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Politica monetaria en el contexto de globalización

Alberto Figueras (2001)

La política monetaria, como toda política económica, para ser implementada eficazmente
debe fundarse en el estudio de las condiciones de la oferta y de la demanda (en este caso
de dinero); pero con la particularidad que, en ciertas circunstancias, las condiciones de la oferta
(generada directa o indirectamente por la Autoridad Monetaria -AM-) sigue pasivamente los
dictados de la demanda (modelo de dinero pasivo); y; en otras ocasiones, asume totalmente la
iniciativa (modelo de dinero activo). De allí que comencemos este breve ensayo con reflexiones
sobre la demanda de dinero.

l. La demanda de dinero
Existen dos grandes visiones del problema: la monetarista y la keynesiana.Aquí, trataremos
de dar una presentación ecléctica, aunque es necesario tener presente que según el enfoque que
tengamos, será nuestra idea de la política económica.
Los estudiosos del problema han desarrollado una gama de hipótesis acerca de los motivos
que llevan a la gente a "retener dinero líquido", o sea demandar dinero.
Antes de la Gran Depresión, los neoclásicos insistían en la necesidad de retener dinero con
motivo de las transacciones (o intercambios) que se realizaban. La teoría cuantitativa no es
otra cosa que una teoría de la demanda de dinero desde un punto de vista "microeconómico" (la
demanda nominal de dinero es proporcional al nivel del ingreso nominal: Md::: k*P*y).
Durante los años treinta, y bajo la influencia de Keynes, la atención se desplazó hacia el
motivo de especulación, es decir el beneficio de retener dinero en espera de una baja del precio
de otro activo que interesaría potencialmente adquirir.
El énfasis en este componente de la demanda surgió como una interpretación de la influen-
cia del riesgo por pérdidas de capital en activos no monetarios como causante del drástico
descenso de la velocidad de circulación en los años treinta (o sea, ascenso de la demanda de
dinero).Además de estas causales, los monetaristas han trabajado desde los años '70 el motivo
de precaución.
Integrando el conjunto de ideas sobre el tema podemos decir que la demanda real de dinero
(o, como se dice en la jerga, demanda de "saldos reales") depende de:

a) Ingreso Nacional;
b) el tipo de interés (o costo de oportunidad de no invertir el dinero en otros activos
financieros);
c) la riqueza (que es el stock disponible de recursos a distribuir entre las distintas colocacio-
nes posibles);
Sí ahora, pensamos en la demanda nominal, debemos incorporar como un factor más al
nivel de precios. De modo que funcionalmente podemos escribir:

Md =f {Y(+);r(-);W(+)}*P(+)

Siendo los signos entre paréntesis, el correspondiente a la primera derivada de la variable


que le precede.

11. Oferta de dinero

La Política Monetaria parte de la Base Monetaria (o sea la suma de monedas y billetes


circulando fuera del Banco Central). La importancia de la Base Monetaria es evidente ya que
es con ella que se inicia el proceso de creación o absorción del dinero. Por tanto, es la clave
de la política monetaria. Veamos en un sencillo esquema el Balance del Banco Central de la
República Argentina.

Balance Banco Central


Debe Haber

1. Reservas Internacionales l. Base Monetaria:


2. Créditos Internos 1.1 Efectivo en poder del público
2.1 Créditos al Sector Público 1.2 Efectivo en poder de los bancos
2.2. Préstamos a los Bancos 2. Otras Cuentas

De acuerdo al esquema contable anterior, cuando el Banco Central presta al sector público,
financiando sus excesos de gastos sobre ingresos (déficit fiscal), expande la Base Monetaria.
Otro tanto acontece cuando aumentan las Reservas, o realiza préstamos a los bancos del Siste-
ma Financiero. En el antiguo esquema de Convertibilidad, la Base Monetaria sólo podía crecer
por aumento de las Reservas, ya que se define un respaldo para la emisión. En enero de 1997;
por primera vez en nuestra historia, el nivel de Reservas superó los 20.000 millones de dólares,
equivalente a aproximadamente ocho meses de importaciones.
Debe señalarse que el aumento en el volumen de reservas es una tendencia mundial a fines
de los '90: Brasil, tiene un nivel para cubrir 11 meses de importaciones, Japón seis, Alemania~
dos meses. Hoy, la relación de reservas contra el valor anual del comercio mundial alcanza ál;,
26 % (Reservas/Importaciones anuales), en los '70 cubría el 14 %, y en los '80, el 19 %. Est[
es, quizás, una respuesta a la volatilidad de los mercados financieros, que se profundizó cada
vez más desde los tiempos de los petrodólares, en los '70.
La Base Monetaria, dijimos, es el puntapié inicial, pero es la oferta monetaria la q°,~
juega como determinante final de la liquidez, y entre Base y Oferta Monetaria; encontrantOS1
el juego del multiplicador bancario del dinero (en marzo de 1991era1,70 para M2; en abril
de 1992 era 1,74; en abril de 1997 era 3,16; mientras que para M3 el multiplicador resultó 2,08
en abril de 1994 y 3,25 en abril de 1997). Aunque vinculados en su evolución, las dístintaS
definiciones de dinero no se mueven en paralelo, sino que responden a los tipos de interés de
los depósitos en los bancos.
Veamos una formulación del multiplicador (aunque no será en su presentación habitual).
Llamaremos BM a la base monetaria; Cal circulante en manos del público no bancario; Ralas
reservas del sistema, Da los depósitos (T: totales; ce: en cuenta corriente; ca en caja de ahorro);
y consideraremos tres niveles de oferta monetaria.

M 1 =C + Dcc; es la más líquida y se la denomina también ''medios de pago"


M 2 =C + Dcc + Dca; a esta definición de oferta monetaria también se la denomina
"recursos monetarios"
M3 =C + Dcc + Dca + Dep. en entidades extrabancarias; o de otro modo:
M3 =C + Dep. Totales

A esta última definición, se la conoce como "total de activos del sistema financiero" o "total
de agregados monetarios". Trabajaremos ahora para alcanzar, el multiplicador bancario de los
"recursos monetarios", es decir: (M 2 )

rt1z =C + Dcc + Dca


Suponiendo una proporción constante de circulante respecto del total de recursos moneta-
rios, tendremos:

C=c*M2 M2 - C = D Siendo D = Dcc + Dca

D=M 2 (1-c)

Suponiendo una tasa de requerimiento de liquidez única para todos los depósitos, tendremos
que: R=r * D

Entonces

BM=C+R BM=C+r* D

O bien:

BM = C + r [ M2 (1 - c)]

Despejando nos queda:

M = { l }*BM
' c+r(l-c)

Siendo la expresión entre llaves el multiplicador (m). Su inspección algebraica nos permite
feñaiar que:
a) Si suben los requerimientos de liquidez (o las reservas técnicas) de los bancos (represen-
tado por "r"), el multiplicador baja y cae M2 •
b) Si crece la preferencia de la gente por mantener liquidez (representada por "c"), en
vez de depósitos, cae también el multiplicador y con él la oferta monetaria.

Vemos en la Figura I que, si sube la BM, crece la oferta (punto E', definido por BM', M');
si cae el multiplicador, se reduce la oferta monetaria (punto E", definido por m', M"). Entonces,
=
resumidamente: M m * BM

Figura 1

BM

M" M M'

Sin embargo, toda esta mecánica no es independiente del marco institucional. Debiendo
distinguirse si estamos en economías abiertas o cerradas, con tipo de cambio libre o tipo de
cambio fijo.
En una economía cerrada (o bien, con tipo de cambio flotante), la BM es determinada
exógenamente por la autoridad monetaria. En este caso el multiplicador y la BM son indepen-
dientes. Estamos ante un modelo de dinero "activo".
Aquí el eslabón entre la BM y la M es la conducta o preferencia del público y de los ban-
cos.
Recordemos que la cantidad de dinero, u oferta, es (C + D); y será finalmente determi-
nada por la interacción de la Base Monetaria; y la demanda de base monetaria (que es
función de las preferencias del público (e) y las "preferencias" de los bancos (r)).
La restricción externa nacional, el PSI y las
economías regionales del interior
Alberto J. Figueras (Marzo 1997, modificado 2010)

La situación de la balanza de pagos puede bosquejarse sencillamente en los siguientes


símbolos: M =X+ R +E. Si se espera una caída de las exportaciones (X) y una inflexibilidad en
las importaciones (M) la diferencia deberá cubrirse con caída de Reservas (R) o endeudamiento
(E). Si, por otra parte, suponemos una dependencia del volumen de importaciones del nivel de
ingreso: M = m*Y. Esto implica, despejando el Ingreso que: Y= llm (X+ R +E). A causa del
limitado horizonte temporal de un financiamiento por reservas o endeudamiento, la alternativa
abierta es reducir el nivel de la propensión marginal a importar (m).
Las economías "centrales", es decir los Países Industrializados se caracterizan no por ser au-
tosuficientes sino por poseer estructuras "industriales" integradas y homogéneas. En función de
lo anterior, es probable que carezcan de restricción externa. Su restricción no está en el Sector
Externo.

Gasto

1
V
YEI Producto

X,M

M'

Producto'
Esta restricción externa condiciona el nivel de actividad y la tasa de crecimiento, a la evolu-
ción del sector externo. Esto puede conceptualizarse desde dos ángulos, ambas variantes de pre-
sentación del enfoque absorción de la Balanza de Pagos: (a) imposibilidad, a causa de crisis de
la Balanza de Pagos, de alcanzar el nivel de pleno empleo. En otras palabras, el incremento del
producto origina un aumento de importaciones que, dada la escasa dinámica de las exportaciones,
concluye en déficit de Cuenta Corriente que obliga a contraer el nivel de actividad para permitir
una menor absorción; (b) incapacidad de elevar el salario real por encima del nivel compatible
con el equilibrio de la cuenta corriente.
De otro modo, y más claramente: puede decirse que existe restricción externa cuando el ni-
vel de actividad de equilibrio (interno) de la economía (Yei) es mayor que el nivel de actividad
compatible con un balance equilibrado de las cuentas externas (pre-financiamiento externo)
(Yee).
Es decir, que Yei > Yee. Por otra parte, es de suponer que el Nivel de Pleno Empleo resulta
mayor que Yei. Viéndolo en la gráfica, cuando nos encontramos en el nivel Yei existe Déficit
en la Cuenta Corriente (y debe ser financiado). Además, si se intenta por alguna política activa
(v.gr. gasto público) expandir la Demanda Agregada para aproximarnos (o alcanzar) el pleno
empleo, se caerá en un mayor déficit de Cuenta Corriente. El cual puede cubrirse a corto plazo
con endeudamiento externo (o caída de Reservas), pero a largo plazo es insostenible, y el ni-
vel de actividad debe contraerse hasta alcanzar el nivel de actividad de equilibrio del Sector
Externo.

l. Síntesis de las políticas posibles

Ahora bien, presentados los hechos nos adentramos en las políticas posibles para superar
esta Restricción Externa Nacional. Como dijimos, su manifestación objetiva es:

Yei > Yee

Tres son las grandes estrategias posibles:

a) Reducir la tendencia a importar (v.gr. bajando la propensión marginal a impo~


través de suba de aranceles, restricciones cuantitativas, parancelarias, etc.).
b) Expandir el monto de las exportaciones (por ejemplo, subsidiándolas por dive!'SJi
vías).
e) Devaluar: lo cual conduce a reducir importaciones y, a la vez, expandir export.aci01Ri
(es, en definitiva, un cambio general de precios relativos); a la vez que implica una calda
de los salarios reales.

Las recomendaciones de la CEPAL, '50, condujeron a aplicar la estrategia de "susti!•


de importaciones", que se agotó totalmente hacia fines de los '70. Su eco fue una exp ..
"artificial" del empleo (si consideramos los precios relativos internacionales) y, por end\:;
mala asignación de recursos. Es decir, que el proceso de sustitución de importaciones
nació como una vía de salvar la RE, emergente de una coyuntura en donde las exportaciones se
mantenían en un entorno de valores constantes. Pero he aquí que a medida que el.desarrollo se
concreta, es decir que el PSI se extiende hacia las ramas más dinámicas del sector secundario,
el coeficiente de importaciones tiende a incrementarse, y arrastra a una "nueva" RE.
En otras palabras, lo que en un principio alivió la restricción, con el tiempo, y agotada la
etapa menos capital intensiva, la profundizó.
A su vez, la estrategia de expandir exportaciones fue utilizada marginalmente hasta años
relativamente recientes (quizás porque en la teoría del deterioro de los términos de intercambio
de la CEPAL, se halla implícita la conclusión de que los países menos desarrollados son
"expoliados" cuando comercian con el mundo industrializado; y si esto es así, lo conveniente
es no comerciar, es decir, cerrar la economía). En los últimos lustros se alteró esta posición,
intentado "abrir" la economía al mundo (con el enorme "costo de transición", propio de una
inserción, en el mundo, largamente demorada).
Por último, señalemos que la estrategia de la devaluación es sólo operativa en el corto
plazo, ya que no altera la productividad en el sector real de la economía sino que solamente se
gana competitividad artificialmente, vía un artilugio "monetario".
En el esquema gráfico que planteamos líneas más arriba, la política de sustitución implica
un giro en la línea de M(Y), tomándose más plana; la política de expandir exportaciones
implica un ascenso de la línea de exportaciones (X); mientras que devaluar resulta una com-
binación de ambas, con la salvedad de que, con el tiempo (a medida que la devaluación va sien-
do absorbida por los aumentos de precios domésticos), se produce un retomo a las posiciones
·originales (de allí que se afirme que esta estrategia sólo es válida en el corto plazo).
':" Los países de la zona llamada "Asia Pacífico" (Corea, Taiwán, China) superaron la Restric-
ción Externa por vía de un gran aumento en su competitividad, lo que trasladó la curva de
sus exportaciones hacia arriba.

11/La restricción externa nacional: un poco de historia

La restricción externa (RE) emerge como consecuencia de que, tras la Gran Crisis de 1930,
[~dinámica de las exportaciones mostró signos de estancamiento, e hizo mirar el futuro con
J)éSimismo exportador".
~to no significa que las exportaciones hayan caído en volumen sino más bien que las po-
politicas europeas de autoabastecimiento, proteccionismo a ultranza, crecimiento de la oferta y
~aja en.los precios (Dagnino Pastore & alter, pág. 214) auguraban una demanda estancada o,
i«clnso, en retroceso. Es decir, se planteaba la presencia de un sector externo que de motor de
crecnruento se transformaba en rémora.
~Or'entonces, la RE estaba, más que presente, latente, habida cuenta de que los resultados
lftSIDs Balances Comerciales eran positivos. Pero de continuar la tendencia descendente de los
Ténninos de intercambio externo, verificado entre 1928 y 1933, no tardaría en presentarse ... y
ser \\;Uc1ante.
Por otra parte, la Gran Crisis había dejado claro que una economía abierta era altamente
liVIRtrabie a los avatares del comercio internacional (el PBI cayó el 18% entre 1929 y 1933), el
cual, por supuesto no era pasible de mayores manejos; pero, en cambio, si fuese una economía
cerrada tal manejo del PBI sería factible por vía de la Política Económica Activa. Esta
conclusión de política, unida al temor de una tendencia secular declinante de los precios y de
medidas de proteccionismo por nuestro socio comercial (Gran Bretaña), pero con preferencias,
en la Conferencia de Ottawa, otorgadas a los miembros del Commonwealth, crearon una gran
corriente de opinión favorable al cierre de la economía.
El debate político se encontraba en sus comienzos cuando la Segunda Guerra llevó a una RE
acentuada por reducciones en los volúmenes comerciados. Como consecuencia, se desarrollaron
nuevas industrias para atender necesidades antes satisfechas con bienes importados. Esto creó
una estructura socio-económica que a la salida de la guerra tuvo la posibilidad de manifestarse
políticamente. El retomo a las estructuras previas al conflicto hubiera provocado desempleo
(Dagnino Pastore & alter, pág. 247 y J. Llach, 92, pág. 548).
Esto amalgamado a la presión, en base a lo acontecido en la primera posguerra, de un
proteccionismo acentuado, hizo optar por el mercado interno como propulsor del crecimiento
(mercadointemismo). La carencia de datos económicos precisos y actualizados no permitió,
seguramente, contar con una visión global del problema y, por ejemplo, no se percibió la recu-
peración fluctuante de los precios internacionales entre 1933 y 1940.
Instrumentado el PSI, la restricción externa, lejos de aliviarse se agudizó. Con el PSI, el
incremento de exportaciones queda muy por debajo de la evolución del PBI. Lo cual implica
agudizar, en el corto plazo, la restricción externa (Cartas, Ciedla 1987, pág. 31). La crisis de
1949 fue un severo llamado de atención de los efectos indeseables de las políticas.
La RE se hizo claramente presente en pleno PSI: en la década de 1950. En especial en los
años '51, '57 y '52 (en este último año, a pesar de un nivel de importaciones por debajo de los
montos de 1947 y 1948, las exportaciones cubrieron menos del 60% de las divisas necesarias). El
coeficiente exportaciones/importaciones arrojó para toda la década un valor de 0,89. A partir de
entonces los intentos de revertir las políticas discriminatorias contra las exportaciones fracasaron,
contribuyendo al persistente contexto inflacionario (Dagnino Pastore & alter, pág. 248).
El PSI se implementó con medidas que alejaron los precios relativos internos de los pre-
cios relativos externos, lo cual significa que el productor argentino no "recibía" los costos de
oportunidad internacionales, lo que lo alejaba de una asignación eficiente con miras al mercado
internacional. Esta política comercial construyó una categoría de bienes no directamente vin-
culados a los bienes exportables o a los verdaderamente competitivos con las importaciones
dando lugar a los bienes cuasi-internos (Díaz Alejandro, pág. 85/86). Esto alejó la estruc- ·
tura económica de los niveles de competitividad y eficiencia internacionales. La asignación
de recursos no se dirigió a bienes exportables e importables, sino, preferentemente a bienes
domésticos (Díaz Alejandro, pág. 85) o cuasi-domésticos. Siendo la línea divisoria entre e
categorías dependiente de diversas variables económicas (aranceles, tipo de cambio, etc.) (D'
Alejandro, pág. 86). Los aranceles resultaron lo suficientemente elevados como para cubrit
prácticamente cualquier ineficiencia. .
Esta política contribuyó a la descapitalización de la economía por: a) el alto costo del capi.
físico proveniente de importaciones o producción nacional (DíazAlejandro, pág. 303/4); b) ~
tancamiento de la "principal industria de bienes de capital", es decir, el sector exportadorco.
generador de divisas (Díaz Alejandro, pág. 88). ;
La descapitalización resultó más acentuada en el agro, transporte y comunicaciones, habf
cuenta de que, mientras en 1930 el 37 % del capital existente se hallaba aplicado en es:

160
sectores, desde 1930 hasta 1955 sólo el 6 % de la inversión neta se destinó a estos sectores: 1
% al sector rural y 5 % a transporte, electricidad y comunicaciones (Díaz Alejandro, Cuadro
2-7, pág. 82).
El resultado final fue una caída de las exportaciones, que no puede atribuirse a un
estancamiento de la demanda, -pues la República Argentina cayó en su participación en las
exportaciones mundiales-, sino a causales de oferta. Esta baja de la oferta exportable puede
ser atribuida a una mayor absorción (hecho que aconteció), pero también, a un estancamiento
en la producción (que también aconteció). De haberse contado con una oferta dinámica, que
respondiera a las señales de los mercados mundiales, ambos hechos (mayor absorción y mayor
exportación) podrían haberse concretado conjuntamente.

11.1 La restricción "externa" en las economías regionales

En las ERI (Econonúas Regionales del Interior), incorporadas a los mercados mundiales
(Provincias de la Pampa Húmeda), la génesis de la RE es un mero eco de la economía nacional.
Su presencia es, entonces, consecuencia del cierre de la economía nacional, y de las políticas
comerciales que llevaron a términos de intercambio internos inferiores a los fluctuantes térmi-
nos de intercambio externo. Esto último provocó una fuerte transferencia de ingresos, desde las
Regiones hacia el "Centro" (la zona litoraleña).
Si adicionamos a esto una alta elasticidad-ingreso de las importaciones, el insuficiente flujo
(o existencia) de recursos y las rigideces de transformación estructural (poca movilidad de re-
cursos), que constituyen el clásico vínculo Centro-Periferia, tendremos una aproximación de lo
acontecido en las Economías Regionales. Podríamos decir que el Centro ''transfirió" a las
regiones el problema de la Restricción Externa.

La Restricción Externa básicamente se relaciona, en el largo plazo, con una situa-


ción de solvencia del país (o la región) en cuestión. Esto significa que los niveles de
consumo/bienestar de sus habitantes deben estar de acuerdo, dentro de un hori-
zonte temporal, con sus propias posibilidades reales de producción.
Un Déficit Comercial significa, en palabras crudas, que demandamos por sobre
nuestra propia oferta. Lo que implica que para cubrir ese exceso de demanda inter-
na debemos endeudamos; vivimos pues "a costa del futuro", de "nuestros hijos" que
deberán afrontar esa deuda.
El principio de solvencia nos dice que la secuencia de Balanzas Comerciales es-
,:. peradas (y actualizadas) debe ser nula. Esto significa que los Déficit Comerciales
f de hoy exigen Superávits Comerciales mañana (para pagar la amortización y los
:5 intereses respectivos).
\~ndeudamos hoy, y pedir luego que se nos perdone la deuda, en la creencia que residentes
0
,, tras latitudes van a sacrificar consumo para que nosotros vivamos con un mayor bienestar
!00a una utopía. Es posible recibir algunas transferencias no reembolsables en el corto plazo,
0
,. en el largo plazo tal situación no persistirá, y debemos ajustar nuestro consumo a nuestra
.. cción.

161
111. ¿"Desaparece" la Restricción Externa?

Así como en el Siglo XIX, la adopción por Gran Bretaña, en la década de 1840, de una serie ''
de medidas aperturistas y de libre comercio provocó un ascenso en los precios mundiales de Ios--Ji
,'!i
productos del agro, la incorporación de China a la OMC a principios del Siglo XXI ha conmo- •.J¡J
cionado los precios de los "commodities".
Mientras aquel cambio de precios del siglo XIX permitió a Argentina incorporarse al mun~:
do merced a su gran ventaja comparativa en el agro, hoy acontece un proceso similar. El gran
crecimiento argentino desde 2004 tiene como "causa central" un factor exógeno, China; y
elemento endógeno, los recursos naturales del agro.
Puede decirse que, muy probablemente, la Restricción Externa estará ausente por varios lu
En términos de nuestra gráfica, la línea de exportaciones se ha desplazado sensiblemente haé
arriba (por mejora de los "términos de intercambio externo"), y el equilibrio de las cuentas
temas ha dejado de ser una limitación "restrictiva" para alcanzar el nivel potencial de PBII.
Pero todo "beneficio" tiene su "costo", y el de este alivio, y ausencia (al menos por v ~
años) de los ciclos de auge y recesión típicos de la historia argentina, presenta el costo de·
tipo de cambio real sistemáticamente bajo (por la gran cantidad de ingresos de "agrodólar :
el cual sólo resulta competitivo para la producción de ciertos "commodities" (dada la v ··,
comparativa natural de algunas áreas del sector primario), dando pie a la "enfermedad bol
sa" o "española" (Cfr. Apéndice "La Enfermedad Española").
Cabe acotar, como elemento de juicio, que la Restricción Externa seguirá ausente sie
cuando las importaciones no tengan una evolución por sobre la de las exportaciones.
esto ya que en algunos años de este proceso de crecimiento, las importaciones llegaro
elasticidad producto del 3% (es decir, por cada punto de crecimiento del PBI las impo
crecieron 3% por varias causas: problemas de precios internos o de competitividad, Ji
nes de oferta nacional y gran crecimiento del poder adquisitivo de los consumidores).
Nota:ajuste estructura: Lamentablemente, desde fines de 2011 y principios de 2012, el:
energético ha colocado a Argentina en un nuevo riesgo de Restricción Externa. ·
Precisamente, las diferentes medidas de control de cambio apuntan a intentar paliar
esa situación.

Bibliografía
• CARTAS,]. M.; Comercio exterior y ajuste estructural, Ciedla, Bs.As. 1987.
• DAGNlNO PASTORE. IM; Cr6nicas económicas, Bs.As. 1988.
• D/AZALEJANDRO, C.; Ensayos sobre Historia Económica Argentina, Bs. As.1975.
• FlGUERAS, Al; Enfoque regional de la economía argentina, Rev. Ec. 68, C6rdoba, 1992.
• LLACH, JJ.; El PlanPinedo, Rev. Fe. 92, Bs.As.1983.

l Sin embargo, cabe acotar como elemento de juicio que la Restricción E.Jtterna estará ausente siempre y cuando las im
una evolución por sobre aquella que corresponda a las e~portaeiones. Decimos esto ya que en algunos afios de este P
las importaciones llegaron a una elasúcidad producto del 3% (es decir, por cada punto de crecimiento del PBI las illl
3% por varias causas: problemas de precios internos o de competitividad, limitaciones de oferta nacional y gran
adquisitivo de los consumidores).

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