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COMO
REPROGRAMAR
TU VIDA
Basado en el Método Syneidesis de
creación consciente
APRENDE A
TRANSFORMAR TU
REALIDAD
EN LO QUE DESEA TU
CORAZÓN
www.galerialalinea.com
Como reprogramar tu vida
Víctor Brossa
Jesús llamó a la multitud y dijo:
Escuchad y entended. Lo que contamina a
una persona no es lo que entra en la boca
sino lo que sale de ella.
Mateo 15
INDICE
EL MÉTODO SYNEIDESIS
INTRODUCCIÓN
HACERTE CONSCIENTE
MAGIA Y CREATIVIDAD
La creación consciente responde a
leyes superiores que es importante
conocer. Mientras el hombre común
depende de algo externo para poder
llegar a materializar sus creaciones, el
artista consciente depende de sí mismo
porque es un mago capaz de centrar su
energía en aquello que desea, generando
la magia necesaria para que las
aparentes casualidades lo guíen hasta
lograrlo. Una vez más, esto es aplicable
a todas las áreas de creación. Se trata de
respirar y lanzar la flecha confiando en
que llegue al lugar elegido, o lo que es
lo mismo, centrar el objetivo y generar
la posibilidad, dirigiendo nuestra
energía hasta conectar con el estado
creativo capaz de abrir una vía
aparentemente imposible. Así ocurre
cuando pinto un cuadro. Puedo pintar
tratando de controlar el resultado
mediante un proceso puramente técnico
o dejarme llevar permitiendo que la
casualidad me sorprenda. La creatividad
es la clave, porque nos conecta con la
sabiduría, la fluidez, la espontaneidad y
lo más esencial de nosotros mismos, que
una vez más, es lo que trata de alimentar
el artista consciente en cualquier área de
su vida.
En el terreno empresarial por
ejemplo, podemos crear una empresa en
función del mercado, la competencia, el
cálculo de los factores de riesgo,
estudios de mercado, etc., o por el
contrario, podemos simplemente
respirarnos y escuchar cuál es la
empresa que nuestro corazón nos pide
generar, la que siente que vino a crear.
El secreto es confiar entonces en los
estados creativos que nuestro
conocimiento interno genere, para ir
desplegando y activando las
circunstancias adecuadas que nos lleven
a que las cosas sucedan por sí mismas,
sin esfuerzo y sincrónicamente. Eso no
significará que no tengamos en cuenta
los factores externos, pero jamás nos
dejaremos dirigir por ellos. Observará
el lector que en este libro propongo
siempre una forma de proyección que
tenga en cuenta el deseo interno de cada
uno y no el capricho de un ego
competitivo o temeroso, porque sin un
camino con corazón el trayecto que se
recorre es el de la enfermedad y la
muerte, algo que no deseo abonar. Para
mí, el tema no está en crear lo que mi
capricho desee sino más bien lo que mi
corazón me pide. Claro está que se
puede generar realidad desde otros
estados. Lo hacemos cada día sin darnos
cuenta, pero el sentido de este libro, así
como el del Método Syneidesis es, una
vez más, el de la creación consciente,
saludable, favorable a lo más esencial
de cada ser humano. Esta es al menos mi
elección de vida y lo que deseo
alimentar y transmitir.
RECUPERA TU AUTENTICIDAD
ORIGINAL
Un bebé no se preocupa en
contentarnos, en darnos lo que no tiene o
lo que necesita. No le interesa ser bueno
o hacer algo para no ser malo. No le
importa tu opinión ni la mía. Solo se
ocupa de él, de ser exclusivamente él
mismo y para ello, pide lo que desea
llorando hasta la saciedad porque sabe
que ese es su derecho natural de
abundancia y el foco principal de su
supervivencia. Un bebé llora también
para descargar tensión, algo que
deberíamos aprender a recordar y
practicar para vivir más centrados.
Somos eléctricos y necesitamos
descargar a tierra toda la tensión que
acumulamos durante el día si deseamos
tener un buen descanso.
Un bebé todavía no ha aprendido a
fingir y siempre que se expresa, lo hace
mostrando abierta y efusivamente todas
sus emociones. No se guarda nada
dentro, porque su instinto sabe que eso
enferma. Un bebé es un artista de lo más
auténtico, aunque su expresión y fluidez
nos incomode algunas veces y
prefiramos ahogar su llanto en lugar de
aprender a sostenernos ante el. Un bebé
solo es el espejo de lo que un día
fuimos, cuando todavía nada nos
condicionaba.
A estos maravillosos seres jamás se
les ocurre despreciar aquello que los
hace genuinos y mucho menos, renunciar
a lo que necesitan para repartirlo entre
los más necesitados. Eso no significa
que no sean generosos. Lo que
comparten con los demás es
precisamente el brillo resultado de estar
saciados, de estar llenos de todo lo que
les permite ser pura vida en acción.
Cuando un bebé está lleno de alimento,
amor y descanso, la luz que irradia su
felicidad es tan intensa que nos parece
suficiente.
Un bebé se ama tanto a sí mismo que
se ocupa de expresar lo que necesita sin
vergüenza alguna, atendiendo siempre a
su propio interés. Para estos maestros de
la autenticidad y el amor incondicional,
lo políticamente correcto no significa
nada. Si un adulto actúa de ese modo,
automáticamente es tildado de egoísta e
interesado y se le supone carente de
amor, pero del amor se habla mucho y se
conoce poco.
ÁMATE A TI MISMO PARA PODER
AMAR A LOS DEMÁS
En la Grecia antigua había varios
tipos de amor y estaban bien
diferenciados. Antes de hablar de ellos,
deseo clarificar algo con respecto al
interés. En nuestra sociedad, el interés
está mal visto. Al interesado se lo
relaciona con alguien falso y sin
escrúpulos, carente de corazón. A pesar
de eso, en el terreno laboral o incluso
dentro de cualquier tipo de formación o
estudio, se espera siempre del individuo
que ponga todo su interés en lo que hace.
Esta es la incoherencia en la que nos
hemos criado y desarrollado, donde el
interés solo es valorado dentro de
marcos específicos y nunca cuando se
trata de algo esencialmente propio.
A pesar de que muchos crean estar
desligados de las religiónes, vivimos
marcados por la oscuridad de su
herencia. No me refiero, claro está, a la
parte amable de estas, sino a la oscura
influencia de todos los programas
limitantes que actúan todavía hoy sobre
nuestra voluntad a través de
pensamientos y actos inconscientes.
Algo de nosotros vive entre el juicio y
la culpa, tratando de reproducir modelos
de bondad que representan el
desprendimiento de lo material y la
ausencia de interés en uno mismo, sin
comprender que vinimos a la vida
justamente a prendernos de ella, a ser
nosotros mismos a través de cada
aliento encarnado, aunque sea solo por
un corto espacio de tiempo. No tiene
sentido separar espíritu de materia
dignificando al primero y condenando a
la segunda. Todo lo que existe forma
parte de nosotros y por tanto, es
absolutamente sagrado.
Un bebé mira siempre por su interés y
no conoce la indignidad o el sentido de
sufrir por los demás. Reconoce en sí
mismo la manifestación de lo divino y le
basta con ser, desde donde se sabe
merecedor de todas las atenciones. Cada
vez que nos mira y nos regala su limpia
sonrisa, una mueca de asombro o su
estado de presencia, en realidad nos está
reconociendo también como a seres
divinos. Esa es la razón por la que un
bebé nunca nos mirará con superioridad
o deprecio. Observarlo nos conecta con
nuestra autenticidad esencial, esa que
hemos ido perdiendo al dejarnos
absorber y condicionar por un sistema
educativo que se ha ocupado más en
programarnos en la docilidad que en
reconocernos, potenciarnos y
enseñarnos a gestionar emociones.
Si el interés es algo mal visto a nivel
social, el sufrir por los demás es algo
muy valorado. Nos identificamos con el
esfuerzo y la dificultad porque, en cierto
modo, llevamos programas de
servilismo asimilados desde nuestra
memoria celular. El esclavo debe
ganarse el pan, debe ganarse la dignidad
ante su amo, que es el único que merece
disfrutar del placer y la dicha de forma
incondicional. Una prueba de ello es que
la base de nuestra sociedad se sustenta
en el trabajo y la familia, palabras
ambas etimológicamente conectadas a la
esclavitud, al igual que la palabra
servir, que viene de servus, el esclavo
de la casa de Roma.
PROGRAMAS DE SUFRIMIENTO,
ESFUERZO Y DIFICULTAD
LA MISIÓN DE TU VIDA
A pesar de que muchas veces crees
que eliges vivir, lo que elige por ti es el
reflejo inconsciente de lo que dirige tu
vida. Un montón de ideas y órdenes
internas que te llevan a ser quién crees
ser, un personaje que lejos de
representar lo más esencial de ti,
representa las creencias de tu madre, de
tu padre, de tu entorno, etc. Eres lo que
otros desearon que fueras porque jamás
decidiste elegir existir por ti mismo. Me
refiero a elegir representar lo más
esencial de ti a través del personaje que
te sirve como avatar para experimentar
la vida dentro de esta gran película que
entre todos creamos e interpretamos.
Hablo de decidir quién deseas ser
dentro de la obra, asegurándote de que
tu personaje sea digno portavoz de lo
más esencial de ti, imagen y semejanza
de lo que de verdad importa a tu
corazón. Si lo haces, tendrás una misión
que te servirá de norte. Esa misión
debes sentirla y traducirla luego a un
propósito. El propósito es lo que le da
forma a ese ser tu mismo, forma en las
3D para que todo lo que hagas, lo que
crees en cualquier área de tu vida, sea
una extensión de tu misión, una
manifestación totalmente coherente de lo
que esencialmente eres.
Ahora ya sabes que es fundamental
que te construyas tu propio propósito a
partir de esa misión interna, esto es,
amándote tanto como para ser
únicamente tú mismo y reflejar esa
autenticidad en cada pensamiento y
acción, a través de cada proyecto que
emprendas. Ir en contra de tu esencia es
ir en contra de la vida que viniste a
proyectar. No se trata entonces de lograr
cosas o de aprender a crear lo que a tu
capricho le plazca, sino de recordar
cómo generar tu propia realidad desde
tu estado más absoluto de presencia,
para que aquello que viniste a encarnar
forme parte de este mundo para
contribuir a la riqueza de todos. La
pregunta es saber cómo llegar a la
esencia de nuestra autenticidad
traspasando las múltiples máscaras con
las que nos hemos ido identificando,
hasta creer que únicamente somos el
efecto limitado de lo que sueña un dios,
en lugar de comprender que al mismo
tiempo, somos también el dios creador
del sueño que interpretamos.
Tener una misión en la vida no es
suficiente. Me refiero a esa sensación
espiritual que pocas veces sabemos
bajar a Tierra. Tal vez por eso existe
tanta gente perdida ante una vida
aparentemente opuesta a eso que sueña y
desearía vivir. El propósito es entonces
aquello que debe concretar lo esencial
de nuestra misión. Te invito a crearlo
ahora mismo. Construir eso que de
sentido a tu existencia diaria, que
encarne lo que tu corazón te pide vivir.
Un propósito relacionado con tu
cotidianidad como ser humano
consciente que se enamora, tiene hijos,
necesita cosas, tiene inquietudes,
sueños, deseos. No hay nada malo en
eso. Por mucho que te cuanten sobre el
desapego, verás más adelante, a medida
que leas el libro, cómo te confundieron
para que no tomaras lo que es tuyo, para
que no vivieras tu vida.
¿Cómo creo entonces mi propósito de
vida? La respuesta es muy sencilla:
necesitamos usar ambos hemisferios
cerebrales. Nos sintonizaremos con el
hemisferio derecho para sentir esa
misión, para respirar lo que nos cuenta
el corazón. El hemisferio izquierdo lo
usaremos despues para concretar como
bajar la información a Tierra. Es quizá
donde habitualmente tenemos mayor
dificultad, en comprender que un ideal
se encierra en lo limitado para bajar al
mundo denso. Es algo que nos cuesta
comprender porque emitimos un juicio
limitante ante la manifestación de lo
material. Nunca es tan grande, tan
maravilloso o tan perfecto como el ideal
imaginado. Este tema lo tocaremos en
capítulos posteriores. El caso es que el
hemisferio izquierdo se encargará de
ayudarnos a elegir los límites más
adecuados para disfrazar nuestros
ideales. Me refiero a codificarlos para
que puedan encajar dentro de la realidad
cotidiana en 3D. Para crear un propósito
necesitaremos diseñar un cáliz que
pueda contener eso tan amplio y
maravilloso que sentimos que hemos
venido a realizar como misión en la
vida. Solo me queda puntualizar algo
fundamental, quizá lo más importante: la
clave para diferenciar una misión de un
propósito de vida está en que al bajar el
ideal a Tierra, su disfraz debará ser
tejido desde la dualidad. Me refiero a
que la fusión diferencial entre luz y
oscuridad es las que da forma al
volumen, al relieve que permite que
cada ideal tome presencia. Así, para
crear tu propósito solo debes descubrir
la sombra que tu misión no tiene, esa
que se manifestará en tu realidad
cotidiana. Voy a poner un sencillo
ejemplo para facilitar la comprensión:
Imagina que respiras tratando de
descubrir tu misión de vida, y conectas
con tu corazón, sintiendo que has venido
a fluir y ser feliz. Es muy bonito pero no
dice nada. Son muy subjetivas la
felicidad y la fluidez. Además, es algo
que tratas de hacer sin éxito todo el
tiempo porque el mundo externo parece
impedirlo. Así, observas cual es la
sombra que se manifiesta en tu vida, esa
que se esconde tras tus problemas en
todas las áreas de tu vida. Te das cuenta
entonces de que anhelas la fluidez
porque tu vida carece de ella, porque
tienes un patrón de control que te
rigidiza, porque todo en tu vida te
contiene: un jefe dictatorial, un trabajo
que detestas, unos padres rígidos y
severos, etc. Gracias a darte cuenta de
esto, puedes elegir entonces fluir para
resolver esa falta, lo que te facilitará,
sin ninguna duda, la felicidad interna
que no tienes. No es que debas hacer
algo extra para ser feliz, sino que al ser
feliz vas a fluir, pues en definitiva, lo
que manifiesta tu misión es la relación
entre felicidad y fluidez. Si eres feliz
podrás fluir. Aquí tenemos la clave del
propósito. Sin sombra que resolver, sin
ausencia que sanar, sin conflicto que
armonizar, no hay propósito que tenga
sentido. El alma y el corazón anhelan
aquello que no tienen, porque
precisamente lo que falta es lo que les
recuerda aquello que vinieron a realizar.
Esa es la clave. Construir un propósito
es unir luz y oscuridad en nosotros, es
dar sentido a su danza en lugar de
enfrentarlos, en lugar de permitir que
uno someta al otro.
Un propósito en base al ejemplo visto
anteriormente podría ser: “MI propósito
es rsolver con fluidez conflictos de
rigidez”. Entonces la rigidez será mi
aliada, pues me permitirá poner a
prueba lo que vine a realizar. Así es
como la sombra da sentido a la luz.
Cada problema permite resolver
internamente en base a lo que venimos a
realizar. La comprensión de la misión y
la creación del propósito solamente son
formas de creativas de facilitarlo. Para
eso sirve el arte aplicado.
Solo una última cosa para aquellos
que, al tratar de sentir su misión, duden
de su corazón. A pesar de meditar y
probar diferentes formas para
sintonizarse con esa parte más esencial,
a veces no tenemos claro si lo que
sentimos es la consecuencia de alguna
creencia que nos pueda estar
condicionando. No importa. Si ese es tu
caso, no tiene sentido que te fuerces.
Recuerda que si tienes dificultad en
escuchar lo que es importante para ti, lo
más esencial de ti, solo tienes que
detenerte a observar la sombra que
desde siempre, se cierne sobre tu vida.
Los problemas en los que te atrapas, los
roles que interpretas para escapar de
aquello que más temes, eso que te
angustia por encima de cualquier otra
cosa. Si eres paciente, descubrirás que
se trata siempre de la misma historia,
esa que precisamente tu corazón viene a
resolver. Si deseamos crear un
propósito que sintonice con nuestra
misión de vida, debemos observar que
es lo que necesita nuestra herida más
profunda para ser sanada. Una vez más,
esta es la luz de la oscuridad aunque nos
pese. Atendiendo esa herida nos
unificamos y de esa reunión entre luz y
oscuridad crecemos. Aún sin llegar a
algún lugar. Un norte sirve para saber
dónde fijar la mirada. Llegar es lo de
menos cuando el camino proporciona las
riquezas. La misión es la información
para construir ese norte que nos permita
marcar un rumbo y dar sentido a nuestra
existencia. La fuerza de la vida se
encarga del resto.
SÉ TÚ MISMO
RECONÓCETE ANTE TI
No puedes ser grande si no te
reconoces grande a ti mismo, no puedes
ser sabio si esperas que otros
reconozcan desde fuera lo que antes no
puedes sentir tú mismo. Eres lo que
crees y creas lo que crees. La palabra
Khristos es a su vez una traducción de la
palabra hebrea mesias, que significa
«ungido para ser rey». Un rey es el que
determina lo que es real. Un rey decide
y es soberano de su vida y de su
creación, a pesar de que en nuestro
mundo la esencia de lo real se haya
corrompido. Tú eres el rey de tu vida, el
sol que alumbra tus creaciones.
Precisamente el sol es un modelo
crístico muy antiguo, pese a que muchos
confundieron al modelo y lo adoraron en
lugar de usarlo como se usa un
arquetipo, recordando a través de él
cualidades y potenciales de expresión y
experiencia que nos muestran un camino
de autoconocimiento.
En realidad, el sol ya fue un modelo
para nuestros ancestros, porque sabían
que se trataba de un ser consciente muy
poderoso, un bello espejo en el que
reflejarse. A pesar de ello, también
muchos lo adoraron como adoramos hoy
a dioses y maestros, a la ciencia, a la
medicina, a sistemas económicos o
bancarios, a estrellas de pop y de rock,
a futbolistas… Nos encanta adorar lo
externo, lo que creemos que está por
encima de nosotros. Necesitamos adorar
a lo superior porque está en nuestro
programa ser inferiores, nos guste o no.
Me refiero al programa heredado, no al
esencial, que es pura sabiduría. El sol
respresenta al padre sano y que nos
muestra como relacionarnos con el
mundo exterior más allá de la fusión con
la madre. Nos ayuda a ser nosotros
mismos. Nos recuerda nuestro valor
personal.
EL SOL COMO MODELO
ESTADOS CREATIVOS
Cuando me enfrento a la tela en
blanco reconociéndome como el creador
de mi obra, debo asumir mi poder y mi
capacidad para crear. No hacerlo me
convertiría en dependiente de otros, a
los que necesitaría para guiarme en cada
nueva e insegura pincelada. Esos otros
están simbolizados por las múltiples
voces de la mente, esas que generan la
duda. El conocimiento está dentro y los
estados creativos nos permiten acceder
a él desde un fluir natural que surge de
nuestra espontaneidad, de nuestra
autenticidad única e irrepetible. Cuando
decido ser el artista de mi obra asumo
también el riesgo y la responsabilidad a
la hora de generar algo que repercutirá
en mi vida y que me nutrirá de vuelta. Si
decido vomitar mi rabia en la tela, seré
consciente de que se trata de un acto de
vaciarse que permite la limpieza
psicológica y la posibilidad de observar
desde fuera lo que vive escondido
dentro de mis entrañas.
VACÍATE DE LO QUE NO ERES
SOMOS UNO
Todos estamos unidos, aunque a veces
no lo parezca. Cuando un niño llora o
ríe en la otra punta del mundo, algo de ti
también está llorando o riendo. Todo nos
afecta de una forma u otra porque la
información y las memorias que
compartimos son parte de nuestra
historia, donde cada nueva creación se
adhiere a la anterior.
Imagínate ahora nuestra vida
colectiva, aquí en el planeta, como un
gran lienzo que primero pintaron
nuestros antepasados, generación tras
generación hasta llegar a nuestros días.
Imagina capas y capas de pintura hasta
llegar a ti. Aunque la pintura esté seca
por el pasar de los años y a pesar de que
se ha ido pintando encima una y otra
vez, desde la primera pincelada hasta la
última nos afectan y forman parte de
nosotros, aunque todas esas capas estén
ahora sepultadas por el paso del tiempo.
Todo lo que ayudó a que nosotros
existamos ahora forma parte de nuestra
memoria y de nuestro aprendizaje. Ir en
contra de nuestros orígenes es ir en
nuestra propia contra. Debemos estar en
paz con nuestros padres y hermanos, con
todos nuestros ancestros. Debemos
agradecerles su existencia y experiencia,
sea cual sea, porque gracias a ella
nosotros estamos aquí. Eso no significa
que nos sometamos a su voluntad o a su
capricho. Simplemente se trata de
respetarlos, de reconocer su valor en
nosotros y aprovechar su experiencia
con agradecimiento. No existe algo más
sanador para tu mente subconsciente que
reconocer el valor de tus padres. Al fin
y al cabo, son los que te dieron la vida.
Sin su sangre, tu biología no existiría.
Por tanto, ya te lo dieron todo. Es un
acto de humildad agradecerles la vida.
EL ESPÍRITU EN LA MATERIA
En cualquier acto de creación,
siempre que expresamos algo, podemos
reprogramarlo automáticamente si nos
hacernos conscientes de que lo que
estamos invocando, no es coherente con
lo que deseamos. Me refiero a que
siempre podemos darle un sentido nuevo
a todo lo que sale de nosotros,
corrigiéndolo para que no sabotee
nuestra vida. Al reprogramar algo que
nos perjudicaba, esa sombra que fue
expresada debe ser aceptada e
integrada, pero jamás ahogada. Cuando
reprogramamos algo turbio, debemos
agradecer a nuestro lado oscuro la
posibilidad de verlo y reconocerlo
como parte integral de nuestra
experiencia vital. Toda sombra nos
recuerda siempre que también somos
todo aquello que un día juzgamos
indigno y odioso, indigerible y
asqueroso, tortuoso y diabólico. Si se
me permite el juego de palabras: eso
también es Dios, desde donde todavía
no recuerda su unión al corazón.
La vida espiritual hace posible la
material. La separación es una ilusión,
ya lo sabes. Todo lo que ves, incluso lo
que más desprecias, forma parte de ti y
es generado desde el deseo del espíritu
por experimentar los límites de la
materia densa. La vida material permite
al espíritu explorar la aplicación de su
infinitud dentro de un marco finito y
denso. Lo que posibilita hacerlo son las
emociones. Ellas conectan la mente con
el cuerpo. Esta vida material es una
creación que tu alma elige generar para
explorarse y conocerse, un escenario
holográfico creado desde lo más
espiritual que vive en ti. Algo que jamás
te abandona. Por eso, a pesar de la
ilusión de separación, tu vida material
también forma parte de lo espiritual.
Todas tus experiencias dentro de los
límites de la materia son espirituales.
Tanto lo que se manifiesta en tu día a día
como lo que sale y entra de ti es sagrado
y digno de tu admiración y
agradecimiento. Un reflejo de tu deseo
espíritual de experiencia. Lo material no
te aparta nunca de lo espiritual porque el
espíritu lo habita todo. Lo único que te
aleja de lo espiritual es la inconsciencia
de serlo.
V
ESTÁS
REPRESENTANDO
UN PAPEL:
DISFRÚTALO
REPRESENTA A TU PERSONAJE SIN
DEJARTE POSEER POR ÉL
EL CAMBIO EMPIEZA EN TI
Ya he señalado y lo seguiré haciendo
en próximos capítulos, que tu mundo
exterior es solo un reflejo de lo que crea
tu propio estado interno. Me interesa
que con el simple hecho de leer este
libro, queden grabados en ti conceptos
que te ayuden a reprogramarte. Es por
eso que repetioré algunas cosas de
diferente forma. Es totalmente
intencionado. Si no transformas tus
creencias, no podrás transformar tu vida.
Para cambiar el mundo, antes debes
cambiar tú mismo desde dentro.
Sumergirte hasta el disco duro de tu
mente y usar el arte para desprogramarlo
de las ideas que, germinadas en ti, están
creando desde la sombra todo aquello
que repudias de ti mismo, todo aquello
que tu mente crea como algo separado
de ti proyectándolo en tu vida.
Desprogramarlo con arte no es
solamente transformarlo en otra cosa,
como si el mal hubiera que erradicarlo.
Todo lo que consideras dañino, limitante
o negativo tiene su origen en ti.
Traspasarlo pasa por integrarlo, algo
que permite la experiencia artística
consciente.
ABRAZAR LA SOMBRA
Al alimentarse emocionalmente de su
obra, el artista se va convirtiendo en
ella. Si no es consciente, si no está
presente al crear, se irá embriagado ante
la fascinación de su creación,
sumergiéndose poco a poco dentro de la
ilusión de su propio sueño de
experiencia hasta olvidar quién es. A
pesar de su estado de ausencia, con cada
idea, creencia o cosa que consciente o
inconscientemente manifiesta, el artista
sigue generando mundos reales para él,
escenarios de experiencia que lo afectan
dentro de su propia inexistencia. Al no
estar presente, al no recordar que es el
creador de su obra, el artista
inconsciente se vuelve incapaz de
ordenar el caos y este se va reflejando
en su obra hasta poseerlo. Eso hacemos
cada día, cuando no estamos presentes,
cuando no somos conscientes, dentro de
la obra de arte que representa nuestra
vida cotidiana.
Hubo un tiempo en el que un universo
caótico se reflejaba en mi propio
escenario vital plagado de todo aquello
que temía y ocultaba de mí mismo. Un
mundo gris en el que dormía creyendo
estar despierto, en el que muerto jugaba
a estar vivo. Completamente
identificado con la máscara que me
representaba como el que yo creía ser,
mi personaje era parasitado por
entidades e ideas que se alimentaban de
la energía que producía cada estado
anímico por el que yo navegaba…
incluso el de la vanidad de creerme un
modelo de bondad para otros.
Hubo un tiempo en el que creí que la
luz y la oscuridad estaban separadas y
luchaban entre ellas… hasta que me di
cuenta de que el bien y el mal eran una
quimera que vivía en mí y se reflejaba
en cada lugar al que miraba. Abracé la
alquimia de la transformación y
comencé a amar todo lo que detestaba
de mí, honrándome por ser el artista
divino de mi propia existencia vital. A
medida que la satisfacción por estar
lleno de gozo y realización crecía, el
brillo que irradiaba hacia fuera
comenzaba a transformar mi mundo en el
paraíso que siempre había soñado vivir.
Un paraíso aquí en la Tierra, visible
solamente para el que decide creer en
él.
LA NEGACIÓN
LA REBELDÍA DE LA
ADOLESCENCIA
LA CONCIENCIA DE VACIARSE
ENFRENTAMIENTO Y
SOMETIMIENTO
REPRODUCIENDO PATRONES
LA HUIDA
SANACIÓN EMOCIONAL
MIEDO AL FRACASO
REPROGRAMACIÓN ESENCIAL
LA VERDADERA FELICIDAD
ESTAR EN TI ES VOLVER A TU
LUGAR SAGRADO
LA COTIDIANIDAD
La manifestación de esos programas
que nos impiden ser lo que deseamos ser
está impregnada en nuestro día a día, en
lo que detestamos y admiramos en los
demás o en nuestras relaciones
familiares y sociales. En realidad, se
trata de programas que configuran y
determinan tu propio sistema de
creencias, el mismo a través del cual tu
mente procesa la información que recibe
y el mismo que construirá tu percepción,
tu personalidad y tu vida en base a sus
propios esquemas. Por eso te interesa
comprender cómo puedes utilizar la
expresión del arte para aprender a
reconocer lo que navega en lo más
profundo de ti y al mismo tiempo
entender que es el idioma del arte el que
puede interactuar con el inconsciente
para reprogramarlo. No te pido que
dejes de lado tu lógica, sino que abraces
el equilibrio de tu hemisferio derecho e
izquierdo, desde la armonía entre ambos
para beneficiarte.
El arte siempre estuvo en manos de
reyes, emperadores y papas porque ellos
decidían lo que los artistas debían
pintar, escribir y representar para el
pueblo. Sabían que el arte programa el
inconsciente. Hoy en día, con las
tecnologías, esa labor se hace a través
del cine, la radio, la televisión, la
publicidad, las campañas, etc. Es
importante que comprendas que puedes
usar estas técnicas para tu propio
beneficio.
B) CUADRANTE DE LO IMPOSIBLE
Aquí el ego se da cuenta de que
logramos salir del área de confort. Por
eso, para frenarnos, nos hace evidente
que nos equivocamos al salir de lo
conocido, de lo seguro, de lo posible y
se hace justamente imposible toda
progresión. Es el cuadrante que nos
demuestra que todos los que nos
advirtieron del peligro respecto a
nuestro crecimiento tenían razón y que
no es para nosotros. Entonces volvemos
a lo posible o nos quedamos atrapados
en la cárcel que jamás permitirá que
logremos aquello que nos dirigía a
crecer. Es por eso que este cuadrante se
simboliza con las heces, haciendo honor
al dicho popular: “parece que ha pisado
mierda”.
Deducimos que nuestro ego nos ha
atrapado a este segundo cuadrante
porque no somos capaces de reconocer
que el motor que crea nuestra desgracia
está en nosotros. Normalmente, hay otro
que nos lo advierte, aparentemente el
menos acreditado ante nuestros ojos, por
eso es más difícil aceptarlo. Otra opción
es que aceptemos nuestra
responsabilidad en el hecho pero la
minimicemos. También puede ocurrir
que nos convenzamos de que ya le
hemos puesto remedio, a pesar de seguir
atrapados. La última opción es que
culpemos a las circunstancias externas
de nuestra mala suerte, convencidos de
que nunca hicimos algo para provocar
tal situación ¿Le suena al lector toda esa
gente que no asume su poder y
responsabilidad a la hora de crear su
propia desdicha? Es más fácil culpar a
otros, a la crisis, a lo externo, que
asumir que dentro de nosotros hay un
otro que impide el avance. Una parte de
nosotros que detiene el crecimiento por
miedo a morir. Este es el cuadrante de lo
imposible, porque aquello que deseo se
hace imposible, irrealizable para mí.
Siguiendo con el ejemplo anterior del
aspirante a escritor, imaginemos que en
un acto de valentía, deja a la familia y se
va a la ciudad a ser escritor. Tras un
tiempo intentándolo, se confirma lo
peor. Para sobrevivir y poder pagar su
alquiler y comida, solo encuentra un
trabajo por horas muy mal pagado en
una cadena de montaje que le obliga a
hacer 10 horas diarias. Al llegar a casa
se siente cansado y desmotivado.
Argumenta entonces que no le queda
tiempo para escribir. Para seguir con el
ejemplo y dar mayor comprensión sobre
este cuadrante, imaginemos que, a pesar
de todo, nuestro hombtr va escribiendo
su libro a ratos y logra terminarlo, pero
entonces nadie se lo quiere editar. Aquí
es cuando culpa al mundo de su mala
suerte y se va hundiendo en su
frustración en lugar de atender al desde
donde está creando su realidad para que
suceda lo peor.
La frase clave aquí es “no cesa de no
escribirse” porque no deja de
reproducirse la ausencia del logro.
C) CUADRANTE DE LO NECESARIO
Aquí el ego trata de hacernos creer
que dependemos de otros para ser
nosotros mismos, para lograr lo que
deseamos, de manera que nos lleva a
renunciar al crecimiento interior en
detrimento de un aparente crecimiento
externo que se esfumaría si el sujeto u
objeto del que creemos depender
desaparece. Este cuadrante lo simboliza
la mirada porque estamos pendientes del
juicio externo.
Reconocemos cuando el ego nos ha
atrapado a este tercer cuadrante porque
nos supeditamos a otros ignorando o
tapando sus faltas. Incluso si hiciera
falta, nos volvemos como ellos con tal
de no perder el trato de favor, esto es, la
mirada del que nos crea la dependencia.
Pondré un ejemplo para que se entienda
mejor:
Muchos actores, actrices y cantantes
de pop desearon ser estrellas.
Aparentemente lo lograron traspasando
lo imposible, pero si en algún caso lo
hicieron traicionando el alma que los
impulsaba al principio, han caído en el
casillero de lo necesario.
Aparentemente y a los ojos de los demás
han crecido, pero internamente se
vendieron por el lugar que ocupan y
ahora dependen de una industria que
hace con ellos lo que quiere. Eso es
estar en el cuadrante de lo necesario.
Atrapados por la mirada.
La frase clave aquí es “no cesa de
escribirse”, en alusión a que, depender
solo de lo externo para ser nosotros
mismos, jamás nos permite ser libres y
de hecho, de esa forma jamás seremos
nosotros mismos. No cesa de escribirse
la necesidad. Sin mi coche no soy nadie,
sin mi casa, sin una mujer al lado o un
hombre, sin dinero, sin un socio…
D) CUADRANTE DE LO
CONTINGENTE
Este es un cuadrante de crecimiento.
Aquí ya hemos logrado crecer y el ego
lanza sus últimos y desesperados
ataques para confundirnos y encerrarnos,
tratando que abandonemos el
crecimiento o al menos lo detengamos.
Reconocemos cuando el ego nos ha
atrapado en este tercer cuadrante porque
suceden cuatro cosas muy características
de los momentos de crecimiento: alguien
se va, alguien se enfada, alguien
menosprecia el crecimiento o alguien no
se da por enterado del crecimiento y
hace como si nada.
El ejemplo clásico es la llegada de un
niño al mundo. Hasta entonces la pareja
tenía una realidad que ya conocía y tras
los nueve meses de rigor, se encuentra
un niño en casa que demanda teta,
cambio de pañales, atención, etc.
Entonces el hombre se ausenta
escondiéndose en el trabajo, la mujer se
enfada porque no puede con todo, los
padres de ella menosprecian el
crecimiento al transmitirle a su hija que
no hay para tanto. Por último, cuando los
visita su mejor amigo actúa como si no
hubiera niño, como si nada hubiera
cambiado. Bieb, esta es solo una escena
que puede tener cientos de variantes y
que expresa que es lo que ocurre ante el
crecimiento. He visto empresarios
enfadarse porque al crecer su empresa
tienen más trabajo que nunca, o personas
desapareciendo ante el crecimiento,
convencidos de que su vida se ha vuelto
un infierno. También estamos
acostumbrados a presenciar escenas de
gente a nuestro alrededor que
menosprecian nuestro propio
crecimiento quitándole valor. Por
último, están las personas indiferentes
ante cualquier signo de crecimiento,
como el dueño de una gran superficie de
venta de electrodomésticos, que desea
seguir actuando igual que antes de la
ampliación de su negocio, cuando solo
tenía una prqueña tienda. Los
argumentos del ego para no darse por
enterado son muchos y todos ellos
llevan al mismo lugar. Detienen el
crecimiento.
La frase clave aquí es “cesa de no
escribirse”, esto es, el crecimiento se
detiene en seco y el símbolo que
representa este cuadrante es la voz.
Cada vez que tenemos un problema o
bloqueo, necesitamos reconocer en qué
cuadrante nos hemos quedado atrapados
para saber cómo actuar en nuestro mayor
beneficio. Una vez aprendemos a
detectar el cuadrante en el que el ego
frena nuestro crecimiento, solo tenemos
que cruzar en diagonal, donde en lugar
de una cárcel encontraremos,
mágicamente, la resolución al conflicto
interno. Un movimiento que nos
equilibrará, que disolverá la lucha
interna que representábamos. Añadir
que la clave de todo esto la tenemos en
el cruce en diagonal. Por eso nombré la
magia. Al cruzar en diagonal,
inevitablemente pasaremos siempre por
el punto de cruce entre las líneas, justo
en el centro del mapa. Ese punto
representa el vacío, esto es, el lugar
donde todo se crea de nuevo.
Un ejemplo práctico para comprender
el trabajo con este tipo de mapa de
cuatro cuadrantes, más concretamente el
basado en el diagrama de Peirce, sería
darnos cuenta de que, deseando tener
nuestro propio negocio, jamás damos el
paso para lograrlo. Al consultar el
mapa, confirmaríamos que hemos
quedado atrapados a lo posible, pues
estamos a la espera de un mejor
momento ante la enfermedad de nuestro
padre, que demanda nuestra presencia en
la empresa familiar. Entonces, el
diagrama nos aconseja cruzar para
liberarnos, para tomar el poder y
abrazar la resolución que nos permitirá
hacerlo. El error sería dirigirse al
cuadrante de lo imposible o al de lo
contingente, porque solo el cruce en
diagonal nos permite atravesar el vacío,
esto es, el punto del centro.
Así, la sabiduría del diagrama
recomienda cruzar de lo posible a lo
necesario, en este caso, centrar toda
nuestra atención en la mirada, en aquello
que deseamos realizar. Eso nos dará la
fuerza extra. Incluso podemos buscar
aliados para lograrlo. Una vez más, las
cuatro cárceles se convierten a su vez en
espacios de liberación cuando
cruzamos, como lo es una casa en un
pequeño pueblo perdido en las montañas
para alguien que necesita dejar atrás la
densidad de la ciudad y sus
preocupaciones laborales. Al mismo
tiempo, puede ocurrir que, de forma
inversa, para algunos habitantes de ese
pueblo perdido, el enclave sea una
cárcel de la que anhelan huir soñando
con viajar a una gran ciudad. Cada
cuadrante es también el trampolín hacia
el crecimiento como lo es la esfinge ante
el iniciado que resuelve su misterio.
Más allá de mapas y las diferentes
formas de trabajar con ellos (aquí solo
hemos visto una), existen otras muchas
vías para manejarse desde la luz y la
sombra, desde la unión de hemisferios,
desde el trabajo conjunto que puede
lograrse unificando el ego y la esencia.
La clave empieza en saber leer lo que se
oculta en lo inconsciente para tener una
lectura real respecto a lo que ocurre en
la escena visible. Para eso existen
herramientas que nos permiten detectar
por qué parecemos querer una cosa y
nos sucede otra. Herramientas que solo
tienen sentido en manos de aquellos que
se reconocen creadores de su realidad.
Al final, inevitablemente necesitamos ir
adentro a reconocer y a
responsabilizarnos respecto al desde
donde estamos creando la realidad que
vivimos.
Hay disciplinas en todo el planeta
encargadas de proteger el programa
esencial del ser humano y su equilibrio.
Me refiero al feng shui, el chi kung o el
yoga, por nombrar solo algunas de ellas.
Dichas disciplinas proponen siempre
transformaciones internas que llevan a la
reprogramación del sujeto que las
abraza, sobre todo si existe verdadera
implicación a todos los niveles. Es
importante recalcar que aunque suene
extraño, además de la toma de
conciencia, es en la rutina cotidiana
donde debe focalizarse toda
reprogramación, puesto que es en la
acción donde llevamos a cabo la
manifestación de lo que pensamos y
sentímos.
LA ESCUCHA
En cuanto a la escucha, es cierto que
podemos descubrir lo que ocurre en lo
oculto si aprendemos a escuchar lo que
nombramos o lo que es nombrado ante
nuestra presencia. No olvidemos que el
arte de la palabra es la forma de
expresión e invocación que sintetiza la
idea. Debemos comprender que los
sonidos tienen un poder y cada sonido
representa una forma específica de
vibración. Cuando unimos sonidos para
crear palabras, producimos vibraciones
que generan un efecto específico sobre
la energía y la materia. Los mantras no
existen por casualidad, aunque son
mucho más valiosos ante la intención
consciente del que los recita.
Como ya hemos visto en capítulos
anteriores, una palabra tiene siempre
una etimología y como en las
constelaciones familiares, ese recorrido
y transformación histórica es parte de su
manifestación. Cualquier palabra
contiene la fuerza de lo que en su origen
nombraba, a pesar de que en algunos
casos las palabras hayan sido
reprogramadas con el pasar del tiempo.
Deberíamos saber hasta qué punto el
programa actual tiene más fuerza que el
original. De todas formas y para los que
cantan repetidamente canciones en
idiomas que no comprenden, recordar
que nombrar algo es invocarlo, aunque
no seamos conscientes de lo que
estamos diciendo. Es importante
entender que, conocer la etimología de
las palabras, nos lleva al conocimiento
de lo que de verdad estamos invocando
en nuestro día a día. Además de tenerlo
muy en cuenta, deberíamos aprender a
nombrar solamente aquello que refuerce
nuestra expresión interna. Si nos
pasamos el día cantando barbaridades
que atentan contra nuestra integridad
esencial o nombrando y generando un
sinfín de pensamientos contradictorios,
nos estaremos programando de la misma
forma y el resultado será la realidad
caótica que muchos ya encuentran y
enfrentan cada mañana al levantarse.
Si escuchamos atentamente lo que
nombramos, sabremos detectar desde
dónde creamos. Si escuchamos lo que se
nombra en nuestra presencia,
comprenderemos qué mensajes se están
manifestando para nosotros. Si solo
cantamos o decimos lo que nos ensalza,
saldremos siempre beneficiados. Es
importante entender que a veces
creemos nombrar una cosa y estamos
nombrando otra. La simbología actúa
también sobre las palabras y la
construcción de las frases. Muchas
canciones están construidas de forma
aparentemente pacífica mientras que sus
construcciones esenciales guardan
destructivos mensajes subliminales. Una
vez más, todo esto puede aplicarse
también para reprogramarnos de forma
saludable si damos con las frases fuerza
que pueden potenciar nuestros logros.
EL CAMINO DE LA SANACIÓN
El cuerpo se ha terminado
convirtiendo en la mente inconsciente,
no solo somatizando todo lo que no
hemos digerido correctamente, sino
también generando los químicos y
conexiones neuronales que faciliten
seguir creando y percibiendo como
percibimos. Eso significa que, solo
cambiando nosotros desde dentro,
podremos transformar lo que se refleja
fuera, en nuestro mundo, o al menos la
percepción que tenemos de él.
Hablamos del subconsciente y muchas
veces nos cuesta ubicarlo. Es más
comprensible llamarle mente biológica
o, como la llamaron en los años
cincuenta al descubrirla, mente reactiva.
Al final estamos hablando de la mente
de emergencia que sostiene nuestra
biología, una mente que actúa para que
todo en nuestro organismo funcione
mientras apenas recordamos que todo
eso está sucediendo.
Nuestro cuerpo es como un
poderosísimo ordenador personal que
puede programarse. La mente biológica
tiene un potentísimo disco duro lleno de
creencias que ha ido integrando según su
forma de percibir y procesar la vida,
creencias que cada célula ha ido
asimilando como propias. El caso es
que esta mente percibe desde lo
emocional y está muy ligada al
hemisferio derecho, por lo que un juego
o una metáfora los interpreta como
reales. Por eso la única forma de
reprogramar creencias es acceder a ese
disco duro y convencer emocionalmente
al cuerpo de que lo que nos enfrenta
interiormente se resuelve. Para eso se
usa el arte, algo que hace la publicidad a
la hora de vendernos un producto. El
arte es el idioma de lo inconsciente, por
lo que solo necesitamos vendernos a
nosotros mismos, de forma metafórica,
aquello que deseamos que nuestra mente
biológica nos “compre” como creencia.
Eso nos da una pista. No tiene sentido
reprogramar algo externo si antes no nos
reprogramamos nosotros mismos. La
primera propuesta es que atendamos
entonces a nuestro personaje, ese que
representamos cada día, producto de los
deseos de nuestros padres y de los que
nos rodean. Es importante que
comprendamos para qué lo hemos
creado como es. Dibujarlo, aunque sea
de forma esquemática y anotar sus
virtudes y defectos desde el juicio que
emitimos sobre él. Ver su relación
familiar y social, personal y laboral.
Comprender para qué se manifiesta de la
forma en que lo hace y conectar con
nuestro corazón para dibujar en otra
hoja al personaje que nuestra esencia
nos pide representar. Probablemente
será muy parecido física y
esencialmente al que ya somos, porque
estamos diseñados para cumplir a la
perfección con la misión que todos
traemos, pero variarán algunos matices
que nos convertirán en triunfadores de
esa misión interna.
Me parece importante señalar que
cuando uno escarba en la verdad de su
corazón con la idea de reprogramar su
vida, puede encontrarse con la sorpresa
de que aquello que desea transformar es
parte de lo que el alma desea
experimentar. Aquí es importante el
ejercicio de aceptación. Me refiero, por
ejemplo, a cuando alguien que padece
una enfermedad descubre que es su
propio ser esencial el que vino a vivir
aquella experiencia sin intención alguna
de generar una sanación. Conozco casos
de gente que al tomar consciencia sobre
el origen de una enfermedad se han
curado. Otros han necesitado traspasarla
hasta sanarse, pero algunos simplemente
descubren que es la forma en la que su
alma elige vivir. No tiene sentido ir en
contra de nuestra esencia y es muy
necesario comprenderla para abrazar la
verdadera felicidad. Cada caso es
diferente y cada vida es un campo único
de experiencia.
RECREARNOS A TRAVÉS DEL
JUEGO
Volvamos a la transformación del
personaje. Nuestro nuevo personaje
debe partir entonces del que ya
interpretamos actualmente, pero ha de
representar la posibilidad de alguien
capaz de realizar todos nuestros sueños,
y no me refiero a los sueños
egocéntricos que alimentan nuestra
neurosis, sino a los sueños internos, los
que dan vida a tu corazón y sin los
cuales tu misión en la vida no tiene
sentido y te sientes vacío. Es muy
importante comprender esto. Te pido que
visualices cada día al personaje que
creíste ser hasta ahora, ese con el que te
identificaste tantos años, y también
deseo que imagines cómo es el que
eliges ser a partir de ahora. Necesito
que cada día hagas el ejercicio de
verlos a ambos hasta que comprendas
que los dos están en ti y que solo puedes
ser el segundo si antes comprendes que
el primero te llevó hasta esta
posibilidad. Debes honrarlo, amarlo y
agradecerle el regalo de haberte traído
hasta dónde estás ahora y poco a poco,
imaginar que te transformas en ese
nuevo ser que vibra tanto con cada uno
de tus latidos. Ese es un verdadero acto
de reprogramación, que ganará en
profundidad en función de lo que elijas
jugarlo.
El antropólogo Juan Núñez del Prado
cuenta que en Perú, los Q’ eros suben a
la montaña sagrada a pedir a sus dioses
que se cumplan sus deseos. Una vez lo
hacen, dan las gracias y permanecen tres
días allí, jugando con piedras, con
ramas, con todo lo que encuentran,
interpretando la realización de su deseo.
Experimentan a través del juego, cómo
sería vivir el deseo ya realizado,
conectando con la alegría y la emoción
para sentir si realmente es aquello lo
que su alma quiere manifestar, para vivir
dentro de ellos lo que después se
manifestará fuera. Hoy en día he tenido
la fortuna de recibir parte del
conocimiento sobre la cosmovisión
andina que los sacerdotes Q’ eros están
comprartiendo en la actualidad. La
amistad con algunos de ellos y el haber
sido iniciado como sacerdote Pampa
Missayuq me ha permitido profundizar y
confirmar que las culturas iniciáticas del
planeta que no han sido maleadas,
todavía entienden la dualidad como dos
aspectos de algo unido. Culturas que
usan el arte desde lo más sagrado para,
de forma simbólica, reprogramar su
cuerpo, su mente biológica, de acuerdo a
lo que su alma desea. La clave está en lo
ritual y lo más gracioso es que, si
observamos nuestro día a día, éste está
plagado de ellos. La otra gran clave es
la repetición. Nuestra mente biológica
se abre ante el ritual emocional y ante lo
que integra como habitual, lo que
normaliza gracias a la repetición
constante.
SIMBOLOGÍA Y POSIBILIDADES DE
REPROGRAMACIÓN
FRASES FUERZA
f) Imágenes múltiples de
reprogramación vital:
Puedes representar tu vida como un
comic, fotograma a fotograma. Puede ser
un resumen por etapas. Cuando llegues a
la actualidad, sigues representando lo
que deseas que pase, también en viñetas,
como si fuera una película de toda tu
vida. De hecho, lo será si así lo deseas.
Cuando tu subconsciente vea la imagen,
entenderá que, si todo lo que aparece
hasta lo que es tu presente fue real, no
tiene por que no serlo todo lo que
continua. Para su lógica, todo es uno. Te
recomiendo que dejes el final bien
abierto, no vaya a ser que tu
subconsciente entienda que cuando se
termina es cuando debes morir. Por lo
demás, es este un poderosísimo trabajo
de imagen fuerza múltiple. He dado
talleres solo de esto. Cuando pintamos o
dibujamos, estamos poniendo toda
nuestra atención y energía desde ambos
hemisferios. El tema de las imágenes
fuerza da para mucho. Deseo que lo
intentes y te beneficies de todo ello.
ARTE RITUAL
Sabemos que nuestras enfermedades
proceden de nuestros conflictos
emocionales, pero esa es la punta del
iceberg. En realidad es el cuerpo el que
somatiza el conflicto cuando lo siente,
por eso son las emociones las que
informan al organismo de que hay algo
que lucha en nuestro interior y que debe
ser sanado. Esa es la cara oculta de la
enfermedad. Ahora bien, hay otros
centros actuando, el mental por ejemplo,
o el visceral. Existen muchos posibles
focos de conflicto y cuando bajan al
cuerpo podemos descubrirlos. De todas
formas, el cuerpo es el que recibe las
consecuencias de lo que nuestra parte
mental, emocional y visceral están
generando entre ellas, algo que veremos
en profundidad en el penúltimo capítulo
de este libro.
Muchas veces, nuestra mente piensa
una cosa mientras sentímos otra y
deseamos otra. Esa es la mejor forma de
vivir siempre en conflicto. Así no hay
quien se armonice. Además, hemos
heredado en nuestro psiquismo esa
absurda lucha dual entre el bien y el
mal, fruto de un juicio neurótico
alimentado por creencias que se
encargan de separar lo que debería
actuar unido y diferenciado, como en el
caso de la polaridad masculina y
femenina o de los hemisferios
cerebrales. Todo ese enfrentamiento nos
genera conflicto interno, evidentemente.
A todo esto, debemos sumar otro foco de
tensión en nuestra existencia, nuestro
miedo al vacío, por no hablar del
conflicto de individualización y
pertenencia. Por último, tenemos un tira
y afloja, siempre interno, por supuesto,
entre la parte de nosotros que desea
crecer y la que no. Me refiero a lo que
ya vimos en capítulos posteriores
respecto a los mapas iniciáticos. Hay
una parte de nosotros que no desea
avanzar y lucha contra la que si desea
expandirse. En psicoterapia se las llama
ego y esencia. Sea como fuere, somos
una fuente de conflictos internos que el
cuerpo acaba manifestando.
La única forma de llegar al disco duro
de la mente biológica para reprogramar
el caos que nos enfrenta dentro de
nosotros es el arte. La razón ya la hemos
mencionado en este libro: el arte es el
lenguaje de lo inconsciente y el de los
universos emocionales. Los que manejan
la publicidad reprograman nuestras
creencias de esta manera. Logran
inculcarnos creencias favorables a sus
intereses gracias a la construcción
artística. Lo hacen provocando en
nosotros una abertura emocional que
permita digerir un mensaje metafórico
determinado.so es y hace un anuncio.
Por eso el ritual es la base mágica de
todas las culturas ancestrales del
planeta. No es folclore, no son unos
salvajes ignorantes con plumas haciendo
el ganso, todo lo contrario, son culturas
que todavía reconocen nuestro
hemisferio derecho y la forma en la que
nos reprogramamos.
Si escarbamos en el conocimiento
iniciático de las culturas primigenias de
todo el planeta, encontramos que en
todas ellas, la forma en la que llegan al
inconsciente para desprogramarlo o
convencerlo de lo que les interesa es a
través del uso del arte aplicado a través
del ritual. Lo hacen generando una
vivencia ilusoria que transforme la
percepción de su realidad para provocar
un cambio en la vida del que participa
del acto. Desde lo ritual se unen ambos
hemisferios, de manera que lo mágico se
mueva en beneficio de un fin concreto.
Actos metafóricos que tratan de
impactar a la mente, al mismo tiempo
que procuran impresionar a nuestra parte
emocional, activar el deseo y el poder
de nuestras vísceras y generar sobre el
cuerpo, la experiencia que lo convenza
de que todo aquello que está ocurriendo
es real, que algo ha cambiado.
Recordemos que para la mente
biológica, si lo siente, si lo vive, es tan
real un acto metafórico como cualquier
escena de la vida cotidiana.
Muchas veces se usa la repetición
mientras suenan los cantos, mientras se
danza toda la noche alrededor del fuego
buscando la catarsis para generar la
abertura que permita transformar la
creencia. Están presentes los colores,
las voces, ruidos misteriosos e
invocaciones, músicas, tambores,
máscaras y escenificaciones, velas y
elementos simbólicos, esculturas,
pinturas, la presencia de los cuatro
elementos, etc. Lo importante es que la
parte inconsciente del sujeto sea
convencida de lo representado, que
sienta que resuelve aquello que le
genera conflicto, algo que transformará
la creencia que lo esté destruyendo en
otra que lo beneficie. Debe sentirlo
como algo real, experimentarlo con el
cuerpo, ese gran denostado por
numerosas corrientes de corte espiritual
que creen que nuestro cuerpo es el
enemigo de la evolución. Una visión
separada de la realidad que ha generado
la creencia de que el cuerpo nos aparta
de lo espiritual, de ser nosotros mismos.
Ya hemos visto en este libro que,
precisamente es el cuerpo, símbolo
alquímico del grial, el que nos lo
permite en el universo material. Es por
eso que se impresiona al cuerpo a través
de los sentidos y una vez más, es a
través del uso sagrado del arte como
logramos reprogramar al cuerpo con el
fin de transformarlo en el vehículo que
necesita nuestra esencia para bajar su
propio cielo a la Tierra.
Recordar una vez más que ya vivimos
desde lo ritual sin tener conciencia de
ello. Participamos en rituales sociales y
religiosos todo el tiempo, rituales
cotidianos que van desde la forma en la
que nos lavamos los dientes hasta la
manera que tenemos de hacer las
pequeñas cosas que visten nuestro día a
día. Representamos personajes,
arquetipos heredados de mitos y cuentos
que nos llevan a crear una realidad muy
alejada de lo que nuestro corazón anhela
vivir. Somos tan poco conscientes de
ello, que creemos en la mala suerte, en
que los demás nos hacen la vida
imposible, en que no podemos cambiar
lo que nos impide ser felices o en que
nos debemos a lo superior, como si
fueramos los meros servidores de un
gran plan en el que pintamos bien poco.
Y es aquí donde la herencia sagrada del
ritual entra en escena para devolverte el
poder, porque solo tienes que aprender a
ritualizar para resolver en ti aquello que
te impide ser tú mismo, tu misma. El
simple hecho de hacerlo te llevará a
tomar tu condición de sacerdote o
sacerdotisa, de dios o diosa. No
necesitas intermediarios entre lo divino
y tú porque eres parte de lo divino.
En definitiva, el ritual habla a nuestro
inconsciente, le cuenta cosas, le da
mensajes, le proporciona vivencias que
nos transforman por dentro. Es
exactamente igual a lo que nos ocurre
ante un sueño racionalmente inconexo e
incomprensible. Solo podemos
comprender el ritual desde lo simbólico,
puesto que va dirigido a nuestro
hemisferio derecho, allí desde donde la
mente inconsciente comprende como
posible lo imposible. Allí donde todo
está unido y donde podemos reunir y
alinear en nosotros lo divino, lo
sistémico y la Tierra que nos sustenta.
Tal vez aquí, en la realidad, creas ser
poca cosa, pero en los mundos mágicos
puedes ser lo que desees. En lugar de
separar ambos mundos, te propongo
unirlos para que lo que allí elijas ser, lo
creas y crees aquí. Este es el poder de la
imaginación. Si no la usas desde esa
conciencia, te quedas atrapado a la
fantasía.
Para el chamán, los rituales son
formas de aplicación artística generadas
para reprogramar nuestro psiquismo.
Para ello precisa de la apertura
emocional, lo que permitirá que la
herramienta artística pueda ser
focalizada en la vivencia de una
experiencia que los sentidos asimilarán
como real. Esto es lo que abrirá la
posibilidad de desinstalar o anclar
programas específicos al cuerpo y
bajarlos a Tierra, haciéndolos realidad
en nuestra vida cotidiana. Una vez más,
este era el verdadero sentido sagrado
del arte en la antigüedad, una
herramienta para generar realidad
propia, para alterar el rumbo de lo que
parecía inevitable, para afectar sobre el
sueño que para la mayoría de los
chamanes, sacerdotes o brujos,
llámenles como deseen, representa
nuestra realidad cotidiana.
Me parece tan importante el arte ritual
y la forma de auto gestionarse a partir de
su práctica, que dedico los últimos
capítulos de este libro a los marcos de
protección y a la gestión con arte ritual
en la práctica cotidiana. Esa es una de
las grandes aportaciones del Método
Syneidesis, ir más allá del chamanismo
sin dejar de lado su herencia mágica y
abordar lo ritual como un arte para el
uso cotidiano, enfocado no solamente
para el sacerdote o chamán, sino
también para todo el mundo. Para el
Método Syneidesis todos somos artistas.
Dioses y diosas encarnados en la Tierra.
Es hora de empezar a reconocernos y a
usar nuestro poder interno para reunir,
sin intermediarios, lo que está separado
de nosotros mismos, así como aprender
a gestionar y reparar aquellas luchas
internas que se reflejan luego en el
escenario de nuestras vidas cotidianas.
Por eso creé el término de arte ritual. El
arte unifica. Aquí no entran magias que
pelean entre ellas, no tiene sentido una
guerra entre luz y oscuridad. Solo
interesan la integración y la reparación
para el bien común.
He creado la posibilidad de
participar activamente de la crianza de
mi hija y he podido comprobar, de forma
diaria y totalmente práctica, la forma en
la que el subconsciente de los niños se
programa o desprograma. También he
constatado el efecto que ejerce en ellos
el ritual. Un niño, sobretodo antes de los
siete años, es emoción y hemisferio
derecho, por tanto, es la viva
manifestación del subconsciente en el
día a día. Todos tenemos un niño o niña
interior. No deberíamos olvidarlo nunca.
El ritual es lenguaje, es creación y
resolución. Si no sabes cómo resolver
algo en tu vida, si crees que nada puedes
hacer: haz un ritual desde la conciencia
de lo que en ti reparas y, te lo garantizo,
acelerarás tu crecimiento.
EL VERDADERO ORIGEN DE LOS
RITUALES
El fin original de todo ritual, de toda
magia e incluso de toda religión, era el
de mantenernos unidos a lo esencial, a
lo sagrado, un estado en el que no existe
algo por encima o por debajo, donde la
idea de enfrentamiento jamás ha sido
alimentada, donde incluso lo que se
manifiesta separado reconoce formar
parte de la totalidad que lo proyecta.
Recordar (recordari, recordis) es
volver al corazón. Crear y estar en el
corazón fue siempre el fin del arte
sagrado, y cuando digo que el ritual
mágico une el hemisferio derecho con el
izquierdo, es para que el lector
comprenda que la representación
artística es dirigida a encarnar un fin
concreto. Por eso es tan efectiva. Es
curioso descubrir que, esa función de
reunir lo separado de la parte más
genuína del ritual, es la misma que la de
los símbolos. Expertos en simbología
como George Colleuil han llegado a la
conclusión que esa es precisamente la
función de todo símbolo. De ahí la
fuerza de la espiral, la Flor de la Vida o
el símbolo oriental del YIN y el YANG
por poner unos ejemplos.
Cualquier acto ritual, por pequeño
que parezca, está dotado de un gran
poder de transformación y anclaje.
Como ya hemos reflejado anteriormente,
esto es debido a que actúa directamente
en el subconsciente y conecta con el
psiquismo, allí donde se gesta nuestra
base interna. El arte ritual nos da la
posibilidad de transformar la visión que
tenemos de la vida y nuestra relación
con los mundos arquetípicos. El ritual es
magia aplicada, por desgracia usada
muchas veces de forma no respetuosa,
no sagrada por los que manejan el poder
o por personas inconscientes de su
divinidad. Por eso me inventé lo del arte
ritual, para diferenciarlo. Nuestro día a
día transcurre en un escenario plagado
de rituales limitantes que podemos
reprogramar sin necesidad de apartarnos
del mundo. Podemos ir a un banco sin
que por ello cedamos el poder, podemos
participar de la vida social, siempre
atentos y presentes para no perder
nuestro centro. Es un juego que nos
fortalece porque nos impulsa a ser
conscientes, a estar presentes para no
ser engañados o manipulados. Esa es al
menos la actitud que siempre nos
mantendrá a flote, en crecimiento,
porque de lo contrario podríamos
decepcionarnos de la vida, algo que
sucede a la mayor parte de la gente que
descubre que el mundo no es lo que nos
han contado
LA OTRA CARA DE LA
MANIPULACIÓN RITUAL
Documentos de identidad en nuestros
bolsillos, partidas de nacimiento que
registran nuestra existencia como
producto, cada contrato que firmamos en
el que aceptamos pertenecer a otros sin
saberlo, nuestra posicionamiento ante el
tiempo y la forma en la que nos
supeditamos a los relojes, nuestra
participación en fiestas paganas o
religiosas cuyo origen e intención real
desconocemos, la forma de hablar que
adoptamos, la de movernos, vestirnos y
relacionarnos, las normas que
aceptamos o contra las que luchamos.
Todo ello es ritual o se desarrolla
alimentado por rituales que generan algo
sobre nosotros. También nuestras
identificaciones condicionan el desde
donde vamos a ser manipulados.
Se trata de arte dirigido a lograr que
la programación sobre nuestra forma de
percibir la vida sea una u otra. Arte
generado desde la desconexión, desde el
desconocimiento de su sentido sagrado.
Un arte negro alimentado gracias a la
eficacia de los medios de comunicación
y ocio, escenificando cada día un gran
teatro emocional sobre lo mal que está
el mundo y lo terrible que es el ser
humano. Mostrando y alimentando a
nuestro subconsciente, desde telediarios,
series y películas comerciales, la visión
de una realidad de miedos, competencia,
violencia, carencia y supervivencia que
representa la nuestra, la que respiramos
cada día, la que al creerla, creamos.
A través de la repetición nos vamos
amansando, aceptando la cárcel de
cristal que nos han construido mientras
nos convencen sobre lo que es y lo que
no es real. Sobre los límites que no
debemos traspasar jamás. La repetición
es importante porque se convierte en
norma, en ley para el cuerpo. Como
puede comprobar el lector, la magia es
al final el conocimiento que permite
reprogramar el psiquismo y bajarlo a lo
físico, una ciencia como cualquier otra
que permite tomar el poder sobre uno
mismo o sobre otros dependiendo de su
uso. Si el poder la usa para
manipularnos, ¿qué nos impide tomar el
poder sobre nuestras vidas y utilizar el
ritual de forma respetuosa para
reprogramarla, para estar presentes allí
donde deseamos estar?
Recuerde el lector lo tratado en
capítulos anteriores. Si dejamos atrás la
trampa de la dualidad, un ritual no es
bueno ni malo, así como lo muy oscuro
no es malo respecto a lo muy luminoso,
simplemente son polos de una misma
pila y nuestra percepción sobre éstos
siempre dependerá de nuestro
posicionamiento. Si vamos al centro,
encontraremos el equilibrio. En
realidad, un ritual más bien es o no es
sagrado dependiendo del marco desde el
cual actúa. Si está determinado desde la
percepción separada del mundo, dentro
del marco o escenario estará presente la
guerra. Si en cambio el marco ha sido
creado desde la visión integrativa de la
vida, lo sagrado guiará cualquier
movimiento que desde allí sea generado.
Por eso dedicaremos un capítulo
completo a la importancia de la creación
de un marco desde el cual nos
moveremos a la hora de ritualizar
cualquier cosa. Un marco de protección.
IX
CONOCE LA RECETA
PARA CREAR LO
QUE DESEAS
CONVIÉRTETE EN EL ARTISTA
CONSCIENTE DE TU VIDA
LA AUTOSUGESTIÓN
LA INTERPRETACIÓN
PEDIR U ORDENAR
EL CORAZÓN
CONFIANZA Y PERSISTENCIA
7 – LA ENERGÍA
SEXUAL: ¿Me amo y amo
todas mis creaciones?
Frase fuerza:
Necesito amarme y amar mi vida
desde todos sus aspectos
8 – EL INCONSCIENTE:
¿Quién crea por mí cuando yo
no estoy presente?
Frase fuerza:
Necesito permanecer en estado de
presencia para que el inconsciente sea
siempre mi aliado. Necesito integrar mi
luz y mi sombra.
9 – EL JUEGO: ¿Encarno lo
que deseo?
Frase fuerza:
Necesito vivir la vida como un juego
y comprender que mi fin último es
encarnar mi propio cielo.
LA ESENCIA DE MI NECESIDAD
TOMA DE TIERRA
IMPECABILIDAD
10 – GESTIÓN DEL
MIEDO: ¿Tengo miedo al
fracaso de mi misión?
Frase fuerza:
Necesito tener siempre mi antivirus
activado.
Esto que comparto en este apartado lo
aprendí hace muchos años del libro
“Piense y hágase rico” de Napoleon Hill
y creo que es muy importante tenerlo en
cuenta. Lo compartiré un poco a mi
manera. Según este best seller, existen
seis miedos básicos que actúan sobre
nosotros en nuestra vida cotidiana.
Supongo que podríamos hacer una lista
más o menos ámplia pero he
comprobado que en estos seis miedos
está realmente todo lo que acostumbra a
temer el ser humano de a pié si
entendemos que miedo a la muerte
engloba el miedo a todo lo que no es de
este mundo, o al menos, lo que nuestra
mente cree que no lo es. Los seis miedos
básicos son:
Miedo a la pobreza, miedo a las
críticas, miedo a los problemas de
salud, miedo a perder el amor, miedo a
la vejez y miedo a la muerte.
Para abordar el tema sin preámbilos,
empezaremos diciendo que el objetivo
de este libro jamás será el de pretender
que venzas tus miedos. Tampoco deseo
que te escapes de ellos así como de
ocultarlos como si no existieran. Tener
miedo nos hace más valientes, me dijo
un chamán al que admiro profundamente.
Lo hacía mientras me ayudaba a liberar
mis miedos en una poderosa sesión con
el cuerpo de más de cuatro horas. El
miedo es una emoción. El problema son
nuestras proyecciones mentales y la
mala gestión que hacemos de nuestros
miedos. Es importante mirar al miedo a
la cara, observarlo con diferentes ojos,
drenarlo corporalmente y traspasarlo a
través del juego o la expresión artística.
Lo que debemos evitar es alimentarlo.
Por eso te recomiendo dejar de ver y oír
noticias en televisión y radio, o leer
periódicos. Te recomiendo aprender a
anular mentalmente cualquier mensaje
negativo o de miedo que recibas de
quien sea. Puedes informarte de vez en
cuando de lo que dicen que pasa por el
mundo de forma superficial, pero no
permitas que cada día te programen
diciéndole a tu inconsciente lo mal que
está el todo.
ANTIVIRUS
4. Principio de polaridad
TODO ES DOBLE Y TIENE DOS
POLOS
Como el día y la noche, cualquier
cosa que creemos en nuestra vida creará
a su vez su polo opuesto. Cuando crece
un bebé, crece su sombra representada
por la placenta, cuando crece una luz,
trae consigo una oscuridad. Solo
aceptando, amando e integrando ambas
partes tendremos salud y equilibrio. Los
contrarios aparentemente
irreconciliables, son en realidad la
misma cosa cuando se los armoniza.
5. Principio de ritmo
TODO FLUYE Y SE MANIFIESTA
EN CICLOS
En cualquier proceso creativo es
importante contemplar la ley del
péndulo y aceptar la expresión cíclica
de la creación. En oriente siempre se
observa la vida desde sus ciclos vitales.
Desde el nacimiento hasta la muerte,
pasamos por un proceso de crecimiento,
plenitud y maduración o recogimiento.
La muerte y nacimiento coinciden con el
invierno, el crecimiento con la
primavera, la plenitud con el verano y la
maduración con el otoño. Todo proceso
creativo responde a estos ciclos.
Respetarlos es sacar el máximo partido
a la vida. Así se manifiesta la sabiduría.
La muerte es solo una transformación, un
dejar ir para renacer de nuevo. Si no
sabemos crecer en primavera, disfrutar
de la plenitud en verano, aprender de la
maduración en otoño o morir en
invierno, toda nuestra vida se
transformará en un simple reflejo de
nuestra falta de sabiduría.
El mundo está lleno de personas
adultas que actúan como niños o
adolescentes. Pocos saben estar
presentes en cada momento de su vida.
Pocos ancianos abrazan la muerte
mirándola fijamente a los ojos. Una
sociedad que no sabe morir tampoco
sabe renacer. Una sociedad que no sabe
dejar ir se convierte en dependiente.
Cuando decidas crear cualquier cosa, un
hijo, una pintura, una empresa o un
cocido, comprende que primero
germinarás la idea, luego la verás crecer
hasta la plenitud y cuando empieces a
sentir que aprendiste todo sobre ella,
debes poder dejarla partir para volver a
ser libre, para no destrozar el amor con
la dependencia y poder renacer de
nuevo como creador. Solo así podrás
volver a crear en un estado puro de
libertad.
6 – Principio de causa y
efecto
TODA CAUSA TIENE SU EFECTO
Si creas cualquier cosa o situación, la
consecuencia directa de hacerlo tendrá
una reacción, un efecto proporcional al
que tu generas al decidir crear algo
nuevo. Crear implica siempre
transformar y conlleva una gran
responsabilidad.
7 – Principio de generación
TODO TIENE SUS PRINCIPIOS
MASCULINO Y FEMENINO
No puedes crear en equilibrio si no lo
haces desde ambos principios. Como
enseña la filosofía china, tú representas
y te manifiestas en base a uno de los dos
principios, pero contienes dentro de ti la
esencia del complementario. El cerebro
representa muy bien esta necesidad de
equilibrio. El hemisferio izquierdo
representa el masculino y el derecho el
femenino. El izquierdo nos permite
comprender y razonar, ordenar y
proyectar. El derecho nos ayuda a sentir,
a expresar, a traspasar cualquier límite.
Toda creación precisa del amor entre
ambos principios. Lo masculino
representa la luz, el pensamiento, la
información. Lo femenino es el agua, la
emoción. Cuando pensamiento y
emoción se encuentran, cuando luz y
agua se abrazan, se genera el fuego que
da pie a la vida. Una vida que solo
precisa de un marco, de un escenario, de
una Tierra para poder germinar. Sin
ambos principios no se genera la vida y
la creación deja de tener sentido. La
lucha entre ambos principios o el
sometimiento de un hemisferio sobre el
otro representa la muerte de la esencia
creativa.
MENTE,
EMOCIONES,
VÍSCERAS Y
CUERPO
<< La vida es una fuente de salud, pero esa
energía surge sólo donde concentramos
nuestra atención. Esta atención no sólo debe
ser mental sino también emocional, sexual y
corporal. El poder no reside ni en el pasado
ni en el futuro, sedes de la enfermedad. La
salud se encuentra aquí, ahora>>.
Alejandro Jodorowsky
1. EL YO INTELECTUAL: produce
ideas, todo lo que es puramente
mental. Está identificado en la
cabeza
2. EL YO EMOCIONAL: produce
sentimientos, todo lo que es
puramente emocional. Está
identificado en la zona del
pericardio y la parte del estómago,
donde tenemos un cerebro que
además de digerir comida, digiere
emociones.
3. EL YO VISCERAL O SEXUAL:
produce deseos, es la fuerza de la
líbido. La fuerza creativa. Está
ubicado en el bajo vientre y los
genitales.
4. EL YO CORPORAL: es nuestro
cuerpo con sus necesidades básicas
y la vida material, el que recibe el
impacto de la falta de alineación
entre los otros tres.
c) Ya tenemos lo de arriba y lo de
en medio. Nuestro cuerpo es un
portal simbólico que une Cielo y
Tierra. Nos falta por tanto la Tierra,
el lugar en el que tenemos nuestras
raíces como la cometa que vuela y
siempre permanece anclada para no
perderse. Es por eso que invocamos
a la Tierra y al Sol como
representantes de nuestro cuerpo
físico y energético, este último
también conocido como el espíritu o
nuestro doble.
<<Yo soy…….…………………………
(Debes decir tu nombre), soy sagrado
(a) y me reconozco como dios (diosa)
encarnado (a) en la Tierra.
Desde aquí,
…………………………………….. (Decir
el lugar en el que estamos: tu casa, tu
ciudad, lo que sea), Yo invoco al
Creador y a la Creación, a los ángeles,
a mis maestros y guías y a todos los
seres y conciencias que estén en
coherencia con mi corazón y con mi
misión de vida.
Yo invoco también a mi linaje, al que
honro y reconozco y a toda su luz y su
sabiduría.
Invoco también a la Tierra (la
Pacha), a la que reconozco como mi
madre e Invoco al sol, al que reconozco
como mi padre. Invoco a los cuatro
elementos: Tierra, agua, fuego y aire y
a los cuatro puntos cardinales: Invoco
a las fuerzas del norte. Yo os saludo.
Invoco a las fuerzas del sur. Yo os
saludo. Invoco a las fuerzas del este. Yo
os saludo. Invoco a las fuerzas del
oeste. Yo os saludo
Me alineo con todas las fuerzas y
desde la presencia que Yo Soy, creo
protección, guía y ayuda para que este
acto reparador que voy realizar aquí y
ahora, sea para mi bien y el de todo el
mundo, desde el respeto y el
agradecimiento a toda vida.
Así sea, así es, hecho está>>.
Los altos sacerdotes de la cultura Q’
ero se aseguran al final de toda
invocación, que dentro del espacio
sagrado o marco que abren solo pueda
entrar lo afín a ellos mismos,
protegiéndose de toda cuestión
inconsciente fuera de su control. Dicen
algo así:
<<Decreto que este marco es un
espacio sagrado de medicina y
sanación donde solo puede entrar lo
afín a mí>>.
Doy las gracias y empiezo el ritual.
Al finalizarlo vuelvo a dar las gracias.