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Para que un medicamento llegue al sitio en que tiene efecto su acción es necesario que atraviese
una serie de membranas.
La forma en que los medicamentos se distribuyen en los tejidos y líquidos corporales reflejan no
sólo el paso del medicamento a través de membranas, sino también las vías de administración.
1. FORMA FARMACÉUTICA:
Se pueden distinguir:
CLASIFICACIÓN
Los tipos de formas farmacéuticas se pueden clasificar según su estado físico o según la vía de
administración a utilizar:
Presentan una mayor estabilidad química debido a la ausencia de agua, y evitan posibles problemas
de incompatibilidad entre principios activos, permiten enmascarar sabores desagradables, y se
puede regular la liberación del principio activo.
Ejemplos:
- normales: ranurados o no
- efervescentes: mayor velocidad de absorción
- masticables: para pacientes con dificultad de deglución
- bucales: acción local (infecciones bucofaríngeas)
- sublinguales: pequeño tamaño, absorción rápida
- grageas: comprimidos con cubierta de azúcar → NO debe ser fraccionado (pérdida de
estabilidad y/o biodisponibilidad.
- Recubrimiento pelicular: membrana de polímero que puede ser gastrorresistente
(absorción intestinal) → NO debe ser fraccionado (pérdida de estabilidad y/o
biodisponibilidad.
Ejemplos:
c. Formas farmacéuticas de liberación modificada (FFLM): son aquellas en las que la velocidad
y el lugar de liberación del principio o los principios activos es diferente del de la forma
farmacéutica de liberación convencional, administrada por la misma vía.
- Ventajas: mejores pautas posológicas, mejor perfil farmacocinético, reducción de efectos
adversos.
- Desventajas: NO se pueden fraccionar, no aptas para pacientes con problemas de deglución
y peor control en situaciones de sobredosis o reacciones adversas.
Los líquidos para administración oral son habitualmente soluciones, emulsiones o suspensiones que
contienen uno o más principios activos disueltos en un vehículo apropiado.
Las formas farmacéuticas líquidas para administración oral más usuales son:
Son formas farmacéuticas sólidas que se disuelven instantáneamente en la cavidad bucal sin
necesidad de administración de líquidos. Ejemplo de estos sistemas son los comprimidos/tabletas
liofilizadas.
Son formas con cubierta entérica o resistente al pH, en las que el principio activo es liberado en un
lugar concreto del intestino delgado, pasando por el estómago sin degradarse. Son formas
farmacéuticas útiles para la administración de fármacos que se inactivan o que dañan la mucosa
digestiva.
Formas de acción sostenida o continuada: el principio activo se libera a una velocidad constante
con el objeto de que se reduzcan las fluctuaciones de los niveles plasmáticos.
Podemos encontrar sistemas osmóticos (OROS®), con membrana microporosa, matrices hidrofílicas
o lipofílicas.
2. VÍAS DE ADMINISTRACIÓN
Las vías de administración son fundamentales para que los medicamentos puedan llegar a su lugar
de acción.
En la vía enteral, el fármaco se administra para luego ser absorbido a través de la mucosa, pasa a la
circulación sistémica y se distribuye en el organismo.
En la vía parenteral, el fármaco se deposita por medio de una inyección en el torrente sanguíneo
(intravenosa), donde no hay proceso de absorción, o en un tejido (muscular, subcutáneo o
intradérmico) de donde es absorbido.
➔ Que un efecto sea sistémico o local va a depender de: la forma farmacéutica, de la vía de
administración y de las características fisicoquímicas del fármaco.
Vías de administración para efectos sistémicos:
Las vías utilizadas para producir un efecto sistémico deben ser administradas en un lugar anatómico
que permita la absorción del fármaco hacia la circulación sistémica, excepto la vía intravenosa e
intraarterial en las que se administra directamente en la sangre, para ser distribuido a los diferentes
compartimentos corporales hasta llegar al lugar donde va a producir su efecto terapéutico.
Las variantes de esta vía que se emplean con mayor frecuencia en la práctica médica incluyen la vía
oral con deglución, sublingual, rectal, intravenosa, intramuscular, subcutánea, intradérmica,
transdérmica, inhalatoria y nasal (dependiendo de las características del fármaco), principalmente.
Las vías utilizadas con el fin de producir un efecto local (no sistémico) deben ser depositadas en
alguna superficie externa del paciente en donde va a producir su efecto terapéutico, reduciendo o
evitando en lo posible la absorción del fármaco para no producir efectos sistémicos. Las variantes
de esta vía que se emplean con mayor frecuencia en la práctica médica incluyen la administración
de fármacos por vía oral con o sin deglución, intradérmica, cutánea, inhalatoria, nasal, ocular, ótica,
vaginal y rectal (dependiendo de las características del fármaco), principalmente.
1. Vía oral.
La vía oral constituye la vía más utilizada de administración de fármacos, ya que es una vía cómoda
y económica. Es de fácil administración y permite conseguir el cumplimiento terapéutico.
A través de esta vía generalmente se logra obtener un efecto sistémico, donde los fármacos se
absorben principalmente en el intestino delgado debido a su gran superficie de absorción producto
de las microvellosidades presentes. Además, a este nivel hay un elevado flujo sanguíneo y
mecanismos de transporte activos.
A través de esta vía se sufre metabolismo de primer paso hepático importante, ya que luego de su
absorción, los fármacos llegan a la vena porta que irriga directamente al hígado, sitio principal de
metabolismo de fármacos.
Existen distintos factores que afectan la absorción intestinal de los fármacos por esta vía:
2. Vía sublingual.
La mucosa sublingual está muy vascularizada: rápida velocidad de absorción comparada a la vía oral
(efecto sistémico rápido). La absorción se produce en los capilares de la cara inferior de la lengua, y
una vez que pasa el fármaco a la sangre se incorpora, vía venosa, directamente a la circulación de la
vena cava superior evitando el efecto de metabolismo de primer paso hepático.
Ventajas: es una vía útil para situaciones de urgencia. Se evita la destrucción de fármacos debido al
pH gástrico.
Desventaja: No se puede utilizar en pacientes con dificultad para deglutir (vómitos o paciente
inconsciente). Se necesita la colaboración del paciente. Algunos fármacos poseen un sabor
desagradable.
Ejemplos de vía de administración sublingual:
- Angiolingual® (Nitroglicerina para el tratamiento agudo del dolor por angina de pecho)
- Ravotril® (Clonazepam para el tratamiento agudo de crisis de ansiedad)
3. Vía rectal.
Se utiliza cuando la vía oral no es adecuada para el paciente (cuando presenta vómitos o náuseas).
La absorción es más lenta que la gastrointestinal.
Desventajas: vascularización irregular del tracto rectal, absorción impredecible del fármaco y
obtención de concentraciones plasmáticas irregulares. → Dependiendo de la porción alcanzada en
la administración rectal, se puede o no obtener un efecto local o sistémico, o puede o no ocurrir
efecto de metabolismo de primer paso hepático.
Se pueden tener tres tipos de acciones utilizando esta vía:
INTRAVASCULAR EXTRAVASCULAR
Intraarterial Intramuscular
Intracardíaca Subcutánea
Intravenosa Intradérmica
Intraperitoneal
Intratecal
Epidural
Intraarticular
Las vías parenterales se utilizan principalmente en:
- Situaciones de urgencia
- Cuando los principios activos no se absorben por la mucosa gastrointestinal.
- Cuando el principio activo es degradado o inactivado a nivel gastrointestinal (Ejemplo:
insulina).
- Cuando el efecto de primer paso hepático es muy elevado y no permite alcanzar niveles
terapéuticos adecuados.
Las soluciones inyectables para ser administradas por vía parenteral, necesitan cumplir ciertos
requerimientos, que son:
1. Vías intravasculares:
Una característica importante de las vías de administración intravascular es que no hay proceso de
absorción, por lo tanto, hay 100% de biodisponibilidad del fármaco y mínima variabilidad de
concentración plasmática.
a. Vía intravenosa: es una vía de urgencia que ofrece una respuesta rápida, intensa y
sistémica. Es una vía útil para la administración de grandes volúmenes de medicamento y
para administrar sustancias irritantes previa dilución.
La administración puede ser en forma de bolus o perfusión, y el lugar de administración
puede ser en el antebrazo, muñeca o por una vía central (tratamientos largos).
2. Vías extravasculares:
Las vías extravasculares se caracterizan por que hay proceso de absorción de los fármacos, desde
su sitio de administración hasta el torrente sanguíneo.
a. Vía intramuscular: es una vía de administración muy rápida (respecto a la vía oral), pero
más lenta que la vía intravenosa. Permite la generación de depósitos cuando se administran
soluciones oleosas, lo que permite un efecto lento y más sostenido.
Se pueden administrar volúmenes moderados de medicamento, vehículos oleosos y algunas
sustancias irritantes. Se requiere de personal entrenado para esta administración.
- Lesiones de los vasos y nervios si la administración fue en una zona incorrecta. Pueden
aparecer parálisis del nervio ciático (administración en glúteo), hematomas,
endurecimientos, infecciones, entre otros.
- Contraindicada su utilización en pacientes anticoagulados ya que puede ocasionar
hematomas importantes, y en los casos de insuficiencia circulatoria (cuando se pretenda
una acción de urgencia.)
b. Vía subcutánea: al igual que la vía intramuscular, por esta vía se requiere atravesar barreras
biológicas para llegar a la circulación, sin embargo, la absorción es más lenta y se puede
administrar un menor volumen de medicamento.
Esta vía se puede utilizar en pacientes anticoagulados, y requiere de un personal menos
entrenado.
Es la vía de elección para la administración de insulinas y heparinas de bajo peso molecular.
Se pueden administrar implantes los cuáles son formas farmacéuticas sólidas y estériles de
material biocompatible, atóxico y no carcinogénico que liberan el principio activo a
velocidad constante. Ejemplo: Implanon®
1. Vía inhalatoria.
Una característica importante de esta vía, es que hay una gran superficie de absorción en los
alveolos, alta permeabilidad al agua, gases y sustancias lipofílicas.
A través de esta vía, se pueden obtener efectos locales como broncodilatación para el tratamiento
del asma y EPOC, o también se pueden tener efectos sistémicos como anestesia general.
2. Vía nasal.
La absorción puede estar afectada por la vascularización de la mucosa nasal, su perfusión sanguínea
y condiciones patológicas intranasales existentes (pólipos, rinitis, etc.). Debido a esto, se puede
obtener un efecto local o sistémico, dependiendo también de las características fisicoquímicas del
fármaco.
Ejemplo:
3. Vía dérmica.
Son preparados con acción local para aplicar sobre la piel (epidermis/dermis) o mucosas.
Los preparados farmacológicos que se aplican directamente sobre la piel están formados por:
A través de esta vía, debe evitarse la absorción transcutánea del principio activo y excipientes para
evitar efectos adversos. Por lo tanto, esta vía es útil principalmente en dermatología, para
administración de antiinflamatorios de acción tópica, antihistamínicos y anestésicos locales.
➔ Piel descamada, inflamada o lesionada, o cuando el área a tratar sea extensa, hay una
mayor absorción de los principios activos, mayor riesgo de efectos adversos.
4. Vía transdérmica.
A través de esta vía hay absorción percutánea, por lo tanto, hay incorporación del medicamento a
la microcirculación dérmica, con lo cual se puede conseguir un efecto sistémico.
Ejemplo:
- Parches de nicotina
- Durogesic® (Fentanilo, opioide potente para dolor crónico)
Los parches transdérmicos permiten un aporte percutáneo de principios activos a una velocidad
programada o durante un tiempo establecido para su acción sistémica (liberación del fármaco lenta
y sostenida).
Los fármacos que pueden administrarse por esta vía deben tener las siguientes características:
BIBLIOGRAFÍA: