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1.

—Lo que sabemos —respondió— es que nuestro abuelo, o sea, tu bisabuelo, se


dedicaba a la importación y venta de maquinaria, sobre todo de Alemania.
Los dos hombres, policías seguramente, parecieron dudar, pero el aspecto de
Amelia los disuadió.

2. Nosotros éramos campesinos, no señoritos; nuestra gente era como Josep.

3. Santiago no cedió, y aunque Amelia trató de convencerle, primero con mimos y


carantoñas, luego con lloros, y más tarde con gritos, lo cierto es que no se atrevió a
salir de casa sin la aprobación de su marido.

4. El capitán aguardaba en la sala de torturas y la miró con gesto cansado, con


desprecio por hacerle perder su valioso tiempo.

5. Moscú cuenta desde abril con trenes subterráneos, un metro con ochenta y dos
kilómetros de recorrido; pero siendo eso importante, aún lo es más que las
estaciones están decoradas con obras de arte, con arañas de cristal, con cuadros y
frescos en las paredes... y todo eso para los obreros, para los que nunca han tenido
la oportunidad de ver un cuadro ni de iluminarse con esas lámparas de cristal fino...

6. Pero volviendo a aquella cena... Cantaron villancicos, comieron y bebieron todas


aquellas cosas que no llegaban a la mesa de los pobres. Aún recuerdo que cenamos
pavo con castañas...

7. Amelia era guapa, elegante, afable, tenía cierta cultura, y sobre todo la pátina
que le da a uno haber crecido rodeado de cosas bellas, libros, cuadros, muebles...
Lola primero había sido asistenta y luego planchadora y costurera.

8. Pidió a Bob que le proporcionara copas de cristal veneciano o de Bohemia,


además de cubiertos de plata y un mantel de hilo fino.

9. ¿Con qué vamos a luchar? No tenemos armas, ni dinero, ni esperanza. Nadie va


a ayudarnos, Amelia

10. Las tiendas especiales donde compraban los jerarcas estaban bien surtidas de
productos de Europa, de manera que no era raro verle llegar con mantequilla
holandesa, vino español, aceite italiano o queso francés. Para nosotros eran lujos
fuera de nuestro alcance y se lo agradecíamos sinceramente.

11. Pero necesito trabajar a mi aire y sin presiones - respondí sin excesiva
convicción.

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