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El pie de la lámina reza: «El edificio de la Exposición está situado encima del globo,

con visitantes abriéndose camino hacia él desde todas partes. A George Cruikshank
se le ve en el centro, junto a un grupo de Orientales». La construcción de un espacio
homogéneo de intercambio de mercancías fue un factor determinante para el desa-
rrollo del turismo moderno. La colaboración de la Thomas Cook, la primera agencia
de viajes, transportando trabajadores de distintos lugares de Gran Bretaña al Palacio
de Cristal supuso un espaldarazo definitivo para la compañía.
Intercambio

Arte, turismo y autenticidad


Dean MacCannell en conversación con José Díaz Cuyás

J 1976 haces referencia a los dos polos o


extremos de la conciencia moderna: el
bra de este libro no escrito atraviesa todo tu
osé Díaz Cuyás: En tu libro El turista de
trabajo sobre el turismo. ¿Estoy en lo cierto?
Dean MacCannell: Sí, estás en lo cierto al
turismo y la revolución. En primer lugar, sospechar que mi interés en la revolución tal y
describes el deseo de aceptar o disfrutar de
como se planteaba en los años sesenta ya esta-
las cosas como son y, en segundo, del deseo
ba decayendo, incluso antes de la publicación
de cambiarlas. Esta dicotomía me ha fasci-de El turista. Dejé en el texto la referencia al
nado desde que leí tu obra. El texto parece
hecho de que quería estudiar «el turismo y la
nutrirse de este dilema fundamental para revolución» para expresar mi deseo de mejo-
la década de los sesenta y principios de los
rar la vida humana. Nunca he renunciado a
setenta y, quizás también, para tu juventud.
eso. Y sí, el libro sobre la revolución que no
Me gustaría comenzar nuestra conversación escribí proyectó su sombra sobre El turista,
enlazando una serie de cuestiones sobre este
como lo ha hecho también sobre todos mis
asunto. Tu libro sobre el turismo fue clave
demás trabajos desde entonces. Pero ya desde
para la transformación de un fenómeno principios de los años setenta tenía claro que
ordinario en un tema serio, merecedor de «la revolución» (era el término que utilizába-
mos entonces) no iba a poder cum-
Dean MacCannell y José Díaz Cuyás analizan plir sus promesas.
Déjame que lo explique. Mi cre-
los conceptos que han deinido las formas de ciente escepticismo estaba basado
arte y turismo desde los sesenta, en los que en una serie de experiencias que
alienación, revolución y autenticidad han casualmente me situaron en tres
de los lugares donde el fervor re-
jugado un papel fundamental. volucionario de los sesenta alcanzó
su máxima expresión: cuando era
convertirse en objeto de estudio académico. estudiante de grado en Berkeley en la época
Pero surgió como contrapartida a otro libro en que se gestó el Free Speech Movement, en
sobre la revolución, un mito propiamente París en mayo de 1968, y en la universidad de
moderno que, a pesar de encontrarse ya Cornell cuando los estudiantes negros arma-
muy debilitado mientras escribías en la dé- dos tomaron varios edificios del campus. En
cada de los setenta, mantenía todavía gran esos acontecimientos fui un observador más
parte de su potencia durante los años sesen- que un participante. Acudí a manifestaciones
ta. ¿Qué te llevó a pensar en un proyecto y hablé un poco en público, me gasearon y
único con esta doble aproximación? ¿Por tuve que esquivar granadas, pero no defendí
qué renunciaste finalmente a escribir aquel ninguna barricada, no rompí ningún cristal,
otro estudio sobre la revolución? Tengo la no ayudé a volcar ningún coche, ni tampoco
impresión de que de un modo u otro la som- lancé adoquines o preparé cócteles Molotov.
< «Todo el mundo va a ver la Exposición Universal de 1851»,
dibujado y grabado por George Cruikshank.

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Dean MacCannell - José Díaz Cuyás

contar con su lealtad. A finales de mes estaba


claro que las «fuerzas del orden» de De Gaulle,
las odiadas y temidas CRS, se habían visto
abrumadas. ¿Qué pasó después? NADA. No
hubo un cambio de régimen, no se negocia-
ron reivindicaciones, no se hicieron reformas
institucionales. Si miramos atrás, parece que
el único resultado fue una reorganización de
las facultades diseñada para frustrar cualquier
otra movilización similar en el futuro.
La sociedad occidental se había vuelto
demasiado compleja para que los revolucio-
narios pudieran reprogramarla. Lo que pien-
so ahora es que lo más positivo del tipo de
protestas de los años sesenta fue sobre todo
su aspecto pedagógico. Los activistas hacen
que nos fijemos en problemas sistémicos: la
inequidad económica, la desigualdad de la
justicia, los abusos de poder de la policía o
Juliet Flower MacCannell y Dean MacCannell
en el salón de su casa, 2017. Fotografía Paula Levine.
el racismo y la xenofobia. Lo que hacen bien
es señalar los problemas, pero tienen poca
Sí que hablé detalladamente sobre tácticas y imaginación o estrategias eficaces para dirigir
estrategias con los participantes más activos la nave del estado. (En este aspecto probable-
y seguí todo lo que estaba sucediendo desde mente no se diferencien mucho de la mayor
dentro de las protestas. Todavía tengo mis parte de la clase política actual elegida demo-
cráticamente).
notas y dibujos explicando cómo trasformar
Antes de que se publicara El turista, el mayo
una barricada defensiva en un arma ofensiva.
del 68 se había disipado en unas vacaciones
Paradójicamente, mi escepticismo sobre «la
de verano. El movimiento Free Speech había
revolución» fue más una consecuencia de los
degenerado en el movimiento hippie, más
éxitos de esos momentos que de sus fracasos.
preocupado por las drogas que por la libertad
No puedo decir que me desilusionara, porque de expresión. Los programas de estudio sobre
al estar tan cerca de la acción nunca me sentí los negros dejaron de lado los estudios
«ilusionado». París fue mi principal escuela. sobre los negros para centrarse en el empode-
Después de mayo de 1968 empecé a buscar ramiento personal y la autoestima. Cincuenta
modelos distintos para el futuro. ¿Por qué? No años después «la revolución» se ha reducido a
porque hubiéramos perdido: GANAMOS. La la patética retórica de Bernie Sanders. Así es
coalición de estudiantes y trabajadores ocupó que tienes razón, llegué al turismo desde un
las calles, todos los ministerios, la bolsa, las enfoque revolucionario. Para mí quedó claro
facultades, las fábricas, incluso la Ópera. El que necesitábamos comprender mucho mejor
propio De Gaulle admitió públicamente que nuestras situaciones y configuraciones socia-
no podía recurrir a la policía ordinaria o al les actuales como preludio necesario antes de
ejército porque no estaba seguro de poder cambiarlas.

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Intercambio

En ese sentido, el pasaje de El turista que muy diversos, a todas las formas de arte y
más me persigue es el que aparece bajo turismo les correspondería ese calificativo.
el encabezamiento «La evolución de la DM: Lo primero que hice fue intentar
modernidad» 1. Está claro que pensaba en comprender los efectos del cambio de la
la cultura moderna como un ámbito mucho producción industrial hacia lo que denominé
más amplio y general que la economía o el la «producción cultural». Mi formación en
capitalismo. Y que el cambio cultural es más antropología infundió en mí un absoluto:
revolucionario que «la revolución» basada en la adaptabilidad humana y la supervivencia
planteamientos marxistas. están inextricablemente ligadas a la cultura
Sentía, y sigo sintiendo, un respeto absoluto y, especialmente, a la capacidad de cambio de
hacia el análisis de Marx sobre el papel que la cultura. Todo lo que llamamos «tradición
desempeña el trabajador en la producción cultural» fue en su momento una innovación
industrial, la naturaleza de la mercancía y radical. El cambio de énfasis de la producción
especialmente su reflexión sobre las implica- industrial a la producción cultural, y la «pro-
ciones morales de su teoría del valor trabajo. gresiva diferenciación de la cultura moderna»
Todo esto debería seguir ocupando un lugar
me parecían las principales transformaciones
de respeto a la hora de estudiar lo que está
que se habían producido desde la Revolución
sucediendo a nuestro alrededor. Pero se ha
Industrial. Me resulta curioso que mi término
demostrado que estas reflexiones han sido
«producción cultural» haya pasado a tener un
bastante inútiles como base para una llamada
uso casi universal en los trabajos académicos
a la acción. Leí las obras completas de Mao y
escritos en inglés sin que se reconozca su
de Lenin (todo lo que estaba disponible en
fuente y su origen, y desde luego sin ninguna
inglés) antes de terminar El turista y llegué
consideración hacia los fundamentos teóricos
a la conclusión de que el proletariado de los
países industrializados de Occidente estaba que intenté darle.
ya demasiado fragmentado para que pudiera JDC: En relación con la idea de autentici-
adquirir el tipo de impulso revolucionario que dad, es fascinante el paralelismo entre las
fue posible en la Rusia de principios del siglo investigaciones de Goffman sobre la vida
XX o en China a su mitad. diaria y la expansión del happening y de la
JDC: Tu libro parte, entre otros, de los estu- performance como prácticas artísticas, como
dios de Erving Goffman sobre la microso- teatralizaciones de la vida cotidiana, en la
ciología de la vida diaria. El desarrollo de su escena neoyorquina. Es significativo cómo
teoría sobre la teatralidad de la vida cotidia- algo que debiera ser autoevidente pasa a
na se articula en torno a la idea de autentici- convertirse en objeto de investigación socio-
dad. En tu caso te has valido del concepto de lógica y en una fuente de recursos artísticos
experiencia auténtica para interpretar lo que más o menos en el mismo período. Al otro
has denominado «producciones culturales». lado del Atlántico otro sociólogo, Henri
En un sentido amplio, junto a otros ejemplos Lefebvre, pionero también de los estudios
sobre la cotidianidad —aunque desde dife-
1 Maccannell, dean: The Tourist: A new theory of the leisure rente punto de vista—, organizó un semina-
class, Schoken Books [Published by arrangement with rio en el C.N.R.S. parisino en 1961. Guy De-
the University of California Press], New York, 1976, p. 12.
[Hay versión en castellano El turista: una nueva teoría de bord, líder de la Internacional Situacionista,
la clase ociosa, Melusina, Barcelona, 2003.] fue invitado. Consecuente con su fama de

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vividor, Debord envió en su lugar una cinta en su prominencia continuada a lo largo del
grabada: una jugada que le permitía estar siglo XX. Buscaba un nuevo «motor de la his-
presente en la academia aún manteniéndose toria» más allá de los «medios de producción»
ausente. En su intervención se preguntaba y de la dialéctica de clases, y creyó encontrarlo
retóricamente: «¿De que está privada la vida en la substitución magistral, por parte del ca-
privada?». Y respondía: «simplemente de la pital, de las relaciones humanas reales por las
vida, que está cruelmente ausente». Artista y relaciones imaginarias —relaciones imagina-
teórico, Debord daba una expresión certera rias que satisfacen la necesidad por parte del
a lo que muchos pensaban: algo muy serio capital de contar con trabajadores serviles y
estaba ocurriendo, algo relacionado con la consumidores ávidos—. En la frase que citas,
vida diaria y que necesitaba ser interpretado «la vida está privada de la vida misma», De-
en términos de autenticidad y alienación. bord capta en buena medida el pathos de la
La vida ordinaria estaba mediada y mer- humanidad bajo el capitalismo tardío. Pero su
cantilizada, lo mismo ocurría con el arte. contraposición fundamental —algún tipo de
En consecuencia, era necesario buscar una «realidad» humana original frente al imagina-
vida auténtica, una vida real que ya solo rio capitalista o el espectáculo— no constituye
era posible encontrar, en su caso, en el arte una dialéctica autosuficiente. Queda lastrada
—experimental y revolucionario—. ¿Podría- por una nostalgia no reconocida de una espe-
mos decir entonces que, como sucede con cie de positivismo ingenuo, es decir, la idea de
toda producción cultural en el capitalismo que hubo un tiempo cuando la vida humana,
tardío, la dialéctica de la autenticidad está de alguna manera, era objetivamente real.
activa —aunque de forma distinta— tanto JDC: Exactamente, no se trata de una oposi-
en las vanguardias artísticas (cultura elitis- ción basada en una realidad objetiva porque
ta) como en el turismo (cultura de masas)? como bien dices nunca hubo una vida plena
DM: Puede que mi opinión sobre Debord y y originaria, ese tipo de «vida no mediada».
los situacionistas sea un poco diferente de la No sé si estarás de acuerdo, pero creo que
tuya. Su postura, y la de muchos neomarxis- la relación dialéctica entre lo auténtico y
tas, en términos de pensamiento y de acción, lo inauténtico solo funciona en un plano
está marcada por la decepción de que «la retórico: es la percepción subjetiva de que
revolución» no se produjera en las economías mi vida es inauténtica —de que ha sido
industriales de Occidente. Las formulaciones falsificada por determinaciones sociocultu-
de Marx se prestaron, tal vez con demasiada rales— la que me lleva a imaginar y desear
facilidad, a crear la fantasía burguesa de que una vida auténtica. Por supuesto, esa vida
el proletariado industrial continuaría hacien- auténtica o «real» nunca ha tenido existencia
do nuestro trabajo sucio, incluido el trabajo histórica. Pero la fuerza de este dispositivo
de la revolución. Los principios de Debord se retórico para nuestras vidas, su capacidad
basaban en su decepción. Se pregunta, teóri- de seducción, es enorme. La consecuencia
camente pero también en la práctica: «si la de ese positivismo ingenuo sería que al no
revolución no va a tener lugar, ¿vale la pena poder articularse en una dialéctica autosufi-
vivir la vida?». ciente, tal como señalas, hace imposible que
Debord atribuye el fracaso de la revolución esa oposición pueda llegar a ser superada
de corte marxista a un error en la derivación en su sentido clásico. Así, el efecto de esta
de Marx de las relaciones de clase, al menos polaridad puede mantenerse siempre activo,

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Intercambio

Dice Derrida: «viajo con la vergüenza


sonrojante de parecer desnudo delante
de todos los "pensadores", por no ha-
blar de mis amigos, que condenan esta
"huída". Mi coartada, mi confidente, es
Montagne, juego a Montagne contra Hei-
degger, el no viajero por excelencia […]
¡Qué habría pensado de mí! La acusación
"heideggeriana" no me abandona un se-
gundo. Imagino a Heidegger, viaja siem-
pre conmigo sin saberlo —si lo hubiera
sabido ¡el pobre!—, le oigo reprocharme:
"¿No te da vergüenza viajar todo el tiem-
po?" […] ¿Cómo puedes denken a ese rit-
mo? ¡Ahí está! ¿Entonces se trata de eso?
Claro que sí». p. 25 en DERRIDA, JACQUES y
M alaBou, catHerine: La contre-allée, La
Jacques Derrida, South Street Sea Port, Nueva York, septiembre de 1998. Jacques Derrida Quinzaine Littéraire, Louis Vuitton, Pa-
Archives. rís, 1999. Imagen reproducida en p. 292.

simplemente porque no está relacionado con dente y con igual énfasis: lo simbólico, lo
las condiciones de vida objetivas, sino con imaginario, y lo real. Expresó muy claramen-
el deseo. te que la comprensión de cualquier aspecto
DM: Ningún grupo humano, ni siquiera de la condición humana está supeditada a la
los grupos más primitivos, ha vivido nunca exploración de las relaciones entre estos tres
en algo que se parezca a la realidad objetiva. ámbitos.
Una vez se simboliza el mundo y se incorpora En retrospectiva, la debilidad personal
al discurso humano, todos los sujetos y los y teórica de Debord puede atribuirse a su
objetos se ven desplazados y reevaluados a concentración casi excesiva en lo imaginario.
Tenía poco interés en lo simbólico. Ponía lo
la velocidad de la luz y del sonido. Lo único
real sobre un pedestal utópico, más allá del
que queda de lo real es lo que no puede ser
alcance de su teoría: «Todo lo directamente
totalmente asimilado simbólicamente —es
experimentado se ha convertido en represen-
decir, bien poco—. Para bien o para mal, ser tación»; «la declinación de ser en simplemente
humano significa vivir una fantasía simbóli- parecer»; «las imágenes han suplantado la in-
camente mediada. Esto es así antes, durante teracción humana genuina». «Lo directamente
y después del capitalismo. Los humanos se experimentado», «ser» y lo «genuinamente
convencen a sí mismos de la efectividad de humano», estas son las raídas banderas de
la magia, de la inocencia primitiva, del poder lo real ondeadas por alguien que lo deseaba
del cargo que se desempeña, de la autoridad desesperadamente (y que finalmente lo en-
del padre y de la ley, de la pureza del amor contró) pero que no tenía ni idea de lo que
materno, del ser, etc. es. Lo real (incluyendo la muerte) estaba justo
Jacques Lacan, que trabajaba cerca de mí detrás del horizonte de su análisis (y de su
(en el París de los años sesenta), puso en juego vida) como una categoría no examinada de
tres ámbitos coextensivos de forma contun- valor supremo.

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Dean MacCannell - José Díaz Cuyás

Victor Zaballa, Amaneceres de Sacramento, Sacramento, USA, 2004. Trece ventanas de diferentes medidas en acero inoxidable cuyas
rejas recuerdan las formas solares del calendario Azteca. Fotografías del autor.

Sospecho que el hecho de centrarse en el la producción de mercancías. Ahora, la rique-


imaginario llevó a Debord a sobrevalorar el za de las sociedades en las que prevalece un
poder de la estética del capitalismo tardío modo de producción capitalista ya no consiste
para moldear la vida humana. Sin duda este en una inmensa acumulación de mercancías,
poder es enormemente importante, pero la sino en una inmensa acumulación de simula-
mayoría de la gente es capaz de pensar más cros que solo tienen una relación contingente
allá de cómo sería su vida si viviera en un con sus medios de producción. Según Baudri-
anuncio televisivo de cerveza. La sociedad llard, los individuos ahora son más necesarios
del espectáculo y la postura crítica de los como consumidores que como trabajadores.
situacionistas puede interpretarse como un Por consiguiente ya no hay necesidad de un
refugio de la evolución de lo simbólico que análisis social de clase. Siguiendo el mismo
está moldeando toda la vida humana, incluido camino que Debord, Baudrillard sostenía que
el propio capitalismo. la dialéctica de clase debería ser substituida
Esta dificultad con respecto a lo simbólico por una oposición real-simulacro similar a la
puede que sea tan importante como sus pers- oposición real-imaginario de La sociedad del
picaces descripciones del imaginario capita- espectáculo.
lista para explicar la continuada popularidad Nuevamente, la oposición real-simulacro no
de Debord entre los «teórico-críticos» acadé- constituye una dialéctica autosuficiente capaz
micos. Actualmente, en especial en Estados abrir una ventana al futuro. Baudrillard argu-
Unidos, basta con repetir alguna formula- menta que fingir (simular) una enfermedad es
ción aforística de Debord, Derrida, Guattari, lo mismo que una enfermedad. Las dos cosas
Deleuze, Baudrillard o Badiou, como si ello sirven igualmente para sacar a un soldado
sirviese de fundamento para comprender «la del campo de batalla. Y a menudo un falso
condición posmoderna». enfermo acaba contrayendo la enfermedad
Baudrillard nos ofreció la actualización que finge. Por lo tanto no hay diferencia entre
teórica más completa de Debord. Desgracia- lo real y lo falso. Esto se convirtió en la base
damente, su «simulacro» constituye, de forma para numerosos pronunciamientos cuestiona-
similar, una visión unidimensional de la socie- bles por parte de Baudrillard («Vietnam no
dad y de la cultura. Baudrillard atacó directa- sucedió», «Watergate no fue un escándalo»,
mente la derivación marxista de las relaciones «la Guerra del Golfo no tuvo lugar») y de sus
de clase a partir de la función del trabajo en seguidores («vivimos ahora en una sociedad

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de posescasez», «el gran relato de “clase” está verdadera revolución, a diferencia de las pseu-
muerto»). Lejos de ser «revolucionarias», estas dorevoluciones regresivas de movimientos po-
consignas pronunciadas por teóricos y filóso- líticos y religiosos que se abren paso queman-
fos ostensiblemente «izquierdistas» podrían do las tierras y los libros de los demás». Estas
servir muy bien como tapadera para el Partido palabras son duras y puede que ahora tenga
Republicano estadounidense u otros progra- una visión más atenuada. Pero está claro que
mas políticos de extrema derecha. Sin duda me refería a algo más amplio que un cambio
Vietnam fue un «efecto textual» (Jameson), de régimen o de política económica, como
pero no fue solamente eso, como puede ates- exigían los confederados estadounidenses en
tiguarlo cualquiera que perdiese allí la vida o 1860, los socialistas rusos en 1914, los nazis
incluso las piernas. Siempre hay un núcleo de alemanes en 1930, o los comunistas chinos
lo real que está ahí agazapado. Se puede fingir en 1945.
la enfermedad, como afirma Baudrillard. Lo Si nos atenemos a los criterios históricos
que en última instancia no se puede fingir que propuse en ese pasaje de El turista, ha
es estar libre de una enfermedad cuando habido muy pocas «revoluciones de verdad»
una enfermedad terminal está presente. Una en la historia de la humanidad: la invención
substitución total de lo simbólico por lo ima- de la agricultura y la privatización de la tierra;
ginario efectivamente destruiría la sociedad el establecimiento de religiones monoteístas
y la cultura, como sugiere Debord. Pero esa putativamente de ámbito «universal»; la Re-
substitución está lejos de completarse y hay forma protestante y el capitalismo moderno
motivos para la esperanza. «racional» (si se está de acuerdo con Weber, y
yo lo estoy); la Ilustración y el establecimiento
JDC: Tu crítica a Debord y Baudrillard re-
de instituciones democráticas (en esto todavía
sulta muy esclarecedora, otro tanto ocurre
estamos a mitad camino); la mecanización de
con tu desconfianza hacia la instituciona- los procesos de producción y la industriali-
lización de la teoría crítica en la academia, zación; y el trasporte aéreo, internet y la in-
por cierto, también en los museos de arte vención del valor negociable como soportes
contemporáneo y en el mundo del arte en necesarios para la globalización del capital y
general. En El turista explicabas que el sen- del deseo.
tido apropiado de revolución debía ser cul- Aunque entonces todavía no existía inter-
tural en un sentido amplio. «La revolución», net, en mi estudio situé el turismo moderno
en el sentido marxista y más convencional, como el brazo cultural de esta última revolu-
sería un elemento distintivo en la evolución ción. Estas seis revoluciones son las que me
de la propia modernidad hacia un estado vienen inmediatamente a la cabeza. Puede
de mayor complejidad en sus diferenciacio- que existan otras que hayan producido un
nes, no su negación. En este sentido, son las cambio total en las condiciones prácticas de la
diferenciaciones sociales, entendidas como vida cotidiana de la humanidad, pero no mu-
variables sistémicas, las que guardan el chas, si es que hay alguna otra. Lo que estas
secreto de los grandes cambios culturales. seis revoluciones tienen en común es que estu-
DM: Aquí intentaré asumir una mayor res- vieron lamentablemente infrateorizadas cuan-
ponsabilidad por lo que he dicho sobre «la do estaban sucediendo y siguen estándolo en
revolución». Bajo el epígrafe «La evolución de la actualidad. Como el «ángel de la historia»
la modernidad», dije: «esta revolución es una de Walter Benjamin, las testimoniamos pero

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Dean MacCannell - José Díaz Cuyás

no tenemos una verdadera comprensión de puede tener significado por sí mismo. «En el
por qué o cómo ocurrieron, o cómo continúan principio existía la diferenciación». Los siste-
afectando todos los aspectos de nuestra vida. mas simbólicos están diseñados para producir
Simplemente se van acumulando. nuevos procedimientos, ideas, invenciones y
El motivo por el cual ha habido tan pocas significados. Esa es su esencia. Pierce dijo:
incidencias de lo que denominé una «verda- «un nuevo símbolo solo puede surgir a partir
dera revolución», así como la ubicuidad de sus de otro símbolo. Omne symbolum de symbolo.
efectos, puede rastrearse hasta un mecanismo Una vez existe, un símbolo se extiende entre
específico de la cultura humana que ha estado las gentes. Su significado crece a partir de su
escondido en plena luz del día desde los grie- uso y de su experiencia».
gos, pero que solo ha sido descrito detallada- Aquí está, en mi opinión, la dialéctica
mente en los últimos cien años. Durkheim fue fundacional y sustentadora de la cultura. Por
uno de los primeros en expresarlo y sin duda un lado, está la diferenciación basada en la
fue el más preciso: «Así pues, la vida social, dependencia de la cultura con respecto a los
en todos sus aspectos y en todos los períodos símbolos, en lo simbólico, ese poderoso motor
de su historia, solo es posible mediante un de la novedad y la complejidad que, según yo
vasto simbolismo» 2. Me encanta esta frase, sugerí, es el rasgo que define la modernidad 3.
puede que más que cualquier otra que se haya La diferencia o la diferenciación, afirmé, es lo
escrito en el campo de la sociología. «Todos que pone a los turistas en movimiento. Sin
sus aspectos...», «todos los períodos...», «solo embargo, por otro lado, vemos a diestro y
mediante...». ¿Qué sociólogo se atrevería hoy siniestro esfuerzos para bloquear la produc-
en día a mostrarse tan tajante, tan insistente- ción de nuevos significados, para intentar
mente seguro de haber comprendido la ver- congelar los símbolos en su lugar, para prote-
dad, y de expresarla de una forma tan directa? ger los reductos religiosos —u otros reductos
Sin lo simbólico la sociedad no existe. No institucionales de nuestra civilización— de
puede existir. No tendríamos ni arte ni litera- sus orígenes en el motor de la propia cultura.
tura ni, por supuesto, ninguna «revolución» Efectivamente, incluso para proteger la idea
de ningún tipo. También perderíamos casi de la «revolución» de ser triturada por la
todas las otras cosas que damos por hecho: máquina simbólica en movimiento perpetuo
no habría ningún tipo de lenguaje, normas o operando a pleno rendimiento en el subsóta-
leyes, interacción cara a cara, clanes familia- no de la cultura.
res, instrucción o aprendizaje, intercambios Hay tres grandes temas que convergen
económicos, transmisión de valores, lógica, en las páginas de El turista. Y tienes razón
al observar que allí solo están parcialmente
etcétera.
tratados. Creo que en la actualidad nuestras
Existen importantes aspectos de la transmi-
herramientas intelectuales son más eficaces
sión simbólica de la cultura que están ocultos.
y tal vez sea posible caracterizar con más
Se trata de un concepto mucho más amplio
exactitud qué pasa a medida que esos tres
que el de una mera herramienta para la «co-
temas salen a la luz y se combinan. Así es
municación humana». Lo que aprendimos de
Saussure y de Pierce es que ningún símbolo
3 Mientras estaba trabajando en The Tourist, Derrida
argumentaba de un modo mucho más elegante y
2 durKHeiM, éMile: Elementary Forms of the Religious Life, preciso que el diferimiento del significado, la diferencia,
Free Press, Nueva York, 1995, p. 264. es la base de todos los sistemas de signos.

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como los vería hoy en día: (1) A partir de ya puestos, ¿cómo se puede ir desde El capital
La división del trabajo social de Durkheim y el Manifiesto comunista hasta el desorbitado
y de la «solidaridad orgánica», el tema de la capitalismo chino o la corrupta cleptocracia
creciente diferenciación y complejidad social rusa?
—o la alineación como nuevo concepto de lo No he perdido la esperanza en «la revolu-
normal—. (2) La tensión (tanto en términos ción», pero creo que la buscamos en lugares
de énfasis como de presión) de lo simbólico, completamente equivocados. Y necesitamos
subrayado por Durkheim y meticulosamen- ser más realistas a la hora de proponernos ob-
te abordado en la lectura magistral que jetivos. Con toda la deferencia y respeto que se
Freud/Lacan y Derrida hicieron de Saussure. le debe a Jesús, no puedo sino discrepar con
(3) Un avance en el principio democrático de una de sus últimas declaraciones. No son los
la inclusión dramáticamente manifestado en pobres, sino los ricos, quienes siempre estarán
la globalización de los valores humanos, el re- con nosotros. Si nadie es rico no puede existir
conocimiento de que todas las voces deben ser la pobreza, ni relativa ni absoluta. Tenemos
escuchadas, que toda diferencia humana nor- que ayudar a la gente adinerada a comprender
mativamente arraigada debe ser respetada. La que seguirán siendo fabulosamente ricos aun
figura del turista, del modo en que entonces cuando solo tengan el doble de riqueza que el
la perfilé intencionadamente, está presente a resto de nosotros, no mil veces más.
lo largo de estos tres temas.
Entonces, ¿qué significa esto para «la revolu- JDC: Estaba pensando en la importancia
ción» que defienden Debord y otros exponen- del concepto de «revolución» para el arte
tes de la Nueva Izquierda? Lo más evidente es desde el romanticismo en adelante, pero
que sus miras eran demasiado bajas. La justifi- especialmente desde las vanguardias. El
cada demanda de una trasferencia de riqueza adjetivo revolucionario es muy común para
desde quienes más tienen hacia quienes la referirse a los artistas, forma parte de la
producen es una gran idea, pero su ámbito es mitología del arte moderno, pero es com-
mucho más reducido en comparación con el plicado saber lo que significa en cada lugar
tipo de transformaciones revolucionarias que y en cada momento. Una supuesta obra de
realmente están arraigadas en la conciencia arte revolucionaria pasará al poco tiempo
humana y en la sociedad. Las correcciones a convertirse en una importante atracción
en materia de injusticia económica deben ser para los visitantes-turistas del museo. Esto
concebidas como parte de un conjunto mucho es obvio, pero lo más destacable es que en
más amplio de ideas y de prácticas. Toda ac- la actualidad, lo que podemos denominar
tividad revolucionaria actual debería hacerse como «actitud» revolucionaria, un discurso
con una advertencia: las grandes revoluciones vago a lo Debord vía teoría crítica, más
no tenían un guion. O, si lo tuvieron, como las o menos puesto al día, resulta en buena
de Calvino o Lutero, cuando al final se desa- medida predominante en ámbitos muy
rrollaron nunca se siguió el guion. Leí La ética representativos del arte contemporáneo.
protestante de Weber como una gran farsa Cuando el mito de la revolución ha perdido
llena de ironía. ¿De qué otro modo puede in- su elocuencia en nuestra práctica política y
terpretarse el vínculo lógico entre la primera social, pareciera que las instituciones artís-
doctrina protestante de ascetismo mundano y ticas hayan asumido la función de festejar
la codicia del capitalismo contemporáneo? O, su pérdida, de organizar eventos artísticos

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Dean MacCannell - José Díaz Cuyás

«revolucionarios» como una suerte de nos- valiosos recursos, reciclando nuestros deshe-
tálgicas ceremonias souvenir. chos, etc.; (2) la lucha de algunos de nosotros
DM: «La revolución», y especialmente la para completar el proyecto de la democracia
figura romántica del revolucionario, es un hasta el punto que pueda realmente cumplir
mito que hoy en día inhabilita eficazmente a sus promesas de vida, libertad y bienestar
la izquierda. Tus comentarios e interrogantes para todos; (3) dislocaciones geoculturales
sugieren que el mundo del arte ya ha empe- sin precedentes —millones de personas en
zado a darse cuenta de esto por sí mismo, movimiento—, enormes y bruscos flujos de
cuestionando su mito revolucionario de la migrantes, de refugiados y de turistas.
vanguardia, no tanto a nivel teórico (donde La postura más ineficaz que se podría
siempre debería tener un espacio reservado), adoptar ante este enorme giro histórico sería
sino en la práctica real. ¿Cómo es posible re- lamentarse eternamente de la fallida revolu-
conocer algo como «vanguardista» si no es ción obrera. O condenar el arte por haberse
después de que haya probado su presciencia liberado de la vida. La vida puede liberarse del
y, por consiguiente, cuando ya haya dejado de arte, pero nunca al contrario. El arte nunca
ser vanguardista? Es, como dices, «complica- muere.
do saber lo que significa en cada lugar y en JDC: Fue en los sesenta, en el momento final
cada momento». Una cosa de la que podemos del mito vanguardista, cuando el antiarte
estar seguros es que todo artista o movimien- alcanzó su punto álgido. El deseo de unir
to que se autoproclame «vanguardista» no lo arte y vida fue tan potente en las manifes-
es con casi toda seguridad. La teoría crítica taciones más radicales del arte experimen-
académica actual (puede que este sea su pro- tal que algunas obras del período parecen
ducto más fiable) garantiza una proliferación celebrar jubilosamente la muerte del arte.
de simulacros vanguardistas —teoría, arte, Los artistas festejaban la muerte del arte
prácticas comisariales o formaciones sociales porque buscaban desesperadamente la vida.
que pretenden ser vanguardistas y que a veces Este es el argumento canónico con el que se
son calificadas como «de estilo vanguardista», interpretan las tendencias vinculadas a la
«de inspiración vanguardista», o incluso «van- performance, el happening, el movimiento
guarderas»—. Fluxus y el arte procesual. Pero también
Si dejamos de lado las ínfulas de la teoría podría pensarse que aquellos artistas que
crítica y vemos, con la mirada bien templada, negaban el «arte» para confundir su práctica
qué es lo que está pasando a nuestro alrede- con la vida cotidiana lo que estaban buscan-
dor, es evidente que actualmente estamos do, a su manera, era en realidad una «expe-
sumidos en una revolución a gran escala. Sus riencia auténtica». Un tipo de autenticidad
manifestaciones más visibles parecen no estar que ya no era posible en un arte separado
relacionadas unas con otras, pero cuando se y dividido en medios tradicionales, como el
sedimente toda la polvareda parecerán un practicado por la generación anterior, y al
único acontecimiento apilado a los pies del que los jóvenes artistas acusaban de falso
ángel de la historia: (1) la lucha de la humani- y comercial. Me gustaría insistir en esta
dad por sobrevivir a los desastres medioam- polaridad auténtico-inauténtico, en lo sen-
bientales causados por el hombre, intentando cillo y fértil que resulta aplicarla a la escena
desesperadamente virar hacia fuentes sosteni- artística de los sesenta cuando las tensiones,
bles de energía, ahorrando y reponiendo los y también las contradicciones, entre arte co-

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Intercambio

Portadas de la colección de libros de viaje de Seuil, Pettite planète, iniciada por el cineasta y viajero Chris Marker en
1954 y dirigida por él, en colaboración desde el tercer número con la diseñadora Juliette Caputto, hasta el año 1964.

mercial y de vanguardia fueron llevadas al posición privilegiada del arte con respecto a
límite. ¿Consideras que es posible aplicarla nuestro cambiante orden simbólico—. Natu-
también al ámbito del arte? ralmente, en cuanto esto se saca a la luz, hay
DM: ¿Te refieres al giro que tomó el arte en un impulso frenético para reprimirlo.
la década de los sesenta al poner en valor la Lo que el arte exige a su público es compren-
experiencia y la performance, el happening, sión. La comprensión del público va desde la
y las instalaciones site-specific? Me gustaría indiferencia y el desdén hasta la reflexión y la
recuperar ese arte nuevo para la revolución ac- acción que completa la intención del artista,
tual propiamente denominada. La vanguardia pasando por las observaciones colaborativas
de los años sesenta insistía abiertamente en sobre la vida y la experiencia que son com-
que el público se implicase en él y participase pletamente nuevas, incluso para los propios
en su terminación. Mi objeción crítica a este artistas. La función del arte y su comprensión
respecto se hace eco de lo que he dicho sobre consiste en cuestionar y tal vez en mover lo
Debord. Los artistas vanguardistas de los años simbólico. Ese es el motivo por el que, durante
sesenta estaban bien encaminados, pero debe- siglos, el único arte que se denominaba «arte»
rían haber aspirado a más. era una posesión de los más privilegiados.
Cuando se contextualiza como un órgano Cualquier movimiento de lo simbólico tenía
vital de lo simbólico, desde el primer esbozo primero que pasar por ellos.
de un animal en la pared de una gruta hasta el El logro importante del arte en los años
día de hoy, todo el arte, para bien o para mal, sesenta sería su articulación de una mejor
involucra a su público y exige continuamente comprensión del arte y del papel que desem-
que su público lo complete. Más que consi- peña el artista. Como dices, se expusieron las
derarlos «vanguardistas», los movimientos «tensiones y contradicciones» entre el arte y
de los sesenta deberían ser reconocidos por su mercado. Una consecuencia positiva de
sacar a la luz cualidades y funciones del arte los años sesenta es que ha aumentado nues-
que habían estado ahí desde el principio —la tra capacidad para apreciar y aprender de un

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Dean MacCannell - José Díaz Cuyás

arte que no se ve necesariamente favorecido dificando de ese modo sus determinaciones


por la clase que se puede permitir comprarlo. semánticas. Esta aproximación no niega la
Esto puede considerarse como revolucionario importancia de la alienación en la cultura
porque tiene una importancia crucial para el de consumo, pero se abre a que clientes y
proyecto de democracia que está en desarro- usuarios puedan tener agencia, a la posi-
llo. Por su disposición y su deseo de compartir bilidad, por tanto, de prácticas artísticas y
con el resto de nosotros sus experiencias, re- de tácticas de la resistencia popular en el
flexiones y percepciones, los artistas asumen ámbito del consumo. Me parece destacable
en sus manos la responsabilidad de construir en relación con el turismo.
y reconstruir el orden simbólico. DM: Efectivamente, Michel de Certeau ar-
JDC: Con anterioridad has hecho referencia gumentaba que todos tenemos una multitud
a los peligros de «la sustitución total» del de posibilidades para hacer esto de forma
orden simbólico por el del imaginario, po- cotidiana, incluso como consumidores consu-
dría decirse que esta estrategia argumental mados en una sociedad consumista. Esa es la
resulta bastante común en las versiones más importancia de su capítulo «Valerse de: usos
populares de la teoría crítica, esto es, la de y prácticas», en el que apela al potencial de las
totalizar las categorías sociales. Cuando al- mercancías para ser subversivamente vueltas
guien sostiene que el espectáculo o el simu- contra sus creadores capitalistas. La recontex-
lacro lo dominan todo, al individuo solo le tualización de las mercancías cotidianas —y
quedan dos opciones: la completa alienación especialmente de sus imágenes corporativas
o la absoluta libertad. Conoces bien la obra publicitarias— ha sido un rasgo característico
de Michel de Certeau, su libro La invención
del arte contemporáneo desde los años sesen-
de lo cotidiano es en cierta medida una res-
ta. Según De Certeau, esto puede ampliarse a
puesta al Vigilar y castigar de Foucault. Por
todos los ámbitos de la vida. Los artistas no
un lado, celebra la lucidez de Foucault al
pueden dejar esto en paz. Con cada proyecto
virar su análisis desde los sistemas institu-
arrancan el motor de la semiosis, a veces a
cionales de poder hacia una «microfísica del
poder». Pero por otro, le acusa de priorizar toda potencia, pero a veces tímidamente, con
los sistemas de vigilancia y control que en miedo al ruido que puedan hacer.
su interpretación parecen expandirse como Me ha gustado tu comentario sobre la de-
una retícula asfixiante por todo el espacio claración de De Certeau: que el consumidor es
social. Precisamente porque está de acuer- «alguien que puede actuar del mismo modo
do con su análisis, pero no con esa función que lo hace un lector ante un libro». Exacto.
totalizadora que el propio Foucault parece Yo busco ideas esclarecedoras que se hallan
deducir, De Certeau se ocupará de las mi- insertadas en obras de arte individuales. Y
croresistencias de la gente ordinaria frente he descubierto que hay más probabilidades
a ese orden sociopolítico. Piensa que el con- de que encuentre algo que valga la pena en
sumidor no es solo un individuo pasivo y una obra de arte que en la mayor parte de la
alienado, a la manera marxista, sino alguien literatura crítica posmodernista. También soy
que puede actuar del mismo modo en que un gran admirador del arte vanguardista de
lo hace un lector ante el libro: situándose de los años sesenta, especialmente de Fluxus, y
una manera activa ante lo manufacturado sobre todo cuando una obra concreta pone en
—el orden de la ciudad, por ejemplo— y mo- cuestión algún aspecto del orden simbólico

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Intercambio

Carla Liss, Fluxkit de viaje, 1973. 10 x 11,9 x 1 cm. Portada del estuche de plástico que contiene billetes, tickets y horarios
del viaje que la autora realizó con George Maciunas por las islas griegas en 1972.

que se da tanto por hecho que se ha desvane- Semiosis, arte y turismo: algunas personas
cido de la conciencia. parecen creer que pueden tener un control
Mi forma de vivir con el arte consiste en total sobre sus propias vidas integrándose per-
considerar cada obra por sí sola. ¿Encontraré fectamente en el orden simbólico existente, es
algo que me ayude a comprender mejor algu- decir, cediendo por completo el control sobre
na parte de la vida o del mundo, incluido yo sus propias vidas. Otros de nosotros, sobre
mismo? Nunca he intentado hacer un ranking todo los artistas, buscamos aperturas en el
de artistas o de obras de arte, y no he intenta- orden simbólico, vías de escape donde poda-
mos contemplar y revisar nuestro sentido del
do comprender los modos en que otras perso-
tiempo, del espacio, de la identidad o de nues-
nas los clasifican en escuelas o movimientos
tros logros. No nos sentimos «atrapados» en
—alta o baja cultura, integrado o alternativo,
lo simbólico, nos mueve un deseo de intentar
etc.—. En mi función como científico social ampliarlo, de descubrir un «más allá» al otro
aplicado he hecho estudios sobre la pobreza lado de los muros simbólicos que nos rodean.
rural y la gente sin hogar. Con respecto a la Esa es la motivación del «excursionista ético»
experiencia de la pobreza, encontré detalles que intenté describir en mi libro más reciente.
más reveladores en una pintura de la «época El excursionista ético viaja detrás del artista, y
azul» de Picasso que en estudios sociológicos en ocasiones tal vez al lado de este.
sobre la pobreza. Para mí el arte ocupa un Por otro lado, la única vía de escape para
lugar parecido al de un ensayo de Freud, quienes intentan integrarse perfectamente en
Durkheim, Marx o Goffman, entre otros. un orden simbólico existente está en alimen-

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Dean MacCannell - José Díaz Cuyás

tar la fantasía de una liberación total de todas los situacionistas y artistas land, el cinema
y cada una de las restricciones simbólicas. La verité, e incluso las alucinaciones psicotró-
industria del turismo intenta satisfacer esta picas del arte psicodélico... En oposición a la
motivación ofreciendo «cruceros a ninguna lectura establecida del lema de los sesenta
parte con todo incluido» y, para quienes «Arte=Vida», interpretado positivamente
no pueden pagarse un crucero a ninguna como una superación de los límites del arte
parte, ofrece grandes borracheras y sexo con y como una crítica a su autonomía, me de-
desconocidos en una playa tropical llena de cantaría porque esta aspiración (imposible)
vertidos tras un vuelo barato e incómodo. Lo de un arte sin mediación, de un arte confun-
equivalente en el arte pueden ser las tenden- dido con la vida (lo real, lo inmediato) sería
cias antiarte y la celebración artística de la la plasmación de dos fenómenos históricos
muerte del arte que tú mencionabas, el uso de entrelazados: de una parte, la percepción
la basura, del excremento y de la orina para generalizada en la conciencia de las clases
hacer declaraciones artísticas, y la creación de medias de que la vida ordinaria está media-
un arte que insiste en que opera fuera de toda tizada (de que es inauténtica); y, de parte de
restricción simbólica existente. Para mí estos la subjetividad artística o contracultural, la
son síntomas de una vanguardia que no se potente idealización de una categoría nueva
siente a gusto con sus propias percepciones. y sin contenido explícito, la «vida» —¿lo no
Es muy posible que esto esté motivado, mediado?— como una suerte de talismán
como tú sugieres, por una búsqueda deses- capaz de transformar por contacto cualquier
perada de la vida. En ese caso, la vanguardia obra en arte auténtico.
busca la vida en los lugares equivocados. DM: La pregunta central que plantea El tu-
JDC: Hemos hablado antes de una aproxi- rista es: «¿Cómo viven los pueblos modernos
mación errónea a la paridad autenticidad- bajo unas condiciones en las que la sociedad
inautenticidad en relación con el deseo de se ha vuelto tan enorme y aparentemente
una vida plena sin «mediación». En este desligada de su existencia cotidiana, tan
sentido, me gustaría saber hasta qué punto especializada y compleja que nadie puede
piensas que podemos extender este análisis saber realmente cuál es su lugar dentro de la
a la dualidad mediato-inmediato. Me parece totalidad social?» Mi respuesta implica que los
útil para pensar en el arte de los sesenta y seres humanos no pueden existir sin alguna
en los «productos culturales» en general. sensación de conexión auténtica con la socie-
En este período asistimos a una pulsión dad, incluso —o sobre todo— cuando esta se
colectiva por romper con el marco de la pone, cada vez más, fuera de su alcance.
representación (mediato) para alcanzar lo En tus comentarios haces algunas observa-
real, la vida, el aquí y ahora (inmediato). ciones muy útiles sobre cómo reaccionaron
Este anhelo de inmediatez, una ilusión im- los artistas en los años sesenta al mismo reto
posible pero poderosa y seductora, ha tenido humano, y especialmente su desesperación
en el arte manifestaciones formales muy frente a él. Muchos quisieron culpabilizar al
diferentes: el happening, la performance, el capitalismo, que desde luego no era inocente,
arte Fluxus de lo cotidiano, pero también y para ellos significaba «el final del arte»,
los cubos «reales» del minimalismo, los incluso «la muerte de la propia vida». He
conceptos «objetivos» y las mediciones del sugerido que los situacionistas solo estaban
conceptual, las acciones y lugares «reales» de preparados para reconocer un tipo de revolu-

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Intercambio

ción y no veían otras que estaban sucediendo


a su alrededor. Gran parte de su desesperación
provenía del intento de comprender un pro-
blema del siglo XX mediante planteamientos
teóricos del siglo XIX insuficientemente ac-
tualizados.
Había otro factor crucial en juego que tú
también convenientemente subrayas: la ten-
dencia por parte de algunos artistas (y no
están solos en esto) de anhelar una «vida no
mediada». Las tesis de Debord están atravesa-
das por expresiones de duelo por «la unidad
perdida de la vida» 4. Sugieres que la idea de
una «vida auténtica, no mediada» no tiene
ninguna fuerza más allá de ser un tropo re-
tórico. Estoy de acuerdo y, como tal, aunque
era el arma ofensiva preferida de los situacio- Dean MacCannell en el Pórtico Real de Chartres en 1968.
Fotografía tomada el mismo mes en que comenzó a
nistas, resultaba inútil en la lucha contra las escribir El turista.
formaciones del capitalismo tardío. Lo que sí
hizo, como tú señalas, fue condenarlos a la de uno mismo y ciertamente de todos los
falsa elección entre «alienación total o libertad demás, algunos de sus aspectos importantes.
total». Esto debería inspirar al arte, no conducir a la
La ecuación de autenticidad y transparencia angustia existencialista. Como artistas y como
subjetiva puede que esté tan profundamente seres humanos no podemos dar por hechas
arraigada en el pensamiento cristiano, espe- la unidad subjetiva y la transparencia incluso
cialmente en sus variantes protestantes, que como un estado ideal aun no alcanzado.
nunca nos libraremos de ella. El ideal im- Podemos intentar compartir nuestros pen-
posible consiste en volverse subjetivamente samientos, sentimientos y experiencias subje-
abierto al otro de una forma tan completa tivos mediante el intercambio simbólico. Po-
que no haya secretos, múltiples subjetivida- demos trabajar sinceramente para acercarnos
des en una perfecta relación especular unos cada vez más los unos a los otros. Tenemos
con otros, intersubjetividad total. Es una idea grandes recursos —todo lo simbólico en su
interesante para el establecimiento de una conjunto está a nuestra disposición para esta
religión organizada en torno a la producción tarea—, sólidos precedentes en el arte y en
de culpabilidad y su expiación. Pero tiene la historia, así como ejemplos vivos de crea-
poco sentido como principio social general, y tividad a nuestro alrededor en el momento
ningún sentido para el arte. presente.
Nunca podemos saber exactamente qué es No tiene ninguna lógica que los artistas exi-
lo que pasa en nuestra propia mente, mucho jan intersubjetividad transparente y unificada
menos en la mente del otro. La conciencia como condición para la autenticidad. Si se
mantiene eficazmente escondidos, incluso pudiera conseguir, el arte no sería necesario,
como tampoco lo sería el lenguaje o cualquier
4 Ver las tesis en las pp. 2, 26, 29, 180, 187, etc. otra cosa que hace que la vida sea interesan-

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Dean MacCannell - José Díaz Cuyás

Berni Lubell, El nicho del deseo, 1993, Headlands Center for the Arts, Sausalito, California.

te y que valga la pena. Ante las condiciones cara como con la lectura de un capítulo de
actuales los artistas deberían dar un paso al Goffman. Aproximadamente desde 1995,
frente para proporcionar liderazgo en lugar Juliet y yo hemos participado cada año en
de rendirse a él. instalaciones conceptuales en galerías y ex-
En 1993 fui invitado a una residencia artísti- posiciones colectivas. El trabajo de escritura
ca en el Headlands Center for the Arts, en una es nuestra prioridad, pero todos los años nos
parte muy bonita, no edificada, de la costa tomamos unos dos meses para hacer arte
del Pacífico cerca de San Francisco. Hicimos juntos.
muchos amigos en Headlands y empezamos Mi buen amigo, el artista Victor Mario Za-
a colaborar con escultores y artistas de perfor-
balla es un indio tolteca de la tribu azteca.
mance y de instalación, primero ligeramente,
Su trabajo es inconfundiblemente moderno
clavando clavos donde me decían y después
y al mismo tiempo propio de los nativos de
más seriamente. Allí, en 1993, hice amistad
con Bernie Lubell, un brillante escultor afin- la América precolombina. Cuando le pregunté
cado en San Francisco. Me dejó ayudarlo con a Victor sobre su filosofía subyacente, esto es
cosas sencillas mientras preparaba una enor- lo que me dijo: «Mi trabajo está caracterizado
me instalación utilizando madera y cuerdas por Toltecáyotl, de dónde también se deriva el
en una sala del tamaño de un gimnasio en nombre de mi pueblo. En síntesis, es una idea
Headlands —como un puente que cruzaba filosófica según la cual el arte, la ciencia, la
toda la galería—. Trabajando con Bernie en ciudadanía y el humor están o deberían estar
esa pieza y observando después a los visitan- interconectados, y nos invita a intentar for-
tes aprendí tanto sobre la interacción cara a jar vínculos irrompibles entre estos ámbitos

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Intercambio

en todo lo que hacemos». Esto nos indica la abajo. Está construido de un modo demasia-
dirección de un mejor camino hacia delante. do sólido a un nivel que está por encima de
Paradójicamente hemos llegado a un punto sus interacciones cotidianas cara a cara para
en el que los artistas desalentados pueden, verse afectado por su desviación de la verdad.
de hecho, aprender algo de los turistas éticos. Debord y Vaneigem atribuían esta descompo-
Los turistas saben que pueden acercarse a la sición de las relaciones humanas cotidianas a
autenticidad, pero nunca encarnarla. Al fin y su substitución por el espectáculo de la mer-
al cabo no son más que turistas y su aproxi- cancía. No hay duda de que esto sucedía, pero
mación es cautelosa. No todo es tan auténtico no era una relación causal. Era simplemente
como pretende serlo. Y si es auténtico, puede el gran capital aprovechándose de un cambio
que sea sobrecogedoramente impresionante. histórico más amplio en el que estaba tan
En presencia de la autenticidad, saben que atrapado como todo lo demás.
no deben intentar tocarla. Al menos no con El patriarcado no era una vía unidireccio-
las manos. Seguramente les han pedido que nal. Quienes podían encajar sin fisuras su
permanezcan detrás del cordón de terciopelo. comportamiento en los planteamientos sim-
Pueden intentar captar una imagen de lo que bólicos patriarcales podían esperar tener rela-
ven —pero sin usar el flash—. ciones domésticas ordenadas, obtener juicios
justos sobre su comportamiento y sus logros,
JDC: Una de las preguntas que motivaron
y recompensas sociales proporcionadas con su
El turista fue: «¿Cómo puede una sociedad
aceptación y su adhesión a las normas pater-
que suprime la moralidad interpersonal (la nales. A menos, claro está, que fueran muje-
moralidad antigua o tradicional fundada res. Para las mujeres el patriarcado era una vía
en la separación entre mentira y verdad) unidireccional. Pero incluso las mujeres po-
ser una de las sociedades más solidarias, dían contar con alguna protección bajo la ley
más fuertes y progresivas conocidas en la patriarcal. Puede argumentarse que el arte, al
historia?» 5 . Hoy tendríamos más razones menos en algunos de sus ámbitos, siempre ha
para volver a plantearla. cuestionado los valores patriarcales. Y puede
DM: El camino hacia el final del patriar- que el turismo haya sido el primer gran es-
cado no es ni llano ni recto para el turista, cenario institucional que responde al final
para el artista o para el revolucionario. En las inminente del patriarcado. Pero actualmente
páginas de El turista se hallan diseminadas los efectos del declive de la metáfora paterna
referencias a otra epojé crucial para mi apro- son visibles no solo en el arte y el turismo,
ximación a la alineación-autenticidad. Se trata sino en todos lados.
de una diferencia en la función de la verdad La gente sigue adhiriéndose a un simulacro
en las sociedades basadas en la tradición, en del sistema patriarcal si así lo quiere. Dentro
contraposición con nuestra emergente socie- del fundamentalismo religioso ortodoxo ha
dad moderna altamente diferenciada. surgido un remedo (o una parodia) a veces
Cuando un miembro medio de una socie- violento de los valores tradicionales. Esta es
dad modernizada decide no interesarse por solo es una de varias reacciones actuales.
la verdad, o vivir en una fantasía creada por Además de la aceptación retrógrada de un
él mismo o por otros, su mundo no se viene patriarcado difunto, ahora tenemos: (1) un
individuo o grupo de gente con ideas afines
5 M accannell, dean: Óp. cit., p. 16. puede optar por oponerse a una restricción

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Dean MacCannell - José Díaz Cuyás

patriarcal específica e inscribirse en estruc- de sus responsabilidades para educar, defender


turas simbólicas apóstatas y abogar por ellas. y proteger a quienes están bajo su dominio.
Es predecible que el aumento del feminismo, Predijo claramente el auge del Estado Islámico
las definiciones revisionistas de género, y los y de Trump. Sugirió que la democracia podría
nuevos tipos de vínculos matrimoniales y se- proporcionar una nueva forma de comunidad
xuales vayan a ser las primeras formaciones humana que «desplace definitivamente el mo-
de este tipo. (2) Pueden proponerse estructuras delo edípico y sus clones malignos». Pero hasta
simbólicas totalmente nuevas por las que se ahora esto no ha sucedido. En lugar de ello,
puede abogar, por ejemplo, la ética medioam- afirma que la democracia «ha conservado la
biental que promueve y que se basa en el forma edípica pero no su sustancia (moderar
supuesto de que no solo los humanos, sino las pasiones egocéntricas, educar y fomentar
las plantas y los animales, el propio planeta, los objetivos comunales, sostener la sexualidad
e incluso el clima, deberían tener derechos y por medio de la diferencia). Bajo el «nombre»
personalidad jurídica. (3) La pereza extrema. del padre, un otro diferente y sádico—supe-
El abandono del sentido de responsabilidad rego inconsciente, ello— ha iniciado su reino
personal para el buen funcionamiento de toda de placer y de terror. Empieza el régimen del
la sociedad atrae a algunos hacia la idea de que hermano» 6.
no tienen ninguna responsabilidad, incluso Ahora tenemos la prueba fehaciente de que
hacia ellos mismos. No buscan formas nuevas ser congénitamente incapaz de decir la verdad
o alternativas de moralidad o de autenticidad. en cualquier circunstancia, tener múltiples
Se sumergen en sus propios egos sin ninguna divorcios y bancarrotas, carecer de ninguna
consideración hacia la vida de los demás o el motivación que no sea el interés propio y el
bienestar colectivo. La libertad pospatriarcal autobombo no es impedimento para ser elegi-
de vivir como a uno se le antoja es un arma do Presidente de Estados Unidos. La trayectoria
de doble filo. Somos libres para construir una de Trump es predecible según el modelo que
sociedad democrática que respete el potencial estoy desarrollando aquí. Con tal de que fueran
de los niños, de los hombres y de las mujeres, meramente interpersonales, todos y cada uno
que proteja completamente la naturaleza y el de sus defectos podrían ser ignorados como
medioambiente, donde los valores más altos excentricidades de un payaso entretenido o de
sean la valentía, la justicia, la honestidad, la un granuja, y/o compensados mediante pagos
confianza, la templanza, la generosidad, el res- en efectivo a sus víctimas. Cuando se pide al
peto de uno mismo y la elegancia. O podemos mismo personaje que equilibre y coordine las
construir una sociedad dominada por patanes. diferencias estructurales de carácter doméstico
Juliet Flower MacCannell nos advirtió de o a nivel geopolítico, entonces no tiene nada
esto proféticamente en su libro de 1991, The que ofrecer. Cualquier turista de los que visitan
Regime of the Brother. Aquí mis reflexiones la Casa Blanca lo podría hacer igual de bien o
sobre El turista están muy influenciadas por mejor.
su pensamiento. Se pregunta: después del Sin una dirección patriarcal debemos enfren-
patriarcado, ¿qué es lo que lo sustituirá? Pre- tarnos al futuro del mismo modo que el prover-
dijo el auge de un nuevo tipo de privilegio bial artista ante el lienzo en blanco o el escritor
masculino en el que una forma descarnada de
ego masculino asumiría todos los privilegios 6 M accannell, Juliet floWer: The Regime of the Brother,
arrogantes de viejo padre edípico, sin ninguna Routledge, Londres, 1991, pp. 12-13.

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Intercambio

ante la página en blanco. Permíteme que sugie- salvo como brazo propagandístico en su lucha
ra provisionalmente que el fin del patriarcado contra el comunismo. El único argumento para
trae tres nuevas formaciones del carácter: (1) que el gran capital tolere la democracia es de
el régimen de los patanes, (2) los perdidos y tipo moral. Y dicho argumento no se está te-
vulnerables, y (3) quienes ven el vacío como niendo en cuenta. La crítica al capitalismo, en
una oportunidad para crear un futuro mejor y términos generales, es correcta. Pero no debe-
más democrático para ellos mismos y para la ría exagerarse hasta el punto de que la única
comunidad humana en general —los artistas, solución sea deshacerse de él por completo. El
los emprendedores éticos, quienes se dedican a capitalismo necesita que se le proporcione una
una buena gobernanza que aporta beneficios a nueva orientación moral y que se revolucione
la gente, otros neorevolucionarios—. desde dentro.
Los cambios geosociales sobre los que escribí El discurso público actual está centrado casi
en El turista continúan acelerándose. Y siguen por completo en historias sobre quienes no
produciendo separaciones dramáticas de igual pueden o no quieren adaptarse a una diferen-
probabilidad entre resultados positivos y nega- ciación estructural social avanzada y al final
tivos de enorme calado. Es en esta separación del patriarcado. Dichas historias van desde
donde empieza el trabajo de la revolución quienes se refugian en versiones pervertidas de
actual. El capitalismo todavía no sabe cómo un fundamentalismo religioso medieval hasta
equilibrar la moralidad y el beneficio econó- los despidos masivos en sectores tradicionales
mico. Sigue siendo posible que una compañía del comercio y de la manufactura, pasando por
proporcione un bien o servicio necesario a individuos con doctorados que conducen taxis
un precio justo, que pague a sus empleados y trabajan en cafeterías de diseño; terroristas
un salario decente y que su rentabilidad sea criados en nuestros países que se han radicali-
suficiente para seguir funcionando e incluso zado por ellos mismos, antiguos trabajadores
crecer como compañía. Pero en nuestro mundo de fábricas que no saben qué hacer con su
posedípico, también es posible explotar a la vida salvo fumar crack y jugar a videojuegos,
gente desamparada y vulnerable para obtener neonazis que causan disturbios para preservar
beneficios. Una emprendedora oye que hay símbolos a favor de la esclavitud, holgazanes
gente con doctorados conduciendo taxis y, borrachos se toman un sabático en el submun-
¿qué decide hacer? Abrir una compañía que do turístico, miembros de la alta burguesía
haga un uso productivo del exceso de conoci- adictos a la heroína, etc. Si bien estas historias
miento, o montar UBER aprovechándose del dominan el discurso político actual, no pueden
infortunio, del fracaso de miles de personas ser el futuro de la humanidad.
que tienen tiempo, que disponen de un coche, En tanto que artistas y escritores deberíamos
y que tendrán que asumir todos los costes y intentar iluminar y solidarizarnos con las vidas
responsabilidades, una compañía de la que y los proyectos de aquellos de nosotros que se
incluso las publicaciones de economía dicen responsabilizan de dirigir nuestro orden sim-
que tiene una «cultura empresarial tóxica» y bólico en direcciones positivas con las que se
que se ha pasado al «lado oscuro». puede vivir. No creo que por ignorar las cosas
La mayor tarea, la tarea revolucionaria, será negativas estas vayan a desaparecer. Pero estoy
conseguir que el capitalismo vuelva del lado seguro de que si no sabemos valorar las adap-
de la democracia. Técnicamente el capitalismo taciones positivas y no trabajamos por ellas,
nunca ha necesitado realmente la democracia estas no cobrarán impulso.

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