Está en la página 1de 3

Contexto familiar y desarrollo psicológico

durante la infancia

CONTEXTO FAMILIAR Y DESARROLLO COGNITIVO


Interacciones intersubsistemas. Relaciones padres-hijos: La calidad de la interacción familiar va a
influir también en la adquisición por parte de los niños de las habilidades lecto-escritoras, las
cuales van a determinar en gran medida su rendimiento académico posterior (Morrison y Cooney,
2002; Saracho y Spodeck, 2001). Según Morrison y Cooney (2002), las actividades parentales que
facilitan la independencia, la responsabilidad, la autorregulación y la cooperatividad, así como el
control disciplinario y la calidez afectiva hacia el niño, van a favorecer el desarrollo de las
habilidades lecto-escritoras tempranas.

Interacciones intrasubsistema. Relaciones entre hermanos: la teoría de disolución de recursos


sigue alumbrando diversas investigaciones en la actualidad. Esta teoría arranca de los trabajos de
Blake (1981), que comprobó que los recursos materiales, educativos e interactivos de los padres
eran limitados y que su disolución progresiva entre los hermanos de una misma familia produciría
un empobrecimiento del contexto de crianza de los hermanos que ocuparan los últimos puestos
en la fratría, los cuales tendrían un desarrollo cognitivo menor que los hijos únicos y que los
hermanos nacidos en los primeros lugares.

CONTEXTO FAMILIAR Y DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL


Contexto familiar y desarrollo socioemocional. Interacciones intersubsistemas: relaciones
padres-hijos: Un componente clave de los estilos educativos es la manera que los padres tienen de
afrontar los conflictos de crianza.

Los niños criados con el estilo autorizado o democrático manifestarán, durante la infancia, un
estado emocional estable y alegre, una elevada autoestima, un elevado autocontrol y un
comportamiento de rol de género menos tradicional. La presencia del estilo educativo negligente
también está asociada al comportamiento agresivo. Cuando se utiliza el estilo negligente, la
interacción familiar se ve afectada por la falta de coherencia y el escaso control e implicación
emocional.

Interacciones intrasubsistema y mesosistémicas. Las relaciones fraternas: una de las


aportaciones más relevantes que la investigación sobre hermanos ha ofrecido a la comprensión
del desarrollo socioemocional es la demostración de que vivir en la misma familia no significa
recibir las mismas influencias ni experimentar las mismas experiencias interactivas. Precisamente,
y a pesar de la similitud genética, los hermanos de una misma familia son diferentes porque
interiorizan interacciones intrafamiliares diferenciales para cada uno.

Implicaciones educativas para el desarrollo emocional

desde la perspectiva ecológica, los datos de investigación obtenidos ofrecen una serie de criterios
educativos para conformar un contexto familiar optimizador del desarrollo psicológico. Los padres
que necesitan recurrir al cuidado sustituto deben intentar que éste sea de calidad y estable a
través del tiempo. También deben estar al tanto de las relaciones de sus hijos con los iguales y
mostrar interés en su desarrollo social. No deben utilizar la disciplina punitiva y deben evitar la
exposición excesiva de los niños al conflicto dentro y fuera de su hogar. Esta situación se
complementa con un buen apoyo de la familia extensa y del entorno social.

Contexto familiar y desarrollo psicológico


durante la adolescencia

LAS RELACIONES FAMILIARES Y SUS CAMBIOS DURANTE LA


ADOLESCENCIA
El sistema familiar, aunque contiene otros subsistemas, representa una unidad de análisis, y para
comprender mejor la dinámica de las relaciones que se establecen en su interior habrá que
analizar en primer lugar los cambios o procesos biológicos, emocionales y cognitivos que ocurren a
nivel intrapersonal, tanto en el niño que llega a la adolescencia como en sus padres.

Cambios en el adolescente: Cambios en los padres:


el cambio más llamativo asociado a la la explicación más tradicional acerca del
pubertad tiene que ver con la maduración cambio en las relaciones familiares durante la
física y sexual, que afectará a la forma en que adolescencia atribuye el aumento de los
los adolescentes se ven a sí mismos y a cómo conflictos entre padres e hijos a las
son vistos y tratados por los demás. También transformaciones en estos últimos; sin
en el ámbito cognitivo se va a encontrar con embargo, no sólo cambian los adolescentes,
un cambio cualitativo fundamental, ya que en ya que también los padres lo hacen. En el
el periodo comprendido entre los 12 y los 15 momento en que el hijo llega a la pubertad sus
años comienza a aparecer el pensamiento padres pueden tener en torno a los 40 o 45
operatorio formal, como consecuencia de la años, una etapa que algunos autores han
maduración biológica y de las experiencias, denominado la crisis de la mitad de la vida y
sobre todo en el ámbito escolar. Esta nueva que han considerado como un momento difícil
herramienta cognitiva va a afectar a la manera y de cambios significativos para muchos
en que los adolescentes piensan sobre ellos adultos.
mismos y sobre los demás, permitiéndoles una
forma diferente de apreciar y valorar las
normas que hasta ahora habían regulado el
funcionamiento familiar.

COMUNICACIÓN Y CONFLICTO PARENTO-FILIAL


La comunicación entre padres e hijos suele deteriorarse en algún momento entre la infancia y la
adolescencia, con algunos cambios claros en los patrones de interacción: pasan menos tiempo
juntos, las interrupciones a los padres y, sobre todo, a las madres son más frecuentes, y la
comunicación se hace más difícil. Tal vez estas diferencias sean debidas en parte a la influencia de
la deseabilidad social, que llevaría a madres y padres a declarar unas relaciones más positivas con
sus hijos de lo que realmente son. En el caso de sus hijos esta deseabilidad actuaría en el sentido
contrario, ya que la necesidad de reafirmar su autonomía les llevaría a exagerar la conflictividad de
sus relaciones familiares.

IMPLICACIONES EDUCATIVAS PARA EL FOMENTO DEL DESARROLLO


ADOLESCENTE
A nivel macrosistémico, sería importante tratar de cambiar la representación social marcadamente
negativa que existe acerca de la adolescencia, dando una imagen más realista y alejada de los
tópicos que relacionan al adolescente con la conflictividad, la violencia, el consumo de drogas o la
promiscuidad. Los padres deben entender que la relación con su hijo no tiene necesariamente que
empeorar de forma dramática a partir de la pubertad, ya que cuando tienen unas expectativas
muy pesimistas éstas pueden terminar cumpliéndose. Así, podrían considerar que algunas
actitudes o comportamientos que aparecen en su hijo son inevitables, y por lo tanto hay poco que
ellos puedan hacer, lo que les llevaría a una negligencia que resultará perjudicial.

Mostrar afecto y apoyo y establecer una buena comunicación durante los años de la adolescencia
es tan importante como lo era durante la infancia, ya que durante estos años chicos y chicas
deberán hacer frente a distintas tareas evolutivas que podrán generarles mucho estrés, y van a
necesitar todo el apoyo que sus padres les puedan proporcionar en estos momentos difíciles.

También podría gustarte