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INMAIFiOO 67:
2WO
GIOCONDA BELLI
1
I
I
EL OJO DE
LA MUJER
Prólogo de José Coronel Urtecho
1
2&JUh0 1999 r
>. !
VISOR MADRID 1995
I DE LA C O L L E C C I ~ N
VISOR DE POES~A
2. edici6n 1995
EL OJO DE
3" edición 1997
LA MUJER
O Gioconda BeUi
O VISOR LIBROS
lsaac Pexal, 18 - 280 15 Madrid
ISBN: 84-7522-29 1-9
Depósito Legal: M- 16409-1997
hnpreso en Espaüa - Piírited in Spaiti
Gráficas Muriel. C/ Biihigas, s/n. Getafe (Madiid)
.. . -
ENTRADA A LA PoES~ADE GIOCONDA BELLI
siciones en primera línea. Vistas así las cosas y aparte, claro, del
iiicaragüense y dentro de ésta en la de la lengua. Pero todo eso,
desde luego, es meramente circunstancial, o mejor dicho, acci-
lidad, son Iiechos de vivemas, dándole a esa palabra la significa-
ción de momentos de vida registrados por un sistema emocio-
;
dental, y no tiene que ver con su poesía como poesía, que en
realidad es única. Sin sefialcs particulares, ni trucos estilísticos,
nal de alta fidelidad, colno evidentemente lo es el suyo. En su
caso no .cabe ni separar, ni confundir vida y poesía. Hay que te-
,¡
!
su poesía no puede ser ni& original, en el se~itidode que al ins- iier presente a este propósito que, para el que la vive, la vida es
tante se reconoce como suya y no sólo distinta de todo lo de- precisamente lo: que pasa, lo que por su naturaleza es pasajero,
iii;is. Eii Nicaragua, las poetas, igual que los poetas, se distiii- mientras que lapoesía queda para siempre. Es, por lo menos, lo
mejor que en esta vida queda de ella. Por lo que hacer poesía se
giieti por ser iiicoiifuiidihles entre sí. Pero inás que de foriiia,
sus verdaderas diferencias son de carácter. Cada poeta, desde ha visto siempre como un intento de dar a nuestra vida una
;
;
luego, vive y crea sil muiido, que en Nicaragua, felizmente, es forma de eternidad. En la poesia de Giocoiida Belli se da un
el de todos, vivido y creado por él o ella en su propia poesía. Eii juego constante' de tiempo y eternidad, porque lo que eteriiiza
es precisamente su propio tiempo. L.eer su 'poesía resulta, por l
esti. caso en la poesía de Giocoiida Rclli. En todo caso, cii Cst:i,
aunque iio sca, no pueda ser mís quc poesía de Gioconda, iiiás es?, una manera de coiitemplar y hasta quizii de convivir, en el 11
que cii Gioconda es eii poesía donde cae el acento. Cierto que momento que se quiera, inomentos de su vida y su mismo vi-
sil ~iocskíwt:i Iiccli;i clesdc <;iocoiicl;i 13clli y dc (;ioc«iid;i nclli, virlos cii coiitiiiiio presente, no en sii iiiinedinto ncoiitecei; pcio !
con la inarcria priina dc su scr y su vivir, de tal inaiiera qiic i i i i si proyectados, conio quien dice, cii la pantalla dc su expresión i
: ~ LI:ISL:I p a n Iiaccr ver que sil poc"a no sólo es de
~ x > u i istiyo poetica. Sus naturales y espoiitáiieos procedimientos literarios,
en la iiiedida eii que los emplea, que cs poco hecuei;te, en nada
1
cll:i. siiio ella misma. !3 en ese sentido que parodiando lo de
I3i.cil11i.rsc lx~ciríadccir a Ciocoiida: ti1 pocsía eres ríi. Todo lo estorban, sino al contrario, coniliiiican mejor lo vivido o más
qiie rlla es y todo lo q ~ i cvivc, por lo ~iiisiiioqiic lo es y lo vivc I>icii rcviviclo po'r ella cii siis iiiisnios pocni:is. Cccliciido L I I ~po-
conio poesía, puede Iiacerlo poesía, convertirlo en pocsía y de- co a la tentación de la pedantería, alguien podría qiiizá decir de
cirlo cn pocsín. Para la gciitc a la q ~ i desagrada
c aiiii la sola pala- sus poemas que son a su manera wcorrclativos objetosr, con re-
bra poesía, porque evoca para ellos algo ajeno a la realidad o ferencia al objetive correhtive de Eliot, que aún conserva su uti-
desligado de la vida. liay que advcrtir que para Giocoiida la lidad para indicar la fórmula -el conjuiito de cosas, la situa-
pocsía es su vida plenaineiite vivida con un alto voltaje de eiier- ción o la cadena de sucesos- que encierra en sí y evoca en el
gía vit:il y iiiia riqueza extraordinaria de lo que Gide Ilainaba lector una emoción o juego de emociones de que un poema se
rror~rri~rira rrrr~st~.er. I'ero t:iiii~>c~c<i
C I este
~ C:ISO cabe dcslig:ir de origina. Paci dccirlcl iiiris sciicillaiiiciire, los Iioeiiias de Giocoii-
la pocía coiiio vida la poesía como liocsía. En la pocsía de Gio- da preseiitarínii cquivaleiicias poéticas exactas <le irioniciitos de
coiidn Rclli, vida y pocski son iiisepai-;iI>lcs,dc donde se origina su vida o de vivencias que I:I incitan a sii expresión poética. Pe-
< ~ uelc resiilt:iclo, es [lecir el pocina, sea todo poesía. Lo <listiiiti- ro ino creo que de ese modo pueda aclararse ni& una poesía co-
v o de ella cs que sii pocsía es simplcinciite una expresibii -es mo la d e Gioconda, que lleva en sí su propia claridad. Para nií
clccir, 1111 pocina- de sil vida vividi1 t:ll como ella la vive. No sus pocnias no so11exactainciite ecl~iivalenciaspobticas y mliclio
qiic sil vida sea de suyo pocsí:i, iii todo el licmpo sea s610 poe- iiieiios corrcspoiideiicias iiiventa<las o suplidas por su imagiria-
sía -aunque ella pueda a ratos vivirla como tal- siiio que tras- ción -cosa que, sin embargo, no estaría mal- sino, como ya
ladada verbalmente al poema, resulta serlo. Sus poemas, en rea- dije, su vida misma, sus inomentos y sus vivencias, colno por
arte de magia trasladados, vivos y palpitantes, al plano de la ca, por lo iiiciios, es ya niiiy raro-, iio tiene iiiás reinedio quc
poesía. No es ya un conjunto imaginado lo que hace veces de lo descubrir su modo de versificar o su manera de dcstribuir s ~ i s
vivido y evoca su emoción. Es de su vida misma y de su expre- propios ritinos o intensidades de sonido y movimiento en las lí-
sión de doiide nace cada poema de Giocoiida Belli. neas o moldes gráficos que inejor correspoiidaii a lo que quiere
I,;i ~>rcguntapor 1" poesí:i -;quC es poesía?- :iiiiiqiie es coinoiiicar. Giocoiida Belli escribe, :i veces, poc~nasque ;túti
cierto que ha sido mil veces respoiidida con Iiimiiiosas defiiii- li:icc poco sc 1i:ibri;iii 1l:iiii:ido poeiii:is cii pros:i i~ bicii I>rosciii;is
cioiics, no lia habido, ni puede haber una sola respuesta que -como nosotros los denominábaiiios hace más dc treinta
abarque todas las realidades catalogadas o catalogables en esa aíios-, :11111~~ue ~ C . I ~ I I I C I I ~~C o r ~ ~ c s ~ ~ :I o
otrii
i i dF<~riil:i
~ ~ i dc VL.IS(I
palabra. Tan poesía es, supongo, la de los indicios chorotegas y no a lo que ha solido eritendcrse por prosa. Por ejciiiplo, el
coino la de Rubén: sus diferei1ci;is soii miis bicii de valor y dc poei11;i Sici~to~ I I EI J O ~~ I . j ~ í r ~ ~ I u eii
r n l ;realidad csth cotnpiicsto
grado que de naturaleza. De otra manera no sería propio desig- de un solo verso, o si se quiere de iina sola secuciicia de pala-
narlas con la misma palabra. Si la poesía es algo real -como yo bras, con sus correspondieiites pausas o cesuras, que se alarga
creo que lo es- no sólo es indefinible, sino en sí misma indes- sin cortes o cambios de Iíiiea por toda una página, mientras en
criptible y de suyo inefable. Pero aunque no sabemos cómo lo Siempreo ficribirteo 10s otros poemas n o distribuidos en líneas
sabemos y con frecuencia nos equivocamos, lo que creemos po- separadas de diferente longitud, puede decirse que cada párrafo
der decir con iiittiitiva seguridad es que iin verso, una frase, iin eqiiivale a un verso. Todo este asunto, desde luego, se presta
conjunto de pocas o iiiuchas palabras, es o iio poesía. En defi- aún a coiifiisioiics y algiiicii tendrá qiic rcdcfiiiir cii el fiiitir~i
nitiva sólo podemos afirmar que lo es por el placer incoiifundi- taiito la prosa como el vei-so, qiie actualmeiitr s i encueiitraii eii
ble que en nosotros produce. Por la poesía, en la realidad, sólo rápida transfortnacióii. No se puede igiiorai; sin embargo, q ~ i c
responde el poema. Más concreto sería, sin embargo, decir - en la poesía actual la prosa, aiiiique esté incorporada al poeiiia
como lo hacían las antiguaspreceptivas literarias- que la poe- deliberadamente como prosa, hace veces de verso. Basta decir,
sía propiamente dicha sólo se da en el verso. Siempre recuerdo por el niotnento, que Iioy se llama verso a todo lo que sirve de
a este propósito lo que un escritor francés de priiicipios de siglo vehículo a la pocsía, o mejor diclio, a los arreglos verbales o l i i i -
contestó, en tina encuesta, a la pregunta jquk es poesía?: Ce giiísticos de que hasta ahora 110s valciiios p:ira conii111ic:ir I<i
qnón dit en vers. LO que se dice en verso. La respuesta, aunque que dcsigiiatiios con el iioiiibre de poesía. Lo cluc yo piciisi) cii
irónica, sería al menos clara, si no fuera que Iioy no se sabe ni general sobre el verso y la prosa en su actual coyiiiiriii.a y dc sus
siquiera qué es verso. No es que yo vea esto como pérdida, sino perspectivas para el futuro iio es aquí desde l~iegoel 1up;ir de
al contrario, como ganancia, pues más aún que de libertarse del exponerlo. Ni siquiera pretendo exainitiar, en cuanto tales, los
antiguo concepto del verso y de participar en el proceso de for- versos de Gioconda o los medios de que se vale para dar forina
mación del verso de mañana, en realidad se trata de percibir y a su poesía. Sólo deseo, con lo dicho, despejar el caiiiitio n la
transmitir, cada uno según su carácter y sensibilidad, el ritmo o lectura de ésta. No iiie parece que haya inejor manera de acer-
pulso de hoy o la Iíiiea o lavoz o hasta quizá inás propianieiite carse a tina poesía como la suya, que nos hace participar dircc-
la longitud de onda necesaria para comunicarnos de verdad en tamcntc eii ella y por lo tnisino compartir su propia rcvel:iciGti.
la actual dimensión de la poesía. Cada poeta de hoy, si no es Sin embargo, no debo pasar adelante sin indicar ligeramente al-
que emplea aún la versificación tradicional -lo que en Ainéri- go sobre el carácter y el movimiento de sus versos cii relación a
la maneta en que clla, al parecer, escribe su poesía y algo tam- anterior intensidad. Su poesía parece para ella un descanso y
bién sobre la leiigua en que le da la forma correspondiente, hasta quizá un alivio. Al lector le transmite una sensación de
porque la siente como necesaria. Mejor diría que surge en ella apaciguamiento y de gozo colmado. En tal sentido, al menos,
como de ineludible necesidad. Tanto sus versos como su lengua podría aplicársele el conocido dicho de Wordsworth sobre la
prodiicen, por lo mismo, esa constante y a la vez siempre fresca poesía como emoción recordada en la tranq~iilidad.Sus versos
impresión de absoluta cspoiitaneidnd que es q u i d lo prinicro rugen y desalnrecen, en todo caso, sin llamar la atención coino
eii llamar la atención en la lectura de su poesía. Verso, lengua y versos dentro del movimiento del poema. Son a manera de on-
poesía forman en sus poeinas una unidad inseparable en la que da de diferentes longitudes que sólo llaman brevemente la aten-
apenas cabe distinguir el verso del moviiniento natural de la ción hacia lo que antes se llamaba el foiido del poeina o, regre-
Iciigii:~o I:i Iciigiia de I:i cstriictiira l~;irticul:irclcl vcrso o los dos sando a la iiiet.lfosa, Iiacia la inar dc foiido vital y eriiocional
del cfccto total de pocinn. Es que el verso y la leiigua y la poc- que es lo que eii realidad produce el nioviniieiito de palabras y
sí:i. cii el pociii:~,soii i i i i ; i sola cosa. 1.21 clc C;iocoii<la cs así iiii:i vcrsos qiic Ilaiiiniiios poeiiia. I'iicdc <Iccirscqiic sus versos úiii-
~iucsídioiidaniciitccsp«iitánea -qiiicro decir, surgida cspoii- cameiite existen en función de uii iiioviinieiito que culiniiia en
~:ític:iiiietitcclc sil pr(ipi:i ~~rnfui~did:i<I, coiiio el ;ig~i:iclc 1111 IIO- sil cx~~rcsión y ccoiii~iiiie:icióii.Aiiii iiic atrevo $1 dccir q ~ i csiis
zo-- y lo contrario, por coiisiguieiitc, de iiiiprovisndn, artificial versos eii realidad no cxisten como versos y que a eso deben en
o capricliosa. No es, pucs, cxtraño que sus versos sean, coino sil cierto modo su f~iiicionalidadcomo vehículo <-lepoesía. Ella
Iciig~iny su pocsía, tocalinciite espoiithiicos -aiiiiqiie no fici- iiiisrna parcce no darlcs iinportaiicia -salvo, iinturalniciite, la
Ics- ya qiic responden ciitcrameiite al inovimiciito de sil ineii- que le danios, por ejeniplo, a la respiración- y ni siquiera ver-
tc. Eii cstc caso la palabra inciitc no significa sólo sil iiiteligeii- los como versos. En la medida cii que los toina eii cuenta y los
ci:i, sino cll:i iiiisiiia i:iI coino cs, iiiia ~icrsoii;~ qiic llcva cl pson~iiiciao los cscribe coiiio versos, no cs de crcerse que sean
iioiiibrc dc Gioconda Belli, una mujer jovrii y bclla cn sus par- para ella más que emisiones o trasmisiones de palabras -las
ticulares circunstancias. que es a la vez sujeto de una espoiitá- que, por un motivo u otro, coi1 inayor facilidad o sencillez o
nea actividad creativa. Una inujer a quien lo vivido pareciera mayor carga emocional o seiisorial, deben decirse o escribirse
dejarle una carga eniotiva que le resultaría quizá irresistible si de una vez- dosificados por el aliento y el pulso o ritmo de su
iio pudiera a veces darle salida en forina de poeinas. Eti cicrto sangre y su voz, cuando no siinplenieiite por su máquina de es-
modo hace poesía como una bailarina que, poseída por la iníi- cribir. Su música, o mejor dicho, su tipo de música, no es en
sica. cxprcs:ii.:i cii sii d:iiiz:i I:i ciiioci6ii <lesii ciicrpo. Sc Iiri<lrí:i ellos prccis:iiiicii~c<loii<lcplicde ciicoiitrnrsc -coi110 ocurría
dccir qiic siis vcrsos corrcspoiicleii, cii oti-o Lilano,al iiioviiiiicii- con los versos castellanos tradicioiiales y con los modernistas-
to o los iiioviinieiitos corporales, a los avances y oiidiilacioncs, siiio que los ciiviiclve y los llcva consigo y está tanto cii el vcrso
giros, saltos y p:isos de In daiizn y iiiiis q~iiz;ia los gestos y seíia- coiiio aiitcs y dcsp~iés,porque no cs otra cosa quc cl inovimieii-
Ics, 10s ~ J S C Sy co~ii~iascs dc 10s pies y las mniios en que sc cx-
. .
~ I . C S : I C I C X I C ~ I < I ~ I T .I:I: I c(>t~11i<x.i6ii CIC I ~ I I tiiirjcr
ii~~rl.icir :~ e11 ti.iiii-
to dcl poema. En su caso, éste nace <lela iiiás Iioiida eiitraíia dc
Iii iiiisiii:~C;ioa>iicl:i.
ce de creación. I'ero, siguiciido la iirctáfora, la daiiza de sus Por otra parte, en la poesía de Gioconda Belli, tanto los ver-
versos no cs violenta o frenética, ni en realidad inteiis?, siiio ge- sos como la lengua son además de suyos e incoiifuiidibleniente
neralmente serena y suave, aun cuando acusa casi siempre una suyos, una indudable derivación de la poesía nicaragüense pos-
terior a Rubén. Forman, por consiguiente, parte del proceso - también y simultáneametite de la lengua de la poesía, con el
el deseiivolvimiento o desarrollo- del verso y la lengua de la objeto de adaptarla a nuestra propia realidad persoiial y riacio-
poesía en Nicaragua. No liay que olvidar que el verso es sola- iial -o invirtiendo más bien el orden-, naciotial y personal.
mente un inolde, visual o auditivo, más o meiios elástico, cii El proceso cs sin duda inuy ainplio y complejo para tratar :iq~ii
que depositamos, por así decirlo, el contenido -el seiitido, cl de resuniirlo eii uiias cuantas frascs. Hay qiie teiicr eii cuciit:i,
calor, el color, el sabor- de iiiiestsa lengua para la comunica- sin embargo, que antes de Rubén, aunqiie estaba muy exteiidi-
ción dc la pocsía. S610 podeiiios escribir pocsín cii iiliestra pro- da I:i afici6ii ;i Ins versos -bastante iii:is, al ~i:irccci;qiir ;ilio-
pia leiigua o eii otra que liayarnos beclio realineiitc nuestra. Yo, ra- y iiiiiciia gciitc los Ii:icía pira coiiiiiciiioi-ar Ins acoiiteci-
siti eiiibargo, iio coiiozco iiiiigúii gran poeta qiie lo haya sido a iiiicntos cspecialcs dc la vida ordinaria, no sr piicde afiriii:ir q ~ i c
la vez en dos leiigiias. Los pocos poemas q ~ i chizo Rubéii cii haya cxistidocii Nic;iragii:i vci.d:idcra y dircct:~cxpcriciicia de la
francés no son siquiera parecidos a los de su poesía en nuestra poesía. No, por lo meiios, expei-ieiicia creativa y muclio ineiios
lengua. Aunque de haber seguido cscribicndo en inglés, proba- de lo qiie hoy -precisamente gracias a la revolución iniciada
hleiiieiite habría dado, Salonióii de la Selva, su propia medida por Rubén- se rcconoce corno poesía. No hay qiie olvidar que
-como se puede presentir eii siis poemas de livpicfil town-, esta revolución -qiie no se debc identificar, coiiio generalnien-
no cabe duda que su grnti poesía la escribe eii español. Ni qiiC tc lo hacen los profesores de litcratura, con sólo el inodcrnisiiio,
decir que Maiagall úiiicairieiire cii cava1;iii es M:ii.;ig;ill y Ros;i- y:i qiic lo s~ll~rc~1:i.Y~~
y clil~,:llill~~
C ~ ~l:1t l:ict(i:rl- 11:1 siclc, cri ,.O<I,,
lía ..., Rosalía solatnente en gallego. Cuanto más grande es un el ámbito de la Iciigiia, y que l<iib<iiy los iiiodcriiist:is liisl>:iiio-
poeta inás hondamente se identifica con su lengua. Sólo en ella ainericaiios lo que trajeron sobre todc~fue una nueva cxpcricii-
descubre y establece su propia identidad, que en otra lengua, cia de la poesía. Ellos y inás que todos el propio Rubéii, es in-
desde luego, no sería la misma. Las lenguas tienen, como los negable que trajeron o más exactamente renovaron el sentido
hombres, su personalidad -lo que aún suele llamarse su pro- de la poesía como experiencia y novedad. Por eso mismo es que
pio genio- por lo que se distinguen de las otras como los se ha diclio que el aparecimiento de Rubéii en Sudamcrica y
Iioriibres entre sí. Uii gran poeta en dos lengiias, sería quizá un España fue un verdadero despertar. Lo que llamaron moderiiis-
caso de doble personalidad. Aun los que hablar1 y escriben dos mo y lo que se ha derivado o Iia vciiido tras él -y en Iliicna
o inás lenguas con10 propias, sólo se identifican en realidad - parte contra él- en re:ilidad soii sólo aspectos o simlilcmciitc
si es que pueden hacerlo- con una de ellas. Según parece, los cambios de tina tiiisina rcvolucióii ocurrida en la lengua y qiie
polígloras lo pueden ser precis~inenteporque no se identifican quizá está lejos todavía de llegar a un cliniax. l'ero Rubéii y los
con iiiiig~iiiade las Iciiguas que saben. En todo caso, es eii su niodernistas empezaron por elcvar el nivel de la lengua hasta la
lengua donde el poeta es poeta y donde sólo puede realizarse altiira de su iiucva cxpericncia de la porsía o, si se cliiicre, de
conio el poeta que es él. Dicho de otra manera, sólo en su len- una poesía que todos ellos experimeiitabari coiiio reciéii recu-
giia y por su Leiigiin, el ser Iiiiiiiaiio se rediza plenamente coino perada, cii:indo no en cierro modo corno acallada de dc.sciil>rir.
Iioiiil>reo iiiujer o siiiipleiilciitc coiiio ser Ii~imaiio,cti el iniiii- I'or lo dciiiás, In Iciigii:~dc Ili~hCiiCRI. cniiio qiiicii dirc, incI:i I:i
do de la poesía. lcngiia. Si no fiicra por el clcscrCdito ;ictii:il dcl ;idjctivi>sc 1x1-
En Nicaragua lo que Iiii Iiabido, desde Rubéii hasta cl prc- dría dccir sol~rela leiigiia de R~ilifiiiquc era iiiil>crial. c1, iiidu-
seiite, iio sólo es iin proceso de iiaturnlizacióii dc la pocki, sino dal~lciiiciitc,tiivo en s ~ tieiiipo
i lo qiic inirclios critoiiccs Ilaiiia-
ban el imperio de la poesía, que de alguiia manera se extendía lengua nuestra de cada día- en casi todos los principales poe-
por todo el espacio geográfico y cultural de la lcngua espafiola. tas nicaragüenses. Sólo Fernando Silva ha podido hacer uso, en
Aunque no fuera más que por eso, la lcrigua de Rubéii era na- su poesía como en sus cuentos, de la auténtica lengua popular
turalmente la que correspondía a su situación tanto como a su nicaragüense sin caer en la afectación de un dialecto regionalis-
genio. Taii por encima estaba entonces de lo que se consideraba ta que sólo existe en la imaginación de los que lo simulan, sino
la cxperieiicia comúti -el común de la gente decía no enten- al contrario, manteniendo su inconfiindible calidad poética a la
derlo- como de las diferencias y matices del habla en los dis- par del más puro sabor nativo. Carlos Martíriez Rivas es, a mi
tintos pueblos y países de la inisina leiigua. No se trataba tanto ver, el poeta nicaragüense en el que la tensión entre la lengiia
de las li;~labrasvalor?f;adns súlo coiiio piilal>i.:istiiis o iiiciios iii- creada por la pocsía y La que iisaiiios ordiii;iriainente eii la coii-
IIC~ICII<I~CIIICS LIC 511 signifi~:~do. coi110 t:iinl>ocode c o i i t ~ i ~ ~ o i i e r vcrsacióii se poiic cii jiicgo y sc iiiaiiificsta iiiás cliii.íiiiicaiiiciite,
la iealiclad poétic:i a la ordinaria, ciiaiitu del liso de la Iciigiia produciendo los resultados más extraordinarios. Entre los graii-
:11)rtilii3<lnp;u:i un coiiccpto refinado, cstcticista y arist"cráfico des poetas modernos de iiiicstra lengiia, si cs que no iiie cq~ii-
de la 110csía~Idicllcza y la inúsica. l'ero desde Rubéii, o iiiejor voco, sólo Vallejo y el -con diferciicias 6undainentales y inuy
dicho, desde que sus seguidores agotaron lo que podía dar el distinta orieiitacióii- han logrado con éxito algiiiios cambios
~iiudcrnisinoCLI un atnbieiitc como el nuestro, el iiioviiriiciito tan interesantes coino prometedows, en la estructura de la len-
Iia sido, coiiio digo, dc iiaturalií.ación de la poesía y dc In Icii- gil? iiiisina. Tainpoco puedo, coino qiiisicri, deteiicrn1e cii cs-
~ L I Jusada para coinuiiicarla. Nat~ir:iliiaciótino sólo en el scnti-
to. De todos inodos es un heclio que, en Nicaragua, el tnovi-
do de rnis nacional -y para el caso, más nicaragüeiise- sino miento de la lengua de la poesía principalmente ha sido en
r;iinbién y sobre todo, de más natural. Dcsp~iésde todo, más dirccción de la que se habla en el país -la que emplean los
iiicai-:igiiciise, por inás iiatiiral. LO malo de esto, siii cnibargo, poetas cn la conversacióii- sin apartarse, desde luego, de la
es tener quc decirlo y peor aún con insistencia, porque no se es poesía como experiencia auténtica. De esa manera y en buena
deliberada o voluntariamente, sitio naturalmente nicaragüeiise. parte por influencia de la poesía norteamericana d e entonces en
Como tainpoco deliberada o voluntarianiente, sino natiiral- el grupo de poetas nicaragüenses que, desde el aíio 27 al 36,
mente natural. La naturalización y la naturalidad fueron, en to- figuraron en el llamado movimiento de vanguardia y toda-
do caso, los más visibles resultados de la libertad que para la vía más si cabe en la siguiente generacióii -como se puede,
pocsíx de la lengua y la leiigua de la poesía cotiquistb liubén, por ejeinplo, ver en la lengiia de la poesía de Ernesto Carde-
~ x r oque s6lo cxistib cn Nicaragua cuando los poctas se libcra- nal- n lo que se tciidín cspoiit:íiic:iiiiciirc cra a poiicr cii prác-
ron del propio Ii~ibCn.No estaría de mis que ese proccso lo iii- tica, sin conocer o recordar qiiizá su procedciicia, lo que de
vestigaran las universidades nicaragüenses, aunque en esta ma- muchos modos repetía Ezra Pound: no decir nada en verso que
teria tan pronto como intervienen los profesores de literatura, no pueda decirse con las mismas palabras o frases en la conver-
con sus disecciones y clasificaciones, coinieiiza a decliiiar el sación corriente, en inoineiitos de diferente intensidad emocio-
inoviniierito vivo y el deseiivolvimierito natural. Claro quc nal. No se trata, por consiguiente -sea diclio eti descargo de
sieiiipre lia habido iiiia teiisióii constante y mayor o tiiciior en- los poctas nicnragüeiises- de lo que Ilainaii patriotisino, otra
tre lo que piidiéraiiios 1l;iiiiar el rmno ~iobilis-la lciig~iade los palabra de las ni~icliasqiie Iiaii caído cii dcscr6dit0, por dcsig-
ccii.íciilos, las academias y los libros- y el scrnzo v1rlgnl.i~-la liar el seiitiinietito quizá más degradado, dentro de la degra-
dación actual de casi todo sentimiento. En general se trata, palabras, forman como una especie de mágico trébol para po-
me parece, de mantener el contacto directo de la vida con la nerlo como exlibris en un voluineii de poemas de Giocoiida
poesía. Bclli. Eii iodo caso, es por sil ,leiigiin qiic su poesía es su iiiiiiiera
Los dos procesos que Iie scfialado, el del verso y su lengua clc rc:iliz;ir sii 1ibcrt:id. Rc;ilizar es clccit vivir y ciiiivivir rii sii
cii la poesía de Nicaragiia, no cabe diid;i qiic Iioy ciiliiiiiiiiii, o poesía CIC li[>crtii~l.lin ~ i i lseniid<>,(;ioc~iiidii I%clli,sicti<l~> cII:i
por lo liieiios se Iiaceii sentir, en I:i ~ ~ o e s de
í a la mujer nicara- inisiiia eii sil ~ v ( ~ l >1ciigii:i
ia ci de csc iiiod~isil pocsí:~y vivc <Ic
güciisc y dc niodo l,articul:ir, o tids hicii pcrsi~ii:tl, cii I:i clc cIl:1 ~>lcll:llliciiiccoi1 i0'I;l lillcrl:l<l.vivc y '~ollviv<~
511 lillcrl~i'l C i l
Giocoiida Belli. Por eso Iie dicho que, cti el orden de adapta- sti poesía. Por lo dciiiás, dcs~lcI<iibCii,el iiioviniicriro dc la poc-
ción a iiiicstra propia realidad, estii primero lo iincioiial q ~ i clo sía cii Nicafiigiia -dcl iiiisiiio iiiodo cluc cii Iiis otros países dc
personal. De igual inaiicra que solainente cii nuestra propia la lengua- inuestra ese iiiisiiio av;iiice Iiacia la libertad. Esto
lengua podemos dar con toda nuestra propia poesía, no puede más que coiiducir a una mayor autenticidad, porque
sólo cii el marco dc lo nacional se da con toda pkiiitud Lo per- la libertad es precisamente lo que Iiace y al fiii de ciicii-
sonal. La verdadera personalidad puede considerarse como una ras necesaria, la autenticidad. Lo que Gioconda afirma sieiido
persorialización de la nacionalidad. También en tal sentido es ella misma, es ante todo su libertad y esto la incluye desde lue-
que soinos de nuestra leiigua, o mejor dicho, en nuestra lengua, go en la revolución poética que eii Nicaragua existe desde Rii-
tanto o más que en la tierra o simplemente de la tierra donde béri, pero 10 más interesante eii esta coyiiiitiira es cotistat:ir
tenemos nuestras raices. Es en su leiigiia, por cotisiguieiitc, accicii dc ell:i -coiiio i n i o clc Iiaccrl(i- qiic cti I;i Iciigii:i <Ir.sil
donde Giocoiida Belli puede ser, como lo es cn efecto, pleiia- poesía, libertad significa no sólo iiatiiralizacióii y naturalidad,
mente ella riiisina. Auiique es uii hecho que la lengua natural y siiio autciiticidad. Por sil deseo, o incjor dicho, por sil nccesi-
corriente que usa Giocoiida en su poesía, ya cii cierto modo cs- dad de autenticidad, la lengua eii que hace su poesía eri casi iia-
taba preparada por el proceso de naturalización -en sil doble cla se difcrei1ci:i de la leiig~iaeii que vivc, esto es, I;i Iciigiia de sil
seiitido- de la poesía nicaragütii~se,coiiio lo estaba eii realidad vida diiiria, eii la q ~ i cdcjiiría dc setitirsc niit6ntica si no Ii;ihI;ir;i
para todos los jóvciics, iio es inciios cierto qiie por lo iiiis!ii'<i, dc VOS.
Iia podido apropiiirscla siii el iiicnor esfiicizo o Iiastii si11darse
cuciira y Iiaccrla siiyn cii tina Forina ajciia ;i ~od;iiiilliiciicia y (,;/,ll/f/~ c'.SLly<O// 1,OJ
qiic 1115~ bien Ii;ic~!pniciiie sil o~~iginiili~l:i~I.Qiiicr<~decir CIIIC, ~ I I ; S ~I ~ IW ., , ~
V ,,,II,;I,.C
L I yo,
gracias al proceso de la poesía nicaragüense, la poesía y la len- iizuarlir EL nire gt~erespirds,
gua de la poesía de Giocoiida, no se deriva11de la poesía o de la tmrrrform~rmren r ~ namor cnl;cizte
leiigiia de la poesía iiicnragiieiisc, es decir, de la Iciigiia iiatiiral y p~rrzI / I L P rne JIIL/L:S
corriente de la inisina Gioconda. La verdad es que a difereiicia y poder eiztlnry salir de vos,
de la poesía de casi todos, la de Giocoiida Belli no se deriva de
la poesía sino de la vida y más concretamente de la suya propia. no sólo evadiendo el tíi, capeáiidolo en las conjugaciones, siiio
En realidad tan suya es &I poesía como su lengua y tan suyas las jugando y conjugando cn foriiia caprichosa, pasando de la gra-
dos como su vida. Vida-lengua-poesía, poesía-lengua-vida, len- inática escolar a la popular y viceversa, hasta q~iiziiiifliieiiciada
gua-poesía-vida, en cualquier orden que se con~biiienlas tres lejana, inadvertidaineiite, por los disa>s y la radio, iisaiido aii-
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1
de entrar en la poesía de Gioconda Belli, a no ser a la Par
de sus otros lectores, es decir, simplemente, por la lectura de
sus poemas. L~ lectura de un poema -mucho más rara entre
cierta de loqiie suele imaginarse, cuando no, en algún POSDATA
caso,sccren o vergoll~ntitc- y m" aíiii de un libro de poesía,
suele iiidicar algiina forin;i de gusto por'clla y aLiil<lLii vcccs
iio P3S3 dCsiin,Ile ciiriosidad, iio es iiiiprobahle q ~ i cconduzcn a PorcLztn 1983. Eiitce la feclia tic ln ~>iiblicaciói~ del pl.iiiicr ~ i l , ~ ( ,
lilia cxperielicia aiitciitica 'ic 1;i pocsía coiii« t:il. Los cllic Icciii de ~ ~ ~ a n a sGiocoiid;~
clc ~ r ~ y~ I ; ~1' :'
Ilclli, S o h 1 , ~ ~ l u ( i1 974) cs-
este libro de poenlas de Gioconda Belli y no logren el iiiinedia- ta posdata (1983), ha succditlo nada niciios que el acoiitcci-
to conocimieiilo, la cxpcriericia direcra de 10 que es poesía, q"" inierito capital, irrcpctiblc, irrcvcrsil~lc,de I:I Iiisloria de ~ i ~ ; ~ ~ : ~
pierdan la esperaliza -1mcirrtr ogni speranza- de llegar a gua: la revolución. La Revolucióii Popular Saiidinista.
La auroral, primaveral y corporal poesía de Gioconda Be&
era más que un anuncio, un adelanto, una especie de previo
/osé Comnel Urtecho florecimiento poético de la revolución, como de otra maiiera,
Las Brisas, febrero de 1974' en otra dimensión, lo era también la sangre de la guerrilla sall.
dinista en la montaña y la de la guerrilla urbana en la propia
Managua. Gioconda misma y su poesía, que no son dos sino
una sola cosa, era ya parre de la materia prima de la revoliición.
Porque ya hacía muclio tiempo, mejor diría, siglos, que la revo-
lución ardía en las entrañas del pueblo nicaragüense, pero hasta
hacía poco, hasta quizá poco después del último terremoto de
Managua, es que empezó la revolución a dar signos de vida eii
el alma y cl cucrpo de las mujeres del país. Siis rn<iiiifestaciotics
empezaron en todos los campos, cn todas o casi todas las acrivi-
dades feineniiias, ya que cii el fiiiido sc trataba del gran intivi-
miento mundial de la liberación de la mujer, q ~ i cen Nicnraglia
proiito desembocaría y rti cierto modo se coiifiiiidiríii, si11 por
eso perder'su identidad, con la revoluciúii político social del
Frente Sandinista. I,a de la mujer nicaragiiense era despiiés de
todo iina revolucióii de la pocsía y el amor, o del amor y la poe-
sía, que en la mujer inás que en el hombre son uiia misma cosa,
como lo cran tambidii, a su propio iiivel, ciitrc las saiidiiiistas y
( los sandinistas dc la clandestinidad. Una poesía de ainoi- abicr-
10, ciiando no hermético, pero auténtico, trémulo, vivo, que
pasaha coino una corriente de vida, como ! electricidad, de la
31
f
~p - --
rarnc a la lengua, del cuerpo al habla; q ~ i ccs, en cfccto, cuino las iiiis Iicllas y iiattiralcs voccs dc la i-cvolucióii iiicaragiiciisc y
ciiipezó a pasar en mujeres poetas, coino Ana Ilse y Gioconda por lo niisnio dc la rcvolucióii de la mujer riicaragücnse, que no
Bclli, dos persoiias tan diferentes casi opuestas, pero insupcra- son dos revoluciones sitio una sola revoliicióii, tios seduce, 110s
bles. iiidtice y nos coiiduce a vivirla, hacerla nuestra, apropiáriiosla,
Mientras Ana Ilse, la intensa y contenida morena, se diría intcriorizarla y experiinetitarla entre nosotros, es decir, en noso-
i
que extrae, con excruciaiite necesidad, de la médula de sus hue- tros y dentro de nosotros. Así nos pasa, veo, con todas las que
leemos en nuestra propia lengua, tan suya en ella, como tam-
sos, la deliciosa concreción poética de su más íntima experieii-
cia femenina. Gioconda Belli como que exuda por todos sus bién seguramente a los que sólo pueden leerla en otras lenguas 1
1
a las que ha sido traducida. Su inequívoco acento, su realidad 1
poros la poesía vital, viva, carnal que llena toda su humanidad i
y que iiattiralmente brota de su piel, coniocl sudor del cuerpo vivida, <lirectanictite traiisinitida, cuando ha sido realmente
captada, no se p~iedcperder ni cii otro idiotna. Leyciido una
1
de una muchacha quc corre desnuda en la costa del mar.
vez más a Giocoiida Bclli, coino acostuinbro hacerlo, ine dati
i
Ambas insuperables poetas de Nicaragua, junto con tres o
cuatro más de su generación, no sólo fueron pioneras o precur- ganas de compararla, o por mejor decir, de ponerla a la par, iio
sólo de las mejores poetas actiialcs del inundo, sitio de todas las
1
soras de la iiiejor poesía revolucioiiaria y por lo inismo de la
mismare~olución,sino además desde la victoria del 19 dc julio grandcs iii~ijercspoetas quc Iiaii existido desde Safo.
de 1979 son también las que más y mejor han cultivado la poe- Uno al menos se siciire tentado a decir de Gioconda Belli
sía, las que la han hccho florecer con más frescura y abundancia que está ciitre las grandes poetas -bueno, digamos «poetisas»
y deliciosidad, contribityendo con ese aporte maravilloso a la por las que antes sufrían o todavía aceptan ser así llamadas-,
belleza y la riqueza y la fascinación del proyecto, el proceso, el que es una de las grandes poetas eróticas de todos los tiempos.
hccho revolucionario, a la realidad revolucionaria, con tanta o De las pocas mujeres que han Iieclio franca y sincera poesía de
i r i s intimidad y rclcvaticia que los viejos o nuevos poetas del aiiior.
otro sexo, con más autonomía y libertad y más independencia Erotisino y amor están iiiextricableincnte cotijiigados en sus
de los tabús, tapujos y tapojos del pasado colonial y burgués. poemas, en casi todos ellos, con todas las setisacioiies y senti-
Esto lo digo especialmente de Gioconda Belli. En Nicaragua, inietitos de placer y dolor, de angustias y goces, alegrías y pe-
entre las mujeres, hay por lo menos media docena de poetas ex- nas, que siempre les acotnpañaii, y que sólo podemos saber có-
ccpcionalcs, tan buenas como las mejores de cualquier parte. mo son en los textos de su poesía. Para clasificarlos nada más,
I~I:iytan liiiciias poci:is corno I>~iciios poctns. Eiitrc cllas, coino cti toda sir coinplcjid:td y siitiliz:~,u11 pro~csortciidrl;~qiic cs-
citti-c cllíls, gi.aii~lcsp0ct;is. cribir i i i i libro.
I < I I ~ ) & I I 1 ):ii-¡u, I~r11cst11(~:irclcii;tl,C;irlos M:trtIiic~,I<iv:ts, cr- Algtiict~iiic dijo ti11 <lí:i, 1111 si11citvi<li:i,cliic yo Iinhia cliclio
C(.ICI.;I, ~ I C ~ ~CLC<~CI:I,
C I ~ I , t<~diiuna larga lista dc poclas, Iioiii- clc Giocoiicl:~ Dclli, C:ioc«ii<la dc AiiiCrica. Eii realidad, ptidc
Iii-cs y itiiijcrcs, qtic se ptic<lccsiii-ar y ciicr>g;crsrgítii cl gtisto y Ii;tl>cr<liclioGiocoii<l:i<Icl iiiuii~io.
10s ~wcjiiiciosde Ins cada vcz 1114s iitiiiicn,sos Icctorcs y oyciitcs
dc pocsía de Nicaragti;~,cii Nicar:igti:i y fiicra <le Nic;ii.;igti;i; y
eii esa lista, ciitre los primeros, a la par de los iiiejores, está Gio-
conda Belli. Su pocsía, inmediata, itnica, inconfundible, una de
1
I
!
1
Y dios me Iiizo inojci; !
dc pclo largo, 1
1 ojos,
k ii;~rizy h«c:i de ii~~ijcr. !
f Coii curvas
y ~)lic~~ics
1
1
y sLl~l\,esll~lll<loll;l~l~ls
y iiir c;i\,d por dcirtiri,
i iiic Iiizo i i i i rallcr dc seres Iii~iii:iii~>s.
1 Tcjiú Jclicadaiiieiicc inis iiervios
\ y balaiiccó con cuidado
j el iitímero de iiiis Iiorinonas.
i
1 Compuso ini saiigre
j y iiic iiiycctó coi1 ella
1
para que irrigara
todo mi cuerpo;
tiacieron así las ideas,
los sueños,
el itistinto.
Todo lo que creó suaveineiite
a iiiarrillnzos de sopli<los
y raladrazos de anior,
las iiiil y uiia cosas qiie iiie haccii iiiujcr todos los días
por las que ine levanto orgullosa
todas las inafianas
y bciidigo iiii sexo.
l
i
!
37
1.' SOY LLENA DE GOZO ESTOY DESEANDO
I~
o andar desnuda por las cañadas
untada de grama y flores machacadas de amor
o de lodo, de deseos
que Dios y el Hombre me permitieran volver haciendo nacer árboles,
1; a mi estado primitivo,
al salvajismo delicioso y puro,
sin iiialicia,
vida,
desperdigándonie por el mundo
eii gritos de gozo,
al barro, a la costilla, en crujidos de ramas,
I~ 1
,:
al amor de la Iioja de parra, del cuero,
del cordero a tuto,
al iiistiiito.
ser una con la tierra
en un árbol espeso.
11
l
I l
[;
1. 38
t a
~ : ~
sc Iia vuclto tronco
Siento quc ine voy alejando, que voy saliéiidonie poco a Sieiiipre esta sciisaci6n de inquietud. Dc csperar iiids.
poco, de esta realidad de 1:is inafi:iiias y las tardes y voy Hoy son las riiariposas y rnafiaiia scri la tristcza
eiitraiido a un mundo que estoy coiistruyéndome con mis iiiexplicable, el abiirritnieiito o la actividad deseiifreiiadn
deseos y iiiis aiisicdadcs y todas las cosas rcpritiiid:~~ qiie por :irreglar este o aqlicl cuarto, por cosci; por ir acluí i,
empiezan a querer salírseme y que me etiipujaii, casi sin allá a liacer mandados, mientras trato de tapar el Universo
darme cuenta en la incertidumbre, allí donde deberé con un dedo, liacer ini felicidad con ingredientes de
quedarme sola, donde me da miedo ir porque sé que receta de cocina, cliupándome los dedos a ratos y a ratos
tendré que asumir toda la responsabilidad del haberme sintiendo que nunca podré llenarme, que soy uii barril sin
dado cuenta, del saber que no todo es aire y agua y pan y fondo, sabiendo que riio me conformaré i;~iiica. pero
leche y que Iiay algo i d s que tios rodea, que está en la biiscaiido abs~iirlainciitecoiiforiii:~rii~c iiiiciiti.as ini
atiiibsfera, que 110spersigue y espera para ciivolveriios en c~ici-1")y iiii iiieiitc sc abren, sc cxticiidcii coiiio pol.<is
esa belleza dolorosa que quisiéramos compartir y infinitos donde anida una mujer que hubiera deseado ser
acercarla a los demás pero que, al contrario, nos aleja, nos pájaro, mar, estrella, vientre profundo dando a luz
Iiace sentirnos irreales, diferentes, como que acabáramos Universos, iiovas 1-elucie~ites ... y ando reventando
de nacer a un miiiido que no conocimos hasta entonces o palomitas de maíz en el cerebro, blancas iiiotitas de
conio que Iiiibi6semos llegado de la estrella iiiás cercana algodóii, ráfagas dc pociiias q ~ i ciiic iisaltaii todo el dí:~y
(1; o de la mds lejaiia y estamos abiertos totalmente a las Iiaccii que quiera inflarme conio globo para llcnnr cl
Iiojas, al ruido, sintieiido derramarse la vida, sintieiido que inundo, la Naturaleza, para einpaparine en todo y cst:ii- cii
110s acercamos a esa, la verdadera realidad, aunque todos todas partes, vivieiido una y inil vidas diferciitcs...
crean lo contrario y nosotros no podamos explicárselos.
Más lic de recol-dar que estoy aquí y que seguir6
aiilielaiido, ag.irraiido pizq~iitasde claridad, Iiacieiido yo
misma mi vestido de sol, de luna, el vestido verde-color
de tiempo con el qiie Iie sofiado vivir alguna vez eii Veiitis.
ESCRIBIRTE Y...
BIBLIA YO SOY
1
i Yo soy tii caliia,
Seati mis matlos con10 ríos !
etltre tus cabellos. 1 tu sttclo,
I soy ti1 g1i:ical
! en cl qiie te dcrrarnh siti perderte
Mis pechos como ~iaranjasmaduras.
1 porque yo aino tii semilla
Mi vientra uti coma1 cálido para tu hombría. 1 y la
I
Mis picriias y mis brazos seaii como puertas, 1
como pticrtos para tiis tci~i~cstades.
...
LLENA DE GRUMOS TE VEO COMO UN TEMBLOR
Acariciarte cerebralnicnte
o meteriiie eii tu corazóii y explotar
con cada uno de tus latidos.
Te diicrmcs a ini lado. Caes silciiciosanieiite en ese Iliiiie que no nic conf<x~iia~í~iiiiiic:~,
iiiuiido doiidc yo piicdo ser alg~iii;iremota conocida, itiia ni iiic clarás I;i Iclicida<lJ c la rcsigiiacióii,
compañera de banca de parque o la amante que acabas sitio la felicidad que diide de los elegidos,
de dejar para evadirte a esa rcgióii donde, iiiiituainente, los que p~iedcii:ib:trc;ir el rnar y cl ciclo coi1 siis ojos
nos privainos de la palabra. y Ilcviir el Uiiivcrso dciitro de sus cuci-pos:
Me conmueve verte dormido, hundido en las sábanas con Y yo tc vestiié con lodo y te daié a comer tieira
el abandono del sucíio, eiiigmáticaineiite eiiccrrado eii tu para que conozcas el sabor de vieiitie del inundo
ciicrpo.
Escribiré sobre iii cuerpo I:i Ictra dc iiiis pocin;is
También yo ine donniré y entonces quizás te despiertes y para que sientas cii ti cl dolor dcl ;tliiiiil~i-aiiiiciito.
pienses esto que yo estoy peiisarido, tal vez me
imaginarás enredada en algún árbol enmarañado de los Te vendrás conmigo: Haremos un rito del amor
qiie sabes que me encantan y ine quieras alcanzar y una cxplosióii de cada uno de nuestros actos.
tocándoine, saciiidoiiie del niiitisino de estación de radio
apagada, volviéiidoiiie a traer Iiacia tii lado, Iiacia el anior No Ii;ihr:íii 11ai-c~lcs
qiic nos ;icnri-;ileii,
qiie nos dio el sueño. ni tcclio sobre iiiiestus c:tbczas.
Olvidareiiios la palabra
y ici~~irclllos IlilcstKi ]>rol>i:lll1;lllcr;l clc cilicil~lcrll~ls;
ni los días, iii las Iioras podrán :itrapnriios
I
porque cstarcinos escoiididos dcl ticiiipo eii la iiicbla.
f
1
l
Crecerán las ciudades,
se extenderá la Iiiiinaiiidad iiivadiéiidolo todo;
nosoti-OSdos sereinos eternos,
porque siempre habrá un lugar del niundo que nos cubra
y un pedazo de tierra que nos alimente.
l'or la iiiañaiia
iiie alzo corno gacela Tengo
gozosa critre el monte la ~cnferinedad,>
cspcráiidotc de las inujercs.
í
I pocinas sin eiilpezai;
IIaiitos y risas congelados.
Ya las plaiiicics d e ini vientre,
Quisiera poder visitar van cogiendo la forma
I csos enormes almacenes,
diminiiros,
de una rcdotida coliiia palpitante,
iniciiirns por dentro.
en quiCii sabe qué niisterio
l
en el centro de mi fertilidad.
I
I -
I
I~
1-,
C ..*',.+-
~-
I '*
FETO
'1.6
I > L ' < ~ U C ~scr,
<'
rsr.ís ci-cciciidodctitro dc i i ~ í
~I:iiicli~iiic iiii:i iiiicv;~~liiiiciisii>ii.
(1 1.1s;111iiici11:1<Io
i i i i v o l ~ i i i c ~cii:i~icIo
i: I>:ijoI:is rsci~lc~.i~s
iio piicdo vci-iiic los pics. 'l'ciigo qiic siil~ircoi1 cuidado
a los carros y caniiiiar despacio por las calles.)
Mc :ici~crdo
cuando nació mi Iiija.
Es c o i ~ i ti.:ii:ii.
i ~ d c c:irg:ir iiii iiioiitoiiciii~dc ;igii:i
Yo era u11 solo dolor miedoso, sin que se dcrraiiie.
esperando ver salir de entre mis piernas
un sueño de nueve meses Me siento en la mecedora,
con cara y sexo. la acuno,
y al priiner quejido,
empiezo a dar leclie coino vaca tranquila.
Parece un mar que se quedara quieto de repente, Mi amor me lince ~iiiiversaly planetaria,
o una canción que no necesitara viento para oírse; me une a los animales y las plantas,
mi muchachita-milagro, mi deslumbrante mujercita en tne hace enorme, incontenible, inmensa,
iniiiiatiira ... canta en !ni ciicrpo,
reboza de ternura,
Pcq~ieñay inisteriosa iiiaiio, pestañas que salieron de mi te hace nacer de iiuevo
vientre. en un parto iiifiiiito,
mientras te duermes
iDóiide estará escondida esa inaravillosa fuerza apretadita y contenta
qiic me tejió por dentro csa iiiliñcca? contra iní.
as'iltaine,
violame,
rebalsame los bordes,
DATEME POEMA los pliegues, los pechos
iiiundaine de maravilloso asombio,
llcname entera coi1 el semeii vital de la palabra,
DSrcme poema. con el milagro de un descubrimiento,
dAterne poeina,
No te me nicgucs como el nino jugiietóii dáteme poema.
dc inis sucfios,
coino cI Iiijo que existe
cii cl aiiil~ieiitciiitcrior <leiiiis eiirrafias,
C ~ I ~ ~ cii I ~L Ii ~~pcqticfiO
lU ÚVUIO
cii 1.1s t r o m ~ ~dc a s Falopio.
Dátcnie sencillo.
cI;írciiic desde afiicra.
<lL,sdc13 l>icdr:i dc algúii c:iiiiiiio
o dcsde el silciicio de un ascensor
qiic lleva dos o trcs personas dcscoiiocidas,
ralladas cn el silencio embarazoso
de la iii<lifcrciicia.
Me va persiguiendo el presentimieiito
del poema próximo a nacer,
naciendo como ahora,
brotando tina primavera
en mis inanos.
.. . ,. -m-
:3.7a
f 7
I
'
ie ;irrugadas,
coino eii u n iiiacabable prostíbulo de ojos y inanos.
1
POEMA A LAS HOJAS DE PAPEL f
; C ~ I I IIiciiios
O dc violar siis sccretos?
;Su antigua historia iiacida de madera?
Deseiivaineinos la iiiiagiiiacióii,
los sueños,
10s rcciierdos,
I;is pcstníi:is soiiihrí;is de la Naturaleza,
lo que IIO existe inás que cn iiiiiguria parte
y cainiiieiiios sobre estas vírgeiies blaiicas,
~n~idainciitc dcsafiii~itcs,
niigiisrii~s:iinciirefi.i~sti.adas,
coi1 reiiior al clcspcrdicio.
j
lI Edifiquemos nuestras vidas siii patrociiiadores,
1 teniendo sólo a Dios coiiio juez y testigo.
i
1I INVITACION A VAGAR
1 Prcficro acnb:ir inis di;is cii ;iIgiiiia i.ibcr;i dcscoiic~cid:~.
si11I I ~ I I I I ~ I~ IV ;~, ~ p c ~ ~ i ~ ~ ~ ~
<1"' L"lC1' (IIIC vcr SLlS CilKIS.
1. Vago
aiites de cerrar los ojos.
Vaga
I Vagiiemos
1' i
1
1
l
No es pecado tratarlos con su misiiia iiioiieda: Iiipócritüs.
vago
1 '
Vaga
Vagueinos
I~
I
I
l
_r
..>,li?N
,irmi
..-
.
UNO NO ESCOGE ENTRE LAS MILPAS
Y escribiiii«s,
Iiablaiiios conio dcscspcrados
iDcq~oj611ioiios
de los artificios! 1i;icciiios y dcsliacciiios I:i Iiistori:~
cii las rciiiiioiics,
Regalémosle al mundo la hermosura de la desnudez, mientras el tiempo va pasando
regalémosle nuestras vidas sin taparrabos. y vamos agachando
cada día iiiás,
No dcbciiios iieg:irlcs la verdad a los amigos, la cabczn.
iiia los ciiciiiigos,
auiiiliie les duela coiiio iiiia Il:iga eii la cara,
iio debciiios giiardarla.
¿Qué sos
siiio un triaiigulito de tierra
perdido cii la initad del mundo?
i q u i . sos
siiio u11 vliclo cIc ~>áj;iros
guardabarraiicos
cetizontles
colibríes?
2 Qué sos
sino un ruido de ríos
Ilev;iiidose las pulidas y brillanies
dcj:iiido pis:id;is J e agiia por los iiiotitcs?
¿Qué sos
sino peclios de mujer hechos de tierra,
lisos, puntudos y amenazantes?
;y SOS
51110c:iiit:ir <IcIioj;is C I I :irl,olcs gigantes
verdes, ciiiiiamfiados y Ilciios dc paloiiins?
e
[ Es dolor,
pero se crece el1 canto
porque el dolor es fértil como la alegría
EL TIEMPO QUE NO IIE TENIDO EL CIELO AZUL riega, se riega por dentro,
ciiscfi:~cos:is it~sosliccli;~<l:~s,
ensefia i.;il>i:is
y viciic florccir~itlocii r:ilit;is c:ii:is
que n punta clc dolor
es seguro tl~icp:"'irciiios
El tiempo que no Iie tenido el ciclo azul 1111 amanecer
y sus nubes gordas de algodón en rama, para esta noche larga.
sabe que el dolor del exilio
lia liecho florecer cipreses en mi carne.
Es dolor el recuerdo de la tierra mojada,
la lectura diaria del periódico
que dice que suceden
cada vez iiiis atrocidades,
que mueren y caen presos los amigos
que desaparecen los campesinos
coino tragados por la montafin.
Es dolor este iiiovertne en calles
con noiiibres de otros días, otras batallas,
de otros personajes que iio son de iiii historia.
Es dolor caiiiiiiar entre caras descoiiocidas
coi1 quienes no puedo coinpartir uti poema,
Iiablar de cosas de la Limilia
o simplemciite despotricar contra el gobierno.
Es dolor llegar hasta el borde,
ver de lejos el lago.
los rótulos en la carretera: Frontera de Nicaragua
y saber qiic aún no se puede llegar inás allá,
que lo iiiás que se puede es cmpiiiarse
y tratar de sentir el olor de las flores y campos
y quemas.
[le ~ i i graii
i optiiiiisnio qiic iios lleva alcaiiz;idos
y aiidaiiios la victoria colgáiidoiios del cuello,
soiiando SU ceiicérro cada vez inás sonoro
CLARO QUE NO SOMOS UNA POMPA FÚNEBRE y sabemos que nada puede pasar que nos detenga
porque soiiios semilla y habitación de una sonrisa
claro que no somos unnponzpdfiineb>o, íntima
zuamos el do.Eclio n In alegrz'n ... que explotari
Mario Betiedetti ya pronto
eii las caras
Claro que iio somos una poinpa fíiiicbre, de todos.
a pesar de todas las lagrimas tragadas
esr:iinos coi, la alegría de coiistruir lo iiiievo
gozamos del día, de la noche
y hasta del cansancio
y recogemos risa en el viento alto.
.li~ilospcdiiiios tiirc,
aire para reír y siispirar,
:iire 1 x 1que
~ iiucst~q~>:il~b~s Coii ~~>rc~iii".:i ~~ic:il.:~giici~sc
viviiiios.
no se estrcllcii cii n i ~ i ~ i l l a s colll~lllliig~ls,
construidas a ptiiita de muerte. sacáildoiios de la manga la <lesesperanza,
echáiidola a volar
Es por el airc por lo qtie ciiiir:iiiios, sin di11.1~ c:il>idii
poet:is, iiiíisicos, liabladores, y ~~r<>cliiciciidi, desde el sotiil>rcro
titicstro lxichlo cstA scdiciito de airc, lii iii:~c:~l>iil>lc d c colores
íil;~(Ic ~>iiíl~icI~)s
sc está aliogaiido iiitcstro piicl>lo para s011rcír
cn el olor lirido de la carroiía. para qiic brote la ris:i coiiio giiitilrr:~del ~ i i o ~ i t c ,
para rcíriios
Es aire lo que se respira en el subsuelo hasta dc nuestra propia desgracia.
allí doiidc sc cscoiide cl vcrbo ii~icvo.
Es aire lo que se respira en las moiitaiías, Así caiiiiiiainos,
a pesar de los gritos, descalzos sobre esta tierra labrada
es aire lo qiie se respira, -dc Iágriiiias y inucrtos-
es aire, como caballos
todos est;iii oliciido pero sieinprc cniniiiniido
-siibrcpriciameiite y a escoiididas- iiiveiitaiido alqiiiiiiias
un aire liinpio. para que brote el pan nuestro de cada día
y iio inurarnos Iioy
y sigamos Iiichaiido.
VESTIDOS DE DINAMITA AVANZANDO
E
i
t
f
SOLO EL AMOR R E S I S T I ~ COMO SERÁ BUSCARTE EN LA DISTANCIA
k
...sabes qtir sólu el amor es capaz dc resistir .cómo srrd hurcarte err /a dis/,rri~.i~~
micntvar todo se ~Lerrirrribn... Eiiiiicc Odio
Sergio Raiiiírez
;Cóino será buscarte en la distancia, ainor,
Sólo el amor resistirá ainor que me has llevado a la puerta del áibol,
mientras caen como torres dinamitadas al vuelo de la mariposa,
los días, los meses, los años. a la fuerza,
a la vida,
Sólo el amor resistirá y que inc llevaste, despiiés de la alegría,
alimentaiido silencioso la lámpara encendida, a la tristeza?
el canto anudado a la garganta
la poesía anudado a la garganta, ;Cómo será buscarte en la distaiicia,
la poesía en la caricia del cuerpo abandonado. entre balas silbándome cn los lionibros,
ciitre el ruido de la guerra y de las lágrimas?
Algúii día,
cualquier día, ¿Cómo será, amor, este buscarte en el tiempo,
doblará otra vez el recodo del cainiiio en los niiclios pasillos dc los días,
lo veré alto y distante, despeiiia?a, descalza,
acercándose, con este aiiiot; amos, qiie se revoelve eii mí
oiré su voz ~~aiiiá~icioiiie, coiiio i i i i iiiar deiittr~de i i i i a pccer;~?
sus ojos mirándome
y sabrá que el amor Iia resistido ;Cóiiio será buscartc eii la disraiicia,
mientras todo se derrumbaba. eii el no estai;
cn el cstar sola,
eii esta nada que goza coi1 saña
iiii iiiccrtiduinbre de iiiiijer abaiidoi~ada?
TU RECUERDO SE ENREDA A MI ALREDEDOR
Fstn soledad, cstc v:icío iiidcliiiil>le qiic va crcciciido cii Iiigar El riiido dc I;i inct~illanos dej6 coi1 I;I pticrta cii las
de la alegría, es como estar pcrdido en una ciudad Iiostil y cx- narices.
traña haciendo y diciendo lo que no seiitinios, ni deseamos, La puerta de tu vida cerrada dc repente
atíorando la explosiva felicidad, la euforia irreprimible y animal en la iiiadera que tc ducriiie y aciirriica en el vientre
que invadía los sentidos como grandes flores que reventaban eii de la tierra.
las entrañas, salían por los ojos, por la boca, embelleciendo el
transcurrir de la vida en mil y una formas hermosas. Debo mo- No puedo creer tu muerte,
rir para volver a nacer, para convertirme de nuevo en un animal tan sin despedida,
joven y contento y poder reír en grandes e inmensas carcajadas ' -sólo ese lejano prcseiitimiento de aquella noche,
que quiebren todos los vidrios de la ciudad en mil pedazos, ;te acordás?-
inientias tile alejo en alguna nube, montada sobre la alegría que en que llorC r;ihiosaineiite viéndote dorinido,
he buscado recapturar en tu sonrisa, en ese furtivo movimiento sabiéndote pájaro migratorio
que te aleja de mí, que me parte el cuerpo en pedazos, Iiaciéii- en rápida fiiga de la vida.
dome sentir que las lágrimas nunca Iiaii estado más profutida-
mente dciitro de iiiis oios. DespiiC.~,
cuando partistc,
cuando ag:irrastc cl peligro poi- las crines
y te sabías r«dc;ido de furiosos pcrros,
empecé a creer que eras indestructible.
;Cónio poder creer cii el final dc tus inaiios,
de tus ojos, de tu palabra?
¿Cómo creer en tu filial cuando vos eras todo
principio;
la cliispi, cl priiiier disparo, la ordcii de fticgo,
los pl;iiies, In calma?
Va pasando el tiempo
y va siendo más grande el hueco de tu nombre, He aiiancado los árboles
los ~iiiiii~tos cargados de tli picl, que Iiabitaban en tu casa de espuma
del canto rítmico de tu corazón, y Iie regado mis días
de todo lo que ahora nada en mi cerebro con el antiguo y nuevo
y tc llcva y te trae coino el fl~ijoy rcflujo verdor de tus ojos.
de tina iiiarca dc sangre, Ii
doiidc veo rojo de dolor y de rabia Me he llenado la piel de polen,
y escribo sin poder escribir este llanto infinito, camiiiando en las alas de las iiiariposas,
redondo y circular coino tu sirnlolo, a robarle la miel a las abejas,
doridc no puedo visluinbrar tii final porque tu amor Iia florecido en iní
y siento solaineiite coi1 la fuerza del abrazo, como una orquídea en un tronco fibroso y desolado,
de la lluvia, naciendo de la muerte para parirse
dc los cahallos en fuga, en mil llantos furiosos
t i i principio. y continuarte amando
en todo lo que se te parece;
cn la luna redonda de los noclies,
en la callada y tersa piel del mar,
cn todo lo que ticiie la potencia salvaje
de tus besos.
Me siento cqntenta con tu recuerdo, La Iias emprendido con tu pluinero de estrellas y caricias contra
retumbante como el vientre de los volcanes. los fantasmas que Iiabitabaii mis pulmones, ini cerebro, mi
vieiitrc, vas barriendo con un viento suave las sonrisas pegadas
a i i i i saiigic y las veo irse rcsigiiadas al lugar de los rccuci-dos,
donde deberían haber estado ya hace días si yo no nic hubiera
aferrado a sus pliegues como a un árbol durante una tormenta.
Es Iiora de penetrar el sucfin, Voy a escribir la Iiistoria de i i i i ciicrpo ciitre tiis niaiios. Mc Ciic
decirte adi6s inoiiieiiráiicaiiieiite iiaciciido coiiio iiii;i iiiicv:i iiiiidn dc ciilcl,r;i. I~lorcci6I);ijo el sol
y perderiiie para vos y se Ilciió de begonias, broiiielias y coiiiecis aiite tus ojos y inis
así conio vos ya estás perdido para iní ojos :isoiiibrados. Mi cuerpo, cuando lo cercan tus b m o s , se
en el sileticio de tus pestañas convierte eii caballo, en yegua y sale a galopar por el placer de
apretadamente cerradas. un beso. Se llena de hiedra para escalar las paredes de tu cora-
zón y cubrirlo de susurros iiacidos desde la tnisma etitraíia d e la
Estás hernioso así, tierra. Mi ciierpo coi1 todos siis rcsqiiicios inipre<lccil>lcs,rasga
coi110 i i i i niiio iibai~doiiiicloe i ~ i o c ~ ~a itodo.
te la iioclic coi1 sil nitit:ir de gi1irari.a del iii~jiircy ciicicii~lcI;i os-
1)arece que no existieras 1115sque para dorinir, ciiriclad con SLI brillo de Iiici6rii;ig:i. Sc picitlc cii vos coi) el
sólo yo SE de I:i fiici.z:i aciirriicacla nh:iiidoiio iIc 1111 ilifio y :il)rc siis vciii:iii:is <Ic p:ir rii ]>:ir1 ~ i r . irr-
que lia puesto iiii aiiior cibir I:i Iioiidn c;iricia, el ~>ciis;iiiiiciiiocoiivcriido ci) l i l i ~ I i t I ; i
eii estado de sitio. alada, iiicitaiido :i la sclv;i :i dcsl>crtarse con su criijido de rn-
iii:is. Mi ciicrl>ose viiclvc Iil;iiict:i iiicxl,lo~.;idocloiidc ~pos:icl tii-
yo sil ii:ivío del csl);icio; ticiiil)l;i coii I:I ciicrgki <Ir i i i i iiiirvo
coiiriiiciitc qiic se Ii>riiii>~lcsliii6scIc c:ii;iclisiiiiis siii ii<iiiil>rry
siii liistoria.
Pienso qiie jiintaré inis poemas, Te quiero como gata boca arriba,
agarrados como uiia fila de Iiuracaiies panza arriba te quiero,
y haré iin libro desafiante y bello para vos. maullando a travks de tii mirada,
Uii lihia donde cstarctnos felices dc este amor-jaula
o ;ii.iscos coiiio gatos disciitieiido, violento,
iin libro que flote eii el tiempo de tu tiempo lleno de zarpazos
y que podás eiiseñar a tus nietos como una noclie de luna
y dccirlcs: y dos gatos cnaiiiorados
discuticiido su amor cii los tejados,
$(Mirenc61iio ine ami>cbta iniijct~, ainindose a gritos y llantos,
con osgiillo dc macho idolatrado. a maldiciones, lágrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría).
Cabalgamos por días sin parar Hubo acecho, rendición, huida, besos, emboscada;
dc~l>ocados corccles del ainor a c a m p a ~ o s anduvimos,
, maldecimos ...
dando y quitaiido,
riendo y llorando ¿Cómo, amor, pensar aliora
-el tiempo de la doina en poner espadas de fuego
el celo de los tigres- a la entrada del paraíso?
:
P
$
ciertos de que esta llora feliz aguardaba en el futuro
y que por ella bicn valía la pena morir.
Me duele como parto esta alegría. y en esta borrachera de libertad
me duele no poder despertarlos para que vengan a ver que invade las calles, mece los árboles,
este pueblo gigante saliendo de la noche, sopla cl humo de los incendios
con la cara tan íresca y la sonrisa tan encima de los labios,
como qiie la Iiiibieran cstado aciimulaiido que nos acoiiil>aíicii
y la soltaran en tropeles, de repente. tranqiiilos
fclices
Hay milcs de sonrisas saliendo de los cajones, sicnilirc-vivos
de las casas queiiiadas, de los adoq~iiiies, 11~1cstros
intiertos.
sonrisas vestidas de colores como pedazos dc sandía,
de melón o níspero.
1 Ihtc iiivieriio se csti Ilcvniido toclo lo q ~ i cSuiiiios. Siciiio < I U C I I I C voy a iiiorii
clc 1"il""'.Le y <.,LIcI~CrLc.
<:ada <líaclesl~ierto gc11iolll:lr:lvilloso,
arrcbiij:iiidoiiie coiiira t i i csp;ild;i,
tocándote ¿dónde estará mi lámpara de aceite,
para saber que no te has ido con el agua dónde el poder para frotarla y hacerte surgir
soiirío y me pregunto si maíiaiia si pronto en mcdio de mí
si algún día de estos armado de truenos y al-coiris?
el llanto sucederá a la lluvia
y el invierno también se ineterli en la casa ¿dónde la mágica evocación,
y no Iiabrá tnuehle estante cortiiiera el ciclón qiic borre tnis palabriis nialditas,
donde no lave el agua los colores el tiempo interpuesto entre nuestras soiiibras?
y nos mojemos todos entre chocorrones y despedidas.
Froto mi corazón
Por eso en las inaíiaiias para traerte eiitcm Iiacia mí,
bebo toda la luz en iiiis pulinoiics así t:iI coiiio sos,
abro todas las puertas, COIllO te n1110,
pinto ainarillas las risas de la casa con tod;is tus qucsidas p:il:ibras
doy viiclta tciiaz a los gir:~solcs tiis s:ibi:is, tus silc~iciosiiiqiiic~:iiitcs,
mc prendo el sol en mcdio de los pcchos la dulzura que descubrí
y salgo a tocarte a escribirte corno iriagorable panal de iiiiel
a decir que no, que no hay cauce que se lleve ini amor para einpalagarme y llorar de alcgría
ni aguacero ni ciclón ni viento lacerante contra tu sombra dormida
que arranque tu nombre de esta piel en la almoliada de la noche.
miel de tus días largos.
Aiiior redondo y defiiiitivo coiiio la curv:i dcl mundo,
no abaiidoiih ini playa de vclcros y naufragios,
ni las caracolas sonoras gritando esta pasión,
esta ternura como lengua larga sobre la arena,
1)riricá el erizo que quiso estorbar
la coristrucción de iiuestra casa de algas inarinas;
VIIS, ;riiior, ~ L I Ii:is
C coiiocido dc paiit:iiii>s
y sclvas y iiiuertes,
no devolvás tus pasos
a la hosca soledad irialcaiiz;iblc a mis gritos. B
Estoy en inedia de un huracán,
Yo instalaré iiiiillidas alfoinbras sola y blanca en el hospital.
p w ~que ~ m ~ i r isiii & s tropiezos
y ol)crar6 por aiios y siglos ciitci-os
cii ciialquier casa sobre los árboles, a
~ I I C<lcsciliC:slos iir:i~':is.
1 Vos te me aparecés
critre las ric~gasdcl viento
y te movés sobre rní
qirc I>uc<laccrr:irtc I;rs vciitaii;is.
borrbs la Iiiiclla
y caiir6s o t ~vcz,i I:i roriiictit;~ Me abrís incii1oi ¡Gis,
coi1 I;i qiic iiic nrrullal>aseii las iioclies. -tr»zos de tu soiirisa se ine vienen eiicima-
estk iiiitado eii ini piel
corno una segunda piel desaforada.
Y así,
Eva de nuevo,
comí la manzana;
quise construir casa y que la habiráramos,
tener hijos para multiplicar nuestro estretiado territorio.
Pero, después,
sólo cstiivicrr~iicii vos
las cacerías, los leoties,
cl clogio a la solcdad,
y cl Iiosco dcspcrtar.
i
I
tijcreteatido iiii siicño,
llenando de lágriinas la copa de inicl
teiiaziiiente ofrecida.
Para iiiiiica jaiiiás
esta Eva veri espejisiiios dc ~,nraíso
o iiioi.<lcr:iiii;iiiz;iii:is <Itilccsy l>cligi.os:is,
Me desgasti. como piedra de río. orgiillosas,
Iiiiir:is vcccs ~>:is;istc
1)oi.c~iciiii;~
<Iriiiis iiiiiriiiiillos, sol><~~l~i;is,
inadecuadas
/ de inis gritos,
abaiidombiidome en la selva de tiis confusiones
sin lámpara, ni piedras para Iiacer fuego y calentarme,
para el amor.
N o me llevé nada
poiq11e nada de lo tuyo iiie pertenecía
-iiuilca ine Iiiciste ducha de tiis cosas-
y saliste de mí
coino salen -de proiito-
desparramados, tristes,
los irboles convertidos en trazas,
muertos ya,
pulpa para el recuerdo,
material para entretejer versos.
Vcstirine de aiiior
<]U' '"'<'Y 'Ic~llil<l:l;
qiie estoy coi~iocitidad
-dcsliabitada-
sorda de ruidos,
tiritando de trinos,
reseca hoja quebradiza de marzo.
Rodeame de gozo
que no nací para estar triste
y la tristeza me queda floja
como ropa que no me pertenece.
182
DEL DIARIO DE ARIADNA VIGILIA
Me laiizaron al laberinto de Creta Uno tras otro se ainonronan los días de la vida.
porque me sabían enamorada del Miiiotauro Pasan. Se siiceden.
y rsioy atrapada rii uri:i cueva, Soy yo la que construye esperanza sobre la hierba.
cii i i i i resquicio doiidc CI no piiede vcriiie. La que se ve cksi~udaaún rosa y piel cálida.
AllA están las colinas de mi retozar.
Miiios cs1.i tnii cerca Los arroyos y los valles de las corrcrias bajo la lluvia.
que hasta puedo oír su respiración. Veo pasar los rostros que alguna vez alzados como
No me busca sabiéndome prisionera lámparas
del cuidadoso acertijo que tirdió para apresarme iltiininarori el mío y nie poblaroii de síriibolos y
Lo cniiozco y asiiiiisiiio lo descoiiiyrctido, palabras iiucvas.
lo aiiio y iiiiísoiiainciitc lo odio; ' Los poeinas vuelan coino bandadas de palomas
sii tormenta de soiiiclos iiie iiiaiitieiie iiisoiniic sobre la cabeza.
las noches. Todo esto lo observo desde [ni celda virgen donde
Veo la I t r ~de la entrada nadie penetra.
quisiera salir, Al final del eiicuentro con el inundo de los sueños
enseñarte Teseo el punto débil desperté coi1 la anunciación del júbilo
pcro tenlo, aguardo, pero no hubo quien abrazara mi cuerpo y soplara
aquí eii esta cueva de tiempo, caricias eii mi oído.
invisible, transparciite, Sin embargo soy feliz.
sospechosameiite calcularido Veo los vientres hiiicliados de vida que vendrá.
c6nio salvarlo de vos Teseo, Los caiiipos arados.
1111~ IIIC I1:111i:ís:iAri:~d~i:~!
iAri:i<l~i:i!
par:i ~ L I CIC entregue CI liilo brillante Es la Iiora cle la nieditacióii y tejo i i i i sueíio
coiiqiie lo sacarás para siciiipi-e porque aprendi que los sueños son posibles.
de csre laberiiito de iiii vida. Fscribo inaiiuscritos viejos y reescribo iiiia iitieva
liistoria del inoiiclo.
fist:i es la tierra proi~ietidade la cual nos habíati
arrojado.
!
1 Ejército de querubines, coros de ángeles
,1
1
cuidan a los moradores del paraíso
para que soporten las privaciones
y no coinan la manzana de la perdición
REGLAS DEL JUEGO PARA LOS HOMBRES
Me l i a i i dejado la Iiiiipara dc las vírgenes pr~ideiitcs QUE QUIERAN AMAR A
pero tanibiCii las visioiies de los bosques MUJERES MUJERES
donde liabitaii los uiiicoriiios.
El alnado no llega.
A vcces pareciera que diviso su soinbra acerciiiidose 1
y que su voz como las trompetas de Jericó parece El Iioinbre que iiie aine
pronta a alzarse deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
para derruinbar los inuros que contieiieii el amor. ciicoiitrar la profiiiididad de inis ojos
y conocer lo que anida en mí,
Me dicen que la perseverancia es virtud de los la golondrina transparente de la ternura.
triunfadores.
La paciencia seguro escudo contra los espejis~nos 11
que producen falsos sueños. El Iioiiibrc que iiie aiiie
Eiitonces doy vuelta al reloj de arena no que~áposeertiieconio iiiia mercaiicía,
y dibujo en laigos pergaiiiinos la siistaiicia de mi ni cxliibirine coiiio iiii trofeo de caza,
felicidad. sabrá estar a nii lado
con el iiiisiiio aiiior
Esa que s61o espero Iiabri de levantarse conque yo estaré al lado suyo.
de la niebla y el vapor
liacerse Iionibre y venir a habitarme 111
1 aparecida en incdio de todos
puerto final de mis tempestades
El amor del hombre que iiie ame
será fuerte corno los árboles de ceibo,
1
por los siglos de los siglos protector y seguro como ellos,
l
! Aiiié~i. liinpio coiiio iinn iiiañ:iiia de diciciiibre.
IV
El hoiiibre que me aine
no dudará de mi sonrisa
iii temeri la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con cal-icins tocará nii vieiitrc como gtiitai-ra
para que brorc niúsica y alegría 1X
desde el fondo de mi cuerpo. El amor de mi Iiombre
no conocerá el iniedo a la entrega,
v ni tcinerá descubrirse antc la magia del
E 4 honihrc qiic inc zinc eiiainoramieiito
podri ericoiicrar cii iní cii tina plaza Ileiia de inultitudes.
la Iianiaca cloncle descansar Podrá gritar -teqiiiero-
cl I~csxloFardo de siis prcociipacioiics, o Iiaccr rdtulos en lo alto de los edificios
la aiiiiga coi1 qiiicii coin[>artirsus íiitiiiios secretos, proclamatido su derecho a sentir
cl l;igo <Ic~ii(lc
lloi:1r el iuís herinoso y Iiuniano de los seiitiinieiitos.
siii iiiicdo de qiic cl ;iiirla del coiiipri~iiiiso
Ic iinpidn volar cuaiido se Ic ocurra ser p;(iaro. X
El amor de ini Iiombre
VI no le huirá a las cocinas,
El hombre que me ame ni a los paiiales del hijo,
hará poesía con su vida, será como un viento fresco
construyendo cada día llevándose entre nubes de sueiio y de pasado,
con la mirada puesta en el futuro las debilidades que, por siglos, nos inantuvierori
separados
VI1 corno seres de distinta estatura.
Por sobre todas las cosas,
el hombre que me aine XI
dcberi niiiar al pucblo El ainor de mi Iiombre
iio coiiio iiiia ;ihsti.:icta ~i;ilalm iio que'." i~otulariiiey ctiqiietnrnie,
sacada de la iiiaiiga, iiic dará aire, espacio,
sino coiiio algo real, coiicreto, alimento pata crecer y ser mejor,
ante quien iriidii. Iioineiinjc con accioiics como una Revoliicióii
y d:ir la vida si es iicccsario. qiic Iiacc dc cada día
c1 coinieiizo de una iiueva victoria.
Vlll
13 llollll>r~
<lilelile nine
rc~oiioccráiiii rostro eii la triiicliera
rodilla en tierra me ainará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.
1 -
¡
1
SALUDO AL ECLIPSE EN TIEMPO DE GUERRA I SIGNOS
Des& una estrel/a ciryo nimbo no cunozco, L;r el ,[?no>;tcn~iréqnr uciilt~rrrneo hnD:
viene ~wciarrloclnuiso ri~,leclil,rc, Jorge 1.iiis I$orgcs
eclipse de sol para qzle se acomoden lns mareas
y otra cara brillante emc+ en e l frnnamento
yalu p o de t o d a /as nigas, 10speces, los Lcnto,
bnncos de corales, el uientw de agna de m i violento,
Urziue~su. rLiInoroso
teniblor
Levántate, muchacha de hojas
que ya sonaron las trompetas de Jericó en la intrincada selva de mis espin:is.
y han de caer tus muros sordamente levantando Invasión de ternura en los huesos.
polvaredas de reciierdos, Ola diilcc <-leagua
para que sc libere ti1 recóndita ciudad reveiit:íiidoii~een el hiiclo dcl pcclio,
y haya ruido de domingo otra vez y fiesta en tu encrespándose
corazón; y volviendo a extenderse
espuma
levántate y no temas el fuego, ni la guerra; sobre mi corazón.
así como de ruinas se levanta en alto el canto
así como de ruinas reverdece hoy tu sonrisa bajo Es cl aiiior con sil viento cálido,
nuevas alamedas; lamiendo insistente la playa sola de mi noclie.
así esta nova amenazada, esta estrella Es el amor con su largo ropaje de algas,
romperá los cercos de enemigos, atravesará el tiempo enredándome el nombre, el juicio, los imposibles.
y viajará hasta siempre Es el amor salitre, húmedo,
en la eternidad de la primigenia mirada de los héroes. descargándose contra la roca de mi ayer impávida
dui-eza.
ES la marea subiendo lentamente
las csquinas de piedra de mis manos.
Es el espacio con su frío
y el vientre de mi madre palpitando su vida cii el
silencio.
Es el grupo de árboles cii el atardecer,
el ocaso rojo de azul,
la luiia colgada como fruta en el cielo.
Es el miedo terrible, SI YO NO VIVIERA
el pavor de abrir la puerta
y uiiirse a la caravana
de estrellas persiguiendo la luz Si yo no viviera en un país asediado
coiiio iiocturiias, erráticas mariposas. que rodeado de rnuerte nos da vida.
Es In tiniebla absoliita
o la m.ís tcrrible y blanca tiovn dcl Universo. Si tia creyera eii la fuerza del peiisaiuicnto
Es t ~ voz
i como soplo y pensara que sólo es útil
o el ruido de días ignorando los ruiiibos de tu para ejercicio del cercbro.
existeiicia.
Es csa palalira conjuro dc todas las magias, Si no iiie dcspcttara cada maííaiia
litigo sobre mi espalda tendida al filo del sol, con algo nienos,
dcsencnjai~docl tiempo coi1 sus letras recónditas, algo que ya no cstá:
desprendida del azar y de la lógica, -el jabón, las bujías, la Icclie-
loca palabra, espada, y no supiera que en adelante
torbelliiio revolviéndoine tibias iileiiiorias tendré que inventarme Iiasta la luz
ap;icihlcinciite giiairlndas cii cl dcsviii de los sueiios, y volver coiitciita
estatuas que de pronto se Levantan y hablan, a lo primitivo y bueno
dueiidcs niorados saliendo de todas las flores, que hay en cada casa,
silbando música de tambor de guerra, en cada corazón.
terribles con sus largos zapatos puiitudos,
burlándose de mí Si no caminara cotidianamente
que, inútilmente, en la navaja que separa las nubes
cavo tenaz, enfurecida, incapaz, del cielo y el infierno
Il«raiido cti mi espanto, y fuera iiiia mujer de lino en un país plancliado
esta ítltiinn rriiicliera. desarrollado
lleno de todo lo que aquí nos falta...
Scguramcntc
Iiiibicra pasado a tu lado
siri mirarte
sin que iiie vicr;is.
Seguramente
ni vos
ni yo
estaríamos aliora sentados DEVOLUCIONES
iiii~iiidoiios
tociiidoiios Dcjz en p ~ z te , lo s~rplico,Eros,
acariciaiido rrri coinzfjrl: fliiscd otra />arlrdc vri
como a iiii ni60 cuerpo.
Epigi-aiiia 1-Iel6iiico
1 el tiempo,
y c s ~ í iiiiriiidote
r
1 coiiio si nada en el iiiuiido fiiera inás iiiiportarite.
Esta sensibilidad de pájaro me asusta;
% no sé qué tan lejos están los barrotes de la jaula
1 que, a veces, me parece intuir en tu voz
iibicáiidonie eii la rcaliciad.
;No sabes, acaso, si cii algúii lugar sccrcto y iiiágico
doiidc Iiabitcii brujos siiii~>;iticos y L>»tinclioiics.
podrC ciicoiicr;ir la brúj~ila
para no equivocar el camino Iiacia tu corazón
y aprciidcr a conocer el bosqiic
doiiclc cl diieiiclc q ~ i cvive cIcii.:ís (Ic tiis i~jos
r
ticiie sii casit;i Ilciia de teteras, espejos y iilqiiiiiiias?
)
1-Iay dkis eii que los I>iazosse inc a i r g i i i de Ilorcs
y i i i i piel liiiclc a Iiicrlxis pciicri-:iiiics
r y ine despeino, me descalzo
y pienso que todo esto es de locos
y me gusta
n o te imaginás cómo me gusta
sentirme Eva nombráiidotc ini mundo
y ver que iiic vcs coi1 csa cxprcsi61i curiosa
coino pidiéndome la llave AMOR EN DOS TIEMPOS
y, a la inisma vez, retrrayétidote en la cordura,
atando con complicadas coiiexiories
lo qnc nosestá Iiacieiido cosquillas
para qiie salgamos de los escritorios y los tel6foiios
olvidciiios los distiiitos plaiiceis qiie Iial>icaiiios Mi pedazo de dulce de alfajor de alnieiidra
y s;ilganios volaiido por la vciitana iiii pAjaro carpintero serpiciire einplumada
dcsiiiidos coino áiigcles traviesos colibrí picotcando ini flor bebiendo mi miel
I);".:I ;il)i.iilos I;il>ci.iiiii)s<Icros:is LIC I:I vida soi~l>iciidoiiii aziicar t«chiicloiric In ticrra
apagar las rnáquinas irracioiiales de la muerte el anturio la cueva la mansión de los atardeccrcs
y 1lrg:ir ;iI cciitii) (Icl sol, el triiciio d e los tnarcs barco dc vela
al cciitro de la deliciosa locura Icgióii clc píjnros gaviota rasaiitc iilspero dulce
doiidc i i i i bcso palinera naciéiidoiiie playas eii las piernas
cotitieiie alto cocotero tembloroso obelisco de mi perdición
toda la sabiduría del Universo iiidescifrable. tótem de mis tabúes laurel sauce llorón
espiima contra i i i i piel lluvia inaiiantial
cnscacla cii iiii caiicc cclo de mis andares
luz de tus ojos brisa sobre mis peclios
venado juguetón de mi selva de madreselva y musgo
centinela de ini risa guardián de los latidos
castaííuela cencerro gozo d e mi cielo rosado
de carne de mujer mi hombre vos único talismán
embrujo d e mis pétalos desérticos vení otra vez
Ilamaine pegaine contra tii puerto de olas roncas
~ICII:I~IIC dc ti1 I)~:IIIC;I
tcrlii~riisilc~icia~iic
los gritos
dcjamc dcsparran~adamujer.
1
Instálate eii el humus sin miedo al desgaste
sin prisa
'1
PEQUERAS LECCIONES DE EROTISMO i No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu 5ngcl caído revuélvele la espesa
1
1 cabellera con la
Recorrer un cuerpo en.sii extensión de vela Espada de fuego usurpada
!
i
Muerde la inanzaiia
Es dar la voclta al mundo 1
Atravesar siii brújula la rosa de los vientos
Islas golfos peiiínsulas diques de aguas embravecidas v
No es tarea fácil -sí placentcra- Huele
Ni>creas Ii:iccrlo cii i i i i <lía o noche de sábanas Duele
explayadas Iiitcrc:iiiil>iaini~idassaliva iiiiprégiiatc
llay sicretos cii los poros para Ilciiar inochas Iiiiias Da vueltas iiiipriine sollozos piel que se escurre
I'ic Iiallazgo al final de la pierna
11 Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado Arco del andar bahías forinando arqueado caminar
Encuentras un astro y qiiizá deberás empezar Gústalos
Corregir el rumbo cuando nubehuracán o aullido
profundo VI
Te pongan estremecimientos Escucha caracola del oído
Cuenco de la mano que no sospechaste Cómo gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
111 Poros que se alzan formando diminutas montaíias
Repasa muchas veces una extensión Seiisacióii estremecida de piel insurrecta al tacto
Encuentra el lago cle los nenúfares Suave puente nuca desciende al mar pecho
Acaricia coti tu ancla el centro del lirio Marea del corazón susúrrale
SiiiiiCrgctc ali<ígaredisiií.iidctc Eiicuciitra la gruta dcl agua
N« te iiicgiics el olor la sal el azúcar
1.05 viciitos pri>fiiiidoscúinulos iiiiiibos de los VI1
~>'~liiioiics Xaspasa la licrra del fiicgo la buena cspcraiiza
Nicbl:~cii el cc~.chri~ iiavcga loco eii Iti jiiiitiira de los oc&iiios
'Ikinblor de las piernas Cruza las algas áriiiate de corales ~ilulagiiiic
Mareinoto adoinercido de los besos Einerge coti la rama de olivo llora socavando
1
1
!
ternuras ocultas
Desnuda miradas de asoinbro
Dcspeíia el scxtaiite desde lo alto de la pest:iíia
1 Arqi~eaI:is cejas abre vciitaiias de la ii;iriz NICARAGUA AGUA FUEGO
l
Vlll
Aspil.:i siispira I.liivi:i
Miic'rcic 1111~ioco Vciii:iii:i irtic ;igii:i sol>rcIioj:is
Dulce leiicaiileiitc iiiiiCrerc viriiri) p:is:i ;irr,isrr:iiido 11iIiI:is
Agoiiizn coiiir:i l:i 1111l)iliiC X L ~ C I I el
~ Cgoce Iodos Ilcviiii iii,iiais
Dobla el mástil Iiiiiciia las velas árboles piiilaii estrellas cliarcos de saiigre
Navega dobla hacia Venus koriteras de uii día que hay que pelear
estrella de la maííana sin reinedio sin más alternativa que la lucha
-el mar como un vasto crisral azogado- Detrás de cortitia mojada
duérmete náufrago. escribo dedos sobre gatillos
guerras grandes
dolores taiiiaíio ojos de inadres
goteando aguaceros iiicoiitenibles
vieiieii los cuerpccitos helados muertos
bajan de la moritafia los muchachos
con sus liaiiiacas rccupcradas de la coiicrii
comemos poco Iiay poco queremos comer todos
iii;iiii~sgi.iii<lcsI)laiic;is i~iiici-ciiiii;ii;irii~~s
pcro Iiiciiiios Iiosliir:ilcs ciiiias
doii<lc iiiiijcl-es gi.it:iii n:iciiiiiciin)s
todo cl dia pasaiiios p;ilpii:iii~lo
t l l l l i tlllll taln t;iin
venas de indios repiten Iiistoria:
No <liicrciiiosIiijos qiie sean escl:ivos
flores salen <leataítdes
iiadie inucre en Nicaragua
Nicaraglia ini anior i i i i iriucliacliira violada
levaiitálidose coiiiponiéndosc la falda
camiiiaiido detrás dcl asesino sig~iiéndolo
iiil~iit:iíi;i:]bajo iiioiitiiíin arriba
iio pasarán dicen los pajaritos
y allá va el General y la colina los cohetes reactivos
no pasarán dicen los amantes que Iiaceii el amor
las columnas verdes avanzando despalando
que Iiaceii hijos que haceii pan que Iiaceii trinclicras
Iiaciciido iiigeiiios de azúcar
que haceii uniformes que Iiaceii cartas para los
ríos de leche casas escuelas
inovilizados
chavalns contando su historia
Nicaragli:~ini aiiior i i i i negra iiiisl<itasiiiri;~raiiia
rciiqueaiido salidos del Iiospital
palo de mayo eii la Lagiiiia de Pcrlas
agarrando bus para volver al norte
vientos huracanados bajando Saii Juan abajo
viento que se sacude el miedo
no pssarán y llueve sobre los sombreritos
nacimos para esto
que aiidaii liusnienndo el rastro de las bestias
reímos por esto
y no les dan descanso los persigue11 los sacan
entre dientes aiidamos la rabia y la esperanza
del pecho de la patria los arrancan sacan la hierba
no nos dejan no los dejamos ni a sol ni a sombra
mala
país chiquito pero cumplidor
no la dejan que pegue
Nicaragua lanza lanzada atrevida chúcara yegua
queremos maíz arroz fríjoles
potreros de Cliontales donde Nadine
que peguen las semillas en las tierras donde
sueña caballos percherones
campesino guarda en caja de madera título de
y sofiamos en surtidor
Reforma Ag~iria
tciieiiios iiiia fihrica de s~iefios
iio paseti los diablos atiuiiciando la buena nueva
suenos en serie para los descreídos
del perd6n
aquí nadie sale sin su arañazo en la concieiicia
a los que vieroii raiiclios arder
iiadie pasa sin que le pase nada
y vcciiio ascsiiiado fi.cii~ca su iiiiijcr y sus Iiijos
país de locos iluiniiiados poetas piiitores
Nicaragua mi mucliachita
baila sabe leer platica con la gente
chorros de luces cscuelas de danza
conferencias internacioiiales salones de protocolo
Ic cuenta sil cuento sale en aviones a contar
policías escolares rcgaíiaiido dolceineiite
SU cuento
carne y hueso de gente que acierta y se equivoca
aiida por todo el miindo con sii cuento a tiito
que priieba y viiclve a probar
11:iIil:i Ii:isi:i pi~rIiis co<li>s
cii pcri6dicos de iclioiii;is
aqiií todo se iiiiicve caderas de iniijer bailaiido
iiico~ii~~~c~iiil~lcs
siii:i sc piiiic hi.:iv:i iiirios:~
soiiatido gaii:is de vivir ante niciiiiias
]I;IKW ~iieiitir:~ cu:í~it:lh~ill:~iiiete y ~61110 resiste Iinh1:iiido de la iiiucrtc qiicricii<logziiiar sil pas:~jc
:ivioiics iiiiii:is ~iir:iíiasI>oiiih:is iii:il<liciiiiics clc regrcso
cii iiigl6s eii hojas iinpresas qiie salen por la tarclc
disciirsos sobre cómo bajar la cabeza con SUS nientiras
y iio se deja se suelta pega carreras y sus rabias de Iiistcrica frustrada
envidia de la inucliaclia que se contonea, se chiqtiea,
cierra el ojo vende tainales vende pinturas
Iiace inilicias va :iI parque inventa el aiiior
enciende los malinclies se esconde para desconcertar
sale andando en medio de bayonetas caladas LOS PORTADORES DE SUENOS
hace circo y ferias y reza
y cree eri I:I vida y en la niuei te
y alista espadas de fuego En todas las profecías
para que a nadie le quede más decisióii está escrita la destrucción del miiiido.
que IXWI~SO terrenal
o cenizas Todas las profecías cuciitaii
patria libre que el hombre creará su propia destruccióii.
o iiiorir.
Pero los siglos y la vida que siempre se renueva
engendraron tainbiéti una generación de amadores
y sofiadores;
Iionibres y inujcrcs que iio soñaron cwi la
dcsri-iiccióii del miiiido,
siiio con la coiistruccióii del mundo de las n~ariposas
y los ruiseñores.
Dcsclc ~ ~ c ~ l u c i i ~ ~ ~tiiarc;idos
c i i í o i i ~>oi-
cl ;iiiioii
Detrás de su apariencia cotidiana
guardaban la ternura y el sol de mediaiioclie.
Sus madres los encontraban Iloraiido
por uii pájaro muerto
y más tarde también los encontraron a muchos
muertos como pájaros.
Y en el inundo se Iia desatado un gran tráfico de El parabrisas dcl carro zas zns.
sueños Nchliiia cii las vctitaiias.
que no pueden detener los traficaiites de la muerte; Árboles envueltos en sábanas blancas.
y por doquier liay paquetes con lazos Gcntc mojada.
que sólo esta nueva raza de hombres puede ver Frío eii la carrctcra.
y la semilla de estos sueiios no se puede detectar
porque va envuelta en rojos corazones -Mejor cstaríainos cn la caina.
o eii ainl~liosvestidos de inateriiidad El horizoiite Ii:icia CI lado cicl iniar esti todo
donde piesecitos soñadores alborotaii los vieiitres nebuloso.
q11e los cargan. Dcvi~lv:iinoiios3 Iccr y ab~.ir/.:~r~ios--.
Bajamos.
Las tumbas de los ricos imponciites a la entrada. Bosqrie de los huracanes
Sus áiigelcs Iloratido ligrimas de lluvia. Se aproxima la ciudad de las altas cliimeneas
Llovizna y turnbas biisc:iiido a Ricai-do. Es Nueva Yorlc
;Dónde estará Ricardo? Nueva Yotlc
Y encoiiti-ainos lápidas <leotros: Las nubes se enredan en la cresta de la ciudad
conibatientes, padres, Iicriiianos, moiijas Desdc arriba las calles semejan rejas
octogenarias. de iin inineiiso acerado laberinto
1-lasin 111i:i iiiczqtiitn orieiir;il coi1 este epitafio: Se levaiita la Iiumareda el vaho cl vapor
~~Aqiií yace Raiiióii Lópcz cspiitila dc gciite que vive
qiic iiitirió jovcii olas de sercs batiéndose eii marea baja y marea alta
.
disfrazado dc .in ~..~ a i l o » . eii las costas calles contra las rocas picos rascacielos
Pensamos en la muerte. Corre el avión sobre trampas lisas rectas
Yo, Ricardo, buscaba tus ojos. bulbos azules blancos señalan la pista de aterrizaje
Aqiiellos que unas pocas veces vi, inolvidables. Bajamos a la ciudad de los tumultos
los ojos de tii Iiija, Doris María. niido de las aglotneraciones
ruido clc treiics biiscs taxis
No te encontramos. rostros innumerables
Regirsaiiios bajo la llovizna pertiiiaz. rostros vistos una sola vez
Fue como tocar la puerta de tu casa y no Iiallarte. irrepcribles coiisuinidos en la pror~indidad
Como qiie alguieii dijera que Iiabía salido, moviéndose Iiacia destinos desconocidos
que andabas en algtiiia reunióii. inalecas etiq~ictasevocando países remotos
Fiic como saher qtic r i i tiiiiiba no existe, coiiicidimos cii la hilera abordaiido los taxis
que aiidás por allí, aiiiarillos
:~pi~t.ildc~ ciitw 1:15 C:IIICS ~~i<>j:~d:is nos scl>;ii-aiii~s siii siil~crrliii6iies soiiios
ii.:il>:ijaii<li~si11iiiorii-tc iiiiiic;i. todos vaiiins n algiiii;~parte
sin inirariios
cticrpos nprctaclos cuerpos cliie cliociiii
ojos qiie no se ciiciientran
Entramos corremos surcamos autopistas iluiniiiadas
puentes arcos el río oscuro corriendo abandonado nacida de la mano del hombre
a su suerte Nueva York
como nosotros aquí trabajaron trabajan miles de personas
conio todos :iquí arcliipiflagos islas sin piiciitcs clcjaroii dcjaii sus anos sus siicfios
criiz:iiido piieiitcs ;irtilici«saiiictitc labi.:icIos cii el ciigctid~iroiiciigciidr:iii Iiijns
3ccro I ~ ~ : I I I I : I ~ ~Icv:l111:111
II CStilS ~<llillllll:ls:lr1.3~>:ld<ll.:1~
Nueva York <lenubes
vieja bruja fasciiiaiite cambiante camaleón piicrtos acropiicrtos cstacioncs carreteras
caja de ~iaiidoraabiertas calles abiertas &Idas avioiics trenes barcos trajciu~igricoos P
ii-l:iridcses
abiertas puertas Iiacia la tcntacióii italianos cliiiios Iiiiidiies árabes latinos polacos
libros muebles ropa revistas restaurantes tiendas rusos japoneses filipinos africaiios
tiendas tiendas caras baratas cines teatros modas hiiscadorcs de fortiiiins perscgiiidos esclavos
deportcs poriiogrüti'a z:ip:itos qiicso sorbcte ~xili;id«s;ivciitiircr«s iiiiisicos poctns
conciertos ópera boutiques almacenes iiitnensos científicos locos gaiigsters anónimos inmigraiites
el almacén más grande del mundo olas de rostros confiiiididos desleídos perdidos
pisos pisos pisos unos sobre los otros Aquí vive un pueblo
cafeterías Iiaiiiburgueserías supermercados un árbol de muclias raíces
salmón ostras aguacates jugo de naranja vidas muertes dequienes aquí se eiitcndicroii
máquinas para jugar para excitarse para pensar socios de la soledad y el estrépito
para calcular drogas para sofiar Nueva Yorlc
audífoiios p a n pascar por las calles Central Parlc
oyendo iiiúsica en patines surcando navegando Se iios acercan las al-dillas
ausente dc la calle los traiiseíintcs pasando Es raro qiic se accr<liiin pero I:is Ilaiiié les Iinhl6
Niicv:i Yorl< Viiiicri~iiiiiiccli~s;~~ c:iiiiiii;iiiili~soliri I;i gr;iiii:i y u ~ : i
dc :ilgos edificios gciiiclos por CI iiivic~~~io
los iii:is ;ilios clcl iiiiiii~lo:el 1Voild 'litidc Diiil~liiig 'l'roiiciis lisos si11 Iioj;is
CI edificio del coi~~ercio do~iiinandotoda la ciiidad clcsniidos csqiiclfticos Iicriiiosos cii el a~irdccer
Dios dc la ciiid:id 'le1 f>ío
dos torres dos ojos iiii~indo Jóvciics jugando base-h:ill ~inrcjasnh~v.:i~las
Bosque de los Ii~iracaiies iiosotros abr;izados coiifiiiididos
..1;iiitos :<rbolesde concreto i:iiitas ventanas ;iltas c:~lllill:lll<l~l si11rostros sin i~lcllti<l;l~l [l:tKl ll;l<lic
Ciiaiido el vieiito solila se crc:iii coi:rieiitcs furiosas gi-aiios clc nrciia cii cst:i pl;iy;i riiiiiiilio d ~ ;iiioiiiiii:iio
l
eiioriiie boca sopl;iiido su propio cliiiia Miicllcs de Niicva York
ventiscas atizadas por los rascacielos el río corrietido el Hiidson dcrraiiiiiidose
el viento atrapado en esta red gigante estirando sil tira plateada robles negros
recortados eii el atardecer cl Iioinbrc paseando 1)~itacara carísiiiia vida carísiina coniida
sus perros carísimos iibros
cl homosexiial llamando al teléfono público apartamentos carísimos
prrguntando por el amado Gozar es tener dinero
clavos herruinbrados maderos carcomidos por el agua Sólo tiecesitás dinero
arañazos de aviones serpenteando el cielo Sin dinero no hacés nada
congestionado Baiicos sacrosantos seinejaiido coiifesioiiatios
iiiilcs d c ;ivioiies iiiclo cl día ~ ~ i t ~ . i ~yi si~liciido
i<lo coi1 iiiriquiiias códigos dispciisarlorcs dc diiiero
ttciies subterráneos apretis u11 número y salen los billetes
mundo subtertineo atronador carriles estaciones Entran las personas a retirar dinero
vagones pintados de consignas que no dicen nada Unas al lado de las otras respetuosas
pincas en las paredes ininteligibles no se miran diríase que están rezando
sigiios de qiiicnes no s:iheii qué dccir Nueva York
s6lo ~ L I qiiicrcii
C dccir algo coiifiiso Uosq~iede los Iiiiracaiics
<tejarIiuella Ilainar la atencióii arniados Bella ciiidad horrible
dc latas de pintura eiiiborronaiido el aliiiiiiiiio pobrc gente rica pobre gciite pobre
corriéndose de la policía fascinación Iiecliizo magia de la abuiidaiicia
violando matando sirenas a todas horas olas de seres batiétidose en marea alta y marea baja
pleitos callejeros iiisiiltos salidos de cualqiiier parte felices desgraciados seres Iiuinaiios
I<ostros vivos iiiucrtos alegres tristcs apl-ctujados eii este vienti-e contráctil
pcrsoii.is que q~iiereiiplaticar coinuiiicarse ciudad voniitáiidolos naciéridolos
Iiablarsc entre sí los incomunicados seres abigarrados enrejados pegados unos a los otros
la mujer gritando en la calle rehuyéndose los ojos huyendo a sus peq~ieñosmundos
poy Dios ayúdenme -en espafiol- cuidaiido luchando para que no se les confuiida
pasando a sii lado nadie se dctieiic el nombre
Sc vaii a sus casas toman café la identidad conocer su ventaiia cn la maraíia
café maiiana tarde y noche de pisos
café traído de países coino el nuestro no perder la llave la casa eltrabajo la mujcr
países pequefios pobres exportadores de café i el Iiombre
países que toman café aguado para que en 1
la lágrima
- el tacto el semen
Nueva York sobrevivir
pascinos por ticndas donde cl café eiiipapa el olor i sobrevivir conio iiosotros qiic sobreviviiiios
de toda la calle que luchamos para sobrevivirlos a ellos
Nueva Yorlc
Vicia bruja fascinante l
1
que sobreviven
Nueva York
1 Bosque de los Ii~iracaiies
! Mañana aterrizaremos en Aeropuerto Augusto
1
César Saiidiiio
y la ruta la pistn el aterrizaje estará iluininndo PECERAS DE AMOR
por candiles
p c ~ i t c h ~~x>brcs
s ciriiios ~ l c;iii<lilcs.
c
Niicsiros ciicrpos clc pcccs
se <l~~.sli~~lll ~ 1 1 7 0ti1 l ; l < l ~ dc.1
> ,,ir<>,
'lii piel ;iciiiiic;i iiad:i cii cl siicrio
j~iiiroa la iiiía
y brillati tiis escainas en la luz luiiar
filtr5tidose por las rctidijas.
Seres trasltícidos flotaiiios
confinados al agua de nuestros alientos coiifiitididos.
Aletas de piernas y brazos se i-ozan en la niadritgada
cti el oxígeno y el calor
qiic siibc dc 1;)s blaiic,is ;ilg:is
c o t i q ~ ciios protegenios del h-ío.
En algún momento de la corriente
tios encontramos
lucios peces se acercan a los ojos ;ibierios
peces sitiuosos recoiiocit:ndose las braiiqiiias agitadas.
en el atai-decer. !
Afuera
No habrá vida siii muerte, la noche agazapada
ni 110salinieiitaríaiiios. 1 aguarda conio un tigre
Y i:riii;is Ii:iIiríaiiios sido esto que soiiios el salto inortal a través de la vcntaiia,
*i I;i ciiiiciciici:l i i r i y,ii:wcl;~r;tC X ~ > C ~ ~ C I I Ciijcn;is
~:IS e11C S ~ Creci~iiocl<>lided»lios:iiiientc
que iiiistcriosaiiieiite aposentan cii el aire interior 1 Iiago surgir dcl aire las palabras
!
cuya esencia desconocemos. ¡ me asombra la latente presencia de un beso sobre la pierna.
Y sin embargo así como Blalce dijo: .La eternidad está .! No Iiay nadie sólo mi ci~erposolo
enaniorada dc la fabricación del tieinpo,, mi cuerpo y los cabellos extendidos en imágenes
es iiievirable enamorarse de la creación cstoy yo y están ellas
y sentir el dolor de no ser inmortales. las mujei-cs sin habla
Pero ven y abandona el egoísta rencor : esas que niis dedos alumbran
ante lo incoiiil>rciisible, csas que la nociie se Ilevd en su aliento de luim
porque la vida se alimenta dc la vida,
hcn~osde arder en la pira funeraria sin perecer; Mujeres de los siglos me habitan:
los cantos y los mitos . Isadora bailando con la túnica
no cicsapiircccráii con nosotros Virginia WoolT, su cuarto propio
cotiio no pcrecc el irbol Safo laiizáiidosc desde la roca
que recto y tendido me sirve de apoyo para escribir esta Medea Fedra Jaiie Eyre
reflexión. y mis amigas
La expcriencia dc la vida es la pasión de beberla espantando lo viejo del tieiiipo
Ii:ist:i la ciiibriagiirr. profuiida, cscribiéiidose a sí misinas
c:iiitar, bailar, ~Iccirversos hcr~iiosos saciidiendo las sombras para alutnbrat perfiles
y Iiicgo doitiiir. y dejarse ver por fin
<Iesiiiidadasde toda coiivciicióii
1
!
<cOrgulloy Perjuicio»
en iin cuaderno en la sala coiníiii de la parroquia
interrumpida innutnerabletneiite por los visitantes
Salimos a la playa oscura y el cielo es todo el Universo
el Universo nítido y clarísimo
la manclia blancuzca de la Vía Láctea
la di:igorial Criiz del Siir,
Mujcrcs de los siglos adust:is ciivejecidas tiernas astros rciiibl:iiido cii cl viciilo.
con los ojos brillantcs descienden a mi entorno JainAs viera yo noche inis intensa
ellas perecederas iiimortales dcfiiiidos los continentes del ciclo
parecieran gozar detris de las pestaíias las coiistelacioiics i-iitilaiites
viendo i i i i ciinito propio las ciioriiics iiic6giiii:is <IcI iiiliiiiro
el nítido legajo de papeles blancos dcsplcgadas eii el aire delg;ido
la iiegm elccti:óiiica iiii<liiiii:idc escribir <IcCSI:I l ~ ~ ~ n i i ~111;clir
~ i c l xdcsicr~ii.
los estantes de libros
los grucsos diccionarios
el ceiiiccro negro de ceniza 1i VOYY Yo,
y iiiia iiiiijer
i i i i Iioii~brc
e1 humo del cigarro sobre Ins rocas
i
Yo miro los armarios con la ropa blanca
l1 vemos cóiiio se despreiideii estrellas
y criizaii sileiiciosos los meteoros.
iI las peqiieiias y siiaves prendas íiitimas
la lista del iiiercado en la inesa de noclie
l
ii
No pido L I I ~deseo
-iiic parece tan trivial-
! coiiternplo solamente aquel inisterio
siento la necesidad de un beso sobre la pierna. a boca de jarro
j
j
me inclino para tocar la fosforescencia del agua
Hace fi ío
y de proiito reveo alzarte sobre la piedra
oigo ruido de manantial sobre la arena.
A t~.ivésde tus piernas PLACERES SECRETOS
el arco de líquido ámbar
no es menos que la curva'cspacial
que cursan los astros errantes ¡Ni! Si pudiera alimentarme tan solo de sorbete
Altas copas de dulces Iiielos
En iiii instanrc donde nii Lengua encoiitraria el tenue sabor dc los atardeceres
\a i~~iii~i~sicl:~d
r c d ~ ~ siis
c c co~irornos perezosa lamiciido el gcsto frívolo dc los transeúntes
la ntcrrorizaiitc f.isciiiaci6n en la modorra del calieiite crepúsculo.
sc tor11a fi~iiiiliary :icogcdora
Estamos siii diida aquí. iAh! El inexistente Café de toldos aniarillos
Soinos partc de cuanta I>elleza. extendidos sobre aceras en el resplandor
donde posada en una silla mirarla al liombre
Co11toclo < I c ~ d i o si11Iiablar
te oririás frente al Universo. dejando el sorbete desliacerse en la oscuridad de la boca
mientras el desconocido -de espaldas-
mira pasar a las mujeres Iiumedecidas por la traiispiracióii.
i
/ -el hoinbre tendría la súbita tcntacióii t
; de volverse y mirar-
i
! ciiaii<Ioel sol ~Icsciciidacon uii Iciito riioviiiiiciito gir:itoi.io 1
l
i sobre cl café de toldos aniarillos EROS ES EI. AGUA
I
1. -iiiod<~si~I>:ISYI (Ic :i~lolcscciircs<le I:irg:is liicrii:~s1:itiiiciiclo
1ti1ii.c111s~>irrii;is
cl iii;ir iiic iiiiicsirn cxii-;iiios :irrccili,s
y r0s:i C l l el ~lollicllte<l<! l l l i f:ll~l:i
l3l:lllco cll~lc~ll:lcc roc:is crk;t~i~l;i,~ c<>fiiIcs :iIt;~~~cr<~s
q ~ i crozaría levciiieiite Iii picrii:i del cxtraíio ci>iiii.aiiii grii~:idc cafiicol:is c~>iicli:iii:ic;ir
1 cuando al abandonar iiii niesa bajo los toldos
iiie perdiera en la calida noche apeii;is abierta.
tu iiiol~iscode sal pcrsigiie I;i corriente
el agua corta me inventa las aletas
mar de la iioclie con lunas suinergid:~~
I . .
tu oleaje brusco de pulpo enardecido
l
! acelera mis branqliias los latidos de csponja
los caballos niinúsc~ilosflorniido eiirre geriiidos
eiiredados en largos pistilos de nicdiis;~.
Amor entre delfines.
dando saltos te lanzas sobre mi flanco leve
te recibo sin ruido te miro entre burbiijas
tii risa ccrco con iiii boca cslxiiiia
ligerczn dcl agiin oxígciio de tu vcget:iciiiii de clorofila
la corona de luiia ahrc csp;icio al oc&iiio
De los ojos plateados
fliiyc 1:irg:i lllir:l~l;l fi11:11
y nos alz:iinos <-lesdeel cuerpo nciiirico
soinos cariic otra vcz
una mujer y un hombre
entre las rocas.
AMOR DE FRUTAS
L1ej:imc qiic espnrza Te dije qiie Iiiciérainos el amor como Felinos riigiendo
Illilll'LallaSCI1 CLI sexo coino pareja de libélulas copulaiido eii el aire
ii6ctiires dc iiiarigc) coino cebras, corno venados. Todo es posible cii esta tioclie fría
c;iriic ilc I;.cs;1s; cii CIUC t~lulaiilos :irboles y la casa cii iiiia iiiicz TrAgil
vadeando las cnormcs bocanadas'del viento. Estamos solos
y si11ciiil>argi>I:I si11cd:id no existe. Si juiirainos las inniios
ciiceiitlcrcinos cl fiiego iinprcscindible para vcriios los ojos
Te abrazo y corren las maiidarinas; brillantes del deseo. Tu piel me atrae con la gravedad de
tc beso y todas las uvas sueltan todo el cosmos que afuera sufre so negra eternidad
cl vino oculto de su corazón impenetrable.
sobre iiii boca. Pretendamos que sonios una nave sobre la tersa espalda del
Mi lengua siente en tus brazos océano
el zumo dulce de las naranjas y eii el cuenco profiindo de la madera, acomodémonos para
y en tiis picriins el protnegranate el amor,
esconde sus semillas iticitaiites. acurruquémonos y seamos otro nuevo elemento; una fusión de
aire,
Dciiiiiir qiie cosechc los frutos de agua fiiego y agua.
<]"e"1cI:ill CI1 111s 1>0rOS:
I I
11
su cilicio
y luego es el silencio
velocidad de materia clue se dispei-sa en círculos
tlis soles y iiiis soles se asientan eii su espacio
/: es el frío la grandeza del tiempo
la eternidad el azul y el rojo
i los sonidos, la estática