Está en la página 1de 180

© José David Díaz Laza.

2022

Todos los derechos reservados

 2022 Editado por Harvest Books

(Una marca de Pixxel Pro Snc.)


15, rue Eugène Marziano
1227 Ginebra

Todos los pasajes bíblicos son tomados de la VRV


60, a menos que se indique lo contrario. Usado con
permiso. Sociedades Bíblicas Unidas.
Obra asegurada de derechos internacionales sobre
la Propiedad Intelectual, por Safe Creative. Nº de
registro: 983974md982. Se prohíbe la reproducción
de esta obra por cualquier medio, salvo
autorización por escrito de la editorial.

Para información: pixxellpro@gmail.com

Categoría: Vida cristiana


Índice

Introducción ........................................................................... 7
Dedicatoria ........................................................................... 9
¿Quién Era? .......................................................................... 11
Caballero por Excelencia .................................................19
Anhela Escucharlo De Ti ................................................... 23
El Baúl de los Recuerdos ................................................... 41
Lo que se ve es Causado por lo que no se ve ...........57
El Perdón .............................................................................. 68
Sin usar la Fuerza ................................................................ 87
El Día de la Independencia ............................................ 99
¿Cuál es tu Pozo?.............................................................. 113
Metamorfosis...................................................................... 129
En Espíritu Y Verdad ......................................................... 147
¡Yo Soy el que habla Contigo! ......................................167
Agradecimientos................................................................179
Introducción

¿Quién era la mujer samaritana?

La Biblia no nos relata ningún aspecto específico


de la vida de esta mujer, pero si nos enseña que fue
elegida por Cristo para hacer en ella una obra
maravillosa.

La finalidad de este libro es: ser esa llave que te


permitirá el acceso a la identidad que en Cristo
tienes, apropiándote así de ella y de las bendiciones
que esta trae consigo

He orado por mucho tiempo para que este libro


pueda llegar a tus manos. No es casualidad, es parte
del diseño Eterno que Dios ha entregado a tu vida.

Llegó el tiempo de tu completa restauración;


tiempo de que te levantes, tiempo de salir de ese
círculo vicioso que te ha hecho caminar en
frustración e insatisfacción, provocando un efecto
dominó que ha sumergido en desdicha todas las
áreas de tu vida.

Traigo para ti buenas noticias: así como una


mujer libertina y en repudio pudo ser transformada
en una grande ministra del Señor, de esa misma
forma, Él quiere operar una transformación única y
avasalladora en ti.
Donde todos verán y reconocerán que por sobre
ti han pasado las manos del Maestro.

Al transitar esta lectura; el Espíritu Santo


ministrará tus áreas y avivará todo lo que estaba
muerto.

¡No tardes! El maestro te espera saliendo a tu


encuentro con palabras de amor, con regalos únicos
para ti, con la firme intención de ministrar tu vida y
hablar a tu espíritu para reedificarte.
Dedicatoria

Para cada guerrera de la vida que, en medio de


sus muchas dificultades, toma tiempo para seguir
siendo perfeccionada para su Señor.

Para ti fue escrito mujer vencedora. Por tu causa


fue inspirado.

Dedico este libro a todas mis hermanas en Cristo


Jesús; a todas esas hijas del Rey Eterno, que han sido
lavadas y redimidas por la sangre del Cordero.
Especialmente para mis hermanas; María José,
Josabeth, Maite.
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

CAPÍTULO 1

¿Quién Era?

Y era necesario que pasara por Samaria. Vino,


pues, a una ciudad de Samaria que se llama Sicar,
junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Y
estaba allí el poso de Jacob. Entonces Jesús, cansado
del camino se sentó junto al pozo, era como la hora
sexta. Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y
Jesús le dijo: «Dame de beber». Pues sus discípulos
habían ido a ciudad a comprar de comer Juan 4:4-8

¿Quién era la mujer samaritana que estaba en el


pozo de Jacob? ¿Quién era Ella?
La biblia no nos dice en su relato cuál es su
nombre, no dice si se llamaba Rebeca o Xiomara, no
dice si su nombre era Angélica o Roxana, pudo
haberse llamado Estefany o Mirian, tal vez era
Carolina o Liliana, pudo ser Emely o Diana, María o
Carmen, Evelyn o Érica, Tesoro o Guadalupe,
Yessica o Anabel, Jennifer o Dayana, Sofía o Raquel,
Génesis o María, Sharon o Judith.

En fin, cualquiera que haya sido su nombre, creo


que hoy puedes aprender de la restauración que
Jesús hizo en su vida y hasta podrías identificarte
con ella al recibir el mismo poder y la misma
sanidad que esta mujer obtuvo de manos de Jesús.

11
José David Díaz Laza

La Biblia no dice si era extremadamente bella o


si era común, no menciona su edad, ni su posición
económica, no nos detalla la forma de su cabello ni
el color de sus ojos, puede que su piel haya sido
morena o muy blanca, el relato no dice si su forma
de vestir era decorosa o indecente, no dice si sus
vestidos eran lujosos o si eran harapos, lo único que
nos dice es que era una mujer, hija de Israel en la
ciudad de samaria llamada Sicar.

Lo más resaltante que nos enseña el relato, es


que fue a la que Cristo primeramente escogió para
redimir dentro de esa ciudad donde todos estaban
alejados de Dios por diferencias culturales.

Digo que la escogió primeramente a ella porque


él fue a sentarse junto al pozo precisamente a
esperarla. A pesar que el verso dice que Jesús se
sentó allí por estar cansado del camino. Yo parto
desde el punto donde no fue casualidad el encuentro
que Jesús tuvo con la mujer samaritana. «Entonces,
Jesús cansado del camino se sentó junto al pozo, era
como la hora sexta», 12 del mediodía.

Quien escribió este pasaje fue el apóstol Juan


quien no se encontraba en el lugar, sino que había
ido junto con los otros discípulos a comprar comida.
A ojos del apóstol Juan; Jesús se sentó allí por estar
cansado. Pero Jesús se sentó allí con toda la
intención de esperar allí a una persona para la quien
tenía planes eternos. En la omnisapiencia de Dios
ÉL sabía que ella iría a buscar agua a esa hora.

Si yo viniese cansado de caminar me sentaría


bajo la sombra de un árbol.

12
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Sobre todo, al mediodía donde el Sol es más
intenso, no me sentaría en un lugar abierto, a
exposición de los rayos ultravioleta del sol, a menos
que tuviese algo imperioso que hacer allí.

En resumen, Él decidió sentarse allí con la firme


intención de esperarla. Cristo se adelantó y se sentó
a esperarla. Cristo salió a su encuentro. Ella salió en
busca de agua para saciar su necesidad física, y
encontró algo mucho mayor, se encontró en el lugar
a donde se dirigía por una necesidad física al REY
DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES, Obteniendo de
mano de él algo que saciaría su sed espiritual.

¿Por qué Jesús la escogería precisamente a ella


como la primera persona a quien le anunció la
salvación en ese lugar?
La respuesta es sencilla: es que DIOS no se va
por lo más fácil, él rompe paradigmas. Quizás era
más sencillo ir por las personas respetables de la
ciudad. Pero de haberlo hecho así, se prestaría para
pensar que solo ese selecto tipo de personas eran
dignas de recibir la gracia de Dios. Algo que los
Fariseos hacían y que Cristo repudiaba. En los
esquemas sociales, la dignidad depende de cuánto
dinero tengas, mientras que en el reino de los cielos
depende de que tan rico eres en bondad.

No digo con esto que ser rico es malo, o que Dios


no acepta a las personas que tienen dinero, pero si
quiero establecer el punto de partida que DIOS
llama a lo vil y menospreciado para hacer una obra
redentora.

13
José David Díaz Laza

Jesús buscó a la persona más indigna de la


ciudad, porque en su esencia siempre está, usar a lo
vil y a lo menospreciado para avergonzar a lo fuerte
y a lo sabio.

«Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para


avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo
escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del
mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que
no es, para deshacer lo que es». 1Cor 1:27-28. En
resumen. Jesús no la escogió por ella ser la mejor de
las personas, sino por el contrario, para poder
convertirla en la mejor. La palabra escoger significa:
entresacar o elegir una cosa entre otras.
Entonces a la Biblia decir: que Él nos escogió de
lo vil y menospreciado significa que literalmente
nos sacó de la basura. Cual ropavejero nos sacó de la
basura para restaurarnos.
Pero no es únicamente restauración para
nuestro cambio, sino también para fungir como
agentes multiplicadores de esa misma
transformación.
Jesús no solo nos escogió entre lo vil de este
mundo para golpear la moral humana, esa que
estipula parámetros de quién y cómo puede ser
usado por DIOS Padre, también te escogió para
hacer ver su gloria en ti, si Él Padre te escogió no
debes permitirle a nadie que pueda infundir un
pensamiento contrario.

¿Quién era la mujer samaritana?


Era una mujer herida, marcada por su pasado de
fracaso, por una mala reputación que consiguió al
haber tenido cinco maridos y ser repudiada por
cada uno de ellos.

14
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
No pudo tener éxito con ninguno; una mujer
incompleta e insatisfecha por un hombre. Un
hombre que era el centro de, para ese instante su
vida amorosa, un hombre que no quería o no podía
casarse con ella. Puede que ese hombre fuese ya
casado, lo que añadiría más leña al incendio que era
su ya mencionada mala reputación. Pero a todo lo
anterior se le sumaba que era también estéril.

De repente, otro hombre le pide de beber. Un


completo desconocido le pide agua, esto fue para
ella un acto halagador. Tomando en cuenta que muy
pocas personas le dirigían la palabra debido a la
mala reputación que la alejaba de las respetables
personas de la ciudad.

Supo que ese hombre no era de allí. Al ver sus


vestiduras se dio cuenta de que este era judío, pero
a pesar de que sus ciudadanías tenían diferencias,
ella siguió hablando y coqueteando con el judío
peculiar y atrayente que le había pedido de beber.
Allí empezamos a ver demostrativamente el amor
de cristo hacia la samaritana. La samaritana
preguntó: ¿Cómo tu siendo judío le puedes pedir de
beber a una samaritana? Jn 4:9 . Yo, en este caso,
haría otra pregunta: ¿Qué fue lo que vio la
samaritana en ese extraño judío que le inspiró a
quedarse en vez de dejarlo solo y marcharse?

¿Sería acaso la desesperación de su alma por ser


amada de verdad y perennemente por un hombre?
Quizás al igual que esa samaritana te encuentras
hoy querida amiga; queriendo llenar los vacíos de tu
alma, queriendo salir de la vergüenza que es estar
con un hombre que no tiene intención de

15
José David Díaz Laza

comprometerse contigo, ni de honrarte haciéndote


su esposa. Que, por lo consiguiente solo te usa, pero
lo permites porque te sientes sola, avergonzada y
quizás ese pequeño momento de placer te llene,
aunque sea por unos instantes... ¡No es así! Solo
consigues dejar un vacío mayor. Esto lo vivía la
samaritana y me sorprende saber con qué
frecuencia se vive hoy en día.

A pesar de que la vida de la mujer samaritana no


era color de rosas, jamás se habría acercado a Cristo
para ser sanada. Por ello es que Cristo le sale al
encuentro, esperándola en la encrucijada de sus
caminos para redirigir su vida.
A pesar de que la samaritana estaba herida, ella
no corría hacia Dios, sino que huía de Él. Sin
embargo, Jesús la amó tanto que vino hacia ella, ya
que ella, de su propia iniciativa nunca iría hacia Él.
Lo mismo hace tu amante Dios por ti hoy en día.

Quizá la samaritana no se acercaba a Dios


debido a que ella conocía su propia condición y la
culpa se lo impedía. Sin embargo, el pensar del
maestro era; «con amor eterno te he amado; por
tanto, te prolongué mi misericordia». Jr 31:13
Debido a esa verdad, que su amor por nosotros
es eterno, un amor que no cambia ni perece con el
tiempo, un amor que es inmutable e indestructible.
Debido a esa verdad; él nos sale al encuentro para
traernos la sanidad. Él nos amó primero y lo seguirá
haciendo aun después de que nosotros muy
vagamente osemos corresponder a ese eterno amor
del que hemos sido objeto. «He aquí yo les traeré
sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré
abundancia de paz y verdad». Jr 33:6

16
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
¡AMBULANCIA!

«Más yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus


heridas, dice Jehová». JEREMIAS 30:17
Las ambulancias fueron creadas con el simple
propósito de trasladar los primeros auxilios hasta el
punto donde ocurren los accidentes. Ya que es muy
difícil que alguien tenga un siniestro automovilístico
en los pasillos de un hospital o que se caiga de un
quinto piso estrellándose en el quirófano. Por ende,
la medicina debe trasladarse hacia el lugar de los
acontecimientos para prestar el auxilio pertinente.

Lo mismo hace Dios por nosotros, nos envía el


auxilio que nuestra alma necesita para que no muera
y llegue hasta donde él pueda intervenirnos. La
mayoría de las heridas que espiritualmente puedes
recibir, pasan en lugares y en momentos específicos
donde estás fuera del propósito y la protección de
Dios. No obstante, tu Dios es tan amoroso y
misericordioso que te lleva sanidad, a las áreas
donde has sido herida, aunque te encuentres lejos de
Él. Tal como lo hace la ambulancia. Que lleva los
cuidados a donde hubo el accidente.

Su amor por ti es tal, que no se arriesga a que no


llegues a su presencia donde pueda él cuidarte,
sanarte y protegerte de las estocadas del enemigo.
Por esa razón; te sale al encuentro. Las heridas que
en este mundo recibes no vienen de parte de Dios,
sino de tu empeño en alejarte de Él.
A pesar de que en el bullicio de nuestras
emociones dejamos su camino y su ley, su
misericordia siempre nos rescata donde nos
encontremos, ya que su amor no cambia, nunca lo

17
José David Díaz Laza

hará, Él siempre permanece fiel. El verso dice: «He


aquí yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y
les revelaré abundancia de paz y verdad».

Puedes observar que el orden que Dios utiliza en


el verso es lo opuesto al orden que utilizaría un
doctor. Porque para un doctor, para que haya
sanidad, primero debe aplicarse la medicina. Ya que
mientras aun tenga el cuerpo heridas, el individuo
no se puede declarar sano. En Dios, la sanidad de
una mujer y de cualquier persona se gesta de dentro
hacia afuera, si tu alma está llena de amargura, de
nada sirve sanar tus heridas físicas, si hay algo en tu
interior pudriéndose de nada sirve que estés
físicamente en perfecta sanidad. Sé que mientras
lean esto serás restaurada en su interior y la
enfermedad física que se divisa en sus vidas será
borrada, obteniendo así sanidad. Porque la
enfermedad no es un estado normal o común del ser
humano, sino un estado heredado de nuestra
naturaleza caída.

Primero, él restaura tu confianza y esencia; te da


un nuevo porvenir cuando los daños te habían
robado las esperanzas, se dedica a sanar todo tu
interior, quitar tus miedos, reordenar tus
pensamientos y reemplazar tus recuerdos dolorosos
por las alegrías que en él podrás experimentar. Es
que los cuidados de tu amado son enviados para que
seas llena, sobrevivas y te repongas a todos los
tormentos que el enemigo ha puesto en tu vida.
Resiste, aguarda un poco que al volante viene él en
persona para dedicarte toda su atención y cuidado.
Él te sale al encuentro.

18
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

Capítulo 2

Caballero por Excelencia

Algo hermoso que hace Cristo por nosotros es:


que no solo nos sale al encuentro y nos sana, sino
que decide necesitarnos. Dándole un sentido real a
nuestra existencia.

No solo fue humilde para buscar a la samaritana,


mientras que esta no quería saber nada de Dios. Sino
que decidió necesitar a la samaritana para que le
diese agua de beber. Bien pudo hacer que el agua del
pozo llegara a su boca, convertir la tierra en agua o
simplemente pedirlo a alguno de sus discípulos,
pero el sencillamente decidió darle parte a la
samaritana; decidió necesitarla y decirle: «Dame de
beber».

¿Cómo un ser infinitamente poderoso ha de


necesitar a un ser finito?
La respuesta es como ya lo he dicho: por
decisión. Decidió necesitar de Abraham para
establecer un pacto; decidió necesitar a José para
preservación de vida, decidió necesitar de Moisés
para librar a un pueblo de esclavitud, decidió
necesitar de David, de Sansón, de Jeremías, de Isaías,
decidió necesitar de la samaritana y decidió por
amor, más que por nuestras virtudes necesitar de ti
y de mí.

19
José David Díaz Laza

Cristo mostró su caballerosidad al humillarse a


sí mismo para necesitarnos. Él, creador de todo,
humillándose ante su creación para rescatarla.

Cuando Cristo pidió agua a la samaritana tenía


planeado darle a la samaritana lo que esta no le había
pedido.

Cuando DIOS te pide que hagas cualquier cosa


para él: es para darte lo que él sabe que necesitas. Es
como un trueque divino. En el que
inexplicablemente no perdemos nada y podemos
ganar mucho.

Volviendo al relato: tenemos a una mujer


samaritana coqueteando con un judío. Dispuesta a
pasar la barrera de la enemistad entre las
generaciones familiares, con tal de llenar y suplir el
reclamo de su alma por plenitud.

«La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo


judío, me pides a mí de beber, que soy mujer
samaritana? Porque judíos y samaritanos no se
tratan entre sí». Jn 4:9. A lo que respondió él: «Si
conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice:
“Dame de beber”; tú le pedirías, y él te daría agua
viva». Jn 4:10

Jesús comenzaba a declararle que él estaba allí


para llenar su vacío y para redirigir su vida amorosa,
mostrándole primeramente que esa no era la forma
ni el camino para llegar a la plenitud. Enseñándole
también que él: es lo único que ella necesitaba para
ser plena. Lo mismo quiere mostrarles a muchas de
sus hijas hoy en día.

20
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
La mujer samaritana: no solo se negó de huir del
lugar donde Jesús le hablaba, sino que entabló una
conversación allí con él, donde nuestro amante
DIOS la trató con tanto respeto y ternura que se
sintió abrumada. Debe ser difícil que las personas te
excluyan y que nadie te hable por errores que has
cometido, y quizá, después de tanto tiempo halló a
alguien que le dirigía la palabra, y prolongaría ese
tiempo lo que más pudiese.

Quizás has experimentado en tu vida el rechazo


de las personas por errores que pudiste haber
cometido, mas, hoy vengo a decirte que el único que
te podía juzgar no lo hizo, sino que al contrario, se
presentó para redimirte en él; para hacerte limpia,
para perdonarte y transformarte. Tal como le paso
a la mujer adúltera. (Lo leeremos más adelante).

Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te


dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua
viva. Jn 4:10.

Si conocieras el don de Dios. La palabra don


viene del griego charisma, que significa regalo
inmerecido. Cristo le estaba diciendo: Si supieras
cual es el regalo inmerecido que Dios te ofrece, y
quién soy quien te digo: Dame de beber; tú me
pedirías, y yo me complacería en darte agua viva. Jn
4:10. Explicación del autor.

21
José David Díaz Laza

22
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

CAPÍTULO 3

Anhela Escucharlo De Ti

Conociéndonos a nosotros mismos, es difícil


pensar que alguien que nos conoce, en realidad nos
ame. No somos precisamente un dechado de
virtudes; mucho más numerosas son las cosas que
hacemos para desagradar a CRISTO que las que
hacemos para agradarle, sin embargo, tan apreciable
y tan único es el amor de nuestro Señor hacia
nosotros que nos da en bien y en perdón el mal que
hacemos.

No merecíamos su amor, no merecemos su


perdón, no merecemos su misericordia, pero gloria
a DIOS en las alturas que a él le plació regalárnoslo.
Después de todo, es lo que siempre has pedido a
Dios: un hombre que te ame con todas tus virtudes,
pero también con cada uno de tus defectos, ese
hombre fue provisto por DIOS PADRE para tu vida
en la forma de Jesús y su amor por ti fue consumado
y hecho público en la cruz.

Conocerte no hace que Jesús se sienta menos


interesado en ti, al contrario, conocerte lo motiva a
ir en busca de ti para redimirte.
Para la samaritana era lindo ver en aquel
hombre unos ojos tan llenos de amor y compasión,
y unas palabras tan especiales que no se iba a alejar
de él. Aunque ella dentro de sí creyese que ese

23
José David Díaz Laza

caballero le dirigía la palabra por el simple hecho de


ser forastero y no conocer su pasado ni reputación.
No fue capaz de pensar que precisamente conocer
todo su ser fue lo que le motivó a ir en pos de ella
para transformarla.

Entonces, Jesús hizo una exclamación: ¡Trae a tu


marido! A lo que ella respondió. ¡No tengo!

Al JESUS pedirle que trajese a su marido, quería


sacar la verdad que él como DIOS ya conocía, pero
que se necesitaba para la libertad de la mujer,
porque, ¡lo que está oculto no puede ser limpiado!
Esto me recuerda a la historia de la mujer del flujo
de sangre. Lc 8:41-48 Jesús se dirigía hacia la casa de
Jairo, un principal de la sinagoga, pues este le había
pedido expresamente que se dirigiese hacia allí, ya
que en el interior de la misma se encontraba su hija
postrada en cama y enferma.

Pero en el trayecto hacia el hogar de Jairo, la


multitud quien ya conocía la fama de Jesús se agolpó
a esperar el transitar de este por las calles, en la ruta
que conducían hacia el lugar donde debía llegar.
«Pero una mujer que padecía de flujo de sangre
desde hacía doce años, y que había gastado en
médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había
podido ser curada, se le acercó por detrás y tocó el
borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de
su sangre». Lc 8:43-44.

La gente se amontonaba alrededor de Cristo; lo


besaba, abrazaba y literalmente lo apretaba, y de
pronto, como diciendo una locura Jesús preguntó a
gran voz: «¿Quién es el que me ha tocado? Y

24
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban:
“Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices:
¿Quién es el que me ha tocado?”» Lc 8:45

Repito, era casi de locos hacer dicha pregunta,


más, Jesús en su Deidad sabía por qué realizaba tan
descabellada interrogante. A la cual nadie le
encontraba lógica, pero esa pregunta no iba dirigida
a toda la multitud, sino a la única persona que por
su fe había conseguido arrebatarle un milagro. Al
Jesús preguntar, le estaba diciendo a esa persona que
se manifestara. Quería conocer a esa persona cuyo
toque había activado el poder sanador de Cristo sin
su consentimiento. Jesús sabía que poder había
salido para sanar sin el consentimiento previo de él.
En su Omnisciencia, Jesús sabía que esa persona era
una mujer, y que ella estaba temerosa.

Ahora la verdadera pregunta para hacernos es:


¿Por qué Cristo sabiéndolo todo hizo esa pregunta
con tanta vehemencia?
La respuesta es: que en la cultura judía una
persona que padecía de cualquier enfermedad era
tildada de inmunda, ya que la procedencia de la
enfermedad era a su claro entendimiento
consecuencias de un pecado oculto. Por tanto, fue
creada una ley donde cualquier persona que padecía
de una enfermedad tenía que gritar a voz en cuello,
que era una persona inmunda para que todos
tomasen precauciones manteniendo la distancia.
Y si esta persona enferma o inmunda no
anunciaba su presencia, ni su llegada y alguna
persona lo tocaba por accidente al desconocer su
situación de enfermedad, esta persona que le tocó
quedaba inmunda por un día, y la que era portador

25
José David Díaz Laza

de la enfermedad era culpable de muerte; por lo


tanto, apedreada por toda la multitud que alrededor
se encontrasen.

Por esta razón es: que la mujer del flujo de


sangre no se hizo pública de inmediato, ella pensó:
que al acercarse a través de toda esa aglomeración
podía tocarlo y obtener, como efectivamente
sucedió, el milagro que necesitaba, pero también
pensó que, a través de todo ese alboroto, ella saldría
sin ser descubierta.

No me quiero imaginar la vida de esta mujer


completamente aislada. Tratando de evitar a la
gente y tratando a la vez de ser aceptada. Quizá
vagaba por las partes desiertas de la ciudad para no
sentir el rechazo de algunas personas, y la lástima de
algunas otras. Lástima que en ocasiones duele
mucho más que el mismo rechazo. O solo vagaba
por las partes desiertas para no tener que llamarse
inmunda así misma cada vez que alguien
merodeaba cerca de donde ella estuviese, su
condición la privaba hasta del derecho que estar de
primera en un lugar público, así ella hubiese estado
en ese sitio mucho antes, ella debía marcharse, no
sin antes gritar su condición, haciendo uso del título
más deplorable que alguien podía ostentar, el de
inmundo.

Otra cosa que no les he contado, es que las


personas denominadas “inmundas” no podían
entrar a la ciudad, estaban vetados de hospedarse
dentro de los muros de la ciudad, sin importar si la
casa del mismo se encontraba en ella. Solo para
buscar alimento podía entrar, lo que la hacía

26
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
depender de la caridad de alguien, ya que no podía
trabajar. Entonces, ¿quién la alimentaba? Eso es un
misterio, podría ser algún familiar quien le indicaba
el lugar y hora a verse, o algún buen ciudadano
compadecido de su condición. No podía abrazar a
su madre, su padre, hermanos o hijos. Sus propios
hijos la llamarían inmunda porque así declaraba la
ley, aun esas personas que habían salido de ese
vientre que ahora estaba enfermo la escarnecerían
porque la ley lo demandaba.

¿Cuántas veces tu propia familia ha sido


instrumento para avergonzar tu vida?
Mientras más me sumerjo en mis pensamientos
hipotéticos, más entiendo por qué esa mujer
simplemente no pidió el milagro de parte de JESUS.

¡PEDIR NO ES SUFICIENTE!

Nos queda claro por qué esta mujer no se hizo


pública de una vez. Siendo su estado tan
condicionado por los preceptos de la sociedad en
ese entonces.
Quizás ya la costumbre de hacer todo
ocultamente, o el deseo de querer pasar
desapercibida, tan solo por una vez. Por una vez, no
tener que humillarse a sí misma llamándose
inmunda.
La sencilla, pero poderosa enseñanza que nos
deja nuestra amiga del flujo de sangre es: que
cuando pedir no es suficiente, debes accionar y
arrebatar el milagro.

Cuando la circunstancia le puso límites a la


mujer del flujo de sangre ella demostró que las

27
José David Díaz Laza

limitaciones son ilusiones mentales y que si no


quería estar por siempre en la misma condición
debía sobrepasar los límites que otros habían
establecido, sobrepasando también sus propios
límites y condiciones, para obtener una redención
en su propia persona la cual le había sido esquiva.
Ella necesitaba saberse sana, reconocía que
había un redentor y sanador en Jesús, pero no había
forma de acercarse a él.

Ella pedía por su sanidad, tenía doce años


pidiendo por ella, y entendió que si no accionas, no
tienes fe y que sin fe es imposible agradar a DIOS.
El ímpetu por conseguir el milagro que
necesitaba era mayor que los preceptos que le
impedían alcanzarlo. Pero a pesar de que decidió
saltarse los esquemas morales y religiosos al
momento de llegar al punto de encuentro con el
hombre ungido, se dio cuenta de que había otro
obstáculo. Miles de personas se agolpaban alrededor
de la persona que podía sanarla.

Quizás el plan original de la mujer del flujo de


sangre era acercarse a solas al Señor Jesús y obtener
lo que necesitaba de él. No contaba con que hubiese
tanta gente alrededor de él.
Pero su determinación es envidiable, a pesar del
obstáculo que representaba la multitud. Ella estaba
decidida a arrebatar su milagro. Fue dando paso tras
paso, uno a la vez; determinada a recibir del
maestro, la sanidad que los médicos no le habían
dado, sorteando gentes entre la multitud hasta estar
tan cerca de Jesús como para tocar el borde de su
manto. Recibiendo el milagro que necesitaba al

28
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
instante. Demostró por su osadía que era digna
merecedora del reino de los cielos, había miles entre
la multitud y solo una con la suficiente fe para
arriesgarse y demostrar que el Padre no deja
avergonzado a los que en él confían.

Hoy te hago unas preguntas querida amiga.


¿Qué tantas fuerzas tienes para ir arrebatar tu
milagro? ¿Es tu ímpetu más grande que tus
preceptos?

¿Estás dispuesta a tomar riesgos?


La mujer del flujo de sangre se fue abriendo
paso para entrar a donde con solo estirar el brazo
podía tocar a Jesús. Fue tanto lo que se adentró, a tal
punto fue donde llegó, que luego no pudo salir
huyendo cuando se supo sana, quedó atrapada en
medio de la multitud a la que minutos antes había
atravesado. Así como ella no pudo huir, tú tampoco
podrás huir del milagro que DIOS hace este día en
ti.
¿Quién me ha tocado?
La descabellada pregunta hecha en medio de
una gran multitud, pero dirigida a una sola persona.
A la única persona que había conseguido llamar
la atención del maestro con su toque. Todos veían a
Jesús; todos lo tocaban, todos lo apretaban, todos lo
oprimían, pero él seguía avanzando hacia la casa de
Jairo. Hasta que hubo alguien cuyo toque fue
diferente y logró hacer que Cristo se detuviese.

La mujer del flujo de sangre no tocó a Jesús por


tocarlo al saber su fama; ella lo tocó con una

29
José David Díaz Laza

intensión muy concreta, desatando así por su fe, el


poder sanador de Cristo

¿De qué manera estás tocando al Señor? ¿Será


que tu toque será diferente? ¿Será lo suficiente para
que él se detenga y pregunte por ti? ¿Lo tocarás con
suficiente fe para recibir el milagro que necesitas?
A Cristo no le inmutó la multitud que tocaba su
piel, le conmovió la persona cuyo simple roce
penetró hasta su corazón, cuya caricia le conmovió
el alma. La mujer del flujo de sangre no tocó su piel,
ella tocó la punta de sus vestiduras, pero ese único
toque iba con la suficiente fe para desatar el poder
sanador de Cristo, aún sin su previo consentimiento.

Jesús no se detuvo por las emociones de miles


de personas, sino por la fe de una sola.

¿De qué manera estás tocando al Señor?


Tócalo hoy con fe, y le verás detenerse para
hablarte. Estira hoy tu mano y toca al maestro,
adéntrate tanto en él que no puedas salir. Arrebata
tu milagro hoy. Él está esperando a que toques el
borde de su manto.

«Entonces, cuando la mujer vio que no había


quedado oculta, vino temblando, y postrándose a
sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué
causa le había tocado, y cómo al instante había sido
sanada». Lc 8:47

Al escuchar que Jesús preguntaba quién lo había


tocado, ella sabía que había sido descubierta, y esto
la llenó de temor como el de un asesino cuando
todas las pruebas apuntan a él. El temor de que,

30
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
aunque lo planificó mucho y lo ejecutó de acorde al
plan PERFECTO, finalmente fue descubierta, el
miedo de la mujer era que públicamente tenía que
pronunciar que había quebrantado la ley. Me puedo
imaginar ese instante en la vida de esa mujer, el
instante en que Jesús la descubre. Imagino a los
piadosos diciendo: ¡Pobrecita!, me imagino a la
gente mirando al suelo y empezando a recoger
piedras a la espera de una simple señal para
lapidarla. Imagino a los discípulos inmóviles a la
expectativa de lo que el Maestro diría, imagino a los
fariseos indignados, pero lo que más quisiera saber
con certeza es: lo que pasaba en ese momento por la
cabeza de aquella mujer.
Una vergüenza más.

No bastaba con la incomodidad de llevar un


ciclo menstrual por doce años seguidos; sin que la
fuente de su sangre se detuviese, no bastaba la
vergüenza de gritar durante doce años, que por
pecadora estaba enferma y por ello debían apartarse
de ella, la vergüenza de que al gritar todos volteasen
a verla y por repudio a nadie le podía sostener la
mirada, ¿cuántas veces has sentido el repudio en las
personas que te miran, haciéndote sentir menos
digna?
La vergüenza de acostumbrarse a mirar hacia el
suelo, para no sentir el rechazo en los ojos de
aquellos que se sienten superiores por no estar en la
misma situación, la vergüenza de ser abandonada
por su marido, pues este no quería estar con ella
debido a su eterno sangrado, —el abandono de
aquella persona de quien no esperaste que lo hiciera,
de aquella que había prometido estar contigo
siempre—. La tristeza y el dolor de no saber durante
doce años qué se siente ser amada; de no sentirse

31
José David Díaz Laza

deseada, de no sentir durante ese lapso de tiempo, el


placer de compartir íntimamente con un hombre.
La vergüenza de no poder tener hijos ni
descendencia.

¿Cuántas veces te habrás sentido inútil amiga?


La tortura de ir al médico constantemente y la
desesperación al ver que estos no pueden encontrar
una cura, la frustración de haber gastado todo y no
haber logrado nada, —es frustrante cuando por más
que te esfuerces nada mejora, sino que por el
contrario, todo parece empeorar—, la tristeza de
que todos sus allegados y familiares le dieron la
espalda, y ese sentimiento de soledad que ha sido lo
único que no la había abandonado, sé que te sientes
identificada.

Todo esto era el pan de cada día de esta mujer, y


pensó después de ser descubierta que ese sería su
ultimo día, el Maestro la había descubierto y la había
llamado justo en medio de toda la multitud. «Pero
Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he
conocido que ha salido poder de mí». Lc 8:46.

Jesús y su amor siempre estando veinte mil


pasos por delante de nosotros reconocía que aún
había algo que hacer por la mujer, aun había que
sacar de su vida la vergüenza, por ello su vehemente
pregunta, que irónicamente lo que hace en ese
instante es avergonzar más a quien deseaba
restaurar.
Pero así trabaja nuestro Dios, ¿Y cómo se le hace
si es que sus caminos son misteriosos para nosotros?
Solo nos queda someternos a su voluntad, y

32
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
mediante este sometimiento recibir de él lo que ha
preparado de antemano para nosotros.

La mujer temblaba. Ella pensaba que Jesús la


juzgaría, la condenaría, que sería humillada y
apedreada ante toda esa multitud, ya que así lo
establecía la ley. Pero Jesús no llamó delante de sí a
la mujer para juzgarla, ni humillarla. Por lo
contrario, la llamó con la intención de justificarla,
con la intención de exaltarla por su fe delante de
toda esa multitud.

Imaginemos que la mujer hubiese logrado


obtener el milagro de Jesús y se hubiese marchado,
sin ser notada. Obviamente que Jesús sabría lo
poderoso que había sido hecho en esa mujer y el
milagro que ella había recibido, sabría que la fe de
esa mujer la habría hecho salva. Entonces, ¿por qué
simplemente no la dejó ir? La respuesta es que Dios
tenía aún más para ella que un milagro donde solo
la mujer sanada y el médico sabrían su magnitud.

Jesús no se conformó con saber que ya ella era


sana. Él quería arrancar de su vida la vergüenza.
De no haberla llamado en público para honrarla
por su fe, ella sería una mujer sana, pero
avergonzada eternamente. Durante doce años, toda
la ciudad le conoció como la mujer inmunda, cada
vez que se anunciaba, todos veían su rostro y,
aunque no le mantenían la mirada cualquiera la
reconocería como la inmunda.

Si ella se hubiese marchado sin ser descubierta


por Cristo, quizás ya no tendría que gritar inmunda,
pero todos la mirarían como tal, porque nadie sabría

33
José David Díaz Laza

la sanidad que en su vida fue realizada, al no ser


manifiesta. Todos la tildarían de mujer enferma e
inmunda. Por esta razón, Dios la honró en público
para que no solo ella supiese de su sanidad, sino para
que todos pudieran reconocer lo que ella había
recibido. Para que entonces, tanto ella como las
personas la llamaran: limpia en vez de inmunda;
como la santificada en vez de condenada, como la
honrada en vez de avergonzada. Sencillamente para
que, a ojos de todos, ella pudiera ser redimida de lo
que por años la oprimió, siendo así aceptada y
reconocida por la misma sociedad, que por mucho
tiempo la rechazó.

Esta mujer pasó en un instante, de estar a punto


de ser apedreada y morir, a recibir aplausos y
comenzar a vivir; pasó de ser inmunda a limpia, de
ser enferma a estar sana, pasó de vivir en vergüenza
a regocijarse en la honra que Cristo le dio, pasó de
recibir el rechazo a ser aceptada, recibiendo la
admiración de aquellos que se encontraban
presentes. Todo lo empezó con un toque, un simple
toquecito al borde de las vestiduras del Señor.

Jesús con una simple y descabellada pregunta


que realizó; logró más que un milagro físico en la
vida de esa mujer, quitó su vergüenza, sanó la herida
de su alma y cerró de una vez y para siempre la boca
de aquellos que se habían levantado a juzgarla.
Puedo imaginar el momento en el cual la mujer se
manifestó como la que había tocado a Jesús, puedo
imaginar a más de una persona tomando piedras
para arremeter en contra de ella por su
atrevimiento. Pero la acción de Jesús no fue juzgarla,
algo que todos ya estaban esperando, sino de

34
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
honrarla, no solo para que no la apedreasen en el
momento, sino para que ya nadie sintiera el deseo
de hacerlo. Hoy Jesucristo cerrará la boca de todos
aquellos que contra ti se han levantado; pondrá tu
silla más alta que la de ellos, y serás dignificada por
tu fe. Así que usa esa FE que salva y haz que la mano
de Dios se mueva a tu favor.

Al igual que en la mujer del flujo de sangre. Jesús


quiere obrar en tu vida un milagro para arrancar de
ti la vergüenza y el oprobio que te han acompañado
durante tanto tiempo. El anhela verte manifestar la
gloria de su poder, para lo cual fuiste creada, querida
amiga. A través de estas líneas, el ESPÍRITU SANTO
quiere ministrarte. Prepárate, tu mejor tiempo ha
llegado. Porque, así como en la mujer del flujo de
sangre fue expuesto el milagro que en ella fue
realizado, todos podrán ver lo que DIOS está
haciendo en ti. Necesario es: que, así como ella al ser
llamada se sintió humillada, así se sienta tu alma por
última vez. «Humillaos, pues, bajo la poderosa mano
de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él
tiene cuidado de vosotros». 1Pe 5:6-7
Me encanta saber que él siempre tiene cuidado
de nosotros, aunque al momento lo que determine
en su soberanía, no nos parezca lo más lógico. Él
siempre está actuando a nuestro favor. En ocasiones,
Dios mismo será quien pondrá al descubierto lo que
ocultamente hiciste, no para humillarte, sino para
sanarte y librarte en público.
Quizá tengas un pasado oscuro y algo que para
tu criterio debiese estar guardado, pero él desea
publicarlo para que públicamente también seas
sanada. Dios quiere que tu pecado salga a la luz para

35
José David Díaz Laza

destruirlo de ti para siempre. Jamás será la intención


del amante de tu alma condenarte, sino que lo lleva
a la luz porque lo que está oculto no puede ser
limpiado, y el desea limpiar todo lo inmundo que
desde hace años a atormentado tu vida. Así como a
esta mujer la atormentaba esta enfermedad desde
hacía doce años, así mismo tu pasado te puede estar
atormentando. Pasado que Dios planea deshacer,
para ello permite que sea publicado para
seguidamente destruirlo, logrando así transformar
tu vida. Él no quiere cortarlo únicamente, él quiere
sacarlo de tu ser sin dejar una pizca en ti que pueda
reproducirse.

¡LO QUE ESTÁ OCULTO NO PUEDE SER


SANADO!

Cuando un cuerpo sufre cualquier tipo de


herida, esta no puede ser cubierta o vendada; debido
a que el calor que emana del cuerpo, a la falta de
oxígeno y el encierro, no permiten que pueda sanar,
sino que la carne de la herida se cocinará
infectándose cada vez más.
Cuando era adolescente sufrí una cortadura en
el pie derecho, debajo del dedo pulgar, entre el dedo
y la planta del pie. Fue en horas de la tarde-noche,
poco antes de irme a dormir. Desinfecté la herida,
limpié la sangre, pero se me ocurrió la torpe idea de
vendarla.

Estuvo toda la noche vendada y al otro día por


la mañana me coloqué un calcetín por encima de la
venda, y me coloqué el calzado, pues debía ir al
colegio a presentar un examen. Estuve entonces

36
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
toda la noche y parte de la mañana con la herida
vendada, al llegar a la casa cerca del mediodía, casi
no podía caminar, la pequeña herida que me había
producido dieciséis horas antes, se había triplicado
en tamaño y en grosor también, todo por haberla
vendado y encerrado para esconderla de mis padres,
para evitar que estos me llamaran la atención o me
castigaran. Ya que me hice la herida en un acto de
desobediencia a mis padres.

Estuve a punto de perder parte de mi pie


derecho debido a la infección que provoqué al
encerrar la herida, al ocultarla. Si se las hubiese
mostrado a mis padres, ellos me habrían castigado,
pero me habrían llevado al médico para que me
curaran y suturaran la herida. Por esconder una
simple herida, estuve a punto de ser lisiado de un
pie, la escondí por vergüenza y temor, ya que me
habían prohibido estar en el lugar donde
accidentalmente me corté. Sentía vergüenza,
porque tenía que admitir que había desobedecido, y
temor por el castigo que podrían darme mis padres
al saber que les había desobedecido.

Al igual que mi herida física al ser encerrada y


oculta trajo consecuencias, así también los daños
emocionales o espirituales traerán consecuencias si
están escondidos o encerrados. Debido al temor y a
la vergüenza cuesta mostrar y enseñar que hay algo
en nuestra vida que aún sigue sangrando a causa de
una herida producida por el pecado. También por
simplemente el daño que el diablo creó a través de
otra persona en nosotros.

37
José David Díaz Laza

Queremos mantener escondida la herida por la


vergüenza; vergüenza de saber que dichas heridas
no habrían existido de haber obedecido la voz de
Dios, quien nos estaba diciendo que ese no era el
camino o que esa no era la persona indicada.
Ciertamente es vergonzoso enseñar tu sangrante
herida, sin embargo, este acto es necesario para la
sanidad de la misma.

Enseñar tu herida significa reconocer que has


desobedecido, pero también significa que:
reconoces que necesitas las hábiles manos del
maestro para sanarte. «Venid luego, dice Jehová, y
estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como
la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si
fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
blanca lana» Is 1:18.

Quizá pienses que, si el dolor, la vergüenza, el


odio, la decepción, el temor, el resentimiento y el
pecado son confinados en una parte muy apartada
de tu corazón o de tu memoria, ya no tendrás que
lidiar con ellos, pero esto solo sería un engaño
temporal que te harías a ti misma; porque los
sentimientos enterrados vivos nunca mueren, solo
carcomen desde adentro dañando todo tu ser.
Cuando entierras algo dentro de ti, tú misma vas
envuelta con lo que entierras.

Por ello, el Señor nos dice: Venid luego, y


estemos a cuenta: esta frase se utiliza cuando hay
deudas que pagar; cuando alguna cuenta no está del
todo clara, en nuestro siglo sería Dios diciéndonos a
cada uno: ven aclaremos las cosas y si tus pecados
fueren rojo oscuro, como el color de la sangre, yo los

38
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
haré blancos como la nieve. Más todo este proceso
de blanqueamiento de los pecados en nuestra vida
tiene un principio: ese principio es venir ante el
Señor a presentarle cuentas claras. Sí. ¡Él sabe todo
lo que tú has hecho! Pero es de tu boca y de tu
confesión que vendrá la sanidad de parte de Dios. El
perdón ya está preparado, solo tienes que invocarlo
pregonando una confesión delante de la presencia
de tu Dios, diciendo: Señor te he fallado en esta, en
aquella y esta otra área de mi vida: lo confieso para
que me perdones y así poder ser libre.

No es que necesites escalar a una cima para


alcanzar el perdón de DIOS para tu vida. Lo que
necesitas es echar mano del perdón que Dios te
presentó cuando Cristo murió en la cruz por ti. No
tienes que hacer un gran esfuerzo para ser
perdonada; simplemente arrepentirte
comprendiendo que él sanó y perdonó todas tus
transgresiones.

39
José David Díaz Laza

40
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

CAPÍTULO 4

El Baúl de los Recuerdos

«Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor


nuestro, tan grande nube de testigos, despojémonos
de todo peso y del pecado que nos asedia, y
corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante».
Heb 12:1

No todo lo que nos persigue, atormenta y


humilla es el pecado o la culpa, hay cosas que
simplemente sobrepasan nuestro rango de acciones;
de lo que hicimos o dejamos de hacer, hay cosas que
van mucho más allá de nuestro proceder; que se
escapan de nuestras manos, cosas en cuyo desenlace
y final no tenemos injerencia.

En pocas palabras, la mayoría del daño que


como mujer has recibido, ha sido causado por ti
misma; por las decisiones que has tomado y por la
lejanía tuya de Dios. Pero hay una significativa parte
que ha sido labrada por las acciones de otra persona:
siendo ejecutadas en tu vida.

41
José David Díaz Laza

Alguien ha marcado una parte de tu vida


durante su trayectoria; alguien se empeñó a
marcarte, alguien no cumplió la promesa que te
efectuó, alguien te abandonó, abusó de ti o
simplemente se mantuvo ausente durante tus
luchas. Sea cual sea el caso, lo único cierto es que
esos pequeños traumas producidos por esas
personas, dejaron marcas y vicios en ti. Por esa causa
el verso dice: despojémonos de todo peso y luego
añade que también hay que despojarnos del pecado,
dando a entender que no es el pecado lo único que
nos detiene, que no es el pecado lo único que nos
estorba y que no es el pecado lo único que impide
que prosigamos.

Existen otras cosas llamadas traumas que


generan peso; son como cadenas que te mantienen
anclada a una posición. Son como un gran bulto que
afecta tu movilidad; que te impide ver el camino de
libertad que ya Jesús trazó para ti. Las heridas que
nos produce el pecado no son las únicas que
escondemos. No solo sentimos vergüenza a causa
del pecado; sino también nos avergonzamos de
traumas que sufrimos en nuestra infancia,
adolescencia o aún en nuestra etapa adulta.

Una vez, iba paseando por un vecindario muy


típico de mi país: cuando vi a un perro que salía
corriendo a gran velocidad hacia adelante; su
objetivo era alcanzar una ardilla. De repente, lo vi
con la misma velocidad siendo halado con violencia
hacia atrás: noté entonces, que dicho animal estaba
atado a un arnés que abrazaba su cuerpo, y que a su
vez estaba amarrado a un árbol por una cadena.

42
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Esa cadena lo detenía y lo tironeaba hacia atrás
cada vez que el perro avanzaba en dirección hacia
algo que quería. De la misma forma son las heridas
abiertas en la vida de una persona. No importa
cuántas veces quieras salir adelante; ese pasado que
no ha sido desechado te detendrá, no dejándote
avanzar. Necesitas desprenderte de lo viejo; de lo
que ya pasó, porque en el sí y en el amén de Dios,
tienes una realidad insuperable.

Los recuerdos enterrados vivos nunca mueren,


sino que desde adentro carcomen. La culpa hará su
aparición en cada momento, a menos que decidas
eliminarlos de ti.

Cada vez que intentes levantarte y dirigirte a tu


propósito, la culpa aparecerá diciéndote: “no eres
digna”. El fracaso aparecerá para decirte: «si no
pudiste antes, tampoco lo harás ahora». El rencor
aparecerá para recordarte que alguien te hizo daño
rompiendo tu confianza. La decepción te dirá: «no
vale la pena intentarlo», y la frustración hará acto de
presencia para que te des por vencida. Todas estas
cosas representan la correa o cadenas que no te
dejarán avanzar hacia tu destino.

Todo esto representa el peso que tu alma carga


consigo. Pero el poder de ellas es relativo: porque
depende de lo que tú decidas: si las deshechas o no;
si abrazas el pasado amarrándote a la miseria y al
dolor, o si decides ser libre, dando paso a las nuevas
bendiciones. Quizá te detiene el dolor de una
pérdida; la culpa de una transgresión, la vergüenza
de un acto deshonesto, cosas que quizás hiciste, pero
que en DIOS ya no son, ni si quiera existen.

43
José David Díaz Laza

Quizás alguien te hizo daño y eso te detiene.


Porque aún lo recuerdas; lo revives con una extraña
añoranza, con un morboso masoquismo para
sentirte miserable, para odiarte y para odiar a
aquella persona que te hizo daño. Recordemos el
verso: despojémonos de todo peso y del pecado que
nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que
tenemos por delante. Heb 12:1.La palabra despojar
quiere decir literalmente: desvestirse, quitarse algo
que se lleva puesto o que está encima ceñido. Al
decir despojémonos: también está diciéndonos que
nosotros tenemos el derecho de decidir cuándo
quitárnoslo. Es algo que está sometido a nuestra
entera voluntad. Nadie puede despojarse del peso
por ti. Solo tú puedes quitártelo. En el momento en
el que determines hacerlo.

Cuando la palabra nos envía a que nos


despojemos del pasado, nos está enviando a que nos
desvistamos de todo lo que nos pesa, porque es
difícil desenvolverse en cualquier cosa con tanta
basura ceñida a nuestro cuerpo.

Desvístete hoy de: todo sentido de miseria,


menosprecio de ti misma, sentido de culpa, y de
impureza. Todo debe ser destruido de ti, debes
desvestirte de ello y vestirte con el gozo; perdón,
amor, paz, virtud, pureza, dignidad y redención que
Dios Padre te entregó. Sigue la carrera que tienes
adelante y olvídate de lo que dejas atrás, de lo
contrario, el enemigo habrá ganado la batalla.

El escritor de hebreos después de exhortarnos a


despojarnos de todo peso y del pecado, nos invita a
correr con paciencia.

44
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Entendiendo que sin peso encima es más fácil
avanzar con persistencia y sin desmayar. Cuando te
deshaces del peso y del estorbo estás ligera como
una pluma; lista para correr avanzando hasta tu
destino profético .

Te pido que ores al SEÑOR y le digas: Padre


ayúdame a vivir de forma que pueda alcanzar lo que
para mí está preparado; necesito desesperadamente
desprenderme de mi pasado, por ello, hoy acudo a
ti reconociendo que te necesito y reconociéndote en
todos mis caminos.

LA MAQUINA DEL TIEMPO


«Entonces levantarás tu rostro limpio de
mancha, Y serás fuerte, y nada temerás; Y olvidarás
tu miseria, O te acordarás de ella como de aguas que
pasaron». Job 11:15-16

¿Cuántas veces en nuestras vidas se nubla el


porvenir excelso al que Dios nos llamó, por
apariciones de nuestro pasado?
He aquí que no hay nada que detenga más el
desenlace, desarrollo y evolución en la vida de una
mujer de Dios que su pasado. Es difícil avanzar por
algún camino con la mirada puesta en lo que hay
tras sus espaldas, se llega a tropezar con cualquier
obstáculo que divisarse no se pudo, debido a no
tener puesta la mirada en el camino que se tiene por
delante.

¿Cuántas personas no quisieran tener una


máquina del tiempo para volver a un evento
vergonzoso en sus vidas y cambiarlo para regresar y
hacer las cosas mejor; de un modo distinto?

45
José David Díaz Laza

Te confieso que por mucho tiempo quise una: el


diablo me atormentaba con mis propios errores del
pasado, con el daño que hice y también con el que
me hicieron, no lograba perdonarme a mí mismo
por lo que no debí hacer o por lo que sí debí hacer.
No me perdonaba a pesar de que Dios ya lo había
hecho, no dejaba de juzgarme, no me creía
merecedor de las bendiciones por cosas que ya
habían tenido acontecimiento. No me perdonaba
por cosas que, a pesar del desenlace, ya DIOS había
olvidado; aun así, yo no lograba sepultarlas. Hasta
que un día me abracé de Dios y de su palabra, fue
cuando pude comprender que mi realidad en él era
otra muy distinta a la que yo pensaba.

Quizás esto también aconteció en tu vida amiga:


quizás aún acontece. De ser ese el caso, déjame
decirte que: no hay nada que pueda detener la
redención de Dios en tu vida, excepto tú misma. No
importa cuántas veces alguien quiera avergonzarte
y tenerte amedrentada por las acciones de tu
pasado, no importa cuánto el enemigo quiera
avergonzarte, he aquí que tu realidad es otra; fuiste
redimida, perdonada y lo mejor justificada, no hay
pasado que detenga lo que en DIOS tienes. Quizá las
personas nunca te perdonen ni olviden las fallas que
como ser humano pudiste tener. Pero si logras
entender el amor y la gracia de Dios, y logras
perdonarte a ti misma, tendrás una realidad distinta.

Al igual que muchas otras personas, la


samaritana vivía esa realidad. La realidad, donde su
pasado turbulento la tenía vetada de por vida de la
comunión con personas del pueblo.

46
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Las personas no olvidan nuestros errores, pero
Gloria en el Cielo que Dios si los olvida; y mejor aún
los perdona.

La Samaritana no lograba comprender que Jesús


estaba allí para redimirla, no entendía que su amor
y gracia eran derramados para ella. Era tanto el
rechazo que recibía de parte de la gente del pueblo,
que ella misma se creyó que no tenía salvación, que
no era merecedora del galardón de Dios a través de
Jesús. Todos en algún momento de nuestras vidas
hemos creído más las mentiras del diablo que a la
verdad de Dios.
Las mentiras son lanzadas a nuestra mente por
el enemigo, o son vertidas a nuestros oídos, a través
de la boca de las personas. Mientras que la verdad de
Dios es: primeramente, grabada en nuestros
corazones; es también susurrada a nuestros oídos y
finalmente, implantadas por la fe en nuestra mente.

¡AYER NO ES HOY!
«No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a
memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago
cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis?
Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la
soledad». Is 43:18-19

Dios claramente nos dice que no nos acordemos


del pasado, aunque las personas se recuerden,
aunque el diablo lo recuerde para poder acusarnos.
Nosotros no lo debemos recordar, pues ya Dios lo
olvidó, para él; nuestros errores son cosas que ya no
existen en su presente. Él dice: «Yo, yo soy el que
borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no
me acordaré de tus pecados». Is 43:25.

47
José David Díaz Laza

Por esta razón es que no debemos vivir atados


en nuestro pasado, porque nuestro pasado ya no
existe en Dios. ÉL mismo se encargó de borrar tu
pasado vergonzoso, el único que te podía juzgar no
lo hace, sino que te perdona y lo olvida para
siempre. «Porque seré propicio a sus injusticias, y
nunca más me acordaré de sus pecados y de sus
iniquidades». Heb 8:12. Ya no existe tu pasado,
aquello que te quiere detener fue borrado delante de
la presencia del Altísimo. Quizás, así como la
samaritana pensaste que ya no tenías perdón de
Dios, pero realmente su amor sobrepasa todos
nuestros pecados.

No hay cosa lo suficientemente mala o dañina


que el amor de Dios no pueda reparar. No hay
pecado lo suficientemente grande que su
misericordia no pueda perdonar. No existe herida
en el alma lo suficientemente crítica como para que
su toque no pueda sanarla. Hoy te invito a que te
deshagas de los malos recuerdos; elimina todo
aquello que te ata; deshazte de la culpa, la cual
mantiene abierta una puerta para que el enemigo te
siga diciendo mentiras. Cierra la puerta para que no
las creas, pues la verdad más relevante es que el
Padre ya te perdonó y, aunque el diablo o las
personas quieran decir lo contrario, no tienen parte
ni herencia contigo, ni con lo que Dios ha hecho en
ti.
Tocante a este tema solo hay una realidad; lo
demás es ficción, son simples ilusiones para el
engaño. La realidad es que Dios Padre nos ama
tanto, que dio a su hijo en representación de su
amor, para morir por nuestros pecados, ya que estos
eran los que nos separaban de él.

48
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Cristo prefirió morir por nosotros a vivir una
Eternidad sin nosotros. Déjame decirte algo: “eres
consecuencia del amor de Dios en esta tierra y en
medio de ese amor estas tú. Existes en medio del
amor del Padre celestial. Acostúmbrate a vivir allí,
en medio de ese sublime amor. Eso callará las voces
que puedan levantarse en tu contra; si acaso aún las
escuchas, entonces él te demostrará que la palabra
que vale es la que sale de su boca. He aquí que yo
hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; me encanta
este verso porque no solo recibimos la invitación de
parte de Dios para ya no darle importancia al pasado
que nos atormentaba; nos oprimía, nos causaba
dolor y nos detenía, sino que también recibimos de
él la promesa que hará en nuestras vidas cosas
nuevas.

No solo perdona las transgresiones, sino que


hará de ti algo nuevo y sublime. Dios planea borrar
tú pasado, pero no solo borrarlo, sino que planea
suplantar ese recuerdo vergonzoso o hiriente por
algo honroso y lleno de paz. Él hará una obra nueva
en ti; una obra que hará pública y notoria, no la hará
en lo oculto, sino que será efectuada donde todos
puedan ver lo grandemente bueno que ha sido él
contigo.

Todos verán lo que Dios ha hecho en ti, la única


condición es que ya no te aferres a tu pasado y le
permitas hacer conforme a sus propósitos. Si
parafraseásemos a nuestro lenguaje actual los versos
de Isaías 43:18-19.

Seria Dios diciéndonos lo siguiente:

49
José David Díaz Laza

«Ya no se acuerden del pasado, ni traigan a su


memoria las cosas que les producen dolor, esas que
son muy viejas; porque yo haré una cosa nueva en
ustedes y pronto la daré a conocer, ¿acaso no la
verán sus ojos? Como en otro tiempo, volveré a abrir
caminos en la soledad y ríos, en los lugares donde
no había agua. Todo lo árido reverdecerá y
florecerá».

Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en


la soledad.
En el desierto de lo que más tenemos carencia es
de agua; de compañía y de un camino plano y
estable por el cual andar. En su inmensa
misericordia el Dios de los cielos nos provee de ese
río para beber y de ese camino para transitar, pero
también en todo ese trayecto, que cada ser humano
recorrerá más de una vez en la vida, nos provee en
sí mismo esa compañía.
Nuestro Dios nunca nos ha dejado y nunca nos
dejará. Él ha estado y siempre estará en cada
momento de tu vida. Se reirá contigo, pero también
llorará contigo, cuando tú estés llorando.

«Nadie te podrá hacer frente en todos los días de


tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no
te dejaré, ni te desampararé». Jos 1:5
En medio de los desiertos de la vida, no
estaremos solos. Aunque parezca que no hay nadie;
él estará a nuestro lado, estará allí justo a nuestro
alcance. Siendo el agua para beber; siendo el aire
para respirar, siendo simplemente, el aliento de vida
para todo lo que está muerto. Cambiando nuestra
condición con su sola presencia.

50
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Cuando un desierto es atravesado por un río,
definitivamente deja de ser desierto. Ya que el agua
empezará a producir vida y hierba, ocasionando que
este deje de ser el sequedal que antes fue.

Me intrigaba este verso, la parte donde dice:


¡Otra vez! Cuando entendí esta parte, fue iluminada
mi vida, ya que el enemigo siempre quiere
arrebatarnos lo bueno que Dios nos da para que
estemos indefensos ante él. Su mayor arma es
mantenernos en ignorancia de la verdad, porque la
verdad nos hace libre.

“Otra vez”, significa que no es la primera


ocasión donde él abre caminos en ti, también
significa que no es la primera ocasión donde él
interviene a tu favor, significa también que él no se
cansa de invertir en tu vida.

Todo esto quiere decir que no importa cuán


bajo, sucio y estrepitosamente hayas caído, él
volverá a darle a tu ser el esplendor que un día tuvo;
él volverá a limpiarte, volverá a traer alegría,
simplemente volverá a darte vida. Los desiertos
tienen algo muy peculiar: es que científicamente
está comprobado que fueron grandes
almacenamientos de aguas; que tuvieron mucha
diversidad de vegetación y muchas especies de
fauna. En pocas palabras, albergaron distintas
formas de vida.

¿Por qué entonces dejaron de existir en ellos


estas características? ¿Qué ocurrió que ahora es tan
vagamente habitado?

51
José David Díaz Laza

La respuesta es simple: se cerró la fuente de agua


que la abastecía por causa de algún movimiento de
las placas tectónicas o por la simple acumulación de
sedimento en la vena de agua que lo alimentaba. La
consecuencia es la misma: a la ausencia del agua, la
mayor parte de vida de aquellos paraísos hoy
conocidos como desiertos, murieron.

La única diferencia entre un bosque y un


desierto es: la fuente de agua. El agua que abunda en
el bosque y de la cual carece el desierto es lo único
que hace diferencia entre los dos parajes tan
extremadamente distintos. Porque el agua ayuda al
abono de la tierra haciendo que la tierra produzca
hierba y árboles.

Los árboles producirán frutos y la hierba atraerá


a los insectos. Los frutos atraerán a su vez a aves y a
pequeños mamíferos, y los insectos atraerán a
pequeños reptiles y anfibios. Estos pequeños
mamíferos y las pequeñas lagartijas atraerán a
grandes depredadores. Así la cadena seguirá
creciendo y todo se debe a que existe en el lugar una
fuente de agua. La diferencia entre el bosque y el
desierto es el agua. Porque el agua es vida. Cristo es
esa agua que puede dar vida y calmar tu sed. Él
mismo es el río que atravesará nuestros desiertos
para darles vida. No hay nadie más
De la misma forma en que un paraíso se
convierte en desierto si se cierra su fuente de
abastecimiento; así tu alma que un día estuvo llena
de vida se convierte en un sequedal, si no tiene a
Dios.

52
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Al principio, en tu alma había una fuente que te
llenaba de fuerzas, eras un hermoso paraíso que
albergaba muchos sueños y metas. Todas prontas a
cumplirse, pero descuidaste esa fuente interior en tu
alma, dejaste a un lado lo que te abastecía, logrando
así que tu vida quedase desierta; sola y sin vida.
Todos tus sueños murieron. Solo han quedado
pequeños rastros del esplendor que un día tuviste,
aunque duela aceptarse, todo lo bueno ha quedado
atrás.

Más la promesa de tu Padre y Señor en esta


misma hora para tu vida es: Otra vez abriré camino
en el desierto, y ríos en la soledad. Hoy Dios viene a
salvar y hacer en ti una obra mayor. La ventaja es
que el Maestro está plenamente encaprichado en
hacer algo bueno contigo. Si le permites a Dios
tocarte y al Maestro le permites hacer su obra en ti,
“de tu interior correrán ríos de agua viva”. Jn 7:38.
Yo en el espíritu declaro que se abre en tu vida la
fuente que las tribulaciones, la maldad y el pecado
de este mundo pudieron cerrar. En la autoridad que
cristo nos confirió: desato tu alma de la cautividad;
conforme a la palabra que Dios emitió, reclamo para
ti que nuevamente se abre el camino y corren ríos
en tu interior.

En este preciso momento, vengo a través de este


escrito como profeta de Dios a decirte que: levantes
tu cabeza; ya no tienes por qué estar sometida al
pasado, levántala porque no tienes que esconder tu
rostro de nada, porque nada tienes que temer y
porque los tiempos de sentirte miserable ya
pasaron. El único que te pudo juzgar no lo hizo.

53
José David Díaz Laza

¡No lo hagas tampoco tú! Recuerda que Dios


elige a una persona no porque esta no tenga maldad
en sí misma, sino porque él tiene para esa persona
algo mejor, algo para transformar la maldad en
bondad. Él no te eligió por lo que fuiste, sino por lo
que él hará de ti, hará en ti y hará contigo. Eres una
bella obra de arte que aún está siendo esculpida.
Apresúrate y no tardes en ir a su presencia porque:
él artista por excelencia te espera.

Pídele perdón al Señor por las veces que le has


creído más al enemigo y a sus mentiras que a él, hoy
Dios te espera para tallarte, para adornarte y hacerte
ver toda LA HERMOSA obra que él ha hecho de ti…

Es importante reconocer y atender cuando Jesús


llama personalmente; para restaurar. Para nadie es
fácil descubrir su pasado, mucho menos, aun
cuando por años la gente te ha juzgado y acusado
por el mismo pasado que Dios planea hacer notorio,
antes de la redención, pero ¡qué bueno!, que el
sanador te conoce desde el principio y, aun así ha
decidido amarte, pasando por alto todo lo que eras
antes de él.

«El que encubre sus pecados no prosperará; mas


el que los confiesa y se aparta alcanzará
misericordia». Pr 28:13. Creo que más claro que este
versículo es imposible explicar; mientras sea
escondido el pecado no podrás levantarte; no
podrás avanzar, pero si lo confiesas y te alejas de
ello, tu vida alcanzará la misericordia, la redención
y el perdón que necesita.

54
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Sé que el dolor es fuerte, piensas que esconderlo
es la manera de no pensar en ello, sé que piensas que
si lo ignoras algún día cesará, mas no es así. Si el
anhelo de tu alma es que el dolor termine de una vez
por todas, pues llévalo a Dios; sácalo a la luz delante
de él, dile que necesitas de su sanidad; de su verdad,
de su perdón y de su restauración, pues cuando esto
hagas, entonces le darás permiso para que él obre en
tu vida.

Cuando te digo de hacer pública tu falla, no me


refiero a que vayas por las plazas; gritando: “ayer me
acosté con el esposo de mi mejor amiga”, u “hoy le
robé al señor del mercado”. No, no me refiero a eso.
Es necesario que vayas a tus líderes. Tienes que ser
valiente.

Quizá pienses que te rechazarán o que no te


verán igual, pero necesario es que haya una
depuración en tu alma. No es un psicólogo lo que
necesitas, es la liberación de las áreas donde tengas
ataduras.

Recuerda esto: lo que está oculto no puede ser


sanado. Por ello, anda, reconoce que hay áreas en ti
que necesitan el toque sanador del maestro.
Adelante el sanador te espera no hay nada que
perder y menos de que avergonzarte. Él te espera
para limpiar en ti lo que está infectado y para darle
vida a lo que está muerto.

55
José David Díaz Laza

56
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

CAPÍTULO 5

Lo que se ve es Causado por lo


que no se ve

Todo lo que se ve en lo físico tiene un principio


en el mundo espiritual. Todo aquello que se
reproduce en la vida de una persona tiene su
comienzo en otro lugar que, aunque es invisible es
más real y poderoso que lo que se ve. El mundo
espiritual rige y gobierna el mundo físico, todo para
bien o para mal se crea primero en las regiones
celestes, para luego poder observarlas en el ámbito
terrenal.

«Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo,


que todo aquel que hace pecado, esclavo es del
pecado». Jn 8:34. Toda acción en nuestras vidas tiene
una raíz en lo espiritual. Todo lo sucio que se ve
exteriormente es porque existe una corrupción en el
interior; producida y telegrafiada desde el mundo
espiritual. Cuando veo a un alcohólico; no veo con
mis ojos literalmente unas cadenas sobre él; no veo
que hay unas ataduras que arrastra por doquier,
pero allí están. Su alcoholismo es la evidencia en este
mundo, de que ese individuo es esclavo en el mundo
espiritual, a través del reino de las tinieblas.

57
José David Díaz Laza

Igual pasa con homicidas; ladrones, fornicarios,


mentirosos, adúlteros, etc. No se ven sus cadenas,
pero existen; ya que la reiteración del mismo acto
no es otra cosa que la evidencia de un alma atada y
oprimida. Que siempre hará lo que su esclavizador
le obliga a hacer, porque un esclavo no tiene
voluntad.

¿Qué es lo que más necesita un esclavo? Simple:


lo que más necesita es ser libre; además de que en el
interior es lo que más anhela.
En Jesús, tenemos la promesa de libertad a
través de él mismo. ÉL dijo: —«Así que, si el Hijo os
libertare, seréis verdaderamente libres». Jn 8:36.

Todo el pecado en nuestras vidas, tuvo un inicio.


Desde entonces, ese mismo pecado se encarga de
reproducirse y propagarse dentro del alma, tal
como una gangrena lo hace dentro de un cuerpo. Al
confesar y arrepentirte le das la oportunidad a Dios
de trabajar y sacar para siempre la infección que ha
dañado tu vida, evitando así, que vuelva a
manifestarse. Al pedir perdón seremos perdonados,
ya que es la voluntad del Padre que todos procedan
al arrepentimiento.

Pedir perdón de lo que teníamos oculto y no


recibir liberación sería: como cortar de un árbol el
tronco y dejar la raíz. Sería como quitar la telaraña
y dejar a la araña viva. Sucederá que al tiempo todas
las ramas que cortaste comenzarán a florecer; toda
la tela de araña volverá a divisarse, pues el problema
ha sido tratado, pero no curado.

58
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Por esa razón es que los cristianos siguen
cayendo con el mismo pecado con el que caían
tiempo atrás; porque la atadura no ha sido soltada,
porque no hubo una verdadera liberación, y porque
el enemigo aún tiene sometida partes de su vida.
Para deshacerlo debe ser tratado desde la raíz. La
mayoría de las enfermedades tienen su raíz en lo
espiritual, por ello, Cristo iba de una vez a la raíz y
destruía la enfermedad, perdonando los pecados,
esos que eran los causantes de la enfermedad.

Atacaba el pecado destruyéndolo para que este


no alimentara ningún factor de muerte. Fue algo
que los fariseos nunca pudieron entender. De nada
servía que hubiese una sanidad en el cuerpo, si en el
alma estaba alojada la raíz que nutría dicha
enfermedad. Por ello, lo primero que Jesús hacía era
decirle tus pecados te son perdonados, quitándole
así al pecado el derecho de someter, a través de la
enfermedad u otra atadura, la vida de una persona.
Luego de perdonarles decir; sé sano o sana, sé libre,
levántate y anda, etc. La raíz era atacada antes de
derribar las ramas, la araña era exterminada
primero, antes de quitar la telaraña

«Cuando el espíritu inmundo sale del hombre,


anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo
halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí;
y cuando llega, la halla desocupada, barrida y
adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete
espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el
postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que
el primero». Mt 12:43-45.

59
José David Díaz Laza

Cristo explica aquí: cómo una persona puede


haber sido limpiada pero no liberada, como una
persona puede haber recibido un cambio pero no
una transformación.
Este verso encierra una explicación, la cual me
llama mucho la atención, y es; “l "sentido de
pertenen”ia" que tenía el demonio que salía. Sus
textuales palabras en el verso cuarenta y cuatro son:
Volveré a mi casa de donde salí. ¿Ya puedes notar a
lo que me refería c“n "sentido de pertenen”ia"?

Al espíritu inmundo no le ha importado que ha


sido expulsado, él tiene aún una carta bajo la manga
y está dispuesto a usarla. Aún tiene el título de
propiedad de esa casa y está dispuesto a ir hacia ella
para ejercer su derecho. No importa cuántas veces
Dios te pueda tocar o limpiar; mientras el enemigo
tenga una pequeña parte de él dentro de ti, que le
otorgue derecho legal, él pujará por tu alma con
todo lo que tenga a su alcance. Su intención es
arrebatarte de los cuidados del maestro; es sacarte
de su presencia para que estés débil ante él y así
manejarte con sus hilos, cual titiritero a su
marioneta.

Al enemigo no le importa que Dios te limpie,


pues mientras seas su casa, este volverá a ensuciarte
cuantas veces quiera. La única salida es que ya no
tenga un derecho legal en ti, es que ya no pueda
jactarse de tener el título de propiedad de tu vida y
de tu alma. No solo basta, con expulsar al dueño
malo de tu casa; debes proporcionarle a esa casa un
buen dueño, que la proteja, uno que la defienda de
todo ataque y vele por su seguridad.

60
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
«No hablaré ya mucho con vosotros; porque
viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en
mí». Jn 14:30

Las grandes empresas y los grandes consorcios


debido a su magnitud; son formadas por una amplia
cantidad de inversionistas o accionistas, con el fin de
que no haya un único dueño. Los accionistas son
aquellos que compran una parte de la empresa,
poniendo en ella su inversión, con el fin de obtener
de ella ganancias, además, le da lugar en la toma de
decisiones pertinentes a la empresa. Para resumir,
un accionista decide sobre el caminar de una
empresa y su principal fin es obtener de ella
ganancias. Ahora, quizá te preguntes, ¿qué tiene que
ver todo esto con la palabra o el verso leído, y más
aún con el tema que estamos tratando?

Te diré que, sí tiene que ver, ya que Jesús declaró:


viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en
mí. Esta expresión refleja lo que expliqué con
anterioridad. Lo que principalmente busca el
enemigo es tener acciones en la empresa de nuestra
vida, Jesús lo entendía claramente, y por ello, en su
caminar nunca le dio paso, pudiendo así decir que
el diablo no tenía absolutamente nada en común
con su vida y obra. La forma usada por el reino de
las tinieblas para obtener de ti derecho legal es: a
través del pecado. A través de una tentación a la cual
cedes; o de un pensamiento impuro con el que
coqueteas, en fin, todo lo que te aparte de la santidad
de tu Dios será suficiente para que el enemigo tenga

61
José David Díaz Laza

un derecho legal en ti. Con el cual vendrá y hará su


voluntad en tu vida sin que puedas oponértele.

En ocasiones te preguntaste: ¿Por qué te cuesta


tanto dejar algún vicio?

La respuesta es sencilla. Debido al derecho legal


que se le permitió al enemigo.
Este usará todo el dominio que puede ejercer
sobre las acciones que en tu vida ha canjeado. La
solución es cortar todo lo que él tiene en tu vida y
devolvérselo, devolverle el pecado; toda la
tentación, los malos pensamientos y todas las malas
acciones. Es cortar todo suministro para que la carne
muera de hambre, y el enemigo huya porque ya no
tiene ninguna malévola parte de él en ti. Al igual que
CRISTO, no permitir que nuestras vidas sean su
juguete.

Hoy es un día para arrancar todo mal árbol, día


para desarraigar todo lo que no es semilla del Padre.
Cualquier semilla que el enemigo haya sembrado.
Hoy es un día para emular a Cristo y decirle al
diablo: ¡Nada tienes en mí! Hoy es día para que el
completo de nuestras acciones le pertenezca a
Cristo. Eres una hija de Dios, nacida de nuevo,
redimida por la sangre del cordero, el único que
debe tener acciones en ti es el Creador.

Tu cuerpo no está diseñado para el pecado, sino


para mostrar la gloria de DIOS. Tu vida no fue
preparada para ser el juguete de un malvado
dictador que solo pretende destruir tu existencia.

62
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Sino que fue preparada para ser la imagen de la
gloria de un Dios amoroso y poderoso; siendo
dirigida por la bondad del Santo Espíritu, que solo
anhela tu bienestar.

Un detalle resaltantemente peligroso cuando el


espíritu inmundo volvía, no era solo su sentido de
pertenencia o el hecho de poder regresar.
El detalle más peligroso es que: cuando volvió a
la que este creía su casa, no encontró oposición
alguna. Pasó sin estorbar a nadie y peor aún, pasó sin
ser estorbado; ya que, nadie habitaba esa casa.
Estaba limpia y ordenada, lo que claramente
resaltaba que había pasado la mano de Dios sobre
ese lugar. Precisamente ese fue el problema. Dios
pasó; no habitó esa casa. ¿Por qué Dios no la habitó?
Sencillamente porque no se le dio el permiso de
hacerlo; no se le dio un derecho legal que lo hiciese
dueño, por ello, no habitó dicha casa. Él es un
caballero y nunca pasará más allá de donde se le
permita pasar.

Se podría resumir; que pedir perdón y recibirlo


no es suficiente, si no hay liberación de por medio y
recibir liberación sin que sean llenados los espacios,
es casi inútil. Necesario es que el amor de Cristo te
limpie, pero también que llene todos los espacios
que él ya conquistó en ti. Para ello, necesita que le
des tu permiso. «He aquí, yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré
a él, y cenaré con él, y él conmigo». Ap 3:20. Este es
un verso que en la mayoría de los casos se usa para
la predicación y el arrepentimiento de aquellos que
no son cristianos o son nuevos creyentes, pero este
verso va mucho más allá. Se aplica tanto al inicio del

63
José David Díaz Laza

caminar de un creyente como en el transitar de uno


ya consagrado. Cristo es el caballero por excelencia;
él no forzará en nada nuestras vidas, sino que
esperará a que nosotros nos decidamos por Él.

Solo llegará en nuestras vidas hasta el punto en


el cual nosotros le permitamos llegar.
Imaginemos que tu enamorado ha preparado
una sorpresa; te lleva champán, velas y tus mariscos
favoritos, pero cuando él toca a tu puerta no le dejas
pasar. Por más buena intención que ese enamorado
tenga; mientras no le des tu permiso, nada podrá
hacer para halagarte o agasajarte, igualmente pasa
con Cristo. Necesitas entender que necesitas a Jesús
en todas las áreas de tu vida; en cada decisión, en
cada sueño, anhelo, meta o aspiraciones. ÉL
SIEMPRE estará al margen hasta que se le invite a
pasar e inmiscuirse en todos nuestros asuntos.

Te narraré un cuento
Había una vez una mujer que aceptó al señor
Jesús y lo invitó a morar en su casa. La mujer le dijo:
Señor esta es mi casa, vivirás aquí conmigo. Como
tú no tienes televisor; ni refrigerador, entonces te
daré este cuartico de los chécheres, así no ocupas
mucho espacio.

Jesús fue y se alojó en el cuartico de los


chécheres; contento de que la mujer le hubiera dado
un puesto en su casa, aunque decepcionado a la vez,
de que esta no le diese un lugar más importante en
la misma. Aconteció que un día vino un enemigo de
la mujer; tocó a su puerta y, al esta ser abierta, el
individuo entro y golpeó con brutalidad a la
indefensa mujer, quien al verse impotente clamó a

64
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Jesús para que acudiera a su defensa. Jesús vino
prontamente; al verle, el enemigo de la mujer salió
huyendo de inmediato.

La mujer con tono de reproche le dice al Señor:


Estoy decepcionada, casi me matan y tú no hiciste
nada. Jesús respondió diciendo: Hija mía recuerda
que me diste el lugar más apartado de esta casa, tan
pronto oí tu voz vine a tu rescate, y al verme el
enemigo de tu alma salió corriendo. Si ha sido culpa
de alguien, entonces ha sido tuya por relegarme al
último lugar. La mujer respondió: Tienes razón,
Señor; te relegué al último lugar, no lo haré más. A
partir de este momento, te daré todo el segundo
piso; toda la segunda planta de esta casa será tuya,
harás con ella como mejor te parezca.

Desde ese mismo día Jesús ocupó la segunda


planta de la casa y comenzó a darle orden a todo lo
que estaba fuera de lugar y a limpiar todo lo que
estaba sucio. Pasados muchos días, alguien toca a la
puerta. La mujer como de costumbre abrió la
puerta; al hacerlo se da cuenta de que es su enemigo,
quien nuevamente entró y la golpeó sin piedad,
entonces ella clamó al Señor diciendo: Señor ven
pronto. Jesús descendió rápidamente y al verle, el
enemigo de la mujer salió huyendo. La mujer una
vez más con reproche y rabia en su voz dice: ¿Señor,
y ahora qué pasó? Ya no estás en el último cuarto;
¿Por qué no me defendiste?
A lo cual Jesús responde: hija vine tan rápido
como escuché tu voz, solo tardé el tiempo que me
tomó bajar por las escaleras. ¡Tienes razón, Señor!
Exclamó la mujer; ¡esta vez acudiste más pronto a
mi rescate!, lo admito. Pero ya no quiero que ese

65
José David Díaz Laza

enemigo me haga más daño; así que te entregaré


toda mi casa, toda la administrarás tú.
Te entrego el derecho de hacer cualquier
cambio. Solo te pido que me protejas.

Pasados muchos días estaba Jesús en la sala de la


casa reordenándola; la mujer a su vez, estaba
sentada en un mueble haciéndole compañía,
viéndole trabajar. cuando se oye que tocan la
puerta. Al percibir el sonido del golpeteo; casi
instantáneamente, el corazón de la mujer comenzó
a latir aceleradamente. Su piel se empalideció y sus
rodillas chocaban una con la otra, producto del
miedo. Ella dijo a Jesús: Es él otra vez; el enemigo de
mi alma que viene a hacerme daño una vez más. El
Señor le respondió con una voz cálida y melodiosa,
diciendo: Tranquila, recuerda que ahora esta es mi
casa y seré yo quien abra la puerta. Se dirigió pues
Jesús a abrir la puerta; al hacerlo, notó que
efectivamente era el enemigo, quien al ver a Jesús y
no a la mujer, del miedo, no tuvo otra cosa por decir
que: Disculpe, me equivoqué de casa…

La moraleja de esta historia es que: Cuando


pones a Cristo por delante de cualquier cosa, no hay
nada que venga a ti que no pase primero por él. No
hay ataque que penetre la protección divina en la
que te envolverá. Pero si, por el contrario, lo relegas
a última o si quiera segundas posiciones, no podrá
detener los ataques en tu contra, ya que está detrás
de algo más, que es inútil para cuidarte. Como el
caballero que es, solo ocupará las áreas de tu vida
donde le permitas estar.
Al igual que en la historia, mi querida amiga,
debes permitirle a Dios acceso total a todas las

66
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
áreas de tu vida, que no quede rincón que no le
pertenezca. De esa manera el podrá dar sanidad a
lo que lo necesita y llenar cada vacío para que
ningún espacio esté abandonado. Evitando que
pueda venir el enemigo a alojarse, además de
brindar una protección perpetua contra sus
ataques.

67
José David Díaz Laza

CAPÍTULO 6

El Perdón

¿Cómo se alcanza el perdón? No es que necesites


escalar a una cima para alcanzar el perdón de DIOS
para tu vida. No. Necesitas es echar mano del
perdón que Dios te presentó cuando Cristo murió
en la cruz por ti y por cada uno de nosotros. No
tienes que hacer un gran esfuerzo para ser
perdonada, simplemente arrepentirte,
comprendiendo que perdonó y olvidó todas tus
transgresiones.

Pedir perdón requiere de humildad. Ya sea que


el perdón deba ser pedido a DIOS o a cualquier
humano al que le hayamos fallado. Necesitamos
humildad para reconocer. El que no es humilde para
reconocer, está siendo esclavo de la soberbia, cosa
que Dios mira de lejos.

Puede que te sientas indigna de pedir perdón;


eso no está bien. Porque a amenos que ese sentido
sea ocasionado por el poder del Espíritu Santo; en
cuyo caso, no sería sentido de indignidad, sino de
arrepentimiento, por el redargüir de su poder,
donde somos conscientes de juicio, justicia y
pecado. Llevándonos así a entender que hemos
fallado y debemos pedir perdón.

68
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
«Ahora me gozo, no porque hayáis sido
contristados, sino porque fuisteis contristados para
arrepentimiento; porque habéis sido contristados
según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis
por nuestra parte. Porque la tristeza que es según
Dios, produce arrepentimiento para salvación, de
que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del
mundo produce muerte». 2 Cor 7:9-10.

Por otra parte, si no es el redargüir del Espíritu,


es entonces, un sentido de indignidad mal
direccionado, que puede recaer en un sentido de
conmiseración, que en vez de ser ayuda, será
tropezadero. Pues, te hará creer que debes ser lo
bastante sucia y cucarachera para poder así recibir
el perdón. No es que tengas que arrastrarte al
extremo de dar lástima para que la gente por lástima
acepte tu perdón. Simplemente un reconocimiento
de que se ha obrado mal; voluntaria o
involuntariamente, y el compromiso de cambiar
para no volver a recaer en la misma falta. Eso debe
ser lo suficiente. Pero más peligroso que un sentido
desbordado de conmiseración, es un espíritu altivo.
Donde la persona no se siente indigna, sino
indignada. Donde no siente que deba solicitar el
perdón porque a su parecer no ha fallado; se siente
tan digna que es una ofensa insinuarle que esa
conducta no está bien en absoluto. Dicha persona,
aunque quiera ignorarlo, está siendo influenciada
sutilmente por un espíritu de altivez.

Quizá tú seas del tipo de persona que no le


cuesta reconocer que ha fallado y pedir perdón.
Pero ¿y cuándo te toca otorgarlo? ¿Qué tal cuando
en vez de recibirlo te corresponde darlo?

69
José David Díaz Laza

¿Será que eres tan humilde para reconocer? que


así como tú en ocasiones fallas cualquier otro
también puede hacerlo, ya que no eres infalible
como para no poder admitir contra ti falta. Hay que
ser humilde para pedir perdón; pero hay que serlo
mucho más para otorgarlo…

Tú estás al tanto de que alguien te ha fallado;


alguien te ha ofendido, o te ha faltado de alguna
manera. Alguien que no te es desconocido; alguien
cuya cara y nombre conoces bien. Alguien de quien
no esperabas que te fallara. Pero así fue, te falló. Lo
hizo como muchas veces tú lo has hecho con esa
persona o con cualquier otra. Pero te cuesta darle el
perdón porque no esperabas que precisamente, esa
persona te defraudara. No esperabas que entre todas
las criaturas del mundo, esa persona en quien
pusiste tu confianza la traicionara; la hiciera añicos
con sus actos. Te dolió; te causó impotencia e
indignación. Pero al cabo de unos años; meses, días
o algunas horas, esa persona viene a ti y te pide que
le perdones. Justo en ese momento; vendrá el
enemigo y su influencia, en forma de una dignidad
afrentada o en forma del ego exaltado. Para no dar
lo que muchas veces tú has solicitado.

El perdón.
Involuntariamente, la persona que te pide
perdón te traerá a la memoria, aquello que te hizo;
que te dolió, que te hirió y que pensaste que ya no
te dolía, pero ahora que ves de nuevo a ese ser que
fue el causante de tu sufrimiento, caes en cuenta de
que nunca te dejó de doler solo que lo relegaste a un
rincón.

70
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
En ese momento, cuando la persona viene
humillada; pero su confesión no hace más que
alterar la presunta tranquilidad de tus sentimientos,
la aparente estabilidad de tus emociones. En ese
mismo instante, donde concederle el perdón te
parece que es una manera muy fácil de librarlo. Esa
fracción de segundo donde puedes a manera de
venganza negarle su petición. Justo en esos minutos
donde te llueven en la mente cada uno de los
reproches que planeaste tiempo atrás; esperando el
poder expresarlos cuando se diese la oportunidad.
Justo cuando te provoca dejar a dicha persona
humillada y avergonzada; cuando no quieres ni si
quiera escuchar sus razones, cuando la altivez se
aviva y cruza por tu mente un pensamiento que te
hace exclamar: ¡Así te quería ver! Arrastrándote
como la alimaña que eres. Tienes que pagar todo lo
que me hiciste. Cuando la carne y el ego pidan
venganza; justo allí, en esa misma fracción de
segundo, perdona y ciérrale la puerta al diablo en la
cara.

Hay que ser más humilde para dar perdón que


para solicitarlo. Porque en el instante en que un
alma está arrepentida y suplicante, pidiendo tú
perdón; si tu alma no está más humillada que la de
aquella persona que te solicita; no podrás dar el
perdón.

Debes estar más humillada que la persona que te


pide perdón para poder primeramente aceptar el
perdón; segundo; para olvidar el recuerdo negativo,
tercero y no menos importante, pasar por alto el
hecho de que no se lo merece.

71
José David Díaz Laza

Fue lo mismo que hizo Cristo por nosotros, y es


lo mínimo que podemos hacer. «Dar de gracia lo
que de gracia recibimos». Mt 10:8.
Al dar perdón, tal cual como lo has recibido,
entenderás que Jesús te dio su perdón y te extendió
su misericordia sin reprocharte que él no esperaba
que tú le fallaras.

Queda claro que tienes que ser humilde para


solicitar el perdón; pero tienes que ser más humilde
para otorgarlo cuando alguien te lo pide, y mucho
más humilde aún tendrás que ser para otorgar
perdón sin que si quiera te lo pidan. Ese fue ejemplo
que nuestro salvador nos dio. Cuando Jesús vino a la
tierra se despojó de toda su gloria y se hizo humilde.

Haya, pues, en vosotros el sentir que hubo en


Cristo Jesús, el cual, siendo igual a Dios, no estimó
ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que
se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres; y estando en la
condición de hombre, se humilló hasta la muerte, y
muerte de Cruz Filipenses 2:5

Por esa razón, Pablo nos exhorta en filipenses, a


tener el mismo sentir que hubo en Cristo. Quien se
despojó de todo para hacerse obediente y humilde.
Para poder perdonar hay que despojarse de todo
ego y altivez; de toda raíz de amargura y rencor,
aunque humanamente esté bien fundamentado.

Jesús no vino a pedirle perdón a nadie, ya que a


nadie había ofendido, no obstante, toda su
humildad se vio puesta a prueba cuando tuvo que
perdonarnos, sin que se lo pidiésemos si quiera.

72
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Jesús tuvo que perdonar a una muchedumbre de
malagradecidos que trataban de matarlo; nos
perdonó a ti y a mí sin que se lo pidiésemos, si hay
algo de lo que estoy seguro, era que ni tú ni yo
habíamos nacido, y sin embargo, ya Dios nos había
perdonado. Sí, él nos perdonó.

Perdonó a las personas que hirieron su corazón


al transgredir sus mandamientos. Nosotros le
causamos dolor a Cristo, y él en ese maravilloso
amor que aún no alcanzo a comprender, nos
perdonó; sin que si quiera hubiésemos tenido la
iniciativa de arrepentirnos. Es algo que como hijos
de Dios y siervos de Cristo debemos practicar:
Perdonar, aunque no nos pidan perdón.

Es difícil perdonar cuando alguien que te ha


ofendido te pide perdón, pero será más difícil
perdonar a aquel que te ha dañado y ni si quiera se
ha arrepentido del mal que te causo.

Lo que a continuación se explicará tiene una


finalidad, abrir la celda de una prisión y sacar a
alguien que se encuentra adentro, y luego descubrir
que ese alguien eres tú misma. Una pregunta que me
han hecho muchas veces es: ¿Por qué he de
perdonar a esa persona que dañó mi vida? Siempre
les digo: la respuesta es sencilla.

Es para que seas libre. A lo cual responden, ¡yo


soy libre! Y triste es para mí ver cómo se mienten a
sí mismas, ya que a nadie más pueden engañar.

73
José David Díaz Laza

Están siendo esclavizadas; en una prisión de


odio que construyeron para inútilmente encerrar
un recuerdo doloroso, que no hace daño a nadie
excepto a sí mismas, y de cuya puerta trancada
tienen la llave, pero no la quieren usar. Porque esa
llave duele; esa llave mata. Esa llave doblega. Esa
llave se llama perdón. Las personas que fueron
heridas, piensan que al mantener el rencor están
manteniendo atado y castigado a la persona que le
hizo daño, y no es así.

Ciertamente, el rencor ata y castiga, pero a la


persona que lo siente; no a aquel contra quien es
inspirado. Tal como un ácido daña al recipiente que
lo contiene, así daña el odio a la persona que lo
porta.

¿Y qué con él o ella? ¿Qué con el castigo que se


merece? ¿Ha de salir impune? ¿Es acaso eso justo?
Déjame decirte algo: DIOS es un ser justo y él se
encarga de dar a cada quien la paga según sus actos.
Pero no te corresponde a ti sentar el juicio. Mientras
tu corazón albergue odio en contra de una persona;
sea quien sea o lo que sea, tu vida siempre estará en
estancamiento. La falta de perdón es una condición
espiritual alimentada por el mismo reino de las
tinieblas, para mantener en las tinieblas a los hijos
de luz.

Dios no está justificando las atrocidades que


alguien pudo haber cometido hacia ti, Dios lo que te
pide es que dejes que sea él y no tú, quien juzgue el
proceder de dicha persona. Ningún ser humano está
espiritualmente capacitado, ni mucho menos
autorizado por DIOS para convertirse en el juez de
otro ser humano.

74
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Como personas de raciocinio tenemos nuestros
estándares de moralidad; donde muy
limitadamente juzgamos lo que es bueno y lo que es
malo, calificamos como bueno lo que nos alegra, y
como malo lo que nos entristece y duele. Dichos
estándares hacen a algunas personas creerse
superiores a otras porque no tienen las mismas
fallas. Algo similar a lo que pasó con la mujer
adúltera.

«Y Jesús se fue al monte de los Olivos. Y por la


mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él;
y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los
fariseos le trajeron una mujer sorprendida en
adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron:
Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto
mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés
apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas
esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero
Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con
el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se
enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin
pecado sea el primero en arrojar la piedra contra
ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió
escribiendo en tierra.

Pero ellos, al oír esto, acusados por su


conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los
más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y
la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús,
y no viendo a nadie, sino a la mujer, le dijo: Mujer,
¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te
condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús
le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más». S.
Jn 8:1-11.

75
José David Díaz Laza

Las personas tenemos la facilidad para juzgar. Se


nos es fácil establecer parámetros y juzgar a las
personas de acorde a esos parámetros. Les hemos
puesto escalas al pecado, decidiendo cuáles son los
graves y cuáles no, somos muy ligeros para juzgar
las faltas de los demás sin detallar que nuestras vidas
no son perfectas, ni tenemos la razón absoluta.
Los fariseos maestro de la ley, no lograban
entender este principio. Quisieron juzgar y
condenar a una mujer porque fue sorprendida en
pecado.
Es una conducta tan ruin y deplorable; aquella
en la cual, para sentirse más santos escarban en las
vidas de otras personas, buscando defectos o
conductas, para así poder sentir justificación en su
mal proceder. Buscan personas con las cuales
compararse y sentirse superiores. La historia de la
mujer adúltera, es donde nos muestra hasta qué
punto puede caer una persona cuando su guía son
los estándares morales.

Sentido de moralidad

«Y por la mañana volvió al templo, y todo el


pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una
mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en
medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido
sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la
ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú,
pues, ¿qué dices?». S.Jn 8:2-5.

Tampoco sabemos el nombre de esta mujer. Al


igual que la samaritana y que la mujer del flujo de
sangre; de esta tampoco hay mención de su nombre.

76
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
La Biblia la describe en su breve paso como: ¡la
mujer adúltera! Nosotros le llamaremos: ¡la mujer
redimida! Los fariseos interrumpieron la enseñanza
de Jesús para exponer un caso referente a la ley. Una
ley que expresaba que cuando fuese sorprendido
alguien en el acto de adulterio; deberían sacarlos a
ambos desnudos y apedrearlos, tanto al hombre
como a la mujer. Dt 22:22. Toda la multitud tenía el
deber moral y religioso de apedrearlos, tal como
expliqué con la mujer del flujo de sangre.

Un dato curioso es que: si la mujer redimida


había sido sorprendida en el acto mismo del
adulterio, se supone que debía estar un hombre
junto a ella, pero el hombre nunca fue llamado a
comparecer ante la ley ni ante el maestro. Lo que
define claramente que: el objetivo principal no era
apedrear a la mujer, sino tentar a Jesús.

Si el Maestro la juzgaba conforme a lo que la ley


determinaba; lo harían ver cómo un hombre
temible, fiero e inmisericorde. De no juzgarla
conforme a la ley; acusarle de hereje y de que no era
hacedor de la ley. Por ello es que dice: S.Jn 8:6: «Más
esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero
Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con
el dedo».

Repito; si su intención hubiese sido


simplemente cumplir la ley, ¿por qué no estaba el
hombre junto a ella? ¿Por qué simplemente no la
juzgaron y apedrearon en el lugar en el que fue
encontrada? La respuesta es simple: era para tentar
a Jesús.

77
José David Díaz Laza

Algo que quizás se ignore; es que la mujer


redimida debía estar completamente desnuda, para
exhibir así su vergüenza. O sea, que además del
incómodo momento de haber sido tomada con las
manos, no precisamente en la masa. Debía soportar
la vergüenza de que fuese transportada desnuda
desde el lugar de los acontecimientos, hasta el
templo donde Jesús enseñaba.
La mujer redimida pensaba que Cristo la
condenaría, pero ante todas las acusaciones contra
ella y los apremios de los fariseos porque el maestro
diera su veredicto, Jesús se inclinó a escribir en
tierra.
Lo cierto es que mientras la mujer estaba
aterrada y avergonzada; mientras todos tomaban
piedras a la espera de la sentencia para lapidarla, el
Maestro, inmutable, escribía en tierra. ¿Qué
escribió? No lo sabemos. Quizás, como algunos
afirman. Se inclinaba a tierra para no ver el cuerpo
desnudo de la mujer, algo que es aceptable, aunque
quizá solo se inclinó a garabatear. En mi opinión Él
no quería avergonzar más a la mujer a la cual
pensaba rescatar de manos de sus acusadores. «Y
como insistieran en preguntarle, se enderezó y les
dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el
primero en arrojar la piedra contra ella. E
inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió
escribiendo en tierra».S.Jn 8:7-8. Nada sacaba al
maestro de sus gráficos en la tierra. Solo se puso de
pies para dar una sentencia que no era la que ni los
fariseos ni la mujer esperaban. Nada debería
sacarnos de la realidad de nuestra condición, somos
pecadores y como tales no podemos juzgar a otro
pecador.

78
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Cristo pasó de estar ante las cuerdas, a noquear
a los fariseos. En todo el nuevo testamento; para mí
es la respuesta más acertada y contundente de
Cristo, ante quienes lo tentaban. «Pero ellos, al oír
esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno,
comenzando desde los más viejos hasta los
postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba
en medio». S. Juan 8: 9. Salvó la vida de la mujer,
pues cada uno de los que querían apedrearla;
aunque hablaban la verdad, merecían recibir
pedradas también. Esto es importante.

No importa si es verdad lo que puedes decir de


alguien o lo que alguien puede decir de ti. Nadie
tiene la justificación ante DIOS, como para poder
juzgar o si quiera prejuzgar a otra persona.

No importa que tan grande sea la multitud de los


acusadores; una sola palabra de Jesús puede salvarte.
«Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la
mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te
acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno,
Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete,
y no peques más». S. Jn 8:10-11. Mi parte favorita de
esta historia es: las palabras de nuestro amante
Señor a la mujer; al preguntarle dónde estaban sus
acusadores.

De esa misma manera Dios te pregunta: ¿dónde


están los que te acusaban? Y lo oirás responder: No
hay ninguno, pues ante mi ayuda todos huyen.
Viéndose salva y al confirmar que ninguno de los
que la acusaban habían arrojado la piedra sobre ella,
condenándola. Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete,
y no peques más.

79
José David Díaz Laza

El único que es absolutamente justo, como para


condenarte, no lo hizo, sino que, al contrario, te dio
tal valor, que entregó su vida por amor a ti. Quizás
has experimentado en tu vida el rechazo de las
personas por errores que pudiste haber cometido,
mas hoy vengo a decirte que el único que te podía
juzgar, no lo hizo, sino que, al contrario, se presentó
para redimirte en él, para hacerte limpia, para
perdonarte y transformarte. Pero de la misma
manera en la que Cristo no permite que tú seas
juzgada por nadie, de esa misma manera tampoco
permitirá que tú juzgues a nadie. Él y solo él puede
juzgar a aquellos por los cuales murió.

Hoy es un día para aprender que no puedes


juzgar a nadie, pero nadie puede juzgarte a ti
tampoco. Levanta el rostro, el Maestro disipó la
conspiración en tu contra. Corre hacia él y tal como
le dijo a la mujer: no peques más. La falta de perdón
y el juzgar van muy tomadas de la mano. Pues,
cuando no perdonas a alguien, sencillamente lo
estás condenando, y junto con aquel que condenas
estás tú.

LA MEDIDA ES CRISTO
Muy aparte de la moral humana, los estándares
de DIOS son tan altos que nuestra manera de ser no
nos hace mejores personas que un asesino serial o
un violador. Pablo lo expresa claramente cuando
dice: «Mas eres inexcusable, oh hombre,
quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que
juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que
juzgas haces lo mismo». Ro 2:1.

80
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
El Espíritu Santo inspiró a Pablo a escribir estos
versos para darnos los límites de sus estándares. El
espíritu Santo es: Santo y nada por debajo de esa
santidad será considerado como aceptable. Me
podrías decir: Oye, José David, pero yo no hago
aquello que juzgo; yo juzgo a un violador porque
son ruines y bajos sus actos, pero jamás he violado
a nadie. Yo juzgo a un adúltero porque sus acciones
destruyen a las familias y a la sociedad, mas yo
nunca he sido infiel a mi pareja. Juzgo a un asesino
porque son tan abominables sus actos que acaban la
vida y la existencia de un ser humano. Eso no se
refiere a mí, porque nunca he efectuado esos
pecados que aborrezco.

Yo te respondería que humanamente tienes


razón; pero el punto no se basa en medirte en
santidad y justicia con alguien cuyos actos son
ruines y bajos. Se trata de medirnos con la santidad
de Cristo, y al medirnos con él claramente
quedaremos debiendo, siendo tildados de
defectuosos. Porque nuestra justicia es un trapo de
inmundicia para DIOS

La justicia y santidad de Cristo son la medida.


Por ello, es que al juzgar a alguien por el daño que
nos ha hecho, nos estamos condenando a nosotros
mismos, por el hecho de que no somos perfectos.
Hay que entender que cumplir la ley de Dios se basa
en la obediencia a sus mandamientos. Aquel que
mata, desobedeció un mandamiento, al igual que el
que no diezmó. El que adultera desobedeció un
mandamiento, al igual que el que dijo una sola
mentira. El que roba desobedece un mandamiento,
al igual que aquel que no obedece a sus autoridades.

81
José David Díaz Laza

Los humanos le hemos puesto estándares a la


justicia; midiéndonos así entre nosotros mismos
para ver quién es menos ruin. Pero el hecho de que
nosotros hayamos establecido parámetros, no
determina que DIOS vaya a someterse a ellos. Ni
mucho menos significa que la justicia de Dios se
amolde a aquello que nosotros consideramos justo.
«Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero la
ofendiere en un punto, se hace culpable de todos».
Snt 2:10
Por esta razón, no puedes medirte con tu
agresor, porque ante Dios, todos cometemos
pecados. No hay Justo ni aun uno. Ro 3:10

Si en un estrado tuviésemos a Hitler, al


emperador Nerón, a Osama Bin Laden y a un ser
humano común y corriente, ejemplo de moral, e
invitamos a Dios Padre a que los juzgue bajo los
estándares divinos y conforme a la justicia de cada
uno de ellos. ¿Quién crees que saldría inocente?

La respuesta es ninguno de ellos. Ni aunque


estuviésemos tú y yo, nadie saldría por inocente
ante el juicio de DIOS. Gracias a Dios; por la
misericordia y la gracia que tenemos en el Señor
Jesucristo, mediante la cual, somos justificados
gratuitamente. Pero el perdón que recibimos de
DIOS no fue recompensa de nuestra bondad,
porque buenos no éramos. Sino que precisamente
para hacernos buenos, él nos perdonó. Jesús no vio
lo que éramos, sino que vio lo que seríamos en él.

Mi punto ante todo es explicarte: porque razón


no tenemos moral para juzgar a nadie, aunque fuese
el mismísimo Hitler.

82
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
«Pero por tu dureza y por tu corazón no
arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día
de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el
cual pagará a cada uno conforme a sus obras». Ro
2:5-6

Este verso claramente lo recalca; cuando tú no


perdonas no estás arrepentida y solo consigues
acumular ascuas sobre tu cabeza. No hay manera de
juzgar sin ser juzgado, dice la palabra: «No juzguéis,
para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con
el que juzgáis seréis juzgados; y con la medida con
la que medís, os volverán a medir». Mt 7:1-2

La misma medida de misericordia que


entregues es la que se usará contigo cuando
necesites misericordia. Con la misma medida que
uses para juzgar, con esa misma serás juzgada. Te
sientes mal; te culpas y culpas también al que te hizo
daño. Te culpas a ti por confiar, y culpas a aquella
persona que te hizo daño por no corresponder a tu
confianza.

No eres responsable por el daño que alguien


causó a tu corazón, de lo que sí eres responsable es
de la actitud que tomaste al respecto. No eres
responsable de que alguien haya inyectado a tu vida
dolor; eres responsable de lo que haces con ese
dolor, si lo abrazas revolcándote en la miseria o de
si lo desechas para recibir de Dios nuevas cosas. Para
recibir libertad y vida.
No fue tu culpa que alguien abusara de ti, no te
culpes de que alguien haya vertido toda su maldad,
la haya derramado sobre tu cuerpo, sobre tus
emociones.

83
José David Díaz Laza

Alguien hizo añicos tus sueños, te ensució, te


quebrantó y te desechó cual trapo que ya no es útil.
Aun así, ya es tiempo de cerrar la página y perdonar;
no porque el perpetrador lo merezca, sino porque
tú lo necesitas. Necesitas ser libre; necesitas
perdonar y perdonarte a ti misma. Hoy declaro que
la pureza de DIOS es la que te abraza. Ese hecho que
te marcó ayer, es tiempo de cerrarlo para siempre
hoy. Dios te ha dado nueva imagen, una pureza que
nadie te puede quitar, ya no estés aferrada al
recuerdo del pasado; al dolor que te produjo
alguien.
No te aferres ni al dolor ni a quien haya sido su
causante, libéralo de tu juicio y a la vez serás libre
para seguir adelante. De lo contrario, seguirán
produciéndose en ti raíces que te encerrarán y te
separarán del propósito. No es lo que fuiste ni lo que
hiciste lo que importa; ni siquiera importa lo que
otro te hizo, lo que realmente importa, es aquello
que aún estás por hacer con tu vida. Permítele a
DIOS dirigirla. Quiero recalcarte que uno de los
requisitos para pedir perdón a Dios y obtenerlo es
perdonar, primeramente.
Cristo en el modelo de oración del Padre
Nuestro nos enseña que: necesitamos perdonar para
recibir perdón «Y perdona nuestros pecados,
porque nosotros perdonamos a todos los que nos
deben». Lc 11:3

De la misma forma en que perdonamos seremos


perdonados. El punto de todo esto es que, si no
perdonamos, no seremos perdonados y si no somos
perdonados, literalmente estamos bajo
condenación. Simplemente, aunque la gracia está a
nuestro alcance no podemos hacer uso de ella;

84
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
porque nuestra severidad para no perdonar será el
medidor que nos privará de hacer uso de esa
maravillosa gracia.

La principal razón para perdonar no es por la


otra persona, sino por nosotros mismos. En
ocasiones pensamos en no perdonar; porque
ignorantemente creemos que así mantendremos en
condenación a aquel que nos hizo mal, ignorando
también que a la única persona a la que
mantenemos condenada es a nosotros mismos.
La versión del oso dice: suéltanos nuestras
deudas como también nosotros soltamos a nuestros
deudores. Mt 6:12

En Pocas palabras, el no perdonar nos es


contado como una deuda. Como algo que nos ata a
un acreedor. Cuando no perdonamos le debemos a
Dios, ya que él nos dio perdón, y nosotros no lo
hemos dado de vuelta. Me preguntaran: ¿Cómo
perdonaré de vuelta a Dios si él no me ha hecho
nada? La respuesta es: que cada cosa que hacemos
para un ser humano se nos es contada como si la
hiciésemos para Dios mismo. «Porque tuve hambre,
y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis
de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve
desnudo, y no me cubristeis; enfermo y en la cárcel,
y no me visitasteis. Entonces también ellos
responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos
hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo,
o en la cárcel, y no te servimos? Entonces les
responderá diciendo: De cierto os digo que en
cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños,
tampoco a mí lo hicisteis». Mt 25:42-45 Pienso que
más específico no puede ser el versículo. Lo que no

85
José David Díaz Laza

hacemos para nuestros homólogos, no lo haremos


para DIOS. Por esta y muchas otras razones,
decídete a perdonar y decide no levantarte en juicio
contra nadie. Recuerda que como él te ha
perdonado debes perdonar. Todo lo que siembres
eso cosecharas.

86
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

CAPÍTULO 7

Sin usar la Fuerza

Una de las diferencias más notables entre el


diablo y nuestro Señor Jesucristo: es que Cristo no
te obliga a nada, mientras que el enemigo siempre
está manipulando los hilos para que tu caigas en su
juego. Hagas consciente o inconscientemente lo que
él quiere y así poder destruirte.

Todo lo que te incitara a hacer es para tu mal.


Usando tu concupiscencia para arrastrarte por el
pecado, y luego de que te ha vencido, acusarte. Sus
mayores armas contra ti son; la manipulación, tu
desconocimiento, y tus puntos débiles, para lograr
que tu hagas lo que él quiere, doblegando así tu
voluntad

Por otra parte, Cristo no doblega tu voluntad,


sino que espera, a que entiendas que su voluntad es
mucho mejor que la tuya, y que esa voluntad es
buena agradable y perfecta. «No os conforméis a
este siglo, sino transformaos por medio de la
renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta». Ro 12:2. Esa voluntad
agradable; buena y perfecta es el resultado de su
amor hacia nosotros.

87
José David Díaz Laza

Mientras no experimentemos la magnitud del


amor de Dios para con nosotros; nunca
entenderemos que todo lo que él planea, por amor
lo hace. Aunque sea de una manera tan poco
entendible, siempre será para nuestro bienestar.

Lo realmente angustiante en nuestra vaga


comprensión de ese amor. Ya que no logramos
entender que si él me ama pudo permitir que cosas
horribles me sucedieran. «Porque yo se los
pensamientos que tengo para vosotras». Jr 29:11
El hecho de que no comprendas en el momento;
la voluntad de Dios para contigo, no significa que
esta sea para tu mal. Que no entiendas algo, no da
por sentado que sea ineficaz, solo quiere decir que
tú no tienes el conocimiento de por qué y cómo
funciona. Ejemplo: el hecho de que no entiendas
cómo funciona la electricidad, no significa que serás
menos vulnerable ante una descarga eléctrica, que
una persona que sí comprenda su funcionamiento.
Desconocer algo, no minimiza la eficacia de su
acción. Desconocer la voluntad de Dios, no la limita
y mucho menos la hace mala.

El punto de que no entiendas el obrar de Dios,


más qué todo se debe, a que el desea conducirte para
que obres en fe y confíes en aquel en cuyas manos
has puesto tu vida. También se debe a que nuestra
mente limitada no puede comprender el ilimitado
rango de acción del Padre. Es tiempo de confiar en
las capaces manos del Señor, en su sorprendente y
avasallador amor.

88
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Ese amor que es más alto que nuestras fallas. Por
ende, no está sujeto a nuestra fidelidad, sino a la
fidelidad de aquel que decidió amarnos primero.
Decidamos pues, confiar en ese amor que es lo
suficientemente bueno como para inspirar la
devoción de un corazón. Ese amor tan agradable
como para poder confiarle nuestros anhelos. Ese
amor tan perfecto como para comprender que nada
malo puede salir de ese inmensurable sentimiento
del Padre hacia ti.
Ese amor donde puedes descansar, en el cual
puedes confiar, que aleja todo temor, que te hace
libre, que te restaura. Ese amor que le inspiras al
Padre y en cuyo centro estás.

Mientras Jesús te ame; todo lo que hagas dirigida


por su voluntad, te llevará a gozar de frutos de vida,
los cuales son incalculables e inexplicables. Cristo a
diferencia del diablo; no quiere que doblegues por
temor u obligación tu voluntad, sino que basado en
una comprensión de su infinito amor por ti, decidas
someter a él tu voluntad. Ya que has logrado
entender que todos sus planes son para tu bien y no
para tu mal. Jr 29:11. La voluntad de Cristo no es
someter y doblegar tu voluntad usando la fuerza,
sino que tú la rindas y la sometas a él por amor a él,
por comprensión de su amor y por amor a ti
misma...

Volviendo a la samaritana:
«Respondió la mujer y dijo: No tengo marido.
Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
porque cinco maridos has tenido, y el que ahora
tienes no es tu marido. Jn 4:17-18.

89
José David Díaz Laza

Como había dicho antes; JESUS le mostró a la


samaritana su pasado, no con la intención de
avergonzarla, sino de darle a entender que él no se
dirigía a ella por desconocer su reputación, que si
había decidido hablarle era porque el conocerla no
disminuía ni el amor, ni el propósito que para ella
tenía.

A JESUS no le importaba el pasado de ella, así


como tampoco el tuyo, sino que la amaba y la
aceptaba, aun conociendo cuáles y cuántos fueron
sus errores. Ese es el mismo Cristo que hoy te dice:
yo quiero darte a beber de mí para que no tengas
que salir corriendo tras un hombre; con la ilusión de
ser llena, con la ilusión de vivir en plenitud,
ignorando que no es a través de ellos que serás
plena. Mientras no seas llena por mí; nada podrá
suplir la exigencia de tu corazón. Mendigas un poco
de amor sin entender que soy lo único que
realmente necesitas; lo único que realmente te
puede llenar. He aquí mi amor por ti no es
condicionado y te lo entrego por completo, así que
regocíjate en mi amor y siéntete amada por mí: ya
que con amor eterno te he amado; por tanto, te
prolongué mi misericordia. Jr 31:3. Qué lindo es
saber que alguien conoce lo más sucio y podrido de
nosotros, aun así, nos ama y valora como la más
bella rosa. Abre hoy tu corazón, escucha lo que él te
dice; Te conozco completamente, conozco tu
levantar y tu acostar. Sé que es lo que te gusta y te
disgusta; se en que eres buena y en que no lo eres,
conozco tus decepciones, conozco tus fallas,
conozco tus alegrías, yo las inspiré.

90
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Es que estuviste en mi mente y en mi corazón
antes de que los cielos y la tierra fuesen creados; no
eres un accidente, mis manos te hicieron y te
formaron.

Yo no hago nada por error, todo vive y existe


con un propósito, tú no eres la excepción. No fuiste
planeada por tus padres, fuiste planeada por mí. He
llorado contigo cuando te han roto el corazón, y me
he regocijado contigo cuando logras algo que ha
estado dentro del propósito que para ti cree. Me
duele verte llorar; me duele verte triste, me duele
verte pecar, me duele ver cómo destruyes tu vida y
el propósito que te di, pero más me duele que me
tengas lejos de ti. Me has desechado; a mí que nunca
te he dañado, a mí que lo que más quiero es que
vivas a plenitud, una plenitud que te ha sido esquiva
porque te has obstinado en vivir sin mí. Has alejado
mi presencia de tu vida y te has empeñado a
encontrar la felicidad lejos de mí. Déjame decirte
que: ¡eso es imposible! ¿Que si te conozco? Tengo
millones de hijos, pero reconozco tu voz cuando
clamas a mí, me regocijo cuando te acuerdas de mí,
aunque solo sea cuando estas en apuros. Conozco
cada espacio de tu alma; cada fractura de tu roto
corazón, sé cuántas veces me has fallado y aún sigo
esperándote, conozco todo lo que eres y serás, aún
estoy aquí amándote, esperando a que me elijas a
mí, antes que a nada, no hay nada que haga menguar
mi amor por ti.

¿De qué manera puedo demostrarte que


mientras más grande tu pecado sea, mi gracia será
mayor para limpiarte?

91
José David Díaz Laza

Estoy aquí a la espera, siempre lo he estado.


Decídete y elíjeme; soy la persona correcta que hará
cumplir los anhelos de tu corazón. Anhelos que yo
mismo puse allí; no tardes más. Elígeme estoy
suplicante a la espera de tu aprobación; para
reedificar tus ruinas y restaurar tus brechas. Elígeme
soy tu Señor; tu Dios, pero también soy tu
enamorado. El mejor que has tenido y que tendrás.
Si reconocieras que estar sin mí es lo que te ha
hecho ver tantos males, no tendría que buscarte,
sino que vendrías corriendo a mí. Donde te daría
todo lo que te he preparado desde el principio. Lo
que he creado para ti es hermoso. Quiero que lo
conozcas y que me conozcas tal cual soy.
Recuérdalo: «Con amor eterno te he amado; por
tanto, te prolongué mi misericordia». Jeremías 31:3.

JUNTO AL POZO
A solas en el pozo se encontraba una mujer
necesitada; fragmentada, solitaria y desamparada.
Junto a ella estaba el ser más especial que toda mujer
puede conocer ¡SU CREADOR!

La samaritana y Jesús se encontraban junto al


pozo. Jesús preparó a plena luz del día doce del
mediodía, la redención para esa mujer. Nuestro
DIOS hace como quiere y cuando quiere en nuestras
vidas. Quizás ella esperaba la redención en otro
momento. Quizá la esperaba hace cuatro maridos
atrás, pero en la autonomía de su voluntad él decide
cuándo es el momento indicado para nuestras vidas.
Quizá querida amiga tú has esperado algo en un
momento especifico sin recibirlo, mas, Dios no se
adelanta ni se atrasa, él simplemente llega al tiempo
exacto.

92
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
La samaritana se preguntó por años si alguien
podría llenarla; si alguien podría saciar su alma que
estaba sedienta de amor y atención. Pero los lugares
en los cuales esta buscó respuesta a su interrogante
de ser llena y redimida, no lo hicieron, no le dieron
respuesta. Entre tanto, Jesús espero con paciencia a
que se agotaran todos los recursos que la mujer tenía
para obtener redención por sí misma, esperó a que
ella se diera cuenta de que nada podría saciar su sed.

Luego, Jesús aparece para darle nuevo rumbo,


nueva vida, para saciar lo que tanto le atormentaba,
y lo más importante para redimirla. Podríamos
decir que: el Señor fue inmisericorde al hacer pasar
por tantos desamores a esa mujer, pero viendo
objetivamente, entendemos que si Dios se le hubiese
aparecido antes; mientras aún con belleza y
juventud podía conseguir lo que deseaba, entonces
ella lo habría rechazado. La mujer del flujo de
sangre, luego de gastar toda su fortuna en médicos
durante doce años, fue que entendió que solo Dios
podría sanarla. Es un defecto de nosotros los seres
humanos: usamos como último recurso la opción
que debimos haber usado como primera. La
samaritana hasta que no agotó sus recursos, no miró
hacia el Señor.

¿Cuántas veces te has guiado en tus fuerzas y has


dejado pasar al Señor menospreciando su llamado
de amor para redimirte?
Quizás ya es tarde en tu vida opinas, piensas que
como le has rechazado tanto, no te dará una nueva
oportunidad, pero el Dios en el que has creído no te
rechaza cuando tus mejores años hayan pasado.

93
José David Díaz Laza

La Biblia está llena de ejemplos de hombres y


mujeres que en sus últimos días lograron cumplir el
propósito. Abraham y Sara no lograron tener
descendencia, sino cuando ya estaban literalmente
viejos y cansados. Cuando sus fuerzas se habían
agotado, cuando Abraham ya sufría de disfunción, y
Sara había perdido toda esperanza de concebir; fue
entonces que apareció la poderosa mano de Dios
para mostrarles que no era con sus fuerzas sino con
el Poder del Señor. Caleb era de noventa años
cuando conquistó Hebrón. Elizabeth y Zacarías
dieron a luz a Juan el bautista estando viejos.

Este es tu tiempo para dar a luz tu bendición.


Este es tu momento de cumplir el propósito que
para tu vida fue diseñado. Si Jesús hubiese tocado a
la puerta del corazón de la mujer samaritana cinco
años antes, esta le habría rechazado con
vehemencia. Dios espera que tus recursos, para lo
que sea que quieras, se agoten; para luego aparecer
y darte a entender con amor, que has estado
buscando donde no podrías encontrar. Has buscado
en el sitio equivocado.

No esperes tú; a que Dios espere que se agoten


tus recursos, demuéstrale que él es tu único recurso.
No elijas pasar por sin sabores para dirigirte a tu
Señor. Demuestra con tus acciones que él es tu
primera opción, y de su mano degustarás las mieles
de la victoria.
Quizá, tú querida lectora; pienses que tus
mejores años han pasado, o, por el contrario, eres
muy joven y sabes que lo mejor está por delante, en
cuyo caso te aconsejo que: no esperes a que el
tiempo pase para hacer las cosas correctamente.

94
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
No dejes que el ímpetu de las fuerzas que
acompañan a la juventud te impida ver que todo lo
bueno que a tu vida puede llegar solo lo encontrarás
en DIOS.

«Toda buena dádiva y todo don perfecto


desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual
no hay mudanza, ni sombra de variación». Stg 1:17.
Las cosas buenas que nos pasan en la vida no son por
suerte. Son consecuencia de la gracia y el favor de
Dios derramado hacia nosotros. No habrá nada que
le dé provecho a nuestro propósito, que no sea
regalo divino. Si puedes comprender ese misterio,
entonces; no tendrás miedo de tomar buenas
decisiones ni aprovechar las mejores oportunidades.

Entiende, por tanto, que el mejor regalo que te


pudo dar el Padre fue a su hijo, y si te lo dio a él, no
habrá nada que te niegue. Siempre y cuando esté
establecido en tu propósito. «El que no escatimó ni
a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos
nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas
las cosas?». Ro 8:32.
Mientras aún estás joven y con fuerzas busca al
Señor; de su dirección y de su amor. Te aseguro que
no te arrepentirás, pues no hay nada que él no haga
por ti.

PLAN ESTORBADO

«Por tanto, he aquí yo rodearé de espinos su


camino, y la cercaré con seto, y no hallará sus
caminos. Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará;
los buscará, y no los hallará.

95
José David Díaz Laza

Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer


marido; porque mejor me iba entonces que ahora».
Os 2,6-7.

En ocasiones, Dios es quien entorpece nuestros


caminos de una manera concreta, para evitar que
nuestras vidas se destruyan más de lo que están; por
el simple hecho de no elegirlo a él primeramente.
Dios entorpece nuestros esfuerzos de encontrar
cualquier deleite en algo o alguien que no sea él.
Esto también acontece en tu vida, llega el punto
donde Dios se empeña en que no te destruyas más y
comienza a cerrar todas las ventanas o los accesos
que te separan de la sanidad que él preparó para ti.
Quizá sea por desconocimiento o por pura
terquedad, pero a pesar de que nuestros caminos sin
él no nos han traído nada bueno, seguimos cayendo
con las mismas piedras, seguimos chocando con los
mismos obstáculos y ensuciándonos con los mismos
pecados.
El Señor tu Dios está a la espera de que decidas
por él. Mas en su inmenso amor e infinita
misericordia opta por forzar tus caminos; para
lograr que abras tus ojos y entiendas que él es la
mejor opción que tienes. «Por tanto, he aquí yo
rodearé de espinos su camino, y la cercaré con seto,
y no hallará sus caminos». Os 2:6.
Ya entiendes por qué en ocasiones todo te salió
al revés; por qué sin ninguna explicación, tus
relaciones se vienen abajo, ya puedes entender por
qué en tu trabajo las cosas te salen mal, etc. Es DIOS
cerrándote los caminos que te abastecen pero que
no son; ni suficientes, ni te impulsan hacia el
propósito.

96
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Entorpecer nuestros torcidos caminos es un acto
de Dios, que muestra su gran misericordia hacia
nosotros.

¿Cómo es que ser un obstáculo para alguien más,


es una muestra de amor?
“Pues si lo es”. Cuando nuestro desespero nos
lleva a una conducta suicida y autodestructiva; eso
convierte a la intromisión divina en una salvación
necesaria, aunque no la hayamos pedido. Aunque él
no transgrede nuestra voluntad; sí obstruye nuestras
vías de autodestrucción por amor a nosotros. Eso es
lo que son nuestros caminos: vías de
autodestrucción; de automutilación. Nuestros
caminos destruyen los sueños. Cada sueño, cada
meta que tenemos, son destruidos por los caminos
que irónicamente tomamos para cumplirlos.
En ocasiones, el camino hacia Dios parece
alejarnos de nuestros sueños, pero es eso; solo
parece. Es una falsa ilusión. «Porque yo sé los
pensamientos que tengo para vosotras,
pensamientos de bien y no de mal para daros al
final lo que habéis esperado. Jr 29:11. Solo Dios nos
puede dar un final feliz, solo Dios te puede dar un
final de cuento de hadas. Dentro de los caminos de
Dios seremos llevados por sendas donde no
tenemos el control; pero el que si tiene el control es
el que prometió darnos el fin que esperamos.

Atiende a la corrección de tu Señor y vuelve a tu


amor con él; no te obstines en buscar con tus propias
fuerzas, en confiar en tu prudencia o sabiduría, pues
no lograrás encontrar plenitud fuera de él.

97
José David Díaz Laza

Toda cosa que tengas por encima del Señor será


movida; será cortado todo ídolo, también será
talado todo árbol que el Padre no sembró. Porque
tu amante es celoso y no planea compartirte con
nada. «Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los
buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me
volveré a mi primer marido; porque mejor me iba
entonces que ahora». Oseas 2:6-7. Cuando te des
cuenta de que Dios es lo único que tienes; entonces,
en ese mismo momento entenderás que también es
lo único que necesitas. Tu vida ya no tiene otras
opciones; solo le queda la opción que debió haber
sido la primera, la que habría evitado en tu vida
tanto dolor. No te alejes una vez más de Dios. ÉL te
espera con ansias para amarte. Al Señor no le
importa tu edad actual para pregonar una redención
en ti, por la simple razón, de que él puede
transformar todo tu ser si tan solo se lo permites.
Ciertamente, todo el sufrimiento de tu vida se
pudo haber evitado de haber tenido en primer lugar
al SEÑOR.

Dios no causó tu dolor; este fue causado por tu


empeño en vivir independiente de él. Esto no
solamente es para personas que están fuera del
evangelio, sino aun dentro de las mismas iglesias, se
ve en la vida de los creyentes una independencia de
Dios. Se distingue cómo no hay comunión; como a
pesar de que se profesa una dependencia de Dios, se
vive alejado del camino y la dirección que este
ordena.

98
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

CAPÍTULO 8

El Día de la Independencia

En los países de toda América se celebra el Día


de la Independencia. Cada país tiene su propia fecha
en la cual se proclamó libre del dominio europeo,
dejaron de ser colonias para convertirse en países
completamente autónomos e independientes, pero
no sin antes efectuar una ensangrentada lucha.
Muchas personas murieron en esas guerras;
hombres, mujeres y niños fueron víctimas de un
movimiento donde las personas exigían su derecho
a decidir por sí mismas. Querían ser libres de abusos
y atrocidades cometidas, además, libres de trabajar
para sí mismos en vez de trabajar para pagar
impuestos a sus colonizadores.

En todo ámbito, esa independencia de cada


colonia era justa, necesaria y merecida, cada
persona que sacrificó su vida en esas guerras lo hacía
con la firme convicción de que luchaba por un
mejor porvenir para ellos y su descendencia. A pesar
de todo sacrificio, su causa era justa y recta su lucha,
indudablemente así lo era. Cada persona que luchó
lo entendía y hacia valer a la fuerza su derecho.

Los deseos de libertad, independencia, poder y


dominio, han sido las causantes de las guerras desde
el principio de la sociedad.

99
José David Díaz Laza

Los fuertes quieren gobernar a los débiles, y los


débiles cansados del abuso proclaman una guerra
para establecer su independencia. Así como cada
colonia tiene su día de la independencia, de la
misma forma, la raza humana tiene un día en el cual
se independizó de Dios. La diferencia: las colonias
lucharon por deslastrarse de manos opresoras, su
independencia era justa y necesaria. Los
colonizadores eran emperadores perversos; cuyo
dominio solo traía beneficio al Imperio. El día que
Adán y Eva se independizaron de Dios, fue el peor
día de la raza humana. Fue un día de dolor y gran
pérdida, fue tan desastroso que aún vemos en
nuestros días consecuencias de ese funesto acto.

En el diccionario la definición de independencia


es: la noción de libertad; es decir, la capacidad de
actuar, hacer y elegir sin ningún tipo de
intervención o tutela ajena. Es lo opuesto a la
dependencia que es: la incapacidad de valerse por sí
mismo.

Es una rotunda diferencia entre ambos


conceptos que son el antónimo el uno del otro.

La sociedad nos llama a la independencia; ha


bombardeado nuestras mentes con toda clase de
información errónea, para elegir una vía de
autogobierno. El sistema ha vetado a la dependencia
y la hizo ver como una debilidad en un mundo de
fuertes. Nos hace creer que tenemos que tomar el
control de nuestras vidas para que las cosas salgan
bien. El sistema acompañado de nuestra naturaleza
nos ha hecho reclamar una libertad que no
podremos alcanzar, a menos de que estemos
amarrados a Cristo Jesús.

100
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Es una contrariedad, pero mientras más atados
estemos a Jesús y a su amor por nosotros, más libres
seremos.
El camino de la independencia no producirá en
tu vida más que dolor y pérdida, haciéndote creer
que tienes el control cuando realmente no tienes
dominio en el desenlace de tu historia. Es una
mentira que el diablo ha dicho a los seres humanos,
mentira que tristemente le ha funcionado desde Eva
hasta nuestros días. «Entonces la serpiente dijo a la
mujer: no moriréis; sino que sabe Dios que el día
que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y
seréis como Dios sabiendo el bien y el mal». Gen 3:4-
6. El diablo mintió a la mujer diciéndole que: al
comer del fruto prohibido no morirían, sino que
serían iguales a Dios. Desde el principio, fue la
intención de vivir en independencia lo que dañó
toda la perfección de la creación. Esa mentira del
diablo afloró algo en el corazón del hombre; una
independencia. La mentira del diablo fue algo que
anhelaron Adán y Eva, ignorando a su vez que ya
poseían aquello que codiciaron; «… serán abiertos
vuestros ojos, y seréis como Dios» Gen 3:6 Eva
pensó que Dios le había negado algo y quiso tomarlo
a la fuerza.

Eva confió en la mentira del diablo; desconfió


de su hacedor, y aún estamos viviendo las
consecuencias. No entendió que ellos fueron hechos
a imagen y semejanza de Dios, que, en ese momento
eran en realidad libres y realmente eran como
DIOS: sin pecado. Les fue dado dominio sobre toda
la creación siendo la corona de la misma, tenían una
comunión donde podían hablar cara a cara con
DIOS. La desconfianza hacia Dios que produjo la
primera mujer, sigue siendo reproducida por sus
hijas hoy en día.

101
José David Díaz Laza

¿Cuántas veces has desconfiado de Dios o de lo


que te ha dicho? ¿Cuántas veces has confiado más en
las palabras de otro o en tu manera de ver las cosas
antes que en las palabras de Dios? Este fue el caso de
Eva; también fue convencida fácilmente que sus
convicciones no eran reales. No le tomó mucho
tiempo al diablo engañar a Eva. Una simple mentira
usó el enemigo para desacreditar al creador y lograr
que ella sucumbiese ante su plan. El diablo muy
astutamente introdujo en Eva un pensamiento que
le decía: que Dios le estaba ocultando cosas, eso
también decía que Dios no era confiable, que no
podía poner su corazón en manos de DIOS. Esa
duda que fue lanzada por el enemigo; con respecto
de la credibilidad del Creador, la convenció de que,
para poder tener la mejor vida posible, ella misma
debía tomar el completo control de su vida y de sus
decisiones.

Ya todos sabemos el resto de la historia. Hoy no


es un día para rememorar a Eva, sino para entender
la antigua táctica del enemigo; utilizada para apartar
el corazón de una mujer de la voluntad del Señor. Es
triste ver cuán eficaz sigue siendo esa táctica; como
diría Staysi Eldreghs: «El diablo sigue llevando a
cabo su empresa de lograr poner en duda la
credibilidad de Dios, para que la mujer se aleje de él;
retire su corazón y tome por sí misma su camino,
desconociendo que mientras lo haga perderá su
corazón; su vida, su esencia y su feminidad en el
proceso». Creer en la mentira del diablo te lleva a
reclamar tu independencia, a reclamar el control de
tu vida haciéndote pensar que todo te saldrá bien.
Esto no es otra cosa que: la mentira más tonta que
sigue siendo creída por las personas. Pero el control
es una ilusión.

102
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Te preguntaré algo. Si realmente tienes el
control de tu vida, ¿por qué las cosas no te salen
bien? ¿Por qué no estás plena, completa o feliz? El
control es una ilusión, no es más que un espejismo
que tomamos como verdadero, pero que en
sustancia no puede crear nada. Si las personas tienen
el control de sus vidas, ¿por qué mueren sus
familiares? ¿Por qué hay gente abandonada? ¿Por
qué hay personas enfermas? ¿Por qué hay personas
sufriendo por desamor? Te daré la respuesta:
porque sencillamente no controlamos lo que
realmente importa. Puedes controlar cómo vestirte,
de qué color pintarte el cabello o las uñas. Pero
jamás podrás controlar que el hombre que te gusta
sienta lo mismo por ti; que alguien en quien confías
no te haga daño, o que no sientas dolor en tu alma
por las acciones de otro individuo.

Recuerda: Cada vez que Dios te ha dicho: ¡NO!


Ha sido para tú bien. Especialmente con la relación
amorosa, donde preferiste no confiar en su
prudencia, sabiduría y omnisciencia sino en tus
impulsos, sacando tu corazón de sus capaces y
seguras manos; exhibiéndolo así indefenso ante las
asechanzas de cualquier ser que no le diera el
merecido valor. ¿Recuerdas? ¿Te das cuenta de qué?
El dolor, la decepción y la deshonra pudo haberse
evitado si confiases más en tu Dios que en las
mentiras del enemigo. Este mundo y el enemigo
quieren destruir tu corazón; tus sentimientos, tu
esencia, tu valor, pero no puede hacerlo si todo lo
antes mencionado, se mantiene guardado en el
Señor. El enemigo no puede herir tu corazón
mientras este se encuentre escondido en Dios, por
ende, busca que tu confianza en tu Señor se disipe,
para que saques de la seguridad del Padre tu corazón
y al exhibirlo pueda ser destruido con toda facilidad,
furia y ensañamiento.

103
José David Díaz Laza

La independencia y el control son una mentira


milenaria para mantenerte oprimida, para traer a tu
vida frustración, vergüenza, rechazo y dolor.
Necesitas rendir tu ser a la voluntad de CRISTO
JESUS. Sus planes para ti no son para destrucción,
más bien son; para bendición, para poder cumplir
tus sueños, para darte gozo y felicidad plena.
«Porque yo sé los pensamientos que tengo para
vosotras, pensamientos de bien y no de mal para
daros al final lo que habéis esperado. Jr. 29:11.
Quiero refrescarte las definiciones de dependencia
e independencia: independencia es la noción de
libertad; es decir, la capacidad de actuar, hacer y
elegir sin ningún tipo de intervención o tutela ajena.
Como bien lo explica, es una noción, ósea algo que
es relativo y que está sujeto al punto desde donde se
le mire, y claro que tienes la capacidad de hacer,
elegir o actuar sin recibir directrices de nadie;
incluyendo a Dios.

Pero ¿a dónde te lleva todo esto? Solo te dirige


hacia el sufrimiento antes mencionado. Tú me
dirías, pero el control no es una ilusión, es algo real,
pues controlo qué ponerme; cómo vestir, qué
comer, etc. Yo, en primer lugar te respondería que
es cierto, pero que igualmente es relativo, porque
quizá quieras comprarte una mansión y no tengas
para ello, y solo puedes elegir qué ponerte de acorde
a lo que ya tienes en tu guardarropas. Segundo;
¿cuándo decides lo que es realmente importante?
¿Porque fallece un ser querido? ¿Por qué vienen
enfermedades repentinas? Si controlas todo, ¿por
qué no controlar que ya no haya más hambre en el
mundo o que no haya nadie más triste? Dímelo, ya
que sí tienes el control.
Lo que es realmente importante, lo que da
desenlace a la vida, no lo puedes controlar.

104
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Lo único que sí puedes controlar es a quién
seguir, si al sistema que te miente aunque de una
manera atractiva o al Creador que te habla verdades
aunque te duelan Por otra parte, la dependencia: es
la incapacidad de valerse por sí mismo. Me encanta
esto porque nos define completamente. ¡Somos
incapaces!
Incapaces de controlar nuestro destino,
incapaces de comprender todos los aspectos y
factores que nos rodean, incapaces de crear nuestra
propia felicidad, incapaces si quiera de poder
dominar nuestras propias emociones.
La persona que es discapacitada; no tiene la
posibilidad de moverse por sí misma, no puede ir
adonde quiere, vestir como quiere, está a expensas
de aquel que le ayuda para su traslado.
Sencillamente es dependiente de otro, porque en su
vida hay una incapacidad.
De la misma manera nosotros debemos
permanecer dependientes de Dios como un
discapacitado depende de su ayudador. Debemos ir
adonde él nos lleve; comer lo que él nos sirva,
reconocer que necesitamos de su ayuda y dirección
para todas las áreas de nuestras vidas.
En resumen, tu dolor es causado por tu
propia terquedad de vivir o hacer todo a tu manera,
sin tomar en cuenta al Señor. La independencia y el
control son una mentira milenaria; una ilusión que
nos atrapa, ilusión porque son muchos más los
aspectos que no controlas, que aquellos donde sí
tienes el control. No controlamos lo que realmente
importa. De lo único que tienes el control, es de a
quién seguir. Si a Dios o al sistema.

A pesar del empeño a no rendir tu vida al Señor,


su amor es tan grande que tuerce tu camino para
evitar así que te destruyas más. Puedas entonces,
arrepentirte y volverte a él con todo tu corazón…

105
José David Díaz Laza

Mientras más libertad quieras, más deberás


estar atada a la cruz de Cristo. Debes reconocer que
su dirección es necesaria para todas las áreas de tu
vida.

La samaritana también pensó que no debía


poner su confianza en Dios.
Aun hablando con Jesús cara a cara, ella dudó de
sus palabras cuando este le prometió agua viva.
«Si conocieras el don de Dios, y quién es el que
te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría
agua viva. La mujer le dijo: Señor, no tienes con que
sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde pues tienes el
agua viva?». Jn 4:10-11.
La samaritana era una mujer inteligente, su
experiencia le permitía no ser engañada fácilmente.
Ya no cualquiera le bajaba la luna, el cielo y las
estrellas. Se acostumbró al vivir a la defensiva, a no
creer en imposibles, porque muchas veces la
engañaron; le prometieron y luego no le
cumplieron. Todo ese daño esquematizado tenía
una finalidad, que no pusiese su confianza en nadie
y ese nadie también incluyó a su salvador.
Cada cicatriz en tu vida; cada trauma que el
enemigo ha podido infligirte, cada uno de los daños
emocionales, han sido con la firme intención de que
no veas la imagen amorosa de Dios Padre, sino que
veas en distorsión al Padre como un cruel tirano.
Cuando Jesús le dice a la samaritana que le daría
agua viva. Lo primero que hizo la mujer fue
inteligentemente mirar las manos de Jesús y verlas
que estaban completamente vacías. La mujer le dijo:
Señor, no tienes con que sacarla. La duda de la
samaritana hacia lo que Cristo decía, era tan
evidente que su pregunta era claramente una
manera de llamar mentiroso a Jesús, una manera de
no creerle, era aún una manera de burlarse de la
promesa que Cristo le hacía.

106
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Al igual que la samaritana, nosotros pensamos
con nuestro intelecto y creemos que es imposible lo
que Dios ha prometido. A cada promesa que él nos
hace, miramos sus manos y las vemos vacías, acto
seguido, dudamos de sus palabras.
Dios te promete que:
• ¡No te quedarás sola! Miras sus manos vacías
y dices: pero si ni si quiera tengo
pretendientes
• ¡Multiplicaré tu descendencia! Miras sus
manos: pero no tengo hijos
• ¡Yo te sané! Miras sus manos: pero me sigo
sintiendo enferma
• ¡Yo te restauré! Miras sus manos: pero estoy
fragmentada
• ¡Yo te limpié! Miras sus manos: aún me siento
sucia, etc.

A todo lo que DIOS nos dice le encontramos un,


pero. Porque miramos las circunstancias, manos
vacías, como si Dios no fuese capaz de cambiar las
circunstancias.

En tu manera de querer controlar las cosas,


como si fuese posible. Las promesas de Dios se
presentan tormentosas; debido a la poca lógica que
tiene el mover y obrar de él.

He comprendido que la razón por la que como


mujer te cuesta vivir a plenitud en la voluntad de
Dios es: porque la voluntad de nuestro Padre exige
una plena confianza en él para poder hacer cosas
que parecen peligrosas e ilógicas. Y por motivo de
creación, a la mujer le aterra todo sentido de
inestabilidad o inseguridad. Pero nuestro Dios no
pretende dañarte, sino darte una mayor bendición.

107
José David Díaz Laza

¿Acaso el que prometido no tiene poder para


cumplir lo prometido?
Quizá las personas te han prometido cosas
difíciles y no han cumplido, porque no tienen poder
para cambiar las circunstancias. Te prometieron la
Luna y el Sol y no cumplieron, pero si DIOS te
promete la Luna y el Sol es porque él tiene el poder
de crearlas y de bajártelas si fuese el caso.

Lo que DIOS te promete es eterno, él no te


promete el Sol ni la Luna porque son pasajeros. «El
Cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán». Mr 13:31.

Él no te promete algo pasajero, él te promete


cosas eternas que no van a cambiar, no van a pasar,
no envejecerán, ni caducarán nunca. Pero solo las
mentes transformadas por el espíritu entienden que
él puede cambiar las circunstancias, y que su plan es
eterno. Pregúntaselo a Jairo, Lázaro, María y Marta,
a la Sunamita o la mujer del flujo de sangre, a la
mujer encorvada, al ciego Batirmeo, a David, al
enfermo del estanque de Betesda, a Abraham o Sara.
Todas estas personas vieron y fueron testigos
eternos, —porque aún hablamos de ellos—, del
poder del Señor para cambiar las circunstancias

¡ÉL PADRE NO OBLIGA, ÉL AMA!

La samaritana, por otra parte, no entendía, dudó


de la credibilidad del Señor; los cinco maridos y el
sexto que ni siquiera lo era, son representación clara
de que ella misma quería labrar su destino y
alcanzar la felicidad, pero no tuvo éxito, como nadie

108
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
lo tiene mientras esté fuera de la voluntad de Dios.
Ella luchó por su independencia, pero pagó un alto
precio en el trayecto. Luchó por independencia,
pero lo que obtuvo fue esclavizarse al pecado. Se
hizo independiente de DIOS para volverse
dependiente al pecado.

El amor de Dios se demostró; no solo en el


hecho de cerrarle los caminos a la samaritana, para
que esta no se autodestruyese, sino que justo cuando
estaba lista para recibir de Dios, lo bueno que este le
tenía preparado. Jesús se adelantó; salió en su busca,
y se sentó a esperar a que ella viniese hasta el pozo
donde él estaba sentado. Dios jamás nos obligará a
obedecerle.

Él podrá forzar nuestros caminos para que


nosotros no nos destruyamos a nosotros mismos,
pero jamás nos impondrá amarlo. Necesario es que
como sus hijos dejemos que Él sea quien decida lo
que está bien y lo que no lo está. Sus parámetros no
podrán ser traspasados ni si quiera por el mismo,
por ello, él espera que nosotros le cedamos el
dominio de nuestras vidas.

Jesús no quiere robots que hagan su voluntad


solo por temor u obligación. Él quiere que nosotros
reconozcamos que él es nuestra mejor opción y que
le amemos por ello. Parece loco, pero él quiere la
perfecta obediencia de imperfectos desobedientes.
No quiere otra cosa, solo que nuestro servicio y
obediencia hacia él sea por amor, con un devoto
corazón y no que le sirvamos por temor a un castigo
venidero. Él quiere que tengamos muchas opciones
para elegir; y que, entre todas ellas, lo elijamos a “él”.

109
José David Díaz Laza

En lo personal, puedo decir; que cada vez que


pienso hacer algo que no le agrada al Espíritu Santo,
lo escucho diciéndome: elígeme. Lo siento decirme
elígeme; cuando tengo oportunidad de hacer algo
deshonesto, cuando puedo alimentar la carne,
cuando en horas de sueño él llama y me dice: “ven
hablemos”.

Te digo algo, querida amiga, elígelo pues no te


arrepentirás. Al momento de ser cortejada por un
hombre, anhelas descubrir su amor, su admiración
por ti, pero por encima de todo, anhelas descubrir
su devoción. Anhelas ser la más bella para él, aunque
tú misma sepas que hay otras opciones más
tentadoras. No solo quieres ser la primera opción
para él, sino que para dicho caballero seas la «única»
opción.

De la misma manera, Dios sabe que tendrás


opciones tentadoras, pero quiere que le escojas a él
por encima de todo; quiere ser tu principal y tu
única elección; quiere tu obediencia por amor, tu
entrega por amor, tus oraciones por amor y tus
servicios por amor.

Respondió Jesús y le dijo: «El que me ama, mi


palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos
a él, y haremos morada con él». Jn 14:23. Como Jesús
lo expresó; nadie puede obedecer ni guardar su
voluntad, sino le ama a él. Este amor hacia Dios;
perfectamente manifestado, traerá consigo frutos
de obediencia, además, traerá consigo a la vida de
aquella persona amorosa y obediente la poderosa
presencia del Padre y el Hijo de forma continua.

110
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
«… y mi Padre le amará, y vendremos a él, y
haremos morada con él». Jn 14:23. Dios hará
morada contigo cuando tu amor y tu devoción hacia
cumplir sus preceptos estén por encima de cumplir
los tuyos propios.

Traerás a tu vida la presencia del Padre


mediante tu devoción hacia él, y donde él esté,
simplemente no habrá tristeza, ni dolor; habrá gozo
en tu corazón y tu alma se regocijará en el amor que
para ti es derramado.

111
José David Díaz Laza

112
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

CAPÍTULO 9

¿Cuál es tu Pozo?

¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que


nos dio este pozo?
Jn 4:12.

Quiero explicar las características de un pozo; su


valor y su importancia para que puedas entender a
cabalidad, la magnitud de la revelación que
encierran el versículo y la pregunta de la samaritana.

El pozo era el lugar donde todos acudían para


poder abastecerse de agua, ya que dentro de él se
hallaba el vital líquido. Normalmente, el pozo
quedaba situado en el centro del pueblo. Las
antiguas ciudades se edificaban siempre alrededor
de una fuente de agua, debido a que las antiguas
civilizaciones no contaban con redes de distribución
hídrica.

Los ríos no entraban a las ciudades, pero las


fuentes subterráneas de donde se creaban los pozos
sí. Por ende, el Centro de una ciudad lo establecía un
pozo, que era la principal fuente de agua de la
misma.

113
José David Díaz Laza

Alrededor del pozo se congregaba el comercio


de dicha ciudad, ya que era el punto que
obligatoriamente todos debían usar para
abastecerse de agua para ellos; sus siembras y su
ganado.

Nosotros al igual que las antiguas ciudades,


edificamos nuestras vidas alrededor de alguna
fuente, usamos cualquier factor para construir
nuestras personalidades y reacciones alrededor de
ello. Hemos fijado cimientos para que esos factores
nos sostengan, y lo harán, pero solo por momentos,
solo de una manera parcial. Lo dañino de esta
manera de vivir es que cuando ese factor falla,
nuestras emociones sufren cataclismos. La ciudad
que era edificada alrededor de un pozo sufría y se
consternaba cuando a este le faltaba el agua.

¿Cuál es tu pozo?
Quizá tu pozo sea tener pareja; tu trabajo, el
dinero también puede ser un pozo, una carrera
universitaria, tu empresa o negocio, el matrimonio
deseado, la familia soñada, un hobby, etc. Cualquier
cosa puede ser, la elegida para edificar alrededor de
ella tu personalidad; haciéndola tu pozo y por ende
tu sustento. Aquello sobre lo que edificaste tu vida
no podrá llenarte y cada vez que el pozo se
conmueva, tu vida entera será trastornada. Jesús lo
dijo: «Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a
tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré,
no tendrá sed jamás;». Jn 4:13-14. Jesús claramente
le dijo que el pozo era un círculo vicioso adonde
tendría que volver cada vez que tuviese sed. El pozo
en la vida de la mujer samaritana lo representaba un
hombre.

114
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Tuvo cinco maridos, y la persona con la que en
ese momento tenía intimidad ni siquiera su marido
era.

Esto hablaba del vacío que en esta mujer había,


esto nos habla de lo que la samaritana buscaba:
sentirse amada y valorada por un hombre. También
buscaba tener descendencia o simplemente no
querer estar sola. Cada vez que se separó de un
hombre, tuvo que inmediatamente reemplazarlo
por otro, ya que su vida estaba edificada alrededor
de un marido. Siempre tenía que volver al pozo,
marido, a saciar su sed.

La samaritana buscaba encontrar su valor como


mujer y las respuestas a sus preguntas en las sábanas
de un hombre. Ese tipo de búsqueda y sentido es
peligroso ya que, si el hombre busca las respuestas a
sus propias preguntas, entonces la búsqueda de la
mujer será infructuosa. Si el hombre no sabe dónde
está parado ni adonde debe dirigir su caminar,
mucho menos podrá ayudarle a mujer alguna a
darle sentido y rumbo a la vida de ella.

El pozo que elijas e idolatres, ya que es idolatría


todo aquello donde centras tu fe y esperanzas. No te
podrá saciar plenamente; solo por partes y por
cortos lapsos de tiempo. Además, te hará ir
constantemente en busca de su agua para volverte a
quitarla sed. Esto se hará cada vez más crónico y el
vacío se irá acrecentando hasta el punto que visites
más seguido y durante más tiempo a dicho pozo,
sencillamente porque allí no encontrarás todo lo
que tu ser necesita.

115
José David Díaz Laza

Tengo una amiga; quién antes de conocer de


Cristo, su vida era desordenada, porque su vida la
cimentó en tener pareja. Vivía de novio en novio.
Luego su vida estaba cimentada en tener sexo y
quería ser llena a través de la actividad sexual; ella
quería llenar algo en su vida que ni siquiera sabía, ni
conocía, a través del sexo pensó conseguirlo. Más
tarde en su vida se dio cuenta de que su vacío no
podía ser lleno; también ese mismo día entendió
que su honra y buen nombre estaban manchados,
en ruinas y todo fue en vano.

Otra enseñanza que te quiero dar querida amiga,


es que no hay pozo que no te lastime a corto o largo
plazo, que, si edificas tu vida alrededor de cualquier
factor, ese mismo factor destruirá tu moral, tus
sueños y tu buen nombre.

Mi amiga conoció al Señor, años más tarde, me


alegré y regocijé con ella, cuando supe que había
decidido entregarle su vida a Cristo. Cristo hizo de
ella una hermosa obra de arte; ella cambió su fuente
de abastecimiento, ya no necesitaba a un hombre
para sentir plenitud. Solo necesitaba de la presencia
del Espíritu Santo. ¡Vaya, que es ahora una persona
muy distinta!, estuvo años sin tener pareja y sin
necesitar de un hombre, hasta que llegado el tiempo
se casó. Durante el tiempo que estuvo sola entendió
que Jesús era lo único que necesitaba. No tuvo más
necesidad de sexo para saciar la sed de su alma,
porque ya había sido saciada, la sed había
desaparecido por completo en brazos del Señor.

Sino que el agua que yo le daré, será en él una


fuente de agua que salte para vida eterna.

116
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Jesús no solo dijo que no tendrías sed jamás si
bebías del agua que él te da; sino que en ti habría una
fuente de agua fluyendo todo el tiempo. No tendrás
que salir a saciar tu sed en otro lugar, porque el agua
que Jesús te quiere dar es constante e inagotable,
creando en ti una fuente de autoabastecimiento,
dicha fuente es el mismo Jesús.

El señor quiere hacer dichosa tu vida; llenar tu


vida de una alegría inmutable; una felicidad
duradera, que no está alimentada de factores
externos y cambiantes, sino de un amor eterno e
inconmovible, que solo él puede ofrecer.
Jesús es el pozo superior. Donde tú puedes
edificar tu vida sin tener daños colaterales.

El Señor le mostró a la samaritana que él no solo


era mayor que Jacob, sino que era mayor que el
pozo que desde hacía siglos estaba allí, abasteciendo
de agua al pueblo de Sicar. Le demostró que el pozo
de ese lugar sólo era una obra de Él creador. Dios
quiere mostrarte que él es superior a todo lo pasado
y lo presente. Que no importa lo que hayas vivido.
Tampoco importa cuánto tiempo tus ancestros y tú
se han alimentado de un pozo; cuánto tiempo has
arrastrado una maldición generacional. Él viene a
darte de beber; a restaurarte, a darte un nuevo
sentido de ser y de existir. Cristo quiere llenarte y
saciarte de amor para que no tengas que mendigarlo
a ningún hombre; ni a ningún factor. Él quiere que
tu vida esté centrada en él mismo, luego de que tu
vida esté centrada en él, presentarte al que será tu
pareja.

117
José David Díaz Laza

Haciendo así tu vida plena; no por el hecho de


tener marido, sino porque ya podrás disfrutar de
una relación sin el temor de quedar desamparada,
sin el miedo de no ser lo suficientemente buena
mujer, sin la inseguridad de quedar vacía. Por qué es
imposible que quede vacía a quien Cristo ya ha
llenado. Dios no quiere que estés sola. Él quiere que
te cases, pero justo en el momento donde tu vida no
gire alrededor de un hombre, sino alrededor de él.
Un hombre no puede hacerte feliz por sí mismo,
¡Dios sí! Cuando Cristo se manifieste en tu vida,
cambiarán tus pensamientos; tu manera de ver y
vivir las cosas, no estarías con un hombre para que
este te haga feliz, sino que estarías con él para
compartir la felicidad que Cristo ya te ha entregado.

Quizá sea la aprobación de tus padres el pozo


que mueve tu ser. Pues de ser así, déjame decirte:
que nuestro padre celestial te ama y ante él no tienes
que mendigar ni atención ni aprobación. He visto
miles de personas renunciar a sus sueños por la
aprobación de sus progenitores. Solo diré esto: si
necesitas bailar al ritmo de alguien para que este te
acepte, entonces no te merece. Sean padres, esposo,
hijos, jefes, pastores, etc. La sangre de Cristo Jesús te
hizo aceptable ante el trono de la gracia; no hay nada
que hacer para ser más aceptable delante de DIOS.
El precio ya fue pagado, así que disfrútala, es gratis
la gracia que el Padre te ofrece. Y no solo eres
aceptada, además, eres deseable por aquel que dio
su vida por ti

¡TRADICIONES QUE INVALIDAN EL


PACTO!

118
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
«Nuestros padres adoraron en este monte, y
vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se
debe adorar». Jn 4:20. Algo tan tristemente real en la
vida de los cristianos es: la prioridad que tienen
nuestras tradiciones sobre la voluntad de Cristo
Jesús. Cristo compite con nuestras propias
tradiciones, son ellas las que nos obstaculizan el
entendimiento, para que no se vea plenamente en
nuestras vidas la gloria de su presencia.

Jesús a lo largo de su ministerio luchó contra las


tradiciones de los judíos, contra la religiosidad de los
mismos, la samaritana no fue una excepción. La
razón por la cual judíos y samaritanos guardaban
una discordia por generaciones tenía su principio en
varios eventos que desembocaron en repudio los
unos de los otros

• Cuando Salomón pecó, Dios lo desechó e


hizo división entre las doce tribus de Israel.
Dándole a Jeroboam diez tribus, y dejándole
a la descendencia de David solo dos tribus. 1
Reyes 11:9-13. Las diez tribus tomaron el
nombre de Israel, y las dos tribus se quedaron
con el nombre de Judá, pero el culto al
SEÑOR se efectuaba en Jerusalén, ciudad y
capital del reino judío. Entonces, Jeroboam
rey de la nación de Israel; tuvo miedo de que
yendo de continuo el pueblo a la casa del
Señor en Jerusalén a adorar, se volviesen al
rey de Judá. Creó pues unos dioses para que
el pueblo no fuese a Jerusalén a adorar, sino
que se quedase en Israel en la capital Samaria.
1 Rey 12:25-33.

119
José David Díaz Laza

• Este acto de Jeroboam desató que los levitas


se fueran de Israel a Judá debido a que nadie
alababa a Jehová EL SEÑOR en Israel.
• A su vez, como los levitas emigraron a
Jerusalén, el pueblo de Israel se quedó sin ley
y se desenfrenó en hacer todo lo que
desagrada a DIOS. Él los entregó para ser
deportados por el rey de Asiria
• El rey de Asiria puso en la tierra de Israel a
sus príncipes, para que gobernaran a la gente
que había quedado en la tierra del pueblo de
Israel, esto ocasionó que se mezclasen,
tomando para sí mujeres de los asirios y
dando sus hijas en casamiento a los hijos de
Asiria. Esto era terminantemente prohibido
en la ley de Moisés.
• Ciento cuarenta y dos años después de la
caída de Samaria, Nabucodonosor, rey de
Babilonia, llevó cautivo a Judá a babilonia,
pero dejó del pueblo a los pobres y levitas
para que labrasen la tierra, y le puso
gobernadores. Y de la misma manera que
pasó con el pueblo de Israel que se mezclaron
con los asirios, pasó con el pueblo judío que
se mezcló con los persas y caldeos.
• A diferencia del pueblo de Israel los judíos
despidieron a las mujeres extranjeras que
habían tomado y a los hijos nacidos de ellas.
Esd 10:2-3. Luego en la reforma de Nehemías
separaron de Israel a todo mezclado. Ne 13:3.
• Entonces los judíos llamaban a los
samaritanos mezclados, y los judíos
mezclados se pasaron a los samaritanos. Para
los judíos, los samaritanos eran lo peor de lo
peor, porque no eran ni judíos ni gentiles,

120
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
sino una mezcla, para los samaritanos los
judíos se creían muy puros y por eso los
aborrecían.

Ya comprendemos el odio los unos por los otros,


pero era un odio que sobrevivió a mil cuarenta años
aproximadamente, desde el primer incidente entre
la casa de Jeroboam y la de Salomón hasta los días
de Cristo y la samaritana.
La mujer samaritana le coqueteó a Cristo. Sin
saber que era Cristo, pero estaba dispuesta a que este
extraño hombre que le hablaba, tocase su cuerpo si
este accedía, pero no estaba dispuesta a que Cristo
tocase el tema de su tradición.

Al principio, la samaritana le preguntó: «¿Cómo


tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy
mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no
se tratan entre sí». Jn 4:9. Su exclamación claramente
iba ligada a sus tradiciones y religiones, esto hacía
notar lo bien arraigada que tenía sus costumbres.

Las costumbres no nutren el poder ni la verdad


de Dios en nuestras vidas, solo la entorpecen.
Muchas veces vimos a Cristo debatir con los escribas
y fariseos, tocante a lo aferrada de sus costumbres.Es
triste ver, como puede una persona tenerles más
confianza y fidelidad a las tradiciones humanas
antes que a los preceptos de Dios. Es algo que no he
podido comprender.

La mujer samaritana había presenciado el


poder; conocido la ciencia, visto la revelación y, aun
así, tenía conflictos acerca de la tradición.

121
José David Díaz Laza

Ella según su tradición reclamaba que no tenía


que ir a Jerusalén a adorar, sino que allí, en ese
monte es donde ellos adoraban. Algo tan trivial
como una simple costumbre o un simple lugar
ponían diferencia entre ella y su creador.

En ocasiones, las cosas más tontas y más


irrelevantes son las que nos separan de Dios, porque
tenemos según nuestra propia percepción, la
manera ideal de hacer las cosas. Esta manera de
pensar es claramente influenciada por la soberbia.
Es soberbio y altivo pensar que nuestra manera de
hacer las cosas es la correcta, con esa manera de
pensar le decimos al Señor, tu manera está
equivocada.

¿Cuántas veces has perdido bendiciones por tus


arraigadas tradiciones? ¿Ha valido la pena
enfrentarte a tu Dios por defender tu manera de ver
las cosas?
Jesús reclamo a los fariseos que estos eran más
fieles a sus tradiciones que a la palabra: «invalidando
la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis
transmitido». Mr 7:13. No debes ser del tipo de mujer
que le permite a cualquier ser humano que le
enseñe, pero no permite que su Dios le enseñe. Las
mujeres radicales en su manera de pensar, son
relativamente buenas. Porque es bueno ser radical y
obstinada en cuanto a no hacer el mal, ya que así has
sido enseñada, pero no es bueno ser radical y
obstinada en cuanto a una manera de pensar que
DIOS quiera que cambies, aunque así hayas sido
enseñada. El hecho de que a ti te parezca buena, no
da por sentado que así lo sea.

122
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
La mujer samaritana no entendía que la manera
de Jesús era la mejor manera. Ella tenía un conflicto
con Jesús sobre: en cual lugar debería adorar, y la
enseñanza que EL MAESTRO le daba no tenía
cabida en su mente radical y finita. Jesús le hablaba
de que la adoración real tenía que ver con la
disposición del espíritu, y no del lugar donde se
llevase a cabo. «Mas, la hora viene, y ahora es,
cuando los verdaderos adoradores adorarán al
Padre en espíritu y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es
Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad
es necesario que adoren». Jn 4:23-24.

Quizás al igual que la samaritana, tu conflicto


tradicional tiene que ver con el templo donde debes
adorar. Hay personas a las que Dios les cambia el
lugar iglesia, porque quiere enseñarles y llevarles a
otro nivel. Pero como es natural, a la mujer le aterra
todos los cambios donde ella no tenga el control.
Entonces, el lugar al que fue enviada para seguir
creciendo y multiplicándose; termina siendo el
lugar donde se enterró su ministerio, donde muere
espiritualmente. Debido a que en su tradición nunca
dejó las comparaciones; nunca aceptó las
enseñanzas del nuevo pastor, porque su antiguo
pastor enseñaba de un modo distinto y mejor.
Quizás este no sea tu caso; quizá sea tocante a otra
cosa distinta, sea cual sea tu argumento, no dejes que
las tradiciones anulen el poder sobrenatural de Dios
en ti. Decídete a presentarte ante su presencia sin
ningún concepto o conocimiento, dejando así que
sea él quien te enseñe y cambie tus preceptos.

123
José David Díaz Laza

Si se lo permites experimentarás crecimiento


donde habías visto estancamiento. Si le permites a
Jesús cambiar tu manera de pensar, acto seguido,
cambiará tu manera de vivir, tu manera de ver y
sentir las cosas. Las tradiciones, con el tiempo se
vuelven una religión en nuestras vidas. No dejes
nunca que tus tradiciones entorpezcan el mover de
DIOS en ti. La religiosidad no produce un
crecimiento, pues esta es la manera de agradar y ser
visto por los hombres. Por otra parte, la obediencia
es: la manera de agradar a Dios y ser visto por El,
esta si produce crecimiento. La religión agrada a las
personas, la obediencia agrada el corazón de Dios.
Es tiempo de retomar las bendiciones que has
perdido a causa de los preceptos, argumentos,
tradiciones y religiosidades. Nada de esto te es útil.
Recuerda, no lo hace valedero el simple hecho de
que creas que esa es la mejor manera, lo único
realmente valedero, es lo que Dios enseña y
establece, no hay nada por encima de los
fundamentos establecidos por él, aunque nosotros
pensemos que si los hay. La mujer samaritana luego
de discutir con Cristo dio su brazo a torcer; entendió
que Jesús tenía la razón, entonces el maestro le
declaró que él era la promesa hecha carne. Ceder a
tu razón es lo necesario para que disfrutes de las
promesas, compañía y el amor de Cristo. Es tiempo
de que tu manera de pensar no se amolde a lo que
te fue enseñado, sino que se amolde a la voluntad de
DIOS. Eso es obediencia.

¡LÓGICA IRREVERENTE!

124
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
«Naamám, general del ejército del rey de Siria,
era varón grande delante de su señor, y lo tenía en
alta estima, porque por medio de él había dado
Jehová salvación a Siria. Este hombre era valeroso
en extremo, pero leproso. Y de Siria habían salido
bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra
de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer
de Naamám. Esta dijo a su señora: si rogase mí señor
al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su
lepra». 2Rey 5:1-3. Naamám un general asirio
escuchó que había alguien que podía sanarle de su
lepra, le dijeron que el profeta de Jehová le sanaría.

Fue entonces hacia a Eliseo, profeta de Dios,


para que este último sanara la lepra que poseía el
general sirio. Eliseo, conociendo como hombre de
DIOS que este venía, le envía a decir con un siervo,
literalmente: que para ser sano tenía que sumergirse
siete veces en el agua del río Jordán, aguas que eran
muy sucias. Esto produjo en el general un enojo, y
respondió diciendo: «… he aquí yo decía para mí:
saldrá el luego, y estando de pie invocará el nombre
de jehová su DIOS, alzará su mano y tocará el lugar,
y sanará la lepra». 2 Rey 5:112. Observemos lo que
dice el general, he aquí yo decía para mí: y
posteriormente describe una escenografía
imaginada por el mismo.

Lo peculiar no es que el general se imaginara


algo, total y al cabo, que era una persona con
imaginación como cualquier otra, lo peculiar y
chistoso además, es que, él pensaba que DIOS tenía
que someterse a esa imaginación. Pensó que Dios
haría las cosas como en el interior el general se lo
había imaginado.

125
José David Díaz Laza

No solo lo molestó que lo hayan enviado a bañar


en unas aguas sucias; sino que le pareció una burla,
la facilidad de la condición impuesta por el profeta,
para la sanidad que el cuerpo del general necesitaba.

¿Quién nos entiende?


Si Dios nos dice una cosa difícil, no le creemos
porque se ve imposible, y si nos dice algo fácil
tampoco, porque es muy sencillo. A veces se confía
en las fuerzas propias, menospreciando la gracia y el
poderío de Dios, el general era un valiente en
extremo, él quería pagar su sanidad con una
penitencia; estaba dispuesto a todo, menos a la
simple tarea de zambullirse en el Jordán.

La obediencia a Dios, siempre nos llevará a


morir a nuestros preceptos, nos lleva a morir a
nuestros temores, nos lleva a morir a nuestra lógica,
y confiar solo en sus fuerzas «Abana y Farfar, ríos de
Damasco, ¿no son mejor que todas las aguas de
Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también
limpio? Y se volvió, y se fue enojado». 2 Rey 5:12. En
Siria había mejores ríos que este Jordán, si por
mojarse en el río Jordán fuese limpio, no lo sería
también si se bañase en otros ríos, al bañarse en
mejores ríos que el Jordán ya se le hubiese sanado la
lepra.

Era lógico el pensar de Naamám, mas la


voluntad de Dios no se ajusta a nuestros preceptos,
ni a nuestra lógica. Un leproso era alguien que
cuidaba de que cualquier agente infeccioso tocara su
piel, para que no se agravara la enfermedad.

126
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Me imagino entonces, que el temor del general
sirio era pensar que, al bañarse allí, en vez de
sanarse, todo podía empeorar. Naamám tenía
miedo y se encontraba realmente enojado porque
las cosas no sucedieron como él lo había imaginado,
pero las sabias palabras de la mujer cuya fe lo había
inspirado a ir en busca de un milagro, lo hicieron
caer en la realidad de la que sus argumentos lo
habían sacado.

Es que nuestras fortalezas mentales nos sacan de


la realidad Divina, cuando morimos a nuestra
manera de pensar; cuando aceptamos su voluntad,
entendemos lo bueno que para nosotros fue
trazado. «Padre mío, si el profeta te mandase alguna
gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más diciéndote
lávate y serás limpio? 2 Rey 5:13.2. En ocasiones
somos así, estamos muy dispuesto a hacer cosas
difíciles y de sacrificio para DIOS, pero cuando el
Señor nos pide que hagamos una cosa sencilla, nos
ofendemos.

Estamos dispuestos a efectuar grandes


sacrificios, pero no pequeños cambios. Estamos
dispuestos a subir el pico más elevado, con tal de
recibir nuestro milagro, pero no estamos dispuestos
a mojarnos en un charco. Estamos dispuestos a
esforzarnos para conseguir lo imposible, pero no
estamos dispuestos a esforzarnos para obedecer.

Como general y hombre valiente, él quería


pagar su milagro, No quería que le fuese sencillo,
quería pagar con esfuerzo. Pero lo único que en lo
que tuvo que esforzarse fue en obedecer.

127
José David Díaz Laza

«¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y


víctimas, como en que se obedezca a las palabras de
Jehová? Ciertamente, el obedecer es mejor que los
sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los
carneros».
1 Sam 15,22.

¡LÓGICA TRANSFORMADA!

Naamám se bañó donde el profeta le dijo y fue


sanado, estuvo a punto de perder su bendición y
sanidad por no doblegar su voluntad, al hacer lo que
Dios pedía, aunque parecía una locura. Eso es
obediencia. Muy parecido es el ejemplo de
Naamám, el general sirio a nuestras vidas. ¿Cuántas
bendiciones hemos perdido por hacer nuestra
voluntad? Sencillamente, nada bueno hemos
logrado obrando a nuestro antojo, ¿por qué no
probar con seguir la voluntad de Cristo? El pensar
de Naamám era lógico, pero lo que Dios pide nunca
está sometido a nuestra lógica. El pensar del general
leproso era lógico, pero la fe nunca es lógica, ya que
lo que es lógico no necesita fe. Somos tan
irreverentes a la voluntad de DIOS; nos creemos tan
inteligentes para decidir cómo hacer las cosas, que
pecamos cayendo en soberbia. Sí, ¡cómo leíste,
soberbia! Porque es soberbia pensar que una mente
finita puede decir a la voluntad infinita de DIOS que
está equivocada. Cuando no sujetamos nuestra
mente a la voluntad de Cristo, estamos diciéndole:
estás equivocado, ese no es el mejor camino a seguir.
Necesitamos una transformación para entender que
su pensar es distinto, porque es mejor.

128
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

Capítulo 10

Metamorfosis

«No os conforméis a este siglo, si no


transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cual
sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta».
Ro 12:22. En este verso, el Espíritu Santo a través del
apóstol Pablo es muy específico. Todo su contenido
es para explicarnos que dejemos a un lado nuestra
manera de pensar. No os conforméis a este siglo, la
palabra «conformar» a su vez significa: poner de
acuerdo con algo o alguien, encajar de manera
acomodada, adoptar la misma forma o semejanza,
llenar una cavidad o un molde. A este siglo: el
apóstol hace alusión al sistema, al mundo y sus
costumbres. No os conforméis a este siglo, significa
no conformarnos al sistema, no ponernos de
acuerdo con el sistema, no acomodarnos al sistema,
no adoptar su forma y no vaciarnos en el sistema. El
sistema nos pide ajustarnos a él para matarnos y
destruirnos. Matar tus sueños, destruir tus
esperanzas, matar tu propósito, destruir tu
ministerio. Cada vez que te amoldas al sistema te
separas de la voluntad de DIOS. «¡Oh almas
adulteras! ¿No sabéis que la amistad con el mundo
es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que
quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo
de Dios». Stg 4:4.

129
José David Díaz Laza

Cada vez que te amoldas al sistema, te haces


enemigo de DIOS, porque este sistema es
totalmente contrario a DIOS. Lo vemos en David
acostándose con Betsabé, en Salomón adorando a
otros dioses, en el hijo pródigo yéndose con su
herencia, lo vemos en Moisés golpeando la roca, en
Elías queriendo morir, en Judas entregando a Cristo,
en Pedro negando al Señor, Ananías queriendo
engañar al Espíritu Santo, etc. Cada uno de ellos se
acomodó por un momento al sistema y rechazaron
la voluntad del SEÑOR. Cada uno de ellos recibió su
consecuencia.

Si no transformaos por medio de la renovación


de vuestro entendimiento. La palabra
«transformar», literalmente significa: cambiar de
forma. «Transformar», en el original griego, viene
de la raíz «methamorpho» «methanoia». Que
significa cambio de cuerpo y mente
respectivamente, es literalmente, el proceso que
sufre un gusano para convertirse en mariposa. Si un
gusano no sufre una renovación en su mente, no
puede cambiar de forma. Si no transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento.
Si en tu vida no hay una renovación en tu mente, no
podrás lograr en ti un cambio que te establezca en la
posición que el Padre ha querido.

Vamos a estudiar un poco sobre el proceso de


metamorfosis.
¿Sabías que? Desde el preciso momento en el
que el gusano empieza a comer, puede
biológicamente transformarse. Apuesto a que no lo
sabías.

130
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
¿Entonces por qué no lo hace? La respuesta es
sencilla, porque aún no ha sido renovada su mente.
Me dirás, ¡pero los gusanos no tienen mente! Yo te
contestaré que: si tienen, y tienen conciencia o
instinto de lo que es el ciclo de la vida; debe nacer,
crecer, multiplicarse y morir. Para un gusano
multiplicarse, debe ser transformado en mariposa,
ya que el gusano no se reproduce, es la mariposa la
que pone en huevos, las larvas de donde
posteriormente saldrán los gusanos. De eso se trata
todo. Si el gusano no decide cumplir su propósito,
morirá arrastrándose como el gusano que es, pero
justo en el momento que ya se cansa de arrastrarse,
que ya se cansa del calor del suelo, del polvo y la
arena, en ese justo momento, hay una renovación en
su mente y decide cambiar.

Nunca habrá transformación sino hay primero


una renovación mental, nunca podrás cambiar, sino
entiendes realmente que necesitas cambiar para
cumplir el propósito. Si el gusano se transformara
sin una renovación en su mente, veríamos a una
mariposa que se arrastra en vez de volar. Si Dios te
llevara al cumplimiento sin una transformación, te
estaría matando, gracias al cielo que nuestro padre
es bueno y no nos dará nada que pueda dañarnos.
Pero eso es lo que mayormente pretendemos, no
cambiar y que igual Dios nos bendiga. Pretendemos
seguir siendo carnales y que Dios Padre nos honre
con bendiciones espirituales.

Hay que ser valientes para decidir cambiar. El


gusano hasta no renovar su mente no se convierte
en mariposa porque cambiar duele.

131
José David Díaz Laza

Muy pocas personas al mirar la belleza y el


esplendor de una mariposa, se detienen a pensar
que ese maravilloso ser fue una vez un asqueroso
gusano. Todos ven el esplendor, pero casi nadie sabe
el proceso doloroso que lo originó. Porque para ser
una flamante mariposa, el gusano debe someterse a
una dolorosa transformación.

Explicaremos a detalle el proceso:


• Se arrastra hasta un rincón que considere
seguro.
• Luego se estira lo largo de su cuerpo.
• Estando en el rincón, de su boca empezará a
producir una cera para envolverse, que lo
dejará todo a oscuras. Esa cera lo dejará
adherido al sitio hasta el final de la
transformación.
• Posteriormente, su piel se abrirá en dos, a lo
largo de su cuerpo, desde allí comenzarán a
salir dos extremidades, en la cuales se
formarán las alas.
• De la parte inferior de su cuerpo también
salen extremidades que serán las patas, con
las que descansará sobre las hojas.
• Seguidamente, su cabeza se abrirá y saldrán
dos antenitas que le servirán de sensores para
percibir señales de apareamiento y
movimientos bruscos de sus cazadores.
• Seguidamente cuando el proceso está
completo, con sus patas y alas rompe el
capullo y se abre paso a la superficie
• Finalizado el proceso se marcha volando en
busca de una pareja para reproducirse.

132
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Quiero usar la metamorfosis como metáfora, ya
que no es muy distinto lo que vive un gusano para
convertirse en mariposa, que lo vive una cristiana
para alcanzar su propósito. Puede no ser de mucho
agrado que te comparen con un gusano, pero
créeme, sin Dios éramos menos que eso.

EL RINCÓN SEGURO
Así como el gusano se arrastra hasta un rincón
donde pueda ocultarse para el proceso de
transformación, así pasa también en nuestras vidas,
así también debes subir hasta un rincón seguro.
Cuando caen nuestras estructuras mentales, y
entendemos que lo que Dios tiene es mejor,
empieza nuestra búsqueda del rincón seguro. Ese
rincón seguro es la presencia de DIOS. Cuando ya
no creemos saberlo todo y entendemos que
tenemos necesidad de Dios; es allí donde la
transformación se empieza a palpar. Es en la
presencia de Dios donde podemos escondernos y
emprender el cambio. El gusano cuando entiende
que hay un cambio por efectuar en él, va en busca
del rincón seguro, pero ¿cómo se dirige hacia él?
Sino es ARRASTRÁNDOSE; se arrastra porque no
sabe hacer otra cosa. Lo mismo nos pasa, a pesar de
que sentimos que hay algo poderoso gestándose
dentro de nosotros, a pesar de que en nuestro
espíritu podemos percibir el cambio, subimos a ese
rincón seguro tal y como somos.

No volamos hacia el rincón seguro, en medio de


nuestro proceso, es con esfuerzo que inicia nuestro
movimiento de transformación. Tu espíritu
determina el cambio, pero tu cuerpo, —carne—,
sigue siendo el mismo.

133
José David Díaz Laza

No subes al rincón seguro como un producto


terminado, sino todo lo contrario, como un
producto por definir. Pero a pesar de que no eres
todo lo que debes ser, a pesar de que no eres todo lo
que se espera en el cielo que seas, a pesar de que no
eres la santidad andante, a pesar de todo, debes
dirigirte al rincón seguro, arrastrándote si es
necesario. ¡Qué aún tienes pensamientos indebidos!,
arrástrate pero sube. ¡Qué no has conseguido sujetar
la carne! Arrástrate pero avanza. ¡Qué estás herida!
Sigue arrastrándote, pero no te detengas; porque él
sabe cuáles son nuestras fallas y nos hace un llamado
para darnos una nueva y mejor forma.
Si esperas ser buena persona para ir en busca del
«rincón seguro», entonces nunca lo harás, porque el
rincón seguro no es para mariposas, sino para
gusanos que han iniciado el proceso de
transformación. El rincón seguro no es para gente
perfecta, sino para personas que necesitan ser
perfeccionadas.

La presencia de DIOS es el impulsador, el


catalizador y el promotor de las vidas que en ella se
albergan, si tu vida está estancada, es porque no has
ido al rincón seguro, si has dejado de crecer y
evolucionar es porque no has hecho de la presencia
de DIOS tu habitación.

SE ESTIRA A LO LARGO DE SU CUERPO


Esto representa la rendición. Es la aceptación del
doloroso proceso al que se está dispuesto a
someterse; aceptando que es lo mejor. Cuando tú te
estiras, todo tu cuerpo se erige y tus manos se
levantan sobre tu cabeza como saludando al cielo,
eso es: una señal de rendición.

134
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Cuando alguien es víctima de un asalto, el
primer movimiento que hace por instinto es
levantar las manos, es algo que en el lenguaje
corporal le dice al asaltante que su víctima no
representa ningún peligro para él. Al levantar las
manos, la victima también le está diciendo al
asaltante que no pondrá oposición alguna y que hará
lo que este último decidiere. Cuando la víctima
levanta sus manos, el asaltante procede a despojarlo
de sus pertenencias; le quita la billetera, el teléfono,
las joyas, el carro, etc. En fin, cosas que a la víctima
le duelen perder, aunque sin ellas pueda vivir. Así es
el Señor en nuestras vidas. En ocasiones, él hace una
irrupción en nuestras vidas, un asalto a nuestro ser
para despojarnos de lo que no les sirve a él. Nos
quita los apegos; las malas costumbres, los vicios, los
hábitos, etc. En fin, cosas que nos duelen, porque
estamos familiarizados a una manera de ver las
cosas, habituados a una pésima manera de vivir,
acostumbrados a una distorsionada manera de
pensar.

Desprendernos de motivos de vida ficticios, son


cosas que nos duelen; no concebimos vivir sin ellas,
pero la realidad es que si podemos. Son los apegos
los que nos hacen creer que no tenemos las fuerzas,
ni la capacidad de vivir de una manera distinta, pero
en DIOS si podemos.

Luego nos damos cuenta de que deshacernos de


esos apegos ha sido lo mejor. He visto mujeres que
se resisten al asalto, las he visto forcejear con el
asaltante, así también hay mujeres que forcejean
contra Dios Padre, no dejándole obrar.

135
José David Díaz Laza

Puedo entender por qué hay personas que se


resisten a su asaltante, puesto que este último
procede con injusticia, pero no concibo
comprender por qué hay quienes se resisten a la
mano de Dios como si fuese un daño o un perjuicio
lo que él nos quita para nuestro bien. Arrebatarnos
algo que nos duele es en ocasiones la manera de
librarnos; ya que inconscientemente estamos
esclavizados, esa área la cual le reñimos al Padre
porque nos las deje allí inamovible, es la misma que
nos mantendrá en estancamiento. Hay hijas que se
resisten a ser despojadas de heridas almáticas; de
recuerdos dolorosos, de las incertidumbres e
incluso de relaciones toxicas.
No seas hoy alguien que se resista; ¡estírate!
¡Ríndete! Que Dios hará maravillas en ti, tal como el
gusano para dejar de serlo, extiéndete a lo largo,
preséntale tu vida y todo lo que has sido a tu
Creador. ÉL te presentará todo el maravilloso ser
que de ti hará.

LA CERA DE SU BOCA
Así como el gusano debe producir con su boca
una cera para cubrirse y para quedar adherido, así
mismo es de tu boca y de tu confesión que empieza
la sanidad. Lo he expresado en capítulos anteriores,
y no deseo redundar en lo mismo, pero que tú
confieses con una actitud correcta, es lo que dará
paso a la transformación. De nada sirve que vayas a
la presencia del Padre si en tu boca no hay una
confesión, si tu boca no pronuncia que por voluntad
propia acudes allí, porque entiendes que necesitas
ser transformada.

136
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Preséntate tal y como eres al lugar seguro, puedo
garantizarte que no saldrás igual que como entraste.
Así como la cera que produce el gusano con su boca
lo cubre, así tu confesión te encerrará hasta que la
transformación sea completa.
El gusano cubre todo su largo cuerpo con la cera,
dejándolo a oscuras. El hermoso ser se forma en un
lúgubre lugar, porque en el momento de la
transformación, su piel está sensible; debe cubrirse
no solo de los rayos ultravioletas, sino también de
que escape el olor que se produce al desgarrarse su
piel, llamando así a depredadores. Es a oscuras
donde se produce lo doloroso de la transformación.
Es a solas en tu habitación donde se gestan las
batallas más importantes de tu vida. Es un proceso
individual, nadie puede luchar por ti, aunque
alguien quiera ser parte de tu proceso, le será
imposible. Nadie entenderá completamente el
dolor de tu transformación, cada metamorfosis es
única, cada desgarrar de la piel duele de manera
distinta, doblegar la carne duele diferente para cada
persona, está enmarcado de manera diferente para
cada individuo. Por esa razón, en un mismo capullo
no hay dos mariposas juntas.
Es en soledad; porque en ese momento, hasta el
Padre celestial parece alejarse de nosotros, aunque
la realidad es; que está más cerca que nunca. Una
vez, en medio de una noche oscura, Dios le dijo a
Abraham que saliera fuera de su tienda. Al Abraham
obedecerle le dijo: «Cuenta las estrellas, si es que las
puedes contar, así será tu descendencia».

Dios le dio a Abraham como señal de pacto, algo


que solo se pueden observar cuando ya no brilla la
luz del día.

137
José David Díaz Laza

Lo hizo con la firme intención de que cuando


todo estuviese oscuro para Abraham; el pudiese
mirar la señal que le decía que Dios tenía un pacto
con él, aunque en el momento no lo parecía, pronto
llegaría la luz del sol, trayendo consigo el
cumplimiento de lo prometido.
Cuando todo esté oscuro, recuerda el motivo
por el que entraste al capullo. Recuerda que la
transformación está pronta a terminar, está pronta a
manifestarse. Cuando nada ilumine: recuerda cada
promesa que el Eterno Dios te ha efectuado, que
ellas sean el sostén y el combustible que no permitan
rendirte ante la adversidad. Abrázate a cada
promesa, y verás su cumplimiento, porque es fiel el
que prometió, no miente, sino que cumple todo, por
amor a su nombre. “Mantengamos firme, sin
fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque
fiel es el que prometió». Hebreos 10:23. El gusano
por un tiempo tiene que estar a oscuras, es privado
por sí mismo de ver la luz del día, pero todo es
necesario para su transformación.

PIEL DESGARRADA, ALAS SALIENDO


Dentro de la obesa piel del gusano están
escondidas un par de hermosas alas que necesitan
salir. Pues, son parte vital del proceso en el cambio
de forma. Pero si la gruesa piel que rodea esas alas
no le abre paso, no podrán salir por más que
quieran. Este es probablemente lo más doloroso en
el proceso de transformación. Porque la carne tiene
que ser desgarrada. Hay una imposibilidad en la
morfología del cuerpo del gusano que le impide
volar, entonces, él debe desgarrar su piel. Hay algo
que también nos imposibilita, eso es nuestra carne y
nuestra humanidad.

138
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Hay algo dentro de nosotros, pujando por
manifestarse. El Santo Espíritu que habita dentro de
ti quiere exteriorizarse; quiere que todos vean que,
en ti, ha sido realizada una obra diferente, algo de
envergadura, una obra de poder, algo que te
convierte en un ser que se desplaza por los aires, en
vez de arrastrarse, un ser celestial, en vez de uno
carnal. Todo eso el Espíritu desea manifestar en tu
vida, pero será en vano si la carne no es desgarrada

«Digo, pues: andad en el Espíritu, y no satisfagáis


los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es
contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne;
y estos se oponen entre sí». Gal 5:16-17

Cuando tu desgarras tu carne y la haces pasar


hambre, estás dando paso a lo glorioso del Espíritu.
Estás entendiendo que la vida va más allá que
arrastrarse en medio del sistema. Para que sea
efectuado un desgarre; se requiere que haya una
fuerza mayor que hale en sentido contrario. Cuando
se desgarra tu carne es: porque le has dado al
Espíritu el derecho necesario para que tire en contra
de la dirección de la carne, y esta última se rompa
dando paso únicamente a lo espiritual.

Hay una imposibilidad para los que viven


conforme a la carne, y es su desplazamiento. Es muy
poco más parecido a un estancamiento.

Tal cual, como el gusano que se arrastra


lentamente porque toda esa piel y obesidad le
impiden el correcto avanzar, igualmente pasa
cuando vivimos para la carne.

139
José David Díaz Laza

Estaremos estancados, toda la obesidad de lo


que carguemos encima nos detendrá, nos
desenfocará. Hasta que ya pese nuestra carne y haya
un hastío de esa manera de vivir, hasta que
sencillamente no quebrantes tu carne, y decidas
someterte al Espíritu, experimentarás un
estancamiento.

«Porque los que son de la carne piensan en las


cosas de la carne; pero los que son del espíritu en las
cosas del espíritu». ROMANOS 8:5

El momento más doloroso es cuando la carne se


desgarra para dar paso a lo espiritual. Es doloroso
porque existen hábitos y ataduras que están
arraigados en lo profundo de nosotros, como
anteriormente expliqué: parece imposible que
vivamos sin cosas con las que hemos estado
habituados toda la vida, pero la realidad es que,
aunque has estado habituada a arrastrarte como
gusano en algún área, Dios desde antes de la
fundación del mundo te llamó a volar como
mariposa.

Las alas le permiten a la mariposa estar en el


aire, el cielo y las alturas. Es algo con lo que el gusano
solo puede soñar. Aunque fuiste un gusano, ya tus
alas están formadas, el tiempo de arrastrarte ya
quedó atrás, vuela hacia las alturas donde
perteneces.
Todos los que hemos experimentado una
transformación podemos testificar que todo
empieza a alinearse, todo parece enderezarse,
cuando dejamos la carne y nos sometemos al
Espíritu.

140
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Las puertas que habían estado por años cerradas,
son abiertas instantáneamente. En todo se produce
un cambio y una aceleración. Debido a que volar es
más rápido que arrastrarse, nos lleva menos tiempo
alcanzar un lugar, y menos esfuerzo conquistar algo.
Por estas y muchas cosas más decídete a vivir en
el espíritu

PIES PARA DESCANSAR

Durante toda su vida; la mariposa no puede estar


suspendida, ni pululando por los aires, ya que
lógicamente, por ser una criatura viva necesitará
descanso, es por ello, que en el equipamiento de su
nuevo cuerpo vienen seis patas, para poder posarse
sobre las hojas y descansar sus alas. Esa es la
aplicación que la mariposa le da, pero Dios le dio a
la misma mariposa las patas, porque además de
descansar ella puede con estas polinizar las plantas.
El gusano solo come hojas, la mariposa también
come hojas, la diferencia entre ambos es que el
gusano solo consume hojas sin prestar ningún
servicio a la planta, mientras que la mariposa ayuda
a la reproducción de las plantas a través del proceso
de polinización.

En pocas palabras, el gusano no ayuda a la


productividad mientras que la mariposa sí, mientras
muchos gusanos para los agricultores son
considerados una plaga, las muchas mariposas son
consideradas una bendición.
Cuando eres transformada, donde no producías
empezarás a producir, donde producías asco
producirás alegría y admiración, donde eras
considerada una plaga serás llamada una bendición.

141
José David Díaz Laza

La mariposa no ayuda a que los árboles se


reproduzcan para que haya hojas solamente para
ella, sino también para gusanos, no solo produce
bendición para ella sino para sus hijos, para esa
generación de relevo que no sabe sustentarse por sí
misma. Cuando eres transformada: no buscas tu
propio bien únicamente, sino que te preparas para
ayudar a otros, te haces fuerte para ayudar a los
débiles, te haces grande para abarcar a los más
pequeños, recibes la transformación para guiar a
aquellos que aún no la han alcanzado.

PODEROSAS ANTENAS
La cabeza del gusano se abrirá en dos; de allí
saldrá una cabeza un poco más pequeña y esbelta,
pero con dos poderosas antenas que sirven para
captar señales de apareamiento y captar
movimientos que hagan los depredadores al
intentar cazarlas. Si la mariposa ve venir a un pájaro
de lejos, puede volar y esconderse, mientras que el
modo de transporte del gusano es muy limitado, así
vea venir el daño, no puede moverse con libertad.
La principal función de una antena es recibir o
enviar señales. En pocas palabras, cuando tu mente
es transformada y hay un cambio en tu manera de
pensar, notarás los planes que el enemigo está
orquestando contra ti, mucho antes de efectuarlos
recibirás las señales de dicho ataque, tal como la
mariposa recibe las señales de sus depredadores.
Cuando el diablo intente destruirte no te tomará
distraída, sino que ya habrás realizado los
respectivos ajustes para esquivar sus ataques. El
sabio ve el mal de lejos y se aparta, mientas que el
necio al quedarse recibe el castigo.

142
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Mientras más seas transformada, menos
vulnerable serás ante los ataques del enemigo. Verás
a las personas a través de la renovación que el
Espíritu Santo habrá hecho en ti. Podrás ver y
discernir la hipocresía de las personas que dicen
amarte o serte fieles y no lo son; de las falsas
amistades, de las maquinaciones en tu contra, de
estafadores o negocios fraudulentos. Porque
mediante el Espíritu tu verás cómo el Espíritu lo
hace. Pero las antenas de las mariposas no reciben
solo señales de ataque, también recibe señales de
apareamiento. Con esto no quiero decir que la
renovación de nuestra mente servirá únicamente
para conseguir una pareja amorosa, pero sí nos
garantiza conseguir la correcta.

Necesitamos estar rodeados de las personas


correctas para el amor; para nuestras metas, para
nuestros ministerios, personas que nos ayuden a
maximizar el potencial que Dios ha puesto en
nosotros, personas que sumen en vez de restar,
amigos correctos que te lleven a más, fieles
amistades con las cuales compartir, líderes con los
cuales crecer, hombros que te ayuden a empujar y
no que te empujen.

En ocasiones, pensamos que la pareja perfecta


solo tiene que ver con el área amorosa; cuando
necesitamos personas ideales para cada ámbito de la
vida. Necesitas ese hombre con el cual compartir el
resto de tus días, necesitas de su fuerza y firmeza,
pero dudo que también él sea quien te ayude a
escoger el maquillaje ideal y el peinado de cabello
perfecto.

143
José David Díaz Laza

No, para eso necesitas alguien idóneo en ello.


Necesitas un esposo que te ame y sea tu ayuda ideal,
pero también necesitas a la amiga correcta que te
aconseje y te ayude a ser mejor, la persona correcta
en el trabajo para que sea tu apoyo en lo laboral.

En fin, necesitamos ayudas correctas e idóneas,


pero para escogerlas necesitamos una
transformación mental para discernir quien nos
conviene y quien puede ser estorbo. «El que anda
con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios
será quebrantado». Proverbios 13:20. Declaro que se
sigue gestando en ti ese cambio profundo que el
cielo espera, y al que el infierno le teme.

HASTA EL FINAL
Una cosa que no comenté en el proceso de
transformación del gusano es que: una vez que el
decide cambiar y entra al capullo, ya no hay marcha
atrás. Por más que se arrepienta después de haberse
ingresado en el capullo, solo tiene una forma de salir
del proceso de metamorfosis y es cambiando.
Porque lo único que abre el capullo son las alas, cosa
que el gusano no posee. Una vez iniciado el proceso,
o es transformado o muere dentro del capullo, pero
nunca más se arrastrará, nunca más se verá como
gusano.

De la misma manera pasa con nosotros. Una vez


que le pedimos a Dios que nos transforme, no
podemos dar marcha atrás, el padre amante nos
quebrará y nos triturará hasta que tengamos la
forma perfecta, no saldremos de su taller antes de
cumplido el proceso, ni podremos acelerar el
cambio saltándonos algún paso.

144
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
«Estando persuadido de esto, que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo». Flp 1:6 Algo
importante de entender es que nuestra renovación
tiene que irse manifestando día tras día. Hoy
debemos ser renovados, y mañana también
debemos ser renovados, el Espíritu Santo nunca
dejará de trabajar en nosotros, porque la obra que ha
iniciado es buena y será perfeccionada hasta que ya
estemos en el cielo junto al Padre.

¿Decidiste servir a Dios y no arrastrarte más en


el pecado? Pues bienvenida al club, gózate aprende,
y no ofrezcas resistencia, mientras más moldeables
seamos, más rápidamente el maestro nos dará
forma. Ya no hay marcha atrás, de su taller saldrás
como una obra de arte terminada, para mostrar el
esplendor y la gloria del artista. Sigue hasta el final;
que tú fe no mengüe, que tú estructura no sea
tropiezo, que permitas negarte a ti misma para que
seas moldeable, y que le permitas al artista por
excelencia, darte la forma que él anhela para ti.

145
José David Díaz Laza

146
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

Capítulo 11

En Espíritu Y Verdad

«Más la hora viene, y ahora es, cuando los


verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y
los que le adoran, en espíritu y en verdad es
necesario que adoren».
Jn 4:23-24.

Quizás aun en este tiempo no se entienda a


plenitud, la magnitud de la revelación de estas
palabras. Las cuales casi todos los cristianos
sabemos, pero que muy pocos entendemos. Espero
ser; mediante este libro, un instrumento para que el
Espíritu Santo te revele este misterio. Que sirva para
ayudarte a entender estas impactantes palabras de
nuestro Señor Jesucristo.

Ya expliqué anteriormente, que en parte la


disputa de los judíos y samaritanos tenía que ver con
el lugar donde se debía adorar a Dios. Así que no
redundaré en el tema, pero quiero que lo tengas
presente. Dentro del templo se encontraba el arca
del pacto, que no era más que la representación de
la Santa presencia de Dios. En la naturaleza caída de
aquel momento.

147
José David Díaz Laza

Cuando aún Cristo no había muerto para


redimir los pecados de la humanidad; la única
manera de poder estar cerca de la presencia de Dios
era dirigirse hacia el templo, donde se encontraba el
arca de la alianza, o como también se le conocía: el
arca del pacto.

La religión judía se basaba en leyes que debían


cumplirse para poder ser justo y salvo. Leyes que
nadie realmente podía cumplir a cabalidad. Entre
esas leyes estaba el presentarse anualmente como
mínimo durante la fiesta de la Pascua en Jerusalén
La religión se trata de ser visto por los hombres y
cumplir una ley a los ojos de estos, pero Dios Padre
que escudriña la mente y el corazón, sabía que no
todo el que se acercaba al templo era un adorador.
Por ello, Cristo dijo a la samaritana: «Mujer créeme
que la hora viene cuando ni en este monte ni en
Jerusalén adoraréis al padre». Jn 4:21. Esta palabra se
ha cumplido en estos tiempos. Porque no todo el
que dice amar a Dios lo hace; no todo el que dice ser
justo lo es, no todo el que dice haber nacido de
nuevo lo demuestra, y no todo el que predica el
evangelio lo vive.

Mientras escribo estas líneas, el mundo


atraviesa una pandemia llamada Covid-19, dicha
pandemia ha logrado mantener los templos
cerrados alrededor del mundo durante un
considerable lapso de tiempo. Si solo adorásemos a
Dios Padre en nuestras iglesias, entonces
tendríamos meses sin hacerlo. Por ello es que Cristo
dijo que: el Padre busca adoradores en espíritu y
verdad.

148
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Cristo cambiaba la manera de ver la ley; le decía
a la samaritana que no era adorador aquel que iba al
templo, sino aquel que cumplía con lo que Dios
Padre había establecido en su palabra. Que no la
hacía salva asistir al templo, sino vivir por fe. Los
judíos cumplían religiosamente la ley de subir a
adorar a Jerusalén, pero no la verdadera ley de Dios.
Ellos subían, pero su corazón no pasaba del suelo.
Ellos se presentaban, pero no adoraban, ellos
entraban al templo pero DIOS no podía entrar en
sus corazones. Pensaban que al cumplir
presentándose en el templo conseguían el respeto y
la admiración de Dios. No entendieron sus palabras
cuando les decía: «.. este pueblo de labios me honra,
mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me
honran. Enseñando como doctrina mandamiento
de hombre. Porque dejando el mandamiento de
Dios os aferráis a tradiciones de los hombres. Mr
7:6-8.

No es con los labios que se alaba a Dios, sino con


un íntegro corazón. Uno que reconoce que no es
perfecto, pero que agradece no tener que serlo para
poder expresar su gratitud, y con su vida demostrar
la magnitud del amor que siente hacia su Dios. Este
pueblo de labios me honra, mas su corazón está lejos
de mí. Si tu corazón no está involucrado en la
relación que tienes con DIOS, entonces tus palabras
solo serán eso, ¡palabras! Y a estas se las lleva el
viento. Los cuerpos se acercan a las iglesias, pero
muchos corazones no, estos hechos entristecen al
Espíritu Santo.

Pues en vano me honran. En vano le honran,


porque él no se siente honrado.

149
José David Díaz Laza

El punto principal al honrar a alguien es que la


persona reciba la honra y se sienta agasajada. Si el
Padre no se siente honrado por nuestra vida, debe
ser porque algo en nuestro andar; no está siendo
manejado con la motivación correcta. Si yo tratase
de honrar a Dios con una apariencia, realmente al
que estaría tratando de honrar sería a mí mismo.
Pues, Dios que sabe la verdad y pesa los corazones,
al ver el disfraz, en vez de sentirse halagado se
sentirá deshonrado por nuestra burla.

Todo eso es hipocresía para él; es como cuando


tú sabes que una persona no te ve con buenos ojos,
pero esa persona finge con hipocresía que le agradas
en extremo. De la misma forma que tú verías a esa
persona, así te ve Dios cuando te diriges a él con una
honra que tus labios expresan, pero que tu corazón
no evidencia. «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos
hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros
blanqueados, que por fuera, a la verdad se muestran
hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de
muertos y de toda inmundicia». Mt 23:27.

A Dios no le honra que tú vayas a la iglesia. Al


Padre no lo asombra verte en un templo; pues él que
está presente en todas partes; que te ha visto durante
toda tu vida en todo lugar. Verte en una iglesia para
él es: como verte en cualquier otro sitio. No es el
lugar el que te convierte o no en un adorador, sino
tu esencia, aquello que realmente eres.

Si eres una adoradora, lo serás en todo tiempo;


mientras conduces tu automóvil, mientras cocinas,
mientras te gozas con tu familia, mientras estás de
paseo, mientas te sientas triste o aun mientras

150
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
duermes. Porque la adoración no es un estado
intermitente que se enciende en el templo y se
apaga cuando ya no te encuentras allí. Sino que es
un completo estilo de vida. En espíritu y en verdad.

«Porque dejando el mandamiento de Dios os


aferráis a tradiciones de los hombres». Mr 7:8.

¿A cuál mandamiento se refiere Cristo en este


verso?
Se refiere a la base de toda la ley; aquello que fue
planeado por Dios Padre desde el principio. Pero
que fue malinterpretado, y por ende, mal
retransmitido de generación en generación aún en
nuestros días. «Jesús le respondió: El primer
mandamiento de todos es: oye, Israel; el Señor
nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu
Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y con
toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento. Y el segundo es semejante:
amarás a tu prójimo como a ti mismo. Entonces el
escriba le dijo: bien, maestro, verdad has dicho, que
uno es Dios, y no hay otro fuera de Él; y el amarle
con todo el corazón, con todo el entendimiento, con
toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al
prójimo como a uno mismo, es más que todos los
holocaustos y sacrificios». Mr 12:29-33.

Nada de lo que hagamos para el Señor tendrá


sentido, sino le amamos a él. si él no es el motor y el
eje de lo que hacemos, de nada servirá. «… Porque
dejando el mandamiento de Dios os aferráis a
tradiciones de los hombres».

151
José David Díaz Laza

Tristemente, esto pasa en las iglesias, y debo


confesar que no fui exento de caer en el limbo que
representa el dejar a un lado lo que Dios me
demandaba; por querer cumplir tradiciones
humanas, por el legalismo y la religiosidad. Qué
fácil es caer en legalismo y religiosidad, solo basta
con perder nuestro norte en Dios para que caigamos
en el lodo cenagoso de la religiosidad. Mientras
permanezcamos en ese lodo, de lo único de lo que
podremos vivir es de apariencias. Cuando lo que
hacemos no es por amor al Señor, todo lo que se
hará será un acto religioso, una costumbre, algo que
ya se está adaptado a hacer, pero que no nace de la
voluntad del individuo por honrar a su Señor.
Peligroso es estar en este punto.

Vivir la vida cristiana de apariencias, solo es


evidencia de que: o nunca existió, o se perdió la
relación con Dios. También es evidencia de que
parece ser más importante la opinión de los
hombres, que la de Dios, ya que no nos importa si el
Padre nos considera falsos, mientras esa farsa sirva
para mantener un estatus de espiritual dentro de la
iglesia. También es evidencia de que: como no
podemos engañar a Dios lo hacemos con los
hombres. Demuestra, además, que como nos cuesta
cumplir las expectativas de Dios, entonces
queremos hacerla para el sistema, porque en el
fondo tenemos una mal direccionada necesidad de
aprobación.

Es importante comprender que: no tenemos


que llenar las expectativas de Dios, en primer lugar,
porque nunca podremos y, en segundo lugar;
porque no lo necesitamos, ya Cristo llenó esas

152
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
expectativas por nosotros, para que también
podamos ser aprobados para Dios. El verso dice: «…
los verdaderos adoradores, adorarán al Padre en
espíritu y en verdad». Juan 4:23. Verdaderos que
adoran en verdad. Creo que está más que claro que
toda mentira o todo tipo de engaño, no será
admisible en la presencia de DIOS. Será desechada
cualquier cosa que no proceda del Espíritu y de la
verdad. Todo lo opuesto a lo espiritual es lo
religioso, y todo lo opuesto a la verdad es la mentira

«Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los


deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido
homicida desde el principio, y no ha permanecido
en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando
habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso,
y padre de mentira». Juan 8:44 ¡La mentira no es de
Dios! Eso todos los sabemos, ya que él no miente ni
engaña, todo lo que él habla es verdad: porque la
verdad es parte de su esencia. Ahora, si Dios es
verdad y la misma es lo que sus hijos hablan, ¿en qué
te convierte el decir mentira? Sencillamente te
convierte en hija del padre de mentira, o sea del
diablo.

La mentira es la salida fácil que muchos


cobardes encuentran y usan, pero es la más
peligrosa. Es tan malo el mentir que es una de las
pocas cosas que te quita la autoridad que como hija
de Dios tienes sobre el reino de las tinieblas. Ningún
pecado disminuye tu autoridad en contra del
enemigo, excepto la rebelión y la mentira; tú puedes
fornicar y eso no disminuye tu autoridad ante el
reino de las tinieblas, te trae otras consecuencias,
pero no limita tu autoridad, en cambio mentir sí,

153
José David Díaz Laza

¿qué curioso, no? Mientras las hijas de Dios ven


como algo inocente el mentir, el diablo disfruta y se
regocija del uso que las cristianas le dan a la mentira,
ya que el uso de la mentira es la manera de rendirle
tributo a su nombre.
«Cuando habla mentira, de suyo habla; porque
es mentiroso, y padre de mentira». Juan 8: 44.

Mentir te constituye en una hija del enemigo y


no puedes reprender a aquel que por ejercicio de la
mentira se convierte en tu padre y dueño, dándole
todo el derecho legal para obrar en tu vida.
“Repasemos”, la mentira te hace caer de la gracia
(Proverbios 6:16- 17, te quita la autoridad, te hace
hija del diablo, le da derecho legal al enemigo en tu
vida, y no podemos olvidar que es empleada por
cobardes. Pero además de todo eso, la mentira te
hace esclava del pecado y de la misma mentira, por
ello Cristo dijo: “conoceréis la verdad y esta os hará
libres”. Juan 8: 32. Mentir constituye una salida
rápida, pero momentánea de algún exabrupto, pero
para poder mantener la mentira original, deberás
emplear más engaños, logrando solo retrasar la
verdad, que tarde o temprano ha de salir a la luz. Por
eso, mi amiga te aconsejo; que saques de tu boca
todo engaño que haga daño a tu relación con Dios y
le dé acceso al enemigo para destruirte.

Utiliza la verdad que no puede ser vencida por


nada. Si al final la verdad saldrá a relucir, ¿no sería
mejor emplearla desde un principio? Evitando así
muchos dolores de cabeza. Puede que la verdad no
sea la salida más fácil, pero si es la correcta.

154
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Además, recuerda que Dios aborrece todo
engaño y todo lo oculto, su estandarte es la verdad y
la misma es practicada por sus hijas. El Señor de
verdad se aproxima y espera que en ti no haya
engaño, ni hipocresías ni nada oculto. Pues Él, Padre
busca adoradores en Espíritu y en VERDAD.

Decir mentira no es sólo pronunciar con tu boca


un engaño, aún las actitudes representan mentiras o
engaños. Aunque no se diga una sola palabra, un
disfraz es una mentira; una apariencia es una
mentira, una máscara es una mentira. Por ello,
Cristo contendió con los fariseos, ya que su actitud
era falsa, aunque hablaban de Dios, lo negaban con
sus actos. Su religiosidad fue una trampa que el
enemigo les propinó a los fariseos y le sigue
propinando a muchos cristianos hoy en día.

¿Qué es la religiosidad? La religiosidad no es otra


cosa que: la carnalidad disfrazada de espiritualidad;
la máscara de las personas sin rostro, la mentira de
aquellos que solo desean impresionar, la apariencia
de los infiltrados, el disfraz de los impostores y el
engaño de los cobardes. La religiosidad es la
vestimenta que nadie podrá llenar. Porque ella se
basa en los logros humanos para alcanzar por
sacrificio, lugares que solo son obtenidos por fe; ya
que son regalos divinos. La justificación y la
salvación son lugares en los que ningún religioso se
podrá sentar. Esos lugares no se alcanzan con
esfuerzo, pues son regalos inmerecidos.

Tristemente, la religiosidad es una celda donde


solo caen personas a las que previamente, Cristo
había hecho libres.

155
José David Díaz Laza

Si tuviese que usar una sola palabra para definir


la religiosidad diría que es una ¡Mentira! Una
elegante; adornada y vil farsa, para engañar a
aquellos que no andan conforme al Espíritu. El
mundo piensa que los religiosos son los que hacen
la voluntad de Dios, pero si la religión es una
mentira, todo aquel que vive en religiosidad está
literalmente viviendo para un sistema diabólico, ya
que satanás es el padre de mentira. Una de las facetas
de la religiosidad es la auto justificación.

Como los religiosos piensan que todo se gana


por esfuerzo, llega un punto donde ellos mismos se
dan cuenta de que es imposible alcanzar a Dios por
mano propia, conscientes en ocasiones de su
debilidad y decadencia se auto justifican
mintiéndose a sí mismos. Poniendo como algo
insignificante cada acción en la que son
reincidentes. Esto es patrocinado por el enemigo; en
primer lugar, para que vivan sin arrepentirse, vivan
sin pedir ayuda, y vivan de una apariencia que
impresiona a los hombres, pero que desagrada a
Dios. En segundo lugar, para que nunca reconozcan,
pues reconocer da paso a la sanidad y liberación.

Lo más peligroso de la auto justificación es que


no se le puede dar paso a la justificación que solo
tenemos en Cristo Jesús. Es una justificación que no
exige esfuerzo alguno, y cuyos únicos requisitos son
creer y reconocer. Creer que Cristo nos justificó y
reconocer que necesitamos de él, pues nuestros
esfuerzos son inútiles. «Más la hora viene, y ahora
es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al
Padre en espíritu y en verdad; porque también el
Padre tales adoradores busca que le adoren.

156
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu
y en verdad es necesario que adoren». Jn 4:23-24.

OFRENDA AGRADABLE
Repito. Si tu corazón no está involucrado en la
relación que tienes con Dios, entonces todo lo que
haces será en vano. Es algo que se vio ejemplificado
con Caín y Abel. Muchas veces he oído enseñanzas
acerca de que Abel trajo lo mejor de su ofrenda,
mientras que Caín trajo lo peor. Eso no es
exactamente cierto, Abel ofreció una ofrenda más
excelente. Hebreos 11:4. ¡Eso es irrefutable! Pero la
excelencia de su ofrenda no tenía que ver tanto con
el tamaño y el volumen de la misma, sino de la
intención en el corazón de él al ofrecerla. «Y
aconteció andando el tiempo que Caín trajo del
fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo
también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más
gordo de ellas, y miró Jehová con agrado a Abel y a
su ofrenda. Gn 4:3-4 (negrita del autor).

Nótese que dice que Abel trajo también de lo


primero; significa que Caín había traído igualmente
los primeros frutos de la tierra, ya que él era
labrador. La revelación de esa escritura no solo nos
demuestra que Caín ofrendó los buenos frutos,
también nos muestra que lo que Dios quiere es el
corazón involucrado a la hora de presentarle algo.
Esto último fue en lo que falló Caín.

Parece que no hemos logrado entender que Dios


es dueño del oro y la plata. Por ende, no necesita lo
que nosotros tenemos, pues aun lo que tenemos se
debe a que él nos lo ha dado. Basándonos en este
punto, deberíamos entender que no hay nada más

157
José David Díaz Laza

valioso para el Padre que nuestro corazón. Porque


lo único en el mundo de lo que él no es dueño, es de
nuestra voluntad, por ello un corazón rendido es la
mejor y la más invaluable ofrenda que podemos
entregarle.

No con esto quiero decir que sean malas o


innecesarias las ofrendas monetarias. Quiero que
me entiendan, se trata de la intención. Pero si yo no
honro a Dios con mis bienes, ¿cómo voy a esperar
que él me bendiga? No es que dar sea malo, sino que
si no doy con la actitud correcta, solo estoy
perdiendo dinero, si solo ofrendo para que otro se
maraville de la cantidad, entonces no tendré
recompensa de Dios, si siembro para que las
personas me alaben, entonces, ¿para qué me ha de
bendecir el Padre? Si ya tengo la alabanza de los
hombres.

Si siembro solo para callar mi conciencia,


entonces es porque no soy consciente de las
bendiciones que trae el hacerlo. Lo vemos en la
historia de la viuda y las dos blancas. «Levantando
los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en
el arca de las ofrendas. Vio también a una viuda
pobre que echaba allí dos blancas. Y dijo: en verdad
os digo que esta viuda pobre echó más que todos.
Porque todos aquellos echaron para la ofrenda de
Dios de lo que les sobra; mas esta, de su pobreza
echó todo el sustento que tenía». Lc 21:1-4.

La viuda; que daba menos que todos los demás,


según la percepción humana, pero que delante de
Dios nadie ofrendó más que ella.

158
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Dándonos a entender, que la calidad de una
ofrenda no está en la suma o cantidad, sino que es la
suma de una actitud correcta, expresada por un
corazón correcto, para honrar a su Dios con sus
bienes.

Ofrendar es una manera de adorar a nuestro


Dios y de mostrar que nuestro corazón no está en el
dinero, sino en aquel cuya mano se encuentra
nuestra vida
«Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente
sacrificio que Caín». Heb 11:1. Si tu corazón no está
correctamente involucrado en la relación que tienes
con Dios Padre, entonces él dirá; «… Este pueblo de
labios me honra, más su corazón está lejos de mí».
Marcos 7:6 También David dijo: no daré a Él señor
ofrenda que no me cueste. 2 Samuel 24:24. Este
hombre que decía esas palabras fue el hombre
conforme al corazón de Dios.

El verdadero adorador es aquel que entiende


que la manera correcta de adorar es presentándose
tal cual es; tal cual se siente en su interior. Vemos en
la Biblia casos como los de Ana la madre de Samuel,
que se presentó ante Dios e hizo una oración con
amargura de espíritu. Pero que esa oración agradó a
Dios. Porque no fue con farsas, ni con vanas
palabras, sino que fue tal y como se sentía. La
oración de Jabes fue la más egoísta que he podido
estudiar, pero no fue falsa, aunque deja mucho que
desear, la expresó tal y como sentía, su corazón
estaba involucrado y por ello recibió lo que pidió.
Sansón oró con amargura y rencor, al punto que
pidió le dieran fuerza para poder vengarse.

159
José David Díaz Laza

Aun así, él entra dentro de los hombres de fe que


se habla en el capítulo once del libro de hebreos. Job,
a pesar de su circunstancia, no dejó de honrar el
nombre que es sobre todo nombre. Al final, recibió
los milagros que la adoración desata; y todo le fue
devuelto triplicado.

ADORACIÓN GENUINA
El genuino adorador es aquel que no tiene
forma al adorar, que no se basa en un estereotipo o
que tiene argumentos de cómo hacerse las cosas,
simplemente es aquel que honra al Señor como este
quiere ser honrado, involucra su corazón, anda sin
engaños y satisface las necesidades de su Señor. El
adorador no tiene forma, sino que se amolda a la
forma de su señor. Toma la forma que su señor
quiere que tenga. David tocaba el arpa para adorar a
Dios, luego le cantaba componiendo Salmos, pero
en el momento en el que le tocó danzar, lo hizo con
la misma motivación con la que le cantaba, y en el
momento que le tocó ofrendar dijo: «… porque no
ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me
cuesten nada». 2 Samuel 24:24

David oró, profetizó, cantó, compuso, tocó


instrumento, danzó, ofrendó e inclusive luchó
contra un gigante, y en todas ellas adoró, honrando
a su Señor.

Un adorador entiende a través del Espíritu, que


es lo que está demandando Dios.

Cuando no hubo nadie que danzara para el


Señor, David lo hizo, danzo siendo rey, se humilló
para exaltar a quien lo había exaltado primero.

160
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Cuando no hubo quien limpiara los pies de Jesús
apareció María y lo hizo, cuando no hubo quien lo
ungiera ella lo hizo, no le importó nada, ni la gente
que la veía, ni que la denigraran, simplemente, ella
le dio todo y se dio en todo para su Señor.

Hoy en día, mucho del mover profético a través


de la adoración es detenido, porque los adoradores
le prestamos atención al: ¿qué dirán? ¿Qué pensarán
los hermanos? Olvidándonos que lo que vale es lo
que Dios piense.
Quisiera que en este momento, pudieses
detener tu lectura y presentarte ante Dios con una
ofrenda de alabanza para satisfacer al Eterno. Ya que
él busca adoradores que lo hagan en Espíritu y
verdad. Los verdaderos adoradores son una rara
gema que es buscada; deseada, esperada y requerida
por DIOS.

MARIA
En mi opinión, ella es la mayor adoradora del
nuevo testamento. Fue una mujer pecadora que fue
redimida por Cristo. Desde entonces, ella dedicó su
vida a ministrar el corazón de Dios. Un adorador no
es alguien que solo se acerca al Eterno para pedirle,
sino alguien que se acerca para darle algo. Si solo vas
al Padre a pedir, entonces no se te ha sido revelada
la adoración. Repito, no son palabras sino las
intenciones con la que expresas esas palabras.
María la hermana de Lázaro conmovió el
corazón de Jesucristo más de una vez, aun usando
palabras que otros igualmente usaron.

«Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro,


de Betania, la aldea de María y de Marta su hermana.

161
José David Díaz Laza

Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús:


Señor, he aquí el que amas está enfermo. Oyéndolo,
Jesús dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino
para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea
glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su
hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba
enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde
estaba». :1,3-6.

Es difícil comprender como Dios nos ama y aun


así, permite situaciones en nuestras vidas para poder
sacar lo mejor. Ya que claramente por amarnos es
que las permite. Él amaba a lázaro, a María y a Marta
y, aun así espero que lázaro muriera para ir a donde
él estaba. En primer lugar, porque quería
glorificarse en ellos, y en segundo; porque a Jesús se
le conocía como el sanador y no como el que hacía
volver de la muerte a alguien, él quería cambiar ese
precepto.

Dios es más de lo que tú conoces sobre él. Elías


conocía el poder de Dios y lo buscaba en los
terremotos; en los fuertes vientos, en el fuego
consumidor, en el agua que destruía todo, pero Dios
se le apareció en un silbido suave y apacible. Se le
apareció en la forma que no le conocía. Igual que a
María y Marta, Dios se aparecerá en la manera que
no le conoces para cambiar tu realidad. Pero el eje
de todo este asunto es mostrar el grado de adoración
que María tuvo hacia Jesús. «Entonces Marta,
cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle;
pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús:
Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no
habría muerto». S. Jn 11:20-21. Marta le reprochó al
señor su ausencia en medio de su dura prueba.

162
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
«Habiendo dicho esto, fue y llamó a María su
hermana, diciéndole en secreto: El Maestro está aquí
y te llama. Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y
vino a él. Jesús todavía no había entrado en la aldea,
sino que estaba en el lugar donde Marta le había
encontrado. María, cuando llegó a donde estaba
Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor,
si hubieses estado aquí, no habría muerto mi
hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los
judíos que la acompañaban, también llorando, se
estremeció en espíritu y se conmovió». S. Jn 11:28-
30; 32-33. María a pesar de que hizo el mismo
reproche que Marta, su hermana, lo hizo con una
actitud distinta. Ella al saber que el Señor había
llegado salió rápidamente a su encuentro y al verle,
su primera acción fue: postrarse a sus pies. Antes que
nada, lo primero fue reconocer la soberanía del
Señor, ella primero se postró, primero adoró y
luego le dijo lo mismo que le había dicho su
hermana Marta, pero con un resultado distinto, ya
que la actitud de María conmovió al Señor como no
lo hizo Marta.

Este es el mayor ejemplo bíblico de que más que


la palabra, a Dios le interesa nuestro corazón al
pronunciarlas. Es tanto lo que a Dios le interesa
nuestro corazón que; una de las adoraciones más
enseñada por los predicadores fue la de esta mujer
donde no hubo ni una sola palabra. Hablo de cuando
María enjuagó los pies del Señor con sus lágrimas y
lo ungió con un perfume de nardo puro. Ella no dijo
palabra; no le importó la gente que estaba alrededor
ella fue y suplió la necesidad de su Señor, no le
importó las críticas, ella ofendo su corazón. Corazón
que en ese momento vivía y respiraba por su Señor.

163
José David Díaz Laza

Acto que era más valioso que el mismo perfume, no


hubo palabras; solo unas lágrimas y unos cabellos le
bastaron a un corazón que estaba agradecido por
haber recibido del Señor un milagro. El perfume era
algo que podía comprarse, pero la acción de esta
mujer no se podía comprar; nada era tan valioso
como para poder canjearse. A ella no le importó que
la gente la viera. Muy distinto a esta generación que
hace las cosas para ser visto de los hombres; tal
como hacían los fariseos, recordemos que esto
nunca agradó al Padre. Es muy distinto hacer algo
para que nos vean los hombres. Que hacer algo para
Dios, aunque los hombres nos vean. La verdadera
adoración no mira de lugares ni de personas sino de
la soberanía de aquel que merece ser exaltado.

El adorador da algo para ministrar al Señor no


para recibir algo a cambio. El adorador suple lo que
su señor necesita. La genuina adoración siempre
irritará al diablo. Cuando Abel adoró, su hermano
Caín se encendió en ira contra él. Cuando David
adoró, su esposa Mical se burló de él y mientras
David recibió promesas para su vida, Mical fue
condenada a ser estéril. Cuando Daniel oraba los
sátrapas se oponían. Cuando María derramó su
perfume, Judas la injurió. Recordemos que el
enemigo quiso la adoración para él, por ello, cuando
tu adoras genuinamente al Padre, se verá la
manifestación furiosa, pero infructuosa del
enemigo. Por ello debemos adorar con verdad en el
Espíritu. Los adoradores somos ese raro tesoro que
busca Dios. Te confieso algo, yo pido a Dios poder
tener el corazón de María. Hoy tú puedes imitarla y
darle a tu Señor la adoración más espontánea y pura
que jamás alguien le haya dado.

164
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

Oración: Padre enséñame a ser cada día más


como tú, a vivir más en tu presencia, a sacar toda
falsedad, a simplemente ser agradable para ti. Hoy
quiero derramar mi perfume ante tus pies. Y que
este lugar se impregne con el aroma de mi ofrenda.

165
José David Díaz Laza

166
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

CAPÍTULO 12

¡Yo Soy el que habla Contigo!

«Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y


en verdad es necesario que adoren. Le dijo la mujer:
Sé que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo;
cuando él venga nos declarará todas las cosas. Jesús
le dijo: Yo soy, el que habla contigo».
S. Jn 4:24-26

La samaritana, quiso impresionar a Jesús, le dijo


que ella sabía que algún día vendría el Mesías, y que
él le declararía todas las cosas. A lo que Cristo
contesta: Yo soy el que habla contigo. Ella esperaba
alguien que la redimiese, que la dirigiera a donde
debía estar, y las palabras de Jesús le decían: ya no
tienes que esperar más; aquel que puede hacer todas
las cosas posibles está aquí, hablando contigo.
Capítulos atrás, expliqué que el principal daño en tu
vida es ocasionado por la obstinación de vivir lejos
de DIOS. Esa lejanía deja tu corazón expuesto y a la
deriva, a merced de cualquiera que probablemente
no tenga buenas intenciones. El daño en la
humanidad vino a través de un hombre y solo a
través de un hombre pudo ser redimido. «Porque
por cuanto la muerte entró por un hombre, también
por un hombre la resurrección de los muertos.
Porque, así como en Adán todos mueren, también
en Cristo todos serán vivificados». 1 Cor 15:21-22.

167
José David Díaz Laza

Mucho del daño en tu vida, vino a manos de un


hombre y solo a manos de otro hombre puede ser
redimido. Ese hombre que redime lo encontrarás en
la persona de Cristo Jesús.

Este no es un libro feminista, ya que el


machismo y feminismo no son de DIOS. Este es un
libro acerca de la realidad bíblica y de verdades
espirituales. Y una de las verdades espirituales es que
el daño que como mujer recibes, aunque es
ocasionado por el sentido de independencia es
manifestado a través de un hombre. Ya sea el
abandono de un padre, la ausencia del mismo, o,
aunque estuvo presente nunca fue parte de tus
luchas, nunca te defendió.

Quizás el daño fue reproducido por un hombre,


quien te rompió el corazón y pisoteó tu confianza,
aquel que no cumplió lo que te había prometido. O
tal vez, alguien completamente desconocido fue el
responsable del daño, alguien abusó de ti, alguien te
robó ese sentido que no ha podido volver. Sea cual
sea el caso; el daño que vino a través de un hombre,
solo puede ser redimido a través de otro.

Es Cristo Jesús ese: que puede y quiere


redimirte, él lo hará personalmente o en ocasiones
usará a los hombres que están a tu alrededor, sea
padre, hermanos, amigos, esposo, pastores o
ministros de Dios. Sea que él lo haga personalmente
o que se sirva de alguno de sus escogidos, es a través
de él que vendrá tu sanidad. Pero es una ley
inquebrantable; el daño que fue causado por un
hombre, solo por un hombre puede ser redimido.

168
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Cuando el pecado entró en la humanidad,
dañándola y pervirtiéndola, entró a través de Adán,
y sólo pudo ser redimido ese daño hasta que vino
Cristo Jesús, El postrer Adán. Cuando Cristo vino, él
sanó el daño que había entrado en la humanidad,
redimiéndola a través de su sacrificio en la cruz.
Bíblicamente hay ejemplos de cómo hombres han
sido usados por Dios para sanar el daño en el
corazón de las mujeres; daños que otros habían
ocasionado.

Vemos el caso de Ruth, a quien la fractura dejada


por la muerte de su esposo, solo pudo ser sanada por
otro hombre, uno bueno y mejor, quien la ayudó
cuando esta estaba sola y desamparada. El caso de
Gomer quien fue prostituta, la fractura que miles de
hombres le habían dado a su feminidad y a su
cuerpo, fueron reparadas por las caricias que le dio
un buen hombre a su corazón. Vemos el caso de
Tamar la hija de David. Quien fue abusada
sexualmente por el perverso de Ammon. El daño
que recibió no pudo ser sanado hasta que vino su
hermano Absalón y la cobijó en su techo,
ayudándola a salir adelante de lo que la aquejaba.
María la madre de Cristo sufrió la pérdida de su hijo
Jesús, pero ese daño también fue redimido por un
hombre bueno, por Juan el discípulo amado, quien
la recibió y la trató como a su propia madre. No
siempre el daño será redimido por un esposo
amoroso. En ocasiones será redimido por un varón
lleno de Dios cuyo interés sea deshacer las obras del
diablo y restaurar. Aún hay hombres de Dios y
ministros de Dios que ayudan a sus hermanas a salir
adelante, a ser restauradas y redimida sin tener
ninguna doble intención.

169
José David Díaz Laza

Pero regresando a la samaritana.


Vemos a una mujer que dice: sé que vendrá
alguien quien me guiará en todo, y vemos al Señor
responderle: Yo Soy. Tal como a la samaritana Jesús
te dice: no esperes más, no es para mañana o para
dentro de un año, tu restauración está aquí y ahora,
pues Yo Soy está hablando contigo. No esperes al
hombre ideal, el hombre ideal ya se presentó en la
figura de Cristo Jesús. Él anhela restaurarte, y a su
tiempo darte en manos de un hombre que él mismo
está desde ya preparando para ti. El YO SOY está a
tu lado y vive y respira para demostrarte el
inmensurable amor que tiene para ti. Anda, corre a
sus brazos a deleitarte en ese amor, pausa un
momento esta lectura y háblale. Él está a tu lado.
Una enseñanza importante que nos deja este
capítulo del evangelio según Juan, es que justo
cuando te determinas a adorar, vendrá una
revelación a tu vida. Jesús no se le reveló como
Mesías a nadie más, únicamente fue a la samaritana
a quien le dijo: Yo Soy.

No lo hizo con sus discípulos, fue algo que ellos


entendieron al caminar junto a él. No se les declaró
a los fariseos para ver si así lo respetaban.
Simplemente fue a ella, la escogió a ella para decirle:
ese que todos esperan, Yo Soy, ese que todos
anhelan que se manifieste, es quien habla contigo.
No fue hasta que la samaritana entendió lo que era
en realidad adorar; que Jesús le manifestó su deidad.
Pudo habérselo dicho desde un principio, desde el
momento en el cual le pidió de beber. Sim embargo,
no fue hasta que ella entendió como se debía de
adorar, que le reveló quien era él.

170
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Las palabras usadas por Jesús fueron las mismas
con las que se le conocía a Jehová, las mismas que le
habló en medio de la zarza a Moisés, Yo Soy él que
Soy.

Una adoración genuina, de un verdadero


adorador, con un corazón agradecido son la clave
para abrir las revelaciones. Cada vez que entregues
una genuina adoración a DIOS, Él te dará algo. Algo
poderoso, algo que es invaluable, algo que no se
puede comprar con dinero, y que no se recibe por
conocimiento. y te daré los tesoros escondidos, y los
secretos muy guardados, para que sepas que yo soy
Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
Isaías 45:3. Me encanta este verso, ya que
literalmente nos promete que nos entregará aquello
que no cualquiera obtiene, eso que está escondido
como la reliquia que es, todo lo recibirás cuando
adores, él mismo se te revelará como lo que es, Dios.

El verso dice: para que sepas que yo soy Jehová.


¿Notas que nuevamente utiliza la frase YO SOY? Los
secretos no se le cuentan a cualquiera, sino a
aquellos a quienes decides mostrarte tal y como
eres. Como seres humanos normales solo nos
revelamos a los íntimos amigos, a aquellos con los
que tenemos una relación estrecha, aquellos que
conocemos y también nos conocen. Lo mismo hace
Dios Padre; solo se revela a los íntimos, a aquellos
que en adoración se conectan con él, a esos pocos,
pero especiales son a los que les da: los tesoros
escondidos, y los secretos muy guardados.

171
José David Díaz Laza

El adorador no es un escogido, sino que es aquel


que ha escogido a Dios antes que a cualquier otra
cosa.
David escogió a Dios antes que a su corona. Lo
escogió por encima del qué dirán las personas Él
tiene algo especialmente guardado para los
genuinos adoradores. «Cosas que ojo no vio, ni oído
oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las
que Dios ha preparado para los que le aman». 1 Cor
2:9. Los verdaderos adoradores son esos que el
Padre busca y anhela encontrar. Se tú esa genuina
adoradora, que conmueva el corazón del Padre.

SOLO UN INSTANTE ES SUFICIENTE.


Jesús no se llevó dos años en restaurar a la mujer
samaritana, se llevó solo el tiempo en el que
transcurrió una corta pero enfática conversación
entre ambos. Un encuentro cara a cara con nuestro
creador es más fructífero que todo un año de
psicólogos y charlas motivacionales. Nadie puede
reparar mejor tus heridas que tu Creador. Pero esto
también dependió de la disposición de la samaritana
por ser transformada, ella se dispuso a que su
creador la moldease.

Cuando tú compras un artefacto, y este por el


mal uso o por simple accidente se daña, ¿Adónde lo
llevas para que puedan lo repararlo? Claro que
adonde lo fabricaron, ya que dichos fabricantes
conocen las mínimas piezas de su creación; las
especificaciones y el uso de las mismas,
convirtiéndolos en los más capacitados para reparar
el artefacto dañado.

172
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
¡Nadie puede saber todos los detalles de un
invento, excepto el inventor! Nadie puede reparar
cada daño que las mujeres pueden tener, solo Dios
que es el inventor mismo del ser llamado mujer. Los
traumas; esos pequeños detalles que te hacen
insegura, lo que te detiene para no dar tu máximo
potencial, cualquier falla que en tu ser se perciba, en
fin, todo lo que logra que tu funcionamiento en
general y en lo espiritual no sea pleno, solo Jesús lo
puede reparar.

Como a la mujer samaritana tu Creador te está


esperando para darle nuevo sentido a tu vida, para
sanarte, para restaurarte, para reemplazar las piezas
averiadas. Es a su lado donde encontrarás la paz; la
plenitud, lo que tu alma necesita, no tienes otro
lugar adónde ir. Debes orar como lo hizo Jeremías:
Vuélvenos, oh, Jehová, a ti, nos volveremos; renueva
nuestros días como al principio.
LAMENTACIONES 5:21. Pídele que te restaure
como antes; pídele que tu vida sea reparada para su
gloria, pídele que su gracia sea tu cobijo.

Hay una diferencia entre Jeremías y tú; entre la


época cuando este clamaba al Señor y la bendecida
época en la cual tú vives. Es que en esa época, Dios
estaba molesto con Israel y los había desechado,
mas, en nuestra época ya Cristo nos reconcilió con
el Padre y no tenemos que clamar desesperados
como huérfanos abandonados, sino que el mismo
Señor está plenamente interesado en acercarse a
nosotros para restaurarnos y perdonarnos. Pídele
hoy, tal como Jeremías que te restaure como al
principio, y le verás correr con amor hacia ti, pues
restaurarte es su deseo.

173
José David Díaz Laza

No solo desea restaurarte, también desea llenar


tu vida con detalles actualizados para que seas una
obra primorosa. Tu inventor te está esperando, ha
agendado una cita para ti.

DEJANDO EL CÁNTARO
Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la
ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un
hombre que me ha dicho todo cuanto he hecho. ¿No
será este el Cristo? S. Jn 4:28-29 . Después de haber
experimentado la gracia y el amor de Dios en su
vida; después de haber sido llena, después de que la
sed de su alma fue saciada, después de que Dios la
rebosó de amor y gracia, sencillamente se dio cuenta
de que no tenía necesidad de tratar de sostener algo
que no le servía para nada. Fue cuando le estorbó la
herramienta que la mantuvo en otro tiempo atada al
pozo. Cuando Dios la limpió se dio cuenta de que el
instrumento que fue utilizado para atarla al pecado,
aún seguía en su mano, a pesar de que ya no lo
necesitaba más.

Y es que muchas veces, ya hemos aceptado a


Cristo; hemos sido redimidos, hemos sido sanados,
pero aun así, mantenemos entre nuestras manos el
instrumento que anteriormente fue usado para
nuestro mal.

La verdadera muestra de que la samaritana fue


transformada completamente, se vio en lo que ella
hizo después de hablar con Jesús. Lo primero fue
que dejó su cántaro; aquel instrumento que le servía
para saciar su sed, no le dio valor, lo abandonó,
corriendo para hablarles a todos de lo bueno que
había sido Dios con ella.

174
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
La mujer samaritana. No fue egoísta; no se
quedó ella sola con la transformación que Cristo
ofrecía, sino que fue y le dijo a todos que había
alguien especial que le había quitado la sed, alguien
que le había desnudado el alma y había sanado su
corazón. Ella, la que fue despreciada y repudiada
por toda la ciudad, se dirigió a la ciudad y uno por
uno les dijo: que había alguien capaz de llenar
cualquier vacío del corazón con su sola presencia.
Ese fue el segundo paso; olvidó todas las ofensas.
Aún a sus exmaridos fue y les dijo que había
encontrado al Mesías, que este le había cambiado su
manera de pensar, era lo notable de su cambio, fue
evidente que tuvo un encuentro cara a cara con su
creador.

Teniendo motivos de sobra para odiar y


repudiar; prefirió mostrar la esencia de aquel que la
había transformado. Ella sencillamente no tenía su
cántaro, pero a todos le dio de beber del amor que
Cristo le había entregado. Ella dejó el cántaro junto
al pozo, no lo necesitó porque ahora ella era un
recipiente que se desbordaba y empapaba a todos.
Ya no llevaba su cántaro con agua, porque se
cumplió lo que Cristo le dijo: de su interior emanaba
una fuente, de su interior corrían ríos de agua viva.

TESTIMONIO DE UNA TRANSFORMACION

Y muchos de los samaritanos de aquella ciudad


creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba
testimonio diciendo: Me dijo todo lo que he hecho.
Jn 4:41

Toda la aldea conoció a aquel quien había


transformado a la mujer cuya reputación no era
nada envidiable.

175
José David Díaz Laza

El testimonio dentro de la aldea, del cambio de


esta mujer fue tal: que todos se dirigieron a Jesús;
escucharon sus palabras y le pidieron que se
quedara con ellos más tiempo. Todo esto fue
propiciado por el testimonio que daba la mujer
samaritana, un testimonio que intrigó al pueblo, al
ser notable en ella debido al cambio de su
personalidad, a lo diferente que surgió en ella
después de que esta fuese: “Transformada por el
Maestro”.

La mujer que no era admirada, ni envidiada por


las personas que dentro de Sicar se creían más
dignas, empezó a ser envidiada y admirada. Ella fue
la primicia en Samaria. Era tal el cambio evidente en
ella, que todos los aldeanos sintieron verdadera
curiosidad al escuchar sus palabras acerca de ese
fulano mesías. Por primera vez la samaritana fue
admirada, era lo nuevo que se alcanzaba a distinguir
en su esencia, envidiada por ser la persona en la que
primero Jesús se fijó para redimir y llenar con su
gloria en aquel lugar. «Entonces nacerá tu luz como
el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu
justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu
retaguardia». Isaías 58:. adie en esta tierra es justo.
¿Cómo puede entonces ir delante de una persona su
propia justicia si Dios mismo no lo justifica? Luego
de que le permitas a Dios terminar la obra que ya
comenzó en ti, todos podrán verla, y aquellos que
una vez te rechazaron por lo que eras; te buscarán
porque precisamente ya no lo serás, porque habrá
algo nuevo en ti, una vida se dejará ver en tu esencia,
en tu manera de hablar, de caminar, de expresarte.

176
A solas junto al pozo La historia de la samaritana
Ese cambio perfecto que Dios tiene para tu vida,
dará frutos y vendrán aquellas personas que un día
te rechazaron a pedirte que le des de aquello que
obró en ti tan maravillosa e inexplicable
transformación. Esas personas que se consideraban
más dignas que tú, luego de ver la obra de arte en la
que te convirtió el maestro, vendrán para recibir de
ti lo mismo que recibiste de Dios. «Y decían a la
mujer: Ya no creemos solamente por tu dicho,
porque nosotros mismos hemos oído, y sabemos
que verdaderamente este es el Salvador del mundo,
el Cristo». Jn 4:42.

Así como el pueblo llegó a los pies de Cristo a


través del testimonio de la samaritana, así también
llegarán muchos a él a través de ti. Mas, para esto es
necesario que permitas a Dios obrar en ti su
maravilloso poder de transformación. De esa
manera, los que crean al ver tu transformación irán
a Dios y luego regresarán a ti para reconocer y decir:
sí es cierto, este es el verdadero camino, lo que hoy
siento no lo habría sentido jamás. De mi interior
corren ríos de agua viva. Que incomparable es saber:
que Dios no se limita con solo limpiar lo inmundo y
enderezar torcido que haya en ti. Sino que luego de
transformarte en nueva criatura, se empeña en que
seas portador de la misma gloria y el mismo poder
que operó en ti una transformación, convirtiéndote
así en un agente multiplicador de gloria, poder y de
justicia.

BROCHE DE ORO

Recuerdas que te dije que: la mujer samaritana


era estéril.

177
José David Díaz Laza

La razón por la que los cinco maridos la habían


abandonado, era porque ella no podía concebir. En
aquellos días y en aquella cultura, la mujer era
requerida para mantener la estirpe procreando
hijos, y si esta no podía concebir, entonces era
desechada, marcada como algo inservible. Las
únicas razones por las que se le permitía a un
hombre abandonar a una mujer era porque esta no
podía tener hijos. Porque como expliqué en
capítulos anteriores, si era considerada adultera la
apedrearían. Gracias a Dios vivimos en el siglo XXI.

Pero a aquella que no tenía hijos, a aquella que


fue desechada, aquella que nadie quería por estéril.
Fue a la que Dios la hizo madre espiritual de todo
Sicar. Dios concluyó su obra con la samaritana
dándole los hijos que nunca tuvo. Él siempre cierra
con broche de oro. Es que nuestro Dios no se reserva
nada, él dijo que restaurará y lo hará completo. Él
nunca hace nada a medias. Por esta razón es que
debes estar persuadida de que él seguirá
perfeccionándote día tras día siempre que se lo
permitas.

Te bendigo. Espero que en este viaje hayas


conocido más profundamente a tu creador.
También espero que cada día que pase, tu relación
con él sea tu estandarte, tu sostén y tu fortaleza.

Sé que ahora eres alguien muy distinta que


cuando comenzaste a leer el libro. Has subido, has
crecido y has sido restaurada, pero este viaje con “El
Señor”, apenas comienza. No te detengas la mejor
aventura te espera.

178
A solas junto al pozo La historia de la samaritana

Agradecimientos
Agradezco al Dios todopoderoso, quien me llamó y
predestinó desde antes de la fundación del mundo
para llevar a cabo esta obra.
A mi Señor Jesucristo, mi mayor ejemplo a seguir.
A mi amado Espíritu Santo; mi guía, amigo y fiel
compañero. De Él y solo de Él es la gloria, pues yo
solo redacto lo que recibí de Él. Solo tomé nota,
mientras Él dictaba.

A mi hermosa madre, Evelyn mi fan número dos.


Quien fue la que me enseñó a amar a DIOS. Su
mayor ministerio ha sido levantar el mío.

A mi pastor Wilson Meléndez quien me ha


enseñado muchas cosas. Dios te dé en bendición lo
mucho que tú te has derramado sobre mí vida.
Al Pastor Edwin Díaz quien ha sido mi maestro en
el evangelio desde que tengo uso de razón. Parte de
lo que soy en Dios, se debe a tus enseñanzas.

A la pastora Rosmary quien se tomó la tarea de leer


el borrador de este libro, cuando aún no tenía
forma. Cada acción por minúscula que sea, crea
una reacción, y tu buena acción no te deja sin
recompensa

A mi amada esposa Dayana. Sin ti no sería quien


soy eres la manera en que Dios me sigue
demostrando cuanto me ama. Soy afortunado de
tenerte. Tú eres mi fan número uno, esa que a la

179
José David Díaz Laza

vez me inspira, la que me levanta los brazos


cuándo no tengo fuerza.
Amarte más no puedo.

Y a aquellos hermanos y hermanas en Cristo


que han dejado una huella en mí. Profeta
Juan Delgado, Sharon, Emily, Yorman
Millano, pastora Ana María de Meléndez,
María. Isaac Díaz, Génesis de Díaz, Ninoska
Peña, Ytzell y su esposo Paulo, a cada uno de
ustedes Gracias por formar parte.

180

También podría gustarte