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Guerra 4ta generación

La Guerra de Cuarta Generación tiene a nuestro país en el escenario de sus objetivos políticos y
ataques económicos. Esta guerra se basa en la desestabilización psicológica de la ciudadanía que
genera una sensación de desorden, inestabilidad social y una confusión que impide que la verdad
se conozca porque existen versiones diferentes y contradictorias de la misma.

En este juego de caos socializado, la mentira y el odio son los instrumentos intangibles que operan
como los peones de un juego sucio del que no se tiene conciencia. Esta guerra se gesta en unos
laboratorios de inteligencia conformados por equipos interdisciplinarios provenientes de
diferentes áreas del conocimiento y sus cuarteles están en los medios de información, ya no en los
partidos políticos. Sus acciones son ejecutadas a través de los maassmedia que convierten lo falso
en real, una media verdad en noticia, una mentira en un acontecimiento internacional, pudiendo
diseminarse sus contenidos sin ningún control a través de las redes sociales encargadas de
replicarlas exponencialmente.

Esta guerra va reforzada por acciones que alteran la cotidianidad de los ciudadanos sin distinguirse
adversarios y aliados al relacionarse con lo real de una escasez de productos de la dieta diaria, del
acaparamiento de productos claves de uso personal, del aumento progresivo de los precios que
inciden en el impacto inflacionario, etc.

Esta guerra no convencional, diseñada por el poder imperial, genera en las fuerzas revolucionarias
un problema funcional y de filiación terrible al determinarse que el adversario virtual se presenta
en la realidad en el hijo, la hermana, la amiga fraterna, el jefe del trabajo, el vecino, el compañero
de asados, el profesor admirado, el cura, la novia o la esposa.

Las consecuencias de este proceso dispersor es la fractura de familias, grupos de amigos,


noviazgos, matrimonios, empresas, entre otros. No se olvide que el propósito de esta guerra es
quebrantar el sentimiento filial, segmentar grupos sociales y anulares los vínculos que una nación
necesita para su integración.

La Guerra de Cuarta Generación se traduce en escaramuzas inocentes y enfrentamientos verbales


y de grupos a través de axiomas comunicacionales a través del twitter, descalificación por el
Facebook o mensajes de texto en cadena. La confrontación aparece sin ideologías entre sujetos sin
historia ni contextos.

El paradigma de esta guerra tiene un marco conceptual y operacional que se da en nuestras


mentes y se refuerza en los comentarios del día, en las compras cotidianas, en los abastos frente a
una especulación inexplicable y en las farmacias con medicamentos clave desaparecidos de las
vitrinas.

No olvidemos que el fin de esta particular guerra es alienar nuestra conciencia para neutralizarnos
y dominarnos mediante la inseminación del miedo, la defensa de una democracia estandarizada,
la falsa dignificación de los derechos humanos, el rescate de una libertad que los venezolanos ya
poseemos y el ofrecimiento de una salvación externa proveniente siempre de los países del norte;
nunca la discusión tendrá como escenario autónomo los países en conflicto.

Esta guerra declarada en Venezuela será sin cuartel porque el verdadero propósito no es la
defensa de la democracia sino la posesión absoluta del petróleo y el agua. Mirémonos en las
guerras de Irak, Libia, Egipto, Túnez y Siria.

Guerra 5ta generación


En Venezuela estamos en medio de una Guerra de Quinta Generación (G5G), donde se verifica el
asesinato de la verdad y el intento de su sustitución por una realidad-virtual que sirve para
adocenar, doblegar pueblos, asesinar ideas, y donde las viejas armas y herramientas ya no son
útiles.

“La verdad es la primera víctima de la guerra”, dijo Esquilo, hace unos 2500 años. La realidad
virtual manipulada mundialmente por los medios hegemónicos y las redes digitales, quiere
mostrar a una Venezuela en guerra civil, pero donde las dos marchas del domingo 10 (chavismo y
oposición) confirman la existencia de una sólida democracia. No se registró ni un solo incidente. Y
eso también fue invisibilizado por el terror mediático.

El término de Guerra de Cuarta Generación es usado por los estrategas estadounidenses para
definir la última fase de la guerra en la era de la tecnología informática y de las comunicaciones
globalizadas. Ya no se necesitan ejércitos para imponer proyectos políticos, económicos, sociales:
los soldados de esta guerra ya no son militares sino expertos comunicacionales en insurgencia y
contrainsurgencia que sustituyen las operaciones militares por las sicológicas.

En la G5G (también denominada guerra sin límites), introducida desde el 2009 como concepto
estratégico operacional en las intervenciones EEUU-Otan, no interesa ganar o perder, sino
demoler la fuerza intelectual del enemigo, obligándolo a buscar un compromiso, valiéndose de
cualquier medio, incluso sin uso de las armas. Se trata de una manipulación directa del ser
humano a través de su parte neurológica (ondas biaurales y componentes de cristales de
magnetita del cerebro y los métodos sobre sus posibles manipulaciones). (1)

Y los medios masivos y las redes sociales son parte integral del esquema de esta guerra, para
generar desestabilización en la población a través de operaciones de carácter psicológico
prolongado; se busca afectar la psiquis colectiva, afectar la racionalidad y la emocionalidad,
además de contribuir al desgaste político y a la capacidad de resistencia.

Y se cuenta con mecanismos científicos de control total a través de no solo la manipulación de


medio masivos de comunicación e información concentrados, sino también de sistemas
financieros como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de
Desarrollo, miles de fundaciones y organizaciones no gubernamentales,

Ya no son los estados-nación solos los que van a la guerra, sino que éstos responden a los
intereses de las grandes trasnacionales, del cartel financiero, el lobby petrolero, el emporio
mediático y comunicacional en manos de cinco megaempresas que controlan el biga data y la
inteligencia artificial, las empresas del complejo militar-industrial de EEUU y Europa. Es el 1% del
mundo que quiere controlar, definitivamente, al 99% restante,

El concepto de dominación de espectro completo significa aplicación simultánea y permanente de


mecanismos variados que tiendan a confundir y a la vez a producir resultados combinados en un
bombardeo permanente, simultáneo, continuado, en todos los frentes, que no deja tiempo para la
reacción (o para tomar aliento), donde los medios de comunicación trasnacionales, cartelizados, y
la manipulación de las llamadas redes sociales juegan un papel predominante.

https://www.alainet.org/es/articulo/198252

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