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Pregunta Nº 1

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Puntaje Pregunta: 30.00

TEMA TEÓRICO
1. Apremios ilegales, vejámenes, severidades y tortura: distinción conceptual entre estos
delitos. (30 puntos)

APREMIOS VEJÁMENES SEVERIDADES TORTURA


ILEGALES
Son los rigores Son aquellos Son aquellos tratos La diferencia entre las
empleados con los tratamientos ilegales rigurosos y anteriores y esta, sigue
presos para forzarlos a mortificantes para la ásperos, consistentes hallándose en la mayor
confesar o declarar personalidad de los en atentados gravedad de ésta
acto alguno, o para presos, por personales, última. De modo que si
influir de alguna indecorosos, particulares modos de el dolor causado, en la
manera en su accionar. agraviantes o colocación o víctima de este delito,
Apremiar significa humillantes. mantenimiento de los es de carácter intenso
oprimir, someter, El termino vejar presos o restricciones es condición irrefutable
inducir u obligar a significa maltratar, ilegales a sus de configuración del
alguien a que haga molestar, perseguir a derechos, como, por delito de tortura.
alguna cosa contra su uno, perjudicarle o ejemplo, castigos El concepto de tortura
voluntad. Lo más hacerle padecer. corporales, el cepo, comprende, no sólo los
frecuente es el empleo privación de alimentos castigos físicos, sino
de esos medios para y otros derechos. también la imposición
lograr alguna confesión Las cárceles deben ser de sufrimientos
y ello es siempre ilegal, para seguridad y no psíquicos cuando estos
ya que el artículo 18 de para castigo de los tengan gravedad
la C.N garantiza que reclusos, tal como se suficiente y se sucedan
nadie puede ser tutela en la Carta con el fin de mortificar
obligado a declarar Magna. a una persona y/o para
contra sí mismo. que confiese algo.

Pregunta Nº 2
Puntaje Obtenido
Puntaje Pregunta: 70.00

TEMA PRÁCTICO
1. Juan Esmaña propuso a Mabel Torres, de 12 años de edad, prostituta, que la sacaría de su
casa para llevarla a otra localidad para vivir en pareja, es decir en concubinato. Mabel Torres
aceptó, y Esmaña ingresó una noche por la ventana de la casa de los padres de Torres,
despertó a la menor y la llevó a la localidad indicada. A los cinco días de haberse instalado en
una casa que alquiló Esmaña, éste le pidió a la menor que le succionara su pene por estar
sexualmente excitado, a lo que Torres accedió. Luego de ello sonó el timbre y Esmaña fue a
atender. Se dio con que eran los padres de la menor junto a la policía. Ante esta situación le
dijo a la menor que si le contaba lo sucedido a la policía la mataría. Torres no hizo caso y
luego de reunirse con sus padres, previo a la detención de Esmaña, les contó lo acontecido,
por lo que ellos formularon la correspondiente denuncia. Califique la conducta de Juan
Esmaña, dando fundamentos. (35 puntos)

En este supuesto a analizar podemos decir que se incurre en un concurso real entre los siguientes delitos:

 Artículo 150 C.P: Violación de domicilio


 Artículo 130 C.P. 3° Párrafo: Sustracción de persona
 Artículo 119 C.P. 3° Párrafo: Abuso sexual con acceso carnal
 Artículo 149 bis C.P. 2° Párrafo: Amenazas

Se configura el delito de violación de domicilio porque el autor ingresa por la ventana, sin consentimiento
de los dueños de la casa; quienes desconocen la situación.

Se consuma el delito de sustracción de persona ya que la menor es sustraída de su domicilio para ser
trasladada a otro lugar, a pesar de haber consentimiento de su parte, esta voluntad se ve viciada por su
calidad de menor y por lo tanto carece de validez.
Ambos delitos, mencionados previamente, se dan en concurso real con el de abuso sexual con acceso
carnal; agravado por su calidad de menor de edad, viciado el consentimiento por su carencia de madurez
sexual; atentando de esa forma contra la integridad sexual de la víctima.

Por último, se configura el delito de amenazas al ejercer sobre la menor una coacción al propinarle la
intención de acabar con su vida si cuenta lo ocurrido; teniendo como propósito el de influir en su accionar
contra su voluntad.

En éste primer supuesto se consuma el siguiente concurso real de delitos:

 VIOLACIÓN DE DOMICILIO: el bien jurídico tutelado es la inviolabilidad de la morada.


La tutela penal se encamina a vivir libre y seguro. Derecho que corresponde al
morador de la vivienda. Comete este delito el particular que sin autorización o contra
la voluntad expresa o tácita del morador, clandestinamente o con engaño entrare en
morada ajena o en sus dependencias o permaneciere en ellas.
Es llevado a cabo con la intención de dañar, querer y conocer, no admite la comisión
culposa. Se consolida con el ingreso o la permanencia en el lugar.

 SUSTRACCIÓN PROPIA: El sujeto activo puede ser cualquiera, incluso los padres si lo
sustraen de persona que lo tengan bajo su poder. Comprende dos modalidades, la
primera: sustraer al menor y la segunda: retenerlo contra la voluntad de las personas
encargadas legalmente del menor. El hecho material está integrado por sacar al menor
de la esfera de la potestad de quien tenga a su cargo legalmente.
Es un delito contra la libertad que se caracteriza por que su sujeto pasivo es un menor.
Además de ser un delito contra la libertad, constituye una ofensa a la familia.
Se trata de un delito material y permanente. Admite el grado de tentativa.

 ABUSO SEXUAL CON ACCESO CARNAL: La ley presupone que el menor de 13 (trece)
años no tiene discernimiento para comprender el significado del abuso sexual. Esta
presunción es "iure et de iure", es decir, no admite prueba en contrario. Conforme a
esto, si la víctima es menor de trece años, siempre hay abuso, aunque haya prestado
su consentimiento, pues ese consentimiento no es válido. Este sujeto comete el abuso
mediante el aprovechamiento de la condición de la víctima debido a la edad de la
menor.
En esta figura penal se necesita de un SUJETO ACTIVO (el agresor), y otro, SUJETO
PASIVO (la víctima), las cuales pueden ser cualquier persona.
Se emplea el uso de amenazas, violencia, abuso coactivo o intimidatorio debido a la
relación de dependencia, de autoridad o poder.
Figura que actúa con DOLO DIRECTO, ya que la voluntad del autor consiste en el daño,
y no le interesa el consentimiento del SUJETO PASIVO. Delito que admite el grado de
tentativa.

 COACCIÓN O AMENAZAS: Quien, sin estar legítimamente autorizado, mediante


violencia, intimidación o cualquier forma obligue a otro para que haga o deje de hacer
lo que la ley no le prohíben efectué consiente lo que no quiere o que tolero que otra
persona lo haga sea justo o no. La palabra coacción deriva del latín “coactio” que
significa fuerza o violencia que se ejerce sobre una persona para precisarla que diga o
ejecute alguna cosa. La fuerza o violencia puede ser de dos clases: física (vis absoluta)
la violencia es material y el sujeto pasivo no puede contrarrestar o resistir esa fuerza; y
moral o intimidación (vis impulsiva) propiamente llamada coacción y es la constricción
que un mal grave e inminente ejerce sobre el espíritu humano, violentando sus
determinaciones.
Este delito atenta contra el derecho que tiene la persona a no ser víctima de actos que
alteren su tranquilidad.
Cuenta con un dolo específico anunciando la provocación de un mal. Es un delito
formal; ya que sólo exige que el autor lo perpetre, sin necesidad de que la víctima se
sienta atacada.
Exige que exista la posibilidad de llevar a cabo ese delito por esa persona, es decir
debe ser seria o grave.

En el primer caso tenemos un


concurso real entre violación de
domicilio art 150 CP, rapto
impropio art. 130 3º párrafo
CP, abuso sexual con acceso
carnal art.119 3º párrafo CP y
el 149
bis coacción segundo párrafo.
Se configura la violación de
domicilio porque el autor
ingresa al domicilio de la
víctima por la
ventana, no dándole la
posibilidad a los dueños de la
casa, quienes desconocen la
situación, a
excluirlo. El consentimiento de
la menor no tiene validez.
Se configura el rapto impropio
del 130 3º párrafo ya que el
sujeto activo Esmaña sustrae a
la
víctima de su casa y la lleva a
otro lugar, a pesar de que la
menor consiente, esta decisión
no
tiene validez, hay vicio de la
voluntad y media engaño por
parte del actor, ya que este la
sustrae y retiene con la
intención de menoscabar la
integridad sexual de la víctima
y lo
concreta consumándose la
conducta típica de este delito.
Además en esta figura no hace
falta
el consentimiento.
Se da en concurso real con el
abuso sexual con acceso carnal,
ya que Esmaña, actor del delito,
hace que la menor de 12 le
proporcione prácticas sexuales
en su genital, tal como se
describe
precedentemente en el
enunciado del caso, se consuma
el delito de abuso sexual dado
que el
varón sujeto activo accede
carnalmente a Mabel Torres,
sujeto pasivo, introduciendo su
órgano genital masculino en su
boca, a lo que la menor accede
solo con la petición de Esmaña,
pero la misma no cuenta con la
madurez sexual suficiente dada
su edad, y por ende su
consentimiento no es válido;
atentando contra la reserva
sexual de la víctima
En el primer caso tenemos un
concurso real entre violación de
domicilio art 150 CP, rapto
impropio art. 130 3º párrafo
CP, abuso sexual con acceso
carnal art.119 3º párrafo CP y
el 149
bis coacción segundo párrafo.
Se configura la violación de
domicilio porque el autor
ingresa al domicilio de la
víctima por la
ventana, no dándole la
posibilidad a los dueños de la
casa, quienes desconocen la
situación, a
excluirlo. El consentimiento de
la menor no tiene validez.
Se configura el rapto impropio
del 130 3º párrafo ya que el
sujeto activo Esmaña sustrae a
la
víctima de su casa y la lleva a
otro lugar, a pesar de que la
menor consiente, esta decisión
no
tiene validez, hay vicio de la
voluntad y media engaño por
parte del actor, ya que este la
sustrae y retiene con la
intención de menoscabar la
integridad sexual de la víctima
y lo
concreta consumándose la
conducta típica de este delito.
Además en esta figura no hace
falta
el consentimiento.
Se da en concurso real con el
abuso sexual con acceso carnal,
ya que Esmaña, actor del delito,
hace que la menor de 12 le
proporcione prácticas sexuales
en su genital, tal como se
describe
precedentemente en el
enunciado del caso, se consuma
el delito de abuso sexual dado
que el
varón sujeto activo accede
carnalmente a Mabel Torres,
sujeto pasivo, introduciendo su
órgano genital masculino en su
boca, a lo que la menor accede
solo con la petición de Esmaña,
pero la misma no cuenta con la
madurez sexual suficiente dada
su edad, y por ende su
consentimiento no es válido;
atentando contra la reserva
sexual de la víctima
En éste primer supuesto se consuma el siguiente concurso real de delitos: Violación de
domicilio (artículo 150 C.P.) al momento en que Esmaña ingresa en la vivienda por la ventana,
impidiendo de esta forma que sus propios dueños autorizaran el ingreso o la exclusión del
autor del delito. El consentimiento de la menor no tiene validez, por el mero hecho de ser
menor de edad. Una vez sustraída la menor del domicilio de sus padres se configura el delito
de rapto impropio (artículo 130 C.P.), aún a pesar del consentimiento de la niña; su decisión no
tiene validez y existe vicio en su voluntad, además de mediar engaño por parte del actor. Ya
que este la sustrae y retiene con la intención de menoscabar la integridad sexual y lo concreta
consumándose la conducta típica de este delito. Dándose este último en concurso real con el
abuso sexual con acceso carnal (artículo 119 C.P.), ya que Esmaña hace que la menor de edad
le proporcione prácticas sexuales en sus genitales, tal como se describe precedentemente en
el enunciado del caso, consumándose así el delito de abuso sexual dado que el varón sujeto
activo accede carnalmente a Mabel Torres, sujeto pasivo, introduciendo su órgano genital
masculino en su boca, a lo que la menor accede solo con la petición de Esmaña, pero la misma
no cuenta con la madurez sexual suficiente dada su edad, y por ende su consentimiento no es
válido; atentando contra la reserva sexual de la víctima.

Los delitos anteriormente mencionados se dan en concurso real con el de coacción (artículo
149 C.P.) dado que el sujeto activo amenaza a la víctima cuando lo descubren, que “si cuenta
lo ocurrido la mataría”, teniendo como objeto el propósito de que la menor haga algo contra
su voluntad. Coartando de esa forma la libertad de autodeterminación y de obrar de la menor
Torres.

2. Adriana Giménez recibe en su domicilio una carta dirigida a su vecina Cristina Campos de
Castillo, erróneamente entregada allí por el cartero, y la abre inadvertidamente, enterándose
así de que su vecina mantenía relaciones íntimas con otro hombre, engañando a su esposo.
Valiéndose de ello, y porque le tenía bronca a su vecina, se comunicó por teléfono y sin dar a
conocer su identidad le dijo que “contaría el secreto (del engaño) a su esposo” (es decir a don
Castillo). Jiménez ocultó su identidad, pero Cristina Campos de Castillo la reconoció por el
tono de voz, denunciándola de inmediato a las autoridades policiales. Califique la conducta de
Adriana Giménez, dando fundamentos. (35 puntos)

En el segundo caso, observamos que el delito de violación de correspondencia no es aplicable al sujeto


activo (Adriana) debido a que no actúa con dolo (o intención de cometerlo) ya que la correspondencia
llegó a su domicilio y no al de su vecina.
En cambio, sí se configura el delito de amenazas, tipificado en el artículo 149 bis. Anunciando así la
intención de provocarle un daño potencial en sus intereses que no está obligada a padecer.
Al descubrir la identidad de su agresora se cae la figura de “amenaza anónima”; de esta manera se
habilita la vía para la denuncia en contra de Adriana ya que su accionar es ilegal, injusto e idóneo,
actuando con dolo directo al amenazar a su vecina Cristina.

En el segundo caso, se presenta el delito de apoderamiento de correspondencia en concurso


real con amenazas (que podrían considerarse calificadas por ser anónimas).

Aunque bien podemos descartar la figura dolosa en la apertura indebida de la


correspondencia.

Las amenazas dirigidas hacia la Sra. Campos de Castillo serían las correspondientes al artículo
149 bis, que tipifica el delito de amenazas simple, como aquellas que son usadas con el
propósito de amedrentar o alarmar a una o varias personas. La pena es prisión, de 6 (seis)
meses a 2 (dos) años. El delito se agrava imponiéndose castigo de 1 (uno) a 3 (tres) años de
prisión, en caso de amenazas anónimas o si se efectuaran empleando armas.

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