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El corazón delator

En un primer instante una persona nos cuenta que le consideran un loco por el hecho
de que un ojo azul pálido de un anciano le estaba observando constantemente, y poco
a poco se fue obsesionando con esa idea hasta el punto de llegar a acosarlo en las
noches solo para verlo con el propósito de matarlo y que ese ojo lo dejara en paz. Pero
en la octava noche ocurrió algo diferente, el anciano se despertó mientras que el
asechador estaba en la habitación sintiendo la presencia de “la muerte” para después
asesinarlo y esconder el cadáver desmembrando bajo las tablas del suelo. Luego, tres
agentes de la policía se presentaron en la casa al escuchar el grito que se había
producido. Este los atendió con total normalidad y dejo poder examinar mejor la casa,
pero no hallaron ninguna pista hasta que hubo un interrogatorio en el cual el
asechador le empezó a doler la cabeza y sus oídos le zumbaban, por lo que no pudo
aguantar mucho al darse cuenta de lo que le estaba causando los síntomas. El sonido
del reloj, “tic-tac” y el corazón vivo del anciano latiendo lo volvían cada vez más loco
que termino por confesar su crimen debajo del suelo.
La interpretación que le doy a la historia es que en un primer plano nos habla un hombre de
quien no sabemos su nombre ni de donde posiblemente se encuentra, tal vez en la cárcel o
algún hospital psiquiátrico, que nos narra el sentimiento diario de ser observado por un ojo
azul pálido que un anciano poseía, quien nunca le había hecho algo malo antes, pero si
sentía la necesidad de librarse de el como sea posible, así que planeo su asesinato.
Constantemente lo asechaba a medianoche al dormir, miraba con una linterna a ese ojo
durante site noche seguidas. (Hasta aquí ya se pueden identificar varios comportamientos
irracionales: acoso, falta de empatía, entre otras cosas que más adelante nos daremos
cuenta.) Luego, en la octava noche algo cambia en la historia. Esta vez, por un gesto
descuidado del acosador, el anciano despierta, por lo que tuvo que quedarse quieto para que
no notara su presencia, pero a cambio presencio lo que estaba sintiendo el hombre en ese
momento: “la muerte.” Abrió su linterna y apunto con un fino rayo de luz al ojo que en ese
momento se abrió igual que toda la furia que sentía, así que lo asesino, desmembró su
cuerpo y lo oculto debajo de las tablas del piso. Acá presenta una actitud muy orgullosa
hacia si mismo y se considera muy listo por haberse salido con la suya en el asesinato. Pero
cuando llega la policía su confianza lo supera, después de la inspección su conciencia
culpable comienza a molestarlo. Comienza a imaginar que el corazón del anciano aún
late. El zumbido en sus oídos representa su conciencia y su creciente inestabilidad mental.
En última instancia, se hace obvio que el narrador está perdiendo la cabeza, y la policía
pudo haber tenido claro todo el tiempo que él había hecho algo malo, por lo que termina
confesando su crimen. La escena final de la historia muestra el resultado de los
sentimientos de culpa del narrador.  permite que sus nervios dicten su naturaleza.

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