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Monitor: podemos sentarnos. Escucharemos hoy como primera lectura un texto de Monseñor
Romero, tomado del discurso que él expuso en Lovaina, Bélgica, febrero de 1980:
Primera lectura: Comunidad de Sisimitepec
La dimensión política de la fe no es otra cosa que la respuesta de la Iglesia a las
exigencias del mundo real socio-político en que vive la Iglesia. Lo que hemos
redescubierto es que esa exigencia es primaria para la fe y que la Iglesia no puede
desentenderse de ella. No se trate de que la Iglesia se considere a sí misma como
institución política que entra en competencia con otras instancias políticas, ni que posea
unos mecanismos políticos propios; ni mucho menos se trata de que nuestra Iglesia desee
un liderazgo político. Se trata de algo más profundo y evangélico; se trata de la verdadera
opción por los pobres, de encarnarse en su mundo, de anunciarles una buena noticia, de
darles una esperanza, de animarles a una praxis liberadora, de defender su causa y de
participar en su destino. Esta opción de la Iglesia por los pobres es la que explica la
dimensión política de su fe en sus raíces y rasgos más fundamentales.
Reflexionando cantamos: Vos sos el Dios de los pobres
Vos sos el Dios de los pobres, el Dios humano y sencillo, el Dios que suda en la calle,
el Dios de rostro curtido, por eso es que te hablo yo, así como habla mi pueblo (bis).
Porque sos el Dios obrero, el cristo trabajador.
Vos vas de la mano con mi gente, luchas en el campo y la ciudad, haces fila allá en el
campamento, para que te paguen tu jornal, vos comes raspado allá en el parque, con
Eusebio, Pancho y Juan José. Y hasta protestas por el sirope cuando no te echan mucha
miel.
Yo te he visto en la pupusería, instalada en un caramanchel, te he visto vendiendo
lotería, sin que te avergüence ese papel, yo te he visto en las gasolineras, chequeando
las llantas de un camión, y hasta reparando carreteras, con guantes de cuero y overol.
Monitor: vamos a escuchar el evangelio tomado del testimonio de Mateo, un relato que nos
presenta hoy la enseñanza que Jesús dirige a sus seguidores, manifestándoles cual debe ser su
compromiso cristiano de todos los tiempos y momentos de la historia… Escuchemos.
Proclamación de la Buena Noticia de Dios según el evangelista Mateo (Mt 25, 35-40)
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos, pues tuve hambre, y ustedes me dieron de
comer; tuve sed, y me dieron de beber; anduve como forastero, y me dieron alojamiento.
Estuve sin ropa, y ustedes me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la
cárcel, y vinieron a verme.” Entonces los justos preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos
con hambre, y te dimos de comer? ¿O cuándo te vimos con sed, y te dimos de beber? ¿O
cuándo te vimos como forastero, y te dimos alojamiento, o sin ropa, y te la dimos? ¿O
cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?” El Rey les contestará: “Les
aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí
mismo lo hicieron.”.
Monición: Luego de reflexionar sobre la memoria historia y la Palabra de Dios, nos unimos al
momento de encender el fuego, la luz que va representar a cada persona que fueron asesinadas en
los años de 1930 y 1980. (Se encienden velas por los familiares).
Mario: Concretemos ahora nuestra celebración…, nos damos un fuerte abrazo de Paz. La Paz de
Cristo este siempre con nosotros…
Monición: A continuación hacemos nuestras peticiones, sabiendo que el Dios de Jesús, nos
escucha y sabe lo que nos preocupa. A cada petición contestaremos: Dios de misericordia, te lo
pedimos. (Primeras tres San Romero, las demás repartir con las otras comunidades).
1. Por las Iglesias, para que sean Iglesias comprometidas con el mensaje político de
Jesús sin temor en medio de las dificultades del mundo y mantenga siempre viva su
confianza en el amor del Padre. Oremos. Todos: Dios de misericordia, te lo pedimos.
3. Por todos los que trabajan por el bien de los demás y la promoción de la paz y la
justicia, para que las dificultades e incomprensiones no les hagan perder el ánimo y la
constancia en su trabajo. Oremos. Todos: Dios de misericordia, te lo pedimos.
4. Por todos nosotros que tenemos miedo a declarar públicamente nuestra experiencia de
fe, para que el Señor nos dé su fuerza y su valor. Oremos. Todos: Dios de
misericordia, te lo pedimos.
5. Por todos los gobernantes, para que pongan todos su empeño en conseguir la paz, la
libertad, la justicia y el bien común. Oremos. Todos: Dios de misericordia, te lo
pedimos.
6. Por todos nosotros, para que nuestro compromiso con el prójimo sea cada día más
auténtico y decidido. Oremos. Todos: Dios de misericordia, te lo pedimos.
Monitor: si alguien más desea expresar su petición, lo puede hacer en este momento……
Monitor: A continuación cantamos en Todos te presentamos…
Todos te presentamos, confiando en tu amistad, nuestro esfuerzo, nuestro sudor, nuestro
diario trabajar. Queremos ver convertidos nuestras luchas y el dolor en tu vida y en tu
valor, derrotando al opresor (coro).
Mira las esperanzas de este pueblo que hoy te llama. Mira los sufrimientos de los pobres
que te buscan. Atiende el clamor del pueblo que está viviendo en la opresión. Queremos
resucitar en tu vino y en tu pan (2 veces). (Coro).
Somos un pueblo hambriento que camina en tierra ajena. Solamente son nuestras la
miseria y las cadenas. Líbranos del egoísmo la esclavitud y la opresión. Queremos saciar
en ti nuestra sed de salvación (2 veces) (Coro).
Monitor: nos ponemos de pie y con la mano levantada vamos a bendecir juntos y juntas estas
ofrendas, nuestras vidas, nuestros compromisos. Con la hoja comunitaria en la mano podemos
orar con una sola voz.
Mario toma el pan y el vino en sus manos. “Dios, Madre y Padre nuestro, - hoy presentamos
estos signos de la mesa solidaria común - que es la gran esperanza de las y los pobres de nuestro
pueblo y del mundo. Un poco de pan y un poco de vino. - Son frutos del trabajo diario - y son
signos de esperanza y resistencia para las y los pobres: - que algún día haya comida y bebida
para todos y todas. - Bendice, Dios, Madre y Padre, estas ofrendas, - estos signos de esperanza, -
para que en nuestra comunidad ecuménica nos hablen de la presencia de Jesús, - su propia vida
entre nosotros”. AMEN.
Monitor: juntos y juntas expresaremos la plegaria eucarística.
Mario: El Señor esté con Ustedes .. .levantemos el corazón… demos gracias al Señor nuestro
Dios
Mario: Al proclamar hoy nuestra acción de gracias, lo hacemos tocados por el testimonio y el
mensaje de Jesús, y de miles de hermanos y hermanas nuestras que lucharon por nuestra
liberación.
Comunidad: Recordamos, Dios Madre y Padre, - que Jesús no se dejó aplastar por las
exigencias de la pureza ritual, - sino que prefirió tocar las heridas de su pueblo y se
comprometió a curarlas. - Así expresó su profunda solidaridad con las mayorías excluidas de la
sociedad y de las religiones.
Mario: Te damos gracias, Dios, Madre y Padre, que la actuación liberadora de Jesús ha llegado
hasta nuestros oídos, que su mensaje subversivo frente al desorden establecido, y que su impulso
solidario sigan animándonos.
Comunidad: Pero también hoy, Dios, Madre y Padre, - nuestra sociedad proyecta sus propios
miedos en rechazos, exclusiones y marginaciones.
Mario: El miedo a cuestionar nuestras pequeñas comodidades. - El miedo a cuestionar lo que
tenemos por verdadero. - El miedo de ser diferente ante las costumbres de la sociedad de
consumo y de superficialidades. - El miedo a lo desconocido también en la Iglesia. -El miedo
al compromiso político.
Comunidad: Invocamos, Dios Madre y Padre, - la gracia salvadora de tu Espíritu para que
descienda sobre nosotros aquí presentes, - nos abra los ojos, - nos cure las heridas y nos haga
vencer los miedos.
Mario: Invocamos, Dios Madre y Padre, la gracias salvador de tu Espíritu para que descienda
también sobre estas ofrendas de compromiso y de solidaridad, sobre este pan y este vino, para
que, tocados por la fuerza transformadora de tu Espíritu sean para nosotros hoy la vida real de
Jesús, su cuerpo y su sangre, el alimento necesario para la marcha de la vida, para la lucha por la
liberación.
Comunidad: Así, Dios Madre y Padre, hacemos memoria de aquella última cena de Jesús con su
comunidad - de hombres y mujeres cercanos que habían puesto su esperanza en él. - Antes de
cenar los sorprendió lavándoles los pies, - resumiendo su vida en esta práctica de servicio.
Mario: Luego alrededor de la mesa, tomó un trozo de pan, como de costumbre pronunció la
bendición, pero luego partió el pan y les dijo:
Mario y comunidad: “Tomen y coman de este pan, es mi vida, aliméntense con mi vida, es mi
cuerpo que será destrozado para que todos tengan vida en abundancia”.
Mario: Al finalizar la cena tomó una de las copas con vino rojo, volvió a pronunciar la
bendición, y viendo a todos y todas, les dijo:
Mario y comunidad: ”Tomen y beban de este vino, es mi vida, aliméntense con mi vida, es mi
sangre que será derramada para que todos tengan vida en abundancia”.
Mario: Les recordó que jamás se olvidaran de poner en práctica estos gestos, que jamás se
olvidaran de esta memoria subversiva, que siempre vivieran sirviéndose, partiendo y
compartiendo su pan y su vino, su propia vida.
Comunidad: Al proclamar el misterio salvador de su muerte y su resurrección, - proclamamos
también nuestra fe en Jesús, - nuestra confianza en que Él nos puede liberar de nuestras
miserias, - nuestra propia vocación de luchar por un mundo nuevo.
Mario: Dios, Madre y Padre, te pedimos que tu Santo Espíritu estimule siempre nuestras
comunidades eclesiales de base para ser sal, luz, fermento en la transformación, también política,
de nuestra realidad.
Comunidad: Acuérdate, Dios, Madre y Padre, de todas las comunidades cristianas dispersas por
el mundo, - para que, con pastores como Monseñor Romero, - podamos arriesgarnos a ser
verdaderos profetas y sembradores de esperanza.
Mario: Acuérdate, Dios, Madre y Padre, de nuestros hermanos y hermanas que derramaron su
sangre en los años de represión y guerra, de las familias de los asesinados diariamente, de los
migrantes que mueren en la travesía.
Comunidad: Sintiéndonos tocados por Jesús - y curados de nuestras heridas, - podemos
hacernos solidarios con los excluidos de nuestra sociedad, - recordar los pasos nuevos que
estamos dando - y así recorrer con Jesús y como El - por las veredas de una sociedad más
igualitaria, más justa, más solidaria.
Mario: Danos, Dios Madre y Padre, el amor suficiente para vivir la fraternidad en la comunidad,
para alimentar nuestro compromiso de servicio, para transformarnos en hacedores de nuevas
políticas de justicia y paz.
Comunidad: Una sociedad más humana y una comunidad ecuménica de base fraterna, libre para
liberar, serán nuestra verdadera alabanza que te podemos brindar como acción de gracias.
Mario y comunidad: Por Cristo, con El y en él, a ti, Dios, Padre todo misericordioso, en la
unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda Gloria, por los siglos de los siglos. AMEN.
Mario: invita a participar de la comunión: asumir el compromiso de ser el Cuerpo y la sangre de
Cristo, de hacerlo visible, palpable, presente en nuestra familia, colonia, en el trabajo, en las
luchas del pueblo…
Monición: hacemos el canto del Banquete ya está listo…
El banquete ya está listo, acerquémonos con Es misterio tan hermoso Tu sacrificio de
fe. Nos invita el mismo Cristo a comer de amor….
su conque.
Al darte como comida en el duro caminar de
Que chula se ve la mesa con su blanco y tu pueblo tan hambriento que lucha por
gran mantel y sobre él el pan sabroso que mejorar sus condiciones de vida y al tirano
nos ha de sustentar, con el vino delicioso derrotar.
todos vamos a brindar.
(Coro)
Hoy señor, tenemos hambre de trabajo,
techo y pan. Danos ya tu cuerpo y sangre, Al comer tu cuerpo y sangre vive la
danos combatividad (2 veces). (Coro). comunidad, para seguir adelante
cumpliendo tu voluntad de repartir entre
Quien acepta el pan y el vino acepta la todos los bienes de la creación, siendo
comunión con la lucha y el camino de Jesús ejemplo entre los lobos de justicia y
y su pasión, ofrendar también su vida en comunión, siendo ejemplo entre los lobos,
generosa oblación, darse entero y sin de la gran liberación.
medida en cada paso y acción con el pueblo
que se alza por su reinvindación. (Coro)
Monitor: Después de comulgar, nos ponemos de pie para expresar nuestras oraciones de
agradecimiento. Tengamos la hoja comunitaria en la mano, para poder contestar juntos y juntas.
Oraciones de agradecimiento (Entre todas las comunidades asistentes)
3. Gracias Dios Madre y Padre, por confiarnos la misión de ser Iglesias, que estan al
servicio de los demás, y que se haga presente en sus angustias y desesperanzas, una
iglesia solidaria en las luchas y en el sentir del pueblo. Todos: Dios Madre y Padre de
Misericordia te lo agradecemos.
4. Gracias Dios Madre y Padre por la iglesia de los pobres, por la iglesia sin cegueras
por la iglesia que ve claramente la realidad de una vida indigna de los pobres a causa
de los poderosos que acaparan todo. Gracias por no dejarnos pasar de lado, y
animarnos a asumir esa misión día con día. Todos: Dios Madre y Padre de
Misericordia te lo agradecemos.
Monitor: si alguien más desea expresar su oración de agradecimiento, lo puede hacer en este
momento……
Mario: concluyendo nuestras oraciones, podemos orar juntos la oración que Jesús nos ha
enseñado. Nos damos la mano en un signo de fraternidad. Y cantamos… PADRE NUESTRO
DE LOS MARTIRES….
Padre nuestro del pobre y del marginado
Padre nuestro de mártires y torturados. Pedimos el pan de la vida, el pan de la
esperanza,
Tu nombre es santificado en aquel que el pan de los pobres; el pan que trae la
muere humanidad y reconstruye al hombre en vez
al defender la vida; de cañones.
tu nombre es glorificado cuando la justicia
es nuestra medida. Oh... Oh... Oh...
Cristo negro, Cristo Maya, Cristo mískito y chorti; Cristo lenca, Cristo Nahua, galileo y quiché
Cristo río y montaña, Cristo árbol, Cristo mar, Cristo puma y quetzal, Cristo selva por talar.
Cristo obrera, costurera; la maquila y el hogar, Cristo madre y compañera, fortaleza para amar.
Cristo niña de la calle vende goma de mascar; Cristo niño huelepega arrumbado en un portal.
(Coro).
Cristo joven y rebelde con la gorra de rapear; estudiante y carpintero; Cristo inquieto y soñador.
Cristo abuela, Cristo abuelo desechado en un asilo, apartado en el olvido; Cristo enfermo en
soledad.
Cristo suda en la zafra y en las cortas de café, Cristo pobre jornalero; Cristo milpa y maíz. Cristo
cruza la frontera para poder trabajar, ilegal y marginado, añorando retornar.
Cristo Pueblo maltratado.
Cristo Pascua y Libertad.
Cristo mucha muchedumbre que anhela resucitar.
Cristo vida y esperanza; Cristo verbo, buena nueva; Cristo voz de los profetas; Romero de la
verdad…
Mario invita: Concluimos esta celebración con el mensaje de la presencia de Cristo vivo: La paz
de Cristo sea con todos nosotros.