estrictamente necesario). La
reanimación se detiene durante el análisis del latído del corazón por el aparato y
durante las posibles descargas, inicialmente tres seguidas; en la comprobación habrá
que separarse y no tocar al paciente, para evitar ser víctima de una descarga. En caso
de no ser eficaces o tras el análisis del ritmo no procediera la descarga, se continuaría
con la RCP.

En el caso de un niño de menos de ocho años, o de una persona víctima de un


ahogamiento o de una intoxicación, es poco probable que el corazón esté en
fibrilación, la desfibrilación es entonces inútil. Si se dispone de un desfibrilador
automático externo, éste será puesto en marcha a pesar de todo, por precaución, pero
siempre después de un minuto de maniobras de ventilación artificial y compresiones
torácicas.

6.1-El traslado de heridos. A pié, en camilla y en vehículos.

Una vez determinadas las lesiones puede ser necesaria la movilización de las víctimas a
un lugar más seguro, o la colocación de los heridos en la posición más idónea según
sus lesiones o su patología. Pero esta movilización debe ser, además de eficaz y
rápida, segura para el accidentado y para los socorristas.
165
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Con este fin vamos a recordar las técnicas de movilización de heridos y las posiciones
de espera y traslado:

Movilización de heridos:

La movilización de heridos se realizara, teniendo en cuenta siempre sus lesiones,


utilizando un método de los siguientes:

 Métodos de recogida:

 Técnica de la "cuchara": Es útil cuando sólo hay acceso a la víctima


por un lado.

 Los socorristas se arrodillan a un lado de la víctima, e introducen


sus manos por debajo de la misma:

 Un socorrista sujeta la cabeza y parte alta de la espalda.


 El segundo socorrista sujeta la parte baja de la espalda y
muslos.
 El tercer socorrista sujeta las piernas por debajo de las
rodillas.

 El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de levantar a


ésta y la colocan sobre sus rodillas, todos al mismo tiempo.
 Una cuarta persona coloca una camilla debajo de la víctima.
 Los socorristas, cuando lo ordena el socorrista a la cabeza de la
víctima, depositan a ésta sobre la camilla, todos al unísono.

166
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 Técnica del "puente: Cuando hay acceso a la víctima por los dos
costados.

 Los socorristas se colocan agachados con las piernas abiertas,


sobre la víctima:

 Un socorrista sujeta la cabeza y la parte alta de la


espalda.
 El segundo socorrista sujeta a la víctima por las
caderas.
 El tercer socorrista sujeta las piernas por debajo
de las rodillas.

 El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de levantar a


ésta.
 Una cuarta persona coloca la camilla debajo de la víctima.
 Los socorrista depositan al unísono a la víctima en la camilla.

 Técnica de los socorristas alternados (7 personas): Es una


variante de la anterior. Se empleará cuando sospechemos lesión en
columna vertebral y no dispongamos de ayuda especializada.

 Los socorristas se arrodillan a ambos lados de la víctima (3 a


cada lado) y un 7º se arrodillará a la cabeza de ésta, mirando
hacia el pecho:

 2 socorristas sujetan la parte alta de la espalda.


 Otros dos sujetan la parte baja de la espalda y los
muslos.
 Otros dos sujetan las piernas por debajo de las rodillas.

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 El socorrista a la cabeza de la víctima, sujeta a ésta, a la


altura de los lóbulos de la oreja, traccionando
ligeramente hacia sí.

 El socorrista a la cabeza de la víctima, da la orden de levantarla


hasta la altura de sus rodillas, y esto se hace en bloque,
manteniendo el eje cabeza-cuello- tronco de la víctima, como si
fuera un único bloque.
 Se coloca un plano rígido bajo la víctima.
 A la orden, se deposita a la víctima sobre el plano duro y se la
inmoviliza sobre éste. Para evitar los desplazamientos en sentido
lateral de la cabeza de la víctima, durante el traslado, se
inmovilizará ésta con una toalla enrollada o algo similar sujeta a
la frente de la víctima y a la camilla.

 Maniobra de Rautek: Sirve para extraer a un accidentado del interior


de un automóvil, protegiendo su columna vertebral.

 Liberar los pies del accidentado, si están enganchados con los


pedales del vehículo.
 El socorrista se aproxima a la víctima desde un costado.
 Desliza sus brazos bajo las axilas de ésta.
 Sujeta un brazo de la víctima por la muñeca, con una mano, y
con la otra sujeta el mentón. El lesionado queda "apoyado"
contra el pecho del socorrista.
 Se mueve lentamente, extrayendo al accidentado del interior del
vehículo y manteniendo el eje cabeza-cuello-tronco de la víctima
en un solo bloque.
 Una vez extraída, la deposita poco a poco sobre el suelo o una
camilla.

 NOTA: esta maniobra únicamente la llevará a cabo un socorrista en


casos extremos en los que sea imprescindible mover a la víctima para
salvar su vida: parada cardiorrespiratoria, incendio del vehículo, etc.

168
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Métodos de traslado

 Métodos de traslado con un rescatador:

 En brazos: Es un método muy práctico para mover personas no


excesivamente pesadas (según la corpulencia del socorrista) que no
presenten lesiones serias, p. ej. un esguince de tobillo que le impide la
marcha.

 Consiste en coger a la víctima, colocando una mano debajo de


sus rodillas de manera que sostenga las piernas y la otra
alrededor de su espalda, sosteniendo el peso del tronco; la
víctima puede afianzarse en nosotros pasando sus brazos
alrededor de nuestro cuello.
 Hay que tener especial cuidado a la hora de "cargar" con el peso
de la víctima (p. ej.: si estuviera sentada en el suelo),
flexionando las rodillas al agacharnos, para evitar hacer todo el
esfuerzo con la musculatura de la espalda, lo que podría
propiciar la aparición de lesiones a nivel lumbar.

 Sobre la espalda o "a cuestas": Tiene las mismas indicaciones que el


método anterior; no obstante, no es necesaria la potencia de brazos de
aquél, ya que el peso de la víctima se transmite, en parte, al tronco del
socorrista; entrelazando las manos, es más fácil cargar con el peso de la
víctima.

 Este método no es válido para víctimas inconscientes, ya que se


necesita la colaboración de la persona para aferrarse con sus
brazos alrededor del cuello.
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 "En muleta" sobre los hombros del rescatador: Un accidentado


que no presente lesiones serias y que pueda caminar por sí mismo,
puede ser ayudado si colocamos uno de sus brazos alrededor de
nuestro cuello, pasando nuestro brazo libre alrededor de su cintura para
lograr un soporte adicional.

 Este método puede ser llevado a cabo por uno o por dos
socorristas, dependiendo de la corpulencia de la víctima, la
amplitud del lugar, etc.
 Con ayuda de una tercera persona que sostenga las piernas de la
víctima, se la puede bajar por una escalera de mano.

 "Arrastre" de la víctima: Los métodos de arrastre son muy útiles,


sobre todo, cuando sea necesario desplazar a una víctima pesada o
corpulenta (el socorrista tendría dificultades para cargar por si solo con
la víctima), o bien, en lugares angostos, de poca altura o de difícil
acceso.

 Existen distintas maneras de arrastrar a una víctima: por las


axilas, por los pies, con una manta o bien atando las muñecas
de la víctima con un pañuelo y deslizándose "a gatas",
colocándonos a horcajadas sobre la víctima, con las manos de
ésta sobre nuestro cuello.

 "Método del bombero": Es muy útil para desplazar a víctimas


inconscientes siempre que el socorrista sea, por lo menos, tan
corpulento como la víctima.

 Tiene, además, la ventaja de que permite disponer de un brazo


libre al socorrista para, por ejemplo, sujetarse a la barandilla de
una escalera, apoyarse para guardar el equilibrio, etc.
 Primero, el socorrista se sitúa frente a la víctima, cogiéndola por
las axilas y levantándola hasta ponerle de rodillas.
 Después, el brazo izquierdo del socorrista pasa alrededor del
muslo izquierdo de la víctima cargando el peso de su tronco
sobre la espalda del socorrista.
 Finalmente, el socorrista se levanta, se mantiene de pie y
desplaza a la víctima para que su peso quede bien equilibrado
sobre los hombros del socorrista. Con su brazo izquierdo sujeta
el antebrazo izquierdo de la víctima, quedándole un brazo libre.

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Métodos de traslado con dos rescatadores:

 "Asiento sobre manos": Se puede improvisar un asiento para


trasladar a una accidentado, uniendo las manos de dos socorristas;
existen varias posibilidades:

 Asiento hecho con dos manos.

 Asiento hecho con tres manos.

 Asiento hecho con cuatro manos.

 La diferencia fundamental entre ellos estriba en que permiten


disponer o no (asiento de cuatro manos), de un brazo libre a un
socorrista (asiento de tres manos) o de un brazo libre a cada
socorrista (asiento de dos manos), que se puede utilizar para
sostener una extremidad inferior que estuviera lesionada o como
respaldo para la espalda de la víctima.
 Dependiendo de las lesiones que presente la víctima, de su
capacidad de colaboración y de la fuerza de los socorristas,
optaremos por una posibilidad u otra.

 "Asiento sobre una silla": Si se dispone de una silla con respaldo se


puede utilizar para trasladar a una persona sentada sobre ella; es un
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método muy útil para subir y bajar escaleras que no sean totalmente
verticales, transportando a la persona siempre mirando "escaleras
abajo".

Primeras actuaciones en caso de accidente con traumatismos


craneoencefálico, torácico, abdominal, de columna vertebral, fracturas y
luxaciones.

El traumatismo craneoencefálico (TCE) es la alteración en la función neurológica u otra


evidencia de patología cerebral a causa de una fuerza traumática externa que ocasione
un daño físico en el encéfalo. El TCE representa un grave problema de salud y es la
causa más común de muerte y discapacidad en la gente joven, sin contar las grandes
repercusiones económicas relacionadas.

También puede definirse como la lesión directa de las estructuras craneales,


encefálicas o meníngeas que se presentan como consecuencia de un agente mecánico
externo y puede originar un deterioro funcional del contenido craneal.

El manejo médico actual de un TCE se enfoca en minimizar el daño secundario


optimizando la perfusión y oxigenación cerebral y prevenir o tratar morbilidad no
neurológica. Tiene un buen pronóstico si se usan medidas terapéuticas basadas en
evidencias científicas, no obstante, el tratamiento de esta enfermedad sigue siendo un
reto para la medicina debido a las controversias que ha generado.

172
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La mayoría de los traumatismos craneales leves no requieren hospitalización, no


obstante, se recomienda llamar al teléfono de emergencias si el paciente presenta
alguna de estas manifestaciones o si no se sabe que tan severo es el daño:

 Sangrado en cualquier parte de la cabeza


 Sangrado o salida de algún líquido por la nariz o las orejas (otorragia, epistaxis)
 Dolor de cabeza
 Cambios en el estado de conciencia
 Deja de respirar (apnea)
 Coloración azul o negra bajo los ojos o detrás de las orejas (ojos de mapache)
 Confusión
 Pérdida del equilibrio
 Debilidad o falta de movimiento de una extremidad (brazo o pierna)
 Tamaño de las pupilas diferente (anisocoria)
 Habla raro (dislalia, disartria)
 Convulsiones
 Vómito (emesis)
 Pierde el conocimiento, incluso brevemente (amnesia)
 Tiene mucho sueño somnolencia
 Se comporta de manera rara
 Presenta rigidez en el cuello (signos meníngeos: signo de Brudzinski, signo de
Kernig)

En el caso de que se trate de un menor, también debería considerarse:

 Llanto persistente
 No quiere comer (anorexia (no confundir con la enfermedad del mismo
nombre))
 Abultamiento de la fontanela anterior (también conocida como mollera) en
bebes.
 Vómito repetido

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Cuando alguien presente un traumatismo craneoencefálico moderado o severo, solicite


ayuda inmediatamente. Hay que revisar que el sujeto siga respirando, en caso de que
no respire, revise que ningún objeto obstruya la vía aérea y en caso de ser necesario
inicie respiración boca a boca. Después de esto, revise que el corazón siga latiendo
(puede escucharlo al acercar el oído al tórax de la persona), en caso de que no lo
escuche, revise la existencia de pulso. Si este no se encuentra, inicie reanimación
cardiopulmonar. Detenga cualquier sangrado aplicando una compresa (puede ser un
trozo de tela limpio), en caso de necesitar otra compresa no retire la primera y coloque
la nueva compresa sobre la primera. Si sospecha que puede existir fractura de cráneo,
no aplique presión directamente.

Una vez que se ha revisado que la persona tiene una vía aérea accesible (sin objetos
que la obstruyan), esta respirando y el corazón late debe tratársele como si tuviese
una lesión en la columna y debe inmovilizarse. En caso de vómito debe evitarse la
broncoaspiración, para esto gire la cabeza y el cuerpo para prevenir el ahogamiento
con vómito. No se recomienda la administración de analgésicos sin ser indicados por
un médico ya que pueden enmascarar signos graves de un traumatismo y algunos
analgésicos (AINEs) pueden aumentar el tiempo de coagulación, retrasar la
cicatrización y con esto aumentar el sangrado. No se recomienda mover al paciente del
lugar del traumatismo, a menos que esté en peligro su vida (por ejemplo, dentro de un
coche en llamas), esto aplica especialmente en niños, donde no se recomienda
moverle si este se ha caído y presenta síntomas. Evite remover cualquier casco que
tenga el paciente o sacudirlo.

En cualquier paciente con TCE que tenga heridas, no las lave si estas son profundas,
presentan un sangrado fuerte o tienen objetos incrustados, mismos que no deben
retirarse.

Un traumatismo torácico es una lesión grave en el tórax, bien sea por golpes
contusos o por heridas penetrantes. El traumatismo torácico es una causa frecuente de
discapacidad y mortalidad significativa, la principal causa de muerte después de un
trauma físico a la cabeza y lesiones de la médula espinal.

Los traumatismos torácicos pueden afectar a la pared ósea del tórax, la pleura y los
pulmones, el diafragma o el contenido del mediastino. Debido a potenciales injurias
anatómicas y funcionales de las costillas y de tejidos blandos incluyendo el corazón,
pulmón o grandes vasos sanguíneos, las lesiones torácicas son urgencias médicas que
si no son tratadas rápida y adecuadamente pueden dar como resultado la muerte

Según el mecanismo de producción, las lesiones pueden ser cerradas, en las que no
existe alteración de la piel ni de la pared torácica, o lesiones abiertas, en las que la
cavidad pleural está perforada, y esto comporta el colapso del pulmón y la pérdida de
su capacidad con la consiguiente dificultad respiratoria.

Un traumatismo abdominal es una lesión grave en el abdomen, bien sea por golpes
contusos o por heridas penetrantes. El traumatismo abdominal es una causa frecuente
de discapacidad y mortalidad significativa. Debido a potenciales injurias anatómicas y
funcionales de las vísceras y tejidos blandos abdominales incluyendo el hígado,
intestino, médula espinal o los grandes vasos sanguíneos, las lesiones abdominales son
urgencias médicas que si no son tratadas rápida y adecuadamente pueden dar como
resultado la muerte.
174
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Los signos y síntomas de un trauma abdominal incluyen dolor abdominal, distención o


rigidez abdominal, y moretones de la pared externa del abdomen. Todo trauma
abdominal presenta un riesgo grave de pérdida de sangre e infección. El diagnóstico
puede implicar la ecografía, tomografía computarizada y el lavado peritoneal, y el
tratamiento con frecuencia incluye la cirugía.

El tratamiento inicial consiste en la estabilización de la paciente lo suficiente como para


asegurar una adecuada vía aérea, respiración efectiva y circulación, y poder identificar
con detenimiento las lesiones implicadas. La cirugía puede ser necesaria para reparar
órganos lesionados. La exploración quirúrgica es necesaria para los pacientes con
lesiones penetrantes y signos de peritonitis o choque. La laparotomía se realiza a
menudo en traumatismos abdominales contundentes y requerido con urgencia ante
una lesión abdominal que causa una gran hemorragia potencialmente letal. Sin
embargo, con frecuencia las lesiones intra-abdominales también son tratadas con éxito
sin una operación quirúrgica. El uso de la TAC permite a los especialistas utilizar menos
la cirugía, ya que puede identificar las lesiones que pueden ser manejados
conservadoramente y descartar otras lesiones que podría necesitar cirugía.
Dependiendo de las lesiones, un paciente puede o no necesitar de cuidados intensivos

Los traumatismos de la columna vertebral son lesiones traumáticas que


repercuten directa o indirectamente sobre la columna vertebral, existiendo el riesgo de
que afecten a la médula espinal.

 Signos y síntomas: contractura muscular, dificultad para mover las


extremidades, falta parcial o total de tacto en uno o varios miembros,
hormigueo o picores en los dedos, incontinencia de esfínteres, falta de reflejos,
priapismo en el hombre y dolor en la zona afectada.

 Consecuencias: riesgo de fractura vertebral y lesión medular.

 Criterios de gravedad: se tiene que sospechar en función del mecanismo del


accidente (caída desde gran altura, golpes directos sobre la columna vertebral,
movimientos violentos del cuello, etc.).

Actuación:

 Sospechar la lesión en función del mecanismo del accidente.

 No mover a la víctima; si fuera necesario, hacerlo siempre manteniendo en


bloque el eje cabeza-cuello-tronco.

 Tapar a la víctima para evitar el shock.

 Inmovilizar a la víctima si se tiene que proceder a su traslado.

 Vigilar sus constantes vitales periódicamente.

Fracturas:

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Una fractura es la pérdida de continuidad normal de la sustancia ósea o cartilaginosa.


La fractura es una discontinuidad en los huesos, a consecuencia de golpes, fuerzas o
tracciones cuyas intensidades superen la elasticidad del hueso. El término es extensivo
para todo tipo de roturas de los huesos, desde aquellas en que el hueso se destruye
amplia y evidentemente, hasta aquellas lesiones muy pequeñas e incluso
microscópicas.

Primeros auxilios en caso de Fractura

Síntomas:

 Dolor
 Deformidad
 Hinchazón
 Amoratamiento
 Chasquido

¿Qué debo hacer?

Si es en las extremidades superiores o inferiores:

 Inmovilizar la parte afectada entablillándola.


 Si hay herida, colocar primero una gasa o pañuelo limpio.
 Transportar adecuadamente, evitando cualquier movimiento brusco.

Si es en la columna vertebral o cuello:

 Mover cuidadosamente al paciente, mínimo entre 6 personas. Con cuidado


colóquelo en una camilla de superficie dura (sin relieves), o en una puerta o
tabla.

Precauciones:

 Jamás mover la parte afectada.


 No hacer masajes.
 No vendar o atar con fuerza.
 No tratar de colocar el miembro en su posición normal.
 No mover innecesariamente.

Una luxación o dislocación es toda lesión cápsulo-ligamentosa con pérdida permanente


del contacto de las superficies articulares por causa de un trauma grave, que puede
ser total (luxación) o parcial (subluxación). En semiología clínica, el término se conoce
como abartrosis o abarticulación.

En medicina, una dislocación es una separación de dos huesos en el lugar donde se


encuentran en la articulación. Un hueso dislocado es un hueso que ya no está en su
posición normal. Una dislocación también puede causar daño a ligamentos y nervios.

176
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Una luxación es la separación permanente de las dos partes de una articulación, es


decir, se produce cuando se aplica una fuerza extrema sobre un ligamento,
produciendo la separación de los extremos de dos huesos conectados.

En estos casos, lo primero que se deberá hacer será:

 Inmovilizar la articulación afectada.


 Aplicar hielo sobre la zona de la lesión para producir analgesia.
 Reposo absoluto de la zona (no hacer masajes).
 Cuando una persona presenta una luxación, no se debe tratar de colocar el
miembro afectado en su lugar bajo ningún concepto, ni tampoco se debe
administrar ningún medicamento ni pomada (excepto si un médico lo
prescribe).
 Trasladar a un centro hospitalario para las correspondientes pruebas, donde si
es necesario se pondrá una férula.

Tema 10. Colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

El personal de seguridad privada es colaborador y auxiliar de la seguridad pública,


según se regula principalmente en el Real Decreto 2364/1994 de 9 de diciembre
(Reglamento de Seguridad Privada), en la Orden INT 318/2011 de 1 de febrero y en la
Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Comenzando por la Orden INT 318/2011, encontramos que:

Artículo 32. Deber de colaboración.

El deber de colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y las comunicaciones


que contempla el artículo 66 del Reglamento de Seguridad Privada,

Artículo 66. Colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

1. El personal de seguridad privada tendrá obligación especial de auxiliar a las Fuerzas


y Cuerpos de Seguridad en el ejercicio de sus funciones, de prestarles su colaboración
y de seguir sus instrucciones en relación con las personas, los bienes, establecimientos
o vehículos de cuya protección, vigilancia o custodia estuvieren encargados (artículo
1.4 de la Ley de Seguridad Privada).

2. En cumplimiento de dicha obligación y de lo dispuesto en la Ley Orgánica de


Protección de la Seguridad Ciudadana, deberán comunicar a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, tan pronto como sea posible, cualesquiera circunstancias o informaciones
relevantes para la prevención, el mantenimiento o restablecimiento de la seguridad
ciudadana, así como todo hecho delictivo de que tuviesen conocimiento en el ejercicio
de sus funciones.

3. El personal de seguridad privada que sobresalga en el cumplimiento de sus


funciones y especialmente en la colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad,
podrá ser distinguido con menciones honoríficas cuyas características y procedimiento
de concesión serán regulados por el Ministerio del Interior.

177
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así como la puesta a disposición de presuntos delincuentes, instrumentos, efectos y


pruebas de delitos, a que se refiere el apartado segundo del artículo 76 del citado
Reglamento,

Artículo 76. Prevenciones y actuaciones en casos de delito.

1. En el ejercicio de su función de protección de bienes inmuebles así como de las


personas que se encuentren en ellos, los vigilantes de seguridad deberán realizar las
comprobaciones, registros y prevenciones necesarias para el cumplimiento de su
misión.

2. No obstante, cuando observaren la comisión de delitos en relación con la seguridad


de las personas o bienes objeto de protección, o cuando concurran indicios racionales
de tal comisión, deberán poner inmediatamente a disposición de los miembros de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad a los presuntos delincuentes, así como los
instrumentos, efectos y pruebas de los supuestos delitos.

se cumplimentarán respecto a los miembros competentes del Cuerpo que corresponda,


de acuerdo con el régimen de competencias previsto en el apartado segundo del
artículo 11 de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, o, en su caso, respecto a la Policía autonómica correspondiente.

Artículo 11.

1. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen como misión proteger el libre
ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana mediante el
desempeño de las siguientes funciones:

a. Velar por el cumplimiento de las Leyes y disposiciones generales, ejecutando


las órdenes que reciban de las autoridades, en el ámbito de sus respectivas
competencias.
b. Auxiliar y proteger a las personas y asegurar la conservación y custodia de los
bienes que se encuentren en situación de peligro por cualquier causa.
c. Vigilar y proteger los edificios e instalaciones públicos que lo requieran.
d. Velar por la protección y seguridad de altas personalidades.
e. Mantener y restablecer, en su caso, el orden y la seguridad ciudadana.
f. Prevenir la comisión de actos delictivos.
g. Investigar los delitos para descubrir y detener a los presuntos culpables,
asegurar los instrumentos, efectos y pruebas del delito, poniéndolos a
disposición del juez o tribunal competente y elaborar los informes técnicos y
periciales procedentes.
h. Captar, recibir y analizar cuantos datos tengan interés para el orden y la
Seguridad Pública, y estudiar, planificar y ejecutar los métodos y técnicas de
prevención de la delincuencia.
i. Colaborar con los servicios de protección civil en los casos de grave riesgo,
catástrofe, o calamidad pública, en los términos que se establezcan en la
legislación de protección civil.

2. Las funciones señaladas en el párrafo anterior serán ejercidas con arreglo a la


siguiente distribución territorial de competencias:

178
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a. Corresponde al Cuerpo Nacional de Policía ejercitar dichas funciones en las


capitales de provincia y en los términos municipales y núcleos urbanos que el
Gobierno determine.
b. La Guardia Civil las ejercerá en el resto del territorio nacional y sumar
territorial.

3. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, los miembros del Cuerpo Nacional


de Policía podrán ejercer las funciones de investigación y las de coordinación de los
datos a que se refieren los apartados G) y H) del número 1 de este artículo, en todo el
territorio nacional.

La Guardia Civil, para el desempeño de sus competencias propias, podrá asimismo


realizar las investigaciones procedentes en todo el territorio nacional, cuando ello fuere
preciso.

En todo caso de actuación fuera de su ámbito territorial, los miembros de cada cuerpo
deberán dar cuenta al otro de las mismas.

4. Sin perjuicio de la distribución de competencias del apartado 2 de este artículo,


ambos cuerpos deberán actuar fuera de su ámbito competencial por mandato judicial o
del Ministerio Fiscal o, en casos excepcionales, cuando lo requiera la debida eficacia en
su actuación; en ambos supuestos deberán comunicarlo de inmediato al Gobernador
Civil y a los mandos con competencia territorial o material; el Gobernador Civil podrá
ordenar la continuación delas actuaciones o, por el contrario, el pase de las mismas al
cuerpo competente, salvo cuando estuvieren actuando por Mandato Judicial o del
Ministerio Fiscal.

5. En caso de conflicto de competencias, ya sea positivo o negativo, se hará cargo del


servicio el cuerpo que haya realizado las primeras actuaciones, hasta que se resuelva
lo procedente por el Gobernador Civil o las instancias superiores del Ministerio del
Interior, sin perjuicio de lo dispuesto para la Policía Judicial.

6. Al objeto de conseguir la óptima utilización de los medios disponibles y la racional


distribución de efectivos, el Ministerio del Interior podrá ordenar que cualesquiera de
los cuerpos asuma, en zonas o núcleos determinados, todas o algunas de las funciones
exclusivas asignadas al otro cuerpo.

Artículo 33. Requerimiento de colaboración.

En el cumplimiento de sus respectivas funciones, el personal de seguridad privada


facilitará, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que se lo requieran, directamente y sin
dilación, la información o colaboración que les resulte necesaria para el ejercicio de sus
funciones.

Artículo 34. Consideración profesional.

El personal de seguridad privada, en el ejercicio de su actividad profesional, recibirá un


trato preferente y deferente por parte de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, tanto dentro como fuera de las dependencias policiales, pudiendo
comparecer en éstas, con el uniforme reglamentario, siempre que tal comparecencia
esté motivada con el ejercicio de sus funciones.
179
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Artículo 35. Consideración legal.

En el cumplimiento de su deber de colaboración, el personal de seguridad privada


tendrá la consideración jurídica que otorgan las leyes a los que acuden en auxilio o
colaboran con la autoridad o sus agentes.

En contestación al escrito de un particular, formulado consulta relacionada con la


interpretación de la Disposición Adicional Tercera de la Ley 23/1992, de 30
de julio, de Seguridad Privada, esta Secretaría General Técnica, previo informe de
la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, emitió el siguiente informe:
Con carácter previo al análisis de la cuestión planteada en el escrito de referencia,
debe señalarse, de conformidad con lo establecido en el artículo 35 de la Ley 30/1992,
de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del
Procedimiento Administrativo Común, relativo a los derechos de los ciudadanos, en
relación con el artículo 4 de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y
Funcionamiento de la Administración General del Estado, relativo al principio de
servicio a los ciudadanos, que las Administraciones Públicas, en función de sus
disponibilidades, habrán de proporcionar información y orientación a los ciudadanos
acerca de los requisitos jurídicos o técnicos que impongan las disposiciones vigentes,
auxiliarles en la redacción formal de documentos administrativos y proporcionarles
información de interés general por medios telefónicos, informáticos o telemáticos.
En consecuencia, si bien la labor de asesoramiento que corresponde a esta Secretaría
General Técnica, de acuerdo con el artículo 10.2.a) del Real Decreto 1181/2008, de 11
de julio, por el que se modifica y desarrolla la estructura orgánica básica de este
Ministerio, se circunscribe a los órganos del propio Departamento, en virtud del deber
general de colaboración con los ciudadanos que corresponde a la Administración, se
viene dando respuesta a las peticiones de informe que se formulan sobre asuntos de la
competencia de este Ministerio.
Ahora bien, los informes o respuestas que emite este Centro Directivo tienen un
carácter meramente informativo y orientativo –nunca vinculante- para quien los emite
y para quien los solicita, sin que quepa atribuir a los mismos otros efectos o
aplicaciones distintos del mero cumplimiento del deber de servicio a los ciudadanos
antes citado y, obviamente, nada tienen que ver con los informes preceptivos a que se
refieren los artículos 22.2 y 24.2 de la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno,
en relación con el procedimiento de elaboración de leyes y reglamentos.
Asimismo, debe señalarse que, como norma general, cualquier consulta o petición
dirigida a una Unidad de este Ministerio deberá formularse, bien mediante escrito
dirigido y remitido por correo ordinario a la Unidad de que se trate, bien mediante
correo electrónico a través de la página web del Departamento (estafeta@mir.es).
Centrándonos ya en el análisis de la cuestión sometida a criterio, cabe formular las
siguientes consideraciones:
El artículo 11.1 de la Ley 23/1992, de 30 de julio, y el artículo 71 de su Reglamento de
desarrollo, aprobado por el Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre, y modificado
por el Real Decreto 1123/2001, de 19 de octubre, enumeran las funciones que, con
carácter exclusivo y excluyente, corresponde desempeñar a los vigilantes de seguridad
en su consideración de personal auxiliar y colaborador de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad.

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Por su parte, tanto la Disposición Adicional Tercera de la Ley 23/1992, de 30 de julio,


como la Disposición Adicional Primera del Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre,
se refieren a las actividades que quedan fuera del ámbito de aplicación de dichas
normas y que, por tanto, pueden y deben ser desempeñadas por personal distinto del
de seguridad privada.
Pues bien, en primer lugar, cabe poner de relieve que tanto la Ley 23/1992, de 30 de
julio, como su Reglamento de desarrollo, contienen descripciones genéricas de las
funciones que corresponden a los vigilantes de seguridad, pero no contemplan -por
constituir objeto de la normativa laboral sectorial- las tareas específicas en que tales
funciones se concretan, lo cual dificulta en muchos casos la exacta determinación de
cuáles de ellas deben ser desempeñadas por personal de seguridad y cuáles otras,
precisamente por no ser de seguridad privada, pueden y deben ser desarrolladas por
personal distinto de aquél.
En principio, y como criterio general, puede señalarse que la correcta aplicación de la
legislación de seguridad privada pasaría por reservar al personal de seguridad privada
estrictamente las funciones de vigilancia y seguridad activa de bienes y personas -
diurna y nocturna- y el control de sistemas de seguridad; entendiéndose por vigilancia
y seguridad activa aquélla que incluye la posibilidad de repeler cualquier agresión al
bien que se vigila.
Asimismo ha de entenderse, en buena lógica, que la vigilancia nocturna ha de estar
reservada al personal de seguridad privada, por cuanto en tales circunstancias podrían
requerirse potestades específicas en orden a la represión de posibles agresiones a la
seguridad de los bienes y personas.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, considerando la Disposición Adicional
Tercera de la Ley 23/1992, de 30 de julio, la Disposición Adicional Primera del Real
Decreto 2364/1994, de 9 diciembre, y las concretas funciones que corresponden al
personal de seguridad privada -en particular los artículos 71, 72, 76 y 77 del
Reglamento de Seguridad Privada-, se podrían, a grandes rasgos, señalar las tareas
que corresponden, por un lado, al personal propio de los establecimientos o al personal
auxiliar de servicios y, por otro, al personal de seguridad privada, sin perjuicio de las
funciones genéricas o concretas que la Ley y el Reglamento directamente les
atribuyen.
A) Personal auxiliar
Son funciones susceptibles de ser realizadas por personal propio de los centros
comerciales e instalaciones industriales o por auxiliares de servicios contratados a tal
fin, y que por ser ajenas a las funciones de seguridad privada no podrán ser realizadas
por vigilantes de seguridad, las siguientes:
1. En las entradas de los establecimientos:
a) Apertura y cierre ordinario, sin perjuicio de que pueda estar presente en
dichos momentos -por su especial vulnerabilidad- personal de seguridad privada,
en prevención de incidentes de seguridad.
b) Control de entradas y salidas ordinarias de los clientes y las mercancías.
c) Recepción de clientes, siempre que no existan sistemas de seguridad frente a
infracciones, como, por ejemplo, detectores de metal.
d) Recogida y custodia, en su caso, de efectos portados por los visitantes
(bolsos, maletas, etc.), que no conlleve el control interior de los efectos
personales.
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e) Información en accesos.
2. En el interior de los establecimientos, en relación con los clientes:
a) Información, orientación y, en su caso, acompañamiento de clientes.
b) Organización y control de la evacuación de clientes, cuando se requiera por
cualquier motivo.
c) Exigencia del cumplimiento de las normas propias del establecimiento
(prohibición de fumar, conducta correcta de clientes, acceso a zonas prohibidas,
etc.), que no conlleve la realización de acciones coactivas o de control de
identidad o de efectos personales de las personas que puedan incurrir en tales
conductas.
3. En relación con el mantenimiento del establecimiento:
a) Control de los bienes o productos existentes en el establecimiento.
b) Comprobación del estado y funcionamiento de las instalaciones generales que
no sean propiamente de seguridad.
c) Control, en su caso a través de medios técnicos, de los sistemas de
mantenimiento (calderas, instalaciones eléctricas, etc.) que no sean de
seguridad.
d) Control de los sistemas antiincendios.
B) Personal de seguridad privada
1. En las entradas de los establecimientos:
a) Apertura y cierre extraordinario del establecimiento (por ejemplo, en horario
no laborable).
b) Control de entradas y salidas extraordinarias de clientes, personal del
establecimiento o mercancías.
c) Control, si fuere preciso, de identidad de clientes.
d) Recepción de clientes cuando existan sistemas de seguridad, como detectores
de metal.
e) Recogida y custodia, en su caso, de efectos portados por los clientes (bolsos,
maletas etc.), cuando sea preciso el control interior de los efectos personales.
2. En el interior de los establecimientos, en relación con los clientes:
Naturalmente, su función general es la vigilancia y protección activa -con posibilidad de
actuación represiva- de los bienes y su necesaria intervención en las situaciones
siguientes:
a) Identificación de personas.
b) Retención de personas, poniéndolas inmediatamente a disposición de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
c) Registros, aun cuando únicamente en supuestos de indicios de comisión de
actos delictivos.
d) Expulsión de personas por incumplimiento de las normas propias del
establecimiento. e) Control de salidas en supuestos de sustracción o deterioro de
bienes o productos.

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f) Intervención en supuestos de actos vandálicos, atraco, intrusión, etc., y


puesta en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de tales hechos.
g) Especial atención, de carácter complementario, en la organización y control de
la evacuación de visitantes.
h) Atención a todas las situaciones en que sean requeridos por el personal
propio de los establecimientos.
3. En relación con las instalaciones de seguridad:
a) Comprobación del estado y funcionamiento de las instalaciones de seguridad
para la prevención de delitos y faltas.
b) Vigilancia y control desde los medios técnicos que constituyen sistemas de
seguridad contra delitos y faltas.
c) Transmisión de la información e instrucciones referentes a las situaciones
advertidas por los mencionados sistemas de seguridad.
En conclusión, sin perjuicio de que pueda admitirse una cierta discrecionalidad en
cuanto a determinados puestos de trabajo que, consistentes en la custodia ordinaria
relacionada básicamente con las normas de funcionamiento del establecimiento,
pudieran ser asignados a personal auxiliar o a personal de seguridad privada, en
atención a determinadas circunstancias, puede decirse que los aspectos
diferenciadores de uno y otro personal se fundamentan básicamente en tres
parámetros:
1. La naturaleza de las actividades que realizan que, en el caso de las excluidas del
ámbito de aplicación de la Ley y el Reglamento de Seguridad Privada, no van
encaminadas a la prevención de delitos y faltas.
2. La no exigencia de que el personal a que se refiere la Disposición Adicional Primera
del Real Decreto 2364/1994, esté integrado en empresas de seguridad, requisito que,
sin embargo, resulta imprescindible en el caso de los vigilantes de seguridad.
3. Las circunstancias en que deben prestarse los servicios, que, en el caso del personal
excluido del ámbito de aplicación de la normativa de seguridad privada, son las
siguientes:
- En el interior de inmuebles.
- Sin usar ni portar armas.
- Sin utilizar distintivos o uniformes que puedan confundirse con los previstos en
la normativa de seguridad privada para el personal de seguridad privada.

De todo cuanto antecede, y en respuesta concreta a la cuestión que se consulta, cabe


concluir que las actividades excluidas del ámbito de aplicación de la Ley y el
Reglamento de Seguridad Privada no precisan de ningún tipo de
autorización o habilitación otorgada por este Ministerio para su desarrollo

-Menciones honoríficas.

El personal de seguridad privada que sobresalga en el cumplimiento de sus


obligaciones, podrá ser distinguido con menciones honoríficas que, en el caso de
vigilantes de seguridad y guardas particulares del campo y sus especialidades, se
anotarán en su cartilla profesional.

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Estas menciones podrán concederse de oficio o a iniciativa de particulares, de las


empresas a las que pertenezca el personal, o de otras entidades relacionadas con la
seguridad privada, otorgándose, a nivel territorial, por los Jefes Superiores o
Comisarios Provinciales de Policía o, en su caso, por los Jefes de Zona o de
Comandancia de la Guardia Civil del territorio donde se haya producido la actuación
determinante de la mención, y a nivel central, por los Órganos o Unidades
competentes, así como por las autoridades autonómicas competentes, quienes las
anotarán en la cartilla profesional, previa comunicación oficial al interesado.

Además de al personal de seguridad privada, podrán también concederse menciones a


personas, físicas o jurídicas, relacionadas o vinculadas con el sector o actividades de la
seguridad privada.

Las menciones honoríficas se otorgarán teniendo en cuenta la especial peligrosidad,


penosidad, iniciativa profesional o transcendencia social, concurrentes en los supuestos
que a continuación se relacionan y que determinarán las consiguientes categorías:

Categoría A:

 Resultar lesionado el personal de seguridad privada, o haber corrido grave


riesgo su integridad física, con motivo u ocasión de la prestación de un servicio,
en cumplimiento de sus deberes u obligaciones.
 Haber evitado la comisión de delitos en relación con el objeto de su protección,
con detención de los implicados, cuando suponga especial riesgo para su
persona o grave dificultad en la realización.
 Haber facilitado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad información relevante
que, por su contenido, haya contribuido al esclarecimiento de delitos o hechos
cometidos por organizaciones de delincuentes.
 Haber facilitado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad información que, por su
contenido o circunstancias, resulte importante para la seguridad del Estado o
para el mantenimiento de la seguridad ciudadana.

Categoría B:

 Haber evitado la comisión de delitos en relación con el objeto de su protección.


 Actuaciones humanitarias con motivo de accidentes, siniestros o catástrofes,
que superen el estricto cumplimiento de sus deberes.
 Cualquier otra actuación que, a juicio de las unidades de las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad, sea acreedora de esta mención honorífica.

Estas menciones honoríficas u otros reconocimientos que puedan concederse al


personal o empresas de seguridad privada, se entregarán con ocasión de la celebración
del Día de la Seguridad Privada o de actos de reconocimiento social al servicio que
presta la seguridad privada.

Las anteriores menciones permitirán el uso de un pasador o distintivo específico sobre


el uniforme, con el diseño que se determine, mediante Resolución del Director General
de la Policía y de la Guardia Civil, que no podrá confundirse con los de los Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad ni de las Fuerzas Armadas.

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