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–No la he visto, así que no la busques –intento pasar a su lado, pero me lo impide.
–Tu tío te espera en el despacho –anuncia antes de darse la vuelta y perderse de mi vista.
Un suspiro resignado escapa de mis labios y a paso despreocupado me dirijo al despacho, abro la
puerta sin tocar y la figura de mi tío sentando detrás del escritorio mirando unos papeles me
recibe.
–Se saluda, Emma –desvía la mirada de los documentos a mí–. Necesito unos papales que tenía
tu padre aquí, pero como tú has decidido guardar todo bajo llave en la que era su habitación no
–Te deje aquí todo lo que poseía el logo de la empresa, así que no creo que estén allá, sin embargo,
–Nadie más que no sea yo pisa esa habitación; pensé que estaba claro, Patricio –alego en tono
cansado.
–¡Basta! –lo corto al escuchar la mención de mi padre–. ¡Ni tú, ni cualquiera que no posea la
misma humildad y nobleza de mi padre pude nombrar su nombre o tan solo decir lo que él hubiese
mostrara ser una persona distinta a lo que en realidad era mi hermano, Luis –contraataca sin
miramientos.
–No había persona que lo conociera mejor que yo, de eso estoy segura –replico con los ojos
inyectados en furia.
–Nunca se llega a conocer a las personas realmente, Emma –hago una mueca de desagrado y él
sonríe con malicia–. Por lo visto tu padre te mantuvo apartada de todo lo que en realidad pasaba
a su alrededor.
–¿Qué carajos quieres decir? –su sonrisa se vuelve victoriosa ensanchándose en su rostro.
Ganó, logro sembrar una duda estúpida, pero latente en mi con respecto al hombre que me
engendro, que aporto su granito de arena para convertirme en la mujer que soy hoy en día.
–Puede que no te dijeran la verdad de tu origen y otras cosillas más, pero ese no es mi problema.
–¡Mentira, todo lo que sale de tu boca es mentira! –bufo molesta y con un leve atisbo de duda que,
Le dedico una mirada fulminante antes de salir del despacho cerrando la puerta detrás de mí con
un portazo.
Capítulo 4:
Ha sido una semana realmente estresante, tengo unas ojeras maravillosas producto de mi escaso
sueño debido a mi insomnio y mi humor solo parece empeorar con el pasar de los minutos.
La sola idea de pensar que en una realidad alternativa mi padre era otra persona y que además
andaba en malos pasos quema y frustra todo en mí; no lo veo ni me lo imagino haciendo eso, era
Y para colocarle la cereza al pastel en el Instituto todo parece venirse abajo, he estado lo
suficientemente distraída como para no rendir en lo absoluto, si no fuera por Rusher y su ayuda
Paso las manos por mi melena castaña lacia una vez más en menos de diez minutos y mi cabeza
parece querer explotar de tanto pensar y analizar mis diecisiete años de vida para ver si he pasado
por alto alguna señal, pero mis recuerdos son solo eso: recuerdos de un hombre excepcional que
hacia el bien sobre todo pronóstico. Nunca lo vi hacer el mal ni cuando merecían ser castigados,
en su corazón solo había amor, bondad y perdón para todo aquel quelo dañara.
–¡Es mentira, conozco mi origen, sé quiénes eran mis padres! –susurro para mí en un intento
Me dejo caer en la cama frustrada, con miles de preguntas que posiblemente jamás obtengan
respuestas porque quién podría responderlas está muerto. Pequeñas lágrimas cálidas y amargas
empiezan a desbordarse de mis ojos, nublado todo y haciendo todo aún más difícil y doloroso.
Quiero gritar, hacerlo hasta que mis pulmones no puedan más, sacar de mi sistema todo está
mierda que me consume y roba el sueño. Simplemente quiero saber cómo lidiar con todo lo que
Cierro mis ojos en un intento por conciliar el sueño, lágrimas siguen brotando de ellos y
sorpresivamente la pastilla que me tome momentos antes empieza hacer efecto, mis parpados
A la mañana siguiente mi humor no mejora. Mis dudas y miedos de descubrir mentiras vestidas
Y de repente, sin previo aviso todo me golpeo con tanta fuerza que el dolor fue inevitable.
Flashback
–¡Hija, ya estamos aquí! –anuncia mi padre desde la planta baja y acto seguido se escucha el
Corro a sus brazos tan rápido como mis pequeñas piernas me lo permiten.
Me da un beso en la frente y me entrega a los brazos de mamá, quien besa mis mejillas y estruja
contra ella.
–Hola, cariño.
–¡Mami!
–Te hemos traído algo para decorar tu habitación, princesa –dice papá, sacando una bolsa del
resto.
–Son estrellas fluorescentes y las pegares en el techo de tu recamara, así cada que las veas te
acordaras de este día y de lo mucho que te amamos, pequeña –dice mi madre alegre.
Ese día demoramos alrededor de dos horas pegando las estrellas de acuerdo a las alineaciones de
las costelaciones.
Bufe molesta y llena de una mezcla extraña entre tristeza, duda y dolor me levante de la cama,
Al terminar y comprobar que solo eran estrellas y nada más sentí culpa, pero también tranquila
en mi interior. Sus palabras no eran más que mentiras, engaños para conseguir lo que quería y
nada más.
–Te necesito en mi casa, lo mas pronto posible –le indique apenas descolgó.
–Hola a ti también, Emma –saludo del otro lado de la línea–. Y que casualidad, porque justo estoy
Necesitaba que me ayudara a buscar entre los papeles que deje en la recamara de mis padres algo
que pareciera sospechoso o aquel documento que Patricio quiere, pero si tiene algo que debo ver
es mejor si lo hago por fuera, donde las paredes no pueden escuchar y tampoco ver.
Mi casa ya no era un lugar seguro, no mientras yo sea el inconveniente para que mi tío y su familia