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FACULTAD DE COMUNICACIONES
TEMA:
«CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD DE KEIKO FUJIMORI Y VERÓNIKA
MENDOZA A TRAVÉS DEL LENGUAJE PERIODISTICO, REPRESENTACIONES Y
FOTOGRAFÍAS EN LAS NOTAS DEL DIARIO EL COMERCIO DURANTE LAS
ELECCIONES PRESIDENCIALES 2016»
PROFESORA:
MARÍA INÉS QUEVEDO
CICLO 2018 – 1
JULIO 2018
A mi hermano Gianfranco,
por siempre estar a mi lado en los caminos que he tomado.
A mis abuelos Virginia y Manuel,
para quienes la universidad era un sueño inalcanzable,
pero que lograron que fuera alcanzable para nosotros.
ÍNDICE
1. Introducción
2. Planteamiento del problema
2.1. Mujeres en la política
2.2. Objetivos
2.3. Hipótesis
2.4. Justificación
2.5. Metodología
3. Contexto
3.1. Elecciones presidenciales 2016
3.1.1. Verónika Mendoza
3.1.2. Keiko Fujimori
3.2. Fin de gobierno de Ollanta Humala
4. Marco teórico
4.1. Función de los medios en la creación de realidades
4.2. Identidad e identidades
4.3. La representación y los estereotipos
4.4. La construcción de la imagen del candidato
4.5. La fotografía en la prensa y su análisis polisémico
4.5.1. Denotar y connotar, un ejercicio para el análisis de la fotografía de
prensa
4.6. Ideología y análisis del discurso ideológico
5. Análisis de notas periodísticas: lenguaje periodístico y análisis polisémico
5.1. Análisis de notas sobre Keiko Fujimori según temática
5.1.1. Vinculación con su padre
5.1.2. La “mochila pesada”
5.1.3. Viajera constante: recorre el país
5.1.4. Candidata disciplinada
5.1.5. Partido corrupto
5.2. Análisis de notas sobre Verónika Mendoza según temática
5.2.1. Vinculación con el chavismo
5.2.2. Candidata joven con ideas progresistas
5.2.3. Candidata cercana
5.2.4. Cambio de modelo económico
5.2.5. Vinculación con Nadine Heredia (Polémica por el caso “las
agendas”)
5.3. Análisis comparativo de ambas candidatas
5.3.1. El “nosotros” y el “ellos”
5.3.1.1. Analizando el nosotros/ellos desde el endogrupo de Keiko
Fujimori
5.3.1.2. Analizando el nosotros/ellos desde el endogrupo de
Verónika Mendoza y los antifujimoristas
5.3.2. Protagonismo en portadas
5.3.3. Análisis de columnas editoriales
6. Conclusiones
6.1. Construcción de la identidad en las notas del diario El Comercio
6.2. Valores asociados a las candidatas
6.2.1. Valores asociados a Keiko Fujimori
6.2.2. Valores asociados a Verónika Mendoza
6.3. Estereotipos encontrados en las notas periodísticas
6.4. El uso de la fotografía y fotoilustracción
6.5. Construcción de la identidad a través de un relato
7. Conclusiones generales
8. Anexo
8.1. Anexo de análisis por temática
8.2. Anexo de análisis nosotros/ellos
8.3. Anexo de editoriales
9. Bibliografía
1. INTRODUCCIÓN
Los individuos estarían perdidos sin los medios de comunicación. Desde su aparición
en la esfera pública, los medios se han constituido como el enlace que resume la
realidad de una comunidad para una comunidad en específico. Es decir, son como los
agentes que nos dicen qué está ocurriendo, qué es necesario para el bien común, o
facilita información básica como el clima, el tráfico y cualquier dato necesario para
salvaguardar nuestra seguridad. Sin embargo, quizás la característica más importante
de los medios de comunicación es su necesidad de ir de la mano con los principios
democráticos de libertad, justicia y participación. Esto se debe a que la prensa, desde
sus inicios en cafés y publick houses en Gran Bretaña hace cuatrocientos años y su
consolidación a lo largo del siglo XX, siempre ha tenido un estrecho vínculo con las
sociedades democráticas. En efecto, el papel de la prensa siempre ha estado vinculado
al ejercicio del poder, como bien lo explican los reconocidos periodistas Bill Kovach y
Tom Rosentiel señalan en su libro “Los elementos del periodismo” (2012). De esa
manera, Kovach y Rosentiel señalan el ideal periodístico: la prensa es aquella que
proporciona la información necesaria para que los ciudadanos sean capaces de vigilar
el poder que ejercen sus gobernantes, como también para que puedan gobernarse a sí
mismos.
Esta definición de periodismo es aún una de la más difundidas y defendidas por los
distintos medios de comunicación. Un claro ejemplo son los constantes y repetitivos
lemas periodísticos que apuntan al ejercicio de esta profesión como aquel que “busca
la verdad, es objetivo y muestra los principales acontecimientos que ocurren en el
mundo”. En efecto, son numerosos los estudios sobre medios de comunicación y la
historia de la esfera pública que señalan la importancia de los medios en las
sociedades democráticas en la construcción de realidades y en la muestra de
acontecimientos. Y aunque los consensos sobre la presencia de los medios y sus
“realidades” son variables, el hecho de que los medios de comunicación transmiten
una realidad construida o un pedazo de la realidad a miles de personas es un
precepto, en su mayoría, aceptable.
Sin embargo, lo que llama la atención en esta investigación es cómo son estas
realidades transmitidas por un diario peruano. Si el poder ha estado siempre vigilado
y construido por los medios de comunicación, ¿cómo son transmitidos los candidatos
a la presidencia en plena coyuntura electoral?; es decir, ¿son descritos con
objetividad?, ¿por qué algunos ocupan portadas y otros no? ¿Será que el diario no
puede escapar de emitir un juicio de valor a la hora de producir sus notas
periodísticas?
Por ello, para poder aproximarse a analizar los distintos roles de poder que existen en
la sociedad peruana y por tanto en la política, resulta indispensable definir y
caracterizar la historia de la participación femenina en el Perú.
Cuando se discute sobre la participación política de la mujer, ésta discusión suele ser
reducida al acceso de las mujeres a las distintas instituciones estatales o a su
participación política en partidos políticos. Sin embargo, la mujer peruana ha estado
inmersa en la política desde siempre, sobre todo, en el accionar social; es decir,
siempre ha sido activa en la toma de decisiones de sus comunidades o en
agrupaciones sociales, como fueron las organizaciones de Comedores Populares y los
Comités de Vaso de Leche en la década de los años ochenta (INEI, 1995, p.134). Sin
embargo, esta participación política estuvo por décadas alejada de la esfera política
formal: “(…) el accionar en política de la mujer peruana se enmarca en dos ámbitos:
en la política oficial y en el accionar social que ha devenido en político aunque sin
institucionalizarse” (INEI, 1995, p.127). En realidad, la incursión de las mujeres en la
esfera política formal ha sido un proceso bastante largo. El primer paso fue el derecho
al voto de las peruanas, que recién llegó un siete de setiembre de 1955; es decir,
ciento treinta y cuatro años después de la declaración de la independencia de la
República del Perú (MIMDES, 2005, p. 20).
Además, una de las principales razones por las cuales las mujeres estaban limitadas
de la vida política, eran los roles tradicionales de géneros que se les eran asignados,
según los cuales, las mujeres debían de dedicarse a actividades del ámbito
reproductivo, como la crianza de los hijos y del hogar (MIMDES, 2010, p.13). Es decir,
los roles de género eran divididos por el sexo:
“Si bien este incremento se hace sostenido a partir del año 2003, habiendo
aumentado la presencia femenina en el promedio regional; en general, si
contabilizamos esta presencia femenina, el porcentaje es más bajo de lo que
indican las leyes vigentes. (…) en las alcaldías las mujeres cuentan con una
representación que no supera el 8%” (MIMDES, 2010, p. 21)
2.2. OBJETIVOS
● Identificar los valores que son considerados como buenos y cuales como
condenables en las notas políticas del diario El Comercio.
2.3. HIPÓTESIS
2.4. JUSTIFICACIÓN
Es necesario analizar el rol que aún tienen los medios de comunicación en la sociedad,
sobre todo, en cómo ayudan a perpetuar imaginarios políticos, que al final,
construyen nuestra realidad nacional. Es fundamental analizar el papel de los medios
de comunicación y su relación con los cambios sociales con la finalidad de comprobar
si ha habido un cambio cultural y sí los medios de comunicación peruanos están
avanzando o no hacia la igualdad entre las mujeres y los hombres. Además, analizar
que tanto los medios de comunicación ayudar o no a transmitir la imagen que plantea
cada candidata.
2.5. METODOLOGÍA
Para llevar a cabo esta investigación se utilizará una metodología de análisis del
discurso. En primer lugar, se ha establecido un periodo de seis meses de notas diarias
del diario El Comercio con el fin de recolectar todas aquellas notas que mencionen a
Verónika Mendoza y Keiko Fujimori de las ediciones impresas entre noviembre de
2015 y abril de 2016. Una vez seleccionadas todas las notas periodísticas (notas
informativas, crónicas de campaña, galería de fotografías, entrevistas, infografías,
portadas), se identificará cuales son los tópicos y temáticas más repitentes. Esta
clasificación servirá para un primer análisis el cual permitirá identificar los temas que
son relacionados a las candidatas, como también la diferenciación o no de la
cobertura de cada postulante.
3. CONTEXTO
“La falta de consolidación del sistema político peruano quedó demostrada con
el registro de 19 partidos políticos para las elecciones generales de 2016, en
donde las agrupaciones tradicionales fueron desplazadas a lo largo de la
contienda por otras surgidas con el único objetivo de alcanzar la presidencia,
pero sin bases reales de apoyo (…)” (Pompa, 2016, p. 123)
Ferrari & Ahumada (2016) coinciden en postular que el Perú en sus elecciones 2016
atravesó por una crisis de sistema de partidos políticos. Esto se debe a que la
Constitución de 1993, la cual flexibilizó la creación de partidos políticos, causó en los
años siguientes un aumento de partidos políticos sin verdadero apoyo popular
(Ferrari & Ahumada, 2016, p.67). En consecuencia, las elecciones presidenciales
contaron con 17 candidatos.
La campaña comenzó con Keiko Fujimori Higuchi a la cabeza de las encuestas: los
sondeos la nominaban con una intención de voto que rodeaba el 40%. Sin embargo,
otros candidatos fueron subiendo en las encuestas, en especial César Acuña y el
nuevo “outsider”, el candiato Julio Guzmán. No obstante, ambos fueron retirados de la
contienda por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), por lo que los votantes de
ambos candidatos tuvieron que migrar a otras opciones. Cabe resaltar el caso de
César Acuña, pues aunque fue retirado por incumplir las reglas de los comicios por
constantes entregas dádivas a la población, la misma suerte no ocurrió para Keiko
Fujimori, quien también enfrentó un proceso de irregularidades en el JNE, pero aquel
proceso no la sacó de la contienda: el organismo electoral decidió absorberla (Ferrari
& Ahumada 2016, Meléndez & Pachón 2016). En general, fue un proceso con
numerosas irregularidades: acusaciones de lavado de dinero y corrupción por el
escándalo Lava Jato, partidos retirados de la contienda, compra de votos y gastos de
campañas con montos exorbitantes (Pompa, 2016, p.123)
Por otro lado, a inicio de campaña Verónika Mendoza contaba con muy poca intención
de voto, aunque había reunido un alto consenso entre las distintas agrupaciones de
izquierda (Bazán, 2016, p. 168-170).
Asimismo, la campaña electoral estuvo marcada por una fuerte polarización entre el
fujimorismo, el cual gira en la figura de Keiko, pero conserva el “fantasma” del líder
histórico; y el antifujimorismo: todos aquellos que se oponen a Fujimori Higuchi por
ser la heredera del partido fujimorismo, aquel donde postulan que hubo grandes
actos de corrupción, un narco estado y un sistema anti-democrático que no respetó
los derechos humanos (Ferrari & Ahumada 2016, Pompa 2016, Meléndez 2016). En la
contienda electoral, el antifujimorismo se caracterizó por acusar a Keiko Fujimori de
los errores de su padre, por ejemplo, la acusaban por “el encubrimiento y
enriquecimiento ilícito tanto personal como familiar” (Pompa 2016). El
antifujimorismo también condena los actos de abusos y de corrupción de los
gobiernos de Alberto Fujimori, y su rechazo hacia ese partido, es lo que los une en
común a pesar de distintas tendencias políticas.
“El voto sólido del fujimorismo se basa en la población que sobrepone los
aspectos positivos de dicho gobierno a los negativos. Así, muchas personas que
reconocen que existió corrupción y violación de los derechos humanos
sistematizada bajo Fujimori, le brindan apoyo por el valor que le reconocen al
haber pacificado y recuperado la economía del país” (Ferrari & Ahumada,
2016, p. 72)
“Ese es el problema con los señores de la alta aristocracia que creen que el
único trabajo es el de hacer lobbies de grandes empresas frente al Estado y no
entienden que hay otras formas de trabajar (…) Lo otro que le diría a PPK es
que se tranquilice un poco, que está un poco tenso y nervioso porque su
candidatura no sigue hacia adelante y somos varios los que estamos
disputando el segundo lugar" (La República 2016)
“A diciembre del 2015, Verónika Mendoza figuraba entre los últimos lugares
con una intención de voto que alcanzaba el 2% mientras que a inicios de este
año, su porcentaje cayó ligeramente al 1.9%.” (La República, 2016)
Verónika Mendoza representa un sector progresista de izquierda: desde su mandato
como congresista, apoyó iniciativas en defensa de los derechos de la comunidad
LGTBI, como también la despenalización del aborto por violación (Bazán, 2016, 170).
Además, sus propuestas giraban en torno de la “renegociación de los grandes
contratos con empresas petroleras y gasíferas, revisar las concesiones mineras y los
tratados de libre comercio” (Bazán, 2016, p.170). Es decir, su postulación involucraba
un cambio de sistema, el cual se concentraba en los medianos empresarios y en la
recuperación de la agenda andina. Asimismo, su campaña estuvo marcada por una
notoria oposición al fujimorismo, por lo que fue un partido activo en las marchas de
No a Keiko, como también representó una opción joven de izquierda.
Sin embargo, su voto recibió un mayor porcentaje por influencia de la salida abrupta
de Julio Guzmán y César Acuña. A diciembre de 2015, Mendoza ocupaba los últimos
lugares, sin embargo, en marzo de 2016 logró subir hasta un 3.7%. Según la encuesta
de GFK de abril de 2015, la candidata cuzqueña alcanzó el 14%, superando a Alfredo
Barnechea y disputando el segundo puesto con PPK (La República 2016).
Por otro lado, las vinculaciones que recibió Mendoza a no ser “tajante” con el
terrorismo y de no querer ahondar en el tema sobre la dictadura en Venezuela,
causaron que perdiera electores o que su propuesta no convenciera:
Cuando se presentó por primera vez a las elecciones presidenciales con el partido
político Cambio 90, Keiko Fujimori se presentó como la heredera política de su padre,
el ex presidente Alberto Fujimori. Desde aquel entonces, la figura política de Keiko
siempre estuvo ligada a su apellido:
“Su discurso hoy se concentra menos en las herencias de los noventa que en las
virtudes de contar con uno de los pocos partidos políticos a nivel nacional, así
como una presencia subnacional importante luego de las elecciones de 2014 y,
finalmente, con una bancada parlamentaria (La Bankada) estable y
disciplinada” (Sosa, 2016, p.33-34)
A pesar que la campaña de Fuerza Popular fue una campaña de gran alcance nacional,
sólida por una fuerte acogida de la población y con la mayor intensión de voto,
surgieron ciertos escándalos que desacreditaron a la candidata fujimorista. Uno de
ellos fue la divulgación de que la DEA se encontraba investigando por lavado de
dinero al secretario general de su partido, Joaquín Ramírez. Dicha imputación llevó a
Ramírez a renunciar al partido. Sin embargo, otro escándalo fue la entrega de un
audio por José Chlimper, donde se revelaba que Jesús Vásquez, informante de la DEA,
se retractaba de la denuncia; peso a ello, se llegó a probar que Chlimper había
adulterado el audio (La República, 2016b). Por ello, a pesar de que contaba una
implica mayoría de votantes, ambos escándalos, además del impacto negativo
influenciado por antifujimorismo y las marchas de No A Keiko, desprestigiaron a
Keiko Fujimori.
Cuando Ollanta Humala asumió el poder en el 2016, su victoria significó una ansiada
victoria de la izquierda peruana (Bazán 2016). Sin embargo, esta victoria fue
relativamente satisfactoria para el conglomerado de agrupaciones de izquierda. En
primer lugar, el partido de Gana Perú, con un perfil más tecnocrático que el perfil de
la “Gran Transformación”, tuvo varios puntos de quiebre, el cual se evidenció con la
renuncia constante de varios congresistas de la bancada. Esta renuncia se vio
influenciada por la postura que tuvo el gobierno al impulsar el proyecto minero
Conga, el cual terminó en un enfrentamiento entre pobladores y las fuerzas del orden,
cobrándose la muerte de cinco personas (Sigrid, 2016, p. 156-157). Los primeros
congresistas en salirse de las listas del partido nacionalista fueron Javier Diez
Canseco, Verónika Mendoza, Jorge Rimarachín, etc. En el 2015, el último año en que
gobernaba Gana Perú, quedaban 32 congresistas de 47 iniciales, por lo que el
oficialismo no hacía más “que perder varias batallas en el Congreso” (Meneses 2016).
4. MARCO TEÓRICO
Resulta fundamental señalar el rol que cumplen los medios de comunicación en las
sociedades. Por un lado, diversas corrientes de la sociología y las comunicaciones
resaltan la función de los medios de reflejar los valores, acciones y pensamientos de
una sociedad. Diversos autores han estudiado y señalado (Gomis 1997, Saldierna &
Alvídrez 2012) el rol de los medios en la formación de la opinión pública y de la
percepción que éstos crean y legitiman en la sociedad. Gomis (1997) señala que
gracias a los medios percibimos la realidad:
Es decir, los medios ofrecen en las sociedades el primer acercamiento de realidad. Sin
embargo, diversos teóricos de la comunicación plantean otras perspectivas acerca de
qué tanto configuran los medios la realidad. Catalina Gonzales, doctora en Ciencias de
la Información en la Pontificia Universidad Javeriana, plantea que no se debe hablar
de que los medios “reflejan una realidad”. Gonzales plantea en su artículo entender la
identidad como una “construcción–relato–en gran parte elaborada por la relación de
comunicación “uno-medio masivo-otro”. Si hay tantas interpretaciones, entonces, hay
tantas identidades.
Gonzales señala que existe un debate acerca de si los medios reflejan la realidad o
construyen una realidad; para la autora, se debe hablar de “re-presentan”, pues “los
medios ‘interpretan’ la realidad y sobre esta interpretación ‘construyen’ o ‘presentan’
una nueva forma de ella: una realidad discursiva, mediada” (Gonzales, 1997, p. 80). Es
decir, los medios no reflejan lo social, sino que de aquello que seleccionan de la
realidad, producen una realidad que será mediada:
“Al ‘representar’ los aspectos más notorios de las culturas, de las realidades
específicas, de los aconteceres del mundo, los medios de comunicación
realizan un ‘corte’ en la realidad, una selección de temas, de puntos de vista,
que obedecen a sus intereses, a sus posibilidades y exigencias tecnológicas, y a
su forma específica de construcción simbólica de carácter mediático”
(Gonzales, 1997, p. 80).
Por otro lado, a través del análisis de los medios se puede conocer “los valores,
creencias, y actitudes políticas” de los ciudadanos (Saldierna & Alvídrez, 2012, p.
202). Esto se debe que los medios tienen la facultad de formular los asuntos públicos,
tienen “una posición estratégica en la construcción de realidades” (Saldierna &
Alvídrez, 2012, p. 202). Es decir, como los medios de comunicación formulan la
información que arma la arena política a través de su agenda setting, influyen en lo
que opinan los ciudadanos sobre las acciones políticas y legitiman el poder. Saldierna
& Alvídrez (2012) lo explican en la siguiente cita:
Es decir, según Saldierna & Alvídrez, los medios son un reflejo de sus sociedades, pues
su “impacto ejerce una fuerte influencia en la modificación de valores, creencias y
actitudes políticas” (p.203). Los individuos están influenciados por los contenidos que
transmiten los medios, pues a través de ellos, tienen su primer contacto con lo que
está sucediendo en las instituciones políticas. Por eso, los medios son vistos como un
puente entre las instituciones y los ciudadanos.
Existen dos perspectivas sobre la influencia de los medios en sus sociedades. Por
muchas décadas, desde distintos ámbitos académicos, pasando por preocupaciones
antropológicas, sociológicos y teoría de la comunicación se habló de la pasividad de
las audiencias en las distintas teorías de la comunicación. Como señala Mario Sánchez
en su libro “Discriminación y racismo en la televisión peruana” (2015), los
consumidores han sido pensados como masas homogéneas por influencia de la
tradición de la Escuela de Glasgow y Birmingham, y de la Escuela de Frankfurt, en
Alemania, planteamientos donde se planteó que:
Y aunque McQuail señala que los medios pueden ejercer una influencia a través de las
ideas y valores que expresan (McQuail, 1985, p. 113), el autor se aleja de la postura
del consumidor pasivo argumentando que los receptores comprenderán el mensaje
de distintas maneras y no necesariamente “tal y como fue enviado o expresado”
(McQuail, 1985, p. 100-101).
Además, Stuart Hall también formuló una teoría crítica de la recepción en su “modelo
de codificación-descodificación” en donde postula que los receptores, al descodificar
los mensajes, pueden hacerlos según sus propios puntos de vistas y no
necesariamente del texto codificado de los medios:
Asimismo, cabe resaltar la importancia del contexto. Cada cultura “transporta valores
e indicadores de acciones, de pensamientos y de sentimientos” (Velasco, 2002, p. 2).
Es decir, cada sujeto lleva una síntesis de los valores y comportamientos que ha
adquirido en los medios a los que pertenece.
4.2. IDENTIDAD E IDENTIDADES
El concepto de identidad ha sido definido por distintas corrientes, desde las cuales, en
su mayoría, se ha definido la identidad como una cualidad de idéntico, un carácter
esencial de una persona o grupo. La definición de la Real Academia Española define
también el concepto identidad como “(1) Conjunto de rasgos propios de un individuo
o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás. (2) Conciencia que una
persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás”.
Es decir, según los dos sentidos que propone sobre la identidad, Ricoeur postula la
supuesta paradoja entre estos dos sentidos postulando la identidad narrativa; dicho
análisis postula la identidad como un relato, es decir, donde la vida humana se
presenta en una continuidad como una narración:
“La identidad narrativa se refiere, por tanto, a la interpretación que uno realiza
de sus acciones en la medida en que éstas son una respuesta a la solicitud del
otro y al intento de ser fiel a la palabra dada al otro. La interpretación de uno
mismo remite a una operación de apropiación de los acontecimientos
engarzándolos en un relato coherente. (…) Si esto es así, las narraciones no
informan sobre la realidad sino sobre el sujeto que narra, un sujeto que se
constituye al narrar. Lo que sostenemos, por tanto, es que a medida que el
sujeto elabora una narración sobre su relación con la realidad social, está
constituyendo su identidad, una identidad narrativa.” (Castro, 2011, p. 6-9)
Por lo tanto, se concluye que un sujeto elabora su identidad no solo a través de una
narración, sino a través de acontecimientos coherentes que le permiten construir un
relato de sí mismo.
Por otro lado, desde la Psicología Social, existen distintos enfoques que tratan de
explicar el concepto de identidad. Para George Mead, la identidad de un individuo se
forma en el desarrollo de la experiencia social de la persona. Mead afirma que una
persona tiene la facultad de “ser un objeto para sí”, es decir, el individuo tiene la
característica de poder llegar a ser al mismo tiempo sujeto y objeto (Barradas, 2011,
p. 20). Con ello, el psicólogo social estadounidense propone que la identidad es
adquirida por un proceso de autoconciencia en donde, en la medida que se va
desarrollando desde su nacimiento en el contexto social, adopta actitudes de los otros
individuos y la experiencia de que tanto él y los otros son participes de un medio
social. Mead desarrolla dos conceptos, “el yo” y “el mí”, con los cuales explica la
relación entre la individualidad y la experiencia colectiva de participación:
En otras palabras, para Mead el individuo forma su identidad al ser un ser social y en
un contexto determinado. Por su parte, Erik Erikson describe la identidad como un
proceso evolutivo en su teoría de los estados de la identidad. Según Erikson, la
identidad es un proceso que cambia constantemente, la cual tendrá un proceso
evolutivo en medida que vaya adquiriendo mayores significados:
Por ello, desde la postura de Erikson, en la identidad tendrá mucho que ver la
experiencia subjetiva de la persona, la cual va apropiándose y desechando
significados a lo largo de su vida en un proceso constante. Cabe resaltar que el
Erikson formuló su teoría tomando como base las fases psicosexuales que elaboró el
psicoanalista Sigmud Freud; fue a partir de la reinterpretación de ellas que desarrollo
ocho estadios en donde explica cómo se va formando el carácter de la persona
humana a lo largo del ciclo completo de su vida.
Por otro lado, desde una perspectiva de las Ciencias Sociales, se ha estudiado el
concepto de la identidad cultural siempre asociado a la pertenencia hacia un grupo y
a la diferencial del otro (alteridad). Se habla de grupos endógenos y exógenos, pero,
sobre todo, de la construcción de identidades en el marco de una cultura y de la
interacción de grupos humanos diferenciados.
Desde hace mucho tiempo, la identidad cultural ha sido relacionada con el acto de
reconocer los rasgos generales que identifican a un grupo social, sobre todo en los
estudios de culturas cerradas o etnias. Por tanto, establecer una identidad era
siempre establecer una diferencia, enumerando rasgos que “identifiquen”: lengua,
raza, formas de dar sentido, símbolo, religión, etc.
Existe una perspectiva de la identidad, como la que define Néstor García Canclini,
donde se habla que un grupo de habitantes pertenecen a una cultura homogénea y
por tanto a una única identidad estática y coherente. Desde esta perspectiva, se
entendía la identidad como aquello que una nación compartía en un espacio estático.
La globalización cambió los límites geográficos, y por tanto, los límites territoriales
que diferenciaban marcadamente naciones de otras. (Esto lo comparte Michel Serres)
Por eso Ortiz propone que en un contexto moderno, de globalización, los referentes
ya no se limitan a un espacio geográfico. Esto se debe a que la identidad nacional solía
ser no solo el referente nacional que unificaba las distintas localidades de una nación,
sino que se afirmaba como una identidad hegemónica, un “principio dominante de
orientación de las prácticas sociales”. Sin embargo, en el contexto globalizado, la
identidad nacional pierde su situación privilegiada, pues surgen otros referentes que
no solo producen otros sentidos, sino que también cuestionan su posición
hegemónica. Por esta razón, es importante resultar la propuesta de Ortiz para
explicar que existen distintos referentes en la construcción de la identidad, y en el
caso de las naciones con las fronteras diluyéndose, importan mucho el conjunto de
identidades exógenas que entran en competencia. Este procedo de mundialización de
la cultura, trae la “pluralización de identidades” (Ortiz, 1995, p. 23). Para explicar
estos nuevos referentes, Ortiz utiliza el ejemplo de la identidad de jóvenes que es
tejida con símbolos y signos compartidos mundialmente:
Además, Miguel Rodrigo Alsina señala que los medios de comunicación tienen mucha
responsabilidad en la construcción de identidades personales y culturales, sobre todo,
debido a que los medios son instrumentos socializadores y de construcción de la
opinión pública. Esto se debe a que los “los medios de comunicación se convierten en
abastecedores de identidades con las que las personas van sintiéndose identificadas o
diferenciadas” (Rodrigo Alsina, 2001, p.74). De la misma manera en que las personas
interactúan con otras personas y su entorno, las identidades personales pueden ser
influenciadas por las construcciones que se presentan en los medios.
Con respecto a las identidades culturales, los medios de comunicación muestran dos
perspectivas diferenciadas sobre “el otro”. Por un lado, “el otro” es humanizado, sus
semejanzas con la propia cultura son destacadas y se resaltan los rasgos que nos
unifican e universalizan. Por otro lado, “el otro” se convierte en un colectivo
indiferenciado, en un estereotipo, donde se llama la atención las características más
generales del otro (Rodrigo Alsina, 2001, p.74).
4.3. LA REPRESENTACIÓN Y LOS ESTERÉOTIPOS
Además, Stuart Hall señala que si bien cada individuo “entiende e interpreta el mundo
de una manera única e individual”, las personas compartimos la manera de entender
y dar sentido culturalmente:
Además, debido a que el sentido proviene de nuestros códigos culturales, esto quiere
decir que el sentido no es nunca fijo: las convenciones sociales mutarán a lo largo del
tiempo, como también las palabras salen del uso común o aparecen nuevas frases. O, a
pesar de que hayas palabras que permanezcan a través de tiempo, sus significados
pueden variar (Hall, 1997, p.8-9).
Siguiendo esta línea, es importante discutir los tipos de representaciones que utilizan
los medios para comunicar sus mensajes. Los medios de comunicación suelen
recurrir a una forma de representación bastante común y presentes en las
sociedades: los estereotipos.
Asimismo, cabe resaltar que en las noticias se suele clasificar las características de los
grupos sociales (las identidades sociales) dentro del grupo del «bueno» y del «malo».
Muchas veces los medios reproducen estos estereotipos de lo que se considera y se
cae en una especie de “supergeneralización basada en una supuesta identidad
cultural”. Para Rodrigo Alsina, los medios de comunicación tienden a ser
etnocéntricos pues suelen establecen lectores modelos, interpretar y reproducir la
realidad de forma dicotómica y simplificar la realidad tratando de utilizar discursos
fáciles de asimilar para un lector promedio:
“En primer lugar, los propios medios establecen sus lectores modelo, a los que
otorgan unas características y una competencia determinada. Es decir, los
medios se dirigen a una comunidad cultural determinada. En segundo lugar,
los medios de comunicación parcelan el mundo mediante sus secciones. De
hecho dividen la realidad social de forma dicotómica: interior/exterior,
propio/ajeno, nosotros/ellos etc. (…) En tercer lugar, los medios de
comunicación son instrumentos de simplificación de la realidad. (…)” (Rodrigo
Alsina, 2001, p.75).
El uso de estereotipos en los medios es bastante común, pues, además, en una cultura
determinada los estereotipos son utilizados constantemente al ser parte del sentido
común:
“Hay que tener en cuenta que los medios de comunicación tienen que construir
discursos muy comprensibles, fácilmente asimilables por el lector. Por esto
utilizan los estereotipos que son elementos simplificadores de la realidad”
(Rodrigo Alsina, 2001, p.75).
En su libro “La naturaleza del prejuicio” (1955), Gordon W. Allport define a los
estereotipos como “una creencia exagerada que está asociada a una categoría. Su
función es justificar (racionalizar) nuestra conducta en relación a esa categoría” (p.
215). Por su parte, fue Walter Lippmann quien llamó a los estereotipos como
“imágenes que tenemos en la cabeza”. Sin embargo Allport hace la diferencia entre
estereotipo y categoría: el estereotipo es la idea fija que acompaña a la categoría,
usualmente esta idea es valorativa:
En síntesis, los distintos grupos en una sociedad utilizan los estereotipos para
simplificar sus categorías, pero también pueden ser utilizados para justificar una
hostilidad o para expresar cierta verdad. Su existencia, sin embargo, es
continuamente perpetuada por los medios de masas: por los periódicos, por las
novelas, por la televisión, por los libros o por el teatro; en general, la conducta de
ciertos personajes ficticios o arquetípicos influyen en las perspectivas que tendremos
de ciertos grupos representados (Allport 1955, p. 224-225). Pero además, los
estereotipos son utilizados para “justificar el prejuicio de amor o el prejuicio de odio”
(Allport, 1955, p. 213), pero eso no evidencia que expliquen el motivo del prejuicio.
Es posible que un estereotipo se desarrolle en contradicción con las evidencias,
incluso verificando lo contrario. Otros estereotipos pueden tener un núcleo de
verdad; es decir, algunos se desarrollan con la “generalización excesiva de los hechos”
o con apoyo de la realidad.
Además, resulta vital definir los endogrupos y exogrupos para definir las
características de los estereotipos. Como se señalo en la discusión de la identidad, la
pertenencia a los grupos hace que los individuos se definan y relacionen con los otros.
Los seres humanos tienden siempre a rodearse de lo que les resulta familiar. Las
afiliaciones con las que crece cada persona, ya sean desde tradiciones, religión o
costumbres. Allport describe que un niño de cinco años ya es capaz de comprender
que es parte de distintos grupos, y a los diez es capaz de desarrollar lealtades hacia
ciertos grupos (Allport, 1955, p. 45). A lo largo de la vida de una persona, el individuo
va adquiriendo lealtades hacia ciertos grupos con los que se identifica, y sobre todo,
comparte su vida: estos pueden ser sus familiares, escuela, clubes, vecindario, raza,
cofrades, etc. Sin embargo, Allport señala que si bien una persona puede tener
afiliaciones con sus grupos, su pertenencia no implica que no pueda rechazar ciertas
afiliaciones (Allport, 1955, p. 47-48). En síntesis, un endogrupo será aquel grupo al
que pertenece un individuo en el cual pueda decir «nosotros», en donde cada
individuo tiene un sentimiento de pertenencia y seguridad, aunque, cabe resaltar, que
dos miembros del mismo grupo tienen un sentimiento distinto de pertenencia, como
también pueden buscar en el endogrupo distintas necesidades.
Asimismo, existen los “grupo de referencias”, estos son, aquellos grupos con los
cuales el individuo admira, aspira vincularse psicológicamente o un grupo en el cual
quiere ser incluido (Allport, 1955, p. 54).Y aunque Allport señala que los endogrupos
suelen ser un grupo de referencia, esto no suele darse por regla; se puede repudiar a
un propio endogrupo:
Con respeto a los exogrupos, si bien las personas pueden tener actitudes hostiles
hacia los grupos opuestos, esto no supone que necesariamente las personas muestren
actitudes prejuiciosas u hostilidad hacia esos grupos.
Asimismo, retornando con el concepto del “otro”, la imagen de los candidatos se crea
siempre en diferenciación de los otros candidatos. El concepto del “otro” es
importante no solo en la identidad social, pues siempre en la interacción con los otros
me defino, como también me influenció por el contexto, sino además es un aspecto
fundamental importante en la comunicación política, en la creación del adversario
político. Para definir tu identidad política es necesario elegir no solo las ideas a las
cuales me opongo; también a quienes son mis contrincantes: quienes son “los otros”.
Asimismo, Orejuela (2009) señala que si bien la imagen suele ser dada por una
apariencia externa, la construcción de la imagen de un candidato no dependerá tan
solo de su aspecto físico; dependerá tanto de sus gestos, los símbolos y las acciones
que ejecute tanto en su vida privada como pública (p. 63). Cabe resaltar que hay una
distinción entre la personalización y el carisma: el primero es un modo de elaborar
mensaje, mientras que el segundo tiene que ver con la personalidad.
Según Orejuela, la imagen pública del político está configurada por tres dimensiones:
por lo que el candidato es; por “lo que proyecta que es”; y por “lo que perciben los
votantes que es” (Orejuela, 2009, p. 67). La imagen, además, es una representación
mental:
“la imagen política es, pues, la suma de lo que el candidato es; lo que proyecta;
y, sobre todo, lo que los votantes perciben” (Orejuela, 2009, p. 68).
Por ello, la idea de que “la imagen política es reconstruida en la mente del receptor”
coincide con lo expuesto por Gonzales (1997), McQuail (1985), Hall (1980): no es la
imagen que presentan los políticos o la imagen que proyecta los medios sobre el
político; es, sobre todo, la imagen que decodifica y construye el receptor.
Diversos autores (Freund, 1983; Keene, 1995; Del Valle, 1993) han explicado el
enorme impacto que ha tenido la fotografía en la prensa; a tal nivel que se afirma que
la fotografía periodística junto al texto periodístico y el titular se han vuelto
elementos básicos del cuerpo de una noticia. En efecto, la fotografía periodística
constituye parte del mensaje periodístico. Félix Del Valle, doctor en Ciencia de la
Información de la Universidad Complutense de Madrid, señala que el papel de la
fotografía no debe limitarse a un simple recurso; es también información:
Pese a esta primera definición, existen autores que separan a la fotografía de prensa
en dos tipos de fotografías. Pepe Baeza en su libro “Por una función crítica de la
fotografía de prensa”, clasifica por su uso y cualidades, dos tipos de fotografías en la
prensa. Por un lado, el fotoperiodismo lo define como todas las imágenes
Eso significa que el fotoperiodismo definido como tal está íntimamente ligado al
documentalismo, con el cual también comparte “el compromiso con la realidad”
(Baeza, 2007, p. 36). Por ello, el fotoperiodismo es entendido como una herramienta
de documentación de la realidad, con un propósito narrativo que busca más allá de la
coyuntura noticiosa dar a conocer un acontecimiento o transmitir una realidad. Es así
que al igual que el texto noticioso, la foto periodística busca los principios
periodísticos de veracidad y la mayor objetividad a los hechos posibles, de tal manera
que el lector pueda formar su propia opinión o pueda generar una postura de lo que
está aconteciendo en su entorno. En palabras del reconocido fotoperiodista
neyorquino Ed Kashi, ganador del Premio World Press Photo:
De esa manera, según esta definición que hace Baeza, la fotoilustración dependerá de
un texto explicativo que esclarecerá su intención gráfica. En efecto, Acevedo y
Tarazona (2014) reconocen que la foto periodística es “manipulada en menor o
mayor grado” (p. 144) y que por ello, el análisis de las fotografías de prensa debe
considerar el tipo de manipulación. Asimismo, los autores coinciden en que si bien la
imagen fotográfica puede ser analizada por sí misma, es decir, connotada y denotada
teniendo en cuenta estos tres momentos (intención del fotógrafo, elección editorial y
reutilización), un análisis de la fotografía periodística ideal encuentra el análisis de la
información analizando la fotografía y el texto como dos elementos “irremisiblemente
forzados a entenderse” (Eruasquin, 1995, en Acevedo y Tarazona, 2014, p. 145). En
otras palabras, el análisis de la fotografía periodística debe comprender siempre el
texto y el pié de foto para codificar su verdadero significado:
Asimismo, en su libro “Lo obvio y lo obtuso”, el semiólogo Roland Barthes apunta que,
en la fotografía periodística, el texto se presenta como un “mensaje parasito”: la
imagen ya no aclara la fotografía, sino que el texto “racionaliza la imagen” (p. 22).
Para Baeza, la imagen en los diarios ha perdido su riqueza visual, en principio, por la
florecimiento de fotografías cada vez más parecidas al tipo de imágenes de la
publicidad. Es decir, “se ha modelizado y estandarizado” la fotografía bajo estéticas
posmodernas, pues lo estético resulta más atrapante que mostrar la realidad como es,
sin maquillaje, sin “la incitación al individualismo” que se puede apreciar en
magazines y publicidades. (Baeza, 2007, p. 14-15). Asimismo, señala que las
fotografías de tipo documentalistas están perdiendo terreno junto a las imágenes
ilustrativas:
Aunque cabe resaltar que las fotoilustraciones pueden llevar a un nuevo lenguaje de
interpretar e informar los hechos, Baeza señala el peligro que éstas pueden sugerir:
estas pueden generar una confusión del mensaje, una manipulación que puede servir
para los intereses de los medios de comunicación (Baeza, 2007, p. 24-27).
4.5.1. DENOTAR Y CONNOTAR, UN EJERCICIO PARA EL ANÁLISIS
DE LA FOTOGRAFÍA DE PRENSA
Es por ello, que se debe tener presente el contexto: es decir, las representaciones
sociales y los sentidos que estás tienen para un determinado grupo social, tanto para
el diario y sus lectores. Como señala Pepe Baeza, en el análisis de fotografías “(...) hay
que reconocer intencionalidades específicas, rasgos estilísticos adaptados, referencias
concretas o uso de recursos retóricos que particularizan la perspectiva global que
ofrece la clasificación de la fotografía” (Baeza, 2007, p. 35)
En adicción, Van Dijk define las ideologías como aquellos sistemas que sustentan la
manera de pensamiento y representaciones mentales de los individuos de un grupo
social, de tal manera que las ideologías “organizan las actitudes de los grupos
sociales” (Van Dijk, 1996, p. 18-19). En ese sentido, es necesario definir que las
representaciones sociales son compartidas por las mentes de los miembros de un
mismo grupo social (Farr y Moscovici en Van Dijk, 1996, p.19), las cuales influencian
en los modelos mentales y por lo tanto se evidencian en el discurso y en la interacción
social (Van Dijk, 2005, p. 19).
Para analizar estas ideologías en un discurso, Van Dijk postula “un análisis del
discurso ideológico”, el cual es un tipo de análisis que supone que es posible “poner
al descubierto la ideología de los hablantes y escritores (…) siempre y cuando los
usuarios ‘expresen’ explicita o inadvertidamente sus ideologías por medio del
lenguaje y otros modos de comunicación” (Van Dijk, 1996, p.15).
Para examinar los distintos discursos que se encuentran en las notas periodísticas, se
tomará en cuenta las categorías propuestas por Teun A. Van Dijk, las cuales propone
en su teoría del análisis del discurso ideológico. Para la elaboración del siguiente
cuadro con las categorías que servirán para el análisis, se ha tomado de referencias
sus textos “Análisis del discurso ideológico” (1996) y “Política, ideología y discurso”
(2005).
CATEGORÍA DESCRIPCIÓN
En esta segunda aparte, se realizará el análisis de las notas. Para el análisis de esta
investigación, se ha seleccionado notas, reportajes, editoriales entre los meses de
noviembre del 2015 a abril del 2017 de la versión impresa del diario El Comercio,
teniendo en cuenta cada aparición y mención de Keiko Fujimori y Verónika Mendoza
durante esos meses.
En su portada del 13 de noviembre de 2015 (figura 2), una foto ilustración de una
cárcel y una caricatura del reo Fujimori anuncian una nota sobre las declaraciones y
visitas que ha tenido en los últimos meses de ese año y como estas influyen en la
campaña de Keiko Fujimori. Esta nota está siendo resaltada por el diario, pues la
incluye en su portada y acude a opinión de analistas (autoridades que el diario
considera en el análisis político del país) para dar a conocer que la vinculación de un
preso con una candidata.
En adicción, la nota que extiende la portada del 13 de noviembre de 2015 (nota 2), se
puede identificar que se recurre a la opinión de analistas (mención de autoridad) para
que interpreten la injerencia de Alberto Fujimori en la candidatura de Fuerza
Popular. Desde la bajada de la nota, se habla de un “doble efecto de alejar a ciertos
electores y atraer otros”.
Al titular “En la cárcel del pasado” (nota 2) se ha utilizado un juego de palabras con la
intención de implicar que la postulación de Keiko se encuentra de cierta manera
“encarcelada” en el pasado de su padre (metáfora). Es decir se puede interpretar no
solo que hace referencia al encarcelamiento de Alberto Fujimori, sino que también el
rol de este está “encarcelando” (atrapando) la candidatura de Keiko, como si hubiera
un “reclutamiento” de asociarla con la reputación de su padre quien cumplía condena.
Además, la idea de cárcel toma un mayor sentido cuando se asocia que “aleja a ciertos
electores”.
Existe, además, una valoración del rol de Alberto Fujimori, pues literalmente se señala
ciertos aspectos como bueno y malos. En la nota se recuerda las condenas de Alberto
Fujimori, por lo que se puede inferir que la asociación de que un presidiario esté
involucrado en los reclutamientos de políticos de una candidata y en los planes de un
posible es gobierno, es una asociación negativa para la figura de Keiko Fujimori. Esto
es señalado bajo el inter título de “lo malo”. Sin embargo, se cita otros analistas
(mencionar autoridad) que consideran “como bueno” que los planes de gobierno de
Keiko estén siendo “liderados” por su padre. Para estos analistas, “hay quienes miran
con anhelo el gobierno de su padre”; es decir, la identificación de que el rol de Alberto
esté presente en la campaña podría resultar positiva para algunos electores. En
síntesis, es considerado “como malo” que un preso esté controlando una candidatura;
y “como bueno” que la injerencia de un político histórico en una nueva candidatura.
Con respectos a las dos fotografías incluidas en la nota, cabe resaltar que en primer
orden de lectura (de arriba hacia abajo) se muestra la fotografía de Alberto Fujimori
(sonriendo) y luego la de Keiko Fujimori (con la sonrisa tiesa y preocupada).
● Denotación: Plano medio de Keiko Fujimori, con una mano sobre su oreja, en
aparente acción de acomodarse un mechón de cabello detrás de la oreja, la
mirada evade a los lectores y se encuentra hacia abajo, desenfocada. Atrás se
muestran libros desenfocados.
● Connotación: La sola imagen de Keiko con mirada desenfocada y expresión
facial de preocupación podría interpretarse de distintas maneras. Sin embargo,
con el contexto de que el lector ya leyó y miró la fotografía de Alberto, se
puede interpretar que la fujimorista se encuentra preocupado de esta
asociación e intromisión del ex líder fujimorista.
● Análisis de leyendas: Su mirada evade el lector y el epígrafe de la fotografía
se titula “dolor de cabeza” (metáfora), lo cual se puede interpretar que la
candidata no está a gusto con que su campaña se esté vinculando con su padre,
pues le genera un conflicto político entre los electores: aquellos que ven en el
pasado del fujimorismo como algo malo.
● Titular y las fotografías principales: El titular “En la cárcel del pasado” hace
referencia a las actitudes que tendrían los dos personajes en cada fotografía: el
regreso de un ex presidente y la preocupación de lo que implica este regreso
● Complementación texto/fotografía: La complementación en esta nota es
vital, pues las fotografías por separado no apuntarían a la misma idea. La idea
es que ambos elementos se complementan para dar el mensaje de la injerencia
de Alberto tiene preocupada a Keiko y afecta su candidatura de mala y buena
manera.
Por otro lado, este rol que cumple el ex presidente va tomando más protagonismo, al
punto de aparecer su nombre distintas portadas. Por ejemplo, en la portada del día
viernes 18 de de diciembre de 2015, “Alberto Fujimori pide que antiguos
colaboradores no sean excluidos” (nota 3). Esta portada es interesante de analizar,
pues las leyendas apuntan que el ex líder fujimorista está teniendo más injerencia en
la campaña presidencial 2016 “entra en campaña” y llamaradas como “en carta
pública”, lo que significa que está hablando al electorado, como si fuera un candidato
más. El lenguaje utilizado, además, acerca esta idea de protagonismo de Alberto
Fujimori: utilizar el verbo “pide” en “Alberto Fujimori pide que…” implica que el rol
de Alberto Fujimori tiene cierta autoridad pues alguien que tiene la potestad de
“exigir” espera que su pedido tenga no solo respeto sino cierta aceptación. Además, la
elección de las palabras refuerzan que el líder histórico del fujimorismo “entra en
campaña”, “indica que su hija es la indiscutible” y que se le habla a los electores en
“una carta pública”. Asimismo, en la leyenda que acompaña una fotografía de archivo
(nota 4), “habla en la campaña. Fujimori se pronunció sobre la elaboración de lista
congresal fujimorista”, da a entender que no es solo una simple opinión, sino que está
exigiendo a lo que sería aún su partido. Es decir, se comunica la idea de que Alberto
aún cumple funciones políticas en la campaña de su hija.
Con respeto a la injerencia de la figura del pasado de Alberto Fujimori, varias notas
señalan el conflicto que genera en la campaña de la candidata: divisiones dentro del
partido, como también intentos de alejarse del rol político de su padre. En la nota del
día 19 de diciembre del 2015, con el titular “Quien corta la naranja” (nota 5) hace
alusión a esta lucha entre los fujimoristas, como también que existiría una división.
Cabe resaltar que en el titular al hacer referencia a una naranja se hace una metáfora
de un partido que se puede partir físicamente, haciendo una personificación de la
naranja como si fuera el partido político.
En la nota 5, el rol del líder histórico trae a memoria el pasado fujimorismo a la
campaña de Keiko Fujimori: “La campaña fujimorista parece haberse retrotraído al
2011, cuando, desde la Diroes, Alberto Fujimori se enfrentó a su hija, la candidata
Keiko Fujimori, por la inclusión de su enfermera, Gina Pacheco, en la lista congresal
del partido entonces llamado Fuerza 2011.” En esta cita se señala que la campaña
“parece haberse retrotraído al 2011”, es decir, que califican implícitamente que la
injerencia de Alberto Fujimori implica un retroceso en la candidatura de Keiko y, por
lo tanto, un retroceso en su identidad como candidata, pues la referencia a “Fuerza
2011”, es mencionar que el partido “Fuerza Popular” no es un nuevo partido.
Asimismo que la injerencia del patriarca Fujimori signifique un retroceso “que viene
desde la Diroes”, puede significar que también la condición de reo de su padre la este
“conteniendo”. Además que haya un “enfrentamiento con su hija”, habla no solo de
una división entre los, sino de un “enfrentamiento. Por consiguiente, el titular de la
nota cobra mayor sentido: “Quién corta la naranja”, en donde “la naranja” es una
personificación del partido político del fujimorismo, el cual siempre se ha ligado al
color naranja. , pero también se utiliza un imaginario de guerra, donde se hace uso de
la intertextualidad para traer las definiciones de un enfrentamiento bélico al terreno
político.
Asimismo, en el mismo artículo periodístico (nota 5) se puede ver como la pugna por
el liderazgo político se traspasa al plano familiar. Detrás de la división política, se
infiere que hay una división familiar. El periodista utiliza metáfora de “varios han
tratado de poner paños fríos a la pugna familiar”, para hacer referencia a que
distintas personajes han comentado sobre la división de los líderes del fujimorismo.
Además, cabe resaltar el uso de la frase “LA VIEJA GUARDIA”, frase que se utilizará de
adelante en el diario para describir al grupo de fujimoristas de los años noventa, los
fujimoristas clásicos, seguidores de Alberto Fujimori y que tuvieron una participación
en el gobierno de los noventa. Es el nombre que utilizan con frecuencia para referirse
a políticos del fujimorismo como Martha Chávez, Luz Salgado y a Luisa María
Cuculiza, políticas que durante toda su carrera política han sido cercanas a Alberto
Fujimori y defensoras de él y sus gobiernos. Esta vieja guardia es defensora de
Alberto y queda claro la división por su preferencia de él sobre Keiko: “La nuevas
movidas de Keiko Fujimori no han caído bien en los allegados a su padre, incluso para
los no tan antiguos, como Julio Gagó y Kenji Fujimori, quien no ha dudado en criticar
la «evaluación» a los viejos rostros fujimoristas”.
La figura de “un mochila que carga” que la misma candidata utiliza en su discurso es
la de una “peso” que carga, la cual representa todo lo ocurrido en el gobierno de su
padre. Es decir, es una alusión al mandato de Alberto Fujimori que la misma
candidata utilizó en su presentación en el foro de PROÉTICA: “Hoy culmina el evento
de Proética en el que los candidatos presidenciales exponen sus planteamientos
anticorrupción. En la jornada de ayer, Keiko Fujimori dijo que ha cargado una mochila
muy grande, en alusión al mandato de su padre”.
El diario el comercio aprovecha esta misma figura que Keiko utiliza para describir
esta situación política, sin embargo le hace un agregado: esta mochila que lleva por el
pasado de su padre es “pesada”. Esto se ve en la portada y nota del día 26 de enero de
2016. En esta portada (nota 8), la abridora del día es la misma declaración: “Keiko
Fujimori: «Cargo una mochila muy grande». Se explica, además, que la “explicación”
de esa mochila que nombra la candidata se refiere a los “errores de terceros” y que es
peso que la hace “sufrir” y que “soporta”. En la nota de una cara, el diario se encarga
de explayar a qué hace referencia la candidata en su discurso del foro PROÉTICA
(nota 9), la cual es titulada como “La mochila de Keiko”.
El subtitulo “La mochila pesada de Keiko” ha sido una elección de los redactores o
editores, pues la cita directa de Keiko no incluye que la mochila que cargue “sea
pesada”. Que sea pesada implica un aspecto negativo hacia lo que carga Keiko del
mandato de su padre. Esta idea expuesta en el subtitulo se refuerza más adelanta con
las declaraciones del politólogo Arturo Maldonado:
“La idea de la mochila es todo lo peor, en la que la carga más pesada es el tema
de la corrupción. La idea de la mochila es como una suerte de cruz que está
cargando. Y el objetivo de su campaña sería una suerte de resurrección de la
imagen de la familia Fujimori”.
Así, el texto hace una vinculación de la mochila con todo “lo peor” del anterior
gobierno fujimorista y explica que es suerte de “cruz”, es decir algo que tiene que
llevar con molestia pero que la asume. Esta pesadez que carga la candidata también
se refuerza en la leyenda de la fotografía principal que acompaña la nota:
Otro aspecto a resaltar es que en la misma nota en donde Keiko admite la “carga
pesada” que son todos los actos negativos de su padre, se menciona que la candidata
por el Frente Amplio, Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea, hace referencias a los
actos corruptos que hubo en el gobierno de Fujimori, alegando que fueron un
narcoestado. Esto complementa lo que representa la mochila:
“Todavía pueden existir dudas, pero quiero decir que he sufrido y he cargado
una mochila muy grande por errores de terceros” // “Mendoza señaló que
nuestro país está “ante el riesgo de volver a ser el narcoestado de los noventa”.
Barnechea recordó la corrupción de la administración Fujimori, en la que
“hubo una degradación de las normas republicanas”.
En adicción, Luego de llamar le mandato de Alberto Fujimori como una mochila que
ha tenido que cargar, Keiko llama los delitos efectuados en ese periodo como
“errores”. De esta manera, trata de desvincularse de los actos de corrupción como los
sobornos de Montesinos y de la violación a la democracia con el golpe estado que
efectuó Alberto Fujimori al cerrar el congreso. En la entrevista del día el 31 de enero
de 2016 (nota 10) acepta que fueron errores, sin embargo habla de una
“responsabilidad política”. También utiliza la palabra error, opción léxica que le quita
responsabilidad a Alberto Fujimori. Los periodistas insisten en sus preguntas para
que reconozca que los delitos ocurridos en La Cantuta o los sobornos de Montesinos
fueron responsabilidad de su padre. En la siguiente parte de la entrevista se
ejemplifica su posición ante las preguntas de si Alberto Fujimori delinquió:
● Denotación: En un fondo blanco, Keiko Fujimori sale sentada con las manos
juntas, apoyadas sobre su mentón. Su mirada se encuentra hacia un lado, y sus
labios se encuentras encorvados hacia abajo, en una expresión facial seria.
● Connotación: En la fotografía principal de la nota se ve a la candidata con las
manos juntas pegadas a su mentón, lo que denota una posición dubitativa.
Pero, además, sus ojos se encuentran mirando hacia la izquierda, evadiendo la
mirada del lector como también se encuentra apretando los labios, con las
comisuras de sus labios formando una sonrisa hacia abajo. Este lenguaje
corporal denota que el personaje se encuentra en una posición incómoda o de
angustia.
● Análisis de leyendas: “Girasoles para Keiko Sofía” para haber sido un titulo
más estético que de generar alguna intencionalidad.
● Complementación texto/fotografía: En este caso, no se aprecia una
verdadera complementariedad de ambos elementos. La fotografía parece
ilustrar la nota, aunque el lenguaje corporal aporta a mostrar que la candidata
no se encuentra muy “a gusto” con la situación política de su campaña y el
tema de su “mochila”.
Otro tema que se repite con bastante frecuencia son los recorridos que Keiko
Fujimori hizo durante su campaña. Uno de los atributos que más se resaltan de su
personalidad y campaña como candidata, es que “recorre el interior del país”. Esta
idea es reforzada con distintas fotografías en donde sale acompañada de
simpatizantes con distintos trajes de zonas rurales o desayunando, almorzando junto
a ellos. Por ejemplo, en la entrevista realizada el 31 de enero de 2016 (nota 10.3) se
utiliza una fotografía de Keiko vestida con sombrero y chalinas coloridos, típico de las
vestimentas de las zonas de la sierra del Perú. Estas fotografías acompañan la
descripción “maratónica” de Keiko, quien recorre sitios “alejados” en nuestro país
como Puno.
● Denotación: Vestida con varias serpentinas de colores, un sombrero y
sosteniendo un ramo de flores, Keiko Fujimori es fotografiada liderando un
tumulto de varias personas, las cuales se encuentran muy próximas a ella.
● Connotación: La idea de cercanía se desprende de esta fotografía. En primer
lugar por la proximidad de todos los personajes del encuadre, desde el buey
que invade la toma, como Keiko junto a sus simpatizantes. Además, la
vestimenta no es gratuita, da a entender en que sus visitas en campaña se
convierte en “uno más de ellos”, pues utiliza sus vestimentos, los acompaña.
● Análisis de leyendas: “Sin respiro”. Se puede interpretar que está elección
léxica hace referencia a que la candidata suele recorrer muchas ciudades y
puebles y por eso está “sin respiro”, teniendo una campaña agitada.
● Complementación texto/fotografía: Al inicio de la entrevista, los periodistas
destacan una conversación previa a su conversación con la candidata:
“Mientras la esperamos, conocemos a su chofer, quien nos cuenta sobre sus
horarios y su itinerario. Por lo que dice, ella tiene una fuerza y una disciplina
de trabajos sobresalientes. Es una maratonista electoral, lo cual sin duda le da
una ventaja sobre varios de sus competidores”. Aquí se destaca lo que muestra
la leyenda “sin respiro”; sin embargo, esta actitud “maratonista”, no queda
muy clara hasta que se refiere que Keiko recorre muchas provincias durante
su campaña.
Como en esta entrevista (nota 10) se le llama “maratonista electoral”, en una nota
realizada por el politólogo Carlos Meléndes el 6 de diciembre de 2015, titulada
“Perder es ganar un poco” (nota 11), Meléndez hace mención a la característica de la
candidata de recorrer el interior del país. Lo resalta como algo positivo, como una
“estrategia de dos tiempos”, pues desde hace años, Keiko visita distintas zonas para
cultivar su voto. En la siguiente cita, se puede apreciar como se destaca que vaya a
cada región y vaya probando estrategias de campañas como lealtades de campaña:
Asimismo, en esta nota, el analista redacta que el proselitismo de Keiko es una virtud
de su característica política: que sabe aprovecharla y mimetizarse, y que por lo tanto,
siempre está asociada a zonas rurales y populares. Esta idea se desprende de las
opciones léxicas que utiliza en la nota, pues se menciona que conceptos como
“provincia”, “sierra”, “ciudad versus campo”, “ruralidad” y “zonas marginales”.
Asimismo, utiliza estos conceptos para resaltarlos como características positivas de la
ex candidata fujimorista:
El tema de que es una “candidata del pueblo” se hace recurrente, pues es fotografiada
en mítines proselitistas vestida con trajes de la región, como polleras o sombreros
típicos. Esto se puede identificar en una crónica sobre el recorrido de Keiko,
publicada el 14 de febrero de 2016, titulada “La otra mejilla de Keiko” (nota 12). En
esta nota que narra el recorrido de Keiko por varios departamentos del norte del
Perú, se describe como la región de Lambayeque ha tenido presencia de fujimoristas
como Milagros Talaya o Martha Chávez, pero también se describe los simpatizantes
que tiene la candidata en la región; mítines en donde se presenta un grupo popular de
cumbia “Los Hermanos Yaipén” y donde se describe hay siempre personas gritando y
recibiendo su llegada:
“Keiko brindó las primeras declaraciones del día en la puerta del aeropuerto
de Chiclayo; por la cantidad de simpatizantes (y de bulla) ni ella misma podía
escuchar lo que decía. Esos fujimoristas, muchos de ellos con banderas a favor
de Héctor Becerril (candidato al Congreso) la acompañaron hasta el hotel
donde se alojó (…)”
Cabe resaltar las tres fotografías que son utilizadas en la nota “La otra mejilla de
Keiko”. En estas tres, Keiko sale rodeada de ciudadanos, ya sea desayunando,
caminando en la calle, o saludando simpatizantes.
Figura 9. Titular: “La otra mejilla de Keiko Fujimori”.
● Denotación: Keiko se encuentra sentada junto a una mesa con varios platos.
Está rodeada de personas con trajes típicos, como también otras postulantes al
congreso por su partido, quienes visten camisas blancas con el signo del
partido de Fuerza Popular. Varios platos con distintas comidas se encuentran
sobre lo que parece ser una mesa con una cobertura de color azul.
● Connotación: la candidata se encuentra rodeada de personas en lo que parece
ser un comedor popular o un mercado. Esto se puede interpretar como que es
una candidata que no teme mezclarse con el pueblo, de sentarse junto a ellos y
aceptar todo tipo de comidas que le ofrezcan. Además, se observa como ella se
sienta junto a sus simpatizantes sin tomar distancia, sino siendo parte de ellos
en un lugar bastante atiborrado de personas.
● Análisis de leyendas: El título “agridulce” hace referencia a la expresión de la
candidata, quien se encuentra con la mirada hacia arriba luego de comer. Esto
hace referencia a la metáfora de “tragar sapos”, figura que se utiliza para
explicar que no todo fue feliz para Keiko, sino que tuvo que presenciarlas
protestas contra su candidatura y que las tuvo que soportar.
Por otro lado, en la nota de Meléndez del 6 de diciembre de 2015 (nota 11), también
destaca como cualidad de Keiko que sea una política aplicada, pues la describe como
una “buena alumna”: “A diferencia de políticos más experimentados, ella escucha,
toma nota, pregunta, repregunta”. Esta cualidad es asociada no solo con que sea una
persona pauteada y ordenada, sino que ese mismo aspecto ha sido positivo para su
figura política, pues le ha permito construir un partido organizado a su imagen: “Pero
sobre todo resalta que ha logrado construir una organización partidaria a su imagen y
semejanza”.
Asimismo, en la nota del 27 de febrero de 2016 (nota 14), asocian su campaña como
un “libreto”, es decir, como algo pauteado, que su campaña tiene una estrategia y una
actuación especifica.
Por otro lado, la candidata por Fuerza Popular es asociada constantemente con
coyunturas en donde se denuncia a su partido y a su candidatura como participes de
transgredir la ley, como lo fue, por ejemplo, el tema de la entrega de dádivas durante
la campaña. Un primer caso que el diario colocó en su agenda setting fue el de la
entrega de víveres que se mostraron en un video “viral”. Tal denuncia fue el tema
principal en la entrevista realizada a Vladimiro Huaroc (nota 31), uno de los políticos
más mencionados en las notas periodísticas relacionadas a Fujimori. En esta
entrevista realizada el 11 de marzo de 2016, Huaroc es interrogado desde la primera
pregunta sobre un supuesto video en Junín donde el mismo candidato por el congreso
entregaba víveres. En la entrevista, se puede evidenciar la insistencia por el tema de
que el candidato aclare la denuncia:
La nota finaliza con el párrafo citado (nota 32) y cobra relevancia cuando se analiza
el texto en conjunto con la fotografía que abre la nota, donde se puede observar a un
joven revisando lo que parece ser un sobre.
Figura 12. Titular “Keiko enfrenta cinco pedidos de exclusión en el JEE”
● Denotación: En la fotografía se puede ver dos planos de atención. En un
primer plano, un joven de polo negro con una gorra blanco y azul se encuentra
con la cara muy cerca a un papel blanco que sostiene, cómo si mirara adentro
de él. A su vez, una mujer, también de polo negro, extiende su brazo derecho,
llegando a tocar al joven. En el segundo plano, Keiko Fujimori sostiene un
micrófono muy cerca a su rostro y se encuentra sonriendo, ajena a lo que está
sucediendo en el primer plano. Es una fotografía con muchos elementos, pues
muy a aparte de estas dos acciones, se ven distinto rostros, como también el de
otra persona con el rostro cortado que sostiene una cámara.
● Connotación: En la imagen se puede ver como un joven está revisando lo que
parece ser un sobre. La mujer parece querer detener que el joven revise el
sobre, como también puede ser interpretado como una señal de que quiere
llamar su atención. Que la foto de la fotografía sea esta acción quiere connotar
que es importante: que lo que está observando el joven en aquel sobre tiene
una relevancia. Asimismo, esta acción está vinculada a Keiko, pues la candidata
aparece en el fondo, incluso, sonríe. Parece ser que se encuentran en plena
campaña, en donde se está llevando a cabo un encuentro entre la candidata y
sus votantes. Esto se infiere, además, porque Keiko lleva puesto su camiseta
blanca con el símbolo de su partido.
● Análisis de leyenda: La leyenda da contexto a lo que está ocurriendo. Utiliza
la palabra “cuestionada”, dando a entender que lo que se observa no está de
todo el bien o ha recibido críticas. Asimismo, señala que se trata de “una
actividad organizada en el Callao por el colectivo Factor K en apoyo a su
candidatura”, pero lo que resalta es que en la leyenda se señala una “entrega
de dinero”, por lo que parece ser un sobre blanco, sería la dádiva que habría
entregado el partido fujimorista. En este caso, es necesario la leyenda para
ampliar la información de la fotografía.
● Complementación de imagen y texto: Imagen y texto se complementan en
dar la idea de que ha sucedido una entrega a votantes. Por un lado, se puede
concluir que la fotografía transmite complicidad, pues mientras el joven revisa
el supuesto dinero entregado, Keiko Fujimori evita con la mirada la acción,
pero se encuentra sonriendo. Asimismo, la mujer que parece querer detener al
joven para querer hacerlo para que no se evidencie lo que se ha entregado. Sin
embargo, esta escena, en complementación con el texto, parece contradecirse
con las declaraciones que hace Chlimper al final del texto donde se agrega que
el papel que habría tenido la candidata en el video se trata de un papel y no de
un sobre con dinero. Parece ser que ese sobre es el mismo que el que está
sosteniendo el joven en la fotografía.
En una nota a doble página del día 17 de marzo del 2016, Fuerza Popular es el partido
con mayores postulantes al congreso con proceso abierto de exclusión y excluidos
(nota 33). Un gráfico ilustra que once candidatos se encuentran investigados, la gran
mayoría de estos por entrega de dádivas. Asimismo, la nota titulada “Candidatura en
capilla”, hace referencia al peligro que corren estos postulante, un peligro con un
juicio de valor negativo pues no podrían continuar pues han obrado fuera de la ley,
pero también señala la exclusión de Huaroc, quien días antes había negado la
información en una entrevista con el diario (nota 31):
“Ello bastó para determinar que Huaroc infringió el artículo 42 de la Ley de
Organizaciones Políticas, que prohíbe la entrega de dádivas en un proceso
electoral. ¿Pero esta exclusión afecta la candidatura de Huaroc como segundo
vicepresidente en la plancha de Keiko Fujimori? El especialista en temas
electorales Alejandro Rospigliosi explicó que no, pues ambas candidaturas
fueron inscritas en jurisdicciones distintas.”
Un primer tópico que se repite en las notas que informan sobre la candidata del
Frente Amplio es su supuesta relación con el chavismo y el gobierno de Maduro. Al
ser una candidata de izquierda, la interrogante que se plantea de manera constante es
si en caso de ser elegida, implantaría o no un gobierno de izquierda con actitudes anti
democráticas como las que se evidencian en Venezuela desde hace más de una
década. Esta interrogante es planteada en las notas del diario El Comercio, pues toma
relevancia las declaraciones de Verónika Mendoza cuando opina sobre el gobierno de
Venezuela, sus presos políticos o modelos económicos.
Un primer argumento que sostiene esta vinculación es la relevancia que cobran las
opiniones que expresa Verónika Mendoza sobre Leopoldo López, político venezolano
que encabeza la oposición al gobierno chavista y la presidencia de Nicolás Maduro
con su movimiento político Voluntad Popular. Leopoldo López ha sido privado de su
libertad en reiteradas ocasiones por el gobierno chavista que tiene el control de los
poderes del estado venezolano, por lo que es un tema bastante discutido y
denunciados en medios de Latinoamérica y el resto del mundo. En el imaginario de
nuestra sociedad, su encarcelamiento es condenado como persecución política ym en
líneas políticas mayoritarias, se exige su liberación, pues es símbolo de la oposición
contra el gobierno autocrático de Nicolás Maduro.
En la nota informativa del día 3 de marzo de 2016 (nota 17) “Rechazan calificativos
de Mendoza contra Leopoldo López”, se señala que la candidata ha tenido opiniones
negativas pues señalan que Mendoza lo llama “golpista”; el primer párrafo en esta
nota aclara que “Los calificativos de la candidata Verónika Mendoza contra el líder
opositor venezolano Leopoldo López, a quien llamó «golpista», generaron críticas”.
Para argumentar estas críticas que señalan ha recibido la candidata del Frente
Amplio, se recurre a las declaraciones de analistas e internacionalistas (mencionar
autoridad), quienes señalan que Mendoza “desconoce” la situación en Venezuela; es
decir, de desprestigiar las declaraciones dadas por la candidata. En la siguiente cita
se puede ver la utilización de este recurso de autoridad para informar sobre las
opiniones de la aspirante de izquierda:
Es así que de esta entrevista se desprende una asociación negativa y una condena por
sus declaraciones sobre Leopoldo López. La líder la acusa de no tener claridad, de
ignorar lo que está ocurriendo en Venezuela y que se parte de los líderes que no
rechazan que ocurren en este país y, al expresar eso, utiliza calificativos para
describir una declaración errada de la realidad. La imagen que se proyecta de
Mendoza resulta entonces de una opositora de derechos humanos y cómplice de una
dictadura.
Usted dijo que Leopoldo López era golpista. En esa misma entrevista, yo
dije explícitamente que no aceptaba que desde un gobierno se direccione al
Ministerio Público o al Poder Judicial. El señor Leopoldo López, en este
momento, debería estar libre. Pero no puedo negar la historia. El señor López,
en el 2002, fue parte de una intentona golpista. Ahora, yo no he calificado a
toda la oposición venezolana como golpista. Que quede absolutamente claro.
Parece que le cuesta condenar al gobierno de Venezuela. Lo acabo de hacer.
¿Cuántas veces quieren que lo haga? Lo voy a repetir por enésima vez:
nosotros no vamos a calcar el modelo venezolano. Su crisis política y
económica no es lo que yo quiero para mi país. Yo quiero para el Perú una
democracia plena, con separación de poderes, con libertad de medios de
comunicación y con libertad de protesta.”
Sus declaraciones y opiniones sobre Venezuela son los aspectos que se repiten en las
notas informativas, por lo que se puede apreciar como la candidata responde
mostrando fastidio en su respuesta. Cabe resaltar que para contrarrestar las
vinculaciones que se le hace con la situación política de Venezuela, la candidata
responde mencionando conceptos de “democracia”, “diálogo”, “libertad de expresión”,
“separación de poderes”.
El tópico recurrente de Venezuela en sus notas y entrevistas también se vuelve
propicio para tocar temas de modelos económicos, seguridad y a la economía
peruana. En todos ellos, se habla de un “cambio de modelo económico”, en el cual la
propuesta de Verónika Mendoza significaría un cambio económico importante. En la
entrevista publicada el 6 de marzo de 2016 (nota 14), los entrevistadores le
preguntan acerca de la propuesta de gobierno trayendo a recordación el gobierno
militar, el cual fue de izquierda por la dictadura militar de la década de los 70 y 80:
Asimismo, este rasgo de ser una mujer joven se resalta en las actitudes que tiene
cuando conoce a votantes o ciudadanos en sus visitas proselitistas. Señalan que es
una persona independiente, con comportamientos progresistas que demuestran que
“como mujer puede sola”, oponiéndose a lo que son consideras actitudes machistas
(que un hombre le abra la puerta o la ayude a bajar): “Mendoza sube a la tolva de una
camioneta. Rechaza todas las manos masculinas que se extienden para ayudarla. Ella
puede sola.” (nota 15).
Por otro lado, el ser joven y ser identificada como tal también tiene incidencia en las
ideas que apoya y en los temas que discute en sus entrevistas. Verónika es asociada
con temas progresistas como la legalización del aborto, está a favor de promover
proyectos de unión civil entre parejas homosexuales, de quitar los impuestos a la
Iglesia católica y de discutir los derechos de géneros. Con respecto a los derechos de
equidad de género, en sus entrevistas (nota 14) se destaca el proyecto de ley que
propone para estas personas, e incluso sale en una fotografía con carteles a favor de
esta problemática social.
Figura 14. Titular “El modelo de Verónika”
Se puede interpretar que estas descripciones han sido utilizadas para describir que
Verónika es una candidata que suele leer, pues mencionan que en su sala cuenta con
una biblioteca, pero, además, esta descripción sirve para señalar los autores que suele
recurrir. La importancia de describir esta lista de autores cobra mayor notoriedad
cuando en el texto se afirma “que la gente se le puede conocer a través de sus libros”;
se le atribuye una variedad de filósofos, en los que destaca, además, pensadores del
socialismo como Marx y Mariátegui, intelectuales que en la idiosincrasia peruana, son
asociados con ideologías y grupos políticos de izquierda. Asimismo, la mención del
libro de Fidel Castro tiene una connotación para hacer referencia a otros referentes
de la izquierda latinoamericana; mientras que describir que vive en distrito de nivel
socioeconómico de clase media (como lo es el distrito de Jesús María) y que vive en
un departamento, connota que es una persona sencilla, pues se esperaría que una
candidata a la presidencia, viva en una casa o en un distrito de mayor nivel
socioeconómico.
Asimismo, en la entrevista resaltan su amabilidad como también que sea una persona
atenta. Estos aspectos resaltan como positivos y la hacen ver una candidata cercana
en la entrevista:
En la crónica que hacen sobre su paso por Tarapoto para conocer el electorado (nota
15), describen que ella misma se acerca a las personas y reparte volantes, que los
saluda y conversa con ellos: “La candidata del Frente Amplio recibe documentos,
firma cargos, escucha y responde, para finalizar la ronda de diálogo, se toma una foto
grupal con la comunidad”. Incluso, al mencionar que baja de la camioneta y decide
recorrer a pie su paso por la ciudad, se da a entender su cualidad de querer tener
cercanía con las personas: “Esta vez, Mendoza baja la tolva de la camioneta y recorre
la localidad a pie, saluda a los vecinos, entrega volantes con sus propuestas, conversa
con la gente, les hace una ‘V’ de Verónika con los dedos”. Esta idea de ir recorriendo
calle por calle, se evidencia en la fotografía que acompaña la nota (figura 15):
Figura 17. Titular “Verónika a contracorriente”
Se resalta que este cambio es un cambio total de las instituciones, como en la nota del
día 24 de marzo en donde se da a conocer que de llegar a Palacio, Verónika Mendoza
cambiaría de Constitución (nota 16):
Por otro lado, en una entrevista a Marco Arana (fundador del Frente Amplio y
candidato a la vicepresidencia junto a Verónika Mendoza) publicada el 3 de abril de
2016 (nota 20), la temática del modelo económico, sus perspectivas en el gobierno
de Velasco Alvarado (gobierno militar de izquierda) y de implantar un modelo
parecido al de Nicolás Maduro es puesto nuevamente a discusión. El entrevistador
cuestiona a Arana sobre si en un posible gobierno del Frente Amplio se mantendrá el
BCR con autonomía para evitar malos manejos monetarios, pregunta que responde:
“nosotros vamos a ser respetuosos de los avances y logros que puedan existir
en materia macroeconómica y monetaria, pero sí nos queda claro que parte del
rol de un Estado es definir las reglas de promoción y garantía para las
inversiones (…) la política monetaria corresponde a todos los peruanos, no
solamente a los tecnócratas del BCR”
Es así, que establece que se respetaría el modelo actual de inversiones, pero que sería
una política económica “más enfocada a los ciudadanos”. Con respecto a los proyectos
mineros de Conga y Tía María, Arana habla de Estado de derecho e inversiones, pero
hace hincapié en la “injerencia que deben tener las personas” en estas decisiones. Es
decir, habla del fracaso de la “autoregulación de las minerías” y se distancia de las
medidas que hizo el partido nacionalista en su gobierno. Sin embargo, lo que más
resalta son las preguntas acerca de la propuesta de Mendoza y el Frente Amplio a
controlar los medios de comunicación, característica de un modelo distinto:
Por otro lado, en una nota informativa del día 1 de marzo de 2016, titulada “¿Quién
da más?” (nota 23) que discute las propuestas de los aspirantes sobre el incremento
de la remuneración vital (RMV), Verónika Mendoza es la candidata que más aumento
de soles promete en el aumento de la RMV. En un recuadro y junto a otros candidatos
a la presidencia, se señala que Mendoza propone un aumento entre S/. 1.000 a S/.
1.500, siendo estos la propuesta de mayor valor monetario. Cabe resaltar que a lo
largo de la nota, se desprende la idea que incrementar la remuneración mínima vital
es “una medida cuestionada”. Es así que se recurre a la opinión de analistas políticos,
quienes argumentan que aumentar la RMV en el Perú traería medidas negativas como
incrementar la informalidad, desempleo y que las “víctimas” serían los trabajadores
que no tienen derechos laborales:
Es así que estar a favor de una medida controversial, según informa esta nota
periodística, causaría efectos negativos en varios sectores económicos.
Frente a las críticas de este cambio de modelo que Mendoza asegura en sus
declaraciones y en sus campañas, en una nota del día 4 de abril de 2016 (nota 24), la
candidata del Frente Amplio declara que su cambio de modelo “no es un descalabro
económico” como dicen sus críticos. En esta nota titulada como “Mendoza asegura
que su plan busca reactivar la economía” se señala lo siguiente:
Todos los candidatos tienen un pasado político que es traído al presente cuando un
tema coyuntural surge. Como se ha explicado en el contexto de esta tesina, durante su
campaña electoral, Verónika Mendoza seguía siendo congresistas de la República,
llegando a su curul al ser elegida por el Partido Nacionalista Peruano en 2001 (al que
renunció en el primer año de gobierno, en el 2012), liderado por los esposos y ex
pareja presidencial Nadine Heredia y Ollanta Humala.
En una primera nota informativa del día 20 de marzo de 2016, resaltan que la
aspirante a la presidencia niega estas acusaciones:
“Esta vez, no revelan nuevos detalles en las finanzas de la primera dama, sino
que recuerdan el pasado nacionalista de la candidata presidencial Verónika
Mendoza (Frente Amplio) y la estrecha relación que tuvo con el proyecto
político de la familia Humala Heredia. También muestran la posible
vinculación que habría tenido Mendoza con el dinero que ingresó a las cuentas
nacionalistas que hoy son objeto de una investigación fiscal.”
En esta nota (nota 26) se busca resaltar la “estrecha relación” que tendrían las
políticas. Para ello, se recurre a la declaración del congresista nacionalista, Daniel
Abugattás, quien declara que ambas “trabajaban juntas, caminaban juntas y viajaban
juntas. Andaban de arriba abajo (…)”. Las palabras de Abugattás son además
destacadas en una cita destaca que dice que “Mendoza era la niña de los ojos de
Nadine Heredia. Todos los sabíamos”. Para que estas palabras cobren mayor peso
argumentativo, las declaraciones del congresista son apoyadas con los registros
migratorios que prueban que “Mendoza y Heredia viajaron a Venezuela del 12 al 13
de abril de 2007. Además, ambas registran el 11 de julio de ese año como una misma
fecha de ingreso al país entonces gobernando por el presidente Hugo Chávez”. En
resumen, con los datos mencionados, la nota establece que existía una amistad
próxima entre ambas mujeres políticas.
Figura 20. Titular “Viejas amistades, nuevos problemas”
Asimismo, en otra nota informativa publicada el día 22 de marzo del 2016, se informa
que la candidata sí se sometería a un peritaje grafo técnico en caso el Ministerio
Público se lo solicite. En la portada de dicha edición del diario (nota 27) se anuncia
que “Las aguas están en movidas”, en referencia al contexto político en donde se le
acusa de haber escrito en las agendas. Está metáfora de “agua movidas” es utilizada
para ilustrar mejor lo que conlleva una supuesta implicancia de la candidata de
izquierda con el caso de lavado de activos de Nadine Heredia: problemas y una
reputación desmoralizada.
Figura 21. Titular “Ex nacionalista muestra mensajes de e-mail que usaba
Mendoza”
● Denotacción: Verónika Mendoza sale con la mano bajo su cuello y con su otra
mano sosteniendo un arreglo de flores. Sale mostrando una sonrisa, junto a
una mujer vestida con un traje tradicional (chaleco y sombrero) y otras
personas parecen estar acompañándola, detrás de ella.
● Connotación: Bajo el contexto de la acusación de que ha escrito en las
agendas, se puede interpretar esta fotografía de la candidata sonriendo como
si evitara relacionarse con el tema. Además, la posición en su cuello puede
hacer referencia a que “algo” le está ajustando el cuello, haciendo de referencia
que se encuentra en una posición amenazante o que le molesta; sin embargo,
ella sigue en campaña, sonriendo junto a sus votantes.
● Análisis de leyendas: La leyenda explica contradicciones en las declaraciones
de Mendoza, donde negó haber escrito en las agendas, y luego argumenta que
“fue hace diez años y que honestamente no se acuerda”.
● Complementación texto/fotografía: En este caso, la fotografía de la
candidata sonriendo pero con una mano en el cuello puede hacer referencia a
la actitud que está tomando la lideresa con las acusaciones, esta vez, con una
nueva prueba de que sí participó. La fotografía ilustraría que a pesar de la
presión y cuestionamientos, ella sigue en campaña.
En adicción, en una nota del día 31 de marzo, Marisa Glave, quien forma parte del
Frente Amplio en la campaña 2016, señaló que se trata de un sector del nacionalismo.
Pero aunque a través de sus declaraciones Glave y Mendoza buscan deslindarse de
esta denuncia, se recurre a Luis Raygada, donde se cita sus declaraciones revelando
que esta denuncia no viene del partido Nacionalista. Se presenta, entonces, que se
trata de un “tema delicado”.
Asimismo, son tantas las idas y venidas sobre si esta acusación es cierta o no, que el
día 2 de abril, el diario El Comercio publica un gráfico a modo de línea de tiempo para
describir las acusaciones, las declaraciones de la candidata al respecto y sus vínculos
con el partido nacionalista (nota 30). Es decir, dicho gráfico demuestra que el diario
le ha dado relevancia a la noticia, además de explicar que Verónika Mendoza “niega en
forma enfática y en más de una ocasión que haya escrito en las agendas de Nadine
Heredia”. Cabe resaltar las opciones léxicas que se utiliza en la nota: se la describe
como alguien que “niega las cuentas”, que “cambia de versión” y que “rechaza
categóricamente”.
Como bien se ha señalado cuando se discutió los grupos de pertenencia a los que un
individuo se adhiere y en donde se relaciona con los otros (Allport 1995), se ha
identificado que existen “grupos de referencia”: grupos con los cuales el individuo
admira y aspira vincularse psicológicamente. Asimismo, por necesidad de
identificarse con grupos que para ellos son su sentido de pertenencia e identidad, los
individuos también identifican a los grupos a los cuales no quieren ser asociados, ya
sea por prejuicios o influencia del mismo endogrupo. Estos grupos son los “otros”, los
exogrupos.
características al terrorismo”.
TEMÁTICA Y ACTORES:
19/01/1 Influencia de Iglesia Católica en
el Estado. Keiko Fujimori.
6
POSICIÓN: Sub tema, destaque
sin fotografía.
RECURSOS UTILIZADOS:
Agente activo (“Keiko plantea
ampliar beneficio estatal a otras
religiones”, “Candidata
presidencial rechaza propuesta
de retirar apoyo del Estado a la
Iglesia Católica).
26/01/1 TEMÁTICA Y ACTORES: Pasado
6 fujimorista y Keiko Fujimori.
POSICIÓN: Tema principal,
fotografía referencial de la
candidata.
RECURSOS UTILIZADOS:
Metáfora (“Cargo una mochila
muy grande”): Agente activo
(cita directa, “Propone crear
procuraduría independiente del
Ejecutivo y adelanta que Julia
Príncipe podría liderarla”);
Ironía con el uso de comillas (La
candidata de Fuerza Popular que
ha “sufrido” y soporta el peso
por “errores” de terceros;
Autoridad (“Analistas ven nuevo
intento de romper con el
pasado”).
Como se ha analizado en las portadas del diario El Comercio en los meses enero y
abril del 2016, se puede llegar a las siguientes conclusiones:
La candidata que ocupa mayor protagonismo en portadas es Keiko Fujimori.
Temáticas relacionadas a su campaña, partido político y su personalidad han
sido puestas como el tema principal del día al ser utilizadas en la portada en su
mayoría con una fotografía de la candidata y ocupando el espacio más
resaltante. En cambio, la candidata Verónika Mendoza no suele ser
mencionada en portadas. Su protagonismo no pasa de un destacado en forma
de titular. En caso se mencione a Mendoza en la portada, su presencia es
relacionada con la campaña y acompañada de sus adversarios (su aparición
suele ser una muestra de neutralidad de la campaña).
El recurso discursivo que más destaca en las portadas del diario El Comercio
que involucran a una de las candidatas de Fuerza Popular o Frente Amplio es
el uso de la polarización, donde se marca el “nosotros” y “ellos”.
5.3.3. ANÁLISIS DE EDITORIALES
Con el fin de analizar las columnas editoriales del diario El Comercio se tomará en
cuenta las siguientes preguntas: ¿Cuál es el tema que está destacando el diario en su
editorial?; ¿Cuál es la problemática que aborda?; ¿Bajo qué contexto se está
abordando el tema?; ¿Cuál es la posición del diario respecto del tema a discusión y
cuáles son los argumentos que utiliza para defender esta?; ¿Qué busca llamar la
atención con su crítica y argumentos?; ¿Qué recursos del discurso ha utilizado y cómo
justifica la elección de su titular?.
El tema discutido en “Condena con yaya” son las manifestaciones que han surgido
contra las candidaturas de varios aspirantes a la presidencia. Estas
“contramanifestaciones” surgen en los mítines, en los locales partidarios o en las
visitas que hacen los candidatos en varias ciudades. En ellas, los manifestantes
muestran su descontento con gritos, insultos, pancartas o con actos violentos como
arrojar huevos, botellas, piedras y palos.
“Más allá del infundado símil que plantea entre la dignidad y la manifestación
pública del rechazo (como si no hacer lo último significara carecer de lo
primero), lo peor de todo es la complacencia con lo ocurrido que el mensaje
transmite y que la reflexión final-«Rechazamos cualquier tipo de actos de
violencia»- no logra mitigar. Para empezar porque si, como se había afirmado
antes, los ‘contramanifestantes’ habían protestado «de manera pacífica», la
observación no se justificaría”
Es así que el diario llama esta actitud de Verónika Mendoza como una “condena a
medias, o con yaya”, señalando que se trata de un doble discurso, uno que también
mantiene con su postura al régimen venezolano: “pronunciamiento una condena a
medias, o con yaya. Muy parecida, dicho sea de paso, a la que esa misma candidata
hace del régimen venezolano cuando se le pregunta si lo que existe en el país llanero
es una democracia”.
Con respecto al título que tiene la columna, “Condena con yaya”, se utiliza el término
“yaya” que según su definición y contexto latinoamericano, significa “fisura o pequeña
herida”; sin embargo, en este caso es utilizado como sinónimo de “defecto o falla”. El
título hace referencia, pues, a los discursos “defectuosos” o “incompletos” que hace
Verónika Mendoza al hablar del antifujimorismo- en específico de lo ocurrido en un
mitin a inicios de marzo en Cusco- y su postura ante el régimen que, cabe resaltar, el
diario El Comercio condena como dictadura y antidemocrático.
“Lo que pasa es que, ahora que ha tenido un repunte en las encuestas, su
opinión sobre un régimen en el que se viola permanentemente la
independencia de poderes, se hostiliza a la prensa crítica, se apresa y tortura a
los opositores, y se busca por todos los medios la perpetuación en el poder, ha
dejado de ser un dato marginal y se ha convertido, más bien, en la prueba
ácida de los estándares democráticos con los que podría funcionar un eventual
gobierno suyo a partir del próximo 28 de julio.”
De esta cita se puede interpretar que existe una intención detrás de describir las
características que hacer de Venezuela una dictadura y un régimen que viola
libertades, pues permite ilustrar en el lector que es lo que ocurriría con una candidata
que de cierta manera no condena de manera firma estos sucesos en el país
venezolano; es decir, la intención de demostrar que se corre el riesgo de que estos
atropellos de libertades sucedan en nuestro país y que, por ello, no es una opinión de
un “dato marginal”.
En consecuencia, lo que se busca resaltar en este editorial es que las opiniones que
tenga la candidata sobre un gobierno dictatorial tiene importancia para un posible
gobierno suyo. Por ello argumenta que se debe tomar atención sobre lo que piense de
Venezuela, es decir, “su opinión importa” y les debe de importar a los lectores.
La postura de cuestionar estas acciones que sigue vinculando los delitos del
fujimorismo a la campaña de Keiko Fujimori surge luego de la ponencia que tuvo la
aspirante a presidente en el foro Proética, en donde afirmó que “ha sufrido y cargado
una mochila muy grandes por errores de terceros, por errores de otras personas”.
Ante estas declaraciones, el diario desarrolla una posición crítica a las decisiones de
Keiko Fujimori de deslindarse de su padre y cuestiona que no esté condenando los
mismos actos corruptos y de violar leyes:
“Si bien es cierto que en una democracia no se puede negar el derecho de estas
personas a la participación política, es cuestionable que una agrupación que
busca quitarse un viejo estigma de corrupción incluya candidatos con
sentencias penales en su lista de Congreso”.
Además, el titular “La mochila de Keiko” hace referencia a la metáfora que la misma
candidata utilizó para referirse a las asociaciones negativas que recibe como herencia
de su padre. Este pasado y su intención de desligarse de éste es el tema principal de la
columna editorial.
En la editorial del día 23 de marzo del 2016, titulado “La mochila de Verónika”, se
utiliza la metáfora de la “la mochila de Keiko”, pero, esta vez, para ejemplificar que su
adversaria, Verónika Mendoza, también cuenta con un pasado “pesado”. El tema
planteado es sobre el transcurso político de la candidata Mendoza con relación a su
vínculo con el gobierno humalista, en donde fue congresista de la república y fue
“cercana” a Nadine Heredia. La problemática surge a raíz de las investigaciones de las
agendas de Nadine Heredia, donde se indican aportes a su campaña de dudosa
procedencia y donde habría un vínculo con el caso de corrupción de la empresa
Odebretch.
Además, en esta cita se recalca la posición que los editores defienden en la columna:
la candidata del Frente Amplio no ha sido clara en sus declaraciones sobre su
involucramiento o no involucramiento en las agendas investigadas de la ex primera
dama. Para sustentar esta postura, los columnistas argumentan distintos momentos
en los cuales Mendoza tuvo vínculos con Heredia como también momentos en los
cuales se refirió a las agendas. En primer lugar, su asociación con Nadine Heredia y su
desempeño en Partido Nacionalista en el año 2007. La crítica a este pasado es
evidenciado en “las funciones importantes, como la de coordinadora de los comités de
apoyo internacional, cargo similar que al que ocupaba en la ONG Prodin vinculada a
Nadine Heredia”. Esta vinculación se argumenta en varias partes del texto, como en la
citación que tuvo en el 2015 en la Comisión de Fiscalización del Congreso y los dos
viajes que realizó Mendoza junto a Heredia a Venezuela en el 2007.
Además, la editorial busca llamar la atención que la candidata debe responder por
estas vinculaciones, aunque señala que la candidata del Frente Amplio “ha respondido
ásperamente, aludiendo que no se va a someter a ninguna prueba grafotécnica ya que
se debe a un “chantaje pseudenuncia”. Esta respuesta es condenada en la editorial
como no correcta y es asemejada a las respuestas que daba la primera dama Nadine
Heredia cuando se le acusaba de las agendas:
La postura que toma el diario es que Mendoza debería pasar una prueba cuanto
antes: “¿No haría bien, en consecuencia, la postulante de FA en pasar motu propio por
la prueba cuanto antes y mostrar su mochila está ligera?”. Es así que se puede
identificar el nosotros en aquellos votantes-la posición del diario incluida- de que
Mendoza debe responder por su propia “mochila”; por el contrario, el “ellos” es el
Frente Amplio y Verónika Mendoza, quien no responde con claridad dichas
vinculaciones y que critica a su “nosotros”, pues argumenta que más que esclarecer la
verdad, hay un chantaje político.
Asimismo, otro argumento que exponen es sobre el “giro” que tienen las
declaraciones de Mendoza de negar categóricamente haber escrito a suavizar su
discurso:
“El giro del rechazo categórico al no rechazo categórico vino envuelto en una
serie de afirmaciones justificantes: que el evento en cuestión sucedió hace casi
diez años, que ella en su cabeza no tienen ningún apunte en ninguna agenda,
que tal vez «como hecho aislado» que lo pudo haber hecho. «Es algo tan banal,
que no lo niego; podría haberse dado». De banal, sin embargo, nada”.
En esta cita se puede analizar como los columnistas cuestionan todos los argumentos
que Mendoza ha brindado sobre su participación supuesta en las agendas, como
también se observa el tono escéptico con el cual ponen en duda sus declaraciones. Es
así que recuerdan que Nadine Heredia tuvo “los mismos cambios” de versiones
cuando negó que era su letra y luego aceptó que sí. Este acto similar es comparado
como si fuera una “sombra” de Heredia, pues también Mendoza cambia de versión
acerca de si está involucrada en los apuntes de ingresos de las agendas. Así que la
elección del titular “La sombra de Nadine” es con la intención de de establecer que
existió un fuerte vínculo entre ambas políticas, tan cerca que “es como una sombra”,
pero también esta metáfora es utilizada para señalar que lo que está ocurriendo con
Mendoza se debe a una historia que resulta familiar, a una especie de copia, o en este
caso “reflejo” que ya es conocido. En consecuencia, “ser la sombra de alguien”,
significa no tener una autonomía, depender de otro y ser su copia sin autenticidad:
Es así que “la evaluación” que se analiza en la columna editorial poco tiene que ver
con el hecho de que los cuatros congresistas de la llamada “vieja guardia” fujimorista
continúen en la lista del partido, sino más bien analiza el significado que eso trae para
Keiko Fujimori, una decisión que según los columnistas editoriales pone en juego su
relación con el viejo fujimorismo y lo que conlleva esta asociación con su padre, como
también define quien es líder del partido de apellido Fujimori:
“Su identificación con el fujimorismo de los noventa los hacía y los hace
difíciles de acomodar dentro de la imagen renovada que,
aparentemente, las presidenta del partido quiere ofrecer en esta
campaña, y en esa medida, existía el rumor de que podrían ser
desembarcados.”
Es así como en la columna se identifica a Keiko como una candidata que puede pasar
por indecisa o como una candidata que “obedece” órdenes del antiguo líder. La
editorial sugiere que a pesar de que Keiko decidió lo contrario a lo que su padre
sugería, las consecuencias de esta decisión pueden ser diversas:
Cabe resaltar que la calificación de candidata con “indecisión” en la columna hace una
comparación con la “incapacidad” de Verónika Mendoza de decir que en Venezuela
hay régimen no democrático:
“Renegar del golpe del 5 de abril de 1992, por ejemplo, se le hace a ella
tan difícil como a Verónika Mendoza decir que en Venezuela hay-aún
después de la derrota electoral de Maduro-una dictadura. Y dentro de
esa lógica, era presumible que dejaría correr los días hasta que el
calendario electoral la forzara a tomar una determinación sobre los
mencionados congresistas”.
En esta editorial los autores quieren advertir del riesgo que implicaría la mayoría
congresal del periodo 2016-2021. El título “Los sospechosos comunes” hace
referencia a la suspicacia que significar un gobierno con mayoría fujimorista, pues
argumentan que el paso mayoritario de este partido en el pasado trajo consecuencias
desfavorables. Esta columna de tono precavido surge en contexto del conteo de votos
por la ONPE donde “todas las proyecciones hacen presagiar que más de la mitad de
curules del Congreso corresponden a Fuerza Popular”. En este contexto, en la
columna se analiza dos escenarios probables que podrían pasar: uno donde la
mayoría parlamentaria coincida con un gobierno del mismo partido si ganara Keiko
Fujimori, o uno donde ganara Pedro Pablo Kuczynski donde se le sería muy difícil la
gobernabilidad.
A ambos escenarios se les califica como “riesgoso” y que generan suspicacia pues
traen a colación el escenario del gobierno de 1995 de Alberto Fujimori:
“El riesgo de los poderes del Estados aglutinados en una sola mano que se
enseña en textos y aulas de derecho y ciencia política se hizo realidad en la
época del fujimorismo, que añadió a su poder comprado de jueces, fiscales,
instituciones del Estado y medios de comunicación.”.
Pese a señalar las similitudes de un contexto político que parece repetir un pasado de
hace veinte años, en la columna se destaca “un buen comienzo” por la iniciativa de la
candidata naranja de comprometerse a no traer los errores del pasado:
“Frente a ello, el compromiso firmado por Keiko Fujimori hace unas semanas
al final del debate presidencial es una señal importante de conciencia del
entendible temor que se ciñe sobre ella y su partido. En él hace ofrecimientos
más genéricos como el de respetar la independencia de los poderes del Estado
y algunos más concretos como encargar la oposición la presidencia de las
comisiones de Fiscalización y de Inteligencia del Congreso de la República.”
Es así que en la editorial “Los sospechosos comunes”, los “otros” son los fujimoristas
que son señalados como un posible peligro, un grupo polìtico que trae al imaginario
colectivo el recuerdo de una “fórmula peligrosa y conocida”. El “nosotros” se
posiciona como aquellos que defienden la democracia y por tanto se oponen a
cualquier defensor del gobierno fujimorista. Señalar a lo largo del texto palabras
como “peligroso”, “suspicacia”, “desconfianza” son utilizados para definir lo que la
mayoría congresal naranja significa. Es así que la idea de desconfianza se transmite
desde el titular de la editorial “Los sospechosos comunes”, es decir, un partido que ha
cometido abusos y que por ello, deberían preocupar a la población, pues podrían no
haber cambiado.
Esta expresión de la parlamentaria es criticada por los columnistas pues ignora todo
los otros delitos cometidos por el fujimorismo en la época del terrorismo, en
específico, los casos por los cuales el ex presidente Alberto Fujimori ha sido
investigado con evidencias que señalan su complicidad y culpabilidad:
Esta crítica que se desprende de la editorial es sustentada luego con una descripción
abreviada de todo los tipos de delitos concretos en los que estuvo involucrado
Fujimori que sirven como argumentos para señalar que las “frases” icónicas de los
fujimoristas como “tiene que salir de prisión por la puerta grande” no describen un
reclamo coherente a la realidad. Además, todas estas descripciones de delitos son
evidencia de lo que señalan la misma Keiko Fujimori admitió “que en el noventa
ocurrieron delitos”, pero que sin embargo, esta admisión no la libra de los
exabruptos de los miembros de su partido, los cuales siguen “retrocediendo al
fujimorismo” y, por tanto, arrastrándola a un pasado político negativo:
Es así que el “nosotros” se configura en los partidarios fujimoristas, pues se les exige
que sus pronunciamientos sean coherentes con aceptar los delitos de su líder
histórico, pues se argumenta que esta postura los retrocede como grupo y por tanto
les hace perder votantes. Además, el “ellos” puede ser identificado con todos aquellos
votantes que condenan que se sigan practicando actos políticos como los que hizo
gala el fujimorismo en sus gobiernos y que no se identifica con todo lo que el
fujimorismo representa.
Idea principal de la
Titulo Candidata
columna editorial
La intolerancia expresada en
En las posiciones editoriales que forman los editores del diario en la columna de
opinión se puede identificar que existe una asociación de “nosotros” y “ellos” que
puede variar no solo según la problemática o tópico abordado, sino también en la
notoriedad que se toma partido; es decir, que en algunas editoriales la posición del
“otro” (del exogrupo) es más notoria que en otros ejemplos donde la posición puede
parecer a primera lectura “neutra”. A continuación se detallará algunas conclusiones
al comparar las ocho editoriales analizadas:
● Las cuatro editoriales analizadas sobre Keiko Fujimori tienen una referencia
en común: el pasado fujimorista y la influencia de Alberto Fujimori. En las
cuatro editoriales se toca el tema del pasado político que en situaciones en
campaña sobre pasa la imagen de renovación que Fuerza Popular intenta
transmitir durante la campaña 2016. Esta imagen del líder histórico perjudica
negativamente a las acciones y declaraciones que tiene la candidata.
6. CONCLUSIONES
Uno de los objetivos específicos que se plantea en este trabajo es el de identificar los
valores “bueno” y “malos” que se haya podido reconocer en las notas de ambas
candidatas. Teniendo en cuenta lo que planteado Gonzales (1997) acerca de que los
medios no reflejan lo social, sino que “re-presentan” una realidad discursiva, se puede
sintetizar que en las notas del diario El Comercio se seleccionan ciertos aspectos de la
realidad que obedecen al interés del diario de mostrar ciertas acciones relevantes. De
estas acciones destacadas en el diario se desprenden valoraciones negativas y
positivas. Como bien se ha explicado que los medios de comunicación “son los que
mantienen la permanencia de una constelación de hechos que no se desvanecen a
difundirlos, sino que impresionan a la audiencia, dan qué pensar, suscitan
comentarios y siguen presentes en la conversación” (Gomis 1997, p. 14) en las notas
se aprecia como ciertos temas toman más relevancia y son discutidos con mayor
cobertura que otro.
Se podría suponer que una asociación paternal es una asociación positiva: la idea de
un padre suele traer a la mente la figura de protección, unión familiar o buenas
costumbres por haber tenido un modelo a seguir. Sin embargo, la figura del padre
para la candidato es la de un “peso de una mochila pesada”, expresión que fue
destacada por el mismo diario y se utilizaría durante toda la campaña como metáfora
de la separación que parecería querer hacer Keiko Fujimori de su padre.
Además de ser descrita esta figura paternal como “un peso”, que de manera figurativa
arrastra y encierra un pasado negativo, la mención del padre está asociada conceptos
como corrupción, violación de derechos humanos, marchas antifujimoristas, Diroes,
etc.; pero, sobre todo, está asociada a sus dos últimos gobiernos, a un imaginario no
tan lejano para los peruanos y presente por ser un partido político que ha sabido
mantenerse en el poder a pesar de la renuncia de Alberto Fujimori el 19 de
noviembre del año 2000.
Como se ha explicado en la primera parte de esta tesina, Keiko Fujimori continuó con
el apellido Fujimori tanto en el 2005 cuando fundó Cambio 90, nombre del partido
que, cabe resaltar, hace una referencia directa al gobierno de su padre; Keiko Fujimori
mantuvo la herencia de identificarse con “peruanos marginados” (Ferrari & Ahumada,
2016, p.71) y la de aprovecharse de la popularidad que cultivó su padre, sobre todo
en zonas populares y del interior del país como algo constante en su vida política.
Por otro lado, los valores positivos que se destacan en la candidata son su carisma, su
disciplina y su cercanía con las personas, sobre todo, su interés por los sectores
populares y alejados del país. Keiko Fujimori es descrita como una candidata educada,
resistente a todo el movimiento de campaña (nota 13), pero, sobre todo, se resalta
que sea una política “con experiencia”. Es decir, es valorado que sea una candidata
con una preparación previa antes de entrevistas, que tenga la disciplina capaz de
liderar un partido político donde no sólo es la líder, sino la artífice de cada
movimiento y que sea una persona que genera admiración entre los miembros de su
partido y sus votantes. Esta figura política descrita como ensayada, experimentada y
parametrada parece ser resaltada como las características ideales que debería tener
una política que es postulante a la presidencia.
Asimismo, una cuestión que resalta de manera notoria es el populismo que puede
causar la candidata entre los votantes. Es recurrente los títulos que la señalan como la
“candidata del pueblo”, donde es descrita en aeropuertos, en actividades proselitistas,
en almuerzos de mercados, etc. Asimismo, a nivel gráfico, Keiko luce vestida de trajes
típicos, rodeada de votantes o encabezando multitudes. Pero, ¿por qué estás
características pueden ser identificadas como “bien” vistas en las notas periodísticas
analizadas? En primer lugar, no se incluye ninguna crítica u opinión de especialista
que cuestione el populismo constante de la candidata; incluso, este aspecto es dado
por sentado como parte de su identidad, pues es constante en todas las notas
informáticas, entrevistas, perfiles. En segundo lugar, el lenguaje utilizado para
describir estos aspectos de la candidata carece de adjetivos negativos. Si bien es
cierto que se describe a sus votantes como populares o de la clase media, también se
hace referencia a muchos grupos de poder muy aceptados por una gran mayoría de la
sociedad tradicional peruana. Estos grupos a los que hace referencia son la Iglesia
Católica, el Ejército, la policía, las Iglesias Evangélicas, el sector minero, la mypes, una
gran parte del sector económico.
Sin embargo, cabe resaltar que en otras notas se destaca la simpatía que Verónika
causa entre jóvenes y su sencillez, características que son presentadas como positivas
y que son un motivo de simpatía de la candidata, pues también a nivel fotográfico se
resalta estas características (figura 14, figura 17), donde la candidata luce sonriente y
muy cercana a las personas.
Por otro lado, al igual que Keiko Fujimori, son sus vínculos con su pasado político lo
que resaltan valores negativos como “la mentira”, “cambio de versión” y “corrupción”.
El tema principal que permite estas asociaciones es la supuesta involucración de la
lideresa cuzqueña con el caso de las agendas de Nadine Heredia, sobre todo, su
pertenencia al círculo cercano del partido nacionalista. Dichos conceptos son
asociados con Mendoza tanto en la descripción de sus actitudes, como en las
enfatizaciones o vaguedades de sus declaraciones.
6.3. ESTEREOTIPOS ENCONTRADOS EN LAS NOTAS PERIODÍSTICAS
Como se ha podido analizar a lo largo del análisis de las notas del diario El Comercio,
el uso de la fotografía que más predomina en el diario analizado es el de la imagen
que complementa al texto y, por tanto, tiene un propio significado que ayuda a
reforzar la información del texto. A continuación, las principales características de la
fotografía utilizada en las notas de las candidatas en época electoral:
Figura 23. Titular: “Keiko entre varios Figura 19. Titular: “Mendoza niega que
frentes”. Leyenda: “En el 2011, Keiko haya escrito en las agendas de Nadine”.
Fujimori se encomendó a la Virgen de la Leyenda: “Verónika Mendoza negó ayer
Puerta en Otuzco (La Libertad). Chlimper
en Ica haber hecho anotaciones en una
dijo ayer que «la Virgen la protegió»”.
agenda de Nadine. En octubre pasado
también lo negó”.
d. La fotoilustración no es muy usual, suele ser utilizada para notas más
de análisis donde se recurre a la opinión de especialistas. Es decir,
suelen ser utilizadas en coberturas especiales en donde se busca dar
una perspectiva de cierta noticia. Tal han sido los caso de
fotoilustración y fotomontaje de la figura 2 y figura 5 respectivamente
en donde se ha querido destacar las ideas de la influencia de Alberto
Fujimori: primero su encierro pero constante influencia en el partido
de Fuerza Popular en las elecciones 2016; y en el fotomontaje como una
presencia que se coloca “detrás” de la candidata pero que aún sigue
siendo de mayor tamaño y por tanto, mayor influencia.
Para poder discutir y argumentar como se ha ido tejiendo una identidad entendida
como una constante evolución cambiante, se debe señalar las características y
atributos personales que son descritos en la cobertura electoral por el diario. A
continuación, se ha recogido en dos cuadros los aspectos señalados:
Vieja guardia
fujimorista
Alberto Fujimori
Colectivos
ciudadanos
opositores
Verónika
Mendoza
Los "otros" de
Keiko Fujimori Antifujimoristas.
Alfredo Guzmán
PPK
Adversarios
políticos
Alan García
César Acuña
Iglesia
Católica
Grupos de
evangelistas medianos
referencia
empresari
de Keiko
os
Fujimori
militares
Alberto Fujimori
Vladimiro
Montesinos
Los "otros" de
Verónika Pedro Pablo
Mendoza Kucyznski
Apra - Alan
Adversarios García
políticos
Alfredo
Barrenechea
César Acuña
Julio Guzmán
Agricultores
no profesan Grupos de
referencia medianos
religión
de Verónika empresarios
Mendoza
comunidad
LGTBQ
Por consiguiente, se argumenta que la identidad se traza de forma línea, siguiendo el
concepto de identidad narrativa. Es decir, se construye la identidad a través de una
continúa reinterpretación que se hace del candidato, donde se utiliza aspectos del
pasado, los cuales serán planteados de distinta manera según sea la coyuntura que se
quiere seguir. Por un lado, en el caso de la candidata de Fuerza Popular, se ha
identificado como referencia el gobierno de Alberto Fujimori, aspecto del pasado que
es un referente en constante reinterpretación. Por otro lado, en el caso de la
candidata por el Frente Amplio, también se selecciona un aspecto de su pasado
político: su pertenencia al Partido Nacionalista.
REFERENTE
TEMA IDENTIDAD
CONTEXTO
se
crea
COYUNTURA
REFERENTE PASADO
Los significados que van adquiriendo estas “narraciones” dependen mucho de los
grupos de referencia a los cuales se les asocia, y la postura que es mostrada con sus
endogrupos y exogrupos. Estos significados van cambiando a lo largo del tiempo,
como también la importancia de estos “referentes”. A continuación, algunos ejemplos
que evidencian cómo se utiliza el mismo referente del pasado fujimorista y
nacionalista, y como va cobrando mayor o menor importancia.
Identidad: Candidata que admite errores del pasado (característica), pero que
se posiciona en contra de este y plantea una nueva imagen.
7. CONCLUSIONES GENERALES
En este trabajo de análisis se ha intentado argumentar que a través del uso del
lenguaje, las representaciones, atributos y fotografías, los medios de comunicación
puede elaborar una identidad determinada de un político. Se ha discutido que los
medios pueden generar imaginarios que afectar en la sociedad (Mateos de Cabos,
2007, p.4), como también que exista una identidad “re-imaginada” que los mismos
medios elaboran. Teniendo en cuenta que la línea editorial de un diario permite la
uniformización de la redacción, los ángulos periodísticos, los puntos de vista y el
abordaje de los temas escogidos, se puede concluir que el diario El Comercio tiene un
interés predominante en trazar una identidad más marcada de Keiko Fujimori que de
Verónika Mendoza. En primer lugar, existe una clara diferencia en la cobertura de la
candidata de Fuerza Popular en comparación contra Mendoza, y si bien es cierto que
puede tratarse de temas coyunturales, las coyunturas que proponen tanto en
investigación como presencia de portadas, notas, y consulta de especialistas, Fujimori
ocupa un lugar predominante. En segundo lugar, muy importante es la presencia
fotográfica de Keiko Fujimori en el diario, lo que ejemplifica la relevancia para el
diario de discutir—aspectos buenos o malos—sobre esta candidata.
8. ANEXO
● Nota A
● Nota B
Nota C
Nota D
● Nota E (falta)
● Nota F
● Nota G
● Nota H
8.3. Anexo columnas editoriales
El más serio de los episodios de ese tipo hasta ahora fue el ocurrido el jueves de la
semana pasada en el Cusco, durante una manifestación de la postulante de Fuerza
Popular (FP), Keiko Fujimori. Como se sabe, ella solo pudo dirigirse por unos minutos
a sus simpatizantes reunidos en la plaza de esa ciudad, porque varios centenares de
personas se introdujeron entre la multitud para expresarle su rechazo coreando
consignas o arrojando piedras.
Ante esa situación, la aspirante de FP debió abreviar su mensaje y ordenar que el acto
político fuese cortado casi inmediatamente para evitar una confrontación mayor a la
que se produjo, lo que de seguro fue lo más sensato. Y por eso mismo ha llamado la
atención la reacción casi entusiasta que tuvieron respecto del episodio algunos
medios y, sobre todo, otros postulantes a la presidencia.
En ese sentido, cabía esperar de todos los candidatos una condena a este tipo de actos
que mañana o pasado podrían afectarlos también a ellos. Y, sin embargo, no ha sido
esa, precisamente, la actitud de la postulante presidencial del Frente Amplio,
Verónika Mendoza, quien –según una nota difundida por su equipo de prensa al día
siguiente del ataque al mitin fujimorista– ha señalado: “No solo en Cusco, sino
también en Ayacucho, Arequipa, y en diversas regiones del país crece el rechazo y la
indignación ante la candidatura de Keiko Fujimori, porque el pueblo no olvida y tiene
memoria de lo que significó el gobierno fujimontesinista para el país”. Y también:
“Señora Fujimori, en Cusco ha salido un pueblo digno a hacerle frente, y lo han hecho
de manera pacífica” (sic).
Más allá del infundado símil que plantea entre la dignidad y la manifestación pública
del rechazo (como si no hacer lo último significara carecer de lo primero), lo peor de
todo es la complacencia con lo ocurrido que el mensaje transmite y que la reflexión
final –“Rechazamos cualquier tipo de actos de violencia”– no logra mitigar. Para
empezar porque si, como se había afirmado antes, los ‘contramanifestantes’ habían
protestado “de manera pacífica”, la observación no se justificaría.
La verdad, sin embargo, es que lo señalado por Barnechea no es nuevo. Hace tiempo
que desde los medios se viene llamando la atención sobre las indulgencias de la
postulante del Frente Amplio (FA) con respecto al tipo de gobierno que existe en el
país llanero y su absoluta incapacidad de llamarlo ‘dictadura’.
Lo que pasa es que, ahora que ha tenido un repunte en las encuestas, su opinión sobre
un régimen en el que se viola permanentemente la independencia de poderes, se
hostiliza a la prensa crítica, se apresa y tortura a los opositores, y se busca por todos
los medios la perpetuación en el poder, ha dejado de ser un dato marginal y se ha
convertido, más bien, en la prueba ácida de los estándares democráticos con los que
podría funcionar un eventual gobierno suyo a partir del próximo 28 de julio.
En ese sentido, resulta fundamental recordar las sistemáticas evasivas con que la
señora Mendoza ha respondido a la demanda de si considera al chavismo y su
esperpéntica coda –el gobierno de Nicolás Maduro– una tiranía. “No es una dictadura
porque no hubo golpe de Estado” o “En Venezuela se han dado procesos electorales
democráticos avalados por entidades internacionales”, ha aseverado ella, por
ejemplo, olvidando al parecer que elecciones –o, mejor dicho, una macabra parodia de
ellas– se celebran también en Cuba o Corea del Norte, sin que a nadie se le ocurra que
ese detalle las convierte en democracias.
Pero eso no ha sido todo. “Creo que es importante reconocer que en Latinoamérica se
han dado gobiernos que han defendido muy claramente su soberanía [...]. Y creo que
en Venezuela, en Ecuador y en Bolivia ha sido positiva esa afirmación de soberanía
que en el Perú todavía no hemos hecho”, ha declarado también (con ribetes de
anuncio).
Es curioso, en ese sentido, que Keiko Fujimori afirme que para seleccionar la lista
parlamentaria se realizaron “más de 400 consultas a la ventanilla única” del Jurado
Nacional de Elecciones, lo que implicaría que la incorporación de los candidatos
sentenciados no fue un hecho fortuito.
Asimismo, todo esto resulta aún más incongruente cuando, como parte de los
esfuerzos para evitar este efecto, la ex procuradora anticorrupción Yeni Vilcatoma se
incorporó al equipo fujimorista. Vilcatoma, por cierto, ha manifestado sentir
“incomodidad” por la inclusión de estos cuestionados candidatos y, esperamos, estará
atenta para denunciar –como dijo que lo haría– cualquier acto ilegítimo que pudiera
observar.
A todo ello se suma lo difícil que resulta para la candidata fujimorista dejar de llamar
‘errores’ a aquellos eventos que configuraron delitos durante el gobierno de su padre.
Una falta semántica que dejó en evidencia durante su participación en el foro de
Proética y que no hace sino más difícil soltar la mochila que dice cargar.
Los hijos, es cierto, no heredan las deudas cívicas ni los delitos de sus progenitores.
Pero si Keiko Fujimori busca ganar la confianza de la población, debería condenar
públicamente, y en su exacta dimensión, los hechos que acabaron con la democracia,
con la Constitución y con un orden basado en el respeto de los derechos de las
personas durante la década del noventa.
No existe, pues, acto de birlibirloque que pueda hacer aparecer en una mano los
éxitos obtenidos en materia económica y desaparecer, de la otra, las tropelías contra
la legalidad del gobierno fujimorista. Por ello, la candidata de Fuerza Popular tiene
que tomar con mayor determinación la decisión de quitarse la vieja mochila que hoy
le resulta tan incómoda cargar.
Los electores, finalmente, ante los hechos del pasado y las evidencias del momento
actual, serán quienes juzguen si eso es posible. Aunque, para la señora Fujimori, un
buen paso sería asegurar la pulcritud de su lista congresal y reconocer, cabalmente,
todos los delitos que se cometieron durante el gobierno de su padre.
Es público, por supuesto, que en junio del 2012 renunció al partido y la bancada
oficialistas por severos desacuerdos con el gobierno, pero eso no la exime de
responder por el rol que jugó durante todos esos años en el nacionalismo. Como otros
aspirantes presidenciales, la señora Mendoza tiene una mochila y, en aras de la
transparencia que reclama en sus competidores, tendría que estar dispuesta a
mostrar su contenido y permitir su revisión. Y sin embargo, a propósito de la
sospecha que hoy existe sobre cierta anotación en una de las agendas de la señora
Heredia que podría ser suya, esa no parece ser su actitud.
Como se recuerda, en octubre del año pasado, la actual candidata del FA fue citada a
una sesión de la Comisión de Fiscalización del Congreso y negó allí tener relación
alguna con las controversiales libretas y lo que estaba escrito en ellas. Pero ahora, a
raíz de una investigación de la periodista Cecilia Valenzuela, el tema ha cobrado un
giro inquietante.
Ante la sola propuesta de que lo haga, sin embargo, la candidata del FA ha respondido
ásperamente. “¿Por el chantaje de una pseudodenuncia que no tiene asidero? Yo, a
estas alturas, no me voy a someter”, dijo primero el domingo pasado. Y un día
después, tras haber sopesado quizás los costos de una negativa tan tajante, señaló que
lo haría solo si el Ministerio Público se lo demandase.
¿Suena conocido? Pues la verdad es que sí, pues su respuesta se parece mucho a la
que dio la señora Heredia cuando la investigación sobre las agendas recién empezaba
y se le propuso algo semejante. “Eso no lo va a determinar ni usted ni yo”, le dijo
entonces a la periodista que se lo planteó. “Eso lo va a determinar una investigación.
Usted no me va a presionar a decir: sí, ahorita voy corriendito”, sentenció irritada... Y
todos sabemos las correrías en las que está ahora.
¿No haría bien, en consecuencia, la postulante del FA en pasar motu proprio por la
prueba cuanto antes y mostrar que su mochila está ligera? Porque, a fuerza de
indignación, las dudas no se disipan.
Como la primera dama, Verónika Mendoza negó haber escrito en las agendas y
ahora admite que “podría” haberlo hecho.
La actual candidata del Frente Amplio (FA) fue por el año 2007 una colaboradora muy
cercana de Nadine Heredia. Como una sombra, la acompañaba –según varios testigos–
a reuniones aquí y en el extranjero y tomaba nota de lo que se conversaba y decidía
en ellas. Fue por eso que, en el contexto de las investigaciones sobre las famosas
agendas de la señora Heredia, surgió la interrogante de si ella no habría escrito en sus
páginas.
Como se sabe, la relevancia de ese dato derivaba del hecho de que en esas libretas se
consigna información sobre dineros que tendrían origen oscuro y que habrían ido a
parar a las arcas del nacionalismo (con serios indicios de que buena parte de ellos
provenía del gobierno chavista). Naturalmente, resultaba fundamental saber si una
aspirante presidencial como ella podía haber sido funcional a alguna operación ilegal,
éticamente reprobable o políticamente comprometedora. Sin embargo, cuando la
prensa le preguntó si tal cosa podía haber sucedido, la señora Mendoza fue enfática
en negarlo.
“Mienten. Mienten los que dicen que yo escribía en las agendas… Lo rechazo
categóricamente”, señaló el 26 de agosto pasado. Y el 21 de octubre, casi dos meses
más tarde, cuando acudió a la Comisión de Fiscalización del Congreso a declarar sobre
la materia, fue igualmente explícita. “No tuve absolutamente nada que ver ni con
cuentas, ni con agendas del Partido Nacionalista, ni de su actual presidenta [Nadine
Heredia] y es lo que ratifico en este momento ante esta comisión”, sentenció en
aquella oportunidad. Para luego añadir: “Jamás realicé anotación alguna en una
agenda que no fuera la mía”.
Luego diría desde Ica: “No tuve absolutamente nada que ver con el tema de cuentas,
de agendas, del Partido Nacionalista”. Todo esto no era más que otro caso de la
“guerra sucia”: “Cada vez que subimos en las encuestas nos vienen con una nueva
denuncia”.
Las negaciones, en fin, se multiplicaron (los anteriores son solo algunos ejemplos ) y
sonaban muy convincentes por la auténtica indignación con que parecían hechas. El
panorama, sin embargo, continuó complicándose para la candidata. En los días
siguientes, el ex embajador del Perú en Venezuela Luis Raygada mostró un correo
electrónico suyo del 2007, en el que ella consignaba el mismo número de cuenta que
aparece en la anotación de la agenda que se le atribuye. Correo que, para empezar,
desmentía su afirmación de que ella nada había tenido que ver con las cuentas del
partido.
También salió a la luz un extraño mensaje que, siempre en el 2007, había sido enviado
desde la misma dirección de correo electrónico pidiendo declarar aportes que, según
denunció al diario “La República” el ex coordinador del partido de los Humala en
Estados Unidos, eran falsos (“La República” publicó el texto completo del correo en su
versión impresa del 18 de octubre del 2015).
El giro del rechazo categórico al no-rechazo-categórico vino envuelto por una serie de
afirmaciones justificantes: que el evento en cuestión sucedió hace casi diez años, que
ella en su cabeza no tiene ningún recuerdo de haber hecho ningún apunte en ninguna
agenda, que tal vez “como hecho aislado” lo pudo haber hecho. Pero vino.
De banal, sin embargo, nada. ¿A qué vino sino tanta negativa indignada, tanto deslinde
categórico?
Como se sabe, la semana pasada, el ex presidente Fujimori hizo pública una carta en
su cuenta de Facebook en la que exhortaba a su hija y actual presidenta de Fuerza
Popular, Keiko Fujimori, a que “junto a las nuevas figuras incorporadas al fujimorismo
se cuente con las candidaturas de congresistas de larga e impecable trayectoria como
Martha Chávez, Luisa María Cuculiza, Luz Salgado y Alejandro Aguinaga”. En el texto,
el ex mandatario afirmaba que el liderazgo de Keiko dentro de la agrupación es
“indiscutible”, pero la verdad es que lo que su misiva ha hecho es precisamente
ponerlo en cuestión.
La posibilidad de que esos cuatro parlamentarios sean dejados de lado en la lista que
presentará el conglomerado naranja para las elecciones de abril no ha sido nunca un
secreto. Su identificación con el fujimorismo de los noventa los hacía y los hace
difíciles de acomodar dentro de la imagen renovada que, aparentemente, la
presidenta del partido quiere ofrecer en esta campaña, y en esa medida, existía el
rumor de que podían ser desembarcados.
A ello apuntaban, por un lado, la constante referencia que Keiko Fujimori hacía a una
supuesta ‘evaluación’ de todos los aspirantes a una curul congresal por su partido; y,
por otro, las poco sutiles cavilaciones de su hermano Kenji para sugerir que se oponía
a ese proceso.
Era bastante claro, no obstante, que la lideresa fujimorista no tenía una resolución al
respecto. La propia plancha presidencial presentada el fin de semana –pero diseñada
probablemente algún tiempo atrás– es una expresión de esa circunstancia, pues en
ella están simultáneamente presentes el guiño renovador (la inclusión de Vladimiro
Huaroc) y el vínculo con el pasado (la incorporación de José Chlimper, ministro del
efímero Gabinete que el ex presidente nombró tras la re-reelección). Y es que hay un
grado de ruptura con la historia del fujimorismo que la candidata no quiere o no
puede asumir.
Renegar del golpe del 5 de abril de 1992, por ejemplo, se le hace a ella tan difícil como
a Verónika Mendoza decir que en Venezuela hay –aun después de la derrota electoral
de Maduro– una dictadura. Y dentro de esa lógica, era presumible que dejaría correr
los días hasta que el calendario electoral la forzara a tomar una determinación sobre
los mencionados congresistas.
Por otro lado, prolongar la indefinición –sobre todo una vez que hayan pasado las
fiestas de fin de año y la campaña vuelva a coger ‘momentum’– la mostraría como
indecisa: un cargo que puede pesar tanto en el juicio ciudadano como el de ‘sometida’.
De más está anotar, por último, que la opción de sacar de la carrera finalmente a los
cuatro representantes de la guardia vieja tampoco está exenta de riesgos, pues podría
suponer la pérdida de una porción muy activa de sus partidarios o el trance de lucir
como una lideresa injusta con su entorno más leal.
Un dilema, en suma, complejo y con costos por donde se lo mire. Pero insoslayable,
porque de decisiones difíciles está empedrado el camino de quien quiera presentarse
ante los peruanos como capaz de asumir las riendas del país. Y lo peor que podría
hacer la señora Fujimori es correrle al reto, ahora que la que está en evaluación es en
realidad ella.
Una mayoría absoluta en el Parlamento puede –sin necesidad de lograr acuerdos con
otras bancadas– aprobar leyes (incluso leyes orgánicas), censurar y bloquear la
censura de ministros, aprobar el presupuesto general del Estado, designar al
contralor general de la República y a tres miembros del directorio del BCR, otorgar
facultades legislativas al Ejecutivo y hasta reformar la Constitución.
En caso de que Keiko Fujimori ganara las elecciones presidenciales, tendría una gran
ventaja que aseguraría que su línea de acción y políticas públicas estén respaldadas
por el Congreso. Pero la mayoría absoluta congresal sumada a la Presidencia de la
República es también una fórmula peligrosa y conocida. La sola posibilidad de esta
combinación trae a la memoria la última vez en que un partido ostentó tal ventaja y
los peligros asociados.
No se producía este resultado electoral desde los noventa; más precisamente, desde
el año 1995, época en la que el Legislativo actuaba completamente a designio de
Alberto Fujimori. Cuando no tuvo tal ventaja en 1990, Fujimori dio el autogolpe y
consiguió la mayoría absoluta en el Congreso Constituyente Democrático de 1993.
Cuando la perdió en el 2000, la recuperó comprando congresistas tránsfugas.
El riesgo de los poderes del Estado aglutinados en una sola mano que se enseña en
textos y aulas de derecho y ciencia política se hizo realidad en la época del
fujimorismo, que añadió a su poder comprado a jueces, fiscales, instituciones del
Estado y medios de comunicación.
Lo anterior no quiere decir que la mayoría legislativa que obtuvo Fuerza Popular
convierta en descartable de plano su presencia en el Ejecutivo. Es una opción válida
en las constituciones del Perú y de la mayoría de países. De hecho, un 40% de los
votos válidos de la primera vuelta apostaba por ello. Del lado opuesto de las
alternativas presidenciales, también se podría argumentar que la opción de Pedro
Pablo Kuczynski como jefe de gobierno con una mayoría parlamentaria de oposición
enfrentaría serios problemas de gobernabilidad. Ambas hipótesis dependen de cómo
se comporten las respectivas bancadas, principalmente la fujimorista ahora que es
nuevamente mayoría.
Frente a ello, el compromiso firmado por Keiko Fujimori hace unas semanas al final
del debate presidencial es una señal importante de conciencia del entendible temor
que se ciñe sobre ella y su partido. En él hace ofrecimientos más genéricos como el de
respetar la independencia de los poderes del Estado y algunos más concretos como
encargar a la oposición la presidencia de las comisiones de Fiscalización y de
Inteligencia del Congreso de la República. Un buen comienzo, que seguramente
requerirá ser complementado con más acciones para mostrar que no comparte el
ADN antidemocrático de su padre.
Aun así, podría subsistir la desconfianza, pues estas promesas podrían ser dejadas de
lado una vez en el poder, pero cuando menos servirían como una suerte de cheques
políticos, que la eventual oposición y, sobre todo, los ciudadanos puedan exhibir y
enrostrar frente a cualquier intento por desconocerlos. Después de todo, la fuerza de
la protesta e indignación pública es algo que ya ha sentido muy bien el fujimorismo y
que le fue recordado el pasado 5 de abril.
Las armas en manos de un sospechoso común requieren más seguros que los
regulares.
Las segundas vueltas parecen sacar de sus cabales al fujimorismo. Fue con ocasión de
su pase a esa ronda electoral, en el 2011, que Keiko Fujimori pronunció su famoso
“que se escuche hasta la Diroes” (en referencia a que la ovación de los simpatizantes
reunidos ese día frente al local partidario debía alcanzar a su padre en el encierro). Y
fue también durante ese proceso que un alto representante de la campaña fujimorista
inmortalizó la sentencia “nosotros matamos menos”: dos exabruptos que en ese
entonces deben haberle costado miles de votos al conglomerado naranja, que
finalmente fue derrotado.
Como si no hubieran escarmentado, sin embargo, esta vez, tras una primera vuelta
cuidadosa que les ha permitido obtener cerca del 40% de la votación presidencial y
una mayoría parlamentaria absoluta para el período 2016-2021, algunos de sus
representantes han salido a ahuyentar a los temerosos electores que podrían sentirse
remotamente tentados a creerle a la señora Fujimori el compromiso democrático que
firmó el día del debate presidencial.
Pretender entonces ahora que el ex presidente puede dejar su encierro “por la puerta
grande” enfocándose solo en una de sus múltiples sentencias es tramposo
argumentalmente; y, en lo político, un retroceso de lo avanzado por borrar la aureola
de corrupción, abuso de poder e impunidad que nimba al fujimorismo desde hace
más de 20 años.
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