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Matricula: 2-19-4527
Tema: Asertividad
Matricula: 2-19-4527
Fecha: 31-03-23
Asertividad
Ser asertivo significa ser capaz de defender tus propios derechos o los de otras personas
de forma positiva y pausada, tranquila, sin ser agresivo ni dejar que lo sean contigo.
Consiste en conversar de una manera armoniosa, de forma que se pueda afrontar la
discrepancia hacia la resolución del conflicto.
Ser asertivo es una habilidad de comunicación fundamental. El asertividad te permite
expresarte de forma eficaz y defender tu punto de vista. También puede ayudarte a
hacer esto a la vez que respetas los derechos y creencias de los demás. Ser asertivo
también te puede ayudar a aumentar tu autoestima y a ganarte el respeto de los demás.
Esto puede ayudar en el manejo del estrés. Puede ayudarte especialmente a reducir el
estrés si tiendes a asumir demasiadas responsabilidades porque te es difícil decir que no.
Escuchan activamente
Los individuos asertivos escuchan, escuchan de verdad. No solo eso, sino que escuchan
de forma activa. ¿Qué quiere decir eso? Pues que prestan atención no solo a lo que la
otra persona dice, sino lo que siente y lo que expresa emocionalmente. Esto lo
consiguen con un contacto visual correcto, sin interrumpir a la otra persona y validando
emocionalmente al otro interlocutor para confirmar que ha recibido la información
verbal y no verbal de manera correcta.
El conflicto interno que puede generar este comportamiento pasivo puede llevar a lo
siguiente:
Estrés
Resentimiento
Ira creciente
Sentimientos de victimización
Deseo de venganza
Dudas o cuestionamiento de tu propia capacidad de juicio.
10 frase
Cuando alguien nos diga que no está de acuerdo con nosotros o que hicimos algo mal,
responder de este modo evita que caigamos en una escalada de argumentos.
2. “Es tu decisión”
Cuando alguien nos amenace con hacer algo: “Mirá que, si vos no hacés lo que yo te
pido, te voy a abandonar, ¿eh?”, dejémosle en claro que es “su” decisión actuar así.
Esta frase es muy útil en especial con la gente que posee una gran capacidad
argumentativa y da vueltas con sus palabras para envolvernos y manipularnos. “Pero
decime por qué…”. “No es negociable, gracias”. Repitámosla como un disco rayado
manteniéndonos firmes en nuestra postura, aunque el otro continúe insistiendo.
Esta frase resulta apropiada para tratar con una persona quejosa, pues le permite hacer
un poco de catarsis para luego salir de esa postura y proponer una solución.
Hay personas a las que les encanta discutir y se comunican por medio de ironías para
“enganchar” al otro y armar la pelea. Esta frase nos evita dar nuestra opinión y, sobre
todo, caer en sus redes.