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Actividad 1

Realiza la siguiente lectura, actividad individual

El neoliberalismo mexicano en el contexto de la globalización

Con Miguel de la Madrid se inicia el proceso de transformación del Estado y del


cambio de la política de Estado benefactor a la neoliberal, con Salinas de Gortari
se termina de impulsar esta nueva política neoliberal.

Un argumento central que esgrimieron los gobiernos neoliberales para impulsar el


modelo neoliberal fue la reforma del Estado y la modernización económica; la cual
considera necesaria para lograr que México se transforme en un país competitivo
y lograr con ello superar la crisis.

La reforma del Estado se vinculó con el otro objetivo prioritario: La modernización.


Este fue el eje central sobre el cual giró toda la política económica instrumentada
por los gobiernos de Miguel de la Madrid y posteriores. El planteamiento se asoció
también con la justicia social y con el propósito de fortalecer al Estado para poder
participar eficazmente en un mundo caracterizado por una aguda competencia
internacional. Con la modernización se pretendió movilizar las potencialidades
nacionales para incorporarse a la dinámica de la economía mundial en términos
competitivos.

La modernización se vuelve lenguaje común, de uso corriente en México.


Modernizar significa superar la crisis y entrar al mundo desarrollado mediante la
consolidación del nuevo modelo económico y social. El grupo gobernante hace
suyos el discurso neoliberal y los proyectos económicos diseñados por los centros
financieros mundiales, así como las demandas empresariales tanto nacionales
como extranjeras para lograr su objetivo: la inserción del país en la economía
internacional bajo las nuevas modalidades derivadas de lo que se da en llamar
globalización.
El costo social del cambio de modelo tiene un precio muy alto. Las condiciones de
vida de la población disminuyen abismalmente, por ello, Salinas de Gortari tiene
que aumentar el gasto social. Es decir, por un lado, genera pobres con la
contención salarial y despidos masivos, por otro, proporciona paliativos mediante
el incremento del gasto social. Salinas, logra aumentar el gasto social debido a la
renegociación de la deuda externa con la banca privada, que de hecho fue una
extensión de la negociación llevada a cabo en 1986.

Gracias al tan necesario incremento del gasto social, Salinas logra obtener una
legitimidad que no tiene cuando accede al poder, supera la deslegitimación de su
arribo a la presidencia con el fraude electoral de 1988 y logra establecer las
condiciones para el desarrollo del neoliberalismo en México. Salinas de Gortari y
el grupo de tecnócratas, se centra en impulsar el neoliberalismo no solo durante
su sexenio, sino también en el futuro mediante acuerdos internacionales que firma
él como presidente: el Tratado de Libre Comercio (TLC), y el Acuerdo General de
Tarifas Aduanales y Comercio (GATT). Construyen y atan el mañana de todos los
mexicanos, anclándolo en un mundo neoliberal mediante las siguientes medidas
que a continuación se enumeran y explican:

 DISCIPLINA FISCAL. Debido al irracional y desmesurado crecimiento del


Estado se generan los siguientes problemas: a) ineficiencia económica en las
actividades productivas del sector público, con elevados costos de producción
y falta de habilidad para innovarse; b) falta de efectividad en la provisión de
bienes y servicios, y c) rápida expansión de la burocracia, con fuertes
exigencias sobre el presupuesto público. Bajo esas condiciones, los
tecnócratas, se dieron a la tarea de reducir el déficit financiero del sector
público mediante la aplicación de un programa de austeridad que afecto los
gastos en salud, educación, mantenimiento de las inversiones, y los subsidios.
Logrando su finalidad, con la reducción del gasto público que pasa del 41.4 por
ciento del PIB en 1982, al 25.6 por ciento en 1994. Pero afectando seriamente
el nivel de vida de la población y la inversión productiva del Estado.
 APERTURA COMERCIAL. Culmina parcialmente con la firma del Tratado de
Libre Comercio (TLC). Desde mediados de 1985, México emprende una
amplia reforma comercial. La eliminación de las licencias de importación y la
reducción de los aranceles constituyen el eje de dicha reforma. La apertura
comercial reduce el precio relativo de los bienes de importación con respecto a
los hechos en el país. La mayoría de la gente prefiere comprar productos
extranjeros que mexicanos; con la consecuente quiebra de las empresas
nacionales y despidos masivos. Por su parte, el Estado, apoya a la industria
exportadora para dinamizar la economía mediante la venta de los productos
fuera del país, pues ya no importa el mercado interno (nacional) que se
encuentra sumamente deprimido, lo que interesa ahora es el mercado externo.

Pero el compromiso de los neoliberales mexicanos hacia la apertura de la


economía fue marcado no solamente por la desreglamentación comercial, sino
también por cambios a nivel institucional, como la entrada en el Acuerdo
General de Tarifas Aduanales y Comercio (GATT) en 1986 y con la firma de
un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (TLC). En estas
condiciones, la economía mexicana se convierte, en muy poco tiempo, en una
de las más abiertas del mundo.

 PRIVATIZACION DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS. Desde la gestión de


Miguel de la Madrid se inicia el proceso de privatización de las empresas en
manos del Estado, cuyo objetivo oficial es el aumento de la eficacia económica
y reforzar las finanzas públicas.

Las relaciones Estado empresarios sin lugar a duda mejoran con la


privatización de las empresas paraestatales, ya que los beneficiarios directos
de tales ventas son ellos, los empresarios. El número de empresas del sector
público en 1982 era de mil 115. El programa de privatizaciones se desarrolla
en tres etapas. Entre 1983 y 1985, las empresas no viables, sobre todo
empresas pequeñas, son liquidadas o fusionadas. De 1986 a 1988, se puso
énfasis en la venta de pequeñas y medianas empresas durante el sexenio
Miguel de la Madrid.
En la última etapa, correspondiente al gobierno de Carlos Salinas, se lleva a
cabo la privatización de las grandes empresas, entre las que destacan:
Teléfonos de México, Mexicana de Aviación, Aeroméxico y los bancos
comerciales. En algunas empresas los inversionistas extranjeros poseían
participación mayoritaria y, cuando las acciones del gobierno se pusieron a la
venta, solicitaron, de acuerdo con los estatutos, ejercer su derecho
preferencial en la compra, con lo cual se convirtieron en los dueños del 100
por ciento del capital social de la compañía.

Las privatizaciones realizadas, durante los últimos años de la gestión salinista,


sobre los bancos son hasta la fecha motivo de amplias discusiones. Con la
crisis de diciembre de 1994 salieron a flote una serie de irregularidades y
diversos actos de corrupción tanto gubernamentales como de la iniciativa
privada. A los compradores de los bancos se les favorece en la venta con
precios por debajo del valor comercial, con condonaciones de impuestos y
facilidades para pagar con la finalidad de reconquistar la confianza del sector
privado.

La iniciativa en el campo, que favorece la privatización del ejido e inclusive la


propiedad comunal, es la reforma del artículo 27 constitucional y la nueva
legislación agraria que instituye el libre mercado de tierras en el empobrecido
agro mexicano. Esta reforma significa un cambio sustancial en la ideología,
cuyo origen se remonta a la contienda revolucionaria de 1910 y especialmente
del momento institucionalizador de la revolución de los años treinta y cuarenta.
El Estado renuncia a una de sus fuentes históricas de legitimación política e
ideológica: los trabajadores del campo. Se trata de “modernizar” el campo y a
los campesinos, eliminar los apoyos y subsidios a los pequeños y medianos
productores, la versión oficial es que esto los hará competitivos, y si no lo
logran entonces venderán sus tierras y se convertirán en jornaleros agrícolas
sin tierras o con terrenos improductivos.

 INVERSION EXTRANJERA DIRECTA. Éste es un tema muy delicado a partir


de la consolidación de la revolución mexicana, pues los extranjeros son
considerados nocivos para el desarrollo del país, y las evidencias a través de
la historia de nuestro país lo reafirma; en cambio la participación del Estado es
muy bien vista y aceptada por la población y gobernantes de ese tiempo. En
ese sentido, hasta 1973 se considera al petróleo, petroquímica básica,
explotación de minerales radiactivos, energía nuclear, minas, electricidad,
comunicaciones telegráficas y radiotelegráficas como industrias de
exclusividad para la explotación por parte del Estado. Tal percepción se
traduce en las leyes para promover la inversión mexicana y regular la
extranjera; estas leyes indican las industrias y sectores productivos que se
reservan para los mexicanos, que son radio y televisión, transportes urbanos e
interurbanos, transportación aérea y marítima, explotación forestal y
distribución de gas.
A partir de 1984, el gobierno decide liberalizar el código de la inversión
extranjera, con lo que sectores de la economía nacional fueron abiertos a las
inversiones extranjeras, en especial los bancos comerciales, las compañías de
seguros y algunas actividades petroquímicas. Con estos cambios se logra
que más del 80 por ciento de las 750 actividades económicas que existen en
el país, se abran de manera automática al 100 por ciento del capital externo,
además, se fijan condiciones administrativas mucho más flexibles para facilitar
la llegada al país de capital externo.

Pese a que el gobierno de Carlos Salinas argumenta su pretensión de


diversificar el origen de los capitales que entran al país, lo cierto es que el 66
por ciento de la inversión obtenida durante este período proviene de Estados
Unidos de Norteamérica.

 LIBERALIZACION FINANCIERA. En México, como en la mayoría de los


países, se da una modificación radical en materia de política financiera al
otorgar un papel prioritario a los mecanismos de mercado. La apertura
financiera reposa en la hipótesis de que la internacionalización financiera
permite una mejor distribución del ahorro a escala mundial, gracias a los
movimientos de capitales, lo que mejora la afluencia de recursos a nivel
internacional e iguala las tasas de rendimiento de las inversiones en el mundo.

Es así, como se puede definir la regulación financiera como el conjunto de


normas y leyes que dictan las autoridades gubernamentales en la materia con
el objetivo de mantener cierto control sobre los intermediarios financieros y
sobre sus operaciones.

El Estado se supedita a las exigencias del capital financiero, tal como lo señala
George Soros “Los mercados votan cada día, obligan a los gobiernos a adoptar
medidas ciertamente impopulares, pero imprescindibles. Son los mercados
quienes tienen sentido de Estado”, frente al gran peso de estos gigantes de las
finanzas, los Estados ya no pueden ejercer su función ejecutiva, basta con el
siguiente ejemplo para ilustrar la situación actual de las naciones: tres grandes
fondos de pensiones norteamericanos movilizan diez veces más dólares que las
reservas de los siete países más ricos del mundo. Los gerentes de esos fondos
concentran en sus manos un poder financiero de una envergadura inédita, que
no posee ningún ministro de Economía ni gobierno de banco central alguno. En
un mercado que se ha convertido en instantáneo y planetario, todo cambio
brutal de esos auténticos mamuts de las finanzas puede originar la
desestabilización de cualquier país.

Respecto a México, ya integrado en la globalización como una de las llamadas


economías “emergentes”, con un crecimiento sostenido fugazmente por las
medidas instrumentadas desde el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988), de
Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) que culminan con el estallido de la crisis de
diciembre de 1994 e inicio del mandato de Ernesto Zedillo (1994-2000) hasta los
regímenes panistas de Vicente Fox (2000-2006) y Felipe Calderón (2006-2012) se
aplican de forma prioritaria medidas macroeconómicas que buscan un control
estricto de las finanzas públicas, es decir seguir reduciendo el gasto público. Con
el Pacto de Solidaridad Económica (PSE), en el período de gobierno de Salinas,
se controla la inflación mediante la contención de los precios de algunos bienes y
servicios públicos, disminuye de forma progresiva el déficit público como
consecuencia de la venta de las empresas del Estado que generan un
momentáneo superávit en las finanzas públicas, se da una fuerte expansión de los
créditos de los bancos de desarrollo para estimular la actividad económica.

Sin embargo, con la desaceleración de diciembre de 1994, la devaluación del peso


se hace eminente, así como las nuevas alzas de las tasas de interés y el
empeoramiento de la situación de la economía real. Tal situación constituye una
presión para las empresas y los bancos mexicanos, quienes al haber solicitado
créditos en el exterior son los más afectados. Los bancos para no pueden
trasladan sus pérdidas a sus clientes que les deben, renegociando las deudas
contraídas, para aumentar las tasas de interés y el tiempo de pago. No obstante,
los deudores se organizan y luchan en el terreno legal y político para impedir que
los bancos les trasfieran las pérdidas. En esta lucha contra el capital financiero
destaca el grupo de ciudadanos denominado el Barzón.

Muchos deudores se organizan y se defienden, otros más sencillamente se ven


imposibilitados de pagar las deudas contraídas, situación que afecta a los bancos,
quienes disminuyen el circulante monetario, y el Estado con el argumento de
apoyar a los ahorradores, asume la deuda de los bancos y el pueblo de México
tiene que pagarla (Fobaproa).

Esta situación tan grave muestra los efectos de los cambios efectuados en los
últimos años, dónde no sólo se rescata a los banqueros, mediante el Fobaproa,
sino también a los constructores de carreteras a quienes les había dado por
participar en grandes obras de infraestructura y muchos otros empresarios. Tal
situación permite explicar el empobrecimiento acelerado de la población, quien, en
lugar de recibir apoyo para sobrevivir dignamente, hereda deudas para mantener a
sus empresarios incapaces de competir con los extranjeros. México no sólo entra
de lleno a la Globalización capitalista, sino que lo hace en condiciones
desfavorables para su población.

El Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol), que se crea durante el sexenio


de Salinas de Gortari, supuestamente tenía el propósito de resolver los problemas
más lacerantes de los sectores más desprotegidos de la sociedad, como decía la
propaganda oficial, fue solamente una nueva forma para engañar a los mexicanos.
El propósito de esa política publicitaria era el de evitar que el pueblo protestara por
la política privatizadora de los bienes de la nación; fue una estrategia bien
montada para hacerle creer que, en verdad, lo obtenido por la venta de las
empresas era para resolver los problemas de la población de menores recursos y
que era para ayudar a los que menos tienen.

Sin embargo, un problema antiguo asumió entonces modalidades dramáticas: el


desempleo. Muchas familias comprendieron que tenían que vérselas por sí
mismas. El resultado fue el crecimiento del autoempleo: cientos y luego miles de
vendedores ambulantes se instalaron en banquetas, plazas, calles. En otras
familias algunos varones decidieron emigrar a Estados Unidos de manera ilegal,
arriesgando sus vidas. Otros optaron por protestar de distintas maneras, como los
integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación,
formada desde 1979 por maestros inconformes con el liderazgo oficialista y la
caída de sus salarios.

Para tratar de mantener una vida lo más digna posible, los asalariados, se ven en
la necesidad de aumentar las horas de la jornada de trabajo en un mismo empleo
o la búsqueda de otro; padre y madre se ven en la necesidad de trabajar, pero sin
lograr detener el empobrecimiento al que son sometidos durante más de dos
décadas.

La muerte de Luis Donaldo Colosio permite a Ernesto Zedillo, ser el candidato


presidencial de un PRI sumamente dividido, pero que logra mantener la unidad en
torno a su candidato a pesar de las diferencias y operar en el sistema político
electoral y escena nacional para ganar la presidencia. Zedillo se puede
caracterizar por su incapacidad para llevar a cabo aspectos fundamentales de la
política.

Se compromete con el capital financiero internacional para privatizar la


petroquímica. No obstante, el rechazo de diversos sectores de la sociedad como
connotados investigadores, académicos, partidos políticos, organizaciones
sociales, obligan al gobierno a dar marcha atrás en la privatización de las 61
plantas petroquímicas. Lo mismo sucedió con la industria eléctrica.

En el año electoral del 2000 el grueso de la población se encuentra descontento


ante la agudización de los problemas como la pobreza, el desempleo, la
corrupción y la inseguridad. La corrupción y una impagable deuda externa, en
esos años, muestran la punta del iceberg de una devastadora crisis. El predominio
en el gobierno de una élite tecnocrática acelera el deterioro de la anterior forma de
Estado, y abre espacios a nuevas relaciones de poder.

De esta forma, el Estado, nacido de la Revolución mexicana, y que pronto


abandonaría sus principios a partir de la década de los cuarenta, profundamente
afectado por la crisis de los años ochenta que lo liquida, no logra mantenerse de
forma renovada para integrarse a los nuevos imperativos de una acumulación
capitalista en el contexto de una nueva división internacional del trabajo. Sin
embargo, la política neoliberal no logra barrer con todas las formas de quehacer
político y con los grupos corporativos del Estado Benefactor, pues éstos
constituyen parte del Estado que han impedido su desaparición, aunque
seriamente dañados pues los hospitales están en condiciones deplorables, con
pocas medicinas y equipos obsoletos e inexistentes, escuelas en similares
condiciones, red carretera dañada y sin mantenimiento, PEMEX y la CFE en pleno
desmantelamiento, etc.

El gobierno sigue a pie juntillas las medidas económicas pero los resultados de la
política neoliberal es una integración subordinada, supeditada y excluyente, pues
mientras el Estado disminuye su papel en la sociedad, en contrapartida el papel
protagonista del sector empresarial aumenta, y dentro de éste, el de la fracción
financiera, que se ve altamente beneficiada por los mecanismos adoptados en las
administraciones tecnócratas. Resultando de ello, una mezcla de viejas y nuevas
prácticas, así como grupos, que se apoyan mutuamente dependiendo de los
intereses y correlación de fuerzas, no importando si eran del PRI o del PAN.
Actividad 2

Al finalizar la Actividad 1 define con tus propias palabras lo siguiente


(actividad individual):

1. Disciplina fiscal.

2. Apertura comercial.

3. ¿En qué consiste la privatización de las empresas públicas y quiénes son


los principales beneficiados?

4. Menciona las actividades económicas privatizadas

5. ¿Qué entiendes por liberalización financiera?

6. ¿Con qué finalidad se crea el Barzón?

7. ¿Con qué finalidad se crea el FOBAPROA?

8. ¿Con qué finalidad se crea el Pronasol?

9. Menciona al menos uno de los efectos de la liberalización financiera y la


globalización en México.

10. ¿Cuáles fueron los efectos del modelo de crecimiento económico mexicano
dirigido hacia el mercado exterior?

Actividad 3
Lleva a la sesión de clase los materiales que consideres necesarios para
elaborar un esquema en el que expreses la diferencia entre el modelo de
estado benefactor y neoliberal. Esta actividad será individual

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