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“Sobre el Cifrado”

Luis Alberto Ramírez

Se ha discutido ampliamente al interior de los cursos teóricos de la Universidad la existencia de diversos


modelos de cifrado analítico, recomendando el uso de nomenclatura por números romanos en mayúsculas,
añadiendo la cualidad del acorde correspondiente; además de hacer uso de los grados bIII, bVI, bVII, cuando
el contexto tonal sea Menor o se realicen préstamos modales de estos grados a la tonalidad paralela mayor.
A diferencia del uso de la barra Oblicua (Slash) en el cifrado americano (el cual indica la nota más baja de
determinada unidad cordal), en el cifrado analítico, esta barra indica una relación de posición establecida
temporalmente con algún otro grado de la tonalidad diferente al grado I, por ejemplo, en el caso de
dominantes secundarias o segundos relacionados. Las inversiones de los acordes se notan por medio del uso
de números en subíndice, los cuales indican la relación interválica respecto al bajo. En el caso de las
Modulaciones, se recomienda hacer uso de dos niveles de altura (renglón) diferente para cada una de las
tonalidades involucradas en los ejercicios de análisis.

En el caso de los ejercicios y trabajos al interior del proceso formativo de la Universidad, siempre haga uso de
los dos sistemas de cifrado, dependiendo del número de pentagramas por sistema, puede designar un solo
pentagrama denominado “Cifrado”, para ambos sistemas de cifrado, o escribir en la parte superior de los
pentagramas el cifrado americano y en la inferior el analítico.

Lo importante en el uso de esta herramienta del cifrado, es la claridad de análisis y abstracción de la


información funcional del pensamiento armónico, la razón por la que se solicita el uso de ambos, es para
fortalecer la relación entre la interpretación y la funcionalidad de los acordes. Usaremos ambos cifrados en la
medida en que podamos establecer relaciones (Tonales o Modales) con un grado I; en diversas posturas
armónicas no funcionales estaremos en la obligación de prescindir de alguno de los sistemas de cifrado.

Esta metodología es una postura institucional, se recomienda su uso, por la claridad en cuanto la abstracción
de la información, sin embargo, usted puede usar o construir un sistema que le facilite la comprensión y
exposición de las temáticas pero tenga en cuenta los siguientes elementos:

• El sistema de cifrado debe permitirme establecer con claridad una relación funcional y de posición,
de las unidades cordales. En este sentido el cifrado con mayúsculas y minúsculas, no es práctico; por
ejemplo en el caso de los grados VII y bVII, en las tonalidades menores; o en los préstamos modales.
(En este sistema, el acorde de C en la tonalidad de E, se cifraría VI, mientras que C#m, se cifraría vi,
en ninguno de los dos casos la notación nos establece una relación clara de la posición del acorde
respecto al grado I, e imposibilitaría cifrar analíticamente casos particulares, como un C# en una obra
cuyo centro tonal o modal sea E1).
• Las mayúsculas y minúsculas pierden sentido, en el momento en que para cifrar unidades
cordales aumentadas y disminuidas se debe hacer uso de símbolos diferentes al cambio de
tipo de letra y se obliga a adjuntar algún elemento diferenciador; (por ejemplo en el acorde
viiº).
Existe mayor claridad al determinar el uso de los números romanos únicamente para denotar una
posición determinada y notar la cualidad en todos los casos, ejemplo: VI-7 ó bIIImaj7. El uso de la
notación º para el caso de los acordes disminuidos, se usará para los acordes triadas y el acorde

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Este caso en particular puede ser oído en la siguiente obra (Caja de Música, Pedro Aznar – Mercedes Sosa); nótese que el uso del Acorde
de C# no tiene una funcionalidad de dominante secundaría, y el centro tonal en E no se ve alterado en ningún momento, lo invito a
realizar el análisis de la obra: https://www.youtube.com/watch?v=a3v8tArNo1s
disminuido con séptima disminuida, o completamente disminuido (º7). Se preferirá en el el cifrado
analítico y americano, el uso de -7b5, en el caso de los acordes llamados “semidisminuidos”; esto
evita la posible confusión entre acordes, además de que facilita la escritura del acorde disminuido
con séptima menor, cuyo símbolo (línea diagonal tachando el símbolo º) no es de común aparición
en los sistemas informáticos, o en las fuentes de los editores de texto tradicionales.
• El sistema de cifrado usado debe permitir el análisis en contextos tonales y modales, y a su vez
favorecer su comparación, y la diferenciación de los diferentes casos en el uso de las unidades
cordales.
El uso del cifrado al interior de un sistema Tonal, debe mantener clara las relaciones entre posición
y funcionabilidad; y a su vez, debe permitir la notación para las diferentes particularidades de la
modalidad; por ejemplo:
Al Interior de la tonalidad de Cm, el cifrado analítico debe permitir diferenciar cuando el uso del
acorde F7 obedece a una dominante secundaría, es decir: V7/bVII; o cuando su uso obedece más a
una sonoridad propia del Modo de C Dórico, en cuyo caso este F7 se cifraría como IV7.
• En relación al ítem anterior debe tenerse cuidado del correcto uso del cifrado, conforme su contexto
tonal o modal, evitando generar incongruencias entre la posición de un acorde y su función. De tal
manera acordes como #Iº7, para dirigirse a un IIm, o #IIº7, para dirigirse a un IIIm, cuyo uso está
ampliamente difundido, deberían cifrarse como VIIº7/IIm y VIIº7/IIIm, clarificando su función,
dirección y posición real. Otro caso particular es el uso del I7, cifrado que denota un contexto modal
de Mixolidio, el cual no debe usarse cuando el análisis haga referencia a un V7/IV.
• Un cifrado debe ser de fácil comprensión, y evitar al máximo anexos explicativos.

Ejemplos de Cifrado:

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