Está en la página 1de 126

GQUPhr

INMAIFiOO 67:
2WO
GIOCONDA BELLI
1
I
I

EL OJO DE
LA MUJER
Prólogo de José Coronel Urtecho

1
2&JUh0 1999 r
>. !
VISOR MADRID 1995
I DE LA C O L L E C C I ~ N
VISOR DE POES~A

2. edici6n 1995
EL OJO DE
3" edición 1997
LA MUJER

O Gioconda BeUi
O VISOR LIBROS
lsaac Pexal, 18 - 280 15 Madrid
ISBN: 84-7522-29 1-9
Depósito Legal: M- 16409-1997
hnpreso en Espaüa - Piírited in Spaiti
Gráficas Muriel. C/ Biihigas, s/n. Getafe (Madiid)

.. . -
ENTRADA A LA PoES~ADE GIOCONDA BELLI

Giocoiida Belli ocupa ya un lugar visible en la poesía de Nica-


ragua. l'or la inisma razón -de ser inás conocida- lo ocuparía
cii la de América, coino lo ocupará, no cabe duda, cuando se la
conozca. A i i i i ver, por lo ineiios, ticiie ya asegurado su sitio eii
I;I pocsí:~(le la Iciigiin cspahola.
Con inás o inenos esplendor, ese proceso se Iia 1-epetidono
pocas veces en la poesía nicaragüeiise desde Rubéii. Alguna vez
Iie escrito que los poetas iiicaragüeiises -coino también los de
los otros países de 1-Iispanoamérica- adquirieron en y por Ru-
béii no sólo su verdadera libertad americana, sino también con-
ciencia de su universalidad. Desde entonces la mayoría de los
poetas nicaragiieiises pasaron del nivel provinciano al universal.
Muclias voces de iiiconfiindiblc acento iiicaragüeiise eiiipeza-
ron a oírse eii cl áiiibito de la poesía de la lengua. En Espaíia y
eii Cuba, y otro países, se,lian editado aiitologías de poesía ni-
caragüense y cada vez. Iiay más poeinas de poetas iiicaragiieiises
eii las antologías generales de la poesía Iiispaiioainericaiia. Mu-
chos de esos poemas haii sido en otras lenguas. Sus traductores
Iiaii sido a vcccs poetas bici1 coiiocidos cii sus Iciigiias respccti-
vas y los poeiiias iiicaragiierises traducidos por ellos Iiaii aparcci-
do cii alguiias dc las piiblicacioiies iiortcaiiicricai~asy curopens
inás prestigiadas y exigeiitcs. Tliornas Mcrtoii tradujo poeinas
de Alfoiiso Cortds, coino taiiibi6ii de P:iblo Antoiiio Cuadra y
liriicsto Cnrdcii;il. Ésrc taiiibi6n Iia sido ti.;idticido al iiig16s por
el notable poeta iiorteainericaiio Keiinetli Rextrotli, que tanta
iiifliieiicia tiivo Iiace algiiiios aiios en la poesía jovcii de la costa
del I'acífico. Sus traducciones de poesía nicaragücnsc, igual que
las de Merton, se publicaron en el anuario de NEW Directions,
de Nueva Yorlc, donde se suele11 acoger las novedades más inte-
resantes y las nuevas tendencias de la literatura mundial con- gran renovador y el gran maestro de la novedad en la poesía de
teinporánea. Por lo deinás, como se sabe, Ernesto Cardenal, la lengua. Especinlinente en csto Rubéii demostró ser de Nica-
quizá el iiiás conocido de los actuales poetas de Latinoaméri- ragua y representó coiiio iiingiiiio la plenitud de lo riicaragücii-
ca -más de lo que en su tiempo lo fue Rubéii-, se ha tradu-
cido a casi todas las lenguas ciiropeis. Hoy Nicaragua es coiio- I se. Probablemente por la riqueza del mestizaje en Nicaragua, lo
quc caracteriza en prinier tfrinino a lo iiicaragüeiisc cs qiiiz:i su
cida cii casi todo el iiiuiido sólo por sus poetas. Auiiqiie apenas varicclad y sii cap:icidml dc variedad, qiic cii la ~iocskisc iii:iiii-
se sabe dónde está este país, hoy se puedeti leer o escucliar por fiesta corno coritiiiua novedad. Aunque hacerlo sería sin duda
la radio pocinas iiicaragiienscs, no solaiiieiite eii ruso siiio tim- iiitcrcs;intc, iio calx :iqiii ii1ostr;ir dóii<lc cst;i lo iiic:ir:igiiciisc y
biéii en finlatidés. Pero quizá cl poema nicaragüense inás tradu- la coiitiiiiiidad y la iiovcdacl eiila ~iocsiade Nicaragua. Sólo
cido y publicado en casi todos los idiomas y países Iiaya sido La pretendo situar cii ella la de Giocoiida Bclli. Su poesía iio sólo
tierra es un satdite de la lz6na, del poeta guerrillero Leonel Ruga- es una novedad, coino se dice de lo que gusta extraordiiiaria-
ma, muerto en Managua en un asalto de la Guardia Nacional a incnte, siiio adeinás una de las miicstras o maiiifcstacioiics o,
la casa donde él se liallaba en coinpañía de otros jóvenes del coino Iitibieran dicho en tiempos dc Rubén, de las epifanías de
Frente Sandiiiista. Su poema n o s61o salió eii la contraportada la novcdad cn la poesía del país. No solamciitc dc iiiia iiovcdad
de tina revista de iiiforiiiacióii católica de I);iris, qtie se publica ~ n s ~ j c tquc
a , Iioy es iiiieva y mañana deja <lescrlo. l'cro I;i iio-
en varias lenguas, sino que se tradujo y reprodujo en perióclicos vedad de la poesía de Gioconda Bclli es pcrinaneiitc. I'ara mi
y revistas de casi todas partes y hasta lo vi citado entero den- está impregnada, o mejor diclio, pariicipa dc la csciicial y crcr-
tro del texto de un artículo sobre la situación latinoamericana iia novedad de la poesía misiiia, nueva en todos los tienipos y
en el semanario Commonwealtll,, de Nueva Yorlc. Donde menos cuyo tiempo existe dentro y fiiera del tiempo o en la totalidad
se aprecia y se corioce la poesía nicaragüense es, por lo visto, en del tiempo. Pero la novedad de la poesía de la joven Gioconda
Nicaragua. Su difusión en el extranjero debiera al menos indi- debe taiiibiéii iiiirarse como iiii Iieclio importaiitc y sobre todo
carnos que la poesfa nicaragüense es ya una realidad. Aun- coino parte de un hcclio iinport;iiitc cii el actual proceso o de-
que algunos le quieran quitar importancia al heclio como tal, sarrollo de la poesía nicaragiieiisc. Dcsde un piiiito de vista so-
no solamente es ya iitia realidad inás o ineiios clasificable coino ciológico y ciiltiir:il, o siiiiplciiiciitc Iiistórico, cl Iicclio ;i qiic
nicaragüense -con elementos y características específica- me refiero probablemente es en Nicaragua la mayor novedad.
ineiite nicaragüenses dentro de la poesía americana de la lengua Auiiquc no puedo más que iiidicarlo de paso, dos cosas ine pa-
espafiola y de la Iiispánica en general-, sino quizá tainbién recen especialmente significativas a propósito de esto: el que
una continuidad y hasta una especie de tradición que con nota- donde primero se manifieste sea en la poesía -que es la voz
bles ramificaciones y contramarchas, a fin de cuentas viene de más auténtica de lo nicaragüense- y que quizá por eso inismo
Rubén. pase inadvertido para la mayoría del país, cada día más sordo a
Lo significativo es que la continuidad de la poesía nicara- su voz más profunda y por lo tanto más desconectada de su
güense, desde Rubén hasta los jóvenes que por prirnera vez han propia profundidad. Ya es innegable que por lo menos en las
visto aparecer algunos de sus poemas en los úlciinos números últiiiias décadas -especialinentc desde inediados de los aíios
de La Prensa Literaria, más que nada consiste en la continuidad treinta- a la par del llamado progreso material henios venido
de la novedad. No se debe olvidar que Rubén fue sobre todo el progresando en superficialidad y frivplidad. Aiiiique más bien
dcbiera ser lo contrario -puesto que vitaliiieiite al menos la ción de la mujer al Iiornbre y de su coiisiguieiite inferioridad
tnujcr cs de suyo más Profunda que el Iioinbre- la supcrficiali- social y cultural. No es casual, por lo tanto, que desde los co-
dad y la frivolidad cn la vida iiicaragüeiise, se Iiaceti seiitir iiiás mienzos de la actiial revolución poética de la inujer nicaragüeti-
a ú n , si cabe, en las iiiujcrcs que en los hombres. Desde Rubéri y se -que eii cierto modo corresponde al nioviinieiito de libera
])ni- Riilitii. la ci~ri.iriitccoiitrai.i:i -cii Nicaragiia por 1 0 iiic-
tios- sólo Ii;i csistiJo cii la pocsía. S610 cii pocsía ha Iiabido
ciitre iiosorros profundidad y seriedad. Lo que la gente más so-
! cióti feinciiiii:~qiie Iiay cii otros paíscs-- In palabra pocrisa sc
Iiaya vuelto tabú. Ya es tabú, por lo nieiios, eiitre los del oficio.
A ini ver esto iinplica el aparecimiento de una nueva y distinta
~>crficialy csciicialmeiire frívola con aparieiicia de seriedad tic- conciencia femeiiina, que en Nicaragua -como es propio de
iir pi-ccis:iiiici~tc por jiicgri (> ]"ir v ~ ~ i i c i i C " .L I : I I 110 I~O 1)or I O C ~ I - sil gciiio proTiiii<lo- ticiidc a encontrar al iiiciior sil priiiici.;~y
i.;i -1>0rquc rIi~ciiv;iiiiciitccs lúclico y no ii~ilit:irio-, rcsiili:i qui,l.;i con el tiempo su m6s alta expresióii eii el Iciiglinje [le la
ser, cii i-c:ilid;id, lo único serio. I'cro, a no ser por la poesía, leti- pocsía. La verdad es que eiitre iiosorros, eii los últiiiios anos, las
<?iiaqiic Iirly sólo ciiiiciidcii los poctas y los j6vciics -qiic cii tiiiijcrcs se Iiaii colocado, por lo iiiciios cii eso, a la par dc los
cierro modo son lo iiiisn~o-, las otras foriiias de la cultura y de hoinbres. Media docena de inujercs jóvenes se encuetitraii ya,
la vid:i cii Nicarag~iaIiaii sido despojadas de contenido vcrda- no cabe diida, en la priiiiera fila de la poesía iiicaragiieiise. Coi1
dci-o, siti que Iiastn aquí aparczc;i tiada q ~ i cpiicda sustitiiirlo. Si los inejorcs jóveiies poctas de las últimas gcneracioiies, liali re-
Nic:xraglia desapareciera, no quedaría tiiis que su poesía.
I
velado, en iii~osciiaiitos pequeños inanojos de siis poemas -de
Ilimpoco puedo aquí dcs;irrollar esas obscrvacioncs, pcro eii v a en cuaiido aparecidos en La Prerzsa Litewria o en sus fuga-
ese coiitexto podcinos apreciar la importancia del heclio a que ces revistas de m i n o r í a , que a su propia manera continúan la
iiie he referido y deseo expoiicr, antes de concretarme a la poe- marcha y sin mayores altibajos mantienen el nivel de los más
sía de Gioconda Belli. Eii cualquier caso cs innegable que cual- celebrados poctas nicaragüeiises posteriores a Rubén. Juiito a
quiera que sea la importancia o significado dcl acoiitecimieiito, los nombres de esos poetas de todos coiiocidos, pueden ya
la tnás reciente novedad y, Si se piensa en sus posibles coiise-
ciieiicias fc~turas,la mayor novedad de los últimos aiíos Iia sido 1 inencionarse los de algunas mujeres, como Gioconda Belli.
La novedad no es tanto el núinero de mujeres poctas en los
cl hecho de que las mujcres se Iiaii puesto a la cabcza de la poc- ! últiinos años, aunque no deja desde lucgo de ser sorprendente
sia nicaragiieiise. No, desde luego, que antes no liubicraii lie- y, coino digo, revelador. En esa década, al parecer, son tantas ya
clio versos y aun escrito poesía. Eii Nicaragua Iia Iiabido, sin las jóveiies poetas como los jóvencs poetas lo fueron en la ante-
(liid:i, puctis;is. Llos o rrcs, scgúii crcii. vcril:idci.:is pnct:is. I'cro rior. ÚIiiiii:iiiic~i~c, scgilii creo, con ~ O C : I S C X C C ~ ~ C ~10s O~ jóvc-
ICS,
cll:is iiiisiiias accplal>aiiser I1aiii:id:is poetisas y eso bastaba p:ii-a iics poetas qiic se dicron a corioccr eii los anos scsenta, ya em-
iii:iiitciicr iiii:i iii:ii.c:i<l:icliTci-ciicia ciiirc los Iioiiibrcs y las iiiiijc- pezaban a dar scíiales de cansancio y Iiast:~si no inc ciigaiio, de
I'CS y CiiirC' 1;lh <Ir~ I i I l C Sy I:IS 1,:i~ il,l : l ~ : i ~]><IcI~s:I,
: l ~ i ~ i ~ l~i ~ILIII :igo~:ii~iiciiio.I:iic ~ i o rex), i:iI v a . (111~ i111~ ~ U ~ i i iii:iyor
c r o y <le
:il>lic:i<l;i :I I;is iii:ís gi-;iii<lcs~>oci.is del i i i i i i i c l r ~ , iiiiiic:i clcj;il~:iclc tiiAs c;ilid:id (Icl qiic nrcliii:iri:iiiiciirc siiclc Iiaccrlo cti csos tiiovi-
iciicr iiii:i ligci.:i iiiililic;icilíii clc iiiiiiovi~l.i~l y ; I I I I I (Ic vcl;icl;i i~ilb- iiiiciiios, al~:iiidoiiai.oiila pocsh. liii todo c:iso, iiic 1i:irccc q ~ i c
rioriclad cii algiiiios aspectos. A ~ i n q ~ siii i c Jiicla esto se dcl>c :i cii las últiiiias pkomocioiies dc poct:is iiicarngiiciises la iiiayoría
que la lengua cs por sii origen predoiriiriaiiteiiiciite iiiasculiiia, soii in~ijcres.Pero tampoco la novedad está en la calidad, aun-
de todos modos es consecuencia de la ininemotial subordiiia- que la calidad de la poesía de algunas mujeres haya alcanzado
en Nicaragua el más alto nivel. Lo verdaderamente nuevo -si valor poético, lo que más vale eti la poesía de la niiijer nicara-
es que sc puede cstablecer iinn arbitraria separación- no es güense es para nií la revclacióti de su femineidad. Cada cual de
tanto lo que aportan por ser ellas poetas, cuanto por ser m~ije- la suya. Pero ciitrc todas, al t i i i de cuciiras, la dc la actiial iiiiijcr
res y cxprcsarlo en sus poeinas. En algiiiia medida, es lo q ~ i c iiicnragiieiise, o niás bicii, siinpleniciite l:i actiial fciiiiiicidad de
Iiaii Iicclio siciiiprc I:is iiiiijercs poct;is qiic re;iliiieiiic lo Iiaii si- I;i iiiiijcr cii Nic:ii.;igii:i. 110s c~s:is
Ii:iy, por lo <Iciii:ís, <~iic
s~iclcii
do desde Safo Iiasta hoy. Pero una cosa es, sin eiiibargo, exptc- aiidar j~iiitas:rcbclióii y r<:velacióii.liiitre nosotros roda vi;^ piic-
sarsc coiiio iniijcres y otra cxprcsar cii su poesí:i sil iiiisiiia fciiii- cIc dccirsc <Ic las iiiiijcrcs qiic I;i qiic se irlicla se rcvcl;~.1.:1 rc,llc-
iieiclad, tal coiiio ellas la sienten y la viven o la qiiiereii vivir. Ni lióti de la iiiujcr coiistit~iyc,cii efecto, una rcvcl:icii>ii dc sí iiiis-
que decir que no cs lo inisnio utia poesía de inujcrcs en la Icii- ina paw ella iiiisiiia y p;ir;i los dciii;is. I)cro, ;isiiiiisiiio. sil
gua del Iioinbre y con leyes y reglas impuestas por hombres, revelación aún coiistitiiye para iiosotros uiia forina de rcbelióii.
que la poesía de la mujer. Las mujeres poetas que han logrado La que descubre ante los otros su propia femineidad o, si se
sobresalir en la literatura iiiiiversal, desde Safo hasta hoy, son las quiere, simplemciite sil intimidad, aún se suele peiisar que co-
que, al menos e n s u poesía, han liberado y revelado de alguna mete un acto de rebeldía. En lo cual ya no somos iii siquiera
manera su verdadera femineidad. Lo que hoy nos dicen las del aíio 1974, sino más bien pertenecemos a 1774, aunque
abanderadas de la liberación femenina -tuomen'r lib- de que más, sin embargo, que en México o Guatemala, en León o Cra-
la fciniiieidad que conoceinos f ~ i euiia invciicióii del Iioinbre, iiacla, de 13 proviiicia de Niciragita. I'cri~,por siicrtc, los poetas
iinpuesra a las mujeres por el patriarcalisino doiniiiaiite y maii- 1 no solaiiieiite son los que vivcii al día -en todos los sciiii-
tenida gracias al machismo o al chauviiiismo masculino -mnle i dos- sino además en iiii sentido, también en el iiiañaoa. Y cs
rhnrrvinism-, puede ser que contenga su parte de verdad. Esto 1I quizá en esto sobre todo que las mujeres, en Nicaragua, han to-
no quita, sin embargo, que siempreexista, en una forma u otra, 1
mado la delantera. Ya es evidente al menos que Iian empezado
la femineidad. Pero sobre eso no hay acuerdo iii siquiera entre por abrir a la poesía nicaragüense un territorio inexplorado cii-
las iniijercs que sc ticiieii por Iil>crnd:is y es difícil qiic i i i i 110111- 1
i
yos liiiiiics igiiomiiios.
bre, o las misiiins inujeres, puedan prever las coiisecueiicias de Eii csc iiiinciiso territorio casi dcscoiiocido, Giocoiida Hclli
la Iiasta aquí minoritaria y por siipiicsto relativa liberación de la
niiijei; como tainbiéii la nueva forina o posibles estilos de la fc-
t se lia rcvcl;i<lo itiarnvillosn exploradora. Fla sido cicrtaiiicntc
Liiia dc las priiiicras ~iicata~üeiises. cii peiictrar a íLiido cii I;i k-
niineidad futura. Aunqiie las predicciones están sujetas a incal- 1
!
niineidad y la primera, estoy seguro, en descubrir con libertad y
culables probabilidades, yo me incliiio a pensar que, en Nicara- i sencillez su propia intimidad, por lo que su poesía revela el
gua por lo menos, de ocurrir tales cambios, será mucho más asombro, el gozo y la frescura de lo vivido y expresado por pri-
tarde que en otros países. Quizá eso indica que los cambios se- mera vez. Representa uiia nueva conciencia gozosa de ser mujer
rán más profundos y ojalá más humanos. En tal sentido es sig- i y no sólo de serlo, sino también de saber cómo y en qué lo es y
nificativo que, como dije antes, la liberación o revolución de la
1 sobre todo y por su misina condición de poeta, el gozo de revc-
inujer nicaragüense haya empezado en la poesía. Es ya bastante, i
larlo. Siendo ella misma y revcláiidolo es como a la vcz o a veces
en todo caso, que todo un coro de mujei-es (laya irrumpido casi ! es simplemente la mujer: toda mujer y toda la iniijer. Auiiqiie
de súbito en ese campo y un buen número de ellas tomado po- sólo indirectamente lo he referido a ella, lo que he escrito hasta
aquí no tiene más objeto que sugerir su posición en la poesía
'

siciones en primera línea. Vistas así las cosas y aparte, claro, del
iiicaragüense y dentro de ésta en la de la lengua. Pero todo eso,
desde luego, es meramente circunstancial, o mejor dicho, acci-
lidad, son Iiechos de vivemas, dándole a esa palabra la significa-
ción de momentos de vida registrados por un sistema emocio-
;
dental, y no tiene que ver con su poesía como poesía, que en
realidad es única. Sin sefialcs particulares, ni trucos estilísticos,
nal de alta fidelidad, colno evidentemente lo es el suyo. En su
caso no .cabe ni separar, ni confundir vida y poesía. Hay que te-

!
su poesía no puede ser ni& original, en el se~itidode que al ins- iier presente a este propósito que, para el que la vive, la vida es
tante se reconoce como suya y no sólo distinta de todo lo de- precisamente lo: que pasa, lo que por su naturaleza es pasajero,
iii;is. Eii Nicaragua, las poetas, igual que los poetas, se distiii- mientras que lapoesía queda para siempre. Es, por lo menos, lo
mejor que en esta vida queda de ella. Por lo que hacer poesía se
giieti por ser iiicoiifuiidihles entre sí. Pero inás que de foriiia,
sus verdaderas diferencias son de carácter. Cada poeta, desde ha visto siempre como un intento de dar a nuestra vida una
;
;
luego, vive y crea sil muiido, que en Nicaragua, felizmente, es forma de eternidad. En la poesia de Giocoiida Belli se da un
el de todos, vivido y creado por él o ella en su propia poesía. Eii juego constante' de tiempo y eternidad, porque lo que eteriiiza
es precisamente su propio tiempo. L.eer su 'poesía resulta, por l
esti. caso en la poesía de Giocoiida Rclli. En todo caso, cii Cst:i,
aunque iio sca, no pueda ser mís quc poesía de Gioconda, iiiás es?, una manera de coiitemplar y hasta quizii de convivir, en el 11
que cii Gioconda es eii poesía donde cae el acento. Cierto que momento que se quiera, inomentos de su vida y su mismo vi-
sil ~iocskíwt:i Iiccli;i clesdc <;iocoiicl;i 13clli y dc (;ioc«iid;i nclli, virlos cii coiitiiiiio presente, no en sii iiiinedinto ncoiitecei; pcio !
con la inarcria priina dc su scr y su vivir, de tal inaiiera qiic i i i i si proyectados, conio quien dice, cii la pantalla dc su expresión i
: ~ LI:ISL:I p a n Iiaccr ver que sil poc"a no sólo es de
~ x > u i istiyo poetica. Sus naturales y espoiitáiieos procedimientos literarios,
en la iiiedida eii que los emplea, que cs poco hecuei;te, en nada
1
cll:i. siiio ella misma. !3 en ese sentido que parodiando lo de
I3i.cil11i.rsc lx~ciríadccir a Ciocoiida: ti1 pocsía eres ríi. Todo lo estorban, sino al contrario, coniliiiican mejor lo vivido o más
qiie rlla es y todo lo q ~ i cvivc, por lo ~iiisiiioqiic lo es y lo vivc I>icii rcviviclo po'r ella cii siis iiiisnios pocni:is. Cccliciido L I I ~po-
conio poesía, puede Iiacerlo poesía, convertirlo en pocsía y de- co a la tentación de la pedantería, alguien podría qiiizá decir de
cirlo cn pocsín. Para la gciitc a la q ~ i desagrada
c aiiii la sola pala- sus poemas que son a su manera wcorrclativos objetosr, con re-
bra poesía, porque evoca para ellos algo ajeno a la realidad o ferencia al objetive correhtive de Eliot, que aún conserva su uti-
desligado de la vida. liay que advcrtir que para Giocoiida la lidad para indicar la fórmula -el conjuiito de cosas, la situa-
pocsía es su vida plenaineiite vivida con un alto voltaje de eiier- ción o la cadena de sucesos- que encierra en sí y evoca en el
gía vit:il y iiiia riqueza extraordinaria de lo que Gide Ilainaba lector una emoción o juego de emociones de que un poema se
rror~rri~rira rrrr~st~.er. I'ero t:iiii~>c~c<i
C I este
~ C:ISO cabe dcslig:ir de origina. Paci dccirlcl iiiris sciicillaiiiciire, los Iioeiiias de Giocoii-
la pocía coiiio vida la poesía como liocsía. En la pocsía de Gio- da preseiitarínii cquivaleiicias poéticas exactas <le irioniciitos de
coiidn Rclli, vida y pocski son iiisepai-;iI>lcs,dc donde se origina su vida o de vivencias que I:I incitan a sii expresión poética. Pe-
< ~ uelc resiilt:iclo, es [lecir el pocina, sea todo poesía. Lo <listiiiti- ro ino creo que de ese modo pueda aclararse ni& una poesía co-
v o de ella cs que sii pocsía es simplcinciite una expresibii -es mo la d e Gioconda, que lleva en sí su propia claridad. Para nií
clccir, 1111 pocina- de sil vida vividi1 t:ll como ella la vive. No sus pocnias no so11exactainciite ecl~iivalenciaspobticas y mliclio
qiic sil vida sea de suyo pocsí:i, iii todo el licmpo sea s610 poe- iiieiios corrcspoiideiicias iiiventa<las o suplidas por su imagiria-
sía -aunque ella pueda a ratos vivirla como tal- siiio que tras- ción -cosa que, sin embargo, no estaría mal- sino, como ya
ladada verbalmente al poema, resulta serlo. Sus poemas, en rea- dije, su vida misma, sus inomentos y sus vivencias, colno por
arte de magia trasladados, vivos y palpitantes, al plano de la ca, por lo iiiciios, es ya niiiy raro-, iio tiene iiiás reinedio quc
poesía. No es ya un conjunto imaginado lo que hace veces de lo descubrir su modo de versificar o su manera de dcstribuir s ~ i s
vivido y evoca su emoción. Es de su vida misma y de su expre- propios ritinos o intensidades de sonido y movimiento en las lí-
sión de doiide nace cada poema de Giocoiida Belli. neas o moldes gráficos que inejor correspoiidaii a lo que quiere
I,;i ~>rcguntapor 1" poesí:i -;quC es poesía?- :iiiiiqiie es coinoiiicar. Giocoiida Belli escribe, :i veces, poc~nasque ;túti
cierto que ha sido mil veces respoiidida con Iiimiiiosas defiiii- li:icc poco sc 1i:ibri;iii 1l:iiii:ido poeiii:is cii pros:i i~ bicii I>rosciii;is
cioiics, no lia habido, ni puede haber una sola respuesta que -como nosotros los denominábaiiios hace más dc treinta
abarque todas las realidades catalogadas o catalogables en esa aíios-, :11111~~ue ~ C . I ~ I I I C I I ~~C o r ~ ~ c s ~ ~ :I o
otrii
i i dF<~riil:i
~ ~ i dc VL.IS(I
palabra. Tan poesía es, supongo, la de los indicios chorotegas y no a lo que ha solido eritendcrse por prosa. Por ejciiiplo, el
coino la de Rubén: sus diferei1ci;is soii miis bicii de valor y dc poei11;i Sici~to~ I I EI J O ~~ I . j ~ í r ~ ~ I u eii
r n l ;realidad csth cotnpiicsto
grado que de naturaleza. De otra manera no sería propio desig- de un solo verso, o si se quiere de iina sola secuciicia de pala-
narlas con la misma palabra. Si la poesía es algo real -como yo bras, con sus correspondieiites pausas o cesuras, que se alarga
creo que lo es- no sólo es indefinible, sino en sí misma indes- sin cortes o cambios de Iíiiea por toda una página, mientras en
criptible y de suyo inefable. Pero aunque no sabemos cómo lo Siempreo ficribirteo 10s otros poemas n o distribuidos en líneas
sabemos y con frecuencia nos equivocamos, lo que creemos po- separadas de diferente longitud, puede decirse que cada párrafo
der decir con iiittiitiva seguridad es que iin verso, una frase, iin eqiiivale a un verso. Todo este asunto, desde luego, se presta
conjunto de pocas o iiiuchas palabras, es o iio poesía. En defi- aún a coiifiisioiics y algiiicii tendrá qiic rcdcfiiiir cii el fiiitir~i
nitiva sólo podemos afirmar que lo es por el placer incoiifundi- taiito la prosa como el vei-so, qiie actualmeiitr s i encueiitraii eii
ble que en nosotros produce. Por la poesía, en la realidad, sólo rápida transfortnacióii. No se puede igiiorai; sin embargo, q ~ i c
responde el poema. Más concreto sería, sin embargo, decir - en la poesía actual la prosa, aiiiique esté incorporada al poeiiia
como lo hacían las antiguaspreceptivas literarias- que la poe- deliberadamente como prosa, hace veces de verso. Basta decir,
sía propiamente dicha sólo se da en el verso. Siempre recuerdo por el niotnento, que Iioy se llama verso a todo lo que sirve de
a este propósito lo que un escritor francés de priiicipios de siglo vehículo a la pocsía, o mejor diclio, a los arreglos verbales o l i i i -
contestó, en tina encuesta, a la pregunta jquk es poesía?: Ce giiísticos de que hasta ahora 110s valciiios p:ira conii111ic:ir I<i
qnón dit en vers. LO que se dice en verso. La respuesta, aunque que dcsigiiatiios con el iioiiibre de poesía. Lo cluc yo piciisi) cii
irónica, sería al menos clara, si no fuera que Iioy no se sabe ni general sobre el verso y la prosa en su actual coyiiiiriii.a y dc sus
siquiera qué es verso. No es que yo vea esto como pérdida, sino perspectivas para el futuro iio es aquí desde l~iegoel 1up;ir de
al contrario, como ganancia, pues más aún que de libertarse del exponerlo. Ni siquiera pretendo exainitiar, en cuanto tales, los
antiguo concepto del verso y de participar en el proceso de for- versos de Gioconda o los medios de que se vale para dar forina
mación del verso de mañana, en realidad se trata de percibir y a su poesía. Sólo deseo, con lo dicho, despejar el caiiiitio n la
transmitir, cada uno según su carácter y sensibilidad, el ritmo o lectura de ésta. No iiie parece que haya inejor manera de acer-
pulso de hoy o la Iíiiea o lavoz o hasta quizá inás propianieiite carse a tina poesía como la suya, que nos hace participar dircc-
la longitud de onda necesaria para comunicarnos de verdad en tamcntc eii ella y por lo tnisino compartir su propia rcvel:iciGti.
la actual dimensión de la poesía. Cada poeta de hoy, si no es Sin embargo, no debo pasar adelante sin indicar ligeramente al-
que emplea aún la versificación tradicional -lo que en Ainéri- go sobre el carácter y el movimiento de sus versos cii relación a
la maneta en que clla, al parecer, escribe su poesía y algo tam- anterior intensidad. Su poesía parece para ella un descanso y
bién sobre la leiigua en que le da la forma correspondiente, hasta quizá un alivio. Al lector le transmite una sensación de
porque la siente como necesaria. Mejor diría que surge en ella apaciguamiento y de gozo colmado. En tal sentido, al menos,
como de ineludible necesidad. Tanto sus versos como su lengua podría aplicársele el conocido dicho de Wordsworth sobre la
prodiicen, por lo mismo, esa constante y a la vez siempre fresca poesía como emoción recordada en la tranq~iilidad.Sus versos
impresión de absoluta cspoiitaneidnd que es q u i d lo prinicro rugen y desalnrecen, en todo caso, sin llamar la atención coino
eii llamar la atención en la lectura de su poesía. Verso, lengua y versos dentro del movimiento del poema. Son a manera de on-
poesía forman en sus poeinas una unidad inseparable en la que da de diferentes longitudes que sólo llaman brevemente la aten-
apenas cabe distinguir el verso del moviiniento natural de la ción hacia lo que antes se llamaba el foiido del poeina o, regre-
Iciigii:~o I:i Iciigiia de I:i cstriictiira l~;irticul:irclcl vcrso o los dos sando a la iiiet.lfosa, Iiacia la inar dc foiido vital y eriiocional
del cfccto total de pocinn. Es que el verso y la leiigua y la poc- que es lo que eii realidad produce el nioviniieiito de palabras y
sí:i. cii el pociii:~,soii i i i i ; i sola cosa. 1.21 clc C;iocoii<la cs así iiii:i vcrsos qiic Ilaiiiniiios poeiiia. I'iicdc <Iccirscqiic sus versos úiii-
~iucsídioiidaniciitccsp«iitánea -qiiicro decir, surgida cspoii- cameiite existen en función de uii iiioviinieiito que culiniiia en
~:ític:iiiietitcclc sil pr(ipi:i ~~rnfui~did:i<I, coiiio el ;ig~i:iclc 1111 IIO- sil cx~~rcsión y ccoiii~iiiie:icióii.Aiiii iiic atrevo $1 dccir q ~ i csiis
zo-- y lo contrario, por coiisiguieiitc, de iiiiprovisndn, artificial versos eii realidad no cxisten como versos y que a eso deben en
o capricliosa. No es, pucs, cxtraño que sus versos sean, coino sil cierto modo su f~iiicionalidadcomo vehículo <-lepoesía. Ella
Iciig~iny su pocsía, tocalinciite espoiithiicos -aiiiiqiie no fici- iiiisrna parcce no darlcs iinportaiicia -salvo, iinturalniciite, la
Ics- ya qiic responden ciitcrameiite al inovimiciito de sil ineii- que le danios, por ejeniplo, a la respiración- y ni siquiera ver-
tc. Eii cstc caso la palabra inciitc no significa sólo sil iiiteligeii- los como versos. En la medida cii que los toina eii cuenta y los
ci:i, sino cll:i iiiisiiia i:iI coino cs, iiiia ~icrsoii;~ qiic llcva cl pson~iiiciao los cscribe coiiio versos, no cs de crcerse que sean
iioiiibrc dc Gioconda Belli, una mujer jovrii y bclla cn sus par- para ella más que emisiones o trasmisiones de palabras -las
ticulares circunstancias. que es a la vez sujeto de una espoiitá- que, por un motivo u otro, coi1 inayor facilidad o sencillez o
nea actividad creativa. Una inujer a quien lo vivido pareciera mayor carga emocional o seiisorial, deben decirse o escribirse
dejarle una carga eniotiva que le resultaría quizá irresistible si de una vez- dosificados por el aliento y el pulso o ritmo de su
iio pudiera a veces darle salida en forina de poeinas. Eti cicrto sangre y su voz, cuando no siinplenieiite por su máquina de es-
modo hace poesía como una bailarina que, poseída por la iníi- cribir. Su música, o mejor dicho, su tipo de música, no es en
sica. cxprcs:ii.:i cii sii d:iiiz:i I:i ciiioci6ii <lesii ciicrpo. Sc Iiri<lrí:i ellos prccis:iiiicii~c<loii<lcplicde ciicoiitrnrsc -coi110 ocurría
dccir qiic siis vcrsos corrcspoiicleii, cii oti-o Lilano,al iiioviiiiicii- con los versos castellanos tradicioiiales y con los modernistas-
to o los iiioviinieiitos corporales, a los avances y oiidiilacioncs, siiio que los ciiviiclve y los llcva consigo y está tanto cii el vcrso
giros, saltos y p:isos de In daiizn y iiiiis q~iiz;ia los gestos y seíia- coiiio aiitcs y dcsp~iés,porque no cs otra cosa quc cl inovimieii-
Ics, 10s ~ J S C Sy co~ii~iascs dc 10s pies y las mniios en que sc cx-
. .
~ I . C S : I C I C X I C ~ I < I ~ I T .I:I: I c(>t~11i<x.i6ii CIC I ~ I I tiiirjcr
ii~~rl.icir :~ e11 ti.iiii-
to dcl poema. En su caso, éste nace <lela iiiás Iioiida eiitraíia dc
Iii iiiisiii:~C;ioa>iicl:i.
ce de creación. I'ero, siguiciido la iirctáfora, la daiiza de sus Por otra parte, en la poesía de Gioconda Belli, tanto los ver-
versos no cs violenta o frenética, ni en realidad inteiis?, siiio ge- sos como la lengua son además de suyos e incoiifuiidibleniente
neralmente serena y suave, aun cuando acusa casi siempre una suyos, una indudable derivación de la poesía nicaragüense pos-
terior a Rubén. Forman, por consiguiente, parte del proceso - también y simultáneametite de la lengua de la poesía, con el
el deseiivolvimiento o desarrollo- del verso y la lengua de la objeto de adaptarla a nuestra propia realidad persoiial y riacio-
poesía en Nicaragua. No liay que olvidar que el verso es sola- iial -o invirtiendo más bien el orden-, naciotial y personal.
mente un inolde, visual o auditivo, más o meiios elástico, cii El proceso cs sin duda inuy ainplio y complejo para tratar :iq~ii
que depositamos, por así decirlo, el contenido -el seiitido, cl de resuniirlo eii uiias cuantas frascs. Hay qiie teiicr eii cuciit:i,
calor, el color, el sabor- de iiiiestsa lengua para la comunica- sin embargo, que antes de Rubén, aunqiie estaba muy exteiidi-
ción dc la pocsía. S610 podeiiios escribir pocsín cii iiliestra pro- da I:i afici6ii ;i Ins versos -bastante iii:is, al ~i:irccci;qiir ;ilio-
pia leiigua o eii otra que liayarnos beclio realineiitc nuestra. Yo, ra- y iiiiiciia gciitc los Ii:icía pira coiiiiiciiioi-ar Ins acoiiteci-
siti eiiibargo, iio coiiozco iiiiigúii gran poeta qiie lo haya sido a iiiicntos cspecialcs dc la vida ordinaria, no sr piicde afiriii:ir q ~ i c
la vez en dos leiigiias. Los pocos poemas q ~ i chizo Rubéii cii haya cxistidocii Nic;iragii:i vci.d:idcra y dircct:~cxpcriciicia de la
francés no son siquiera parecidos a los de su poesía en nuestra poesía. No, por lo meiios, expei-ieiicia creativa y muclio ineiios
lengua. Aunque de haber seguido cscribicndo en inglés, proba- de lo qiie hoy -precisamente gracias a la revolución iniciada
hleiiieiite habría dado, Salonióii de la Selva, su propia medida por Rubén- se rcconoce corno poesía. No hay qiie olvidar que
-como se puede presentir eii siis poemas de livpicfil town-, esta revolución -qiie no se debc identificar, coiiio generalnien-
no cabe duda que su grnti poesía la escribe eii español. Ni qiiC tc lo hacen los profesores de litcratura, con sólo el inodcrnisiiio,
decir que Maiagall úiiicairieiire cii cava1;iii es M:ii.;ig;ill y Ros;i- y:i qiic lo s~ll~rc~1:i.Y~~
y clil~,:llill~~
C ~ ~l:1t l:ict(i:rl- 11:1 siclc, cri ,.O<I,,

lía ..., Rosalía solatnente en gallego. Cuanto más grande es un el ámbito de la Iciigiia, y que l<iib<iiy los iiiodcriiist:is liisl>:iiio-
poeta inás hondamente se identifica con su lengua. Sólo en ella ainericaiios lo que trajeron sobre todc~fue una nueva cxpcricii-
descubre y establece su propia identidad, que en otra lengua, cia de la poesía. Ellos y inás que todos el propio Rubéii, es in-
desde luego, no sería la misma. Las lenguas tienen, como los negable que trajeron o más exactamente renovaron el sentido
hombres, su personalidad -lo que aún suele llamarse su pro- de la poesía como experiencia y novedad. Por eso mismo es que
pio genio- por lo que se distinguen de las otras como los se ha diclio que el aparecimiento de Rubéii en Sudamcrica y
Iioriibres entre sí. Uii gran poeta en dos lengiias, sería quizá un España fue un verdadero despertar. Lo que llamaron moderiiis-
caso de doble personalidad. Aun los que hablar1 y escriben dos mo y lo que se ha derivado o Iia vciiido tras él -y en Iliicna
o inás lenguas con10 propias, sólo se identifican en realidad - parte contra él- en re:ilidad soii sólo aspectos o simlilcmciitc
si es que pueden hacerlo- con una de ellas. Según parece, los cambios de tina tiiisina rcvolucióii ocurrida en la lengua y qiie
polígloras lo pueden ser precis~inenteporque no se identifican quizá está lejos todavía de llegar a un cliniax. l'ero Rubéii y los
con iiiiig~iiiade las Iciiguas que saben. En todo caso, es eii su niodernistas empezaron por elcvar el nivel de la lengua hasta la
lengua donde el poeta es poeta y donde sólo puede realizarse altiira de su iiucva cxpericncia de la porsía o, si se cliiicre, de
conio el poeta que es él. Dicho de otra manera, sólo en su len- una poesía que todos ellos experimeiitabari coiiio reciéii recu-
giia y por su Leiigiin, el ser Iiiiiiiaiio se rediza plenamente coino perada, cii:indo no en cierro modo corno acallada de dc.sciil>rir.
Iioiiil>reo iiiujer o siiiipleiilciitc coiiio ser Ii~imaiio,cti el iniiii- I'or lo dciiiás, In Iciigii:~dc Ili~hCiiCRI. cniiio qiiicii dirc, incI:i I:i
do de la poesía. lcngiia. Si no fiicra por el clcscrCdito ;ictii:il dcl ;idjctivi>sc 1x1-
En Nicaragua lo que Iiii Iiabido, desde Rubéii hasta cl prc- dría dccir sol~rela leiigiia de R~ilifiiiquc era iiiil>crial. c1, iiidu-
seiite, iio sólo es iin proceso de iiaturnlizacióii dc la pocki, sino dal~lciiiciitc,tiivo en s ~ tieiiipo
i lo qiic inirclios critoiiccs Ilaiiia-
ban el imperio de la poesía, que de alguiia manera se extendía lengua nuestra de cada día- en casi todos los principales poe-
por todo el espacio geográfico y cultural de la lcngua espafiola. tas nicaragüenses. Sólo Fernando Silva ha podido hacer uso, en
Aunque no fuera más que por eso, la lcrigua de Rubéii era na- su poesía como en sus cuentos, de la auténtica lengua popular
turalmente la que correspondía a su situación tanto como a su nicaragüense sin caer en la afectación de un dialecto regionalis-
genio. Taii por encima estaba entonces de lo que se consideraba ta que sólo existe en la imaginación de los que lo simulan, sino
la cxperieiicia comúti -el común de la gente decía no enten- al contrario, manteniendo su inconfiindible calidad poética a la
derlo- como de las diferencias y matices del habla en los dis- par del más puro sabor nativo. Carlos Martíriez Rivas es, a mi
tintos pueblos y países de la inisina leiigua. No se trataba tanto ver, el poeta nicaragüense en el que la tensión entre la lengiia
de las li;~labrasvalor?f;adns súlo coiiio piilal>i.:istiiis o iiiciios iii- creada por la pocsía y La que iisaiiios ordiii;iriainente eii la coii-
IIC~ICII<I~CIIICS LIC 511 signifi~:~do. coi110 t:iinl>ocode c o i i t ~ i ~ ~ o i i e r vcrsacióii se poiic cii jiicgo y sc iiiaiiificsta iiiás cliii.íiiiicaiiiciite,
la iealiclad poétic:i a la ordinaria, ciiaiitu del liso de la Iciigiia produciendo los resultados más extraordinarios. Entre los graii-
:11)rtilii3<lnp;u:i un coiiccpto refinado, cstcticista y arist"cráfico des poetas modernos de iiiicstra lengiia, si cs que no iiie cq~ii-
de la 110csía~Idicllcza y la inúsica. l'ero desde Rubéii, o iiiejor voco, sólo Vallejo y el -con diferciicias 6undainentales y inuy
dicho, desde que sus seguidores agotaron lo que podía dar el distinta orieiitacióii- han logrado con éxito algiiiios cambios
~iiudcrnisinoCLI un atnbieiitc como el nuestro, el iiioviiriiciito tan interesantes coino prometedows, en la estructura de la len-
Iia sido, coiiio digo, dc iiaturalií.ación de la poesía y dc In Icii- gil? iiiisina. Tainpoco puedo, coino qiiisicri, deteiicrn1e cii cs-
~ L I Jusada para coinuiiicarla. Nat~ir:iliiaciótino sólo en el scnti-
to. De todos inodos es un heclio que, en Nicaragua, el tnovi-
do de rnis nacional -y para el caso, más nicaragüeiise- sino miento de la lengua de la poesía principalmente ha sido en
r;iinbién y sobre todo, de más natural. Dcsp~iésde todo, más dirccción de la que se habla en el país -la que emplean los
iiicai-:igiiciise, por inás iiatiiral. LO malo de esto, siii cnibargo, poetas cn la conversacióii- sin apartarse, desde luego, de la
es tener quc decirlo y peor aún con insistencia, porque no se es poesía como experiencia auténtica. De esa manera y en buena
deliberada o voluntariamente, sitio naturalmente nicaragüeiise. parte por influencia de la poesía norteamericana d e entonces en
Como tainpoco deliberada o voluntarianiente, sino natiiral- el grupo de poetas nicaragüenses que, desde el aíio 27 al 36,
mente natural. La naturalización y la naturalidad fueron, en to- figuraron en el llamado movimiento de vanguardia y toda-
do caso, los más visibles resultados de la libertad que para la vía más si cabe en la siguiente generacióii -como se puede,
pocsíx de la lengua y la leiigua de la poesía cotiquistb liubén, por ejeinplo, ver en la lengiia de la poesía de Ernesto Carde-
~ x r oque s6lo cxistib cn Nicaragua cuando los poctas se libcra- nal- n lo que se tciidín cspoiit:íiic:iiiiciirc cra a poiicr cii prác-
ron del propio Ii~ibCn.No estaría de mis que ese proccso lo iii- tica, sin conocer o recordar qiiizá su procedciicia, lo que de
vestigaran las universidades nicaragüenses, aunque en esta ma- muchos modos repetía Ezra Pound: no decir nada en verso que
teria tan pronto como intervienen los profesores de literatura, no pueda decirse con las mismas palabras o frases en la conver-
con sus disecciones y clasificaciones, coinieiiza a decliiiar el sación corriente, en inoineiitos de diferente intensidad emocio-
inoviniierito vivo y el deseiivolvimierito natural. Claro quc nal. No se trata, por consiguiente -sea diclio eti descargo de
sieiiipre lia habido iiiia teiisióii constante y mayor o tiiciior en- los poctas nicnragüeiises- de lo que Ilainaii patriotisino, otra
tre lo que piidiéraiiios 1l;iiiiar el rmno ~iobilis-la lciig~iade los palabra de las ni~icliasqiie Iiaii caído cii dcscr6dit0, por dcsig-
ccii.íciilos, las academias y los libros- y el scrnzo v1rlgnl.i~-la liar el seiitiinietito quizá más degradado, dentro de la degra-
dación actual de casi todo sentimiento. En general se trata, palabras, forman como una especie de mágico trébol para po-
me parece, de mantener el contacto directo de la vida con la nerlo como exlibris en un voluineii de poemas de Giocoiida
poesía. Bclli. Eii iodo caso, es por sil ,leiigiin qiic su poesía es su iiiiiiiera
Los dos procesos que Iie scfialado, el del verso y su lengua clc rc:iliz;ir sii 1ibcrt:id. Rc;ilizar es clccit vivir y ciiiivivir rii sii
cii la poesía de Nicaragiia, no cabe diid;i qiic Iioy ciiliiiiiiiiii, o poesía CIC li[>crtii~l.lin ~ i i lseniid<>,(;ioc~iiidii I%clli,sicti<l~> cII:i
por lo liieiios se Iiaceii sentir, en I:i ~ ~ o e s de
í a la mujer nicara- inisiiia eii sil ~ v ( ~ l >1ciigii:i
ia ci de csc iiiod~isil pocsí:~y vivc <Ic
güciisc y dc niodo l,articul:ir, o tids hicii pcrsi~ii:tl, cii I:i clc cIl:1 ~>lcll:llliciiiccoi1 i0'I;l lillcrl:l<l.vivc y '~ollviv<~
511 lillcrl~i'l C i l
Giocoiida Belli. Por eso Iie dicho que, cti el orden de adapta- sti poesía. Por lo dciiiás, dcs~lcI<iibCii,el iiioviniicriro dc la poc-
ción a iiiicstra propia realidad, estii primero lo iincioiial q ~ i clo sía cii Nicafiigiia -dcl iiiisiiio iiiodo cluc cii Iiis otros países dc
personal. De igual inaiicra que solainente cii nuestra propia la lengua- inuestra ese iiiisiiio av;iiice Iiacia la libertad. Esto
lengua podemos dar con toda nuestra propia poesía, no puede más que coiiducir a una mayor autenticidad, porque
sólo cii el marco dc lo nacional se da con toda pkiiitud Lo per- la libertad es precisamente lo que Iiace y al fiii de ciicii-
sonal. La verdadera personalidad puede considerarse como una ras necesaria, la autenticidad. Lo que Gioconda afirma sieiido
persorialización de la nacionalidad. También en tal sentido es ella misma, es ante todo su libertad y esto la incluye desde lue-
que soinos de nuestra leiigua, o mejor dicho, en nuestra lengua, go en la revolución poética que eii Nicaragua existe desde Rii-
tanto o más que en la tierra o simplemente de la tierra donde béri, pero 10 más interesante eii esta coyiiiitiira es cotistat:ir
tenemos nuestras raices. Es en su leiigiia, por cotisiguieiitc, accicii dc ell:i -coiiio i n i o clc Iiaccrl(i- qiic cti I;i Iciigii:i <Ir.sil
donde Giocoiida Belli puede ser, como lo es cn efecto, pleiia- poesía, libertad significa no sólo iiatiiralizacióii y naturalidad,
mente ella riiisina. Auiique es uii hecho que la lengua natural y siiio autciiticidad. Por sil deseo, o incjor dicho, por sil nccesi-
corriente que usa Giocoiida en su poesía, ya cii cierto modo cs- dad de autenticidad, la lengua eii que hace su poesía eri casi iia-
taba preparada por el proceso de naturalización -en sil doble cla se difcrei1ci:i de la leiig~iaeii que vivc, esto es, I;i Iciigiia de sil
seiitido- de la poesía nicaragütii~se,coiiio lo estaba eii realidad vida diiiria, eii la q ~ i cdcjiiría dc setitirsc niit6ntica si no Ii;ihI;ir;i
para todos los jóvciics, iio es inciios cierto qiie por lo iiiis!ii'<i, dc VOS.
Iia podido apropiiirscla siii el iiicnor esfiicizo o Iiastii si11darse
cuciira y Iiaccrla siiyn cii tina Forina ajciia ;i ~od;iiiilliiciicia y (,;/,ll/f/~ c'.SLly<O// 1,OJ
qiic 1115~ bien Ii;ic~!pniciiie sil o~~iginiili~l:i~I.Qiiicr<~decir CIIIC, ~ I I ; S ~I ~ IW ., , ~
V ,,,II,;I,.C
L I yo,
gracias al proceso de la poesía nicaragüense, la poesía y la len- iizuarlir EL nire gt~erespirds,
gua de la poesía de Giocoiida, no se deriva11de la poesía o de la tmrrrform~rmren r ~ namor cnl;cizte
leiigiia de la poesía iiicnragiieiisc, es decir, de la Iciigiia iiatiiral y p~rrzI / I L P rne JIIL/L:S
corriente de la inisina Gioconda. La verdad es que a difereiicia y poder eiztlnry salir de vos,
de la poesía de casi todos, la de Giocoiida Belli no se deriva de
la poesía sino de la vida y más concretamente de la suya propia. no sólo evadiendo el tíi, capeáiidolo en las conjugaciones, siiio
En realidad tan suya es &I poesía como su lengua y tan suyas las jugando y conjugando cn foriiia caprichosa, pasando de la gra-
dos como su vida. Vida-lengua-poesía, poesía-lengua-vida, len- inática escolar a la popular y viceversa, hasta q~iiziiiifliieiiciada
gua-poesía-vida, en cualquier orden que se con~biiienlas tres lejana, inadvertidaineiite, por los disa>s y la radio, iisaiido aii-
. ~ ~ ----- ..--- -...~...--- ~--~ ~
- ~

'
I i
:
~ ~. ~
~ "....*>.? T
.

este punto, vuelve a cerrarse el círculo, se vuelve, se quiera o


dás o dejas, según lo pida cl inovimiento natural del verso y no, a dcsembocar en la poesía -en este caso en la poesía de
más aún la auténtica naturalidad,
Gioconda Belli- de la que no hay otra salida que la misma
poesía y la poesía inisma es quizá todavía una de las salidas de 1i
iiiiestro propio encierro. En este caso, por lo menos, no hay
iufis salida qiie la entrada a la poesía de Giocoiida Belli. !

Thoi-eau decía que sólo e" poesía podía hablarse de poesía,


que vicnc a ser lo mismo que decir qiie sólo la poesía puede ha-
1
porque ~mracm pscci~aniciitcSLI leiigiia es silya, para poder de- blar de sí inisnia. Esto no cs propianiente decir, coino 16 hacía11
cir cxactainciite lo que qiiicrc decir y que lo puedan entender los devotos de la poesía pura, que la poesía no puede hablar
cxacrainciite coiiio lo dice, con palabras usadas igiial que iiiusi- 1
más que de la poesía. Me parece que la poesía, como hasta aquí 1
tarlas, pero sicinprc felices, inesperadas y certeras, coino cuaiido
lo ha hecho, de todo puede hablar y de todas maneras -aun las )
nos dicc qiie esr;irA ~diliicidaiidoiiiibcs» o abaiidonaiido toda
aún tenidas por no poéticas- ya que cs lo que es porque lo que
ciigciicia vcsbal. tieiic el raro valor de escribir la iuás sciicilla y 1
dice de la tnaiiera eii que lo dice es la pocsía. Pero de la poesía 1
cspoiir~iicadc I;is cxclamacioiics:
coino tal, sólo me queda repetir lo inismo que ya dije, que es i
no sólo iiiefable, sino en sí riiisma in<lescriptiblc. Describir o
clasificar o siiriplcmente señalar los elementos y los iii~todos i!
que se parece al estupendo alejaiidrino medieval del Arcipreste
dc Hita:
t
iI
empleados cri los poemas en sacarlos del ámbito dc la misma
poesía y despojarlos de su sentido o carácter poético. A la poe-
sía no se llcga sino por el poema y en el inistno poema, porque

I[ sólo es en él donde sus elementos, relaciones y movimientos I


;Ay Dios, czl<infrrrnosnviene Doña Endrina por la plaza!
cxisteii coino poesía. Pero la poesía no solaineiite cii sí inisma,
ni tampoco la de cualquier poeta en particular y ni siqiiiera la
Los tres ejemplos anteriores, escogidos al azar, sólo me sir-
poesía de un solo poema, se puede definir o analizar como poe-
ven para siigerir cóino Giocoiida Bclli se apropia de la lciigiia sía y aun describirla es descubrir otra cosa distinta de la poesía
que hablamos entre nosotros, la hace realmente suya, poiiiéti- misma. En realidad lo que los críticos, los p1-ofesores y aún los
(Icile coiiio quieii dicc su sello l~crsoiialy la devuelve a la ciscu- filósofos dicen acerca de ella, lo dice11 siempre de otra cosa que
1;iciiíii cniivcrti~l;~ cii Ii,jcsía. Si se sig~iier:~la iiietifora, los poe- iio cs ella inisiiia o qiie iio es ~~rccisaineiite I:i poesia (Ic I;i ~ioc-
III:IS clc ( ~ i o c o i i ~1x~~lrí;111
l;~ .
~ ~ ~ ~ ~ ~ ~;I~iii~~iic~I:is
i ; ,i r : i r os cl~illcics'le
~iucsí:iciiiiiirlos pnr cIl:i y quc Ilev:iii sil cligie. Aiiiiquc siilioiic
sí;i. liii tal sciiri<lo, al iiiciios, cs cierto lo de 'I'lioscaii, qiic de
poesia iio puede Iiabl~rscsino cii pocsia, porque lo qiie dsrn
cl ricsgo <le procliicir iiii:i iiiiprcsii>ii cqiiivocada, cs;i cniii~i:ir:i- liucdc clccir dc si iiiisiiia lo dicc siiiiplciiiciitc siciido coiiio es.
cií~iicl:irí;i pic p;ii-;i iiiclic;ir la csciici:il difcrciicia ciitrc pocsía y 1;ii Nic;ii.;igii;i. siii ciiihargo, a I>cs;irclcl ciiil~criopor eil>rcs;irsc
cc~~~ioiiii:~. o 111:ísci~iici.ci:iiiiciiic,ciiirc cl v;ilor podticii y cl ccn-
ii<jiiiico,que Iioy iio siílii sc cxcl~i~cii o aiiulaii iii~itii;iiiiciitc,si- 1
1
111 iii;is pusiil>c cii la Iciigua dc todos, poco sc eiitictidc lo qiic
dicc la pocsía y casi nada la pocsía de lo qiic h t a dice y del có-
no peor "ú", e11 cicr~os<:asos ticiidcii iiiás bicii a conhiiidirse.
Esto, claro, nos metería en otra larga disgresión. Pero llegados a 1i mo lo dice. Sería inútil, por lo tanto, y por añadidura fatuo,

1
de entrar en la poesía de Gioconda Belli, a no ser a la Par
de sus otros lectores, es decir, simplemente, por la lectura de
sus poemas. L~ lectura de un poema -mucho más rara entre
cierta de loqiie suele imaginarse, cuando no, en algún POSDATA
caso,sccren o vergoll~ntitc- y m" aíiii de un libro de poesía,
suele iiidicar algiina forin;i de gusto por'clla y aLiil<lLii vcccs
iio P3S3 dCsiin,Ile ciiriosidad, iio es iiiiprobahle q ~ i cconduzcn a PorcLztn 1983. Eiitce la feclia tic ln ~>iiblicaciói~ del pl.iiiicr ~ i l , ~ ( ,
lilia cxperielicia aiitciitica 'ic 1;i pocsía coiii« t:il. Los cllic Icciii de ~ ~ ~ a n a sGiocoiid;~
clc ~ r ~ y~ I ; ~1' :'
Ilclli, S o h 1 , ~ ~ l u ( i1 974) cs-
este libro de poenlas de Gioconda Belli y no logren el iiiinedia- ta posdata (1983), ha succditlo nada niciios que el acoiitcci-
to conocimieiilo, la cxpcriericia direcra de 10 que es poesía, q"" inierito capital, irrcpctiblc, irrcvcrsil~lc,de I:I Iiisloria de ~ i ~ ; ~ ~ : ~
pierdan la esperaliza -1mcirrtr ogni speranza- de llegar a gua: la revolución. La Revolucióii Popular Saiidinista.
La auroral, primaveral y corporal poesía de Gioconda Be&
era más que un anuncio, un adelanto, una especie de previo
/osé Comnel Urtecho florecimiento poético de la revolución, como de otra maiiera,
Las Brisas, febrero de 1974' en otra dimensión, lo era también la sangre de la guerrilla sall.
dinista en la montaña y la de la guerrilla urbana en la propia
Managua. Gioconda misma y su poesía, que no son dos sino
una sola cosa, era ya parre de la materia prima de la revoliición.
Porque ya hacía muclio tiempo, mejor diría, siglos, que la revo-
lución ardía en las entrañas del pueblo nicaragüense, pero hasta
hacía poco, hasta quizá poco después del último terremoto de
Managua, es que empezó la revolución a dar signos de vida eii
el alma y cl cucrpo de las mujeres del país. Siis rn<iiiifestaciotics
empezaron en todos los campos, cn todas o casi todas las acrivi-
dades feineniiias, ya que cii el fiiiido sc trataba del gran intivi-
miento mundial de la liberación de la mujer, q ~ i cen Nicnraglia
proiito desembocaría y rti cierto modo se coiifiiiidiríii, si11 por
eso perder'su identidad, con la revoluciúii político social del
Frente Sandinista. I,a de la mujer nicaragiiense era despiiés de
todo iina revolucióii de la pocsía y el amor, o del amor y la poe-
sía, que en la mujer inás que en el hombre son uiia misma cosa,
como lo cran tambidii, a su propio iiivel, ciitrc las saiidiiiistas y
( los sandinistas dc la clandestinidad. Una poesía de ainoi- abicr-
10, ciiando no hermético, pero auténtico, trémulo, vivo, que
pasaha coino una corriente de vida, como ! electricidad, de la

31

f
~p - --
rarnc a la lengua, del cuerpo al habla; q ~ i ccs, en cfccto, cuino las iiiis Iicllas y iiattiralcs voccs dc la i-cvolucióii iiicaragiiciisc y
ciiipezó a pasar en mujeres poetas, coino Ana Ilse y Gioconda por lo niisnio dc la rcvolucióii de la mujer riicaragücnse, que no
Bclli, dos persoiias tan diferentes casi opuestas, pero insupcra- son dos revoluciones sitio una sola revoliicióii, tios seduce, 110s
bles. iiidtice y nos coiiduce a vivirla, hacerla nuestra, apropiáriiosla,
Mientras Ana Ilse, la intensa y contenida morena, se diría intcriorizarla y experiinetitarla entre nosotros, es decir, en noso-
i
que extrae, con excruciaiite necesidad, de la médula de sus hue- tros y dentro de nosotros. Así nos pasa, veo, con todas las que
leemos en nuestra propia lengua, tan suya en ella, como tam-
sos, la deliciosa concreción poética de su más íntima experieii-
cia femenina. Gioconda Belli como que exuda por todos sus bién seguramente a los que sólo pueden leerla en otras lenguas 1
1
a las que ha sido traducida. Su inequívoco acento, su realidad 1
poros la poesía vital, viva, carnal que llena toda su humanidad i
y que iiattiralmente brota de su piel, coniocl sudor del cuerpo vivida, <lirectanictite traiisinitida, cuando ha sido realmente
captada, no se p~iedcperder ni cii otro idiotna. Leyciido una
1
de una muchacha quc corre desnuda en la costa del mar.
vez más a Giocoiida Bclli, coino acostuinbro hacerlo, ine dati
i
Ambas insuperables poetas de Nicaragua, junto con tres o
cuatro más de su generación, no sólo fueron pioneras o precur- ganas de compararla, o por mejor decir, de ponerla a la par, iio
sólo de las mejores poetas actiialcs del inundo, sitio de todas las
1
soras de la iiiejor poesía revolucioiiaria y por lo inismo de la
mismare~olución,sino además desde la victoria del 19 dc julio grandcs iii~ijercspoetas quc Iiaii existido desde Safo.
de 1979 son también las que más y mejor han cultivado la poe- Uno al menos se siciire tentado a decir de Gioconda Belli
sía, las que la han hccho florecer con más frescura y abundancia que está ciitre las grandes poetas -bueno, digamos «poetisas»
y deliciosidad, contribityendo con ese aporte maravilloso a la por las que antes sufrían o todavía aceptan ser así llamadas-,
belleza y la riqueza y la fascinación del proyecto, el proceso, el que es una de las grandes poetas eróticas de todos los tiempos.
hccho revolucionario, a la realidad revolucionaria, con tanta o De las pocas mujeres que han Iieclio franca y sincera poesía de
i r i s intimidad y rclcvaticia que los viejos o nuevos poetas del aiiior.
otro sexo, con más autonomía y libertad y más independencia Erotisino y amor están iiiextricableincnte cotijiigados en sus
de los tabús, tapujos y tapojos del pasado colonial y burgués. poemas, en casi todos ellos, con todas las setisacioiies y senti-
Esto lo digo especialmente de Gioconda Belli. En Nicaragua, inietitos de placer y dolor, de angustias y goces, alegrías y pe-
entre las mujeres, hay por lo menos media docena de poetas ex- nas, que siempre les acotnpañaii, y que sólo podemos saber có-
ccpcionalcs, tan buenas como las mejores de cualquier parte. mo son en los textos de su poesía. Para clasificarlos nada más,
I~I:iytan liiiciias poci:is corno I>~iciios poctns. Eiitrc cllas, coino cti toda sir coinplcjid:td y siitiliz:~,u11 pro~csortciidrl;~qiic cs-
citti-c cllíls, gi.aii~lcsp0ct;is. cribir i i i i libro.
I < I I ~ ) & I I 1 ):ii-¡u, I~r11cst11(~:irclcii;tl,C;irlos M:trtIiic~,I<iv:ts, cr- Algtiict~iiic dijo ti11 <lí:i, 1111 si11citvi<li:i,cliic yo Iinhia cliclio
C(.ICI.;I, ~ I C ~ ~CLC<~CI:I,
C I ~ I , t<~diiuna larga lista dc poclas, Iioiii- clc Giocoiicl:~ Dclli, C:ioc«ii<la dc AiiiCrica. Eii realidad, ptidc
Iii-cs y itiiijcrcs, qtic se ptic<lccsiii-ar y ciicr>g;crsrgítii cl gtisto y Ii;tl>cr<liclioGiocoii<l:i<Icl iiiuii~io.
10s ~wcjiiiciosde Ins cada vcz 1114s iitiiiicn,sos Icctorcs y oyciitcs
dc pocsía de Nicaragti;~,cii Nicar:igti:i y fiicra <le Nic;ii.;igti;i; y
eii esa lista, ciitre los primeros, a la par de los iiiejores, está Gio-
conda Belli. Su pocsía, inmediata, itnica, inconfundible, una de
1
I

l Y DIOS ME HIZO MUJER


!

!
1
Y dios me Iiizo inojci; !

dc pclo largo, 1
1 ojos,
k ii;~rizy h«c:i de ii~~ijcr. !
f Coii curvas
y ~)lic~~ics
1
1
y sLl~l\,esll~lll<loll;l~l~ls
y iiir c;i\,d por dcirtiri,
i iiic Iiizo i i i i rallcr dc seres Iii~iii:iii~>s.
1 Tcjiú Jclicadaiiieiicc inis iiervios
\ y balaiiccó con cuidado
j el iitímero de iiiis Iiorinonas.
i
1 Compuso ini saiigre
j y iiic iiiycctó coi1 ella

1
para que irrigara
todo mi cuerpo;
tiacieron así las ideas,
los sueños,
el itistinto.
Todo lo que creó suaveineiite
a iiiarrillnzos de sopli<los
y raladrazos de anior,
las iiiil y uiia cosas qiie iiie haccii iiiujcr todos los días
por las que ine levanto orgullosa
todas las inafianas
y bciidigo iiii sexo.

l
i
!
37
1.' SOY LLENA DE GOZO ESTOY DESEANDO

j ' Soy Ileiia de gozo,


llena <levida,
Estoy dcscaiido cxplotni-
c~11110v~li11:l < l C ill~lli,lcll~
para darle iiiis seiiiillas al vieiito.
l~'
cargada de energías
como un animal joven y contento.
Imantada ini sangre con la naturaleza, Perdernie por 10s montes
sintiendo el llaniado del monte embriagándome

1-; para correr coino venado desenfrenadaineiite,


sobando el aire,
de aire
de flores
borracha de primavera

I~
o andar desnuda por las cañadas
untada de grama y flores machacadas de amor
o de lodo, de deseos
que Dios y el Hombre me permitieran volver haciendo nacer árboles,

1; a mi estado primitivo,
al salvajismo delicioso y puro,
sin iiialicia,
vida,
desperdigándonie por el mundo
eii gritos de gozo,
al barro, a la costilla, en crujidos de ramas,

I~ 1
,:
al amor de la Iioja de parra, del cuero,
del cordero a tuto,
al iiistiiito.
ser una con la tierra
en un árbol espeso.

11
l
I l

[;

1. 38

t a
~ : ~
sc Iia vuclto tronco

Con mis dedos


METAMORFOSIS rne toco toda
re-coiiociéiidoiiie
entre las Iiojas
1.a cilrctl:i~lcr:i y las rainitas
se iiie esti saliciido y las florcs que Ilciiari ini 1,oca
por 13s orcj:is. y Iiaii teíiido triis dientes.
Mis ojos c Ii:i~icoiivcrtido Me icpaxui niis cledos
eii pistilos inovibles y su contacto es abono
y ~ i i boca
i está repleta para tnis raiiias que crece11
[le flows iiioradas. y ya por fin,
después de miiclio resistir,
Miciitr;is c:iiiiiiio se Iiaii rendido las ~naiios
sigo Ileiiaiido de Iiojas y están saliendo p~iyitas
la casa. de las unas.

Mis raiiias cstorbaii cii cl cuarto, Mi boca llena de flores moradiras


sigo enred5iidome en todo; Iia cuajado mi cuerpo
ya mi nariz y estoy enredadera,
también se ha puesto verde metaiiiorfoseada,
y mis olores Iiaii caiiibiado, espinosa,
tropiezo con los mucblcs sola,
y iiiis picrii:is están roiiipiciido lieclia iiaturaleza.
10s I:idrillos,
buscando la ticrra,
ciircdiiidoiiic.

Mi pclo ya no nic deja iiiovcrine,


csti al>i.:iz:idoa 1;)s ~>:irc<lcs,
los hrnzos se Iiaii Ii~iiidi~lo
s6lo iiic qucdaii los dcdos
mientras ini cuerpo
SIENTO QUE VOY ALEJANDOME SIEMPRE

Siento quc ine voy alejando, que voy saliéiidonie poco a Sieiiipre esta sciisaci6n de inquietud. Dc csperar iiids.
poco, de esta realidad de 1:is inafi:iiias y las tardes y voy Hoy son las riiariposas y rnafiaiia scri la tristcza
eiitraiido a un mundo que estoy coiistruyéndome con mis iiiexplicable, el abiirritnieiito o la actividad deseiifreiiadn
deseos y iiiis aiisicdadcs y todas las cosas rcpritiiid:~~ qiie por :irreglar este o aqlicl cuarto, por cosci; por ir acluí i,
empiezan a querer salírseme y que me etiipujaii, casi sin allá a liacer mandados, mientras trato de tapar el Universo
darme cuenta en la incertidumbre, allí donde deberé con un dedo, liacer ini felicidad con ingredientes de
quedarme sola, donde me da miedo ir porque sé que receta de cocina, cliupándome los dedos a ratos y a ratos
tendré que asumir toda la responsabilidad del haberme sintiendo que nunca podré llenarme, que soy uii barril sin
dado cuenta, del saber que no todo es aire y agua y pan y fondo, sabiendo que riio me conformaré i;~iiica. pero
leche y que Iiay algo i d s que tios rodea, que está en la biiscaiido abs~iirlainciitecoiiforiii:~rii~c iiiiciiti.as ini
atiiibsfera, que 110spersigue y espera para ciivolveriios en c~ici-1")y iiii iiieiitc sc abren, sc cxticiidcii coiiio pol.<is
esa belleza dolorosa que quisiéramos compartir y infinitos donde anida una mujer que hubiera deseado ser
acercarla a los demás pero que, al contrario, nos aleja, nos pájaro, mar, estrella, vientre profundo dando a luz
Iiace sentirnos irreales, diferentes, como que acabáramos Universos, iiovas 1-elucie~ites ... y ando reventando
de nacer a un miiiido que no conocimos hasta entonces o palomitas de maíz en el cerebro, blancas iiiotitas de
conio que Iiiibi6semos llegado de la estrella iiiás cercana algodóii, ráfagas dc pociiias q ~ i ciiic iisaltaii todo el dí:~y
(1; o de la mds lejaiia y estamos abiertos totalmente a las Iiaccii que quiera inflarme conio globo para llcnnr cl
Iiojas, al ruido, sintieiido derramarse la vida, sintieiido que inundo, la Naturaleza, para einpaparine en todo y cst:ii- cii
110s acercamos a esa, la verdadera realidad, aunque todos todas partes, vivieiido una y inil vidas diferciitcs...
crean lo contrario y nosotros no podamos explicárselos.
Más lic de recol-dar que estoy aquí y que seguir6
aiilielaiido, ag.irraiido pizq~iitasde claridad, Iiacieiido yo
misma mi vestido de sol, de luna, el vestido verde-color
de tiempo con el qiie Iie sofiado vivir alguna vez eii Veiitis.
ESCRIBIRTE Y...

Escribir, escribirte, dibujarte. Llenarte el pelo de todas las Y va naciendo


pdlahi-as detenidas, colgadas en el aire, en el tiempo, eii el pretexto para decir tu nombre
aquella niiia llena de floirs ainarillas del cortés cuya en la iioclie remojada,
bcllcza iiie pone los pelos de punta cuando vciigo bajando tierna y Iiúincda
sola, 1)or la c;iri-etcra, ~>ciisandn.Dcfiiiir el iiiistcrio, el conio la flor d c grandes ojos abiertos
moriiciito prcciso dcl descubritnieiito, ci amo&esta y pétalos palpitantes
sensacidii de aire cniiiprimido dentro del cuerpo curvo, la en la que ine envolví
explosiva Felicidad que iiic saca las lágrimas y me colorea en lo más profundo del sueño,
los ojos, la piel, los dientes, rnieiitras voy volviéiidome para dibujar tu iiornbre
flor, enredadera, castillo, poema, entre tus inaiios que ine en todos los riiicories
acarician y ine van deshojando, sacándome las palabras, donde 1ie vivido y viviré
volteándonie de adentro para afuera, chorreaildo mi hasta que m e lleve el viento,
pasado, iiii infancia de recuerdos felices, de sueños, de coino semilla,
inar reventando contra los años, cada vez más hermoso y a dar flor a tierras desconocidas
iiiás grande, más grande y más Iicrmoso. y me encarne quizás en la niña
que oirá historias
Cómo puedo agarrar la ilusión, emptiíiarla en la inano y en las tardes iguales de Nicaragua
so1i:íriel:i cii la ciii-a cniiio una paloma feliz que salie1.a a COI> el olor a tierra iinciciido,
dcsciihi-ir I;i tierra clcspii6s del diluvio; dcscubrirle Iiast;i ~irdiciidocii sus entrañas
cn los reflejos inSs ignorados, irtc absorbiciido la vida verde del trdpico liijurioso
Icritaiiiciitc, coiiio 1111 scc:iiitc, 1>cr<li6iidoiiic, COiliO yo, corrio vos,
perd??iidoiios los dos, cii la iiiaíia~iaeii la que Iiiciiiios cl coiiin las Iiojas en que tios ciivolviriios
aiiior coi1 todo cl sueño, cl 0101-, el sudor de la iioclic cliaiido nos arrojar011 del paraíso.
s:il:i<l;i cii iiucsrros c~icrpos,iriir;íii~lotioscl : i i i i ~ ,
cliorrc:iiidolo cii cl piso cii gixiidcs ol;is iiiiiiciisas,
hiicciii~lncii cl : i i i i n ~ ; duc1r:í~idoiii)scoi1 el ;iiirnr qire iiiis
sobia.
.i+

BIBLIA YO SOY
1
i Yo soy tii caliia,
Seati mis matlos con10 ríos !
etltre tus cabellos. 1 tu sttclo,
I soy ti1 g1i:ical
! en cl qiie te dcrrarnh siti perderte
Mis pechos como ~iaranjasmaduras.
1 porque yo aino tii semilla
Mi vientra uti coma1 cálido para tu hombría. 1 y la
I
Mis picriias y mis brazos seaii como puertas, 1
como pticrtos para tiis tci~i~cstades.

Mi como algodón en rama.

Todo mi cuerpo sea hatnaca para el tuyo,

...
LLENA DE GRUMOS TE VEO COMO UN TEMBLOR

Llciia de gruiiios. Te vco coino un teinblor


en el agua.
Aspera de vida.
Te vas,
Estoy tciisa coino un arco tc venís,
l <llCc-ll~l,
C h [ > ~ ~ ~ l i l <1Cl >
y cIcj:is aiiillos cii iiii iiii;igiiiacii,ii.
p;11:1 ;irl.iivcsiirdc go%o
los caiiil>osII~.iiosd e :iiii:ip«las explor:iiido. Cii;iiid« estoy con vos
quisiera rciicr varios yo,
M c lic :iropl;i<loa t i i iinvc iiiv:i<lir el :iirc <l~ic
rcspiris,
~ í i i i o i i ojtiiiios
~ traiisfoiiiiarine eii uii aiiior calieiite
seré tierra para tu seniilla. para que me sudés
y poder cntrar y salir de vos.

Acariciarte cerebralnicnte
o meteriiie eii tu corazóii y explotar
con cada uno de tus latidos.

Sembraste coino uii gran árbol en mi cuerpo


y cuidar de tus hojas y tu troiico,
darte ini sangre de savia
y coiivcrtiriiic cii tierra liara vos.

Siento iiii viciito cosqtiilloso


cuando cstamos juntos,
quisiera coiivcrtiriiic cii risa,
Ileiia de gozo,
retozar en playas de ternuras
recién descubiertas,
amarte, amarte
Iiasta que todo se nos olvide CASTILLOS DE ARENA
y no sepamos quién cs quién.

¿Por qué no iiie dijistc q ~ i cstabas


c coiistruyciiclo
ese castillo dc arena?

Hubiera sido tan Iicrmoso


i poder entrar por su peqiieña puerta,
/ recorrer sus salados corredores,
esperarte en los cuartos de conchas,
Iiabláiidote dcsde el balcón
i con la boca llena de espuma blanca y transparente
como mis palabras,
1 esas palabras livianas que te digo,
que no tienen más que el peso
b del aire entre mis dientes.
1,
/ Es tan hermoso conteiiiplai el iiiar.
!
Hubiera sido tan Iicrmoso el mar
desde nuestro castillo de arena,
relamiendo el tiempo
COII la teriiiii.;i
honda y profunda del agua,
divagando sobre las Iiisrorias qiie nos coiit:il>:in
ciiaiido, iiiiios, Ci-aiiios 1111 solo poro
abierto a la Nat~iraleza.

Alioi.;~cl ;igii:i sc Ii:i 1lcv;iclo ti1 c:istillo clc ;ii.cii:i


en la marca alta.

Se 1ia llevado las toiies,


i
i
--
,:a-
lo\ fosos,
la puertecita por doiidc Iiubiéramos pasado
eii la inarca baja,
ciiaiido la icalid.id está lejos EL RECUERDO
y Iiay castillos de areiia
sobre la playa ...
La música, el mar y esa sensación caliente que se me va
regando por dentro. El recuerdo, la rertiura, la depresión y
todas csas cosas que me van haciendo, que van dibujaiido
las hebras dc mi pelo eii tu camisa, que van llegando a inis
ojos, a mi boca, Ilciiáiiduiiic dc iiustnlgia, dc agua salada,
ciipcdazos y ciivuclta cii papel plateado,
~ l Ic~ i i i :corrad;~
~
de tu iioinbrc, del iioiiibre que no existe, de lo que
teiiemos y lo que nos falta, de todo eso que tengo
dentro, qlic ine recorre y iiie da esa sensacióii caliente
que te lleva y te trae.
cuando ya quizás liemos olvidado
el nombre de la calle
donde
ABANDONADOS alguna vez
~>~icliiiins
encoiicrariios.
Tocaiiios la iioclic con las iiiaiios,
escurriéndonos la oscuridad entre los dedos,
sobándola como la piel de una oveja
negra.

Nos liemos abandonado al desamor,


al desgano de vivir colectando Iioras en el vacío,
en los días que se dejan pasar y se vuelven a repetir,
intrasceiidentes.
sin hoellas, ni sol, ni explosiones iadiantes de claridad.

NOSliemos abandonado dolorosa~iieiitea la soledad,


sintiendo la necesidad del aiiior por debajo de las iiíias,
el Ii~iecode un sacabocados en el peclio,
el recuerdo y el ruido como dentro de un carawl
que lia vivido ya detiiasiado en una pecera de ciudad
y ;ipeiias si lleva el eco del niar eii su labcriiiro de coiiclia.

;Cóino volver a recapturar el tiempo?

;Interpoiierle el cuerpo fuerte del deseo y la angustia,


hacerlo retroceder acobardado
por nuestra inquebrantable decisión?

Pero... quién sabe si podremos recaptiirar el inomento


que pcrdiiiios

Nadie puede predecir el pasado


cuando ya quizás no somos los inismos, ,
DESPARRAMADAS

Estahaii allí, Estaré diliicidando nubes. Tratando de ponerle a mi


desparramadas, corazón la nianclia grande del amor. Llevándome en iin
las flores del árbol grande saco la lluvia junto coti inis lágrimas y los poemas que
q i ~ ciio S& c6i11o sc Ilaiiia buscan ini rncdida, la tuya, y esrin sentados al borde de la
v quv fli~icccrr~s:idocii 1:is tardes. acera esperando que yo los recoja, qiie pucda sacarle n la
',s:ls l:lr<lcs licriii~,s:is vi<l:i I;i gran rcspiicsta, el iiicrisaje, 1:i diierciicia entre iitin
cii qiie cii recucido vida y otra, entre un cielo y utia cierra.
cs 11113sola cori-iciitc que vihr:i cii i i i i saiigrc,
coiiio es:is flores vihi.:iti sobrc cl paviiiietito,
\:iicI;iii sol>rclos icclios clc I:is aisas,
sc ciircd;iii cii cl pelo dc aqiiclla vieja caiiiitiaiido despacio,
o eii a<lucIlafiieiitc, tni amor
o en aquella Fuente...
TE DUERMES

Te diicrmcs a ini lado. Caes silciiciosanieiite en ese Iliiiie que no nic conf<x~iia~í~iiiiiic:~,
iiiuiido doiidc yo piicdo ser alg~iii;iremota conocida, itiia ni iiic clarás I;i Iclicida<lJ c la rcsigiiacióii,
compañera de banca de parque o la amante que acabas sitio la felicidad que diide de los elegidos,
de dejar para evadirte a esa rcgióii donde, iiiiituainente, los que p~iedcii:ib:trc;ir el rnar y cl ciclo coi1 siis ojos
nos privainos de la palabra. y Ilcviir el Uiiivcrso dciitro de sus cuci-pos:

Me conmueve verte dormido, hundido en las sábanas con Y yo tc vestiié con lodo y te daié a comer tieira
el abandono del sucíio, eiiigmáticaineiite eiiccrrado eii tu para que conozcas el sabor de vieiitie del inundo
ciicrpo.
Escribiré sobre iii cuerpo I:i Ictra dc iiiis pocin;is
También yo ine donniré y entonces quizás te despiertes y para que sientas cii ti cl dolor dcl ;tliiiiil~i-aiiiiciito.
pienses esto que yo estoy peiisarido, tal vez me
imaginarás enredada en algún árbol enmarañado de los Te vendrás conmigo: Haremos un rito del amor
qiie sabes que me encantan y ine quieras alcanzar y una cxplosióii de cada uno de nuestros actos.
tocándoine, saciiidoiiie del niiitisino de estación de radio
apagada, volviéiidoiiie a traer Iiacia tii lado, Iiacia el anior No Ii;ihr:íii 11ai-c~lcs
qiic nos ;icnri-;ileii,
qiie nos dio el sueño. ni tcclio sobre iiiiestus c:tbczas.

Olvidareiiios la palabra
y ici~~irclllos IlilcstKi ]>rol>i:lll1;lllcr;l clc cilicil~lcrll~ls;
ni los días, iii las Iioras podrán :itrapnriios
I
porque cstarcinos escoiididos dcl ticiiipo eii la iiicbla.
f

1
l
Crecerán las ciudades,
se extenderá la Iiiiinaiiidad iiivadiéiidolo todo;
nosoti-OSdos sereinos eternos,
porque siempre habrá un lugar del niundo que nos cubra
y un pedazo de tierra que nos alimente.
l'or la iiiañaiia
iiie alzo corno gacela Tengo
gozosa critre el monte la ~cnferinedad,>
cspcráiidotc de las inujercs.

Al iiicdio din, Mis Iiormoiias


I ~ i i ~ ~ ( l i cC florcs,
l . Ii I I ~ C
cst.iii alborotadas,
voy dibiij:iiido mc siciito parte
r i i iii~iiilirccii cl viciitrc dc :ig11:1dcl río
de In iintiiraleza.

En el crepúsciilo, Todos los meses


llena de aiilor, tile doblo esta comunión
y luego voy a espeiarte del alma
vu1g.1~dc iioclie,
.I < ~ I I C
y el cuerpo;
a quc vengas a posditc CII nií como u11 p á j a ~ o este seiitirse objeto
y ondees tu cuerpo de leyes naturales
como bandera fuera de control;
sobre mi cuerpo. .el cerebro recogido
volviéndose vientre.
I
I TENGO MATERNIDAD II

í
I pocinas sin eiilpezai;
IIaiitos y risas congelados.
Ya las plaiiicics d e ini vientre,
Quisiera poder visitar van cogiendo la forma
I csos enormes almacenes,
diminiiros,
de una rcdotida coliiia palpitante,
iniciiirns por dentro.
en quiCii sabe qué niisterio

I de agua, sangre y silcncio


va creciendo como un puño q ~ i se
el hijo que sembraste
c abre

l
en el centro de mi fertilidad.

I
I -

I
I~
1-,
C ..*',.+-
~-
I '*
FETO

'1.6
I > L ' < ~ U C ~scr,
<'
rsr.ís ci-cciciidodctitro dc i i ~ í
~I:iiicli~iiic iiii:i iiiicv;~~liiiiciisii>ii.

(1 1.1s;111iiici11:1<Io
i i i i v o l ~ i i i c ~cii:i~icIo
i: I>:ijoI:is rsci~lc~.i~s
iio piicdo vci-iiic los pics. 'l'ciigo qiic siil~ircoi1 cuidado
a los carros y caniiiiar despacio por las calles.)

I'or las iioclics ya inc <Iespicrras


coi1 tii suave golpcteo
a las puertas de mi casa más secreta.

1'l;iric.iiiios siii p;il;il>ras


y luego te arriillo
coii cl correr de iiii s;iiigi-e
y los latidos de ini corazón.

Sientes los pájaros priinero qiie yo


y rii vid;^ rcbiillc coiitctita
coi110 1:i coliiii (Ic ti11 perro
e11la iiiaíiaiia.

1:rr.s i i i i pcqiicíio Ii:il>ii;iiiic


ct>iicl q11c vivo kciitr ;i Crciitc
y yo h o y iii s;ico :iiiiiiii>iico,
diiiiiiiiitn 1iiiiiiniiid;irlsiii sexo,
al (lile a vcccs iiiiagiiio iii~ijcr
y otras hombre,
DANDO EL PECHO

Mc :ici~crdo
cuando nació mi Iiija.
Es c o i ~ i ti.:ii:ii.
i ~ d c c:irg:ir iiii iiioiitoiiciii~dc ;igii:i
Yo era u11 solo dolor miedoso, sin que se dcrraiiie.
esperando ver salir de entre mis piernas
un sueño de nueve meses Me siento en la mecedora,
con cara y sexo. la acuno,
y al priiner quejido,
empiezo a dar leclie coino vaca tranquila.

EII:1 viiclvc :i scr ilií:i,


pcgidita a mí,
dependiendo de mí
como cuando sólo yo la conocía
y vivía en mi vientre.
LA MUCHACHITA A MELISSA, MI HIJA

Ya se quedó dormida la inucliachita. Te quiero con el pelo,


los ojos, los brazos y las piernas.
Cerró dc iiuevo su corazón dc palnia.
Todo lo que soy yo
Terminó su Icccióti dc 24 horas en qiic la vida te qiiicre y te conoce.
es un juguete que se arma y desarma.
Mi amor es coino un cántaro
¡Qué linda se vc mi muchachita dormida! que, lleno de agua, nunca se rebalsa.

Parece un mar que se quedara quieto de repente, Mi amor me lince ~iiiiversaly planetaria,
o una canción que no necesitara viento para oírse; me une a los animales y las plantas,
mi muchachita-milagro, mi deslumbrante mujercita en tne hace enorme, incontenible, inmensa,
iniiiiatiira ... canta en !ni ciicrpo,
reboza de ternura,
Pcq~ieñay inisteriosa iiiaiio, pestañas que salieron de mi te hace nacer de iiuevo
vientre. en un parto iiifiiiito,
mientras te duermes
iDóiide estará escondida esa inaravillosa fuerza apretadita y contenta
qiic me tejió por dentro csa iiiliñcca? contra iní.

;(:iinio fiic que el :]mor florcci6 dc csra iii:iiici-n?

iQ116csircll:~iiie rcvciiió cii cl sexo


y iiic ciiircg~icstc clii~l~iico
~>l:iiici:i ...!
~>crkcio
CREDO

Escribir para darle foriiia al inundo, Crco ~ N mi C pocsía ii;ice de la fclicic¡;id,


para delinear el perfil de la lágrima, de csa coiiciciicia dolorosa clc scr fcliz
la tristeza del árbol cortado. sin motivo, ser feliz como una necesidad
intransigente que no admite los momentos
Escribir para despojarnos de la mañana recién nacida, de tristeza, que exige la risa, el sol,
para irnos desnudando del dolor y la alegría, a lo largo de todos los días, en los ratos
para re-vestirnos otra vez, del sol, del mar, más inesperados porque para escribir
1
de la pareja que inspira ternura sin saberlo. necesito ser feliz, sentirme como un
caballo relinchón, explotar las palabras
Ir deshaciéndonos del propio cuerpo, como inalinchazos, llenarme de maleza cos-
sustituirlo por otros cuerpos que viven quillosa hasva el bol-de, Iiasta que se inc
y sienten en nosotros, salga el alina, el goce qiie nie hace poeta.
con~partirla angustia, la risa, el pan
con los seres que creamos, con el mundo
que nos alimenta sin saberlo
i¡ mientras nos damos,
mientras seiitin~oscada día con inás fuerza
la necesidad de von~itariios,
de darnos coinplet;iineiite,
de morir para abonar la tierra
que de nuevo alimentará nuestras raíces.
--

as'iltaine,
violame,
rebalsame los bordes,
DATEME POEMA los pliegues, los pechos
iiiundaine de maravilloso asombio,
llcname entera coi1 el semeii vital de la palabra,
DSrcme poema. con el milagro de un descubrimiento,
dAterne poeina,
No te me nicgucs como el nino jugiietóii dáteme poema.
dc inis sucfios,
coino cI Iiijo que existe
cii cl aiiil~ieiitciiitcrior <leiiiis eiirrafias,
C ~ I ~ ~ cii I ~L Ii ~~pcqticfiO
lU ÚVUIO
cii 1.1s t r o m ~ ~dc a s Falopio.

Diiciiie siii pasado obsesivo aiiatótiiico o crótico.

Dátcnie sencillo.
cI;írciiic desde afiicra.
<lL,sdc13 l>icdr:i dc algúii c:iiiiiiio
o dcsde el silciicio de un ascensor
qiic lleva dos o trcs personas dcscoiiocidas,
ralladas cn el silencio embarazoso
de la iii<lifcrciicia.

Diteiiic dcsde el agua,


<Ics<lcI;i iiicvc iiicxistciirc dc Ii~sti-hliinis,
d;ítciiic rojo o azul,
coiifiiso o ti.:iiisl.ai-cnte,
pcrc>giv.lrillc cl ~ l l 1 1 1 ~ 1 ,
volrcaiiie la iiii~ida;i ori-a parte,
Iii~cc~iic VCI. 111% pies S I I C ~ O Sdel I ~ ~ ~ ~ b I o ,

el csthi1i;igo graiidc dcl

NO iiic dejés trniiq~iila,poenia:


MI SANGRE A BORBOTONES

Mi sangre acarrea letras A boi-l~otoncs


dentro de iiii ciicrpo. esroy ci.eaii<lo
~ i ~ l ~ ; i ~ l ~ l ~ ,

Ando iiiia sensación extraíia


en la cabeza, Me retiierzo en dolores
una sensación de olas reventando, de parto.
de presa contenida
de túnel de viento. Cada poema
es mi carne
A través de varios días y mi sangre.
todo es i n L bello de repente,
cada calle y cada cara son bellas, No quiero quedarme
hasta los botes de basura son bellos. sin nada. ,
Siento que soy un bosque No dejaré que salga
que hay ríos dentro de mí, la placenta.
montaíias,
aire fresco, ralito
y me parece que voy a estornudar flores
y que, si abro la boca,
provocaré un huracán con todo el viento
que tengo contenido en los pulmones.

Me va persiguiendo el presentimieiito
del poema próximo a nacer,
naciendo como ahora,
brotando tina primavera
en mis inanos.
.. . ,. -m-
:3.7a

f 7
I
'

ie ;irrugadas,
coino eii u n iiiacabable prostíbulo de ojos y inanos.
1
POEMA A LAS HOJAS DE PAPEL f

Nos csl>ri.:iiilas vírgciics Ihlaiicas


coii siis cii.:is dcs:ifiaiiics y yl;iiias sobre I:is iiicsas.

; C ~ I I IIiciiios
O dc violar siis sccretos?
;Su antigua historia iiacida de madera?

Deseiivaineinos la iiiiagiiiacióii,
los sueños,
10s rcciierdos,
I;is pcstníi:is soiiihrí;is de la Naturaleza,
lo que IIO existe inás que cn iiiiiguria parte
y cainiiieiiios sobre estas vírgeiies blaiicas,
~n~idainciitc dcsafiii~itcs,
niigiisrii~s:iinciirefi.i~sti.adas,
coi1 reiiior al clcspcrdicio.

1 I;iy qiic <I:~rlcs I;oI~)csccri.~ri.os y ~>cs:i<l<is,


: i ~ > < ~ y ; i r ~ i oellas,
~ o l > ~i:ilp:irlas,
rc
iio <Icj;irde lloiicr lo qiic ~)iicd:ilasiiiiinrl;is.
1><"'<1"' '"L""~~~cI>cs
cst.iii cspci-:iliilo<]iicIliicsi~ls~>:il;ilhi.:is I:1s <Icsflorcii,
Ins c~itrcgiiciia csc oc6aiio
doiidc andarán de uii lugar a otro,
sobadas,
manoseadas,
LA ETERNA PREGUNTA ESCRITO ANTE UNA TUMBA INDIA

1.:i ctcrii;i ~>rcgiiiit;i(Ic I:I idciiiid:id:


ser o no sci:
Tú, irii :iiii;iiitc tiiilciiarin.
Dejarse ir,
o quedarse cn esta orilla, I'iiedc que estés eiiterr.ido
en la seguridad, en csc túni~ilovcgcral
o ir allá donde el paisaje se adivina froiidoso, de ciiatro lajas,
se percibe puede que estés coiisutnido,
y casi nos parece oler las flores del otro lado reducido a un conjunto clc Iiiicsos
y nos vamos embriagando del olor presentido tu cuerpo de guerrero,
que nos va penetrando, cazador d e jaguares,
y son las flores, las enredaderas, Iioiiibre ancestral.
el agua del otro lado que nos esrá sonando en la memoria
con su olor a mango, Puede que estés allí
y es ese sentir que el corazón está próximo a estallar enterrado con todas las ollas
(el olor del tnalinche, las explosiones del nialinche), que yo pinté para ti
los faunos, en las largas noclies de luna llena,
un día'que se va, cuando esperaba que regresaras
un día que pildimos Iiaber estado al otro lado con el espleiidor de i i i i Ieóii cansado
y no estuviinos. despiiés de la caza,
a buscar abrigo sobre niis piernas.

Puedc qiie estés allí,


que seas nada más que un recuerdo blanco y polvoso,
un conjiinto de meinorias.

Yo te traigo cii el tiempo


Iiacia iiii riucva rcencariiacióii iiiestiza
y atíllo de dolor porqiic te Iic perdido.
Indio salvaje,
me haces señas a través de los siglos,
a través de todos los descubrimientos,
viiclves a vivir en mis ansias de monte, ALGUNOS POETAS
de desnudez...
de milpas ...
Coiiio libros abiertos,
llenos dc citas,
Ilegaii a las rciiniones
dejando cacr iioinbrcs, obras y feclias
como trofeos,
csgi-iiiiiciido la lógica
Iiast~el final de las coiisecuciici;is.

Así qiiicrcii Iiaccriios a sil niodo


algunos poetas,
siguiendo la vieja tradición paternalista
tratan de adoptariios
a falta de poder alircsar
cl viciito, la fi.iit;i proliibicla,
la inisteriosa fertilidad
de nuestros poemas.
!

j
lI Edifiquemos nuestras vidas siii patrociiiadores,
1 teniendo sólo a Dios coiiio juez y testigo.

i
1I INVITACION A VAGAR
1 Prcficro acnb:ir inis di;is cii ;iIgiiiia i.ibcr;i dcscoiic~cid:~.
si11I I ~ I I I I ~ I~ IV ;~, ~ p c ~ ~ i ~ ~ ~ ~
<1"' L"lC1' (IIIC vcr SLlS CilKIS.
1. Vago
aiites de cerrar los ojos.

Vaga
I Vagiiemos

l Desafiemos el aire que nos corta el paso,


la 1-ealidadque es como palo d e donde estamos aniarrados.

1 Paseemos por las aceras


ante Ins aiiciaiiidadcs qiie calientan sus butacos
con el calor animal de sus cuerpos ya inservibles,
esperando la muerte,
_I /
fiiistrándose cada día iiiás
y criticaiido a los que v;igairi«s,
qi~eriéiidoiiosiricdir coi1 sus nrcnicas loiigiiiiclcs.

1. / Riiinonos por dentro y saludémoslos muy serios,


(por fuera)

1' i
1
1
l
No es pecado tratarlos con su misiiia iiioiieda: Iiipócritüs.

vago

1 '
Vaga

Vagueinos

I~
I

Desafiemos las reputaciones y las miradas de los buitres.

I
l
_r
..>,li?N
,irmi
..-
.
UNO NO ESCOGE ENTRE LAS MILPAS

Uiio iio cscogc el país doiidc iiacc; Eiitre las milpas


pei-o aiiia cl p;iís doiidc Iia iiacido. seinbraremos
nuestros sueíios iiidigciias,
Uno iio cscogc el tiempo para veiiir al inutido; iiuestro amor a la Tierra
pero debe dejar Iiuella de su tiempo. y la fecundidad de nuestros cuerpos.

Nzidie piiede evadir su responsabilidad. Eiitre las milpas,


enterraremos los cadáveres de los heroes
Nadie pucde taparse los ojos, los oídos, para que les den el color dorado a las mazorcas
enmudecer y cortarse las manos. y nos alimenten.

Todos teiieiiios un deber de amor que cumplir,


iiii:~1iistori:i que Iinccr
llli:, I i I C l ~ l,111c ~ l l ~ ~ l l l 7 . ; l r .

No cscogitnos cl inoiileiito para vciiir al miiiido:


Ahora podemos Iiacer el inundo
cn quc iiaccrá y crecerá
la semilla que trajimos coi1 nosotros.
INACTIVIDAD

Y escribiiii«s,
Iiablaiiios conio dcscspcrados
iDcq~oj611ioiios
de los artificios! 1i;icciiios y dcsliacciiios I:i Iiistori:~
cii las rciiiiioiics,
Regalémosle al mundo la hermosura de la desnudez, mientras el tiempo va pasando
regalémosle nuestras vidas sin taparrabos. y vamos agachando
cada día iiiás,
No dcbciiios iieg:irlcs la verdad a los amigos, la cabczn.
iiia los ciiciiiigos,
auiiiliie les duela coiiio iiiia Il:iga eii la cara,
iio debciiios giiardarla.

Hay qiie reventarla con deteriiiinacióii en sus c;iiniiios,


seiiibr:liidoles la gran iiitcrrogacióii,
ecliiíiidolcs a rcvolote;ir la iiiqiiietiid del iiisoiiiiiio
y el <Icscoiicicrro;
aqliello de desenredar la iiiadcja del Iiilo ciiiii:ii.nfi:iclo
Iiasta el agotamiento o el coiiiproiniso,
hasta la iiiinortalidad
O la inuerte.
QuEDARÁ DE NOSOTROS HUELGA
Al merzosflores, al menos cantos...
Quiero una Iiuelga donde vayamos todos.
Quedará dc iiosotros Uiia huelga de brazos, de piernas, de cabellos,
algo iiiis q ~ i ecl gcsto o la palabra: iiiia huelga iiaciendo cii cada cuerpo.
Este deseo candente de libertad,
esta intoxicación, Quiero una Iiuclga
se contagia! de obreros de palomas
de choferes de flores
de t6cnicos de niíios
de médicos de mujeres

Quiero uiin huelga grande,


que hasta al amor alcance.
Una huelga donde todo se deteliga,
el reloj las fábricas
cl plaiitcl los colcgios
el bus los hospitales
la carretera los puertos

Una huelga de ojos, de manos y de besos.


Una Iiuelga donde respirar no sea permitido,
una Iiiielga donde nazca el silencio
para oír los pasos
dcl tirano <lilesc ~iiarclia.
lo ve brillar en todas las miradas
lo va viciido acercarse
con cl ciiip~ijcdc ~ i i i ; iin;irc:i b'b.
.I ,'IIltc
HASTA QUE SEAMOS LIBRES cii c:ida iiiaíiniia cii qiic el ~>iieblo se Icv:iiita
a rl.ab;ijai. cii ticrras qiic tio Ic pertciicc<:ii,
en cada alarido dc los padres qiic pcr~lieroiia siis Iiijos,
Ríos iiic atraviesaii, eti cada iiiaiio qiic se ~ i n ca otra iiiaiio qiic siifre.
iiioiitañas Iioradaii iiii cuerpo
y la geografía de este país Porque la fuerza de cste niiior
va toinaiido foriiia eii iiií, lo i r i :irr«llaiic~otoclo
Iiaciéndome lagos, breclias y quebradas, y no quedará iiada
tierra donde sembrar el amor Iiasta que n o se ahogue el clainor de nuestro pueblo
que me está abriendo como un surco, y gritos d e gozo y de victoria
Ileiiándoine de ganas de vivir irrumpaii en las montañas,
para verlo libre, hermoso, itiuiideti los ríos,
pleno de sonrisas. estreniezcaii las ramas de los árboles.

Quiero explotar de aiiior Eiitoiiccs,


y que mis cliariieles acabe11con los opresores iremos a despertar a nuestros inucrtos
cantar con voces que revienten mis poros con la vida que ellos tios legaron
y que mi canto se contagie; y todos juntos cantarenios
que todos iios enierineinos de amor, iniciiri.as coiicicrros dc pijnros
de deseos de jiisricia, rcl)iicii iiiicsiro iiiciis:ijc
que todos empiiñeiiios el cor:izóii cii todos
siii micclo dc q ~ i cno resista 10s C ~ I I ( ; I I C S
porque un corazón tan como el nuestro de Aiiifrica.
resiste las iixis crueles torciiras
y iiada aplaca su amor devastador
y de latido en latido
va creciendo,
más fuerte,
más fuerte,
más fuerte,
ensordeciendo al enemigo
que lo oye brotar de todas las paredes,
¿QUÉ SOS NICARAGUA?

¿Qué sos
siiio un triaiigulito de tierra
perdido cii la initad del mundo?

i q u i . sos
siiio u11 vliclo cIc ~>áj;iros
guardabarraiicos
cetizontles
colibríes?

2 Qué sos
sino un ruido de ríos
Ilev;iiidose las pulidas y brillanies
dcj:iiido pis:id;is J e agiia por los iiiotitcs?

¿Qué sos
sino peclios de mujer hechos de tierra,
lisos, puntudos y amenazantes?

;y SOS
51110c:iiit:ir <IcIioj;is C I I :irl,olcs gigantes
verdes, ciiiiiamfiados y Ilciios dc paloiiins?

;Qué sos, Nicai.:~~~i;i


sino p ~ i ñ ocrispado y bala en boca?
?

e
[ Es dolor,
pero se crece el1 canto
porque el dolor es fértil como la alegría
EL TIEMPO QUE NO IIE TENIDO EL CIELO AZUL riega, se riega por dentro,
ciiscfi:~cos:is it~sosliccli;~<l:~s,
ensefia i.;il>i:is
y viciic florccir~itlocii r:ilit;is c:ii:is
que n punta clc dolor
es seguro tl~icp:"'irciiios
El tiempo que no Iie tenido el ciclo azul 1111 amanecer
y sus nubes gordas de algodón en rama, para esta noche larga.
sabe que el dolor del exilio
lia liecho florecer cipreses en mi carne.
Es dolor el recuerdo de la tierra mojada,
la lectura diaria del periódico
que dice que suceden
cada vez iiiis atrocidades,
que mueren y caen presos los amigos
que desaparecen los campesinos
coino tragados por la montafin.
Es dolor este iiiovertne en calles
con noiiibres de otros días, otras batallas,
de otros personajes que iio son de iiii historia.
Es dolor caiiiiiiar entre caras descoiiocidas
coi1 quienes no puedo coinpartir uti poema,
Iiablar de cosas de la Limilia
o simplemciite despotricar contra el gobierno.
Es dolor llegar hasta el borde,
ver de lejos el lago.
los rótulos en la carretera: Frontera de Nicaragua
y saber qiic aún no se puede llegar inás allá,
que lo iiiás que se puede es cmpiiiarse
y tratar de sentir el olor de las flores y campos
y quemas.
[le ~ i i graii
i optiiiiisnio qiic iios lleva alcaiiz;idos
y aiidaiiios la victoria colgáiidoiios del cuello,
soiiando SU ceiicérro cada vez inás sonoro
CLARO QUE NO SOMOS UNA POMPA FÚNEBRE y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque soiiios semilla y habitación de una sonrisa
claro que no somos unnponzpdfiineb>o, íntima
zuamos el do.Eclio n In alegrz'n ... que explotari
Mario Betiedetti ya pronto
eii las caras
Claro que iio somos una poinpa fíiiicbre, de todos.
a pesar de todas las lagrimas tragadas
esr:iinos coi, la alegría de coiistruir lo iiiievo
gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.

IJsaiiios el ciereclio a la alegría,


n ciicoiitrar el amor
CII la tierra Icjaiia
y sciitii-iios dicliosos
por Iiahcrtios hallado co~iipaíicro
y coinpartir el pan, CI dolor y la cania.

Aunquc nacimos para ser felices


nos veinos rodcados de tristezas y vainas,
de muertcs y escondites forzados.
I Iiiyci,cl<icoiiii~~ i i i i l i i ~ o s
vc1110s ciiii10 ili>S ii:ic<.ii :lri.ilg:is I.11 1:i Iicillc
y 110svi~lvciiii~s srrii>s,
I K W siciiil>rrpor sicii,prc
iios [>crsigiicI:I iis:i
:~iii:ir~id:~~:iiiibi6ii:I lus c:il~~iics
y sal>cinostirarnos tina hiiciia carcnjad;~
y ser felices eii la iioclie iiiis Iioticla y 1116s cerracla,
porquc estaiiios consirliidos de una gran esperanza,
NECESITAMOS AIRE PARA RESPIRAR

.li~ilospcdiiiios tiirc,
aire para reír y siispirar,
:iire 1 x 1que
~ iiucst~q~>:il~b~s Coii ~~>rc~iii".:i ~~ic:il.:~giici~sc
viviiiios.
no se estrcllcii cii n i ~ i ~ i l l a s colll~lllliig~ls,
construidas a ptiiita de muerte. sacáildoiios de la manga la <lesesperanza,
echáiidola a volar
Es por el airc por lo qtie ciiiir:iiiios, sin di11.1~ c:il>idii
poet:is, iiiíisicos, liabladores, y ~~r<>cliiciciidi, desde el sotiil>rcro
titicstro lxichlo cstA scdiciito de airc, lii iii:~c:~l>iil>lc d c colores
íil;~(Ic ~>iiíl~icI~)s
sc está aliogaiido iiitcstro piicl>lo para s011rcír
cn el olor lirido de la carroiía. para qiic brote la ris:i coiiio giiitilrr:~del ~ i i o ~ i t c ,
para rcíriios
Es aire lo que se respira en el subsuelo hasta dc nuestra propia desgracia.
allí doiidc sc cscoiide cl vcrbo ii~icvo.
Es aire lo que se respira en las moiitaiías, Así caiiiiiiainos,
a pesar de los gritos, descalzos sobre esta tierra labrada
es aire lo qiie se respira, -dc Iágriiiias y inucrtos-
es aire, como caballos
todos est;iii oliciido pero sieinprc cniniiiniido
-siibrcpriciameiite y a escoiididas- iiiveiitaiido alqiiiiiiias
un aire liinpio. para que brote el pan nuestro de cada día
y iio inurarnos Iioy
y sigamos Iiichaiido.
VESTIDOS DE DINAMITA AVANZANDO

Me teiigo que ir a comprar las pinturas con las que me disfrazo


A veces pienso que soy uiia arquitecta del tiempo,
todos los días para que iiadie adivine que teiigo los ojos chiqui-
siento que voy dibujando planos con pasados,
tos -corno de ratón o de elefante-. Estoy y6ndoiiie dcsde ha-
presentes y fiituros,
ce iiiia Iiora pero iiie reticnc cl calor de irii cuarto y la soledad
urdiendo una delicada caja de palitos de fósforos
que, por esta vcz, iiic está g~istaiidoy los libros que tengo dcs- donde vivo
parraiiindos cn i i i i caiiia conio Iioiiihi-es coii los qiie inevoy
-iiic~~iii1~c~i~I~1~riic~i~csiii 17ciis;ir cii roi'iiiciiins-
:ic<isi:iii~lo,
cii uii;i orgí:i de pieri1:is y br;izos qiie iiic 1cvaiit;iri cl
Auiique a ratos inc asalreii las dudas, briiico como
desgano de vivir y iiic arafiaii los pezones, el sexo, y iiie Ileiiaii caballo de carreras
de un sciiicii especial hcclio de letras que inc fecundan y no
sobre su bien construidas estructuras y sigo, sigo
quiero salir a la calle con la cara seria cuando quisiera reír a car-
liacia ese final donde
cajadas sin ningún motivo en especial más que este sentirme
ine espera el bosque verde, la iluminación y el suefio
preíiada de palabras, en lucha contra la sociedad de consumo
callado don& nada
que ine Ilaina coi1 sus escaparates llenos de cosas iiialcarizables y
me acomgañará sino la tierra con su murmullo de
a las que rechazo con todas mis Iiornionas fetiieniiias cuando
vieiitre.
rrcucrdo Las caras @xadas y tristes de las gentes eii riii yucblo
que deben haber amanecido hoy coino anianecen siempre y co-
mo seguirán amaneciendo hasta que no nos vistamos de dina-
mita y nos vayamos a invadir palacios de gobierno, ministerios,
cuarteles ... con un fosforito en la mallo.
ARMAR TU MDA ESTOY GUARDANDO EL ARCO DE LA PALMERA

Armar tu vida. Estoy guardando el arco de la palmcra,


Irla haciendo corno rompe-cabezas. la brisa que la mueve de iin lado a otro.
Conjurar el firruro. Estoy esperando la palabra que Iiabrá de salvarme de
Construir la esperanza. los artificios,
Aunque a veces te sintás marchita, cerrada, envuelta en noche la contraseña que habrá de revestirme de nube o
amarga, punzante tu centro, sabés que siempre habrá sol para arcoiris,
revivirte, zarandearte, para que levantés la cabeza y volvás a la que me apartará del gesto ocupado de levantar el
sonreír, a estar, con esa fuerza vital que te asemeja a malinche o teléfono para decir fórmulas,
al cortés, cuando secos y n~ustiospersisten, en la certeza vegetal la que me sacará de las serias paredes de una oficina
de que habrá de llegar el día en que despertarán florecidos, vi- donde estoy coino paloma enjaulada, haciendo que
brantes, llenando el campo con sus llamaradas naranjas, amari- hago,
llas, cuando pase el tiempo de las vainas y de las ramas secas. mientras por fuera hay flores, rabia, sudoi; manos
que esperan el redondo amor gatillo de pistola.
LA MADRE
i YA VAN MESES, HIJITA

La madre Ya vaii inescs, hijita


se ha caiiibiado de ropa. que no te veo.
La falda se ha convertido en pantalón, Meses e11que ini calor
los % ~ J > : I I I ~cii
S botas, no Iia arr~illacio1-11 sucíio.
la cartera en mochila. Meses en qiie sólo
No c:iiita ya caiicioiics de cuna, heinos Iiablado por tcléfoiio
canta canciones de protesta. -larga distancia, hay que hablar aprisa-
Va despciiiada y llorando ;Cóino explicarte, mi amor,
iin amor que la envuelve y sobrccoge. la revolución a los dos aiíos y medio?
No quiere ya sólo a sus hijos, iCónio decirte: Las cárceles están llenas de gente,
ni bc da sólo a sus hijos. eii las montaiías el dolor arrasa poblados enteros
Lleva preiididas eii los pechos y Iiay otros nifios que no escucharán ya la voz de sus
iiiilcs dc bocas Iiainbricntas. madres?
Es iiiiidrc clc iiifios rotos ;Cómo explicarte que, a veces,
dc inucliacliitos qiir juegan rrotnpo cn aceras polvosas. es necesario partir
Se ha parido clla misma porque el cerco se cierra
sintiéndosr -a ratos- y tenés que dejar tu patria, tu casa, tus hijos
iiicapnz dc soport:ir u n t o amor sobre los Iioinbros, Iiasta q u i h sabe cuándo
peiisaiido en el fi.~itode sil carne (pero sicinpre con la fe eii la victoria)
-lejano y solo- ¿Cómo explicarte que te estamos haciendo un país
llamándola en la noche sin respiicsta, niievo?
iiiir.ii~i:isrll;i irsliiiiiclr.;I otros griii~s. ;Cóiiio cxplic:iric csiii giicrra contra cl dolor,
:i ii~iiclirisg~.itos. la iiilicrtc, la iiijiistici:i?
I > C N I siciiilrc I > C I I ~ ~ I I I cii
I ~ el grito solo dc s ~c:iriic
i ¿Cbtiio cxplicartc raiitas,
~ U CCS I I I I grito iii:ís cii csc grircrío dc ~)iichloqiic liero tantas cosas,
Ir1 ll:1111:1 i i i i iiiiicliacliim...
?
y Ic ari.aiic;i hasta siis pi-opios Iiiji~s
dc los brazos.
LO QUE Vi EN UNA VENTANA
EN HOUSTON, TEXAS, E.U.

Yo fui uiia vez una inuch~cliarisueka


que andaba con su risa Desde aquí tc veo,
por toda iiiia ciudad que le pertenecía. tc visliiiiibl-o,
Yo fui una vez una mujer poeta oficinista del F21iiriin Baiil<
que salía con un poema nuevo, en Houston, Texas,
como quien sale con un hijo, absorto en balances y cuentas.
a enseíiarlo, a gozarlo. Nunca sabrás quién soy
Yo fui una vez la inadre dc dos niíias preciosas -~xobableriicnte no te qlicde muclio ticiiipo de lccr
y andaba segura de mi felicidad, y ineiios cosas quc yo escribo
desafiando al viciito y a las cosas. y que n o se publican eii ~>cri<idicos
de t i i ciiid:id-
Yo a ti taiiipoco te coiiozco,
Ahora, pero solidaria escribo estas lincas
yo soy una mujer que no conoce la tierra donde vive, a tu iinpert~irbablefigura,
sin amor, sin risa, sin Nicaragua, cansada sobre las anotaciones
soy uiia poeta de algún invisible balance
que csciibe a escondidas doiidc fi~.iiiai.;ístu iioii1bl.c
en oficinas serias y casas de Iiuéspedes, -probablemente por instiiito-
soy una niuchaclia que Iloia ya que tal vez O muy posibletneiite
debajo de un paraguas no sabes iri~icliode ti inisino,
cuando la muerde el recuerdo, coino yo tainpoco sé miiclio de mí inism;~
soy uiia madre que ahora la alegría de sus hijas: eii esta ciudad que absorbería
Ahora, sin el menor esfuerzo,
soy un canto de lluvia y de iiostalgia, nuestro más agudo
soy de ausencia. grito
de protesta.
AMO A LOS HOMBRES Y LES CANTO
VENCER LAS TRAMPAS

Aino a los lioinbres


Vnlvds a seiitir cl calorcito en la yema de los dedos, y les c;into.
I;i cn~<~i~ill;i <I<: cscriliir cii cl cst6iii:igo y si>sde iiiicvo
~ L K I 11,1lj<,1..
: ~ , l):íi:~l:i.I:t:ís o i r : ~VC% fj.rtil y ticrr<)s:i A I ~ I <;I Ilos jiiv<!ii<,s
Ilcii:is 'Ir Iiicgri li<liii<loI:is vci1:is qiic: creias np:ig:idas desafiaiites jinetes del aire,
coiiio ríns lii:iilsos. ~xihl:i<lorcsde p:isillos cii las Uiiivcrsi~l;i~lcs,
'le alcgi..is cii CIjúbilo dc tii dcspcrtai. coii trinos y rebeldes, iiicoiif«rines, plaiieadores de mundos
~iialiiiclics. diferentes.
Eii cl fondo es coino sentir qiie volviste a nacer, a Anio a los obreros,
I>Cs:lr 'le
csos siidorosos gig:iiiics iiiorciios
tod:is las iraiiipas de la incdiocrid;id y del exilio.
que salen de inadriigada a construir ciudades.
Amo a los carpinteros
que conocen a la madera como a su mujer
y saben Iiacerla a su modo.
Amo a los catnpesiiios
que no tienen más tractor que su brazo
que rompen el vientre de la tierra y la poseen.
Amo, compasiva y tristeinente, a los complicados
hombres de negocios
que Iian convertido su hombría en una sanguinaria
máquina de sumar
y han dejado los pensamientos iiiás profiiridos, los
sci~riiiiiciitosiiiis iioblcs
por c:~lciil~~s y iiii.ioclos dc cxploiaci6ii.

Anio a los poet;is -bellos :iiigclcs laiiz;ill:iiiias-


que inventan nuevos mundos desde la palabra
que dan a la risa y al vino su justa y proverbial
importancia;
que coiioccii la trasceiideiicia de iiiia coiivers:icióii A ioc1:is :iiiio y iiic felicito por ser dc sil cspccie.
tranqiiila bajo los árboles, Mc felicito por estar con hoiiibres y inujercs
a esos poetas vitales que siifreii las,lágriinas y van aquí bajo este ciclo, sobre esta tierra tropical y fértil,
y dejan todo y inuercii oiidularite y cubierta de hierba.
IXM que IIXCJII Iioiiibi-cs con la Irciitc alta. Mc Icliciro por s cv por 1i:il)rr ii:icido,
Aiiio a los piiirorcs -1ioiiibres colorcs- por mis ~~iiliiioiics qiic iiie Ilcvaii y iiic tr:icii cl aire,
c11ic 6~~:w<l;iii
I:i IIC~II~«SLII.II
p:ira iiucsrros ojos 1>0r<111c c~i:~i~clorcsl>irosicii~oq t ~ clc I I ~ I I I I ( ~tI1>1 ~ l oTIIII.:I
y a los que piiitaii el Iiorror y el Iiaiiibrc cii i i l í
para que no se nos olvide. y sale con algo inío,
Amo a los solitarios pensadores por estos poeirias que escribo y lanzo al viento
los que existen más allá del amor y de la comprcnsióii para alegría d e los pájaros,
sencilla por todo lo que soy y rompe el aire a mi paso,
los que se hunden en titánicas averiguaciones por las flores que se mecen en los caminos
y se atormentan día y noche ante lo absurdo de las y los peiisamicntos que, deseiifienados, alborotan en
respiicstas. 1:is cal~czas,
por los 1l;iiitos y las rebclioiics.
A todos amo con u n amor de mujer, d e madre, de Me felicito porque soy partc de una nueva época
hermana, porque he coniprendido la iniportancia que tieiie iiii
con un ainor que es rnás grande que yo toda, existencia,
que me supera y m e envuelve conio uii océaiio la importancia que tiene tu existeticia, la de todos,
donde todo el iiiistcrio se resuelve en cspliiiia. la vitalidad de ini iiiaiio iiiiida a otras manos,
de iiii canto iinido a otros caiitos.
i Poi-qiie be coinprendido iiii misióii de ser crcadoi;
Aiiio a las mujeres desde su piel que es la mía.
/
I
A la que se rebela y forccjca con la pluiiia y la voz
desenvainadas,
de :ilf.ircra de iiii ticiiipo qiic es el riciiipo nuestro,
quiero irine a las calles y a los cainpos,
I a la que se levanta de iioclie a ver a su hijo que llora, a las iiiaiisioiies y a las cliozas
a saciiclir a los til>i»sy Iiai-agaiics,
j a la que llora por uii iiiíio que se lia doriuido para
a los c~iicrciiicgaii de la vida y dc los iiialos negocios,
sieiiiprc,
a la que 1ucli;i enardecida cii las nioiitaíias, a los qiic dcj:iii de vcr el sol piii-a ciiadr:ir I~:il;iiiccs,
a la que trabaja -mal pagada- en la ciudad, a los iticr6dulos, a los desamparados, a los que Iiaii
a la que gorda y contciit:i canta cuando echa toitillas 1)erdiclo la csl,ci.:ii,za,
cii la paiicira caliciite del coiiial, a los <pieríen y caiit:iii y Iiabl:iii coi1 optiiiiisiiio;
a la que cainina con el peso de 1111 ser en su vientre quiero traerlos a todos liacia la madrugada,
eiiorine y fecundo. traerlos a ver In vida que pasa
con una Iicriiios~iradolorosa y dcsafiaiite,
la vida que nos espcra dctrás de cada atardecer
-últiino testimonio de un día que se va para siempre,
qiie sale dcl tiempo y que nunca volverá a repetirse-.
Quiero atraer a todos hacia el abrazo de una alegría LA ORQU~DEADE ACERO
que comienza,
de un Universo que espera que rompamos sus puertas
con la energía de nuestra marcha incontenible. Amarte en esta guerra qiie nos va desgastando
Chiiero llevarlos a recorrer los caminos y enriqueciendo.
por doiide avanza -inexorable- la Historia. Amarte sin pensar en el minuto que se escurre
I'orque los amo quiero llevarlos de frente a la niieva y que acerca el adiós al tiempo de los besos.
iiiatíana, Aiiiarte en esta guerra que peleamos, amor,
tnaíiana Iavivnda de pesar que habremos coiistruido con pieriias y con brazos.
todos. Amarte con el iiiiedo colgado a la garganta.
Amartc sin sabcr cl día del adiós o dcl ciicirciitro.
Vá~noiiosy que nadie se quede a la zaga, Aiiiarte porque hoy salió el sol entre nuestros cuerpos
quc n d i c perezoso, anicdrentado, tibio, habite la faz apretados
de la ticrra y tuvimos una sonrisa sofiolienta en la inafiatia. !
para que este amor tenga la fuerza de los terremotos, Amarte porque pude oír tu voz
de los maremotos, y aliora espero verte aparecer saliendo de la noche.
de los cicloiies, de los Iiuracanes Amarte en toda esta incertidumbre,
y todo lo que nos aprisione vuele coiivcrtido en siiitieiido que este amor es un regalo,
desecho una tregua eiitrc tanto dolor y tanta bala,
iiiieiitras hombres y mujeres nuevos un momento inserto en la batalla,
van naciendo erguidos para recordar cómo necesita la piel de la caricia
Iiiminosos en este quererte, ainor,
como volcanes... encerrada en un triángulo de tierra.
YO, LA QUE TE QUIERE COMO TINAJA

Yo soy r i i iiidóinita gacela, Eii los dkis buciios,


el trueno que rompe la luz sobre tu peclio. de lliivia,
Yo soy el viento desatado en la moiitaña los días eii qiie nos qiiisiiiios
y el fiilgor coticeiitrado del fuego del ocote. totaliiiciirc,
Yo caliento tus noches en que nos fuimos abriendo
encendiendo volcanes en mis manos, el uno al otro
mojándote los ojos con el hiimo de mis cráteres. como cuevas secretas;
Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de reciierdo, en esos días, amor,
riendo la risa inmutable de los años. mi cuerpo como tinaja
Yo soy el inexplorado camino, recogió toda el agua tierna
la claridad que rompe la tiniebla. que derramaste sobre mí
Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía y ahora,
y te recorro entero, en estos días secos
seiidero tras sendero, en que tu ausencia duele
descalzando ini ainor, y agrieta la piel,
desniidando mi rnicdo. el agita s:ile de iiiis ojos
Yo soy ~ i i noiiibre
i ~ L I caiita
C y te ciiaiiiora IIc11:1 1Ic 111 ~ ~ C L I C I < I ~ I
desde el otro lado de la luna, a refi-cscar la aridcz de ini ciicrpo
soy I:i ~wc1loiigaci6ii<Ic N I soiirisa y ti1 ciici.po. taii v;icíi~y i : ~ i i Ilcvc, <Icvos.
Yo soy :1lgo 1<Iiiccrccc,
algo que ríe y llora.
Yo,
la qiie te qiiiere.
AHUYENTEMOS EL TIEMPO,

Ahoyenteiiios el tiempo, ainor,


Qiiiern niorder tu carne,
que ya no exista;
salada y fuerte,
esos iiiinutos largos qiic <Icsfilaii ~~esndos
empezar por tus hrazos Iieriiiosos
cii:iiido no cstis coiiinigo
conio ramas de ccibo,
y estis en todas partes
scgiiir por ese yeclio con el quc sueñan
~ i i estar
i ~)cro~ s ~ i i i i d o .
mis sueíios
M c dolCs eii cl ciicrpo.
esc peclio-ciieva doiide se escoiide mi cabeza
iiic :ic.;ii-ici;iscl pcl<i
y i i < r cstis Iiurgniido la tcriiiir:i,
ese pwlio que suciia a taiiiborcs y vida coiiriiiuada.
y csr;ís ccrcii
Quedarme allí uii rato largo
tc siento Icvaiirarte
enredando inis manos
desde el aire llenarme
en ese bosquecito d e arbustos que te crece
pero estoy sola, amor,
suave y negro bajo mi piel desnuda
y cste est:irte viciido
si11 q ~ i estés
c seguir después Iiacia tu ombligo
Iiacia ese centro doiide te empiza el cosquilleo,
nie hace sentirme a veces
irte besando, mordiendo,
conio una leona Iierida
Iiasta llegar allí
liic retuerzo
a ese lugarcito
doy vueltas
te busco -apretado y secreto-
y iio cst;ís que se alegra aiitc rni presencia
y cs1;ís c1uc sc :~lcl;iiitaa recil)irnic
:illi y viciic ;I iiii
1;III ccr<:;i.
cii iocla su cliircza de inaclio eiiardecido.
Bijar Iiicgo a tiis piernas
fi1.irics coino tus coiiviccioiics gucrrillcras,
esas piernas doiide cu estatiira se asienta
con las que vienes a ini
con las que me sostienes,
las que enredas en la noche entre las mías
blandas y feineniiias.
Besar tiis pies, amor,
que tanto tienen aún qiie recorrer sin mí
y volver a escalarte INVENTAREMOS NUESTRO PROPIO IDIOMA
Iiasta apretar ti1 boca con la mía,
Iiasta Ileiiariiic toda de tii saliva
y tu aliento !! Iiiveiitareiiios iiuesti-o propio idioma,
ini ainor,
Iiasta que entres eii iiií
con la Siierza de la ti1are.i
y sc iios circii-:iii los «jos.
y iiic itiv:id$s con tii ir y vciiir Vcrciiios ciis:~sqiic ii;~<lic tiiiiic:~Ii:i visto:
de mar furioso ! caiiiiiios entre las iiubcs,
caiiciones en los trigales.
y qtiedeinos los dos tendidos y sudados
Le vereiiios los fiistanes al viento,
e11 la arena de las sábanas.
:
I
i
las bocas con que besa el agua,
i aiidareinos sueltos,
1
descalzos,
d~~iiiid«~,
1 coino invisibles dueiides.
Lleiiareiiios de palabras y risa
las ~ ~ : i r c d e ~ iiitiiiJo
del
iiiiciitras v:iiiios vcrrictido el aiiior dc iiiiesrros cucrpos
gol-gojc:itido,
agiialiablando,
cho
rre
511
do
nos
con10 las fuentes.
TEXTURA DE SUERO MI AMOR, S6LO VOS PODÉS CONTENER
LOS RÍOS DESBOCADOS

No he visto el día ;Qué he de darte sino el insidioso canto de IB


iixis que a rrav6s de t i i aiiscncia inquietud rodnndo por lm venas
<Irtu ausciicia 1-cdoiida que enviiclvc nii paso :igitado, coino zlnn andanada de rlor des6ocndos?
ini respiración de mujer sola.
Mi amoi; sólo vos contener los ríos desbocados
Hay días pienso de iiii corazón
que cst;iii Iieclios para iiiorirse en estos días en que tii ausencia es larga y aticha coiiio
o para llorar, la geografía del mundo,
días poblados de fantasmas y ecos y ando buscándote en los ojos de las gentes,
en los que ando sobresaltada, buscándote en el canto de los grillos,
pareciéndome que el pasado va a abrir la puerta en las luciérnagas,
y que hoy será ayer, biiscaiido fuera de iní
tus manos, tiis ojos, tu estar coiioiigo, la imagen
lo que hace tan poco era tan real que tengo encerrada en el cuerpo.
y,ahora tiene la misnia
textura del sueño.
?

E
i
t
f
SOLO EL AMOR R E S I S T I ~ COMO SERÁ BUSCARTE EN LA DISTANCIA
k
...sabes qtir sólu el amor es capaz dc resistir .cómo srrd hurcarte err /a dis/,rri~.i~~
micntvar todo se ~Lerrirrribn... Eiiiiicc Odio
Sergio Raiiiírez
;Cóino será buscarte en la distancia, ainor,
Sólo el amor resistirá ainor que me has llevado a la puerta del áibol,
mientras caen como torres dinamitadas al vuelo de la mariposa,
los días, los meses, los años. a la fuerza,
a la vida,
Sólo el amor resistirá y que inc llevaste, despiiés de la alegría,
alimentaiido silencioso la lámpara encendida, a la tristeza?
el canto anudado a la garganta
la poesía anudado a la garganta, ;Cómo será buscarte en la distaiicia,
la poesía en la caricia del cuerpo abandonado. entre balas silbándome cn los lionibros,
ciitre el ruido de la guerra y de las lágrimas?
Algúii día,
cualquier día, ¿Cómo será, amor, este buscarte en el tiempo,
doblará otra vez el recodo del cainiiio en los niiclios pasillos dc los días,
lo veré alto y distante, despeiiia?a, descalza,
acercándose, con este aiiiot; amos, qiie se revoelve eii mí
oiré su voz ~~aiiiá~icioiiie, coiiio i i i i iiiar deiittr~de i i i i a pccer;~?
sus ojos mirándome
y sabrá que el amor Iia resistido ;Cóiiio será buscartc eii la disraiicia,
mientras todo se derrumbaba. eii el no estai;
cn el cstar sola,
eii esta nada que goza coi1 saña
iiii iiiccrtiduinbre de iiiiijer abaiidoi~ada?
TU RECUERDO SE ENREDA A MI ALREDEDOR

Cuandoya nada pido


y cai nada espero Me pregunto cómo puedo reírme entre tanta tristeza, entre tan-
y apenas puedo nada ta flor mojada y asfalto brillante y lavadito de lluvia. Me pre-
es cuando mrís te qzrielv gunto cómo puedo sentir estar sensación de triunfo cuando la
José Coronel Urteclio derrota de no tenerte es un hcclio y tus inarios estin lejos de
mis manos y las gotas que voy lavando, chupando de tu cara
Tu recuerdo se eiireda a iiii alrededor como una iiiaiita cobijáii- con inis besos no son más que imaginación, que este deseo de
dome del frío, brilla coii mi cuerpo en el silencio mojado de es- rescatar del territorio del recuerdo las cosas que sentía cuando
ta tarde en la que te escribo, eii la que no puedo hacer nada vos eras de carne y hueso y no esa figura lejana acariciada por
inás que pensarte y decir tu nombre en secreto, para dentro de mis pensaiiiientos.
mi boca, envolviéndolo en el 1-eciiito de mis dientes, iiiordiéii-
dolo hasta gastarle las letras, Iiasta gastar tanto nombre tuyo Sin embargo, esta noche brillante, te siento lleno de mí en la le-
qtir iiie Iia ido acoiiipaíiatido, para volvcr a revivirlo, arrullán- janía, lleno de mi sudor, mi saliva, del olor de ini piel. Tesiento
cloiiie yo iiiisiiia coii tu voz y tus ojos, ineciétidoine cii cstc cantaiido, carniiiaiido, llevándome entre las minos como un
tiempo sin lloras en que te quiero, cn que aiiio cada iiiinuto pajarito y siento tu amor sobre las nubes que ine mojan, eiivol-
que Iia qucdado iiiipreso en mi memoria para siempre. viciidoine con su calorcito, su música y siento tu mirada lumi-
nosa, transparente, atravesando iilis ojos coii su color de Iiierba,
de mar de cosas lindas y sos mi amor, ini sábana, mi cama, mi
almoliada, mi cuaderno, mi pluma, sos tan real corno estas ga-
nas de reírme que tengo por sentirte tan cerca, por tenerte, por
no tenerte, por haberte tenido, por hoy, por mañana por todos
los días.
ESTA SOLEDAD, ESTE VAC~OINDEFINIBLE AL COMANDANTE MARCOS

Fstn soledad, cstc v:icío iiidcliiiil>le qiic va crcciciido cii Iiigar El riiido dc I;i inct~illanos dej6 coi1 I;I pticrta cii las
de la alegría, es como estar pcrdido en una ciudad Iiostil y cx- narices.
traña haciendo y diciendo lo que no seiitinios, ni deseamos, La puerta de tu vida cerrada dc repente
atíorando la explosiva felicidad, la euforia irreprimible y animal en la iiiadera que tc ducriiie y aciirriica en el vientre
que invadía los sentidos como grandes flores que reventaban eii de la tierra.
las entrañas, salían por los ojos, por la boca, embelleciendo el
transcurrir de la vida en mil y una formas hermosas. Debo mo- No puedo creer tu muerte,
rir para volver a nacer, para convertirme de nuevo en un animal tan sin despedida,
joven y contento y poder reír en grandes e inmensas carcajadas ' -sólo ese lejano prcseiitimiento de aquella noche,
que quiebren todos los vidrios de la ciudad en mil pedazos, ;te acordás?-
inientias tile alejo en alguna nube, montada sobre la alegría que en que llorC r;ihiosaineiite viéndote dorinido,
he buscado recapturar en tu sonrisa, en ese furtivo movimiento sabiéndote pájaro migratorio
que te aleja de mí, que me parte el cuerpo en pedazos, Iiaciéii- en rápida fiiga de la vida.
dome sentir que las lágrimas nunca Iiaii estado más profutida-
mente dciitro de iiiis oios. DespiiC.~,
cuando partistc,
cuando ag:irrastc cl peligro poi- las crines
y te sabías r«dc;ido de furiosos pcrros,
empecé a creer que eras indestructible.
;Cónio poder creer cii el final dc tus inaiios,
de tus ojos, de tu palabra?
¿Cómo creer en tu filial cuando vos eras todo
principio;
la cliispi, cl priiiier disparo, la ordcii de fticgo,
los pl;iiies, In calma?

Pero allí estaba la iioticia cn el pcri6dico


y tu foto inirátidome sin verme
y esa dcfiiiitiva seiisacióii de tii aiiseiicia
corriéndome por dentro sin coiisuelo,
dejando muy atrás la fsontera de las lágrimas,
ecliándose en mis venas,
reventando contra todas mis esquinas. ES TU NOMBRE QUE RETUMBA

Va pasando el tiempo
y va siendo más grande el hueco de tu nombre, He aiiancado los árboles
los ~iiiiii~tos cargados de tli picl, que Iiabitaban en tu casa de espuma
del canto rítmico de tu corazón, y Iie regado mis días
de todo lo que ahora nada en mi cerebro con el antiguo y nuevo
y tc llcva y te trae coino el fl~ijoy rcflujo verdor de tus ojos.
de tina iiiarca dc sangre, Ii
doiidc veo rojo de dolor y de rabia Me he llenado la piel de polen,
y escribo sin poder escribir este llanto infinito, camiiiando en las alas de las iiiariposas,
redondo y circular coino tu sirnlolo, a robarle la miel a las abejas,
doridc no puedo visluinbrar tii final porque tu amor Iia florecido en iní
y siento solaineiite coi1 la fuerza del abrazo, como una orquídea en un tronco fibroso y desolado,
de la lluvia, naciendo de la muerte para parirse
dc los cahallos en fuga, en mil llantos furiosos
t i i principio. y continuarte amando
en todo lo que se te parece;
cn la luna redonda de los noclies,
en la callada y tersa piel del mar,
cn todo lo que ticiie la potencia salvaje
de tus besos.

He convertido en I~iciériiagasmis niaiios


cncieiido luces cii la iioclie,
vibiidote en cada parpadeo,
eii la rcspiracióii iiinieiisa de las iiiihcs,
$
cn el ruido silencioso del secreto a gritos repetido.
1 El ainoi coire por ini pclo y se agita en el aiie,
se desperdiga liacia todos los horizoiitcs
donde alguna vez anduvimos
p
gozando piel con piel,
calor contra calor.

Me siento caliente de lágrimas, de abrazos, BAJO EL ARCOIRIS


de sangre, de protestas.

Me siento cqntenta con tu recuerdo, La Iias emprendido con tu pluinero de estrellas y caricias contra
retumbante como el vientre de los volcanes. los fantasmas que Iiabitabaii mis pulmones, ini cerebro, mi
vieiitrc, vas barriendo con un viento suave las sonrisas pegadas
a i i i i saiigic y las veo irse rcsigiiadas al lugar de los rccuci-dos,
donde deberían haber estado ya hace días si yo no nic hubiera
aferrado a sus pliegues como a un árbol durante una tormenta.

Sin eiiibargo ahora estás vos y el mundo va recobrando poco ;I


poco su redondez de naranja, su calorcito, la intimidad de su
aire de calle conocida y piiedo volver a reír, saltar, caerme, co-
iiociciido la ccrcaiiía de tus niaiios para toiiiariiic por los liuiii-
bros y acercariiie allí donde late tu vida, iiiiciitras voy poniciido
tierra y arcna sobre caminos inciertos; haciendo el caminito de
mi huella al lado de la tuya, sembrando flores, piedritas blan-
cas, bajo cl arcoiris que salib triunhiite y lleno de colorcs des-
puts de la última lluvia.
Una iiiaiisa soiiiisa empieza a subirme por los tobillos,
se va ricndo cn mis rodillas
sube recorrieiido ini corteza de árbol
EMBESTIDA A MI HOMBRO IZQUIERDO Ileiiándome de capiillos reveiitados de gozo
transparente.
El aire que sale de mis pulmones va risueño
Se v3n tus manos sobrc mi mirada a vivir en el viento de la noche
la sostienes, la sueltas. inientras de nuevo embistes mi hombro izquierdo,
Embistes mi hombro izquierdo, feroz
lo sitias dcsde el cuello, y dulcemente
lo asaltas con las flechas de tu boca. a dentelladas.
Embistcs mi hoinbro izquierdo
ferozy dulcemente a dentelladas.
Nos va envolviendo el amor
c.1111 SII 111o<lc1
rcd<~iido
dc Iiaccr pas;ir cl ticinpo ciiti-c los bcsos
y somos dos volutas de humo
flotando en el espacio
Ilciiiiidolo coi1 cliasqiiidos y murinullos
o suavcincnre quedándonos callados
para explorar el secreto profundo de los poros
para penetrarlos en un afán de invasión
dc dcscorrer la piel
y encontrar nucstros ojos
iniráiidonos dcsde la iiitcrioridad de la sangre.
Hablamos un lenguaje de jeroglíficos
y iiir vas dcscifraiido siii más iiistruineiitos
<111ela tcrnura lenta de tus maiios,
iIcsciirc<l.iiidoiiicsi11csfiicrzo,
alisiiidoinc coiiio iiiia s;ib;iiia rccién plaiicliada,
iiiiciitras yo te voy daiido ini universo;
todos los inetcoritos y lns Iiiiias
qiie 11311v ~ i i i ~g~.;~vir;liid~
lo c11In hrbira dc iiiis siiciios,
mis dedos llenos dcl dcsco de tocar las estrellas
los soles que habitan en mi cucrpo.
ES HORA DE PENETRAR EL SUE&O MANUSCRITO

Es Iiora de penetrar el sucfin, Voy a escribir la Iiistoria de i i i i ciicrpo ciitre tiis niaiios. Mc Ciic
decirte adi6s inoiiieiiráiicaiiieiite iiaciciido coiiio iiii;i iiiicv:i iiiiidn dc ciilcl,r;i. I~lorcci6I);ijo el sol
y perderiiie para vos y se Ilciió de begonias, broiiielias y coiiiecis aiite tus ojos y inis
así conio vos ya estás perdido para iní ojos :isoiiibrados. Mi cuerpo, cuando lo cercan tus b m o s , se
en el sileticio de tus pestañas convierte eii caballo, en yegua y sale a galopar por el placer de
apretadamente cerradas. un beso. Se llena de hiedra para escalar las paredes de tu cora-
zón y cubrirlo de susurros iiacidos desde la tnisma etitraíia d e la
Estás hernioso así, tierra. Mi ciierpo coi1 todos siis rcsqiiicios inipre<lccil>lcs,rasga
coi110 i i i i niiio iibai~doiiiicloe i ~ i o c ~ ~a itodo.
te la iioclic coi1 sil nitit:ir de gi1irari.a del iii~jiircy ciicicii~lcI;i os-
1)arece que no existieras 1115sque para dorinir, ciiriclad con SLI brillo de Iiici6rii;ig:i. Sc picitlc cii vos coi) el
sólo yo SE de I:i fiici.z:i aciirriicacla nh:iiidoiio iIc 1111 ilifio y :il)rc siis vciii:iii:is <Ic p:ir rii ]>:ir1 ~ i r . irr-
que lia puesto iiii aiiior cibir I:i Iioiidn c;iricia, el ~>ciis;iiiiiciiiocoiivcriido ci) l i l i ~ I i t I ; i
eii estado de sitio. alada, iiicitaiido :i la sclv;i :i dcsl>crtarse con su criijido de rn-
iii:is. Mi ciicrl>ose viiclvc Iil;iiict:i iiicxl,lo~.;idocloiidc ~pos:icl tii-
yo sil ii:ivío del csl);icio; ticiiil)l;i coii I:I ciicrgki <Ir i i i i iiiirvo
coiiriiiciitc qiic se Ii>riiii>~lcsliii6scIc c:ii;iclisiiiiis siii ii<iiiil>rry
siii liistoria.

Mi cuerpo desde sicinpre parece Iiabcrrc qiicrido, Iiabertc cst:i-


do esperando.

Se Iia revelado desnudáiidosc coiiio una cueva que necesitara d e


tu palabra para abrir su secreto aiite la magia de tu sonrisa, de
tu cercanía, aiite vos que te sabias la coiiibiiiación oculta desde
antes de teiier Aernoria.
DEL Q U I HACER CON ESTOS POEMAS COMO GATA BOCA ARRIBA

Pienso qiie jiintaré inis poemas, Te quiero como gata boca arriba,
agarrados como uiia fila de Iiuracaiies panza arriba te quiero,
y haré iin libro desafiante y bello para vos. maullando a travks de tii mirada,
Uii lihia donde cstarctnos felices dc este amor-jaula
o ;ii.iscos coiiio gatos disciitieiido, violento,
iin libro que flote eii el tiempo de tu tiempo lleno de zarpazos
y que podás eiiseñar a tus nietos como una noclie de luna
y dccirlcs: y dos gatos cnaiiiorados
discuticiido su amor cii los tejados,
$(Mirenc61iio ine ami>cbta iniijct~, ainindose a gritos y llantos,
con osgiillo dc macho idolatrado. a maldiciones, lágrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría).

Te quiero como gata panza arriba


y ine defiendo de huir,
dc dejar esta pelea
de callejones y noches sin Iiablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
Iiaci6iidonic co~<~~iillas.

No inc voy, no quicro irine, dejarte,


!; te biisco :ig:iz:i~,:l<l:l
soiiroiicaiido,
te busco snliciido detris del soM,
f briiicaiido sobre tu cama,
1
I pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no :iiidnr cliifl:ida y s:ihcr iiini~cjarl;i casa, TERNURA DE LOS I'UEB1,OS
poner la coiiiida,
ascilr los Cllal.toS,
niiiarte sin polvo y sin dcsordeii, Yo ic clcci:i qiic I:i soliil:iricl:i~l
ainarre org:iiiiz:id:iiiieiitc, cs la i c r i i ~ i<le
~ i los piirl>los.
I>~>ni4iirl«lcorclcii ;I csic ;ill>oi.oio 'li: III clccl:i ~IcspiiCsclcl iriiiiili>,
de revolucióii y trabajo y amor dcsp~icsque pasamos los ticinpos duros dc I>:it:illns
a tiempo y destiempo, y llantos;
de iioclie, de madrugada, ahora mieiitras recocrdo cosas qiie pasaron al15 afiicra,
en el baño, cuando todo era soñar y soñai; despiertos y dormidos,
riéndonos como gatos mansos, sin cansarnos nunca de ponerle argamasa al sueño
lamiéiidonos la cara como gatos viejos y cansados hasta que dejó de serlo, liasta que vimos las
a los pies del sofi de leer el periódico. banderas rojiticgras
-de verdad- ondeando sobre las cascis, las c:isir:is,
Te quieio como gata agradecida, las chozas,
gorda de estar mimada, los árboles del camino y pensamos en todo lo
te qiiiero como gata flaca que nos tocó vivir
perscg~iiday Iloiona, y era coino un gran rninl>ccabezasde rabias y fiiego
te quiero como gata, mi amor, y sangre y esperanza ...
coino gata, Gioconda,
como mujer
te quiero.
ÁSPERATEXTURA DEL VIENTO PARA TOMAR DE NUEVO EL RUMBO

Nacida de la selva me tomaste Hemos cruzado ríos aiiclios como el Iyas,


arisca yegua para estribos y albardas. montañas elevadas como el Kilambé.
Ya conocemos la lectura de las huellas,
Duraiitc muchas noches el paso del piiina y el danto.
nada FC oyó Apicndimos a encoiitrarnos cn los soeíios
sino el chasquido del látigo y a conocer el sentido preciso de los silencios.
CI I umol del forcejeo
1.1smaldicioiie~ A ratos cainiiic sola iiiieiitras vos adelantabas la iiiarcha.
y el roce de los cuerpos Lloré viéndote lejano.
midiéndose la fuerza en el espacio. Vos me diste la mano y seguimos cnmiiiando.

Cabalgamos por días sin parar Hubo acecho, rendición, huida, besos, emboscada;
dc~l>ocados corccles del ainor a c a m p a ~ o s anduvimos,
, maldecimos ...
dando y quitaiido,
riendo y llorando ¿Cómo, amor, pensar aliora
-el tiempo de la doina en poner espadas de fuego
el celo de los tigres- a la entrada del paraíso?
:

No pudimos con la áspera textura de los vientos.


Nos rendimos ante el cansancio
a pocos inctros de la lpradcra
donde hubiéramos realizado
todos nuestros encendidos sueños.
EH, HOMBRE, CONJUROS DE LA MEMORiA
AMADO M ~ O
No sf si i i i i sol dcsincdido y biirlóii
Eh, lionibre inc atravesará de punta ;i p~iiita
amado mío, cuando salten de mi pecho todos los gritos guardados,
desecha ya los viejos mapas, cuando se rompan las oscuridades
ven a recorrerme sobre ariscos caballos, de ini perfecta catedral secreta
hincha las velas y descubre este nuevo continente con el sostenido sonido del órgano medieval
nacido entre cataclismos y catástrofes. ululaiido su voz de parto,
Escala estas montaíias azules su alarido de queja y de tristeza.
para ver tu nombre inscrito en le horizonte;
húndete en los lagos y conoce los nacarados monumentos Estoy como nací -desnuda-
iiiojada de IAgriinas con el pelo cliorrciiidoiiie iiost:ilgi:i
a cada uno de tiis besos. '
Descifra los mensajes pintados eii las grandes paredes y iiii c;iiis:incio vetusto acoiiiodado eii iiiis Iiucsos
y ve aparecer tu risa en los árboles friitales y mientras me dejo ir eii el humo,
de cst:i tierra "iciie sil mano y me sostiene
donde coino zumo vital y inc levaiit;~y iiic hace troii;ir de júl~ilo,
guardarte sicinpre. iiie zarandea I:is ganas de vivir,
iiie dice v e d e con ojos de nioiitc
aziil coi1 el pclo espiiinoso (le iii:ir
estrclla con I;is iiíias brill:iiiics
viciito y sopl:i i i i i :iiigiisti:i y I:i dcspcr<lig:~
y me hace nadar en el aire, retozar cn los arroyos,
romper los rclojes del tiempo,
borrar la Iiuella de mis pequeños pecados
viieltos trascendentes por los oscuros designios
de su otro yo iracundo Iierinaiio de este duende iluminado
que rnc persigiie eii el sueíio
en el que corro Ii~i~eiido, sig~ii6iidolcyo a i i i i vcz
juego de gato y ratóii hasta que viene la Il~ivia
y la risa y volveinos a ser amantes helechos hojas atrapadas
en las correntadas de mayo y todo vuclve a einpezar
cuando cruzamos lavados y nuevos
el iimbral dcl paraíso.
PATRIA LIBRE: 19 DE JULIO DE 1979

Extraño sentir este sol otra vez


y ver júbilo de las calles alborotadas de gente,
las banderas rojinegras por todas partes
y una nueva cara de la ciudad que despierta
coi1 cl Iiiiino dc las llantas quciiiadas
y las altas Iiilcras de barricadas.

I:I viciito nic va dando cii plena cara


donde circiilaii librcs polvo y liígrinias,
respiro Iioiido para coiivcnccrmc de q ~ i no
c es uii suciío,
que allá cstá cl Motastepe, el Momotombo, el lago,
que lo Iiicimos al fin,
que lo logramos.
7aiitos años creyendo csto contra viento y iiiai-ea,
crcycndo que este día era posible,
i aún después de saber la muerte de Ricardo, de Pedro,
;
de Carlos ...
i de tantos otros que nos arrancaron,
i ojos que nos sacaron,
/ sin poder dejarnos nunca ciegos a este día
/ que nos revienta Iioy entre las manos.

Cuántas muertes se me agolpan en la garganta,


queridos iiiliertos con los que algiiiia vcz soñamos este sueíio
d y rccucrdo sus caras, sus ojos,
la seg~iricladcon que conocieron esta victoria,
la generosidad con que la construyeron,

P
$
ciertos de que esta llora feliz aguardaba en el futuro
y que por ella bicn valía la pena morir.
Me duele como parto esta alegría. y en esta borrachera de libertad
me duele no poder despertarlos para que vengan a ver que invade las calles, mece los árboles,
este pueblo gigante saliendo de la noche, sopla cl humo de los incendios
con la cara tan íresca y la sonrisa tan encima de los labios,
como qiie la Iiiibieran cstado aciimulaiido que nos acoiiil>aíicii
y la soltaran en tropeles, de repente. tranqiiilos
fclices
Hay milcs de sonrisas saliendo de los cajones, sicnilirc-vivos
de las casas queiiiadas, de los adoq~iiiies, 11~1cstros
intiertos.
sonrisas vestidas de colores como pedazos dc sandía,
de melón o níspero.

Yo siento que tengo que gozarme y regocijarnie


como lo hubieran hecho mis hermanos dormidos,
gozariiie con cste triiinfo tan de ellos,
tan hijo de su carne y de su sangre
y en medio del bullicio de este dia tan azul,
l
montada en el camión,
pasando entre las calles, en medio de las caras hermosas
de mi gente,
quisiera que me nacieran brazos para abrazarlos a todos
y decirles a todos que los quiero,
que la sangre nos ha hermanado con su vínculo doloroso,
que estarnos juntos para aprender a hablar de nuevo,
a caininar de nuevo;
que en este futuro -herencia de miierte y de gemidos-
sonarán estrepitosas descargas de martillo,
rafagazos de torno,
zumbidos de machete;
que estas serán las armas
para sacarle luz a las cenizas,
cemento, casas, pan, a las cenizas;
que no desmayareinos, nunca nos rendiremos,
que sabremos como ellos
pensar en los días hermosos que, verán otros ojos
I'or eso, amado,
5g hoy más que nunca,
oigo tictaquear el reloj,
AYUDAME A CREER QUE NO SEREMOS el momento que se escurre entre los dedos
LOS ÚLTIMOS POBLADORES DE LA TIERRA I v estov triste

Mi deseo dc vos, amado,


1 ante la certcza del Iiuracán.

Por eso me sierito a blandir estos poemas,


es coino el viciito en las colinas de w~slala, a contruir contra vieiito y marea
corricticio siii parar un pequeiío espacio de felicidad,
y siciiiprr rcgrcsaiido. a tener fe cn que no podrá terminar todo esto
-el rostro <leSaslaya
Jndeo de tristeza -el rojo de las flores
y lloro dc aiiior ciiccrrada
coiiio tigre enjaulado que no scremos los últimos pobladores de la tierra,
en las noches, que se hundirá,
«yendo tu palabra, sin nosotros a cuestas,
tu cabeza en la almohada cercana. el iinpeiio.

C>uc scr&para vos, alnado,


en este trapiche
donde no quedará nada en pie de nuestra estatura,
eii estos días en que todo es más vivo
porque cercana cstá la muerte
y yo te abrazo iiiiciitr;is aprct;idaiiiciitc
nos ccrcati las manadas <-lelobos
c iiicicrto es el brillo titilante de las estrellas,
:riiiiqtic vcr<la~lcro cs cl ainor, los valorcs trascciiJciii:ilcs
[le In I-lisiori:~,la I>cllcz:i
y csi:i I- cii <IiiC toclo l""lr:í ["rcc".
V i l Ir1 I0ciir:l :llíllliic:i <Ic cs10:; I i < ~ l l l , > < ~ ~ ,
I I V W ) <IUC cx' aliciiiii <Ic v i i l : ~qiic iiiviiii<is
rcsurgirá cti la coiistniiie movilidad de la iuatcria,
:iiiii<1ticya 110 cst;~rá~i iitlcstros CL~CI.POS
y estos cantos serán aliinetitos del humo en la hecatombe
1 PELIGROS DEL INVIERNO SOfiANDO CON LA LÁMPARA D E ALADINO

1 Ihtc iiivieriio se csti Ilcvniido toclo lo q ~ i cSuiiiios. Siciiio < I U C I I I C voy a iiiorii
clc 1"il""'.Le y <.,LIcI~CrLc.
<:ada <líaclesl~ierto gc11iolll:lr:lvilloso,
arrcbiij:iiidoiiie coiiira t i i csp;ild;i,
tocándote ¿dónde estará mi lámpara de aceite,
para saber que no te has ido con el agua dónde el poder para frotarla y hacerte surgir
soiirío y me pregunto si maíiaiia si pronto en mcdio de mí
si algún día de estos armado de truenos y al-coiris?
el llanto sucederá a la lluvia
y el invierno también se ineterli en la casa ¿dónde la mágica evocación,
y no Iiabrá tnuehle estante cortiiiera el ciclón qiic borre tnis palabriis nialditas,
donde no lave el agua los colores el tiempo interpuesto entre nuestras soiiibras?
y nos mojemos todos entre chocorrones y despedidas.
Froto mi corazón
Por eso en las inaíiaiias para traerte eiitcm Iiacia mí,
bebo toda la luz en iiiis pulinoiics así t:iI coiiio sos,
abro todas las puertas, COIllO te n1110,

pinto ainarillas las risas de la casa con tod;is tus qucsidas p:il:ibras
doy viiclta tciiaz a los gir:~solcs tiis s:ibi:is, tus silc~iciosiiiqiiic~:iiitcs,
mc prendo el sol en mcdio de los pcchos la dulzura que descubrí
y salgo a tocarte a escribirte corno iriagorable panal de iiiiel
a decir que no, que no hay cauce que se lleve ini amor para einpalagarme y llorar de alcgría
ni aguacero ni ciclón ni viento lacerante contra tu sombra dormida
que arranque tu nombre de esta piel en la almoliada de la noche.
miel de tus días largos.
Aiiior redondo y defiiiitivo coiiio la curv:i dcl mundo,
no abaiidoiih ini playa de vclcros y naufragios,
ni las caracolas sonoras gritando esta pasión,
esta ternura como lengua larga sobre la arena,
1)riricá el erizo que quiso estorbar
la coristrucción de iiuestra casa de algas inarinas;
VIIS, ;riiior, ~ L I Ii:is
C coiiocido dc paiit:iiii>s
y sclvas y iiiuertes,
no devolvás tus pasos
a la hosca soledad irialcaiiz;iblc a mis gritos. B
Estoy en inedia de un huracán,
Yo instalaré iiiiillidas alfoinbras sola y blanca en el hospital.
p w ~que ~ m ~ i r isiii & s tropiezos
y ol)crar6 por aiios y siglos ciitci-os
cii ciialquier casa sobre los árboles, a
~ I I C<lcsciliC:slos iir:i~':is.
1 Vos te me aparecés
critre las ric~gasdcl viento
y te movés sobre rní
qirc I>uc<laccrr:irtc I;rs vciitaii;is.
borrbs la Iiiiclla
y caiir6s o t ~vcz,i I:i roriiictit;~ Me abrís incii1oi ¡Gis,
coi1 I;i qiic iiic nrrullal>aseii las iioclies. -tr»zos de tu soiirisa se ine vienen eiicima-
estk iiiitado eii ini piel
corno una segunda piel desaforada.

I'ienso que habrás recibido mis cartas,


mis garrapatas negras
balbuceando caricias,
el diario de Adán y Eva de Mailr Twain
con un asombroso parecido a nuestra Iiistoria.
Me y regunto cóiiio estará tu sangre,
tu corazón,
mientras yo no puedo dejar de estar con vos,
aquí en medio de este huracán.
LA SANGRE DE OTROS IR DEJANDO EN JIRONES 1.A PIEL EN El. AMOR
i
Leo los poemas de los muertos Qué clificil escalar las iiiterrngaiites,
yo que estoy viva ir rlcj:iiido cii jirones l:i piel cii cl aiiioi;
yo que viví pata reiriiic y llorar sciitirte c:icl:i día 1115ssola y ;irriiicoiiad:i
y gritar l'atria Libre o Morir iiiiciiiras el iiiiiiiclo se va volviciido c o i i i ~i i i i ciiibiiclo,
sobre un camión con un solo camiiio recto y sin torceduras
el día qiie Ilegainos a Managua. y vas caiiiiiiando a enipcllones,
sentándote a llorar en las picdi-as,
Leo los poemas de los muertos, aliineiitándote de hierbas
veo las hormigas sobre la graina, o amaiiecien<-loa veces bajo un sol esplendoroso
iiiis pies descalzos, coii iiiibes rcgonletns que te hacen sonreír sin ariinrgura,
tu pelo lacio, coiiio uii nitío.
espalda encorvada sobre la reunión.
Qiiicro la inane que iiie empuje Iiacia adelante
Leo los poemas de los muertos porque esta confiisión me vuela de un lado a otro,
y siento que esta sangre con que nos amamos, mc enncgrccc y está poliiendo arrugas cii mi fi-eiitc.
110 nos pertenece. Ya n o soy inás la que reía aiite la tristeza,
la que la ahuyentaba con el palmotear de la mano.
Ahora la tristeza ha hecho nido,
se Iia venido a posar entre inis rani:is
y estoy conio un sauce llorón,
tendida y doblada,
ac:iriciaiido ;ipciias
la tierra
coii iiiis Iágriinas.
y re lloro con ganas de odiar
todo lo que alguna vez me Iiizo sentir
flor rara eii un paraíso recobrado
ESTO ES AMOR donde toda felicidad era posible
y me dolés en el cuerpo sensible y seco de caricias,
#Esto cs amor, quien lo pi.o6ó, lo sabe» abaiidonado ya meses al sonido de besos
Lope de Vega y palabras susurradas o risas a la hora del baño.

Te añoro con furia de cacto en el desierto


La mente se resiste a olvidar las cosas Iiermosas, y sé que no vcndrás
se aferia a ellas y olvida todo lo doloroso, que nunca vendrás
inágicanicnte anonadada por la bellcza. y que si venís seré débil coiiio no debería
y ine rcsisto a creceriiie en roca,
No rccucrdo discursos contra mis débiles brazos, cii Tarpeya,
guardando la cxacca dimciisión de tu ciiittira; en esparraiia mujer arrojando su amor lisiado para que no viva
recuerdo la suave, exacta, lúcida transparencia de tus manos, y te escondo y te cuido eii la oscuridad
tus palabras en un papel que eticueiitro por allí, y entre las letras negras de mis escritos
la sensación de dulzura eii las mañanas. volcados coino río de lava entre débiles rayas azules de
cuaderno
1>11pros tic^^ sc vvelvc bcllo q ~ i ciiie recucrdaii que la líiica es recta
ciiando el aiiior lo toca con sus alas de Féiiix, pero qiic el iiiiiiido es curvo
ceniza dc tiii cigarro que es el Iiuino coiiio la pendiente de mis caderas.
después de hacer el amor,
o el humo compartido, Te amo y te lo grito estés donde estés,
quitado suavemeiitc de la boca sin decir nada, sordo como estás
ínrimainciite conociendo qiie lo del uno cs del otro a la única palabra que pucde sacarte del infierno
c~iaiidodos se perteiieccii. que esr;ís labrando coino ciego destructor
de tu íiitiiiia y reprirnida teriiiira que yo coiiozco
No te cnticiido y qiiisiera odiarte y dc cuyo conociiiiieiiro
y quisiera no sciitir coiiio aliora yn iiiiiica podr;ís escapar.
cl calor dc las Iágriinas cii iiiis ojos
por tanto raro ganado al vacío, Y sé que mi sed sólo se sacia con tu agua
al hastío de los días intrascendentcs, y que nadie podrá darine de beber
vucltos inmortales en el eco de tu risa ni amor, ni sexo, ni rama florida
y te aino monstruo apocalíptico de la biblia de mis días sin que yo le odie por querer parecérsere
y no quiero saber nada de otras voces
aunque me duela querer ternura
y conversación larga y entendida entre dos
porque sdlo vos tciiés el cifrado secreto SOÑARPARA DESPERTAR SOÑANDO
de la clave de mis palabras
y s61o vos parecés tciicr ;Qui&n cs rsa qri~curr~,LW los ciclus
el sol, la luna, el ~iiiiversode iiiis alcgrias co~is r ~ / l o ~ ~ r~rU~ i/ rI Y I C
L/L,/ L
~ TI ~ > I ~ L I ,
y por eso quisiera odiarte coino no lo logro, corr nfrestra tierra y el sol ronda~z~lo
como sé que no lo haré como nbejrs su c u r d n e~zJur?
porque me hechizaste con tu mochila de hierbas Sus pies van en los vientos donde el
y nostalgias y chispa encendida espacio es hondo.
y largos silencios Szrs ojos son velados, nebulosos,
y me tenés presa de tus manos mercuriales vuela en la noche en busca de un amante
y yo me desato en Venus con tormentas de hojarasca lejano.
y ramas largas y mojadas coino el agua de las cañadas James Oppenheim
y el ozono de la tierra que siente venir la lluvia
y sabe que ya no Iiay nubes,
ni evaporización, Ya que no me queda más que soñar
ni ríos, y el tiempo de esperar parece uiia playa que nunca se termina,
que el mundo se secó levantaré las noches, los umbrales de la madrugada
y que iio volverá jamás a llover, y me lanzaré al siieiío
ni habrá ya nieve o frío o paraíso como uiia florante bailarina sin velos,
donde pájaro alguno pueda romper desiitida para que nada tne estorbe,
el silencio del llanto. para que el cielo me ven como soy
y 1>uedniidecidir 1:is csrrel1:is
qué planeta me asigiiaráii de residencia,
en qué Revolución me seinbraráii

-porqiie taiiibiéii debe haber en las Galaxias;


todo está eii coiistante rnovimieiito-

Me harán fertilizar con todo el llanto


evaporado desde inis ojos
y también con mi sudor, mis heces,
todo lo que segrego porque vivo y funciono
y 10 quc mi cuerpo hace o destruye, Le liaré cantos con trucnos,
tiene razón de ser y es Iierinoso. le Iiablaré de las inanos callosas,
de la guerra, del Triunfo,
Allí, cii csc vacío del espacio de lo que nos costó, lo que sufrin~os,
-qliirro. ,>"-turbador, ;iiiiciinzaiite- lo que ahora go7.amos, trabajamos, Iiacemos
coiiio cste cii el que aliora estoy,
habré de encontrarlo, de verlo, de tocarlo. Sentiré la punzante nostalgia de la tierra mojada,
Desde el asteroide B-612, lo veré conforinarse como una pensaré en las cosas que 11e dejado de hacer
nebulosa; por andar arrebujada en sucños, conociendo planetas.
piernas, maiios, acento, labios, Y nos vendremos juntos
ojos para vcriiie coino iiaclie me ha visto aprovechando la conjunción de los astros.
-1iasta el fondo, sin miedo, ni prejuicios-.
Sciitiré q ~ i cnic ccrca, mc :icoiia, Me dirá qlic tenía razón
que recoge inis poemas y los lee y le gustan, que es bello este lugar,
que traspasamos juntos Iliivins de meteoritos inis volcanes tendidos sobre el paisaje como una mujer de
y calla o es misterio (pechos desordenados,
o transparente, me deja contemplarlo, los lagos, las banderas, las sonrisas
ver cómo corre su sangre,
trabaja su cerebro,
iiic aiiia coi1 el fiicgo prendido de los astros,
y me dirá:
Trabaja, miijei; trabaja,
trabajemos,
1
iiie toma de la mano que el sueno está aquí mismo,
eii paseos iiimeiisos por las Siete Cabritas, en este mismo sitio.
los aiiillos de Saturno, por las lunas d e Júpiter,
y iios vainos saciatido de la sed de Universo. ;Para qué otros inuiidos
otras constelaciones?
Dcsp~iCs,
lo S,: Aquí iiiisiii« q~iccl'fiiioiiosdcspicrtcis
ciiipc~u'fa sofiar otra \,cz coi, iiiicstra Liiiia, eii medio de esta
coi1 rl plaiict:~'Ticr~i, reciéii nacida, ainciiazada,
coi1 I I I I lugar iiiiiy dcliiiiclo cstrclln.
cii el ombligo de uii lar$« coiitiiiciite,
y ciiil>m;~rí. :i coiii;irlc del sol ~ . i ~ tlos
r c dl.li~lcs,
del caloi; de las selv;is,
el canto de los liijaros
y las hermosas voces de 13s gentes.
desleídas imigeiies.
Hay que trazarse firme los contornos del rostro,
reforzar los brazos,
NUEVA CONSTRUCCIÓN DEL PRESENTE apretar los iiiúsctilos,
I:iiiz:irsr :i c(>iiqiiisr:ircst:i iirri.:~tii:i<Iiii;i.
Ii:iccr lxiris el :~ll>:i,
Me veo cii cl cspcjo, s;ic;is llc csrc Ii)ii<loI:is p s ~ ~ i i i ~ s ; ~ ~ .
desleída figiira,
incierta iiiiiier desaliíiada. Co1itr.i iiicrhlulos e iiis~i~idorcs,
contra iiialos augiirios
Estoy en el filo de la coiistrucción de mí misma, demostrar que dejamos de ser,
ansiosa de cimientos, estructura, sólidas paredes arena movediza.
para proteger el bagaje de sueíios que ando a cuestas,
requiero de certezas y veredas tranquilas,
pasos firmes hacia mi propia patria conocida.
Este barro necesita darse forma, ser ladrillo,
construir un centro de donde fluir herinoso y sombrío.
He acumulado tiempos como infantiles cubos de colores
y ya los días piden estructurar el ritmo,
la cadencia de mis audaces despertares,
el sonido, la huella de mis pasos.
Se fue ya el tiempo de meditar a solas,
hay coros donde incluir mi voz,
cantos brotados de gargantas gruesas,
brazos invitadores descifrando la tierra,
andanadas de cuerpos levantando la mota que se cae;
todos los días nacen nuevos retos exigiendo respuestas,
ruidos de edificios,
de trochas que abren brecha en tierras de pájaros.
Hay lugares que se crecen, de repente, en palmeras,
gigantes que despiertan,
vetustas niansiones cayendo en el olvido de las telaraíias.

No puede haber en este presente


que tanta sangre hiciera
DESAFfO A LA VEJEZ EN LA DOLIENTE SOLEDAD DEL DOMINGO

Ciiaiido yo Ilegiie a vieja Aqiií estoy,


-si es que Ilego- desnuda,
y ine mire al cspcjo sobre las sábanas solitarias
y me cuente las arrugas de esta cama donde te deseo.
conio una dclicada orografía
de distendida picl. Veo iiii cuerpo,
Cuando pueda contar las marcas liso y rosado en el espejo,
que han dejado las Iágrinias mi cuerpo
y las preocupaciones, que fue ávido territorio de tus besos,
y ya mi cuerpo rcsponda despacio este cuerpo lleno de recuerdos
a mis deseos, de tu desbordada pasión
cuando vea ini vida envuelta sobre el que peleaste sudorosas batallas
<.Il \8(.llns:1z11lcs. eii largas noches de quejidos y risas
C I I III.I>IIIIIII;IS
ojerils, y iiiiclos de tiiis cucvas interiores.
y sucltc blanca i i i i cabcllci-a
para dormirme temprano Veo inis pechos
-como corrcsponde- que acoinodabas sonriendo
cuando vengan mis nietos en la palma de tu mano,
a sentarse sobre mis rodillas que apretabas como pájaros pequeños
enmohecidas por el peso de muchos inviernos, en tus jaulas de cinco barrotes,
sí. que todavía mi corazón mientras una flor se me encendía
estará -rebelde- ticraqueando y paraba su dura corola
y las dudas y 10s aiiclios liorizoiites contra tu carne dulce.
t:inibiéii salodaráii
mis mañanas. Veo inis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte al sendero de la perdición
liacia mi mismo centro
y la suave vcgetacióii del iiioiitc
donde iirdiste sordos coiribates
coronados de gozo,
aiiuiiciados por descargas de fusilería TODO SEA POR EL AMOR
y iruciios priiiiiiivus.

Me veo y no ine estoy viendo, T:IIIT:IS


cosas Iic licclio por vos
es ~ i i espejo
i de vos el que se cxtieiidc doliciitc que tciigo c ~ i i ~ " L i l a r
sobre esta so1cd:id dc doiiiiiigo, qiic sil i.cciii.iiio iio rc siiciic ;i rccl:iiiio;
iin espejo rosado, p o r i 1 ~ todo
1 ~ Iia sido Iicclio cii virtiicl dcl aiiior
un molde hueco buscando su otro heinisferio. y los relámpagos y ciclones que solté
de la caja de Pandora
Llueve copiosamente que iiii día me pusiste en las manos
sobre mi cara si es verdad que han dolido,
y sólo pienso en tu lejano amor que muclias veces me han arrancado piel de la raíz
inientras cobijo y inc han hecho buscarme cl corazón
con todas mis fuerzas, con iiiiedo a no encontrar su pasito de soldado,
la esperanza. Iiaii sido mi propia, soberana decisión,
mi perdición, mi gozo,
por los que rne he conocido iiiiis mujer
capaz de escaladas, acrolx~cias,
ten:~rid:idde hiiri.:~rctcii!ad:i,
por los qiie Iic recorrido sendas ignotas,
inaieada por cl olor taii cercano de la felicidad
y te Iic buscado dcti:ís de gestos y 1)ucrt:is
y hasta de la manera de abaiidoiiar tu ropa
y cuando te he encontrado
ine lie abierto de par eii par
coiiio jaula repleta de ruiseñores
y he sabido también cómo sc siciite
tener uii astro desluiiibraiitc cii las entrañas.

No quiero pues, equivocarme coi1 reclaiiios;


me hago responsable del sol y de la sombra,
pero, ay amor, cómo me duele
,<.."
.~.

que estatido yo eii tu espacio


como estrella crrabitnda
ficraiiiciite colgada por vos en tu Universo,
no mc Iiayás descubierto cl rcsplatidor, EVA ADVIERTE SOBRE LAS MANZANAS
tio inc Iiayás Iiabitado,
toniado poscsión dc iiii liiz <,Allíte quedo en elpecho,
y sólo te Iiayás atrevido
a palparme
-coi110 uti ciego-
en la oscuridad.
Con podcres de Dios
-centauro oinnipoteiite-
me sacaste de la costilla curva dc mi iiiiiiido
laiizáiidoi~ica biiscar t ~ prometida
i tierra,
la primera cstacióii del paraíso.

Todo dejC :itrás.


No oí lainetitos, iii rccotnciidaciones
porque en todo el Universo de mi ceguera
sólo vos brillabas
recortado sol en la oscuridad. .

Y así,
Eva de nuevo,
comí la manzana;
quise construir casa y que la habiráramos,
tener hijos para multiplicar nuestro estretiado territorio.
Pero, después,
sólo cstiivicrr~iicii vos
las cacerías, los leoties,
cl clogio a la solcdad,
y cl Iiosco dcspcrtar.

Para iní solainente los rcgrcsos de prisa,


tu goce de mi cuerpo,
el dcscargue repentiiio de ternura ine preíiaste de frutas y malinclies,
y luego, de poemas y cogollos,
uiia y otra vez, la huida racimos de inexplicables descoiiciertos.

i
I
tijcreteatido iiii siicño,
llenando de lágriinas la copa de inicl
teiiaziiiente ofrecida.
Para iiiiiica jaiiiás
esta Eva veri espejisiiios dc ~,nraíso
o iiioi.<lcr:iiii;iiiz;iii:is <Itilccsy l>cligi.os:is,
Me desgasti. como piedra de río. orgiillosas,
Iiiiir:is vcccs ~>:is;istc
1)oi.c~iciiii;~
<Iriiiis iiiiiriiiiillos, sol><~~l~i;is,
inadecuadas
/ de inis gritos,
abaiidombiidome en la selva de tiis confusiones
sin lámpara, ni piedras para Iiacer fuego y calentarme,
para el amor.

o adivinar el ruiiibo d e tu sotiibra.

I'or eso i i i i día,


vi por últiiiia vez
tu figiira recostada cii el rojo fondo d e la liabitacióii
donde conocí más furia que terriura
y te dije adiós
desde el caliente fondo de inis entrafías,
desde el río de lava de mi corazón.

N o me llevé nada
poiq11e nada de lo tuyo iiie pertenecía
-iiuilca ine Iiiciste ducha de tiis cosas-
y saliste de mí
coino salen -de proiito-
desparramados, tristes,
los irboles convertidos en trazas,
muertos ya,
pulpa para el recuerdo,
material para entretejer versos.

Fuiste ini Dios


y conio Adán, también
y la soiirisa de mis Iiijos.

Es duro rechacerse desde el agua,


PODA PARA CRECER desde dos pequeíias pozas encliarcadas
en medio de la cara
y la nariz roja
De este moritic~ilode polvo, y la boca torcida por la tristeza.
de Iiuesos tritiirados
esparcidos por el tiempo, Escarbar la esperariza en la desesperanza,
teiigo que rchacer mi dimensión; buscarle a lo ainargo
armariiic con los totems de mis aiitcpasados, cl conocido, presentido, sabido,
invocando los manes sabor d e la iniel.
que alguna vez rne vieron ser colibrí
-alas rápidas picotcaiido Es diiro cl coiitoriio de la figura
siti iiiicdt>a los cnzadores- recortada en el cerebro
-diTiis:i, odi;icla, pcro iiiil>orrablc-
apartar a manotazos
vientos y malas lenguas Cauta m e advierto
einpeciiiadas en empequeñecer ante otras manos ofreciendo ternura,
105 ;iiioii;i<loi.csI:itidos dc iiii cnraz6ii. pioincsn, calor de sonrisa
mientras cl brazo extciidido dcl fiit~iro
Desile csta desvencijada, desde cl espejo me anuncia
golpeada estriictiira, que estoy toda entera,
lie dc renacer dura y 'ágil,
fuerte como los ceibos, dispuesta para el nuevo,
Iierinosa como la tempestad iiidescifrable,
maíiaiia.
-que no se arrcdra aiitc las pucrtas ccrrndas--

para golpear d e p:ilal>ras rl iiiuiido


con mi cuerpo convertido en arcilla,
nioldeado ya,
indeclinable ante las malas miradas,
pero tierno para las lagunas y las lunas
y la rima y el verso
EXORCISMO MAYO

Sé que cstoy escribiciido No se iiiarcliitan los besos


para exorcizariiie co~iiolos ~~i:~Ii~icIics,
y sacarine de adentro ni iiie crecen vaiiias eii los brazos;
la aiidaiiad.1 de aiigusiias siempre florczco
pcrsiguiéndoine. con esta lluvia interna,
como los patios verdes de Mayo
Aún no sé inuy bien y río porque amo el viento y las nubes
quién es esta nueva mujer que soy y el paso de los pájaros cantores,
-como no se conoce la ciudad después del cataclismo, auiique atide enredada eii rccuerdos,
pcrdidos los puiitos de referencia de tal o cual cdificio- cubierta de Iiicdra conio I:is viejas paredcs,
sigo crc~eiidoeii los susiirros guardados,
Conozco que cstoy fallada la fuerza de los caballos salvajes
coino una telaraña geológica el alado mensaje <-lelas gaviotas.
llena de ranuras por donde brotan
perennes pasados cuyos sisiiios no puedo medir Creo en las raíces iiinuinerables de mi canto.
con iiiiigíin osciloscopio
preiiicditado.
enjaulado a punta de razones,
condeiiado a morir d e iiianicióii,
sin darse a nadie más
PERMANENCIA obseso d e u n i-ostro inevitable.

Pasar por días


1)iiro dccir: de levantar la maiio,
Te amo, formar el gesto del reencuentro y
mira cuánto tiempo, distancia y pretensión arrepentirse.
Iic 1>iiestnante el Iiorror de cs;i palabra, No poder con el iiiicdo,
esa palabra como scrpicritc la cobardía,
que viene sin Iincer riiido, ronda el temor al sonido de la voz.
y se niega una, dos, tres, cuatro, muchas Huir coino ciervo asustado del propio
veces, corazón,
ahuyentándola coino u n mal pensamictito, vociferando iiii nombre cii el silencio
una debilidad, y hacer ruido,
un desliz, llenarse de otras voces,
algo que no podemos permitirnos sólo para seguirnos desgarrando
y auincntar el cspaiito
-ese tciiiblor priiiiario de Iiaber pel-dido cl ciclo para siempre.
que nos acerca al principio del mundo,
al lenguaje elemental del roce o el
contacto,
1:i osciiridad de la caverna,
cl hombre y la iniijcr
Inmi6iidose el cspaiito del estriieiido-

Sciitir que hay


i111aliior feroz
lleno mi pelo de gorriones,
dedos reventando en mariposas,
el aire enredado en mis dientes,
retornando a su orden
de iiiiivei-so Iiabirado por cciitnuros.

Vcstirine de aiiior
<]U' '"'<'Y 'Ic~llil<l:l;
qiie estoy coi~iocitidad
-dcsliabitada-
sorda de ruidos,
tiritando de trinos,
reseca hoja quebradiza de marzo.

Rodeame de gozo
que no nací para estar triste
y la tristeza me queda floja
como ropa que no me pertenece.

Quiero encenderme de nuevo


olvidarme dcl sabor salado de las lágrimas
-los li~iecosen los lirios,
la golondrina muerta en el balcón-.

Volver a refrescarme de brisa risa,


reventada ola
mar sobre las peíias de mi infancia,
astro en las inanos,
linterna eterna del camino hacia el espejo
donde volver a mirarme
de coerpo entero,
protegida,
tomada de la mano,
de la luz,
de grama verde y volcanes;
el conjuro de rosas que perfuma mis huesos.
Mi cuerpo ru perenne habitación.
i; Tu morada de las suaves paredes.
IN MEMORIAM i
i Quizás ya no recuerdes
Como una inmensa catedral,
ahumada de tiempo y peregrinos,
abierta de vitralcs,
1
i
cómo ocupabas sus entrañas,
SUS celdas enrejadas
pero ellas conocen los ~nurmullos,los cánticos.
Basta una chispa y lo mueito revive,
cobijada de musgo y pequeñas violetas olorosas,
esta noche oficio para vos
~ i nin Memuriitn cálido,
i lo que peiisábase dormido, despierta.

Oficio así esta resurrección,


una lámpara ardiendo. este rito de invierno,
abierta, florecida coixo las limonarias.
Por los mis oscuros pasadizos de mis muros internos, Te enrostro mi ainoGnclaustrado,
:I tra\s&sde intriiicatlos I:thcriiir~~s, scp~iltadorras dias y bnrrotcs de :icci,o,
de puertas canceladas, este amor sumergido tras pétalos de agua,
de candados y rejas, coriservado en archivos subterráneos
c~niiriohacia el encuentro de tu soinbra. lapidado, proscrito, negado miles veces,
'1ii efigic de largas vestiduras moiiacales intacto zarzal sin coiisumirse,
riie cspcra cn cl atrio dcl recuerdo delicado reducto que la sangre preserva.
junto a la fuente silcnciada. Lo pongo de nuevo en su lugar,
en su jaula del jardín de maduras manzanas,
Arrastro las largas vestiduras del encierro. lo condcno otra vez a la ceguera, lo silencio.
No sf si ii«tar;is,
cuando callada re me accrque, Ya mañana
riiiiiii i i i i ~111:r~Oii
sciticj:~I I I I cirio 1r;tl;lrdcle 0Ivi~l;lr
y ciiiiio sc iiic ;iiiioiitoiiaii cii los ojos C~LIC,de luto, esta noclie
II)<I:IS l:ts 111ic1csC S ~ C ~ S : [lc
I S I;I s:tnl;rc.
lile I~:ll>i~:is~c<Ic IIIICVO
y Tui ;I<~LICII;I iiiiijcr ~ I I CIC Iliitni~lxi
Lii cl rcdoiiclo espacio tciiipo~.;il sin que jainb iu voz Ic respondiera.
clc csta iioclic cn que invoco t i i iioinl>i-e,
alzo cl iii:iiiro qiic o c ~ i l kt~iicd:iiiiciirc
~ cl sccrcto,
rc iiiliestro el altar de los suspiros,
la cxja cincelada donde guardo tus gestos,
Aprendí a cantar como pájaro,
a eiicenderine como luciérnaga,
a relinchar como caballo.
A veces me eiifiirecía y hacia que se le cayeran
SIN PALABRAS
todas las Iiojas,
lo dej:ilia desniido y avcrgonzndo
aiiic los guanacastes,
Yo inventé 1111 árbol grande,
esperando que -tal vez- entendería por mal,
más grande que un hombre,
coi~ionlgiinos Iioiiibres,
más grande quc iilia casa,
pcro nada.
más grande que una última esperanza,
Aprendí tantas cosas para poder hablarle,
Me quedé con él años y anos
me desnudé de tantas otras necesidades
bajo su sombra
que olvidé hasta cómo me llamaba,
esperando que me Iiablara.
olvidé de dónde venía,
Le cantaba caiiciones,
olvidé a qué especie de animal pertenecía
lo abrazaba,
y quedé muda y siempreverde
le rascaba su rugosa corteza
-esperanzada-
entretejida de helechos,
entre sus ramas.
ini risa reventaba flores cn sus ramas,
y a cada gesto rnío le creían Iiojas,
lc brotaban frutas ...
Era mío coino iiiiiica nada Iia sido mío,
pcro no iiic Iiahlaba.
Yo vivi:i peiidieiite de siis riiidos,
oyendo sii siiave alcrco de iiinriposn,
su crujido de animal de la selva
y soñaba su voz como un hermoso canto,
pero no me Iiablaba.

I Noches enteras lloré a sus pies,


1 apretiijada entre sus raíces,
sintiendo sus biazos sobre mí,
viéndolo erguido sobre mí,
sabiendo que me estaba pensando,
j pcro no iile Iiablaba ...

182
DEL DIARIO DE ARIADNA VIGILIA

Me laiizaron al laberinto de Creta Uno tras otro se ainonronan los días de la vida.
porque me sabían enamorada del Miiiotauro Pasan. Se siiceden.
y rsioy atrapada rii uri:i cueva, Soy yo la que construye esperanza sobre la hierba.
cii i i i i resquicio doiidc CI no piiede vcriiie. La que se ve cksi~udaaún rosa y piel cálida.
AllA están las colinas de mi retozar.
Miiios cs1.i tnii cerca Los arroyos y los valles de las corrcrias bajo la lluvia.
que hasta puedo oír su respiración. Veo pasar los rostros que alguna vez alzados como
No me busca sabiéndome prisionera lámparas
del cuidadoso acertijo que tirdió para apresarme iltiininarori el mío y nie poblaroii de síriibolos y
Lo cniiozco y asiiiiisiiio lo descoiiiyrctido, palabras iiucvas.
lo aiiio y iiiiísoiiainciitc lo odio; ' Los poeinas vuelan coino bandadas de palomas
sii tormenta de soiiiclos iiie iiiaiitieiie iiisoiniic sobre la cabeza.
las noches. Todo esto lo observo desde [ni celda virgen donde
Veo la I t r ~de la entrada nadie penetra.
quisiera salir, Al final del eiicuentro con el inundo de los sueños
enseñarte Teseo el punto débil desperté coi1 la anunciación del júbilo
pcro tenlo, aguardo, pero no hubo quien abrazara mi cuerpo y soplara
aquí eii esta cueva de tiempo, caricias eii mi oído.
invisible, transparciite, Sin embargo soy feliz.
sospechosameiite calcularido Veo los vientres hiiicliados de vida que vendrá.
c6nio salvarlo de vos Teseo, Los caiiipos arados.
1111~ IIIC I1:111i:ís:iAri:~d~i:~!
iAri:i<l~i:i!
par:i ~ L I CIC entregue CI liilo brillante Es la Iiora cle la nieditacióii y tejo i i i i sueíio
coiiqiie lo sacarás para siciiipi-e porque aprendi que los sueños son posibles.
de csre laberiiito de iiii vida. Fscribo inaiiuscritos viejos y reescribo iiiia iitieva
liistoria del inoiiclo.
fist:i es la tierra proi~ietidade la cual nos habíati
arrojado.
!
1 Ejército de querubines, coros de ángeles
,1
1
cuidan a los moradores del paraíso
para que soporten las privaciones
y no coinan la manzana de la perdición
REGLAS DEL JUEGO PARA LOS HOMBRES
Me l i a i i dejado la Iiiiipara dc las vírgenes pr~ideiitcs QUE QUIERAN AMAR A
pero tanibiCii las visioiies de los bosques MUJERES MUJERES
donde liabitaii los uiiicoriiios.
El alnado no llega.
A vcces pareciera que diviso su soinbra acerciiiidose 1
y que su voz como las trompetas de Jericó parece El Iioinbre que iiie aine
pronta a alzarse deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
para derruinbar los inuros que contieiieii el amor. ciicoiitrar la profiiiididad de inis ojos
y conocer lo que anida en mí,
Me dicen que la perseverancia es virtud de los la golondrina transparente de la ternura.
triunfadores.
La paciencia seguro escudo contra los espejis~nos 11
que producen falsos sueños. El Iioiiibrc que iiie aiiie
Eiitonces doy vuelta al reloj de arena no que~áposeertiieconio iiiia mercaiicía,
y dibujo en laigos pergaiiiinos la siistaiicia de mi ni cxliibirine coiiio iiii trofeo de caza,
felicidad. sabrá estar a nii lado
con el iiiisiiio aiiior
Esa que s61o espero Iiabri de levantarse conque yo estaré al lado suyo.
de la niebla y el vapor
liacerse Iionibre y venir a habitarme 111
1 aparecida en incdio de todos
puerto final de mis tempestades
El amor del hombre que iiie ame
será fuerte corno los árboles de ceibo,
1
por los siglos de los siglos protector y seguro como ellos,
l
! Aiiié~i. liinpio coiiio iinn iiiañ:iiia de diciciiibre.

IV
El hoiiibre que me aine
no dudará de mi sonrisa
iii temeri la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con cal-icins tocará nii vieiitrc como gtiitai-ra
para que brorc niúsica y alegría 1X
desde el fondo de mi cuerpo. El amor de mi Iiombre
no conocerá el iniedo a la entrega,
v ni tcinerá descubrirse antc la magia del
E 4 honihrc qiic inc zinc eiiainoramieiito
podri ericoiicrar cii iní cii tina plaza Ileiia de inultitudes.
la Iianiaca cloncle descansar Podrá gritar -teqiiiero-
cl I~csxloFardo de siis prcociipacioiics, o Iiaccr rdtulos en lo alto de los edificios
la aiiiiga coi1 qiiicii coin[>artirsus íiitiiiios secretos, proclamatido su derecho a sentir
cl l;igo <Ic~ii(lc
lloi:1r el iuís herinoso y Iiuniano de los seiitiinieiitos.
siii iiiicdo de qiic cl ;iiirla del coiiipri~iiiiso
Ic iinpidn volar cuaiido se Ic ocurra ser p;(iaro. X
El amor de ini Iiombre
VI no le huirá a las cocinas,
El hombre que me ame ni a los paiiales del hijo,
hará poesía con su vida, será como un viento fresco
construyendo cada día llevándose entre nubes de sueiio y de pasado,
con la mirada puesta en el futuro las debilidades que, por siglos, nos inantuvierori
separados
VI1 corno seres de distinta estatura.
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me aine XI
dcberi niiiar al pucblo El ainor de mi Iiombre
iio coiiio iiiia ;ihsti.:icta ~i;ilalm iio que'." i~otulariiiey ctiqiietnrnie,
sacada de la iiiaiiga, iiic dará aire, espacio,
sino coiiio algo real, coiicreto, alimento pata crecer y ser mejor,
ante quien iriidii. Iioineiinjc con accioiics como una Revoliicióii
y d:ir la vida si es iicccsario. qiic Iiacc dc cada día
c1 coinieiizo de una iiueva victoria.
Vlll
13 llollll>r~
<lilelile nine
rc~oiioccráiiii rostro eii la triiicliera
rodilla en tierra me ainará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.
1 -
¡
1
SALUDO AL ECLIPSE EN TIEMPO DE GUERRA I SIGNOS

Des& una estrel/a ciryo nimbo no cunozco, L;r el ,[?no>;tcn~iréqnr uciilt~rrrneo hnD:
viene ~wciarrloclnuiso ri~,leclil,rc, Jorge 1.iiis I$orgcs
eclipse de sol para qzle se acomoden lns mareas
y otra cara brillante emc+ en e l frnnamento
yalu p o de t o d a /as nigas, 10speces, los Lcnto,
bnncos de corales, el uientw de agna de m i violento,
Urziue~su. rLiInoroso
teniblor
Levántate, muchacha de hojas
que ya sonaron las trompetas de Jericó en la intrincada selva de mis espin:is.
y han de caer tus muros sordamente levantando Invasión de ternura en los huesos.
polvaredas de reciierdos, Ola diilcc <-leagua
para que sc libere ti1 recóndita ciudad reveiit:íiidoii~een el hiiclo dcl pcclio,
y haya ruido de domingo otra vez y fiesta en tu encrespándose
corazón; y volviendo a extenderse
espuma
levántate y no temas el fuego, ni la guerra; sobre mi corazón.
así como de ruinas se levanta en alto el canto
así como de ruinas reverdece hoy tu sonrisa bajo Es cl aiiior con sil viento cálido,
nuevas alamedas; lamiendo insistente la playa sola de mi noclie.
así esta nova amenazada, esta estrella Es el amor con su largo ropaje de algas,
romperá los cercos de enemigos, atravesará el tiempo enredándome el nombre, el juicio, los imposibles.
y viajará hasta siempre Es el amor salitre, húmedo,
en la eternidad de la primigenia mirada de los héroes. descargándose contra la roca de mi ayer impávida
dui-eza.
ES la marea subiendo lentamente
las csquinas de piedra de mis manos.
Es el espacio con su frío
y el vientre de mi madre palpitando su vida cii el
silencio.
Es el grupo de árboles cii el atardecer,
el ocaso rojo de azul,
la luiia colgada como fruta en el cielo.
Es el miedo terrible, SI YO NO VIVIERA
el pavor de abrir la puerta
y uiiirse a la caravana
de estrellas persiguiendo la luz Si yo no viviera en un país asediado
coiiio iiocturiias, erráticas mariposas. que rodeado de rnuerte nos da vida.
Es In tiniebla absoliita
o la m.ís tcrrible y blanca tiovn dcl Universo. Si tia creyera eii la fuerza del peiisaiuicnto
Es t ~ voz
i como soplo y pensara que sólo es útil
o el ruido de días ignorando los ruiiibos de tu para ejercicio del cercbro.
existeiicia.
Es csa palalira conjuro dc todas las magias, Si no iiie dcspcttara cada maííaiia
litigo sobre mi espalda tendida al filo del sol, con algo nienos,
dcsencnjai~docl tiempo coi1 sus letras recónditas, algo que ya no cstá:
desprendida del azar y de la lógica, -el jabón, las bujías, la Icclie-
loca palabra, espada, y no supiera que en adelante
torbelliiio revolviéndoine tibias iileiiiorias tendré que inventarme Iiasta la luz
ap;icihlcinciite giiairlndas cii cl dcsviii de los sueiios, y volver coiitciita
estatuas que de pronto se Levantan y hablan, a lo primitivo y bueno
dueiidcs niorados saliendo de todas las flores, que hay en cada casa,
silbando música de tambor de guerra, en cada corazón.
terribles con sus largos zapatos puiitudos,
burlándose de mí Si no caminara cotidianamente
que, inútilmente, en la navaja que separa las nubes
cavo tenaz, enfurecida, incapaz, del cielo y el infierno
Il«raiido cti mi espanto, y fuera iiiia mujer de lino en un país plancliado
esta ítltiinn rriiicliera. desarrollado
lleno de todo lo que aquí nos falta...

Scguramcntc
Iiiibicra pasado a tu lado
siri mirarte
sin que iiie vicr;is.
Seguramente
ni vos
ni yo
estaríamos aliora sentados DEVOLUCIONES
iiii~iiidoiios
tociiidoiios Dcjz en p ~ z te , lo s~rplico,Eros,
acariciaiido rrri coinzfjrl: fliiscd otra />arlrdc vri
como a iiii ni60 cuerpo.
Epigi-aiiia 1-Iel6iiico

Devuélveine mi corazón, viajero.


T ú te irás -me lo dices-,
montado en alado pegaso te alejarás
y dejarás sólo noches solas a mi alrededor.
por esto, antes de que dobles el hiieco del camino,
debcs cIcj;iriiie piiesto cii el pecho el corazón.
No te atrevas a Ilevártclo escondido en el equipaje
tentado por el deseo de acariciarlo
cuando encuentres que no encuentras otro
tan rojo, tan aniaiite, taxi Ilciic~de cantos para vos.
Dcbcs dcvolvcrinc la roja Iáinpara
~ L I dliiiiibrni.;í
C otros caiiiiiios niid:iiircs (le i i i i pcclio.
Debes dejiriiielo p;ilpitaiido, trasplantado,
1111poco ciifernio segiiranicnte,
pcro vivo y alcreando vida.

Yo ciivolvcré cii iiiia inaiita inis largos pies.


'rc C I ; I ~ $ l ~ c l r(lllc,
~l l l ~ ~ v i ~ ilcsS~~ j~s ~, I I I ,
para qiic ellos vuelvaii a tracrtc todo iiii ciierpo
si algiiiin v a qiiicrcs trópico y cor:izciii dcl sol
cli:lii<loel fiio y I;1s 1iiccs dc ilcóil
te rodccii coiiio cjcrcitos ciiciiiigos.
y en el cspejo las amigas hablan de la liberación
femenina
y cóino debería ser el lionibre
PERMANENCIA DE LOS REFUGIOS ese Iioiiibre que ella abraza
y no es más que él,
el que ella ama,
Ciudad mágica la mía no el ideal, pero sí el amado.
eii la qiie un caballo blanco atraviesa lentamente la
avciiida vos y yo,
apciias caída 13 I I O C ~ C . tatiibiéii atrapados en el espacio de nuestras miradas.
(El1 pciiiiiiibr;~cl parque y los edificios Eii el niuiido, afuera, caen lluvias de balas
coiistruidos en tiicdio de cscoiiibros.) y cstainos juiitos
cntes en los que la piel se encarga de limar los
Ilcgrcso clcl cinc. iiiiposibles apareiitcs
Iiiiágciics Joiidc piicdo rcpciir iiucstsa Iiistoria. -11etnos diclio que vivirlarnos el presente-.
Dos IIOI.:IS clc vcrtc y vcriiic,
clc dccistc adiós casi iiievilablcinetitc. Las iiiiágciics inc Iiaceii prcsciire la pregunta:
Sólo el amor podría lograr la salvación, ¿qué pasará
solniiieiite cl amor podría Iiacer el milagro. dónde nos encontraremos
1 1 :iiiiiir dificil y aioriiiriitaclo, qiiidii siistit~iirátu clicrpo y cl niío
así de real cuando nos laiiceinos cl uno lejos del :itro
como éste de la americana y el comunista, y nos despidamos un día en un aeropuerto
ningún artificio en el celuloide para disfrazar la realidad, cualquiera
es la pareja con su cotidianidad y sus luchas, pretendiendo que no importa
luclias internas contra la rutina, los intrusos, que así es la vida
lo que uno quisiera que fuera la relación que queríamos estar juiitos un tiempo
coiitr:i lo que rcalmciitc es y después ya se vcría
--do sercs humaiios desvalidos pero hermosos volveríainos a vivir
juiitos en una iioclic de lluvia, ericoiitraríamos...
dulcemente atrapados el uno eii el otro ;Qué eiicontrai-anos?
c:ida 11110 tcclio dcl otro, ; Q t i C piel nic sacará csta iníisic:~qiic tus
cada uno paraguas, rcfiigio dcl otro, iiiaiios provocaii,
a pcmrcdc I:is Iigi-iiiiasy los gritos, coi1 q~iic'iidisciiriré, pclcaré, Iiablasé
allí se qucdaii juiitos en la cama abrazados, callados liasta que sea tarde para irme a la oficina,
niientras acuera la lluvia cae- Iiasta el desvelo, el cansancio,
como que nunca se acabaran las palabras y el italiano y la americana
sieiiipre hubiera algo nuevo qiie decir? aináiidose
¿Quién repetirá tus ojos, iniciitras el iiiiiiido se desata eii Iliivia.
la risa de la 1iiir:ida cóiiiplice Un caballo I>laiicoatraviesa i i i i mágica ciiidad
los cucrpos <luriiiieiid« b:ijo la vclitaiia cii la a~xn:isc:~í~Iil la iioclic.
noclie
haciéndose cosqiiillas?
Esta parcja y el aiiior dcspreciatido la
irracioiialidad del niiiiido,
desafiándola,
unida contra las predicciones,
contra la guerra y los absurdos,
refugio contra la bomba atómica.

Esta pareja acurrucada eii su caverna moderna


lejos de los dinosaurios.
¿Un día ya no Iiabrá más esto
sino una sombra que nos acompaíie?
(...ay, pero ya no será tu cuerpo,
ni mi cuerpo
La pareja existe tan poc.is veces
la mayor parte del tiempo es sólo
la búsqiieda,
Iionibies y mujcres pdrte de la búsqiieda,
no es la pdreja,
no es esto que nos mantiene entrelazados,
eso que vos no qucrés noiiibrar
por miedo a que te hechice y te ciiestione la vida,
toda la vida de aquí para adelante,
porque como bien dijiste,
el amor es serio
es coiiipioiiiiso).

Allí están en la pantalla,


muy serios y juntos
iinágeries.
Árbol que se sacude enfurecido las flores
para quedarse desnudo y solo eii el atardecer.
FURIAS PARA DANZAR l
Esgriiiio bandadas de aves migiatorias
que buscan perseguirte en el espacio.
Voy a cantar mi fiiria iluminada, Doblo las ramas del mundo ellardecido
desenibarazarme de ella i' y te doy a beber sudor de multitudes.
tnra podcrte amar i
siii q ~ r ccada bcso Te dcsdeíio y acaricio los rizos iicgros
sca ini cucrpo extendido y desii~ido de la cabellera.
\<11>rc I,I pic'l~r riiti:il. C:illo o iiic 1:iiizo 21 clccir ciicciiclidos discursos.
Uso Iicchizos de mujer o fi.íos razonaiiiieiitos
Yo lic aiiiaclo Iioinhrcs Iicrii~osos. de s:ibios.
violciiios, diilccs, tristes y joviales. Agoto rnuiiicioiics eil uii coinbatc de eiiemigos
IEii torlos Iic I>irsc:idoI:i liiiia, itivisiblcs.
los fliijos y reflujos, la inarea.
Yo he sido un volcán desparpajado Algún día saldrás del laberinto.
:~rrojaridolava Caniiiiarás por jardines pacíficos atado de
y ~ i i i ag:iviot:i volaiido ;i ras del agria. recuerdos.
Una paloma alimeiitaiido sus pichones, Yo rabiaré las noches
una leona recorriendo inajestuosa las selvas. y el tesoro de mis alondras submarinas
He andado veredas de todas suertes cstará sumergido en el valle donde nace el
y Iic sorbido y sudado la vida que ine dieran. Iiuracán.
He conocido inviernos tormentosos Ahora salgo descalza piel
y los veranos secos eii que la piel se parte a recorrer avenidas
COI1 la ticr~l.
cii la dcsciifi.ciiada cartera de los vctiados.
I-le caiiiiti;idii a lo largci y lci xiiclio
vol:ido in;icliiiiias <Ictoc1;is las cspccics. Ya se soscgará iiii corazón
I4c conocido inucrtcs tejedor de suerte y tclrrraíias.
y las Iie aiiiado c~ibiertasde musgo y lágririias. Ya tne sacudiriii terreiiiotos
l>:l1." c1.c:". t"111" cillcIa<lcs
M5s Iiciiic aquí Icvaiitando arenas cii castillos paisajes deliiicados en la cspuiiia.
dc :ig~i:i.
I-Ieme aquí danzando alocadaiiiciite espejos sin t Algúii día moriré de inorirme.
i
1
Te dejaré tatuado de riiiseñores
Creceré ciired:ideras en torno i
a tiis iioclies lejaiias. ALUCINACI~N
<i
I.:is csl~ir.ilcs(Ic CSIC iiciiil>oqiic se csliiiii;~ $
tc tr:icr:íii eii el olor de 1:)s nz:ilc:is Iloy iiic <Icsl,crif
esta iiiiijer qiic c:iiiri> i <~uict:iiiiriitci i i i i j c r - I X X I ~
?
c«iitra I'ciiClopes 5 y quise iiii:igiii:iriiic qiic po<lrí;i
para iin sordo Ulises navegante. siiiiplciiieiite dcjariiie ir Iiacia el :inior
coiiio i i i i ~ > u m ovckro x ~ sig~iiciidojupilcti)ii
el vieiito.
Pensé llegar de pronto, aparecerme

/ olvidar el tecleteo de la oficina,


el teléiono,

1 el tiempo,
y c s ~ í iiiiriiidote
r
1 coiiio si nada en el iiiuiido fiiera inás iiiiportarite.
Esta sensibilidad de pájaro me asusta;
% no sé qué tan lejos están los barrotes de la jaula
1 que, a veces, me parece intuir en tu voz
iibicáiidonie eii la rcaliciad.
;No sabes, acaso, si cii algúii lugar sccrcto y iiiágico
doiidc Iiabitcii brujos siiii~>;iticos y L>»tinclioiics.
podrC ciicoiicr;ir la brúj~ila
para no equivocar el camino Iiacia tu corazón
y aprciidcr a conocer el bosqiic
doiiclc cl diieiiclc q ~ i cvive cIcii.:ís (Ic tiis i~jos

r
ticiie sii casit;i Ilciia de teteras, espejos y iilqiiiiiiias?
)
1-Iay dkis eii que los I>iazosse inc a i r g i i i de Ilorcs
y i i i i piel liiiclc a Iiicrlxis pciicri-:iiiics
r y ine despeino, me descalzo
y pienso que todo esto es de locos
y me gusta
n o te imaginás cómo me gusta
sentirme Eva nombráiidotc ini mundo
y ver que iiic vcs coi1 csa cxprcsi61i curiosa
coino pidiéndome la llave AMOR EN DOS TIEMPOS
y, a la inisma vez, retrrayétidote en la cordura,
atando con complicadas coiiexiories
lo qnc nosestá Iiacieiido cosquillas
para qiie salgamos de los escritorios y los tel6foiios
olvidciiios los distiiitos plaiiceis qiie Iial>icaiiios Mi pedazo de dulce de alfajor de alnieiidra
y s;ilganios volaiido por la vciitana iiii pAjaro carpintero serpiciire einplumada
dcsiiiidos coino áiigcles traviesos colibrí picotcando ini flor bebiendo mi miel
I);".:I ;il)i.iilos I;il>ci.iiiii)s<Icros:is LIC I:I vida soi~l>iciidoiiii aziicar t«chiicloiric In ticrra
apagar las rnáquinas irracioiiales de la muerte el anturio la cueva la mansión de los atardeccrcs
y 1lrg:ir ;iI cciitii) (Icl sol, el triiciio d e los tnarcs barco dc vela
al cciitro de la deliciosa locura Icgióii clc píjnros gaviota rasaiitc iilspero dulce
doiidc i i i i bcso palinera naciéiidoiiie playas eii las piernas
cotitieiie alto cocotero tembloroso obelisco de mi perdición
toda la sabiduría del Universo iiidescifrable. tótem de mis tabúes laurel sauce llorón
espiima contra i i i i piel lluvia inaiiantial
cnscacla cii iiii caiicc cclo de mis andares
luz de tus ojos brisa sobre mis peclios
venado juguetón de mi selva de madreselva y musgo
centinela de ini risa guardián de los latidos
castaííuela cencerro gozo d e mi cielo rosado
de carne de mujer mi hombre vos único talismán
embrujo d e mis pétalos desérticos vení otra vez
Ilamaine pegaine contra tii puerto de olas roncas
~ICII:I~IIC dc ti1 I)~:IIIC;I
tcrlii~riisilc~icia~iic
los gritos
dcjamc dcsparran~adamujer.

Cainpaiias soiiidos iilular de sireiias


suelto las riendas galopo carcajadas
l
i pongo fuera de juego las murallas
los diques caen hechos pedazos salto verde
la esperanza el cielo azul sonoros horizontes
1 ue abren vientos para dejarme pasar: OCTUBRE
1 *Abran paso a la iii~ijerque no tciiiió las iiiarcas
del amor
Octiibre tne toca estar sin vos
ni los Iiuracanes del desprecio),
entoiices te ciño me preño de tu última inaiio
la p ~ i c r t entornada
:~ la mirada sobre la cama
Venció el vino añejo el tinto el blanco
1:i iii:idrugada por cloiidc saliste
salieron I>rotaroii las tivas con su piel suave
dejaste sieinhra en mi piel seinilla de tu nombre
redoiidez de tus dedos Ilovés sobre mí
te vas para volver aparecCs a veces en la iioche
lavás tristeza recoiistruís faros bibliotecas
te veo nebuloso eri las vcntaii3s del sueño
de viejos libros con Iiermosas imágenes
te oigo desde lejos conraiido cosas
me devolvés el gato risón Alicia el conejo
días qiie no ine has tenido
el soinlirero loco los eiiaiios de Blaiicaiiieves
iiiii-;icl:is q11c tl.:icrás
el lodo entre los dedos el Iiáliro de iiifniicia
c~iaiidoviiclva la Il:ive ;i la ccr~iclii~i
esds en la centella eii la ventana desde donde
y eiiciiciitrc t ~ gestoi el desordeti los tiiiibrcs
nace el árbol trompo tacitas te quiero te toco
sacándome mi preñez de atrapadas iinágenes
te desciibro caballo gato luciérnagn pipilaclia
cl día coii 1111 sol de los dos
Iioiiibre desnudo diihiio raml>or troinpcta
I:i iioclic coi1 13 luna redo11cI;i
Ii:igo inúsica
la tiiici rlc tnilos Ii>sciiciiti>s
bailo tacoiico iiic clcsiiiido te ciiviielvo
qiiC Iiicistc q~iCIiicc paisajes cle yeso costas
nie CIIVII~IV~S
:irrcciTcs iii:iiiiclrs dc cii:~clii>s i i i i iii:i~lo
cii i t i i11:111i>
bcsos I~csosbesos besos bcsos bcsos besos bcsos
reloj que late cii ~ i i vieiirrc
i ccrezas &esas
silcncio sueño.
kiitas q11e I:u:~r<I~> :iliiiih;ir ;iriliciiic
albo cl abi;?zo triáiigiilo 13 piiiirerí:~de los bcsos
espero la puerta la maiio los ojos diciendo
el regreso.
. 1

1
Instálate eii el humus sin miedo al desgaste
sin prisa
'1
PEQUERAS LECCIONES DE EROTISMO i No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu 5ngcl caído revuélvele la espesa
1
1 cabellera con la
Recorrer un cuerpo en.sii extensión de vela Espada de fuego usurpada
!
i
Muerde la inanzaiia
Es dar la voclta al mundo 1
Atravesar siii brújula la rosa de los vientos
Islas golfos peiiínsulas diques de aguas embravecidas v
No es tarea fácil -sí placentcra- Huele
Ni>creas Ii:iccrlo cii i i i i <lía o noche de sábanas Duele
explayadas Iiitcrc:iiiil>iaini~idassaliva iiiiprégiiatc
llay sicretos cii los poros para Ilciiar inochas Iiiiias Da vueltas iiiipriine sollozos piel que se escurre
I'ic Iiallazgo al final de la pierna
11 Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado Arco del andar bahías forinando arqueado caminar
Encuentras un astro y qiiizá deberás empezar Gústalos
Corregir el rumbo cuando nubehuracán o aullido
profundo VI
Te pongan estremecimientos Escucha caracola del oído
Cuenco de la mano que no sospechaste Cómo gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
111 Poros que se alzan formando diminutas montaíias
Repasa muchas veces una extensión Seiisacióii estremecida de piel insurrecta al tacto
Encuentra el lago cle los nenúfares Suave puente nuca desciende al mar pecho
Acaricia coti tu ancla el centro del lirio Marea del corazón susúrrale
SiiiiiCrgctc ali<ígaredisiií.iidctc Eiicuciitra la gruta dcl agua
N« te iiicgiics el olor la sal el azúcar
1.05 viciitos pri>fiiiidoscúinulos iiiiiibos de los VI1
~>'~liiioiics Xaspasa la licrra del fiicgo la buena cspcraiiza
Nicbl:~cii el cc~.chri~ iiavcga loco eii Iti jiiiitiira de los oc&iiios
'Ikinblor de las piernas Cruza las algas áriiiate de corales ~ilulagiiiic
Mareinoto adoinercido de los besos Einerge coti la rama de olivo llora socavando
1

1
!
ternuras ocultas
Desnuda miradas de asoinbro
Dcspeíia el scxtaiite desde lo alto de la pest:iíia
1 Arqi~eaI:is cejas abre vciitaiias de la ii;iriz NICARAGUA AGUA FUEGO
l
Vlll
Aspil.:i siispira I.liivi:i
Miic'rcic 1111~ioco Vciii:iii:i irtic ;igii:i sol>rcIioj:is
Dulce leiicaiileiitc iiiiiCrerc viriiri) p:is:i ;irr,isrr:iiido 11iIiI:is
Agoiiizn coiiir:i l:i 1111l)iliiC X L ~ C I I el
~ Cgoce Iodos Ilcviiii iii,iiais
Dobla el mástil Iiiiiciia las velas árboles piiilaii estrellas cliarcos de saiigre
Navega dobla hacia Venus koriteras de uii día que hay que pelear
estrella de la maííana sin reinedio sin más alternativa que la lucha
-el mar como un vasto crisral azogado- Detrás de cortitia mojada
duérmete náufrago. escribo dedos sobre gatillos
guerras grandes
dolores taiiiaíio ojos de inadres
goteando aguaceros iiicoiitenibles
vieiieii los cuerpccitos helados muertos
bajan de la moritafia los muchachos
con sus liaiiiacas rccupcradas de la coiicrii
comemos poco Iiay poco queremos comer todos
iii;iiii~sgi.iii<lcsI)laiic;is i~iiici-ciiiii;ii;irii~~s
pcro Iiiciiiios Iiosliir:ilcs ciiiias
doii<lc iiiiijcl-es gi.it:iii n:iciiiiiciin)s
todo cl dia pasaiiios p;ilpii:iii~lo
t l l l l i tlllll taln t;iin
venas de indios repiten Iiistoria:
No <liicrciiiosIiijos qiie sean escl:ivos
flores salen <leataítdes
iiadie inucre en Nicaragua
Nicaraglia ini anior i i i i iriucliacliira violada
levaiitálidose coiiiponiéndosc la falda
camiiiaiido detrás dcl asesino sig~iiéndolo
iiil~iit:iíi;i:]bajo iiioiitiiíin arriba
iio pasarán dicen los pajaritos
y allá va el General y la colina los cohetes reactivos
no pasarán dicen los amantes que Iiaceii el amor
las columnas verdes avanzando despalando
que Iiaceii hijos que haceii pan que Iiaceii trinclicras
Iiaciciido iiigeiiios de azúcar
que haceii uniformes que Iiaceii cartas para los
ríos de leche casas escuelas
inovilizados
chavalns contando su historia
Nicaragli:~ini aiiior i i i i negra iiiisl<itasiiiri;~raiiia
rciiqueaiido salidos del Iiospital
palo de mayo eii la Lagiiiia de Pcrlas
agarrando bus para volver al norte
vientos huracanados bajando Saii Juan abajo
viento que se sacude el miedo
no pssarán y llueve sobre los sombreritos
nacimos para esto
que aiidaii liusnienndo el rastro de las bestias
reímos por esto
y no les dan descanso los persigue11 los sacan
entre dientes aiidamos la rabia y la esperanza
del pecho de la patria los arrancan sacan la hierba
no nos dejan no los dejamos ni a sol ni a sombra
mala
país chiquito pero cumplidor
no la dejan que pegue
Nicaragua lanza lanzada atrevida chúcara yegua
queremos maíz arroz fríjoles
potreros de Cliontales donde Nadine
que peguen las semillas en las tierras donde
sueña caballos percherones
campesino guarda en caja de madera título de
y sofiamos en surtidor
Reforma Ag~iria
tciieiiios iiiia fihrica de s~iefios
iio paseti los diablos atiuiiciando la buena nueva
suenos en serie para los descreídos
del perd6n
aquí nadie sale sin su arañazo en la concieiicia
a los que vieroii raiiclios arder
iiadie pasa sin que le pase nada
y vcciiio ascsiiiado fi.cii~ca su iiiiijcr y sus Iiijos
país de locos iluiniiiados poetas piiitores
Nicaragua mi mucliachita
baila sabe leer platica con la gente
chorros de luces cscuelas de danza
conferencias internacioiiales salones de protocolo
Ic cuenta sil cuento sale en aviones a contar
policías escolares rcgaíiaiido dolceineiite
SU cuento
carne y hueso de gente que acierta y se equivoca
aiida por todo el miindo con sii cuento a tiito
que priieba y viiclve a probar
11:iIil:i Ii:isi:i pi~rIiis co<li>s
cii pcri6dicos de iclioiii;is
aqiií todo se iiiiicve caderas de iniijer bailaiido
iiico~ii~~~c~iiil~lcs
siii:i sc piiiic hi.:iv:i iiirios:~
soiiatido gaii:is de vivir ante niciiiiias
]I;IKW ~iieiitir:~ cu:í~it:lh~ill:~iiiete y ~61110 resiste Iinh1:iiido de la iiiucrtc qiicricii<logziiiar sil pas:~jc
:ivioiics iiiiii:is ~iir:iíiasI>oiiih:is iii:il<liciiiiics clc regrcso
cii iiigl6s eii hojas iinpresas qiie salen por la tarclc
disciirsos sobre cómo bajar la cabeza con SUS nientiras
y iio se deja se suelta pega carreras y sus rabias de Iiistcrica frustrada
envidia de la inucliaclia que se contonea, se chiqtiea,
cierra el ojo vende tainales vende pinturas
Iiace inilicias va :iI parque inventa el aiiior
enciende los malinclies se esconde para desconcertar
sale andando en medio de bayonetas caladas LOS PORTADORES DE SUENOS
hace circo y ferias y reza
y cree eri I:I vida y en la niuei te
y alista espadas de fuego En todas las profecías
para que a nadie le quede más decisióii está escrita la destrucción del miiiido.
que IXWI~SO terrenal
o cenizas Todas las profecías cuciitaii
patria libre que el hombre creará su propia destruccióii.
o iiiorir.
Pero los siglos y la vida que siempre se renueva
engendraron tainbiéti una generación de amadores
y sofiadores;
Iionibres y inujcrcs que iio soñaron cwi la
dcsri-iiccióii del miiiido,
siiio con la coiistruccióii del mundo de las n~ariposas
y los ruiseñores.

Dcsclc ~ ~ c ~ l u c i i ~ ~ ~tiiarc;idos
c i i í o i i ~>oi-
cl ;iiiioii
Detrás de su apariencia cotidiana
guardaban la ternura y el sol de mediaiioclie.
Sus madres los encontraban Iloraiido
por uii pájaro muerto
y más tarde también los encontraron a muchos
muertos como pájaros.

Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas


y las dejaron preñadas de miel y de Iiijos reverdecidos
por i111invierno de caricias.

Así fiie como proliferaron en el inundo los portadores


de sueños,
atacaclos fcroziiieiite por los portadores de pr«fccias
1iablado1-as cii las muertes,
de catástrofes. se curaban y cuidaban enti-e ellos, se querían, se
Los llamaron ilusos, románticos, pciisadores de ayudaba11en el
utopías, arte de querer y en la defensa de la felicidad.
dijeron que sus palabras eran viejas
-y, eii efecto, lo eran porque la memoria del paraíso Eran felices en su mundo de azúcar y viento
es antigua y de todas partes venían a iinpregnarse de su aliento
cii el corazón del Iioiiibre- y de sus claras niiradas
los aciiinula~toresde riquezas les temían y hacia todas partes salían los que los Iiabíaii
y 1;iiizabaii siis cjércitos contra ellos, conocido
pero los portadores de siiefios todas las noches portando sueños
hacían el amor sonando con profecías riuevas
y scgiií.1 brotando sil scniilla del vientre de ellas que liablabaii de tiempos de mariposas y ruisefiores
qiie iio s6lo portaban sucíios sino que los eii que el mitiido iio tendría que terminar en la
iiiiiltiplicabaii hecatombe
y los 11:icíüii cori.cr y Iial>lar. y, por el coiitrario, los ciciitificos discfiai.ían
fuentes, jardines, juguetes sorprendentes
De csta forma el niiiiido engendró de nuevo sii vida para hacer más gozosa la felicidad del hombre.
coino ~ i n i h i t i Iial>ín
i ciigciiilr:ido n los qiie iiiveiitaroii
1:i Ill;II1clX S»ii pcligrosos -iiiipriiiiiaii las graiides rotativas
de 31)aqr c1 sol. Soii pcligrosos -decía11 los presidentes en sus

1.0s l>orta<lorcsde s~iefiossobrevivieron a los ' disciii-sos.


Soii peligrosos -iniirniiiraban los artífices de la guerra
cliiii;is gc!liilos 11
pero en los climas cálidos casi parecíaii brotar por 1 Hay que destruirlos -imprimían las grandes -
gciieracióii espoiiránca. rotativas
()lii~;í.\1:is l>~lllller~ls,
los cielos :r/.111es,1:is llllvi~ls l l a y. iluc
. dcstriiirlos -decí;iii los prcsidciitrs cii siis
i0r1~~11ci:lIcs I <I~SCLI~S«S
tiivicro~ialgo qiic vcr a>iiesto, ! I-lny qiic destr~iirlos-iiiuriiiiiraban los artífices de la
I;i vcril:irl cs qiic coiiio 1:iborios:is Iioriiiigiiiras giicira.
cbti~srsl~ccíiiiciicsiio dcjahaii de sofiar y de coiistruii
Iicrmosos iiiiiiidos, Los portidores dc siieños coiiocian sii poder
mundos de hermaiios, de hombres y tnujeres que se y por eso no se extrafiaban
Ilaniabaii coiiipafieros, y también sabían que la vida los había eiigeiidrado
qiie se eiisefiabaii ~iiiosa otros a leer, se coiisolabati para protegerse de la muerte que anuncian las
profecías.
Y por eso defendían su vida aun con la muerte.
y por eso cultivaban jardines de sueños
y los exportaban con grandes lazos de colores ACONTECI~EN UN VItlJE DE
y los de la oscuridad se iioclics DOMINGO A LA PLAYA
y días enteros
vigilaiido los pasajes y los c.iiiiiiios
biisc,iii<locsios ~icli~rososc:irg;iiiiciiios 1 .lovi;1.
que nunca lograban atrapdr irosotros pciisábaiiios optiniistas:
porque el que no ticiie ojos para soíiar 13 c;imino sc aclarad iiiás adclaiite.
no ve los sueíios ni de día, ni de iioclie. Segliraiiierite eii la playa, el sol.

Y en el inundo se Iia desatado un gran tráfico de El parabrisas dcl carro zas zns.
sueños Nchliiia cii las vctitaiias.
que no pueden detener los traficaiites de la muerte; Árboles envueltos en sábanas blancas.
y por doquier liay paquetes con lazos Gcntc mojada.
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver Frío eii la carrctcra.
y la semilla de estos sueiios no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones -Mejor cstaríainos cn la caina.
o eii ainl~liosvestidos de inateriiidad El horizoiite Ii:icia CI lado cicl iniar esti todo
donde piesecitos soñadores alborotaii los vieiitres nebuloso.
q11e los cargan. Dcvi~lv:iinoiios3 Iccr y ab~.ir/.:~r~ios--.

Diccii qiic la tierra dcsliiiCs de parirlos .


(",ll~illllls:

dcscnca<lciii>i i i i ciclo de arcoiris F.iit~niiios:I L)iri:i~iiI>:i,


y soplú dc fecundidad 1.1s raíces de los .írboles 'lbdo el ~ ~ ~ i cciicerriclo
blo
guardado de la bruma la Iloviztia.
Nosotros s61o snbeinos que los liemos visto
Sabemos que la vida los eiigendró Lii cl ciircdci 1 1 Ins
~ csquiiias
para protegerse de la muerte que anuncian las deseiiibocanios de iiiiproviso en una rotoiida:
profecías. Un iiioiiuinento iioinbres de compaíieros.
El cenienterio al foiido.
Se veía Iiertnoso.
Niebla suavizando la muerte.
-Bajenios. nunca he cstado aquí.
Quisiera ver la tiiinba de Ricardo Morales.
Dejarle algunas caricias sobre la tierra.
Unas hojitas de linionaria-. NUEVA YORK

Bajamos.
Las tumbas de los ricos imponciites a la entrada. Bosqrie de los huracanes
Sus áiigelcs Iloratido ligrimas de lluvia. Se aproxima la ciudad de las altas cliimeneas
Llovizna y turnbas biisc:iiido a Ricai-do. Es Nueva Yorlc
;Dónde estará Ricardo? Nueva Yotlc
Y encoiiti-ainos lápidas <leotros: Las nubes se enredan en la cresta de la ciudad
conibatientes, padres, Iicriiianos, moiijas Desdc arriba las calles semejan rejas
octogenarias. de iin inineiiso acerado laberinto
1-lasin 111i:i iiiczqtiitn orieiir;il coi1 este epitafio: Se levaiita la Iiumareda el vaho cl vapor
~~Aqiií yace Raiiióii Lópcz cspiitila dc gciite que vive
qiic iiitirió jovcii olas de sercs batiéndose eii marea baja y marea alta
.
disfrazado dc .in ~..~ a i l o » . eii las costas calles contra las rocas picos rascacielos
Pensamos en la muerte. Corre el avión sobre trampas lisas rectas
Yo, Ricardo, buscaba tus ojos. bulbos azules blancos señalan la pista de aterrizaje
Aqiiellos que unas pocas veces vi, inolvidables. Bajamos a la ciudad de los tumultos
los ojos de tii Iiija, Doris María. niido de las aglotneraciones
ruido clc treiics biiscs taxis
No te encontramos. rostros innumerables
Regirsaiiios bajo la llovizna pertiiiaz. rostros vistos una sola vez
Fue como tocar la puerta de tu casa y no Iiallarte. irrepcribles coiisuinidos en la pror~indidad
Como qiie alguieii dijera que Iiabía salido, moviéndose Iiacia destinos desconocidos
que andabas en algtiiia reunióii. inalecas etiq~ictasevocando países remotos
Fiic como saher qtic r i i tiiiiiba no existe, coiiicidimos cii la hilera abordaiido los taxis
que aiidás por allí, aiiiarillos
:~pi~t.ildc~ ciitw 1:15 C:IIICS ~~i<>j:~d:is nos scl>;ii-aiii~s siii siil~crrliii6iies soiiios
ii.:il>:ijaii<li~si11iiiorii-tc iiiiiic;i. todos vaiiins n algiiii;~parte
sin inirariios
cticrpos nprctaclos cuerpos cliie cliociiii
ojos qiie no se ciiciientran
Entramos corremos surcamos autopistas iluiniiiadas
puentes arcos el río oscuro corriendo abandonado nacida de la mano del hombre
a su suerte Nueva York
como nosotros aquí trabajaron trabajan miles de personas
conio todos :iquí arcliipiflagos islas sin piiciitcs clcjaroii dcjaii sus anos sus siicfios
criiz:iiido piieiitcs ;irtilici«saiiictitc labi.:icIos cii el ciigctid~iroiiciigciidr:iii Iiijns
3ccro I ~ ~ : I I I I : I ~ ~Icv:l111:111
II CStilS ~<llillllll:ls:lr1.3~>:ld<ll.:1~
Nueva York <lenubes
vieja bruja fasciiiaiite cambiante camaleón piicrtos acropiicrtos cstacioncs carreteras
caja de ~iaiidoraabiertas calles abiertas &Idas avioiics trenes barcos trajciu~igricoos P
ii-l:iridcses
abiertas puertas Iiacia la tcntacióii italianos cliiiios Iiiiidiies árabes latinos polacos
libros muebles ropa revistas restaurantes tiendas rusos japoneses filipinos africaiios
tiendas tiendas caras baratas cines teatros modas hiiscadorcs de fortiiiins perscgiiidos esclavos
deportcs poriiogrüti'a z:ip:itos qiicso sorbcte ~xili;id«s;ivciitiircr«s iiiiisicos poctns
conciertos ópera boutiques almacenes iiitnensos científicos locos gaiigsters anónimos inmigraiites
el almacén más grande del mundo olas de rostros confiiiididos desleídos perdidos
pisos pisos pisos unos sobre los otros Aquí vive un pueblo
cafeterías Iiaiiiburgueserías supermercados un árbol de muclias raíces
salmón ostras aguacates jugo de naranja vidas muertes dequienes aquí se eiitcndicroii
máquinas para jugar para excitarse para pensar socios de la soledad y el estrépito
para calcular drogas para sofiar Nueva Yorlc
audífoiios p a n pascar por las calles Central Parlc
oyendo iiiúsica en patines surcando navegando Se iios acercan las al-dillas
ausente dc la calle los traiiseíintcs pasando Es raro qiic se accr<liiin pero I:is Ilaiiié les Iinhl6
Niicv:i Yorl< Viiiicri~iiiiiiccli~s;~~ c:iiiiiii;iiiili~soliri I;i gr;iiii:i y u ~ : i
dc :ilgos edificios gciiiclos por CI iiivic~~~io
los iii:is ;ilios clcl iiiiiii~lo:el 1Voild 'litidc Diiil~liiig 'l'roiiciis lisos si11 Iioj;is
CI edificio del coi~~ercio do~iiinandotoda la ciiidad clcsniidos csqiiclfticos Iicriiiosos cii el a~irdccer
Dios dc la ciiid:id 'le1 f>ío
dos torres dos ojos iiii~indo Jóvciics jugando base-h:ill ~inrcjasnh~v.:i~las
Bosque de los Ii~iracaiies iiosotros abr;izados coiifiiiididos
..1;iiitos :<rbolesde concreto i:iiitas ventanas ;iltas c:~lllill:lll<l~l si11rostros sin i~lcllti<l;l~l [l:tKl ll;l<lic
Ciiaiido el vieiito solila se crc:iii coi:rieiitcs furiosas gi-aiios clc nrciia cii cst:i pl;iy;i riiiiiiilio d ~ ;iiioiiiiii:iio
l
eiioriiie boca sopl;iiido su propio cliiiia Miicllcs de Niicva York
ventiscas atizadas por los rascacielos el río corrietido el Hiidson dcrraiiiiiidose
el viento atrapado en esta red gigante estirando sil tira plateada robles negros
recortados eii el atardecer cl Iioinbrc paseando 1)~itacara carísiiiia vida carísiina coniida
sus perros carísimos iibros
cl homosexiial llamando al teléfono público apartamentos carísimos
prrguntando por el amado Gozar es tener dinero
clavos herruinbrados maderos carcomidos por el agua Sólo tiecesitás dinero
arañazos de aviones serpenteando el cielo Sin dinero no hacés nada
congestionado Baiicos sacrosantos seinejaiido coiifesioiiatios
iiiilcs d c ;ivioiies iiiclo cl día ~ ~ i t ~ . i ~yi si~liciido
i<lo coi1 iiiriquiiias códigos dispciisarlorcs dc diiiero
ttciies subterráneos apretis u11 número y salen los billetes
mundo subtertineo atronador carriles estaciones Entran las personas a retirar dinero
vagones pintados de consignas que no dicen nada Unas al lado de las otras respetuosas
pincas en las paredes ininteligibles no se miran diríase que están rezando
sigiios de qiiicnes no s:iheii qué dccir Nueva York
s6lo ~ L I qiiicrcii
C dccir algo coiifiiso Uosq~iede los Iiiiracaiics
<tejarIiuella Ilainar la atencióii arniados Bella ciiidad horrible
dc latas de pintura eiiiborronaiido el aliiiiiiiiio pobrc gente rica pobre gciite pobre
corriéndose de la policía fascinación Iiecliizo magia de la abuiidaiicia
violando matando sirenas a todas horas olas de seres batiétidose en marea alta y marea baja
pleitos callejeros iiisiiltos salidos de cualqiiier parte felices desgraciados seres Iiuinaiios
I<ostros vivos iiiucrtos alegres tristcs apl-ctujados eii este vienti-e contráctil
pcrsoii.is que q~iiereiiplaticar coinuiiicarse ciudad voniitáiidolos naciéridolos
Iiablarsc entre sí los incomunicados seres abigarrados enrejados pegados unos a los otros
la mujer gritando en la calle rehuyéndose los ojos huyendo a sus peq~ieñosmundos
poy Dios ayúdenme -en espafiol- cuidaiido luchando para que no se les confuiida
pasando a sii lado nadie se dctieiic el nombre
Sc vaii a sus casas toman café la identidad conocer su ventaiia cn la maraíia
café maiiana tarde y noche de pisos
café traído de países coino el nuestro no perder la llave la casa eltrabajo la mujcr
países pequefios pobres exportadores de café i el Iiombre
países que toman café aguado para que en 1
la lágrima
- el tacto el semen
Nueva York sobrevivir
pascinos por ticndas donde cl café eiiipapa el olor i sobrevivir conio iiosotros qiic sobreviviiiios
de toda la calle que luchamos para sobrevivirlos a ellos
Nueva Yorlc
Vicia bruja fascinante l
1
que sobreviven
Nueva York
1 Bosque de los Ii~iracaiies
! Mañana aterrizaremos en Aeropuerto Augusto
1
César Saiidiiio
y la ruta la pistn el aterrizaje estará iluininndo PECERAS DE AMOR
por candiles
p c ~ i t c h ~~x>brcs
s ciriiios ~ l c;iii<lilcs.
c
Niicsiros ciicrpos clc pcccs
se <l~~.sli~~lll ~ 1 1 7 0ti1 l ; l < l ~ dc.1
> ,,ir<>,
'lii piel ;iciiiiic;i iiad:i cii cl siicrio
j~iiiroa la iiiía
y brillati tiis escainas en la luz luiiar
filtr5tidose por las rctidijas.
Seres trasltícidos flotaiiios
confinados al agua de nuestros alientos coiifiitididos.
Aletas de piernas y brazos se i-ozan en la niadritgada
cti el oxígeno y el calor
qiic siibc dc 1;)s blaiic,is ;ilg:is
c o t i q ~ ciios protegenios del h-ío.
En algún momento de la corriente
tios encontramos
lucios peces se acercan a los ojos ;ibierios
peces sitiuosos recoiiocit:ndose las braiiqiiias agitadas.

Miicrilo cl :iiiziiclo clc i i ~I>iic:i


y poco después desl~icrto
picrdo 1;i aleta dorsal
las extreniidades de sirena.
! Siii eiiibargo no seré yo
1 iii mi afán
! quien cambie el rumbo inexorable de todos los relojes
NOTAS PARA LA MADUREZ i
S - . -
o detensa a Diiiita de lágrimas la tierra orbitando
obediente sobre sil eje
1 Moriré como todos
Si querés que te diga la verdad: Me consumiré con mis recuerdos
Jamás quisiera en\'e j ecer,
inucho menos morirme.
: y tendré que hacerle frente a estos miedos
e inventar una pose grácil
Difícil se me hace concebir la vida sin la belleza.
Iningiiiarine el cucrpo cediéndole paso
j cuando mi estructura se corroa y desvencije
y tenga que apoyarine usar anteojos
a Iss Icycs dc Ncwtoii catiiiiiar despacio cuidar la presión y el corazón
dcsiiioiuii.íiidose iAli! Pero siento que aún no iiie llega la hora
dobláiidose ajado Iiacia su fin y siti embargo los cumpleaiios no me ayudan
Y soportar aquello. inis hijas adolcsccntes enseiían sus cuerpos de mujeres
l'ienso cii lo que nos dicen las niujeres sabias, ini Iiijo crece sin piedad
las mayores. y por priiiiera vez tengo necesidad de escribir iin poema
Diccii que la vida se abre como una alameda como éste.
ciiaiido finalmente la cxpericiicia alcanza el centro
I:i :iriiioiií;i dcl coticicrto dc las cosas vividas
sc dcia oír
cii CI crepúsculo.
Pero sus voces aúii no me convencen.
Me aferro a las curvas de mi cuerpo
n los reflejos liinpios dc ini carne
y me aterro al observar
I;is primeras seíiales del tiempo sobre ini rostro.
Aúii piicdo cscoiidcrlas.
Aiiii iio cniirciiilrlo lisiii-:is iri-cpaiablcs.
l'cio cl paso de los dias iiie aiiiciiaza.
Mc diso ~ I I CS<>III.C~I.& con otra bclI~%i~
qiic x r i . abiicla de l;irb.r.17 CITLIZ~IS
y iniichos ciieritos y pocinas y pastcles
pcro no me engaño:
no nic Iiace niiigiiiia gracia.
acuiiiulé libros y m:ipas para encontrar la voz,
la Iiistoria de los astros
desentrafiar los mitos
POEMAS DEL ENCUENTRO la »bscsióii de ícaro
q ~ i cno quiso precipit:irsc al iiiar;
preferí las alas
Eii el silencio iiiierior :i I:i iii<~i.dacid:ido la coiivciiiciici:~.
la felicidad ciiciciide lámparas cn el pasadizo dc las tardes: Aiigclcs y iiioiisrriios iiic iiiosti-;iroii
sus c:irns igii:iliiiciiic fasciiiaiircs,
1 1icr0 me í.iic dado saber cliie nadie iixís que yo
Reposo coino la reina d e discos del Tarot podía penetrar las antesalas húmedas de la conciencia
que con sil alto sombrero medieval primigeiiia
nos da la espalda y está reclinada mirando al oasis y ascender antes de las asfixia coii la rama verde,
apreciando sin orgullo ni modestia los friitos de el sabor de la clorofila en el paladar.
largos y niinierosos trabajos 7Liiido anduve para no eiicoiitrariiie niis que conmigo misnia,
sabiendo que no hay triunfo eterno, pero tampoco eterna coii el reflejo del Universo en mis faccioiies
clesolncióti. <Ic~ircn~cclii;i<l;i iiiilici-fcccihti:
Allá están las fuentes Supe al fin que el aire de las euforias secretas
donde el agua oficia las fluidas ceremonias de la vida. vive asomado a mi propio rostro
Puedo ver el árbol solo en la distancia tiene el calor de mi plexo alar.
pero también el bosque tirnbroso de utiicoriiios pacientes.
Ilcspii6s d e soledaiies y sin sentidos 1.a esencia de ser es inultitudiiinria
contemplo jardines de Iielcclios sensuales y en su niiiltiplicidad
y iiii leclio blando y terso posee ini tioinbrc.
donde los sueiíos se iiinltiplicaii
Abro mi casx de ventanas redondas 11
para oír la Iiistoria íntima d e batallas y triunfos y derrotas Nunca estuve menos sola, tnis feliz
-mieles y hieles de esta experiencia efímera que cuando al aceptar lo que nunca sabría
que es la v i d a supe quien era.
Recuerdo cómo antes desesperé
-y aún Iioy a veces olvido lo api-eiidido- 111
insomne iioclie tras iioclie Sonios coino las plantas,
atónita ante el tienipo y las nociones insoiidablcs nuestra piel es Iioja y nervaduras,
del principio, el fin y las razones de este pasaje grlivido sembradas sobre el magiiia
y tan aparentemente fútil de pasiones Iierinosas que bailan sin cesai:
Soiiios danza y daiizar en cl viento
es potestad de 1iiiestr:is piernas siii raíces.
'Ioclo cniiibia y riada ~>criiiaiiece.
'1' iio Ii:iI>rí:ibellcza, ni danza, ni iiioviiiiieiito
si las esiacioiics no alborotarati los colores
!
y el 1;111:ijedc los ii-l~olesno se desprendiera ainarillo m!

en el atai-decer. !
Afuera
No habrá vida siii muerte, la noche agazapada
ni 110salinieiitaríaiiios. 1 aguarda conio un tigre
Y i:riii;is Ii:iIiríaiiios sido esto que soiiios el salto inortal a través de la vcntaiia,
*i I;i ciiiiciciici:l i i r i y,ii:wcl;~r;tC X ~ > C ~ ~ C I I Ciijcn;is
~:IS e11C S ~ Creci~iiocl<>lided»lios:iiiientc
que iiiistcriosaiiieiite aposentan cii el aire interior 1 Iiago surgir dcl aire las palabras
!
cuya esencia desconocemos. ¡ me asombra la latente presencia de un beso sobre la pierna.
Y sin embargo así como Blalce dijo: .La eternidad está .! No Iiay nadie sólo mi ci~erposolo
enaniorada dc la fabricación del tieinpo,, mi cuerpo y los cabellos extendidos en imágenes
es iiievirable enamorarse de la creación cstoy yo y están ellas
y sentir el dolor de no ser inmortales. las mujei-cs sin habla
Pero ven y abandona el egoísta rencor : esas que niis dedos alumbran
ante lo incoiiil>rciisible, csas que la nociie se Ilevd en su aliento de luim
porque la vida se alimenta dc la vida,
hcn~osde arder en la pira funeraria sin perecer; Mujeres de los siglos me habitan:
los cantos y los mitos . Isadora bailando con la túnica
no cicsapiircccráii con nosotros Virginia WoolT, su cuarto propio
cotiio no pcrecc el irbol Safo laiizáiidosc desde la roca
que recto y tendido me sirve de apoyo para escribir esta Medea Fedra Jaiie Eyre
reflexión. y mis amigas
La expcriencia dc la vida es la pasión de beberla espantando lo viejo del tieiiipo
Ii:ist:i la ciiibriagiirr. profuiida, cscribiéiidose a sí misinas
c:iiitar, bailar, ~Iccirversos hcr~iiosos saciidiendo las sombras para alutnbrat perfiles
y Iiicgo doitiiir. y dejarse ver por fin
<Iesiiiidadasde toda coiivciicióii

M~ijcrcsd;iiizaii a 1;i luz dc tiii 1áiiipai.a


se suben a las iiiesas dicen disciirsos iticeiidiarios
ine sitian con los sofrimieiitos
i
I
las marcas del cuerpo, el alumbramiento de los Iiijos
el sileiicio de las olorosas cocinas, los efíinci-os tensos
dorinitorios
i! niiijeres ciioriiics iiioniiineiitos irie circiiiidaii EL HOMBRE Y EL.UNIVERSO
diccii siis pociiias cai1i;iii I>aii;iii rcc~il>ci.:iii
I:i v<iz
! dice: No pude cstiidiar latín no pude escribir coino
Slial<espeare Dcjaiiios el espacio ilutiiiiiado de la coiivcr,nci61i dc los
Nadie se apiadó de nii giisto por la música ainigos.
George Salid: Tuve qiie dish-azaririe de Iionibir, escribí Es llora de dorinir y se tnucveii las sillas y los vasos.
oculta en el Las parejas se retiran a acariciarse la mutua soledad.
' noiiibre masculino
/ Y más allá Jane Aiisten acomodando las palabras de Vení -decís- y ine tomás la mano.

1
!
<cOrgulloy Perjuicio»
en iin cuaderno en la sala coiníiii de la parroquia
interrumpida innutnerabletneiite por los visitantes
Salimos a la playa oscura y el cielo es todo el Universo
el Universo nítido y clarísimo
la manclia blancuzca de la Vía Láctea
la di:igorial Criiz del Siir,
Mujcrcs de los siglos adust:is ciivejecidas tiernas astros rciiibl:iiido cii cl viciilo.
con los ojos brillantcs descienden a mi entorno JainAs viera yo noche inis intensa
ellas perecederas iiimortales dcfiiiidos los continentes del ciclo
parecieran gozar detris de las pestaíias las coiistelacioiics i-iitilaiites
viendo i i i i ciinito propio las ciioriiics iiic6giiii:is <IcI iiiliiiiro
el nítido legajo de papeles blancos dcsplcgadas eii el aire delg;ido
la iiegm elccti:óiiica iiii<liiiii:idc escribir <IcCSI:I l ~ ~ ~ n i i ~111;clir
~ i c l xdcsicr~ii.
los estantes de libros
los grucsos diccionarios
el ceiiiccro negro de ceniza 1i VOYY Yo,
y iiiia iiiiijer
i i i i Iioii~brc
e1 humo del cigarro sobre Ins rocas
i
Yo miro los armarios con la ropa blanca
l1 vemos cóiiio se despreiideii estrellas
y criizaii sileiiciosos los meteoros.
iI las peqiieiias y siiaves prendas íiitimas
la lista del iiiercado en la inesa de noclie
l
ii
No pido L I I ~deseo
-iiic parece tan trivial-
! coiiternplo solamente aquel inisterio
siento la necesidad de un beso sobre la pierna. a boca de jarro
j
j
me inclino para tocar la fosforescencia del agua
Hace fi ío
y de proiito reveo alzarte sobre la piedra
oigo ruido de manantial sobre la arena.
A t~.ivésde tus piernas PLACERES SECRETOS
el arco de líquido ámbar
no es menos que la curva'cspacial
que cursan los astros errantes ¡Ni! Si pudiera alimentarme tan solo de sorbete
Altas copas de dulces Iiielos
En iiii instanrc donde nii Lengua encoiitraria el tenue sabor dc los atardeceres
\a i~~iii~i~sicl:~d
r c d ~ ~ siis
c c co~irornos perezosa lamiciido el gcsto frívolo dc los transeúntes
la ntcrrorizaiitc f.isciiiaci6n en la modorra del calieiite crepúsculo.
sc tor11a fi~iiiiliary :icogcdora
Estamos siii diida aquí. iAh! El inexistente Café de toldos aniarillos
Soinos partc de cuanta I>elleza. extendidos sobre aceras en el resplandor
donde posada en una silla mirarla al liombre
Co11toclo < I c ~ d i o si11Iiablar
te oririás frente al Universo. dejando el sorbete desliacerse en la oscuridad de la boca
mientras el desconocido -de espaldas-
mira pasar a las mujeres Iiumedecidas por la traiispiracióii.

Altas palineras bordearían el inexistente malecón


donde el lago lame pies de niiios vagabundos
jugando con pelotas amarillas exangües
El frío entre mis dientes languidecería deshaciéndose
en recintos espesos

iAh! El calor y los movimientos apagados, tenues


del inesero
asoi~iin<lose al cscotc de la tiirista ingenua
al tiempo qiie mi ciicliara se Iiiinde en la copa cónica
dc crisi;il tr:iiisp;irciiic
1mra l.ca~~uclar el giisto iiitiiiio y soliinrio
vainilla cacao cal? coco Fresa
sobre papilas agitadas
Y pretender una pose fría ausentioscura
j

i
/ -el hoinbre tendría la súbita tcntacióii t
; de volverse y mirar-
i
! ciiaii<Ioel sol ~Icsciciidacon uii Iciito riioviiiiiciito gir:itoi.io 1
l
i sobre cl café de toldos aniarillos EROS ES EI. AGUA
I
1. -iiiod<~si~I>:ISYI (Ic :i~lolcscciircs<le I:irg:is liicrii:~s1:itiiiciiclo

1ti1ii.c111s~>irrii;is
cl iii;ir iiic iiiiicsirn cxii-;iiios :irrccili,s
y r0s:i C l l el ~lollicllte<l<! l l l i f:ll~l:i
l3l:lllco cll~lc~ll:lcc roc:is crk;t~i~l;i,~ c<>fiiIcs :iIt;~~~cr<~s
q ~ i crozaría levciiieiite Iii picrii:i del cxtraíio ci>iiii.aiiii grii~:idc cafiicol:is c~>iicli:iii:ic;ir
1 cuando al abandonar iiii niesa bajo los toldos
iiie perdiera en la calida noche apeii;is abierta.
tu iiiol~iscode sal pcrsigiie I;i corriente
el agua corta me inventa las aletas
mar de la iioclie con lunas suinergid:~~
I . .
tu oleaje brusco de pulpo enardecido
l
! acelera mis branqliias los latidos de csponja
los caballos niinúsc~ilosflorniido eiirre geriiidos
eiiredados en largos pistilos de nicdiis;~.
Amor entre delfines.
dando saltos te lanzas sobre mi flanco leve
te recibo sin ruido te miro entre burbiijas
tii risa ccrco con iiii boca cslxiiiia
ligerczn dcl agiin oxígciio de tu vcget:iciiiii de clorofila
la corona de luiia ahrc csp;icio al oc&iiio
De los ojos plateados
fliiyc 1:irg:i lllir:l~l;l fi11:11
y nos alz:iinos <-lesdeel cuerpo nciiirico
soinos cariic otra vcz
una mujer y un hombre
entre las rocas.
AMOR DE FRUTAS

L1ej:imc qiic espnrza Te dije qiie Iiiciérainos el amor como Felinos riigiendo
Illilll'LallaSCI1 CLI sexo coino pareja de libélulas copulaiido eii el aire
ii6ctiires dc iiiarigc) coino cebras, corno venados. Todo es posible cii esta tioclie fría
c;iriic ilc I;.cs;1s; cii CIUC t~lulaiilos :irboles y la casa cii iiiia iiiicz TrAgil
vadeando las cnormcs bocanadas'del viento. Estamos solos
y si11ciiil>argi>I:I si11cd:id no existe. Si juiirainos las inniios
ciiceiitlcrcinos cl fiiego iinprcscindible para vcriios los ojos
Te abrazo y corren las maiidarinas; brillantes del deseo. Tu piel me atrae con la gravedad de
tc beso y todas las uvas sueltan todo el cosmos que afuera sufre so negra eternidad
cl vino oculto de su corazón impenetrable.
sobre iiii boca. Pretendamos que sonios una nave sobre la tersa espalda del
Mi lengua siente en tus brazos océano
el zumo dulce de las naranjas y eii el cuenco profiindo de la madera, acomodémonos para
y en tiis picriins el protnegranate el amor,
esconde sus semillas iticitaiites. acurruquémonos y seamos otro nuevo elemento; una fusión de
aire,
Dciiiiiir qiie cosechc los frutos de agua fiiego y agua.
<]"e"1cI:ill CI1 111s 1>0rOS:

Mi Iioinhrc cIc limones y duraziios,


daiiic a bcbcr hiciitcs de iiiclocotoiies y haiiaiios
~iciiiiosde ccrcz;is.

7ii ciicrl>oes cl ~>:ii.:iíso I>mli<lo


clcl ~ I L I Cnunca jain:ísniiigúii Dios
l"><li.:icxp~lls:irriic.
biiig baiig
Big Bang.
1
i NUEVA TEOR~ASOBRE EL BIG BANG
i
El Big h i i g fue el orgasiiio priinigeiiio:
Orgnsiiio de los Dioses aináiidose en la nada.
Cada vcz qiie te nnio repito la g&iicsis~iiiivcrsal
protoiics y iieotroiies, iieutriiios y fototics
saltan de iní eiiceiididos a crcar iiucvos inuiidos
ccntellas y meteoros se cruzan con mis gritos
/ te amo mientras mis pulmones crean la Vía Láctea de nuevo
y el sol vuelve a nacer redondo y an~arillode ini boca
la luna se me suelta de los dedos
Marte, Plutón, Neptuno, Venlis, Snturno y sus anillos
las iiovns, siipcr iiovas, los agiijeros negros
I
anillos concéntricos de galaxias innoiiibrables
j se desgajan de mis contorsiones.
i Soy Gala, soy todas las Diosas cx~~lotando.
Enti-e luz de centellas tu planeta de fuego
¡ prende inis luces todas
1 brotan mundos cometas meteoros se Iiaceii trizas
! lluvias de estrellas danzan e11el arco del éter
1 nace por fin la cierta sus edades de magma y cataclismos
la primera partícula de vida iiioviéndose en la hierba

I I
11
su cilicio
y luego es el silencio
velocidad de materia clue se dispei-sa en círculos
tlis soles y iiiis soles se asientan eii su espacio
/: es el frío la grandeza del tiempo
la eternidad el azul y el rojo
i los sonidos, la estática

I i el amor insondable tu amor tierno tus inanos en mi frente


las campanas a lo lejos bing bang biiig bang bing bang
quc abundantes pueblaii este inundo nuestro.
Eii esta contradicción invisible
NO ME ARREPIENTO DE NADA entre lo que debió haber sido y lo que es
Ixe iiivertido iiumerosas batailas mortales,
batallas inútiles de ellas contra ni¡
Desde la mujer que soy -ellas contra mí que soy yo misma-
n veces iiie da por coiitemplar Con la ~siquisadolorida,) ine despeino
:IIIIICIIIIS <111e piidc IiiiOcr sido; tran~~redieiido los aiicestrnles programacioiies
las iiiiijcrcs priinorosas desgarrando a las rniijercs iritcrtias
dechado de virtudes que, desdc la infancia, me retuercen los ojos
Iiacciidosas 0ueii:is csposas porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños
<]ticiiic descara ini iiiadre. porque iiic atrevo a ser esta loca falible, ricriia y vuliierable
No sé por qui. qiie sc enariiora coino puta triste
toda mi vid;i iiie Iie pas:ido rcl>elatido de causas jiistas, Iioinbres Iicrinosos y palabras jiiguetoiias
C 0 l l t r ; l CII:IS porqiie, de adulta, ine atreví a vivir la niiiez vedada
odio siis niiicixvGis cii i i i i cucrpo c Iiicc al aiiior sobre escritorios en Iioras dc oficina
la culpa qiie sus vidas impecables y rompí lazos iiiviolables y me atreví a gozar
por cxtrafio maleficio cl cuerpo sano y sinuoso con el qiie los genes
iiic iiispir:iii; de todos inis aiiccstros me dotaron.
iiic rcbclo contra sus b~iciiosoficios, No culpo a iiadie. Más bien les agradezco los doiies.
10s Ilaiitos noctiirnos debajo de la almohada No me arrepiento de nada, como dijo Edith Piaf
a escondidas del esposo Pcro en los pozos oscuros en los que me Iiundo;
el p ~ d o de r la desnudez bajo la planchada y en las mañanas cuando no más abrir los ojos
alinidonada ropa interior. sieiito las lágrimas pujando,
Estas mujeres, sin embargo, a pesar d e felicidad
ine miran desde el interior de sus espejos; que Iie conquistado finalmente
levatitan i i i i dcdo aciisador rompiendo estratos y capas de roca terciaria
y, a vcccs, cedo a sus iiiii.:i<l:is<lercpi-ciclic y cuateriiaria.
); quisici.:~ g~~i:iriiic I:i ;iccl>t:1ci6iiiiiiivcm;iI, vco :i iiiis »tr;~siii~ijeresseiit:idas cii el vcsríbiilo
scr I:l ~ ~ i l i f i :i)iiciia>~,
i la xiiiiijer decenten iniriiidomc con sus ojos dolidos
la $i~~<~oti~l:i irrc~~vc~cli:iI)l~, y ine culpo por la felicidad.
s:icai-iiic<liczcii coiid~ict:~ Iri:icioii;ilcs iiifi:is I>~iciias
con el partido, el estado, las amistades, ine circundan y daiizan sus canciones infantiles coiitra mí;
[ni faniilia, mis hijos y todos los demás se,-es contra esta mujer
hecha y derecha
plena
esta iii~ijerde pechos cn pecho
y anclias caderas
qiie, por ini iiiadrc y contra ella,
111c giis1:i scr.
ENTRADA A LA POESíA D E GIOCONDA BELLI .....
POSDATA ........................................................................

Y Dios inc Iiizo iiiujer ..................................................


Soy Ileila de gozo ..................................................
Estoy dcseando ......................................................
Metamorfosis ...............................................................
Sietito qiic voy alcjáiidome ...................................
. . .......................................................................
Sieniprc
Escribirte .....................................................................
Y...........................................................................
Biblia ........................................................................
Yo soy .......................................................................
Llciia de grumos .........................................................
Te veo coi110 un tcinblor ..............................................
Castillos de arena ......................... .
..........................
El Recuerdo .................................................................
Abandonados ...............................................................
Dc~~arraiiiadns ..........................................................
Estaré ...........................................................................
Te duerines ..................................................................
Iliiiic ...........................................................................
.
I:spcr.íiidolo .................................................................
. .............................................................
Mciistrii;icc~oii
lengo ..........................................................................
Maternidad 11 .............................................................
Feto ............................................................................
. . . .
.
Coiijuiic~on..................... .................................... 233
Esto es amor ............................................................ 156
Sonar para despertar sonando .................................... 159 El hombre y el universo ............................................ 235
Nueva construccióii del preseiite ................................ 162 Placeres secretos ......................................................237
Ilesafío a la vejez ............ 164 Eros es el agua .............................................................239
1':ii la doliciitc solcdad dcl cloiniiigo ............................ 165 Aiiior de frutas ........................................................... 240
. .
Sortilegio coiitra el fiío ............................................... 241
'lodo sea por e1 ainor .................................................. 167
Eva uívierte sobre las maiizanas ................................. 169 Nueva tcoría sobre el Big Bang ................................. 242
Poda para crecer ..................................................... 172 No ine arrepiento de nada ...................................... 244
Exorcisiiio ...................................................................174
Mayo ........................................................................... 175
I'criiiiiiicncia ................................................................ 176
............................................................................
I>ciicioii 178
I i i iiicinoriam ........................................................... 180
Sin palabras .................................................................. 182
Del diario de Ariadna .................................................. 184
vigilia .......................................................................... 185
Ilcglas del juego para los hoinbres que quieran ainar a
mujeres mujeres ...................................................... 187
Saliido al eclipse eii ticnipo de guerra ...........................190
Signo.\ .......................................................................... 191
..
Si yo iio viviera ............................................................ 193
Devoluciones ............................................................... 195
Permanencia de los refugios ...................... :................. 196
Ftirias . para
. . darizar ........................................................200
Alucirlacion ................................................................. 203
Amor eii dos ticiiipos ................................................... 205
()ctiibi.c .......................................................................207
Ilcqucíias Ieccioiies de erotisrno ....................................208
Nic.1 i.:igi1.1 :igii:i riicgo .................... .
..
I.iis port:icl«i-es dc sucíios ..........................................
..... 211
215
Acoiircciii cii i i i i vi:ijc de doiiiiiigo :I I:i pl:iy;i ................21')
Nucv:~Yorl<.................................................................. 221
Peceras de amor ........................................................... 227
Notas para la madurez ................................................. 228
Poemas del encuentro .................................................. 230

También podría gustarte