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Gladernos del Sur

Año 20 - N° 37 Mayo de 2004

www.cuadernosdelsur.org.ar

Tlcrdráfiucgo
zapatistas, piqueteros y sin tierra

Nuevas radicalidades políticas

' en América latina

Hernán Ouviña*

No digan que el movimiento social excluye el te nms), a partir de la investigación


movimiento político.
en tres países: México, Argentina y
No existe movimiento político que no sea so- Brasil.
cial al mismo tiempo Se comenzará discutiendo en "un
Karl Marx nivel teórico qué entendemos por
nm; y cuan innovadores resultan con
l presente trabajo tiene por respecto a las organizaciones y gru-
objeto realizar un breve aná- pos precedentes. Luego, se realizará
lisis comparativo de los prin- una distinción entre los movimien-
cipales movimientos sociales que tos europeos y los de nuestro sub-
han emergido y se han consolidado continente. En tercer lugar, a partir
al calor de la implementación de las de una serie de ejes y características

políticas neoliberales en las dos últie generales (composición social, orga-


mas décadas en la'región. Nuestra nización, discurso emitido y formas

intención, por supuesto, no es ago- de lucha) que tornan plausible su


tar el tema, sino más bien esbozar comparación, se abordará el surgi-
una introducción a la problemática miento y la dinámica del zapatismo

en cuestión, denominada por la ma- (México), el movimiento piqueterol


yoría de los autores como “Nuevos (Argentina) y el Movimiento de Tra-

Movimientos Sociales” (en adelan- bajadores Rurales Sin Tierra (Bra-


/

* Docente de la Facultad de Ciencias Sociales '(UBA). Investigador Becario del CONICEI'.


Compilador del libro La rebelión en pasamontañas. Lecturas y diálogos a diez años del alza-
miento zapatista, de próxima publicación. Integrante del comité editorial de Cuadernos del Sur.
1 En este caso, "haremos hincapié en los movimientos de trabajadores desocupados de
carácter autónomo, entendiendo por tales a aquellos que, desde una construcción territorial
cotidiana de nuevas relaciones sociales, no dependen de ningún partido político ni central sin-
dical.

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sil), intentando dar cuenta de las di- optados a nivel” institucional, en los

ferenciasy similitudes, entre ,ellos. tumultuosos añ‘ós ‘70 y ‘80. La trage-

Por último, como complemento a dia no se ha repetido, pues, como


modo de Apéndice, s‘e’iprofundiZará farsa. ¿Cuáles son entonces, a gran-

en el estudio de cada uno de los mo- des rasgos, los factores que inducen
vimientos mencionados. (aillamarlosde esta forma? Previa-
mente, es preciso poner de mani-

Una aclaración necesaria: que fiesto un escollo mayúsculo existen-

hay de nuevo en los nms te al interior de la teoría crítica con-

Se ha convertido en un lugar co- temporánea, respecto del análisis de

mún hablar de nms a la hora de refe- este cúmulo de fenómenos recien-

rirse a los sujetos colectivos que tes: no lograr gestar y dar a luz una
irrumpieron en los últimos veinte nueva matriz de intelección, que lo ha-

años en buena parte de América lati- bilite para pensar dichos sucesos,

na, al calor de la creciente “exclu- distinguiendo lo nuevo de la expe-


sión” social, la crisis de representa- riencia tradicionalz. Tal vez estemos,

ción y la erosión. de los mecanismos como ha enunciado Raquel Gutié-

de participación política. Sin embar- rrez Aguilar (2002) “ante la necesi-


go, es preciso desmistificar su carác- dad de una nueva pauta sintética de
ter totalmente novedoSo. Como comprensión de los eventos, que

bien expresan'Riechman y Fernan-,- contribuya a iluminar el hacer y a


dez Buey (1994) “la historia misma trazar esquemas de horizontes posi-
de lassociedades modernas es una bles”. Lo cierto es que se torna im-
historia de movimientos, sociales”, prescindible el surgimiento de teorí-
por lo que referirse de esta manera a as que, desde variados ángulos con-
aquellos grupos humanos que pre- ceptuales e' interdisciplinarios, abor-
senten características innovadoras den la complejidad de este fenóme-
resulta, cuanto menos, un exceso te- no actual.
órico y político, Por ello, una primer cuestión. a
No obstante, sería igualmente destacar es que la emergencia de es-

absurdo suponer . que estos movi- tas originales formas de protesta res-

mientos socio-políticos son una co- ponde en parte a una nueva estruc-
pia fiel de aquellos derrotados, o co- tura socio-económica marcada por

2 Hace varias décadas, a propósito del carácter novedoso de las luchas obreras norte-
americanas respecto de las europeas, Mario Tronti (2001) señalaba que "las luchas obreras
tienen hoy necesidad de una nueva unidad de medida". Tal como se expresa en el Editorial
de Cuadernos del Sur N° 34 de noviembre de 2002, también Ia teoria política requiere hoy
pensar una nueva unidad de medida, que le permita medir efectivamente los alcancesy limi-
taciones de los innovadores modos de organización y lucha sociales.

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la paulatina desindus-trializa'ción y la En segundo lugar, es importante
pérdida de derechos colectivos (Gu- señalar que los partidos políticos es-

tiérrez Aguilar, 2002). Si en las déca-, tablecidos,=m'áS€allá de su tendencia

das pasadas la mayoría de las luchas ideológica, han internalizado la cri-

remitían al espacio laboral --predo- sis del Estado “intervencionista”


minantemente el fabril- como ám- (sea en" su faceta benefactora en Eu-

bito 'cohesionador e identitario, hoy ropa, o en la populista en América


en día las modalidades de protesta latina) y, por lo tanto, ya no se
social exceden la problemática del muestran aptos para mediar en la

trabajo, anclándose más-en prácticas relación Estado-Sociedad. Esto se

de tipo territorialesJ. La vivienda y la constata,lcomo indica Claus Offe

comida, la ecología, los servicios pú- (1996), en su incompetencia mani-


blicos, los derechos humanos ola fiesta y su capacidad de respuesta
recuperación de valores tradiciona- insuficiente ante -el conjunto de
les, que tienden a sersubsumidos problemas que plantean una nece-
dentro del proceso de globalización saria resolución en términos públi-
capitalista en curso, sonalgunos de cos y comunitarios.
los principales ejes que atraviesan'a Esta conjunción de factores ge-
los nmr‘. La sociedad misma deviene neró precisamente la emergencia de
un instancia de confrontación don-a organizaciones qu'e cuestionanlo'slí-

de la producción y la reproducción mite: de politica institucional, y que. la


tienden a confundirse5. literatura especializada denominó

3 A este fenómeno, Sergio Tischler (2002) lo ha llamado 'ïcrisis del sujeto leninista”.
4 Huelga aclarar que esto no implica que anteriormente no existieran este tipo de deman-
das, sino que más bien en la etapa actual han cobrado un protagonismo y relevancia inusi-
tados.
5 De manera premonitoria, Evers, Muller-Plantenberg y Spessart (1982) advertían ya a
comienzos de los años '80 sobre las consecuencias políticas de una interpretación ortodoxa
de las luchas en la esfera de Ia reproducción: "muchas organizaciones de la izquierda latino-
americana asignan una relevancia secundaria a estas formas de resistencia social. Por consi-
guiente, el ’avance' de estas organizaciones se identifica con su subordinación a las 'verda-
deras’ organizaciones de lucha social -sindicatos y partidos- para disolverse tendencialmente
en ellas” (...) "Si no se consigue hegemonizar un determinado movimiento, se pasa a utili-
zarlo -como campo de agitación y de reclutamiento, cuando no se lo boicotea y denuncia
abiertamente como ’desviación’ de la verdadera lucha de clases”. Esta práctica instrumenta»
lista se asemeja (en grado sumo a la relación que en nuestro país han intentado establecer la
mayoría de los partidos políticos con los nrns (engespecia‘licon los sectores piqueteros y
asamblearios): ‘
6 Locual no significa, por supuesto, que no sean ala vez movimientos políticos, .en la
medida en que (reivindicanser reconocidos como actores politicos por la comunidad amplia
—aunque sus formas de acción no disfruten de una legitimación conferida por instituciones
sociales establecidas- y que apuntan a objetivos cuya consecución tendria efectos que afec-
tarían a la sociedad en su conjunto más que el mismo grupo solamente" (Offe, 1996).

del sw 105
nms: Más allá‘ de sus especificidades, desarrollan de forma‘ desigual eri

ellos surgen como una respuesta sus ritmos, su existencia reivindica-

social a un vacío políticoó. En Arné- tiva, su constancia y su proyección


rica latina, en particular, expresan en el futuro y en su importancia po-
’un cierto desencanto con'relación a lítica e ideológica. El origen común

los partidos políticos y, en especial al es el conflicto, rde forma directa e

Estado, como espacios únicos de ca- indirecta, con lamaterialidad de las

nalización de demandas o elimina- relaciones de poder y dominación.

ción satisfactoria de conflictos. De No obstante, cabe aclarar que según

acuerdo a Eslavoj Zizek (2000), di- esta, concepción el movimiento so-

fieren de los movimientos tradicio- cial no constituye un proceso lineal

nales “por una cierta autolirn‘ita- que —en términos de una visión ,de-.

ción, cuyo reverso es un cierto ex- terminista de la lucha de clases- ex-


cedente”: son renuentes a entrar en presaría el carácter inexorable de las
la disputa habitual por el poder, su-‘ resistencias a los procesos de explo-

brayando su resistencia a convertir- tación y de dominación capitalista.


se en una estructura partidaria rígi- Al mismo tiempo, podemos men-

da que aspire a devenir en futura cionar como característica distintiva


mayoría gubernamental, pero al de los nms, el hecho de que al no es-

mismo tiempo dejan-en claro que tar bajo el mando de elites políticas
su-meta es mucho más. radÍCal, en externas, tienen con frecuencia for-
tanto luchan por una transforma- mas de organización menos autori-
ción fundamental del _modo de ac- tarias. En este aspecto, según Luis

tuar y de las creencias. Este proyec- Alberto Restrepo (1990), hay inclu-

to integral “de cambio de paradigma so “una ruptura consciente con las

de vida”, dirá Zizek, “necesaria- modalidades verticales de ejercicio

mente socava las bases mismas de la de la autoridad propias de los movi-

democracia formal”. , mientos tradicionales”. No son es-

Por otra parte, a la hora de definir tas, por cierto, las únicas distincio-

su carácter novedoso, es preciso te- nes sustanciales que nos obligan a

ner en cuenta que el mismo no ne- utilizar la noción de nms para deno-
cesariamente está vinculado con minar a movimientos tales como

una cuestión cronológica, sino ante los sin tierra, los zapatistas y los pi-

todo cualitativa. Definiremos en- queteros. Como veremos más ade-

tonces a los nms, siguiendo a Michel lante, también entran en juego en

Vakaloulis (2000), como un conjunto los últimos años nuevos grupos so-
cambiante de relaciones sociales de pro- ciales, originales fórmas de lucha,

testa que emergen en el seno del capitalis- así como motivaciones políticas dis-

mo contemporáneo. Estas relaciones se tintas a las clásicas.

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Algunas diferencias y rurales-, con escaso o nulo nivel edu-
similitudes entre los nms de cativo.

América latina y los de países .En segundo término, cabe desta-

capitalistas centrales car que el tipo- de relación que establecen


Un primer punto a tener en con las estructuras del Estado varía:

cuenta al realizar una comparación mientras que en Europa gran parte


entre los nms de los países capitalistas de los nms han devenido en organi-
occidentales y los de la periferia es zaciones cuyas acciones apuntan a
que, a diferencia de los del llamado consolidar un espacio de negocia-
Primer-Mundo (feminismo,,ecolo- ción y transformación soCial en el sel-

gisrno, pacifisrno, “vglobalifóbicos”, no del Estado-mismo (el- movimiento

etc.), que constituyen casi en su to- ecologista alemán, a través de la con-


talidad acciones colectivas desde formación del Partido de los Verdes,
sectores del centro, los de latinoa- es paradigmático al respecto), en
merica pueden verse como una rebe- nuestra reg-ión, el zapatismo, los Sin
lión desde los márgenes. Esto se debe Tierra y los piqueteros no parecen fo-

fundamentalmente a su composi- caliza'r‘susacciones hacia una vocación de


ción social: silos múltiples colecti- gobierno. El caso extremo lo repre-

vos que pululan en Europa, N ortea- senta el EZLN, quien tiene como

mérica y Canadá son integrados por premisa excluyente para la totalidad


hombres y mujeres, en su mayoría de sus miembros el renunciar a la as-

jóvenes, de buena posición econó- piración de cualquier tipo de cargo

mica (nueva clase media, vieja o tra- político. La apuesta es, esencialmen-

dicional clase media, y en menor te, hacia el fortalecimiento de la “so-

medida sectores periféricos al mer- ciedad civil” y de sus redes horizon-


cado de trabajo), con un nivel alto de tales de solidaridad y resistencia. Al-
educación y perdida de algunos be- go similar ocurre con la mayoría de
neficios del Estado de Bienestar, en los movimientos piqueteros en Ar-
el caso de América latina buena par,- gentina. Salvo la Federaciónde‘Tie-
te de las luchas actuales són protago-‘ rra y Vivienda, que postuló margi-
nizadas por móvimientos compues- nalmente como candidato a Luis
tos por “excluidos” —sean estos deso- D’Elia, el resto .de ellos descree del

cupados, indígenas o trabajadores proceso electoral y del Parlamento

7 Así lo manifiestan, por ejemplo, los Movimientos de-Trabajadores Desocupados de


Solano, Almirante Brown y Lanús (2001): “Hacemosnpolitica, al organizamos en los barrios,
al confrontar contra las instituciones del ..Estado que sostienen este sistema -de hambre y
muerte, al organizar nuestro futuro al margen de los aparatos burocráticos, los partidos polí-
ticos y los sindicatos tradicionales, al defender exclusivamente los intereses de los trabajado-
res y el pueblnY seguiremos haciendo 'esta’ política hasta conquistar el CAMBIO SOCIAL que
garantice una vida digna y un futuro con justicia y libertad para todos”.

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como instancia decisoria prioritaria. las tierras comunales cultivadas en los

Ello no implica, por supuesto, que Municipios Autónomos chiapanecos,

no sean conscientes de que, aunque constituyen en todos los casos instan-

de forma diferenciada, realizan una cias donde lo político y loeconómico,

práctica política constante7.- Sí supo- lejos de verse como compartimentos

ne la no subordinación del movi- separados, se amalgaman concreta-

miento alos tiempos estatales. La re- mente‘). Los tres movimientos plas-

lación del MST con el Partido de los man así de manera embrionaria, en

Trabajadores es al respecto ejempli- sus prácticas territoriales mismas, los


ficadora: Si bien mantienen un vín- gérmenes de la sociedad futura por la

culo estrecho, alpunto de postular cual luchan,,en la medida en que en.-


en algunos estados candidatos en sayan “aquí y ahora” una transforma-

conjunto, no omiten denunciar a la ción integral de la vida. Se amplía,

corriente hegemónica del PT como pues, la esfera de lo politico, arraigando


“gerenciadora de la crisis” (Stedile, cada vez más en el seno mismo de la

1998), ni menguan su capacidad de sociedad civil. Por contraste, muchos


presión a través de la toma de ha- de los grupos que conforman el mo-
ciendas en aquellos distritos gober- vimiento “alter-globalizador”, tien-

nados por tendencias de izquierdaB. den a subsumir sus prácticas a los es-
En tercer lugar, la construcciónde pasmódicos momentos en que los

organismos de contra-poder tiene co- principales funcionarios de los orga-


mo precondición lacreación y experi- nismos financieros internacionales se
mentación de nuevas relaciones. sociales no reúnen en ciudades europeas, priori-
escindidas de lo cotidiano: las cooperati- zando el carácter mediático y virtual

vas rurales de los campesinos brasile- de la protesta por sobre la territoriali-

ñ0s, los proyectos productivos de tra- zación y expansión de nuevos víncu-

bajo realizados por los piqueteros, y los sociales").

3 Esta tensión, inherente a la lucha misma en y contra la sociedad capitalista, es sinteti-


zada por Claudio Albertani (2003) en los siguientes terminos: "Los Estados-nación siguen ahí;
son nuestros enemigos y también son nuestros interlocutores. No podemos bajarla guardia:
tenemos que presionarlos, hostigarlos, acosarlos. En ocasiones habremos de negociar y lo
haremos con autonomía". '
9 A esto se ha referido en reiteradas ocasiones el MST al postular que "democracia es
tener el estomago lleno”, pregonando al mismo tiempo que "no es posible la justicia sin
Reforma Agraria”
¡0 Una de las pocas excepciones es el caso tanto de los "sin papeles" (migrantes ilegales)
como del "precariado" (hombres y mujeres cuyas dimensiones de la vida, incluida la labo-
ral, se encuentran asoladas por la incertidumbre y la movilidad impuesta), quienes —noexen-
tos de contradicciones- intentan generar desde su cotidianeidad una nueva sociabilidad insu-
misa y no capitalista, desligada de esta lógica espectacular. Desde otra perspectiva, los een-
tros sociales okupas pueden verse como ámbitos de similar construcción auto-gestiva.

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No obstante, más allá de-estas y América latina en resistencia:
otras tantas diferencias reales, se han cartografia de tres

ido generando espacios de coordina- movimientos

ción e intercambio de experiencias de En México, Brasil y Argentina


lucha y organización entre ambos existen hoy en día amplios movi-
movimientos, entre los que cabe des- mientos sociales y políticos que, más
tacar al Foro Social Mundial realizado allá de sus particularidades, tienen
en la ciudad de Porto Alegre (Brasil) una serie de característicasgenerales
durante sus primeros tres años“, y en que permiten esbozar un análisis
la India en su última convocatoria, así comparado”. Los principales ejes
como la Via Campesina, en el ámbito que los atraviesan son los siguientes:
rural. De menor envergadura —aun-
que no radicalidad—, el Encuentro Inter- 1. Composición social.

nacional cle-Pensamiento Autónomo, con- 2. Organización.


vocado en enero de 2004 en el sur del 3. Discurso emi-tido.

Gran Buenos Aires, ha sido también 4. Formas de lucha.


un terreno de diálogo y reflexión de

aquellos movimientos que apuntan, Respecto del primer punto, pue-


sin perder su vocación universalista, a de afirmarse que la progresiva margi-
una construcción más de tipo experi- nalidad conforma un rasgovcovmún de
mental. Estos encuentros han sido estos sectores en lucha. Campesinos

sumamente fructíferos para generar y trabajadores rurales empobrecidos


una perspectiva internacional que, en el caso de los SinTierra, indíge-
respetando la diversidad de intereses nas sometidos a una cultura -y una

antes descripta, pueda llegar a amalga- dinámica laboral ajenas, en Chiapas,

mar a escala mundial los discursos y así como desocupados, pobres es-
práCticas contra-hegem‘ónicos de los tructurales, y clase media pauperiza-
sectores perjudicados por la imposi- da, en las zonas periféricas de Argen-
ción de políticas neoliberales. De to- tina, dan cuenta de similares grupos
das maneras, retomaremos esta dis- sociales, mayoritariamente defini-
cusión en las conclusiones finales. dos por su carácter de “excluidos”'3,

¡1 También se han organizado, en paralelo, Foros "temáticos" en Argentina, Italia y Uruguay.


12 Vale Ia pena recordar que, no casualmente, los tres paises han atravesado profundas cri-
sis financieras (México en 1994, Brasil en 1999, y Argentina en 2001). En términos econó-
micos, en cada uno de los casos se constataron mecanismos'similares que las fomentaron:
tipos de cambio sobrevaluado, endeudamiento, incapacidad de mantener los niveles de
deuda y creciente especulación bursátil, entre otros (Sader, 2002). '
13 Huelga aclarar que esta caracterización no supone concebir a estos sujetos sociales
como ajenos o externos a la dinámica capitalista. Antes bien, se encuentran precisamente
incluídos en una variedad de redes de'control y reproducción de Ia vida en tanto que exclui-

Cuademos del Sur IOQ


en sociedades “que, co‘mparativa- y un alto grado de horizontalidad
mente, resultan las más industriali- són dos de los ejes vertebradores de

zadas de la región. ur ., los movimientos, de manera tal que


No estaríamos en presencia, por lo los fines propuestos por ellos están
tanto, de un simple antagonismo en- contenidos en sus propios medios de

tre capital y trabajo, entendido en. su construcción, despojándose del cri-

sentido clásico y restringido, aunque terio instrumentalista predominante

tampoco podemos expresar, como ha- durante décadas en la izquierda clá-


ce Alain Touraine. (1984), que se han sica. La organización del zapatismo,

“disuelto” los conflictos de clase. Lo por ejemplo, invierte la lógica tradi-

que ha ocurrido, creemos, es una cre- cional de los partidos leninistas: las
ciente complejización de dichas ten- “bases” son las que se encuentran en
siones, en el marco de una heteroge- la cúspide decisional, por debajo de
neidad estructural de las relaciones so- la cual —seubica el Comité Clandesti-

ciales que torna específica y diferen- no Revolucionario Indígena, cuyos


cial a América latina respecto de Euro- miembros son nombrados por las
pa. Por ello, siguiendo a Arturo Fer- mismas. comunidades, instancia de

nandez (1991) podemos decir que si máxima jerarquía al interior del


bienlos conceptos de clase y movimien- EZLN; Esta estructura es la que ga-

to social no pueden confundirse ni sub- rantiza en último término que “el

sumirse, Yes imperioso realizar un que mande, lo haga obedeciendo”,

‘Ïanálisis flexible y particularizado de como ellos dicen. La reciente crea-


la naturaleza de clase de cualquier mo- ción de las juntas de Buen Gobierno"
vimiento sOcial”, a los efectos de-“en- no hace más que profundizar este

riquecer y clarificar su comprensión y proceso democrático. También el

estudio prospectivo, sobre todo en re- movimiento piquetero se delinea a


giones como la latinoamericana”. través de lapráctica asamblearia, más
Con relación al segundo punto, allá de las diferencias ideológicas en-
el ejercicio de la democraciadirecta tre los diversos grupos‘s; El órgano

dos de los medios y recursos necesarios para garantizarla de manera autónoma con respec-
to al capital y a| Estado.
14 Surgidas en agosto de 2003, pueden ser vistas como instancias regionales de autogo-
bierno, que intentan coordinar la actividad de los Municipios Autónomos en Rebeldíq crea-
dos, en diciembre de 1994 con el objetivo de quebrar elcerco militar impuesto por el gobier-
no de Salinas de Gortari. De acuerdo al EZLN (2003), cada Junta "representa un esfuerzo
organizativo de las comunidades, no sólo para enfrentar los problemas de la autonomía, tam-
bién para construir un puente más directo entre ellas y el mundo”
‘5 El Movimiento Teresa Rodriguez expresa por ejemplo en su Libro Celeste (especie de
manifiesto fundacional): "el alma de nuestro Movimiento son los Cabildos (asambleas).
Quienes integramos el MTR gobernamos y deliberamos a través de nosotros mismos. No
delegamos en nadie ni el gobierno ni nuestracapacidad de deliberar. Nos reunimos en

no Mayo, de 2004
supremo donde se toman las deci- ciones tradicionales (sindicatos, par-
siones se encuentra conformado por tidos políticos, etc.), cuya estructura

delegados de cuadrillas de trabajo, organizativa de tipo piramidal escin-

emprendimientos productivos o con de en muchos casos al extremo las


medores barriales. El Movimiento bases de sus respectivas cúpulas‘diri-
Sin Tierra, por su parte, se estructu- gentes;

ra sobre la base de comisiones que En tercer lugar, los discursos pre-


designan democráticamente una di- gonados se sustraen en grado su'mo
rección política “colectiva”, evitando al de los años ’70, si bien en todos los

las figuras de presidente, secretario y casos recuperan algunas consignas


tesorero. Ello no implica, por su- elaboradas por aquel entonces, re-

puesto, que no existan en lostres ca- signiflcándolas en función de sus


sos ámbitos representativos. Pero sí prácticas concretas de resistencia.

supone una dinámica participativa y Además del humanismo guevarista,


de discusión permanente por parte resulta llamativa la influencia en los

del conjunto de los miembros del tresmovimientos, aunque en grados


movimiento, en las diferentes ins- diferentes, de la teología de la libera-
tancias deliberativas conformadas ción: los curas y militantescristianos
por una red de articulación basada en el de base brindaron un aporte funda-
consenso. mental para la conformación de las
Otra característica singular que primeras agrupaciones de trabajado-

atraviesa a estos grupos es que sus res deSocupados'ó en Argentina. Las


dirigentes y referentes máximos tie- comunidades eclesiásticas de la
nen un compromiSo vital muy fuer- “Iglesia progresista”, a su vez, dieron

te con las comunidades donde se de- sustento a la lucha del MST brasile-
sarrollan las luchas y experiencias ño desde sus inicios, propagando el

autónomas. Allí habitan, y compar- “espíritu misionero” de compañe-


ten con la comunidad las condicio- rismo y solidaridad en el campo, a

nes de existencia, como bien señala través de la Comisión Pastoral de la

Guillermo Cieza (2002). Se percibe, Tierra. En San Cristóbal de las Ca-

por lo tanto, un distanciamiento so- sas, por su parte, la acción del obispo.

cial relativamente pequeño entre los Samuel Ruiz y de su diócesis ha con-


líderes y los demás miembros o inte- tribuido enormemente a la consoli-

grantes, por contraste a las agrupa- dación del zapatismo.

Cabildos y decidimos por consenso o por mayoría que se hace o se'deja de hacer. Además,
elegimos entre nosotros a los compañeros que consideramos los más capaces para encabe-
zar la-ejecución —ysólo la ejecución- de lo resuelto."
1° Cabe mencionar los casos de Alberto Spagnolo, ex párroco y miembro del núcleo fun-
dador del MTD? de Solano, y Luis D'Elia, demócrata cristiano y máximo referente de la FI'V.

Cuadernos del'Sur III


Estas tradiciones de lucha se com- ambiente y de los recursos naturales,

binancon dos rasgos que denotan una y la problemática de género, se en-


radical innovación: la demanda de au- cuentran entre sus principales reivin-

tonomía frente al Estado y la ausencia dicaciones. N o obstante, aunque cada

de una auto-proclamación de van- uno de estos nm: nace expresando un

guardia”. Al mismo tiempo, la apela- profundo desacuerdo con el orden exis-.

ción permanente a la palabra “digni- tente, no es cierto que seagoten en la

dad” atraviesa, curiosamente, a los misma protesta. Proponen, en parale-

tres movimientos”. La negatiuidad o el lo, variadas soluciones frente al actual

rechazo hacia políticas estatales o cor- estado de cosasll. Basta leer las De-

porativas excluyentes es, asimismo, mandas Políticas, Económicas y Cul-

central”: El grito de ¡Ya basta! con el turales puestas a discusión por el za-

cual se dio a conocer el 1 de enero de patismo en la Primer Consulta Na-

1994 el EZLN, o el bloqueo de rutas y cional e Internacional por la Paz y la

caminos por parte de los grupos pi- Democracia, o los sucesivos Progra-

queteros, obstruyendo la circulación mas de la Asamblea Nacional de Tra-

del capital”, son ejemplos claros de bajadores Ocupados y Desocupados

ello. También la defensa del medio votados por los diferentes movimien-

17 Si Joao Pedro Stedile (1998), dirigente nacional del MST, ha manifestado su rechazo al
calificativo de "vanguardia", lo propio han hecho los zapatistas al expresar que el,cambio revo-
lucionario que preconizan es "anti-vanguardista". En cuanto al movimiento piquetero, si bien
existen divergencias en su seno, gran parte de ellos efectúan críticas a la concepción marxis-
ta tradicional de vanguardia, en especial los MTD’s (nucleados o no en torno a la
Coordinadora de Trabajadores Desocupados-Anibal Verón) y la Unión de Trabajadores
Desocupados de General Mosconi.
13 En el caso de los piqueteros, la consigna levantada por todos ellos es "trabajo, dignidad
y cambio social”. Los zapatistas, a su vez, han definido su movimiento como una "revuelta de
la dignidad”. El Movimiento Sin Tierra, por su parte, postula como uno de los ejes centrales
de su Programa de Reforma Agraria de 1995 "la construcción de la dignidad a través de la
democratización de la tierra y de los medios de prodUCCión".
19 En este sentido, Alain Touraine (1984) define a la “oposición” (contra quién luchan)
como uno de los tres principios de existencia de los movimientos sociales. Los otros dos prin-
cipios son el de "identidad" (a quien representan) y el de totalidad (en nombre de qué valo-
res generales lo hacen). Raúl Zibechi (2002) ha llegado incluso a calificar a esta iniciativa
como una “capacidad de veto" por parte de los nrns, que tiende a desmembrar los meca-
nismos de reproducción del sistema._ I
20 Si bien no podemos ampliarla en el presente texto, coincidimos con la hipótesis for-
mulada por Friedrich Jameson (1998) de que en la fase de subsunción real del capital se
vive "un transito de la producción a la circulación”. En este contexto, el piquete adquiere una
creciente centralidad en la dinámica antagonista de la lucha de clases.
2' Parafraseando a Antonio Negri (2003), podemos decir al respecto que "el trabajo vivo
no sólo rechaza su abstracción en el proceso de valorización capitalista y de producción de
plusvalor, sino que a su vez plantea un esquema alternativo de valorización, la autovaloriza-
ción del trabajo".

112 Mayo de 2004


tos piqueteros, o los numerosos do- les del conflicto actual en Chiapas se
cumentos de Reforma Agraria elabo- encuentra en el cercado y privatiza-

rados por los Sin Tierra de Brasil. ción de terrenos comunales indíge-
Finalmente, en cuanto a las me- nas, a partir de la modificación del

todologías de lucha y confrontación, artículo 27 de la Constitución Na-

lo que los moviliza a la acción directa cional en 1992. En menor medida,


es la necesidad de luchar contra el también el movimiento piquetero
intento de desartiCular instancias, basa buena parte de sus prácticas en

valores y culturas arraigados en la la constitución de un eSpacio auto-

comunidad. En este sentido,lha sido gestionario de producción colectiva.


fundamental la oposición al NAFTA La exigencia por parte'de trabajado-
(surgimiento del zapatismo como res desocupados de la apertura de
respuesta a su puesta de vigencia en antiguos polos industriales que es-
México) y, de manera más generali- tructuraban la vida de pueblos ente-
zada, a la futura implementación del ros, en especial en ciertas regiones
ALCA (Tratado de Libre Comercio periféricas del país, subordinado a
de las Américas) en el continente, al las Asambleas Vecinales que gestio-
punto de condicionar varias de las nan de manera democrática los pla-
prácticas resistencia utilizadas por los nes de empleo (v.g. - Mosconi) da
múltiples movimientos sociales. Ca- cuenta de una dinámica similar. La
be mencionar como proceso corn- ocupación de predios, fábricas y es-
plementario la creación de espacios tablecimientos en desuso, y su pues-
territoriales autónomos —o “públicos ta en funcionamiento teniendo co-

no estatales”- a los efectos de generar mo horizonte el trabajo desmercan-


un ámbito material independiente tilizado, es parte de este proceso; Ca-
de las formas tradicionales de rela- be destacar que, en los tres casos,

ciones sociales, que recupere la uni- aún cuando no se valen de los cana-

cidad cultural, e incluso en algunos les tradicionales para efectuar sus re-
casos lingüísta y étnica, sin descuidar clamos, en numerosas ocasiones los

en paralelo el respeto ala diversidad. utilicen. Por ello, si bien las modali-
Si en el caso del MST, la centralidad dades de protesta son menos institu-

de la demanda de tierra se percibe en cionalizadas, sin duda ha habido un

sunombre mismo, en el zapatismo avance desde acciones más desarti-

también cumple un papel funda- c‘uladas, a formas sistemáticas de


mental: tal como expresa Harry Cle- manifestación”, sustentadas por re-
aver (2000), uno de los puntos noda- cursos y fuentes no convencionales

22 El ejemplo más claro son las cortes de ruta en la Argentina: de ser manifestaciones espon-
táneas y caótic'as, han devenidoen un mecanismo de presión frente al Estado, sumamente

Cuadernos del Sur 113


que potencian la desobediencia Civil. to de. que algunos integrantes del
Sinzembargo, sería erróneo idea- MST, tal como. mencionamos, son

lizar este tipo de prácticas, descono- legisladores electos por el PT. Aún
ciendo que muchas de las demandas así, no puede ser considerado el

solicitadas por estos movimientos se “brazo rural” del par-tido, debido a

vinculan con garantizar una subsis- que las decisiones fundamentales de

tencia minimamente digna. En este losSin Tierra son t‘omadas por fuer-a

sentido, cabe preguntarse si las nue-‘ de ese ámbito“. Más allá de esta teni

vas formas de protesta —de las cuales sión, si bien las organizaciones parti-

el zapatismo, los sin tierra y los pi- darias de izquierda se han visto for-
queteros son una desus mayores ex- talecidas con las últimas elecciones

presiones, aunque desde ya no la nacionales y estaduales, el triunfo de

única23- no se hallan en parte más Lula hasta el momento no redundó


orientados a la Satisfacción de nece- en un avance concreto hacia una po-

sidades básicas, siendo más puntua- sible toma de posición favorable del
les y defensivas que las correspon- Estado, respecto de la conflictiva
dientes alas formas clásicas (v.g. mo- cuestión de la Reforma Agraria en
vimiento obrero europeo). BrasilZS.
Vale la pena, por último, reflexio- En la Argentina, por constraste, la

nar en» torno al vínculo que los nms crisis-de representación» luego del 19
establecen con los partidos políticos y el 20 ha dado como resultado una
más afines a sus intereses. En el caso desestructuración del sistema de
de los Sin Tierra, la relación con el partidos y una erosión colosal de los

Partido de los Trabajadores es suma- niveles de credibilidad de la pobla-

mente ambigua: por un lado, man- ción para con las organizaciones tra-

tienen una relación fraternal, al pun- dicionales, al punto de aparecer co-

planificado a través de variadas instancias de coordinación, tales como la Asamblea Nacional


de Trabajadores Ocupados y Desocupados, el Bloque Piquetero Nacional y Ia'CTD Anibal
Verón.
13 Otros casos paradigmáticos son el Movimiento Pachakutik de Bolivia y la Confederación
de Nacionalidades lndígenas del Ecuador, que por razones ‘de eSpacio y complejidad no desa-
rrollamos en este artículo.
.24 De hecho, Ia fuerza principal del MST radica.en su confrontación extraparlamentaria: la
invasión de terrenos improductivos, el bloqueo de carreteras, la ocupación de los Institutos
para la Reforma Agraria. La táctic‘a,la estrategia y los debates ideológicos del MST se deciden
dentro del movimiento y no están subordinados al PT oa sus representantes parlamentarios.
Por el contrario, ha sido el MST, ¿mediante estas. acciones, quien ha garantizado el compro-
miso de los dirigentes con la lucha agraria.
25 Desde fines de marzo y durante el mes de abril de 2004, alrededor de 15.000 familias
nucleadas en torno al MST iniciaron una ofensiva de toma de tierras como mecanismo de
presión, ocupando más de 50 terrenos en 14 estados brasileños. '

114 : Maya de 2004.


mo: una delas pocas consignas aglu- descriptas, asoma un adelgazamien-
tinadoras el “¡que se vayan todos!” - to ’de la capacidad institucional del
al menos hasta marzo de 2003, mo.- régimen representativo burgués pa-
mento en el cual tiende a perder vi- ra funcionar como mediación eficaz

gencia. Los movimientos piquete- ante la protesta social'que inevitable-


ros, si. bien en algunos casos forman mente engendran las políticas neoli-

parte de agrupaciones políticas de berales santificadas desde el Con-

mayor envergadura, no han logrado senso de Washington (Yunez, 2002).

aún configurar un espacio de coordi- Los partidos tradicionales, deposita-


nación transversal lo suficientemente .rios de la confianza y la expectativa
sólido como para poder incorporar iniciales de las masas en la democra-

en la agenda pública sus demandas cia en tanto garantes de ésta, fueron


fundamentales26. Tampoco en el asimismo los primerosven sufrir el

corto plazo se vislumbran iniciativas creciente descrédito popularthacia

gubernamentales que apunten a los pilares del sistema político;

erradicar los problemas de fondo Al parecer, no es entonces este el

que sentaron las bases de la actual eje directriz que permitiría “empa-

desocupación estructural, por lo que rentar” a los tres movimientos. Si en

no es descabellado pensar en un in- un comienzo el triunfo del PT -li-


tento de represión estatal a mediana mitado en términos de márgenes de
escala sobre los grupos más radicali- maniobra política y alianzas con sec-
zados, en paralelo a la cooptación (a tores de centroderecha- avizoró un

través de prebendas y concesiones futuro venturoso para el Cono Sur,


materiales) de aquellas agrupaciones en especial respecto de la constitu-
más propensas a la conciliación. ción de un polo opositor a la imple-
En México, finalmente, se ha mentación del ALCA, hoy en día,
abierto -con el quiebre de la prolon- tras la expulsión de varios legislado-
gada hegemonía del Partido Revolu- res de su ala más radical ante la nega-
cionario Institucional- un proceso tiva de votar en el Parlamento políti-
de democratización todavía incierto, cas de ajuste en el sector público, se

aunque el Partido de la Revolución desvanecen las ambiguas expectati-

Democrática no parece. generar ma- vas que se habían depositado-en las


potencialidades de un gobierno de
yores perspectivas de cambios pro-
fundos. Sin embargo, enilos tres par- izquierda en el país más poblado de

íses, más allá de las particularidades America latina. En la Argentina, no

26 La "Mesa de Diálogo" conformada por la Iglesia y el gobierno de Eduardo Duhalde


durante 2002, de la cual desde entonces forman parte la CCC y Ia FI'V, no es más que una
forma caricaturesca con la que el poder intenta ¡nstitucionalizar -a la vez que fragmentar- al
sector máslmoderado del movimiento piquetero. ‘ ' '

Cuadernos del Sur 115


se observa en los movimientos so- Con todo,-es preciso tener en claro

cialestódaVía una" voluntad real de que no hay posibilidad alguna de recons-

construir ¿tomando en parte como vtituir el movimiento local si no es desde


una perspectiva internacional; En este
ejemplo la gestación del Frente Am-
plio uruguayo y del PT de Brasil, sentido, el Foro Sociar Mundial (al

pero también experiencias menos margen de sus limitaciones) y otras


“estatalistas” como la de la Coordi- instancias más combativas aún, co-

nadora del Alto en Bolivia- un espa- mo la Vía Campesina, emergen sin

cio crítico que evite la disgregación duda como “archipiélagos.” agluti-

y permita fortalecer (o trascender, nantes y posibles puentes de comu-

según sea el caso) las disímiles de- nicación al interior de este múltiple

mandas de las organizaciones que crisol de luchas contemporáneas

componen el campo popular (secto- que demuestra que —más que nun-

res sindicales, piqueteros, estudian- ca- la rebeldía es tan global como el

tiles, vecinales, e inclusive agrarios). capital.

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Maya de 2004
APÉNDICE

Breve itinerario de los nms

Un, dos, tres, cuatro, cincomil, estuvo preparándose más. de diez


la lucha de Argentina años. Meses atrás, el EZLN festejó el
es la de México y Brasil 17 de noviembre de 1983 como la fe-

Consigna cantada en la Marcha contra cha de su fundación. En aquel enton-


el ALCA. Foro Social Mundial 2002, ces, un pequeño grupo de revolucio-
Porto Alegre narios miembros de las Fuerzas de Li-
beración Nacional se estableció en las

1. México: “para que nos montañas dela Selva Lacandona j unto


vieran, nos enmascaramos” con algunos indígenas y mestizos. Sin

El EZLN hizo su aparición pública embargo, este núcleo de militantes


el 1° de enero de 1994, el mismo día marxista-leninistas se topó con algo
en que entraba en vigencia el NAFTA. totalmente innovador. En palabras del
Al grito de ¡Ya Bastal, ocuparon la ciu- Subcomandante Marcos (1998)

dad de San Cristóbal de las Casas, jun- “nuestra cuadrada concepción del
to con otras seis cabeceras municipa- mundo y dela revolución quedó bas-

les de Chiapas. Luego de cruentos tante abollada en la confrontación con


combates —que dejaron un saldo de ca- la realidad indígena chiapaneca. De

si 200 muertos y más de un millar de los golpes salió algo nuevo, que hoy se

heridos-, el 12 de enero se estableció conoce como ‘el neozapatismo’”. De


una tregua que hasta el día de hoy no esta forma, poco a poco, de ser un mi-
fue rota, si bien el Ejercito Federal y la núsculo grupo guerrillero, el movi-
policía, en combinación con diversos miento se fue convirtiendo en una co-

grupos paramilitares de la zona, han munidad en armas (Holloway, 1997).


desencadenado desde entonces una Lo que irrumpe finalmente el 1° de
guerra de desgaste integral que incluye enero no es, por tanto, un foco terroris-

asesinatos, requisas y amedrenta- ta compuesto por revolucionarios

mientos cotidianos a los indígenas y profesionales, sino una comunidad


campesinos que participan en, o sim- rebelde “armada de verdad y de fue-
plemente simpatizan con, el movi- go”, en donde el acento está puesto en
miento zapatista. las primeras palabras. Esto explica por
Este primer levantamiento, lejos qué a pesar de existir desde hace tiem-
de ser un acontecimiento espontáneo, po numerosas guerrillas en Méxic027,

27 En la actualidad, varios grupos insurgentes armados operan en catorce estados mexica-

Cuademos del Sur 117


ninguna de ellas ha podido hasta aho- respuesta, la transformación sustan-

ra alcanzar el consenso social y políti- cial ide la¿sociedad se convierte en un


co logrado por el EZLN, no sólo en su interrogante. que se contesta en la
país, sino en buena parte del mundo. propia experiencia vivencial de las
En efecto, lo que caracteriza a es- comunidades. Todas las decisiones

tos ignotos encapuchados es precisa- importantes son discutidas antes de


mente su alejamiento respecto de las llegar a un consenso, aplicándose el
formas tradicionales de hacer políti- principio de “mandar obedeciendo”.
ca. A diferencia de los partidos y mo- El propio Marcos (1998) admitió
vimientos de izquierda clásicos, no que “nuestra única virtud como teó-
propugnan la toma del poder, ni pre- riCos fue tener la humildad para re-
tenden arrogarse el título de van- conocer que nuestro esquema teóri-

guardia. Tampoco ansían devenir un co no funcionó, que era muy limita-


grupo corporativo, que peticiona de- do, que teníamos que adaptarnos ala
mandas meramente particulares; Su realidad que se nos imponía”. ‘La- re-
famosa máxima “para todos todo, volución debe ser entonces, al decir
para nosotros nada”, no hace más de los zapatistas, un proceso auto-
que ratificar el carácter anti-sectario creativo, gestado en el propio trans-
del zapatismo, aún=cuando recupe- curso de la experiencia, esencial-
ren históricos y legítimos-derechos mente ‘democrático, no sólo en el
indígenas pisoteados por más de 500 sentido de que tiene a la democracia
años de sometimiento”. La realiza- como meta,«sino en la medida en
ción de un Encuentro Intergaláctico, que es democrática la forma misma
bajo el lema “contra el "neoliberalis- de'lucha. De ahí que sea imposible
mo y por la humanidad”, amplió aún pre-definir un punto de llegada
más el tono internacionalista de su (Holloway, 1997). Su noción de la

discurso. Veamos, pues, algunos de revolución es, además, anti-instrue


los ejes antes descriptos. mentalista, por cuanto no se entien-
El primero es su subversiva con- de como un medio para lograr un
cepción de la revolución. De ser una fin. No es la preparación de un

nas. Entre ellos, se destacan el Ejercito Popular Revolucionario (EPR), el Ejercito Wlista
Revolucionario del Pueblo (EVRP), las Fuerzas Armadas Revolucionarios del Pueblo (FARP) y
el Ejercito Revolucionario Popular (ERP). _ I j
23 'La tensión entre actuar a modo de grupo réivindicativo de los derechos indígenas y ser
considerado un movimiento de carácter nacional ha atravesado al zapatismo'desde sus orí-
genes. De hecho, en un primer momento las comunidades de la Selva Lacandona miembros
del EZLN habían barajado la posibilidad de darse a conocer el 12 de octubre de 1992, fecha
conmemorativa de los 500 años de dominación occidental en el continente. Sin embargo,
luego de un profundo debate, se optó por "emerger" el mismo dia en que se efectuaba Ia
puesta en vigencia del NAFTA (Tratado de Libre Comercio) en México.

118 Mayo de 15004


evento futuro, sino la transforma- rizontalidad son ejesdirectrices. El
ción hoy de las prácticas y formas de “mandar obedeciendo” no es una
relacionarse. También resulta en mera consigna, sino que 'encarna en
parte anti-definicional: camina pre- el conjunto de instituciones que han
guntando, no contestando; supone dado luz en la selva Lacandona.» Los

un viaje constante más que un hori- llamados Municipios Autónomo: son el


zonte determinado de manera teleo- mejor ejemplo que este ejercicio de
lógical‘). La apertura y la incertidum- democracia directa y participación
bre son, por tanto, inmanentes al política ampliada. Como ha expresa-
concepto zapatista de revolución. do Marcos (1998), su creación “es la

Resignificando a Antonio Grams- forma en que las comunidades indí-


ci, en su noción de sujeto revolucio- genas cumplen y aplican los acuerdos
nario, la “sociedad civil” es el verda- de San Andrés”. Estos acuerdos “re-

dero agente del cambio radital. En conocen la capacidad de los pueblos


ella se incluye a los múltiples actores indígenas para gobernarse según sus
sociales y políticos que luchan a dia- usos y-costumbres, según sus formas
rio “contra el neoliberalismo y por la internas, y eSo es lo que se está apli-
humanidad”, a través de formas de cando-y eso es lo que da sentido a los
organización autónomas. La lucha Municipios Autónomos. Esto es lo

por la dignidad (por el control sobre que pasa ahora; aún si el gobierno no
nuestras propias vidas) no es de cumple los acuerdos, ellos los dan
acuerdo al zapatismo privilegio de por acordados y lo están aplicando”.
ningún grupo definido. Tal como Sin embargo, sería erróneo pensar
afirman en una de sus proclamas, “la que el zapatismo no hace más que re-
revuelta de la dignidad viene del vitalizar las instancias tradicionales
fondo de nosotros mismos” (...) “es de organización indígena. Antes
esa Patria sin nacionalidad, ese arco bien, lo que se ha producido es una
iris que es también puente, ese mur- especie de híbrido entre estas formas
mullo del corazón sin importar la propias de los pueblos originarios y
sangre que lo vive, esa rebelde irre- elementos innovadores. Si por un la-
verencia que'burla fronteras, adua- do se ha mantenido la tradición se-
nasy guerras” (EZLN, 1995). gún la cual la asamblea de cada co-
Asimismo, su forma organizativa munidad es el órgano máximo de de-
implica que el autogobierno y la ho- cisión, por el otro se ha adoptado un

29 De ahí las numerosas caravanas y movilizaciones realizadas, entre la que se destaca la


"Marcha del Color de la Tierra‘l, del 24 de febrero al 2 de abril-de 2001. También el MST ha
realizado incontables caminatas y marchas con un objetivo similar: "dialogar con lasociedad"
y "explicarle a Ia población el sentido de la lucha” intentando "romper el aislamiento" que los
sucesivos gobieinos tratan de imponerle al movimiento (Stedile y Fernandez, 2000).

Cuadernos del Sur 119


funcionamiento consejista para la co- de la política de desguace estructural
ordinación de acciones (Abad Do- del Estado impulsada por el gobier-

mínguez, 2002). no de Carlos Menem.


'Como expresa Marina Farinetti

2. Argentina: “¡piqueteros, (1.999), a partir de 1994, por el im-

carajo!” pacto del aumento de las tasas de in-


En nuestro país existen una mul- terés en EEUU y, particularmente,

tiplicidad de movimientos sociales de la devaluación mexicana, la estrar-

en lucha. Podríadecirse que si en los tegia económica que permitió al go-


años ’80 los derechos humanos fue- bierno nacional afrontar el ajuste

ron el aglutinante mayor, envlos ’90 (altamente dependiente del flujo de


la desocupación y la descomposición capitales externos y de la expansión.
social de las clases medias dieron lu- de la demanda interna) mostró su

gar al surgimiento de organizaciones fragilidad. Los gobiernos provincia-


que intentaban impugnar las políti- les, jaqueados por la crisis financiera,

cas neoliberales aplicadas de manera el descenso de los recursos fiscales y


sistemática a lo largo de la llamada el acrecentamiento de las presiones
.“década menemista”30. De esta for- del gobierno nacional por imple-
ma, en los primeros años del gobier- mentar el ajuste, no tuvieron otra
no del Partido justicialista se fueron opción que poner en marcha las re-
generando, al calor del aumento es- formas que habían evitado hasta en-
trepitoso de los índices de desem- tonces: centralmente, la privatiza-
pleo, numerosos grupos y coordina- ción de empresas públicas y la trans-
doras que nucleaban a, trabajadores ferencia de los sistemas previsiona-
desocupados. Teniendo como dispa- les al Estado central. Esta vuelta de
rador originario en diciembre de tuerca del ajuste puso a las adminis-
1993* el estallido social conocido co- traciones provinciales en gravísimos

mo Santiagazo, comienzan a irrum- apuros. En muchos casos, no pudie-

pir en la escena pública sucesivas ron ni siquiera afrontar el pago de

“puebladas”. Su surgimiento estuvo los salarios de sus empleados.

vinculado a los procesos de ajuste A lo largo de 1997, elcorte de ru-

emprendidos inicialmente por los ta se generaliza en tanto modalidad


gobiernos provinciales a instancias de protesta. Es así como emerge la

3° Con esto no estamos afirmando que las organizaciones de derechos humanas hayan
dejado de tenerun protagonismo en las luchas sociales y políticas. El caso más ejemplifica-
dores el de la agrupación juvenil'H.lJ.O.S (Hijos por Ia Identidad-y la Justicia, contra el Olvido
y el Silencio), que a través de los "e'scraches populares” ha instalado una nueva forma de
condena social, frente a la impunidad otorgada desde el EStadoa cientos de represores de
Ia última dictadura militar.

120 Mayo de 2004


práctica del piquete“: en los pueblos de piqueteros en el conurbano, el

de Cutral Co y Plaza Huin-cul (y Ministerio de Desarrollo .Social a

posteriormente enTartagal) en los cargo de Fernández Meijide intro-


meses de mayo y j uni032:-;Frente aes- duce una modificación en la distri-

te panorama, el gobierno comienza a bución de los planes —en general, en


implementar los Planes Trabajar c0- manos de los municipios-, propo-
mo herramienta de descompresión niendo que estos sólo sean asignados
del conflicto. a ONG’s que se responsabilizan de
Inmediatamente luego de estos su ejecución. Pero en lugar de conte-
acontecimientos, en la zona sur del ner la práctica piquetera, esto la ins-
Gran Buenos Aires surgen varios titucionaliza y la potencia”.

grupos que se autodefinen “piquete- Así fueron consolidándose, a par-


ros”, emulando la acción realizada tir de la acción directa basada enel

por los desocupados de otras provin- trabajo territorial, además de los


cias del país. Durante la segunda mie MTD’s (Movimiento de Trabajado-
tad del año se registran en el conur- res Desocupados), la CCC (Co-
bano un total de 23 bloqueos de ru- rriente Clasista‘ y Combativa), la
tas y accesos a la Capital Federal. Sin FTV (Federación de Tierra y Vivien-
embargo, la gran expansión del fe- da), así como otras organizaciones,
nómeno sezproduce recién en tiem- en muchos casos de menorenverga-
pos del gobierno de Fernando De la dura, como el .MTL (Movimiento
Rúa. Cómo explica Julio Burdman Territorial del Liberación), el MTR
(2001) “con el doble objetivo de (Movimiento. Teresa Rodriguez), el
afectar la estructura clientelista en la PO (Polo Obrero), el Movimiento
provincia de Buenos Aires y limitar Barrios de Pie, el MIjD (Movimien-

el crecimiento de pequeños grupos to Independiente dejubilados y De-

3‘ Tal como nos recuerda Perazzi (2003), el vocablo remite a Ia clásica modalidad de pre-
sión sindical consistente en obstaculizar el ingreso a las fábricas, paralizandola producción y,
una vez transcurrido un cierto tiempo, obtener el suficiente poder de negociación como para
satisfacer los reclamos que dieron origen a Ia medida.
32 Ya en 1996, en Cutral Co y Plaza Huincul, más de 20 mil personas (alrededor de la
mitad de la población total), decidieron espontáneamente apropiarse durante semanas de las
rutas nacionales yprovinciales, para solicitarla instalación en la zona de una planta fertilizan-
te con el objetivo de obtener nuevos puestos detrabajo (Perazzi, 2003). Vale la pena men-
cionar este antecedente, a los efectos de contrastar las formas organizativas que asumen y el
tipo dedemandas que hoy en día exigen los diferentes movimientos piqueteros, las cuales
exceden ampliamente la mera creación de fuentes de empleo. Al respecto, puede consultar-
se el Programa votado el 28 y 29 de septiembre de 2002 por la Tercer Asamblea Nacional
de Trabajadores Ocupados y Desocupados, convocada por el Bloque Piquetero Nacional, el
Movimiento Barrios de Pie, la Coordinadora de Trabajadores Desocupados y el Movimientos
independiente de Jubilados y Desocupados.

Cuadernos del Sur 121


socupados), el MST (Movimiento de movilización y envergadura de las
diferentes organizaciones de trabaja-
Sin Trabajo) ry- la .CTD (Coordina-
dora de Trabajadores Desocupados), dores desocupados, los cortes asu-

en tanto esfuerzos colectivos por tre- mían una dinámica de acción centrí-

construir el tejido social roto por la peta (Perazzi, 2002). Es así como en

Dictadura Militar a partir del Golpe noviembre de 2000 se realiza en dis-


de Estado de 1976. También diversas tintos puntos del conurbano bonae-

son las prácticas que constituyen al rense un piquete coordinado en es-

movimiento piquetero: desde las cala. De ahí en más, la cantidad de

modalidades más creativas de traba- prácticas de este tipo irán en aumen-

jo informal, hasta‘las ollas populares, to, al punto de llegar en el año 2002

pasando por el trueque y la inven- más de 1.100 los cortes de ruta en to-

ción de formas de convivencia en los do el país, registrándose enel 2003

propios cortes de ruta. cerca de 250 piquetes solamente en

Cabe destacar que, en los pique- la provincia de Buenos Aires.

tes,- las asambleas son'no sólo órga- Sin embargo, sería incorrecto re-

nos de decisión política, sino autén- ducir a estos movimientos a la inte-

ticos dispositivos de regulación'de la rrupción o bloqueo del transito. De


vida tomando como parámetro la hecho, buena parte de las acciones
solidaridad y el compañerismo. De que los constituyen como tales se
esta manera, tal como expresa Pablo encuentran por fuera del piquete: en
Perazzi (2002) poco 'a poco el pique- los barrios y espacios autogestiona-

te l‘deja. de representar únicamente ‘dos por ellos mismos. En efecto, al


una medida de acción-directa —y por igual que los zapatistas y los sin tie-
lo tanto de duración limitada-, ex- rra, en dichos ámbitos intentan
presando cada vez más un modo de componer instancias de subsistencia
organización relativamente estable autónomas con respecto al mercado
que suele exceder la inmediatez del y al Estado. A ello apuntan los múlti-

reclamo puntual”, buscando tornar ples “emprendimientos de trabajo”:


visible idearios político-sociales, a fábrica de grasa, herrería, panadería,

través del traslado de la oscura reali- bloquera (producción de ladrillos),


dad barrial a una geografía pública. cuadrillas de construcción, elabora-

Por ello, si los primeros piquetes ción de artículos de limpieza, rope-'

se produjeron a cientos de kilóme- ros y farmacias comunitarios, me-

tros de los principales centros urba- renderos, comedores populares, y

nos, a'medida que crecía la capacidad demás prácticas cooperantes”.

33 Esta es quizás una de las mayores limitaciones del movimiento piquetero: a diferencia
del MST (que cuenta con alrededor de 4.000 asentamientos y millones de hectáreas bajo

122 Mayo de 2304


3. Brasil: “tierra y libertad” rra y una expansión de la- mecaniza-
Tal como relatan Frei Sérgio» Gor,- ción de los cultivos, de la utilización

gen yJoa-o Pedro Stedile (1984), la delos insumos industriales. Muchos


historia del Movimiento Sin Tierra trabajadores fueron así reemplazados
no tiene una fecha especifica“ en por maquinaria, por lo que resulta-
cuanto a su origen. Sus más cercanos ron expulsados de las tierras. Este y
antecedentes se los puede encontrar otros catalizadores agudizaron la re-
en los diferentes acontecimientos ducción de la mano de obra en esas

que se desarrollaron principalmente haciendas. También se fue tornando

en 1978.-Es a partir de esta fecha que cada vez más inviable para los trabaja-
las luchas de los agricultores sin tie- dores rurales excluidos-de la agricul-
rra comenzaron a organizarse para tura la emigración hacia regiones
la conquista de una área de tierra, amazónicas o el éxodo rural hacia las

multiplicándose así las ocupaciones ciudades. En tercer lugar, el trabajo


en distintas regiones. Pero todavía de la iglesia católica, a través de las
estas acciones eran aisladas, siendo pastorales rurales, llevo a cabo una
recién en 1981 cuando comenzaron concientización de los campesinos

los encuentros de los dirigentes de sobre sus derechos a la tierra. Todo

estas luchas localizadas, encuentros esto generó unacorriente de trans-


promovidos por la Comisión Pasto- formación en los sindicatos rurales
ral de la Tierra. Como resultado de tradicionales, que se volvieron más
estas articulaciones de las diferentes combativos, pasando a estimular y
luchas que se estaban dando, se rea- apoyar la lucha por territorios pro-

lizó en enero de 1984, en Cascavel pios. Por ultimo, elproceso de aper-

(Paraná), el Primer Encuentro N a- tura democrática y la derrota del régi-

cional de los Sin Tierra. men militar, durante el gobierno de


Como factores que determinaron Figueiredo, influyó positivamente en
el surgimiento del MST puede men- las posibilidades de que los campesi-
cionarse, en primer lugar, el econó-- nos sin tierra se organizasenen sindi-
mico: durante la década de los 70 hu- cato y en movimiento, al perder el
bo una gran concentración de la. tie- miedo a la represión política.

control comunitario) y de los zapatistas (cuya zona de influencia directa abarca a más de la
mitad del estado de Chiapas), los trabajadores desocupados de la periferia urbana no han
logrado aún conquistar un espacio territorial autónomo de envergadura, donde ensayar nue-
vas formas de producir su propia vida en términos colectivos. De más está decir que esta
perspectiva no implica adscribir a aquellos proyectos que ilusoriamente conciben la posibili-
dad de consolidar a mediano y largo plazo una autosustentación, en pequeña escala, al mar-
gen de las relaciones sóciales capitalistas. Creemos que, más que a "islas", habría que apos-
tar la conformación de "archipiélagos" que tengan como horizonte articularse a nivel nacio-
nal, regional y hasta planetario.

Cuadernos del Sur 123


Respecto de su composición so- todos los agriCultores que quieran tra-

cio-económica, el Movimiento de bajarla. Se incluirían, .por supuesto,

los Trabajadores Rurales Sin Tierra medidas complementarias de política

de Brasil reúne a aparceros, arrenda- agrícola, como créditos, precios, asis-


tarios, medieros, asalariadosrurales, tencia técnica y seguridad rural, nece-

ocupantes, y pequeños campesinos. sarias para garantizar la viabilidad y

Dentro de esta diversidad de secto- rentabilidad de la pequeña produc-

res, predomina el campesino‘rural, ción. Por último, el tercer objetivo es


si bien entendido como trabajador luchar por una sociedad más justa, sin

en un sentido amplio.- explotadores ni explotados. Este pro-


En cuanto a los objetivos y metas pósito tiene un claro carácter político,

del MST, podemos afirmar que a pues está relacionado con la organiza-

grandes rasgos tres son los ejes direc- ción de la sociedad y con el poder po-

trices por los que lucha: la tierra, la re- lítico dentro de ella. Luchar por la re-

forma agraria y una sociedad mas jus- forma .agraria es luchar por cambios
ta. El primer objetivo atiende a una revolucionarios en la totalidad del país

necesidad económica de superviven- (Stedile, 1998).

cia de cada familia que no-tiene tierra. En este sentido, es importante

El “sin tierra” aspira a la tierra como aclarar que el MST se considera a si


una oportunidad de trabajo, no piensa mismo un movimiento de masas cu-

ni en el enriquecimiento ni en la espe- ya principal base social son los cam-

culación, no tiene intención de ven- pesinos sin tierra, por lo que tiene un
derla mas adelante ni conservarla co- carácter, al mismo tiempo, sindical
mo una reserva de capital. Por lo tan- (en la medida en que su resistencia
to, la motivación prioritaria del movi- su vincula con la resolución del pro-
miento es conseguir resolver el pro- blema económico de las familias),
blema de la supervivencia de millares popular (porque participan diferen-

de familias de agricultores. El segundo tes sectores oprimidos que deman-


objetivo, que es-la Reforma Agraria, se dan reivindicaciones populares, es-

entiende como un conjunto amplio pecialmente en los asentamientos)-y

de medidas que tienen que ser toma- político (no en términos partidarios,

das por el gobierno para cambiar la es- sino en el sentido que quiere contri-
tructura del país y garantizar la tierra a buir a un cambio social radical)“.

34 Entre las reivindicaciones fundamentales del movimiento, cabe destacar las siguientes:
a) Expropiación de los latifundios; b) Expropiación de las tierras de propietarios multinacio-
nales; c) Definición de un tamaño máximo para la propiedad rural; d) Una política agrícola
pensada para el pequeño productor; e) Autonomía para las áreas indígenas; f) Áreas de irri-
gación enel-Nordeste; g) Cobro sumario .del impuesto Territorio Rural-ITR. Para un desarrollo
de los mismos, véase Gorgen y Stedile (1984).

124
Mayo de 2004
Con relación a las metodologías gan, de madrugada, a un latifundio
de-lucha, podemos expresar que la previamente escogido. Ya estableci-
conquista de la reforma agraria se ha- dos en el terreno, se delimita el local

ce concreta, en parte, a través de la ac- del campamento y se inicia la conse


ción inmediata por la tierra. En los trucción de las barracas forradas de

últimos 15 años, el MST ha desarro- plástico y letrinas, como primeras


llado varias formas de confrontación medidas.

para enfrentar el poder político y-eco- La, ocupación crea una situación
nómico de los latifundios y presionar de conflicto que obliga al gobierno y
a los gobiernos federal y estatal a dis- a la sociedad a fijarse en el problema
tribuir tierra entre los agricultores. Es de los Sin Tierra. Inmediatamente,

así como en primera instancia se rea- el MST, a través de la Comisión de


lizan audiencias con las autoridades Negociación de la ocupación, busca
políticas, buscando la negociación las autoridades del sector para en-
con los órganos de gobierno. Las contrar soluciones y tierras para
mismas tienen dos características: asentar a las familias ocupantes.
por un lado, los agricultores siempre Normalmente los ocupantes no exi-
negocian en grupos grandes; por otro gen la tierra ocupada, pero sí que se
lado, los trabajadores cobran punto encuentren tierras paraa'asentarlos

por punto las promesas de los gober- dentro del Estado donde la acción

nantes (Llusia, 1997). directa se ha efectuado.

Cuando el gobierno se niega a Respecto de la forma organizati-


atender a las reivindicaciones de los va, en buena medida se encuentra

trabajadores, estos pasan a utilizar condicionada por sus prácticas de


modalidades de presión política mas acción directa. En los diferentes

contundentes, en vistas de obligar a campamentos permanentes, con


los gobernantes a dialogar con el una población variable entre 500 y

movimiento. La ocupación de tierra 800 personas, la organización inter-

es la mas fuerte de estas acciones. na se crea básicamente a partir de


Los agricultores organizados en el núcleos de base formados entre 10 y
MST, agotadas las tentativas a través 30 familias. Son organizados por
delas audiencias, entran en un lati- proximidad, casi siempre con refe-
fundio, de propiedad particular o rencia al mismo municipio desde el
del gobierno, y no salen de allí sin que vinieron al campamento. En es-
una solución para las familias ocu- tos núcleos se organizan los princi-
pantes. Las ocupaciones son hechas pales servicios .y tareas: alimenta-a

por grandes grupos de campesinos ción, salud, higiene, educación, reli-.


procedentes de municipios distin- gión, recreación, etc. Para cada fun-

tos, e incluso distanCiados, q’ue lle- ción se escoge un responsable. Estos

Cuadernos del Sur ¡25


responsables forman losequipos de cio personal y familiar concreto (la
servicio del'campamento y se orga- ocupación de la tierra la conquista
nizan regularmente para evaluar y de una parcela). Lo utópico (el socia-

planear sus actividades. Existe ade- lismo) es vivenciado en actividades


más un sistema de coordinación ge- colectivas (asentamientos y coopera-
neral del campamento, responsable tivas). Por último, lo ético (la militan-
de dar unidad al trabajo de los distin- ciay las marchas) encuentra mótiva-

tos equipos, encaminar las luchas del ciones estéticas (los símbolos, como

campamento, negociar con el- go- la bandera, la música y el ritual de los


bierno y relacionarse con la socie- encuentros)”;

dad. Esta organización incluye a la


Asamblea General del campamento
Bibliografia
(órgano-máximo de decisión que se
reúne periódicamente), a los lideres
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de núcleos, que se reúnen también
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